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El taller de la filosofÃ-

Una introducció
a la escritura filosófic
Serie: FilosofÃ- JAIME NUBIOLA

EL TALLER DE LA FILOSOFÕ
&
Una introducció a la escritura filosófic
Quinta edició

UNSA
EDICIONES UNIVERSIDAD DE NAVARRA, S .A.
PAMPLONA
Primera ediciónAgosto 1999
Quinta ediciónFebrero 20 10

0 2006: Jaime Nubiola


Ediciones Universidad de Navarra, S.A. (EUNSA)
Plaza de los Sauces, 1 y 2.31010 Barañá(Navarra) - Españ
Teléfono +34 948 25 68 50 - Fax: +34 948 25 68 54
e-mail: info@eunsa.es

ISBN: 978-84-313-2355-4
Depósit legal: NA 3 18-2010

A mi maestro
Alejandro Llano
con gratitud
Queda prohibida, salvo excepció prevista en la ley, cualquier forma de reproduccióndistribu-
cióncomunicació públic y transformacióntotal o parcial, de esta obra sin contar con autoriza-
ció escrita de los titulares del Copyright. La infracció de los derechos mencionados puede ser
constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (ArtÃ-culo270 y SS.del Códig Penal).

Ilustració de la cubierta:
~Penklopeal telar con sus tejedoras*,
Giorgio Vasari y Giovanni Stradano (c. 1562)
Sala de Penélope Palazzo della Signoria, Florencia

Composición
Adolfo Castañde Leó

Imprime:
GRAFICAS
ALZATE,
S.L. Pol. Comarca 2. Esparza de Galar (Navarra)

Printed in Spain - Impreso en Españ


"PodrÃ- escribirse un libro para señalatodos los principios directrices
má importantes del razonar. Probablemente Ñdebemo reconocerlo- no
tendrÃ- utilidad alguna para aquella persona cuyo pensamiento se dirija por
entero a asuntos prácticosy cuya actividad se desarrolle a lo largo de cami-
nos trillados. Los problemas que se le plantean a una mente asÃson cuestiones
de rutina, que ha aprendido a manejar de una vez por todas al aprender su
profesiónPero cuando un hombre se aventura en un campo que no le resulta
familiar, o donde sus resultados no pueden contrastarse continuamente con la
experiencia, (...) rápidament se desorienta, malgastando sus esfuerzos en
direcciones que no le acercan a su objetivo, o que incluso le alejan por com-
pleto. Es como un barco en mar abierto sin nadie a bordo que conozca las
reglas de la navegaciónY en tal caso serÃ-seguramente de utilidad un estu-
dio general de los principios directrices del razonar".

C. S. Peirce, Collected Papers 5.368, 1877.

"Ser a la vez en la propia profesiónfilbsofo a lo griego y artesano a la


moderna,iquÃdifÃ-ciideal! ... DifÃ-cilpero insustituible".

Eugenio d'ors, La Esfera, 10junio 1916, p. 9.

' todo artista, mejor dirétodo trabajador tiene una filosofÃ- de su


trabajo, reflexiones sobre la totalidad de aquella labor a que Ñcom maestro
o aprendiz- se consagra. ¿PoquÃhurtarla a los ojos del vecino?
Esta filosofÃ-acomo aquel trabajo, se debe tambiéa los demás"

Antonio Machado, Notas sobre poesÃ-a1 agosto 1924.

"Muchas veces, en los pueblecitos españoleshe contemplado a los artÃ-


fices del hierro, de la madera y de la lana trabajar en sus talleres. Desaparece
rápidament en el mundo moderno el trabajo minucioso y paciente de las
manos. (...) La tradiciónde padres a hijos, habÃ-ido formando estos oficios y
creando lentamente las prácticasrecursos y secretos con que se dominaba la
materia. Y estas excelencias de los modestos obreros, este ambiente tradi-
cional, este fervor en el trabajo, era lo que yo, espectador en el taller, deseaba
para el artista literario. La obra del literato debe ser perseverancia y amor".

AzorÃ-nDiscurso de ingreso en la Real Academia Española


26 octubre 1924.
Õndic

EL HORIZONTE DE LA VIDA INTELECTUAL

El amor a la sabidurÃ-ala búsqued de la verdad .....


La metodologÃ-filosófic .........................................
La filosofÃ-como forma de vida ..............................
Virtudes de la vida intelectual ..................................
El afá de novedades y el placer de leer ...................

APRENDER A ESCRIBIR ......................................

Comenzar a escribir ..................................................


Grafoterapia, diarios y cartas ....................................
Decir la verdad: transparencia e intimidad ..............
Afá de claridad y de originalidad: la verdad es
atractiva ...................................................................
Escribir despacio, con ordenador y corregir mucho .
El arte de escribir ......................................................
LA ESCRITURA PROFESIONAL EN
FILOSOFÕ ............................................................. Introducció
Cómocuándodónd y cuánt escribir ...................
Los géneroliterarios de la filosofÃ-y el
curriculum vitae .......................................................
Recensiones de libros, comunicaciones y artÃ-culo.,
La tesis doctoral ........................................................
Algunas pautas para escribir .....................................
La carrera de las publicaciones .................................

El origen de estas página se encuentra probablemente en la


Silencio y soledad: aprender a escuchar ................... lectura -hace casi veinte años de Ernst Gombrich. En sus
Comunicació educativa: direcció de tesis y estudios sobre el trabajo de los artistas en las encrucijadas de la
asesoramiento ........................................................... historia del arte, me parecià descubrir algunas claves decisivas
Comunidad de investigacióntrabajo en equipo ...... para entender mejor el trabajo de los filósofos El abigarrado
taller de un artista del Renacimiento, con sus maestros, apren-
Comunidad electrónic .............................................
dices y demásme resultaba una representació má acertada del
Comprensió y pluralismo ....................................... trabajo de un profesional de la filosofÃ-de fines del siglo XX
FilosofÃ-para un nuevo siglo ................................... que la sombria figura convencional de El pensador de Rodin o la
de Descartes solitario junto a la estufa. La permanente insatisfac-
ció del artista ante su obra, su constante empeñpor aprender
máy por mejorar sus técnicas o incluso la dificultad que suele
encontrar en su comunicació con los demástienen su réplic
en la vida del filósofoLa imagen del taller destaca el carácte
gremial propio de los saberes artesanales que ambas profesiones
comparten. Tanto el términ"taller" empleado en el tÃ-tulcomo
Introducció 15

la reproducció en la portada del fresco de Vasari y Stradano de Rafael Tomá Caldera, Umberto Eco, Jean Guitton, Ignacio
Penélopcon sus tejedoras, quieren resaltar ademá la dimen- Izuzquiza, Aloysius Martinich, Antonin Sertillanges y Richard
sió manual que el trabajo intelectual tiene y que a menudo es Watson, relacionados en la bibliografÃ-final y que podÃ-a haber
pasada por alto. No sól hay que aprender a teclear sobre el sido citados en muchos lugares del texto. Má aún en muchos
ordenador, sino que es necesario aprender a ordenar los mate- casos lo que escribo es patrimonio comú de quienes se dedican
riales, a pasar las hojas de los libros que leemos, e incluso a dar a la enseñanz de la filosofÃ-aAdentrarse con tino en lugares
la mano o a gesticular al hablar. comunes es difÃ-ciy no estÃexento de riesgos. Uno de ellos es la
posible tacha de elementalidad con la que la tradició académic
La invitació a dictar un curso de doctorado de MetodologÃ-
mediterráne ha menospreciado a menudo lo má vivo. Sin
Filosófic durante varios añosprimero en Navarra y luego en
embargo, si con la mejor tradició se considera que la filosofÃ-
Buenos Aires, Tucumá y Santiago de Chile, me ofrecià la
es precisamente la búsqued afanosa de comprensió de aquello
ocasió favorable para pensar con má detenimiento en esa
que nos resulta má próximo quizà pueda comprenderse mejor
relación El resultado es este libro en el que hago hincapià en la
por quÃeste libro se centra en la experiencia comú y ordinaria
estrecha afinidad que hay entre la creatividad filosófic y la
de quien se inicia en la profesió filosófic mediante la escritura.
creació artÃ-sticaasÃcomo en la dimensió didáctic que es
comú a ambas profesiones. Efectivamente, filósofo y artistas Desde tiempo inmemorial se sabe -escribià Peirce- que
desarrollan habitualmente su trabajo en ese entorno privilegiado la estructura cognoscitiva de los seres humanos estÃconfigurada
de comunicació artesanal que es la enseñanz de un oficio. de tal manera que lo má familiar nos resulta transparente y por
Quien dedica sus mejores esfuerzos a iniciar a otros en su ello de ordinario no lo advertimos, mientras que sól lo nove-
profesió no sól logra de ordinario una comprensió má honda doso llama nuestra atención' "Los aspectos de las cosas que nos
de su actividad y de las maneras concretas de mejorarla, sino que son má importantes -anotà por su parte Wittgenstein- nos
ademá cultiva a diario la esperanza de que quienes con é está ocultos por su simplicidad y familiaridad. (Uno es incapaz
aprenden lleven a cabo todo aquello que su personal limitació de advertir algo porque lo tiene siempre delante de sus ojo^)"^.
le hace imposible alcanzar. Por esta razó este libro corresponde a un génermixto: se trata
de una mezcolanza de un diario intelectual, del carnet de escritor
Muchas de las cosas que aquÃescribo son lugares comunes
de la tradició literaria francesa, y de un manual de instrucciones
repetidos una y mil veces en la tradició filosófica Siempre que
conforme a la usanza angloamericana. No es casual esta mezcla,
me he dado cuenta he dejado constancia de mi deuda mediante
ya que el foco de estas página se encuentra en la peculiar articu-
notas muy breves a pie de págin que remiten a la lista biblio-
lació de pensar y vivir que acontece en el esfuerzo por escribir.
gráfic final, pero muchas veces habrà pasado por alto de quié
o dónd aprendÃaquello. Mis comentarios y reflexiones deben
l . Cf. Peirce, Collected Papers, 6.162.
mucho al estudio de los excelentes libros de metodologÃ- de 2. Wittgenstein, Philosophicul Investigutions, 5 129.
16 El taller de la filosofÃ-

Al centrar la atenció sobre la escritura, aspiro a que los lectores de prontuario o vademécu del que copiar mecánicamente
que estérellenando sus primeros cuadernos filosófico anoten Finalmente he decidido no hacerlo asÃ-por una parte porque esos
en ellos lo ya pacÃ-ficamentposeÃ-d-vivir, pensar, ser- para ejemplos habrÃ-aresultado lo má efÃ-merdel texto y, por otra,
de esta forma teñide color sus prácticaspoder someterlas a porque la metodologÃ--al menos tal como siguiendo a Charles
examen detenido y asÃen ese proceso crecer. S. Peirce la entiendo yo- es aquella rama de la lógic que ense-
Bajo una cierta apariencia académicestas página son ñlos principios generales que han de guiar una investigación
sobre todo una invitació personal a pensar y a vivir con má las directrices que han de permitir adentrarse con acierto en un
plenitud mediante la reflexió sobre la propia escritura. Con terreno desconocido. Los ejemplos, sobre todo si hubiera sól
Hilary Putnam pienso que "la filosofÃ-no es, no puede y no debe unos pocos, podrÃ-ahacer pensar que bastarÃ-con seguirlos para
ser una disciplina simplemente académica"3por eso este libro acertar: eso serÃ-aen el mejor de los casos, convertir el taller de
es sobre todo fruto de mis experiencias personales y tambiéuna la filosofÃ-en el estudio de un fotógrafo
exhibició de las teorÃ-aque han sobrevivido a esa experiencia. El libro ni estÃescrito de un tirón ni estÃpensado para ser
Muy a menudo he acudido a textos breves de mis autores favo- leÃ-d de un tirón Se parece má bien a un jarabe que ha de
ritos en los que afirmaban -de ordinario con palabras mucho tomarse a cucharadas para proporcionar su efecto mejor, o al
má hermosas que las mÃ-as aquello que yo querÃ-decir. Sin menos para que su efecto sea má duradero. Por eso se asemeja
embargo, he procurado limitar las citas, y sobre todo reducir a la má a un "manual de auto-ayuda" que a un tratado de meto-
mÃ-nimexpresió el aparato bibliográfic de las notas a pie de dologÃ-filosóficaSu propósit se habrÃlogrado si sirve a quien
página se inicia en la filosofÃ-profesional para ganar distancia respecto
El libro estÃorganizado en cuatro capÃ-tulosel primero, de de su trajÃ-cotidiano, de forma que consiga -al menos mientras
carácte má introductorio y general, describe algunos rasgos lo lee- el espacio necesario para pensar cóm vive hasta que
esenciales de la vida intelectual en su dimensió má personal; logre encaminarse hacia donde quiera realmente vivir. En ese
la parte central, dedicada propiamente a la escritura, està divi- sentido, me gustarÃ-que este texto fuera el ofrecimiento de una
dida en dos capÃ-tulosuno de iniciació a la escritura filosófic experiencia personal que invita a quien lee a repensar y a orga-
(capÃ-tul2) y otro má profesional (capÃ-tul 3). Finalmente, en nizar su propio taller. A mÃal menos me ha ayudado mucho
el cuarto capÃ-tulose abordan algunos aspectos de la dimensió escribirlo. No sól porque su escritura aliviaba mi desazó
comunicativa de la vida intelectual que pueden tambiéayudar a personal, sino porque escribiendo me encendÃ- de ilusió por
quien comienza su investigació en filosofÃ-aEl libro podrÃ- intentar ser un poco mejor.
haber sido ilustrado con abundantes ejemplos práctico a modo Quienes me tratan de cerca han advertido a veces un notable
contraste entre lo que defiendo en estas página y mi conducta
real. Pienso que tienen toda la razó del mundo y, por eso, pido
3. Borradori, "Conversation with H. Putnam", The American Philosopher, 59.
18 El taller de la filosofÃ-

ahora perdó si alguna vez mi "furor pedagógico pudo resultar gestación Muy en particular quiero agradecer a Rafael Tomá
excesivo. Estoy persuadido de que con los estudiantes es mejor Caldera, Alejandra Carrasco y Sara Escobar la cuidadosa correc-
pasarse de overcaring que quedarse corto: "No hubiera aplicado ció a la que sometieron mi texto. Estoy en deuda tambiécon
a los hijos de su sangre, si Dios se los hubiese concedido, muchas sugerencias de Miguel Acosta, Itziar Aragüé Rosario
e s c r i b à - MenéndePelayo de su maestro- másvigilante y Athié Ma JosÃBañosJesú Cobo, Guy Debrock, Carlos Eslava,
amoroso celo que a los hijos de su enseñanzarespecto de los Urko Esnaola, Lidia Figueiredo, Josà Ma Gallardo, Mercedes
cuales se consideraba investido de una especie de cura de GarcÃ- Viñuelas Josà Ramó Gil, Encarna Llamas, Angel
alma^"^. A mÃme ocurre algo parecido, aunque comprendo bien López-Amo Ramó Nubiola, Pablo OrmazábalPaloma Pérez
que tanta pedagogÃ-canse a veces un poco. Ilzarbe, Josà Luis Rivera-Noriega, Ana Ma Romero y Jorge
Estas página deben mucho a mi maestro Alejandro Llano, Vicente Arregui, y con el estÃ-mul de muchos otros má que
de quien tanto he aprendido, y a muchos otros colegas del durante estos añohan leÃ-del borrador y me alentaron a termi-
Departamento de FilosofÃ-de la Universidad de Navarra. Pero narlo. Mi gratitud se dirige en especial al Center for the Study of
sobre todo son consecuencia de innumerables conversaciones Language and Information de la Universidad de Stanford, que
personales y numerosas cartas con estudiantes y doctorandos por la generosa mediació del Prof. Josà Meseguer me acogiÃ
que me confiaron sus experiencias para pedir orientación o me como visiting scholar durante julio y agosto de 1996, lo que me
entregaron sus borradores para que les ayudara con mis suge- facilitÃla paz y el tiempo necesarios para completar la redacció
rencias. Muy en especial debo gratitud a Marian Arribas, Sara F. de un primer borrador, y a MarÃ-Lamberto y Marta Torregrosa,
Barrena, Magda Bosch, Manolo G. Clavel, Adriana Gallego, que me ayudaron en muchos detalles de las notas, la bibliografÃ-
Gonzalo GénovaPepe Machado, Ding Panesa, Moris Polanco, y el Ã-ndicfinal de nombres.
Claudia Ruiz-Arriola, Holly S. Salls, Beatriz Sierra, Marta
Torregrosa y Teresa Valles, que estuvieron entre los primeros
Pamplona, 26 junio 1999.
aprendices de ese taller. En muchos pasajes de este libro podrá
ellos reconocerse, y podrá reconocer tambiésus numerosas
correcciones y sugerencias que tanto han mejorado el resultado
final, aunque no haya podido hacer constar expresamente mi
deuda en cada caso.
Son muchas las personas --colegas, amigos, alumnos- que
leyeron el borrador de este libro en diversos estadios de su

4. MenéndePelayo, Estudios y discursos, V , 156.


Nota a la Tercera Edició

En los tres añotranscurridos desde la primera edició han


sido muchos los lectores de este libro que me han escrito para
agradecer mis consejos, hacerme sugerencias y compartir con-
migo sus experiencias. En este sentido, si ahora lo escribiera de
nuevo estoy seguro de que este libro serÃ-bastante diferente. Sin
embargo, las única modificaciones que he hecho en esta edició
han sido la correcció de las erratas advertidas, la adició de
cuatro citas que se omitieron por error en la primera edició y la
actualizació de algunas direcciones electrónica que figuran en
el capÃ-tul4 y habÃ-aquedado obsoletas.
Tengo una deuda de gratitud con los lectores que me han
advertido esas erratas o errores, muy en particular con Ricardo
Crespo, Juan FornésAntonino Gonzále y Santiago Legarre, y
sobre todo con los alumnos de los cursos de "MetodologÃ-
filosófica" impartidos en las Universidades de Navarra, Austral
(Argentina), Los Andes (Chile), Nacional de Tucumá
(Argentina), La Sabana (Colombia) y Panamericana (México) y
de "Claves del pensamiento contemporáneo" que lo utilizaron
como libro de texto. Quiero agradecer tambiélas generosas
recensiones de este libro publicadas en revistas de filosofÃ-o de
interégeneral. Concretamente me refiero a las que escribieron
Rosario Athià (Istmo), Ma. Riza Bondal (Philippiniana Sacra),
Adriana Gallego (Sapientia), Juan Luis Lorda (Scripta
Theologica), Juan AndréMercado (Acta Philosophica), Beatriz
Sierra (Anuario Filosófico y Gabriel Zanotti (Studium).

Pamplona, 20 marzo 2002


Nota a la Cuarta Edició El horizonte de la vida intelectual
Los único cambios en esta nueva edicióncuatro añodes-
puéde la tercera, han sido la actualizació de las instrucciones
de seguridad para el trabajo en ordenador y la correcció de unas
pocas erratas y errores descubiertos por algunos lectores sagaces.
En particular debo gratitud a MarÃ-Bueno, Francisco 0'Reilly y
Juliá Santos, asÃcomo a otros alumnos de los cursos de docto-
rado que me los advirtieron y cuyo nombre no recuerdo.

Pamplona, 9 de enero de 2006

Para asomarse al taller de la filosofÃ- es preciso primero


aprender a mirar. Como escribià Leibniz, los filósofo no se
distinguen de la demá gente "en que perciban cosas distintas,
sino en que las perciben de otro modo, es decir, con el ojo de la
mente y con reflexió o atenció y comparándola unas con
otras9'5.Los ojos de quien aspira a dedicarse a la filosofÃ-han de
aprender a mirar, a contemplar con pausa, con morosidad, a
examinar con atenció en primer lugar la propia vida. QuizÃpor
esta razó una introducció a la escritura filosófic requiere
como primera etapa el descubrimiento de la vida intelectual, sus
objetivos, sus medios, sus riesgos y sus peculiares ventajas. Este
primer capÃ-tul està dedicado por entero a esa finalidad, y esta
primera secció pretende desvelar cuá es el genuino horizonte
de la vida intelectual, cóm se enriquece mediante el adentra-

5. Leibniz, Disertació sobre el estilo filosófic de Nizolio, X I , 37.


24 El taller de la filosofÃ-

miento de uno mismo, su proyecció en la dimensió racional y un nuevo idioma, sino que afecta má Ã-ntimament al creci-
afectiva y, finalmente, su relació con la escritura de quien se miento personal, a la maduració de la personalidad. Desde la
dedica a la filosofÃ-a Antigüedahan detectado los filósofo la capacidad liberadora
El pensamiento es algo que a los seres humanos nos sale o que tiene el conocimiento de uno mismo. La maduració per-
nos pasa -como el pelo o la maduració sexual- independien- sonal, el adentramiento racional al que aquÃme refiero, es el
temente de nuestra voluntad: no pensamos como queremos. Sin camino real de la ganancia de uno mismo, del señorÃsobre las
embargo, en el desarrollo del pensamiento tienen un papel rele- pasiones y sobre la propia debilidad personal: "un afecto, que es
vante el entorno social, la lengua y el ambiente en el que acon- una pasión -escribÃ- Spinoza- deja de ser pasió tan pronto
tece el crecimiento de cada una o de cada uno. En este sentido, como nos formamos de éuna idea clara y distinta"6. El conoci-
el crecimiento cognitivo es esencialmente un proceso paulatino miento aclara las pasiones tomándola en afectos, pero además
de familiarizació con lo novedoso. Pero al mismo tiempo es y quizà como premio a ese esfuerzo, es camino tambiéde la
tambiéun proceso de búsqueda de aprendizaje, de refina- ganancia afectuosa de los demásdel desarrollo de la capacidad
miento, en el que el papel de la voluntad no puede ser pasado de escuchar y de comprender sus razones. El reconocimiento de
por alto. La capacidad de razonar y de deliberar, la capacidad de las limitaciones personales se toma asà la forma mejor de
actuar intencionalmente, de vivir intelectualmente, crece en fun- comenzar a superar esos condicionamientos propios y a com-
ció de esos factores externos, pero sobre todo crece en funció prender y convivir con las limitaciones de los demás
del empeñque la persona pone en corregir los propios errores, "Esto de hacerse uno señode sÃ-no se sabe quà cosa es
en compensar las propias limitaciones y defectos. Por eso son hasta que se consigue" dejà escrito la mÃ-sticcastellana Javiera
elementos decisivos en este proceso de crecimiento tanto la inte- del Valle7. Por su parte, Ortega y Gasset escribirà que "el
rrogació acerca de lo previamente poseÃ-doque hasta entonces pensamiento [es] el únic ensayo de dominio sobre la vida que
resultaba transparente, como el examen de las práctica habitua- puedo y necesito hacer. Dominio, es decir, señorÃ-o"En nuestro
les de una o de uno y las de aquellos a quienes consideramos co- tiempo algunos han pensado que esta idea de dominio era una
mo maestros a los que seguir o como modelos de los que tomar noció machista, reflejo de la pretensió masculina de vida
inspiración independiente, que contrastarÃ-con la actitud -supuestamente
El horizonte de la vida intelectual se ensancha mediante el má femenina- que privilegia la conexió afectiva con los
estudio, la conversación la lectura y el cine, pero en particular demáslas relaciones familiares y las tradiciones culturales. Pero
se enriquece mediante el trabajo sobre uno mismo. No se trata esta caricaturizació es una simpleza. El proceso de crecimiento
simplemente del dominio de una técnicade algo externo como
puede ser el aprender a nadar o a ir en bicicleta, ni de un proceso 6. Spinoza, ÉticaV, 111, 358.
má complejo, pero tambiéaccidental, como el de aprender 7. Valle, Decenario al EspÃ-rit Santo, 102.
8. Ortega, Obras completas, VI, 352.
26 El taller de la filosofÃ-

personal Ñcom muchas otras cosas en la vida- es algo que tació del corazón Con el términ"corazón se apunta, pues, a
nos pasa a varones y mujeres sin saber exactamente cómopero una activa sÃ-ntesisuperadora -que no elimina las limitaciones
de forma sustancialmente igual. En ambos casos es claro que no ni borra las diferencias- de entendimiento y voluntad, que
es algo que hagamos con nuestras solas fuerzas, sino que las confiere unidad y sentido al propio pensar poniéndolal servicio
personas que está a nuestro alrededor tienen una importancia de la tarea má importante que es "el vivir de acuerdo con la
decisiva. Alejandro Llano ha caracterizado este crecimiento verdad"10. En este sentido, frente a la expresió comú que dice
personal como el adensamiento de "la interna energÃ-vital que que "cada uno es como es", parece mucho má acertado
supera siempre lo ya conocido o tenido para adentrarse en zonas reconocer que realmente cada uno es como quiere ser. Si esto
que no está sometidas a las presiones de la necesidad, sino que vale para cualquier persona, para quien se dedica a la filosofÃ-es
constituyen una expresió de nuestra libertad creadora (...) Para una cuestió vital. Este proceso de unificació culmina en el
lograr esa fuerza innovadora es preciso que la persona se interne descubrimiento de que lo racional es una forma de vida regida
en sÃmisma y no se derrame casi entera en el seguimiento de sus por la benevolencia1l, o con la feliz expresió de Gilson, que "la
pulsiones inmediatas"9. Esas pulsiones son con frecuencia dis- vida intelectual es intelectual porque es conocimiento, pero es
tintas en cada persona y quizÃpueden ser categorizadas estereo- vida porque es amor"12. Dicho en forma negativa, la vida sin
tipadamente algunas de ellas como masculinas o femeninas res- ciencia no es intelectual, pero sin amor no es ni siquiera vida. En
pectivamente. Sin embargo, para unas y para otros se trata rigor, no hay vida humana sin amor.
realmente de un proceso de concentració en lo esencial y Muy probablemente esta maduració de la persona puede
radical en el que tiene una vital importancia lograr una buena alcanzarse de maneras muy diversas. La que aquÃquiero alentar
articulació de la dimensió afectiva y la racional. y describir es la que me parece má gozosa para quien se dedica
Siguiendo una antiquÃ-simtradició llamo "corazón a ese a la filosofÃ-aSe trata del crecimiento en hondura, en creatividad
lugar donde la persona se adentra, a esa articulació de afecto y en transparencia que se logra mediante el esfuerzo por
sensible y racionalidad, a la sutura de cuerpo y alma. El corazó expresar por escrito la reflexió de la propia vida: "Quien no
no es sól el lugar de la decisió y el lugar de la verdad, sino desee descender adentro de sÃmismo, porque esto le resulte
que ademá es el únic órgan capaz, casi espontáneamentede demasiado penoso, permanecerà superficial en su escritura"13.
comenzar a latir, de ponerse en marcha, hasta esclarecer la Este esfuerzo, bien patente en los escritos de muchos filósofos
propia tarea y asumirla gozosamente como vocación Por eso puede ser situado desde los griegos en la tradició de los
este proceso de maduració personal en el que crece la vida inte-
lectual puede ser entendido como un ensanchamiento o dila- 10. Polo, 2 Quiées el hombre?, 25 1.
11. GonzálezNaturaleza y dignidad, 23.
12. Gilson, El amor a la sabiduria, 5.
9. Llano, "La moda, entre la economÃ-y la cultura", 77. 13. Rhees (ed), Recollections of Wittgenstein, 174.
28 El taller de la filosofÃ- El horizonte de la vida intelectual 20

ejercicios espirituales. Al menos desde Sócratesla cuestió filo- estadio de su vida, con hacer valer una supuesta autoridad logra-
sófic central es la de cóm vivir14. Quienes desgajan la filosofÃ- da por su obra anterior. No; tiene que reganarse esta autoridad
académicde la reflexió vital en que tuvo su origen y centran siempre de nuevo, en cada dÃ-aen cada lÃ-neque escribe, consi-
sól su atenció en oscuras y complejas cuestiones eruditas, guiendo que sea inteligente. Eso es lo que el oficio de intelectual
ciegan la fuente má Ã-ntimde su vitalidad. Por el contrario, el tiene de maravillosamente limpio; es tambiélo que tiene de
propósit de este libro es mostrar la capacidad que tiene la refle- terriblemente duro y dramático"16
xió sobre la propia actividad para aunar en la práctic pensa-
Como la escritura de quien se dedica a la filosofÃ- es
miento y vida. El que se acerca a los escritos de Wittgenstein o a
articulació de pensamiento y vida, su campo preferente de
los de Peirce -o a los de algunos otros filósofo antiguos y
atenció es su experiencia ordinaria, la de todos los dÃ-asesto es,
modernos- se persuade de inmediato de que lo má importante
su efectivo modo de vivir y pensar. Elegir lo ordinario como
de su obra es en cierto sentido la parte no escrita. Esa parte
foco de atenció significa -siguiendo a Cave11 y a Putnam-
incluye el denodado esfuerzo por alcanzar la claridad, la
fiarse de que el modo en que pensamos y vivimos no es un
prosecució sostenida en la búsqued de la verdad, los altibajos
engañono es una ficcióny lleva a descubrir, en contraste, que
de la creatividad filosófic y las propias penalidades de la escri-
son engañosaesas enormes constmcciones intelectuales de la
tura, las relaciones con los demás"Ambos -concluye Ketner
filosofÃ- moderna que afirman que el modo efectivo en que
este sugestivo paralelismo- fueron maestros de la filosofÃ-en
vivimos y pensamos es ilusorio. En los último añode su vida,
sentido técnicopero ambos fueron tambiémaestros en un
Peirce consideraba muy difÃ-ci decir cuá era la verdadera
sentido má antiguo -y dirÃ- que má importante- de esa
definició del pragmatismo: "para mÃes una especie de atrac-
palabra" 15.
ció instintiva por los hechos vivientes" (living f a c t s ) 1 7 . Algo
Quien dedica sus mejores esfuerzos a pensar descubre que semejante se encierra en el dicho de Holderlin tantas veces
la filosofÃ-es escritura, y que esa escritura ha de ganar su auto- recordado: "Quien ha pensado lo má profundo ama lo má
ridad a diario, palabra a palabra, lÃ-ne a lÃ-neaPor llamarse vivo"18. La desarticulació entre pensamiento y vida ha sido
filosofÃ- esa escritura no tiene ninguna autoridad heredada o quizà la cuestió má dolorosa que atraviesa desgarradoramente
regalada, sino má bien lo contrario. La autoridad de quien hace la filosofÃ- académicdel siglo XX. La recuperació de la
filosofÃ-se logra en el empeñ por ser autor cuando menos de unidad no es una tarea simple, pero elegir la escritura como
sus propias palabras, en el empeñpor decir siempre la verdad, clave desde la que comenzar a esbozar una respuesta, supone
por aclarar el pensamiento y por ser claro en su expresión conferir a la dimensió comunicativa de la vida y profesió
"No puede contentarse el intelectual, cualquiera que sea el
16. Ortega, Obras completas, XI, 281.
14. Cf. Putnam, Pragmatism,22; Hadot, Philosophy as a Way of Life, 82-83. 17. Peirce, Collected Papers, 5.64.
15. Ketner, "Peirce as an Interesting Failure?", 58. 18. Holderlin, Sócrate y AlcibÃ-ades
"W El taller de la filosofÃ-

filosófica una clara prioridad respecto de la especulació dedica a la filosofÃ-como el empeñpor aunar en sus textos su
erudita o del efectivo progreso académico reflexió y sus experiencias vitales mediante una expresió
auténticy rigurosa.
Un campo privilegiado de ese trabajo personal es el dominio
de la propia lengua, que es nuestro principal instrumento de En ese taller el aprendiz progresa cuando centra su atenció
comprensió de nosotros mismos y de comunicació con los en tres zonas distintas de su actividad personal: espontaneidad,
demásEl conocimiento de las posibilidades y limitaciones de reflexió y corazónEstá las tres Ã-ntimamentimbricadas entre
los diversos medios de expresió y el desarrollo de la capacidad sÃ-Quizá esto se advierte tambiémejor en su formulació
de expresarse forman parte esencial del proceso de maduració verbal activa: decir lo que pensamos (espontaneidad), pensar lo
intelectual. Tambiéel aprendizaje de otros idiomas y otras que vivimos (reflexión) vivir lo que decimos (corazón)Esas
culturas, que favorece nuestra comunicació en un ámbit tres área pueden ser entendidas como tres ejes o coordenadas
mucho mayor y ofrece un sano contrapunto a nuestras convic- del crecimiento personal. PodrÃ-a denominarse tambiéasertivi-
ciones nativas. Lo que es claro es que nuestra capacidad de dad, que es el trabajo sobre uno mismo para ganar en prota-
razonar aumenta con la riqueza de recursos lingüÃ-sticy se gonismo del propio vivir: es independencia afirmativa, con-
inhibe ante su carencia19. fianza en las propias fuerzas, conocimiento cierto de la potencia
del propio esfuerzo; creatividad, que es el empeñpor reflexio-
Mi filósof amigo Jorge Vicente, siguiendo a Dilthey, ha
nar, por escribir, por fomentar la imaginación por cultivar la
descrito la vida humana como un tapiz tejido con tres hilos: la
"espontaneidad ilustrada": lleva a convertir el propio vivir en
vivencia, la expresió y la comprensión20A mÃme gusta má la
obra de arte; y cordialidad o, de nuevo, corazón que es la
forma verbal porque es má activa: vivir, expresar y com-
ilusió apasionada por forjar relaciones comunicativas con los
prender. Y me gusta concebir la filosofÃ--o mejor, el trabajo
demás para acompañarlespara ayudarles y sobre todo para
filosófico como la reiterada reflexió sobre esa estructura
aprender de ellos: el corazó es la capacidad de establecer
ternaria que confiere hondura, rigor y creatividad al pensar. El
relaciones afectivas con quienes nos rodean, relaciones que tiren
taller de la filosofÃ-puede ser entendido asÃcomo un telar con
de ellos -¡ de nosotros!- para arriba.
una trama (la vida), una urdimbre (la comprensión y una
lanzadera mediante la que quien teje traza el dibujo (la expre- La metáfor de la formació de los cristales en un lÃ-quid
sión)Esta metáfor del texto como tejido verbal -que aparece madre a partir de una semilla -y sobre todo mediante paz y
ya en CicerÓn21 pero que probablemente es mucho má tiempo para que el mineral de la solució se vaya decantando-
antigua- facilita entender la actividad escritora de quien se servirÃ-muy bien para ilustrar atractivamente este proceso. El
crecimiento en asertividad serÃ-ganancia de fondo, en hondura y
19. Cf. Haack, Evidencia e investigación 243. profundidad, en libertad interior; el desarrollo de la propia
20. Cf. Vicente, "La verdad de la literatura", 122-123. creatividad serÃ-crecimiento hacia arriba, que aporta una mayor
21. CicerónEp'stolas, 9, 21.
32 El taller de la filosofÃ- El horizonte de la vida intelectual 33

visió y claridad; y finalmente el ensanchamiento o expansió 1.1. El amor a la sabidurÃ-ala bzisqueda de la verdad
del corazó serÃ-el generoso entrelazamiento de la propia vida
con las de los demásSin duda, el empeñ esforzado por desa-
Desde hace siglos la filosofÃ-ala vida intelectual, ha sido
rrollar personalmente y sin prisas esas cualidades, por crecer
caracterizada como aquel tipo de vida en el que toda la actividad
progresivamente en esas tres dimensiones, puede llegar a
de la persona està conducida por el amor a la sabidurÃ-apor el
conformar un estilo de vida má enriquecedor que un puñadde
amor sapientiae renacentista, por la búsqued de la verdad. Por
hermosos diamantes.
supuesto que es válid esta caracterizació y por eso, en primer
Quizà cada persona pueda progresar en esas coordenadas lugar, quiero llamar la atenció acerca del carácte de philÃ-a de
por sendas muy diversas, pero el camino que aquÃrecomiendo a indagació amorosa, que la filosofÃ- tiene y que repercute en
quienes se dedican a la filosofÃ-es el de la escritura personal. El todos los ámbito del pensar, del sentir y del vivir. La filosofÃ-
cultivo de un pensar apasionante alcanza su mejor expresió en es una búsqued capaz de transformar el pensamiento, los
la escritura. Éstera ya la recomendació de Nilo de Ancira en sentimientos y la misma vida de quien la emprende con ilusión
el siglo IV: "... es preciso sacar a la luz los pensamientos Esta indagació es la que los angloparlantes llaman inquiry,
sumergidos en las profundidades de la vida pasional, inscribirlos malamente vertida al castellano como "investigación" Quizà su
claramente como en una columna y no ocultar su conocimiento a genuina traducció deberÃ-ser propiamente la de "filosofÃ-a"si
los demá para que no sól el que pasa por casualidad sepa este términno tuviera ya un sentido profesional tan decantado.
cóm atravesar el rÃ-osino tambiépara que la experiencia de Recuperar el sentido originario de aventura personal que tiene la
unos sirva de enseñanz a otros de forma que todo el que se filosofÃ-ayuda a descubrir quÃes lo que tanto ha atraÃ-da tantas
proponga llevar a cabo ahora esa misma travesÃ-le sea facilitada personas durante tantos siglos. La vida intelectual no es la
por la experiencia ajena'722.Además poner por escrito lo que pacÃ-fic posesió de una tediosa erudición sino que se asemeja
pensamos nos ayuda a reflexionar y a comprometemos con lo má a una audaz aventura personal en pos de la sabidurÃ-aen
que decimos: "Escribir Ñdej anotado Wittgenstein con una busca de la verdad.
metáfor ingenieril- es la manera efectiva de poner el vagó
Una de las actividades que má nos atrae a los seres huma-
derecho sobre los raÃ-les"23Cuando el aprendiz pone en la tarea
nos es la de aprender. La primera regla de la razó -insistirÃ
toda su atenció el traqueteo del taller de la filosofÃ-se hace tan
Peirce una y otra vez- es el deseo de aprender: "La vida de la
regular que, a pesar de su eficacia, llega incluso a pasar
ciencia estÃen el deseo de aprender9'24.La experiencia universal
inadvertido.
muestra que quien desea aprender està dispuesto a cambiar, y el
cambio a veces pueda resultar muy costoso. Pero, de ordinario,
22. Nilo de Ancira, Tratado ascético24.
23. Wittgenstein, Culture and Value, 39. 24. Peirce, Collected Papers, 1.135 y 1.235.
El taller de la filosofÃ-

la vida intelectual tiene un carácte de gozosa aventura, con la disciplina en la que la sabidurÃ-tuvo su hogar. "/Â¥Dquà sirve
riesgos y compromiso personal, con los que disfrutamos. No es estudiar filosofÃ-si lo únic para lo que capacita es para hablar
raro incluso que a los intelectuales -como esos pescadores de con cierta plausibilidad de algunas abstrusas cuestiones de
cañ que devuelven al agua los pescados- les guste má el l-gica, etc., y no perfecciona el pensamiento sobre las cuestiones
proceso mismo de llegar,h saber que la posesió de lo sabido. La importantes de la vida diaria?"27, reprochaba en una ocasió
filosofÃ-ala vida intelectual, es realmente una búsqued amorosa Wittgenstein a Norman Malcolm.
que compromete la cabeza y el corazón "Hay un sentido de lo
Es un error confundir sabidurÃ-con erudición Afortunada-
real que no se reduce a lo meramente cognoscitivo sino que im-
mente, el extraordinario desarrollo de las bases de datos en las
plica, desde el comienzo, lo afe~tivo"~5. Por eso, la libre indaga-
última décadaha dejado sin trabajo a quienes sól poseÃ-a
ció de la verdad es capaz de otorgar sentido, hondura y plenitud
erudición Por el contrario, la filosofÃ- como sabidurÃ- repre-
a la vida de quien se dedica a la filosofÃ-aCuando una persona
senta lo má humano que hay en el hombre porque busca aclarar,
emprende esa búsqued con corazón actú entonces por movi-
responder, iluminar las cuestiones que nos dejan perplejos cuan-
miento propio, como quien es, y eso es lo propio de la libertad26.
do nos ponemos a pensar. Quien se dedica profesionalmente a la
¿CuÃes el fin o el objetivo de esa búsqueda ¿Esaber o la filosofÃ-no puede dejar de lado esas aspiraciones, sin abdicar o
verdad? ¿L sabidurÃ-o la acumulació de conocimientos? La traicionar su propia vocació de filósofo Si la filosofÃ- fuera
pregunta es pertinente; sin embargo no hay una respuesta simple realizada exclusivamente por especialistas y se dirigiera exclusi-
satisfactoria. A estas alturas del siglo XX la distinció entre vamente a los especialistas, entonces no podrÃ- ser llamada
sabidurÃ- y verdad puede resultarnos confusa, pues la cultura "filosofÃ-aÈ72
La idea kantiana de que el filósof ha de corres-
cientista de nuestro tiempo ha confinado a la primera al ámbit ponder a un cierto ideal de maestro, que busca promover los
de la subjetividad mientras que ha privilegiado las verdades fines esenciales de la humanidad, constituye una de las claves
accesibles públicament y empÃ-ricamentverificables. Esta dis- del reciente resurgimiento del pragmatismo en la filosofÃ-
tinció entre verdad y sabidurÃ-es la misma que se encierra tras analÃ-ticangloamericana: "Los aspectos teórico y práctico de
la distinció entre profesor y maestro, entre quien da unas clases la filosofÃ- dependen unos de otros. Como escribià Dewey en
y enseñalgunas verdades y quien al dar su saber enseña vivir Reconstruction in Philosophy 'la filosofÃ-se recupera a sÃmisma
porque entrega la verdad de su vida en el ámbit afectuoso de su cuando cesa de ser un recurso para ocuparse de los problemas de
magisterio. Ni siquiera entre los filósofo -se lamentaba los filósofo y se convierte en un métodocultivado por filó
Ketner- se toma en serio la sabidurÃ-ay eso que la filosofÃ-es sofos, para ocuparse de los problemas de los hombres'. Los
problemas de los filósofo y los problemas de los demá está
25. Caldera, La primera captació intelectual, 87.
26. Cf. Tomá de Aquino, Cuestiones disputadas sobre el mal, q. VI, a. un., 303- 27. Malcolm, Ludwig Wittgenstein, 39.
319. 28. Cf. Putnam. Realism with a Human Face, XXX.
. El. taller
. de la filosofÃ-

conectados, y es parte de la tarea de una filosofÃ- responsable miento filosófic ordinario. No hay un sustituto matemátic para
extraer la conexiÓn"29 la filo~ofÃ-a"3~Por eso, aunque esto suponga ir contracorriente,
l
Siguiendo a Hilary Putnam, defiendo que el trabajo filo- me parece má acertado concebir el rigor no tanto como un
sófic ha de ser desarrollado con un empeñdecidido por aunar criterio de validez formal, sino má bien como una virtud
en un únic campo de actividad el rigor y la relevancia humana, epistémicacomo un hábit intelectual, que lleva a hacer justicia
que constituyeron durante buena parte de nuestro siglo los al asunto que en cada caso se trate, abordándol con la exactitud
rasgos distintivos de dos modos opuestos de concebir la filo- y el detalle que merezca (¡per no con más!) y de acuerdo con
sofÃ-aPor eso, la respuesta a la pregunta acerca del objeto de esa el problema que tengamos entre manos y de la situació efectiva
búsqued intelectual tiene un doble aspecto, pues el objeto de su en que nos encontrem0~3~. Siempre he pensado que quienes
búsqued es tanto la verdad como lo relevante, lo importante o defienden el rigor por encima de todo confunden el rigor con la
significativo para nosotros. Hay una tensión por supuesto, entre rigidez, quizà porque creen que esto del rigor procede del rigor
ambos aspectos, pues hay muchÃ-simaverdades triviales, esto es, mortis de los cadáveres33Por el contrario, en filosofÃ-el sentido
que no tienen interéni importancia alguna. En nuestro siglo, de del rigor que interesa no es el de la rigidez, sino el de la preci-
ordinario, se ha considerado sól ese primer aspecto de la inves- sió y la propiedad. Una filosofÃ-rigurosa es precisa, pero a la
tigación el de la verdad basada en el modelo de la evidencia, vez flexible, esto es, apropiada al tema concreto que en cada
quizà porque parecÃ- má objetivo; mientras que el segundo, el caso estudie. Una filosofÃ-o una persona inflexible serà rÃ-gida
de la importancia humana del objeto de investigació y su inte- pero no rigurosa. Al contrario, muy a menudo esa rigidez le
gració con todo lo demásha sido relegado habitualmente a un impedirà hacerse realmente cargo del fenómen que aspiraba
términmuy posterior, pues se consideraba má bien como algo esclarecer.
subjetivo30. Por estos motivos puede afirmarse de modo rotundo que la
Sin embargo, el rigor solo no lleva a la verdad. Pueden investigació intelectual tiene siempre ese doble aspecto, el de la
desarrollarse con notable rigor tesis errónea o falsas, pues el búsqued de la verdad y el del amor a la sabidurÃ-aPor consi-
rigor deductivo -como enseñla lógica es condició formal guiente, el progreso de una persona dedicada a la filosofÃ-ha de
de la verdad, pero no condició material. Puede profundizarse desarrollarse a lo largo de esas dos dimensiones. Esta doble
con notable rigor en el error. Con Kripke me gusta recordar que faceta del trabajo filosófic puede caracterizarse por tanto como
"no ha de suponerse que el formalismo pueda producir resul- la ganancia de rigor y de profundidad; el primero vinculado a la
tados filosófico de tipo superior a la capacidad del razona- verdad de la investigación la segunda a su relevancia humana.

