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Boletín Digit@l Cuadernos de Economía

Cuadernos de Economía

AÑO 1. N° 1.

@Invest_Econ_UCV

economía.cuadernos@gmail.com

Segunda Etapa Año 1. N° 1


Facultad de Ciencias Económicas y Sociales

Prof. Adelaida Struck


Decana (E)

Prof. Francisco Javier Fernández


Coordinador Académico

Porf. Sandra Pinto


Coordinadora de Extensión

Prof. Carlos Peña


Coordinador de Investigación
Director Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales “Dr. Rodolfo Quintero”

Escuela de Economía

Prof. Ana Blanco


Directora (E)

Prof. Rafael Rodríguez


Coordinador Académico

Comisión de Investigación Escuela de Economía 2


Prof. Carlos Peña
Coordinador

__________________________________

Diseño y Diagramación
Prof. Daniel Cadenas/Escuela de Economía

Boletín Digit@l Cuadernos de Economía. Año 1. N°1.


Editorial

La Comisión de Investigación de la Escuela de Economía, de la Universidad Central de Venezuela, UCV,


tiene el gusto y el placer de volver a presentar el Boletín Digit@l. En Esta oportunidad, lo presentamos
con el nombre de Boletín Digit@l Cuadernos de Economía. Esta segunda etapa sigue manteniendo la
su propuesta de información sobre las actividades de investigación llevadas a cabo por los profesores y
estudiantes; así mismo, sobre temas de coyuntura económica y social. Esperamos que esta segunda
etapa sea tan apreciada y tenga la acogida que tuvo en su primera etapa.

Este primer número está dedicado al tema de la hiperinflación. La pertinencia de los contenidos
publicados en esta edición inaugural es natural, vista la creciente preocupación por la pérdida de
control que sobre la senda de crecimiento de los precios parece estar experimentando la economía
venezolana, con el resultante continuo y rápido deterioro del salario real de los trabajadores.

La discusión pública que sobre el tema se ha dado, no está exenta de polémica, Cuando el asunto
comenzó a plantearse hace unos pocos meses, algunos economistas negaron de plano siquiera la
posibilidad de que Venezuela se encontrase cerca de una hiperinflación. El argumento fundamental
era la adhesión a la definición clásica de Hiperinflación realizada por Philip Cagan en un influyente
documento de investigación publicado en 1956. Según dicha definición la hiperinflación “comienza en
el mes cuando la inflación excede el 50% y finaliza el mes en que la inflación cae por debajo de dicha
tasa, permaneciendo debajo de dicho umbral al menos por un año.” (Cagan, 1956.p.1) Una inflación
mensual de 50% compuesta mensualmente, según los preceptos de Cagan (1956) conduce a una tasa
de inflación anual de 12.875% anual.
3
El profesor José Guerra apunta, en una entrevista que presentamos en este número, a la conveniencia
de no someterse a rajatabla a definiciones que, si bien pudieron adaptarse a otros momentos
históricos, pueden carecer de sentido en la actualidad. De hecho, la definición cuantitativa de
hiperinflación ha mutado, o, al menos, se han formulado propuestas alternativas. Por ejemplo:
Reinhardt y Rogoff (2011)1 definen a la hiperinflación como “episodios donde la tasa de inflación anual
excede el 500% anual”. Esta definición de Hiperinflación contrario a la de Cagan (1956) no requiere
lecturas mensuales de la inflación. De todas formas, en el propio trabajo seminal de Cagan (1956) el
autor deja claro que no estaba pidiendo a sus lectores que hicieran de su definición una religión, al
afirmar:

“Esta definición es totalmente arbitraria, pero sirve a los propósitos del presente trabajo” (Ver
nota 1 en Cagan, 1956)

En otra entrevista que ofrecemos a nuestros lectores, el profesor Felipe Pérez apunta que lo esencial
del fenómeno no es un número para la tasa de inflación, sino una abrupta caída en la demanda real de
dinero. Finalmente presentamos un artículo del Economista Carlos Rangel quien, realiza un resumen
de las 7 lecciones que encontraron Reinhart y Savastano (2003) sobre las hiperinflaciones modernas.

