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Autora: Allegra
CAPITULO I
Ahora bien, resulta que, inclusive entre los estudiantes de las llamadas
Ciencias de la Educación, ha sido práctica común la duda sobre la naturaleza de
lo que llamamos Pedagogía. ¿Qué es Pedagogía? ¿Es la Pedagogía una
disciplina? ¿Es más bien una ciencia?, y si es ciencia ¿Qué tipo de ciencia es?
Algunos intelectuales con tendencia positivista niegan su carácter científico.
Innegablemente se observa que la Pedagogía ha logrado sumar una serie de
teorías, y que éstas están dirigidas hacia la comprensión de fenómenos
educativos, pero que en ningún caso se asemeja a las generalizaciones que se
producen en los predios de las ciencias exactas y naturales, cuyo carácter
científico es axiomático, y avanzan más bien al nivel explicativo a través de lo
demostrable. Es por esto que en Pedagogía debe evitarse la tendencia positivista,
el de querer modelar una ciencia social humana a la imagen y semejanza de una
ciencia natural, ya que sus objetos de estudio son tan marcadamente diferentes
como lo son un ser racional y un objeto inanimado.
Autores como Martínez Miguélez (1999) y Lemus (1994, p. 40) señalan que la
Pedagogía como ciencia rectora de la Educación, posee ciertas características de
construcción epistemológica que la diferencian, tiene un objeto propio de
investigación, opera bajo un conjunto de principios reguladores y usa el método
científico. Además se evidencia en la dimensión pragmática del quehacer
educativo que la Pedagogía: a) contiene fuentes, contenidos científicos y
materiales que plantean problemas de la ciencia, por lo tanto constituye un marco
teórico-histórico para tratar intelectualmente estos problemas; b) posee un hecho
científico que es lo que estudia la Pedagogía como ciencia, el Hecho Educativo,
que se encarga de fundamentar y desarrollar fundamentos que conforman la
ciencia de la educación y sustentan la acción pedagógica; c) posee una dimensión
empírica, ya que busca reforzar en la praxis lo que dice; d) aplica especificaciones
metodológicas, ya que se desarrolla por etapas en su empeño en objetivar el
hecho educativo; d) además posee un orden dentro de su estructura, a partir de
reflexiones, construcciones y reconstrucciones del conocimiento.
Asimismo la Pedagogía se apoya profusamente en la Investigación
Educacional o Investigación Pedagógica demostrando características propias de
las ciencias humanas tales como la crítica, lo racional y lo sistemático. La
Pedagogía, en cuanto se ocupa de la Educación, abarca todo un sistema abierto y
complejo, un fenómeno social amplio formal e informal como objeto de estudio.
También es necesario considerar que Pedagogía no es sólo teoría, sino que
también implica técnicas y normas concretas que afectan la praxis y que
constantemente permite la formación de un bucle recursivo sobre sí misma. Tal
como lo plantea Mendoza (2004) quien señala que para consolidar la Pedagogía
como ciencia se “acepta que ella es capaz de dar cuenta por sí misma de su
propia fenomenología, esto es, de las múltiples posibilidades, implicaciones y
manifestaciones de la educación como objeto de estudio”. Es por esto que esta
ciencia se inscribe en las llamadas Ciencias Humanas o del Espíritu que esbozan
en su definición un alejamiento de la ciencia positivista y la creación de una nueva
ciencia.
0BJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECIFICOS
JUSTIFICACIÓN
Por otra parte, es bueno considerar que las sociedades primarias, las
llamadas sociedades civilizadas o secundarias son aquellas cuya cultura está
abierta a las innovaciones y posee instrumentos aptos para hacerles frente,
comprenderlas y utilizarlas. Estos instrumentos son forjados por el saber en todas
sus formas, y, para ser más precisos, por el saber racional, el cual, desde este
punto de vista, se puede definir como la posibilidad de renovar y corregir las
técnicas culturales. Por lo tanto, las sociedades primitivas no son, como suele
creerse, las más jóvenes; por el contrario, son, desde el punto de vista
cronológico, muy viejas y, con frecuencia, mucho más vetustas que las sociedades
superiores más antiguas. Se caracterizan más bien por no haber encontrado otro
modo de supervivencia si no es el de inmovilizar las técnicas de vida de que han
llegado a posesionarse. Frente a estas sociedades, Las consideraciones
anteriores eran necesarias para mostrar la amplitud e importancia del fenómeno
educativo en el mundo humano. Ahora, limitando nuestro discurso a las llamadas
sociedades civilizadas, o sea, a aquellas en las cuales los elementos culturales
están, en alguna medida, abiertos a las innovaciones y rectificaciones, diremos
que tales sociedades se enfrentan a un doble problema. El primero es el de
conservar y trasmitir, en la forma más eficaz posible, los elementos culturales
reconocidos como válidos e indispensables para la vida de la sociedad misma. El
segundo es el de renovarlos y corregirlos continuamente de manera de volverlos
propios para hacer frente a nuevas situaciones naturales o humanas.
Pedagogía Tradicional.
Según Kosik (2000) las obras de Comenio son alrededor de 250, escritas en
checo, en latín y en alemán, e inspiradas en las ideas de reformadores
protestantes como Lutero y Calvino, de filósofos como Bacon y Campanella; y su
reforma educativa estaba íntimamente ligada a una renovación moral, política y
cristiana de la humanidad. Su método pedagógico tiene como base los procesos
naturales del aprendizaje: la inducción, la observación personal, los sentidos y la
razón, adversando posiciones dogmáticas propias de la iglesia católica romana.
Hasta la década de los años sesenta del siglo XX, el sistema educativo
tradicional estuvo dominado por el método de transferencia, basado en el
concepto de que el educador es el transmisor de los conocimientos y el educando
el receptor pasivo, completamente ignorante de la realidad estudiada. Además,
esta corriente pedagógica concibe el aprendizaje como un proceso mecánico y
memorístico, que responde a los contenidos de manera orgánica, conforme a la
psicología de los estímulos externos o reflejos condicionados, es decir, la
psicología experimental conductista, según las ideas de sus exponentes
principales Watson y Skinner.
Cuadro Nº 01
Dimensión
Filosófica
Cuadro Nº 02
Explica Torres Cosme (2006) que Freire enfatiza el hecho que por medio de la
educación bancaria cerrada al diálogo, a la creatividad y a la conciencia, se
normaliza a los dominados, prolongando la situación de opresión. Mientras que la
educación libertadora problematiza y desmitifica la realidad, rompe con la
dicotomía educador/educando, pues el que enseña reconoce que puede aprender
de aquel al que va a enseñar. El conocimiento se construye en función de las
necesidades del colectivo, de las necesidades humanas. Para Freire el
conocimiento es una construcción que libera.
Estas ideas están profundamente asociadas con la obra de Paulo Freire quien
en una de sus últimas obras Pedagogía de la Autonomía (2004), se dio a la tarea
de sistematizar las reflexiones que, sobre el proceso educativo de liberación del
silencio. Reseña este aporte de Freire de la siguiente manera:
Investigación para transitar de la ingenuidad con la que interpretamos los
detalles de la vida cotidiana a la curiosidad epistemológica necesaria para
revelar la complejidad del mundo que, además, tiene direccionalidad
gnoseológica y política.
Según Caride (2005, p. 195) fue Paul Nartop (1854-1924) quien se empeñó en
vincular la pedagogía a la sociología produciendo así una rama de las Ciencias de
la Educación llamada el “sociologismo pedagógico”. Existe también la contraparte
francesa llamada la Pedagogía Social de Freinet (1896-1966), que según Por una
Escuela del Pueblo (2003, p. 6) se asocia directamente al pensamiento de Freire
por ser una propuesta también crítica, social y popular. Tomando el mismo caso
de la obra de Caride (2005), se pueden resumir los postulados de la Pedagogía
Social de acuerdo a las cinco dimensiones filosóficas planteadas por González
(2001):
Cuadro 03
Dimensi
ón Según Caride (2005)
Filosófica
Pedagogía Constructivista.
