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INDICE GENERAL

I.- PRESENTACION DEL TRABAJO

II.-CONCEPTO DE LAS OBLIGACIONES DE HACER

 CLASIFICACION
1. FUNGIBLES Y NO FUNGIBLES
2. OBLIGACIONES TRANSITORIAS Y OBLIGACIONES DURADERAS
3. OBLIGACIONES DE HACER UNA OBRA Y OBLIGACIONES DE SERVICIO

III.-CONCEPTO DE LAS OBLIGACIONES DE NO HACER

 CLASES

IV.-LAS OBLIGACIONES DE HACER EN EL CODIGO CIVIL PERUANO

 PLAZO Y MODO DE EJECUCION DE LA PRESTACION


1. PLAZO
2. MODO
 EJECUCION POR UN TERCERO
 INCUMPLIMIENTO TOTAL POR PARTE DEL DEUDOR
1. EJECUCION FORZADA
2. EJECUCION POR OTRO
3. DEJAR SIN EFECTO LA OBLIGACION
 CUMPLIMIENTO PARCIAL , TARDIO O DEFECTUOSO POR CULPA DEL DEUDOR
 DERECHO DEL ACREEDOR A SER INDEMNIZADO
 CUMPLIMIENTO DEFICIENTE SIN CULPA DEL DEUDOR
 IMPOSIBILIDAD DE LA PRESTACION POR CULPA DEL DEUDOR
 IMPOSIBILIDAD DE LA PRESTACION POR CULPA DEL ACREEDOR
 IMPOSIBILIDAD DE LA PRESTACION SIN CULPA DE LAS PARTES
 INCUMPLIMIENTO CULPOSO DEL DEUDOR

V.-LAS OBLIGACIONES DE NO HACER EN EL CODIGO CIVIL PERUANO


 OPCIONES DEL ACREEDOR EN CASO DE INCUMPLIMIENTO POR CULPA DEL DEUDOR
1. EXIGIR LA EJECUCION FORZADA
2. EXIGIR LA DESTRUCCION DE LO EJECUTADO
3. DEJAR SIN EFECTO LA OBLIGACION
 INDEMNIZACION DE DAÑOS Y PERJUICIOS
 NORMAS APLICABLES A LAS OBLIGACIONES DE NO HACER

VI.-CONCLUSIONES

VII.-BIBLIOGRAFIA
OBLIGACIONES DE HACER Y NO HACER

CONCEPTO DE OBLIGACION DE HACER

La obligación de hacer consiste en el trabajo o servicio, material o intelectual, que el deudor


se compromete a realizar a favor del acreedor, como por ejemplo construir o demoler una
casa, confeccionar un mueble, transportar mercaderías de un lugar a otro, curar un
enfermo, otorgar una escritura publica, administrar un negocio, pintar un cuadro, sembrar
un fundo, celebrar el contrato prometido. El acreedor tiene derecho a una actividad material
o intelectual que debe realizar el deudor. Juega un papel decisivo en estas obligaciones, el
modo y la oportunidad en que deben ejecutarse las prestaciones.
Según Francesco Messineo, “la obligación de hacer alude esencialmente a una actividad del
deudor, consiste el hacer, por lo general, en una energía de trabajo, proporcionada por el
deudor a favor del acreedor o de un tercero, ya se
Trate de trabajo material o de trabajo intelectual" Agrega el citado autor italiano Que de
este tipo son las obligaciones de los trabajadores dependientes, de los artesanos
(trabajadores libres), de los empleados (particulares), de los profesionales y de los artistas;
es también obligación de hacer, la de custodiar, que implica la predisposición de la cosa,
como en el contrato de suministro, y la de desplazar una cosa de un lugar a otro, como en
el transporte.
En definición de colin y capitat, “la obligación de hacer es la que tiene por objeto un hecho
activo que el deudor se compromete a realizar, hecho distinto de la trasmisión de propiedad
o de la constitución de un derecho real. puede ser un hecho material, como el hecho, por
parte de un contratista, de construir una casa o un hecho jurídico, como el hecho, por parte
del arrendador o del vendedor, de trasmitir al arrendatario o al comprador, la posesión de
la cosa arrendada o vendida”
Esta obligación es conocida Cómo obligación positiva

CLASIFICACIÓN

Las obligaciones se clasifican en:

1.-Fungibles y no Fungibles

La obligación es fungible cuando lo único que interesa al acreedor es que se ejecute el


trabajo o servicio, sin importar que el que lo ejecuta sea el deudor o un tercero. Si pago a un
albañil para que construya una pared de ladrillo me es indiferente que la obra sea realizada
por la persona con quien contrate o por un albañil. Lo que importa es que el acreedor halle
satisfecho su crédito.

La obligación es no fungible cuando la persona del deudor ha sido escogida por sus
conocimientos, arte, cualidades personales o sobre la base de la confianza, razón por la que
la prestación no puede ser ejecutada por otra persona que no sea el deudor.
2.- obligaciones transitorias y obligaciones duraderas

Las obligaciones transitorias tienen por contenido una prestación única que el obligado debe
realizar en un plazo determinado o indeterminado. La obligacion se ejecuta uno actu, esto
es, con una única solutio, por ejemplo, el contrato de mandato por el cual el mandatario se
obliga a celebrar un acto jurídico.

La obligación duradera se caracteriza por la prolongación del cumplimiento, la duración es


la condición para que la obligación produzca el efecto querido por las partes y para que
satisfaga la necesidad del acreedor. La duración no es sufrida por las partes, sino querida
por ellas, en cuanto a la utilidad de la obligación es proporcional a su duración.

3.-obligacion de hacer una obra y obligaciones de servicios

Las obligaciones de hacer una obra concluyen con dar el bien que es producto del hacer
(entrega de los muebles confeccionados de la casa construida, del cuadro pintado)

Las obligaciones de servicio concluyen simplemente con el hacer (las obligaciones del
locador de servicio, del mandatario, del depositario), se trata simplemente de desarrollar
una actividad en interés del acreedor. Que la prestación como desarrollo de una conducta
produzca un efecto útil, no afecta ala deudor sino solamente al acreedor (si la cusa confiada
al patrocinio de un abogado no triunfa, la actividad profesional ha sido igualmente
desenvuelta en provecho del cliente y con ello la prestación sea cumplido )

CONCEPTO DE OBLIGACION DE NO HACER.