31. Kripke, "1s There a Problern About Substitutional Quantification?", 416.


29. Putnarn, "Acerca de la mente, el significado y la realidad", 83. 32. Cf. Pereda, "Rigor se dice de muchas maneras", 98.
30. Haack, Evidencia e investigación 273. 33. Cf. Whitrow, "The Study of the Philosophy of Science", 202.
38 El taller de la filosofÃ-

La carencia de rigor conduce a la ambigüeday a la confu- nos atrapa la imagen dominante de la filosofÃ-como algo pasado
sión la falta de profundidad a la trivialidad y superficialidad. en cuanto pasado"35.
De modo semejante, Alejandro Llano caracterizaba hace añosu
empeñ intelectual como la búsqued de un pensamiento
riguroso y libre, esto es, como un esfuerzo continuado por con-
jugar en la profesió el rigor -que garantiza la comunidad del 1.2. La metodologÃ-filosófic
pensamiento- con la libertad, con la espontánecreatividad que
hace posible la novedad y el progreso en el conocimiento. En Siguiendo una ilustre tradición la rama del saber humano a
una lÃ-nesimilar Hilary Putnam suele identificar estas dos cuali- la que este libro pertenece se llama MetodologÃ-filosófica La
dades indispensables para escribir filosofÃ-como argumentos y metodologÃ--describià Peirce- es la "rama de la lógic que
visión enseñlos principios generales que han de guiar la investigació
Por esta razó la formació de quien quiere dedicarse a la (inquiry)"36. PodrÃ-considerarse una lógic práctic que aspira a
investigació en filosofÃ- debe centrarse en estas dos dimen- enseñalos mejores modos de proceder en la investigació en un
siones clave: el aprendizaje del esmero, que incluye tanto el Area de saber tan amplia y diversificada como la filosofÃ-aLa
cuidado riguroso del detalle como la tenacidad en la búsqued metodologÃ-filosófic es, por supuesto, un saber históricoen el
mantenida a lo largo del tiempo, y el cultivo de la creatividad, que desde la antigüedahasta hoy -con una llamativa conti-
esto es, de la capacidad de ver los problemas Ñcom reza el nuidad- se acumulan las mejores experiencias acerca de cóm
dicho comú "El sabio ve lo que todos ven y piensa lo que nadie llevar a cabo una investigació personal en filosofÃ-de forma
piensa3'- y por tanto de innovar y atraer el interés34Quienes que se alcance el objetivo concreto que en cada caso se buscaba.
conciben la filosofÃ-como una colecció de ideas pasadas o de En nuestro caso, se trata de transmitir y enseñalos principios
tesis extravagantes no pueden darse cuenta de que la filosofÃ-es generales que pueden presidir el trabajo investigador de quienes
un oficio que requiere aprendizaje. Por el contrario, las personas se inician, una vez terminada la carrera, en los estudios del
que han dedicado sus mejores fuerzas a la filosofia atestiguan doctorado en filosofÃ-aque incluyen la redacció de una tesis
con su vida que las destrezas que se requieren para llevar a cabo doctoral y, en muchos casos, la preparació de algunas publi-
esa búsqued intelectual apenas han cambiado con el paso de los caciones en las que se reflejen las investigaciones particulares
siglos. Ese es parte del permanente atractivo que encierran los realizadas (trabajo de investigaciónartÃ-culoen revistas cien-
Diálogo de Platónlos escritos de Aristótele o las quaestiones tÃ-ficas comunicaciones a congresos, recensiones, etc.). Con
disputatae de la Escolástic medieval: "Conforme má compren- frecuencia este tipo de enseñanzano son suficientemente aten-
demos la actividad de la filosofÃ-como una disciplina, menos
35. Burrell, Analogy and Philosophical Language, 3.
34. Cf. Haack, Evidencia e investigacibn, 272-273. 36. Baldwin (ed), Dictionary of Philosophy and Psychology, 11, 75.
40 El taller de la filosofÃ-

didas en los cursos universitarios en Españacomo sugiere el inician en la investigació en humanidades mediante la elabo-
limitado númer de publicaciones disponibles al respecto en ració de una tesis doctoral. Al escribir una tesis se adquiere un
castellano. El peligro que se cierne sobre la metodologÃ- filo- conjunto de hábito que nadie puede aprender en lugar de uno,
sófic es que parezca trivial, sea por la connaturalidad de su porque lo que se aprende es realmente una forma de vida. Las
objeto que suele tornar transparentes las práctica habituales, sea personas que no logran adquirir esos hábito a lo largo de los
por el tono moralizante o didáctic que adoptan quienes estudios de doctorado no son capaces luego de disfrutar en la
ocasionalmente la enseñan vida académicaUn riesgo comú en el trabajo de los intelec-
El términ"métodoprocede del latÃ- methodus que a su tuales es que nos eternicemos analizando los problemas y, lo
vez lo tomà del griego ŸiÉ9080; Esta palabra era ya emplea- que es peor, que consumamos nuestras fuerzas en el análisi
da entre los griegos en el sentido de modo de hacer o decir -a veces incluso brillante- de las cuestiones y de sus posibles
una cosa. Se trata de una palabra compuesta a partir de p c ~ à y formas de solución y con ello nos quedemos ya sin fuerzas para
680c-oi camino, semejante a otros término castellanos llevar a cabo la sÃ-ntesispara ejecutar la decisión "Por el
formados por el mismo términgriego con una preposició análisi a la parálisis suele decirse a este respecto. El mejor
antepuesta: "episodio", "éxodo""periódico" "sÃ-nodo" Con la consejo que recibÃal iniciar mi tesis doctoral fue el de comenzar
palabra "métodose alude al modo de obrar o de proceder en un a escribir desde el primer dÃ-aaunque en el primer momento sól
áre determinada, y tambiéal hábit o costumbre que cada uno tuviera una idea genéricdel posible Ã-ndicde mi tesis. Escribir
tiene y observa. Con "metodologÃ-a nos referimos a la ciencia es la mejor forma de sintetizar.
del métodoal conjunto de métodoque se siguen en una A veces se piensa que unas lecciones de metodologÃ-filo-
investigación Si hubiera ocasió para bautizar de nuevo a esta sófic al comenzar los estudios de doctorado permitirá ganar la
áre del saber, frente a la propuesta escolástic de lógic práctic soltura y seguridad necesarias para afrontar con buen ánim ese
elegirÃ- la expresió "étic del intelecto", que sugiere má viaje de tres, cuatro o cinco año que suelen suponer estos
claramente la conexió entre las dimensiones práctic y teóric estudios. Comparto esa opinió sobre la ganancia en seguridad,
de la razó y alude en cierto modo al anclaje de este saber en los porque se comienza donde otros han terminado, pero no pienso
fenómeno comunicativos de la cultura humana. que se gane en soltura. Al contrario, la reflexió sobre cóm
Aprender la éticdel intelecto consiste básicament en investigar en filosofÃ- no sirve para trabajar con má agilidad,
adquirir unos hábitospues en el trabajo intelectual el modo, la sino sobre todo para investigar má despacio, pero quizà con
forma, las pautas de la investigación son al menos tan impor- má eficacia. Como dejà anotado Wittgenstein, "en filosofÃ-el
tantes como los contenidos y los resultados. Esto vale -me ganador de la carrera es aquéque sabe correr má lentamente; o
parece- para cualquier investigació que aspire a ser comuni- aquéque llega allà el Un curso de metodologÃ-
cada a otros, pero se aplica de manera muy especial a quienes se
37. Wittgenstein, Culture and Value, 34.
42 El taller de la filosofÃ-

filosófic es una invitació a reflexionar recursivamente sobre lo Al trabajador de la inteligencia lo que le esteriliza es la
que uno hace para transformar su modo de trabajar hasta acrasia, la debilidad de la voluntad, el ir de acà para allà de un
ajustarlo a la singular naturaleza de la investigació en filosofÃ-a tema a otro, de un libro a otro, de un trabajo a otro. Lo que le
Guiarse por la inteligencia significa entre otras cosas empe- potencia es la disciplina de la voluntad, el hacer siempre lo
ñars en convertir en rutinarias -esto es, en excluirlas del mismo de modo inteligente, el trabajo continuado en una misma
ámbit de la decisió convirtiéndolaen hábitos todo un dirección La disciplina es lo que diferencia la creatividad del
conjunto de acciones aparentemente menores que llenan nuestro intelectual de la locura. En los escritos de Nietzsche puede
dÃ-aSi no se hace asÃ-esas minucias pueden llegar a ocupar por encontrarse mucho de ambas cosas. La persona errátic o dis-
entero nuestra atención Mediante la adquisició de hábito se persa no hace nada, o al menos, no llega a terminar la tesis doc-
trata de lograr una articulació personal de continuidad y toral. No hacer una tesis doctoral no es un deméritosino sól
novedad en nuestro trabajo intelectual que libere tiempo y señade que no se tiene la posibilidad o la capacidad necesaria
cabeza para poder atender realmente a las tareas má creativas, para mantener la concentració de la atenció durante un tiempo
para poder pensar. "Conviene -escribià Eugenio dlOrs- que tan largo como el que requiere la escritura de un libro como una
vivas tu vida de tal manera que tus actos se continúe en el tesis doctoral. En las ofertas de trabajo en la sociedad
tiempo de modo infatigable, que se repitan, que se hagan norteamericana se emplea con frecuencia la expresió ABD, "al1
cotidianos... Pero conviene tambiéque tu corazó renueve cada but dissertation", cuando se busca a personas que hayan comple-
mañan la novedad, el interésla emoció y por tanto la tado los estudios de doctorado a excepció de la escritura de la
poesÃ-a"38Esa estrategia, que cada uno ha de aprender para sÃ- tesis. De ordinario se trata de personas que reúne las condi-
afecta al horario, al orden espacial en el lugar de trabajo, a la ciones necesarias para desarrollar muy eficazmente trabajos de
manera de abordar las diferentes tareas, de forma que -como organizació y administració académicasde relaciones públi
suele decirse en España no estemos descubriendo la pólvor cas y comunicación de documentación en entornos tan sofisti-
todos los dÃ-asy que al mismo tiempo sea posible un nuevo cados como pueden ser una Universidad o una entidad cultural
pequeñ descubrimiento diario que alimente nuestro entusiasmo o educativa.
por la investigació emprendida. Ninguna técnico ninguna La reflexió filosófic se nutre de la experiencia ordinaria:
máquin pueden sustituir la creatividad personal, pero los hábi "La filosofÃ-es la ciencia que se limita a averiguar lo que puede
tos intelectuales, las técnicay algunas máquina favorecen de la experiencia ordinaria de cada dÃ-asin hacer observaciones
nuestra capacidad de creació e innovación pues son precisa- especializadas"40. En esto se diferencia bien la experiencia
mente las tareas márutinarias las que pueden automatizarse39. filosófic de la experiencia especializada en que se apoya la

38. dŸrs G h a r i , 27.1 1.09.


39. Cf. Llano, "Organizaciones inteligentes", 1 12. 40. Peirce, "Reason's Consciente", 825; Haack, Evidencia e investigacidn, 29 1.
44 El taller de la filosofÃ-

ciencia, pero quizà por ello la filosofÃ-requiere una capacidad niones secundum quid aliquid verum dicunt7'43.La verdad es un
peculiar de atenció pues los datos de la experiencia ordinaria cuerpo vivo que crece y que està abierto a la contribució
son tan ubicuos que a menudo pasan inadvertidos. Pero al de todos. Nadie puede considerarse dueñ de la verdad, sino
mis'mo tiempo, la filosofÃ-es un saber histórico Como escribià que má bien somos atraÃ-dopor ella: "La esencia de la verdad
Gilson, la historia de la filosofÃ-es el laboratorio de la investi- -escribià Peirce- se encuentra en su resistencia a ser
gació filosófica Las verdades que los seres humanos han ignorada"44.
conquistado trabajosamente mediante su pensar son resultado de La experiencia históric del crecimiento sistemátic del
la historia: Ventas filia temporis, repetÃ-a los escolástico saber, encarnada en el espÃ-rit cientÃ-ficcreativo, destaca como
citando al historiador romano Aulo Gelio (125- 175). piedra de toque de la verdad el sometimiento del propio parecer
Que la verdad sea hija del tiempo significa tambiéque, en al contraste empÃ-ric y a la discusió razonada con los iguales.
cierta medida, la verdad futura depende de nuestra libre Esto que es comú en las ciencias naturales, resulta má infre-
actividad, de lo que cada uno pueda contribuir personalmente al cuente en filosofÃ-o en las humanidades en general. El docto-
crecimiento de la humanidad, al desarrollo y expansió de la rando en filosofÃ-no es -no debe sentirse- un náufrag en una
verdad. Como escribiÃJuan de Salisbury en el siglo XII, "somos isla desierta, ni un corredor de fondo sin compañÃde nadie. En
enanos a hombros de gigante^"^'. Pero también como decÃ-con feliz expresió de Spaemann, la filosofÃ-es "un discurso conti-
fuerza el humanista Juan Luis Vives rectificando el dicho nuado acerca de las cuestiones Última~"~5 A lo largo de sus
medieval, "ni somos enanos, ni fueron ellos gigantes, sino que estudios de Licenciatura los estudiantes se han asomado a
todos tenemos la misma estatura"42. En aquella expresió del aquella discusió prolongada en el tiempo a travéde sus
Renacimiento humanista se reflejaba bien el estilo democrátic lecturas y de sus profesores. Ahora, quien inicia los estudios de
y pluralista de la época que se encuentra tambiéen el centro de doctorado va a tomar la palabra para intervenir por primera vez
la filosofÃ- contemporánea Se trata del reconocimiento de la en esa conversació multisecular, y lo harà -por usar la
capacidad de verdad que todos los seres humanos poseen y de la expresi6n clásic española con disimulo, como pidiendo
convicció de que en cada genuino esfuerzo intelectual hay perdón mediante la exposició erudita del autor sobre el que
algú aspecto luminoso del que podemos aprender, de que la hace su tesis, o mediante la recopilació concienzuda de los
verdad humana està constituida por el saber acumulado pareceres discrepantes acerca de un problema o una cuestió
construido entre todos a travéde una historia multisecular de debatida desde hace algú tiempo. Como en las conversaciones
intentos, errores, rectificaciones y aciertos. "Omnes enim opi- ordinarias, el tema sobre el que gira la discusió filosófic

43. Tomáde Aquino, 1 Dist 23 q. 1, a. 3.


41. Metalogicon, III,4; Merton, A hombros de gigantes, 57-60. 44. Peirce, Collected Papers, 2.139.
42. Vives, Opera omnia, VI, 39. 45. Spaemann, Philosophische Essays, 106
El taller. . de
. ..
la filosofÃ-
. .
,

general cambia de cuando en cuando; a veces hay varias conver- todo asimilació vital -buscada afanosamente o contagiada de
saciones principales a la vez, cuyos temas se entrecruzan, pero a modo casi imperceptible- de las práctica que han seguido
pesar de la apariencia inicial la discusió progresa conforme los quienes lograron esa forma de vida capaz de conferir plenitud de
interlocutores se hagan verdaderamente cargo de las posiciones sentido a la existencia humana. "Hoy -escribÃ- Thoreau en
que en cada momento estéen litigio. En particular, el docto- 1854- hay profesores de filosofÃ-apero no filósofos Y sin
rando necesita'encontrar aquel corrillo en el que se arremolinan embargo es admirable enseñarlporque en un tiempo no lo fue
1 quienes está estudiando su mismo tema. Las revistas, los con- menos vivirla. Ser un filósof no consiste meramente en tener
gresos especializados, las listas electrónica de discusió y, por pensamientos sutiles, ni siquiera en fundar una escuela, sino en
supuesto, la relació personal, facilitan mucho el hallazgo de ese amar la sabidurÃ-hasta el punto de vivir conforme a sus dictados
auditorio privilegiado de personas a las que de verdad les inte- una vida sencilla, independiente, magnánim y confiada. Estriba
resa lo que una o uno estÃcomenzando a escribir. en resolver algunos de los problemas de la vida, no sól desde
un punto de vista teórico sino tambiépráctic (...) El filósof
va por delante de su épocincluso en su forma de ~ i v i r " ~ 8 .
La aproximació del pensamiento a la vida que en estas
1.3. La filosof'a como forma de vida página se defiende no concierne sól al pensamiento, sino que
sobre todo afecta a la vida. Esto es asÃhasta el punto de que
A diferencia quizÃde otras área del saber, la relació entre quien se compromete vitalmente en una tarea filosófic consi-
la vida y el pensamiento de quien se dedica a la filosofÃ-no es dera necesario tratar de cambiar aquellas práctica suyas,
accidental. Una filosofÃ-es siempre en cierto sentido proyecció aquellas rutinas, aquellos modos de vivir que resulten incompa-
de la vida de su autor. Sirva como muestra lo que Ortega afirma tibles con su modo de pensar. Quien emplea toda su vida en esta
de Descartes: "El Discurso del métodocon cuya publicació aventura de la búsqued de la verdad no puede pactar con sus
inicia su filosofÃ-aes, en sus tres cuartas partes, una biografÃ-a7'46 personales limitaciones. Aunque sabe que uno mismo no es
Aunque se trate de un oficio que se transmite de generació en causa de la limitació de su ser, aspira con su esfuerzo personal
generación la filosofÃ- tiene siempre algo de saber autobio- y con la ayuda de los demá a limar sus excesos y a compensar
gráfic hasta el punto de que llega a constituir una forma de sus defectos. Si quien se dedica a la filosofÃ- se satisface de
vida: la filosofÃ-"tiene que convertirse en biograf'a de quien se forma autocomplaciente con lo que ya sabe o con su propia
acerca a ella"47. Ciertamente en algunos libros puede aprenderse manera de ser, mata el deseo de aprender que es el que da vida a
algo acerca de cóm hacer filosof'a, pero su aprendizaje es sobre su ciencia. Por eso, el deseo de aprender lleva a intentar com-

46. Ortega, Obras completas, XII, 193


47. Savater, "Urgencia y presencia de la filosofÃ-a"21 48. Thoreau, Walden, 30
El taller de la filosofÃ-
. . . . . . . . . . . . . .

prender los propios errores, a reconocer las carencias y a resulta ademá a la postre mucho má humano que los compor-
subsanar la ignorancia: "El factor principal de originalidad es el tamientos que se agotan en la posesió o en el consumo de
muy vivo deseo de corregir los propios errore~"~9. Esta tarea de cosas, en la colecció de emociones o en la mera acumulació
corrección de rectificación no consiste de ordinario en un de erudición La filosofÃ-personalista ha destacado con acierto
trabajo de poda sino sobre todo en un empeñ sostenido para que los seres humanos estamos configurados de tal manera que
fomentar y desarrollar la propia creatividad personal. sól somos felices mediante la donació y comunicació perso-
Los filósofo de la Antigüeday del Renacimiento se com- nales. Sin duda, la dedicació a la docencia en cualquier nivel
prometÃ-a en sentido estricto con ,su pensamiento, en tanto que o grado por parte de quien aspira a ser y vivir como filósof
la trama cotidiana de su subjetividad formaba parte de su hace má fáci que su tenor de vida està en conformidad con
aventura intelectual y podÃ- ser modificada por ellaso. El desga- aquella aspiración El filósof no sól anhela saber más sino
rramiento moderno entre pensamiento y vida hunde probable- sobre todo anhela ser mejor, difundiendo con sus palabras
mente sus raÃ-ceen la transformació académicde la filosofÃ- -y quizá en especial con su ejemplo- un estilo de vida a
en la Universidad medieval y alcanza quizà su forma má exa- tenor del cual "la búsqued de la verdad, la belleza y el bien, y la
cerbada en la competitiva Universidad norteamericana contem- unió con los demá para un crecimiento común sean los
poráneaEn el debate que atraviesa la actualidad entre individua- elementos que determinan las opciones básicas"51 A dos puntos
lismo y comunitarismo es quizÃla filosofÃ-la disciplina a la que concretos se les prestarà ahora una cierta atenció má porme-
con mayor propiedad corresponde decir la verdad sobre el ser norizada: al arte de crecer y al cultivo de la espontaneidad y la
humano. En particular, corresponde personalmente a cada filó creatividad.
sofa y a cada filósof tratar de articular en su concreta existencia El arte de crecer es un ars nesciendi, un arte de no saber. No
pensamiento y vida, y no tener reparo en exhibir la unidad tanto un arte de dudar de todo como creyà Descartes, sino de
alcanzada -aunque resulte precaria en algunas áreas a quie- saber que lo que se sabe no es la Verdad con mayúscula esto es,
nes se interesen por aprender cóm lograrla. Dar razó de la que la verdad alcanzada siempre es parcial, revisable, corregible,
propia vida es inexcusable responsabilidad de quien se considere mejorable. Kant fue excesivamente pesimista al pensar que no
filósofo conocemos las cosas tal como son, que la cosa en sÃpermanece
Quien se dedica a la filosofÃ-necesita un estilo de vida que siempre allà al final como algo incognoscible: con la tradició
facilite el crecimiento personal, tanto el de uno mismo como el realista resulta mucho má persuasivo reconocer que lo que
de las personas que estéa su alrededor. Un estilo de vida asà conocemos es una parte, una faceta o un aspecto parcial de las
cosas, aunque no sea su totalidad. Reconocer esto lleva a valorar

49. Peirce, "Remarks on the History of Ideas", 350-35 1


50. Cf. Le Doeuff, El estudio y la rueca, 83 5 1. Juan Pablo 11, Centesimus Annus, 36
50 El taller de la filosofÃ-

tanto lo que no se sabe como lo que se sabe, sea uno quien lo asomà a la boca de mÃmismo, y era un pozo de medio metro
sepa o lo sean los demásDe esta forma, el punto de apoyo, el escaso, seco encima. CarecÃ-de interé~"5~
fulcro, del arte de crecer estriba en saber que uno no es propie-
A los seres humanos lo que má nos gusta es forjar rela-
tario de la verdad, sino que má bien es poseÃ-d por ella, y que
ciones comunicativas con los demásNo es tarea fácilpero esta
algo semejante ocurre con lo que saben los demásQuien se hace
capacidad puede desarrollarse prestando atenció a las personas,
a sÃmismo señode la verdad se equivoca: "La verdad se escapa
a los problemas, a las tareas. Es imprescindible comenzar por
al déspoty se abre sól a quien se aproxima a ella en actitud de
uno mismo y tratar de identificar el propio carácter sus rasgos
profundo respeto, de humildad reverente7752.
má positivos y aquellos otros que pueden ser má negativos o
Ni siquiera somos dueño de la verdad sobre nosotros incluso perjudiciales; procurar comprender por quà se producen
mismos. Al contrario, muy a menudo nos conocen los demá a veces los altibajos de ánimopor quà surgen conflictos en las
mejor de lo que nosotros nos conocemos. Por eso, en el arte de relaciones con los demás o cuá es la raÃ- de los éxitoy los
crecer lo primero es dedicar tiempo a la reflexión a la fracasos en nuestra vida académico profesional. Lo peor es no
meditació personal, a pensar. Y sobre lo primero que hemos de conocerse o tener una imagen deformada de uno mismo, sea
pensar es sobre nuestra propia vida, la de cada uno, cada uno para bien o para mal. Cuando uno echa la culpa de todas las
sobre la suya, sobre su propio modo de vivir. "Pensar no es todo desgracias que a uno le ocurren a las estructuras de poder, al
el vivir, pero sÃun aspecto total de la existencia, implicado en la amiguismo o a no se sabe quà turbias influencias ocultas, corre
vida entera y no descomprometible de ella"53. Son lugares el riesgo de pasar por alto las posibles causas inmediatas por las
comunes tanto el dicho de Sócrate de que "una vida sin examen que no se producen las ofertas de trabajo que uno necesita, la
-sin reflexión no merece ser vivida por un hombre", como el promoció profesional que espera o lo que sea. Todos tendemos
orácul de Delfos "conócet a ti mismo". Pero a diario quienes a atribuir nuestros fracasos a misteriosas causas escondidas
nos dedicamos a la enseñanzuniversitaria nos tropezamos con porque no vemos nuestros defectos que tan patentes resultan a
adultos que ni se conocen ni dedican la menor atenció a la todos los demás
reflexión PodrÃ-decirse a veces que viven con un desconocido.
"Lo mejor es enemigo de lo bueno" afirma un conocido
El novelista Alvaro Pombo reflejaba algo semejante en su
dicho que es de plena aplicació a la vida intelectual. AsÃcomo
reciente novela Donde las mujeres cuando hace decir a Tom,
la pretensió de un conocimiento absoluto aboca al escepti-
que se siente incapaz de reparar en sÃmismo como establecÃ- el
cismo, el perfeccionismo, la pretensió de ser siempre exhaus-
primer precepto de Fichte en la Doctrina de la Ciencia: "Me
tivo, de agotar un tema cualquiera, esteriliza lamentablemente la
actividad. "No deseo la perfección sino el perfecciona-
52. Ratzinger, Cooperadores de la verdad, 203
53. Arellano, La existencia cosificada, 67 54. Pombo, Donde las mujeres, 169
miento7'55, se ha escrito con acierto. Por esta razón la estrategia treinta año sól se aprende lo que uno escribe, pues quizá a
mejor en el arte de crecer es hacer siempre las cosas lo mejor partir de esa edad la memoria deje de crecer. Lo que con ello
que uno pueda en cada momento, no el hacerlas a la perfección quiere decirse es que a partir de cierta edad no basta ya para
Muy a menudo al escribir filosofÃ-advertimos que el enemigo lo aprender con leer o escuchar a otros, sino que es indispensable
llevamos dentro, que con frecuencia uno puede ser su peor ene- escribir o enseñaa otros. Hay mucha verdad en todo ello, y
migo o es su juez má severo. El perfeccionismo es la erróne añadirÃque incluso lo que uno ha escrito se olvida, salvo que se
pretensió de negar el carácte falible a una acció genuina- siga releyendo y reflexionando una y otra vez sobre esos textos y
mente humana por la simple razó de que sea uno el autor de los argumentos que contienen.
ella: errare humanum est dice un conocido aforismo latino. Para Peirce -y para mÃ- la espontaneidad es la esencia de
A mÃme gusta má la versió aprendida en la infancia como la vida intelectual58. La espontaneidad es la vida de quien se
ejemplo de sum con genitivo, errare hominum est, equivocarse dedica a pensar; la subjetividad confiere vida a los signos y
es propio de seres humanos. Stanley Cavell expresaba esta idea confiere significatividad a la expresió del pensar. En la intro-
de una forma mucho má complicada, pero tambié muy ducció a la CrÃ-ticde la r a d n pura sugerÃ-Kant que la resis-
sugestiva: "Nada es má humano que el deseo de negar la propia tencia del aire podrÃ- llevar a una paloma a pensar que en un
h~manidad"5~. Todo lo humano es siempre provisional, mejo- espacio sin aire volarÃ-quizà mejor59. Algo parecido nos ocurre
rable, corregible. Tambiélo es cada uno de nosotros en sus a nosotros con el dominio del lenguaje y el desarrollo de la
diversas facetas y cualidades. creatividad. El esfuerzo por dominar el lenguaje no es una escla-
El arte de crecer requiere disciplina interior. Si se considera vizació del pensamiento, sino que, má bien al contrario, es el
con Goethe que el sentido de la vida es la construcció artÃ-stic camino de su efectiva liberación AsÃcomo el aire permite a la
de uno mismo, una vida dispersa en la que no haya espacio para paloma alzar el vuelo, el dominio de la lengua permite al pensa-
la reflexió no puede acumular la experiencia de modo eficaz. miento desarrollar el suyo. La espontaneidad requiere búsqueda
No se aprende de la experiencia, sino de nuestra reflexió sobre esfuerzo por vivir, por pensar y expresarse con autenticidad.
ella: "Un hombre caprichoso, disperso en lo inmediato, -ha "Hay sól un únic medio -escribirà Rilke al joven poeta-.
escrito Polo- no adquiere experiencia: es una biografÃ- rota7'57. Entre en usted. Examine ese fundamento que usted llama
Como la filosofÃ- es en buena medida autobiográfic resulta escribir (...) Excave en sÃmismo, en busca de una respuesta
imprescindible la memoria para que la vida y la escritura filosó profunda7'60. La fuente de la originalidad es siempre la autenti-
fica logren esa profundidad. A veces se dice que a partir de los cidad del propio vivir. Traspasar la responsabilidad del vivir y el

55. Cobo, Baja turbio el vino, 8-9 58. Cf. Anderson, Creativity and the Philosophy o f C . S. Peirce, 6
56. Fleming y Payne, The Senses of Stanley Cavell, 27 59. Cf. Kant, CrÃ-tic de la razbn pura, A5/B9; LledóFilosofÃ- y lenguaje, 135
57. Polo, Claves del norninalisrno y del idealismo, 133 60. Rilke, Cartas a un joven poeta, 24-25
pensar a otros, sean estos autoridad, sean los medios de comu- tades para el desarrollo de la espontaneidad sean la timidez, el
nicació social que difunden pautas de vida estereotipadas, miedo a ser original y el temor a hacer el ridÃ-culoA conjurar
puede resultar cómodopero es del todo opuesto al estilo de vida esos posibles peligros se destina la exposició de algunas de las
de quien quiera dedicarse a la filosofÃ-aTransferir a otros las principales virtudes de la vida intelectual.
riendas del vivir, del pensar o del expresarse equivaldrÃ-a cerrar
el taller de la filosofÃ-aa detener el telar, a encorsetar o fosilizar
la vida, a cegar la fuente de la expresión
Por eso en estas página se defiende un pensar apasionado 1.4. Virtudes de la vida intelectual
que alcanza su mejor expresió en la escritura. "AquÃ-escribÃ-
d'0rs en 1904 refiriéndosa la Cataluñ de su tiempo- todo Para Alasdair MacIntyre las virtudes cruciales que la edu-
trabajo cientÃ-fic que huela a arte, que tenga ardor de pasión cació universitaria ha de fomentar son la humildad, que hace
que sea escrito no con la inteligencia sola sino con el entero posible el verdadero aprendizaje, y la amistad, que lleva al cono-
espÃ-rituque haya vivido en la imaginació y de ese vivir con- cimiento mutuo, a la confianza y preocupació desinteresada por
serve rastro, se hace de inmediato so~pechoso"6~. En el taller de el bien de los demás63El capÃ-tulcuarto de este libro estÃdedi-
la filosofÃ-atanto el hombre de a pie como el cientÃ-fic se trans- cado por entero a la comunicació con los demásPor eso, ahora
forman en artistas -o al menos en artesanos- que han descu- es preciso prestar un poco de atenció a la primera de esas virtu-
bierto que el corazó de la razó es la propia imaginación Es des, pues entre quienes se dedican a la filosofÃ- es probable-
preciso empeñarsen el fomento de la creatividad personal, en mente la vanidad el defecto profesional má generalizado y
el desarrollo de la originalidad. Esa tarea requiere esforzarse en quizà tambié el má difÃ-ci de corregir: "El edificio de tu
pensar por uno mismo, en forjar mediante la propia reflexió orgullo -decÃ- Wittgenstein a uno de sus discÃ-pulos es lo que
una articulació personal, con audacia y confianza en las fuerzas hay que desmontar. Y eso es un trabajo terriblemente dur0"6~.
de la propia razón En esta secció se abordará ademá otros tres temas de decisiva
La espontaneidad buscada con esfuerzo se traduce en crea- importancia para la configuració del horizonte de la vida inte-
tividad. La creatividad es fruto de la exploració y transforma- lectual: la capacidad de atenciónel cultivo de la imaginació y
ció de nuestro estilo de pensar y de vivir62, de nuestro modo de el hábit de planificar.
expresarnos y de nuestra forma de querer, de relacionarnos Para abordar la primera cuestión la relativa a la virtud de la
comunicativamente con los demás Quizà las mayores dificul- humildad, es necesario dar un largo rodeo, pues para quien se

61. Aulet, "Cartes d' Eugeni d'Orst', 101. 63. Cf. Ruiz Arriola, Tradici-n, universidad y virtud, 430
62. Cf. Boden, "Agents and Creativity", 119. 64. Wittgenstein, Culfure and Value, 26.
56 El taller de la filosofÃ-

inicia en la vida intelectual su defecto dominante no suele ser de hace sól dos minutos y de que todos nuestros recuerdos no sean
ordinario la presunción sino una forma mucho má insidiosa de ilusorio^"^^. Esta lÃ-ne de razonamiento del commonsensismo
vanidad que es la desconfianza en uno mismo. Para dar los crÃ-ticodel "sentido común con sensibilidad epistemológica
primeros pasos en la filosofÃ-profesional resulta indispensable resulta muy persuasiva en favor del carácte social del conoci-
una cierta confianza en uno mismo, basada en la potencia de la miento y avala la efectiva potencia del esfuerzo personal, si es
propia razón en la Ã-ntim consistencia del modo personal de consciente a la vez de su limitación
pensar y vivir, en la capacidad efectiva de las propias fuerzas Mientras que la pusilanimidad incapacita para la vida
para desarrollar una tarea de investigació y creació mediante intelectual, la magnanimidad "es forma suprema de libertad"67.
un trabajo prolongado a lo largo del tiempo. Algazel de Bagdad La magnanimidad es una particular forma de fortaleza que se
dejà escrito en el siglo XI que la raÃ- del conocimiento es la opone a la timidez y al apocamiento, al miedo a tomar la inicia-
confianza (radix cognitionis fides). En últim instancia el tiva de la propia vida y a pensar por cuenta propia. Pertenece a la
conocimiento humano -afirmaba el "padre de la filosofÃ- magnanimidad -señal Tomá de Aquino- la confianza en sÃ
catalana" Xavier Llorens hacia 1860- se apoya en una mismo para todas aquellas cosas que uno es capaz de hacer de
confianza innata, primitiva, ingénitade la que uno no debe por sÃ-68La magnanimidad excluye "toda equÃ-voc manifesta-
desposeerse65. Esa confianza se asienta en la experiencia real de ció de paciencia, resignació o modestia, cuando son formas
nuestra razón en la comprobació de que efectivamente en enmascaradoras de encogimiento de ánim y de mezquindad"69.
muchas ocasiones nos equivocamos, pero tambiéen la gozosa La magnanimidad tiene una singular relació con la imagi-
experiencia de que la mayor parte de las veces acertamos. nación con la capacidad de concebirse uno a sÃmismo con la
La vida intelectual requiere una singular articulació de responsabilidad de aportar algo, si no a la historia de la filosofÃ-a
confianza en las propias fuerzas y de humildad, que se traduce al menos a los que le rodean, y en consecuencia, capaz de
en deseo de aprender y por tanto de rectificar una y otra vez. La organizar su vida en torno a esa tarea. La magnanimidad no estÃ
carencia de una demostració lógic que garantice en todos los reñid con el realismo, antes al contrario. Por eso, para su
casos la eficacia de nuestra razó no debe conducirnos al desarrollo se precisa una peculiar mezcla de imaginació y tena-
escepticismo, sino precisamente a una confianza falible en ella. cidad que no es fácide lograr en la proporció acertada. Se trata
Ramsey escribÃ-que a efectos práctico la inducció es tan de de la tenacidad de la persona que hace lo que ama y ama lo que
fiar como la memoria aunque no tengamos pruebas lógica de su
validez, y añadÃ-"Nadie considera que sea un escándal para la
filosofÃ-que no exista una prueba de que el mundo no comenzÃ
66. Ramsey, -Philosophical Papers, 93.
67. Millán-PuellesSobre el hombre y la sociedad, 205.
68. Cf. Tomá de Aquino, Summa Theologiae, 11-11, q. 129, a. 6, ad 1.
65. Cf. Llorens, Lecciones de Filosof'a, 11, 193-194. 69. PeláezÉticaprofesió y virtud, 98-99.
El taller de la filosofÃ-

hace, persuadida de que su tarea profesional es lo que la llegamos al nivel de los japoneses, pero todo hace pensar que las
humanidad necesita y los que le rodean esperan de él d6cadas de reforma educativa no han modificado un ápic esa
Millares de veces habrà codtado a mis estudiantes la dife- carencia de asertividad, esa falta de confianza en uno mismo que
rencia entre aquellos tres albañile que relata Drucker. Se resulta indispensable para gozar de vida propia. El reemplazo de
encuentran los tres haciendo una misma tarea, pero sus actitudes la inteligencia por el miedo al ridÃ-culen las riendas de la propia
son marcadamente distintas. Al ser interrogados sobre lo que vida es una degradación Los añouniversitarios son el tiempo
hacen, el primero dice, quejoso, "Ya ve, poniendo un ladrillo para liberarse de esa esclavitud y ganar libertad respecto de la
encima de otro"; el segundo con mejor ánim responde "Sacan- opinió de los demáshasta configurar un estilo de vida personal
do adelante mi familia"; mientras que el tercero interrumpe el en el que el ser nos importe mas que el parecer.
aria que canta a pleno pulmó para explicar "Estamos haciendo Algo semejante puede ocurrir a veces en la valoració del
una catedral". Tengo para mÃque en filosofÃ-estamos siempre tiempo. El miedo al futuro o a las consecuencias de las propias
haciendo una catedral. acciones, el temor a unas calificaciones académicao a las
La falta de confianza en uno mismo suele expresarse con valoraciones menos positivas de los demásllegan a tener tanto
alguna frecuencia bajo formas de timidez o del denominado peso en la conciencia de algunas personas que les atenaza y les
"miedo al ridÃ-culo"El miedo al ridÃ-cul es uno de esos aspectos impide vivir con espontaneidad y disfrutar del presente. La
de la vida humana que a fuerza de ser comú puede parecemos propia reflexió filosófic acerca de la irrealidad del futuro
natural. De hecho la vida de muchos estudiantes estÃgobernada puede ayudar bastante, pues a fin de cuentas el presente es el
tiránicament por el miedo a hacer el ridÃ-culoEn cuanto salen únic tiempo que realmente tenemos70. Advertir la paradoja de
del ámbit familiar o del pequeñ cÃ-rcul habitual, esto es, en que una sobrestimació del futuro hace imposible disfrutar del
cuanto llegan a clase, el temor a "quedar mal" se apodera de uno presente y de que vivir sól en presente impide planear el futuro,
o de una, provocando en muchos casos una angustiosa parálisis pueden ayudar a alcanzar un equilibrio razonable entre esas dos
Por miedo al ridÃ-cul ni hace preguntas, ni dice lo que piensa, ni posibles deformaciones.
vive con libertad. "Es que me da corte", llegarà quizá a ofrecer La defensa de la asertividad, de la confianza en la capacidad
como mejor explicación sin advertir la penosa abdicació que afirmativa de la propia razón tiene su contrapartida en la
encierra. Este defecto del ánim no es cosa de ahora en nuestro valoració de la humildad que lleva a reconocer leal y abierta-
paÃ-shunde sus raÃ-ce en la multisecular preocupació por el mente las propias limitaciones y lo mucho que uno no sabe: "La
honor, la honra, la consideració que los demá nos den. Resulta investigació cientÃ-fic -ha escrito Popper- es el mejor
tan marcado entre los españole que se ha llegado a decir que métodde que disponemos para conseguir informació sobre
uno de los factores determinantes de nuestra dificultad para
aprender idiomas es el terror al histrionismo. Sin duda, no
70. Cf. Lahav, Essays on Philosophical Counseling, 18.
60 El taller de la filosofÃ-

nosotros mismos y sobre nuestra ignorancia. Nos conduce a la aborda en su escritura, el conocer lo mucho y bueno que han
importante idea de que quizà puede haber grandes diferencias escrito quienes nos han precedido o lo que en otros lugares
entre nosotros con respecto a los detalles menores de lo que escriben nuestros colegas sobre esa misma materia ayuda a
sepamos, pero que todos somos iguales en nuestra infinita contextualizar con realismo el efectivo valor de nuestro trabajo.
i g n ~ r a n c i a " ~Jean
~ . Guitton ha descrito su experiencia en el Lo que nadie puede quitarnos es lo mucho que hemos mejorado
campo de prisioneros durante la 11 Guerra Mundial cuando los nosotros al escribir ese texto, pero de ahÃno se sigue que ese
detenidos se daban clases unos a otros para sobreponerse al trabajo nuestro haya de ser considerado como la baliza decisiva
encarcelamiento. En aquella situació extrema, sin libros y sin sobre la que deba girar la reflexió filosófic de nuestro tiempo
notas, se dio cuenta "de lo poco que sabÃ-alos má sabios, pero o de las futuras generaciones.
este poco, cuando provenÃ- de sus entrañas lo enseñaba La peculiar articulació de humildad y magnanimidad aquÃ
bien"^. defendida no es por supuesto la únic virtud relevante para la
La vanidad del filósofo del profesor o del escritor, se vida intelectual. Para la búsqued de la verdad se necesita una
expresa a veces en su incapacidad de tomar distancia respecto de cabal integridad intelectual que abarca muchos otros aspectos de
su trabajo para valorarlo en lo que realmente merece. A veces, nuestra vida. Sin ella el proceso de búsqued de la verdad se
ese apegamiento a la propia obra es casi inevitable, o cuando anegarÃ-al poco tiempo por completo. De la misma manera que
menos resulta muy comprensible pues son muy grandes el se considera el valor como la virtud por excelencia del soldado,
tiempo y la energÃ- invertidos en aquella tarea73. Un buen con Susan Haack puede afirmarse que la integridad intelectual es
antÃ-dot contra esa ingenua deformació es la modestia inte- -o deberÃ- serlo, al menos- la virtud por excelencia del
lectual facilitada por la comprensió históric de nuestro trabajo académico "ResultarÃ- por completo indecente que quien
que nos lleva a sabernos siempre "enanos a hombros de denigrara la importancia o negara la posibilidad de esa honrada
gigantes". La modesta inquisitio veritatis lleva a considerar lo búsqued [de la verdad], hiciera su vida como un a ~ a d à © m i c o " ~ ~
que uno ha escrito, el primoroso bordado que en su telar ha Con el paso del tiempo quien se dedica a cultivar una forma
tejido quizà con mucho esfuerzo, como un producto má de su de vida intelectual descubre que la quintaesencia de esta vida es
arte. Aunque en algú caso extraordinario pueda resultar algo la atención porque, por asÃdecir, es en ella donde se articulan
excepcional, se inserta en una larga historia personal y colectiva voluntad e inteligencia. O dicho negativamente, las dificultades
de intentos, de numerosos fallos y de unos pocos aciertos. De de atención lo que los estudiantes llaman "problemas de con-
otra parte, la comprensió históric de los problemas que uno centración" reflejan muy a menudo desgarros en la Ã-ntim
sutura de afectividad y racionalidad que se traducen frecuente-
7 1. Popper, En busca de un mundo mejor, 65.
72. Guitton, El trabajo intelectual, 18.
73. Cf. Haack, "The First Rule of Reason", 256. 74. Haack, "Concern for Truth", 59-60.
F.1 horizonte de la vida intelectual

mente en angustia y esterilidad. La "solución de este Ã-ntim pacional, el trabajar en tareas o en aspectos del trabajo habitual
desgarro, de esa llaga interior, no està en el mero esfuerzo, en que, por resultarnos má gustosos o má atractivos, recaban un
apretar los puñosfruncir las cejas y contraer los músculos tal esfuerzo menos penoso. Esta recomendació de comenzar por lo
como Simone Weil describe que hacen los niño cuando la má fáciaparece ya en los escritos de Plutarco. Se trata de un
profesora les pide que presten atención "La atenció es un principio bien simple y de eficacia comprobada durante siglos:
esfuerzo negativo. (...) La atenció consiste en suspender el comenzar siempre por las cosas má sencillas para que de modo
pensamiento, en dejarlo disponible, vacÃ-y penetrable al objeto, gradual se vaya adquiriendo un hábit sólidoEl nombre técnic
manteniendo próximo al pensamiento, pero en un nivel inferior de este proceso es ethismos76. Es precisamente esta estrategia lo
y sin contacto con él los diversos conocimientos adquiridos que primero que recomendaba Tomá de Aquino al joven interesado
deban ser utilizados"75. La actitud atenta que es necesaria para en adquirir el tesoro de la ciencia: "Que elijas adentrarte por los
desarrollar un trabajo intelectual es fruto de la paz interior, del rÃ-oy no el meterte de frente en el mar, porque conviene llegar a
sosiego del alma. No es tanto consecuencia de las circunstancias lo má difÃ-cia travéde lo má fá~il"~7 Entre estas tareas
externas como de la distancia interior respecto de las solicitudes menores con efectos terapéuticopuede en muchas ocasiones
afectivas, respecto de las novedades que ocurren a nuestro alre- incluirse el escribir sobre aquello que està quitándono la paz.
dedor o de los problemas que nos afligen. Esta "distancia" no es En estos casos, escribir en soledad ayuda a comprender lo que a
desinteréni frialdad o insensibilidad, sino que es consecuencia uno le pasa, y puede luego compartirse lo escrito con alguien de
de la personal concentració en lo esencial. nuestra confianza para beneficiamos de su posible consejo o
Los trastornos de la atenció pueden llegar a imposibilitar recomendación
totalmente el estudio o a alterar gravemente el sueñoEn esos Los placeres son placeres porque cautivan la atenció y al
casos la visita al médicpuede ser una gran ayuda. Los proble- hacerlo dejan el cuidado -las inquietudes y aflicciones- entre
mas de atenció reflejan de ordinario una dificultad circunstan- las azucenas olvidado. San Juan de la Cruz compuso aquella
cial de articulació del entendimiento y la voluntad, de raciona- maravillosa canció En una noche oscura mientras estaba preso
lidad y afectividad. A los seres humanos nos ayuda mucho en Toledo en 1577, encerrado entre cuatro paredes con la escasa
-y nos alivia- el entender lo que nos pasa, comprender sus luz que entraba por un ventanuco alto. Su cuidado no estaba en
causas, y conocer las pautas habituales de la enfermedad y de los sus perseguidores, ni en sus necesidades, sino en otra parte,
medios disponibles para la recuperació de la normalidad. En dentro de sÃ-en su imaginaciónen su corazón Esta capacidad
esto, como en casi todo, es imprescindible la paciencia. En esas que tiene el ser humano de independizarse de las constricciones
situaciones extraordinarias, a veces va muy bien la terapia ocu- de espacio y tiempo, explica tanto la inquietud que produce la