De esta forma la realidad que nos rodea se traduce como nuestro mundo
humano. Según la filosofía contructivista, este mundo es el producto de la
interacción humana con los estímulos naturales y sociales que alcanzamos a
procesar con nuestra mente. Para el Constructivismo, el conocimiento humano no
es se origina en la pasividad de la mente, sino que es construido activamente por
el sujeto que conoce en su continua adaptación con el medio, por lo tanto el
conocimiento surge de la socialización del Sujeto al mismo tiempo que ayuda a su
socialización.
Sin embargo más que una teoría de aprendizaje que sirve de base para la
praxis pedagógica cotidiana, el Constructivismo según Díaz Quero (2006, p. 88),
es un enfoque epistémico ya que integra la actividad cognitiva de las personas en
función de la construcción del conocimiento. Un conocimiento significativo y
explicito, capaz de ser transferido a otros en nuevas situaciones de enseñanza
aprendizaje.
Tal ha sido el éxito del Constructivismo, opina Tancara (2006, p. 166) como
modelo explicativo de los proceso de enseñanza que “la mayoría de las Reformas
Educativas que se han emprendido en el mundo han tenido su inspiración en el
Constructivismo”. El Modelo Constructivista, según Castillo López (2004), en
síntesis, considera que el aprendizaje se realiza de la manera siguiente:
Como posición epistemológica, ya que afirma que cada Sujeto tiene que
construir sus propios conocimientos y que no los puede recibir construidos, el
Constructivismo sirve de basamento tanto a la Pedagogía como a la Investigación
que se desarrolla en el ámbito universitario
Cuadro 04
Dimensión
Filosófica
De esta manera, las unidades complejas, como el ser humano o la sociedad, son
multidimensionales; el ser humano es a la vez biológico, psíquico, social, afectivo,
racional. La sociedad comporta dimensiones históricas, económicas, sociológicas,
religiosas y educativas. El conocimiento pertinente, la multidimensionalidad,
permite insertar allí sus informaciones: no se podría solamente aislar una parte
del todo sino unas partes de otras; la dimensión pedagógica, por ejemplo, está en
inter-retroacciones permanentes con todas las otras dimensiones humanas; es
más, la pedagogía conlleva en sí, de manera holográmica: necesidades, deseos,
pasiones humanas, que sobrepasan los meros intereses pedagógicos (Morin,
2000), integrándose a un mundo de ‘poder’ de conocimiento, que es lo que se
denomina ‘ciencia’, pero que también es teoría y práctica pedagógicas.
Por ello, es necesario que todos los seres humanos tengan una educación
intelectual, una formación integral que esté alimentada por la valoración y
exaltación del saber:
Y cuanto más hermosa sea esa educación, más inteligente, más fuerte,
más grande será la roca del intelecto; cuanto mejor, porque en la misma
proporción quiere decir que se elevará a mayores alturas. El que se
queda aplastado bajo esta roca es el erudito. El que se sube encima de la
roca es el sabio. Y el que, por miedo, ni siquiera se acerca a la roca, es el
ignorante. El intelecto de los ignorantes nunca fue educado; el intelecto
del erudito fue educado pero nunca pudo trascenderlo; el intelecto del
sabio no sólo fue educado, también se las arregló para trascenderlo.
Evitarlo no ayudará; uno tiene que ir a través y más allá. (Osho, 1999 :
160).
. Complejidad y Pedagogía
Ontológica:
La pedagogía está íntimamente ligada a hacer del estudiante y ofrece respuesta
al que de la investigación por lo tanto la acción del profesor del investigador en
formación se acopla a la realidad por conocer, se genera una dualidad entre la
realidad y el objeto de estudio, así pues que el docente y el investigador en
formación son la figura ontológica responsable del nuevo conocimiento. La
pedagogía de la investigación viene hacer una forma relacionar del ser y el
conocer que se adueña de necesidades, proporciones y quehaceres referentes a
la formación de investigadores por lo que existe interrelaciones y ninguna parte se
entiende sin las demás.
