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CLASIFICACION
1. FUNGIBLES Y NO FUNGIBLES
2. OBLIGACIONES TRANSITORIAS Y OBLIGACIONES DURADERAS
3. OBLIGACIONES DE HACER UNA OBRA Y OBLIGACIONES DE SERVICIO
CLASES
VI.-CONCLUSIONES
VII.-BIBLIOGRAFIA
OBLIGACIONES DE HACER Y NO HACER
CLASIFICACIÓN
1.-Fungibles y no Fungibles
La obligación es no fungible cuando la persona del deudor ha sido escogida por sus
conocimientos, arte, cualidades personales o sobre la base de la confianza, razón por la que
la prestación no puede ser ejecutada por otra persona que no sea el deudor.
2.- obligaciones transitorias y obligaciones duraderas
Las obligaciones transitorias tienen por contenido una prestación única que el obligado debe
realizar en un plazo determinado o indeterminado. La obligacion se ejecuta uno actu, esto
es, con una única solutio, por ejemplo, el contrato de mandato por el cual el mandatario se
obliga a celebrar un acto jurídico.
Las obligaciones de hacer una obra concluyen con dar el bien que es producto del hacer
(entrega de los muebles confeccionados de la casa construida, del cuadro pintado)
Las obligaciones de servicio concluyen simplemente con el hacer (las obligaciones del
locador de servicio, del mandatario, del depositario), se trata simplemente de desarrollar
una actividad en interés del acreedor. Que la prestación como desarrollo de una conducta
produzca un efecto útil, no afecta ala deudor sino solamente al acreedor (si la cusa confiada
al patrocinio de un abogado no triunfa, la actividad profesional ha sido igualmente
desenvuelta en provecho del cliente y con ello la prestación sea cumplido )
Clases
Las reglas de las obligaciones de hacer se inician en el Código Civil peruano con el artículo
1148, el mismo que establece que el deudor deberá ejecutarlas
en el plazo y modo pactados (omite decir o en los establecidos por la ley) o, en
su defecto, en los exigidos por la naturaleza de la obligación o las
circunstancias del caso.
1.- Plazo.-
2.- Modo.-
El deudor debe ejecutar el hecho de acuerdo al modo pactado o, en su defecto, de acuerdo
a la naturaleza de la obligación y a las circunstancias del caso, obrando de buena fe, como
es habitual en la ejecución de hechos semejantes, de acuerdo al fin económico perseguido
por el acreedor, utilizando materiales y mano de obra apropiados, sin apartarse de las reglas
del arte, ciencia y técnica que el cargo exige.
Toda obligacion debe ejecutarse de buena fe, en el modo que fue querido por las partes. El
cumplimiento defectuoso no libera al deudor. Pero en las obligaciones de hacer, la manera
como se ejecuten es de un valor esencial y determinante “ no es lo mismo que ticio venderá
su caballo A, que pactar que cayo pinatra un cuadro artístico, o me enseñara alguna materia
científica.
Es una cuestión muy especial esta relativa al tiempo, y sobre todo al modo, que se apreciara,
pues, según las circunstancias, las condiciones personales de las partes y la naturaleza
misma de las obligaciones; en todo lo cual entra en juego intensamente la apreciación bono
el aequo del juez” (león bandarian ).
La prestación puede ser ejecutada por persona distinta al deudor, a no ser que del pacto
o de las circunstancias resultara que éste fue elegido por sus cualidades personales.
Para Raymundo M. Salvat (p. 461), la regla general es que el hecho podrá ser
ejecutado por otro distinto al obligado; se funda este principio, en que, de
ordinario, al acreedor le es indiferente que la obligación sea. cumplida por el
deudor mismo o por un tercero, pues a él le interesa que se cumpla en las
condiciones convenidas. Nos ofrece, como ejemplo, el de la obligación de arar
un campo, la de mudar los muebles de una casa, y otras de similar carácter, en
las cuales el acreedor no tendría ningún interés en que la obligación fuera
cumplida por talo cual operario determinado, pues la persona del deudor para
nada se tiene en cuenta en estos casos.