76. Cf. Hadot, Philosophy as a Way o f Life, 86.


75. Weil, A la espera de Dios, 70-71 77. Tomáde Aquino, Opuscula Theologica, 1,451.
El taller de la filosofÃ-

incapacidad de fijar la atenció como el extraordinario atractivo forma que està plenamente al servicio de la creatividad. La
que ejercen los espectáculos quienes asisten a un partido de imaginació es capaz de articular el pensamiento y la vida. Su
fútboo a una pelÃ-culno han de poner esfuerzo en atender, sino lugar propio es el corazó y su despliegue es la vocació inte-
que todos los problemas de su vida diaria desaparecen, quedan lectual o proyecto vital que otorga sentido al trabajo personal.
puestos entre paréntesicomo si el partido o la pelÃ-cul fueran La imaginació no es algo privado e inconfesable que haya
un potente anestésico Si hubieran de poner esfuerzo para seguir de ser confinado a la reclusió de la intimidad. Al contrario, la
el juego o la trama serÃ-señade que el partido o la pelÃ-cul son capacidad de compartir la imaginació y de hacer proyectos
malos, resultan tediosos, o que quien "està malo" es el espec- compartidos enriquece extraordinariamente la vida intelectual
tador. Sin duda el proceso de preparació que implica el tener haciendo posible la afectuosa asociació con los demásPor otra
que ir fÃ-sicament al estadio o al cine facilita el "meterse", el parte, la imaginació es totalmente indispensable para la escri-
entregar a ese espectácul toda nuestra capacidad de atención tura filosófica Como en cierto sentido la escritura es siempre
En este sentido, puede entenderse que el progreso en la vida biográficaes siempre narració de la propia vida, se alimenta de
intelectual y la filosofÃ-misma consista en el descubrimiento de nuestra imaginación de la articulació creativa de argumentos y
placeres superiores, capaces de embelesar, de satisfacer mucho afectividad en que consista nuestro vivir. Stanley Rosen ha
má cumplidamente nuestra atenta expectación"La filosofÃ-no escrito que los filósofo son esas personas que está despiertas e
es otra cosa -ha escrito Innerarity- que una estrategia para intentan despertarnos a los demá alterando la estructura y el
fortalecer la atenciÓn"78 La superioridad de tal actividad placen- contenido de nuestros sueños80Realmente hay muchas personas
tera reside quizáen su caráctemá permanente o sobre todo en que parecen sonámbulasque parecen desplazarse por la vida sin
su mayor efusividad, esto es, en su naturaleza má comunicativa. llegar a tomar las riendas de su existencia, sin llegar a tomar
Otro campo de trabajo indispensable para quien se inicia en realmente conciencia de dónd vienen y a dónd van. Advertir
la vida intelectual es el del desarrollo de su imaginación La esto es una permanente interpelació para el filósof que, como
actividad de la razó es crecimiento y en ese crecimiento tiene Sócratesse considera puesto al lado de sus conciudadanos como
un papel central la imaginación la imaginació es la matriz de la el tában sobre el caballo para que no se amodorre.
capacidad creativa humana. Para Peirce, el segundo requisito Hay imaginaciones creativas, apasionantes y apasionadas, y
para la búsqued del saber -que viene justo detrá de la pasió otras mezquinas y empobrecedoras sobre uno mismo, sobre las
por aprender- es el de tener una fértiimaginación79La imagi- propias posibilidades, sobre los demásPara percatarse de esto
nació es una facultad que puede ensancharse y potenciarse de últim quizà baste con recordar la popularidad -y al mismo
tiempo la falsedad- del refrá clásic españo"piensa mal y
78. Innerarity, La filosof'a como una de las bellas artes, 123.
79. Cf. Peirce, "The Chief Lessons of the History of Science", 11 18; Collected
Papers, 1.47. 80. Cf. Rosen, "Are We Such Stuff as Dreams Are Made o n ? " 10.
El taller de la filosofÃ-

acertarás"Al contrario, en la mayor parte de las circunstancias medio de las ficciones literarias se adquiere una familiaridad con
sól podemos comprender realmente a quienes nos rodean si los grandes problemas de la vida humana, lo que permite a su
pensamos bien de ellos. Por eso la imaginació requiere un vez ahondar resueltamente en los problemas filosófico que
trabajo de purificaciónLa fuente de casi todos los problemas aquellos encierran. No se le va a exigir al filósof la habilidad
que surgen en la comunicació entre las personas se encuentra creativa del literato, pero sÃuna cierta afinidad con el modo que
en las deficientes metáfora en las que vive o de las que vive su tienen el artista o el escritor de mirar al mundo que le rodea.
imaginación El trabajo de transformar los imaginarios per- Una de las dificultades que muchas personas han de afrontar
sonales -la imaginació de uno y la de los demás es cierta- en la vida intelectual, en particular si aspiran a hacer "carrera
mente formidable, pero quienes se dedican a las humanidades académica"es la del exceso de equipaje. Hay quienes llevan
-y quizà má quienes se dedican a la literatura y al cine- sobre sà tantas aspiraciones y pertenecientes a órdene tan
pueden tener un papel decisivo en ello. distintos de su vivir, que se convierten en una pesada carga
Para el crecimiento de la imaginación Peirce alentaba a sobre sus espaldas que les impide el progreso en cualquiera de
practicar el musement, que es el libre juego de la espontaneidad ellas. Es como la pesadilla del cambio de estació de tren o de
ilustrada, en el que los signos se combinan sin otro propósit terminal de aeropuerto llevando un gran númer de pesadas
que el mero disfrute intelectual en su asociació para explorar maletas a cuestas. De modo semejante hay personas que aspiran
posibilidades: "Sube en el bote del Musement, empújal en el a destacar, incluso a ser el númer uno en muchos ámbitode su
lago del pensamiento, y deja que la brisa del cielo empuje tu actividad, y ademá pretenden hacerlo sin mucho esfuerzo y
navegación Con los ojos abiertos, despierta a lo que està a tu sobre todo en muy poco tiempo. Aunque resulte enteramente
alrededor o dentro de ti, y entabla conversació contigo mismo, obvio, conviene repetir a estas personas que no se puede hacer
para eso es toda meditación" Esa actividad imaginativa no es todo muy bien y a la vez, y que para hacer cualquier cosa valiosa
una conversació hecha solamente de palabras, sino que tiene se requiere muchÃ-sim esfuerzo sostenido de ordinario durante
tambiéilustraciones, como una conferencia con diagramas y muchos años
experimentos: es en esta actividad de puro juego donde nacen Ante las múltiple posibilidades que se nos presentan es
las mejores hipótesi cientÃ-ficas81 preciso escoger y, por tanto, correr el riesgo de equivocarse.
Quien se dedica a la filosofÃ- no debe olvidar la Ã-ntim Para ello, resulta extraordinariamente úti poner por escrito, tras
unió entre filosofÃ-y literatura al empeñarsen desarrollar su la debida ponderaciónlos objetivos elegidos a largo plazo en los
habilidad escritora. La escritura filosófic no pierde nada diversos ámbito de nuestro desarrollo personal y los medios
ejercitándos en la escritura artÃ-sticaantes al contrario. Por articulados en el tiempo que queremos poner para alcanzarlos.
Se trata de una fórmul moderna de aquel sabio dicho latino:
serva ordinem et ordo servabit te! Cuida el orden y el orden
81. Peirce, Collected Papers, 6.461; cf. Gardner, "Juegos matemáticos" 102.
68 El taller de la filosofÃ- El horizontede la vida intelectual fl'l

cuidarà de ti. La virtud del orden no se refiere sól al orden objetivos -quizá ahora incluso enriquecidos- que habÃ-amo
espacial, al de nuestra mesa o el lugar de trabajo que sea, ni decidido originalmente. La planificació de la propia vida y en
siquiera al horario u orden temporal, sino sobre todo al orden particular del propio trabajo a largo y medio plazo es una de las
personal, a la jerarquÃ- de valores que cada uno asigne a los formas má ricas de desarrollar tanto la creatividad como la
diversos ámbito de su realizació personal. De modo parecido autodisciplina.
al "conócet a ti mismo", a quien se inicia en la vida intelectual
Hay personas que se programan horarios y calendarios de
habrÃ- que decirle en ese momento: "Ordénata ti mismo7'82.
trabajo que se saben de antemano incapaces de cumplir, con lo
Con esto lo que quiere afirmarse es que hay que establecer una
que no hacen otra cosa que incrementar su sentido de culpa. No
escala entre nuestros distintos intereses y asignarles la corres-
sirve para nada hacerse un calendario utópico lo que se necesita
pondiente dedicació proporcional de tiempo y atenció en
es un plan realista y exigente que impida distraerse en cuestiones
funció de la diversa prioridad que les hemos conferido.
colaterales. Es una experiencia comú el error de planificació
Muchas personas rehuyen esa ordenació de la propia en el que incurren tantos profesores universitarios el viernes por
actividad o incluso la planificació de su trabajo, porque lo la tarde cuando llenan su cartera de papeles y trabajos para hacer
entienden como algo rÃ-gid que simplemente les compromete durante el fin de semana, con el resultado habitual de que el
más A estos hay que decirles que la flexibilidad es el nuevo lunes devuelven la cartera prácticament igual que se la llevaron.
nombre de la inteligencia. Que ni la planificació ha de signi- Lo sorprendente es que estas personas que tan mal calibran su
ficar rigidez, ni la flexibilidad inseguridad o indecisión Lo capacidad de trabajar un fin de semana tras otro aciertan en
inteligente es hacer planes flexibles, esto es, que puedan adap- la mayor parte de los casos cuando se les pide que evaluen
tarse a las circunstancias cambiantes, de forma que de ordinario el tiempo que le llevarà a un colega hacer un determinado
logremos disfrutar haciendo cosas que nos gusten. Planificar con trabaj783: a lo mejor es que se creen mucho má capaces que el
flexibilidad facilita vivir la vida al aire y con el estilo propios de resto de sus colegas.
cada uno. Podemos aprender de otros, pero sobre todo hay que
Dejar para el momento de la mañan en que llegamos a
poner en juego nuestra capacidad de disciplina y nuestra
nuestra mesa de trabajo la decisió de lo que vamos a hacer en
creatividad personal. Adaptarse a las circunstancias -en termi-
ese dÃ-concreto es correr muchos riesgos. Con facilidad podrÃ-
nologÃ- militar, "adaptarse al terrenom- consiste en aprender a
uno dejarse arrastrar por el estado de ánim del momento en
identificar las oportunidades imprevistas y a modificar en
lugar de atender a lo que tenga obligació de hacer. Por eso, es
consecuencia el plan inicial de forma que sea posible alcanzar
mucho má eficaz la planificació habitual del trabajo mediante
con má facilidad, con má gusto o má rápidamente los
la asignació del tiempo correspondiente a cada una de las tareas

82. d'0rs. El secreto de la,filo.~of'a,153. 83. Cf. Buehler et al, "Exploring The Planning Fallacy"', 368
que queramos hacer y la planificació inmediata, cada tarde se tiene tiempo para planificar, o cuando tantas cosas menuilÃ-i
al terminar nuestro trabajo, del plan concreto para el dÃ- ocupan nuestra atenció que no puede dedicarse uno a las cosas
siguiente. Ese es un momento de gran importancia para evaluar que realmente má le importan. En estos casos, siempre es úti el
lo que ha cundido la jornada - e l numero de palabras que hemos consejo de hacer menos cosas, esto es, de aligerar, echar lastre,
escrito-, recoger los papeles de la mesa y planear de modo eliminar intereses circunstanciales, simplificar nuestro estilo de
inteligente el trabajo del dÃ-siguiente. trabajo o incluso nuestro estilo de vida. Y de ordinario, para
En la práctic hay dos elementos decisivos para esta conseguir esto, lo má eficaz es eliminar aquello que nos resulta
planificació del propio trabajo, que cada uno habrà de ajustar a mápesado y má tedioso en favor de lo que nos atrae má o que
su gusto y a sus circunstancias. Por una parte, la asignació de hacemos má a gusto. Esto suena a epicureÃ-sm hedonista, pero
dÃ-acompletos de la semana a las diferentes tareas, de forma que no lo es: se trata de la mejor estrategia para gestionar una apre-
no estemos haciendo todos los dÃ-acinco cosas a la vez, sino tada agenda de trabajo en busca de la excelencia del resultado.
que, si es posible, sól una cada dÃ-aPor otra parte, la fragmen- Conviene siempre tener presente que el factor limitante de
tació de las tareas en segmentos alcanzables razonablemente en nuestras práctica es el tiempo y que el tiempo que realmente
una jornada de trabajo y en una semana de trabajo continuado. tenemos es sól el presente. Por eso la cuestió de la atenció es
El trabajo intelectual se mide de ordinario por horas, las horas se de la mayor importancia en la gestió del tiempo: se trata de
agrupan en tramos de trabajo de cuatro, cinco o seis horas útile llegar a poder decidir a quà prestamos atenció y durante cuán
(de acuerdo con la resistencia de cada uno), y las jornadas se tos añosdÃ-au horas. Decidir que a una tarea vamos a dedicarle
agrupan en semanas de cinco o seis dÃ-asPara quien se dedica a un determinado tiempo es prácticopero resulta deteriorante si el
la vida intelectual, no aprovechar bien un dÃ- de trabajo tiene tiempo previsto no es realmente suficiente para alcanzar los
relativamente poca importancia: lo que no puede desperdiciarse resultados que deseamos. Por eso hay que prever un tiempo para
en absoluto es una semana. "La semana es la medida del buen cada cosa, pero ademá hay que pensar cóm gestionamos los
trabajador. (...) Contando por semanas es como se ven crecer las asuntos en el tiempo. Un caso particular de este tipo de cuestio-
obras"84. La fragmentació de las tareas debe llegar a segmentos nes es el que se denomina en computació "gestió de colas",
de trabajo que permitan que de dÃ-en dÃ--y por supuesto de esto es, el problema de asignar un orden a las tareas que ha de
semana en semana- comprobemos de modo fehaciente nuestro llevar a cabo un ordenador. Hay al menos dos sistemas básicos
efectivo progreso a travéde resultados ciertos y cuantificables. uno denominado LIFO (last in, first out) y otro denominado
Una cuestió difÃ-cipara algunas personas es la de cóm FIFO (first in, first out). El primero, que es el que aquÃse reco-
decidir quÃhacer cuando se tienen tantas cosas que hacer que no mienda, lleva a ejecutar siempre primero lo má reciente, lo
últim que ha llegado; el segundo que parece má racional y que
consiste en atender a aquel asunto que ha llegado antes y que por
84. d'0rs. Glosari 1917. 5.111.17,
El taller de la filosofÃ-
E,horizonte.de. la vida intelectual . . .. .. . . .. .. ...

tanto lleva má tiempo esperando, conduce casi irremisible- sonrisa. En ambas actitudes puede cifrarse Ñcom si de un
mente a no cumplir ningú plazo, a llegar siempre tarde y a enigma se tratara- esa maravillosa articulació de expectativa y
quedar mal con todo el mundo. Como los seres humanos no búsqued que otorga plenitud al vivir, pues tanto para callar
somos ordenadores, vale la pena dejarse llevar del "instinto como para sonreÃ-se requiere poner toda la atenció de la que
racional" en estas cuestiones acerca de la mejor organizació uno es capaz.
personal, pero tambié resulta muy conveniente reflexionar
periódicament sobre el estilo personal de trabajo para que no
sea uno mismo su peor enemigo.
Hay un libro delicioso del filósof venezolano Rafael 1.5. El afá de novedades y el placer de leer
Tomá Caldera con el tÃ-tul El uso del tiempo, que contiene
muchas pautas valiosÃ-simapara aprender a usar nuestro tiempo, "Gástes la primera estancia del bello vivir en hablar con los
que a fin de cuentas es lo únic que tenemos: "Es la vida -la muertos; nacemos para saber, y los libros con fidelidad nos
propia, la de cada uno- una experiencia y un aprendizaje que hacen personas7'86. AsÃescribe Gracián Y un escritor contem-
no puede ser repetido7'85. Como a éltambiéa mÃme gusta poráneocomo haciéndoseco de aquel dicho, añade"Si quie-
recomendar la confecció de un calendario personal que incluya res ser escritor, tienes que vivir, primero, mucho tiempo con los
nuestros compromisos de trabajo con los correspondientes muertos. Y, despuésguardar silencio muchos añosO siempre.
plazos de presentación pero ademá añad la elaboració de Ya verás7,87Ambos textos son un buen contraste respecto a
listas de cosas pendientes en los diversos órdene de nuestra alguna de las caracterÃ-sticaque configuran nuestra sociedad y
actividad. En el desarrollo de la vida intelectual resulta indispen- que suelen tambié afectar a la vida de quienes se dedican
sable aprender a conjugar estas dos actitudes en cierto sentido profesionalmente a la filosofÃ-aHoy en dÃ- en Europa (y sobre
contrapuestas: la actitud de espera y la actitud de búsqueda Hay todo en los Estados Unidos) para quien se dedica a la vida
que aprender a esperar, aprender a estar a la expectativa, con la intelectual todos los libros, todos los textos, todos los artÃ-culo
paciencia activa del cazador: hay que tener paciencia con uno de todas las revistas del mundo, está virtualmente accesibles en
mismo, con los demás con la lentitud en el progreso en la el plazo de una semana, poniendo unas veces un poco de dinero
comprensió de las cuestiones má arduas. A algunos les resulta o recurriendo en otras ocasiones por correo electrónic a algú
má connatural la actitud de búsqueda a menudo ansiosa, que colega amigo, para pedirle que se acerque a la biblioteca de su
con facilidad puede degenerar en nervioso activismo. Frente al Universidad a fotocopiarnos aquel documento que necesitamos.
activismo frenéticquizà la mejor receta es el silencio y la

86. GraciánOrácul manual, 229.


85. Caldera, El uso del tiempo, 8. 87. JiméneLozano, La boda de Angela, 72.
74 El taller de la filosofÃ-

Esta situació tiene muchÃ-simaventajas respecto a la de Para ello, hay que proteger las horas de trabajo, impidiendo que
quienes nos han precedido. Ya tenemos prácticament en el se vean cuarteadas por las noticias, los periódicosla televisió u
teclado de nuestro ordenador el acceso a la biblioteca universal otras interrupciones esterilizantes89. Se dice que el consumo de
de Borges. El problema no es ahora la falta de informació sino televisió favorece la fantasÃ-ael "daydreaming" o en castellano
su exceso, que es capaz de saturar la creatividad. Ahora lo que se el "pensar en las musarañas o "fantasear", pero reduce sustan-
necesita son estrategias para manejar esas grandes cantidades de cialmente la imaginació creativa, la capacidad de generar
informació y acceder a las fuentes que realmente nos interesan, nuevas ideas, que es lo que necesita quien se dedica a la vida
sin extraviarnos ni perder el tiempo en lo que no nos interesa. intelectual90. En estos último tiempos quizÃse cierne un peligro
Como quien se dedica a la filosofÃ- tiene de ordinario una en las enormes bases de datos accesibles por internet, que
curiosidad universal, su afá de novedades o de "estar al dÃ-a pueden consumir muchÃ-sim tiempo para la obtenció de unos
pueden llevar al traste la consistencia de la propia investigación resultados muy magros. Frente a las solicitudes que atraen
Esto puede parecer una exageració para quien se inicia por los nuestra curiosidad es preciso atenerse al plan de trabajo que
caminos de la filosofÃ-profesional, pero la holgazanerÃ- adopta hemos previsto frÃ-ament al cierre de la jornada anterior:
con frecuencia una forma de dispersió intelectual muy insidiosa "Programar para llevar a cabo lo que se quiere difÃ-cilment
de detectar: siempre hay a mano excusas razonables que justifi- podrà conducir a nadie a esclavitud; el dominio estÃen el querer
can ante los demá y ante nosotros mismos aquel rodeo, aquel y sól podrÃ- ser considerado esclavo quien, ya adulto, està sin
desorden, aquel cambio de planes en detrimento de lo que habÃ-a má bajo dominio qeiio. Hacer su propio plan es obra de
mos previsto hacer. El afá de novedades puede asÃconvertirse libertarg1.
en una adicciónen un trastorno efectivo de la conducta, pues lo Hay quienes temen que 17s autopistas de la informació
extraordinario resulta llamativo y atrae nuestra atenciónSe trata puedan llegar a convertirse en vertederos comerciales de la
del asombro que nos deja boquiabiertos: "Es como pasar en corrupción en difusoras de un modelo consumista de vida in-
coche junto a un horrible accidente. Nadie querrÃ-estar envuelto compatible con el cultivo de la filosofÃ-aNo ocurre de ordinario
en élpero todos reducimos la velocidad para mirar"88. Esta asÃen el entorno informátic del mundo académicoque es casi
poderosa tendencia humana en pos de emociones nuevas y de del todo ajeno a la comunicació comercial. Sin embargo
"sabores fuertes" explica el fenómen del zapping solitario en comienza a proclamarse cada vez con má fuerza el "derecho a
busca de lo extraordinario que cautiva la atención la desinformación" el derecho a no tener noticia de la per-
Es preciso dominar la curiosidad, domesticarla o amaes-
trarla, para poder emplearla cuando de verdad la necesitemos.
89. Cf. Sertillanges, La vida intelectual, 30-3 1 .
90. Cf. Valkenburg y van der Root, "Influence of TV on Daydreaming and Creative
Imagination", 3 16.
8 8 Elmer-Dewitt, "On a Screen Near You: Cyberporn", 40. 9 1 . Caldera, El uso del tiempo, 40.
76 El taller de la filosofÃ-

versió o las barbaridades de nuestros congénereso de la estudiantes al terminar la carrera, sea el comenzar otra carrera.
intimidad conyugal o familiar de otras personas que llenan a En esa actitud intervienen muy diversos factores, pero les resulta
menudo los medios de comunicación Es una manera de defen- mucho má atractivo el seguir estudiando, el seguir aprendiendo
derse: no leer y no ver. Ojos que no ven, corazó que no siente. cosas nuevas, que el poner en ejercicio lo ya aprendido. De
Hay personas que prefieren "vivir en la estratosfera" y renuncian modo semejante, el estudiante de doctorado cuando està ya
a la televisió para poder dedicarse a otras actividades como familiarizado con un tema de tesis, comienza a menudo a pensar
hablar, leer, escuchar músic o pasear, que a menudo resultan que hay otro tema -del que todavÃ-no sabe apenas nada- que
mucho má reconfortantes y facilitan el clima que el trabajo resultarÃ- mucho má interesante para su investigació doctoral.
intelectual necesita. Se corre el riesgo de encerrarse en una torre Debe rechazarse siempre esa tentació ateniéndosestrictamente
de marfil, pero quizá éstse puede paliar mediante la lectura de a lo que indique al respecto el director de la tesis.
una revista semanal de informació general. No es éstel lugar Guarda una relació muy estrecha con el afá de novedades
para establecer pautas para una sana alimentació informativa, el esclarecimiento de cuá sea el papel de la lectura en la vida
pero sÃcorresponde a cada uno el establecérselasEn todo caso, intelectual. No me refiero ahora a la actividad lectora que forma
hay que saber conjugar la especializació profesional con una parte de la elaboració de una tesis doctoral -que es estudio e
cierta apertura de miras. investigación- sino a la actividad de leer obras de creación
La mejor estrategia intelectual es siempre ir de lo que novelas, poesÃ-aensayos, historia o cualesquiera otras materias,
sabemos a lo que no sabemos; esa es la forma de ir construyendo que hacemos por puro placer, porque nos gusta. Resulta del todo
de modo consistente una biografÃ- intelectual. Hay que aceptar indispensable en una vida intelectual: "Leemos para vivir7'92.
con realismo que uno no puede saber de todo, pero advertir los Para quien se dedica a la filosofÃ- la literatura es la mejor
lÃ-mitede lo que uno sabe no debe llevar tampoco a afirmar que manera de educar su imaginación es tambiémuchas veces un
uno no sabe nada. El famoso dicho socrátic "sól sà que no sà buen modo de aprender a escribir de la mano de los autores
nada" prosigue con la afirmació de que al saber esto aventajo a clásico y de los grandes escritores y resulta siempre una fuente
la mayor parte de los seres humanos que ni siquiera esto saben. riquÃ-sim de sugerencias. AsÃcomo la tarea escritora, con sus
Un peligro que afecta en particular a personas inteligentes es que penas y sus gozos, suele ser comparada a los dolores y alegrÃ-a
suelen dar mucho má peso a lo que desconocen que a lo que ya del parto, la lectura es siempre lactancia filosóficaQuien no ha
saben. Se trata de una actitud que mueve al estudio, pero que descubierto el placer de la lectura en su infancia o en la primera
podrÃ-resultar esterilizante si impidiera valorar con ponderació juventud no puede dedicarse a la filosofÃ-ao en todo caso tiene
y realismo lo que ya se ha adquirido, a veces con mucho que empezar por ahÃ-leyendo, leyendo mucho y por placer. No
esfuerzo. No es infrecuente, por ejemplo, que la perspectiva
profesional que verdaderamente atraiga a algunos de los mejores
92. Gopegui, "El otro lado de este mundo", 2.
importa que lo que leamos no sean las cumbres de la literatura por muy prolongada que éstsea. Por eso recomiendo siempre
universal, basta con que atraiga nuestra imaginació y disfru- dejar la lectura de un libro que a la págin treinta no nos haya
temos leyendo. Para llegar a disfrutar con los clásico se cautivado. Hay autores que resultan verdaderamente insoporta-
requiere mucho entrenamiento, mucha lectura previa, como pasa bles por famosos o "importantes" que sean. La causa de que nos
con la músic clásicapor no decir con las ópera de Wagner o la aburran puede ser quizà nuestra falta de preparación pero en
músic dodecafónica Todos los grandes filósofo contempo- todo caso es seña de que no debemos seguir con élCon
ráneo se han educado leyendo a Julio Verne, Emilio Salgari, seguridad todos los lectores de este libro han leÃ-d El Quijote
Karl May, Rudyard Kipling o Robert Stevenson. Wittgenstein con agrado, entero o en parte, sin embargo seguramente ninguno
disfrutaba realmente con la lectura de las historias americanas de serÃ- capaz de leer con gusto La Galatea que, al parecer, el
detectives que le suministraba periódicament su alumno propio Cervantes consideraba de mayor calidad literaria.
Norman Malcolm. ¿Qu libros leer? Aquellos que nos apetezcan por la razó
"Leer no es, como pudiera pensarse, una conducta privada, que sea. Un buen motivo para leer un libro concreto es que le
sino una transacció social si -y se trata de un SI en haya gustado a alguien a quien apreciemos y nos lo haya
mayúsculas la literatura es buena"93. Si el libro es bueno, - recomendado. Otra buena razó es la de haber leÃ-d antes con
prosigue Walker Percy- aunque se està leyendo sól para uno, gusto algú otro libro del mismo autor y haber percibido esa
lo que ahÃocurre es un tipo muy especial de comunicació entre sintonÃ-aConforme se leen má libros de un autor, de una époc
el lector y el escritor: esa comunicació nos descubre que lo má o de una materia determinada, se gana una mayor familiaridad
Ã-ntime inefable de nosotros mismos es parte de la experiencia con ese entorno que permite incluso disfrutar más hasta que
humana universal. Como explica en Tierras de penumbra el llega un momento que sustituimos ese foco de interépor otro
estudiante pobre, descubierto robando un libro en Blackwell's, totalmente nuevo. Aunque no conviene prestar excesiva atenció
"leemos para comprobar que no estamos solos". Hace falta una a las novedades anunciadas en librerÃ-ay periódico mientras no
peculiar sintonÃ-entre autor y lector, pues un libro es siempre se hayan leÃ-dbuena parte de los libros que han leÃ-dlos autores
"un puente entre el alma de un escritor y la sensibilidad de un de esas novedades, es muy úti leer semanalmente un suple-
le~tor"9~.Por eso no tiene ningú sentido torturarse leyendo mento de algú periódic nacional o internacional dedicado a la
libros que no atraigan nuestra atención ni obligarse a terminar crÃ-ticde libros.
un libro por el simple motivo de que lo hemos comenzado. ¿E quà orden leer? Sin ningú orden. Basta con tener los
Resulta contraproducente. Hay millares de libros buenÃ-simo libros apilados en un montó o en una lista para irlos leyendo
que no tendremos tiempo de llegar a leer en toda nuestra vida uno detrá de otro, de forma que no leamos má de dos o tres
libros a la vez. Està bien el tener un plan de lecturas, pero sin
93. Percy, Signposts in a Strange Land, 358. obsesionarse, porque se trata de leer sin má lo que a uno le
94. Amorós "Leer humaniza", 30.
80 El taller de la filosofÃ-

guste y porque le guste. Al final eso deja un poso, aunque escrito en castellano, sino en alguna lengua menos transparente
parezca que uno no se acuerda de nada. Yo suelo dar prioridad a para el lector. En ambas circunstancias se hace má difÃ-cila
los libros má cortos, eso favorece ademá la impresió subje- peculiar comunicació que es la lectura, pero vale la pena seguir.
tiva de que uno va progresando en sus lecturas. Otras personas El primer caso se parece a una conversació con un experto en la
gustan de alternar un libro largo con uno corto. Depende tam- que el sentido de algunas o muchas de sus palabras no llegamos
biédel tiempo de que uno disponga, pero hay que ir siempre a a dominar; el segundo, a la conversació con una persona que
todas partes con el libro que estemos leyendo para asÃaprove- nos interesa pero en una lengua a la que quizà no estamos
char las esperas y los tiempos muertos. acostumbrados. En ambos casos conviene sopesar el esfuerzo
¿Có leer? Yo recomiendo siempre leer con un lápi en la que supone esa comunicació y cerciorarse de que no elimina el
mano, o en el bolsillo, para hacer una pequeñraya al margen de placer de la lectura. A los escritores oscuros -que no se entien-
aquel pasaje o aquella expresió con la que hemos "engan- den sin un esfuerzo penoso o incluso ni siquiera con él puede
chado" y nos gustarÃ- anotar o fotocopiar, y tambié llevar el lector "castigarles" saltándos las página y leyendo sól
dentro del libro una octavilla que nos sirva de punto y en la que -por ejemplo, mediante el rastreo del Ã-ndic de nombres-
vayamos anotando los número de esas página que hemos aquellos pasajes en los que traten de autores o temas má fami-
señaladoalguna palabra que queramos buscar en el diccionario, liares al lector o los capÃ-tulo cuyos tÃ-tulo parezcan má
o aquella reflexió o idea que nos ha sugerido la lectura. Al atractivos.
terminar el libro, antes de devolverlo a la biblioteca o a su sitio, Hay bastantes libros sobre cóm leer, la mayor parte de
habrà que revisar esos pasajes, fotocopiar aquellas página o ellos bastante aburridos. Porque no son aburridos, sino suges-
referencias que nos parezcan interesantes o buscar aquella pala- tivos y ademá breves, recomiendo Como una novela de Daniel
bra en el diccionario, y -si no es nuestro el libro- borrar con Pennac y De la lectura de Rafael Tomá Caldera.
cuidado las señaleque hicimos. En todo caso, esta lectura, a
diferencia de la que hagamos en nuestra mesa habitual de
estudio, tiene que ser ligera, sin mucha impedimenta ni mucho
trabajo, pues de otro modo desaparecerÃ-buena parte del placer.
Por supuesto, hacer resúmene de los libros que se leen o tomar
muchas fichas es en la mayor parte de los casos perder el
tiempo.
Un caso algo distinto es cuando lo poco que uno entiende de
un texto le entusiasma y quiere seguir leyéndol aunque le
suponga un esfuerzo agotador. Otro cuando el libro no estÃ
2. Aprender a escribir

Como la búsqued de la verdad es esencialmente co-


municativa, la escritura es la expresió má genuina de la vida
intelectual. Para quien se dedica a la filosofÃ- "vivir es
escribir"95. Para todos aprender a escribir es aprender a pensar y
aprender a articular pensamiento y vida. Sin duda, este proceso
de aprendizaje a travéde la escritura ocupa toda la vida, pero
quizÃpueden distinguirse en éetapas o actividades diversas que
faciliten tanto su exposició como su aprendizaje. En este
segundo capÃ-tul se describen con algú detalle las posibles
pautas para dar los primeros pasos en ese camino, las primeras
puntadas en el bordado, por medio de la escritura de nuestra vida
ordinaria (secciones 2.1 y 2.2); seguidamente se abordan tres
coordenadas que confieren una mayor hondura vital a esta acti-
vidad: escribir la verdad (secció 2.3), afá de claridad (secció

95. Schlegel, Poes'a y filosof'a, 70.


2.4) y escribir despacio (secció 2.5); finalmente el capÃ-tul se dolas alfabéticamentpor temas. Cuando se tienen má de un
cierra con una secció má general sobre el arte de escribir, en el centenar de fichas el conjunto comienza a ser menos manejable.
que se hace 'ademáuna menció particular a la traducción Por esta razón siempre me ha resultado má úti emplear una
carpeta de anillas tamañ octavilla, que llevo siempre conmigo,
en la que compilo en sentido vertical las fichas en torno a los
diversos temas que en cada temporada me interesan de un modo
2.1. Comenzar a escribir má vivo, mientras conservo en un fichero las antiguas o las que
de hecho ahora no me atraen. En una ficha sobre un tema (por
La primera etapa para aprender a escribir -que dura toda la ejemplo, el silencio o la sonrisa) pueden anotarse uno detrá de
vida, aunque evoluciona en sus temas y en intensidad- consiste otro textos muy diversos relacionados con esa cuestión desde
básicament en coleccionar aquellos textos breves que al leerlos definiciones de diccionario o dichos solemnes de filósofo hasta
-por primera o por duodécimvez- nos han dado la punzante una breve reflexió personal. Cuando la octavilla se llena por las
impresió de que estaban escritos para uno. A veces se trata de dos caras se abre otra con el mismo tÃ-tulo
una frase suelta de una conversació o de una clase, o incluso un Me parece importante huir del academicismo, huir de los
anuncio publicitario o cosa parecida; otras veces se trata de temas "importantes" académicamenty centrarse en los temas
fragmentos literarios o filosófico que nos han cautivado porque que realmente a cada uno má le importen: las relaciones afec-
nos parecÃ-a verdaderos sobre nosotros mismos. Lo decisivo no tivas, el estilo de vida, el desarrollo de las propias cualidades, las
es que sean textos considerados "importantes", sino que nos discusiones a nuestro alrededor, los conflictos en los que nos
hayan llegado al fondo del corazón Despuéhay que leerlos vemos involucrados, las aficiones; en resumen, todos aquellos
muchas veces. Con su repetida lectura esos textos se ensanchan, temas que nos afectan y que queremos comprender con má
y nuestra comprensió y nosotros mismos crecemos con ello. El claridad. En defensa de esta práctic puede recordarse que
mÃ-stic castellano San Juan de la Cruz reunÃ- sus considera- Tomá de Aquino y los pensadores medievales -advierte
ciones en forma de colecciones de dichos o puntos y las entre- Umberto Eco- sabÃ-a bien que el fuste de una filosofÃ-no se
gaba luego por escrito a quienes le pedÃ-a consejo. Al lado de mide tanto por las lecciones que el filósof dicta ex cathedru,
algú dicho anotaba: "Léalmuchas veces". como por su capacidad de dar respuesta a las quuestiones
Lo má práctic es anotar esos textos a mano, sin preocu- quodlibetales, a las preguntas o cuestiones incidentales96. Un
pació excesiva por su literalidad, pero sÃindicando la fuente sistema filosófic en su centro siempre es bastante sólid y estÃ
para poder encontrar en el futuro el texto original si lo nece- suficientemente definido; sól cuando responde a las cuestiones
sitamos. Al principio, para guardar esos textos van bien las
fichas -o las octavillas blancas que abultan menos- ordenán
96. Cf. Eco et al, "Latratus canis or: The Dog's Barking", 63.
periféricaes cuando muestra su flexibilidad y su efectiva serà muchas veces simplemente poner en orden aquellos textos,
capacidad explicatoria. pasar a limpio -y, si fuera posible, hermosamente- la refle-
xió madurada durante mucho tiempo. "Cada madrugada
Tambiépuede ser úti abrir una págin de curiosidades, -sobre las dos, sobre las tres- escribo unas cuartillas y las voy
cosas o dichos que han llamado nuestra atención palabras suel- metiendo luego en un cartapacio"99. Cada uno tendrà sus horas
tas que queremos estudiar má despacio, metáfora o imágene para meditar y para escribir, pero asÃse van tejiendo los textos, a
que nos han gustado. Los escritores somos coleccionistas de partir de los escritos de otros, de los escritos de uno y, sobre
palabras. "Una palabra viene a ser como un agujero: se entra por todo, de la reflexió de la propia vida.
la palabra y si se quiere no se sale y desde dentro se ve lo que
hay afuera, como desde dentro de un agujero, como si fuera un Con alguna frecuencia quienes han estudiado a Peirce o a
catalejo y lo que se ve fuera un paisaje perfectamente circular. Wittgenstein quedan sorprendidos por la tesis que ambos
Cada palabra està llena de palabras, al mismo tiempo que vacÃ- comparten de que los seres humanos no poseemos una facultad
para poder entrar má fácilmenteDe las palabras es de lo que de introspección no tenemos una mirada interior que nos otor-
má me fÃ-o-concluye el protagonista de Pombo- porque son gue un acceso privilegiado a lo que nos pasa. Aunque a primera
cuevas con pasadizos que las comunican casi a todas"97. Unas vista esto pueda parecer extrañotodos tenemos experiencia de
palabras llaman a otras: "Decir el tigre es decir los tigres que lo que l'iuy a menudo aprendemos sobre nosotros mismos escu-
engendraron, los ciervos y tortugas que devoró el pasto de que chando a los demása lo que ellos dicen de nosotros o incluso de
se alimentaron los ciervos, la tierra que fue madre del pasto, el sÃmismos. Los seres humanos, cuando tratamos de mirar dentro
cielo que dio luz a la tierra"98. Unas palabras llevan a otras LI de nosotros mismos a solas, nos vemos siempre como algo irre-
travéde los pasadizos que excavaron los poetas. mediablemente misterioso y opaco, en conflicto cada uno con-
sigo mismo, en tensió permanente ante deseos opuestos y obje-
Esas colecciones de textos en torno a los temas que nos tivos contradictorios. Una manera de crecer en esa comprensió
interesan, leÃ-da y releÃ-da una y otra vez, pensadas muchas personal se encuentra en el esfuerzo por expresar por escrito esas
veces, permiten que cuando uno quiera ponerse a escribir el contradicciones, experiencias, estados de ánim y afectos. Por
punto de partida no sea una estremecedora págin en blanco. eso una tarea de singular importancia en la vida intelectual es la
sino todo ese conjunto abigarrado de anotaciones, considerado articulació narrativa de la propia biografÃ-a tanto de la vida
nes personales, imágene y metáforasLa escritura no partirà (.le pasada como de la proyecci6n imaginaria en el futuro de las má
la nada, sino que serÃla continuació natural, la expansió crea Ã-ntimaaspiraciones vitales. Esta es la manera en que se abre la
tiva de las anotaciones y reflexiones precedentes. La escritui.~ vÃ-para llegar a ser el autor efectivo de la propia vida.

97. Pombo, Aparicibn del. eternofemenino, 98,


99. AzorÃ-nEjercicios de ciistellano, 57.
98. Borges, "La escritura del dios", 120.
88 El taller de la filosofÃ-

El "ábret sésamode la escritura se encuentra muy pro- sueñoslos anhelos máprofundos: ¿qume gustarÃ-hacer a los
bablemente en la imaginació (en su exploració y en su cuarenta años?¿qume veo siendo o haciendo a esa edad? Este
explotación)de forma que se vuelque en la escritura literaria o es un campo magnÃ-ficpara comenzar a escribir, para descubrir
en el desarrollo efectivo de la capacidad de compartir ese el valor de la escritura como articulació creativa de sentir y
manojo de ideas, afectos y sentimientos que cada uno es. De un pensar. Ademá proporciona pistas bastante fiables para acertar
lado, está las imágene pasadas que constituyen nuestra en la orientació profesional. Frente a quienes dicen que el
memoria biográficaRecuérdesel maravilloso consejo de Rilke futuro està en las manos, suelo pensar que el futuro està sobre
al joven poeta: "... sálves de los temas generales y vuélvasa todo en el corazó o en la imaginaciónque se presenta bajo dos
los que le ofrece su propia vida cotidiana; describa sus melan- formas: pre-sentimientos y pre-visiones, corazonadas e ilusio-
colÃ-ay deseos, los pensamientos fugaces y la fe en alguna nes. Pero luego pienso que sÃ-que el futuro està en nuestras
belleza; descrÃ-bal todo con sinceridad interior, tranquila, manos (en lo que escribimos) si el corazó y el trabajo por
humilde, y use, para expresarlo, las cosas de su ambiente, las expresarse les dan vida para describir bellamente todo aquello
imágenede sus sueñoy los objetos de su recuerdo. Si su vida que somos capaces de imaginar.
cotidiana le parece pobre no se queje de ella (...) Y aunque En una de las paredes del centro de investigació norteame-
estuviera usted en una cárcecuyas paredes no dejaran llegar a ricano en el que escribo estas página hay un poster presentado a
los sentidos ninguno de los rumores del mundo, ¿n seguirÃ- un congreso que se titula (en inglésclaro está) "¿CuÃes la
teniendo siempre su infancia, esa riqueza preciosa, regia, el naturaleza de las imágeneespaciales creadas por las palabras?'.
tesoro de los recuerdos? Vuelva ahÃsu atenciÓn"l00 Mediante la Muchas palabras fijan un marco espacial capaz de encorsetar la
escritura puede ganarse ademáel control expresivo de zonas de expresió y la comunicacióno por el contrario de potenciarlas.
la memoria o de los afectos que a veces no se sabe cóm Una parte importante del trabajo de quien comienza a escribir
compartir porque no se ha trabajado lo suficiente sobre su forma consiste en descubrir o forjar metáfora creativas, enriquece-
adecuada de expresiónLos seres humanos necesitamos contar doras, que ayuden a comunicar mejor lo que uno quiere decir.
nuestra vida a los demáspero como muchas veces no sabemos Un ejemplo de esto es la propia metáfor del taller y del telar
contarla, aprendemos a hacerlo escribiéndola AsÃse enriquece para describir la actividad escritora empleada con cierta profu-
la propia biografÃ- con recursos expresivos que permiten sió en este libro. A otras personas les gusta má la metáfor de
compartirla con otros. la gestació y el parto para describir la escritura: "Se escribe de
En otros casos, má que la propia biografÃ-alo má inte- igual manera que se pare; no te puedes impedir hacer el esfuerzo
resante son quizà las imágene del futuro, los proyectos, los supremo"l01, anota Simone Weil. Para la autora de Puula

100. Ril ke, Cartas a un joven poeta, 25-26. 101. Weil, La gravedad y la 155,
los libros "no nacen en la mente, sino que se gestan en el 2.2. Grafoterapia, diarios y cartas
vientreyO2, por lo que su labor consiste simplemente en dedicar
suficiente tiempo, soledad y disciplina para que el libro se
escriba solo. Como ya se ha dicho má arriba, ayuda bastante a com-
prender un problema, sea de la naturaleza que fuere, intentar
"A todo comienzo le es inherente un encanto que nos describirlo de forma sumaria por escrito. Por de pronto, describir
protege y nos ayuda a vivir"103 hace decir Hermann Hesse a uno por escrito el problema en el que uno estÃmetido alivia mucho
de sus protagonistas. Efectivamente cuando se comienza a la tensió interior. Ademásmuy a menudo, una buena descrip-
escribir, no se sabe dónd se va a terminar. Lo que sÃse sabe es ció del problema suele sugerir las vÃ-ade su posible solución
que la experiencia se ensancha, que se enriquece el vivir. Esto es asÃen muchas área técnicaspero en especial suele ser
Escribimos para nosotros mismos, para cambiar nosotros, pero de extraordinaria eficacia en el riquÃ-sim y complejo mundo de
en seguida descubrimos tambiéque escribimos para los demás las relaciones personales. Ante una situació de incomunicación
para cambiar a quienes nos lean, para transformar el mundo: de incomprensió o de malentendidos en el ámbit profesional,
"Los escritores dicen que escriben para que la gente les quiera familiar o social, la descripció por escrito de ese problema nos
máspara la posteridad, (...) para huir de sus neurosis, etc., etc. ayuda ya a comprenderlo mucho mejor, y sobre todo a entender
Yo escribo por todas estas razones y porque escribiendo puedo el papel de uno mismo en esa situació y el que puede asumir
ser yo misma"104. Lo decisivo es empeñars en aprender a para su posible transformación
escribir y hacerlo todos los dÃ-aso muchos dÃ-asy para ello
Isak Dinesen escribiÃque todas las penas pueden soportarse
identificar nuestros temas, los de cada uno, y nuestro registro, el
si se cuenta una historia acerca de ellas105. QuizÃpor esa razó
tono má o menos académico má o menos personal en el que
sea una escritora tan grande. Pero ademásla escritura es tera-
nos encontremos má a gusto. En la siguiente secció se sugie-
péuticporque nos sirve para domesticar el problema que nos
ren algunas posibilidades para ese comienzo.
tenÃ-atenazados. Escribiéndolya no es el problema el que nos
domina, sino que somos nosotros quienes al plasmarlo sobre el
papel, lo delimitamos y lo hacemos manejable. Hay algo, quizá
inconsciente, que nos sugiere que si puede ser escrito, puede ser
controlado. Y, aunque el problema continú sin solución nos
resulta menos problemátic y por eso nos parece má fáci
comenzar a buscar el modo de resolverlo. "La libertad aparece
-ha escrito Polo explicando la definició hegeliana de
102. Allende, Paula, 3 10. I