Los Editores.

1Reinhardt, C y Rogoff, K. (2011). “From Financial Crash to Debt Crisis”. American Economic Review 101 (August 2011): 1676–
1706. Ver: https://www.aeaweb.org/articles.php?doi=10.1257/aer.101.5.1676
Boletín Digit@l Cuadernos de Economía. Año 1. N°1.
Felipe Pérez Martí: “El que no acepta que estemos cerca de un
proceso de hiperinflación, es porque no ha visto lo esencial del
fenómeno”.

Felipe Pérez Martí es economista egresado de la Universidad Central de Venezuela y PhD en


Economía de la Universidad de Chicago. Se ha especializado en áreas como, altruismo y
eficiencia económica, regulación financiera, política cambiaria. Se ha desempeñado como
profesor del IESA, en el centro de Políticas Públicas en materias como Teoría de Juegos, Teoría
de la Justicia Distributiva y de la Igualdad de Oportunidades, y Macroeconomía. En el ámbito
internacional ha dictado clases en la Universidad de Alicante, en la Universidad Carlos III de
Madrid, y en la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona, España, e igualmente fue
investigador invitado en la Universidad Berkeley, California. Ha sido investigador del Banco
Interamericano de Desarrollo, y en el CENDES, UCV. Fue Ministro de Planificación y Desarrollo
y actualmente se dedica a la consultoría privada.

¿Es pertinente discutir la posibilidad de ocurrencia de un fenómeno de hiperinflación en


Venezuela, teniendo tantos otros problemas, tanto de naturaleza coyuntural como
estructural, sobre los cuales parece no existir ninguna discusión?

“…ya estamos en Definamos primero hiperinflación. De acuerdo a la comisión internacional de estándares de


4
un proceso de contabilidad ya estamos en una hiperinflación2, pues, de acuerdo a este organismo, se define
hiperinflación como tal una inflación acumulada de 100% en 3 años y solamente la inflación anualizada mayo
modernamente 2014 a mayo 2015 es de aproximadamente 108%. Claro, lo que pasa es que las hiperinflaciones
definido, pero si del pasado se caracterizaban mejor por la definición de Cagan (1956)3 quien la conceptualizaba
las cosas siguen como aquellos procesos de elevación de precios a tasas de al menos 50% mensual. Ese tipo de
hiperinflaciones prácticamente no existen en la actualidad, porque la inflación elevada es un
como van
problema cuya solución ya es conocida. De forma tal que ya estamos en un proceso de
llegaremos
hiperinflación modernamente definido, pero si las cosas siguen como va, llegaremos incluso a
incluso a la
la definición clásica de Cagan (1956).
definición clásica
de Cagan La mayoría de los que niegan que siquiera estemos cerca de una hiperinflación parecen
(1956).” adherirse al concepto numérico clásico de Cagan (1956) que por ser numérico pareciera
ejercer una especie de irresistible atractivo, pues permite un diagnóstico rápido del
fenómeno. Usted ha señalado que, a fin de cuentas, la hiperinflación tiene que ver más con
la demanda de dinero que con un número y ha remarcado el componente endógeno de
dicha demanda de saldos reales, al menos en el corto plazo, lo que hace que el dinero tenga
efectos reales, aunque en el largo plazo se cumpliría la teoría cuantitativa del dinero ¿Qué

2 El profesor Felipe Pérez hace referencia a la International Accounting Standard 29 (IAS 29) Financial Reporting in
Hyperinflationary Economies. Ver: http://ec.europa.eu/internal_market/accounting/docs/consolidated/ias29_en.pdf
3
Cagan, P (1956). "The Monetary Dynamics of Hyperinflation”. En Friedman M. Studies in the Quantity Theory of Money.
Puede descargarse en:
http://www.academia.edu/4690826/Cagan_-_The_monetary_dynamics_of_hyperinflation
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tiene que ver toda esa discusión con el hecho de si estamos cerca o no de un proceso de
hiperinflación?