INCISO 1: EXIGIR LA EJECUCIÓN FORZADA DEL HECHO PROMETIDO, A NO SER QUE SEA
NECESARIO PARA ELLO EMPLEAR VIOLENCIA CONTRA LA PERSONA DEL DEUDOR.
Nos dice qué se podrá exigir la ejecución forzada del hecho prometido, a menos que sea
necesario emplear violencia contra la persona del deudor. Esto quiere decir que, en todos
aquellos casos en que el deudor se niegue a hacer algo, el acreedor no podrá exigir a dicho
deudor el cumplimiento de la prestación si para lograrlo requiere ejercer violencia contra su
persona. Como se expresaba "si urge la imposibilidad de realizar el acto sin culpa del deudor,
la obligación se disuelve y tendrá lugar la devolución de lo que el deudor hubiere recibido en
razón del acto que se proponía ejecutar; y si la imposibilidad proviene de culpa imputable al
deudor, la obligación se resuelve en la de indemnizar perjuicios, en vista de que nadie puede
ser compelido por la violencia a realizar la prestación prometida.
No exige la ley que el acto sea practicado por el mismo deudor cuando la calidad del
ejecutor sea indiferente; pero si la persona del deudor fue elegida en atención a sus
condiciones inherentes, como su notoria pericia o su preparación técnica o artística, la
subrogación es impracticable".
También podemos decir que "El deudor debe cumplir exactamente la obligación y el
acreedor tiene derecho de obligarle a este exacto cumplimiento con el amparo del Poder
Público. Pero el derecho a la ejecución forzada tiene una doble limitación, la primera en el
respeto a la libertad personal, que no permite emplear contra el deudor sino medios
indirectos que se dirigen contra sus bienes; y la segunda en la naturaleza misma de las cosas,
que no permite obtener que el deudor realice contra su voluntad el acto o servicio que no
quiere ejecutar. Es por esto que la indemnización de daños y perjuicios queda siempre como
medida subsidiaria a la que puede recurrir el acreedor en la imposibilidad de obtener el
cumplimiento específico de la obligación".
Este tercer supuesto faculta al acreedor para dejar sin efecto la obligación.
Respecto de este punto deseamos efectuar ciertas precisiones. El artículo 1150 establece
tres supuestos. Resulta evidente que al acreedor que se vea imposibilitado de hacer valer su
derecho a través de cualquiera de las dos primeras alternativas planteadas, sólo le quedará
optar por la tercera, vale decir, demandar judicialmente que se declare sin efecto la
obligación incumplida.
Pero consideramos que este no será el único caso en el cual se pueda optar por la solución
prevista por el inciso tercero del artículo 1150, ya que bien podría demandarse la rescisión
o resolución del contrato, teniendo aún la posibilidad de acogerse a cualquiera de los dos
primeros incisos. Podría optarse por el inciso tercero, por ejemplo, si el acreedor ya no
tuviese interés en el cumplimiento de la obligación, ni por parte del deudor originario, ni con
el auxilio de un tercero, o simplemente por el mero incumplimiento de dicho deudor.
1. Respecto de la integridad de la prestación resulta obvio que ésta debe ser cumplida en su
totalidad; lo que equivale a decir que el deudor tendrá que ejecutar, ni más ni menos, que
aquello a lo que se ha obligado frente al acreedor.
Por ejemplo, si el cantante de nuestro ejemplo anterior se hubiese obligado a actuar a partir
de las 8:00 de la noche y realmente empezase a partir de esa hora, el cumplimiento de su
obligación sería oportuno.
Resulta obvio que un cumplimiento tardío podría ocasionar daños y perjuicios al acreedor.
