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DESARROLLO COMUNITARIO
Objetivo del desarrollo comunitario
¿Cuáles son los objetivos del desarrollo comunitario?
Para Wolff (1965), el objetivo primordial consiste en la adquisición o asimilación de
toda experiencia, hecho o situación; que moldea, predispone, regula o dirige la conducta
efectiva de un sujeto. El aprendizaje se logra con la experiencia, se perfecciona con la
práctica y las cosas aprendidas dejan huellas que se relacionan entre sí. El ser humano se
desarrolla física, psíquica y socialmente, dentro de un ambiente.
Teresa Porzecanski: Busca provocar un cambio orientado de conductas a nivel de un
microsistema social, participativo y que signifique una etapa más avanzada de progreso
humano.
Ezequiel Ander-Egg, el objetivo del desarrollo humano , lo entendemos como método y
técnica que contribuye positiva, real y efectivamente en un proceso de Desarrollo integral
y armónico, atendiendo fundamentalmente a ciertos aspectos extra-económicos, en
particular psico-sociales, que intervienen en la promoción de actitudes, aspiraciones y
deseos para el desarrollo.
En 1925, W. PETTIT: la forma de ayudar a un grupo de personas a reconocer sus
necesidades comunes y a resolverlas.
En 1939, D. SANDERSON y R. POLSEN: desarrollar relaciones entre grupos e
individuos que permita a éstos actuar conjuntamente a los fines de crear y sostener
Facilidades y agencias mediante los cuales alcanzar sus más altos valores para el bienestar
general de la comunidad.
Concepto de comunidad.
La comunidad según Max Weber, quien la define a ésta como una relación social
cuando y en la medida en que se inspira en el sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional)
de los participantes de constituir un todo”.
Ander-Egg: Una comunidad es una agrupación o conjunto de personas que habitan un
espacio geográfico delimitado y delimitable, cuyos miembros tienen conciencia de
pertenencia o identificación con algún símbolo local y que interaccionan entre sí más
intensamente que en otro contexto, operando redes de comunicación, intereses y apoyo
mutuo, con el propósito de alcanzar determinados objetivos, satisfacer necesidades,
resolver problemas o desempeñar funciones sociales relevantes a nivel local
Tönnies Asocia la comunidad con “lo sentido”, “lo antiguo”, “lo duradero”, “lo íntimo”
y “lo auténtico”, mientras que a la sociedad la identifica con “lo público”, “el mundo”, el
derecho y el Estado. Para él la comunidad es históricamente anterior a la sociedad y un
“organismo vivo”, mientras que la sociedad es un “agregado y artefacto mecánico”.
María Estela Raffino: Una comunidad es un conjunto de individuos, ya sea humano o
animal, que tienen en común diversos elementos, como el territorio que habitan, las tareas,
los valores, los roles, el idioma o la religión.
Definición de Desarrollo
El concepto desarrollo es heredero de la noción occidental de progreso surgida en la
Grecia clásica y consolidada en Europa durante el período de la Ilustración bajo el
supuesto que la razón permitiría descubrir las leyes generales que organizan y regulan el
orden social y así poder transformarlo en beneficio de la gente. El sociólogo
estadounidense Robert Nisbet ha efectuado un exhaustivo seguimiento histórico del
significado de progreso para occidente desde su cuna helénica hasta su ocaso frente a la
realidad de los campos de concentración nazi y la hecatombe de Hiroshima y Nagasaki.
Así, en la introducción a su obra “Historia de la idea de Progreso” (1991) escribe:
Es una idea inseparable de otra según la cual el tiempo fluye de forma unilineal (...) La
abrumadora mayoría de los más grandes pensadores de la historia occidental a lo largo de
un poco más de 2 mil años se muestra partidaria del dogma del progreso. (1980:19)”.
Gobineau y Madison Grant creían que el progreso era posible pero que su base radicaba
en determinada raza”. ( 1980:24).
Nisbet estaba convencido que la idea de progreso había contribuido más que cualquiera
otra, a lo largo de 25 siglos de historia de occidente, tanto a fomentar la creatividad en los
más diversos campos como alimentar la esperanza y la confianza de la humanidad y de
los individuos en la posibilidad de cambiar y mejorar el mundo. No obstante, reconocería
que todo hace pensar en estos momentos que la fe occidental en el progreso se va
marchitando rápidamente en todos los niveles y todos los campos, a lo largo de la última
parte del siglo XX. (1980:25).