103. Hesse, El juego de los abalorios, 425.


104. Cassany, La cocina de la escritura, 36. 105. Cf. Dinesen, Ehrengard, 15.
92 El taller de la filosofÃ-

libertad- en cuanto se conoce la necesidad entera, porque cono- cupa, es la de comenzar como si se tratara de una carta a un
cer la necesidad y estar fuera de ella son lo mismo: el conocer la amigo en la que le contamos el asunto que nos inquieta, o en
necesidad no pertenece, no estÃsometido a la necesidad"106. Los otras ocasiones como si se tratase de un escrito de protesta razo-
psicólogo recomiendan a veces esta técnicempleando para ella nada que elevamos a la autoridad competente. Lo má práctic
la fea palabra de "grafoterapia". Muchos de ellos probablemente es comenzar incluso poniendo, "Querido NN: Te escribo esta
no sepan que la escritura con carácteterapéuticaparece ya en carta para contarte ...". Despuéde anunciar la finalidad de nues-
los autores cristianos del siglo IV, concretamente en la Vita tro escrito habrà que describir con cierto orden y concisamente
Antonii de San Atanasio y en Doroteo de Gaza107. la cuestió de que se trate. Muchas veces el orden mejor es
Entre los manuscritos de Peirce, en la carpeta en la que se simplemente el cronológicoaquel en el que han acontecido las
guardan las notas de prensa a raÃ- de su muerte, junto con las cosas que narramos. En todo caso, conviene explicitar con clari-
facturas de los servicios fúnebrey demásse conserva una emo- dad y sencillez las razones que avalan la propia posición al
cionante descripció de sus última horas de vida escritas por su mismo tiempo que se intenta dar cuenta de las razones que
esposa Juliette: "En una de nuestras última conversaciones, al esgrimen en su favor quienes defienden posiciones distintas a la
negarme a darle má papel para escribir, le explicaba que si nuestra y de por quÃestas última nos parecen insuficientes.
hacÃ-mucho esfuerzo mental no podrÃ-recuperarse fÃ-sicamente Muchas veces no se llegarà luego ni a enviar la carta al
pero cuando ése quejà de que sus dolores eran tan grandes y amigo ni la protesta a la autoridad. Ni falta que hace, pues con
que escribir le aliviarÃ-aentonces ~edÃ-..."1~)8A este testimonio seguridad habrà logrado el efecto buscado principalmente, que
quiero añadiel de una de las mejores escritoras españolade era la mejor comprensió del asunto y el alivio de la preocu-
nuestro siglo: "AprendÃa irme abriendo camino a tientas, a espe- pación En todo caso, si se desea efectivamente enviarla, es
rar sin esperanza, a no exigir a nadie una respuesta, a alimen- prudente esperar por lo menos veinticuatro horas y volver a
tarme únicament de mi hambre de vivir, aunque la sintiera leerla al dÃ-siguiente antes de cursar la carta o la protesta. Un
aletargada. Este ha sido mi norte toda la vida (...) Y desde luego, caso particular de esto es el mundo electrónic de internet,
no hay mejor tabla de salvació que la pluma"109.Como en casi donde no es del todo infrecuente el que un enfado doméstico un
todo lo má difÃ-cisiempre es comenzar. disgusto en el lugar de trabajo o una depresiónse traduzcan en
Una técnicde éxitcomprobado para empezar a escribir un envÃ-desconsiderado y masivo a una lista de usuarios.
sobre un problema que tenemos o una cuestió que nos preo- Para quienes necesitan escribir y no saben quà o no tienen
dóndepuede resultar un buen espacio creativo el llevar algo asÃ
106. Polo, Nominulismo e idealismo, 77. como un diario. La expresió romana Nulla dies sine linea,
107. Cf. Hadot, Philo.sophy a s a Way ofLife, 135. empleada en su ex libris por Viollet-le-Duc como invitació a
108. Houghton Library, R 1644.
dibujar cada dÃ-apuede animar tambiéa quienes aspiren a
109. MartÃ- Gaite, Nubosidad variable, 2 10.
94 El taller de la filosofÃ-

desarrollar sus hábitoliterarios. Se trata de un géneren desuso como si estuvieran pendientes de uno media docena de jueces
y quizÃpoco cultivado en EspañaPara quien desea dedicarse a estricto^"^^^. Ya Sénecen el siglo 1 recomendaba ese estilo de
la filosofÃ-resulta de muy escaso interéel registro pormeno- vida: "Considératfeliz cuando puedas vivir a la vista de
rizado de los incidentes cotidianos de su vida, pero en cambio sà todos"lll. Para quien esa imagen de los jueces pudiera resultar
que puede facilitar mucho su creatividad personal el tener una una intromisió perturbadora, puede ser má amable -e incluso
libreta de espiral o similar en la que uno vaya anotando sus má exigente- acudir a la imagen de alguien que nos quiera y
reflexiones u ocurrencias casuales, una detrá de otra, sin má tome nuestro diario con ánim de comprendernos. Lo importante
tÃ-tulquizÃque la fecha del dÃ-en que las escribe. Un diario asà al escribir nuestras anotaciones personales es la pretensió
no ha de tener un carácteconfesional e Ã-ntimosino sobre todo comunicativa: se trata de describir lo que hacemos o sentimos,
pretensió literaria. Su redacció ha de estar movida por un no de buscar justificaciones o explicaciones. Para Wittgenstein,
esfuerzo creativo y comunicativo que permitiera, si llegara el el propósit fundamental de llevar un diario asÃera "alcanzar
caso, su lectura por otros. Se trata má bien -ha escrito Jiméne una auténticcomprensió de su vida tal y como realmente era:
Lozano- de "un espigue0 de notas que voy tomando sobre un ajustar cuentas consigo rnismo"112. "La escritura -explica
cuadro o un paisaje que me emociona y no sobre mi vida (...). Hadot- hace cambiar de nivel al yo, lo universaliza. (...) El que
No me interesa mirar por la cerradura de los que sól relatan sus escribe se siente de alguna manera mirado, ya no estÃsolo, sino
fisiologÃ-asMe atrae má la vida clandestina del alma". Muchas que forma parte de la comunidad humana silenciosamente
veces lo que anotaremos serÃnuestra reflexió ante una noticia, presente"I 13.
una consideració a propósit de una lectura, una pelÃ-culo una Conviene aprovechar las ocasiones que brinda la vida de
impresió recibida. Se trata de algo parecido a las glosas de relació social para aficionarse a escribir cartas. A mucha gente
Eugenio d'ors, o a la colaboració breve que algunos intelec- le resulta una tarea odiosa. A mÃme encanta recibir cartas, no
tuales mantienen regularmente en la prensa, pero con mucha má sól por la atenció o afecto que significa el que a uno le
libertad tanto en la extensió y en la forma, como en su perio- escriban, sino sobre todo porque disfruto luego contestándolas
dicidad. QuizÃel mejor ejemplo contemporáne sean los diarios Los escritores, que de ordinario vamos mendigando lectores,
de AndréTrapiello: "Lo difÃ-cies escribir un diario que sirva tenemos en el génerepistolar un 'campo privilegiado para
para dentro y para afuera al mismo tiempo. Es decir, lo difÃ-cies nuestro trabajo. Cada carta que uno escribe es una estupenda
llevar una vida, de pensamiento y de obra, en la que pudiera
entrar cualquiera a cualquier hora del dÃ-acomo en aquellas
casas de pueblo de nuestra infancia. Una vida en la que uno se
110. Trapiello, Locuras sin fundamento, 146.
condujera en públic como si fuera en privado y en privado
111. Séneca EpÃ-stolaa Lucilio, 43.3, 37.
112. McGuinness, Wittgenstein, 91.
113. Hadot"Reflexiones sobre la noció de 'cultivo de sÃmismo'" 223.
96 El taller de la filosofÃ-

ocasió de disfrutar tratando de producir un texto en el que se afecto es la forma humana má comú de agradecer el estÃ-mul
articulen, si fuera posible hermosamente, experiencias y razones. y la ayuda que uno recibe de sus interlocutores. Esta dimensió
La comunicació epistolar es una mezcla singular de la efusiva de la correspondencia, que torna tan gozosa esta forma
narració de la propia experiencia -que mediante un denodado de comunicación se advierte todavÃ- mejor en lo que muy
esfuerzo por alcanzar transparencia en la expresió se desea bellamente me escribÃ-una doctoranda: "La capacidad de expre-
compartir- y de la sugerencia de interpretaciones mediante sar la propia interioridad es algo maravilloso y tal vez por eso
nuestro artificio. Una ventaja de las cartas frente a otros género disfrute tanto escribiendo cartas. Muchas veces he sentido que
literarios es que su redacció ha de estar presidida por una cogÃ-un trozo de mi alma y lo ponÃ-en un papel. Y eso me ha
finalidad comunicativa: lo má importante es que quien reciba dado mucha satisfacciónno sól porque sentÃ-que los lazos con
nuestra carta entienda con claridad lo que le queremos decir. En la otra persona se estrechaban, que crecÃ-nuestro afecto, que con
mi caso tuvo una influencia decisiva el ejemplo y aliento de mi eso podÃ- ayudarle, consolarle o simplemente acompañarlun
padre con el que todos los domingos del añ -durante los rato, sino tambiéporque se experimenta un cierto placer al ser
último veintitrés nos hemos escrito el uno al otro una carta capaz de comunicar, de poner en forma de palabras lo que
de un folio por las dos caras. Copio de una de las primeras cartas llevamos dentro". Como escribiÃSalinas, quien "acaba una carta
que me escribióal poco de cumplir yo trece años"Dices que es sabe de sÃun poco má de lo que sabÃ-antes; sabe lo que quiere
muy aburrido escribir, pues, no sé depende de cóm te lo tomes. comunicar al otro ser"' 14.
Si dispones del tiempo y la calma suficientes encuentro que es ¿QuiÃno ha deseado ser el autor de las Cartas a un joven
muy bonito, porque piensas en la persona que escribes, tienes poeta? Se trata de las diez cartas que el poeta Rainer MarÃ-Rilke
una ocasió de demostrarle el afecto y cariñoy puedes decir con escribe entre 1903 y 1908 al joven Franz Kappus que anhela ser
las palabras justas y adecuadas aquello que de palabra o perso- escritor. QuizÃninguno de los lectores de este volumen llegue a
nalmente te serÃ- má dificultoso por tenerlo que improvisar. ser un Rilke, pero sÃque puede encontrar en cada carta que
Claro està que todo es segú el temperamento de cada uno". escriba una obra acabada, una pequeñ obra con principio y
Huelga cualquier comentario, pero quizáel hecho de que la cita final, que, sellada y enviada a su destinatario, tenga vida y
sea de mi padre ilustra bien la singular eficacia de la correspon- consistencia propias. Me estremecÃhace poco al ver el anuncio
dencia para la difÃ-ci -pero anhelada por ambas partes- de una conferencia de un novelista bajo el tÃ-tul "Escribir para
comunicació intergeneracional. que nos quieran". En esas palabras me parecià descubrir una de
Como de ordinario quienes me escriben pidiendo consejo, las razones clave por la que los seres humanos escribimos:
ayuda u orientació son estudiantes de doctorado o profesores escribimos para que nos quieran. Esto vale para las novelas, las
muy jóvenes mi correspondencia adopta con alguna frecuencia
un cierto tono inevitablemente paternalista. La expresió del
114. Salinas, Ensayos completos, 11, 233.
98 El taller de la filosofÃ-

poesÃ-asincluso las tesis y los trabajos académicos pero para Pedro Salinas escribiÃen El defensor unos comentarios muy
quienes nos sentimos necesitados de dar y recibir afecto, vale hermosos acerca de la correspondencia, en particular acerca de
sobre todo para nuestras cartas. En la lucha Ã-ntim contra la la curació de las llagas interiores y las personales angustias a
soledad, la correspondencia habitual con personas a las que travéde la escritura de cartas. Si en algú caso la espera ansiosa
apreciamos resulta un medio formidable para el ensanchamiento del correo llegara a constituir una dependencia perturbadora, lo
personal. La naturaleza afectuosa de esta correspondencia puede má práctic serÃ-reconocerlo asÃy quizÃdilatar o interrumpir
llegar a alcanzar una insospechada profundidad, pues quizà su temporalmente esa comunicació por escrito. Tampoco està de
distensió en el tiempo y su natural lentitud eliminan las fuentes má recordar aquello de Pascal en sus Cartas Provinciales: "Te
de conflicto que a veces tanto dificultan el trato cara a cara. escribo una carta larga porque no tengo tiempo de escribir una
Como la correspondencia crea un espacio de confianza carta ~ o r t a " ~ Para
~ 5 . escribir una carta breve, hace falta muchas
parecido al de una conversaciónsiempre se habÃ-defendido el veces pensar má que para escribir una carta larga. Por mi parte,
escribir las cartas a pluma como modo de expresar mejor la hace tiempo que me puse como norma práctic no pasar nunca
propia personalidad. Sin embargo, siempre que sea posible me de dos caras de folio, sea a mano, sea en ordenador. Lo que sÃes
parece mejor escribir las cartas en el ordenador, pues eso preciso es dedicar tiempo para atender la correspondencia y
-aunque lleve mucho mátiempo- hace má creativa la tarea. preverlo asÃen el modo de organizar el trabajo. Desde hace año
Muchos escritores han descubierto que el ordenador, al requerir dedico una buena parte de los domingos Ñcuatr o cinco
má atencióntransparenta mejor que la pluma lo que se lleva en horas- a escribir cartas. Disfruto mucho con ello y a veces se
el corazón Su únic inconveniente es quizà la indeseable consigue tambiéayudar a otros.
apariencia burocrátic que pueden adoptar nuestras cartas, pero Ademá de lo que escribamos por gusto, para nosotros o
cuando hay "buenas vibraciones" ese riesgo desaparece casi por para otros, -reflexiones, diarios, cartas- las circunstancias
completo. Tiene tambiéla ventaja de que al escribir con el profesionales o sociales nos obligará con frecuencia a escribir
ordenador todo se puede corregir, revisar, matizar mejor, incluso "de encargo", por obligación Desde la biografÃ- breve que se
má que en una conversació personal. Nunca el texto de una pide en una solicitud, hasta el resumen de un proyecto, pasando
carta resulta tan definitivo y frÃ-como un acta notarial. Siempre por una reclamaciónuna carta comercial, o cualquier otra cola-
puede encontrarse una redacció amable y razonada incluso para boració escrita que alguien requiera de nosotros. Cuidar esos
una respuesta negativa. En ese caso ha de procurarse especial- encargos es tratar de convertir cada uno de ellos en una pequeñ
mente que la expresió no resulte hiriente, de forma que el desti- obra de arte, al menos en una obra del mejor arte del que cada
natario pueda al menos sentirse agradecido al autor de la carta
por haberse tomado la molestia de explicar del mejor modo
posible las razones de su negativa.
115. Pascal, Cartas provinciales, XVI.
100 El taller de la filosofÃ-

uno de nosotros sea capaz dentro del tiempo disponible en cada toda la verdad, porque éstresulte hiriente, porque no puedan
caso. entendernos o no quieran escucharnos, o simplemente porque no
estépreparados, si no dañ a nadie es mejor optar discreta-
mente por el silencio. Quienes nos dedicamos a la filosofÃ-
sabemos bien que Ñcontr el refrá popular- quien calla nunca
2.3. Decir la verdad: transparencia e intimidad otorga y -con Peirce- que "la esencia de la verdad se encuen-
tra en su resistencia a ser ignorada"li7. El que guarda silencio
simplemente espera el tiempo oportuno.
Quienes nos dedicamos a la filosofÃ-estamos enamorados
de la verdad, estamos comprometidos en la búsqued de las La segunda norma práctic para decir siempre la verdad es
verdades realmente decisivas. Al empeñamoen decir la verdad la de reconocer lealmente lo que uno desconoce. Ni los filósofo
articulamos en nuestro vivir el pensamiento y el mundo. Por eso en su conjunto, ni por supuesto cada uno de nosotros, lo sabe-
la norma primera para quien se dedica a la filosofÃ-es la de decir mos todo. Sabemos que al no saber casi nada, sabemos quizÃ
siempre la verdad, sabiendo que ese principio no equivale a má que muchos otros conciudadanos nuestros que se consi-
decir toda la verdad o todas las verdades en todo momento -lo deran sabios. Esta doctrina socrátic de la ignorancia tiene gran
que serÃ-agotador-, ni tampoco equivale a tener que decÃ-rsel importancia práctic y teóricaSe trata -escribià Popper- de
constantemente a todo el mundo -lo que resultarÃ- inso- "una verdadera revolució del concepto de conocimiento: el
portable-, pero sÃque se identifica con una honda aspiració a conocimiento de las ciencias naturales es conocimiento por
que la veracidad y la transparencia presidan siempre todas conjetura. (...) Asà pues Sócrate tiene razón (...) pero el
nuestras relaciones y la organizació misma de la sociedad. Una conocimiento es labor de conjetura disciplinada por la crÃ-tic
manera má clara y pragmátic de este principio se encuentra racional. Esto convierte en un deber la lucha contra el
quizá en su formulació negativa: nunca podemos mentir, pensamiento dogmático Tambié convierte en deber una
nunca podemos hacer promesas que sepamos que no vamos a modestia intelectual máxima Y sobre todo, convierte en un
cumplir, nunca podemos sembrar intencionadamente interpreta- deber el cultivo de un lenguaje sencillo y no pretencioso: el
ciones erróneasCon la mentira no se puede vivir. Los filósofo deber de todo i n t e l e ~ t u a l " ~El~ ~filósof
. sabe que no lo sabe
no podemos permitirnos ni siquiera las llamadas "mentiras todo, má aun que muchas veces no sabe casi nada de aquel
piadosas"116, como las de quienes, movidos por un malen- problema concreto, y asÃhabrà de reconocerlo paladinamente.
tendido afecto, engaña positivamente a un enfermo sobre la En algunos casos su ignorancia personal estarÃcompensada por
gravedad de su dolencia. Cuando no pueda decirse la verdad o su conocimiento acerca de quiépuede conocer a fondo la

1 17. Peirce, Collected Papera, 2.139.


116. Bok, Lying, 57-72. 1 18. Popper, En busca de un mundo mejor, 64-65.
Aprender a escribir

cuestió concreta planteada o en quÃlibro pueda encontrarse la Comprendo esa posició y las muchas razones práctica que la
solución Con esa actitud reflejarà ademá la dimensió esen- avalan, pero para quien se dedica a la filosofÃ-el ideal de la
cialmente comunitaria del conocimiento humano representada transparencia resulta mucho má enriquecedor. Sin duda serÃ-
con alguna frecuencia mediante la imagen del árbo de las preciso aclarar a quÃse llama empobrecimiento y a quÃenrique-
ciencias. A este respecto me gusta a mÃrecordar el dicho senten- cimiento, a quÃexhibició y a quà inhibiciónLo que sÃparece
cioso y profundo que el poeta Salinas pone en boca del claro es que la invitació a la transparencia personal, a vivir
campesino español"Todo lo sabemos entre todos"119. como en una casa de cristal, aunque resulte del todo opuesta a la
Por ejemplo, un buen profesor no es un sabelotodo, sino que cultura angloamericana dominante, enraizada en el culto al
es aquel que reconoce abiertamente que no sabe algo cuando ese individuo y a la privacy, forma parte esencial de la forma de
es el caso. Improvisar una mala respuesta serÃ-un flaco servicio vida de quienes se dedican a buscar la verdad y a enseñarla
al interlocutor, a uno mismo y a la profesión El profesor Como ha escrito Caldera, la búsqued de la verdad "exige del
honrado es el que lealmente dice "No lo sépero esa pregunta sujeto una enorme entrega: ha de disponer su intimidad para que
me interesa", y luego estudia el asunto e intenta aclarar la la verdad pueda manifestarse en ella"120.
cuestió del interlocutor lo mejor que pueda. Tambiélo es el Hay quienes consideran que la transparencia es un ideal
que, aun cuando sepa cóm responder, no piensa que su ilustrado que no pertenece a la tradició clásicaSin embargo,
respuesta es la únic posible, ni la únic manera de ver las cosas defender la transparencia como norma de vida no quiere decir
o necesariamente la mejor. Es la que le resulta má convincente que la propia conducta haya de convertirse en ley universal,
a la vista de los datos disponibles y los razonamientos aportados, avasallando pretenciosamente o minusvalorando otros estilos de
pero sabe que, como todas las verdades humanas, la suya es vida. Lo que sÃimplica es un rechazo radical de un doble códig
tambiéuna verdad parcial, y por tanto, siempre corregible y de conducta personal, uno para cuando a uno le ven y otro para
mejorable. cuando a uno no le ven, o lo que viene a ser casi lo mismo, que
La pretensió de que no sól la veracidad, sino incluso la se sostenga una moral públic escindida por completo de la
transparencia, presidan siempre las relaciones humanas y la moral privada. Algunas personas todavÃ-creen que son compa-
organizació de la sociedad es vista con recelo por muchas tibles la moralidad públic con la inmoralidad privada. Es un
personas, quizà la mayorÃ-ay suelen descalificarla como algo error de análisispues no hay inmoralidades realmente privadas.
empobrecedor o, en todo caso, como un ideal adecuado para la El comportamiento de una persona influye -y mucho- en el
' Madre Teresa de Calcuta, pero no para quienes vivimos en una comportamiento de quienes está a su alrededor en su ámbit
sociedad tan compleja como la nuestra a fines del siglo XX. familiar, profesional y social. La conducta humana por ser

1 19. Salinas, Ensayos completos, 11, 169. 120. Caldera, El oficio de sabio, 14.
El taller de la filoso

humana siempre es social: no somos náufrago en una isla nes conmigo van (o con quienes voy, sean colegas, colabora-
desierta y mucho menos lo somos quienes nos dedicamos a la dores o amigos), no quiero tener ningú secreto, ni nada que no
educació universitaria. Si el filósof procura ser transparente, pueda compartir.
su conducta ayudarÃpositivamente a los demásPor supuesto, la La verdad, la transparencia, la articulació de reflexió y
transparencia le harà mucho má vulnerable que si buscara su vida, de racionalidad y de cordialidad, tienen como fruto natural
interéo medro personal, pero a cambio le confiere quizà el crear paz en vez de desavenencia, amabilidad en lugar de
tambiémá capacidad para comunicarse con los demás irritación Ese es el poder persuasivo de la verdad que suscita
Si se defiende el carácte unitario de la vida humana y se adhesiones e inspira confianza. Con la transparencia la palabra
acepta que la relació entre la vida y el pensamiento de quien se gana autoridad y la discusió racional se torna diálog amistoso
dedica a la filosofÃ-no es accidental, no deberÃ- presentar gran y fecundo, trabajo en equipo, no polémicestérini competició
dificultad esta cuestión pero de hecho para algunos a veces humillante. Nada má alejado del amor a la verdad que la
la presenta. La defensa de la transparencia no excluye, por adulació o, en contraste, aquel uso agresivo de la verdad que
supuesto, el reconocimiento de espacios de intimidad personal. refleja el dicho popular "Quien dice las verdades pierde las
Reservar una conducta determinada para el ámbit personal o amistades". En castellano, "decirle a alguien cuatro verdades"
familiar en el que recibe su sentido y razó no impide que, en el tiene siempre un tono penosamente hiriente. Por el contrario, la
caso de que fuera preciso, pudiera ser dada a conocer como verdad tiene -¡deb tener!- buenos modales: sabe hallar
perteneciente a ese ámbitoEsta idea es posiblemente la que se palabras claras y amables para usarlas en un discurso sereno y
encierra en la doctrina cristiana del Juicio Universal: quidquid p e r s u a ~ i v o ~La
~ ' .verdad no se impone, no avasalla, sino que
latet apparebit! Quienes escriben sobre Heidegger o sobre introduce la avenencia y el acuerdo tambiémediante la suavi-
Wittgenstein se preguntan a sÃmismos una y otra vez cóm dad de su forma. Sól en este sentido cabe hablar de que el
afrontar honradamente la articulació biográfic de pensamiento universitario disimula la verdad porque la presenta de un modo
y vida en ambas destacadas figuras del pensamiento de nuestro delicado y respetuoso que facilita que quien està en el error
siglo. Quizà por eso Malcolm titulà su últim libro sobre pueda salir con menos dificultad de 61'22. Ese arte de la ironÃ-
Wittgenstein Nothing is hidden. Por lo que a mà respecta, socrátic se confunde en ocasiones con la opaca artificiosidad.
sirviéndomde la terminologÃ- de Putnam, defiendo una cierta Por este motivo quizà viene bien al caso el dicho de un famoso
"divisió del trabajo lingüÃ-stico asÃcomo no es posible que cocinero respecto de su arte culinario: "Esto no tiene secreto,
sepamos todos de todo tampoco hace falta que sepamos todo de tiene cariño"Lo mismo pasa con la verdad.
todos. Como respondiera el marinero al infante Arnaldos, "yo
no digo mi canció sino a quien conmigo va", pero para quie-
12 1 . C f . Canals, Ascéticmeditada, 7 1.
122. 189,
Cf. Ponz, Reflexiones sobre el quehacer univer.~itc~rio,
106 El taller de la filosof'a

Estas pautas tienen, por supuesto, una implicació directa mos a escribir. La neolengua que George Onvell describiÃen su
en la actividad escritora. Lo que escribimos lo escribimos en novela 1984 era una lengua deliberadamente empobrecida para
primer lugar para nosotros. Por eso importa empeñarsen que que los pensamientos polÃ-ticament incorrectos no sól fueran
està bien escrito, en que nos guste lo escrito y en que disfru- inexpresables, sino tambiéimpensables e inhibieran asà las
temos escribiendo, pero sobre todo lo que importa es que lo acciones consideradas incorrectas. Lo que aquÃse defiende no es
escrito sea verdadero: "Lo primero que digo a mis alumnos, el la creació de una artificial neolengua orwelliana de lo polÃ-tica
primer dÃ- de curso, -explica Anne Lamott- es que escribir mente correcto, sino, por el contrario, la paulatina purificació
bien consiste en decir la verdad"123. Si lo que escribimos es del pensamiento hasta la total eliminació de los prejuicios -de
verdadero, crecemos nosotros al escribirlo, crece nuestra com- sexo, de raza, de estirpe social, de nación etc.- que se escon-
prensió de nosotros mismos y de las cosas a nuestro alrededor. den habitualmente tras la distinció entre lenguaje educado y
Sól si algo nos sirve a nosotros porque nos ayuda en ese lenguaje corriente, o entre vida públic y vida privada.
proceso de crecimiento personal, podrÃen su dÃ-ser úti a otros, Lo inauténticno tiene ningú sentido, es una pérdidde
o podrà ser el germen de un texto que llegue a ver la luz. tiempo y estraga el gusto literario. Algunos escritores piensan
Wittgenstein destacaba a menudo que el problema de pensar que la búsqued de la autenticidad implica el uso de un lenguaje
bien acerca de problemas filosófico y de escribir buena filosofÃ- grosero o la descripció pormenorizada de la fisiologÃ-humana.
era una cuestió má de voluntad que de intelecto. Lo má Se trata de un error. Lo que ocurre es que es mucho má fáci
importante es siempre la voluntad de resistir a la superficialidad, reproducir literalmente una escena de la vida real que repro-
a la tentació de malentender las cosas simplemente por ducirla literariamente. Por aquÃse encuentra una de las distin-
precipitació l24. ciones decisivas entre pornografÃ-y literatura125.Decir la verdad
Como consecuencia quizÃde los añoen que estuve traba- requiere mucho arte, ingenio, artificio incluso, para acertar con
jando en tareas de administració universitaria suelo dar siempre las palabras que susciten en el lector la interpretació buscada.
el consejo de no escribir nunca nada que no pudiera publicarse A mÃno me molestan los "tacos" en una conversación si se
en el periódico Me gusta añaditambiéque lo que no puede dicen en su lugar oportuno y en un contexto adecuado, pero soy
publicarse no se debe escribir y que lo que no se puede escribir incapaz de aguantarlos en una pelÃ-culen la que ademá-como
tampoco se debe decir y quizÃni siquiera pensar. Con esto invito sucede con alguna frecuencia- al traducirlos del inglélos han
a un proceso de purificació del propio pensamiento y de subido inadvertidamente de tono.
la propia imaginació que repercutirà necesariamente en el AsÃcomo todo lenguaje es público todo pensamiento es
lenguaje que empleemos, en lo que digamos y en lo que llegue- tambiépúblicoNo hay pensamientos privados. Lo que sÃpue-

123. Lamott, Bird by Bird, 3.


124. Cf. Monk, Ludwig Wittgenstein, 366. 125. Cf. Percy, Signposts in a Strange Land, 362-363.
108 El taller de la filosofÃ-

de haber son pensamientos injustos, innobles, obscenos u otras 2.4. Afá de claridad y de originalidad: la verdad es atractiva
degeneraciones o descarrÃ-odel pensamiento. Esas perversiones
del pensamiento pueden ser purificadas al escribirlas empleando
formas del lenguaje que, sin alterar básicament la información La búsqued de la verdad que caracteriza tÃ-picament la
actitud cientÃ-fic està marcada de ordinario por la tenacidad
eliminen los contenidos emotivos colaterales o los detalles
o persistencia que no se conforma con un resultado cualquiera,
descriptivos innecesarios. A veces, valiéndomde la expresió
por el fuste o amplitud de la búsqued que lleva a no ignorar
de Quine, llamo a este procedimiento "el ascenso semántico"El
cuestiones que a primera vista pudieran parecer irrelevantes
anverso de esta tesis es que no hay temas tabúEn la escritura de
quien se dedica a la filosofÃ- pueden comparecer todos los o colaterales, y por la franqueza o candor en la comunicación
que mueve a poner los resultados voluntariamente a disposició
temas. Si tuvieran relació con la sexualidad, la violencia o con
de los demásesto es, a publicarlos señalandlealmente lo que
estratos emotivos de fuerza semejante, bastarà de ordinario con
uno ha aportado sin pretender que ha ido má allà de donde de
mantener un cierto nivel de abstracció y generalidad y con
hecho ha ido ni que ha hecho má de lo que realmente ha
emplear palabras "modestas y claras". Otra consecuencia de esa
hechoI26. Estas caracterÃ-sticade la actitud cientÃ-fic han de
tesis del carácte públic del pensamiento atañ a aquellas
conformar tambiéel trabajo del filósofo Su búsqued no se
ocasiones en las que en nuestros escritos debamos hacer valora-
diferencia de la del cientÃ-fic por la actitud, sino sól por la
ciones de otras personas o recoger afirmaciones calumniosas o
diversa experiencia de la que alimentan respectivamente su
denigratorias. En el primer caso, es utilÃ-simsiempre al redactar
reflexión por los métodomá especializados que emplean las
el texto aspirar a que pudieran leerlo las personas mencionadas y
ciencias y por la mayor generalidad y radicalidad últim a la que
sentirse agradecidas por la nobleza con la que las hemos tratado,
la filosofÃ-aspira. Si se acepta tal estrecha afinidad en la genuina
aun para calificar su actuació como injusta. En el segundo caso,
investigaciónsea desarrollada por cientÃ-ficosfilósofo o estu-
cuando debamos reseñaafirmaciones calumniosas para alguna
diosos de cualquier rama del saber, se entiende mejor por quÃla
persona o institució conviene siempre rectificarlas expresa-
escritura filosófic ha de asemejarse al estilo habitual entre los
mente en el mismo texto para evitar asÃmalinterpretaciones o
cientÃ-ficoy no a un estilo supuestamente má literario.
citas abusivas fuera de su contexto. Ambos criterios práctico
los he aprendido del Beato JosemarÃ-Escrivá Al escribir filosofÃ-el autor ha de empeñarsesobre todo, en
lograr claridad en su expresión Las prioridades má altas de la
escritura filosófic no son "elegancia, eufonÃ-aalusiones, suges-
tiones, sino claridad, precisión explicitud y franqueza"I27. No

126. Haack, "The First Rule of Reason", 252.


127. Haack, "Y en cuanto a esa frase estudiar con espÃ-ritliterario", 165.
basta con haber descubierto algo verdadero, sino que es preciso debida explicació o, si es posible, un términdel lenguaje
culminar esa búsqued presentando sus resultados con la clari- corriente al que se le adscribe un preciso sentido técnico"La
dad necesaria para que lo entiendan plenamente los demásEn má viva filosofÃ--escribià Ferrater Mora- se complace en
este esfuerzo por lograr la claridad pueden los filósofo y los elegir término'vulgares' para otorgarles un sentido insos-
cientÃ-ficoaprender mucho de los literatos, pues se trata de pechado o en acumular sobre los términotradicionales las
lograr aquella luminosa claridad que tanto anhelan y por la que determinaciones má variadas, tejiendo incansablemente sobre la
tanto luchan quienes se dedican a escribir: "Escribir bien es primitiva urdimbre"130.
difÃ-cilPor escribir bien entiendo decir con la máxim simpli- Respecto de lo segundo, la ordenació de las palabras en la
cidad las cosas esenciales. No siempre se consigue. Dar relieve a oración puede recordarse la exclamació de maese Pedro:
cada palabra; las má anodinas pueden brillar cegadoras si las llaneza, muchacho; no te encumbres, que toda afectació es
colocamos en su lugar adecuado. Cuando me sale una frase con mala!"131. Hay que huir siempre de toda afectacióndel lenguaje
un giro diferente, tengo una pequeñ sensació de victoria. oscuro, como el de quien se da a sÃmismo una importancia
Toda la gracia de escribir radica en acertar con el medio de pedante que a la postre resulta infantil y postiza. Se dice a veces
expresiónel estilo. Hay escritores que lo encuentran en seguida, de Eugenio d'0rs que gustaba de oscurecer sus textos para que
-concluye Mercà Rodoreda- otros tardan mucho, otros no lo no se entendieran y tuvieran má apariencia de profundidad.
encuentran nunca"128. Cualquiera que se asome a sus textos advertirÃque no es asÃ-
La claridad depende no sól del acierto en la elecció de pues de ordinario son muy claros, aunque a veces su forma
los términos sino sobre todo en la colocació de la palabra en la resulte un tanto barroca, quizÃpara cautivar al lector. El propio
frase para que transparente lo que se quiere decir. Para lo d'0rs habÃ- escrito en 1912: "El públic toma muy a menudo
primero, para encontrar las palabras adecuadas, hay que darles por claro lo que no es sino fácily, recÃ-procamentese muestra
muchas vueltas hasta que la mávulgar y anodina nos deslumbra inclinado a confundir lo dif'cil con lo oscuro. Hay que guardarse
o enciende nuestro corazónCuando haya que escoger entre una mucho de este equÃ-voco"132Efectivamente, la oscuridad no
palabra culta y otra má comú -aconseja Bernardo Atxaga-, tiene nada que ver con la profundidad. La oscuridad pedante me
vale la pena siempre que sea posible escoger la má parece mábien una degeneració de la profundidad causada por
A veces al escribir filosofÃ- puede ocurrir precisamente l o la pereza. Rhees, discÃ-pulde Wittgenstein, ponÃ-como ejemplo
contrario, en particular cuando se està abordando un terreno ya del contraste entre claridad y profundidad la expresió de Jesú
muy pisoteado. En esas ocasiones, para ganar claridad ha de ante la mujer adúltera"Quien estÃlibre de culpa tire la primera
introducirse a veces un neologismo o un términtécniccon la
130. Ferrater Mora, "De la expresió filos6fica", 183.
128. Rodoreda, Espejo roto, 10. 131. Cervantes, Don Quijote, 11, 26, 243.
129. Insausti, "BernardoAtxaga y sus geografÃ-aimaginarias",5 1. 132. d'Ors, Glosari, 1 1.5.12.
piedra". Se trata de una expresió de una claridad meridiana y a razones", añad una lÃ-nea má abajo135. De hecho, cuando
la vez de una profundidad que resulta casi insondable133. leemos algo que no entendemos o que nos parece que ni siquiera
Como consejo práctic para quienes comienzan a escribir lo entiende quien lo escribià -cosa que ocurre con alguna
filosofÃ-les dirÃ-que nunca escriban algo que no entiendan. No frecuencia al leer el periódico- pasamos de inmediato a otra
significa este consejo que haya que esperar a tenerlo todo claro cosa.
para ponerse a escribir. No, má bien lo contrario, porque al Frente a la vanidosa búsqued de notoriedad o de infantil
intentar escribir con claridad se aclara nuestro pensamiento y protagonismo, el filósof ha de esforzarse, penosamente a veces,
gana profundidad nuestra visión La claridad en la expresió en pensar con claridad pensamientos propios, y por tanto, decir
muestra dónd se encuentran nuestras confusiones conceptuales. sól cosas que crea verdaderas y no decir nunca nada porque
La lucha por la claridad de expresió viene a ser la brisa que estÃde moda, porque lo diga mucha gente o simplemente porque
disipa la niebla mental. Las anotaciones de Wittgenstein son un convenga. Popper gustaba de enfatizar la responsabilidad del
testimonio excepcional de su esfuerzo por ganar en claridad, intelectual, la de quien tiene el privilegio y la oportunidad de
acometiendo pacientemente, desde diversos ángulo una y otra estudiar, de "presentar a sus congénere(o 'a la sociedad') los
vez, un mismo problema hasta lograr, en el mejor de los casos, resultados de su estudio lo má simple, clara y modestamente
apresar sus rasgos decisivos. El punto importante se encuentra que pueda. Lo peor que pueden hacer los intelectuales
quizá en que nos damos por satisfechos demasiado protito; en -su pecado capital- es intentar establecerse como grandes
que damos por bueno un texto o una frase porque "nos suena profetas respecto de sus congéneree impresionarles con
bien", aunque resulte tan oscura que ni siquiera nosotros que filosofÃ-a desconcertantes. Quien no sepa hablar de forma
somos su autor entendemos con precisió lo que con ella sencilla y con claridad no deberÃ-decir nada y seguir trabajando
queremos decir. Por el contrario, de lo que se trata es de hasta que fuera capaz de ha~erlo"1~~. Una gran ventaja en favor
"enmendar la expresió para afinarla y hacerla má justa, má de quien se inicia en la escritura filosófic es que la habilidad
elo~uente"13~. Tal como nos pasa a nosotros cuando leemos, a para escribir con claridad se adquiere mediante la práctica
nuestros lectores lo que les gusta es crecer con nuestro texto, Seguramente nunca seremos capaces de escribir con la belleza
comprender lo que les queremos enseñae incluso emocionarse literaria de Bergson o de Russell que recibieron el premio Nobel
con nosotros cuando nosotros nos emocionamos. "Todos los de Literatura, pero sÃque podemos aprender a escribir con la
hombres por naturaleza anhelan saber", escribià Aristótele al claridad necesaria para que colegas y lectores -esté o no de
comienzo de su MetafÃ-sica"El genero humano vive de arte y de acuerdo con nosotros- entiendan siempre lo que queremos
decir en nuestros textos.

133. Rhees, Without Answers, 8. 135. AristótelesMetaf'sica 1,980a 22 y 980b 27-28.


134. Caldera, Del arte de escribir, 43. 136. Popper, En busca de un mundo mejor, 114.
114 El taller de la filosofÃ- Anrender a escribir 115

La filosofÃ-analÃ-ticadoptÃdesde sus orÃ-genecomo divisa considerarnos eximidos de la obligació de estudiar a fondo lo


la búsqued de la claridad y del rigor. Quizà la clave inter- que han escrito nuestros colegas y quienes nos han precedido
pretativa que Wittgenstein ofrecÃ-en el prólog del Tractatus ha sobre el tema que en cada caso nos ocupe. Ahorrarse el esfuerzo
tenido una extraordinaria influencia: "Todo el sentido de este de investigar la bibliografÃ- pertinente sobre nuestra materia
libro podrÃ-resumirse en las siguientes palabras: lo que puede serÃ-señade que no estamos buscando la verdad, sino otra cosa,
decirse puede decirse con total claridad, y sobre lo que no se incluso legÃ-timacomo la promoció universitaria, el recono-
puede hablar hemos de pasar por alto en silencio". De hecho, la cimiento de los demáo lo que sea139. Sin duda, una actitud asÃ
filosofÃ-analÃ-ticse ha caracterizado por ese afá de claridad, podrÃ- ser en algú caso una señade divismo, como aquel di-
por la insistencia en la argumentació explÃ-cit y por la rector de orquesta que no escuchaba a otros directores para
exigencia de que toda opinió se someta al rigor de la discusió preservar su estilo personal. Esa es la actitud tÃ-picament
y evaluació crÃ-tica por parte de los iguales. Sin embargo, opuesta a la de la genuina búsqued cientÃ-fica
como se titulaba un libro de los año sesenta, Clarity is not
El empeñpor "ser distinto", por ser "original" en este otro
enough, y la tradició analÃ-ticha dado la impresió escolástic
sentido, incapacita para la búsqued de la verdad, pues la verdad
muchas veces de estar estudiando con un inusitado rigor
se busca en comunidad140. "El artista -escribià Camus- no
cuestiones realmente triviales. La claridad puede ser a veces
tarda en darse cuenta de que no nutrirà su arte y su diferencia,
simplemente trivialidad, de modo análog a como la oscuridad
sino reconociendo su semejanza con todos. El artista se forma en
suele ser apariencia de profundidad: "La naturaleza y el papel de
esta perpetua ida y vuelta de sÃa los demása medio camino
la claridad -escribÃ- recientemente el editor de una conocida
entre la belleza, de la que no puede prescindir, y la comunidad,
revista de filosofÃ-a son cuestiones filosófica importantes que
de la que no puede extirparse"141. El afá por ser distinto no es a
no han recibido apenas atención"137
fin de cuentas má que ingenua vanidad ególatraEn los trabajos
Etienne Gilson en sus William James Lectures, la pres- creativos viene siempre bien el dicho paradójic de Eugenio
tigiosa serie de conferencias de Harvard en la que intervino en el d'0rs: "Copiarà fatalmente quien no sepa heredar. Recuérdes
curso 1936-37, hacÃ-referencia - c a s i como con envidia- a la que cuanto no es tradició es plagio"142.
privilegiada situació de Pedro Abelardo para enfocar la
Nuestro esfuerzo personal por alcanzar la verdad se inserta
cuestió de los universales antes de la recepció del De Anima
en una venerable tradició multisecular. Aunque fuéramoreal-
en Occidente: "Abelardo se hallaba en ese feliz estado de igno-
mente enanos, al encaramarnos sobre los hombros de quienes
rancia que con tanta facilidad hace que el hombre inteligente sea
original"138. A diferencia de Abelardo, nosotros no podemos
139. Cf. Haack, "La éticdel intelecto", 1416.
140. Cf. PlatónFedón99d.
137. Gutting, "Clarity", 267. 141. Camus, Obras, 5, 166.
138. Gilson, La unidad de la experienciafilosófica 21. 142. d'ors, Gnómica123.
nos han precedido, llegamos realmente a ver má y má lejos reclamarlas como de mi propiedad". Sin embargo, no es menos
que ellos. Pero lo que no podemos hacer es encaramamos sobre cierto que en ambas introducciones reconoce Wittgenstein gene-
los gigantes y, a sabiendas, ocultarlo, pretendiendo hacer creer a rosamente lo mucho que el Tractatus debe a Frege y a Russell y
los demáque aquello lo hemos hecho nosotros solos. La oculta- las Philosophical Investigations a Ramsey y a Sraffa.
ció de las fuentes no es sól un atentado a la mejor tradició de Las ideas efectivamente son públicas no tienen dueño
investigación sino que es ademá una estupidez infantil, pues o simplemente no son susceptibles de copyright porque ni son
nuestros mejores lectores, los especialistas en la materia para los fruto de un trabajo privado ni pueden ser explotadas comer-
que de ordinario estamos escribiendo, conocen esas fuentes tanto cialmente. En cambio, los textos suelen tener dueño y
o mejor que nosotros. La práctic vanidosa de la ocultació de copyrights e incluso en algunos casos excepcionales hasta pue-
las fuentes es asimilable realmente al plagio. El plagio ha sido den dar dinero a sus autores. "Las ideas son de todo el mundo,
de ordinario pudorosamente velado en la tradició académic o má bien, no son de nadie: en el pensador má original se
mediterránea pero probablemente es el únic pecado realmente pueden ir contando uno por uno los hilos del telar ajeno que han
grave en la comunidad académicangloamericana. Por eso, lo ido entrando en la trama; la originalidad sól en la forma
que hay que hacer siempre es reconocer abiertamente las fuentes reside"I43. Este texto de un escritor tan prolÃ-fic como
textuales que uno emplea: eso avalora ademá la fiabilidad de lo MenéndePelayo resulta extraordinariamente luminoso para
escrito. Las citas y las referencias en nota a pie de págin son el destacar el importante papel que tiene la escritura tambiéen
procedimiento académic habitual para acreditar de quié o filosofÃ-aLa búsqued de la originalidad estriba fundamental-
dónd tomamos aquel texto o aquella idea, pero ademá las citas mente en la retórica en el hallazgo de la forma mejor de
son tambié-oà en una ocasió a MarÃ- Antonia Labrada- el escritura para comunicar el contenido intelectual. "La prioridad
recurso que tenemos los autores para hacer universal nuestra má importante de la escritura filosófic -escribe Haack-
experiencia. deberÃ-ser comunicar tan clara, precisa, directa y explÃ-citament
Tanto en el prefacio del Tractatus como en el de las como sea posible"144. Por esto, en cada caso, el autor tiene que
Philosophical Investigations Wittgenstein se justifica por no trabajar a fondo hasta lograr encontrar la forma má adecuada
emplear el aparato bibliográfic habitual en los trabajos de para expresar el contenido que quiere comunicar.
naturaleza académica"Yo no doy fuentes, porque me resulta La verdad es -¡deb ser!- divertida y puede ser presen-
indiferente si lo que yo he pensado ya habÃ- sido pensado antes tada de modo que haga resplandecer su atractivo. El "pecado
por otro", y en el volumen póstumo "Por má de una razón lo mortal" del escritor -tambié de quien escribe filosofÃ-a es el
que aquÃpublico tendrà puntos de contacto con lo que otras
personas está escribiendo actualmente. Si mis observaciones no
llevan un sello que las marque como mÃ-astampoco quiero 143. MenéndePelayo, Ensayos de crÃ-ticfilos-fica, 108.
144. Haack, "Y en cuanto a esa frase 'estudiar con espÃ-rit literario' ",171.
aburrir a sus lectores. Nunca se puede escribir un insoportable que cualquiera de las realidades -incluyendo las pasiones
mortero grisáce y plúmbeo No hay derecho a eso. Con humanas- que se propone describir el literato"146. En el
Chesterton podemos recordar que lo que se opone a "divertido" empeñesforzado por lograr claridad de pensamiento y atractiva
es "aburrido", pero no "serio". Lo má verdadero es lo que má originalidad en la forma de expresió es donde podremos
nos atrae, lo que má nos divierte, mientras que lo que nos hace comunicar a nuestro lector la verdad tan dificultosamente
bostezar de aburrimiento es, al menos en ese sentido, falso. En alcanzada.
esta perspectiva puede entenderse bien ese dicho de que sól es
verdad lo que divierte, lo que atrae, lo que persuade, o incluso
"lo que se vende". Esto no quiere decir que todo lo que se vende,
persuade, atrae o divierte sea verdadero, pero sÃque lo falso que 2.5. Escribir despacio, con ordenador y corregir mucho
vende, persuade, atrae o divierte es desde algú punto de vista
verdadero. Por eso nos interesan las listas de best-sellers, porque Para escribir bien, hay que escribir despacio. De la misma
pensamos que los libros, los discos o lo que sea, má vendidos forma que la ternura renuncia al control del tiempo, la escritura
son má vendidos porque son mejores. El atractivo de la verdad que es expresió de la propia interioridad no puede hacerse con
guarda mucha relació con la variedad con que se presenta a la prisas, de forma apresurada. El esfuerzo por escribir bien
atenció del lector para convocar no sól a su razón sino requiere tiempo. Aunque tengamos prisa por publicar hay que
tambiésus emociones y su voluntad. Como advierte sagaz- recordar siempre aquel "despacio que tengo prisa". Una de las
mente Simone Weil a propósit de la literatura y la moralidad, claves de la creatividad se encuentra precisamente en no tener
"el mal imaginario es romántico variado; el mal real, triste, prisa, en saber esperar: "Hay una manera de esperar, cuando se
monótonodesértico tedioso. El bien imaginario es aburrido; el escribe, a que la palabra justa venga por sÃmisma a colocarse
bien real es siempre nuevo, maravilloso embriagante"145. La bajo la pluma, simplemente rechazando las palabras inade-
verdad tiene esa sorprendente capacidad de atraer la atenciónde cuadas".147. Hay textos que requieren muchos añoy hay escri-
embriagarla. La atenció interesada del lector es la que quere- tores qu- se eternizan con un texto. Los angloparlantes suelen
mos ganar con nuestra escritura. Es esta una seria responsa- utilizar el verbo "to agonizo" para expresar la denodada lucha de
bilidad que contraemos quienes nos dedicamos a la filosofÃ-ala quien se pelea con un texto, palabra a palabra, lÃ-nea lÃ-neapara
responsabilidad de escribir bien. "Todo filósof -escribe que llegue a decir con claridad, y si fuera posible bellamente, lo
Ferrater Mora- como tal filósof es un incomparable escritor. que el autor quiere comunicar. Las palabras, las teclas del
DirÃ-mástiene que serlo, porque lo que se ve forzado a expre-
sar es siempre menos susceptible de adecuada o bella expresió
,", - . , .o-, . ., ".. ,... .. .--
145. Weil, La gravedad y la gracia, 11 1.
140. rerraier Mora, v e la expresion tilosolica", 183.
147. Weil, A la espera de Dios, 7 1.
. . .. El . .... de la filosofÃ-
...... . .taller
, .
, ,,, ,,,, , ,, ,,

ordenador, son las cuerdas del violÃ-que corresponde a cada uno ficos, ese lector podrà ser quien dirija la tesis doctoral, el tutor
hacer vibrar. o algú colega o amigo, pero siempre necesitamos lectores de
Para poder escribir despacio y avanzar en el texto se precisa carne y hueso. Cuando se escribe la tesis doctoral va muy bien
disponer de tramos de cuatro o cinco horas, sin interrupciones, recordar que sus lectores son, en primer lugar, los miembros del
sin distracciones. Para lograr esto, hay escritores que se levantan tribunal que vayan efectivamente a juzgarla y calificarla.
habitualmente a las cuatro o las cinco de la madrugada para que Siempre que sea posible hay que escribir con el ordenador.
la mañanles encuentre ya habiendo hecho, a solas y sin ruidos, Algunos piensan que a mano puede escribirse con má soltura, o
el trabajo de la jornada. Quien se dedique a la filosofÃ-trabajarà con máconcentraciónpero no es asÃ-El ordenador ha sido para
de ordinario durante el dÃ- en la biblioteca o despacho donde los escritores "un regalo de Dios", porque lo esencial de la
tenga la bibliografÃ- que necesita, pero siempre resultan escritura es la reescritura y el ordenador facilita enormemente
indispensables los espacios amplios de tiempo y sobre todo la esa tarea que tanto aumenta la calidad del re~ultadol5~. El
paz, exterior e interior. Y luego hace falta escribir mucho, con ordenador aligera muchÃ-simla ejecució de los aspectos má
obcecació y sin miedo, trabajando sin pausa y sin renuncia en mecánico de la escritura. Con ello pone en primer plano los
lo que a uno le gusta148. Para aprender a escribir lo únic elementos má creativos de la escritura que hasta ahora a
indispensable es escribir mucho; con la paciencia infinita de un menudo eran má pasados por alto: el esbozo o planificació
buey149, pero tambiécon su tenacidad y constancia. "En el inicial de un texto y la correcció o revisió final. De hecho no
oficio del escritor la vacació es una palabra que se ha borrado es infrecuente que los escritores entrevistados en la prensa se
del diccionario, que no figura en su vocabulario, que no cabe en hagan las fotos que ilustrará el reportaje junto a su ordenador
su léxico(...) el sueñdel escritor no es el descanso, sino otro como para testimoniar lo mucho que el ordenador ha potenciado
aspecto de ese su constante trabajo, de su trabajo sin costuras, su creatividad y la deuda afectiva que con é tienen.
como la túnic de Penélope"150 El uso del ordenador para escribir tiene al menos tres
Ayuda a lograr esa concentració de la atenció el pensar en riesgos. El primero es que uno se pone má solemne y lo escrito
el lector; ese es otro de los encantos de la escritura de cartas. Si puede adoptar en ocasiones un tono excesivamente formal. El
no tuviéramoal menos un lector para quien escribimos, hay que segundo inconveniente, má relevante sin duda, es que al
buscarlo. PodrÃser el novio, la novia, o un amigo, pero ha de ser escribir con ordenador los textos se alargan y crecen. No sól
alguien a quien le guste leernos y no tenga reparo alguno en porque es mucho má fáci recortar y pegar, sino porque "se
corregirnos lo que le parezca. Para nuestros textos má filosó escribe a otro ritmo que a mano, con facilidad añadidy peli-
grosa. Los dedos se deslizan con placer sobre el blando teclado,
148. Carande, "El oficio de escribir", 23.
149. Cf. Van Gogh, Cartas a Th20, 109.
150. Cela, "Sobre el oficio de escribir", 18. 151. Cf. Zinnser, On Writing Weil, 225.
122 El taller de la filosofÃ-

la pantalla refleja al instante el pensamiento y es tan rápid la por una parte, la de copiar en un disco duro externo todo el
escritura, que cuando se tienen dudas entre dos adjetivos, má contenido de mi ordenador personal una vez al mes (lleva
fácique elegir, resulta escribirlos separados con una coma. (...) veinte minutos si se tiene un poco de orden), y por otra, al
No se comunican má ideas, pero se fabrican muchas má finalizar cada jornada de trabajo de investigación imprimir
palabras9'152. El tercer riesgo, y má importante todavÃ-aes la en papel el texto escrito en ese dÃ- y enviar una copia a mi
lamentable posibilidad de perder el texto que tanto tiempo y cuenta de correo. No copio las cartas y demá documenta-
trabajo nos ha costado. Se dice a veces que hay dos tipos de ción sino sól el trabajo de investigación artÃ-cul o recen-
usuarios de ordenador, aquellos que han perdido ya algo valioso sió que està escribiendo. Al guardar el trabajo del dÃ- no
reemplazo el documento má antiguo por el nuevo, sino que
y aquellos otros que está a punto de perderlo. Por esta razó
deposito el viejo en la papelera (¡us todavÃ-un Macintosh!),
conviene prestar cierta atenció a esta cuestió técnica
de forma
y sól vacÃ- la papelera una vez al añoHay personas que
que en la práctic se minimice este peligro que siempre se cierne
vacÃ-a la papelera de su pantalla cada diez minutos. Es un
sobre quienes escriben con ordenador.
error, es pasar por alto la valiosa experiencia de cuánta veces
Para ello es preciso establecer unos hábito eficaces que en nuestra vida hemos tenido que recuperar de la papelera, o
disminuyan los riesgos de nuevas pérdidas y que se ajusten bien incluso del cubo de basura, documentos que hemos tirado
a las costumbres de cada uno y a las peculiaridades de las inadvertidamente o sin caer en la cuenta de que luego los
máquinaque en cada caso se utilicen. En primer lugar es nece- podÃ-amovolver a necesitar.
sario emplear siempre máquinasdiscos, etc., de calidad y en De entre las muchas ventajas que tiene el escribir en
buen estado, es decir, que no sean viejos. Aunque fuera grande ordenador respecto del escribir a mano quizà la mejor sea la
el aprecio que hubiéramotomado a una máquin o a unos facilidad de revisar y corregir una y otra vez los textos. El
discos no debemos prolongar su utilizació má allà de tres o trabajo de correcció que antes resultaba tedioso se convierte
cuatro añosEn segundo lugar, hay que tener siempre al menos ahora en un juego apasionante -y a veces interminable- en el
una copia de seguridad de todo lo que uno ha escrito y que los textos propios mejoran muy rápidamenteEntre las cosas
almacenarla en un lugar distinto -es decir, en otro edificio- al má elementales, pero má útilesque los procesadores de textos
de aquel donde tengamos nuestro ordenador. No sól hay que tienen incorporados son los diccionarios que detectan las erratas
pensar en terremotos e incendios, sino tambiéen sucesos de y errores ortográfico que nosotros, por resultarnos transpa-
menor envergadura, pero de consecuencias igualmente catastró rentes, con mucha dificultad hubiéramollegado a descubrir.
ficas para nuestro trabajo como pudieran ser un escape de agua Tambiéson de utilidad los contadores de palabras, de forma
o el robo del ordenador. Para mÃla mejor experiencia ha sido, que cuando una oració alcance las veinticinco o treinta nos

