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UNIDAD 1

CASTILLA DEL PINO- EL HUMANISMO IMPOSIBLE


¿Que se quiere decir con esto de humanismo como imposibilidad? ¿Qué se entiende por
humanismo? El humanismo surge en el renacimiento como una rebelión. Rebelión frente al
pensamiento cristiano, dominante en toda la Edad Media, pensamiento que incluye la
servidumbre del hombre frente a un ser divino. El humanismo renacentista es el
redescubrimiento del hombre en cuanto hombre. Todavía en el renacimiento no se consolida
un “humanismo ateo”, es decir, no se prescinde totalmente de la figura de Dios. El humanismo
se ofrece inicialmente como un movimiento de apertura del hombre en cuanto ser de
posibilidades imprevisibles. Como un redescubrimiento de la libertad y de las posibilidades que
el uso de la libertad lleva consigo. Va ligado a la aparición del pensamiento científico ya que la
ciencia significa adquisición por el hombre mismo de la conciencia de su poder. El hombre se
va desprendiendo paulatinamente de ese sentimiento e cuaturiedad y desvalimiento y, al hacer
ciencia, se hace dueño virtual, del fenómeno que comprende y analiza, se alza ahora con la
posibilidad de modificar la naturaleza. Es la conciencia del hombre como poder sobre la
naturaleza y sobre sí mismo.
Frente a este proceso humanista, se alzan diferentes formas de antihumanismo. Por una parte,
el pensamiento cristiano tradicional y por la otra el anti humanismo ateo, representado
principalmente por Heidegger, quien piensa que todo humanismo es metafísico en tanto y en
cuanto presupone la determinación de la esencia del hombre al margen de la pregunta por lo
que es el ser. Para el autor, la existencia humana sería simplemente una morada del ser, pero
no el ser mismo.
Ambas formas de planteamiento antihumanista son IRREALISTAS. Y el mérito del pensamiento
humanista, es del ser, de acuerdo a las coordenadas históricas en que en cada momento
emerge, un modo de pensar REALISTA. El humanismo es la conciencia de la realidad del
hombre en cuanto tal hombre y de las cosas en cuanto tales cosas y de las relaciones del
hombre con otros hombres y con las cosas. Es la conciencia de lo que el hombre, por lo que
es, puede hacer consigo mismo y con las cosas con las cuales coexiste. El humanismo se
ofrece así como apertura del hombre y de sus posibilidades. La realidad deja de constituirse así
un misterio y se torna simplemente problema.
Ello quiere decir que todo el pensamiento antihumanista es una forma de ALIENACIÓN. Porque
al limitar al hombre, merced a l admisión de que no es el hombre el único sujeto de razón, sino
un objeto supeditado a razones superiores, no sólo deja al hombre tal cual, sino que le insufla
una conciencia de su impotencia que la historia misma se encargará de mostrar que es en todo
punto infundada. Si el pensamiento antihumanista se ofrece como alienación, el pensamiento
humanista es liberación. Liberación ante todo frente a sí mismo. El pensamiento humanista es
el triunfo, primero en la teoría y más tarde en la praxis de la realización, de la racionalidad..
Triunfo que supone la negación y superación del hombre de toda suerte de alienaciones con
pensamientos misticos y deshumanizados.
El pensamiento antihumanista ha ido ligado a modos específicos de producción Es notable
cómo el pensamiento antihumanista se ha dado conjuntamente con el modo de vida adoptado
por la clase dirigente y por el poder constituido, para el cual el no ser consciente de la
alienación es el mejor modo de perpetuar el statu quo, el inmovilismo.
La realidad del hombre es su medio social. Nosotros vivimos hoy en un medio social, en una
estructura de producción capitalista. El capitalismo es el máximo individualismo. Es una forma
viciada de humanos, pero humanismo al fin, porque teatre al hombre a la esfera de su propia
individualidad. El capitalismo hace que el hombre limite sus interés hacia intereses materiales y
a la vez convierte al hombre en forzoso enemigo de otro hombre. El capitalismo ha revitalizado
la ley de la selva, se trata de un mundo en donde la ley reguladora es la competencia. Esto
aliena al ser humano porque hace que se retraiga en una forma de yoismo antinatural.
Sabemos que el hombre es radicalmente un ser comunitario. Es él mismo un producto de la
unidad biológica más natural que es la pareja. Para sobrevivir es esencial vivir en comunidad.
Pero el hombre asulto, se ve obligado en este sistema a ensimismarse, a competir con otro. El
resultado de todo esto es la incomunicación.
El autor dice que está convencido de que la dialéctica de nuestra historia, en la medida en que
experimentemos la necesidad de ser plenamente hombres y la necesidad de usar de nuestros
atributos de hombres libres, ha de ser el motor sustancial del cambio, la motivación, de la
deseable mutación total del sistema.

LOSTALÓ- COMUNIDAD, MEMORIA Y UTOPÍA


L horda no significó desorganización y desorden, sino organización y control. Pero el control
es el control de los más. La hora tiene como elemento nucleador la supervivencia, la cual no se
da fuera del grupo. Se establece la sanción por medio de modalidades grupales de
funcionamiento. En las comunidades indígenas el cacique no era elegido por la divinidad, sino
por el voto popular. En la votación participan hombres y mujeres de todas las edades, a
diferencia de las “culturas civilizadas” no existía la marginación, ya que el excedente de la
producción se daba a las personas que no habían logrado cubrir sus necesidades. No implican
la pena de la privación de la libertad, sino de “prestación de servicios” de por vida, pero sin
exclusión de la comunidad. En la Argentina se consigue dispersar a los indígenas alrededor de
1900 con la llamada “campaña del desierto”, que era en realidad un “proyecto de exterminio
colonizador”.
Hoy en día, la cultura del consumo, que exige comprar, condena todo lo que vende al
desuso inmediato. Los acontecimientos humanos, convertidos en objetos de consumo, mueren,
como las cosas, en el instante en que son usados. La globalización económica y de
comunicaciones no produce una integración de la multidiversidad al mismo tiempo en todo el
mundo. Si ha producido una confluencia de las pautas culturales, pero también fuertes
reacciones en contra. La globalización es una forma de internacionalismo cultural, una
internalización largamente dominada por pautas occidentales. El neoliberalismo no equivale a
mercados libres, sino por el contrario a la intervención estatal y protección para los más
pudientes.
Casi todas las corrientes historiográficas coinciden en vincular la génesis y la evolución del
capitalismo con la de ESTADO. Sin embargo, al hablar de Estado omiten su naturaleza, que es
la de ser un ESTADO CAPITALISTA. Esto le permitió presentarse como representante del bien
común, y por tanto como legítimo poseedor del MONOPOLIO DE LA VIOLENCIA. De esta
manera se velaba su verdadera naturaleza: la de ser una relación de poder, de dominación. Sin
Estado el sistema estallara en mil pedazos.
Para que el Estado pudiera llevar a cabo esta tarea de “capitalista colectivo ideal”, además
de reprimir a trabajadores y demandas sociales, era necesario que la ilusión jurídic, humanista
e iluminista no fuera destruida. El estado y el capitalismo no son solo represión: es necesario
que expresen legitimidad. El equilibrio entre coerción y consenso es la poción mágica de la
reproducción capitalista. El periodo histórico de mayor legitimidad fue el llamado Estado de
Bienestar. Hoy se han roto las bases mismas de la legitimidad capitalista.
El PLANTEO DESCOLONIZADOR GLOBAL sostiene que hay que empezar a entender y
aceptar las MULTIVERSALIDADES por sobre las universalidades.
Hoy existe una pseudo-utopía que como está disfrazada de ciencia, no se reconoce como
tal. Es la pseudo-utopía económica, la utopía de mercado, según la cual canto más libre esté el
capital, será más equitativa la distribución de los bienes. La imposibilidad de esta utopía es que
es irrealizable porque es la utopía de otro,porque es soñada desde la historia de otro y porque
intenta sostenerse y matizarse desde la identidad cultural del otro. Porque la utopía es
incopiable, no hay forma de apropiarse de una utopía es como la vida y cómo las personas, es
única e irrepetible, solo pertenece a quienes les pertenece.
Teniendo en cuenta el agotamiento del modelo liberal del “HOMO ECONOMICUS”,
claramente visible en la paralisi de su sistema educativo, en el colapso de su área de salud en
el caos de su dispositivo de control social, en el vaciamiento de su sentido de justicia, todo ello
hace suponer la visión del abismo. Las bases, están empezando a moverse a través de
diversas pautas que comienzan a hacernos vislumbrar la emergencia de lo que llamamos
“HOMO COMUNITARIOS”. Algunas de las características de esta organización son: la
abolición de la propiedad individual, la horizontalidad de las decisiones, la extensión del grupo
de crianza la solidaridad, la restitución de la ancianidad.
América Latina va a vivir una o dos décadas de grandes amenazas y tiene el terrible desafío
de formular un proyecto propio. Lo lindo de la herencia indígena es la capacidad de
convivencia humana la profundidad de la solidaridad, del sentido de reciprocidad, el
sentimiento de responsabilidad social.

El modelo de la clínica de la VULNERABILIDAD es una construcción teórico-técnica . El


supuesto teórico del que se parte es que no existe peligrosidad en las personas si antes no han
sido vulnerables. La situación de vulnerabilidad se juega predominantemente frente a lo social.
La vulnerabilidad psico-social es el grado de fragilidad psíquica que la persona tiene por haber
sido desatendida en sus necesidades sociales básicas.

APUNTES
Lo forense tiene que ver con la forma de resolver conflictos. es más que lo jurídico. Lo
jurídico queda pegado a lo judicial, con la ley escrita. Nos interesa a nosotros la relación de la
norma (sea escrita o no) con el sujeto. Las leyes son siempre un ejercicio. Por eso, si partimos
de una lectura crític no podemos hablar de el binomio sujeto/ley, porque la ley no es natural,
tiene que ver con intereses, con un poder. Para que “se cumpla la ley” está el CONTROL
SOCIAL. El control social es el conjunto de sistemas, valores, dispositivos, ciencias, orientado a
mantener el statu quo, es decir orientado a lograr que el sistema de poder no se modifique. El
control social noe s algo malo, es necesario para organizarse, el tema es quién lo ejerce, cómo
y para que.
Tenemos dos tipos de control social: PUNITIVO-REPRESIVO Y PARTICIPATIVO
COMUNITARIO. Las leyes son uno de los instrumentos del control social.

DEL FORO A LOS DERECHOS HUMANOS- LOSTALÓ


En un grupo nómade, relativamente numeroso el grupo se ordena el FORMA CIRCULAR.
Frente a frente, cara a cara, lo que hace que las resoluciones surjan, necesariamente, como
algo que nadie asume sólo plenamente. La conducta que fue o iba a ser lesiva es considerada
y JUZGADA POR EL GRUPO. Esta es la forma más primigenia de actitud forense. Todos
aquellos que están participando, mientras se desarrolla el debate, funcionan com juzgadores.
Sobre esa forma primigenia, que se da en los grupos nómades es que deviene el FORO
HORDÁLICO
Conforme avanza la historia se va dando un proceso de privadización del acto de administrar
justicia, donde, sucesivamente, el Estado va restando participación a los habitantes de la
comunidad, delegando esa función a un cuerpo especializado que lo reemplaza. de ese modo
las formas comunitarias del enjuiciamiento (como forma de Control Social horizontal y
participativo) hicieron “mutis por el foro””, es decir, se marcharon sin ser notadas. En realidad,
las desaparecieron.
El FORO implica una acción pública, donde todas las personas van haciendo resonar en sí
las palabras de la gente que acusa y su dolor, y la respuesta que a dando el discurso del
acusado. El episodio fundante de la sanción, es la ESCUCHA. quién va a hacer la función de
juzgamiento escucha, escucha las partes y además “siente en sí” el resonar de ese sentir tan
particular. Cada cosa que va diciendo cada una de las personas que componen el foro va
despertando en los otros miembros sensaciones o episodios emocionales. De esta manera, a
mayor capacidad de participación, mayor capacidad de escucha, mayor es la posibilidad de
decir su propia palabra.
El acto del foro supone un tiempo. Los hechos eran muy largos. Además se trataba de una
CUESTIÓN PÚBLICA
Cuando las poblaciones se sedentarizaron, las políticas de los grupos más dominantes
empiezan a consolidar grupos de poder y tratan de retener la garantía de un orden social que
favorezca esa consolidación del poder. De esa manera se rompe la circularidad y el acto de
juzgar empiezan a ser cada vez más especializado. Ahora se trata de determinar si aquello que
se hizo en la infracción lesionó o no el orden político. e empieza a perder la participación
comunitaria y se privatiza el poder de juzgar. En este marco, se llamará LEGALIDAD al
acatamiento de un dogma organizativo.
En cuanto al MODELO ROMANO, otro modelo e administración de justicia, el juzgamiento
se impone mediante la “ley del padre”. Los unicos que tenian voz y voto en Roma eran los
“pater”, que corresponden a los que tenían derechos como ciudadanos. Lo más importante en
este modelo es el mantenimiento del orden del Estado. El acto público de justicia deja de
practicarse y se va transfiriendo desde lo público a lo privado. lo único que queda como público
es la sanción, que no es más que la muestra de poder del Estado.
Era un “pater-familiae” aquel que tenía propiedades, entre ellas su mujer, sus hijos, sus
esclavos y sus empleados. Todos ellos estaban bajo la potestad del padre.
Luego empieza a surgir otro modelo, a partir de la fusión del imperio Romano con el
cristianismo. El Orden católico, apostólico, romano incidió en lo jurídico. Se empezó así a
exaltar un proceso jurídico cada vez más secreto, y se incorporó como via para a
administración de la justicia la CONFESIÓN. La confesión es el principio de conformación de lo
que se llama “proceso inquisitorial”. El orden teológico desplazaba todo aquello que no era
universal. Todo lo que tenía otra forma de familia, otra forma de comerciar, etc,. era
considerado ilegal en algún grado. Todos eran sometidos a esta suerte de ley universal: la ley
de Dios o ley del Padre.
Este proceso tuvo un gran desarrollo hasta el 1700 cuando empieza surgir movimientos que
tienden a romper las estructuras monárquicas. En ese momento el ejercicio del poder empieza
a quedar en manos de los EXPERTOS, principalmente médicos y abogados que son los que
realizan las dos grandes revoluciones del 1700: la revolución francesa y la revolución
Norteamericana. Ahí comienza a hablarse de una CIENCIA JURÍDICA. Con esta ciencia,
empiezan a deshacerse aún más los modos del modelo primitivo de administración de justicia.
Además el acto jurídico comienza a ser escrito.
La ciencia jurídica marca que “hay que aprender a juzgar” y así nace la figura del experto, es
decir, la persona que va construyendo un saber específico para dar una palabra autorizada. La
ciencia jurídica marca el principio del POSITIVISMO, al tomar como único criterio de valor
jurídico aquellos aportes que provienen de las ciencias naturales. Así, el poder del
conocimiento, viene de la mano de la ciencia como control social.
Recién en estos tiempos comienza a pensarse que la misma ciencia jurídica tampoco es
pura, sino que es un elemento más de control social.

APUNTES: La definición de foro es importante. Foro es un dispositivo que cubre las


necesidades de la especie humana. El foro romano es el definido como prototipo de foro. El
foro se corresponde con lo que se llaman las CULTURAS CIRCULARES, ese agrupamiento
que nos permite una mirada de confrontación

PROSCRIPTUM
Si tomamos como punto de partida el origen del término FORO encontramos que proviene
del latín Forum: plaza de Roma, centro de actividad política, religiosa, comercial y jurídica. En
un primer tiempo lógico entendemos que foro circunscribe un espacio. Pero en la conjunción de
lo espacial con la restricción a lo jurídico comienza a significar el término foro con algo de la
función. FORO COMO FUNCIÓN REPRESENTA EL ACTO DE JUZGAR Y SANCIONAR. Ya
no remite a un espacio físico sino a un qué hacer.
El concepto de foro suele asociarse con el hecho de la actividad jurídico-política en la
antigua roma, como único o principal espacio de resolución de lo público. Sin embargo, roma
constituía una enorme red de magistraturas y organos politico-juridicos de modo que el foro
está lejos de haber sido la única o principal institución donde se trataban los temas públicos.
Por otro lado, hay que considerar el supuesto carácter participativo y democrático que se le
suele atribuir al foro romano. El foro distaban bastante de ser un modelo de amplia
participacion e integracion dado que solo podian participar en el aquellos que reunían las
condiciones necesarias para ser “ciudadano”. Ellas son: hombre libre, nacido en Roma, Jefe de
familia. Todos los demás seres humanos habitantes de Roma no eran ciudadanos y por ende
no constituyen “sujetos de Derecho. No todos los seres humanos eran entonce s personas
(persona como aquel que tenía derechos y obligaciones, o sea que eran sujetos de derecho)
Cuando se plante el foro como modelo participativo del pueblo romano, se cae en una
confusión. Pueblo constituía junto con el senado y los magistrados, el tercer político de Roma,
teniendo a su cargo funciones legislativas, judiciales, electorales. Sin embargo, la participación
del pueblo tenía sus límites: podía reunirse solo cuando era convocado por los magistrados
específicos, bajo la dirección de estos. Las reuniones autoconvocadas no eran reconocidas
oficialmente y eran desestimadas. Solo conformaban el pueblo, por otro lado, aquellos que
eran considerados ciudadanos
Las democracias actuales se han organizado en función de una división de poderes
(ejecutivo, legislativo y judicial). En Roma, en cambio, no se organizaban las tareas de este
modo. Las magistraturas por ejemplo, reunían diferentes tipos de incumbencias legislativas,
judiciales y ejecutivas.
EN el texto del foro a los derechos humanos se hace hincapié en los GRUPOS
PRIMIGENIOS y en su dispositivo de control social horizontal.
Así, foro como dispositivo integra, suprime y supera al foro como lugar y como función . En
este sentido el foro implica un proceso, con un tiempo en el que el acto de juzgar se lleva a
cabo. Podríamos decir que tiene sus comienzos en estas formas primigenias. También implica
un espacio en donde desplegar una función, es decir la creación de un lugar donde poder llevar
a cabo un procedimiento de escucha, de síntesis y finalmente, de considerarse necesario, de
sanción.
Entendemos entonces el Foro como un dispositivo, que surge en función de una urgencia:
evaluar el acto realizado por un miembro del grupo, cuyo efecto puso en riesgo a la comunidad
y aplicar en consecuencia una sanción, con el fin de reparar el daño causado por el efecto de
dicho acto.
Al pensar el foro como dispositivo se resuelve la dificultad y la confusión que podría
introducir la aplicación del término a fenómenos sociales anteriores al surgimiento del término
mismo. Ha operado una nueva torsión en el significado del término foro.
Pensar al foro como dispositivo nos permite poner en cuestión el modo actual de
administración de justicia. Debido a la complejidad de las sociedades actuales es imposible
retomar aquellas primeras formas sociales de los grupos primigenios. Sin embargo, desde el
paradigma humanista se rescata el uso de los dispositivos de participación comunitaria no solo
para el acto de juzgar sino también para el tratamiento de la cosa pública en general