Mucho, porque la hiperinflación se caracteriza por una caída de la demanda de los saldos
reales de dinero, lo que se produce porque, aunque la cantidad de dinero crece, los precios
aumentan más de lo que lo hace el dinero y eso ya está pasando en Venezuela. Por ejemplo, en
números gruesos, la liquidez monetaria, en el transcurso de los últimos 12 meses, ha estado
creciendo a una tasa del 80% pero los precios lo han hecho a una tasa de más del 100%; eso es
una enorme caída de la demanda de dinero, en términos reales. El que no acepta que estemos
cerca de un proceso de hiperinflación, es porque no ha visto lo esencial del fenómeno, que es
una disminución de los saldos reales de dinero y eso está pasando ahora.

Un argumento muy usado por los que niegan la posibilidad de la instalación de un fenómeno
hiperinflacionario en Venezuela es aquel según el cual en una economía petrolera, donde el
estado controla el ingreso proveniente de la exportación del petróleo, puede echarse mano
de una devaluación fiscalista para financiar el déficit, sin necesidad de financiarse
monetariamente. Este argumento se esgrime por que la hiperinflación es sin lugar a dudas
un fenómeno, cuya dinámica está asociada al financiamiento monetario de los déficits
gubernamentales. ¿Es válido dicho argumento en la Venezuela actual como para seguir
negando la posibilidad de que ocurra un proceso de hiperinflación?

5
“Aquí el déficit En Venezuela tenemos 5 años corridos con déficits fiscales de más de 10% del PIB. De acuerdo a
los estándares mundiales eso es enorme. Por ejemplo, fíjate lo que paso en España; allí un
ha sido
déficit fiscal de 7% ha sido escandaloso y ha tenido incluso consecuencias políticas, como la
financiado, en
pérdida de apoyo de los partidos tradicionales. Aquí el déficit ha sido muy superior a ello, este
tiempos
año puede llegar incluso a 20% del PIB y ha sido financiado, en tiempos recientes,
recientes, monetariamente y no por emisión de deuda o por ganancias cambiarias que es el argumento
monetariamente que tú refieres.
y no por emisión
de deuda o por Según su punto de vista ¿sería la dolarización la solución a los problemas de inflación que
tenemos en Venezuela, como algunos proponen?
ganancias
cambiarias” Mira, estamos tan mal, que una dolarización sería mejor que lo que tenemos ahora, en
términos del efecto sobre la inflación- Es obvio que la dolarización es un remedio clarísimo para
curar la inflación, porque detienes la creación irracional de dinero. No obstante, la dolarización
no es el remedio óptimo para la inflación, sería más bien una especie de second best. Además,
una dolarización significa renunciar a la soberanía monetaria y el reconocimiento de una gran
incapacidad para llevar a cabo una política monetaria propia y sana, lo cual no tiene sentido,
pues estas renunciando a una herramienta valiosa de política económica. De manera que no
considero que la dolarización sería la mejor solución al problema, aunque reconozco que, en las
actuales circunstancias, eso sería mejor que lo que tenemos.

En los países donde se ha experimentado un proceso de hiperinflación o que han discurrido


por otros problemas que parecieran estar también a la vista en el horizonte de Venezuela,
como por ejemplo: una crisis de balanza de pagos, o la ocurrencia de un Default, se ha tenido

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que aplicar programas de ajuste, para solventar los inmensos desequilibrios existentes.
¿Estamos irremediablemente destinados a la aplicación de un programa de ajuste severo, de
corte ortodoxo, digamos, al estilo del FMI? O ¿existen alternativas menos duras?