La obligación de no hacer consiste en abstenerse de hacer algo, como por ejemplo, la


obligación de arrendatario de no subarrendar el bien arrendado. Comprende también el no
dar algo, como por ejemplo el contrato de compraventa de una determinada maquina con
clausula de exclusividad a favor del comprador, por lo cual el vendedor se compromete a no
vender maquinas idénticas a la enajenada en la zona donde el comprador desarrolla su
actividad económica. También se le denomina obligación negativa, en contraposición a las
obligaciones de dar y hacer que se denominan obligaciones positivas o afirmativas. La
obligación de no dar queda englobada en la de no hacer, no dar significa no hacer algo: no
entregar un bien.
El objeto de la prestación de no hacer puede ser el no hacer un hecho (no ejercer una
determinada actividad económica e una determinada zona geográfica) el tolerar que el
acreedor haga algo (no impedir que brandy pase atreves de mi fundo por cierto plazo), o el
no dar un bien ( no entregar un bien determinado a gonzales).
Como señala trabucchi “el contenido de las obligaciones negativas no es una mutación, sino
la conservación de las situaciones. La característica de las obligaciones negativas es que la
subordinación del deudor solamente se hace evidente en el incumplimiento”
Por su parte, Messineo dice que mientras el deudor se abstenga de hacer lo que está
prohibido, o tolere pacíficamente que el acreedor haga, la obligación negativa permanece
en la sombra, o puede no manifestar su existencia. La misma adquiere relieve cuando el
deudor haga loqueo debería, o bien oponiéndose a que el acreedor haga. La obligación
negativa pone en movimiento la intervención del ordenamiento jurídico solamente en el
caso de incumplimiento

Clases

Las obligaciones de no hacer comprenden el no hacer propiamente dicho , es decir,


abstenerse de realizaruna actividad material o intelectual, por ejemplo de abstenerse de
defender en un proceso judicial , no ceder la posición contractual, o puede consistir en un no
dar, ejemplo el vendedor se obliga a no entregar una determinada mercancía, en una
determinada zona geográfica, más que al comprador beneficiario de la clausula de
exclusividad.

OBLIGACION DE HACER EN EL CODIGO CIVIL PERUANO

ART 1148 Cumplimiento: Plazo y Modo de Ejecución de Prestación

El obligado a la ejecución de un hecho debe cumplir la prestación en el plazo y modo


pactados o, en su defecto, en los exigidos por la naturaleza de la obligación o las
circunstancias del caso.

Las reglas de las obligaciones de hacer se inician en el Código Civil peruano con el artículo
1148, el mismo que establece que el deudor deberá ejecutarlas
en el plazo y modo pactados (omite decir o en los establecidos por la ley) o, en
su defecto, en los exigidos por la naturaleza de la obligación o las
circunstancias del caso.

La primera parte de este dispositivo establece que el obligado a la ejecución de un hecho


debe cumplir la prestación en el plazo y modo pactados en el titulo de la obligación; y en la
segunda parte señala que en defecto de acuerdo de las partes, el obligado debe cumplir en
los términos exigidos por la naturaleza de la obligación o las circunstancias del caso.

1.- Plazo.-

el deudor el hecho debido en el plazo acordado, no antes ni después.


el plazo puede estar señalado en forma expresa con indicación de una fecha para la
ejecución del hecho debido, o tácitamente cuando el momento para la ejecución se deduce
de la naturaleza de la prestación, por ejempl el confeccionar el vestido de novia debe
cumplirse antes de la celebración de la boda.
Si el plazo es suspensivo, el acto debido debe realizarse desde el momento en que se contrae
la obligación y si es resolutorio, hasta el vencimiento del mismo. El plazo suspensivo se
presume establecido en beneficio del deudor, es decir, este puede pagar anticipadamente,
salvo que el titulo de la obligación o las circunstancias no lo permitan.
La ejecución debe cumplirse rigurosamente dentro del plazo, no debiendo efectuar el deudor
ni un cumplimiento anticipado ni un cumplimiento tardío.
Existirán obligaciones en las cuales el cumplimiento por parte del deudor dentro
del plazo establecido será de mayor importancia que en otras. Por ejemplo, si la obligación
consistiese en dar una suma dineraria el día 27 de mayo a las 5:00 de la tarde y el deudor
efectuase dicho pago a las 6:15, lo más probable es que la demora no cause mayores
inconvenientes al acreedor (aunque podría ocurrir lo contrario). De otro lado, podríamos
tener una obligación de hacer por la cual un determinado cantante se comprometa a dar un
concierto el
día 29 de mayo a las 7:00 de la noche. En este caso, resulta evidente que si el cantante no
se aparece a esa hora sino a las 11 :30 de la noche, habrá causado muchos inconvenientes
y, de seguro, daños y perjuicios a su acreedor.
De ahí la importancia del plazo y el respeto del mismo

2.- Modo.-
El deudor debe ejecutar el hecho de acuerdo al modo pactado o, en su defecto, de acuerdo
a la naturaleza de la obligación y a las circunstancias del caso, obrando de buena fe, como
es habitual en la ejecución de hechos semejantes, de acuerdo al fin económico perseguido
por el acreedor, utilizando materiales y mano de obra apropiados, sin apartarse de las reglas
del arte, ciencia y técnica que el cargo exige.

Por el principio de identidad, ni el acreedor puede exigir un hechodistinto de aquel al que


tiene derecho, ni el deudor puede pretender ejecutar otro hecho que no sea el devido. El
deudor debe ejecutar el hecho aque esta obligado y no un hecho distinto aunque fuere de
igual o mayor valor. Por si solo no puede modificar el contenido del hecho.

Toda obligacion debe ejecutarse de buena fe, en el modo que fue querido por las partes. El
cumplimiento defectuoso no libera al deudor. Pero en las obligaciones de hacer, la manera
como se ejecuten es de un valor esencial y determinante “ no es lo mismo que ticio venderá
su caballo A, que pactar que cayo pinatra un cuadro artístico, o me enseñara alguna materia
científica.
Es una cuestión muy especial esta relativa al tiempo, y sobre todo al modo, que se apreciara,
pues, según las circunstancias, las condiciones personales de las partes y la naturaleza
misma de las obligaciones; en todo lo cual entra en juego intensamente la apreciación bono
el aequo del juez” (león bandarian ).

En efecto, a diferencia de las obligaciones de dar, en las que lo primordial es el bien y no el


modo de su entrega, e las de hacer reviste singular valor la manera de realizar el hecho “con
sus diferentes detalles y peculiaridad, aun cuando estos escapen de las clausulas
contractuales, por minuciosas que ellas sean: de ahí que deban resolver los jueces cuando
no existe manifestación expresa o tacita de voluntad. Reviste gran valor a este respecto la
prueba pericial, lo mismo que las “reglas del arte” a que corresponde referirse en tales
situaciones”.
Para establecer el modo de ejecución del hecho debido hay que orientarse por el criterio de
actuación de buena fe lealtad de las partes en lo concerniente al cumplimiento de la
obligación, la buena fe se corrobora por la observancia de las reglas del arte del oficio
respetivo, “el fin económico que perseguía el acreedor, la calidad de los materiales
empleados, la calidad de la mano de obra, las mismas virtudes estéticas, cuando se trate de
cosas de arte o hechos en que el arte cuente”, el numero de personas que debe participar
en la ejecución del hecho, las cualidades de estas personas. Se debe considerar el conjunto
de estas circunstancias.
No hay cumplimiento de la obligacion por pequeñas imperfecciones, subsanables a veces
con simples retoques o con una adecuada rebaja de la contraprestación. La sanción por
incumplimiento es aplicable solamente para casos de tracendencia.

ART 1149 Ejecución por un Tercero

La prestación puede ser ejecutada por persona distinta al deudor, a no ser que del pacto
o de las circunstancias resultara que éste fue elegido por sus cualidades personales.