CAPÍTULO II
Es claro que, en la actualidad, la injusticia social depende de factores internacionales y,
especialmente, de la distribución internacional del trabajo, que va dejando un lugar cada vez
relegado a los países periféricos. El poder central también aumenta el déficit de los países
periféricos disminuyendo el precio de los productos que compran y aumentando el de los que
venden y además compromete las exportaciones de esos países para descargarse del exceso
de medio de pago que en un momento provocó la llamada “crisis del petróleo”.Además de
operar como bomba succionadora del capital productivo, la necesidad central centrípeta se
manifiesta en políticas proteccionista que casi impiden las exportaciones de los países
periféricos. Todo esto origina una contradicción cada vez más aguda entre el centro y la
periferia.
A su vez, el poder mundial ha aumentado considerablemente su potencial destructivo
directo, es decir, abiertamente bélico. La tremenda potencia de esta capacidad de destrucción
y el escasísimo tiempo en que se desarrolló su tecnología no han permitido que la humanidad
tome conciencia de lo que sucede, entre otras cosas, porque los que se llamó la “mafia
atómica” están particularmente interesados en que no se produzca esa toma de conciencia.
Muchos argumentan que la imposibilidad de la guerra es la única garantía de la paz, pero
este argumento encierra varias falacias: en primer lugar, no es posible afirmar que no hay
guerra cuando en el planeta tienen lugar más de treinta conflictos armados.
A su vez, otra cara de esto es la irresponsabilidad con que ha sido depredado el planeta. Un
grave problema de esto es el proceso de desertización progresiva
Al producirse la llamada crisis del petróleo, en los 70's se generalizó una publicidad
internacional que trato de mostrar la conveniencia de la extensión del uso de la energía
nuclear. En realidad, la energía nuclear presenta como única ventaja la de no requerir cambios
de equipos costosos . Su única ventaja es la de ser barata para el poder, lo otro es todo
negativo. En principio no es cierto que los reactores nucleares no implique ningún peligro, sino
que, por el contrario, se han registrado numerosos accidente A la vez, cuando se pone en
funcionamiento un reactor nuclear no se lo puede detener, de modo tal que siempre debe
haber personal de mantenimiento. Esto demanda que el derecho a huelga en ese ámbito nos
ea admisible. Además disponer de energía nuclear para uso pacífico, es lo mismo que
disponerla para uso bélico. Por último, esta forma de nergis produce residuos radiactivos.
Lo cierto es que un proceso de depredacion, agotamiento y degradación a nivel planetario se
halla en marcha y que en caso de no detenerse a tiempo se generará una catástrofe mundial
sin precedentes.
Uno De los problemas más graves de los países centrales es el aumento de la población en
los países periféricos y de la propia población marginada en los centrales. En lo interno de los
países centrales puede leerse esta publicidad, que se exporta también a la periferia: los
suburbios de nuestras ciudades están plagados de vagos, miles de los cuales son parados,
víctimas del descontento y de drogadicción. si continúa el ritmo actual de procreación en los
próximos años, unos cuantos millones más serán arrojados a la calle. el control de la natalidad
es una solución.”
En este tipo de publicidad puede verse claramente la manipulación del sentimiento de
seguridad ciudadana de las clases medias norteamericanas para justificar el control de la
natalidad.
La disminución del porcentaje de “población civilizada” en el mundo resulta alarmante para el
centro, que propone “salvar la civilización” en la medida en que sea posible, valiéndose de la
manipulación de la ayuda alimentaria, que únicamente será dirigida a países que acepten
planes del control de la natalidad. Tenemos 3 grupos: los que no requieren ayuda alimentaria,
los que la requieren y pueden controlar su población y los que ya están perdidos, siendo
aconsejables para estos dejar que el hambre dé cuenta del exceso de población. Se postula
así un GENOCIDIO POR OMISIÓN a la vez que un sometimiento colonial mediante la
manifestación de la ayuda alimentaria.
El ámbito de una manipulación genocida en ei sentido de su potencial destructor de la
especie humana es algo que la tecnología ya ha abierto. Nos referimos a lo que se llama
INGENIERÍA GENÉTICA, esto es a la posibilidad de programación genética, que permite
romper cadenas o fibras de ADN y reconstruir una nueva solando trozos de otra, lo cual quiebra
la barrera entre las especies vivas. El poder genocida mundial es tan formidable, que se
encuentra en camino de manipular el modelo biológico del hombre ideal, perfecto para el
sistema. Los mecanismos de la evolución no los conoce aún la ciencia y sin embargo,
experimenta con mutaciones genéticas sin comprender el alcance de los fenómenos que
provoca.
El poder, en vez de modificar las condiciones sociales que generan las enfermedades,
sueña hoy con manipular genéticamente células e “infectar” las células defectuosas con genes
sanos, lo cual provocaría una restauración de las células que la sociedad afectó. En una
segundo paso se pensara en la generación de células más resistentes a la enfermedad (en
sí,células más resistentes a las agresiones sociales). En definitiva lo que se plantea no es
fabricar un hombre más inteligente menos violento sino una creación condiciones de mayor
resistencia orgánica a las agresiones del sistema, un perfeccionamiento del ser humano para
que sea más resistente a la degradación del medio social.
El poder mundial tiene la posibilidad de aniquilar la vida planetaria, inicia el camino de
manipular genéticamente la evolución y persiste en un sistema de produccion y distribucion de
bienes que condena a la enfermedad y a la muerte a millones de personas. No obstante, los
hombres participan de eso y prefieren desechar las pruebas de esa realidad, incluso cuandos e
vuelve contra ellos mismo Esto noe s un producto del azar, sino de la aplicación de la
tecnología de la manipulación que es una pieza clave del sistema. Son ampliamente conocidas
las técnicas de manipulación del sentimiento de seguridad ciudadana y la totalidad de la
manipulación tiende a lo que ingenuamente se llama “universalización de la cultura”, cuandos e
trata verdaderamente de una homogeneización de los mercados para obtener una mayor
colocación de los productos elaborados centrales.
No puede transformar el mundo sin una filosofía es decir sin una “interpretación del ser” sino
una concepción antropológica del ser. Esta concepción antropológica no puede darla la ciencia
sino la filosofía, porque LA CIENCIA NI PIENSA. esto es, no se mueve en la dimensión de la
filosofía sino en la mera dimensión de los objetos.
Es demasiado claro,a su vez que la ciencia no es pura, el saber posee una intencionalidad
definida: el poder, lo cual hace que el proceso cientifico y tecnico del mundo se halle en función
del proceso productivo. Sin embargo, el curso del saber es mostrado por el poder como algo
natural, incuestionable. Es necesario entonces que tomemos conciencia de que toda el área de
la CRIMINOLOGÍA no era más que una manifestación de este formidable poder que nos
abarca, cuya perspectiva y crítica ideológica es indispensable para allanar el camino a la crítica
ideológica en cultura de sus manifestaciones.

UNIDAD 2
LOSTALÓ- EL POR QUÉ DE UNA PSICOLOGÍA FORENSE
En el marco internacional, hay un nuevo marco doctrinario, expresado en el ámbito de las
naciones unidas. Un marco para operar en y desde nuestra realidad latinoamericana. En este
sentido surge, por ejemplo en 1948 la Declaración de los Derechos Humanos. En 1980, se
plantea, por primera vez la cuestión del desarrollo humano y más tarde, en los 90, la cuestión
de la sustentabilidad.
Paulatinamente, el Estado empieza a parecer ya no como el garante y la promesa que se
esgrimió para acabar con el subdesarrollo, el miedo, la inseguridad y la impunidad.
En este contexto, América Latina constituye su lugaren el mundo como la mayor experiencia
inédita de integración y mestizaje de razas que, desde hace tan solo 500 años continúa
elaborando un universo étnico, cultural, simbólico y de sentido, en una geografía de peculiar
riqueza y diversidad, dando lugar a un universo cultural que, aún hoy, no ha terminado de
adquirir su fisonomía definitiva.
En los 90, surge también un panteón complementario al de los Derechos Humanos y el
Desarrollo Sustentable: el de la SEGURIDAD HUMANA. Seguridad Humana alude al
despliegue de la posibilidad concreta de alcanzar el mayor margen de libertad aquí y ahora y
para todos. Se trata de llevar adelante, a través de la participación un proceso dinámico que
reduzca y apunte a liberarnos de los imperios de la necesidad y del miedo. No hay desarrollo
humano sin participación de los habitantes en forma comunitaria.
Seguridad humana entonces pero de los HABITANTES, que incluye a todos, por el hecho de
nacer y habitar en un territorio, no solo a los que son tributarios de la condición jurídica, política
o económico-social de ciudadano. La condición de habitante hace a todas las personas sujeto
de Derecho.
La cuestión del CONTROL SOCIAL no puede ser analizada al margen de una coyuntura
socio-histórica determinada. Por ello, la justificación de por qué lo forense en lugar de lo jurídico
es un requisito para el estudio de la problemática actual del ejercicio de la psicología en
América Latina.
Según Emilio García Méndez “el concepto de control social admite, sin duda, más de una
interpretación. Se lo considera abstractamente como toda actividad que ayuda a regular las
interacciones humanas y que puede tomar la forma de la cooperación o del conflicto o en forma
más concreta como las medidas tendientes al mantenimiento y reproducción del orden
socioeconomico y politico establecido”.
No existe entonces una subjetividad que pueda aislarse de la cultura y de la vida social, ni
tampoco una cultura que pueda aislarse de la subjetividad que la sostiene. Esta mutua
determinación debe ser nuestro punto de arranque, ya que la subjetividad es cultura
singularizada tanto como la cultura es subjetividad objetivizada.
Hablar de una PSICOLOGÍA JURÍDICA nos coloca en la clásica actitud de reducir los
hechos sociales a mecanismos psicológicos, como forma de soslayar la corresponsabilidad
social del Estado en la determinación de la vulnerabilidad psicosocial de los habitantes. En
cambio, la investigación de la subjetividad, consiste en la interrogación las significaciones de
los sentidos, la ética y los valores morales que produce una determinada cultura, la forma de
apropiación del control social sobre los individuos y la orientación que produce sobre sus
acciones prácticas.
En este contexto adquiere singular relevancia, la posibilidad de brindar conocimientos que
hacen a la especificidad de LO FORENSE, desde un marco teórico que reconoce la
significación primordial del control social en la constitución de la subjetividad. El ámbito de lo
forense como tal debe incluir necesariamente la clásica visión de la psicología jurídica, pero no
se circunscribe ni se limita a ese marco, sino que lo contiene como uno más de los saberes que
incluye la disciplina, ya que el rol de la psicología no es el de ser una ciencia auxiliar del
derecho.

FREUD- EL POR QUÉ DE LA GUERRA


los conflictos de intereses entre los hombres se zanjan en principio mediante la violencia. Al
comienzo, en una pequeña horda era la fuerza muscular la que decidida a quién pertenencia
algo. más tarde la fuerza muscular se vio sustituida por el uso de instrumentos vence quien
tiene las mejores armas. El objetivo sigue siendo el mismo: una de las partes será constreñida
a deponer su reclamo o antagonismo. Ello se conseguirá de manera más radical cuando la
violencia elimine duraderamente a su contrincante, os e cuando lo mate. Pero es posible que
este propósito de matar se va contrariado por la consideración de que puede utilizarse al
enemigo en servicios provechosos si se lo deja con vida. Entonces la violencia se contentó con
someterlo en vez de mataró.
Este estado originario de la violencia bruta se fue modificando. Cierto camino llevó de la
violencia al DERECHO. El camino que puso el eje en que la mayor fortaleza de uno podía ser
compensada con la unión de varios débiles. El derecho es así el poder de una comunidad. Ya
no es la violencia de un individuo la que se impone sino la de una comunidad. ahora bien, para
que pueda consumarse este paso de la violencia al derecho la unión de estos muchos debe ser
duradera.
En la realidad la situaciones se complica por el hecho de que la comunidad incluye desde el
comienzo elementos de poder desigual. Entonces el derecho de la comunidad se convierte en
la expresión de las desiguales relaciones de poder que imperan en su seno, las leyes son
hechas por los dominadores y para ellos A partir de ahí hay dos movimientos: por un lado, los
intentos de ciertos individuos dominadores para elevarse por encima de todas las limitaciones
vigentes y, en segundo lugar, los intentos de los oprimidos para procurarse más poder, para
avanzar de un derecho desparejo a una igualdad de derecho.
fREUD HABLA DE QUE TAMBIÉN UNA CLASE DE PULSIONES ES LA QUE MUEVES A
LOS HOMBRES A LA GUERRA: LA PULSIÓN DE AGRESIÓN O'DESTRUCCIÓN. L a pulsión
de destrucción es la pulsión de muerte que deviene en ella cuando se dirige hacia afuera.,
aunque una porción de pulsión de muerte permanece siempre dentro dels er humano. De esto
Freud extrae la conclusión de que no ofrece perspectiva alguna pretender el desarraigo de las
inclinaciones agresivas de los hombres. No se trata entonces de eliminar por completo la
inclinación de los hombres a agredir, sino más bien de desviarla lo suficiente como para que no
deba encontrarse su expresión en la guerra. Si la aquiescencia a la guerra es un desborde de
la pulsión de destrucción lo natural será apelar a su contraria, el Eros.
Por último, Freud se pregunta por qué tantos se sublevan contra la guerra. Y se da la
respuesta de que es porqu todos los hombres tienen derecho a su propia vida, porque la guerra
aniquila vidas humanas, pone al individuo en situaciones indignas, lo compele a matar a otros,
destruye valores materiales productos del trabajo humano. La guerra a su vez contradice las
actitudes psíquicas que nos impone el proceso cultural. Todo lo que promueva la cultura trabaja
también contra la guerra.

CASTILLA DEL PINO- LA PERSONA, LIMITANTE Y DETERMINANTE DE LA LIBERTAD


El concepto estratificado de la persona conviene a dos órdenes de razones: que la persona es
al mismo tiempo unidad y heterogeneidad y que la persona es un organismo en el que se lleva
a cabo la evolución. En efecto, cualquier forma de conducta que se imagine, por más
elemental que sea, es sumamente compleja. En el trasfondo de toda conducta se esconde
siempre una serie de pulsiones antagónicas. No hay conducta que sea unívoca. La decisión no
parte íntegramente del sujeto, sino que es originariamente función de la situación y esta no es
otra cosa que la parcela de la realidad con que la persona se topa.
La persona está siempre en una situación. Esto quiere decir que aun en los primeros días de la
existencia el hombre está en la realidad. Pero lo está de modo peculiar porque si bien está en
la realidad, no está en toda la realidad, sino sólo en aquella parcela de la misma que le importa
y que le resulta posible captar. La realidad que le importa al hombre en un momento dado, la
perciba o no, actúa no obstante sobre él.
Esta realidad ofrecida es siempre una realidad compuesta de personas que nos rodean, por
eso las actitudes de la persona tienen un carácter social. La actitud es la pregunta de la
persona ante una situación determinada. La conducta es la síntesis en acto de la dinámica de
la persona suscitada por el enfrentamiento con la realidad. Puede haber conflicto íntimo entre
las actitudes posibles frente a una realidad, pero su conducta es siempre,, unívoca.
El hombre entonces está dentro de la realidad, en una situación y con una actitud. Se trata de
un modo de estar ante una situación. Y en último término no hay más que dos modos o formas
de decisión: libre y coartada.
Dos ordenes de sistemas actúan sobre la decisión: aquel sistema procedentes de la actitud,
aquel sistema procedente de la situación.
La persona puede (O no puede) ser libre y puede (o no puede) estar libre. Hay que estar
liberado de (algo, que es la realidad) para poder ser libre para (algo en la realidad). La realidad
puede ofrecer una situación tal al sujeto que sea posible por parte de de este un conducta
modificadora de aquella. En este caso la persona está en situación y la situación está a merced
de la persona. Esa circunstancia hace posible que la decisión sea libre.

UNIDAD 3
LOSTALÓ- EL MESTIZAJE MARGINAL ORIGINARIO
Somos un continente mestizo. Este mestizaje tiene cuatro variantes: en primer lugar
contamos con una población indígena autóctona que sobrevive Además tenemos un
remanente de población negra, con muy poca incidencia actual en nuestro país pero mayor en
el resto del continente. Esta gente fue traída contra su voluntad, como esclavos. También
tuvimos DOBLE COLONIZACIÓN, nuestros conquistadores eran los marginados. La cuarta
parte proviene de Europa, los inmigrantes europeos eran personas marginadas del proceso de
industrialización europeo, por falta de capacitación laboral (origen rural) o por razones políticas
(socialistas, anarquistas).
Se intenta ocultar r este origen mestizo tratando de marcar la universalidad civilizadora por
encima de la multiversalidad real de las culturas de nuestro continente.
Estas culturas originarias y los inmigrantes, y los primeros colonizadores tenían una
característica en común: se organizaban en GRUPOS FAMILIARES EXTENDIDOS. Junto con
la adquisición de un modelo económico específico de desarrollo económico aparece la familia
nuclear, correlato necesario para las sociedades industriales. Pero debemos recordar que no
muy lejos, en cualquiera de nuestras villas de emergencia, los modelos de grupos de crianza
son distintos a la integración propuesta por el modelo universalizante. Junto con la familia
nuclear, o mejor, como parte integrante de esta concepción llega a nuestro país un modo de
tratar a los menores no productores: lo que llamamos INSTITUCIÓN TOTAL.
Lo real es que si nuestros países no son capaces de encarar un tipo de desarrollo sin
marginación, si no se modifican profundamente las formas de producción, y con ello hábitos de
consumo y de vínculo, no hay solución.
Quizás la primera pregunta es ¿Qué queremos para los menores? ¡ue destino aspiramos
para ellos?. Prevención es un término engañoso porque implica anticiparnos a algo. ¿a que
queremos anticiparnos? ¿para qué? ¿cómo?
No podemos olvidar que vivimos en un continente que sufre una desinversión creciente, lo
cual trae aparejado que las fuentes productivas del modelo tradicional no proliferan demasiado
y que produzcan un índice de marginación muy alto, situación que afecta principalmente a los
jóvenes. Si muchos individuos quedan fuera del régimen de producción , la situación se vuelve
explosiva. La magnitud del problema pone en cuestión el rol del estado como institución
organizadora de la sociedad.
Todos sabemos que la institución ha perdido su función y su credibilidad porque ya no se
ocupa de cuidar al menor, sino que trata de “domesticarlo” a fin de que sirva al trabajo
programado socialmente. Si no es apto permanece sin egresoo, cuando cumle los 18 años
debe ir afuera. Todos conocemos su destino: la cárcel o una ejecución sin proceso. No se
considera el aspecto humano, solo discutimos más o menos recursos.
Es necesario construir un modelo de atención ropio para tratar a nuestros menos. La
realidad nos muestra, por el contrario, que ahora estamos construyendo modelos alternativos
basados en principios poco claros y dependiendo por lo general de subsidios internacionales.
No se trata de desaprovechar esos recursos, sino más bien de usarlos como elementos de
transición hacia una propuesta propia en atención de menores. Acá la solución no es
solamente política sino que deben contemplarse otras variables como por ejemplo cuáles son
los canales para la participación comunitaria, se tiene acceso a los presupuestos? porque se
tiene participación cuandos e conoce que se hace con el último peso, de lo contrario existe un
ocultamiento disfrazado de formalidad pseudo participativa.
Nos preguntamos acerca de los menos ¿Peligrosos para qué y para quienes? Es cierto que
a veces nos perturba su accionar, nos lesiona y hasta nos mata. Pero las condiciones de
vulnerabilidad para qe un chico llegue a ser peligroso fueron creadas por el grupo social y por
los propios grupos de crianza.
La institución total no es fenómeno existente desde el principio de los tiempos. Es un
subproducto del modelo de desarrollo de la revolución industrialLa intuition de este modelo
tiene una concepción de hombre como “hombre normal” 8el que produce) o del menor como
“menor que debe alcanzar el estatus de hombre productor”SE UTILIZA la institución cerrada
para devolver al hombre su condición del hombre productoR. En las culturas de sociedades
agrícolas las personas con discapacidad y alienados no son segregados.
Todo este fenómeno está enmarcado por el POSITIVISMO. El orden social n se cuestiona
en la organización positivista, porque es el más alto grado de desarrollo de la civilización. En
consecuencia todo aquello que se produzca de algún modo en cada sujeto como reacción, es
consecuencia de su propio interior. El menor, el discapacitado, el loco, etc, vienen
predeterminados desde adentro. Por lo tanto las instituciones totales funcionan como un lugar
en que el “enfermo” e permanece y esta permanencia continua hasta que se produzca algún
fenómeno externo a l sa situación. En el caso de los menores, este fenómenos en la mayoría
de edad.
La marginalidad en A. Latina es creciente. Con un agravante: no es abordable desde la
institución total. Es prácticamente imposible sustentar estas instituciones porque se requeriría
un alto grado de desarrollo en medio de procesos de desinversión creciente.
Fuimos educados con la idea de que el hombre es una entidad biopsicosocial pero en
realidad el hombre es una unidad SOCIO BIOPSÍQUICA, porque a conformación del aparato
psíquico es consecuencia de un desarrollo disposicional “bio” en un contexto social
determinado. Ese contexto social permite observar que en nuestra marginalidad, el “armado”
del aparato psíquico apto para no ser víctima del control social presenta serias dificultades
Nuestro concepto de peligrosidad es exactamente opuesto al tradicional: quienes han tenido
mayores beneficios sociales en su crianza (en el cumplimiento de sus derechos) e incurren
después a en acciones contra la organización institucional o social, son evidentemente más
peligrosos que aquellos a quienes, con carencias en esta etapa cometen transgresiones.

DOMÍNGUEZ LOSTALÓ- GRUPO DE CRIANZA VS FAMILIA (FALTA)

MONSERRAT-REFLEXIONES SOBRE LA ACTUALIDAD DE LA FAMILIA


En los tiempos que corren la familia adquiere otra dimensión. Empiezan a aparecer nuevos
modelos: familias para adoptar, familias para acoger, familias que se reestructuran con un
nuevo matrimonio, familias conformadas con parejas homoparentales, etc. No podemos dejar
de lado la incidencia que tienen los cambios socioeconómicos en la aparición de estos nuevos
tipos de familia. Se ha pasado de una familia nuclear funcional a una familia postpatriarcal
ligada a valores posmodernos.
Estos comportamientos nos permiten visualizar nuevas modalidades de entrecruzamientos
en las relaciones que provocan metamorfosis en los vínculos, roles y funciones de los sujetos
que componen los grupos familiares.
Riviere define a la familia como una estructura social básica configurada por el interjuego de
roles diferenciados y luego afirma que podemos pensar que la familia es el modelo natural de la
situación de interacción grupal. Partiendo de esto, la familia debe ser vista como grupo. Los
grupos surgen como una red de vínculos, en el caso de la familia el sistema de interrelaciones
sigue un modelo básico triangular: niño, madre y padre o sus sustitutos. La constitución
psíquica surge así como producto de una trama vincular, su estructura puede ser pensada
como grupal. La familia cumple la función de sostén, de planeta extrauterina y de socialización.
Es transmisora de pautas sociales.