Pero también podríamos encontramos ante la posibilidad de que el cumplimiento de la
prestación no sea tardío, sino anticipado, vale decir, que se comience a efectuar antes del
plazo señalado para su ejecución, y ello podría originar daños y perjuicios al acreedor de la
prestación; como si el cantante aludido empezase a actuar a las 6.00 p.m., cuando no está
presente en el coliseo sino una concurrencia insignificante.
Articulo 1151°: Opciones del acreedor por ejecución parcial, tardía o defectuosa
El cumplimiento parcial, tardío o defectuoso de la obligación de hacer por culpa del
deudor, permite al acreedor adoptar cualquiera de las siguientes medidas:
1.- Las previstas en el artículo 1150, incisos 1ó 2.
2.- Considerar no ejecutada la prestación, si resultase sin utilidad para él.
3.- Exigir al deudor la destrucción de lo hecho o destruirlo por cuenta de él, si le fuese
perjudicial.
4.- Aceptar la prestación ejecutada, exigiendo que se reduzca la contraprestación, si la
hubiere.
Mientras el artículo 1150 del Código Civil peruano alude a las opciones que la ley otorga al
acreedor frente al incumplimiento total de la prestación por parte del deudor, el artículo
1151 está referido a los recursos que la ley concede al acreedor cuando el cumplimiento
hubiese sido parcial, tardío o defectuoso, lo que equivale a decir que ha habido un
incumplimiento de la obligación de distinto carácter al previsto por el artículo 1150.
Los alcances de esta norma son analizados a continuación.
Resulta obvio que ésta debe ser cumplida en su totalidad; lo que equivale a decir que el
deudor tendrá que ejecutar, ni más ni menos, que aquello a lo que se ha obligado frente al
acreedor.
Si el deudor no ejecutase íntegramente la prestación, estaría efectuando un cumplimiento
parcial de la misma, supuesto contemplado en el ámbito conceptual del artículo 1151.
Pero también podría ocurrir que el deudor efectuase un cumplimiento más allá de lo
pactado, es decir, un cumplimiento excesivo de la prestación, lo que equivale a decir que ha
hecho más de aquello que se comprometió a hacer.
Este supuesto no está previsto por el Código Civil. Resulta claro que el cumplimiento parcial
de una prestación podría originar daños y perjuicios al acreedor de la misma, y que dichos
daños y perjuicios deberían ser resarcidos por el deudor incumpliente.
Resulta obvio que un cumplimiento tardío podría ocasionar daños y perjuicios al acreedor.
La forma de ejecución debe ser la adecuada, es decir, realizarse de la manera pactada y con
las características convenidas (o establecidas legalmente). Si se produjese una ejecución que
no llegara a reunir todas las condiciones o características pactadas para su cumplimiento
adecuado, dicho cumplimiento podría ser calificado como defectuoso.
Queremos decir que un cumplimiento más Queremos decir que un cumplimiento más que
adecuado puede ser, en estricto, uno no adecuado.
Este supuesto tampoco está contemplado por la ley (artículo 1151), pero resulta de fácil
solución por las normas de in ejecución de obligaciones consignadas en el Código Civil.
No obstante lo señalado hasta este punto, entendemos que los conceptos de obligación
excesiva, anticipada y más que adecuadamente cumplida, podrían entenderse
comprendidos en la expresión legal de ejecución defectuosa.
a.2) Exigir que la prestación sea ejecutada por persona distinta al deudor y por cuenta de
éste.