152. Tomáy Valiente, "Catorce versos", 21.


124 El taller de la filosofÃ-

aprestemos a poner un punto y a comenzar otra. Ademá de habrÃque empezar otro distinto". Cuando vemos que un texto ya
estos adelantos técnicosla correcció má simple -y quizà la no mejora con nuestra revisión hay que dejarlo; es como un
de mayor importancia- es la relativa al orden de las palabras bordado o como un soneto, que cuando està terminado, estÃ
dentro de cada oración Nunca se insistirà lo suficiente en la terminado. Podrá hacerse correcciones de pequeño detalles,
claridad de la oració y en la ordenació de las palabras que la pero no mucho másSe podrà escribir otro soneto o hacer otro
componen para lograr esa finalidad. Quienes escriben tienden bordado, pero en el que ya està hecho lo únic que cabe es
con frecuencia a infravalorar este trabajo de revisió final que ponerle unos flecos, o si se trata de un soneto, añadirl un
decide mucho má de lo que suele creerse la calidad efectiva de estrambote.
nuestro trabajo: los escritos son mejores o peores en funció del Casi siempre, la correcció má importante es la de limar
tiempo que sus autores dedican a corregirlos153. excesos y eliminar redundancias. Hemos de tachar sin piedad
Sin duda, en esta tarea de correcció hay un cierto peligro alguna. El enemigo má difÃ-cide vencer somos una vez má
de perfeccionismo inforrnáticopero contra ese peligro ayuda nosotros mismos, y sobre todo una especie de conmiseració
aquello de que "en arte lo que no suma re~ta"I5~. Esta regla con uno mismo que lleva a mantener un párrafouna cita o una
práctic se aplica a cada palabra -y con ello se conjura el riesgo referencia bibliográfic por el simple hecho de que nos supuso
del alargamiento desmesurado de los textos- y tambiéa cada un gran esfuerzo redactarlo o conseguir la cita o la referencia.
espacio de tiempo que se dedica a un texto concreto. Despuéde Aunque resulte doloroso, hay que tachar, eliminar párrafo
trabajar a fondo un texto en el ordenador, es necesario siempre enteros, masas de texto, tal como hace el escultor para que
corregirlo sobre el papel poniéndonoen el lugar del lector; si aparezca la obra de arte. No hacer esto -sugiere Dillard- es
fuera posible, al dÃ-siguiente de la escritura en la pantalla, pues pasar factura al lector del esfuerzo que nos ha supuesto escribir
eso confiere una distancia mayor respecto de lo escrito. Esta aquel texto; como hacemos con los regalos -y eso es lo que
revisió obliga luego a imprimir de nuevo el texto, y una vez hemos escrito- hay que arrancarles siempre la etiqueta del
impreso, invita a una nueva lectura para comprobar la mejora en precio 55.
calidad. CabrÃ-el peligro de una cadena infinita de revisiones. Una comunidad de investigació es un colectivo en el que
pero como "llega un momento en el que el tiempo que inviertes se pasan unos a otros los textos antes de su publicaciónCuando
en un trabajo ya no hace que aumente su valor, -me escribÃ-i uno forma parte de un grupo de trabajo asÃ-lo importante es leer
una experta lingüista es en parte tiempo perdido. El texto hit pronto los textos que a uno le pasan -o si uno no puede, decirlo
dado de sÃlo que podÃ- y hay que conformarse. En todo caso asÃ- y anotar todas las erratas o errores que advierta. PodrÃ
tambiésugerir mejoras de detalle o dar incluso una opinió
153. Cf. Dubie, "Networds: The Impact of Electronic Text-Processing Utilities 1111
Writing", 152-154; Levy y Ransdell, "1s Writing as Difficult as it Seems?", 767.
154. Senabre, ABC Literario, 26 noviembre 1993. 155. Cf. Dillard, The Writing Life, 7.
126 El taller de la filosofÃ-

má general. Por su parte, el autor agradecerÃsiempre las correc- razó del sexo. Aunque no hayan sido seguidas siempre en este
ciones y procurarà acogerlas todas. Para acoger benévolament libro, entre esas pautas pueden destacarse las siguientes156:
esas correcciones ayuda mucho el repetirse cada uno para sÃque a) la indiferencia sexual de muchos campos semántico o
el lector siempre tiene razón y que si no me ha entendido es área de actividad en las que resulta irrelevante la condició
porque no me he expresado con la suficiente claridad. La correc- sexuada de las personas, y por tanto la tendencia a eliminar la
ció nos advierte de que el lector se ha atascado en aquel lugar, asociació de las actividades profesionales a un sexo deter-
y que por tanto tengo que aclarar, pulir o reescribir esa zona del minado.
texto, aunque no me parezca acertada la solució concreta que el
b) la lucha contra la ocultació de las mujeres bajo el
corrector propone. Con alguna frecuencia suelo repetir que cose-
supuesto caráctegenéricde términocomo "el hombre", "los
chamos las interpretaciones que sembramos. Esto es relativa-
alumnos", "los filósofos" que llevan a considerar a las mujeres
mente verdad en nuestra vida, pero siempre es verdad en lii
como un caso aparte o un grupo especÃ-ficomediante su opor-
escritura, pues no podemos usar las palabras como si fueran
tuna identificació por género("varones y mujeres", "los alum-
nuestras o como si fuera la primera vez que salen a la calle.
nos y las alumnas") o mediante paráfrasi neutras ("quienes se
En la correcció de nuestros escritos conviene tambiétener dedican a la filosofÃ-a"etc.).
presente los contextos indeseables en que a veces se usan
c) la superació de la óptic androcéntrica
que se refleja en
algunos términopara evitar que quienes nos lean establezcan
los tratamientos de cortesÃ- no sim6tricos, o en la suposició
esa asociació imprevista por nosotros. Esto resulta particular-
habitual de que quienes escuchan o leen son varones. En caso de
mente delicado en todo - q u e en la cultura españoles mucho-
duda, algunos defienden la opció positiva en favor del uso
lo que puede ser asociado con el ámbit de la sexualidad. AsÃ-en
genéricde los femeninos: "las personas", "las estrellas de cine"
los medios de comunicació audiovisual españoleha comen
o incluso para contrarrestar la ocultació tradicional de las
zado a generalizarse en los último año el uso del verbo
mujeres: "las lectoras", "las oyentes", etc.
"agarrar", pero hay algunos otros ejemplos similares que resulta
incómod mencionar. En esta misma direcció se inscribe I;I d) la eliminació del empleo de diminutivos que jamá se
publicació de guÃ-a para un uso no sexista - e s t o es, n o usarÃ-a para varones: "MarÃ- es la má guapita de la clase",
machista- del lenguaje, de amplia vigencia en el ámbit "Antonio y Juanita vendrá a cenar".
angloamericano y que comienzan a ser adoptadas para la lengiiii Finalmente, quienes escriben filosofÃ-han de estar siempre
castellana. La búsqued de un lenguaje no sexista arranca de l i i advertidos para poder distinguir cuando escriben si se está
identificació de los elementos discriminatorios que todavl;~ refiriendo a objetos, a cosas que puedan ser señaladassi está
existen en la lengua castellana y aspira a proporcionar a1teni.i
tivas que eviten la perpetuació de la injusta discriminació ni
156. Cf. Meseguer, 2 Es sexista la lengua española?242-247.
aludiendo a conceptos, o si má bien está hablando de palabras. que la escritura es una extensió de la memoria es sin duda un
La confusió entre usar una palabra, sea para referirse a un lugar comúnen el mejor sentido del término Para suplementar
objeto, sea para significar un concepto, y simplemente mencio- nuestra memoria tomamos notas en nuestra agenda de bolsillo y
narla, esto es, hablar o escribir sobre la palabra misma, es se editan las guÃ-ade teléfonoslos horarios de transportes, o
muchÃ-simmá frecuente y peligrosa de lo que a primera vista muchas otras publicaciones análogas Pero realmente no se
puede pensarse. No estÃde má tampoco recordar la "falacia de escriben libros de filosofÃ- ni novelas para extender nuestra
la generalización"denostada por J. L. Austin y L. Wittgenstein, memoria. Como se insiste a lo largo de estas páginasla escritura
o el peligro de preguntarse y escribir sobre abstracciones, que no nos ofrece la oportunidad de pensar acerca de nosotros mismos y
tienen una realidad muy clara. Por eso, la escritura de quien se acerca de los demás la ocasió para revisar nuestro estilo de
dedica a la filosofÃ-se nutre de la experiencia, de los ejemplos, trabajo, para poner en limpio las ideas que se nos han ocurrido.
de las metáfora y los nombres propios. Muchas veces tambié Escribimos libros para poder pensar y hablar sobre represen-
en eso consiste la correcciónen "ponerle patas" a lo que hemos taciones, imágene y conceptualizaciones, para poder comunicar
pensado, en empeñarnoen hacer má fácique se entienda, y a otras personas aquellos elementos que hemos descubierto en
emplear par? ello todos los recursos gráfico que la lengua y la nuestra investigació que no está accesibles a cualquiera. La
imprenta nos ofrecen, incluidos los diagramas y las fotografÃ-as idea de que la escritura es una extensió de la memoria es sól
una metáfora El génerhumano no ha evolucionado desarro-
llando nuevos recursos de memoria, sino nuevos recursos cultu-
rales como la escritura, que incluye tanto la matemátic como la
2.6. El arte de escribir
literatura, a los que se aplica la memoria: "Nuestra ventaja
respecto de los seres humanos de la Edad de Piedra no es que
En el sistema de ordenació de los saberes en I;I tengamos mayor o mejor memoria, sino sól que podemos apli-
Enciclopedia francesa, el arte de escribir ("l'art d'écrire")
junto car nuestros recursos igualmente limitados a productos cultura-
con el de leer y el de descifrar, està incluido entre los saberes les tales como las obras de Newton, Vermeer, y Beethoven,
que suplementan la memoria. Como la memoria era tambié1.1 mientras que ellos no pudieron"158.
facultad del entendimiento humano a la que los autores de I;I Lo mismo ocurre en filosofÃ-aPara los autores de la Enci-
Enciclopedi? asignaban los saberes históricos advierten oportn clopedia el arte de recordar, al que pertenece la escritura, junto
namente que esta memoria de la que aquà se trata "es L I I I ; I con el arte de pensar y el de comunicar vienen a constituir la
potencia activa que la razó puede perfeccionar"157. Esta idea (1,. lógicaPor eso acierta Martinich cuando afirma que "la mitad de

157. D' Alembert, "Explication detaillé du systkme des connaiss;nii~


humaines" 168. 158. Olson, "Taxing Memory: Writing, Memory, and Conceptual Change", 158.
la buena filosofÃ- es buena gramátic (...): la buena escritura yo no he entendido lo que trataba de exponer: o que, entendiéndolo no he
filosófic es escritura gramatical. Quien escribe una serie de sabido hacerlo. Pero en otras ocasiones parece que eres tà quien no com-
prende quÃescribe, o no lo sabes hacer comprensible. Y nunca debes escribir
frases gramaticalmente correctas sobre un tema filosófic proba- nada que no entiendas túNo hay milagros en esto.
blemente tiene una idea coherente de lo que està diciendo"159. (...) Yo sÃte dirÃque debes mejorar tu estilo. Cualquier persona que vive
Esta es una excelente recomendaciónEn contraste, pero coinci- de sus ideas ha de cuidarlas: expresarlas con la mayor perfección con
diendo en lo esencial, la de Blanchot: "El filósof que escribiese propiedad y belleza. Uno de los secretos del estilo consiste en corregir. Debes
como un poeta no buscarÃ-máque su propia destrucciónY aun tratar tus escritos con dureza; adelantarte al lector, tachar mucho; no perdo-
narte una mala frase; evitar la tentació de la idea redonda, pero marginal e
buscándolano puede alcanzarla. La poesÃ-es interrogante para inoportuna; intentar mantener el hilo conductor, y desembarazar10 de todos
el filósof que pretende darle una respuesta, y asÃcomprenderla. los aderezos inútiles Procurar ser ameno, sin concesiones; y breve, sin ser
La filosofÃ- que pone todo en tela de juicio, tropieza con la esquemáticoes mejor no escribir que hacerlo mal.
poesÃ-que es el interrogante que se le escapa"160. Como cualquier estudiante de tu edad escribes con una importancia
postiza, que no solamente te resulta pedante, sino que te obliga a unos
Cuando el profesor JoaquÃ- Lorda leyà y corrigià deteni- circunloquios que no sabes resolver. Sà sencillo, pero no simple; algunas de
damente una recensió de su libro Gombrich: Una teoria del tus frases son infantiles.
arte, preparada por un alumno mÃ- de 3 O de FilosofÃ- al que Es muy difÃ-ciescribir bien. Fácilpercibir lo que està mal. Por eso tÃ
conocÃ-desde niñole escribià la carta que aquÃ- c o n el per- debes ser tu primer crÃ-ticosi lees tres veces tus escritos, mejorará mucho.
miso de ambos- se transcribe omitiendo algunos detalles má Me parece que conviene escribir con frecuencia; siempre brevemente.
personales. Un texto largo resulta difÃ-cide componer y corregir; y trabajoso de leer.
Debes pensar en el lector; en los lectores concretos a los que te diriges en este
Querido N.:
escrito. Probablemente no dispongan de mucho tiempo; y ademá desearÃ-a
Jaime me ha pasado tu resumen. He corregido tu estilo en las página emplearlo en leer otras cosas má atractivas que tus o mis escritos. Es una
1-4, y te he dado algunas indicaciones generales en los reversos de 10 y 1 1 . impertinencia presentar textos largos; y un error, pues los lectores se
Te voy a dar mi opinió con la mayor sinceridad, porque me parece que desaniman. Yo no he sido capaz de terminar tu texto con detenimiento. Y tÃ
la labor del profesor es corregir (y estimular). Y ademássomos viejos amigos te has aburrido soberanamente con el mÃ-oLo siento de veras. Aprende de mis
de infancia (de la tuya). Es un resumen excesivamente literal: párrafo defectos. Esta consideració me obliga a acabar con esta serie de consejos
enteros. Y es meramente un resumen. No hay en tu trabajo ni una frase de manidos y vagos, escritos en tono paternalista.
valoraciónni sobre Gombrich, ni sobre mi libro. Ni siquiera una introduccibn A pesar de lo que creen comúnment los alumnos, la labor má tediosa
tuya personal, que exponga tu intención presente mi libro o la figura cle que toca a un profesor es corregir sus exámenesSon raros los que está bien
Gombrich. Te limitas a seguir págin a páginano te sientes capaz, a lo qnr escritos.
parece, de dirigirte sól a las ideas centrales. Y por tanto tu resumen resuli;~,
No solamente debes empeñart en leer, en leer mucho y bien, buen
en general, difÃ-cide leer, y a veces ininteligible. En ocasiones, sucederÃque
castellano, porque forma parte de tu oficio. Debes pensar que tambié
conviene cultivarte para mantener y elevar el nivel de las personas que tienes
a tu alrededor, que vivirá de su inteligencia y de su palabra. Para que surjan
159. Martinich, Philosophical Writing, xiii. en esa tradició -son ideas de Gombrich- personas capaces de ejercer una
160. Blanchot, La escritura del desastre, 59.
gran influencia, con buenas ideas, se necesita un clima de intereses intelec- de la haz"162. Efectivamente un buen traductor ha de llegar a ver
tuales como el que rodeÃa Gombrich en su infancia y juventud.
la parte de detrá del texto, cóm esta urdido, su trama y
(...) Un saludo afectuoso, propósito Para eso ha de pensar en el idioma propio el asunto
JoaquÃ-n1 mayo 1992 que traduce hasta que lo entienda del todo, y luego ha de poner
esmero en la elecció de las palabras y quizà sobre todo en su
La primera regla de la redacció es la de mantener el orden orden. El orden de las palabras en la lengua inglesa es muy
natural de la oració castellana: sujeto + verbo + complementos. distinto al orden en españolEs má sencillo calcar el orden de la
Luego podremos ir alterando este esquema básico enrique- lengua inglesa, pero aunque eso sea frecuente, no es realmente
ciéndoly modificándol de acuerdo con la materia que estemos traducir. Por eso no hay máquina de traducció automática
tratando y con nuestro gusto personal, pero serà siempre sino sól y con muchas limitaciones hasta el momento, progra-
utilÃ-sim recordar esa estructura elemental cuando nos atasque- mas informático de ayuda a la traducción tambiéllamados
mos en el cóm decir algo. Cuando no sepamos cóm expresar "de traducció asistida".
algo viene muy bien pararse un momento y preguntarse uno a sà Al traducir, la dificultad mayor radica en lograr un texto fiel
mismo: bb¿Qu quiero decir? Lo que quiero decir -nos respon- literariamente al original y que tenga al mismo tiempo su
demos- es que ... tal autor sostiene tal interpretació (o lo que frescura y naturalidad. Sól asÃla traducció renueva la espon-
sea)". Pues bien, eso -y no algo mácomplicado u oscuro- es taneidad que logrà expresar con tanto trabajo el autor primero.
lo que tenemos que escribir, el nombre del autor como sujeto, el Muchos escritores profesionales son excelentes traductores. En
verbo que proceda, y despuélos complementos por el orden temporadas en que la creatividad parece haberse agotado, la
que nos parezca má sencillo y claro en cada caso. traducció de obras literarias -o de lo que sea- resulta siempre
Una vÃ-para descubrir algunas claves del arte de escribir es una fuente estupenda de trabajo en la que puede renovarse
la de dedicar tiempo y atenció a traducir textos pensados y incluso la personal inspiraciónMuchos de los mejores filósofo
escritos originalmente en otro idioma. La traducció -ha han sido tambié excelentes traductores, tanto de autores
escrito Carlos Pujol- es la "gimnasia del escritor, el puro clásicocomo de autores contemporáneosEn Españhasta hace
ejercicio de las palabras que hace ser má humildes y poco tiempo ha sido valorado en muy poco el trabajo de traduc-
e~actos"16~. Traducir bien es muy difÃ-cilpero enseñmucho. El ción quizà precisamente a causa de la gran cantidad de tra-
propio Don Quijote afirma que "es como quien mira los tapices ducciones que se publican anualmente. Pero no importa esa
flamencos por el revésque aunque se veen las figuras, son escasa valoración traducir al idioma propio, con calidad y
llenas de hilos que las oscurecen, y no se veen con la lisura y te7 atencióny con las notas aclaratorias y estudios introductorios

162. Cervantes, Don Quijote, 11, LXII, 519 (Al modernizar la ortografÃ- se ha
161. Pujol, Cuaderno de escritura, 1 1. mantenido la fonéticde la época)
134 El taller de la filosofÃ-

que sean precisos, los textos má relevantes de un filósofo


siempre serÃuna excelente manera de introducirse en su pensa-
3. La escritura profesional en filosofÃ-
miento y su vida. Siempre he pensado que el desconocimiento
general en Españy en otros paÃ-sede filósofo tan relevantes
en su tiempo como fueron Duns Scoto o Suáre se debe sobre
todo a la falta de traducciones. Baste decir que buena parte de la
obra escrita por Tomá de Aquino està a fines del siglo XX
todavÃ-pendiente de ser vertida al castellano o que no ha sido
traducida hasta ahora obra alguna de Thomas Reid, el fundador
de la escuela escocesa del sentido común tan influyente en la
filosofÃ-europea y americana del siglo XIX. El que los expertos
deban acceder a las fuentes en su lengua original no excluye el
trabajo por difundir sus elementos má valiosos mediante su
traducció a las lenguas modernas. En filosofÃ-muchas veces
esa serÃla manera mejor de iniciarse en la investigació y en la
escritura profesional.
El últim consejo para quien comienza a escribir filosofÃ-es
el de no acobardarse ante la dificultad de los primeros pasos, de Para quien se dedica profesionalmente a la filosofÃ-escribir
las primeras puntadas de la aguja sobre la tela. Al contrario, es vivir en sentido literal. No sól porque va a ser evaluado y
como escribir es vivir hay que empeñarsen que la escritura retribuido por lo que escriba (70publish or to perish!), sino
propia siga creciendo dÃ- a dÃ- en calidad. Y para ello resulta sobre todo porque la escritura es la que confiere hondura a su
muy úti el estudio de libros que explican cóm escribir. Hay pensamiento y, a la vez, hace posible su publicidad y comuni-
muchos y buenos. De entre ellos recomiendo Del arte de cación Como se ha dicho, escribir es la manera de poner en
escribir de Rafael Tomá Caldera, La cocina de la escritura de limpio lo que pensamos. Al escribir ponemos a prueba el fuste y
Jordi Casany, y para revisar las normas de la lengua castellana el claridad de nuestras ideas. A diferencia de otras área del saber
estupendo libro de Manuel Casado Normas y usos del castellano en las que es posible hacer primero el trabajo experimental y
actual. Se trata de estudiar uno de esos libros, de leerse este luego simplemente ponerlo por escrito, en filosofÃ-el esfuerzo
Taller despacio y de comenzar a amueblar cada uno el suyo. por poner por escrito las ideas es precisamente lo que hace que
éstase desarrollen y lleguen a constituir un trabajo académico
un artÃ-cul para una revista de filosofÃ- o incluso una tesis
136 El taller de la filosofÃ-

doctoral163. "El autor crea la obra escrita, pero aprende tambié "en los setales" o algo similar, sin que manifieste el menor
mucho de su propia obra, de sus propios intentos por formular interéen decir exactamente dónd ha obtenido su preciado
sus ideas, y en especial de sus errores. (...) En general como botÃ-nRealmente escribir es algo tan personal como pensar,
mejor se pueden criticar y mejorar los pensamientos es cuando comer o enamorarse, pero todos los seres humanos hacemos esas
se intenta plasmarlos por escrito para su publicación para que cosas má o menos de la misma manera. Se trata de actividades
sean comprendidos por otras per~onas"l6~. que nadie puede hacer por nosotros y que aprendemos en nuestra
En este capÃ-tul se va a prestar atenció primero a cóm comunicació con los demás Pero, ademásla escritura es el
organizar el propio trabajo de escritor (secció 3.1), a describir invento que han hecho los seres humanos para lograr nuevos
sumariamente los géneroprincipales de la producció filosófic conocimientos en aquellos ámbitoen los que un procedimiento
(secció 3.2), a las caracterÃ-sticade algunos de los principales simplemente oral agotarÃ- el tiempo y la memoria. Como el
tipos de textos, recensiones de libros, comunicaciones a congre- conocimiento en filosofÃ- ha progresado de hecho almacenán
sos, artÃ-culosy sobre todo a la tesis doctoral (secciones 3.3 y dolo por escrito, tenemos la obligació de conocer bien lo que
3.4); por últim se ofrecerá algunas pautas para escribir escribieron quienes nos han precedido. Por eso, para escribir
(secció 3.5) y algunas sugerencias sobre las publicaciones filosofÃ-hace falta primero leer la filosofÃ-acumulada en tantos
(secció 3.6), que pueden ser de utilidad a quienes se inician libros, una y otra vez, durante mucho tiempo: ese es el objetivo
profesionalmente en la filosofÃ-a de una Licenciatura en FilosofÃ-a
Además cuando uno quiere ponerse a escribir hay que
prestar atenció a las formas, má o menos rÃ-gidadentro de
cada tradición en las que se escribe filosofÃ-aal proceso mismo
3.1. Cómocuándodónd y cuánt escribir de transformació del pensamiento en escritura y a los diversos
géneroliterarios que adopta su comunicación A pesar de la
Hay quienes piensan que escribir es algo muy personal y, influencia de la tradició oral, del diálog y la disputatio,
quizà mediante esa afirmación se resisten a dar consejos que muchas de nuestras cuestiones son tan intrincadas y complejas
puedan ser de ayuda a quienes se inician en esa tarea. Cuando a que sól puede proseguirse su discusió si está por escrito, de
un experimentado buscador de setas se le pregunta dónd ha forma que puedan ser estudiadas y comprendidas plenamente.
obtenido la hermosa cosecha que lleva, casi siempre la respuesta Ese es en parte el objetivo de este libro. "La ultima vez que
que se recibe es una vaguedad elusiva como "en la montaña" estuve con Wittgenstein -recuerda Peter Geach- estuvimos
comentando el artÃ-culde Frege 'Sobre concepto y objeto'; tomÃ
en sus manos el volumen que incluÃ-el artÃ-culoleyÃun rato en
163. Rhees (ed), Recollections of Wittgenstein, 109. silencio, y dijo 'iCóm envidio a Frege! OjalÃhubiera podido yo
164. Popper, En busca de un mundo mejor, 139.
138 El taller de la filosofÃ-

escribir asÃ-"'165A quien se dedica a la filosofÃ-le gusta escribir, lo que escribimos son las anotaciones de algo que nos ha pasado
le gusta proseguir la conversació de quienes le han precedido o las reflexiones personales de ese dÃ-aEn todos los demácasos
expresando su pensamiento por escrito. Le gusta estrujarse la en los que el escribir no es distracció o descanso, sino trabajo,
cabeza para decir bien las cosas, y ese trabajo, aunque a veces hace falta siempre planificar en sus lÃ-nea generales nuestra
resulte doloroso, le gusta má incluso que el ser citado, el ser escritura y preparar un Ã-ndicprovisional de lo que se quiere
leÃ-do el ser aplaudido. escribir y en el que se indique la extensió en númer aproxi-
Para ponerse a escribir hace falta no sól querer escribir, mado de palabras que queremos dedicar a cada parte.
sino que se precisa tambiéuna cierta planificació previa de lo Una norma práctic de extraordinaria utilidad es la de
que queremos escribir. Se trata de definir a quÃgénerqueremos comenzar a escribir por el principio; esto es, comenzar escri-
que corresponda nuestra escritura, con quÃplazo contamos o quà biendo el tÃ-tulola portada, el Ã-ndicela introducciónla primera
tiempo en horas podemos dedicar a su preparación quà exten- páginala segunda, etc., tratando de completar cada.págin con
sió total va a tener, y sobre todo quà queremos decir en ese sus notas al pie, las referencias bibliográfica bien hechas, y
texto y cóm vamos a organizarlo para que diga eso, esto es, quà cuidando todos y cada uno de los detalles y pormenores. Hay
Ã-ndicva a tener. De ordinario, no hace falta que el Ã-ndicsea personas que con la excusa de que se trata de un borrador
muy detallado, pero sÃque indique las partes del trabajo y su producen muy rápidament un primer texto sin tener en cuenta
articulaciónla tesis principal que se sostiene, el orden en el que ni la extensió total de que disponen, ni la razonable proporció
van a presentarse los diversos aspectos o partes del tema y el entre los diversos elementos del conjunto, y lo que es todavÃ-
material que vamos a emplear. A veces este Ã-ndicsale en cinco peor van dejando al paso de su escritura millares de hilos sueltos
minutos, en otras ocasiones requiere horas o dÃ-ade preparación -notas que redactar, referencias bibliográfica que comprobar,
Es como el trabajo del pintor que prepara la tela y dibuja en ella traducciones que cotejar, etc.- que van a hacer luego mucho
con el carboncillo la figura que quiere retratar, y luego pone los má difÃ-ciel trabajo. De ordinario, nunca hay suficiente tiempo
colores en su paleta. Todo eso hay que hacer tambiéa la hora despué-o ya no le quedan a uno fuerzas- para completar
de escribir, pues de esa tarea de preparació depende en muy luego esos detalles. Por el contrario, es muchÃ-simmejor escri-
buena medida la calidad del resultado final. De la misma manera bir despacio y producir desde el principio un texto "definitivo",
que no se puede comenzar una carta sin saber a quiése escribe, esto es, definido en todos sus detalles - e n mi jerga de autor lo
ni quà se le quiere decir, de modo semejante para escribir filo- suelo llamar "texto final9'-, que se tenga de pie por sÃmismo,
sofÃ-hace falta antes de ponerse a la tarea haber precisado todo aunque como todo lo humano deberÃser corregido y mejorado.
eso. Sól puede ponerse uno a escribir "a lo que salga" cuando Lo que uno escribe, ha de escribirlo bien en todos sus detalles
sin dejar las minucias para despuéspues al escribir no hay
minucias. Se podrà dejar en ocasiones algunos detalles pen-
165. Geach, Wittgenstein's Lectures on Philosophical Psychology 1946-47, xiv.
dientes, utilizando para ello, por ejemplo, los corchetes [...], pero Muchas personas han comprobado que la mejor manera de hacer
en cada págin podrà haber sól dos o tres de esos flecos, no compatibles esas tareas distintas es asignar un espacio fÃ-sic
más realmente distinto a cada una de ellas. Si tenemos un despacho
en el que atendemos de ordinario a las visitas o a las diversas
Otro peligro de esos borradores rápido es su excesiva
extensió o la desproporció entre sus partes. Si hemos de tareas encomendadas, hace falta irse a escribir a otro lugar, a una
biblioteca o a la propia casa. Hay que proteger esas horas de
escribir una recensió de quinientas palabras, o un resumen de
dos mil, o un artÃ-culde siete mil, no podemos consentirnos el trabajo que dedicamos a escribir como si fueran sagradas: lo son.
En las temporadas en las que uno se dedique por completo a
escribir siquiera una palabra más Al contrario, en la plani-
escribir, serÃpreciso entonces prever un tiempo fijo y un espacio
ficació inicial de las secciones habrà que asignar a cada parte
concreto para las otras tareas -tambié importantes- aunque
un númer proporcional de palabras, de acuerdo con el esquema
les prestemos entonces una atenció menor.
de introducción desarrollo del tema y final o conclusión y
luego al escribir habremos de atenernos estrictamente al tope No existe la inspiración o la inspiració es má bien
máxim que nos hayamos impuesto. "De esta manera, -explica verbum cordis, palabra del corazónFrente a la existencia lógic
Caldera- la composició serà un todo significativo y no un de las ideas en la razó especulativa que filosofa, las ideas viven
amasijo de signos. Ha de cuidarse por tanto la buena articulació en el corazó del artista como formas y sobre todo crecen en las
de sus partes. Y en particular, su proporciónNo serÃ-razonable manos del filósof cuando escribe como en las del artista cuando
que se invirtiera la mayor parte del espacio en la introducción esculpe o pinta. Como en otras áreasen filosofÃ-la creatividad
diciendo que vamos a decir algo, que, al final, apenas mencio- es un noventa por cien "perspiration" (transpiración sudor,
namos9'l66. trabajo) y un diez por cien "inspiration". Pero cuando viene la
inspiració hay que tomar de inmediato nota literal de ella, pues
El horario del taller. La escritura profesional de filosofÃ-
requiere de un horario de trabajo, como lo tienen los zapateros, muchas veces se trata de un modo de decir, de un modo de
articular una idea que, si no se escribe de inmediato lo má
los comerciantes y las empresas. Escribir bien requiere tiempo.
Nuestra escritura es el destilado de muchas horas de trabajo, de extensamente posible o al menos en sus palabras clave, se olvida
reflexión Como quien se dedica a la filosofÃ- combina de lamentablemente. A muchas personas las inspiraciones má
ordinario la investigació que se traduce en escritura, con la fructÃ-ferasuelen venirles siempre a primera hora de la mañana
docencia y tareas administrativas de todo tipo, hace falta reser- mientras se duchan o arreglan. La explicació de este fenómen
var unas horas, unos dÃ-aa la semana, para escribir con el nece- se encuentra probablemente en el trabajo inconsciente del
sario aislamiento lo que nos apetezca o lo que debamos escribir. cerebro durante el sueñnocturno. En este sentido, Sertillanges
animaba a preparar el sueñ brindando a nuestro inconsciente
cada noche un tema adecuado de reflexió y, por supuesto,
166. Caldera, Del arte de escribir, 47.
aprestaba a estar atentos por la mañanpara no desperdiciar la una biblioteca rodeados de centenares de personas trabajando.
cosecha167. El matemátic Henri PoincarÃgozaba de este tipo de Ni siquiera podemos tener en nuestra mesa de trabajo má que
inspiració repentina, que brota inesperadamente en un periodo los libros indispensables -cuatro, cinco, no má de diez- que
de descanso aparente como fruto de un trabajo subliminal168. son los que necesitamos para escribir aquella recensiónaquella
Hay -me parece- algo de todo eso. parte del artÃ-culo de la tesis que estamos preparando. Quienes
El lugar donde escribir: ese es fÃ-sicamentel taller de la es- tienen muchos libros sobre la mesa, llevan tanta impedimenta
critura. Cada uno tendrÃsus preferencias o sus manÃ-assu mesa consigo, que sól con una enorme dificultad pueden avanzar en
favorita, amplia, sobre la que quepan bastantes papeles; su silla, su escritura.
a la altura adecuada para escribir cómodament al ordenador; la El lugar ideal para trabajar no existe. Es preciso adaptarse al
iluminaciónque no sea ni poca ni mucha. Lo má importante es entorno de trabajo que cada uno tenga a su alcance. Esto signi-
que sea un lugar en el que no haya ocasió de distracciones. fica no cuestionarse aquellos elementos que escapan a nuestro
Virginia Woolf recomendaba a las mujeres de su tiempo una control o que no pueden ser modificados sin un esfuerzo despro-
habitació con pestillo para que no pudieran ser interrumpidas porcionado. En una Universidad, en un trabajo en equipo o en
por los deberes domésticosAnnie Dillard habilità su taller de una comunidad de investigació de cualquier tipo, hay muchas
escritora en un container abandonado en un descampado. Peirce cosas materiales que escapan al capricho individual, pero que
se construyà una buhardilla con escalera de cuerda en lo alto de realmente sól se toman una dificultad si uno se enfada contra
su casa. Eugenio d'0rs recomendaba en una ocasió trabajar con ellas: ocupan tiempo y erosionan nuestra energÃ-aPor ejemplo,
una vista hermosa delante: "Cuando se trabaja, hay que poder puede pasar con alguna frecuencia que uno està trabajando a
levantar de cuando en cuando los ojos y sentirse má libre al gusto y a solas en un lugar de uso compartido y de pronto llegue
le~antarlos"~69. En mi opinió quizá esa recomendació vale otro que comienza a abrir ventanas, a hacer ruidos, etc. Lo que
para otros trabajos, pero no para el de escritor, pues la ventana compensa es adaptarse o marcharse de inmediato, pero no
del escritor es su imaginación Un buen amigo mÃ- consiguià marearse con esa cuestión Lo que uno no puede pretender es
terminar su tesis doctoral en la que llevaba mucho tiempo que todo funcione a su gusto; al contrario, esas interrupciones o
gracias a que se rompià la correa de la persiana de la ventana esos ruidos que dificultan la atenció pueden ser la ocasió de
junto a la que tenÃ-su mesa de trabajo, que no hizo reparar hasta pasar a atender a algú aspecto má mecánic de nuestra escri-
la terminació de su investigació doctoral. En resumen, para tura y que requiera por tanto menos intensidad en la atención
escribir es indispensable estar solo, aunque nos encontremos en Cuánt escribir. Es de una extraordinaria utilidad controlar
la velocidad de la propia escritura. Tengo para mÃque en una
167. Sertillanges, La vida intelectual, 46-49; Caldera, El uso del tiempo, 23, jornada de cinco o seis horas de trabajo hay que producir unas
168. Poincare, "La creació matemática"2-4. ochocientas o mil palabras de "texto final", acabado, con notas y
169. d'0rs. NovÃ-simGlosario, 111, 759.
144 El taller de la filosofÃ-

todo (puede quedar un fleco, pero no veinte flecos). Quien pre- encuentre en mi memoria en la imagen de mi madre haciendo
fiera contar con folios una medida aceptable es la de dos folios jerseys de para sus hijos y probándonoslo a medio hacer,
diarios, esto es, doce folios a la semana, cuarenta y ocho al mes para rehacer luego aquella manga que no ajustaba bien o aquel
y cuatrocientos ochenta al añ de diez meses de trabajo: una dibujo que a la primera no salÃ-a
tesis doctoral a dedicació completa viene a ser eso lo que Con la expresió en boga "teorÃ- del género("gender")
cuesta. Ese es un buen ritmo para quien se dedica profesional- suele aludirse a la diferenciació entre varones y mujeres y su
mente a escribir. Hay abundantes testimonios de ello. repercusió en los diversos ámbitode la cultura. Nada de eso es
relevante ahora aquÃ-Cuando se habla de los "génerosen plural
("genres" en inglés procedente del francés) se estÃaludiendo a
una caracterÃ-stictÃ-picde la actividad artÃ-stico técnichuma-
3.2. Los géneroliterarios de la filosof'a y el curriculum vitae
na: frente a lo que a primera vista pudiera parecer la actividad
del artesano en su taller no tiene una variedad infinita de posibi-
Desde antiguo se encuentra en algú fondo de mi memoria lidades, sino que adopta unas formas culturales tradicionales,
-lo habrà leÃ-d en algú lugar o quizà soñado la compa- regulares y relativamente rÃ-gidasEl númer de prendas de vestir
ració entre la actividad de escribir y la de hacer punto. La hija distintas que un sastre puede confeccionar o de los distintos
de una modista alcarreñ me explicaba que la semejanza se muebles que un carpintero puede llegar a hacer està muy limi-
encuentra entre el escribir y el bordar o el "tricotar", má que tado por la forma de vida de los seres humanos. De hecho
con el coser. No sÃyo de esas lides en detalle, pero son muchos acontece sól muy de tarde en tarde que se llegue a descubrir y a
los elementos que sugieren una afinidad entre ambas tareas. difundir una nueva prenda de vestir o un nuevo tipo de mueble.
A mÃme gusta destacar la peculiar articulació de creatividad En estos ámbito la creatividad personal del artista se enfoca
personal y de tradició que en los dos trabajos se da. Tanto el hacia la sofisticació del diseñy la mejora de los materiales,
tener un plan, una idea del conjunto y de las partes del texto que má que a la búsqued de nuevos productos. Ciertamente, en
se està escribiendo o del tejido o prenda que se està confec- algú caso es posible el descubrimiento genial de un producto
cionando, como el tener claro a quÃgénero tipo de producto totalmente nuevo, pues ni el catálog de muebles del carpintero
literario o prenda de vestir pertenece en cada caso lo que ni el de las prendas que confecciona el sastre son la tabla de los
hacemos. Ademá se asemejan en especial en la posibilidad de elementos de Mendeleiev que ya està completa, pero lo que se
deshacer lo hecho cuando no nos gusta o nos parece que no ha presenta como totalmente nuevo resulta de ordinario inúti o
salido bien, y volver a rehacerlo con los mismos hilos, con las cuando menos estrafalario.
mismas palabras, pero quizÃcon otro dibujo, con otra hechura,
con otro propósito Acaso el origen de esta comparació se
146 El taller de la filosofÃ-

La distinció de géneropermite la comparació entre los noticias má importantes son las que aparecen en la primera
productos de un mismo arte170.No se puede comparar el tocino págin del periódicoEsas cosas que nos parecen "de cajón" no
con la velocidad, pero sÃpueden compararse unas sillas o unas lo son tanto, son práctica a menudo convencionales, en el
mesas entre sÃ-unas faenas taurinas, unas sinfonÃ-a o unos sentido de que podrÃ-a ser muy diferentes de las que de hecho
quesos. La comparació entre productos de un mismo géner son, pero que tienen una larga historia que las avala. Por eso, a
lleva al establecimiento dentro de cada comunidad, dentro de pesar de su convencionalidad, requiere mucha destreza el
cada tradición de unos criterios socialmente compartidos de saltárselacon acierto. Si como autores nos saltamos las pautas
calidad, de un mejor y un peor, de una evaluació social como habituales del géneral que pertenece lo que estamos escri-
superior o inferior. Lo sorprendente es que esto no sól se aplica biendo y no somos genios, hacemos imposible la comprensió
a libros, cuadros u obras de arte culto, sino tambié a las de nuestro texto por parte de los lectores o convertimos su
canciones de rock heavy, a las pintadas de los grupos marginales lectura en el descifrado de un jeroglÃ-fico de un acertijo.
o a las táctica del fútbolAsÃestamos hechos los seres huma-
Los génerode la filosofÃ- han evolucionado histórica
nos. Por supuesto, esto mismo se aplica por entero al escribir. Se
mente. No se escribe ahora igual que en el siglo IV antes de
distinguen géneroliterarios: obras de teatro, novela, poesÃ-a Cristo o que en el siglo XIII, y ni siquiera como hace cincuenta
etc., y dentro de cada uno diversos subgéneros sainete, comedia,
añosLa academizació de la filosofÃ-ha hecho muy estrictos
tragedia; novela corta, novela históricaetc. De igual manera se
los requisitos y cánone de cada género"Si es verdad que en
distingue tambiéentre géneroperiodÃ-sticoseditorial, crónica
filosofÃ- pueden permitirse muchos modos de expresión no
reportaje, artÃ-cul de opinión anuncios por palabras, cruci-
todos los modos de expresió son Ademá la
gramas, etc. Para comprender un texto los lectores necesitamos globalizació de la investigació en las última décadaha
saber a quÃgénerpertenece, de forma que podamos evaluar si
internacionalizado esas pautas, alterando en bastantes área las
es mejor o peor de acuerdo con los criterios vigentes en ese
tradiciones locales. En particular en nuestro siglo la escritura
campo.
filosófic ha tendido a seguir las pautas de la escritura cientÃ-fica
Cada génertiene unas reglas que comparten autores y en parte por la fascinació que las ciencias naturales y exactas
lectores, y que de ordinario se dan por supuestas. Las reglas son han ejercido y ejercen sobre los hombres y mujeres de letras, en
los hábitos El caso del crucigrama que muchos periódico parte por la abundante disponibilidad de recursos económico
incluyen habitualmente resulta muy gráfic a este respecto. No para esas áreade investigació que a menudo han sido negados
se explica en ningú lugar del periódic cóm se hace el cruci- para las humanidades. Como ha denunciado Steiner, al trasla-
grama, de la misma forma que en ningú sitio se dice que las darse de un escenario europeo a uno norteamericano la investi-