Mira, Venezuela tiene la posibilidad de hacer un ajuste macroeconómico que no sea neoliberal.
La situación actual en Venezuela esta tan desquiciada en lo económico, que un mínimo de
cordura haría milagros, no solo desde el punto de vista de recuperar los equilibrios perdidos,
sino también desde el punto de vista de no perjudicar más a las clases que han sido las más
perjudicadas con todo este proceso: los pobres y la clase media, Claro, hay que cerrar el déficit,
pero, por ejemplo, el grueso del gasto público no debería cortarse, eso sí, hay que hacerlo más
“Venezuela tiene eficiente. El mayor esfuerzo hay que dirigirlo a incrementar los ingresos y si se realiza un ajuste
la posibilidad de cambiario se puede reducir el déficit en un 50%, o quizás más, lo que nos dejaría, estimo yo, un
déficit restante a financiar de entre 7-8% del PIB. ¿De dónde saldría el financiamiento para
hacer un ajuste
ello? Bueno, aquí tenemos otra barbaridad macroeconómica que debe eliminarse, que es el
macroeconómico
gigantesco subsidio a la gasolina. Un ajuste en el precio de la gasolina puede reducir el déficit
que no sea
adicionalmente en un 3% del PIB y eso casi que permitiría cerrar la brecha fiscal. Aún queda
neoliberal” otro sin sentido macroeconómico cuya eliminación permitiría financiar el déficit restante:
cortar con la regaladera de petróleo a Petrocaribe. Haciendo esas tres cosas que te digo,
podemos cerrar la brecha, sin necesidad de disminuir sustancialmente el gasto y sin incurrir en
un ajuste recesivo.

Unas palabras finales profesor.


6
Yo soy optimista con respecto al futuro. Para salir de este problemón en el que estamos
metidos, no solo necesitamos recuperar la solvencia, sino también, recuperar la confianza.
Venezuela debe generar confianza y eso solo se puede lograr si recuperamos la
institucionalidad. Las elecciones de diciembre presentan una valiosa oportunidad para ello. La
oposición va a ganar y estoy seguro que se centraran en recuperar la institucionalidad perdida.
Claro, tampoco estoy diciendo que si se hacen los ajustes necesarios y se recupera la
institucionalidad vamos a equipararnos con el resto de los países de América Latina, pero, al
menos, saldremos del sótano 4 y nos ubicaremos en la Planta Baja, hablando en términos
económicos. La clase media y los pobres no tienen que pagar los costos del ajuste que hay que
hacer, los costos del ajuste los tienen que pagar los corruptos, los cazadores de renta y todos
los que se han beneficiado de todo este proceso, incluyendo a los ricos, que muy poco impuesto
pagan en Venezuela, en comparación con el resto de los países del área.

Agradecido Profesor.

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José Guerra: “Las definiciones económicas deben cambiar con las
circunstancias.”

José Guerra es Economista por la Universidad Central de Venezuela. Tiene una Especialización
en Economía del Economics Institute, de la Universidad de Colorado en Boulder 1991. Maestría
en Economía de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, 1993. Es Profesor Asociado en
la Escuela de Economía la Universidad Central de Venezuela. Fue gerente de Investigaciones
Económicas del Banco Central de Venezuela y Director de la Escuela de Economía de la UCV.
Ha publicado numerosos trabajos de investigación económica.

¿Es pertinente discutir la posibilidad de ocurrencia de un fenómeno de hiperinflación en


Venezuela, teniendo tantos problemas, tanto de naturaleza coyuntural como estructural,
sobre los cuales parece no existir ninguna discusión?

Es totalmente pertinente, por los graves efectos que la hiperinflación conlleva. La hiperinflación
es un aumento exponencial de los precios, por lo tanto, no existe regla de incremento salarial
que aguante un periodo de tal naturaleza. Precisamente por ello es que las hiperinflaciones
suelen durar muy poco, pues el salario real se deteriora muy rápidamente, en vista de que los
incrementos de los salarios son discretos, mientras que la hiperinflación es un incremento
7
continuo de los precios, de manera tal que yo considero que si es un tema muy pertinente.

