Вы находитесь на странице: 1из 1

3. CONCRETO EN CLIMAS FRÍOS.

A. GENERALIDADES.

Si aún no se ha iniciado el proceso de endurecimiento y el concreto se congela, el


agua de amasado aún libre se convierte en hielo y se detiene el proceso de
endurecimiento, debido a que el aumento volumétrico del agua en estado sólido rompe
la débil adherencia entre las partículas del concreto. Este efecto es más grave en el
caso de concreto reforzado, al romperse la adherencia con el acero.

Si el endurecimiento ha alcanzado a iniciarse, este quedará suspendido hasta que el


concreto se descongele, reiniciándose el proceso en el punto que quedó; sin embargo
habrá una merma en la resistencia final , grado de compactación y adherencia , tanto
mayor como menor sea la edad a la que se inició el proceso.

Como se comprenderá, el ciclo de congelamiento y deshielo puede tener efectos


desastrosos en la calidad final del concreto, aun se haya iniciado el proceso de
endurecimiento.

Tampoco existe un criterio común, sobre cuál es la resistencia mínima para la cual la
congelación del concreto no produce reducciones significativas en la resistencia
final, es así que según el A.C.I. es 35 kg/cm2, las normas inglesas BB 8110 50 Kg/cm2,
la cement & Concrete Association y el autor Sadgrove dan 20 Kg/cm2 y otros
autores, más conservadores dan valores de 50 kg/cm2 y no menores que el 50% de
la resistencia del diseño.

Lo importante es tener un claro que, para lograr un óptimo resultado, debemos


cuidarnos de dos puntos saltantes:

A. Tener el control de la temperatura del concreto, manteniéndolo entre rangos


previstos durante la preparación, transporte, colocación y curado.
B. Evitar que el concreto se congele, hasta que se logre el endurecimiento que
evite la pérdida significativa de resistencia final, así como un deterioro en el
acabado.

Вам также может понравиться