170. Lorda, Gombrich: Una teorÃ- del arte 273-276. 171. Ferrater Mora, "De la expresió filosófica"179.
gació en humanidades "ha adquirido un impulso industrial. Allà puede decirse de lo que escribimos: un artÃ-culse escribe de una
donde ya no quedan textos clásico y eminentes por editar, forma para una revista, y de otra, quizà bastante distinta, para
siempre hay suficientes textos que 'revalorizar'. AllÃdonde decae otra publicación En las secciones siguientes se dará algunas
el conocimiento del griego y el latÃ-ndel ingléantiguo o del pautas para los géneromá comunes de la producció filosófic
ingléisabelino, los dientes académicosiempre encuentran en el ámbit hispánic en los año finales del siglo XX:
autores contemporáneo que roer"172. Ciertamente hay mucha recensiones de libros, comunicaciones a congresos, artÃ-culoy
pseudo-investigació acomplejada y miméticde las ciencias en monografÃ-asEn el capÃ-tul titulado "La estructura de los prin-
el ámbit académicnorteamericano, pero para quienes defien- cipales escritos académicoen la investigació filosófica del
den la cooperació interdisciplinar de ciencias y humanidades es libro de Izuzquiza puede encontrarse una excelente exposició
posible tambié advertir algunos elementos valiosos en ese mucho mápormenorizada sobre toda esta material73.
proceso. Quizá uno de los má llamativos es el de las enormes Entre los primeros documentos que ha de escribir quien
bibliotecas de investigació y la accesibilidad universal de la se inicia profesionalmente en la filosofÃ- se encuentra el
información curriculum vitae, "currÃ-culo7en castellano oficial, para solicitar
En todo caso, es recomendable para quien se inicia en la una beca o ayuda, un puesto de trabajo, o simplemente para
escritura profesional en filosofÃ- que procure atenerse a las presentarse ante otras personas. Un curriculum vitae define un
pautas y procedimientos má comunes en la tradició a la que estilo o un proyecto de vida, del que cada una o cada uno ha de
pertenezca. No es sól el tradicional "allà donde fueres haz lo sentirse responsable lÃ-ne a lÃ-nea de los renglones que dan
que vieres". Como la filosofÃ- sigue siendo una conversación cuenta de su pasado, la formació recibida y los estudios reali-
aunque se prosiga por escrito, hemos de adoptar el tono y las zados, como sobre todo de las lÃ-neaque aña añcon nuestro
convenciones vigentes en aquel ámbit en el que queremos ser trabajo podamos añadirDos puntos merecerá nuestra atenció
escuchados. Alguien contaba que podÃ-distinguir perfectamente a propósit del curriculum. El primero es el relativo al nombre
el diverso background de sus profesores por la forma en que profesional, el segundo al perfil que en épresentemos.
impartÃ-a sus lecciones magistrales: los profesores de ciencias Nos guste o no, un profesional de la filosofÃ- no puede
sociales las daban siempre con transparencias y retroproyector; llamarse MarÃ-de los Remedios GarcÃ-de Gortázay Fernánde
los lingüistascon grandes aspavientos, llenaban pizarras y de Heredia. Es cierto que asÃson los nombres y apellidos de
pizarras de redes semántica y gráficos mientras que los filó muchas alavesas, pero la cultura dominante angloamericana y
sofos, educados en Oxford o Cambridge, se sentaban en su silla, las bases de datos informática no permiten esos nombres tan
sacaban sus papeles y simplemente los leÃ-anLo mismo o má complejos. Hace falta una cierta adaptació a esa cultura y elegir

172. Steiner, Presencias reales, 52. 173. Izuzquiza, GuÃ-para el estudio de la filosof'a, 249-297.
150 El taller de la filosofÃ-

un únic términpara el apellido, por ejemplo, Gortázary otro en el ámbit académicoEn esos casos, habrà que indicar
para el nombre, sea MarÃ-o Remedios, pero no los dos a la vez. expresamente, entre paréntesis despuédel tÃ-tuly los datos de
A ellos se les puede añadila abreviatura como "middle -ame" donde vayan a publicarse, la expresió "(en prensa)", "(en
del otro términoEl nombre profesional de la filósof alavesa preparación)"o si es en inglé"(forthcoming)", "(in progress)".
antes mencionada serà por tanto MarÃ- G. Gortázar o si lo El curriculum vitae habrÃde ser objeto de revisió periódic y
prefiere, Remedios G. GortázarLo importante es que en todas de atenció permanente. Las página personales (homepage) de
sus publicaciones emplee siempre ese mismo nombre, aunque no internet vienen a ser equivalentes al curriculum vitae colocado
sea exactamente el que figura en su Documento Nacional de en la red, lo que facilita que otras personas entren en contacto
Identidad. Hay personas que prefieren usar el guió y nuestra con nosotros a travédel correo electrónic o tengan acceso a las
filósof serÃ-entonces MarÃ-GarcÃ-a-Gortáza o incluso MarÃ-a publicaciones nuestras que hayamos querido conectar en forma
Remedios GarcÃ-a-Gortáza Resulta aceptable, pero probable- electrónic a esa págin personal.
mente con el paso de los añose persuadirÃde que hubiera sido
mucho mápráctic haber elegido la primera opciónTomar una
decisió a tiempo sobre esta materia ahorra muchÃ-sima
confusiones y, por tanto, mucho tiempo. 3.3. Recensiones de libros, comunicaciones y artÃ-culo
AsÃcomo un artista procura que le tomen fotos desde el
ángul que má le favorece, un curriculum vitae bien hecho, Entre los diversos géneroliterarios de la filosofÃ- puede
lleva -sin detrimento de la verdad- a destacar los rasgos que establecerse quizá una cierta gradació basada en la diversa
má favorecen nuestra candidatura ante ese posible empleador, preparació (formació y tiempo) que en cada génerse requiere
esa ayuda o beca. Nuestro curriculum vitae, en primer lugar, para lograr un producto terminado de calidad. Ademá de las
tiene que gustarnos a nosotros en su conjunto y en su detalle, traducciones (secció 2.6), una manera excelente de iniciarse en
hemos de estar orgullosos de lo que hemos hecho. Tiene que el ámbit de la filosofÃ-profesional es la de escribir recensiones
informar de quiénesomos y a quà nos dedicamos profesio- de libros para revistas de filosofÃ-acreditadas. AsÃhan hecho
nalmente en la fecha del curriculum, esto es, quiénos paga. buena parte de los filósofo má reconocidos internacionalmente
Convendrà destacar la experiencia profesional, el trabajo - en la actualidad. Si uno rastrea sus biografÃ-ao los elencos de
retribuido o no- que nos ha llevado tanto tiempo, má que los sus escritos advertirà enseguida que en muchos casos sus
cursos a los que hemos asistido y los méritode quienes los han primeras publicaciones-a menudo incluso cuando todavÃ-eran
dado. HabrÃque evitar la verbosidad y las largas explicaciones y estudiantes- son modestas recensiones de libros. AsÃ- por
destacar en especial las publicaciones, aunque estétodavÃ-en ejemplo, todavÃ-se lee y se cita la recensió del Tructatus que
prensa o incluso sól en preparaciónpues suele ser lo decisivo en 1923 publicà Frank Ramsey en Mind a los 19 añosmientras
152 El taller de la filosofÃ-

era un estudiante. Aunque en Españno se ha valorado habitual- en esta tarea el resultado serà de menor calidad: no merece la
mente este trabajo, pues los grandes autores no han solido pena hacer una recensió si no se hace muy bien. La correcció
"rebajarse" a hacer recensiones de libros, todo hace pensar que má importante es sobre todo la de eliminar palabras innece-
estÃcomenzando a cambiar esta actitud en los último añosEste sarias que alargan el texto sin proporcionar nueva información
cambio se debe quizáa los suplementos culturales de los perió Los elementos de una recensió son tres: presentació del
dicos que, siguiendo el modelo de la New York Review of Books libro y del autor, descripció del contenido, y valoració per-
o del Times Literary Supplement, fomentan las recensiones de sonal. Con palabras de Alvaro d'ors, una recensió "debe dar
libros de actualidad por parte de firmas "importantes". En todo ante todo una noticia leal e inteligente del libro, y luego la
caso, no deben minusvalorarse las recensiones, pues tienen una opinió persona17'174. La descripció del contenido ha de ser el
gran capacidad formativa precisamente por su tamañmanejable elemento central de la recensió y por tanto el má extenso. De
y porque hace falta cierta destreza para exponer en el breve ordinario convendrà seguir el Ã-ndic del libro, destacando los
espacio disponible el pensamiento de otra persona y apuntar una aspectos que parecen má novedosos o má interesantes para el
evaluació personal. lector de la revista. A veces es muy práctic introducir entre
En las revistas de filosofÃ-suelen distinguirse entre reseña comillas breves citas textuales del libro e indicando la págin al
muy breves, de tres o cuatro lÃ-neasque simplemente dan noticia final de las comillas, pues las recensiones n.o suelen llevar notas
de un libro o de su Ã-ndic y no suelen ir firmadas, de las a pie de páginaLa valoració personal, necesariamente breve,
recensiones (review) y de las notas crÃ-tica(critica1 review). De señalar especialmente a quà lectores puede interesar má el
ordinario suelen agruparse en secciones distintas dentro de una libro o quà aspectos han parecido mas valiosos al autor de la
misma revista. Las notas crÃ-ticascomo su nombre sugiere, recensiónAdemáde tratarse de una obra de reciente aparición
consisten en la discusió a fondo de un libro, de ordinario para tiene que haber cierta congruencia entre la formació personal y
expresar un parecer opuesto, y pueden ser tan largas como un el libro recensionado para que la valoració tenga interés
artÃ-culoEn cambio, las recensiones oscilan de ordinario entre Otras recomendaciones muy práctica sobre esta materia
las quinientas y las ochocientas palabras; sól a ellas se les podrÃ-aser las cuatro siguientes: 1) Es importante acertar con el
prestarà aquÃatención Una recensió ha de ser como un bor- libro que se va a recensionar para que resulte satisfactoria tanto
dado de tres o cuatro párrafospuede ser una joya, si prestamos a su lectura como la redacció de la recensión Las revistas
esa tarea la suficiente atenciónAdemá de leer a fondo el libro españolay de otros paÃ-se está de ordinario necesitadas de
cuya recensió se nos ha asignado, tomando nota de todos buenas recensiones de los libros que reciben gratuitamente de las
aquellos pasajes que nos resulten llamativos u oportunos para su editoriales. Algunas de ellas suelen incluso anunciar en internet
expresa cita en la recensión es preciso dedicar cuatro o cinco
horas a su efectiva redacción Cuanto menos tiempo invirtamos
174. d30rs,Sistema de las ciencias, 11, 85.
154. . ..." .......... . . . .................. ......... ........... . . .
........ .. . . . ...... ........... . . .. ........ .. .. . . .. .. .. ... .
El
. taller de la filosofÃ-
,,..... .. ...
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los libros para los que buscan recensionador. Se trata éstde una mientos cientÃ-ficos176En cambio, suelen ser mucho má intere-
vÃ-realista para comenzar a publicar en revistas de otros paÃ-ses santes y útile las reuniones (simposios, coloquios, etc.) de
2) Es una ingenuidad - q u e de ordinario se paga luego- treinta o cuarenta especialistas en torno a un tema, en las que
escribir una recensió en contra de un libro: es mucho mejor no resulta mucho má fáci la comunicació efectiva entre las
hacerla175. 3) Tampoco debe escribirse una recensió adulatoria personas y la ganancia real de nuevas perspectivas sobre los
porque el autor del libro sea, por ejemplo, el Decano de la propia temas que uno ya conoce o estÃcomenzando a investigar.
Facultad. En esos casos bastarÃcon atenerse a la descripció del En los congresos de humanidades se suele disponer de
libro y mencionar sus cualidades má destacadas. 4) En oca- veinte minutos como máxim para la presentació oral de la
siones habrÃque escribir una recensió positiva de un colega o comunicación incluidas las preguntas o comentarios de los
amigo que no logra que las revistas profesionales se hagan eco asistentes. Lo má importante para una comunicació de este
de su libro, pero, en cambio, no resulta acertado escribir uno tipo es por tanto que se atenga estrictamente al tiempo estable-
mismo una recensió de un libro propio y pedirle a un colega o cido. Resulta bien penoso ver a un sabio investigador tratar de
amigo que la firme. meter apretujadamente en el corto espacio de veinte minutos
El segundo escaló en la carrera de las publicaciones son las cuarenta folios escritos a máquin y en letra pequeñhasta que
comunicaciones o presentaciones a congresos. El valor de esa la persona que modera la sesió se siente obligada a retirarle casi
publicació dependerÃpor supuesto del tipo de congreso de que violentamente la palabra. Para evitar esas situaciones es
se trate y de que nuestra comunicació sea incluida efectiva- indispensable haber ensayado antes la exposició oral, reloj en
mente en las actas. Los resúmene de las intervenciones mano, varias veces, delante de otras personas. El texto que
(abstracts), incluidas en el folleto de mano o similar que se vayamos a leer no deberà tener má de dos mil trescientas
distribuye al inicio del congreso, -y que en muchos casos es lo palabras, independientemente de la extensió máxim que los
únic que se publica-, no son aceptados ya como publicaciones organizadores hayan autorizado para el texto que vaya realmente
cientÃ-ficapor los organismos que evalúa la actividad inves- a publicarse. Nunca se insistirÃlo suficiente en la necesidad de
tigadora. Los organizadores de estos grandes congresos suelen leer despacio, sin prisa, mirando de cuando en cuando al públic
prácticament aceptar todas las comunicaciones presentadas con -poco o mucho- que nuestro tÃ-tul y nuestro nombre hayan
tal de que abonen la cuantiosa matrÃ-culdel congreso y cumplan podido atraer a la sala en que leemos nuestra comunicación
unas mÃ-nima condiciones formales. La evaluació de estos Como todos los textos, habrà de tener una introducciónmuy
congresos resulta bastante penosa, pues a menudo son má una breve, que capte la atenció y en la que se anuncien los objetivos
modalidad de turismo "cientÃ-fico que verdaderos aconteci- y las dos o tres partes que va a tener la exposiciónun contenido

175. "Editorial: Decalogue", Philosophy, 63 (1988), 143. 176. Haack: "La éticdel intelecto", 1425.
156 El taller de la filosofÃ- La escritura vrofesional en filosofÃ- 157

central, claro y articulado en las secciones anunciadas, y una artÃ-cul ha de estar escrito para una revista concreta, no sól
conclusiónbrevÃ-simtambién pero que -si es posible- invite porque se adapte al estilo peculiar de esa revista sobre la manera
a nuestro públic al aplauso. AsÃes la retórica como descubrià de hacer las citas y demáreferencias bibliográficassino porque
Aristóteles con principio, medio y fin177. En los último año habrà que tener en cuenta los artÃ-culoque sobre ese tema se
està extendiéndoscada vez má el empleo de transparencias hayan publicado anteriormente en ella, las publicaciones de los
tambiéentre los filósofos quizá en particular para lógic y referees o evaluadores habituales de los artÃ-culo sobre esa
área afines. Ese estilo de presentació tiene su propias reglas materia, etc. En esta lÃ-neel libro Guidebook to Publishing in
que es necesario aprender y por supuesto ensayar en entornos Philosophy de Eric Hoffman puede resultar muy úti para el
cómodo hasta que se tenga la soltura necesaria para actuar ante ámbit angloamericano.
un públic desconocido como suele ser el de un congreso. El segundo principio práctic es que lo má importante de
Finalmente, el últim genero que va a comentarse aquÃes el un artÃ-cules el tÃ-tuly el resumen. El tÃ-tulha de ser breve y
del artÃ-culen la revista académicaque se ha convertido en el atractivo, pero ha de definir con claridad el contenido y el
producto estrella de la producció filosófic en el ámbit anglo- propósit del artÃ-culoMuchas veces no es fáci lograr todos
americano. A menudo, quizà por mimetismo con el entorno esos objetivos en el breve espacio de un tÃ-tulopero sÃhay que
cientÃ-fic y médicoun artÃ-cul publicado en una revista del lograrlos siempre en el resumen o abstract que suele encabezar
máxim impacto (p. e. The Journal of Philosophy o Mind), es los artÃ-culosy que en el caso de revistas acreditadas es repro-
considerado má importante incluso que una monografÃ-aEs ducido en The Philosopher's Index y en otras bases de datos
realmente difÃ-cisaber en quÃpueda consistir la importancia de o publicaciones de resúmenes Gonzalo Herranz acierta al
un artÃ-culo de un libro o el verdadero impacto efectivo de una señalaque "el resumen es la parte má leÃ-ddel artÃ-culoPor
revista. La aplicació mecánic de criterios bibliométricocomo eso, es la que hemos de cuidar más" Y añade"Algunas veces
el relativo al númer de veces que un trabajo es citado por otros serà bueno posponer su redacció al final, cuando ya está
autores, es una respuesta cuando menos simplista en el caso de terminadas las otras partes del artÃ-culopues sól entonces el
la medicina y otras ciencias experimentales, y resulta del todo autor puede ver su contribució en sus verdaderas dimensiones.
desafortunada para las humanidades. Pero casi siempre convendrÃlo contrario, es decir, empezar por
Quien se inicia en la escritura profesional debe necesaria- el resumen"178. En las cien o ciento cincuenta palabras del
mente adentrarse en ese ámbit para el que aquÃsól se suge- resumen deberá figurar todas las palabras clave y habrà de
rirá tres principios prácticos Quizá el primero de estos expresar con la mayor claridad posible lo que el lector encon-
principios consiste en aprender que cada revista es distinta. Un trarÃdesarrollado en el artÃ-culo

177. AristótelesPoética 1450a. 178. Herranz, "La responsabilidad de empezar bien", 205.
158 El taller de la filosofÃ-

El tercer principio es que un artÃ-cules la comunicació de La argumentació debe desarrollarse con orden, señaland con
los resultados de la investigació filosófic que su autor ha claridad la tesis que sustenta y las opiniones opuestas que se
llevado a cabo. Por tanto, un artÃ-culno puede ser una introduc- conocen. De ordinario es muy úti una buena conclusió como
ció general a un autor o a un tema, ni debe ser meramente recapitulació de todo el trabajo. bb¿Qupuede hacerse para
expositivo. El trabajo ha de abordar un tema concreto, con unos lograr un buen final? Poco se puede decir en concreto. En el
lÃ-mitebien definidos y ello debe estar avalado siempre por un caso de un escrito argumentativo, se puede dar un sumario
buen conocimiento de la bibliografÃ-reciente al respecto. Como o simplemente reiterar la idea principal. (...) A veces, repetir la
reza el séptimmandamiento del decálog festivo de la revista frase clave: si la frase es buena, dejarÃuna honda impresió en
británic Philosophy: "No resolverá el enigma del universo en el l e ~ t o r " 1 ~ ~ .
un artÃ-culde tres página de longitud, con un diagrama en la
págin segunda, ni siquiera aunque seas un médicretirado, un 3.4. La tesis doctoral
ingeniero, un soldado o un mercader, que ha visto el mundo y
todo lo que hay en élEste es el séptimmandamiento"179.
Ademá de bien redactado, tiene que estar bien estructurado: ha Para quienes se inician en la filosofÃ- profesional la
de plantear un problema, ha de analizarlo en varias secciones y redacció de la tesis doctoral es de ordinario el primer empeñ
ha de brindar una solució o una nueva manera de enfocarlo. de envergadura, al menos en cuanto a extensiónque tienen que
A veces lo má difÃ-cide un artÃ-cules precisamente el llegar a afrontar. La obtenció del grado de doctor es el requisito
dar con la manera correcta de organizarlo: "Soy un tanto necesario para dedicarse a la docencia universitaria que es la
platónic respecto al esquema de los artÃ-culo---explica Stephen profesió retribuida a la que - c o n algunas pocas excepciones-
Gould-. Creo de verdad que hay sól un esquema correcto para suelen dedicarse los filósofo desde la creació de las Univer-
cada texto, un esquema apropiado. Està ahÃarriba en el cielo, y sidades en la Edad Media. Frente a otros modos de concebir la
la cuestió estriba sól en dar con él"180 tesis doctoral, en estas páginase defiende de modo rotundo que
Como la pieza oratoria, el artÃ-culde investigació ha de una tesis doctoral debe ser publicada siempre. Hacer hincapiÃen
tener principio, medio y final, pero ademá esa estructura ha de la publicació de la tesis de doctorado sirve -me parece- para
ser congruente con la materia y con el propósit del artÃ-culen esclarecer su finalidad.
cuestiónEn la introducció han de presentarse con claridad los Una tesis no es meramente un evento administrativo para
objetivos del trabajo y anunciar las diversas partes de que se lograr una promoció profesional, ni es tampoco un evento
compone, con una breve justificació de la estructura adoptada. exclusivamente cientÃ-ficode pura investigación Escribir una

179. "Editorial: Decalogue", Philosophy, 63 (1988), 143.


180. Gould, "Roots Writ Large", 151. 181. Caldera, Del arte de escribir, 52.
. ... .... .. . ............ . ............. .. . ..... ..... ... . .. . . ... . ... .......... .... .. ........ . . . . ... . ... . . . ... ..... . . ..... .... .. . ........ .... . . ...El....taller
160 ..... . .....de
.. la... .filosofÃ-
..

tesis tiene sobre todo una finalidad de aprendizaje. El primer un equilibrio entre práctic -análisi de textos, investigació
fruto de una tesis es lo que su autor o autora crece, aprende, al histórica y especulació creativa. Lo realmente decisivo para
escribirla, al mantener un discurso coherente y bien argumen- una tesis es tener una buena pregunta, y despuéel dedicar el
tado a lo largo de trescientas o cuatrocientas páginasComo reza tiempo necesario para adquirir el oficio y el métodque per-
el dicho, "Quien hace un cesto hace ciento". Quien es capaz de mitan iluminar el problema que queremos abordar y permitan
escribir una tesis doctoral acredita con ello su habilidad inves- ofrecer finalmente una respuesta argumentada y convincente.
tigadora y su capacidad de comunicar a otros lo descubierto Para llegar a formular esa pregunta es importante la elecció de
siguiendo las pautas de quienes le han precedido y de quienes la persona que dirija nuestra investigació (secció 4.2), pero
trabajan en ese mismo campo de investigación Una tesis debe sobre todo es indispensable que la pregunta tenga un enraiza-
aportar algo original y novedoso, pero su primer méritha de miento efectivo en la biografÃ-personal: "El interépropio ha de
radicar en la tarea rigurosa de acopio de lo que otros han dicho ser el que elija el tema a investigar. Se ha de escoger aquello que
sobre la cuestió afrontada, en el examen detenido de sus acier- nos interesa, lo que enlace con nuestros problemas, lo que crea-
tos y limitaciones. Sól despuéde hecha esa tarea impres- mos que nos va a proporcionar orientaciones en nuestra propia
cindible, puede y debe el autor de la tesis aportar algo nuevo. vida" 1 82.
Quien se dedica a la filosofÃ-serÃjuzgado por la calidad de En el libro de Umberto Eco Cóm se hace una tesis, cuya
sus publicaciones. No basta con dar bien las clases que tenga primera parte deberÃ-a leer todos los que comienzan un
asignadas. Si no se publica y con una cierta calidad no es posible Programa de doctorado, se aborda de un modo excelente la
obtener un puesto estable en una Universidad. En muchos casos, delimitació del áre que queremos investigar, de la pregunta
un alejamiento de la Universidad lleva consigo la incapacidad de concreta que queremos resolver, del punto de vista desde el que
entrar realmente en la comunidad de scholars, de tomar parte queremos afrontarlo, asÃcomo la definició de los medios con
activa en la conversació y las discusiones que constituyen de los que contamos para acometer esa investigació que tan
hecho la filosofÃ-aMuchos filósofo relevantes no hicieron tesis decisivamente va a marcar nuestra vida profesional. A ese texto
doctoral alguna; otros, que sÃhicieron una tesis doctoral, no tuvo -hay tambiéotros muchos valiosos- remito al lector de estas
éstuna incidencia importante en la discusió filosófic general, páginasLa cuestió que a mÃme parece má decisiva y que esos
pero quizà sÃla tuvo para su personal formació y para la textos pasan de ordinario por alto es que, desde el principio,
consecució de un puesto profesional estable desde el que quien comienza una tesis ha de tener clara la forma final que va
proponerse empeñomayores. a tener el producto que està escribiendo, el volumen encuader-
Como explica Juan M. Sánchez-Prietoel debate entre tesis
teórica y empÃ-ricaes falaz. La únic distinció efectiva estÃ
entre tesis buenas y tesis malas, pues toda tesis doctoral requiere
182. Rivera de Rosales, "Cuestiones metodológicas" 13.
162 El taller de la filosofÃ-

nado que leerà el tribunal y el libro que ha de ver la luz pocos esfuerzo han invertido en esa tarea unos lÃ-mitetan claros como
meses despuéen esa colecció especializada de monografÃ-as los que aquÃse indican.
Adoptar este punto de vista lleva desde un principio a Precisar el númer total de página y de palabras lleva como
precisar cuánta página va a tener la tesis que se comienza a consecuencia a definir con la misma precisió el númer de
escribir, y por tanto cuántapágina se asignan a cada capÃ-tuloy capÃ-tulo y la extensió de cada uno de ellos y el concreto
el númer de palabras que van a tener las página por términ formato de la página El caballo de carreras necesita de riendas
medio. Esta sencilla formulació plantea con claridad las deci- y estribos que, aunque parecen limitar su creatividad, hacen
siones má importantes respecto de la tesis que vamos a posible que gane la carrera. Esto mismo son estas limitaciones
acometer. La primera es la de la extensió total de la tesis en de extensió -ademá de las del tiempo que disponemos para la
númer de página y de palabras. Aunque pueda parecer investigación que llevan a encorsetar un tema, o mejor, a
dogmáticouna tesis doctoral no debe tener má de cuatrocientas ajustarlo a las práctica comunicativas aceptables en nuestra
o quinientas páginas y por tanto no debe sobrepasar las ciento comunidad universitaria contemporáneaInteréparticular tiene
veinte mil o cuando má las ciento cincuenta mil palabras. Todo el elegir desde un principio el formato final que tendrà la tesis,
lo que supere esa cantidad es exceso y se pagarà caro a la hora esto es, precisar desde un principio y escribir ya desde el primer
de publicarla y a la hora de encontrar lectores. En el Depar- borrador en el formato (caja, interlineado, cabecera y notas a pie
tamento de FilosofÃ-de la Universidad de Harvard no se aceptan de páginatipo de letra en el cuerpo y en las notas, etc.) que serÃ
tesis de má de setenta y cinco mil palabras. La tradició el definitivo. Eso permite que el autor y el director de la
españolaquizá en parte por influencia de la tesis de habili- investigació tengan desde el principio ante sus ojos el borrador
tació francesa que es algo bien distinto, ha llevado a un de la tesis con la misma apariencia que tendrà en su momento el
crecimiento desmesurado de las tesis en las última décadas texto definitivo ante el tribunal. Esto ahorra muchos disgustos y
"La mayorÃ-de las tesis -escribe severamente Juliá MarÃ-as muchas sorpresas de últim hora. Los avances en los programas
está cargadas de un peso muerto sin valor, que aparte de informático de procesamiento de textos facilitan tambié
hacerlas ilegibles las hunde en la insignificancia intelectual"183. mucho todo este trabajo a quien se tome la molestia de enterarse
Cuando a veces uno se tropieza con tesis doctorales de mil un poco;
trescientas página o másde varios volúmenes que nunca llega- Lo importante es no dejarse intimidar por la perspectiva de
rá a la imprenta a causa de su tamañ descomunal, siempre escribir cuatrocientas página y seguir el consejo de Descartes
lamenta que nadie hubiera dado a esas personas que tanto para resolver los problemas: desmenuzarlos en partes y proceder
en consecuencia. Una vez definida el áre de investigación el
director de tesis y el problema que queremos afrontar hay que
elegir un buen tÃ-tul provisional, si hace falta con un subtÃ-tul
183. MarÃ-as"Las tesis doctorales (y 11)".
164 El taller de la filosofÃ-

que especifique el punto de vista o el autor sobre el que versa vez terminada la tesis cambiarÃpor supuesto sustancialmente-
principalmente el trabajo, y enseguida ponerse a trocear la tesis facilita mucho el meterse en el problema de la tesis. Si uno no
en partes, esto es, a pergeñael Ã-ndicde la tesis. està seguro sobre la organizació de los capÃ-tuloy su con-
Diseñaun proyecto de investigació doctoral no es tarea tenido, el escribir la introducció le ayudarÃmucho a aclararse.
sencilla. De ordinario hace falta la intervenció decisiva del Una buena introducció tendrà de ordinario entre tres y ocho
director para eliminar capÃ-tulospodar avenidas secundarias, de folios y abordarà por este orden aproximado los siguientes
forma que el trabajo està bien centrado en torno a un tema y puntos: 1) enunciado del objetivo del trabajo y breve descripció
tenga al mismo tiempo todos los elementos relevantes y, si es del status questionis; 2) conexió biográfic (por quÃinteresa al
posible, sól los elementos relevantes, y estos trabados de un autor) e interéobjetivo del tema elegido; 3) metodologÃ-
modo coherente y persuasivo. Durante el desarrollo de la inves- empleada y lógic interna de la investigación4) descripció de
tigación serà preciso ir evaluando periódicament el proyecto su articulació en capÃ-tulosdel contenido de cada uno de ellos y
inicialmente diseñadpara irlo ajustando con una cierta flexibi- de la conclusió central alcanzada ("la tesis de la tesis");
lidad a los resultados mismos de la investigación o a otras 5) agradecimientos, cuya redacció puede dejarse para cuando se
circunstancias profesionales o ambientales que pueden, a ,fin de termine efectivamente la tesis. Una de las razones para comenzar
cuentas, resultar decisivas para la obtenció del puesto profe- la tesis escribiendo la introducció es que uno puede descubrir
sional al que se aspira1g4.En muchos casos, conforme se avanza entonces que no tiene realmente un proyecto de investigacióny
en la comprensió de un problema y de su complejidad se eso es importante descubrirlo cuanto antes Is5.
descubre con claridad que algunas secciones de la tesis que Ademáde esta definició objetiva, esto es, del objeto de la
inicialmente parecÃ-a necesarias, resultan ahora claramente investigaciónhace falta en esos primeros momentos acordar con
superfluas. No hay que tener reparo en eliminarlas, aunque el director del trabajo una planificació temporal, un calendario
hayamos invertido muchas horas en ellas. Servirá má adelante de trabajo en fases, distribuida en meses y añosen el que se
para artÃ-culoespecializados o para otros trabajos. tengan en cuenta los espacios de tiempo dedicados a los cursos
En este proceso de definició de un proyecto doctoral de doctorado, las tareas de colaboració en la docencia que en su
resulta decisivo -siguiendo el consejo de Watson- que el caso puedan asignarle, las estancias en otras Universidades
estudiante escriba antes de nada la introducció de su tesis, todas o centros de investigació que parezca razonable, en resumen, el
las veces que haga falta hasta que se aclaren tanto écomo el tiempo que puede y debe dedicar al trabajo de investigació
director y se pongan de acuerdo acerca de la tesis concreta que doctoral para que este culmine en un tiempo razonable en la
quiere escribir. Empezar escribiendo la introducció - q u e una defensa de la tesis ante el tribunal y en su publicación En este

184. Lanyon, "How to Design a Dissertation Project", 42. 185. Watson, Writing Philosophy, 18-19.
166 El taller de la filosofÃ-

sentido, lo razonable es que una persona que inicia el doctorado 3.5. Algunas pautas para escribir
en filosofÃ-con una dedicació completa a esa tarea termine en
dos añolos cursos de doctorado en los que haya llevado a cabo
A lo largo de este libro se insiste una y otra vez en unas
la investigació básic que su proyecto requiera y dedique otros
pocas ideas fundamentales con la finalidad de que quien se
dos año a escribir y completar la tesis. Habrà casos excep-
inicia profesionalmente en la filosofÃ-organice su propio taller,
cionales en un sentido o en otro, pero si se ha definido bien el
a su estilo y a su medida, para que le resulte gozosa la tarea de
proyecto, se han establecido los lÃ-mitede extensió de cada
escribir. La redacció de la tesis tiene en este sentido una impor-
capÃ-tultal como má arriba se recomienda y se ha previsto un
tancia decisiva para la adquisició de los hábito necesarios en
sistema de revisió periódic semanal o quincenal del trabajo
esta vida intelectual. Esos hábito abarcan desde el uso de la
realizado, la mayor parte de los doctorandos alcanzará sin
tilde en la ortografÃ-castellana (los famosos "acentos7') hasta la
nerviosismos ni tensiones ese objetivo.
capacidad de trabajar cuarenta horas a la semana perseveran-
Un estudiante de doctorado ha de estar entusiasmado y temente sobre un mismo texto sin levantarse de la silla.
orgulloso de su proyecto de investigació doctoral. Si en algú
En este sentido, en la vida real de quien se dedica a escribir
caso no fuera asÃes preciso trabajar el proyecto mucho má a
la ordenació en el espacio es casi tan importante o má que la
fondo hasta que el investigador se persuada de su decisiva
ordenació en el tiempo. Sobre el ritmo de trabajo ya se hablado
importancia para la historia de la humanidad. Si no lo consigue,
suficientemente en la secció 3.1. Ahora le corresponde la vez a
es mejor cambiar de tema o dejarlo estar. Como describe magis-
la ordenació espacial. La idea má importante al respecto es
tralmente Umberto Eco, al menos uno ha de estar orgulloso de
descubrir que la finalidad de la ordenació es el complementar la
ser la persona que má sabe en toda la historia de la humanidad
memoria: "El orden es el que alivia a la memoria"187 escribe el
hasta el momento sobre ese asunto bien concreto que a uno le
enciclopedista Diderot. Una manera muy gráfic de comprender
ocupa186.
la importancia del orden es asomarse al modelo de ordenació
En la secció siguiente se sugieren algunas pautas acerca de que suele emplearse en una cocina, con su office y su despensa:
cóm escribir la tesis y en la últim de este capÃ-tulacerca de una ama de casa -¡ un cocinero!- sabe perfectamente dónd
cóm conseguir publicarla. Ambas cuestiones merecen detenida tiene todo, aunque no estudie nunca su cocina ni lleve un fichero
atención de los alimentos que guarda en su despensa, pero sà tiene
algunos libros o colecciones de recetas, y lleva una contabilidad
por pequeñ que sea; todos los dÃ-a limpia un poco, pero de
cuando en cuando dedica un tiempo a la limpieza y a la ordena-

186. Eco, Cdmo se hace una tesis, 2 19-220. 187. Diderot, Oeuvres Completes, VII, 219.
ció a fondo. Lo mismo ocurre en el taller del escritor. O incluso No hay que ser maniátic de las grandes ordenaciones temá
extendiendo -al estilo de Wittgenstein- la comparacióncada ticas, ni siquiera de las ordenaciones alfabéticaque muchas
cocina es distinta, pero todas tienen un aire parecido, depende veces tan práctica resultan. Pensar en la ordenació de la des-
del tamañde la familia, de sus gustos, o de que se trate de un pensa ayuda mucho a ser práctic en esto y hacer má accesible
hotel o de un hospital; incluso las cocinas se parecen mucho en lo de uso má frecuente, mientras que se guarda en la estanterÃ-
Occidente entre un paÃ- y otro, aunque siempre haya carac- má alta, en aquel lugar menos accesible, lo que se usa sól muy
terÃ-sticalocales como los alimentos y condimentos tÃ-picodel de tarde en tarde. Nuestra ordenació tiene que ser muy práctica
paÃ-setc. Hay cosas de empleo diario y otras cosas que se nos tiene que ayudar a trabajar y no al contrario. Una conse-
emplean una vez al añoo muy de tarde en tarde. La analogÃ-da cuencia de estos principios es la de no archivar las cosas de
mucho de sÃ-y queda para quien lea estas página el sacar sus inmediato, sino sól periódicamente arbitrando para ello un
consecuencias de detalle-, pero el propósit principal es el de cajó "Para Archivar" o semejante donde se les deja descansar a
persuadir de que para ordenar el lugar de trabajo es indis- los papeles y demáque no tienen una clara ubicaciónDe modo
pensable huir de la complicación Nadie dirÃ-que la cocina de semejante no hay que abrir carpetas, cajones, divisiones y
su casa es complicada, pues hasta somos capaces de encontrar a subdivisiones antes de tener algo con que llenarlas. Habrà que
ciegas lo que buscamos, pero a nadie se le oculta que una cocina contar ademá con un almacégeneral, por orden alfabéticde
entrañcierta complejidad para quien se asoma por primera vez autores, de los artÃ-culo o fotocopias de textos que se van
y que por supuesto con una cocina desordenada y sucia no se acumulando y no nos interesan para un tema en especial o para
puede vivir. Lo mismo pasa con el taller de la escritura. una publicació en la que estemos pensando a medio plazo. En
La mejor manera de ordenar el material para una tesis es por general es mucho má práctic la ordenació temática en
montones, uno por cada capÃ-tuloy cuando el montó es muy carpetas tituladas con el rótul correspondiente al tema de
grande y resulta inmanejable, por secciones de capÃ-tuloun nuestro interéspero no puede pretenderse que toda la docu-
montó para cada una. Guardaremos los montones de capÃ-tulo mentació que tengamos gire sól en torno a "nuestros temas".
en la despensa, en una estanterÃ-aasignando un estante a cada Má aú esos temas van cambiando con el paso de los años
uno o disponiendo una caja para cada capÃ-tulodonde vayamos CapÃ-tul aparte merecerÃ- la ordenació del ordenador, pero
dejando las fotocopias, las citas, los libros incluso con los que basta quizá aquÃcon los principios ya señaladode simplicidad,
nos tropezamos y pensamos que podrá sernos de utilidad para compartimentació funcional que facilite el encontrar las cosas
la redacció de aquella parte. Encima de nuestra mesa de trabajo de acuerdo con su uso má o menos frecuente y separació en
sól podemos tener los papeles y libros que corresponden al montones (en lenguaje informático carpetas o archivos) de
capÃ-tul que estamos escribiendo, o incluso a la secció con- acuerdo con los capÃ-tulode nuestro trabajo.
creta, mientras que el resto estarÃen su lugar en la estanterÃ-a
La informatizació de la escritura ha traÃ-d consigo en la pocas másEn una tesis doctoral puede ocasionalmente hacerse
práctic la desaparició de las fichas que era el elemento un excursus, un comentario marginal, o una valoració personal,
decisivo para hacer una tesis hace sól veinte añosAunque lo pero de ordinario cuantos menos mejor. Siempre va bien
digo sól con la boca pequeñaya no hay que hacer fichas. Hoy recordar el lema kantiano De nobis ipsis silemus para evitar que
en dÃ-para escribir una tesis lo que hay que hacer es escribirla, el autor comparezca en exceso en su texto. De todo ello se
no pasarse varios añoleyendo bibliografÃ- y tomando anota- ofrece una muy buena informació en Cóm se hace una tesis,
ciones en fichas para despuéredactar la tesis simplemente que -aunque fuera escrito hace ya varias décadas sigue
cosiendo una ficha detrá de otra. Como me decÃ-una colega, vigente en lo esencial189.
hoy dÃ-las referencias bibliográfica se venden a metros. Ya no Otra cuestió conectada con la de las citas es la relativa a
tiene ningú méritla acumulació de citas y referencias en un los diversos sistemas para las referencias bibliográficasEs una
trabajo, pues los elencos bibliográfico los hacen las máquinas cuestió que tiene cierta importancia práctic y alguna com-
"El pobre doctorando -describÃ- irónica pero acertadamente plejidad, y por ello es ampliamente tratada en los manuales al
Juliá MarÃ-as tiene que pasar meses y meses, o añosbus- uso. Lo decisivo es atenerse a los usos efectivos de la comu-
cando en las bibliotecas, leyendo y citando escritos que nada nidad de investigació a la que uno pertenezca y, despuésser
tienen que ver con su asunto; no los busca para aclararlos, sino consistente a lo largo de toda la tesis para mantener unos
para citarlos, porque es una condició sine qua non, un mismos criterios tanto para hacer las citas, como para los
requisito tácitopero terriblemente imperativo7'188. nombres de las editoriales, los lugares de publicación el uso de
¡Lacitas! Suele ser una de las cuestiones que mápreocupa mayúsculasetc. Para ello resulta indispensable antes de comen-
o interesa a los doctorandos. De modo semejante a cóm a veces zar a escribir la tesis hacerse una págin modelo en la que
los médicovaloran la calidad académicde una tesis por el definamos cóm vamos a citar los libros y artÃ-culoa pie de
númer de citas ("citaciones", suelen decir con un anglicismo) páginaen el cuerpo del texto y en el listado bibliográfic final,
que contiene, esto es, de referencias a libros y artÃ-culocitados, y conservarla luego siempre a mano para consultarla cuando
aunque muchas veces no hayan sido de hecho consultados. De surjan las dudas. A veces lo má práctic para esto es tomar
las citas podrÃ-decirse aquello de que ni muchas, ni pocas, sino como modelo la tesis doctoral de la persona que dirija nuestra
sól las necesarias. Las necesarias para exhibir las fuentes que tesis. Una últim observació a este respecto, aunque el
de hecho estamos usando (secció 2.4), para transcribir aquellos doctorando tendrà poca ocasió de incurrir en ese defecto: no
textos que aclaran o apoyan nuestra exposición pero que si se citarse uno a sÃmismo. El vicio de la autocita ha sido calificado
incluyeran en el cuerpo de la tesis interrumpirÃ-a la lectura, y como "incesto referencialW190."No te cites a ti mismo en las

189. Eco, Cóm se hace una tesis, 188-201.


188. MarÃ-as"Las tesis doctorales (y 11)". 190. Hirschmann, "Medical Referentes", 252.
notas a pie de págin -reza el decálog de Philosophy- ni PontÃ-fic utiliza. Aunque por las razones señalada en la
aunque tus obras sean tan numerosas como las arenas del mar. introducció no se haya seguido siempre esa pauta en este libro,
Ni anuncies tus próximo artÃ-culoo libros por muchos que en una tesis doctoral siempre serà má adecuada una aproxi-
estos sean. Este es el cuarto mandamiento"191. Llama mucho la mació objetiva en la que se diga algo asÃcomo "Las conside-
atenció que a menudo en un artÃ-culde filosofÃ-las obras má raciones tal y tal indican que hay buenas razones para pensar que
citadas despuéde las de los filósofo consagrados como Platón ..." en lugar de un "Yo pienso que..."lg2. Esta preferencia por la
Kant o Descartes suelan ser las del propio autor del trabajo. forma impersonal es quizá un cierto mimetismo del estilo
Pero, ¿có escribir? Pues escribiendo, despacito, una cientÃ-ficopero vale la pena seguirla si con ello el texto adquiere
palabra detráde otra. Planificando al principio de cada secció una mayor capacidad de persuasión
la extensió y el esquema que va a tener, anunciando en el ¿Hacfalta estar mucho tiempo investigando para ponerse a
primer párraf quÃvamos a decir en esa secció y, después por escribir? Pues depende. Como he dicho má arriba, yo comencÃ
el orden que nos parezca má razonable, escribiendo en un a escribir mi tesis desde el primer dÃ-aasÃme fui aclarando yo, y
párraf detrá de otro las cuatro o cinco ideas que habÃ-amo asÃsuelo recomendar hacerlo. Se trata de acompasar la lectura de
anunciado al principio. Como se indicÃen la secció 3.1 resulta los textos de otros, la investigacióncon la escritura del texto
de la mayor importancia que el texto que produzcamos està propio que confiere sentido a esas lecturas. Explicar cóm puede
acabado hasta sus Último detalles, sea un texto definitivo. llevarse a cabo una investigació filosófic a estas alturas del
Entiéndasbien, se trata de que sea un texto terminado en sus siglo XX excede con mucho el propósit de estas páginasque
detalles de forma que como primer borrador pueda ser entregado no aspiran a ofrecer una carta de navegació por el océande la
al director de tesis. Por supuesto, ese primer borrador serÃobjeto documentació filosófica Ya existen algunos intentos como la
de muchas correcciones en los estadios posteriores de nuestra Library Research Cuide to Philosophy, de Charles J. List y
investigació que lo irá mejorando todavÃ-másOtro consejo Stephen H. Plum. Sól quiero destacar el gran valor que tienen
práctico para referirse el autor de la tesis a sÃmismo puede los diccionarios y enciclopedias filosóficaslas grandes enciclo-
emplear a veces la primera persona del singular o expresiones pedias generales y los diccionarios. Desconozco por quà los
análoga ("a mi entender", "en mi opinión") pero de ordinario españole tendemos a no valorar los libros de referencia,
se considera má apropiado el empleo de la tercera persona quizÃpor ser autores de esa magnÃ-fic enciclopedia que es
("como se ha dicho en la p. 27", "para el autor de estas páginas" "el Espasa", de la que cualquier otro paÃ-estarÃ-bien orgulloso.
etc.), pero no debe emplearse el anticuado plural de autor Hay que conocer muy bien esas publicaciones. Y en los último
("pensamos", "como decimos en la p. 27"), que ya ni el Romano añohay que conocer tambiémuy bien el tesoro de las grandes