La mayoría de los que han escrito recientemente sobre el tema se adhieren a la definición de
hiperinflación original de Cagan (1956)4 la cual tiene el irresistible atractivo de establecer un
criterio numérico para saber si se está o no en hiperinflación ¿Considera usted que esa
“Si un país tiene definición sigue teniendo vigencia para definir los procesos de hiperinflación modernos?
una tasa
mensual de 49% A mí la definición cuantitativa no me gusta mucho, porque es muy estricta, por ejemplo: si un
durante un año, país tiene una tasa mensual de 49% durante un año, entonces ¿no se encuentra en
entonces ¿no se hiperinflación? Eso es absurdo. Si nos adherimos al concepto de Cagan con una tasa de
encuentra en inflación mensual compuesta mensualmente de 50%, que produce una tasa anual de
hiperinflación? aproximadamente 12.800%, tendríamos que concluir que han existido muy pocos procesos de
Eso es absurdo” ese tipo, a tal punto que muchos países latinoamericanos sobre los cuales se admite que
tuvieron procesos de hiperinflación, si nos apegásemos a rajatabla a la definición de Cagan
(1956) entonces tendríamos que concluir que no la padecieron.

4Cagan, P (1956). "The Monetary Dynamics of Hyperinflation”. En Friedman M. Studies in the Quantity Theory of Money.
Puede descargarse en:
http://www.academia.edu/4690826/Cagan_-_The_monetary_dynamics_of_hyperinflation

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Es preferible centrarse en los aspectos cualitativos del fenómeno; esto es: una caída abrupta en
la demanda real por la moneda local y consecuentemente los saldos reales de dinero caen,
obviamente porque los precios crecen más rápido que lo que crece el dinero nominal. Las
Normas Internacionales de Contabilidad5 definen el proceso de hiperinflación como aquel
donde la inflación acumulada en 3 años es de 100%, pero te reitero, más allá de estos aspectos
numéricos, lo cierto es que la hiperinflación se caracteriza por una caída de la demanda real de
dinero, la gente repudia la moneda local, prefiere moneda dura: dólares, euros, yenes, etc., la
gente toma bolívares y sale de inmediato a comprar cualquier activo real, porque sabe que en
poco tiempo va a estar más caro, de manera tal que, dados estos síntomas, yo considero que
estamos cerca de una hiperinflación. Las definiciones de los fenómenos económicos son
históricas y deben adaptarse a los cambios. El mundo actual no se caracteriza por ser
inflacionario, sino, por el contrario, deflacionario. El mundo de hoy no tiene problemas de
inflación.

Un argumento muy usado por los que niegan la posibilidad de la instalación de un fenómeno
“El gobierno se hiperinflacionario en Venezuela es aquel según el cual en una economía petrolera, donde el
resiste a estado controla el ingreso proveniente de la exportación petrolera, puede echarse mano de
una devaluación fiscalista para financiar el déficit, si necesidad de financiarse
devaluar y
monetariamente. Este argumento se esgrime por que la hiperinflación es sin lugar a dudas
continúa
un fenómeno, cuya dinámica está asociada al financiamiento monetario de los déficits
imprimiendo
dinero para
gubernamentales. ¿Es válido dicho argumento en la Venezuela actual como para seguir
negando la posibilidad de que ocurra un proceso de hiperinflación? 8
financiarse”
Aparte de ese argumento, otro muy popular se refiere a la capacidad de importación de un país
petrolero. Un importante volumen de importaciones baratas, a un tipo de cambio
sobrevaluado, tiene el efecto de ancla sobre los precios. El argumento que me comentas no es
válido en la actualidad, ya que es precisamente lo contrario lo que está sucediendo ahora: el
gobierno se resiste a devaluar y continúa imprimiendo dinero para financiarse.