KAUSEL- FAMILIA Y CONTROL SOCIAL


En el siglo XX, se instituyó la familia patriarcal tal cual como la conocemos hoy. El Pater
Familia,es una imagen que resaltan muchos historiadores. La figura autoritaria del padre fue
promovida por los estados y las iglesias como una forma de CONTROL SOCIAL frente al caos
que generaba la economía del dejar hacer y la voracidad de la mundialización del capitalismo.
El problema capital después de la revolución francesa era definir las relaciones entre Estado y
sociedad civil. La familia se instituye así como célula de base, como garantía de la moralidad
natural. La familia es el principio del Estado. Es decir, frente a la inestabilidad y la jungla, que
significaba una economía del dejar hacer, se le asignó a la familia la función de ordenar,
controlar lo cotidiano y mantener un determinado orden social. A partir del siglo XIX entonces la
familia se convierte en el átomo de la sociedad civil, porque es la administradora de los interés
privados, cuya buena marcha es esencial para los estados. Es la que asegura el
funcionamiento económico y la transmisión de los patrimonios. Transmite los valores simbólicos
y la cultura.
El siglo XX ha sido el siglo de dos grandes guerras y de las intervenciones militares en
América Latina.
La primera guerra constituyó para los hombres una masacre masiva y un gran traumatismo.
La mujer Europea de la primera guerra mundial estaba encerrada en la alternativa de madre o
prostituta. La mujer infiel, que rompe su núcleo familiar es castigada y vigilada.
Las guerras establecen una línea divisoria entre lo masculino y lo femenino y vuelven a dar
vida a los mitos viriles, donde los hombres están hechos para combatir y las mujeres para
procrear y criar a los hijos. Esta mistificación de los sexos , se utiliza como una estrategia para
la paz de un mundo que se percibe como desorganizado.
En América Latina, la iglesia católica y el ejército constituían instituciones sólidas con una
gran influencia social. La iglesia produjo la ideología para fortalecer la familia patriarcal. Los
hombres de la guerra y las mujeres del hogar, abnegadas, sacrificadas y virgenes.
Masculinidad y feminidad definieron la configuración de prácticas de género, que legitiman el
patriarcado.
Las dictaduras sangrientas de la segunda mitad del siglo XX impusieron otros elementos.
Haya efectos del miedo sobre las familias. Esto produjo que los vínculos afectivos empezaron a
tornarse falsos porque todos tratan de ocultar el miedo, produjo aumento de la agresión
intrafamiliar. Es decir, el miedo y la descomposición social tienen sus repercusiones en la
familia, fragmentando los vínculos y condenando a ser una estructura centrada en sí misma,
donde hay una especie de “pacto” para no pensar.
Pavlovsky denuncia la micropolítica del fascismo en la familia. Lo familiar aparece alienando
al individuo y preparándolo para integrar la institucionalidad del horror como normal.

UNIDAD 5

MAYORCA- EL PUNTO DE VISTA LATINOAMERICANO


Los críticos de la criminología latinoamericana puede agruparse por categorías Unos
consideran que nuestra actividad ha sido demasiado teórica y que hay pocas investigaciones
empíricas. En el supuesto de que esto fuese cierto, el autor se pregunta los obras de los
grandes maestros de la criminología ¿Son teoricas y empiricas? La mayor parte de ellas son
teóricas, pero absolutamente necesarias. Por otro lado ¿quién ha criticado mayormente estos
trabajos’ ¿Cómo pueden juzgarnos europeos y norteamericanos?
Se cree que latinoamérica no ha alcanzado un desarrollo criminológico por ser un continente
subdesarrollado. Esto parece ser bastante cierto, pero no lo es la proposición inversa. Los
países desarrollados no por ello han logrado una criminología propia e independiente. No hay
criminología latinoamericana como tampoco la hay estadounidense, francesa o inglesa. Hay
pensamientos individuales en cada uno de esos lugares creativos y creadores y también una
criminología sumisa,, conformista y no original en toas partes.
Por último, otra forma de ataque a la criminología latinoamericana ha sido silenciar los logros
latinoamericanos. Pero los criminólogos latinoamericanos probaron varias cosas. En primer
lugar, han demostrado tener una alta capacidad para asimilar críticas, también han demostrado
una avidez criminological leer buena parte de lo que se ha publicado en inglés, francés,
italiano, portugués y español. Por último, en este continente no solos e realizaron
investigaciones tanto teóricas como empíricas sino que en muchos países se ha centralizado y
publicado estadísticas criminales.
El fenómeno de la criminalidad para Latinoamérica empieza a ser definido en nuevo
contexto. Prácticamente todos los autores comprenden que el mismo desborda lo jurídico, lo
psicológico y que se vincula con los movimientos del poder. Se trata de mirar y desentrañar el
abuso de poder social, económico y científico, lo cual puede redundar o no en abuso de poder
político. El problema es revisar los ámbitos de poder, los mecanismos que ellos generan, las
manifestaciones que tienen, los ropajes jurídicos con que distraen la atención de los abogados.
Si siempre habrá delitos definidos por los legisladores, el punto de partida es obtener que tales
definiciones se den acordes con nuestras estructuras económicas y sociales. El delito es un
hecho universal pero los delitos son absolutamente específicos.
Durante siglos se ha dicho que la noción básica del derecho penal es la igualdad ante la ley.
Este principio no ha funcionado en la práctica porque los hombres no son iguales en el proceso
de criminalización y nunca lo serán. La declaración de los DDHH no era más que un bello gesto
romántico. La ley ena no representa nuestra desigualdades económicas, políticas y culturales
sino que representa a distintos estratos o clases sociales de una población.
La mayor parte de los códigos penales del mundo fueron elaborados por comisiones de
juristas que nada tienen que ver con la representación popular. Las leyes así elaboradas están
viciadas en su origen De esta manera, las clases sociales y los intereses de las mismas no
tienen un acceso igualitario a la elaboración de la ley penal.
Si las clases sociales acceden en igualdad de condiciones tanto a la elaboración de la ley
como a su aplicación, tendremos un nuevo concepto de justicia que puede denominarse
JUSTICIA SOCIAL PENAL
El DERECHO SOCIAL se basa en un nuevo concepto de justicia: aquella que pretende
lograr la igualdad de los seres humanos mediante la desigualdad que la misma ley consagra.
No son iguales por ejemplo ante la ley el trabajador y el patrón. Es que si la ley laboral
consagra la igualdad de patrones y empleados,sería injusto porque en ese momento le estaría
dando la espalda a una desigualdad: la que ya existe en la sociedad basada en tener o no los
medios de producción Lo mismo con el menor y el adulto.
Partimos del hecho de que,, quién ha comido, estudiado, dormido en cómoda cama y en
mejor ambiente habitacional, es injusto que sea juzgado penalmente de la misma manera que
quién ninguno de estos dones ha recibido. La distribución de la carga social, previa a la
comisión del delito, debe ser tomada en cuenta en una gama de situaciones que pueden ir
desde el eximente hasta el atenuante.
Y si se va a seguir llamando “peligrosos” a quienes delincan es misión del criminólogo hacer
reflexionar sobre quienes son los que producen mayor daño social. YY uno de los argumentos
más fuertes que pueden encontrarse para determinar la verdadera peligrosidad es la cuota de
beneficio o de carga que la sociedad ha dado.
La pena entonces será dsigual: más severa para quien ha recibido y menor para quien solo
ha asumido deberes, ocupando lugares en la sociedad de aspecto dañino limitado.
La responsabilidad seguirá siendo individual, al punto de que el individuo será siempre una
entidad personal pero él sufrirá sanciones de acuerdo a los beneficios culturales recibidos.

ZAFFARONI-CRIMINOLOGÍA APROXIMACIÓN DESDE UN MARGEN

CAPÍTULO I
En latinoamérica la criminología es un campo plagado de dudas. En síntesis, la
multiplicación latinoamericana de las preguntas centrales, sumada a la notoria inferioridad de
desarrollo teórico y recursos informativos disponibles y al obstáculo perceptivo provocado por la
vinculación de las cuestiones con dramáticos episodios cotidianos hace que la criminología en
América Latina ejerza la desafiante fascinación de su intensa vitalidad, pero esa misma
vitalidad impide el transito, permitiendo únicamente la “aproximación”.
En latinoamérica no necesitamos citar a ningún autor para observar la imposibilidad de
cualquier aproximación a la criminología q que no centre su atención en el PODER y que,
dentro de la estructura general del PODER MUNDIAL nuestro rincón se halla en una parte
marginal del mismo. Tampoco es menester ninguna metodología refinada para demostrar que
nuestros fenómenos, abarcados bajo lo que se llama tradicionalmente criminología son
cualitativa y cuantitativamente diferentes de los que roduran explicar los marcos teóricos de los
países centrales.
Las dificultades más notorias con la que se encuentra toda aproximación hacia una
criminología latinoamericana son:
- la notoria diversidad fenoménica del centro y de nuestro margen latinoamericano,
evidencia que todas las perspectivas centrales son, siempre parciales. Para intentar una
aproximación desde “el margen latinoamericano” es necesario en primer lugar asumir
una postura marginal, lo cual él resulta muy difícil al investigador, no solo por su
naturaleza de clase sino también porque toda la preparación y entrenamiento lo
condiciona a discurrir en formar “universal”
- Els egundo orden de dificultades proviene de la naturaleza misma de la tarea a
emprender, que siempre será limitada en varios sentidos, pero fundamentalmente en su
objetivo mismo Nuestra aproximaciones será desde tan solo uno de los márgenes
marginales, por lo tanto será también parcial.
- El tercer orden de dificultades proviene de nuestra inevitable limitación instrumental.
- Por último, es inevitable que al centrar el hilo conductor de la criminología en las
relaciones de poder, vincular ésta con los sistemas ideológicos generales (filosofía),
encuadrar dentro de estas las diversas corrientes criminológicas y poner de manifiesto la
funcionalidad de estas en las relaciones del poder mundial y las de nuestro margen, nos
impiden pretender una objetividad inexistente
La criminología, entonces, no es un saber privado de valoraciones, sino que está pletórico
de valoración política y siempre lo ha estado. la existencia de la criminología puede afirmarse o
negarse tanto desde posiciones que cuestionan el poder, como desde otras que no lo
cuestionan o lo legitiman. entonces, la afirmación o negación de la criminología por sí mismo no
sirven para cuestionar ni para legitimar el poder.
RESPUESTAS QUE NO CUESTIONAN EL PODER: todas ellas dejan fuera del ámbito de la
criminología el estudio del sistema penal y mucho más la crítica ideológica al sistema penal. En
general, entienden que este es un ámbito reservado a la sociología del derecho y que la
criminología debe ocuparse de los datos fácticos acerca de las conductas criminales. la
característica principal de estas teorías es la de centrar la atención en las CONDUCTAS
CRIMINALES (abarcadas con relativa independencia del concepto jurídico del delito) y
procurar las explicaciones.
Los argumentos afirmativos (que dicen que sí existe la criminología como ciencia) pueden
clasificarse dentro de 4 CORRIENTES FUNDAMENTALES. Para la primera, la criminología
sería la ciencia que se ocupa de las conductas criminales consideradas como producto
patológico. la criminología era la ciencia que estudia la conducta de hombres “diferentes”Otra
corriente centra su atención y lo social y, partiendo de una idea de “integración” distingue las
conductas que se separan socialmente de las partes culturales y por ende la criminología sería
la ciencia se ocupa de las conductas “desviadas” La tercera corriente postula que la
criminología sería la ciencia natural del delito, que se ocupa de los datos fácticos de las
conductas que la ley define como delito. En este sentido, se ha hablado de criminología como
ciencia causal explicativa del delito. En definitiva, la criminología sería una ciencia porque su
objeto lo delimita otra ciencia. La cuarta corriente sería la expresión de la tradición
neopositivista
Ninguno de estos cuatro modelos de respuestas que afirman la existencia de la criminología
como ciencia, pone en cuestión el poder, por diferentes cuestiones En tanto que para la
afirmación científica sobre la base patológica el delito es un elemento de patología individual,
es necesario que el estado lo controle. Para la teoría de la desviación, es claro que hay un
“modelo” social que no se cuestiona. El tercer modelo hace de la criminología una ciencia
auxiliar del derecho penal.
RESPUESTAS QUE CUESTIONAN EL PODER:En cierto momento, la criminología extiende
su ámbito al “sistema penal” y con ello pone de manifiesto el funcionamiento selectivo del
sistema penal, el clasismo, el racismo, su irracionalidad en cuanto a los fines que le asigna el
discurso jurídico y en definitiva, la íntima relación con el poder. De la criminología sentada en la
conducta criminal se pasó a la llamada “criminología de la reacción social”. Dentro de esta
perspectiva encontramos la criminología “liberal”, la criminología “crítica” y la criminología
“radical”.
Toda esta criminología parte de la diea de que la criminología convencional sigue un
discurso que, al no cuestionar el sistema penal, lo legitima, esto es, lo consagra
“científicamente”
una disolución radical de la criminología o una “anti criminología”desemboca en una
esterilidad práctica, ya que n nos ofrece ninguna alternativa a la realidad presente. por
supuesto que puede darse una respuesta: la única alternativa es una nueva sociedad, en la
cual las relaciones de poder sean completamente distintas. En tanto la nueva sociedad no
advenga, no tendremos otra alternativa que la lucha política general

mientras que un aspecto de nuestra realidad periférica requiere un cambio, los


conocimientos necesarios para efectuar ese cambio se vuelven un saber necesario para
nosotros, sin que tengamos que afirmar si este saber es ciencia o no desde el punto de vista de
las perspectivas centrales. En síntesis, desde nuestro margen, lo importante es establecer si
existen órdenes de saberes necesarios para transformar nuestra realidad y cuales son estos,
sin entrar en disputas ideológicas vinculadas al concepto de ciencia, que vienen del poder
mundial
Un sabr es necesario porque sin él no podríamos transformar la sociedad. Cabe
preguntarse: ¿Por qué y para que es necesario transformar nuestra realidad? La respuesta
será forzosamente valorativa No hay nada “natural” que sirva para decirlos cuando un saber es
necesario, sino que media una valoración.
La necesidad de un saber se establece en cuanto ese saber resulta útil para que el hombre
de nuestro margen pueda desarrollar sus potencialidades humanas. el criterio para hablar de
desarrollo humano en ese sentido son los DERECHOS HUMANOS. E un margen donde no
todos los hombres son considerados como personas y ni siquiera la mayoría lo son, o donde no
se respeta el elemental derecho a la vida de un número ingente de personas, no hay espacio
social para una equivocidad muy grande, ante lo primario de la necesidad.
En nuestras sociedades hay una manifestación del CONTROL SOCIAL que, si bien forma
parte del control social general, se caracteriza por utilizar como medio la PUNICIÓN
INSTITUCIONALIZADA.El control social punitivo está institucionalizado como punitivo sistema
penal) o como no punitivo (asistencial, terapéutico, tutelar, laboral). En cualquier caso, su
carácter punitivo no depende de la ley, sino de la imposición material de una cuota de dolor o
privación que no responde a fines totalmente distintos del control de la conducta. El control
social punitiva institucionalizado como punitivo se ejerce sobre la base de un conjunto de
agencias estatales que suele llamarse “sistema penal”. Podemos afirmar que hay un sistem
penal en estado estrictos y también un “sistema penal paralelo” compuesto por agencia de
menor jerarquía y destinado a operar con una punición menor.
El aspecto institucional del control social punitivo se encuentra regulado por un conjunto de
normas legales de diferente jerarquía (constitucionales, internacionales, penales, procesales,
etc). Existe un saber que ordena el discurso respecto de estas normas. Son las diferentes
ramas del saber jurídico punitivo que abarcan el derecho penal, procesal penal y de ejecución
penal. En forma parcial este saber jurídico punitivo se integra con saberes jurídicos del derecho
constitucional, internacional, civil, laboral, administrativo, psiquiátricos, de menores y revisional.
el Sistema penal opera con procedimientos empíricos o con métodos tecnificados. Hay
métodos tecnificados institucionalmente admitidos como la medicina legal, la psiquiatría
forense, la ciencia criminológica y métodos tecnificados o disciplinas auxiliares
institucionalmente no admitidos como las diversas técnicas de tortura, las técnicas de muerte,
supresión de cadáveres, etc.
Un cuadro descriptivo del control social punitivo en nuestro margen, que es lo que estamos
haciendo, quedaría incompleto sin hablar de la CRIMINOLOGÍA TEÓRICA, que es el discurso
que pretende explicar etimológicamente la criminalización (o mejor, las conductas que la
motivan) y con ello supone que puede dar los elementos teóricos necesarios para la prevención
en los casos particulares (clinica criminologica) como también proveer los elementos para una
planificación general preventiva (política criminal).
El sistema penal punitivo , el control social punitivo tiene además como característica que las
normas institucionalizadas se cumplen en medida mínima porque por un lado, el sistema atrapa
a un bajísimo porcentaje de personas que, conforme a esas normas, deben criminalizar y por
otro, se aparta de ellas en la imposición de una serie de puntos de carácter parainstitucional.
Por otro lado, este sistema cuesta un gran número de vidas humanas. Las personas que son
criminalizadas son todas, o casi todas, pertenecientes a estratos sociales inferiores
económicamente o disidentes políticos en determinados regímenes. A la vez, este sistema
penal proclama como objetivo la prevención de conductas ilícitas y la resocialización de
quienes las practican cuando, en realidad, produce todo lo contrario.
Todo Esto no se demuestra que en nuestro margen es necesario un saber que nos permita
explicar que son nuestros sistemas penales, cómo operan, qué efectos producen, porque y
como se nos ocultan estos efectos, que vinculó mantienen con el resto del control social y del
poder, que alternativas existen a esta realidad y como se pueden instrumentar.
Esto es para nosotros aquí (en nuestro margen) y ahora (en este momento histórico) la
criminología. No se trata de una ciencia que cierra un horizonte de proyección en la forma de
aislamiento de entes, sino que se trata de un saber cuya delimitación epistémica se produce
por efecto de la ligazón a una columna vertebral. que es el sistema penal y su operatividad.
La criminología es entonces el saber que nos permite explicar cómo operan los controles
sociales punitivos de nuestro margen periférico, qe conductas y actitudes promueven, que
efectos provocan y como se los encumbre en cuanto ello sea necesario para proyectar
alternativas a las soluciones punitivas o soluciones punitivas alternativas menos violentas.
Este concepto de criminología puede tener diversas críticas de las que el auto se ocupa.
QUE DESPRECIA EL CONTENIDO DE LA CRIMINOLOGÍA PARA HACER DE ELLA UNA
CIENCIA APLICADA: se ha considerado que existe una criminología “científica” y otra
“aplicada” y también que la criminología y la política criminal son dos conceptos netamente
separados. Lo cierto es que aunque se haya considerado a la política criminal en forma
independiente, no cabe duda de que siempre ha estado subordinada a la idea de delito
proporcionada por el derecho penal. La política criminal en este sentido era la política estatal
de lucha contra el crimen. En definitiva, la distinción entre criminologia y politica criminal es
tributaria de la distinción entre una criminología teórica y una aplicada, que sería la política
criminal. Esta concepción proviene de entender a una ciencia “pura”, totalmente separada de la
política.
QUE TOMA PARTIDO POR UNA CRIMINOLOGÍA CRÍTICA: Es incuestionable que
cualquier criminología que pretenda recoger la realidad represiva latinoamericana debe ser
crítica. El poder mundial, con su distribución internacional del trabajo, nos cola en la posición de
“sociedades proletarias”. Nuestra crítica no puede ser, por consiguiente, la crítica criminológica
central. Nuestras sociedades, como no protagonzian un proceso de acumulacion originaria de
capital, sino un proceso de capitalismo periférico o derivado, tienen estructuras de poder que
no controlan autónomamente los momentos de estancamiento, crecimiento o interrupción, de
modo que son procesos imprevisibles, lo que da lugar a soluciones improvisadas y por lo
general brutales.
La tarea más importante de cualquier aproximación criminológica latinoamericana deber se
la CRITICA IDEOLÓGICA. para ello es preferible que demos al concepto de ideología un valor
neutro, no peyorativo: es un simple sistema de ideas. Nuestra crítica no puede seguir el cauce
de una crítica regida por un “fatalismo progresivo” como el pretendido por el marxismo
dogmático porque nuestras sociedades en modo alguno siguieron el curso “esclavismo-
feudalismo-capitalismo” que únicamente es válido para la sociedad central. En nuestro margen
no tiene mucho sentido movernos con modelos de sociedad. Cualquiera que sea el modelo que
podamos preferir, no tenemos el poder para imponerlo.
DESPRECIA TODO EL ESFUERZO DE LA CRIMINOLOGÍA CLÍNICA: La criminología
crítica central hizo un análisis demoledor de la llamada “criminología clínica”, es decir de la
criminología que se ocupa del diagnóstico y el pronóstico de la conducta del criminalizado. Sin
embargo, dentro de una crítica que pretenda traducirse en consecuencias prácticas, lo cierto es
que, con demasiada frecuencia tenemos la clara impresión de que el sistema penal arroja su
red sobre los sectores más marginales de la población y atrapa a aquellos que no solo son más
vulnerables socialmente, sino a los que son también más vulnerables psíquicamente. Esta
comprobación muestra que esas características más que ser “causas” del delito son causas de
la criminalización que el propio sistema penale e encarga de acentuar e incluso de crear. La
“red” del sistema penal cae generalmente sobre quienes presentan ya signos que a menudo
son de deterioro biopsicológico y para ello opera con ESTEREOTIPOS. de manera que invierte
el planteo “clínico: la conducta criminal suele ser el resultado de una criminalización
condicionante previa como reacción social ante la característica psicológica deficitaria.
Es necesario un saber que permita ayudar a estas personas a superar o revertir el deterioro
causado por el sistema penal y el condicionado previamente que lo ha hecho “candidato
bueno” para ese sistema, es decir un saber que permita ayudar a las personas criminalizadas a
reducir sus niveles de VULNERABILIDAD al sistema penal Para ello hablamos de una CLÍNICA
DE LA VULNERABILIDAD. Es una inversión del planteo etiológico biopsicosocial de la
conducta criminal por un planteo etiológico socio bio psíquico de la vulnerabilidad individual al
sistema penal.