191. "Editorial: Decalogue", Philosophy, 63 (1988), 143. 192. Rescher, "Changing the Guard", 255.
174 El taller de la filosofÃ-

bases informática disponibles en: Philosopher's Zndex, Disser- o de cooperació con otras personas en proyectos de inves-
tation Abstracts International, Arts & Hurnanities Citation tigación
Index, Social Sciences Citation Index, etc. Hay personas jóvene que tienen prisa por "hacer
Otros pocos consejos prácticos El primer "dogma" de la curriculum". Va bien aprovechar esas prisas, pero no hay que
fotocopia: nunca fotocopiar nada que no se haya leÃ-d antes. Si dejarse arrastrar por la prisa, pues no hay publicaciones me-
hacemos fotocopias sin leerlas previamente, lo má fácies que nores. Todas al final resultan importantes, y por eso debe
no lleguemos a leerlas nunca. El segundo "dogma": al leer una importar mucho má la calidad que la cantidad. Las primeras
fotocopia señala siempre con "fosforito" amarillo -que no publicaciones en la trayectoria profesional será de ordinario las
aparece en las nuevas fotocopias que uno haga- aquellos pasa- recensiones de libros (secció 3.3). A menudo la primera inves-
jes que nos interesan especialmente. Asà nos ahorraremos el tigació serà el trabajo de investigació que algunos programas
tener que volver a leerla para averiguar por quà hicimos en su de doctorado requieren, análog a la antigua tesina o tesis de
dÃ-aquella fotocopia. licenciatura. Un trabajo de ese tipo sól por excepció cons-
tituye una aportació cientÃ-ficde valor y por ello es muy raro
que se publique Ã-ntegramenteEn muchos casos lo mejor serÃ
compendiar esa tesina o primer trabajo de investigació en un
3.6. La carrera de las publicaciones buen artÃ-cul de veinte página para su publicació en una
revista de filosofÃ-ade ordinario la del propio Departamento o
En la actividad escritora de quienes se dedican a la filosofÃ- Universidad en la que se haya llevado a cabo la investigación
se pueden distinguir quizà varias dimensiones. Por una parte, Por esa misma razón si se cuenta con la editorial adecuada, a
estÃla dimensió formativa, lo mucho que una o uno aprende al veces puede ser má productivo enfocar ese primer trabajo de
escribir; por otra la dimensió cientÃ-ficalo nuevo que se aporta investigació como una traducció con un estudio introductorio
a la comunidad; pero en algunos casos las publicaciones tie- y las notas habituales (secció 2.6). PodrÃ-darse el caso de que
nen tambié una vertiente administrativo-profesional ("hacer un trabajo de investigació primerizo pudiera llegar a interesar a
c~rriculurn'~,obtener grados, etc.), o incluso económica esto es, una editorial, pero es difÃ-cipues no depende tanto de su calidad
la obtenció de subvenciones o incluso el ganar dinero con las cientÃ-fica como de algo estrictamente económic como el
propias publicaciones. Esas dimensiones tienen una importancia númer potencial de compradores o la cuantÃ-de la subvenció
relativa diferente en los diversos estadios de la vida profesional. que pueda aportar el autor.
Al principio, las dimensiones má importantes son la formativa Durante la realizació del programa doctoral y de la tesis
y la administrativa (trabajo de investigación tesis doctoral) y podrá presentarse algunas comunicaciones a congresos y seguir
má adelante toman el primer lugar las dimensiones cientÃ-fica publicando recensiones de libros, todo ello en la lÃ-nedel trabajo
de la tesis que debe ser, por supuesto, el empeñprincipal. En fórmula económica para hacer públic el trabajo de investi-
algunas área de investigació sól se aceptan como tesis gació doctoral mediante microfichas o similar. Ademá
doctorales aquellos trabajos cuyos resultados parciales hayan University Microfilms Znternational incluye en sus catálogolas
sido previamente publicados en revistas de la especialidad. Por tesis doctorales que recibe y sirve fotocopias de las tesis a
el contrario, en el ámbit de la filosofÃ-suele requerirse que las quienes lo solicitan desde cualquier lugar del mundo. Todo ello
tesis doctorales sean originales, en el sentido de que no deben muestra que algo està comenzando a cambiar en esta direcció
haber sido publicadas antes de su presentació al tribunal. Pero de la publicidad de las tesis doctorales. Tambiélo es el que ya
es muy importante -como se destacà en la secció 3.4- su sean muy pocos los lugares en que para consultar y citar una
pronta publicació despuéde la defensa. Para ello, bastarà de tesis doctoral haga falta el permiso expreso por escrito del autor.
ordinario con introducir en la tesis las correcciones que haya Una vez publicada la tesis se halla el filósof o filósof en
indicado el tribunal y aquellas de sus sugerencias que se estimen la situació de madurez intelectual necesaria para enfocar a su
de interés muchas veces simplemente mediante breves notas a gusto el primer tramo biográfic de efectiva producció per-
pie de páginaSe trata de -con muy poca revisiónquizÃcon la sonal. Hay personas que tienen mucha resistencia a publicar,
simple eliminació de las conclusiones- poner cuanto antes al pero conviene tener presente que las publicaciones será de
alcance de la comunidad internacional los resultados de esa ordinario la base del prestigio personal y de la valoració por
investigació que tanto esfuerzo y tiempo ha llevado. Una tesis parte de los colegas. "Propiamente todo cientÃ-fices conocido
que no se publica no merece ser escrita. En esto se distinguen las Como autor de los trabajos en que recoge sus resultados, y ésto
tesis doctorales españolade las tesis doctorales norteamericanas se puede decir que no existen en tanto no se publican"193. Si no
que de ordinario tienen mucha menor entidad. Por poner un publica, siempre puede quedar la duda de que no publica porque
ejemplo, la tesis doctoral de W. V. Quine o la de Hilary Putnam no escribe, y si no escribe... simplemente el filósof no vive.
no han visto la luz hasta los año ochenta en que han sido
Para enfocar este asunto, al concluir la tesis hay que decidir
exhumadas de los archivos académicopor una editorial ame-
-o a veces las circunstancias profesionales deciden por uno- a
ricana especializada.
quÃnueva áre de investigació personal se va a prestar atenció
Para la publicació de la tesis lo mejor serÃsu inclusió en a partir de entonces. Lo mejor es centrar el siguiente tramo de 5-
una colecció especializada de monografÃ-a de una editorial 10 añoen un campo de investigació distinto al de la tesis, pero
académicde prestigio, pero si esto no fuera posible, hay que para el que la tesis haya sido una buena preparación De hecho
lograr que al menos sus capÃ-tulo centrales sean publicados no es infrecuente entre los filósofo que cada diez añode su
como artÃ-culoen revistas de filosofÃ-o como un extracto de la vida aproximadamente giren su atenció a nuevos temas. Quien
tesis en aquellas publicaciones que algunas Universidades han
creado con esa finalidad. En los último añohan proliferado
193. dOrs, Sistema de las ciencias, IV, 77.
178 El taller de la filosofÃ-

comenzà con problemas de lógic y fundamentació de la mate- mediante nuevas publicaciones de aquellos puntos en los que
mátic acaba sus dÃ-aescribiendo sobre éticatras haber pasado hemos cambiado de opinióno que con el tiempo hemos llegado
unos añodedicado a la filosofÃ-de la ciencia o de la tecnologÃ-a a entender mejor. Hilary Putnam es a menudo tachado de vo-
Quien comenzà con sociologÃ-de la ciencia acaba dedicado a la luble o tornadizo, quizà simplemente porque cuando rectifica
edició de clásico de la antigua Grecia. Tienen mucho peso en dice expresamente que està rectificando. "De sabios es rec-
estos cambios la docencia asignada, el nombre oficial de la plaza tificar". Esa es la genuina actitud del filósof que busca la
que se ocupe, las subvenciones a proyectos de investigació o el verdad y no simplemente el mantenimiento rÃ-gid de una posi-
propio proceso de maduració personal. ció a lo largo del tiempo. Algo asÃescribe Weisheipl de Tomá
de Aquino en su excelente biografÃ-a"Nunca se conformà con
Es de gran utilidad planificar anualmente de modo razo-
una simple repetició de un punto de vista expresado anterior-
nable la actividad investigadora y escritora que una persona se
mente, incluso cuando respondÃ-a las consultas epistolares que
propone realizar. De esta forma no aceptarà compromisos de
buscaban su experta opinió sobre distintos problemas; siempre
colaboració que de hecho no sea capaz de atender y llevarà en
repensaba la cuestión Quizá éstfue el secreto de su origina-
cierta medida las riendas de su producció literaria. Hace falta
lidad y frescor: plantear siempre nuevamente todo problema,
una concentració en una lÃ-ne de trabajo prioritaria y perma-
y presentar nuevas y má precisas soluciones a antiguas
nente, junto con el espigue0 de nuevas lÃ-neaque en el futuro
dificulta de^"^^^. Un riesgo de la escritura informatizada es la
pueden llegar a sustituir incluso del todo a la que durante año
facilidad con que se puede "recortar y pegar", traspasar unos
habÃ- sido la prioritaria. Unas pautas cuantitativas que puedan
textos y unos razonamientos de un escrito a otro, sin necesidad
servir de orientació a alguno son las de publicar dos artÃ-culo
de pararse a repensarlo todo de nuevo. Un procedimiento asÃ-"a
valiosos al añoy un libro cada cuatro o cinco añosImporta por
petachos" se dice en Navarra, serÃ- la muerte de la escritura
supuesto mucho má la calidad que la cantidad. Aunque la
filosófica su desgajamiento de la actividad vivificadora de la
autoridad de quien se dedica a la filosofÃ-haya de ser ganada
escritura que es el pensar. Por el contrario, no hay que tener en
lÃ-ne a lÃ-neasiempre va bien recordar que Wittgenstein, a lo
poco las diversas circunstancias académicay sociales que
largo de toda su vida, sól publicà el Tractatus, que no supera
obligan con alguna frecuencia a preparar un discurso o una breve
las ochenta páginas y un breve artÃ-culoAsimismo, John L.
colaboració para una revista o lo que sea. Si se procuran hacer
Austin no publicà ningú libro, sino sól una docena de
lo mejor que se pueda, con rigor intelectual y con calor afectivo,
artÃ-culosSin embargo, quienes no somos ni Wittgenstein ni
se encontrarÃen esos compromisos el germen gozoso y vivo de
Austin tendremos, precisamente por esa razón que publicar
nuevas publicaciones.
mucho más
Una de nuestras fuentes permanente de inspiració serà a
menudo la relectura de nuestras publicaciones y la rectificació 194. Weisheipl, Tomáde Aquino, 365.
180 El taller de la filosofÃ-

Otra equivocació posible es la de multiplicar artificio-


samente el númer de publicaciones simplemente mediante una
ligera modificació del tÃ-tul y un poco de maquillaje textual. 4. Prácticacomunicativas e investigació
Ciertamente, muchas veces podrá aprovecharse expresiones
acuñadaanteriormente con mucho trabajo, o incluso secciones
enteras de un artÃ-culopero tambiéen esos casos habrà que
señala al principio del trabajo que se trata de una versió
modificada de un trabajo anterior, o que determinadas partes de
ese trabajo han sido ya anticipadas en otro lugar.

Los seres humanos naturalmente anhelamos saber, pero lo


que sobre todo necesitamos es sentirnos comprendidos. La com-
prensió incluye no sól la captació intelectual, sino tambiéel
afecto. Quienes se dedican profesionalmente a la búsqued de la
verdad desean comunicar la verdad hallada, desean compartirla
con los demás con quienes está a su alrededor -colegas,
alumnos y demás e incluso con aquellos que todavÃ- no han
nacido pero que algú dÃ-aquizà por casualidad, llegará a leer
sus escritos. Con expresió de Wittgenstein puede afirmarse que
"lo que sabe uno solo no lo sabe nadie". Para llegar a su
plenitud, para pensar en la verdad y vivir en la verdad, quienes
se dedican a la filosofÃ- han de poner su mejor empeñ en
comunicarla. Esa es la razó de este libro sobre la escritura filo-
sófica Como explicaba sugestivamente Caldera, "comunicando
182 El taller de la filosofÃ-

en la verdad, cada cual -a la vez- sale de sÃmismo, se entrega aprender a escuchar (secció 4.1); despuélas relaciones con
a los demáy, en ese,acto de darse, se encuentra a sÃmi~mo"~95. quien dirige la tesis doctoral o actú como mentor (secció 4.2)
Los medievales decÃ-a que el individuo es inefable, que lo y las relaciones con los iguales (secció 4.3). Seguidamente
individual es en cierto sentido incomunicable. De un modo se presta una especial atenció a la comunicació electrónic
parecido, la cultura postmoderna del pensamiento débiconsi- global que està siendo decisiva para la transformació de
dera que la investigació en humanidades no es má que una muchas práctica comunicativas (secció 4.4). Por último se
mera compilació de recuerdos y posibilidades irremediable- sugieren algunas claves de la comprensió históric de la filo-
mente incomunicable. En estas página se defiende, por el con- sofÃ-desde una óptic pluralista (secció 4.5), y se cierra el libro
trario, un pensamiento fuerte, que estudie con atenció y con una últim secció titulada un tanto pretenciosamente
modestia la tradició de pensamiento en la que se enraÃ-zy las "FilosofÃ-para un nuevo siglo".
tradiciones con las que dialoga, pero que aspira a un efectivo
progreso en la comprensió de la verdad, en la comprensió de
las cuestiones última que nos afectan. La piedra de toque de un
4.1. Silencio y soledad: aprender a escuchar
pensamiento fuerte se encuentra en su dimensió comunicativa,
en aquella peculiar articulació de amor a la libertad y de
comunicació afectiva que acontece en el diálog amistoso y La vida intelectual requiere no sól ganas, sino tambié
libre entre las personas. La posibilidad de un pensamiento asà aprendizaje, entrenamiento y tiempo. El aprendizaje se logra
està maclada con la defensa del pluralismo -opuesto de raÃ-al leyendo y escuchando a otros; el entrenamiento se desarrolla
relativismo escépticy al fundamentalismo dogmático y de la sobre todo escribiendo nuestras reflexiones o consideraciones lo
capacidad de la razó humana proseguida comunitariamente má bellamente que podamos; el tiempo quizà se lleva dentro.
para alcanzar la verdad. Para atesorar tiempo hace falta dar vueltas a las cosas, medi-
Por esa razón este últim capÃ-tul no està destinado a la tarlas, verles sus diversas caras, y para ello se precisa a veces un
escritura, sino a las práctica comunicativas de quienes se ini- cierto aislamiento y un poco de paz. El trabajo intelectual de
cian en la investigació filosófic profesional. De hecho, es en calidad "lleva tiempo, no sól para reflexionar, sino tambié
esas práctica donde toma fuerza la escritura filosófic o, por el para leer sin propósit alg~no"~96. Hay muchas personas a las
contrario, donde se encuentra la causa de sus altibajos y pertur- que les falta tiempo, pero que compensan esa escasez con una
baciones. En primer lugar, se abordan las relaciones comunica- extraordinaria intensidad en la atención Realmente para pensar
tivas con uno mismo, el silencio, la soledad y, en particular, el no hace falta tanto una dilatada extensió temporal, como esa

195. Caldera, "El don de sÃ-"677 196. Barzun, Begin Here, 165.
peculiar intensidad de la atenció que estÃreñidcon el alboroto moso para oÃ-rl bajito. El sonido del silencio serà el má
y con la precipitación Para el pensamiento casi siempre el fecundo acompañamient para su trabajo: "El silencio es de
peligro mayor es la precipitación el sacar conclusiones dema- alguna manera compañery colaborador de la reflexió y de la
siado deprisa: "Todos los contrasentidos en las traducciones, (...) inve~tigación"~9~
escribe Gregorio Taumaturgo en honor de su
todas las torpezas de estilo y los defectos en el encadenamiento maestro OrÃ-genes
de las ideas (...) tienen su origen en el hecho de que el pensa- La tarea de escribir filosofÃ-absorbe tan por completo la
miento, al precipitarse apresuradamente sobre algo y quedarse atenció que si se pone música no se la oye, porque no queda
lleno de forma prematura, no estÃya disponible para acoger la atenció para escucharla. En este detalle externo se muestra bien
verdad"197. Por eso la búsqued de la verdad necesita tiempo y la importancia de la escritura para quien se dedica a la filosofÃ-a
paz, y suele requerir tambiéun cierto aislamiento silencioso pues brinda la experiencia insustituible de la capacidad que la
que no debe confundirse con la soledad. reflexió filosófic tiene para llenar por completo la atención
Casi todo el mundo sabe que el australopithecus afarensis Sól ese activo silencio es capaz de escuchar lo que la cosa
que Donald Johanson encontrà en 1974 en la zona de Hadar quiere decir y de esperar hasta dar con las palabras precisas que
(EtiopÃ-arecibià el nombre de "Lucy" porque la noche del lo reflejan. "En esto consiste precisamente -destaca Pieper- la
hallazgo, mientras lo celebraban en el campamento, sonaba de diferencia entre ciencia y filosofÃ-afilosofar significa escuchar
modo machacónuna y otra vez, una cinta magnetofónic con la de modo tan completo y total que esta escucha en silencio no sea
canció de los Beatles "Lucy in the Sky with Diamonds^lw. Hoy molestada ni interrumpida por nada, ni siquiera por una
en dÃ- muchas personas que hacen deporte corriendo por las pregunta"2O0. AhÃradica tambiéesa formidable capacidad que
calles o van andando o en metro al trabajo llevan cascos con tiene la filosofÃ-aa diferencia de otros saberes especializados,
música pero sól escuchan músic para trabajar quienes se por transformar las práctica vitales de quienes la profesan.
encuentran en entornos muy ruidosos o hacen tareas estricta- Hay quienes piensan que para gozar del silencio hay que ser
mente mecánicasTodos tenemos experiencia de que la músic un ermitaño vivir en un desierto. Está tan familiarizados con
es una compañerexcelente para trabajos mecánicospues relaja los ruidos que si al llegar a casa no encuentran a nadie han de
la tensión reduce otros ruidos ambientales y recoge la ima- encender la televisió para sentirse acompañadosPero el silen-
ginaciónLos estudiantes saben bien que estudiar con músic cio, sea al aire libre, sea en la propia habitació o en el lugar de
ayuda a veces a la concentracióncon tal de que no entiendan la trabajo, crea espacio para nuestra creatividad, para nuestro diálo
letra y de que el volumen no està demasiado alto. Pero para go interior, para que aflore a nuestros labios -a nuestras manos
quien se dedica a la filosofÃ-la músic es algo demasiado her-

197. Weil, "A la espera de Dios", 71. 199. Gregorio Taumaturgo, Elogio del maestro cristiano, 1, 6.
198. Johanson, Lucy, 18. 200. Pieper, "The Condition of Philosophy Today", 29.
186 El taller de la filosofÃ-

si estamos escribiendo- aquella inquietud, aquella preocupa- Siempre se ha dicho que lo que má separa son las pequeña
ción aquella idea que iba germinando oscuramente en nuestro diferencias. Si no se pone el corazónpueden convertirse a veces
inconsciente. Los estudiantes cuentan a veces que para hablar en enormes desiertos que separan de los demá y en los que se
entre ellos de "cosas serias" han de poner la televisió o la sufre una soledad inmensa. La soledad nunca es buena.
mœsic a bastante volumen, como en los bares y discotecas. "La soledad del sabio es soledad acompañada1'202Hay aisla-
Quizà de esa forma les resulta má fácila confidencia, porque mientos temporales fecundos, como el de quien se encierra unas
no se producen silencios embarazosos que haya que rellenar y horas todos los dÃ-a para trabajar, o unos dÃ-a para hacer un
tambiéporque el ruido ambiental resta importancia o gravedad trabajo concreto, pero la soledad habitual resulta esterilizante:
a lo que uno diga. "No es fácien soledad estar continuamente activo; en cambio es
Hay silencios clamorosos, hay silencios má elocuentes que má fácicon otros y respecto a otro~"~03. De Aristótele viene
mil discursos, hay silencios que pueden hacer má dañ que esta experta recomendació en favor del trabajo intelectual
muchas palabras. El silencio no siempre es bueno. Con el poeta cooperativo. El aislamiento personal, que a veces acaece incluso
Jorge Guillén"Practica el vicio de omisión: Ve los valores y se en entornos universitarios, es la negació misma de la idea de
calla./ Con destructora voluntad1 teje silencio malla a malla"201. universitas,"ayuntamiento" o reunió de maestros y estudiantes.
A veces la comunicació entre los seres humanos se cuartea Esta idea de que el trabajo del filósofoo de la persona dedicada
mediante silencios que parecen de plomo. No suele ocurrir entre a las humanidades en general, pueda ser un trabajo solitario, es
la gente joven, pero hay personas que durante muchos año"no una imagen desenfocada de su vida profesional204. A veces
se hablan", aunque sean miembros de una misma familia, vivan quienes se creen náufragos solitarios y aislados, se consuelan
en una misma escalera de vecinos, trabajen en un mismo con la idea de que esa soledad hace má libre su pensamiento. Se
departamento universitario o tengan intereses afines en el ámbit trata de un error: de ordinario la soledad es estérilLo que
profesional. Independientemente de las circunstancias concretas necesitamos no es soledad, sino ese espacio fÃ-sic que permita
que en cada caso hayan originado esa lamentable situación una un cierto aislamiento a la hora de trabajar, y sobre todo paz
forma efectiva de entenderla es la de advertir que han cancelado (espacio interior) y tiempo. La actividad má solitaria de quien
la disposició a aprender uno de otro. No hay reglas generales se dedica a la filosofÃ- es probablemente la escritura, pero
para afrontar esas situaciones, pero a veces resulta eficaz Ñcom se ha reiterado en estas páginas se trata de una acti-
que una persona interpuesta esboce, sin prisas, algú proyecto vidad eminentemente comunicativa.
de colaboració adecuado a las personas silenciosamente
enfrentadas.
202. Caldera, "El don de sÃ-"678.
203. AristótelesÉticNicomaquea, 1170a 5-7.
201. GuillénAire nuestro y otros poemas, 417. 204. Damrosch, "The Scholar as Exile", 58-59.
188 El taller de la filosofÃ-

Ocurre quizÃque los entornos académicoson a menudo un particular cuando se trata de la verdad acerca de nosotros
refugio para personas que tienen problemas en su relació con mismos. No logramos esa clara intelecció de lo captado si no lo
los demásEs má fáci-e incluso a menudo má placentero- decimos con palabras207. Por eso todos necesitamos que nos
encerrarse en un despacho durante tres horas para rehacer un escuchen, y en esa conversació en que el amigo desvela sus
párraf de un texto que estamos preparando que dedicar ese razones -o sus sinrazones, que para el caso es lo mismo- a su
tiempo a escuchar a una persona que lo necesita. Comprender a amigo, encuentra alivio su pesar.
otra persona es mucho má difÃ-cique corregir un trabajo. Exige Se aprende a escuchar prestando atenció con naturalidad a
un decidido empeñ por resistirse a la superficialidad y a la lo que la otra persona dice, dejándos penetrar por ello, sin dis-
vanidad, y sobre todo requiere hacerse cargo de lo que a esa per- traerse en la posible respuesta. Cuando se escucha hay que evitar
sona le pasa. Muchas veces quienes necesitan ayuda ni siquiera adelantarse mentalmente a quien nos habla y dominar el instinto
son capaces de decirlo. Lo expresan sól con su presencia, con de réplicaAprendÃ-relata Guardini en su autobiografÃ-a208
su mirada de ilusió o de desánimo poco a poco a comprender, a no aplicar una idea preconcebida, a
Por eso, quien quiera dedicarse a la vida académicnecesita acoger a la persona partiendo de ella misma que es siempre
aprender a escuchar. Para escuchar hay que renunciar a la única Cuando se hace asÃ-a menudo la palabra que clarifica y
seguridad de la propia opinió -aunque se tenga mayor expe- orienta surge por sÃsola, espontáneamenteen la conversación
riencia o autoridad- y ponerse en duda uno mismo sin ningú A veces serÃpreciso, a la manera socráticaayudar a ganar esa
reparo205. Muy probablemente la otra persona llevarÃrazó o, en claridad mediante nuestras preguntas, y casi siempre, imitando
todo caso, lo importante es lo que ella diga y no lo que uno la costumbre de los escolásticosconvendrà resumir lo que nos
pueda decir. Para comprender a otra persona es preciso que ha dicho para comprobar asÃque aquel era efectivamente el
aprendamos de ella. Al menos, en palabras de la Madre Teresa problema para el que reclamaba nuestra ayuda: "Ya. A ver si lo
de Calcuta, "estar con alguien, escucharle sin mirar el reloj y sin he entendido. Lo que quieres decir es que...".
esperar resultados, nos enseñ algo sobre el amor"206. Pero
ademássi estamos persuadidos de que cada persona tiene valor
por sÃmisma es natural reconocerla -aunque en la práctic
incluso cueste un poco- como una autoridad al menos acerca
de su propio punto de vista o como un testigo presencial de su
personal experiencia realmente insustituible. Todos necesitamos
hablar para alcanzar una máplena comprensió de la verdad, en

Bollnow, "Educació para la conversación" 14 207. Caldera, "El don de sÃ-"676.


205.
206. Teresa de Calcuta, Camino de sencillez. 106. 208. Guardini, Autobiograf'a, 162.
4.2. Comunicació educativa: direcció de tesis y vitalmente es el corazón la cálid aceptació de los demá con
asesoramiento sus peculiares dotes y sus limitaciones. Esta primera coordenada
o eje de crecimiento es el propio de la empatÃ-aconstruida sobre
los lazos de confianza que aparecen espontáneamententre los
Muy probablemente la educació -la enseñanz y el
niñoy quienes les cuidan ya en su primer añde vida, de ordi-
aprendizaje- es la relació interpersonal má comunicativa que
nario, sus padres211. La segunda coordenada es la asertividad, la
hay. No se trata de una relació igualitaria, pues en cierto
autodisciplina o esfuerzo personal, el ejercicio que lleva consigo
sentido siempre hay uno que sabe má y otro que sabe menos,
el sometimiento de lo que uno hace a unos principios y reglas
cuantitativamente o en concreto sobre el áre especÃ-ficde que
que presidan la actuació práctica La tercera coordenada
se trate. Aprender es la forma básic de comunicaciónAprender
- q u i z à menos apreciada comúnment que las otras dos- es
es siempre aprender un lenguaje, una forma de vida. "Sól en la
una peculiar articulació de ambas que podrÃ- ser llamada el
corriente del pensamiento y la vida, tienen significado las
amor a la libertad. Se trata de un fruto de la espontaneidad
palabras7'209.Por eso el proceso de comprensió implica siempre
ilustrada que lleva no sól a respetar a los demáy a considerar
aprender un lenguaje y este proceso no puede ser reducido a una
que sus opiniones por extrañaque puedan parecer tienen algú
mera traducción "Aprender -explicaba Kuhn- no significa
aspecto razonable, del que podemos aprender, sino que ademá
traducir algo a tu lenguaje, sino má bien usar un nuevo len-
se goza con la autonomÃ-acon la independencia personal y
guaje. Aprender significa aprender a ser nativo en esa otra
creatividad de los demásy lleva como consecuencia lógic a un
lengua, aunque no puedas traducirla a la tuya originaria"210.
sano pluralismo en todas las cuestiones humanas, esto es, a una
Buena parte del aprendizaje de quien se inicia en la filosofÃ-
búsqued cooperativa y multilateral de la verdad en cada áre
profesional se logra a travéde la conversació con quienes
del saber.
hablan de su mismo tema -sea a travéde sus textos, sea
mediante entrevistas personales- hasta que el discurso de quien El ámbit académices un entorno privilegiado para el
comienza logre soltura, autonomÃ-aautoridad. Se trata de un desarrollo de relaciones educativas de este tipo. Pueden llegar a
proceso de familiarizaciónno de descodificaciónSe trata de un alcanzar una hondura insospechada y una extraordinaria calidad.
proceso por el que se asimila hasta hacer propio el conocimiento No se trata sól de las relaciones habituales entre maestros y
implÃ-citque tienen quienes consideramos nuestros maestros. discÃ-pulossino que si son realmente comunicativas los maestros
aprenden mucho de quienes se consideran discÃ-pulosMorton
La educació del carácte se desarrolla en tomo a tres
White dedicà la colecció de sus ensayos má relevantes
coordenadas interdependientes. Quizà la primera cronológic y
Pragmatism and the American Mind "a mis estudiantes de la

209. Wittgenstein, Zettel, 173.


210. Borradori, The American Philosopher, 165. 21 1. Herbert y Daniel, "The Moral Child", 54.
192 El taller de la filosofÃ-

Universidad de Harvard en los año 1948-1970 en recono- una relació simétrica sino que se parece má a la filiació que
cimiento agradecido de lo mucho que me han enseñado"La a la amistad. A lo largo de todo el proceso que lleva hasta la
calidad de esa comunicació estriba siempre en que quien finalizació de la tesis doctoral debe preservarse esa desigual-
enseñfavorezca la autonomÃ-ala creatividad, la independencia, dad, que por supuesto no excluye ni la total confianza ni la
el pensar cada uno por su cuenta, con pasió y a su aire: no sól disparidad de criterios o de pareceres en muchas cuestiones.
aspira a que los demásean mejores que uno, sino tambiéa que Cuando la diferencia de edad es importante quizà resulta má
sean distintos de uno mismo. fácimantener esa desigualdad y el esfuerzo del doctorando ha
Sin duda lo primero y principal para quien se inicia en la de concentrarse má bien en hacerse a la manera de ser de quien
vida académicprofesional es la calidad de su relació -la le dirige. Cuando no hay tal diferencia de edad, quien hace la
cohesió efectiva y afectiva- con quien dirija su tesis de tesis quizÃdeberÃponer un poco máde esfuerzo en reconocer a
doctorado. Esa relació tendrà una influencia decisiva sobre el la otra persona como aquella que libremente ha elegido para que
resultado del trabajo y muchas veces tendrÃtambiéimportancia le guÃ-en ese tramo del inicio de su vida profesional.
para toda la vida, no sól en el ámbit profesional, sino incluso El segundo criterio, el criterio de verdad y transparencia,
en el personal. Este tipo de relaciones han de estar presididas por lleva a eliminar toda apariencia de diplomacia en esas rela-
dos criterios, que impregnan toda la vida académica Se trata de ciones. Por una parte, obliga al director a decir abiertamente
los criterios de libertad y verdad. El primero radica en el carácte siempre todo lo que estime conveniente y a corregir cuantas
totalmente voluntario por ambas partes de su relació doctoral. veces haga falta un mismo defecto. Es de gran importancia que
Tanto su recÃ-procaceptacióncomo la definició del tema o la el director exija, pues de la calidad de la tesis pende toda la
metodologÃ-que vayan a emplear, han de quedar siempre abier- futura vida académicdel doctorando. De otra parte, obliga a su
tas a ulterior revisió dentro de los plazos que hayan convenido. vez al doctorando a advertir lealmente al director de la tesis los
Quien inicia una tesis ha de sentirse siempre realmente libre para errores en que -al menos a su juicio- éstincurra. Para todo
cambiar de director, de Departamento o de Universidad. En este ello es necesario acordar un sistema de seguimiento, una conver-
sentido resulta muy úti tematizar periódicament -por ejem- sació periódic debidamente preparada por ambas partes, en la
plo, al comenzar o terminar cada trimestre- el marco efectivo que el doctorando pueda dar noticia con sencillez del trabajo
de la relación los objetivos concretos acordados y el calendario realizado y de sus desfallecimientos o de las dificultades con las
previsto para su ejecución asÃcomo las futuras expectativas que ha tropezado.
profesionales a medio o largo plazo, de forma que ninguna de Esas entrevistas periódica constituyen un elemento esencial
las dos partes pueda sentirse nunca defraudada o engañada en la relació doctoral. En muchos casos no sól se abordará en
QuizÃla idea má importante para enfocar bien esa relació ellas las cuestiones estrictamente académicade la tesis, sino
es advertir que no se trata de una relació de igual a igual. No es tambiéaquellas otras profesionales y personales de má largo
194 El taller de la filosofÃ-

alcance. Por esa razónen esas conversaciones de asesoramiento como la comadrona socrática21aspira solamente a ayudar a que
el director ha de aspirar a "crear un espacio en que la otra la persona asesorada dà a luz -no de ordinario sin penoso
persona no solamente sea libre para hablar sino que ademá sea esfuerzo- a su propio pensamiento. Un diálog socrátic es un
capaz de ganar una visió má clara de sÃmi~ma"~12. No es un ejercicio espiritual practicado en comú que incita a cada uno a
reto sencillo. Las dos o tres primeras entrevistas son muy impor- prestar atenció a sÃmismo, a poner cuidado en uno, a conocerse
tantes para comprobar si se produce esa empatÃ-necesaria para a sÃmismo215.A travéde las sucesivas conversaciones el docto-
la eficacia del asesoramiento doctoral. Si a la primera no sale, rando irà aprendiendo cóm dialogar, e irà progresando en la
habrà que reconocerlo asÃcon sencillez e intentarlo otro dÃ- y identificació de los hábitointelectuales que ha de ganar y en la
esperar que lo que no se ha producido en la primera entrevista, comprensió de su áre de investigaciónEsas entrevistas ayu-
se produzca en la segunda. Puede ayudar a crear ese espacio de dan a que cada uno vaya armonizando segú su propia persona-
conversació confiada que el director de la investigació doc- lidad, a su estilo y a su aire, los diversos aspectos de su compor-
toral lo invite a su casa, acudan juntos a un congreso o le dà a tamiento, para lograr esa unidad personal que estÃen el corazó
esa persona sola unas clases acerca de su posible tema de de la vida intelectual. Tambiépor eso, es importante ser
investigación prudente en los consejos y no asumir responsabilidades que a
uno no le competen, aun cuando el doctorando desee trans-
De ordinario, en muchos casos resulta preferible una "short
ferirlas, y pudiera parecer que esta actitud respetuosa de la per-
therapy" -una conversació semanal o quincenal de media
sonal responsabilidad hace málento el proceso de aprendizaje.
hora- a largas conversaciones de varias horas cada dos o tres
meses. Ni la confianza puede forzarse, ni deben exagerarse los La finalidad de estas entrevistas es tambiéla de asegurar el
efectos práctico de cada conversaciónEn lugar de acentuar el ritmo de trabajo de la tesis, el no atascarse en pozos sin fondo.
valor pragmátic inmediato de cada entrevista es preferible Para cada entrevista habrà que entregar las quince o veinte
evaluarlas por su after-taste, por el sabor que nos han dejado página que hayamos conseguido escribir en ese espacio de
o las semillas que han sembrado en nuestra memoria213. Nunca tiempo. SerÃúti imprimir el texto en papel sucio, pero leÃ-d y
se insistirà lo suficiente en el modelo socrátic del aseso- corregido manualmente despuéde haberlo impreso. Antes de
ramiento, al menos en filosofÃ-alo má importante no son las concluir cada entrevista convendrási es posible, concretar el dÃ-
soluciones, los contenidos, las respuestas concretas, sino má y hora en que tendrà lugar la siguiente y, en su caso, el trabajo
bien el métodolas preguntas, los procedimientos, la dimensió escrito que habrÃde entregar en ese plazo el doctorando.
vital del filosofar. El asesor o director del trabajo de investi-
gació no ha de pretender imponer sus puntos de vista, sinc que

21 2. Guardini, Autobiograf'a, 162. 214. PlatónTeeteto, 150c-151b.


213. Drury, "Some Notes on Conversations", 1 10. 215. Davidson, "Introduction to Philosophy as a Way of Life", 20.
196 El taller de la filosofÃ-

Es importante que el doctorando no escatime jamá su minimiza transformando el atractivo natural entre las personas
reconocimiento, expresado en los mil detalles de la vida diaria, en fuerza creativa para el desarrollo del trabajo217. Cuando son
hacia quien dirige su trabajo, aunque por la proximidad le mujeres tanto quien hace la tesis como quien la dirige, suelen
resulten tambiépatentes las limitaciones de su maestro. Con reproducir en sus relaciones el esquema afectivo madre-hija.
alguna frecuencia convendrà hacer explÃ-cit el agradecimiento Como pasa a veces en esas relaciones familiares tambiéen la
por las orientaciones y la dedicació recibidas, escribirle en relació doctoral pueden introducirse en ocasiones factores
vacaciones o que con alguna ocasió excepcional (la obtenció afectivos que bloqueen por completo la com~nicaciÓn2~~ En
de una beca, por ejemplo) le haga incluso algú pequeñregalo ambas circunstancias, una medida que ayuda a enfocar bien la
(un libro, etc.). A menudo la gente joven tiende a dar por relació es no eludir en la conversació esas dimensiones afec-
supuesto el agradecimiento, mientras que los profesores somos tivas, sino al contrario tratarlas prudentemente. En el primer
muy sensibles a este respecto. "La gratitud es el únic secreto caso, si el director de la tesis conoce y tiene algú trato con el
que no puede revelarse por sÃmismo", explicà Emily Dickinson novio, esposo o familiares de la doctoranda, le resultarà mucho
a su mentor literario216. Con el paso de los añose comprueba máfáciasumir su papel; en el segundo, como en las relaciones
que sól muy de tarde en tarde se encuentran personas con materno-filiales, no ha de pactarse con el silencio, sino que
cabeza y corazó grande capaces de expresar con generosidad su resulta imprescindible abordar las diferencias mediante la
gratitud: es sól una entre cien, pero es parte del ciento por uno conversació abierta.
de esta maravillosa profesión Para el feliz desarrollo del trabajo cooperativo que es una
Ocurre con relativa frecuencia que el director de tesis es tesis doctoral hace falta una cierta empatÃ-entre quien escribe su
varó y quien hace la tesis mujer. En estos casos, cuando la tesis y quien la dirige, unas "buenas vibraciones'' que sin nece-
diferencia de edad es escasa, la experiencia universal aconseja sidad de palabras creen el marco de ese diálog enriquecedor.
concentrar la atenció objetivamente en la tarea a realizar, mini- Esa sintonÃ- afectiva podrÃ- en alguna ocasió hacer pensar a
mizando las dimensiones afectivas que podrÃ-a resultar este- una doctoranda que està "medio enamorada'? de quien dirige su
rilizantes para la propia investigación Cuando la diferencia de tesis porque sienta una mezcla de afecto, admiració y gratitud
edad es mayor, si el asesoramiento doctoral favorece la indepen- hacia esa persona. Es muy úti advertir que ese afecto no es
dencia de la doctoranda, esa relació doctoral se transforma amor, ya que no se trata de una relació de igual a igual. En el
muchas veces en una genuina relació de asesoramiento perso- caso infrecuente de que lo fuera resultarÃ-indispensable buscar a
nal, de "mentorización en la terminologÃ-americana, a menudo otra persona para que prosiguiese la direcció de la investi-
de profunda influencia. La dimensió sexual de esa relació se

217. Heinrich, "Loving Partnerships", 534.


216. Dickinson, Cartas poéticae Ã-ntima(1859-1886),69. 218. Heinrich, "Doctoral Advisement Relationships Between Women ",466.
198 El taller de la filosofÃ-

gació doctoral219. De modo análogo reflejarÃ- una relació El ámbit universitario es un lugar que favorece el estable-
desnaturalizada entre las dos partes que en algú caso quien cimiento de este tipo de relaciones. En algunos casos podrà ser
dirija el trabajo doctoral acabe por escribir toda o parte de la mentor un profesor que ejercià una influencia especial en una
tesis. La redacció del trabajo corresponde siempre al docto- etapa previa de formación pero muchas veces se elige como
rando; a quien dirige le corresponde la corrección aunque a mentor a alguna persona de la que no se ha sido alumno pero
veces pueda resultar mucho málaborioso corregir lo escrito por que nos inspira confianza aunque no se sepa con exactitud por
el doctorando que redactar ex novo el trabajo. quéA menudo se trata del "lector de confianza", esto es, de
Ademá de la figura del director de la tesis con unas aquella persona a quien pasar en primer lugar los textos que una
funciones bien tipificadas, a veces puede hacer falta contar con o uno ha preparado "para ver quÃtal", para obtener una primera
un manager o un controlador externo para alcanzar un rendi- impresiónEn otros casos es aquella persona de la que se espera
miento o unos resultados en una determinada actividad. En esos no sól comprensió y aprecio, sino sobre todo claridad,
casos no es preciso que conozca la materia de nuestro trabajo, estÃ-muloorientaciónNo es tanto un maestro, como un conse-
sino que basta con que nos conozca a nosotros, que goce de jero a quien recurrir cuando se precisa ayuda para definir mejor
nuestra confianza y que tenga recursos para ayudarnos a trabajar la orientació personal o ganar en claridad.
o a ordenar el trabajo. En esta dirección pero quizà con una Aunque no se trate tampoco de una relació igualitaria, ha
mayor hondura o influencia, puede situarse la figura del mentor de estar siempre presidida por la mutua aceptació y el fomento
que adopta formas o niveles muy diversos. Con este término de la diferencia. Se trata, sin duda, de una forma peculiar de
máfrecuente en el mundo académicangloamericano que en el benevolencia, que "no se propone primariamente la unión sino
hispánico se alude a Mentor, amigo de Ulises, cuya figura que une di~tanciando"~20. Por sus propias caracterÃ-sticano es
adoptÃla diosa Atenea para guiar e instruir a Telémacdurante una relació exclusiva ni excluyente: ni el mentor asume respon-
la prolongada ausencia de Ulises. Se trata de una relació liberal sabilidad respecto de las decisiones personales o profesionales
y desinteresada, basada en la confianza y en la libertad recÃ-pro de la persona que acude a pedir su orientación ni éstqueda
cas, que no se ajusta a entrevistas periódica y regladas porque obligada por la sugerencia recibida. Se caracteriza tambiépor
no tiene de suyo una finalidad didácticay que no genera otras la total ausencia de diplomacia, esto es, por la apertura y fran-
obligaciones má allÃque las de mera cortesÃ-aLa clave de esta queza, incluso el candor. A la confianza de quien pide consejo u
relació interpersonal es el obsequio de la mutua atención orientación habrà de responder el mentor lealmente con su
Mentor siempre tiene tiempo para Telémacomá aun, sól es parecer acerca de la cuestió concreta planteada con la hondura
Mentor cuando atiende las dudas o consultas de Telémaco y transparencia de la que sea capaz, y -si lo estimara necesario

219. Sternbe. g, How to Complete and Survive a Doctoral Dissertation, 149. 220. Spaemann, Lo natural y lo racional, 149.
200 El taller de la filosofÃ-

en algú caso- con su opinió incluso acerca de otras diálog con los demáscon los que nos precedieron y con los
cuestiones no planteadas. que está a nuestro lado -incluso el diálog con nosotros
Al inicio de la vida profesional o en una temporada concreta mismos- es la fuente por excelencia de la que surge el pensa-
de dificultades, puede ir bien convenir con el mentor una miento. Los pensamientos brotan y se desarrollan en la comu-
entrevista periódica por ejemplo cada quince dÃ-ao una vez al nicació con quienes está a nuestro alrededor.
mes. En estos casos de entrevistas má regulares va bien prepa- La relació básic entre los seres humanos es la confianza, y
rar por ambas partes cada conversaciónUn posible guió para la confianza no se impone, sino que se inspira. Nos inspiran
esa preparació podrÃ- ser el siguiente: 1) desarrollo de los confianza quienes se empeñapor articular lo que dicen con lo
planes convenidos en la sesió precedente; 2) marcha del trabajo que hacen, por aunar su pensamiento y su vivir. Sobre todo nos
de investigación de perfeccionamiento personal (escritura y inspiran confianza quienes nos quieren y no tienen reparo en que
expresión docencia), de mutua colaboració en un proyecto se note, quienes nos tratan familiarmente. Por eso, para forjar
común 3) inquietudes, disgustos o alegrÃ-a de algú relieve; relaciones comunicativas con los demá lo que se necesita es
4) otras cosas de interéo preocupación aunque parezcan corazón "Sól se ve bien con el corazón" decÃ- el zorro al
minucias. Principito. Para tratar a los demá con esa familiaridad es
preciso compartir afectos, intereses, tareas, aficiones o inquie-
tudes hasta el punto de que los respectivos relatos biográfico se
fundan en algunos tramos confiriéndosrecÃ-proc sentido: eso
4.3. Comunidad de investigación trabajo en equipo es la amistad o las demáformas de relació afectuosa entre los
seres humanos. Cuanto mayor amor se tiene de mayor libertad se
El pensamiento humano no es en modo alguno una tarea goza.
privada o Ã-ntimaComo el lenguaje, el pensamiento es una Quienes cultivan el amor a la verdad cultivan tambiéla
laboriosa construcció de todo el génerhumano mediante la amistad con los demá que buscan la sabidurÃ-aLos filósofo no
que nos adentramos en la comprensió del mundo, de nosotros somos náufrago solitarios, sino solidarios, y por eso lo que má
mismos, de nuestras creaciones e incluso -como en un ayuda a quienes a veces sienten la soledad del corredor de fondo,
espejo- en la comprensió de Dios. Como enfatizaba Eugenio es el prestarse atenció unos a otros. Cuando logramos esa
d'ors, el pensamiento es siempre diálogo "pensar es siempre recÃ-proc atención "la ayuda que prestamos al otro es, al ser
'pensar con alguien'"; "no es sól que el pensamiento necesite recibida y por serlo, un bien que el otro nos hace a nosotros
del diálogosino que es, en esencia, el mismo diálogo"221 El mismos"222.Una metáfor que ilustra bien esa situació es la de

22 1. dOrs, Diálogos28; El secreto de la filosof'a, 40. 222. Caldera, Visió del hombre, 157.
202 El taller de la filosofÃ-

los naipes que apoyados unos en otros pueden llegar a formar diversas posiciones. Si hay confrontació dialógic -afirmaba
una torre o un castillo. Nos sostenemos los unos a los otros Llano en otra ocasión es "porque se comparte el convenci-
mediante las palabras con las que forjamos un territorio discur- miento de que hay una verdad objetiva y la esperanza de que
sivo común un lenguaje compartido que dota de un comú puede alcanzarse mediante el ejercicio de la inteligencia".
sentido a las cosas223.Quien inicia una tesis doctoral vive en una A quienes se dedican a la filosofÃ-gusta de ordinario hablar
pequeñcomunidad de investigació que incluye al director de entre sÃ-discutir, dar vueltas a las cosas, comprobar en quÃestá
la tesis, a sus colegas de departamento y otras personas con las de acuerdo y en quÃen desacuerde. La experiencia universal es
que tenga ocasió de colaborar. No es nunca un individuo que este diálog que tanto gust? Ã11È iilósofosen la vida real es
aislado, eximido de todo contexto social. Se encuentra inserto muy difÃ-cide lograr por la falta de tiempo, por la carencia de
siempre en una tradició de aprendizaje que le proporciona los espacios para comunicarse, y quizà sobre todo por la timidez y
criterios para evaluar los aciertos y fracasos de su búsquedaEsa el miedo a ser malel ten~ido.Sin embargo, muchas veces las
pequeñ comunidad a la que en cada caso pertenezca forma dificultades para dialogar tiznen su origen en la falta de práctica
parte de la comunidad filosófic general en el espacio y en el Para lograr un genuino espacio d ? conversació libre de dominio
tiempo, aunque quizá esa comunidad global se encuentre tan hace falta aprender a disci tir. '*'al con10se entiende en españoo
cuarteada que de ella pueda afirmarse -c6n MacIntyre- que como se practica habitualr. mte e n t , ~españolesla discusió es
sus diversas tradiciones de investigació resultan inconmensu- un combate en el que uno de LOS contendientes pretende má
rables, incapaces de hablar entre sÃporque han perdido ya todo bien vencer que convence. a itro de ~ l g oNada
. má opuesto a la
territorio discursivo común genuina tradició académicque el uso de una lógic aplastante
Como es conocido, la clave de la postura filosófic de o el arrojarse hechos unos a otros, como si no estuvieran carga-
MacIntyre se encuentra muy probablemente en su "rechazo del dos de teorÃ-ay de interpretaciones. Las polémicason siempre
individualismo epistemológic y la propuesta de un concepto una pérdidde tiempo y nuy a merudo lesionan el afecto que
fuerte de comunidad", que implica el "redescubrimiento de la sirve de soporte al diálog"~
dimensió narrativa de toda tradició investigadora7'224.En esta Por eso, para que una liscusió valga la pena, hace falta que
perspectiva la Universidad serÃ-precisamente el lugar donde las quienes la mantengan no desprecien jamá la opinió de nadie.
versiones rivales pueden exponer sus concepciones y someterlas Lo que dice una persona vale en la medida en que aquella tesis
a discusiónEl motor de la vida intelectual serÃ-precisamente el se tenga en pie por las razones y evidencias disponibles, no por
empeñde todos cuantos componen una comunidad de inves- el poder o autoridad que tenga quien hace uso de la palabra.
tigació por hacerse cargo de las razones que asisten a las Como insiste Machado, "Nadie es má que nadie"225 o el con-