Teniendo enfrente a un estudioso del tema como usted resultaría muy obvio e irresistible
preguntarle por las causas de la inflación en Venezuela, sobre todo por su aspecto de ser un
fenómeno crónico, no obstante, creo que sería de mayor pertinencia preguntarle por lo
contrario, es decir, por décadas y hasta mediados de la década de 1970, Venezuela disfruto
de una inflación muy baja la cual convivía con un régimen de tipo de cambio fijo que era
creíble y servía muy bien como ancla nominal…usted tiene una interesantísima hipótesis al
respecto6, de la cual ha realizado pruebas empíricas, podría explicarnos esa hipótesis suya
que fundamentada en el enfoque monetario de la Balanza de Pagos permitiría explicar esas
tasas de inflación tan bajas por décadas

5 Ver: Norma Internacional de Contabilidad nº 29 (NIC 29). “Información Financiera en Economías Hiperinflacionarias.”
Descargable en: http://www.normasinternacionalesdecontabilidad.es/nic/pdf/NIC29.pdf
6 Ver por ejemplo Guerra, J. (2011). “Banco Central, política monetaria e inflación en Venezuela.” Nueva Economía, año XIX,

n° 33, abril 2011. Descargable en: http://ance.msinfo.info/bases/biblo/texto/NE/NE.33.04.pdf

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De acuerdo al estudio que he realizado al respecto, se observa un quiebre en 1983, cuando se
abandona el régimen de tipo de cambio fijo, debido al abandono del ancla cambiaria. Después
de allí, no hemos podido recomponer al tipo de cambio como ancla nominal creíble, de hecho
desde allí hemos experimentado con todas las formas de régimen cambiario posibles y no
hemos dado pie con bola. Según mi parecer, esto tiene que ver con un asunto de credibilidad.
Si ganas credibilidad fiscal por 2-3 años, la vuelves a perder, estableces un control de cambio,
quitas el control, flotas la moneda, vuelves al control, estableces bandas, flotación sucia…ese
desbarajuste afecta la credibilidad y yo creo que ese es el reto que tenemos
enfrente…recomponer un régimen de tipo de cambio creíble7. Las pruebas estadísticas parecen
confirmar que la elevada varianza que se observa en la inflación tiene que ver con los
“Considero que es regímenes cambiarios que hemos tenido.
mejor ganar ¿Puede volver a ser el tipo de cambio fijo el sustento de una política antiinflacionaria
flexibilidad efectiva como lo fue por tantos años?
cambiaria
Yo creo que no. Ese tiempo ya paso. No creo en el tipo de cambio fijo. Venezuela no puede
acompañada de
generar superávits primarios sostenidos que le permitan mantener un tipo de cambio fijo.
una regla fiscal
Pienso que es un riesgo muy grande para un país petrolero tener un tipo de cambio fijo.
creíble, sin atarse
Considero que es mejor ganar flexibilidad cambiaria acompañada de una regla fiscal creíble,
las manos con sin atarse las manos con una paridad controlada.
una paridad

9
controlada” Si se diese un proceso de hiperinflación lo único que puede sacar a la economía de ese
estado es un programa de estabilización (o al menos eso es lo que se ha aplicado
históricamente como solución), de todas formas un set de políticas de ese corte parece estar
a la vista, por otras razones, como lo son la acumulación de inmensos desequilibrios de todo
orden y la posibilidad cierta de que la balanza de pagos se vuelva abiertamente insostenible.
¿Estamos irremediablemente condenados a un fuerte programa de ajuste macroeconómico
o existe algún remedio alternativo que no sea tan drástico?

Cuando la gangrena ha tomado el cuerpo hay que aplicar el remedio, ahora ¿qué tan severo o
drástico puede ser ese remedio? Si se le aplica un choque muy contractivo a la economía
venezolana, el costo político sería muy elevado y un ajuste de ese tipo deprimiría mucho los
salarios reales. Ajuste macroeconómico va a haber, ahora mismo tenemos uno en aplicación,
aunque de forma implícita, por cierto un ajuste muy perverso, porque es uno que no reparte de
forma equitativa las cargas y costos del ajuste y es un ajuste únicamente por vía de cantidades,
obviando el ajuste vía precios. La clave para un ajuste no recesivo reside en el financiamiento
externo, con un programa económico creíble que permite tener acceso al financiamiento
externo.