El sistema penals eleccion personas y las condiciona conformando grupos humanos de


acuerdo con un proceso de “matricería estereotipada”. Es imposible modificar las condiciones
de los sistemas penales sin destruir radicalmente estos mecanismo de matriceria Esta labor
requiere la interrupción del proceso reproductor humano y la reversión de los efectos
deteriorantes que estos procesos han causado en muchas personas. Dichos procesos
deteriorantes de la integridad psíquica de las personas que integran los segmentos
institucionalizados de los sistemas penales latinoamericanos, los llamamos POLITIZACIÓN Y
BUROCRATIZACIÓN.
La clínica criminológica deber ser también entonces clinica de la politización y de la
burocratización, dirigida a la reversión de los efectos deteriorantes que los mecanismos
reproductores del sistema penal crean sobre sus propios segmentos institucionalizados. La
obvia dificultad de esta extensión es que la clínica practicable por excelencia es la clínica de la
vulnerabilidad porque los criminalizados pueden percibir sus carencias pero los politizados y
menos aún los burocratizados no toman conciencia de las mismas, porque toda la estructura
ideológica se las suele mostrar como méritos profesionales.

ZAFFARONI- MANUAL DEL DERECHO PENAL

CAP I: PODER PUNITIVO Y DERECHO PENAL


El derecho penal es un saber normativo: sirve para estructurar un sistema penal operado por
varias agencias o corporaciones que declaran tener por objeto la represión y prevención de los
delitos y en algunas ocasiones (no muchas) consiguen alguno de esos objetivos. Lo que nadie
puede dejar de observar es que las agencias y corporaciones del sistema penal han cometido
los peores crímenes de la humanidad y en mucho mayor número a los cometidos por los
individuos que delinquen.
Es verdad que quién se asoma al derecho penal entra al mundo de la crueldad y los
crímenes más horrendos pero estos no son tanto los de los individuos que reflejan las agencias
de comunicación masiva, sino los de los propios sistemas penales. El poder punitivo pasa a ser
así el peor de los criminales. Cabe preguntarse cómo es posible que alguien se dedique
científicamente a cultivar una rama del derecho cuyo objeto es mostrarlo como legítimo y
racionalizarlo. El derecho penal así concebido sería un engendro monstruosos.
Sin embargo no es así, por lo menos cuando el derecho penal asume su verdadera función.
Su función no es legitimar el poder punitivo, sino acotarlo, contenerlo y reducirlo. Cualquiera
puede imaginarse que si no existieran jueces, tribunales, defensor y una doctrina orientadora
las restantes agencias del sistema penal no sólo cometieron los crímenes que hoy comenten,
sino que volverían a cometer todos los que practicaron desde que en el siglo XII el poder
punitivo se instaló de forma definitiva. La función entonces del derecho penal es contener y
reducir el poder punitivo, condición indispensable para que el ESTADO DE DERECHO subsista
y no se reemplaza por un estado totalitario.
El poder punitivo no agota ni mucho menos el poder COERCITIVO JURÍDICO del Estado.
Existen dos usos estatales de fuerza (coerciones jurídicas) que nunca han sido puestas en
duda en cuanto a la legitimidad de su función: la coerción reparadora o restitutiva y la coerción
directa. La primera corresponde al derecho privado y la segunda al derecho administrativo.
Nadie puede dudar de que si alguien comente una lesión a un derecho ajeno, es correcto el
modelo de coerción estatal que le impone el deber de restituir o reparar. Tampoco puede
dudarse que si alguien hace inminente un proceso lesivo, lo correcto es que el estado ejerza un
poder que interrumpa el proceso o que lo impida.
No goza de tal legitimidad el modelo punitivo, sencillamente porque no resuelve ningún
conflicto. En el modelo punitivo no hay dos partes como en el modelo reparador (demandante y
demandado), en el proceso penal hay una sola parte porque en este, el estado usurpó o
confiscó el derecho de la víctima. En el proceso penal el estado dice que el lesionado es él y la
víctima, por más que demuestra que la lesión la sufre en su cuerpo o el robo en su patrimonio,
es ignorada. Por ende, el modelo punitivo, no es un modelo de solución de conflictos sino sólo
de suspensión de conflictos. Es un acto de poder vertical del estado que suspende el conflicto,
nada hace por la víctima, por definición y esencia. Todo ello sin contar que a menudo la
víctima es para el sistema penal el primer sospechosos.
Pero además, por lo general, el modelo punitivo impide resolver el conflicto. Si en una
escuela por ejemplo un alumno rompe un vidrio se puede pensar el expulsarlo (modelo
punitivo), pero también en llamar al padre y exigirle que pague la reparación del vidrio (modelo
restitutivo) convocar al psicólogo y tratar al alumno (modelo terapéutico) o incluso sentarse a
conversar para determinar qué comportamientos de los otros determinaron esa reacción
(modelo conciliatorio). El inconveniente del modelo punitivo es que impide la aplicación de los
restantes o al menos dificulta en tanto que los otros modelos pueden combinarse. El exceso de
poder punitivo es la confesión de la incapacidad estatal para resolver su conflictividad social.
Todo lo antedicho es sobre el MODELO ABSTRACTO del poder punitivo, o sea sobre cómo
funciona este cada vez que decide funcionar, pero no explica cuándo, cómo y por qué decide o
no funcionar.
Lo primero que hay que saber es qué lo penal comienza recién después de que el sujeto ha
sido detenido y el peligro para nosotros ha pasado..
El sistema penal es el conjunto de agencias que coinciden en la cuestión criminal. Algunas
son exclusivamente penales (policía, servicio penitenciario) y otras participan del poder punitivo
pero sus funciones son más amplias, como las agencias políticas (ejecutivos, legislativos),
agencias de reproducción ideológicas universidades), las cooperaciones internacionales
(agencias de países que financian programas en países deudores) y por supuestos el gran
aparato de propaganda sin el que no podría subsistir, o sea las agencias de comunicación
masiva..
Cada una de estas agencias tiene sus propios intereses sectoriales: la cúpula de policiales
quiere aumentar su poder y arbitrariedad, los jueces quieren estabilidad en su función, los
políticos quieren proyectar imagen positiva en la sociedad, los académicos más recursos para
investigación, etc.
Por tener sus propios intereses es que tienen discursos hacia afuera que resaltan sus fines
manifiestos (oficiales) más nobles, como la seguridad y la decencia para la policía, la vocación
de servicio en los políticos, el saber para los académicos. Y tienen discursos hacia adentro, que
justifican para sus miembros la disparidad entre sus fines manifiestos y lo que realmente hacen.
Gran parte de este discurso se vuelve externo cuando la justificación consiste en
responsabilizar de todo lo negativo a otras agencias, con lo que entran en conflicto.
El sistema penal opera ejerciendo un PODER PUNITIVO REPRESIVO en forma de
CRIMINALIZACIÓN PRIMARIA Y SECUNDARIA. Criminalización primaria es la formalización
penal de una conducta en una ley, una conducta está criminalizada primariamente cuando está
descripta en una ley como delito. Este es un programa abstracto, un deber ser llevado a cabo
en la legislación. Este deber ser nunca puede ser realizado, no es siquiera imaginable que
todos los que realizan alguna de las conductas que están amenazadas con penas reciban
realmente un castigo.
CRIMINALIZACIÓN SECUNDARIA es la acción punitiva ejercida sobre personas concretas.
Es imposible llevar a cabo toda la criminalización primaria, no solo porque se pararía la
sociedad sino también porque la capacidad de las agencias de criminalización secundaria
(policia, justicia, cárceles) es infinitamente inferior a lo planificado por la criminalización
primaria. Por ello, como ninguna burocracia se suicida, sino que hace lo que le es más fácil, las
agencias ejecutivas (policiales) ejercen un PODER SELECTIVO sobre personas y criminalizan
a quienes tienen más a mano.
Para ello la sociedad ofrece estereotipos y prejuicios que va configurando una fisonomía del
delincuente en el imaginario colectivo, que es alimentado por la agencias de comunicación.
Quienes son portadores de rasgos de esos estereotipos corren serio peligro de selección
criminalizante, aunque no hagan nada ilícito. Llevan una suerte de uniforme de cliente del
sistema penal. Incluso esperamos que la persona esa delinca. No es raro entonces que buena
parte de los portadores del estereotipo criminal realmente comentan delitos.
El poder punitivo se reparte en la sociedad como una enfermedad infecciosa que alcanza a
los que son VULNERABLES. La pena más grave es la privación de la libertad, que se aplica
incluso anticipadamente, como prisión preventiva, para evitar que el procesado se fugue y no
se lo pueda condenar.
La mayoría de los presos, por ende, están presos por las dudas. Y la prisión es una
institución que deteriora, porque sumerge en condiciones de vida especialmente violentas,
totalmente diferentes a las de la sociedad libre y sobre todo, hace retroceder al preso a
estadios superados de su vida, porque regula la vida como en su niñez, de modo que no es
raro que condicione patologías regresivas. Estas características negativas no son coyunturales
sino que son estructurales de la institución.. Estos efectos se denominan PRISIONIZACIÓN.
El poder punitivo no es ejercido por las agencias jurídicas del sistema penal, sino por las
policiales, y las jurídicas lo único que pueden hacer en la práctica y hasta cierto punto es
contenerlo. Sólo pueden decidir si la criminalización sigue adelante o se interrumpe y la
cantidad de poder punitivo que puede ejercerse sobre la persona.
Pero no sólo es selectiva la criminalización que lleva a cabo el sistema penal, sino que este
opera de modo que la victimización también es selectiva y va recayendo sobre los de menores
rentas. Los servicios de seguridad se deterioran y se privatizan, de modo que goza de mayor
seguridad quién puede pagarla. La vulnerabilidad a la victimización no es solo clasista, sino
también de género, etaria, racista
Pero como si todo lo anterior fuera poco, también la selección con que se recluta la policía
es tremendamente injusta. El personal de menor jerarquía es reclutado entre los sectores de
menores recursos. La Policía es el segmento que corre mayores riesgos de vida dentro del
sistema penal y además carga con un estereotipo casi tan negativo como el propio estereotipo
criminal, teñido de racismo, clasismo y prejuicios. El policía sufre un aislamiento social, como
una suerte de traidor de clase. Se trata de otro deterioro personal (policización).
Buena parte de la comunicación masiva trata de proyectar el poder punitivo como una suerte
de guerra a los delincuentes.
Si se tienen en cuenta que los criminalización, los victimizados y los policizados (o sea,
todos los que padecen las consecuencias de esta supuesta guerra) son seleccionados de los
sectores subordinados de la sociedad, cabe deducir que el ejercicio del poder punitivo aumenta
y reproduce los antagonismos entre las personas de esos sectores débiles. Esto es funcional a
un momento en que se polariza mundialmente la riqueza y los explotados dejan de serlo, para
pasar a ser EXCLUIDOS (el explotado es necesario al sistema, el excluido no, es un
descartable).. Una buena táctica de control de los excluidos es que libran una guerra entre ellos
se neutralicen y de ser posible, se maten.
en décadas pasadas se difundió otra perspectiva bélica conocida como de SEGURIDAD
NACIONAL que comparte con la visión comunicativa del poder punitivo su carácter de ideología
de guerra permanente contra un enemigo disperso. Se razonó en ese momento que, dado que
el enemigo no juega limpio, el estado no estaría obligado a respetar las leyes de la guerra,
argumento con el cual se enfrentaron las fuerzas terroristas. La transferencia de esta lógica
perversa a la pretendida guerra contra la delincuencia permite deducir que no sería necesario
respetar las garantías penales y procesales por razones semejantes. De este modo, así como
la guerrilla habilitaba al terrorismo de estado, el delito habilita el crimen de estado.
Con los cambios en el poder mundial, la llamada ideología de la seguridad nacional ha sido
archivada y reemplazada por un discurso público de SEGURIDAD CIUDADANA como
ideología. A esta transferencia ideológica corresponde una transferencia de poder de las
agencias militares a las policiales.
Todo lo dicho anteriormente nos seria creible si el sistema penal se limitase a ejercer sólo su
poder represivo sobre criminalizados. Se trataría de un número muy reducido de personas y el
poder del sistema punitivo , desde el punto de vista político general, no sería muy significativo.
eria delirante que se haya montado semejante maquinaria para obtener tan pobre resultado.
La verdadera importancia del poder punitivo no radica en el ejercicio represivo sobre la
ínfima minoría de marginados que abarca, sino en el poder de vigilancia que ejerce sobre toda
la población. Al poder de los sectores hegemónicos les interesa tener a los excluidos
neutralizados y a los incluidos peligrosos bien controlados, mediante el poder de vigilancia. El
estado de derecho es ideal, no hay estados de derechos perfectos en realidad. Todos los
sectores hegemónicos tienden a someter al resto. En cuanto el estado de derecho se debilita
las pulsiones del estado de policía perforan en la coraza que le coloca el estado de derecho.
Cuando más poder punitivo autorice el estado, más alejado estará del estado de derecho,
porque mayor será el poder arbitrario de selección criminalizante y de vigilancia que tendrán los
que andan. Cuantas más leyes penales tenga a mano quién manda, más pretextos tendrá para
criminalizar a que se le ocurra y vigilar al resto.
Hay que distinguir nítidamente el derecho penal del poder punitivo. No hay que utilizar
derecho penal para denominar tanto a la aley pensar cómo al saber o ciencia del derecho
penal.
El derecho penal es el discurso del saber jurídico. Como todo saber se ocupa de un cierto
ámbito de cosas o entes del mundo. Ese ámbito son las leyes penales, que se distinguen de
las restantes por habilitar la imposición de penas. Delimita qué leyes son de su objeto. Esto lo
hace la teoría del derecho penal. A su vez debe establecer en qué casos y bajo qué
condiciones se habilita el ejercicio del poder punitivo. Esto lo responde la teoría del delito. Por
último, debe ocuparse de la pena, no como concepto, sino como respuesta que la agencia
jurídica debe proporcionar: ¿que pena y hasta que edida? esto lo responde la teoría de la
responsabilidad penal (que no es responsabilidad de la persona, sino de la agencia jurídica).
Entonces podríamos decir que el derecho penal es la rama del saber jurídico que, mediante
la interpretación de las leyes penales, propone a los jueces un sistema orientador de
decisiones que contiene y reduce el poder punitivo para impulsar el progreso del estado
constitucional de derecho. El derecho penal interpreta las leyes penales siempre en el marco
de las otras leyes que las condicionan y limitan (constitucionales, internacionales).
Este sistema orientador que se propone a los jueces debe tener por objeto contener y
reducir el poder punitivo. Sin la contención jurídica, el poder punitivo quedaría librado al puro
impulso de las agencias ejecutivas y políticas y por ende desaparecería el estado de derecho.
El poder punitivo como vimos no resuelve los conflictos, a lo sumo se limita a suspenderlos.
El volumen de conflictos suspendidos por un estado será el indicador de su vocación de
proveedor de paz social y por ende de su fortaleza como estado de derecho.

ZAFFARONI- EN BUSCA DE LAS PENAS PERDIDAS


CAPÍTULO 4: NECESIDAD Y POSIBILIDAD DE UNA RESPUESTA MARGINAL
1-La necesidad de la respuesta marginal para contener el genocidio.
1-La encrucijada de nuestro margen en el marco del poder mundial.
Hoy nos encontramos en la tercera revolución tecnológica con consecuencias planetarias: la
revolución tecno-científica.
Uno de los sectores más afectados es el de las clases marginales urbanas, causando allí un
considerable aumento de pobreza absoluta, esa es la nueva marginación de la que se proveen
para su reproducción de clientela los sistemas penales latinoamericanos, ya sea seleccionando
prisonizados o fusilados sin proceso.
De no modificarse y revertirse la actual tendencia, en el año 2000 estaremos fuera de toda
competencia internacional, con una población joven considerablemente deteriorada por efecto
de carencias alimenticias y sanitarias elementales y con deficiente educación, con notoria
marginación urbana en términos de pobreza absoluta, con una alta reducción de la clase
obrera y con un sistema penal que echará mano de la represivización mediante el aumento de
presos sin condena, no es difícil imaginar un control por el terror de estado mediante el
aumento de los fusilamientos sin proceso y la tolerancia oficial de grupos de exterminio.
Al colonialismo de la revolución mercantil (siglo XVI), siguió el de la revolución industrial
(siglo XVIII) y seguiría el de la revolución tecno-científica (siglo XX); la proyección genocida de
un tecno-colonialismo correspondiente a la última haría palidecer la cruenta historia de sus
precedentes, si tenemos en cuenta las posibilidades disponibles de manipulación genética
humana y las que estarán disponibles en pocos años y la perspectiva de una población con su
juventud deteriorada biológica y educativamente.
Una pieza clave para sortear el peligro de un tecno-colonialismo genocida es el manejo del
sistema penal y su control, neutralizándolo como instrumento del mismo.
2-La operatividad real de los sistemas penales latinoamericanos: el genocidio en acto.
Ya, ahora, nuestros sistemas penales están operando como un genocidio en acto.
La violencia cotidiana del sistema penal cae sobre los sectores más vulnerables de la
población y, particularmente, sobre los habitantes de las “villas miserias”, “favelas”, “pueblos
jóvenes”, etc. No creemos que sea menester abundar mucho más en esto para percatarnos
que estamos frente a un genocidio en acto.
El genocidio colonialista y neo-colonialista no ha terminado en nuestro margen: lo siguen
llevando a cabo nuestros sistemas penales y si no los detenemos a tiempo serán los
encargados del genocidio tecno-colonialista.
3-El poder configurador de los sistemas penales latinoamericanos.
Las agencias no judiciales de los sistemas penales latinoamericanos tienen poderes para
imponer penas, violar domicilios y secretos de comunicaciones, requerir documentación
identificatoria a los habitantes, expedir esa documentación, privar de libertad a cualquier
persona sin cargo ni sospecha alguna, realizar actos instructorios, ocuparse de todo lo que la
burocracia judicial le deja por menor esfuerzo, hacer “redadas”, clausurar locales públicos,
censurar espectáculos, fichar a la población, etc. No hay control militarizado más poderoso y
formidable que el ejercicio por estas agencias, al margen de cualquier control de la agencia
judicial e incluso con su beneplácito.
4-Los aparatos de propaganda de los sistemas penales latinoamericanos (la fábrica de
la realidad).
Los medios masivos de comunicación social –especialmente la televisión- son hoy los
elementos indispensables para el ejercicio de poder de todo el sistema penal.
Los medios masivos son los grandes creadores de la ilusión de los sistemas penales, en dos
niveles: a) el transnacionalizado y b) el que responde a las coyunturas nacionales.

1.
2. A nivel transnacional, los medios masivos se ocupan de la temprana
introyección del modelo penal como pretendido modelo de solución de los
conflictos, esto se lleva a cabo mediante la “comunicación de entretenimientos”,
es decir, justamente mediante la que parece más inofensiva.
La “solución” del conflicto mediante la supresión del “malo” es el modelo que se hace
introyectar en planos psíquicos muy profundos, pues son receptados en etapas muy tempranas
de la vida psíquica de las personas.
El sentimiento de falta de seguridad que experimenta la población por la simple duda acerca
de la ineficacia tutelar de todo este aparato es enorme, puesto que conmueve un plano muy
profundo de su equipo psicológico.

1.
2. Al nivel de las coyunturas nacionales, los medios masivos de
comunicación son los encargados de generar la ilusión de eficacia del sistema,
haciendo que se perciba sólo como peligro la amenaza de muerte violenta por
ladrones o de violación por pandillas integradas por jóvenes expulsados de la
producción industrial por la recesión.

