La teoría de la dependencia se caracterizó por ser un movimiento intelectual e histórico, con un

enfoque propio intentando distanciarse de las teorías o metodologías que se producían en el centro.
El inicio de la discusión sobre el uso del concepto de feudalismo aplicado en América Latina provino
de la crítica realizada por Bagú, Vitale y Caio Prado Junior, que posteriormente seria profundizada
por Frank, en donde esta problemática podría ser analizada de una manera regional e internacional.
La definición de las economías coloniales como feudales sirvió de base para las políticas que
señalaban que se necesitaba una revolución burguesa en la región. En esencia es américa latina
surgió como una economía mercantil que volcada a atender la demanda de materias primas de los
países del centro, pero no puede ser identificada como un modo de producción feudal. Las
relaciones serviles y esclavistas se dieron dentro de un marco colonial y de las fuerzas del capital
mercantil en un proceso de expansión y de acumulación, que según Marx son las fases iniciales y las
bases de la explicación del origen del moderno modo de producción capitalista. Dese este punto de
vista no se podía esperar que la revolución democrático-burguesa fuese el factor movilizador de la
región, en lo cual se identificó que existía poco conocimiento de la realidad del país, falta de una
postura innovadora y de una voluntad de oponerse a los intereses del capital internacional que
pudiese afectar a los empresarios nacionales.

Según Cardoso los principales enemigos de la democracia en los países de América Latina serian el
corporativismo y una burguesía burocrática conservadora, socia menor del capital internacional; la
cual limito la capacidad de negociación de los países dentro de un marco de mayor dependencia
tecnológica y los cambios en la división internacional del trabajo. Para 1989 los países de América
Latina se ceñían a los ajustes económicos del consenso de Washington lo cual aseguro
momentáneamente la estabilidad monetaria y un precario equilibrio macroeconómico producto de
esto. De esta forma los gobiernos garantizaban un largo periodo en el poder ayudado por el apoyo
internacional. La estabilidad fiscal se llevó a cabo producto de la privatización de las empresas
públicas y el recorte de los gastos del estado, pero a su vez era amenazada por la emisión de bonos
de deuda publica pagados a una tasa de interés más alta lo que llevo a tener déficits más grandes
que los que se habían tenido antes de 1990. La crisis de la deuda de los 80s y la crisis socioeconómica
producto de las políticas de ajuste estructural puso en evidencia el carácter dependiente de las
economías latinoamericanas.

El alzamiento en armas por diferentes grupos armados y otros en oposición a las decisiones políticas
de la región durante este periodo hacen parte de lo planteado por la teoría de la dependencia en
cuanto a la tendencia de la exclusión social producto de la desigualdad y concentración económica.
Desde la teoría de la dependencia se hacía énfasis en 3 características del desarrollo dependiente
del capital internacional siendo este dependiente, concentrador y excluyente.

Los procesos de industrialización de América Latina no logro una disminución de las brechas en
relación a los países desarrollados, más bien distanciando los unos de otros, ubicando las industrias
de punta en los países del centro y la industria obsoleta y contaminante en los países de la periferia.
A partir de los años 80 se empieza agravar la situación de los países en vía de desarrollo ya que estos
se encaminan en un nuevo mundo de crecimiento sin empleo, la falta de integración y de inversión
en campos como investigación y desarrollo obligan al capital humano a migrar hacia los países del
centro, un proceso conocido como braindrain. La incursión del capitalismo en zonas rurales presiono
la salida del campo a la ciudad, generando procesos de aglomeración y de urbanización
(fabelización), que en muchas ciudades se dieron en condiciones precarias y de marginalización y
exclusión social. El abandono del papel del estado en la inversión en investigación y desarrollo dejo
de lado uno de los factores más importantes para el desarrollo sostenido de largo plazo y es la
generación de bienes de capital. Los cambios traídos por la creciente deuda publica ahogo a los
gobiernos en el pago de la misma, cayendo en la trampa pagando unos intereses más altos,
ajustando de tal manera el gasto a lo mínimo de funcionamiento dejando de lado la inversión social
y técnico-científica.

DEBATE SOBRE LA DEPENDENCIA.

La teoría de la dependencia tuvo una gran acogida y gran influencia en diferentes partes del mundo.
En África, los Estados Unidos, países bajos, Europa, en Asia y particularmente en la India en donde
ya se encontraban sobre los 70 planteamientos anti imperialistas y una noción de desarrollo propia,
América Latina y Cuba.

La gran ola de críticas a esta teoría vino de autores latinoamericanos que acusaban a los fundadores
de la teoría de la dependencia de haberse fijado demasiado en los factores externos dejando de
lado los internos lo cual causa un abandono del estudio de las clases sociales al interior de cada país.
Dentro de estas críticas se destacan los últimos llamados marxistas ortodoxos o marxistas. Su crítica
iba orientada al estudio de las relaciones de clase en el interior de cada país dejando sin hacer tanto
énfasis en los factores externos propuestos por la teoría de la dependencia, en estos se encuentra
un planteamiento que los aleja del propio Marx ya que en el pensamiento de este el comercio
internacional como una condición necesaria de la acumulación primitiva capitalista, el entendió la
formación de capitalismo como la dialéctica entre la economía mundial, como un fenómeno
independiente y el conjunto de economías nacionales en competencia, apoyándose entre sus
estados nacionales.