El principio general respecto de quién debe ejecutar la prestación objeto de la obligación de


hacer, es que ésta puede ser cumplida o por el deudor, o por persona distinta al deudor; pero
debemos precisar que esta regla no sólo es de aplicación a las obligaciones de hacer, sino a
todas las obligaciones, a menos que su naturaleza, el pacto o una disposición legal lo
impidan, como es el caso de las obligaciones de no hacer, a las mismas que, por su
naturaleza, no les es
de aplicación el principio contenido en el artículo 1149, cuyo texto es el siguiente: "La
prestación puede ser ejecutada por persona distinta al deudor, a no ser que del pacto o de
las circunstancias resultare que éste fue elegido por sus cualidades personales".
Tal como expresa el maestro José León Barandiarán : "Como regla, es indiferente quién
cumple una obligación de índole contractual. Lo que importa es que el acreedor halle
satisfacción de un crédito. De ahí el pago puede ser hecho por el propio deudor o por otra
persona, y aun cuando no tenga interés en la solutio misma (artículo 1235 del Código Civil
de 1936, hoy artículo 1222 del CC).
Para Eduardo B. Busso (pp. 353 Y 354) el principio general es que las
obligaciones de hacer puedan ser cumplidas por otro distinto que el obligado,
bajo la sola condición de que el hecho prometido no tuviera el carácter de
infungible; agrega que presentaría este último carácter si la persona del deudor
hubiese sido elegida para hacerlo por su industria, arte o cualidades
personales. Añade Busso que, en general, el hecho deberá considerarse
ejecutable por un tercero, cada vez que se trate de un servicio meramente
manual en el que, por lo común, no se toma en cuenta, al menos de manera
determinante, la personalidad del obligado. Así, coloca como supuestos
comprendidos en esa categoría de hechos, a la construcción de una pared o la
excavación de un pozo, el arado de un campo o la mudanza de los muebles de
una casa, un transporte de materiales provenientes de la destrucción de un
edificio, un trabajo de viticultura, una obra de barrido o limpieza, etc.

En palabras de Héctor Lafaille, en lo referente a las obligaciones de


hacer, la posibilidad se reduce a las situaciones en que los actos son
susceptibles de ejecutarse por otro; es decir, a aquellas en las cuales la
persona es indiferente, cuando, por ejemplo, la mano de obra carece de
individualidad o de yalor artístico. Así, continúa diciendo Lafaille, la condición
del deudor liberado de este modo, frente a quien cumplió por él consintiéndolo
o no, podrá estar regida por las reglas atinentes a la subrogación.

Para Raymundo M. Salvat (p. 461), la regla general es que el hecho podrá ser
ejecutado por otro distinto al obligado; se funda este principio, en que, de
ordinario, al acreedor le es indiferente que la obligación sea. cumplida por el
deudor mismo o por un tercero, pues a él le interesa que se cumpla en las
condiciones convenidas. Nos ofrece, como ejemplo, el de la obligación de arar
un campo, la de mudar los muebles de una casa, y otras de similar carácter, en
las cuales el acreedor no tendría ningún interés en que la obligación fuera
cumplida por talo cual operario determinado, pues la persona del deudor para
nada se tiene en cuenta en estos casos.

Observa Salvat, sin embargo, que si se hubiese estipulado expresamente que


el hecho sería ejecutado por el deudor mismo, no podría entonces -aun cuando
se tratara de obligaciones de esta clase- ser ejecutado por un tercero, siendo
ésta una estipulación perfectamente lícita y obligatoria para las partes.
Agrega el mencionado autor que, por excepción, el hecho prometido no podrá
ser ejecutado por un tercero, si la persona del deudor hubiese sido elegida por
su industria, arte o cualidades personales, como sería el caso de la obligación
de pintar un cuadro o hacer un retrato, contratada con un artista célebre; o la
obligación de dirigir la construcción de un gran puente, encomendada a un
ingeniero especialista y de reputación universal en la materia; o la obligación de
practicar una operación quirúrgica, encomendada a un cirujano de fama.
Señala Salvat que esta excepción se justifica plenamente, pues el acreedor ha
tratado en estos casos en consideración a las aptitudes personales del deudor,
a su habilidad especial en un determinado ramo de las artes, industrias o
ciencias, conociéndose estas obligaciones, de ordinario, como intuitu persona
e, en el sentido de que es la persona misma del deudor la que se obliga, caso
en el cual el objeto de la obligación no consistiría aquí en el hecho prometido,
abstractamente considerado, ya que, para establecer si la calidad de la
persona del deudor ha sido especialmente tenida en cuenta por el acreedor,
habrá que analizar la naturaleza de la prestación y desentrañar la intención del
acreedor.

Lo que interesa es compulsar la calidad del hecho convenido, para saber si es


indiferente o no que sea ejecutado personalmente por el deudor o por otra
persona. Lo que interesa es que el hecho se lleve a cabo en el modo
convenido; y si un tercero puede ejecutarlo de tal modo, no hay motivo
plausible para que la ley le vede efecto liberatorio.

La intención de las partes es lo fundamental, sobre todo la voluntad del


estipulante. No interesa cuáles sean los motivos que le decidieron a considerar
que el mismo obligado deba ejecutar la prestación, y es indiferente, en tal caso,
si un tercero que se ofreciere a cumplirla, pudiera lIevarla a cabo en forma
igualo mayormente satisfactoria que el mismo promitente

En el caso de las obligaciones de hacer que concluyen en un dar, si se tratase


de obligaciones intuitu persona e, como podría ser la pintura de un retrato del
acreedor por un pintor famoso, habría que distinguir entre el hacer propiamente
dicho (la pintura del cuadro) y la entrega de dicho cuadro. Aquí será evidente
que el acreedor podría oponerse a que otra persona distinta del deudor pinte el
cuadro, pero no podría oponerse a que alguien distinto del deudor le entregue
el cuadro ya pintado por el propio deudor.

Obviamente el otro supuesto en que el acreedor podrá exigir que el deudor


mismo sea quien ejecute la prestación, consistiría en que no sea ella intuitu
personae, pero así se hubiese pactado.
Por último, también se presentará esta situación cuando la ley impida que un
tercero ejecute la obligación.

Artículo 1150.- Opciones del acreedor por inejecución de obligaciones


El incumplimiento de la obligación de hacer por culpa del deudor, faculta al acreedor a
optar por cualquiera de las siguientes medidas:
1.- Exigir la ejecución forzada del hecho prometido, a no ser que sea necesario para ello
emplear violencia contra la persona del deudor.
2.- Exigir que la prestación sea ejecutada por persona distinta al deudor y por cuenta de
éste.
3.- Dejar sin efecto la obligación.

INCISO 1: EXIGIR LA EJECUCIÓN FORZADA DEL HECHO PROMETIDO, A NO SER QUE SEA
NECESARIO PARA ELLO EMPLEAR VIOLENCIA CONTRA LA PERSONA DEL DEUDOR.