En lo más concreto, son los que desatan las campañas de “ley y orden” cuando el poder de
las agencias está amenazado. Estas campañas tienen lugar mediante “invención de la
realidad”, “profecías que se autorealizan”, “producción de indignación moral”.
Las campañas de “ley y orden” sólo pueden tener lugar con gobiernos constitucionales,
puesto que en las dictaduras militares la censura periodística las impide.
Otra importante función a nivel nacional es la fabricación de los “estereotipos del criminal”. El
sistema penal opera siempre selectivamente y selecciona conforme a estereotipos que fabrican
los medios masivos.
A los estereotipados es a quienes encontramos prisionizados. Prácticamente, observando
los rasgos comunes de los prisionizados describimos los estereotipos con que los selecciona el
sistema penal, a cada estereotipo se le requieren roles.
En América Latina, el estereotipo siempre se nutre con los caracteres de hombres jóvenes
de las clases más carenciadas, salvo en los momentos de violencia política o abierto terrorismo
de estado, en que es estereotipo se desvía hacia varones jóvenes de las clases medias (el
joven subversivo al que se le opone el joven deportista.
El mero enunciado de las principales funciones que cumplen los medios masivos como
aparato de propaganda del sistema penal y su dedicación casi exclusiva a la misma, pone de
manifiesto el altísimo grado de empeño de la civilización tecno-científica por preservar la ilusión
y fabricar la realidad del sistema penal y, por ende, resulta indicativo de la función clave que
éste cumple en el sostenimiento de su poder planetario.
5-Las usinas ideológicas.
La reproducción ideológica de los discursos de los sistemas penales tiene lugar en las
universidades. En América Latina no existe un esfuerzo de racionalización legitimante original
del sistema penal, sino que directamente se copian las elaboradas para los sistemas centrales
y se combinan en forma bastante antojadiza.
6-El condicionamiento, la estigmatización y la muerte: la criminalización.
Nuestros sistemas penales reproducen su clientela mediante un proceso de selección y
condicionamiento criminalizante. Este proceso de condicionamiento para el delito se orienta por
estereotipos que son proporcionados por los medios masivos.
Hay estereotipos míticos –que no pueden realizarse- y estereotipos realizables. Ambos son
creados por los medios masivos, pero a los segundos se les asignan como requerimientos de
rol comportamientos más o menos violentos o crueles.
Las agencias del sistema penal seleccionan conforme a esos estereotipos y les asignan y
exigen esos comportamientos, les tratan como si se comportasen de esa manera y los miran e
instigan a todos a mirarlos del mismo modo, hasta que se obtiene finalmente la respuesta
adecuada al rol asignado.
La carga estigmática que conlleva todo contacto con el sistema penal en las personas
carenciadas y en algunas otras hace que algunos círculos ajenos al sistema penal se
comporten como continuación del mismo, lo que también se condiciona en estos círculos al
prohibirles la coalición con estigmatizados, so pena de considerarlos contaminados.
En el sistema penal no se trata meramente de un trato externo, sino que abarca un serio
“tratamiento” que está perfectamente legalizado a través de los registros de incidencia, de la
posibilidad de impedir o dificultar cualquier ejercicio laboral honesto por parte de las agencias
del sistema penal que se ocupan de publicitar el “status” del criminalizado, de privar de libertad
periódicamente a la persona convirtiéndola en un “sospechoso profesional”, de someterlo a
proceso por los antecedentes, de tomar los antecedentes como pruebas de cargo, incluso por
parte de los jueces, etc.
7-Las jaulas o máquinas de deteriorar.
No cabe duda que el maltrato, la tortura, los vejámenes y las amenazas, que son usuales en
la práctica de las agencias policiales, resultan altamente deteriorantes como condicionamiento
criminalizante.
La prisión o “jaula” es una institución que se comporta como una verdadera máquina
deteriorante: genera una patología cuya característica más saliente es la regresión. El preso o
prisionero es llevado a condiciones de vida que nada tienen que ver con las del adulto: se le
priva de todo lo que usualmente hace el adulto o debe hacerlo en condiciones y con
limitaciones que el adulto no conoce.
Por otra parte, se le lesiona la autoestima en todas las formas imaginables: pérdida de
privacidad y de su propio espacio, sometimiento a requisas degradantes, etc. A ello se agregan
las deficientes condiciones de casi todas las prisiones: superpoblación, alimentación
paupérrima, falta de higiene y asistencia sanitaria, etc.
El efecto de la prisión, al que se denomina prisionización, sin duda que es deteriorante y
sumerge a la persona en una “cultura de jaula”.
Pero la prisión no deteriora, sino que lo hace para condicionar: “invade” al sujeto con sus
requerimientos de rol, se trata de una continuidad deteriorante llevada a cabo por todas las
agencias –incluyendo la judicial- que implica un verdadero “lavado de cerebro”.
En un pequeño número de casos, esta invasión tendrá un efecto desestructurante y el
deterioro del sujeto será hacia la psicosis o el suicidio.
8-Las agencias ejecutivas como máquinas de policizar.
Llamamos agencias ejecutivas del sistema penal a sus segmentos institucionalizados no
judiciales, entre los cuales se destacan, por el papel protagónico central que se desempeñan,
debido a su altísimo poder configurador, las agencias policiales, en tanto que las penitenciarias
tienen muy poco poder configurador.
El policizado es seleccionado de la misma faja etaria masculina que los criminalizados y
también conforme a un estereotipo; se le introduce en una práctica corrupta, debido al poder
incontrolado de la agencia de la que pasa a ser parte; se le entrena en un discurso externo
moralizante, y en una práctica interna corrupta.
El policizado sufre una grave pérdida de identidad y, por ende, es parejo su grado de
deterioro, porque nadie puede estar en condiciones intelectuales ni emocionales de obrar
racionalmente en semejante anomia.
Pero la anomia y el deterioro se profundizan aún más si tenemos en cuenta el miedo que
necesariamente acompaña su comportamiento. Los mayores riesgos físicos en las agencias
del sistema penal los sufren los policizados.
Podríamos definir la policización como el proceso de deterioro al que se somete a las
personas de los sectores carenciados de la población, que se incorporan a las agencias
militarizadas del sistema penal, consistente en deteriorarles su identidad originaria y
reemplazarla por una identidad artificial, funcional al ejercicio de poder de la agencia.
9-Las agencias judiciales como máquinas de burocratizar.
El proceso de entrenamiento al que se somete a los sujetos es igualmente deteriorante de la
identidad y se lleva a cabo mediante una paciente internalización de signos de falso poder.
La introyección de estos signos de falso poder puede tener lugar tempranamente en la
propia universidad.
El único camino es la burocratización, o sea, las respuestas estereotipadas, la conformidad
con las pautas “de siempre”, la “ineficacia entrenada” mediante la elevación de los medios a la
categoría de fines, etc., es decir, todo lo que es bien conocido y descripto como
“comportamiento obsesivo” (aunque la definición es demasiado psicologista y no siempre
coincide con la realidad de la burocratización judicial).
Si el deterioro que el sistema penal produce en los policizados ha sido poco estudiado, la
burocratización como forma de deterioro de los operadores de las agencias judiciales de los
sistemas penales directamente nunca se ha estudiado y por ende, la situación violatoria de
Derechos Humanos que implica no tiene tratamiento, porque los mismos afectados no la
perciben.
10-Deterioros y antagonismos como productos de la operatividad de los sistemas
penales.
Contemplando la policización, la burocratización y la criminalización, el sistema penal es un
complejo aparato de deterioro regresivo humano que condiciona falsas identidades y roles
negativos.
Los sistemas penales violan los Derechos Humanos no solo de los criminalizados sino de
sus propios operadores: deteriora regresivamente incluso a quienes los manejan (o creen
manejarlos).
Por “sistema penal”, entendemos simplemente la suma de los ejercicios de poder de todas
las agencias que operan independientemente y en modo alguno lo que la voz “sistema” quiere
señalar en el terreno de la biología o en otros análogos.
11-La destrucción de los vínculos comunitarios.
Pese a que el sistema penal es plurifuncional, entre estas funciones emerge, como la más
notoria, la creación y profundización de antagonismos y contradicciones sociales y consiguiente
debilitamiento y destrucción de vínculos comunitarios, horizontales o de simpatía.
No en vano se permite y fomenta que el sistema penal genere estos antagonismos mediante
el deterioro regresivo de identidades y la creación de roles artificiales que ocupen el espacio
deteriorado, sean de “delincuentes” o de “policías” o de “jueces”, o los antagonismos entre
distintos grupos de carenciados, en el interior de esos mismos grupos, entre esos grupos y los
sectores, que provoquen con ello el constante reclamo de mayor violencia represiva y el
aumento del número de deteriorados, sino que todo esto lleva, en nuestro margen, a erigir al
sistema penal en el mayor obstáculo a la paz social y, fundamentalmente, a la coalición civil
frente al ejercicio arbitrario del poder.
El sistema penal es un poder local funcional a una red inmensa de poder planetario que, al
apoyarlo –por su funcionalidad- también lo transnacionaliza; no olvidemos la formidable
contribución que le presta el poder de la comunicación masiva transnacional. Este poder
planetario tiene sobradas razones para evitar la coalición civil en nuestro margen y la apertura
de vías de comunicación sólidas intra e interclasistas entre nosotros.
Es obvio que una sociedad verticalizada es una sociedad ideal para mantenerla dependiente
e impedirle cualquier tentativa de aceleración histórica, en tanto que una sociedad que equilibre
relaciones de verticalidad (de autoridad) con relaciones de horizontalidad (de simpatía o
comunitaria) es más resistente a la dominación neo y tecno-colonial.
La comunidad es todo lo contrario, es la posibilidad de resistencia anti-colonialista. El poder
central siempre quiere que en el margen haya una sola cabeza. La pluralidad comunitaria es
estigmatizada como “primitiva”, arcaica, desordenada, insubordinada, o subversiva.
Nuestros sistemas penales son los instrumentos de dominación neo-colonial y amenazan
con convertirse en los instrumentos de dominación tecno-colonial más eficaces que se hayan
inventado.
2-La necesidad de una respuesta marginal como imperativo jushumanista.
El ejercicio de poder de los sistemas penales resulta incompatible con la ideología de los
Derechos Humanos.
Los Derechos Humanos son un programa de transformación de la Humanidad de largo
alcance.
En tanto que los Derechos Humanos señalan un programa realizador de igualdad de
derechos de largo alcance, los sistemas penales son instrumentos de consagración o
cristalización de la desigualdad de derechos en todas las sociedades.
En cuanto a la ideología penal, así como el organicismo tecnocrático caracterizó la
civilización mercantil y su colonialismo esclavista y el organicismo “científico” fue propio de la
civilización industrial y de su neo-colonialismo, el organicismo sistémico parece ser el signo de
la civilización tecno-científica y de su tecno-colonialismo.
Lejos de limitar su poder con la revolución industrial, tal como lo postulaba el
contractualismo, se lo aumentó notoriamente mediante la generalización de las agencias
policiales en los siglos XVIII y XIX, que desde entonces son las que ejercen su más importante
poder: el positivo y configurador.
La configuración actual del sistema penal proviene del siglo XII y se refuerza en el siglo XIX,
en tanto que la formulación moderna de los Derechos Humanos proviene de la tentativa de
limitar este poder en el siglo XVIII. Es obvio que esta diacronía genealógica está mostrando la
contradicción entre la ideología de los Derechos Humanos y el reforzamiento del sistema penal.
III-La respuesta marginal como imperativo ético.
Quien participa como operador en alguna agencia del sistema penal en nuestro margen,
pero particularmente quien lo hace en las agencias reproductoras de ideología, esto es, en las
universidades, al reproducir el discurso de justificación que estas agencias proporcionan al
sistema penal, dada la manifiesta violencia con que operan estos sistemas y la que atraviesa
todo el contexto social en que tiene lugar ese ejercicio, no puede menos que detectar la
necesidad de enfrentar la deslegitimación, vivenciando esa necesidad como una urgencia de
carácter ético, una imposición o imperativo de conciencia.
Desde nuestro margen, desempeñar esa función operativa es una circunstancia que debe
ser entendida como milagrosa.
IV-La necesidad de respuesta es un planteo optimista.
Responder a la deslegitimación del sistema penal significa hallar una respuesta que
contribuya a disminuir la violencia en curso, que quiebre la curva ascendente de la misma.
Creemos que la decisión éticamente correcta es la que elige la valoración de la vida, pese al
coraje de pensar. Tener el valor de pensar y, pese a ello, elegir y apostar a la vida, es la actitud
de optimismo consciente que asumimos.
a) Pesimismo respecto del futuro del sistema penal. En este sentido, la ilusión de que en un
nebuloso futuro la realidad operativa del sistema penal se adecuará y cumplirá lo programado
jurídicamente, creemos que queda destruida
b) Pesimismo respecto del futuro de la violencia. Es posible caer en una visión apocalíptica,
conforme a la cual la situación no tendría salida alguna.
Creemos que es posible reducir los niveles de violencia, salvar muchas vidas humanas,
evitar mucho dolor inútil, y, finalmente, hacer desaparecer un día al sistema penal y
reemplazarlo por mecanismos reales y efectivos de solución de conflictos.
Las razones que nos mueven a ser optimistas en cuanto a las posibilidades reductoras de
violencia son varias.
En principio creemos que el hombre no es racional, pero puede (y debe) llegar a serlo.
Creemos que la especie humana no es suicida, como no lo es ninguna otra.
V-Las dificultades para una respuesta marginal.
Por hallarnos en un margen del poder mundial, no resulta sencillo estructurar una respuesta.
VI-Algunas bases para la selección realista y marginal de elementos teóricos.
1-El carácter realista de la respuesta.
Al rechazar toda idea de “sistema” en forma de “aparato perfectamente montado e
inteligentemente dirigido”, dejamos de lado las concepciones conspirativas, del signo que sean.
2-¿Qué es lo marginal?
La expresión “marginal” también la empleamos como sintética de varias notas que
deseamos destacar en la base de nuestra tentativa de respuesta:
a)Lo marginal denota en primer lugar que estamos ubicados en la periferia del poder
planetario, en cuyo vértice se encuentran los llamados “países centrales”, en este sentido,
“marginal” equivale a “periférico”, pero preferimos emplear ese adjetivo por ser más expresivo.
b)Por la misma razón, con “marginal” estamos señalando la necesidad de adoptar una
perspectiva de nuestros hechos de poder en el marco de la relación de dependencia con el
poder central, sin pretender identificarlos con los procesos originarios de ese poder, pese a
algunas analogías que, superficialmente consideradas, suelen llevar a una errónea
identificación.
c) Lo marginal también señala aquí a la gran mayoría de la población latinoamericana
marginada del poder, pero objeto de la violencia del sistema penal.
La marginación urbana, es una clase marginada de cultura industrial, que genera sus
propias relaciones de supervivencia, prescindiendo de las pautas estatales.

1.
2. Por último, marginal no sólo señala para nosotros la compleja
conceptualización del sector urbano más golpeado por los albores del tecno-
colonialismo, sino que también indica una situación generalizada en el plano cultural y
a la que nos referimos a continuación: el colonialismo, el neocolonialismo y el
tecno-colonialismo, han ido dando lugar a una configuración e toda la población
latinoamericana, que se ha gestado bajo el signo de la “marginación”

3-La originalidad marginal-sincrética de América Latina.


La gestación de la configuración humana de América Latina en los quinientos años que lleva
de independencia, puede describirse como un inmenso proceso de marginación.
No ha habido grupo étnico-cultural en el planeta que, perseguido o marginado, no haya
tenido un desprendimiento más o menos significativo que se sumase a la marginación
originaria colonial, curiosamente protagonizada también por los marginados de la primera
metrópoli colonial.
4-Los peligros del “vértigo”: la antropología filosófica y los derechos Humanos.
Cuando se trata de generar un saber que se encuentra fuera o contra el “saber-poder” de las
agencias conectadas a una red de poder planetario, se corre el riesgo cierto de caer en un
“vértigo”, que es producto de “pensar a la intemperie”, esto es, de generar un saber no
consagrado, descalificado por el poder de las agencias, un “saber-contra-poder” rechazado y
marginal, jaqueado desde las grandes usinas reproductoras de las ideologías de los sistemas
verticalizantes de la sociedad.
5-El realismo marginal en criminología y en derecho penal.
En lo criminológico nos permitiría acercarnos a los mecanismos y efectos de la realidad
operativa de nuestros sistemas penales para disminuir sus niveles de violencia en forma
inmediata y para suprimirlos en forma mediata o como objetivo o estrategia “utópica”.
No creemos en la separación de la criminología y la política criminal, porque todo saber
criminológico está previamente delimitado por una intencionalidad política. La criminología no
es, a nuestro juicio, una ciencia, sino el saber necesario para instrumentar una decisión política,
la cual es la de salvar vidas humanas y disminuir la violencia política en nuestro margen y,
algún día, llegar a la supresión de los sistemas penales y a su reemplazo por formas efectivas
de solución de los conflictos, si es que necesitan ser resueltos, puesto que no todos los
conflictos necesitan resolverse, ni existe sociedad que tenga capacidad para resolverlos todos.
La dimensión jurídico-penal del realismo marginal parece ser más complicada, porque el
discurso jurídico-penal queda deslegitimado con la deslegitimación del sistema penal mismo.
Esto no impide la construcción de un nuevo discurso jurídico-penal, que acepte la
deslegitimización del ejercicio de poder del sistema penal y que se limite a pautar las
decisiones de las agencias judiciales con el mismo objetivo político de reducir la violencia,
tomando en cuenta la información criminológica acerca de la operatividad real de los sistemas
penales.
El realismo marginal que proponemos pretende brindar una aproximación a la realidad
objetiva del sistema penal que, a través de las estructuras lógico-reales, pueda servir también
de base a un nuevo discurso jurídico-penal que paute las decisiones de las agencias judiciales
como parte de una táctica orientada hacia la misma estrategia que delimita el campo del saber
criminológico.
En este sentido, el realismo marginal, en lugar de eliminar la etización del derecho, etizaría
por igual a la criminología y al derecho penal, en base a una decisión ético-política priorizadora
de la vida humana como valor y de la muerte como disvalor.
6-Podría extenderse el análisis realista marginal a los planteos centrales?
Si bien los sistemas penales cumplen funciones parcialmente diferentes en el centro y en la
periferia, hay aspectos que son estructurales a ambas formas de ejercicio del poder (la
selectividad, la compartimentalización de las agencias, la criminalización, los estereotipos, etc.),
aunque en sus modalidades operativas concretas difieren (mucha violencia operativa en el
margen), como lógico resultado, reiteramos, de que un control social orientado a la contención
de grupos extranjeros y al condicionamiento para el consumo de lo que no es necesario para
vivir, inevitablemente debe operar de un modo diferente al de un control social orientado a la
contención de quienes quieren consumir lo que necesitan para vivir.
Un realismo marginal no implica un aislamiento teórico, sino una nueva perspectiva teórica
ensayada desde otro punto del poder, una crítica y una respuesta desde otro momento del
poder, teniendo siempre presente que la red de poder es la misma.
Un realismo marginal puede:
a) revelar más nítidamente los caracteres estructurales de todo sistema penal, dado que en
nuestro margen son más evidentes, en razón de su mayor nivel de violencia;
b) mostrar más claramente cómo opera la red de poder planetario al señalar las
particularidades de su ejercicio de poder en el margen.

CAP 21- LA INEXIGIBILIDAD DE COMPRENSIÓN DE LA ANTIJURIDICIDAD POR


INCAPACIDAD PSÍQUICA.
En un sentido amplísimo, se usa imputabilidad como posibilidad de cargar a alguien con
algo. El uso que se hace en el derecho penal es técnico y difiere del amplísimo: significa sólo
capacidad psíquica de culpabilidad. Para reprochar una conducta tipica y antijuridica (un injusto
o ilícito penal) a un autor es menester que esta haya tenido cierto grado de capacidad psíquica
que le hubiera permitido disponer de un ámbito de autodeterminación. La capacidad psíquica
de culpabilidad es la imputabilidad.
No hay una clasificación de las personas en imputables o inimputables, sino injustos que son
imputables y otros que no por razones de capacidad psíquica para el autor: un débil mental por
ej puede tener capacidad de pensamiento concreto y no de pensamiento abstracto entonces
podría comprender el contenido injusto de un homicidio pero no el de un delito cambiario.
La imputabilidad tiene dos niveles: uno que debe ser comprendido como la capacidad de
comprender la antijuridicidad y el otro que consiste en la capacidad de adecuar la conducta a la
comprensión de esta.
lEJOS DE LO QUE SUELE CREERSE POR LA OPINIÓN LEGA, LA INIMPUTABILIDAD
PUEDE ACARREAR PRIVACIONES DE LIBERTAD (CON EL NOMBRE DE MEDIDAS DE
SEGURIDAD) MÁS EXTENSAS Y DETERIORANTES QUE LAS DE LA PROPIA PENSA
FORMAL.

OÑATIVIA- LA NECESIDAD DEL TRABAJO INTERDISCIPLINARIO PARA UNA


VICTIMOLOGÍA ENCUADRADA EN EL PARADIGMA DE LOS DD.HH
Desde el Centro de Protección de los Derechos de la Víctima de la provincia de Bs As (CPV)
se asiste a damnificados por diversos tipos de violencia, en particular contra la vida y la
integridad sexual. Desde el posicionamiento en una ética de los dd.hh es que se fue dando
forma a un conjunto de herramientas que permitieron conceptualizar y desarrollar una práctica.
Al mismo tiempo, desde el paradigma jus humanista se fue diseñando una modalidad de
trabajo interdisciplinaria basada en una metodología de intervención por presencia.
El estudio de campo de conocimiento denominado victimología es de reciente surgimiento t
aparece como específico poco antes de la mitad del siglo XX, como parte de otra disciplina no
muy anterior: la criminología.
Sin embargo, a lo largo de los tiempos, los distintos grupos y comunidades se han dado para
sí forma diversas de lo que podríamos denominar la administración de justicia, es decir, la
regulación del ejercicio de la violencia a su interior. Esta forma de regulara la conflictividad
interna y externa conlleva también a la cuestión de la reparación del daño infligido al ofendido
por parte del ofensor. Distintas culturas han entendido por ofendido no sólo al individuo sino a
la comunidad toda. Con la instalación del derecho penal liberal en occidente, este componente
central del conflicto quedó desplazado a un segundo plano en el proceso de administración de
justicia. Todos los esfuerzos del sistema penal se orientaron en sus inicios al estudio del delito
(escuela clásica) y luego al delincuente (escuela positiva).
Recién en la década del 40 comienzan los primeros intentos de definición conceptual y
metodológica de la victimología. Estos desarrollos se centraron en el análisis de la pareja penal
o el delincuente y su víctima y se tiñeron inicialmente del auge lombrosiano del momento. Así,
se circunscribe a la víctima individual, priorizando el estudio del rol que le cabe en la realización
del hecho de la que es objeto. eN lATINOAMÉRICA EL DESARROLLO DE LA VICTIMOLOGÍA
SE VE RETRASADO. Recién a mediados de los 80s, a medida que van cayendo los regímenes
militares se crean en la región los primeros dispositivos institucionales estatales y privados
referidos a la atención de víctimas, así como las primeras sociedades nacionales de
victimología.
Como contraposición a los postulados de una victimología surgida del corazón positivista y
como reacción a los procesos de terrorismo de estado sufridos en diferentes lugares del
mundo, comienza a surgir otro modelo conceptual que piensa a la victimología en otra clave: en
el marco del paradigma de los derechos humanos.
Analizando el recorrido del campo conceptual victimológico, podemos decir que experimenta
una doble torsión que redefine su objeto y alcance actual: por un lado la figura de la víctima, es
recogida por el discurso jurídico, en el marco del derecho penal del positivismo y
progresivamente, se va ampliando la perspectiva de su estudio para extenderse, más allá de su
impronta legar a otras disciplinas. Por otro, el campo victimológico se delimita de sus primeros
enfoques basados en el positivismos, dejando paso al paradigma de los dd.hh. Sin embargo,
en la actualidad se observa la permanencia del paradigma positivista.
A través de la intervención del CPV se intenta que la persona damnificada obtenga un
reconocimiento en el proceso judicial como parte activa del mismo que la aleje de la situación
de marginación y olvido en el campo penal, como así también que reciba la asistencia psico
física y contención emocional. Se busca la disminución de la vulnerabilidad psicosocial del
afectado y de su grupo familiar. El trabajo está orientado además a evitar la revictimización del
damnificado y/o de su familia.