223. Ramoneda, "Lo que no se puede decir", 36.


224. Llano, "Presentació de Tres versiones rivales de la ética" 15. 225. Machado, Juan de Mairena, 65.
204 El taller de la filosofÃ-

sejo de Tomá de Aquino al joven estudiante, "No mires dt "la opinió discrepante, hasta la má inesperada, no implica la
quiélo oyes, sino guarda en tu memoria todo lo que se diga de ruptura de la comunidad del sentido"227. La discrepancia en esos
. ueno7'226. Por esa razó quizá es má acertado en filosofÃ- casos lo que muestra es má bien el caráctecomunitario -en
entender la discusió como un juego, como un dar vueltas a las "comunitario" puede verse incluso una sÃ-nteside "común y
liversas posibilidades sin pretensió de imponer ninguna de "unitario"- de la razó por encima o debajo de sus diversas
,llas, .ino en todo caso de progresar juntos en la comprensió de formas. "A menudo se afirma que la discusió sól es posible
un problema. Algo de esto tiene la disputatio medieval que entre personas que tienen un lenguaje comú y que aceptan unos
reouiere en los participantes la identificació en palabras propias supuestos básico comunes. Creo que esto es un error. Todo lo
de la tesis del oponente y de los argumentos en su favor para que se necesita es la disposició a aprender del interlocutor en la
grantizar asÃque lo ha entendido y que las posiciones son discusión lo que incluye un deseo genuino de comprender lo
c~~~rensurables. que éstquiere decir. Si hay esta disposiciónla discusió serÃ
/ merudo quien comienza una tesis doctoral cree que va a tanto má fructÃ-fercuanto mayor sea la diferencia de punto de
1 partida de los interlocutores7'228.
tener grandes discusiones filosófica con quien le dirige, pero de
ordinario, una vez enfocado el proyecto de investigaciónesto no El diálog y la conversació son tan importantes porque la
es a ~ Ãlas
- indicaciones del director del trabajo se refieren casi comunidad cientÃ-fic es siempre una comunidad afectiva:
siempre a cuestiones formales y bibliográfica o refieren a "Quienes gastan sus vidas en descubrir tipos semejantes de
proyectos ulteriores. Quien escribe la tesis puede tener la tenta- verdad sobre cosas similares entienden mejor que los de fuera lo
ció de pensar que el director del trabajo no se "mete" en su que uno y otro son. Está todos familiarizados con palabras cuyo
tesis, pero con seguridad resulta má acertado pensar que la significado exacto los demá no conocen; cada uno aprecia las
calidad del trabajo desarrollado y el carácte persuasivo de la dificultades del otro y se consultan sobre ellas entre sÃ-Aman el
escritura hace del todo innecesaria una discusió de los temas de mismo tipo de cosas. Se juntan unos con otros y se consideran
fondo. entre sÃcomo Por eso se dicen siempre la verdad
Las bue1.a~discusiones no se programan, sino que surgen en unos a otros. Cada comunidad de investigació crece alrededor
esos momentos mágico en los que hay "buenas vibraciones", de unos determinados métodosde unos modos especÃ-ficode
porque se sabe que, aunque se estÃen desacuerdo en una tesis buscar la verdad y de comunicarla, cultivados comunitariamente
concreta, se estÃde acuerdo en el marco de la discrepancia. Si en el espacio y en el tiempo. Esta concepció de la ciencia se
eso es asÃ-y ese marco no es sól afectivo, sino que incluye encuentra en directa confrontació con quienes conciben la
otras muchas razones compartidas aunque no sean explÃ-citas
227. Nicol, Elproblema de la filosofÃ- hispánica198.
228. Popper, En busca de un mundo mejor, 205.
l 226. Tomá de Aquino, Opuscul~Theologica, I,45 1. 229. Peirce, Historical Perspectives, 804-805.
actividad racional humana como una búsqued cartesiana de todo caso, conviene ensayar formulas adecuadas para cada
fundamentos. En cambio, resultarà familiar a quienes conciban circunstancia que favorezcan la efectiva colaboraciónlos semi-
la ciencia como una actividad cooperativa de indagació de la narios, los proyectos conjuntos de investigaciónla mutua revi-
verdad: "No llamo una ciencia -escribÃ-Peirce- a los estudios sió y correcció de textos. Como primera medida una buena
solitarios de un hombre aislado. Sól cuando un grupo de perso- informació de lo que hacen unos y otros es la forma mÃ-nimde
nas, má o menos en intercomunicaciónse ayudan y estimulan comunicació que favorecerÃel surgimiento de lazos coopera-
unos a otros mediante su comprensió de un conjunto particular tivos má fecundos.
de estudios hasta el punto que los de fuera no pueden compren-
derles, sól entonces llamo a su vida ciencia"230.
Esto es asÃporque a los seres humanos nos gusta má la
4.4. Comunidad electrónic
concordia que la discordia, nos gusta má estar de acuerdo unos
con otros que discutir. Eso explica bien tanto el prestigio de la
mayorÃ-como los penosos errores en que por estar de acuerdo El lector del excelente libro de Umberto Eco Cóm se hace
podemos incurrir. El estar de acuerdo con un artÃ-culde perió una tesis descubre casi mediado el libro que aquel tÃ-tulque le
dico, con un colega, con un libro, produce un dulce placer inte- atrajo ya no vale, sino que le convendrÃ-má el de Cóm se
lectual, una certeza de que no estamos con nuestro pensamiento hacÃ- una tesis cuando no habÃ- ordenadores. Los ordenadores
a solas. El que coincidamos con otros en una tesis es un dato en está cambiando mucho -y a mejor- las práctica comuni-
favor de la verdad de esa tesis, pero siempre hay que estar bien cativas de la vida académica No sól ha cambiando el tamañ
advertidos del carácte provisional, parcial y revisable de la de las tesis, sino tambiéel modo de enfocar la investigació y
verdad alcanzada aunque haya sido obtenida comunitariamente y -tal como se ha acentuado en estas páginas el modo de
con un gran esfuerzo. Aunque es má fáciequivocarse a solas escribirlas. "Las tecnologÃ-a 'multimedia' posibilitan actual-
que en una comunidad de investigación errare hominum est mente una educació humanÃ-stica" afirmaba Alejandro Llano.
tambiécuando se trabaja en equipo. AsÃes efectivamente. Las nuevas tecnologÃ-adisponibles está
El trabajo cooperativo, el trabajo en equipo, es infrecuente transformando rápidament tanto el horizonte de la actividad
en filosofÃ-aquizà porque quienes a ella se dedican buscan a personal, como sobre todo en cada áre particular de investiga-
menudo má la originalidad que el comú acuerdo y la ave- ció los cauces habituales de comunicació entre los miembros
nencia. Otra causa puede encontrarse en la dificultad que hay en de la comunidad cientÃ-ficinternacional. En esta secció se darÃ
muchos casos para dividir en partes las tareas intelectuales. En cuenta de algunas de las aportaciones -y tambiéalgunos de
los problemas- que esta transformació tecnológic introduce,

230. Peirce, MS. 1334.


208 El taller de la filosofÃ-

aun a sabiendas de que todo este campo està desarrollándos ochenta se generalizà su uso en el mundo académicnorteame-
muy rápidamente ricano, al convertirse las Universidades y los centros de investi-
Las nuevas tecnologÃ-a-ordenadores, programas, recursos gació en los principales proveedores de informaciónAdemá
informáticos potencian la productividad de quienes se dedican los servidores de las Universidades han sido el lugar habitual de
a las humanidades con tal de que no pierdan su carácte instru- acceso gratuito a la red para millares de personas. A partir de
mental, su caráctede "herramientas" como suelen llamarlas los 1993 se han difundido muy rápidament sistemas de acceso muy
informáticosesto es, con tal de que no se conviertan en fines. simples a la World Wide Web orientados hacia el consumidor y
A quienes tratan de aunar nuevas tecnologÃ-ae investigació les está convirtiendo lo que era una red académicen un hiper-
acecha siempre el peligro de acabar prestando má atenció a las mercado. Es decir, lo que era una comunidad de scholars, de
máquina y a las posibilidades que éstaofrecen -por ejemplo, cientÃ-ficoy estudiosos de las diversas área del saber, se estÃ
preparando grandes bases de datos, reparando personalmente el transformando en un mercado con su inconfundible ruido de
ordenador, etc.- que al trabajo creativo, mucho má difÃ-cilde fondo y su publicidad má o menos agresiva. Lo peor para el
escribir. En esta misma lÃ-neaotro peligro para el trabajo inte- investigador es que el crecimiento de la demanda de servicios en
lectual es la pretensió de estar "a la última en equipamiento, internet es muy superior a las infraestructuras y tecnologÃ-a
que puede llevar a posponer nuestra tarea hasta tener el últim implantadas hasta la fecha. Nadie sabe realmente cóm va a
ordenador o el programa má avanzado que anuncia la publi- evolucionar todo esto. Quizà la mejor manera de enfocar la
cidad. Una buena manera de enfocar las adquisiciones en este cuestió serÃ- concebir internet como una gran ciudad, y asÃ
campo es la de conformarse siempre con el ordenador y el como en una ciudad hay zonas y edificios con destinos muy
programa informátic que necesitamos ahora para el trabajo diferentes, serÃ- preciso separar en internet el ámbit de la
actual que estemos haciendo. No es infrecuente que, seducidos informació general, o el de la diversió y el ocio, de las zonas
por una engañospublicidad, se adquieran ordenadores dema- académicaque tienen un interéespecÃ-fic para quienes se
siado potentes o pesados para quien le basta un simple proce- dedican a la investigaciónAl parecer la futura internet 2 tiene
sador de textos. Es como irse de viaje en camió por temor a que esta orientación
haya algú rÃ- que vadear, mientras que a quien se dedica a Para quien se dedica a la filosofÃ-internet tiene en la actua-
escribir filosofÃ-le basta de ordinario un utilitario. lidad tres funciones principales: comunicació con los colegas
Algo parecido puede ocurrir a veces con internet y la por correo electrónic o mediante listas de discusiónobtenció
atenció que el investigador dedica a esta red y la ayuda efectiva de materiales gratuitamente (textos electrónico y programas a
que de ella recibe*para su trabajo. Como se sabe, el sistema de libre disposicióno mediante pago por tarjeta de crédit(adqui-
comunicació electrónic denominado internet fue desarrollado sició de libros, fotocopias de artÃ-culode revistas), acceso a
inicialmente en el ámbit militar y desde mediados de los catálogo de bibliotecas y bases de datos. Comienza a haber
libros que informan de todo ello con el detalle necesario (por situando a cada uno en una distinta Universidad, el correo
ejemplo, Terrell W, Bynum y James Moor (eds.): The Digital electrónic sirve en algunas áreade soporte de la comunicació
Phoenix: How Computers Are Changing Phi10sophy)~y por entre los colegas mediante las llamadas listas de discusió y los
supuesto en la propia internet hay abundante informació boletines de las sociedades profesionales. Las listas de discusió
al respecto: en particular, cabe destacar la informació y los pueden estar centradas en un filósof (Dewey, Peirce, Russell,
servicios que ofrece el Philosophy Documentation Center etc.) o en un áre geográfic o profesional determinada (Reino
(http://www.pdcnet.org), la amplia informació contenida en Unido? LingüÃ-stic etc.) y tienen muy diversa calidad y consis-
Philosophy in Cyberspace (http://www-personal.monash.edu. tencia. Algunos de esos grupos reunen a un centenar de
aul-deylphill), y para el ámbit hispánic el proyecto Filosofla especialistas de una rama7 pero en otros casos pueden ser varios
en españo(http://www.filosofia.org/). millares los suscriptores. Estar suscrito - e s gratuita la
De entre estas funciones?la má interesante es la del correo suscripción al boletÃ- o lista de la sociedad profesional a la
electrónic para la comunicació personal dentro de la propia que uno pertenece proporciona un sentido de comunidad aná
Universidad o centro de investigació y sobre todo para conectar logo al que tienen los ciudadanos cuando leen el mismo perió
con otras personas o entidades del ámbit nacional e interna- dico por la mañano ven el mismo telediario por la noche231.
cional. El correo electrónic nacià en Estados Unidos como una Hay personas que han forjado notables lazos de amistad y
alternativa al teléfonpara la comunicaciÓ entre personas que comunicació con sus colegas a travéde internet. A veces pue-
trabajaban en distintos husos horarios. Tiene la gran ventaja de ocurrir que lo difÃ-cisea comunicarse con el colega que estÃ
respecto del teléfonque no hay esperas, que puede atenderse en el despacho de al lado o en el piso de arriba, pero no con el
esa comunicació en el momento que a uno le convenga más que estÃa tres mil kilómetro de distancia.
sin interrumpir los espacios de trabajo, y que ademá propor- En todo caso es de vital importancia iniciarse en este ámbit
ciona un t a t o escrito que puede imprimirse en papel. Para de la comunidad electrónic global muy poco a poco. Puede
quienes el ingléno es su lengua nativa el texto escrito facilita comenzarse con la suscripció a una sola lista para simplemente
tambié muchÃ-sim la comprensió y la comunicación Las escuchar?es decir, para ver lo que pasa. Es recomendable hacer
sociedades profesionales suelen ofrecer en la red los directorios eso al menos durante seis meses para familiarizarse con ese
con las direcciones de correo electrónic de sus miembros y a entorno antes de lanzarse a organizar una discusió sobre el
veces algunos datos de su curriculum (American Philosophical filósof favorito de uno. Es importante evaluar periódicament
Association: http://www.apa.udel.edu/apdindex.html). De forma el tiempo que ocupa la atenció de esos mensajes. Como el
parecida suelen hacer las Universidades en internet. factor limitante de nuestras práctica es el tiempo, hay que saber
Como el mundo académictiende a distribuir geográfi
camente a los especialistas de una misma áre de investigació 231. Nunberg, "Gimcrack Nation", Natural Language and Linguistic Theory,
768.
212 El taller de la filosofÃ-

bien a quà se presta atención a quà tareas dedicamos nuestro 4.5. Comprensió y pluralismo
mejor tiempo. Recibir todos los dÃ-a una docena de mensajes
que no nos interesan para nada es una pérdidde tiempo consi-
La comprensió en filosofÃ- es esencialmente histórica
derable, pero si varios de ellos nos dan informació úti es otra
En este sentido, - c o m o escribià Wittgenstein- la filosofÃ-es
cosa, de la misma manera que es úti hojear el periódic aunque
plenamente comparable a la pintura, a la literatura, o a la
haya muchas informaciones que no nos interesen o no vayamos
m à š s i ~ a ~Siguiendo
3~ a MacIntyre, cabe afirmar que asÃcomo
a leer. En esto, como en todo, hace falta medida. Mientras no
los resultados de las ciencias naturales se juzgan a fin de cuentas
tiene sentido alguno que un filósof se dedique a "navegar por
en funció de la historia de esas ciencias, los logros de la
internet" en sus horas de trabajo, revisar los boletines de las
filosofÃ-han de juzgarse tambiéen últim instancia en funció
sociedades de filosofÃ-viene a ser como hojear las revistas de la
de la historia de la filosofÃ-ala historia de la filosofÃ-es la que
biblioteca. Como siempre, lo má práctic es hablar con otros
lleva el timó sobre las área particulares que la co1istiiuyen233.
colegas má expertos y copiar aquellas costumbres suyas en esta
Por eso, escribir filosofÃ-requierc no sól un buen co-?cimiento
materia de cuya probada utilidad estéellos má ciertos.
históric de la propia disciplha -"somos enanos a hombros de
Comienza a haber tambiéuna nueva forma de publicar, gigantes5'-, sino que se necesita siempre una buena compren-
esto es, de hacer público nuestros textos a travéde internet, sió de los textos de los autores qL1e se manejen en cada caso, y
mediante algú servidor internacional como The International de los contextos histórico y sociales que les confieren su
Directoiy of On-line Philosophy Papers o The International sentido. En otras área del saber de ordinario sól se presta
Philosophical Preprint Exchange, o mediante revistas electró atenció a las teorÃ-a verdaderas, pero "en filosofÃ- las teorÃ-a
nicas, o incluso simplemente ofreciendo los textos que uno haya falsas son a veces incluso má importantes, pues el suelo fino y
escrito a travéde la homepage personal (secció 3.2). ~ ~ , t ya
á ligero de las opiniones extremas y unilaterales es precisamente
comenzando a decantarse criterios acerca de cóm citar estos al que má fácilment se le da la vuelta para traer a la luz los
materiales en los trabajos de investigació (X. Li y N. B. Crane, absurdos que hay bajo la superficie de sus supuestos"234.
Electronic Style, o A. Estivill y C. Urbano Cóm citar recursos
El objeto de atenció de quien hace una tesis doctoral es de
electrónicos http://www.ub.eshiblio/citae-e.htm), aunque es
ordinario un texto o un conjunto de textos, cuyo sentido corres-
necesario tener en cuenta que al menos por ahora el soporte de
ponde al doctorando descubrir y describir. Un texto es una
estos documentos es de ordinario bastante efÃ-mero
montañ de signos, artic~~lados en su origen de un modo uni-

232. Baker, Wittgenstein, Frege and the Viennu Circie, xv; Wittgenstein, Culture
and Vaiue, 70.
233. MacIntyre, "The Relationship of Philosophy to its Past", 47.
234. Peirce, coiiected Papers, 8.108.
214 El taller de la filosofÃ-

tario, con unos propósitos con uno o varios significados, con -y en ese sentido supere- a 13s de quienes le han precedido.
diversos niveles de sentido. En la mayor parte de los casos quien La cultura moderna tiene una notoria aversió al argumento de
escribe filosofÃ-cuenta con una o varias tradiciones de inter- autoridad, a pesar de que tanto en la vida académiccomo en la
pretació de aquel texto, con una verdadera historia interpre- vida ordinaria se emplee con gran profusión En contra de lo
tativa de cóm ha sido leÃ-del texto en cuestióny ademá muy que se afirma comúnmentepara los pensadores medievales el
probablemente mientras éestudia ese texto hay otros filósofo argumento de autoridad no merecÃ- un respeto ciego. Al
en otros lugares tratando tambiéde interpretarlo. Interpretar contrario, el argumento de autoridad era la vÃ- por la que una
un texto es devolver la vida a aquellos signos almacenados, opinió tenÃ- tÃ-tul suficiente para ser considerada en una
repensarlos, devolverles su capacidad originaria de comunicar e di.~pututio,puesto que procedÃ- de un autor conocido como
incluso de emocionar. Para eso se necesita ganar familiaridad profundo y razonable236.
con el autor y con la épochistóric en que el texto se escribià Algo análog a una di.~pututiomedieval debe tratar de hacer
hasta el punto de que sea posible dialogar realmente con él No el doctorando con esas interpretaciones en su trabajo. No es fáci
es infrecuente que el doctorando llegue, por asÃdecir, a ena- llevar a cabo esa tarea, dando el oportuno peso y realce a los
morarse de su autor, o al menos a adquirir una familiaridad tan diversos pareceres concurrentes. Siempre, pero en particular en
honda con é que resulte llamativo a quienes le rodean. estos casos, puede aplicarse el llamado "principio de caridad",
En la tarea de interpretació de textos hay que asignar un expresió acuñad por Wilson y difundida por Davidson y
valor muy destacado a las lecturas de quienes nos han precedido muchos otros, que lleva a ?referir por lo general aquella inter-
en ese trabajo. De Sénecpodemos acoger el consejo: "¿N voy pretació que minimice el desacuerdo. A veces las cuestiones de
a seguir las huellas de los antiguos? Por supuesto tomarà el matiz pueden ser importantes, pero de ordinario no "hemos de
camino trillado, mas si encontrare otro má accesible y llano, lo intentar ser má precisos o exactos de lo que exige el problema
potenciaréQuienes antes que nosotros abordaron esas cuestio- plant-2do'.'237. El principio de caridad lleva a considerar tambié
nes no son dueñossino guÃ-ade nuestra mente. La verdad estÃa que los demáaspiran a ser tan razonables como nosotros y, má
disposició de todos; nadie la ha acaparado todavÃ-agran parte aúnque la mayor parte de las veces lo consiguen. No es infre-
de su estudio ha sido encomendado tambiéa la po~teridad"~35. cuente en filosofÃ- que aserciones claramente falsas a primera
De modo semejante quien aspire a comprender los textos de un vista, muestren diferencias de fondo en el uso del lenguaje que
autor en un trabajo doctoral ha de dar cuenta en su trabajo con en un primer momento habÃ-a sido pasadas por alto. De ordi-
algú detenimiento de las lecturas de los principales intérprete nario, cuando un texto nos parezca una estupidez hay que pensar
y ofrecer luego su personal interpretació que tenga en cuenta que probablemente los ignorantes seamos nosotros, o quizá en

236. Martin, "The Argument from Authority", 25-35.


235. morales u Lucilio, IV, 33.
SénecaEpÃ-ktolu. 237. Popper, En buwu de un mundo mejor, 230.
216 El taller de la filosofÃ-

algú caso puede que se trate de un mal trabajo de traducción má rica que una limitada perspectiva individual. La defensa de
En ocasiones, rastrear la historia de un malentendido o de una un pluralismo en las formas de pensar y de vivir guarda Ã-ntim
malinterpretació puede enseñamucho e incluso resultar muy relació con una concepció solidaria y multilateral de1 cono-
creativo: "La historia de las malinterpretaciones y la historia de cimiento humano. A diferencia de las ficciones y de los objetos
la creatividad filosófic está Ã-ntimament1igadas3'23g. construidos por la razónlas cosas reales tienen facetas, fachadas
Desde una perspectiva cristiana hay un rasgo que define delanteras, laterales y traseras. Las diversas descripciones que se
esencialmente la actividad intelectual, destacado muy vivamente ofrecen de una cosa reflejan de ordinario diferencias de puntos
por el Beato JosemarÃ- EscriváSe trata del amor a la libertad de vista sobre ella. No hay una únic descripció verdadera de la
que se muestra en el respeto a la pluralidad de opiniones en cosa, sino que las diferentes descripciones presentan aspectos
todas aquellas vastas área dejadas al libre ejercicio de la inteli- parciales de la cosa que pueden ser complementarios, incluso
gencia humana. Con extraordinario sentido comúnmostrando la aunque a primera vista pudieran parecer incompatibles. Sin
mano ligeramente torcida preguntaba a su interlocutor si la mano embargo, no basta con decir que todo el mundo tiene un poco de
era cóncav o convexa. Los asuntos humanos -explicaba- no razón No es asÃ-no todas las opiniones son verdaderas, pero en
tienen soluciones unÃ-vocas "tambié los otros pueden tener la mayor parte de los asuntos tampoco hay una que agote ella
razón ven la misma cuestió que tú pero desde d~stintopunto sola la realidad. No sól la razó de cada uno es camino de la
de vista, con otra luz, con otra sombra, con otro contorno"239. La verdad, sino que tambiélas razones de los demá sugieren y
confrontació de esos puntos de vista "no siempre es fácil apuntan otros caminos que enriquecen y amplÃ-a la propia com-
porque pueden chocar entre sÃlas opiniones; pero aun ese mismo prensión La pluralidad de enfoques aporta má luz y minimiza
choque constituye una forma má de razonar, que nos ayuda a las sombras que crean los focos unilaterales.
discurrir, pues nos recuerda que podemos equivocarnos, y que a A veces, quizá interesadamente, la distinció entre plura-
veces pensamos tener la razón cuando sól tenemos una expli- lismo y relativismo es presentada de un modo muy borroso. La
cació relati~a"2~0. defensa del pluralismo no implica una renuncia a la verdad o su
El pluralismo no defiende que todas las opiniones son subordinació a un perspectivismo culturalista. El pluralismo no
verdaderas -10 que ademá resultarÃ-contradictorio- sino má radica sól en defender que hay distintas maneras legÃ-timay
bien que ningú parecer agota la realidad, esto es, que una apro- verdaderas de pensar acerca de las cosas, sino que sostiene
ximació multilateral -una "visió compartida'' en expresió ademá que entre ellas hay - e n expresió de Stanley Cavell-
de Alejandro Llano- a un problema o a una cuestió es mucho maneras mejores y peores. Mediante el estudio, el contraste con
la experiencia y el diálog racional, los seres humanos somos
238. Hadot, Philo.~ophyas a Way of Life, 7.
capaces de reconocer la superioridad de un parecer sobre otro. El
239. EscriváSurco, 275. pluralismo sostiene que la verdad no admite monopolio, sino
240. Escrivá"Carta 24.X.65", ABC, 17 mayo 1992,62.
218 El taller de la filosofÃ-

que se da en la búsqued solidaria y multilateral, y que esa irrespetuoso de órdene de conocimientos y grados de certeza
búsqued es enriquecedora porque la verdad es siempre perfec- distintos"241.
cionamiento. Por el contrario, la posició relativista afirma que Esta actitud supone una concepció de la investigació que,
no hay verdad, que hay sól diálogodiversidad de perspectivas lejos de un eclecticismo acrÃ-ticobusca encontrar las razones de
radicalmente inconmensurables por lo que en últim instancia la verdad en la confrontació de las opiniones opuestas, pues
resulta superflua toda búsqued con pretensiones de objetividad. sabe -con la mejor tradición que todos los pareceres formu-
Quien escribe una tesis doctoral no puede ser relativista. Si lados seriamente dicen en cierto sentido algo verdadero. Juan
fuera relativista no merecerÃ-la pena escribir una tesis doctoral, Pablo 11 encontraba una válid aplicació de aquel principio de
pues no podrÃ-llevarse la alegrÃ-de pensar que ha dicho algo, Tomáde Aquino Omnes enim opiniones secundum quid aliquid
aunque sea poco, realmente verdadero. Frente a quienes piensan verum dicunt para la investigació cientÃ-fic contemporánea
erróneamentque la defensa del pluralismo lleva necesariamente afirmando que "esta presencia de la verdad, aunque sea mera-
a un relativismo escépticoresulta persuasivo advertir que el mente parcial e imperfecta y a veces distorsionada, es un puente,
conocimiento humano progresa en su comunicación en su que une a unos hombres con otros y hace posible el acuerdo
enseñanzy difusiónEl relativismo no sól se autorrefuta en su cuando hay buena vo1untad7'242. En esta lÃ-neala aspiració
propia formulaciónsino que sacrifica la noció de humanidad al contemporáne a la unidad de los saberes ha de conciliar un
negar la capacidad de perfeccionamiento real y de progreso profundo respeto a los métodoespecÃ-ficode investigació en
humano que constituye nuestro anhelo má ferviente. Un rasgo cada áre del saber, pues tales métodopropios constituyen el
que distingue claramente el relativismo del pluralismo es que germen de la vitalidad de cada rama. Pero este respeto ha de
éstúltim cultiva la ilusió por descubrir la continuidad estar acompañadde una decidida confianza en la capacidad de
-a veces muy oculta- entre los saberes particulares. La la razó humana para proporcionar una comprensió general y
esperanza de lograr en el futuro unos resultados má articulados de una clara voluntad de forjar relaciones comunicativas con los
y coherentes se convierte asà en la mejor garantÃ- para la demá saberes y con las demá personas. Con la tradició esco-
prosecució de la investigación "La verdad es una -afirmaba lástic medieval resulta mucho má persuasivo -y coherente
Juan Pablo 11-, pero se presenta a nosotros de forma frag- ademá con el formidable desarrollo de las ciencias en los
mentaria a travéde los múltiple canales que nos conducen a su último siglos- reconocer que lo que cada ciencia conoce
cercanÃ-diferenciada. (...) en cuanto ciencias, la filosofÃ-y la -o incluso cada persona singular- es una parte, una faceta o
teologÃ- son tambiéellas intentos limitados para percibir la un aspecto parcial de las cosas, y que por tanto no es la totalidad.
unidad compleja de la verdad. Es sumamente importante El que sea una parte no significa que sea falso, sino que, aun
intentar, por una parte, la búsqued de una sÃ-ntesivital, cuya
nostalgia nos aguijonea, y por otra, evitar cualquier sincretismo 241. Juan Pablo 11, "El hombre frente a la verdad", 22.
242. Tomáde Aquino, 1 Dist 23 q 1, a 3; Juan Pablo 11, Discorso, 13.9.80.
siendo verdadero lo alcanzado, es insuficiente para explicarlo 4.6. Filosof'a para un nuevo siglo
todo.
Es posible entonces apelar a una jerarquÃ-del conocimiento, A fines del siglo XX nos encontramos en una sociedad que
a una ordenació jerarquizada del saber cuyos fundamentos vive en una amalgama imposible de un escepticismo genera-
pueden situarse - c o n Alejandro Llano- en "lo natural, en lo lizado acerca de los valores y un supuesto fundamentalismo
trascendente, y en lo sapiencial. El saber arquitectónic es cientista acerca de los hechos. Se trata de una mezcolanza de una
exclusivamente una inteligencia de los principios, no un saber ingenua confianza en la Ciencia con mayúscul y de aquel
con pretensiones de totalidad. Lo que este saber aporta es la relativismo perspectivista que expresÃel poeta Campoamor con
convicció del sentido, es la confianza en la inteligibilidad su "nada hay verdad ni mentira; todo es segú el color del cristal
ordenada de lo real, es el amor al saber y a aquellos que con con que se mira"245. Tal divisió entre ciencia y cultura, que
nosotros lo buscan"243. De esta forma puede llegarse "a una asigna la verdad a la ciencia y a sus enunciados y la simple
noció de filosofÃ-que acoge todas las exigencias sapienciales opinió a las valoraciones y cuestiones vitalmente má impor-
del saber humano, y al mismo tiempo niega toda pretensió tantes, aunque pueda ser cómodaresulta a fin de cuentas inso-
dogmátic a este mismo saber, dejando espacio para las única portable. Los seres humanos anhelamos una integració razo-
certezas absolutas y definitivas que afectan a la sabidurÃ-aque nable de las diversas facetas de nuestra vida, de nuestra expe-
son las de la fe"244. Frente a la tradició cartesiana, este "arte riencia y de nuestra reflexió teóric sobre ella. La contradicció
regio" no es una ciencia primera o básic que proporcione un flagrante nos resulta inaceptable porque desquicia nuestra razón
fundamento claro y distinto, sino que se trata má bien de un hace saltar las bisagras de nuestros razonamientos y a la postre
saber metodológicode la experiencia ganada históricament por bloquea el diálog y la comunicaciónLa misió que compete a
la humanidad que muestra el camino mediante el que los seres quienes se dedican a la filosofÃ-a finales del siglo XX es con
humanos pueden progresar decididamente hacia la verdad. En seguridad la de tratar de suturar esas brechas que el positivismo
este horizonte es donde la actividad escritora de quien se dedica todavÃ-dominante ha causado en la comprensió que los seres
a la filosofÃ-gana su mápleno sentido. humanos tenemos de nosotros mismos.
El formidable desarrollo de las ciencias y la tecnologÃ-en
los último siglos muestra de modo fehaciente la humana capa-
cidad de progresar en la comprensió de los problemas y en la
identificació de los medios para afrontarlos con éxitoSin
embargo el desarrollo efectivo de las ciencias no lleva al acaba-

243. Llano, "La articulació de los saberes", 6.


244. Livi, Etienne Gilson, filosof'a cristiana e idea del lÃ-mitcrÃ-tico221. 245. Campoamor, Obras poéticacompletas, 148
miento de los problemas mediante su definitiva solución sino que en este libro se defiende es un camino intermedio, con
que má bien, por el contrario, en muchos campos conduce a la pretensiones modestas, pero que por estar anclado en la expe-
detecció de nuevos problemas todavÃ- má difÃ-cile o má riencia personal de muchos de los que nos han precedido en el
profundos que hasta ahora habÃ-asido pasados por alto. En este taller de la filosofÃ-aaspira a afrontar mejor el reto de dar razó
sentido puede decirse que, conforme crece el saber, lo que sobre del efectivo crecimiento históric de la verdad. Se trata de un
todo aumenta es el no saber, esto es, nuestra conciencia de las enfoque esencialmente operativo y prácticoheredero de la tradi-
muchas cosas que todavÃ- no sabemos ni entendemos. La ció aristotélicy de los mejores resultados de la teorizació
historia de la ciencia proporciona una enseñanz luminosa contemporáneacerca de la investigació cientÃ-ficaque concibe
mediante la conocida distinció entre misterios y problemas. la verdad como aquello que los seres humanos -tanto los
Mientras que los problemas son aquellas cuestiones para las que cientÃ-fico y los filósofo como los ciudadanos de a pie-
contamos con medios intelectuales para abordarlas e incluso a primordialmente anhelamos y buscamos.
veces solucionarlas, muchas de las grandes cuestiones que Adoptar esta perspectiva significa destacar que la búsqued
afectan a las vidas humanas no pueden ser solucionadas o de la verdad no es un problema "teórico" sino que se trata má
domesticadas por las ciencias. Por eso a estas alturas del siglo bien de una cuestió genuinamente práctic que a todos afecta,
XX, despuéde décadade un cientismo sofocante, resulta pero que ademá compete profesionalmente al filósof la tarea
indispensable recuperar el sentido del misterio que a menudo de proporcionar un enfoque adecuado. Como ha escrito
envuelve las cuestiones que vitalmente má nos importan246.Ni Alejandro Llano, "la filosofÃ-no siempre habÃ-concedido a la
siquiera la filosofÃ-es un saber terminativo o culminativo: "No verdad práctic la atenció que merece. Pero sól es viable
podemos agotar la verdad, -ha escrito Polo- sino que rehabilitarla cuando no se extrapola. Porque cuando el valor de
tendemos a ella"247. Mediante el esforzado trabajo de las suce- la praxis humana se absolutiza el valor de la verdad se
sivas generaciones humanas va incrementándos el conoci- di~uelve"2~8. Absolutizar el valor de la praxis serÃ-pensar que la
miento de la verdad: el genuino conocimiento es siempre cono- verdad es meramente algo fabricado por los seres humanos
cimiento de la verdad, aunque sea sól de modo parcial y (pragmatismo vulgar), y en ese sentido, algo arbitrario, relativo
aproximado, pues el conocimiento o es conocimiento de la y por tanto, a fin de cuentas, de escaso valor. Lo que en este
verdad o no es conocimiento. libro de iniciació a la escritura de filosofÃ-quiere afirmarse es
Frente al diagnóstic de los postmodernos que abogan por la má bien que las verdades se descubren y se forjan en el seno de
disolució de la filosofÃ- en la literatura y frente al funda- nuestras práctica comunicativas; que la verdad -como dejÃ
cionalismo cientista de los herederos del CÃ-rcul de Viena, lo escrito Platón249 se busca en comunidad; "que - e n expresió

246. Putnam, "The Importante of Nonscientific Knowledge", 22 248. Llano, GnoseologÃ-a32


247. Polo, Introducció a la filosof'a, 15 249. PlatónFedón99d
224 El taller de la filosofÃ-

de Debrock- no hay verdad fuera de la búsquedaaunque no es La comunicació interpersonal proporciona la pauta de


la búsqued la que causa la verdad". Destacar la dimensió objetividad en el ámbit cognoscitivo. Por eso la verdad es lo
comunitaria de la búsqued de la verdad acentú el carácte má comunicable, por eso la verdad es liberadora, por eso la
social y públic de la verdad, esto es, su objetividad que tras- verdad es lo que los seres humanos nos entregamos unos a otros
ciende las perspectivas subjetivas, localistas y particularizadas. para forjar relaciones significativas entre nosotros. En este
El desarrollo tecnológico los libros, las ciencias, las artes, contexto se entiende bien la singular hondura de la concepció
la filosofÃ-alas discusiones que impregnan de modo genera- de la verdad como tarea, esto es, como algo que ha de vivirse en
lizado nuestro vivir, no dejan lugar al escepticismo. El reco- la práctic y ha de hacerse precisamente mediante nuestras
nocimiento de que las divisiones entre los seres humanos singu- práctica comunicativas (veritatem facere in caritate251). QuizÃ
lares y entre los pueblos son consecuencia en gran medida de mejor que nadie lo ha expresado el Papa filósof Juan Pablo 11 a
que cada uno estÃconvencido de poseer en exclusiva la verdad, propósit de la misió a éconfiada: "Te doy como tarea la
ayuda a entrever las vÃ-apara regenerar los espacios comuni- verdad, la gran verdad de Dios, destinada a la salvació del
cativo~.Se trata de articular enriquecedoramente lo nuevo con lo hombre; pero esta verdad no puede ser predicada y realizada de
antiguo, de aunar unas generaciones con otras, de tender puentes ningú otro modo má que amando"252. Con igual radicalidad
nuevos entre las tradiciones, las culturas y los saberes250. Para podrÃ-hacerse esa misma afirmació referida a la vida concreta
ello es preciso llegar a forjar nuevas relaciones de comunicació de cada uno de quienes se dedican a la búsqued cientÃ-ficde la
entre las personas basadas en el amor a la verdad, en el respeto a verdad y aspiran a promoverla en todas las dimensiones de su
la pluralidad y en la aceptació de las limitaciones personales, vida.
las de cada uno y las de la propia colectividad, pero aunadas esas Muy en particular quienes nos dedicamos a esa singular
personas por una comú convicció acerca del extraordinario forma de buscar la verdad que es la de escribir filosofÃ- y
valor creativo de su cooperación A quienes se dedican a la enseñarlapodemos tambié adoptar ese lema para nuestro
filosofÃ-corresponde quizá en particular el llegar a concebir trabajo. Charles S. Peirce, escritor infatigable, anotaba en marzo
con su imaginació los nuevos cauces que requiere el desarrollo de 1888: "La máxim mejor al escribir es, quizála de amar a tu
de esas relaciones comunicativas. No se trata de un honor, sino lector por sÃmismo"253. A quien se dedica a la filosofÃ-y, por
má bien del cumplimiento de un deber, de la asunció de una tanto, a ese maravilloso proceso comunicativo de tejer con
responsabilidad a la que en el siglo que ahora termina renun- palabras el pensamiento, no puede pasar por alto el papel del
ciaron buena parte de los filósofos

25 1. Cfr. Efesios, 4,15


252. Juan Pablo 11, Cruzando el umbral de la esperanza, 161
250. Rorty, "Philosophy & the Future", 203 253. Peirce, Writings, 1, 9
226 El taller de la filosofÃ-

corazónEl latir del corazó --escribe Susanna Tamaro- "es lo BibliografÃ-


que le permite entrar en sintonÃ-con otros latidos7'254.

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Boden, Margaret: 54, 228 Cervantes, Miguel de: 79, 111,
Bok, Sissela: 100, 228 133,229
Chesterton, Gilbert K.: 118 Gilson, Etienne: 27, 44, 114, 115, Johanson, Donald: 184,232 Martin, Christopher: 215, 234
Cicerón30, 229 220,230 Juan de la Cruz, San: 63,84 MartÃ-Gaite, Carmen: 92, 234
Cobo, Jesús 19,52,229 Goethe, Johann W.: 52 Juan Pablo 11: 49, 218, 219, 225, Martinich, Aloysius P.: 15, 130,
Damrosch, David: 187,229 Gombrich, Ernst: 13, 130-132, 230,232 234
Davidson, Arnold: 195,229 146 Kant, Immanuel: 49, 52, 53, 172, McGuinness, Brian: 95, 234
GonzálezAna Marta: 27,230 232 MenéndePelayo, Marcelino: 18,
Debrock, Guy: 19,224
Descartes, René13, 46, 49, 163, Gopegui, Belén 77, 230 Ketner, Kenneth L.: 28, 34,232 117,234
172 Gould, Stephen Jay: 158,230 Kripke, Saul: 36,37, 232 Meseguer, Alvaro G.: 127,234
Dewey, John: 35, 125,211 GraciánBaltasar: 73, 230 Kuhn, Thomas S.: 190 Merton, Robert K.: 44, 234
Diderot, Denis: 167, 229 Gregorio Taumaturgo, San: 185, Labrada. MarÃ-Antonia: 116 Millán-PuellesAntonio: 57,234
Dickinson, Emily: 196,229 230 Lahav, Ran: 59,232 Monk, Ray: 106,234
Dillard, Annie: 125, 142, 229 Guardini, Romano: 189, 194, 230 Lamott, Anne: 106, 232 Nicol, Eduardo: 205,234
Dilthey, Wilhelm: 30 Guillén Jorge: 186, 230 Lanyon, Scott M.: 164,232 Nietzsche, Friedrich: 43
Dinesen, Isak: 9 1,229 Guitton, Jean: 15,60,230 Le Doeuff, Michhle: 48, 232 Nilo de Ancira: 32,234
Drucker, Peter: 58 Gutting, Gary: 114, 23 1 Leibniz, Gottfried W.: 23, 232 Nunberg, Geoffrey: 2 1 1,234
Drury, Maurice O'Connor: 194, Haack, Susan: 30, 36, 38, 43, 60, Levy, Michael C.: 124,233 Olson, David R.: 129,234
229 61,109, 115, 117, 155,231 Li, Xia: 212, 233 OrÃ-genes185
Dubie, William: 124, 229 Hadot, Pierre: 28, 63, 92, 95, 216, List, Charles J.. 173, 233 Ors, Õlvar d': 153, 177, 234
Eco, Umberto: 15, 85, 161, 166, 23 1 Livi, Antonio. 220, 233 Ors, Eugenio, d': 9,42, 54, 68, 70,
171,207,229,230 Heidegger, Martin: 104 Llano, Alejandro: 7, 19, 26, 38, 80, 94, 1 1 1, 1 15, 142, 200, 234,
Elmer-Dewitt, Philip: 74, 230 Heinrich, Kathleen T.: 197,231 42, 202, 203,207, 216, 220, 223, 235
EscriváJosemarÃ-a108, 216, 230 Herranz, Gonzalo: 157,231 233 Ortega y Gasset, José25, 29, 46,
Estivill, Amparo: 2 12 Herbert, Wray: 191,237 LledóEmilio: 53, 233 236
Ferrater Mora, José111, 118- Hesse, Herrnann: 90, 231 Llorens, Francisco Javier: 56,233 Orwell, George: 107
119, 147,230 Hirschmann, J. V.: 171,231 Lorda, JoaquÃ-n130-132, 146, 233 Pascal, Blaise: 99,235
Fichte, Johann G.: 50 Hoffman, Eric: 157, 231 Machado, Antonio: 10, 203, 233 Peirce, Charles S.: 9, 15, 17, 28,
Fleming, Richard: 52,230 Holderlin, Friedrich: 29, 23 1 MacIntyre, Alasdair: 55, 202, 207, 29, 33, 39, 45, 48, 53, 64, 87,
Frege, Gottlob: 117, 137,213 Innerarity, Daniel: 64,232 213,233 92, 101, 144, 205-206, 211, 213,
Gardner, Martin: 66, 230 Insausti, Gabriel: 110, 232 Malcolm, Norman: 35, 78. 104, 225,235
Geach, Peter: 137,138,230 Izuzquiza, Ignacio: 15, 149, 232 233,234 Peirce, Juliette: 92
Gelio, Aulo: 44 JiméneLozano, José 73,94,232 MarÃ-asJulián161, 170, 173, 234 PeláezMiguel Angel: 57, 235
El taller de la filosofÃ-
.,.242
..................................................,.....,,,...,....................................................................... ...

Pennac, Daniel: 81, 235 Rodoreda, Mercé110,237 Valle, Francisca Javiera del: 25, White, Morton: 191
Percy, Walker: 78, 107,235 Rorty, Richard: 224, 237 238 Whitrow, Gerald J.: 37, 238
Pereda, Carlos: 37,235 Rosen, Stanley: 65,237 Van Gogh, Vincent: 120,238 Wittgenstein, Ludwig: 15, 27, 28,
Pieper, Josef: 185,235 Ruiz Arriola, Claudia: 18, 55, 237 Vicente Arregui, Jorge: 19, 30,238 32, 35, 41, 55, 78, 87, 95, 104,
Platón 38, 115, 172, 199, 214, Russell, Bertrand: 113, 117, 2 11 Vives, Juan Luis: 44,238 106, 112, 114, 116, 117, 128,
223,235 Salinas, Pedro: 97,99, 102,237 Watson, Richard A.: 15, 164,165, 137, 138, 140, 168, 178, 181,
Plutarco: 63 Salisbury, Juan de: 44 238 190,213,238
Poincaré Henri: 142,235 Savater, Fernando: 46,237 Weil, Simone: 62, 89, 118-119, Woolf, Virginia: 142
Polo, Leonardo: 27, 52, 92, 222, Scoto, Duns: 134 184,238 Zinsser, William: 121, 238
235,236 Schlegel, Friedrich: 83,237 Weisheipl, James A.: 179, 238
Pombo, Alvaro: 50,5 1,86,236 Senabre, Ricardo: 124,237
Ponz, Francisco: 105, 236 Séneca 95,214,237
Popper, Karl: 59, 60, 101, 113, Sertillanges, Antonin G.: 15, 75,
136,205,220,236 141, 142,237
Pujol, Carlos: 132, 236 Sócrates28,50,65, 101, 199
Putnam, Hilary: 16,28,29,35,36, Spaemann, Robert: 45,199,237
38, 176, 179, 222, 236 Spinoza, Baruch: 25, 237
Quine, Willard V. O.: 108, 176 Steiner, George: 147, 148,237
Ramoneda, Josep: 202,236 Sternberg, David: 198,237
Ramsey, Frank P.: 56, 57, 117, SuárezFrancisco: 134
151,236 Tamaro, Susanna: 226,237
Ratzinger, Joseph: 50,236 Teresa de Calcuta: 102, 188,237
Reid, Thomas: 134 Thoreau, Henry D.: 47,237
Rescher, Nicholas: 173 Tomáy Valiente, Francisco: 122,
Rhees, Rush: 27, 111-1 12, 136, 237
236 Tomá de Aquino: 34,45, 57, 63,
Rilke, Rainer Maria: 53, 88, 97, 85, 134, 179,204,219,238
236 Torregrosa, Marta: 18- 19
Rivera de Rosales, Jacinto: 161, Trapiello, Andrés 94,95,238
236 Valkenburg, Patti M.: 75, 238

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