Unas palabras finales sobre el tema, profesor.

7Un excelente detalle sobre los rasgos esenciales de la política cambiaria puesta en marcha en Venezuela desde 1964 se
encuentra en: Guerra, J. y Pineda, J. (2000). “Trayectoria de la Política Cambiaria en Venezuela”. Banco Central de Venezuela.
Descargable en: http://www.bcv.org.ve/Upload/Publicaciones/doc24.pdf
Boletín Digit@l Cuadernos de Economía. Año 1. N°1.
Yo creo que hay que cambiar las definiciones con las circunstancias y que no se puede estar
atado a un dogma o a una definición de los años 1950.

Muchas Gracias.

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¿Hiperinflación o inflación alta? ¿Cuál de las dos?

Carlos Rangel. Economista egresado de la UCAB, profesor de macroeconomía en la Escuela


de Ciencias Sociales de la UCAB. Escritor en el blog Caracas Chronicles, interesado en
Macroeconomía internacional, finanzas, consultoría y políticas públicas.

¿Está llegando la hiperinflación en Venezuela? Dicha pregunta parece estar moldeando las
expectativas de los agentes económicos en el país, debido al alza casi exponencial de los
precios de bienes y servicios. Aun cuando se desconocen los datos del INPC desde Diciembre
de 2014, el poder adquisitivo de los venezolanos se ha erosionado dramáticamente, dada una
inflación anual, para ese entonces de 68,54% según el BCV. Lo que acontece a nivel
inflacionario en la economía de Venezuela pareciera ser síntoma del colapso del sistema de
precios como insumo de información para la toma de decisiones de los agentes económicos.

Sin embargo, a pesar de la ausencia de información oficial sobre niveles de inflación y de


padecer de una inflación crónica de dos dígitos anuales desde 1984, pareciera que las puertas
de la hiperinflación permanecen cerradas, por los momentos. En un programa de verano que
realicé en la London School of Economics en el 2008, tuve la oportunidad de conocer a un
“Lo que acontece
amigo de Zimbabwe, quien me obsequió un billete de 5mil millones de dólares zimbabwenses.
a nivel
inflacionario en la
Cabe acotar que éste era el billete de más baja denominación para ese entonces, y que la
inflación en el mes de Julio de 2008 en ese país llegó al 230.000.000% en solo un mes. 11
economía de Prácticamente el dinero como medio de pago y medio de intercambio era inservible, y
Venezuela eventualmente el Gobierno de Zimbabwe tuvo que aceptar la circulación del dólar
pareciera ser estadounidense como moneda legal en el país africano.
síntoma del
Algunos consideran que estamos en camino hacia la hiperinflación, tal y como le ocurrió a
colapso del
Zimbabwe y a muchos países en América Latina en la década de los 80 y 90. Quizás Venezuela
sistema de evite el trauma de pasar por una hiperinflación, (por su condición de país petrolero), pero no
precios como obstante se deben de tomar en cuenta ciertos aspectos relevantes.
insumo de
información para Las hiperinflaciones, según conocemos los economistas se presentan cuando se cumplen 3
condiciones: 1) el colapso de la demanda de dinero, 2) un elevado déficit fiscal y 3) la
la toma de
monetización de ese déficit fiscal. Dicho esto, Venezuela presenta un déficit fiscal que oscila
decisiones de los
por 20% del PIB, un aumento de la liquidez monetaria en términos que se dirige a cubrir ese
agentes
hueco fiscal, y prácticamente la gente no desea tener bolívares, sino dólares o cualquier bien
económicos” que pueda protegerle de la pérdida de valor de sus ahorros.