MARCHIORI- criminologia- la victima del delito

CAP I
La criminología siempre ha estudiado unilateralmente al delito. Esto es, desde el punto de vista
del delincuente. Ha elaborado teorías sobre las causas que lleva a delinquir, ha realizado
interpretaciones sociales y psicológicas de la violencia,pero en todos los estudios, la víctima no
ha sido considerada, sino que ha sido objeto de marginación ocultamiento. Por ello, en los
ámbitos de los estudios criminológicos, la victimología es una disciplina que surge en años
recientes. La victimología es una disciplina cuyo objeto lo constituye el estudio científico de las
víctimas del delito.
El objetivo fundamental de la misma es lograr que haya menos víctimas en todos los sectores
de la sociedad, buscar métodos para reducir los elementos perjudiciales de la situación y
disminuir la gravedad de las consecuencias, así como prevenir la reincidencia, os ea la
posibilidad de que el individuo llegue a ser víctima de nuevo
La victimología, desde la perspectiva de una criminología clínica atiende a la víctima, es decir a
la persona que padece un sufrimiento psíquico y social a consecuencia de la violencia. De este
modo, la víctima está íntimamente vinculada al concepto de CONSECUENCIAS DEL DELITO,
que se refiere a los hechos o acontecimientos que resultan de la conducta antisocial,
principalmente el daño, su extensión y el peligro causado individual y socialmente.. La víctima
sufre física, psicológica y socialmente.
Naciones unidas manifiesta que entenderá por víctimas a las personas que, individual o
colectivamente hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento
emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales.
La víctima sufre a causa de la acción delictiva, el delito implica daño a su persona o a sus
pertenencias. Experimenta temor por su vida, humillación social, se siente vulnerable y por ello
siempre angustia, desconfianza.
La sensación de inseguridad se acentúa debido a que la víctima no recibe atención,
información y respuesta adecuada a su grave situación individual, familiar y social. La
inseguridad también está vinculada a dos aspectos: desprotección institucional en la población
e impunidad del delincuente (sentida por la víctima en el temor a que el delincuente regrese).
Las consecuencias del delito en la víctima generalmente son: pérdida-daño de objetos de su
pertenencia lesiones físicas-psíquicas y/o muerte de la víctima.
Las consecuencias varían según la gravedad del delito y la personalidad de la víctima, pero se
ha podido determinar: consecuencias inmediatas-traumáticas, consecuencias emocionales-
sociales y consecuencias familiares-sociales.
La respuesta institucional, la reacción social frente al delito, de parte de la policía, de la
administración de la justicia, serán importantes para tranquilizar a la familia y por consiguiente a
la víctima. Una respuesta institucional indiferente o'de rechazo provoca mayor angustia.
Una familia conciente del sufrimiento causado por la violencia,, respaldada por una actuación
seria y responsable de la administración de la justicia, serán fundamentales en la recuperación
de la dignidad de la persona que sufre la humillación social.
Los estudios señalan dos niveles: el daño producido por el delito y el daño producido por la
incomprensión y desconocimiento de los efectos y consecuencias.

CAP V
Todas las víctimas presentan secuelas que pueden ser físicas, emocionales y/o sociales. A
menor grado de cc de la víctima, mayor serán las consecuencias y secuelas por el delito.
El comportamiento de la víctima frente a la agresión permite distinguir: la víctima vulnerable no
percibe el peligro de la agresión, la víctima es ccc de la situación, o la víctima provoca el delito.
Entre las primeras víctimas suelen encontrarse los niños, los ancianos, los discapacitados, las
víctimas de grupos delictivos.
En el segundo caso la víctima es cc de la situación de peligro porque en situaciones pre-
delictivas existen antecedentes de amenazas, lesiones, maltrato. Entre estos casos se puede
mencionar el homicidio por alcoholismo, emoción violenta, etc
En el tercer caso la víctima se expone a una situación delictiva, es cocc del comportamiento
delictivo. Por ej una víctima de estafa.

UNIDAD 6

BARATTA- POLÍTICA CRIMINAL


Política criminal es un concepto complejo: mientras que su finalidad es unívoca, su
instrumental resulta indeterminables, porque es definible sólo en términos negativos a través de
instrumentos penales de un lado y de instrumentos no penales del otro. La finalidad de la
politica criminale e entendio hasta hace un tiempo como la finalidad de controlar la criminalidad.
A partir de estudios victimológicos el campo de la política criminal se extiende también hacia el
control de las consecuencias del crimen, además de su prevención.
Encontramos los modelos de la CRIMINOLOGÍA ADMINISTRATIVA DE IMPRONTA
ETIOLÓGICA aplicable solamente al control de la criminalidad. En niveles superiores
encontramos los modelos de la CRIMINOLOGÍA ETIOLÓGICA, que se extienden al control de
las consecuencias.
La contraposición entre POLÍTICA DE SEGURIDAD y POLÍTICA SOCIAL no de lógica sino
ideológica. y no sirve para esclarecer sino para confundir relaciones conceptuales elementales.
El concepto de política criminal no es solo complejo,s e torna además dividiendo estas dos
alternativas en un concepto ideológico.
Ideología en el sentido de una construcción discursiva de hechos sociales para producir una
falsa conciencia en la población. La forma de operar de la ideología en este sentido es
legitimadora y reproductora de la realidad social.
A propósito de la política criminal, al sustantivo seguridad segregan los adjetivos nacional,
pública, ciudadana. Se trata siempre de connotaciones colectivas, no personales de la
seguridad: es decir no se trata de la seguridad de los derechos de los sujetos individuales, sino
de la seguridad de la nación, de la comunidad estatal, de la ciudad.
Más prometedora es la noción de la SEGURIDAD CIUDADANA (entre estas 3) que atribuye
a la política criminal por primera vez una dimensión local, participativa, pluralista. Sin embargo,
el adjetivo estrangula (al igual que en los otros dos casos) al sustantivo. Desde el punto de
vista jurídico y también desde el psicológico,seguros deberían estar los sujetos de derechos
fundamentales universales (que no se limita a los ciudadanos) y estos son todas y cada unas
de las personas físicas que se encuentran en el territorio de un Estado.
Lo que hoy ocurre es que las situaciones de riesgo, a menudo gravísimas que sufren hoy
mujeres y niños en el sector doméstico, así como las limitaciones de los derechos económicos
y sociales de los cuales son víctimas lo sujetos pertenecientes a los grupos marginados no
inciden en el cálculo de la seguridad ciudadana. Tampoco delitos económicos, de corrupción
desviaciones criminales en órganos civiles y militares del estado Estos últimos forman parte de
la cuestión moral, pero no tanto de la seguridad ciudadana.
La ambigüedad ideológica del concepto de POLÍTICA CRIMINAL se destaca todavía más
cuando lo relacionamos con la política social. En este casos e produce una especie de
compensación de aquello que se le ha sustraído a muchos de los portadores de derechos en el
cálculo de la seguridad. Después que se ha olvidado a una serie de sujetos vulnerables
provenientes de grupos marginales, cuando estaba en juego la seguridad de derechos, la
política criminal los reencuentra como OBJETOS DE POLÍTICA SOCIAL. Objetos, pero no
sujetos porque también esta vez la finalidad de los programas de acción no de la seguridad de
sus derechos sino la seguridad de sus potenciales víctimas. La política social se transforma así
en PREVENCIÓN SOCIAL DE LA CRIMINALIDAD. Estamos en presencia de un
CRIMINALIZACIÓN DE LA POLÍTICA SOCIAL.
La orientación de la política criminal hacia la política de seguridad o hacia la política social es
una falsa alternativa. No solo porque con la criminalización de la política social la alternativa
desaparece, sino también porque es un concepto estrecho y selectivo de seguridad y sobre
todo porque en una visión correcta de la teoría de la constitución de los estados sociales de
derecho el concepto de política social corresponde a una concepción integral de la protección y
de la seguridad de los derechos en toda su integridad.

GARCÍA MÉNDEZ- LA DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONAL


El nacimiento moderno de esta doctrina se produce en el “National war College” de los
EE.UU, fundado en 1945. Con el fin de la Primera Guerra mundial comienzan a producirse
modificaciones en el concepto de soberanía y, por ende en el concepto de seguridad, que se
traducen en una relativización del primer concepto una expansión del significado del segundo.
Años más tarde con el principio de división del mundo en dos grandes bloques, la política de
seguridad comienza a bifurcarse adquiriendo un doble significado. En el marco de las naciones
unidas de configura un Modelo de seguridad colectivo. Por su parte, los EE.UU elaboran con
los países aliados un sistema de seguridad mutua, que toma forma de oposición a la política de
la URSS. Sobre esta última se desarrollan los presupuestos de la doctrina de seguridad
nacional en Latinoamérica
Este último sistema presupone una relativización del concepto de soberanía. Esta se refiere
en el caso del “bloque occidental” a una expansión de significado de la soberanía en el
contexto de la potencia hegemónica y a una disminución o delegación de la misma en el
contexto de los países “aliados subordinadamente” como es el caso de américa Latina. La
seguridad externa aparece cada vez más estrechamente vinculada a la presuposición de la
existencia de un enemigo interno que exige una política de seguridad tendiente a la destrucción
o neutralización de dicho enemigo.
Alguno de los componentes más importantes de esta nueva política de seguridad son:
- presupuesto de la división del mundo en dos bloques irreconciliables (presencia
permanente del enemigo externo).
Existencia de un enemigo interno nunca claramente definido, aunque encarnado en el
peligro abstracto del comunismo internacional
Indeterminación De los contenidos en que se expresan los presupuestos arriba mencionados
Terminada la segunda Guerra Mundial, se estrechan e institucionalizan los contactos entre el
ejército norteamericano y los diversos ejercitos de america Latina. De esta forma, a través del
adoctrinamiento político y militar de los militares latinoamericanos en bases norteamericanas se
introducen, las ideas en torno a esta política de seguridad.
La DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONAL se presenta como una síntesis total de
todas las ciencias humanas, una síntesis dinámica capaz de proporcionar un programa
completo de acción en todas las áreas de la vida social. Ella se propone determinar los criterios
definitivos en todas las áreas de acción, desde el desarrollo económico hasta la educación o la
religión. En el mundo moderno sólo el marxismo tuvo una pretensión semejante a la ciencia
total y a la conducción total de la sociedad.
Dos son los elementos más importantes que en esta síntesis deben considerarse para
proseguir el análisis de dicha doctrina: la PRETENSIÓN TOTALIZADORA y la
INDETERMINACIÓN de sus contenidos.
Aún dentro de la indeterminación de los contenidos de la DSN resulta factible establecer
una división de funciones en su interior: las relativas a la política internacional y las relativas a
la política nacional. Las contradicciones relativas a política internacional posee un lugar de
primer orden.
La DSN en A. Latina constituye el resultado de la síntesis contradictoria en que se conjugan
3 elementos que modifican los planteos tradicionales de “seguridad nacional”: la idea de la
necesidad de expansión y protección del territorio nacional, la división del mundo en bloques y
la política de interdependencia y delegación de una parte de la soberanía nacional, como
componente específicamente latinoamericano.
Es preciso diferenciar dos conceptos: SEGURIDAD NACIONAL y DSN
El término SEGURIDAD NACIONAL define los problemas de subsistencia y mantenimiento
de la soberanía que se le presentan a todo Estado Nacional. Transformadas estas
conceptualizaciones en cuerpos sistemáticos de carácter normativo, sancionadas con algún
rasgo de oficialidad y convertidas en objeto de la socialización, estamos en presencia de DOS
TINAS DE S.N
Bajo la DSN el estado se fusiona coercitivamente con la Nación y es entendido como sujeto
activo de esta confrontación mundial en la cual los intereses sectoriales de la sociedad quedan,
en la práctica subordinados.
ESTABILIDAD: el concepto de estabilidad en el contexto de la DSN constituye un
presupuesto indiscutido pero, por sobre todo, indiscutible del funcionamiento del sistema. La
estabilidad resulta un dogma que se encarna en la idea de Nación previamente despojada de
todo conte popular. La inestabilidad, a su vez, hace referencia al concepto amplísimo de
SEGURIDAD INTERNA, según el cual toda circunstancia que la afecta se transforma en un
factor de perturbación y desestabilización. El problema del sistema no es el gobierno de la
inestabilidad, sino la negación de la misma, penalizando no solo a aquellos que la producen,
sino también a quienes se van a insinuar su existencia.

DEMOCRACIA: El concepto de democracia está presente en la DSN, aunque de modo tal


que constituye una ficción. Su ejercicio efectivo está previsto para el momento de la finalización
de las “dos guerras”: contra el enemigo externo y el enemigo interno.. ¿Pero qué tipo de
democracia? Tendrá que ser una que lleve a cabo el milagro de ser “esto y lo otro”, y al mismo
tiempo mantenga excluido al sector popular. En particular deberá ser un tipo de democracia
que suprima las invocaciones en términos de pueblo o de clase. Dicha supresión presupone la
existencia de controles estrictos sobre las organizaciones y movimientos políticos del sector
popular, así como sobre las formas de discurso permitido por parte de aquellos que ocupan
posiciones en las instituciones reabiertas por la democracia.

PODER: De los postulados de la DS se desprende una concepción instrumentalista del


poder. En este caso es también la seguridad nacional la que determina los lineamientos e os
objetivos nacionales. a alcanzar. Para ello se dispone del PODER NACIONAL que es la
sintaxis y subordinación de todos los recursos disponibles tanto en el Estado como en la
sociedad civil. El poder nacional incluye los medios de todo tipo, desde los recursos naturales
hasta los recursos humanos capaces de aplicar esos recursos naturales: todos los medios de
orden económico, social, político, psicológico y militar.
E concepto de poder aparece abstraído del concepto de comunicación y de clase.

CONSENSO: que los regímenes donde imperan los planteos de la DSN aparecen
desprovistos de consenso no constituye ninguna novedad. La DSN, sin embargo, presupone el
consenso. Ello porque el Estado no aparece como el lugar donde puedan discutirse y
resolverse las contradicciones de la sociedad civil, sino como el instrumento que encarna a la
nacion para el coumplimiento de los objetivos que exige la conservación de la seguridad. Como
contrapartida, el disenso es considerado como un ataque del enemigo, interno o externo, a los
fines supremos de la Nación. Bajo las condiciones imperantes en el autoritarismo.
latinoamericano moderno, dos son las formas de consenso que los grupos en el poder pueden
esperar. Por una parte, un consenso “tácito” que se manifiesta en la despolitización, apatía,
refugio en la existencia privada cotidiana. Por otra, el miedo.

OPOSICIÓN POLÍTICA: Este concepto no forma parte del arsenal teórico de la DSN. El
lugar que posee la oposición política en las democracias parlamentarias es ocupado por el
concepto de enemigo en estas formas de autoritarismo. En la medida que la lucha contra la
subversión (el enemigo interno) define el imperativo fundamental de la seguridad nacional, la
oposición política deviene en sujeto de un proceso de criminalización. La distinción entre
enemigo público y privado es reemplazada por el criterio de enemigo total y permanente que
subyace en la DSN. Por último, la aceptación del concepto de oposición política implicaría la
negación del Estado, concebido como herramienta para dirimir el antagonismo entre los dos
bloques mundiales.

ESTADO DE DERECHO O ESTADO DE EXCEPCIÓN: Dos son los componentes básicos


que conforman la idea de Estado de derecho en el ámbito del pensamiento liberal: Garantía de
las libertades individuales y principio de la división de poderes. Nuestro interés se centra en el
segundo de dichos componentes. El estado en A. Latina es la expresión de una crisis de
hegemonía. La subordinación de las clases dominantes locales a los centros internacionales de
poder torna imposble un proceso capitalismta de acumulacion que se complete en el territorio
nacional. De ahí la incapacidad de contar con las bases materiales de legitimación mínimas
para organizar la hegemonía de las clases dominantes en el ámbito de la sociedad civil. El
estado de la transición de la dependencia colonial a la independencia política tiene que ser un
ESTADO DE ACCIÓN. Frente a una inestabilidad interna de la estructura capitalista y la
sujeción externa de lo económico, acaban rápidamente con el estado normal. En el lugar de
dicho estado surge un ESTADO DE EXCEPCIÓN PERMANENTE. La tarea consiste en
institucionalizar una relación de dominación abiertamente autoritaria, que dee sin embargo
recubrirse de la terminología y algunas de las formalidades de los sistemas políticos liberales.
En el contexto que estamos describiendo, el término estado de derecho constituye un
eufemismo que oculta el desarrollo de técnicas posibles para institucional zar un estado de
excepción permanente. Se trata de una técnica defensiva, ante la debilidad del estado. El
estado de excepción permanente en el cono sur latinoamericano es un hecho consumado al
que se trata de otorgar un status jurídico. La destrucción o modificación de la división de los
poderes constituye una pieza fundamental de lo que hemos llamado TÉCNICAS PARA LA
INSTITUCIONALIZACIÓN de un estado de excepción en permanencia. La anulación de las
facultades de control que en los sistemas políticos liberales ejerce el poder judicial sobre el
ejecutivo, constituye un presupuesto de la institucionalización del estado de excepción en
permanencia.

PICADO- EL ENFOQUE DE SEGURIDAD HUMANA


El concepto de seguridad humana cobra fuerz a partir de su incorporación en el informe
sobre desarrollo humano del PNUD de 1994. No obstante, sus antecedentes se remontan a
tiempo atrás. Entre los hitos, está la declaración de los dd.hh. En ella se proclama que la
libertad, la justicia y la paz del mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad
intrínseca de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.
La reconceptualización del concepto de seguridad, hace que el mismo ya no se fundamente
en las nociones de soberanía, territorialidad y poderío militar sino en lograr la libertad para vivir
sin temor y sin miseria.
La guerra fría, sin embargo, reforzó el concepto de seguridad centrado en el estado. En
américa Latina se impuso la doctrina de la SEGURIDAD NACIONAL. En virtud de esta nación
se cambió la misión primordial de los ejércitos, desde la defensa territorial contra un enemigo
externo a la lucha mancomunada contra un enemigo interno: la sociedad civil.
eL PARADIGMA DE LA SEGURIDAD HUMANA SE ASIENTA EN LA NOCIÓN DE
vulnerabilidad mutua. Esto es, que en un sistema global la fortaleza o solidez del conjunto
están condicionados, paradojalmente por sus eslabones más débiles. Esto es, mientras exista
vulnerabilidad e inseguridad extrema en algunos sectores del conjunto, todos somos en cierta
medida, vulnerables.
La seguridad humana consiste en proteger la esencia vital de todas las vidas humanas de
una forma que realce las libertades humanas y la plena realización del ser humano. Significa
proteger al ser humano contra las situaciones y amenazas críticas. Significa la creación de
sistemas políticos, sociales, medioambientales, económicos, militares y culturales que, en su
conjunto, brinden al ser humana las piedras angulares de la supervivencia, los medios de vida y
la dignidad.
El concepto de “esencia vital de todas las vidas humanas” guarda relación con la noción de
“proyecto de vida”, es decir el derecho de cada persona a elegir su destino.
El estado está obligado a generar las condiciones de vida mínimas compatibles con la
dignidades de la persona humana y a no producir condiciones que dificulten o impidan
La comisión de derechos humanos de las naciones unidas determinó los derechos humanos
que son esenciales para la protección de los derechos a la vida: alimentación, agua potable y
salud. El comité de derechos económicos sociales y culturales establece como derechos
mínimos el derecho a la alimentación, la educación, el trabajo, la salud, y el agua.
Se dice que la seguridad humana consiste en la libertad para vivir sin miedo o temor (paz), la
libertad para vivir sin miseria (desarrollo) y la libertad para vivir en dignidad (derechos
humanos). La seguridad humana integra estas libertade.s.
En consecuencia, ya no basta el poderío militar para salvaguardar la seguridad nacional.
Hacen falta sistemas políticos sociales, ambientales, económicos, culturales sólidos que juntos
disminuyan las probabilidades de conflictos y promuevan las libertades humanas para todos.
Los principios de la seguridad humana son:
-Centrado en las personas: se consideran entonces las condiciones que amenazan la
supervivencia, los medios de vida y la dignidad de las mismas
- multisectorialidad: Se basa en la comprensión multisectorial de las inseguridades. Las 7
dimensiones de la seguridad humana son: la economía, la alimentación, la salud, el
medioambiente, la seguridad personal, comunitaria y política. Una amenaza contra uno de
estos elementos se propagara a todas las formas de seguridad human. Una amenaza puede
ampliar o provocar otra y a la vez las amenazas en un país o área determinada pueden
ampliarse a una región más amplia
- Integralidad
-Contextualizado: las inseguridad varían en cada contexto, por lo tantos e promueve la
búsqueda de soluciones contextualizadas
-prevención: la seguridad humana se orienta a la prevención y establece estrategias de
protección y empoderamiento. Estas son las dos estrategias de acción. La PROTECCIÓN es
definida como las estrategias establecidas por los estados, los organismos internacionales, las
ong y ei sector privado para resguardar a las personas de las amenazas.Implica establecer
medidas de “arriba para abajo” El EMPODERAMIENTO se refiere a estrategias que habilitan a
las personas para sobreponerse a situaciones difíciles. Implica establecer medidas de “abajo
hacia arriba” con el fin de desarrollar capacidades en las personas y comunidades para que
sean artífices de su propio destino.