Nos dice qué se podrá exigir la ejecución forzada del hecho prometido, a menos que sea
necesario emplear violencia contra la persona del deudor. Esto quiere decir que, en todos
aquellos casos en que el deudor se niegue a hacer algo, el acreedor no podrá exigir a dicho
deudor el cumplimiento de la prestación si para lograrlo requiere ejercer violencia contra su
persona. Como se expresaba "si urge la imposibilidad de realizar el acto sin culpa del deudor,
la obligación se disuelve y tendrá lugar la devolución de lo que el deudor hubiere recibido en
razón del acto que se proponía ejecutar; y si la imposibilidad proviene de culpa imputable al
deudor, la obligación se resuelve en la de indemnizar perjuicios, en vista de que nadie puede
ser compelido por la violencia a realizar la prestación prometida.

No exige la ley que el acto sea practicado por el mismo deudor cuando la calidad del
ejecutor sea indiferente; pero si la persona del deudor fue elegida en atención a sus
condiciones inherentes, como su notoria pericia o su preparación técnica o artística, la
subrogación es impracticable".

También podemos decir que "El deudor debe cumplir exactamente la obligación y el
acreedor tiene derecho de obligarle a este exacto cumplimiento con el amparo del Poder
Público. Pero el derecho a la ejecución forzada tiene una doble limitación, la primera en el
respeto a la libertad personal, que no permite emplear contra el deudor sino medios
indirectos que se dirigen contra sus bienes; y la segunda en la naturaleza misma de las cosas,
que no permite obtener que el deudor realice contra su voluntad el acto o servicio que no
quiere ejecutar. Es por esto que la indemnización de daños y perjuicios queda siempre como
medida subsidiaria a la que puede recurrir el acreedor en la imposibilidad de obtener el
cumplimiento específico de la obligación".

INCISO 2: EXIGIR QUE LA PRESTACIÓN SEA EJECUTADA POR PERSONA DISTINTA AL


DEUDOR Y POR CUENTA DE ÉSTE.
La ejecución de esta opción también deberá hacerse por la vía judicial, y para poder encargar
la ejecución de la prestación a persona distinta del deudor, por cuenta de éste, será
necesaria la existencia de una resolución judicial en tal sentido. De existir esta resolución, se
podrá encomendar la ejecución de la prestación a una tercera persona, ajena a la relación
obligacional.
Resulta obvio que el tercero no ejecutará la prestación gratuitamente, sino que cobrará por
dicho concepto. Pues bien, el mayor importe que perciba dicho tercero y que deberá ser
asumido en primera instancia por la persona del acreedor, podrá ser posteriormente
cobrado por este último al deudor incumpliente. Justamente por ello se exige autorización
judicial.
Es evidente que esta segunda opción podrá ser adoptada por el acreedor de una prestación
no contraída intuitu personae, o por el acreedor de prestación intuitu personae que
encuentre un tercero en quien confíe que ejecutará la prestación de un modo semejante o
igualmente idóneo que el deudor original.
Naturalmente todos estos medios coactivos se deberán realizar, como lo hemos expresado,
no por mano propia del acreedor, sino a través de un proceso judicial que concluya con una
resolución autoritativa. En ausencia de tal resolución es posible el cumplimiento por un
tercero, pero en este caso el acreedor no tendrá la certidumbre de lograr el verdadero
resarcimiento por el mayor costo que la ejecución pueda originar.
Supongamos, a título de ejemplo, el caso de la obligación de reparar una casa o el de la
obligación contraída por un cochero de transportarme a una localidad vecina; si el deudor
no cumple su obligación, es indudable que el acreedor, una vez que lo hubiese constituido
en mora, podría hacer efectuar las reparaciones por un tercero o hacerse transportar con
otro cochero, sin necesidad de requerir previamente la autorización judicial. Pero, entonces,
el costo del cumplimiento de la obligación podrá obtenerlo el acreedor, no en el concepto
de gastos de la ejecución por otro de la obligación del deudor, sino a título de daños e
intereses por la inejecución de ella. En otros términos: el caso se resolvería sobre la base de
que el acreedor hubiese optado, no por la ejecución de la obligación a costa del deudor, sino
por el pago de los daños e intereses derivados de la inejecución. La cuestión tiene interés
práctico, porque si bien el deudor tiene el derecho de discutir en cualquier caso el monto de
lo que se le cobra, sea en el concepto de ejecución de la obligación a su costo, sea en el de
daños e intereses por su inejecución, las facultades de los jueces para fijar el monto de lo
que él debe pagar, son más amplias en el segundo caso que en el primero; en el segundo
caso, en efecto, se trataría de una cuestión de indemnización, cuyo monto, como sabemos,
queda librado a las dificultades de la prueba y a la apreciación de los jueces".
La facultad de que goza el acreedor para ser autorizado judicialmente, en caso de
incumplimiento, para cumplir él mismo la obligación a expensas del deudor, podrá ser
ejercida siempre que el cumplimiento sea posible. Agrega el mencionado autor francés que
el juez tiene la obligación de concederlo cuando el acreedor haya concluido formalmente en
esto, pues ningún juez está autorizado a conceder o rechazar a su agrado la autorización
demandada. Añade que se debe considerar que este caso trata de una obligación de hacer
antes de que se cumpla en el propio terreno del deudor; de modo tal que el vecino
comprometido a derribar un árbol que se elevaba en su propiedad y que tapaba la vista del
acreedor, podrá verse, ante su propia negativa, a que el acreedor pida se le autorice por
medio de la justicia para cortar este árbol a expensas del deudor, si este último se negara a
cumplir con su obligación.
Cuando uno se compromete a dejar libre su calle, para que otro pueda pasar por ahí, si es
que se incumple la obligación poniendo una zanja, una barrera, o algo similar, el perjudicado
puede hacer que se le autorice a levantar por la fuerza y a expensas del deudor, el cercado
levantado indebidamente; añade que no se aplicarían las mismas consecuencias, si es que
uno pudiese ser autorizado judicialmente para procurarse el cumplimiento directo y efectivo
de la obligación, cuando el deudor se rehúsa a cumplirla, caso en el cual se trataría de un
hecho que sólo el deudor podría cumplir, y que por lo tanto sería susceptible de cumplirse, a
costa suya, por medio de violencia dirigida contra su persona.

 INCISO 3: DEJAR SIN EFECTO LA OBLIGACIÓN.

Este tercer supuesto faculta al acreedor para dejar sin efecto la obligación.

Respecto de este punto deseamos efectuar ciertas precisiones. El artículo 1150 establece
tres supuestos. Resulta evidente que al acreedor que se vea imposibilitado de hacer valer su
derecho a través de cualquiera de las dos primeras alternativas planteadas, sólo le quedará
optar por la tercera, vale decir, demandar judicialmente que se declare sin efecto la
obligación incumplida.
Pero consideramos que este no será el único caso en el cual se pueda optar por la solución
prevista por el inciso tercero del artículo 1150, ya que bien podría demandarse la rescisión
o resolución del contrato, teniendo aún la posibilidad de acogerse a cualquiera de los dos
primeros incisos. Podría optarse por el inciso tercero, por ejemplo, si el acreedor ya no
tuviese interés en el cumplimiento de la obligación, ni por parte del deudor originario, ni con
el auxilio de un tercero, o simplemente por el mero incumplimiento de dicho deudor.