Nuestros comentarios sobre estas opciones -ya efectuados oportunamente nos relevan de
formular mayores precisiones al respecto.
b) Considerar no ejecutada la prestación, si resultase sin utilidad para él.- Podría ocurrir que
una ejecución que no revista un cumplimiento perfecto de la prestación en los términos
convenidos, haga dicho resultado inútil para el acreedor, en cuyo caso éste tendría la opción
de considerarla como no ejecutada. Sería el caso en el cual se construya una pared con
triplay, la misma que estaba destinada a soportar un segundo piso, y que debió ser hecha
de material noble (ladrillos, cemento y fierro). En este ejemplo, dicha construcción no será
de utilidad para el acreedor, de acuerdo con sus necesidades.
c) Exigir al deudor la destrucción de lo hecho o destruirlo por cuenta de él, si le fuese
perjudicial.- Sobre la base del mismo ejemplo citado para ilustrar el caso anterior, el
acreedor podría optar por exigir que su deudor destruya la pared que construyó, o, incluso,
si éste no quisiese destruirla, hacerla destruir y cobrar al deudor incumpliente los gastos que
irrogue tal destrucción.
Naturalmente que si se optase por este segundo camino, se requeriría de una resolución
judicial que facultara el actuar del acreedor. De lo contrario, no podría cobrar al deudor lo
gastado, y sólo podría accionar por la vía de la indemnización de daños y perjuicios, cuyo
monto es discrecional. Esta autorización judicial es indispensable, porque de no exigirse,
podría haber connivencia o incluso negligencia del acreedor para contratar al tercero,
pagando una suma enorme.
En este punto debemos precisar, con León Barandiarán (pp. 51 Y 52), que para
exigir la destrucción de lo ejecutado, la alteración en cuanto al modo debe revestir
importancia: "Sobre el particular es útil observar, como lo hace Colmo, que la ley en lo que
concierne a la penalidad consagrada en la segunda parte del artículo 625 del Código
argentino (1182 del nuestro -León Barandiarán se refiere al Código Civil de 1936-), se coloca
en el supuesto de que la alteración en cuanto al modo sea de importancia, desde que si el
precepto fuera aplicable literalmente, se llegaría a evidentes anomalías, vale decir,
despropósitos; y así, ese pretexto de una leve diferencia en la calidad del papel del libro, se
podría dejar sin efecto toda una edición; por razón de un simple matiz en el color de una
pintura, habría que volver a pintar todo un edificio; en virtud de una diferencia multimétrica
del flete de la cornisa de un mueble de lujo, el acreedor podría oponerse a la recepción del
mismo; etc.".
Ante el incumplimiento de la obligacion con prestación de no hacer por dolo o por culpa del
deudor o de sus dependiente, auxiliares o colaboradores, laley confiere al acreedor las tres
alterativas siguientes:
1.-Exigir la ejecución forzada, a no ser que fuese necesario para ello emplear violencia
contra la persona del deudor
Frente al incumplimiento de la obligación con prestación de no hacer por culpa del deudor,
el acreedor puede optar por la alternativa que le confiere el articulo 158.1 .
La realización por el deudor del acto prohibido puede no importar un incumplimiento
absoluto y definitivo de la obligación negativa, caso en el que el acreedor puede demandar
el cumplimiento tardío de la obligación y los daños y perjuicios, sin necesidad de constituir
en mora al deudor.
Si la intervención de la persona del deudor es esencial para la ejecución de la prestación de
no hacer,no se puede ejercer violencia contra la persona , pero si, por elconrario, la
intervención deldeudor no es esencial para el cumplimiento de la olbligacion, el uso de la
coerción esta permitida.
En cualquiera de estas tres alternativas, pero con mayor razón en las dos ultimas , el
acreedor tiene la necesidad de contar con autorización judicial, puesto que no se puede
hacer justicia por su propia mano. Los costos que demande la destrucción por el propio
deudor o por un tercero deben ser controlados por un juez, evitándose de este modo los
abusos en que pueda incurrir el acreedor.
En los casos previstos por el artículo 1158, el acreedor también tiene derecho a exigir el
pago de la correspondiente indemnización de daños y perjuicios.
En caso de incumplimiento de obligación de no hacer por culpa del deudor, el acreedor podrá
optar entre exigir la ejecución forzada, o la destrucción de lo ejecutado o destruirlo por
cuenta del deudor, o dejar sin efecto la obligación y, en uno u otro caso, el pago de la
correspondiente indemnización.