APUNTES: El paradigma positivista va a plantar la DOCTRINA DE LA SEGURIDAD


NACIONAL y con ello el concepto de seguridad ciudadana. En este paradigma se protege al
estado en nombre de la seguridad nacionalLa seguridad que impera acá es la seguridad
ciudadana. Según el momento histórico va cambiando quien es considerado ciudadano y quién
no. Hoy el ciudadano es quien produce y quién consume, es que está dentro del sistema. En
función de este sistema se generan enemigos tanto externos como internos. En el paradigma
humanista se tiene en cuenta la seguridad humana de todos los habitantes. Mayorca habla de
JUsticia social. El enemigo ahora es el mismo estado es quién más vulnera los derechos.

CARRANZA- SITUACIÓN DEL DELITO EN AMÉRICA LATINA


Presentamos el panorama de la criminalidad en las tres categorías de delitos: delitos contra
la vida, delitos contra la propiedad y delitos contra la libertad sexual.
El concepto de SEGURIDAD DE LOS HABITANTES es un concepto que incluye no solo la
seguridad de nos ser víctima de delitos, sino también la de gozar de la vigencia de un ESTADO
DE DERECHO y de un estándar mínimo o razonable de bienestar en materia de salud,
educación, viviendo, ingreso, etc. Este concepto no sería otro que el reciente concepto de
“desarrollo humano sostenible”, que tiene equidad como ppcio.
Es adecuado usar el término seguridad de los habitantes y no seguridad ciudadana, ya que
la palabra habitantes no solo cubre a los ciudadanos sino a todas las personas.
Por otro lado, el término seguridad ciudadana tiene malos antecedentes en A. Latina, ya que
comenzó siendo utilizado por las fuerzas armadas y las policías militarizadas hacia fines de los
años 60, como vocablo renovado pero de similar contenido al de la doctrina de la seguridad
nacional originado durante la guerra fría.

CONADEP NUNCA MÁS


30 AÑOS DE TERRORISMO DE ESTADO

UNIDAD 7

DRAGONE- PUNTOS DE PERICIA


cON LA PUESTA EN PRÁCTICA DE LA PRUEBA PSICOLÓGICA aparecen en escena un
cuerpo teórico con múltiples recursos técnicos que intentan dar cuenta del campo a tratar
desde un saber. La actual entrevista psicológica es heredera de la arcaica indagatoria que
llevaba a cabo el rey. Este desprendimiento que opero de un campo a otro, produjo en el
interior del proceso legal un afianzamiento en el terreno de las ciencias sociales.
Desde este lugar es que comenzó a enriquecerse la prueba judicial psicológica tomando
forma en la aparición creciente de puntos de pericia. A qui se instalan por los menos dos
momentos. El primero la legitimidad de demandar por un mayor saber. El segundo un deseo no
expresado de ejercer control sobre la tarea, confundiendo a veces la puntuación pericial con
una modalidad del proceso como es la evolución de posiciones.

