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LA FE

¿Qué es fe?

Hebreos 11:1 1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

La Biblia dice que todo le es posible al que cree

Marcos 4 relata una historia con Jesús y sus discípulos en un barco, sacudidos por una tormenta
en el mar. Al entrar en la escena, Cristo ha calmado las olas con una sola orden. Ahora el se
vuelve a sus discípulos y les pregunta, “¿Cómo no tenéis fe?” (Marcos 4:40).

Era humano tener temor en una tormenta como esa. Pero Jesús no los reprendía por esa razón.
Mas bien, el les estaba diciendo, “Después de todo este tiempo conmigo, aún no saben quién soy.
¿Cómo es posible que caminen conmigo por tanto tiempo, y que no me conozcan íntimamente?
CUANDO ELLOS CLAMARON LOS DISCIPULOS TENIAN FE QUE EL LOS HIBA A SALVAR Y QUE
JESUS TENIA EL PODER PARA DETENER CUALQUIER TENPESTAD.

Y comparando esto en nuestro tiempo muchas personas cristianas predican a un Jesús han visto
lo que Jesús ha hecho en sus vidas y han alcanzado multitudes en su nombre. Pero realmente no
conocen a su Maestro. No han pasado un tiempo de intimidad con él. Nunca se han sentado
calladamente en su presencia, abriendo su corazón a él, esperando y escuchando para
comprender lo que él quiere decirles.

Vemos otra escena acerca de la fe de los discípulos en Lucas 17. Los discípulos fueron a Jesús,
pidiendo, “¡Auméntanos la fe!” (Lucas 17:5).

Muchos cristianos hacen la misma pregunta en la actualidad: “¿Cómo puedo aumentar mi fe?”
Pero no buscan al Señor por sí mismos por su respuesta. Al contrario, se apresuran a seminarios
que afirman enseñarles a creyentes como aumentar su fe. O, compran un montón de libros que
ofrecen diez pasos rápidos para aumentar la fe. O, viajan cientos de millas para escuchar
conferencias acerca de la fe por evangelistas y maestros prominentes.

Jesús estaba diciendo, en esencia, “Ponte tu vestidura de paciencia. Entonces ven a mi mesa y
come conmigo. Quiero que me alimentes allí. Tú felizmente trabajas para mí todo el día. Ahora
quiero que tengas comunión conmigo. Siéntate conmigo, abre tu corazón, y aprende de mí. Hay
tantas cosas que deseo hablar a tu vida.”

No te conformes con más explicaciones teológicas de la fe. No busques más pasos para obtenerla.
Vete a solas con Jesús, y permite que el comparte su corazón contigo. La fe verdadera nace en la
habitación secreta de oración intima. Así que, ve a Jesús y aprende de él. Sí pasas tiempo de
calidad en su presencia, seguro que la fe vendrá. Él hará nacer la fe en tu alma como nunca la
conociste. Créemelo, cuando escuches su voz queda, la fe explotara dentro de ti.

Hebreos 11:1 1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

La fe no es la unción, la unción no es la gloria, la gloria no es la fe.

Lo opuesto de no tener revelación es no tener conocimiento… cuando tienes conocimiento de Dios


tienes luz. La luz te hace libre.

Toda área en la cual seamos ignorantes es el área donde el diablo va a formar en nuestra cabeza una
fortaleza. Donde no hay conocimiento, luz, revelación… hay tinieblas. El diablo anda en tinieblas.
Dios creo en este universo dos dimensiones, la natural y la sobrenatural. La natural se accesa
por los sentidos; la sobrenatural o espiritual se accesa por la fe.

2 Corintios 5:7 (porque por fe andamos, no por vista);

¿Qué significa caminar por vista?

Significa caminar por medio de nuestros sentidos… si oímos o vemos algo que nos molesta, nos
afecta… y hacemos decisiones por esas cosas. También se le puede llamar vivir por el medio ambiente.
Si vives por el medio ambiente, eso viene a ser su realidad, porque se conforma a ese medio ambiente.
A lo que ven sus ojos.

Hebreos 11:6 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Lo imposible está fundamentado en la lógica y establecido en la razón. Toda imposibilidad


está basada en la mente, en la lógica. En la mente se fundamenta lo imposible, por eso hay
que renovar la mente, porque la mente siempre va a cuestionar lo imposible.

Hay que renovar la mente y pensar desde la perspectiva de Dios. En el cielo no hay desempleo, en el
cielo no hay depresión, en el cielo no hay desempleo, en el cielo no hay enfermedad. [El doctor te
explica la enfermedad, para que la entiendas…]

Yo trato de convencerte que la lógica, no tiene lógica; que la razón, no tiene razón.

En el espíritu, no tiene por qué venirte la maldición de tu papá o de tu mamá porque Cristo, un
impecable en la cruz se llevó todo eso. [la enfermedad, la adicción, la maldición generacional, etc.].

Hay un Dios que te llena de gracia para darte lo imposible.


Romanos 12:3 3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre
vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí
con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

Romanos 10:9-10 nos recuerda: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el
corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

El primer nivel de la fe es nacer de nuevo. Con el corazón se cree para justicia y con la
boca que cree para salvación. Nacemos de nuevo cuando lo confesamos con nuestros
labios y aseguramos que Jesús es nuestro Señor y Salvador.

Efesios 2:8-9 nos recuerda: Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto
no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

La fe y la gracia nos hacen nacer de nuevo, este es el primer paso, el primer nivel.
Habacuc 2:4 asegura: He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el
justo por su fe vivirá.

El que vive por fe no lo hace por orgullo porque creer es demostrar humildad.

Mateo 6:25-30 nos habla de nuestra vida de fe: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra
vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.
¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo,
que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta.
¿No valéis vosotros mucho más que ellasí ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se
afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáisí Considerad los
lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con
toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana
se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Nacemos por fe, debemos aprender a vivir, caminar y pelear por fe para morir con fe. Hay
promesas que tus ojos no verán y que deberás delegar a tus hijos y nietos con la seguridad
de que Dios no miente.

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