Metodológica:
La metodología de la pedagogía de la investigación viene hacer el cómo de la
formación de los investigadores y se observaron dos aspectos esenciales:
Primeramente el modelaje del profesor de investigador y en segundo lugar
estrategias o didáctica intencionadas que relacione directamente el querer saber
con el querer hacer.
Por lo tanto, la formación puede ser concebida como una actividad por la cual se
busca con el otro las condiciones, las formas o métodos para que un saber
recibido del exterior luego de ser interiorizado puede ser superado y exteriorizado
de nuevo.
Teleológica:
Axiológica.
Otro aspecto importante son los valores expresado en el discurso y la práctica de
la investigación universitaria los valores implícitos de la pedagogía de la
investigación, necesario en el desarrollo de un estudiante en formación, se
manifiesta primeramente en el nivel institucional que apuntan al reconocimiento y
a la valoración del conocimiento generado, en este caso la universidad respeta
provee y exige.
Cabe destacar, que el formar genera un proceso que implica primeramente
responsabilidad.
Tanto el docente como el estudiante en formación se responsabiliza en un
proceso que debe terminar con excelencia así también las instituciones organismo
públicos y privados toman sus responsabilidades pertinente a contribuir al
desarrollo de la educación.
Otro valor promovido es la autonomía ya que se estimula al racionamiento la
interpretación dialogo productivo intercambio de saberes y la necesidad de cada
uno de los actores del proceso formativo de ser protagonista de sus propios
procesos de acuerdo a sus intereses y deseos.
Otro aspecto importante a resaltar es el Cuidado Humano, intrínseco en el proceso
de formación , en tanto que el profesor o tutor reconoce los bloqueos, y reveses
del estudiante, percibe sus actitudes, por lo cual procura acercamientos que
fortalecen las relaciones socioafectivas, emocionales, cognitivas, entre otras. La
investigación se visiona como un proceso de con formación entre los
participantes, donde hacer conocimiento a través de la educación, es proveer un
medio para el desarrollo de procesos y productos que ayuden a cubrir las múltiples
necesidades del ser humano, así que, el cuidado también se ve manifiesto en la
producción de aportes a necesidades puntuales, locales y particulares.
Otro valor presente en el proceso de formación es el dialogo, visto desde el punto
de visa de la comunicación fluida, piso para la expresión de intersubjetividades, se
dialoga para conocer las necesidades, , para escoger técnicas y procedimientos,
para recolectar información, para interpretar resultados y proveer soluciones.
En resumen, se procura, a través de la pedagogía de la investigación, el
acompañamiento de un ser humano a otro ser humano y la puesta en práctica de
los llamados principios universales: Libertad: Actuar con libre albedrio hacer la
investigación que uno desea, sin prejuicio ni imposición. Justicia: Dar a quien lo
que merece según su producción, orientación, atención, y evaluación. Respeto:
Consideración especial hacia las personas, en razón de reconocer sus cualidades,
méritos y valor personal como investigador. Tolerancia: actitud asumida como
enriquecimiento cognitivo y no como ofensiva personal. Bondad: Cualidad
considerada por la voluntad de procurar el bien del otro. Amor: Principio máximo,
es la expresión superior de entrega de nuestro propio ser, de lo que somos en
función del ser dl otro, este principio tiene como base el “amar al prójimo como así
mismo” expresado en la Biblia (1964).El amor como condición fundamental de la
vida, exige una pedagogía de la investigación fundada en la aceptación del otro,
sino existe amor no hay interacción, así haya mucha palabras.
CONCLUSIONES
De acuerdo al análisis de la información recogida, la pedagogía de la
investigación pretende alejarse entonces de los enfoques metodologistas que no
han respondido a las necesidades de la universidad, y se nos presenta más bien
como una racionalidad plural con grandes rasgos de transversalidad. Está
concebida no como contenido curricular explícito sino como saber pedagógico
abstracto que se hace conocimiento disciplinar presente autónomo pero en
asociación con un sin número de fenómenos y situaciones concomitantes a las
situaciones de enseñanza-aprendizaje de la investigación; es decir, a través de un
modelo busca especificar aspectos resaltantes de la permanente asociación
Investigación-Pedagogía.