Podemos entender que el acreedor perjudicado por el incumplimiento de la obligación sólo


podría optar por el supuesto contemplado en el inciso tercero del artículo 1150 del Código
Civil peruano, cuando el cumplimiento forzoso resulte sólo de violencia dirigida contra la
persona del deudor, o cuando el acreedor, aunque capaz de obtener el cumplimiento directo
por la fuerza, consienta en satisfacerse con dejar sin efecto la obligación y con una eventual
indemnización de daños y perjuicios.

1. Respecto de la integridad de la prestación resulta obvio que ésta debe ser cumplida en su
totalidad; lo que equivale a decir que el deudor tendrá que ejecutar, ni más ni menos, que
aquello a lo que se ha obligado frente al acreedor.

Si el deudor no ejecutase íntegramente la prestación, estaría efectuando un cumplimiento


parcial de la misma, supuesto contemplado en el ámbito conceptual del artículo 1151 .
Pero también podría ocurrir que el deudor efectuase un cumplimiento más allá de lo
pactado, es decir, un cumplimiento excesivo de la prestación, lo que equivale a decir que ha
hecho más de aquello que se comprometió a hacer.

Este supuesto no está previsto por el Código Civil.


Resulta claro que el cumplimiento parcial de una prestación podría originar daños y
perjuicios al acreedor de la misma, y que dichos daños y perjuicios deberían ser resarcidos
por el deudor incumpliente.

Pero lo que nunca se ha cuestionado es que un cumplimiento excesivo de la prestación


también podría originar daños y perjuicios al acreedor (aunque cabe reconocer que en la
mayoría de los casos no los ocasionaría). Por ejemplo, tenemos como deudor a un cantante
que se hubiese obligado a dar un concierto entre las 8:00 y las 10:00 de la noche en un
coliseo. Supongamos, además, que el acreedor procede a arrendar dicho coliseo por un lapso
de tres horas (de 7:00 a 10:00). Si el deudor ofreciese el concierto, comenzando puntual,
pero no lo concluyera a las 10:00 p.m., sino a las 12:30 de la noche, indudablemente habrá
ejecutado la integridad de la prestación debida, pero habría ido más allá por la ejecución
excesiva o prolongada de la misma.
Sin lugar a dudas, el propietario del coliseo podría exigir al arrendador (acreedor de la
obligación) un pago adicional por el uso excesivo del local más allá de lo pactado.

Ese gasto adicional, a nuestro entender, constituiría un perjuicio para el acreedor de la


obligación, quien tendría derecho a demandar su resarcimiento por parte del deudor.
Sin embargo, como se ha expresado, la ley no contempla esta posibilidad. Pero resulta de
fácil solución por las normas sobre inejecución de obligaciones consignadas en el Código
Civil.

2. Respecto del momento en el que se debe ejecutar la obligación

La obligación será de cumplimiento oportuno en la medida en que tal ejecución se efectúe


estrictamente a partir del plazo establecido.

Por ejemplo, si el cantante de nuestro ejemplo anterior se hubiese obligado a actuar a partir
de las 8:00 de la noche y realmente empezase a partir de esa hora, el cumplimiento de su
obligación sería oportuno.

Resulta obvio que un cumplimiento tardío podría ocasionar daños y perjuicios al acreedor.
Pero también podríamos encontramos ante la posibilidad de que el cumplimiento de la
prestación no sea tardío, sino anticipado, vale decir, que se comience a efectuar antes del
plazo señalado para su ejecución, y ello podría originar daños y perjuicios al acreedor de la
prestación; como si el cantante aludido empezase a actuar a las 6.00 p.m., cuando no está
presente en el coliseo sino una concurrencia insignificante.
Articulo 1151°: Opciones del acreedor por ejecución parcial, tardía o defectuosa
El cumplimiento parcial, tardío o defectuoso de la obligación de hacer por culpa del
deudor, permite al acreedor adoptar cualquiera de las siguientes medidas:
1.- Las previstas en el artículo 1150, incisos 1ó 2.
2.- Considerar no ejecutada la prestación, si resultase sin utilidad para él.
3.- Exigir al deudor la destrucción de lo hecho o destruirlo por cuenta de él, si le fuese
perjudicial.
4.- Aceptar la prestación ejecutada, exigiendo que se reduzca la contraprestación, si la
hubiere.
Mientras el artículo 1150 del Código Civil peruano alude a las opciones que la ley otorga al
acreedor frente al incumplimiento total de la prestación por parte del deudor, el artículo
1151 está referido a los recursos que la ley concede al acreedor cuando el cumplimiento
hubiese sido parcial, tardío o defectuoso, lo que equivale a decir que ha habido un
incumplimiento de la obligación de distinto carácter al previsto por el artículo 1150.
Los alcances de esta norma son analizados a continuación.

1. Respecto de la integridad de la prestación

Resulta obvio que ésta debe ser cumplida en su totalidad; lo que equivale a decir que el
deudor tendrá que ejecutar, ni más ni menos, que aquello a lo que se ha obligado frente al
acreedor.
Si el deudor no ejecutase íntegramente la prestación, estaría efectuando un cumplimiento
parcial de la misma, supuesto contemplado en el ámbito conceptual del artículo 1151.

Pero también podría ocurrir que el deudor efectuase un cumplimiento más allá de lo
pactado, es decir, un cumplimiento excesivo de la prestación, lo que equivale a decir que ha
hecho más de aquello que se comprometió a hacer.

Este supuesto no está previsto por el Código Civil. Resulta claro que el cumplimiento parcial
de una prestación podría originar daños y perjuicios al acreedor de la misma, y que dichos
daños y perjuicios deberían ser resarcidos por el deudor incumpliente.

Pero lo que nunca se ha cuestionado es que un cumplimiento excesivo de la prestación


también podría originar daños y perjuicios al acreedor (aunque cabe reconocer que en la
mayoría de los casos no los ocasionaría). Por ejemplo, tenemos como deudor a un cantante
que se hubiese obligado a dar un concierto entre las 8:00 y las 10:00 de la noche en un
coliseo. Supongamos, además, que el acreedor procede a arrendar dicho coliseo por un lapso
de tres horas (de 7:00 a 10:00). Si el deudor ofreciese el concierto, comenzando puntual,
pero no lo concluyera a las 10:00 p.m., sino a las 12:30 de la noche, indudablemente habrá
ejecutado la integridad de la prestación debida, pero habría ido más allá por la ejecución
excesiva o prolongada de la misma. Sin lugar a dudas, el propietario del coliseo podría exigir
al arrendador (acreedor de la obligación) un pago adicional por el uso excesivo del local más
allá de lo pactado. Ese gasto adicional, a nuestro entender, constituiría un perjuicio para el
acreedor de la obligación, quien tendría derecho a demandar su resarcimiento por parte del
deudor. Sin embargo, como se ha expresado, la ley no contempla esta posibilidad. Pero
resulta de fácil solución por las normas sobre inejecución de obligaciones consignadas en el
Código Civil.

2. Respecto del momento en el que se debe ejecutar la obligación

La obligación será de cumplimiento oportuno en la medida en que tal ejecución se efectúe


estrictamente a partir del plazo establecido.

Por ejemplo, si el cantante de nuestro ejemplo anterior se hubiese obligado a


actuar a partir de las 8:00 de la noche y realmente empezase a partir de esa hora, el
cumplimiento de su obligación sería oportuno.