Son aplicables a las obligaciones de no hacer las disposiciones de los artículos 1154,
primer párrafo, 1155, 1156 Y 1157.
Los hechos jurídicos pueden ser positivos (ejem. Fabricar unos muebles, curar a un enfermo)
o negativos (ejem. No revelar un secreto). El hacer implica una acción (obligación de hacer)
o una omisión (obligación de no hacer). Tanto las obligaciones de hacer, como las de no
hacer, tienen en común a los hechos, pero no como los hechos o actos jurídicos, sino como
objetos de ellos. La obligacion es el objeto del hecho jurídico licito o ilícito. Esta afinidad
entre obligaciones de hacer y de no hacer determina que se opongan radicalmente a las
obligaciones de dar. Dicha afinidad explica que las obligaciones de hacer y de no hacer se
rigen por normas comunes, aplicables recíprocamente en caso de silencio de la Ley al
regular cada una de ellas. Está plenamente justificado que la norma del art. 1160 regule
las obligaciones de no hacer remitiéndose a normas de las obligaciones de hacer.
Si la prestación de no hacer resulta imposible por culpa del deudor, su obligación queda
resuelta, pero el acreedor deja de estar obligado a su contraprestación, si la hubiere, sin
perjuicio de su derecho de exigirle que le indemnize los daños que le ha causado con el
incumplimiento. (art. 1154).
Si la prestación deviene en imposible por culpa del acreedor, la obligacion del deudor queda
resuelta, pero este conserva el derecho a la contraprestación si la hubiere. La misma regla
se aplica cuando el cumplimiento de la obligacion de una prestación previa del acreedor
y, al presentarse la imposibilidad, este hubiere sido constituido en mora. Si el deudor obtiene
algún beneficio con la resolución de la obligacion, su valor reduce la contraprestación a
cargo del acreedor.
Si la prestación resulta imposible sin culpa de las partes, la obligacion del deudor queda
resuelta. El deudor debe devolver al acreedor lo que por razón de la obligacion haya
recibido, correspondiéndole los derechos y acciones que hubieren quedado relativos a la
prestación no cumplida.
Si como consecuencia del incumplimiento de la obligacion de hacer por culpa del deudor
este obtiene una indemnización o adquiere un derecho contra tercero en sustitución de la
prestaion debida, el acreedor puede exigirle la entrega de tal indemnización o sustituir al
deudor en la titularidad del derecho contra el tercero. En estos casos, la indemnización se
reduce en los montos correspondientes. Si por ejem. El cumplimiento de la obligacion de
no hacer hubiese estado asegurado para el caso de que el deudor por su culpa lo incumpla,
el acreedor podrá exigirle la entrega de la indemnización pagada por la compañía
seguradora o sustituirse al deudor en la titularidad del derecho contra la aseguradora, en
caso de que esta todavía no haya pagado la indemnización. El acreedor se subroga en la
persona de su deudor para cobrar e incorporar directamente a su patrimonio lo cobrado al
deudor de su deudor; esto lo diferencia de la acción subrogatoria regulada por el inc. 4 del
art. 1219, por la cual, lo cobrado por el acreedor ingresa al patrimonio del deudor,
patrimonio que constituye garantía general de todos los acreedores de dicho deudor, los
que se harán pago de acuerdo a los privilegios por Ley.
Nos remitimos a explicación de los artículos 1154 y 1155 a 1157 relativos a las obligaciones
de hacer.
III.-CONCLUSIONES
La decisión de un juez respecto de una medida cautelar, debe estar encaminada
a que el concesorio de una medida permita garantizar que la sentencia futura no
sea lírica y sea cumplida la decisión definitiva.
Una medida de no innovar no puede interferir con la marcha de otro proceso, ni
obstaculizar el inicio del mismo.