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El estrés deja

su huella
molecular
Los traumas afectan a cada persona de forma distinta. El motivo
de tal diversidad reside, en parte, en la epigenética.

 Nestler, Eric J.

MENTE Y CEREBRO

EN SÍNTESIS

Los mecanismos epigenéticos moldean las respuestas ante el


estrés.

En múridos se ha logrado, mediante modificaciones


epigenéticas, que individuos muy sensibles al estrés se
conviertan en más resilientes.
Una cuestión controvertida es si se hereda la vulnerabilidad
epigenética al estrés. En ratones parece que así es.
Algunas personas expuestas a un estrés agudo (por
dificultades económicas prolongadas, abusos sexuales o físicos, entre
otras muchas causas) desarrollan problemas psicológicos o de salud
posteriores. Otros individuos, en cambio, afrontan la situación con
mayor resiliencia. De hecho, si en una pareja de gemelos univitelinos
uno de ellos presenta síntomas de depresión relacionados con el estrés,
solo en un 40 por ciento de los casos su hermano idéntico se
encontrará también deprimido. Una explicación de esa horquilla de
posibilidades reside en los mecanismos epigenéticos. Es decir, en las
alteraciones moleculares del ADN o de las proteínas que dependen de
las experiencias vividas y que alteran el comportamiento de los genes
sin cambiar la información que contienen.

Los mecanismos epigenéticos dan forma a las respuestas ante el estrés


a corto plazo (las que duran unas horas) o a largo plazo (las que
persisten durante meses, años o toda la vida). Algunas investigaciones
indican incluso que los cambios epigenéticos podrían afectar a la
generación siguiente. La cartografía y la confirmación de las relaciones
entre las respuestas del comportamiento y las alteraciones epigenéticas
—aunque suponga un reto y resulte costoso— permitirían, a buen
seguro, crear tratamientos capaces de revertir los efectos del estrés o
incrementar las habilidades personales para sobrellevarlo.

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 Las cualidades de la resiliencia


 Experiencias heredadas
 Secuelas somáticas de los abusos infantiles

Cuando una persona se siente estresada, la expresión génica en algunas


áreas de su cerebro puede aparecer bien aumentada o bien disminuida.
Ello sucede por modificaciones químicas del ADN, de las proteínas
reguladoras de los núcleos de las neuronas o de las histonas (proteínas
que empaquetan y ordenan el ADN). Numerosos cambios inducidos
por el estrés son adaptativos; sin embargo, algunos resultan
perjudiciales.
p/2011 · Biological Psychiatry. 2011 Sep El estrés se podría transmitir del padre a los hijos. El
estrés del padre podría transmitirse a los hijos que están por nacer, según un estudio
publicado en la revista 'Biological Psychiatry'. El riesgo de desarrollar depresión, que es
significativamente mayor por la exposición al estrés crónico, está influenciado tanto por el
medio ambiente como por la genética. La interacción de estos dos factores es bastante
compleja y hay incluso un tercer factor desconocido para muchas personas que es la
epigenética, la ciencia de los cambios en la expresión genética que no son causados por
cambios en la secuenciación del ADN. "La herencia es compleja. Se sabe que las madres y los
padres tienen una tremenda influencia sobre sus hijos, pero este estudio pone de manifiesto la
dificultad de la relación entre las contribuciones genéticas, epigenéticas, y el medio ambiente
en lo que respecta a la herencia de los rasgos importantes de comportamiento", comenta el
editor de la revista 'Biological Psychiatry', John Krystal. La mayoría del trabajo hasta la fecha se
ha centrado en los efectos maternos, pero este nuevo estudio ha analizado los efectos
paternos y ha descubierto que los ratones machos expuestos a estrés crónico traspasan los
comportamientos de estrés a sus descendientes. Tanto es así que un ratón varón y una
hembra mostraron un aumento de la depresión y de la ansiedad, aunque los efectos fueron
más fuertes en los varones. "Es importante destacar que estos cambios de conducta solo
estuvieron presentes en la descendencia producida a través de la reproducción natural, y no
en los hijos que fueron producidos por fecundación 'in vitro'", recoge la investigación y explica
que se trata de un "giro interesante que sugiere que la mayoría de las vulnerabilidades
relacionadas con el estrés se transmiten a las generaciones posteriores en su comportamiento,
en lugar de epigenéticamente". Según el autor principal del estudio, Eric Nestler, de la Mount
Sinai School of Medicine de Nueva York (Estados Unidos), "estos hallazgos en ratones sugieren
la posibilidad de que parte del riesgo individual para sufrir depresión clínica u otros trastornos
relacionados con el estrés, puede ser determinada por la exposición del padre al estrés. Así
pues, ahora se requiere un estudio directo en los humanos.