Resulta obvio que un cumplimiento tardío podría ocasionar daños y perjuicios al acreedor.

Pero también podríamos encontramos ante la posibilidad de que el cumplimiento de la


prestación no sea tardío, sino anticipado, vale decir, que se comience a efectuar antes del
plazo señalado para su ejecución, y ello podría originar daños y perjuicios al acreedor de la
prestación; como si el cantante aludido empezase a actuar a las 6.00 p.m., cuando no está
presente en el coliseo sino una concurrencia insignificante.

3. Respecto de la forma en que se ejecuta la prestación objeto de la obligación

La forma de ejecución debe ser la adecuada, es decir, realizarse de la manera pactada y con
las características convenidas (o establecidas legalmente). Si se produjese una ejecución que
no llegara a reunir todas las condiciones o características pactadas para su cumplimiento
adecuado, dicho cumplimiento podría ser calificado como defectuoso.

En el ejemplo del cantante, el cumplimiento sería sin lugar a dudas defectuoso, si no


interpretase sus temas con la calidad y empeño habituales, sino que lo hiciese con desgano,
por ejemplo. Este sería un cumplimiento defectuoso, que podría generar daños y perjuicios
en favor del acreedor de la prestación.
Pero podría ocurrir todo lo contrario, es decir, que el cumplimiento o ejecución
de la prestación se realice con características o condiciones superiores a las pactadas. Para
nuestro ejemplo, que dicho cantante no cante como siempre, sino mejor que nunca.
Dicho cumplimiento podría ser calificado como más que adecuado.
Sin lugar a dudas, en el ejemplo señalado no se originarían daños y perjuicios.
Pero podríamos encontrar casos en los cuales el cumplimiento, más allá de la idoneidad, sí
generase daños y perjuicios para el acreedor.
Si una empresa ensambladora de vehículos encargase a un subcontratista la elaboración de
tableros para automóviles con determinadas características, por ejemplo, de cuerina y de
color azul, podría ocurrir que dicho subcontratista elaborase los tableros no de cuerina, sino
de cuero legítimo (material de
evidente mejor calidad). Sin lugar a dudas, se habría producido un cumplimiento superior al
de las características pactadas, pero podría dar lugar a daños y perjuicios, ya que dichos
tableros podrían no hacer juego con el resto del tapizado de los vehículos, razón por la cual
la empresa ensambladora estaría eventualmente obligada a paralizar su producción
durante un tiempo, en espera de la fabricación de nuevos tableros.

Queremos decir que un cumplimiento más Queremos decir que un cumplimiento más que
adecuado puede ser, en estricto, uno no adecuado.
Este supuesto tampoco está contemplado por la ley (artículo 1151), pero resulta de fácil
solución por las normas de in ejecución de obligaciones consignadas en el Código Civil.

Lo expuesto podría resumirse gráficamente en un cuadro. En el mismo, se consignan tres


rubros por los cuales puede ser calificado el cumplimiento de una obligación. Así, por su
integridad, podrá tratarse de un cumplimiento parcial, íntegro o excesivo; en segundo lugar,
de acuerdo con la oportunidad de su ejecución, podríamos hablar de un cumplimiento
anticipado, oportuno o tardío; en tanto que por la forma o manera como se ejecuta la
prestación, el cumplimiento puede ser defectuoso, adecuado o más que adecuado
(categoría esta última que, en estricto, representa un cumplimiento no adecuado).

Podríamos decir que el primer criterio responde a la pregunta ¿cuánto se ejecuta?; el


segundo, a la interrogante ¿cuándo se ejecuta?; en tanto que el tercero, a ¿cómo se ejecuta?

No obstante lo señalado hasta este punto, entendemos que los conceptos de obligación
excesiva, anticipada y más que adecuadamente cumplida, podrían entenderse
comprendidos en la expresión legal de ejecución defectuosa.

4. Alternativas del acreedor ante el cumplimiento parcial, tardío o defectuoso de la


obligación por culpa del deudor Para tal efecto, el artículo 1151 contiene cuatro opciones,
cualquiera de las cuales puede elegir el acreedor. Se trata de
las siguientes:
a) Ejercer las opciones previstas en los incisos 1 o 2 del artículo 1150.
Esto es necesario para ello emplear violencia contra la persona del deudor.

a.2) Exigir que la prestación sea ejecutada por persona distinta al deudor y por cuenta de
éste.
Nuestros comentarios sobre estas opciones -ya efectuados oportunamente nos relevan de
formular mayores precisiones al respecto.

b) Considerar no ejecutada la prestación, si resultase sin utilidad para él.- Podría ocurrir que
una ejecución que no revista un cumplimiento perfecto de la prestación en los términos
convenidos, haga dicho resultado inútil para el acreedor, en cuyo caso éste tendría la opción
de considerarla como no ejecutada. Sería el caso en el cual se construya una pared con
triplay, la misma que estaba destinada a soportar un segundo piso, y que debió ser hecha
de material noble (ladrillos, cemento y fierro). En este ejemplo, dicha construcción no será
de utilidad para el acreedor, de acuerdo con sus necesidades.
c) Exigir al deudor la destrucción de lo hecho o destruirlo por cuenta de él, si le fuese
perjudicial.- Sobre la base del mismo ejemplo citado para ilustrar el caso anterior, el
acreedor podría optar por exigir que su deudor destruya la pared que construyó, o, incluso,
si éste no quisiese destruirla, hacerla destruir y cobrar al deudor incumpliente los gastos que
irrogue tal destrucción.

Naturalmente que si se optase por este segundo camino, se requeriría de una resolución
judicial que facultara el actuar del acreedor. De lo contrario, no podría cobrar al deudor lo
gastado, y sólo podría accionar por la vía de la indemnización de daños y perjuicios, cuyo
monto es discrecional. Esta autorización judicial es indispensable, porque de no exigirse,
podría haber connivencia o incluso negligencia del acreedor para contratar al tercero,
pagando una suma enorme.

En este punto debemos precisar, con León Barandiarán (pp. 51 Y 52), que para
exigir la destrucción de lo ejecutado, la alteración en cuanto al modo debe revestir
importancia: "Sobre el particular es útil observar, como lo hace Colmo, que la ley en lo que
concierne a la penalidad consagrada en la segunda parte del artículo 625 del Código
argentino (1182 del nuestro -León Barandiarán se refiere al Código Civil de 1936-), se coloca
en el supuesto de que la alteración en cuanto al modo sea de importancia, desde que si el
precepto fuera aplicable literalmente, se llegaría a evidentes anomalías, vale decir,
despropósitos; y así, ese pretexto de una leve diferencia en la calidad del papel del libro, se
podría dejar sin efecto toda una edición; por razón de un simple matiz en el color de una
pintura, habría que volver a pintar todo un edificio; en virtud de una diferencia multimétrica
del flete de la cornisa de un mueble de lujo, el acreedor podría oponerse a la recepción del
mismo; etc.".

d) Aceptar la prestación ejecutada, exigiendo que se reduzca la contraprestación, si la


hubiere.- Por último, en el supuesto de que la prestación ejecutada no revista todas las
condiciones previstas, pero aun así fuese de utilidad para el acreedor, podrá ocurrir que éste
prefiera darla por ejecutada, salvando los defectos que se hubieran podido haber cometido
en su cumplimiento.
Sería el caso en el cual una persona encargue a otra el pintado de una casa con una pintura
de primera calidad, y dicho pintor la hubiera pintado con materiales de calidad inferior a la
pactada. Aquí el acreedor podría considerar como no ejecutada la prestación o, si le es
tolerable el resultado, aceptarlo, exigiendo una reducción de la contraprestación a su cargo,
si la hubiere.