Ahora bien, el concepto desarrollo fue antecedido por otros términos además de progreso,
como civilización, evolución, riqueza y crecimiento. Así, para Adam Smith (1776) y
luego para John Stuart
Desarrollo comunitario
Fue Ferdinand Tönnies el primero en iniciar este debate desde una perspectiva efectiva
al publicar en 1887 “comunidad” (Gemeinschaft) y “sociedad” (Gesellschaft), un libro
que por sus pretensiones científicas pronto se ha convertido en un clásico, al definir desde
el punto de vista teórico el tipo ideal de comunidad. Tönnies hizo referencia a “la voluntad
orgánica, vinculada a este tipo de organización social, que se constituye de tres formas:
por placer, por hábito y por la memoria.
Territorio.
Población.
La demanda.
Los recursos.
En la misma dirección Ezequiel Ander Egg argumenta que la expresión comunidad “sirve
para designar a una agrupación organizada de personas que se perciben como unidad
social cuyos miembros participan de algún rasgo, interés, elemento, objetivo o función
común, con conciencia de pertenencia, situados en una determinada área geográfica en la
cual la pluralidad de personas interacciona más intensamente entre sí que en otro
contexto3.
” Ander Egg introduce el elemento “conciencia de pertenencia” que constituye uno de los
soportes vertebradores del concepto comunidad, ya que no existe pertenencia sin la
presencia de un grupo humano ubicado en un territorio determinado. Este grupo humano
es portador de una cultura, una identidad cultural y un patrimonio, un sistema de valores,
tradiciones y creencias propios que le confieren autenticidad y singularidad. Desde esta
perspectiva el sentimiento o conciencia de pertenencia es resultado de la interacción entre
los factores expuestos, los cuales, si son bien gestionados, garantizan a los miembros de
la comunidad una participación activa en el diseño, ejecución, evaluación y control de las
políticas de desarrollo.
El término unidad social adquiere en esta definición una connotación identitaria que se
traduce en una cohesión social reconocida, aceptada, compartida y respetada por quienes
participan en ella y trabajan por lograr su estabilidad y permanencia a través de la
socialización y consolidación de intereses, objetivos y funciones que les son comunes.
En general, en México existe una percepción de los grupos indígenas y campesinos que
se asocia a su supuesta ignorancia e incapacidad para resolver sus propios problemas, ante
lo cual el Estado ha implementado estrategias asistencialistas cuyo único resultado ha
sido la reproducción de los patrones de pobreza. Así, al definir y planificar acciones de
desarrollo comunitario y conservación suele emplearse una perspectiva de análisis
centrada en la determinación de las incapacidades y debilidades de las comunidades,
dejando de lado las fortalezas, conocimientos y estrategias de trabajo que hay en ellas.
En ciertos casos, con el concepto se alude a las relaciones sociales que existen en
un conjunto de personas que comparten intereses afines y están ligadas por
aspiraciones, valores y objetivos igualmente comunes.
Existe otra utilización de la palabra; es cuando se la emplea para hacer referencia
a una entidad funcional autónoma, aunque inserta en otras unidades funcionales
más amplios. Esta funcionalidad social de una comunidad se expresa en:
El autor concluye que “una comunidad es una agrupación o conjunto de personas que
habitan un espacio geográfico delimitado y delimitable, cuyos miembros tienen
conciencia de pertenencia o identificación con algún símbolo local y que interaccionan
entre sí más intensamente que en otro contexto, operando redes de comunicación,
intereses y apoyo mutuo, con el propósito de alcanzar determinados objetivos, satisfacer
necesidades, resolver problemas o desempeñar funciones sociales relevantes a nivel
local”. (Ander-Egg, 2005:34).
Robertis y Pascal (2007) expresan que según la definición de diccionario el término
comunidad se refiere al carácter de lo que es común…similitud, identidad…reunión de
personas que viven juntas, que tienen intereses comunes. En otras palabras, comunidad =
común unidad.
El concepto de “comunidad” ha sido utilizado con dos significaciones: una es la
definición de un espacio delimitado donde existe una organización de vida social parcial
(barrio, aldea); la otra hace referencia a la calidad de las relaciones que se entretejen entre
las personas y los grupos---esta significación espacial y cualitativa vuelve impreciso el
término comunidad. –de ahí que usaremos el término colectivo. (Robertis y Pascal,
2007:31).