Diferentes estudios proporcionan evidencias de la transmisión a la


descendencia no sólo del material hereditario, bajo la forma del ADN, sino
también de un programa epigenético capaz de regular la expresión génica sin
alterar la secuencia nucleotídica de los genes. No obstante, los mecanismos de
este tipo de herencia no genética todavía no están caracterizados de forma
precisa.

Un reciente trabajo, que utiliza ratón como modelo animal, muestra cómo el
estrés puede producir cambios epigenéticos en el esperma que afectan a la
respuesta al estrés de los hijos. El equipo de investigadores, dirigido por Tracy
L. Bale, profesora de neurociencias en la facultad de medicina de la
Universidad de Pensilvania, había identificado previamente en un modelo de
estrés paterno nueve microARNs (pequeñas moléculas de ARN no codificante
que regulan la expresión génica) cuyos niveles aumentan en el esperma de los
ratones sometidos a estrés.

Con el objetivo de determinar si la presencia de los microARNs en el esperma


tenía consecuencias a largo plazo tras la fertilización, los investigadores
microinyectaron los nueve microARNs en zigotos y observaron su efecto sobre
la expresión génica en las primeras etapas del desarrollo y sobre el fenotipo
resultante de la descendencia obtenida tras implantar los zigotos en hembras
normales. “Es extraordinario para mí que el estrés leve en los ratones
desencadene aparentemente este cambio masivo en la respuesta de
microARNs y que eso se integre en el curso del desarrollo de su
descendencia,” manifiesta Bale. “El mostrar simplemente que los niveles eran
diferentes no es relevante o interesante. Queríamos encontrar si tenían un
papel causal.”

La inyección de los microARNs en los zigotos recapituló los efectos observados


en la descendencia de los ratones con estrés crónico. Los ratones
descendientes de los zigotos a los que se había introducido los microARNs
presentaban menores niveles de cortisona y además mostraban cambios de
expresión génica en regiones cerebrales relacionadas con la regulación del
estrés.

El siguiente paso de los


investigadores será investigar qué factores llevan a la liberación de los microARNs
identificados en el esperma cuando los ratones son sometidos a estrés, y si en humanos
funcionan de forma similar. Imagen: Maggie Bartlett, (National Institute of Human
Genome Research).
Además, los investigadores observaron que los nueve microARNs cuyos
niveles aumentan en el esperma de los ratones con estrés crónico, reducen las
reservas maternas de ciertos ARN mensajeros, incluidos dos relacionados con
la remodelación de la cromatina, reprogramando así la expresión génica.

“La gente solía pensar que porque ese ARN mensajero materno almacenado
es traducido durante el desarrollo inicial de las dos células y cuatro células, la
madre tiene mucho que decir en esas primeras etapas y el padre no dice
nada,” indica Bale. “Pero pensamos que quizás estos microARNs del esperma
podrían atacar el ARN mensajero materno y dirigir que mensajeros son
traducidos.”

Los resultados del trabajo demuestran un papel definitivo para los microARNs
identificados en el esperma de ratones sometidos a estrés y proporcionan una
nueva visión del papel paterno en la transmisión de marcas epigenéticas, y
regulación de la expresión génica en las etapas iniciales del desarrollo
embrionario.
El siguiente paso de los investigadores será investigar qué factores llevan a la
liberación de los microARNs identificados en el esperma cuando los ratones
son sometidos a estrés, y si en humanos funcionan de forma similar.

Referencia: Rodgers AB, et al. Transgenerational epigenetic programming via


sperm microRNA recapitulates effects of paternal stress. PNAS. 2015. Doi:
10.1073/pnas.1508347112

Fuente: http://www.upenn.edu/pennnews/news/penn-stressed-dads-affect-
offspring-brain-development-through-sperm-microrna

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