El Código Civil no resuelve el supuesto en el cual no se trate de un contrato de prestaciones


recíprocas, pero pensamos que, de ser éste el caso, el acreedor mantendrá las mismas
opciones planteadas por el artículo 1151; Y que, de optar por la contemplada en este
apartado, simplemente se limitaría a la aceptación de la prestación ejecutada, no pudiendo
exigir nada adicional al deudor.

ARTÍCULO 1152°: INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS Y PERJUICIOS


En los casos previstos en los artículos 1150 y 1151, el acreedor también tiene derecho a
exigir el pago de la indemnización que corresponda.
Como hemos expresado al referimos a los artículos 1150 y 1151 del Código
Civil peruano, al acreedor que se viese perjudicado por el incumplimiento total
de la prestación o por un cumplimiento parcial, tardío o defectuoso, le asiste el
derecho al reembolso de los daños y perjuicios que dicho incumplimiento le
hubiese ocasionado.
De acuerdo con las doctrinas de Pothier (p. 118), es evidente la razón que
sustenta el principio recogido por el artículo 1152 del Código Civil peruano, ya
que siendo la obligación un lazo de derecho, no puede haber obligación cuando
aquel que ha prometido hacer o no hacer una cosa, puede dejar impunemente
de hacerla. Agrega que, resulta obvio que puede dejar impunemente de
ejecutarla, cuando ya no tiene interés alguno justipreciable de que haga o no lo
que ha prometido; pues que de ello no puede resultar para con él
indemnización de daños y perjuicios por la in ejecución de su promesa, ya que
la indemnización de daños y perjuicios no es otra cosa que la estimación del
interés que tiene el acreedor en la ejecución de la obligación (pp. 137 a 140).

Debe tenerse en cuenta que la obligación de indemnizar daños y perjuicios al


acreedor no es una facultad del deudor, quien, tal como lo expresa Boffi
Boggero (p. 429), no puede librarse del cumplimiento de la obligación.
Debe tenerse en cuenta que la obligación de indemnizar daños y perjuicios al
acreedor no es una facultad del deudor, quien, tal como lo expresa Boffi
Boggero (p. 429), no puede librarse del cumplimiento de la obligación
ofreciendo el pago de un resarcimiento; lo que equivale a decir, en palabras del
autor citado, que no puede ofrecer la sanción para cometer el ilícito.
Debemos precisar que los artículos 1150 y 1151 están referidos a supuestos de
incumplimiento debido a culpa (leve o inexcusable) o dolo del deudor.

Por último, es preciso señalar que la imposibilidad de ejecución podría haberse


originado, por ejemplo, por una disposición de la autoridad, como la prohibición
de construir un edificio, caso en el cual no sería ni ejecutable, ni habría culpa
del deudor.

Artículo 1153.- CUMPLIMIENTO DEFICIENTE SIN CULPA DEL DEUDOR


El cumplimiento parcial, tardío o defectuoso de la obligación de hacer, sin culpa del
deudor, permite al acreedor optar por lo previsto en el artículo 1151, incisos 2, 3 o 4.
De presentarse el supuesto enunciado en esta norma, el acreedor tendrá la
posibilidad de optar entre cualquiera de las tres opciones que se mencionan a
continuación:
a) Considerar no ejecutada la prestación, si resultase sin utilidad para él.
b) Exigir al deudor la destrucción de lo hecho o destruirlo por cuenta de él, si le
fuese perjudicial.
c) Aceptar la prestación ejecutada, exigiendo que se reduzca la contrapresta
ción, si la hubiere.
Nos abstenemos de comentar estas tres opciones, dado que ya lo
hemos hecho al referimos al artículo 1151 del Código Civil.
Sin embargo, queremos precisar que para el caso del artículo 1153, el acreedor
no podrá exigir de su deudor indemnización alguna, debido a que el
cumplimiento parcial, tardío o defectuoso no se debe a culpa de dicho deudor,
sino a acontecimientos ajenos a su voluntad.

ART 1158 Opciones del Acreedor en caso de incumplimiento

El incumplimiento por culpa del deudor de la obligación de no hacer, autoriza al


acreedor a optar por cualquiera de las siguientes medidas:
1.- Exigir la ejecución forzada, a no ser que fuese necesario para ello emplear
violencia contra la persona del deudor.
2.- Exigir la destrucción de lo ejecutado o destruirlo por cuenta del deudor.
3.- Dejar sin efecto la obligación.

La obligacion de no hacer, indica sintéticamente toda aquella seriemde hipótesis en las


cuales el deudor asume frete al acreedor la obligacion de abstenerse de desarrollar una
determinada actividad, de tal forma el cumplimiento de dicha actividad se traduce
necesariamente enuncumplimiento. Las obligaciones negativas se caracterizan, a diferencia
de aquellas de dar y hacer, por la inaplicabilidad de las disposiciones relativas a la mora del
deudor.
El código no regula la mora de las obligaciones negativas, sino solamente de las obligaciones
de dar y de las de hacer. Sin embargo, nada impide que cuando el acreedor todavía tiene
interés en la ejecución con retardo de la prestación negativa, puede exigir al deudor su
cumplimiento forzado. Ejemplo, el que transfiere un establecimiento comercial, obligándole
a no competir en el mismo rubro por el termino de 4 años, y transcurridos el primer año
instala un negocio del mismo giro a pocos metros del lugar que transfirió, el acreedor puede
exigir al deudor el cumplimiento forzado de la prestación de no hacer, mediante la clausura
del local, con el auxilio de la fuerza pública si es necesario.

Este incumplimiento de laobligacion de no hacer se produce con laomicion del deber de la


abstención prometida o tolera al acreedor la realización de ciertos actos, según cual haya
sido la común intención de las partes. El deudor cae en mora automáticamente por la sola
realización del hecho del cual debía abstenerse.

Ante el incumplimiento de la obligacion con prestación de no hacer por dolo o por culpa del
deudor o de sus dependiente, auxiliares o colaboradores, laley confiere al acreedor las tres
alterativas siguientes:

1.-Exigir la ejecución forzada, a no ser que fuese necesario para ello emplear violencia
contra la persona del deudor
Frente al incumplimiento de la obligación con prestación de no hacer por culpa del deudor,
el acreedor puede optar por la alternativa que le confiere el articulo 158.1 .
La realización por el deudor del acto prohibido puede no importar un incumplimiento
absoluto y definitivo de la obligación negativa, caso en el que el acreedor puede demandar
el cumplimiento tardío de la obligación y los daños y perjuicios, sin necesidad de constituir
en mora al deudor.
Si la intervención de la persona del deudor es esencial para la ejecución de la prestación de
no hacer,no se puede ejercer violencia contra la persona , pero si, por elconrario, la
intervención deldeudor no es esencial para el cumplimiento de la olbligacion, el uso de la
coerción esta permitida.