Maritza Montero (2007) expresa que como muchas de las palabras clave en el campo de
lo social, “comunidad” es un término polisémico, complejo y confuso.
http://www.eumed.net/libros-gratis/2011d/104
La práctica como modo de conocer
Una comunidad de práctica es un espacio de interacción y de mediación donde un grupo
de profesionales con intereses afines reflexionan sobre su práctica profesional, se apoyan
y además construyen conjuntamente productos que les ayudan a desarrollarse y mejorar,
y, en definitiva, a profesionalizarse.
Esta nueva modalidad de aprendizaje va dirigida a profesionales que tienen interés por
seguir aprendiendo; que saben que pueden aportar a su comunidad sus conocimientos y
sus habilidades; que saben que trabajando con los demás y compartiendo con otros pueden
aprender más, llegar más lejos y desarrollar mejores productos; que están dispuestos a
compartir con la comunidad profesional; que creen en la construcción social del
conocimiento y que se sienten agentes del desarrollo de su profesión, es decir, de toda la
comunidad, y de su propio desarrollo.
Diferencias entre una comunidad de práctica y un curso de formación
La comunidad de práctica:
Es una modalidad formativa flexible, en cuanto que no tiene un programa previo
preestablecido.
Es abierta porque da respuesta a las necesidades que van emergiendo dentro de la
comunidad.
Es participativa y horizontal, ya que sus miembros seleccionan los objetivos, establecen
la forma de trabajar y se apoyan y lideran entre ellos.
Se autorregula, pues son sus miembros quienes toman las decisiones sobre la forma de
participación que desean tener, el grado de implicación y el tiempo de dedicación.
Para obtener más información sobre las comunidades de práctica puede ver el
siguiente vídeo de Etienne Wenger.
Es la comunidad de práctica que puso en marcha el Instituto Cervantes para tutores de
profesores en prácticas y que acoge a todos los profesores de español lengua extranjera
con experiencia o interés en la tutorización de prácticas docentes.
Con este proyecto se busca revalorizar las prácticas y promover la figura del tutor o
mentor como componente indispensable en la formación y en el desarrollo de los
profesionales de ELE, mediante la colaboración y la construcción conjunta del
conocimiento en interacción. Este proyecto se abrió al público en enero de 2017.
https://cfp.cervantes.es/recursos/proyectos/com
La inserción- participación en una realidad social
Lo que hoy entendemos por participación ciudadana ha quedado reducido a algunos
Reglamentos y algunas concejalías en los Ayuntamientos. Pero en poco o nada parecen
tener que ver con el reequilibrio sustentable de nuestros hábitats. Si la participación
ciudadana no está sirviendo para encontrar soluciones creativas ante los problemas de
degradación de nuestros espacios, entonces seguirá perdiendo sentido, pues por sí misma,
burocratizada, se quedará en discusiones alejadas de las realidades candentes y cotidianas
de los ciudadanos.
La participación tiene que servir para la integración social, para proyectos sustentables y
adaptados a las características concretas de cada territorio. En este sentido debemos
quitarle a la participación y a la integración mucho lastre heredado de viejas concepciones
anquilosadas. El ejercicio que aquí presentamos no es un nuevo modelo, pero sí de los
límites de los modelos propuestos y dominantes. No nos interesan modelos finalistas, sino
prácticas y métodos "contra-corriente" que abran nuevas potencialidades. Sabemos que
no es sustentable lo que se viene haciendo a modo de participación ciudadana, ni para los
objetivos de mantener la calidad del hábitat, ni para la autoeducación de la ciudadanía en
prácticas participantes.
Por eso entendemos que hay que pasar a pormenorizar en los distintos ámbitos
territoriales cuáles pueden ser las "buenas prácticas", que nos permitan sentirnos -al
menos- en un camino de cierta probabilidad creativa. La relación social es muy compleja
y continuamente se nos escapa, por eso necesitamos entender el juego de sus redes
complejas, con su variado tipo de vínculos tan cambiantes. En primer lugar, de manera
muy inmediata y cotidiana, vemos la existencia de redes primarias, de familiaridad,
amistad, etc, donde los vínculos son fuertes, y donde la convivencia tiene sus propias
reglas peculiares en cada cultura y subcultura particular. Este ámbito último tiene, sin
embargo, su importancia social pues desde estas redes primarias se codifican y
decodifican todas las informaciones y energías puestas en marcha por las comunicaciones
de rango más amplio y global.
