LA CONVIVENCIA NO ES UN ESTILO DE VIDA QUE DEBAMOS ELEGIR

¿Por qué nuestra forma de convivir es negativa? ¿Acaso pensamos que vivir
en conflictos y violencia es algo agradable? Al pasar los años nuestra forma
de convivir ha ido empeorando, cada vez se presentan problemas que van
agravando esta situación y nos quedamos sin hacer nada, llegando a pensar
que esto es un estilo de vida al cual debemos de adaptarnos. ¿Pero porque
permitimos esto?
La convivencia, es la capacidad humana que permite establecer relaciones
ya sea en la familia, escuela o en la sociedad, esta capacidad se rige a través
de normas o pautas de conducta, sobre cómo debe de hacerse o cumplirse
lo establecido por generaciones pasadas, esto ajusta la conducta y define el
comportamiento considerado aceptado o conveniente.
El Perú alberga muchos problemas de convivencia, entre ellos están: la
violencia escolar, la inseguridad ciudadana, la discriminación, la
desigualdad de género entre otros.
Cuando hablamos de violencia escolar nos referimos a lo que se conoce
ahora como “bullying”.El bullying es el maltrato físico y/o psicológico que
recibe una persona ya sea mediante golpes, insultos, burlas, y otras formas
de agresión. En el Perú según el portal SíSeVe (plataforma de denuncias
sobre violencia escolar del Minedu), en los últimos cinco años se reportaron
19.157 casos de agresiones escolares. La mayoría se registró en Lima, Piura
y Junín. Más de diez mil casos reportados se refieren a violencia física,
mientras que unos 2.500 son por violencia sexual. Otra cifra perturbadora
es que, en el 44% de los casos, los agresores fueron docentes o personal del
centro educativo. Hace siete años, cuando los casos por violencia escolar
no pasaban las siete mil denuncias, se publicó la ley ‘antibullying’, en la que
se dispuso, entre otras medidas, que todos los colegios cuenten con un
psicólogo para atender las agresiones. Sin embargo, esto no se ha cumplido
por un déficit de especialistas en el área. Para contrarrestarlo, el Minedu ha
dispuesto este año S/10 millones para contratar a diversos especialistas y
capacitar a los directores. Pese a las medidas que se tomaron para prevenir
el bullying aún se reportan casos, algunos son tan graves que incluso llegan
a cobrar la vida del agredido.
Otra forma de mala convivencia que vivimos día a día es la inseguridad
ciudadana. Casi siempre podemos ver en los titulares de un periódico o de
algún programa de noticieros casos de asaltos, asesinatos, secuestros y de
extorsión. Pese a que existan instituciones que nos ayudan o nos brinden
protección el 87,3% de los delitos no son denunciados y esta es una cifra
realmente alarmante. Ya que nos da a entender que la mayoría de la
población decide dejar pasar este problema y esto ocasiona que la
delincuencia siga aumentando. La población es obligada a tomar medidas
ante esta situación incluso llegando a cambiar nuestro estilo de vida,
impidiéndonos desarrollarnos libremente, ya que vivimos con el temor y la
preocupación de ser víctimas de la delincuencia ya que esta no discrimina.
Es indignante el saber que un objeto pueda valer más que la vida de una
persona o la facilidad con la cual una persona pueda asesinar por cualquier
motivo. La tasa de homicidios desde el 2011 al 2018 es de 5.4 a 7.8 por
10000 habitantes.
Como ya lo he mencionado existen muchos casos de mala convivencia en
nuestro país, pero estos problemas se pueden ir reduciendo, con la
participación de toda la población, buscando soluciones que nos permitan
vivir en paz y armonía. Quizás esto no sea algo inmediato pero podemos
hacer que las nuevas generaciones crezcan con valores y hagan que
respeten las normas ya establecidas.