Pero para poder responder a la pregunta de si nos encontramos o no en hiperinflación,


debemos además consultar un documento elaborado por los economistas Carmen Reinhart y
Miguel Savastano8 hace más de una década, cuando ambos trabajaban en el FMI. En dicho
estudio, Reinhart y Savastano observaron los periodos ex-ante a la hiperinflación y periodos de

8 Reinhardt, C y Savastano, M. (2003). “The Realities of Modern Hyperinflation”. IMF. Disponible en:
http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2003/06/pdf/reinhard.pdf
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estabilización en países como Brasil, Bolivia, Argentina, Perú y Ucrania. En el estudio, Reinhart
y Savastano descubrieron que las hiperinflaciones modernas son precedidas por periodos de
inflación crónica elevada, a pesar de que periodos de inflaciones altas no conllevan
necesariamente a las hiperinflaciones. También, previo a las hiperinflaciones la economía
operaba bajo severas distorsiones, como pueden ser los controles de capital y la represión
financiera.

“Las Por otro lado, las hiperinflaciones, contrario a lo que se pensaba, no culminan en periodos
hiperinflaciones, cortos de tiempo, y la estabilización de precios requiere de una consolidación fiscal, la
contrario a lo que unificación de los tipos de cambios y el levantamiento de las distorsiones como los controles
se pensaba, no de capital, entre otras medidas. A Bolivia le tomo 14 meses y a Perú más de 3 años en retornar
culminan en a niveles de inflación anual de 40% o menos, luego de un pico de 23.447% y 12.378% anual
respectivamente para cada país. Adicionalmente, la dolarización informal de la economía (al
periodos cortos
menos temporalmente) resulta ser una herencia de las hiperinflaciones, debido al colapso de
de tiempo. A
la demanda de dinero, y la dificultad en retomar la confianza de los agentes económicos en la
Bolivia le tomo 14
moneda local. Esto último no significa que la dolarización es el camino a seguir para estabilizar
meses y a Perú una economía, sino más bien un reflejo del colapso de la demanda de dinero.
más de 3 años en
retornar a niveles Entre otras características importantes, la actividad económica se recupera moderadamente
de inflación anual luego de la estabilización, debido a que las hiperinflaciones tienden a reducir el tamaño del
sistema financiero y erosionan el sistema de precios, al igual que la moneda local como unidad
de 40% o menos”
de cuenta y reserva de valor. Para resumir, se consideran 7 lecciones que encontraron
Reinhart y Savastano sobre las hiperinflaciones modernas:
12
1. Las hiperinflaciones raras veces se materializan de la noche a la mañana, y son precedidas por
periodos inflacionarios altos y variables.

2. La estabilización puede tardar años, si las políticas fiscales no se ajustan apropiadamente. Aun
cuando se implemente un programa de ajustes fiscales, se puede tardar un tiempo
considerable en lograr tasas de inflación bajas, en especial cuando el dinero se utiliza como
ancla nominal.

3. Reducciones drásticas en el déficit fiscal son siempre un elemento fundamental en cualquier


programa de estabilización.

4. La unificación de los tipos de cambio, y el establecimiento de la convertibilidad cambiaria


suelen ser ingredientes esenciales de la estabilización.

5. La actividad económica colapsa durante, y en algunas ocasiones, en periodos previos, a la


hiperinflación. A pesar de que las medidas de estabilización le ponen un límite a la implosión
de la actividad económica, hay poca evidencia que sugiera un robusto despegue de la
economía luego de culminar la hiperinflación.

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6. Las hiperinflaciones son acompañadas por una abrupta reducción en la intermediación
financiera.

7. Frenar a la hiperinflación no restablece la demanda de dinero local ni los activos domésticos


en moneda local a los niveles ex ante a la hiperinflación.

Dadas estas lecciones por parte de Reinhart y Savastano, el país necesita tomar estas
enseñanzas en cuenta y estudiar la implementación de un programa de estabilización, que al
menos permita prevenir la ocurrencia de una hiperinflación

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