Es decir si no se convence desde los grandes medios de comunicación y desde las políticas
globales a las redes primarias, se empieza a larvar nuevas contestaciones a las
determinaciones dominantes de nuestro consumo. Pero entre estas redes más próximas y
las redes telemáticas globales, que centralizan tanta información, y que la simplifican y
unilateralizan tan frecuentemente hay otras redes intermedias. Hay unas redes de
"coordinación", que no son tan fuertes o densas como las primarias, sino que son
"débiles", y que por lo mismo cumplen una función muy importante de mezcla, de
hibridación de mensajes, de creatividad potencial. Es el espacio ciudadano, la antigua
multifuncionalidad de la "plaza mayor", de la calle comercial y del "paseo", donde la
complejidad de vínculos permite asomarse o esconderse, hacer demostraciones o
simplemente observar.
La complejidad de los análisis de redes y de conjuntos de acción con sus vínculos y
elementos nos hace pensar que no hay un modelo territorial de referencia válido
(compacto o difuso), sino que es la articulación de distintos tipos de espacios (unos más
difusos otros más compactos) los que mejor se adaptarán a los distintos tipos de redes de
relaciones. Los ecosistemas donde se dan estas relaciones, y sus climas, marcan también
el grado de concentración de tecnologías urbanísticas que sean necesarias en cada cultura.
La participación de los ciudadanos y sus usos en cada momento son los que pueden
marcar las necesarias adaptaciones de las formas construidas. Si hacemos un modelo muy
sostenible, pero no cuenta con la implicación de las personas, igualmente estamos
imponiendo algo, y acabará por no funcionar.
Porque lo sostenible no cuenta con la democracia participante y aparece confuso. Así pues
hay un marco de partida para este intento de encontrar "buenas prácticas", y es que se
encuadren dentro de los conceptos de "ciudad" y "sostenible". Y dentro de este marco los
objetivos que nos proponemos en este capítulo deberán apuntar a los objetivos de
"participación e integración social". Pero todos estos conceptos son manifiestamente
ambiguos, con usos no sólo dispares sino hasta contradictorios, según los contextos en
que son usados. Por eso parece inevitable hacer algunas acotaciones mínimas para
podernos entender, pues las acotaciones máximas las mostrarán las propias prácticas con
sus limitaciones.
"Ciudad" puede parecer la reducción a un modelo territorial que gira en torno a ella, y
que en cierta medida se contrapone a lo rural, donde -por cierto- hay experiencias
territoriales más cercanas a la sustentabilidad dentro de lo que llamamos hábitat. "Ciudad"
también se puede entender como un ámbito más amplio que excluya las buenas
experiencias en barrios o las más localizadas. Entendemos "hábitat" en un sentido que
incluya experiencias rurales y experiencias de barrios, que está más cerca del concepto
"habitar" (Henri Lefebvre) mucho más vital, activo y participativo. Es decir, el "con-
vivir" entre personas frente a la "ciudad" como algo físico y técnico.
Los ciudadanos son los que hacen las ciudades, y aunque las personas se encuentran con
territorios y hábitats que les condicionan desde que nacen, para bien o para mal, estos
espacios acaban siendo transformados por los humanos. La sustentabilidad incluye lo que
vaya a pasar en futuras generaciones, y por lo mismo se basa en la cultura cívica de lo
que hacemos hoy y de lo que hagan mañana nuestros descendientes. En todo caso parece
que sólo es posible hablar de experiencias en los hábitats, y no de experiencias de
ciudades, como si éstas tuviesen una evolución propia independientemente de quienes la
planifican, gestionan y usan, o abusan.