2.-Exigir la destrucción de lo ejecutado o destruirlo por cuenta del deudor


Este articulo faculta al acreedor optar por la destrucción de lo hecho por el deudor con
infraccion de la abstención a que se obligo.
Para extirpar lo hecho con infraccion del deber de abstención, removiendo el estado de cosas
que ilegítimamente ha creado la inconducta del deudor,el acreedor puede optar entre:
 Exigir que la destrucción de lo hecho indebidamente sea ejecutada por el propio
deudor.
 Destruirlo el mismo por cuenta del deudor
 Hacerlo destruir por un tercero por cuenta del deudor.

En cualquiera de estas tres alternativas, pero con mayor razón en las dos ultimas , el
acreedor tiene la necesidad de contar con autorización judicial, puesto que no se puede
hacer justicia por su propia mano. Los costos que demande la destrucción por el propio
deudor o por un tercero deben ser controlados por un juez, evitándose de este modo los
abusos en que pueda incurrir el acreedor.

3.-Dejar sin efecto la obligación


Si ya no es posible que las cosas vuelvan al estado anterior del incumplimiento, el acreedor
optara por que se deje sin efecto la oligacion exigiendo que se indemnice los daños y
perjuicios. Ejemplo el deudor que se obliga a no revelar un secreto, pero luego lo revela, el
vendedor que se obliga a no vender maquias iguales a la que vende al comprador, en la zona
donde este desarrolla su actividad económica, pero luego las vende. En casos como estos, el
comprador no puede exigir la ejecución forzada de la prestación de abstención, pues la
situación se ha vuelto irreversible, ni puede exigir la destrucción, por que no hay nada que
destruir, consiguientemente, solo puede optar por dejar sin efecto la obligación, y exigir la
correspondiente indemnización de daños.
ART 1159 Indemnización de Daños y Perjuicios

En los casos previstos por el artículo 1158, el acreedor también tiene derecho a exigir el
pago de la correspondiente indemnización de daños y perjuicios.

En caso de incumplimiento de obligación de no hacer por culpa del deudor, el acreedor podrá
optar entre exigir la ejecución forzada, o la destrucción de lo ejecutado o destruirlo por
cuenta del deudor, o dejar sin efecto la obligación y, en uno u otro caso, el pago de la
correspondiente indemnización.

ART 1160 Normas Aplicables a las Obligaciones de no Hacer

Son aplicables a las obligaciones de no hacer las disposiciones de los artículos 1154,
primer párrafo, 1155, 1156 Y 1157.

Los hechos jurídicos pueden ser positivos (ejem. Fabricar unos muebles, curar a un enfermo)
o negativos (ejem. No revelar un secreto). El hacer implica una acción (obligación de hacer)
o una omisión (obligación de no hacer). Tanto las obligaciones de hacer, como las de no
hacer, tienen en común a los hechos, pero no como los hechos o actos jurídicos, sino como
objetos de ellos. La obligacion es el objeto del hecho jurídico licito o ilícito. Esta afinidad
entre obligaciones de hacer y de no hacer determina que se opongan radicalmente a las
obligaciones de dar. Dicha afinidad explica que las obligaciones de hacer y de no hacer se
rigen por normas comunes, aplicables recíprocamente en caso de silencio de la Ley al
regular cada una de ellas. Está plenamente justificado que la norma del art. 1160 regule
las obligaciones de no hacer remitiéndose a normas de las obligaciones de hacer.
Si la prestación de no hacer resulta imposible por culpa del deudor, su obligación queda
resuelta, pero el acreedor deja de estar obligado a su contraprestación, si la hubiere, sin
perjuicio de su derecho de exigirle que le indemnize los daños que le ha causado con el
incumplimiento. (art. 1154).
Si la prestación deviene en imposible por culpa del acreedor, la obligacion del deudor queda
resuelta, pero este conserva el derecho a la contraprestación si la hubiere. La misma regla
se aplica cuando el cumplimiento de la obligacion de una prestación previa del acreedor
y, al presentarse la imposibilidad, este hubiere sido constituido en mora. Si el deudor obtiene
algún beneficio con la resolución de la obligacion, su valor reduce la contraprestación a
cargo del acreedor.
Si la prestación resulta imposible sin culpa de las partes, la obligacion del deudor queda
resuelta. El deudor debe devolver al acreedor lo que por razón de la obligacion haya
recibido, correspondiéndole los derechos y acciones que hubieren quedado relativos a la
prestación no cumplida.
Si como consecuencia del incumplimiento de la obligacion de hacer por culpa del deudor
este obtiene una indemnización o adquiere un derecho contra tercero en sustitución de la
prestaion debida, el acreedor puede exigirle la entrega de tal indemnización o sustituir al
deudor en la titularidad del derecho contra el tercero. En estos casos, la indemnización se
reduce en los montos correspondientes. Si por ejem. El cumplimiento de la obligacion de
no hacer hubiese estado asegurado para el caso de que el deudor por su culpa lo incumpla,
el acreedor podrá exigirle la entrega de la indemnización pagada por la compañía
seguradora o sustituirse al deudor en la titularidad del derecho contra la aseguradora, en
caso de que esta todavía no haya pagado la indemnización. El acreedor se subroga en la
persona de su deudor para cobrar e incorporar directamente a su patrimonio lo cobrado al
deudor de su deudor; esto lo diferencia de la acción subrogatoria regulada por el inc. 4 del
art. 1219, por la cual, lo cobrado por el acreedor ingresa al patrimonio del deudor,
patrimonio que constituye garantía general de todos los acreedores de dicho deudor, los
que se harán pago de acuerdo a los privilegios por Ley.
Nos remitimos a explicación de los artículos 1154 y 1155 a 1157 relativos a las obligaciones
de hacer.
III.-CONCLUSIONES
 La decisión de un juez respecto de una medida cautelar, debe estar encaminada
a que el concesorio de una medida permita garantizar que la sentencia futura no
sea lírica y sea cumplida la decisión definitiva.
 Una medida de no innovar no puede interferir con la marcha de otro proceso, ni
obstaculizar el inicio del mismo.

 La medida cautelar de no innovar busca conservar el estado de hecho o derecho,


es decir mantener el estado de las cosas, es una medida asegurativa de bienes y
busca garantizar la ejecución forzada.
 Busca también evitar el daño el perjuicio grave por una reparación difícil o
imposible, es otras palabras busca evitar que la sentencia sea ilusoria.
 Resulta necesario que para que se conceda una medida cautelar de no innovar,
los juzgados analicen a cabalidad la concurrencia de los requisitos de esta
medida, sobre todo existencia de la verosimilitud del derecho y la irreparabilidad
del daño.
IV.-BIBLIOGRAFIA

 Anival torres vaquez, Teoria general de las obligaciones

 Código civil comentado, Derecho de obligaciones tomo IV

 Marianella Ledesma Narváez. “Comentarios al Código Procesal Civil” Tomo


III, Gaceta Jurídica 2008.

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