Existe una larga tradición y debate sobre conceptualizar sustentabilidad en vez de
sostenibilidad, en el castellano de latinoamérica: el concepto "sostengo" es más artificial
y técnico que "sustento", que parece más profundo y participativo, aparte de que suena
mejor fonéticamente. Que algo sea sustentado suena a alimentación básica, mientras que
si es sostenido parece dependiente externamente. Si además en las Naciones Unidas es el
término oficial, ¿porqué no usarlo?. Aunque lo que importa no es la terminología, sino el
contenido de lo que se haga o vaya a hacer. Es decir, que cualquier propuesta sea
sustentada desde los hábitos cotidianos de la población, como condición fundamental para
que alcance a futuras generaciones. Aunque, en muchos casos, lo que inicialmente se
propuso como "desarrollo sostenible" se quedó en "habitabilidad" simplemente con
posterioridad.
Algunos expertos plantean lo "auto-sustentable" como concepto que hace depender el
futuro de la auto-promoción interna de los ciudadanos para lo que vaya a pasar con el
hábitat en el próximo siglo. Pero por este camino de precisar que sin tales requisitos no
podemos considerar tal o cual experiencia válida, corremos el riesgo de no encontrar
ninguna con tales requisitos.
Cabe, en todo caso, diferenciar entre "habitable" y "auto-eco-sustentable" en los dos polos
de lo que cabe entender por sostenible. En la mayor parte de los casos propuestos vamos
a encontrar que lo construido es "habitable" en términos actuales, y locales, pero no tanto
si lo referimos al futuro y a un ámbito más global de repercusión. Su sustentabilidad sería
"auto" y "eco" si sus relaciones productivas internas y las relaciones con el medio
garantizasen para el futuro su perdurabilidad, [E. Morin , 1994].
http://habitat.aq.upm.es/cs/p3/a016.html
La inserción- inmersión
Integración consiste en constituir un todo, completar un todo con las partes que faltaban
o hacer que alguien o algo pase a formar parte de un todo. Denota un sentido de
pertenencia al todo o a una parte y desarrolla un sentido de identidad. El término
integración se utiliza en distintos ámbitos, como las Matemáticas.
El término integración social fue acuñado por sociólogo francés Emile Durkheim (1858-
1917) y hace referencia a la aceptación de las minorías y los grupos desfavorecidos de la
sociedad, con el objeto de que logren mejorar su dignidad y su nivel de vida.
Naciones Unidas (NU) define la integración social como un proceso dinámico y con
principios donde todos los miembros participan en el diálogo para lograr y mantener
relaciones sociales pacíficas.
Algunos países identifican la integración social como uno de los objetivos de sus políticas
sociales. El Estado, junto con acciones emprendidas por las instituciones privadas, puede
promover políticas complementadas para fomentar la sensibilidad de la población y
potenciar las habilidades personales y sociales de los excluidos socialmente.
La integración social está estrechamente relacionada con la defensa de los derechos
humanos ya que, si se vulnera alguno de estos, es imposible conseguir la integración
social de los sujetos en minoría.
Grupos étnicos
Grupos de interés económicos
Grupos laborales
Nivel de vida
Nivel educacional
Nivel sanitario
Nivel habitacional
Servicios sociales
Servicios de protección social y jurídica a los niños , niñas y adolecentes
Servicios para la juventud
Servicios de promoción a la mujer
Servicios de atención a la tercera edad
Servicios para discapacitados
Servicios para atención a emergencias
UNIDAD 3
TECNICAS DE INVESTIGACION UTILIZADAS PARA LOS ESTUDIOS DE
COMUNIADES
Observación etnográfica
Entrevista abierta o semi estructurada insitu
Recurso a la documentación
Reuniones de grupo
Mapas
Consulta informante claves
La triangulación
UNIDAD 4
LA INVESTIGACION EN LAS COMUNIDADES
Cuestiones previas
Constitución del equipo
Elaboración del diseño de investigación
Identificación de las necesidades básicas
Formulación de problemas
Técnicas o procedimientos para obtener datos
Trabajo de campo
Ordenación y clasificación de la información
Análisis de los datos
Redacción del informe preliminar
Socialización de la información
UNIDAD 5
TECNICAS DE PROGRAMACION COMUNITARIA
Programación de actividades comunitarias
Trabajador comunitario y la planificación
Pautas para la programación del desarrollo de la comunidad
Definir y enumerar los objetivos y metas
Proponer objetivos y metas realistas
Prioridades de solución
Elecciones compatibles entre los objetivos
Principio de coherencia: global y sistemática
Determinar los instrumentos y medios para la intervención
Tiempo y ritmo de la realización del programa
La flexibilidad
Selección de proyectos y actividades iniciales
Programación de estrategias de acción