Marianetti, Jorge Enrique: (1997) El daño psíquico. El daño psíquico y el daño moral.
Mendoza. Ediciones Jurídicas Cuyo.
Cap. 10: Daño psíquico
Mientras el daño sea objetivable, visible, no se plantean mayores dudas con respecto a su
valoración, pero con el daño psíquico resulta necesario dilucidar cómo evaluarlo, aunando
necesariamente criterios de diversas disciplinas que tienen como objeto al hombre. Para
evaluar lo que se entiende por daño psicológico debe existir un menoscabo resultante de una
alteración anatómica o funcional, física o psíquica, que lleve al organismo a una disfunción, que
implica una modificación del estado anterior de la persona, que afecta peyorativamente su
integridad, provocando un perjuicio susceptible de una apreciación pecuniaria. Comprender la
enfermedad de una persona como parte de su historia original e irrepetible, en donde la unidad
de sentido está dada dentro de su drama particular y que esa enfermedad tiene que ver con
esa persona y no otra nos posibilita la comprensión y da elementos para poder llegar desde un
compromiso profundamente humano a ayudar a alguien que sufre. Cuando aceptamos que lo
psíquico influye sobre el cuerpo, pensamos en lo psíquico como en una fuerza capaz de
generar una alteración en la maquinaria que constituye nuestro cuerpo físico. No es
encerrándose en el propio campo del saber donde uno se mueve el modo de llegar a una
mayor claridad conceptual, sino que resulta necesario abrirse a nuevas disciplinas, buscar un
consenso que haga más ágil, dúctil y humana la tarea de juzgar. La intervención frente al
padecimiento del otro no puede resultar peor para el paciente que el padecimiento mismo (“lo
primero es no hacer daño”, evitar iatrogenia). La tecnología ha brindado un sinfín de
comodidades y aceleraciones en los diagnósticos, que ha ido de la mano de un proceso de
deshumanización de la tarea médica y el profesional, especialmente en aquellos que se
dedican a la medicina aparatología, que terminan convirtiéndose en técnicos o, lo que es peor,
en tecnócratas (¿acaso como mecanismo de defensa para no participar del sufrimiento del
paciente? Por ejemplo al hablar de “casos” o “enfermedades” más que de “personas”). Es hora
que ello cambie, y para ello es necesario el enfoque multifactorial, multidisciplinario, la visión
holística de la problemática humana.
Daño psíquico o psicológico
♦ Una perturbación transitoria o permanente del equilibrio espiritual preexistente, de carácter
patológico, producida por un ilícito, que genera en quien lo padece la posibilidad de reclamar
una indemnización por tal concepto a quien la haya ocasionado o deba responder por ella
♦ Una perturbación patológica de la personalidad de la víctima que altera su equilibrio básico o
agrava algún desequilibrio precedente, ubicando en tal concepto, tanto a las enfermedades
mentales como a los trastornos pasajeros, trascendiendo en su vida espiritual o de relación
(Zavala de González).
♦ Una cierta clase de lesión inferida a la persona que constituye fuente de daños resarcibles…
y supone una perturbación patológica de la personalidad de la víctima, que altera su equilibrio
básico o agrava algún desequilibrio precedente (Z. de González). 142
♦ Un perjuicio producido por un evento no previsible e inesperado para el sujeto al que le
provoca determinadas perturbaciones, modifica su interacción con el medio y le origina
alteraciones en el área afectiva, volitiva, ideativa o en todas ellas, que desencadenan
patologías en mayor o menor grado. Se dan en el nivel ICC pero producen modificaciones
conductuales, repercusión en la esfera afectiva y en la interrelación con el medio. Por su
calidad de acontecimiento inesperado que desborda la tolerancia del sujeto, produce una
ruptura en su equilibrio homeostático donde el más mínimo desajuste de su sistema defensivo
adaptativo, será suficiente para inferir un perjuicio en su salud (Tkaczuk).
♦ La consecuencia traumática de un acontecimiento vivido en forma de ataque, que desborda
la tolerancia del sujeto. Este cuadro está constituido por fenómenos que producen una
importante modificación en la vida del sujeto, en grados y áreas variables, con detrimento de la
paz anímica, o sea, ocasionando estados de tristeza y descenso en el nivel de calidad de la
existencia. Tal acontecimiento inesperado afecta el equilibrio homeostático del sujeto,
produciendo un desajuste en sus sistemas de adaptación y defensa, de tal modo que conllevan
un perjuicio para su salud. Será importante evaluar los factores constitucionales, sus
experiencias previas, el funcionamiento de su economía mental y las condiciones previas y
posteriores al acontecimiento traumático. A pesar de que dentro de la esfera jurídica no se
contempla el daño psíquico, en la práctica, la noción suele estar cada vez más incorporada al
Derecho, por sus alcances y características. En el art. 1068 del Código Civil se habla del daño
en tanto menoscabo que se experimenta en la persona, en sus derechos o facultades. El bien
jurídico protegido sería aquí el equilibrio espiritual. El daño psíquico sería la resultante de un
acontecimiento traumático.
♦ Puede hablarse de la existencia de daño psíquico en un sujeto determinado, cuando éste
presenta un deterioro, disfunción, disturbio o trastorno, o desarrollo psicogenético que,
afectando sus esferas afectiva y/o intelectiva y/o volitiva, limita su capacidad de goce individual,
familiar, social y/o recreativo, como consecuencia de accidentes de cualquier índole,
reconocido legalmente y que, por ende, crea responsabilidades en quienes lo producen y
derechos resarcitorios para quienes lo padecen (De Filippis Novoa- Imbriano). Orígenes del
daño psíquico: de un accidente de tránsito, mala praxis médica, haber sido víctima de un delito,
de un accidente laboral, de un despido, de la muerte o desaparición de un ser querido en forma
traumática o inesperada, por exposición al uso de sustancias o productos tóxicos, etc. Resulta
de importancia establecer el grado de deterioro a partir del hecho traumático
(comparativamente con la vida anterior del examinado). Se requiere que el evento
desencadenante revista caracteres de traumático. Resulta incompatible con los rubros
reparatorios de un ilícito con efectos exclusivamente patrimoniales. Es posible un nexo entre
daño psíquico y lucro cesante, dado que puede ocurrir que una patología psíquica determine
durante un tiempo la pérdida de réditos legítimamente esperables (o debido al costo de una
terapia que resulte consecuentemente necesaria). Síntomas del daño psicológico [Del Pópolo,
tomando el caso de las reacciones de oficiales de policía después de hacer fuego a un sujeto]
Bloqueo o disminución de las diversas funciones del yo, accesos emotivos incontrolables, ira,
ataques convulsivos, insomnio, perturbaciones oníricas, sueños repetitivos, crisis de ansiedad,
confusión mental, complicaciones neuróticas secundarias, estados regresivos, pesadillas,
aislamiento, depresión, alienación, sentimientos de culpa, aflicción, remordimiento, problemas
con figuras de autoridad, problemas sexuales, uso de alcohol y drogas y pensamientos
suicidas.
Distingue tres fases de reacción frente a un evento traumático en policías: 1. Fase de impacto:
comienza con el evento traumático y continúa hasta que el agente estresante ya no tiene efecto
directo. Pueden existir sentimientos o actos sin sentido o torpeza. 2. Fase de aislamiento: dura
hasta que la persona retorna a la vida y rutina diarias. Tiene necesidad de contar su historia, en
un intento de dominar al stress. 3. Fase postraumática: con síntomas típicos (incluyendo
jaquecas, vértigos, cefaleas, opresiones precordiales, taquicardias, síntomas digestivos,
fotofobia, etc.). Cabe recordar la importancia que tiene la respuesta diferente de cada uno
frente a un trauma, debido al significado simbólico particular, individual del trauma, y los
factores cognitivoconductuales que le dan un sello único a cada caso. Autonomía del daño
psíquico: La consideración de interrogantes sobre el modo de reparar los daños a la persona
debe realizarse teniendo muy en cuenta todas las dimensiones del afectado por el perjuicio. La
magnitud del daño psíquico exige una afinada percepción del impacto que en esa esfera ha
producido el siniestro sobre los integrantes del núcleo familiar y, especialmente, sobre el propio
damnificado. Factores causantes del daño psíquico El trastorno psíquico puede ser de cuatro
tipos: deterioro cognitivo, cambio de personalidad, psicosis, y neurosis. Si se toma en
consideración el factor temporal, pueden considerarse alteraciones con efectos psicológicos
agudos o crónicos. Los cambios de carácter, junto a las manifestaciones neuróticas, son los
trastornos más comunes, mientras que los defectos cognitivos suelen ser los menos frecuentes
entre las secuelas psiquiátricas. Deterioro cognitivo: es casi siempre el resultado de un daño
directo sobre el tejido cerebral, ya que las lesiones menores suelen acompañarse de una
recuperación intelectiva completa. La persistencia del trastorno cognitivo es proporcional al
daño cerebral ocasionado. El pronóstico debe vincularse con la edad y localización de la lesión.
Deterioro cognitivo focal: es más frecuente como consecuencia de las heridas penetrantes y
cursa con déficits de memoria, lenguaje y visión espacial, trayendo aparejados trastornos
deficitarios en la atención y velocidad mental. Suele persistir un deterioro selectivo de la
memoria, aun habiéndose restituido otras funciones intelectuales. Aclara diferenciaciones sobre
si el daño es sobre el hemisferio dominante o el no dominante, pero son irrelevantes. Deterioro
intelectual generalizado: cuando existen lesiones cerebrales cerradas, el deterioro intelectual
tiende a hacerse global, con importante pérdida de funciones cognitivas. Así, la demencia
postraumática se ve acompañada habitualmente de hemi y tetraparesias y otros importantes
desajustes neurológicos, mutismo e inmovilidad, disartria y apatía, labilidad emocional.
Cambios de personalidad: son alteraciones en las actitudes y patrones del comportamiento del
sujeto. Para los familiares y el entorno, constituyen uno de los aspectos más angustiantes
aparecidos como secuela, después de una lesión cerebral. El paciente puede ser CC de ello,
pero frecuentemente lo olvida. Cambios de personalidad con daño cerebral: estos pueden
fluctuar a partir de una leve pérdida de finura o una vitalidad disminuida. En los casos de
demencia grave, aparecen alteraciones de la motivación, pérdida de la libido y cambios
afectivos con embotamiento, inestabilidad emocional, apatía o euforia, irritabilidad y situaciones
de ira y marcado egocentrismo, conductas antisociales e irresponsables, desinhibición, que
pueden ocurrir sin evidencia de deterioro en los test de habilidad cognitiva. Aparece un
deficiente control de la agresividad (arrebatos), exagerándose los rasgos de la personalidad de
base. También puede darse una euforia jocosa, apatía, egocentrismo, tendencia a la
satisfacción inmediata de los apetitos, indiscreción, falta de tacto social, etc. Psicosis después
de lesión cerebral: en estos casos la etiología resulta compleja. El daño cerebral puede
contribuir por sí mismo al desarrollo de su trastorno o puede actuar como precipitante en
individuos predispuestos (se inclina por esta opción). Esquizofrenia después de lesión cerebral:
varias lesiones cerebrales han desembocado en el desarrollo de diferentes formas de
esquizofrenia, siendo las más frecuentes las de tipo paranoide, habiéndose observado su
presencia con mayor frecuencia en las lesiones leves, lo que sugiere que existen factores
independientes del daño lesional en el desencadenamiento del trastorno. Para establecer el
diagnóstico de esquizofrenia postraumática, deben darse las siguientes condiciones: 1. Que el
traumatismo craneal tenga intensidad suficiente como para inducir un síndrome confusional
inmediato 144 2. Que el cuadro esquizofrénico presente predominancia notable de signos
productivos, en particular, ideas delirantes 3. El problema central de la esquizofrenia
postraumática es el delirio paranoide, que se caracteriza por ser del tipo interpretativo (se
interpreta el traumatismo craneal mismo como una agresión, una persecución vivida por el
sujeto como particularmente importante). Psicosis paranoide: es frecuente la aparición de ideas
persecutorias o de infidelidad matrimonial, en individuos de edad mediana, no asociadas a
daño cerebral importante, ni con un determinado asentamiento sobre una región cerebral
concreta. 1. Psicosis afectivas: en presencia o no de daño cerebral, soliendo ser más frecuente
la psicosis depresiva que la hipomanía. 2. Otras psicosis: psicosis epilépticas, episodios
delirantes, psicosis histéricas, hipocondrías. Neurosis postraumática cerebral: son la secuela
psiquiátrica más común posterior a lesión cerebral. Aquí se incluyen desajustes emocionales,
estados de tensión y ansiedad, a menudo con sintomatología fóbica, reacciones neurasténicas
con fatiga, irritabilidad y sensibilidad al ruido, histeria de conversión, neurosis obsesiva, cefalea,
sensación de vértigo o mareo. El cuadro depresivo a menudo se asocia con anorexia,
insomnio, dificultad de concentración, pérdida de interés, características paranoides,
hipocondría y cefaleas fluctuantes. La ansiedad puede presentarse aislada o asociada a la
depresión. La reacción neurasténica se caracteriza por cansancio, falta de energía, fatiga
mental y disminución de la actividad, depresión neurótica o hipocondríaca, perturbaciones
neurovegetativas cardiovasculares, digestivas y respiratorias. La irritabilidad es la consecuencia
más frecuente de los aspectos emocionales de la lesión, con pérdida del control, haciéndose
difícil la distinción entre una perturbación afectiva sobre una base neurótica o a un cambio de
personalidad consecuencia de un daño orgánico cerebral. Los síntomas histéricos pueden
aparecer como estados disociativos (fugas, amnesia, parálisis motoras, anestesias, etc.). Es
difícil discernir esta sintomatología de la simulación con imitación de las manifestaciones.
También pueden aparecer síntomas obsesivo-compulsivos acompañando la depresión o la
ansiedad, coloreando el cuadro. El paciente está preocupado por la lesión cerebral, está tenso
y prodiga la atención en su problemática, apareciendo, a veces, síntomas de
despersonalización. Cuadros secundarios al impacto emocional: 1. Trastorno de estrés
postraumático: aparecen síntomas característicos después de un acontecimiento
psicológicamente desagradable, que se encuentra fuera del marco normal de la experiencia
habitual. El agente estresante productor de este síndrome es marcadamente angustiante para
casi todo el mundo y, por lo general, se experimenta con intenso miedo, terror y sensación de
desesperanza. Los síntomas característicos suponen la re-experimentación del acontecimiento
traumático, la evitación de los estímulos asociados con él, o una falta de respuesta general y
aumento de la activación. El diagnóstico no debe efectuarse si la alteración dura menos de un
mes. Se trata de traumas, que pueden ser experimentados en solitario o en grupo. Los agentes
estresantes que producen este tipo de trastorno pueden ser también desastres naturales,
accidentales, o causados deliberadamente. El acontecimiento traumático puede ser re-
experimentado de diversas maneras. Por lo general el individuo tiene pensamientos recurrentes
e invasores del acontecimiento, o bien sueños angustiantes durante los que se reexperimenta
el traumatismo. Se reviven los componentes del acontecimiento y el individuo se comporta
como si lo estuviera experimentando en aquel mismo momento. A menudo existe también un
intenso malestar psicológico, cuando el individuo se ve expuesto a acontecimientos que
recuerdan algún aspecto del traumatismo. Hay una evitación persistente de los estímulos
asociados al trauma, o una falta de la capacidad general de respuesta, fenómenos ausentes
antes del mismo. Esto puede suponer una amnesia psicógena que afecta aspectos importantes
del acontecimiento traumático, y una pérdida de la capacidad para interesarse en actividades
que previamente le atraían o un descenso marcado de la capacidad para sentir emociones de
cualquier tipo. Los síntomas persistentes de aumento de la activación, que no se encontraban
antes del traumatismo son, por ejemplo, la dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo
(pesadillas recurrentes donde se revive el acontecimiento traumático), hipervigilancia y una
exageración de la 145 respuesta de alerta. Hay también dificultades para concentrarse o para
acabar las tareas. Muchos de los afectos manifiestan también cambios en su nivel de
agresividad, irritabilidad con miedo a perder el control, llegando incluso a explosiones
impredecibles de conducta agresiva o bien a una incapacidad para expresar los sentimientos
de ira. a. Sintomatología asociada. Ansiedad, depresión, conductas impulsivas, síntomas de
trastorno mental orgánico (fallos de memoria, dificultad de concentrarse, labilidad emocional,
cefaleas, vértigo), sentimientos de culpa por el hecho de haber sido ellos los que sobrevivieron,
o por las cosas que tuvieron que hacer para sobrevivir. b. Deterioro y complicaciones. El
deterioro puede ser leve o grave y afectar todos los aspectos de la vida. La evitación fóbica de
las situaciones o actividades que recuerdan o simbolizan el trauma original puede interferir en
las relaciones interpersonales. La labilidad emocional, la depresión y los sentimientos de culpa
pueden dar lugar a conductas autopunitivas o intentos suicidas. 2. Síndrome postconmocional:
se presenta luego de un episodio de contusión o conmoción cerebral, que deja o no secuelas
(ejemplo de boxeadores). Existe cefalea paroxística, acompañada de vértigos, mareos,
náuseas, sensación de inseguridad, fatiga rápida e irritabilidad. La memoria está afectada; el
pulso es inestable. 3. Neurosis de renta, de indemnización o rentosis: la situación estímulo es la
de un accidente cubierto por un seguro, con opción a una indemnización o pensión.
Clínicamente, la sintomatología puede ser muy variada. Predominan las manifestaciones
histéricas, con dos características peculiares: una puede afectar a las funciones necesarias
para ejecutar el trabajo que efectuaba previamente el enfermo y la otra se fija muchas veces en
lesiones previas; por tanto, en ocasiones es la agravación del accidente o la exacerbación de la
enfermedad presente lo que complica mucho la valoración de las lesiones. Tampoco suelen
faltar las tendencias reivindicativas, la actividad querulante y pleitista ante los tribunales,
empeñándose el sujeto en una lucha o cruzada en pro de la justicia. “Extinguido el estímulo, se
extingue la reacción”, y para que se dé este caso, caben tres posibilidades: I. Negación de la
renta: las tendencias reivindicadoras se exacerban. II. Pensionar al enfermo: la afección dura lo
que dure la pensión, indefinidamente III. Conceder una indemnización única y suficiente (a
negociar): en este caso, el enfermo, después de un tiempo discrecional, adquiere su estado
habitual. La simulación no es competencia de la psiquiatría, por cuanto implica un fraude
consciente, está enraizado en la estructura de la personalidad que sea. La neurosis de renta y
la histeria forman un bloque más difícilmente diferenciable, pero de cualquier forma entran en el
ámbito del quehacer psicopatológico. En la neurosis de renta el paciente ha utilizado de forma
no CC su problema orgánico (accidentes, traumatismos, operaciones, etc.) para reorganizar su
vida obteniendo una ganancia secundaria, a partir de su enfermedad, gracias a la cual puede
abandonar sus obligaciones. Baremo de evaluación de las incapacidades psiquiátricas
Trastornos ligeros (Grupo I) Trastornos moderados (G. II) Trastornos medios (Grupo III) Los
síntomas son poco molestos y discapacitantes (ansiedad intermitente, nerviosismo, irritabilidad,
etc.), la exploración y la anamnesis no revelan nada muy particular. La eficiencia social, sobre
todo la profesional, es normal. El paciente sigue siendo autónomo para todos los actos de la
vida cotidiana. Los síntomas, de orden neurótico, son más molestos pero siguen siendo poco
discapacitantes (ansiedad, ideas depresivas, trastornos del sueño, etc.). No hay trastornos de
la expresión, de la presentación, del comportamiento. La eficiencia social del Los síntomas, de
orden neurótico, son notables y discapacitantes (angustia, depresión, fobias, obsesiones, etc.),
pero no hay trastornos del curso del pensamiento, ni alteración del raciocinio. Las anomalías
puestas de manifiesto por la exploración, si existen, son leves. La eficiencia social es
satisfactoria o relativamente 146 sujeto es normal (trabaja, tiene relaciones normales o
discretamente patológicas, está bien adaptado a su entorno, etc.). La autonomía intelectual es
total para los actos de su vida cotidiana. satisfactoria. El paciente puede ejercer una actividad
profesional, su integración en el entorno es correcta. La autonomía para los actos de la vida
cotidiana permanece. La dependencia de otra persona, si existe, no reviste un carácter muy
patológico o contrariante. Ejemplos: angustia flotante semiintermitente, irritabilidad simple,
trastornos del sueño poco marcados, inestabilidad emocional simple. Ejemplos: neurosis poco
invalidantes que permiten una vida afectiva correcta, una integración profesional normal, una
integración social satisfactoria. Neurosis simples, personalidades patológicas (histérica, fóbica,
obsesiva, etc.) satisfactoriamente integradas en su medio. Ejemplos: neurosis que entrañen
síntomas y sufrimiento notables, que sin embargo permiten una integración social y profesional
correcta. Déficit intelectual del tipo de debilidad ligera. Desequilibrios psíquicos que permiten,
pese a las molestias creadas por los síntomas y la inestabilidad, una integración afectiva, social
y profesional. Trastornos importantes (Grupo IV) Trastornos muy importantes (Grupo V) Los
trastornos y los síntomas son patentes o muy patentes, de orden neurótico e incluso psicótico
(depresión de larga evolución, ansiedad importante, fobias muy limitantes, obsesiones,
inestabilidad importante). Pueden existir producciones delirantes que, sin embargo, no invaden
el campo de la CC y permiten una capacidad de análisis y raciocinio correctos. Las relaciones
con la realidad siguen siendo satisfactorias o muy satisfactorias, aunque pueden presentarse
anomalías del comportamiento, la actitud y la expresión. La eficiencia social está comprometida
en diversos grados: en los casos más graves el sujeto no es apto más que para un trabajo muy
simple o estereotipado. Aun así, conserva su autonomía, con ayudas parciales de su entorno,
según el caso. Las relaciones con sus semejantes están muy Los síntomas son graves: ideas
delirantes, depresión crónica severa con apragmatismo, trastornos masivos del juicio, memoria,
razonamiento, etc. Aparecen anomalías patentes en la actitud, vestimenta, discurso. La
comunicación es posible (neurosis graves) o está comprometida (delirios, esquizofrenia), o
incluso muy comprometida o anulada (demencias). Las relaciones con la realidad están muy
perturbadas; la eficiencia intelectual se halla generalmente muy perturbada; la eficiencia social
es nula o casi, no puede ejercer ninguna profesión si no es más que a título ocasional o
marginal. El paciente sólo dispone de una autonomía reducida o incluso ha perdido + ó – su
autonomía. Como mínimo debe ser vigilado y acompañado o ayudado en su vida cotidiana. En
los casos más graves, no puede atender sus asuntos ni cuidar de sí mismo (llegando a
necesitar internación). Sus relaciones con sus semejantes están muy perturbadas o son muy
patológicas e incluso están ausentes. 147 perturbadas. Ejemplos: neurosis severas de
angustia, histérica, fóbica, con síntomas muy notables, importantes sufrimientos, y sin
embargo, el paciente sigue siendo capaz de asumir una actividad profesional. Psicosis
(esquizofrenia, manía, melancolía) relativamente bien compensadas. Debilidad mental media.
Desequilibrio psíquico que permite, durante periodos + ó – prolongados, una integración social
y profesional. Ejemplos: estados neuróticos muy severos con apragmatismo (neurosis de
angustia histérica, fóbica, obsesiva), lentitud ideatoria, resistencia a la terapéutica, desinterés
global, fatigabilidad psíquica e intelectual considerable. Psicosis alucinatorias crónicas.
Esquizofrenias graves, que apartan al paciente de la realidad, convirtiéndolo en incapaz para
cualquier actividad profesional. Deficiencias intelectuales graves, congénitas o adquiridas
(debilidad profunda, demencias, etc.)
Cap. 12: Daño moral y daño psíquico
El concepto de daño ♦ Según el D.R.A.E., dañar: “causar menoscabo, detrimento, dolor o
molestia”. ♦ Médicamente, se afirma que “daño es toda alteración anatómica o funcional
causada por agente/s externo/s o internos/s. ♦ En medicina legal, daño es “toda alteración
física o psíquica causada por agentes mecánicos, físicos, químicos o biológicos, derivados de
una acción exógena de carácter doloso o no”, asimilable al concepto de lesión, que implica un
“daño causado en la integridad corporal o en la salud física o psíquica de una persona”. ♦ El
concepto de daño como asimilable al de disfuncionalidad o funcionalidad alterada, que significa
actividad alterada, operatividad alterada, capacidad alterada de expansión en el ámbito social,
o una modificación peyorativa de una o más funciones corporales (Gisbert). ♦ El daño como
“toda alteración de la salud o enfermedad, tenga o no origen traumático (sentencia del Tribunal
Español) ♦ Daño como el menoscabo que a consecuencia de un evento determinado, sufre una
persona, ya en sus bienes vitales naturales, en su propiedad o en su patrimonio (Zannoni). ♦ El
daño con relación a la responsabilidad civil significa “el menoscabo que se experimenta en el
patrimonio por el detrimento de los valores que lo componen (daño patrimonial) y también es
lesión a los sentimientos, al honor y a las afecciones legítimas (Alsina). ♦ Para la Doctrina
Jurídica el daño comprende un menoscabo que a consecuencia de un evento determinado
sufre una persona en sus bienes vitales naturales, en su propiedad o en su patrimonio. Un
menoscabo material o moral, causado contraviniendo una norma jurídica, que sufre una
persona y del cual haya de responder otra. ♦ La valoración del daño corporal es la apreciación
de la naturaleza y alcance de la enfermedad o lesión del paciente en cuanto a que ha afectado
o alterado el estado anterior de la persona. Esta afectación o alteración del lesionado debe
consistir en una anormalidad anatómica o disminución funcional, considerada por el médico
como estable o progresiva en el momento de la evaluación. ♦ La O.M.S. entiende como daño o
dañar “la pérdida o anormalidad en una estructura o función psicológica, fisiológica o
anatómica, valorándose todo aquel daño que cause un defecto o deformidad que pueda ser
objetivable, afectando a cualquier parte del organismo” ♦ Código Civil, art. 1068: “Habrá daño
siempre que se causare a otro algún prejuicio susceptible de apreciación pecuniaria, o
directamente en las cosas de su dominio o posesión o indirectamente por el mal hecho a su
persona o a sus derechos o facultades”. Responsabilidad civil y daño. Para que exista
responsabilidad civil, debe existir un nexo causal entre el ilícito y el daño. Es necesario que el
acto sea ilícito, imputable subjetivamente al agente, que haya culpabilidad (u otro factor de
atribución determinado especialmente por la ley), que 148 exista un daño patrimonial o moral y
que medie un nexo de causalidad adecuado entre el hecho ilícito y el daño. La relación de
causalidad jurídicamente relevante es la que existe entre el daño ocasionado y el antecedente
que lo produce normalmente, según el curso natural y ordinario de las cosas. Desde lo jurídico,
daño psicológico es la perturbación transitoria o permanente del equilibrio espiritual
preexistente, de carácter patológico, producida por un hecho ilícito que genera en quien la
padece, la posibilidad de reclamar una indemnización por tal concepto a quien la haya
ocasionado o deba responder por ella. Este daño sería el resultado o la consecuencia
producida por un acontecimiento extraordinario, resultado de una situación de pérdida de gran
entidad, ya sea en la integridad física o en el mundo afectivo, reparable en principio sólo dentro
de la responsabilidad extra-contractual. Resultado entonces de hechos o fenómenos cuya
influencia produce una importante modificación en la vida del sujeto, que conlleva un
detrimento de su paz anímica, de grados y en áreas variables, produciendo un descenso en el
nivel de calidad de su existencia y provocando un cuadro en el que prevalece la tristeza como
principal estado de ánimo, producto de la activación o reactivación de toda una serie de
frustraciones emocionales experimentadas durante la vida temprana individual con gran
impacto, imposibilitándole al sujeto el poder encontrar sustitutos afectivos que hagan posible
cualquier trabajo productivo como consecuencia del duelo mismo. Breves consideraciones
finales sobre el daño moral y el daño psíquico ♦ El daño moral consiste en la violación de algún
derecho inherente a la personalidad, con prescindencia de las repercusiones anímicas en la
víctima (Brebbia). ♦ El daño moral es el menoscabo o pérdida de un bien –en sentido amplio-
que ocasiona una lesión a un interés amparado por el derecho, de naturaleza extra-patrimonial.
Dicho interés tiene un contenido puramente espiritual (sufrimiento, dolor, aflicción, angustia,
desánimo, desesperación, pérdida de la satisfacción de vivir) (Bueres). ♦ El daño moral es todo
menoscabo referido a los atributos o presupuestos de la personalidad jurídica, con
independencia de su repercusión en la esfera económica (Segundas Jornadas de Derecho
Civil). ♦ El daño moral es la lesión de razonable envergadura producida al equilibrio espiritual,
cuya existencia la ley presume –y tutela- y que atañe a una persona. Si ese equilibrio estuviera
ya alterado antes del hecho considerado como generador del daño moral, puede consistir en
una agravación, en una situación intensificadora. El daño moral es un acontecimiento
conmovedor. Hasta podría conllevar también una perturbación para el normal proceso de
pensamiento (Cipriano). El daño moral es una modificación disvaliosa del espíritu en el
desenvolvimiento de su capacidad de entender, querer o sentir, que se traduce en un modo de
estar de la persona, diferente de aquel en que se encontraba antes del hecho, como
consecuencia de éste y anímicamente perjudicial, o sea, es un perjuicio susceptible de
apreciación desde la óptica del entendimiento, de la sensibilidad o de la voluntad de la persona
(Z. de González). El daño moral incide sobre lo que el sujeto ES. Implica un defecto existencial
en relación a la situación subjetiva de la víctima precedente al hecho (disvalor personal),
aunque no todo estado espiritual disvalioso es un daño moral. ♦ En diversos fallos (españoles)
se dice: o La noción de daño moral se halla vinculada con el concepto de desmedro extra-
patrimonial o lesión en los sentimientos personales, en las afecciones legítimas o en la
tranquilidad anímica o El daño moral es aquel que en lo más íntimo de su ser padece quien ha
sido lastimado en sus afecciones legítimas y que se traduce en dolores y padecimientos
personales o Entendemos que el daño moral constituye una lesión a los derechos extra-
patrimoniales de naturaleza subjetiva que, sin abarcar los perjuicios que son recuperables por
vía del daño directo, recaen sobre el lado íntimo de la personalidad (vida, integridad física o
moral, honor, libertad) y no existe cuando se trata de un simple perjuicio patrimonial. o Siempre
que exista una lesión corporal, resulta razonable admitir que ha existido daño moral y, aunque
éste haya sido leve, ya que su efecto puede exceder el límite de las meras 149 molestias,
debería tenerse en cuenta que el hecho ha desencadenado angustia y sufrimiento, que exigen
ser satisfechos al haber transgredido intereses legítimos, de contenido extra-patrimonial. Tanto
en el daño moral como en el psicológico está afectado el equilibrio espiritual. En el daño
psicológico ese desequilibrio debe llegar a producir patología, para ser reconocido como tal. En
el daño moral se hace referencia a dolores, padecimientos y angustias. En el daño psicológico,
se tiende a resarcir la incapacidad que en ese campo produjo el accidente. Por lo que
sabemos, no es necesario llegar a probar la existencia o extensión del daño moral, cosa que no
sucede con el daño psíquico, que sí debe ser probado. El daño moral es un tipo de trastorno
lesional que puede generar angustia y afectar los sentimientos. Para establecer su existencia
deberá determinarse la naturaleza de los sufrimientos o la magnitud que alcanza el dolor
producido por el evento dañoso en el común de las personas. Por lo tanto, su determinación es
difícil, ya que por su naturaleza particular, este tipo de trastorno perjudicial viene traducido en
las vivencias personales del afectado. Para el juzgador, que carece de elementos para precisar
el “quantum” del sufrimiento, medir los sinsabores, los padecimientos, las perturbaciones o
incertidumbres que plantea el afectado en sus dichos, es una temática predominantemente
subjetiva. Aquí la ley deberá poner a disposición de la víctima elementos lo suficientemente
aptos para que el actor pueda tener acceso a gratificaciones viables acordes con la situación
de incapacidad resultante. Entendemos que en la lesión hay una afección en una determinada
esfera de la integridad psicofísica en la persona. La lesión no sería el daño, sino su causa. En
cuanto al daño, refiere a consecuencias o efectos dañosos o disvaliosos a nivel personal. El
daño será el producto, el resultado negativo de la violación de los derechos o bienes de la
víctima. Daño moral y psicológico tienen en común ser lesiones incapacitantes, dada la
imposibilidad de corregir lo global del menoscabo. El daño moral se manifiesta, en especial,
afectando el área afectiva o de los sentimientos. Las formas más frecuentes están dadas por la
angustia, pero también el pesar, el dolor, la tristeza, la tranquilidad de ánimo, la vergüenza. Se
configura el daño moral cuando el hecho ha afectado o comprometido de modo perjudicial no
sólo la esfera afectiva o de su sensibilidad (a través de cómo se siente el sujeto), sino también
su esfera intelectual y volitiva (Z. de González). Los límites entre lo psíquico y lo somático son
difusos de manera tal que las afecciones anímicas repercuten funcionalmente en la salud del
individuo y los menoscabos corporales no dejan de producir un quebranto en la personalidad
de quien los padece. No existe una incapacidad psíquica y una incapacidad física. Existe una
sola incapacidad y ella puede estar dada por la afectación del fondo vital o de la vida anímica
(Iturraspe). El daño psíquico ejerce una gravitación en la capacidad de la víctima, que se
traduce en una disminución de las aptitudes para el trabajo y la vida de relación. Siempre que
haya una enfermedad psíquica, coincidirá el daño psíquico con el daño moral. El daño psíquico
reside en la alteración patológica misma de la personalidad. El daño moral valora y recoge la
realidad como desequilibrio espiritual profundo. El daño psíquico, entonces, no implica
cualquier desequilibrio espiritual, sino uno patológico, diagnosticable y más o menos
clasificable por la ciencia médica. Si existe, producirá siempre un daño moral, pero no se
identifican conceptualmente ambas nociones, aunque éste derive de aquél. La lesión psíquica
puede ser causa o génesis de daño, no sólo moral, sino también eventual y frecuentemente
patrimonial, desde el punto de vista de la causalidad jurídica o principio de razón suficiente. La
enfermedad psíquica sería un factor de intensificación del daño moral resarcible (Z. de
González).

√ ABELLEIRA, DELUCCA - CLÍNICA FORENSE EN FAMILIAS.

CAPÍTULO VII: ACERCA DE CUESTIONES ÉTICAS. El perito psicólogo es aquel profesional


convocado o habilitado por un Magistrado o Juez que entiende en una causa o expediente, a
fin de recibir su asesoramiento especializado, en el contexto de un juicio dentro del fuero Penal,
Laboral, Civil y comercial y de Familia.
Se establece lo prohibido y lo permitido en relación a grandes cuestiones de la vida: respeto
por la vida propia y ajena; aceptación y respeto por las diferencias. Consideramos esencial, la
posibilidad de construir y preservar la capacidad para reflexionar, cuestionar y volver a formular
estas ideas y valores elegidos y para asumir la responsabilidad personal de los actos. La
voluntad ética no es estática y debe ser formulada y transformada en diferentes circunstancias
de acuerdo al contexto. Pero además, activamente, cada uno puede imprimir a su elección una
modalidad que le es singular.
1- Nuestra primera responsabilidad ética como profesionales, nos impone conocer el
contexto institucional (sus fines, objetivos) y sus reglas de funcionamiento, en las
cuales está enmarcado el quehacer del perito psicólogo. Esto implica conocer, que el
desempeño como psicólogos estará doblemente marcado y enmarcado: Por los códigos
del Derecho: Penal, Civil, Laboral y sus respectivos códigos de Procedimiento; y por el
marco teórico de la disciplina psicológica y los códigos de ética profesional y personal.
Por lo tanto, saber para qué estamos convocados.
Conocer el contexto institucional y sus reglas de funcionamiento supone una clara conciencia y
aceptación de las diferencias a afrontar en el marco de una actitud de alerta crítica, una
actitud reflexiva de nuestra parte sobre la función que cumplimos en la institución, que nos
ponga a resguardo tanto de una confrontación estéril como de la sumisión. Confrontación
estéril sería oponernos en forma manifiesta a aceptar las reglas y códigos con que se maneja la
institución, o de manera más sutil, transgredirlas solapadamente no cumpliendo la función para
la que se nos convoca. Una actitud de sumisión, implicaría aceptar acríticamente y sin las
explicitaciones que será necesario realizar, cualquier demanda que entre en contradicción con
nuestros códigos de ética profesional y personal.
2- La institución nos demanda el aporte de un conocimiento especializado, lo que exige una
permanente profundización, ampliación y actualización de esos saberes.
3- Conocer los obstáculos y la especificidad de los discursos. Los paradigmas y discursos
sobre el sujeto, los hechos, las conductas, la implicación del investigador sobre lo investigado,
difieren ampliamente y son antagónicos, en el discurso jurídico y en el psicológico con el que
nos manejamos.
Nuestra concepción del sujeto implica: Considerar la subjetividad, como una construcción
atravesada por la cultura, el momento histórico-social, el grupo social de pertenencia y
constituida en los vínculos familiares y con los otros. Metabolizada por la propia interpretación o
significación de lo vivido, siendo la dimensión inconsciente generadora de efectos singulares
que lo constituyen como sujeto deseante. Por lo tanto es un sujeto: Escindido (sujeto del
inconsciente); Vinculado: a la estructura familiar y a la estructura social; y Multideterminado o
sobredeterminado. Siempre está presente la vertiente ideológica del interpretante, como para
que distintos jueces y profesionales del Derecho acentúen o se enmarquen en diferentes y
contradictorias posturas, unas con otras.
Nos ha permitido la construcción de un espacio de trabajo interdisciplinario para poder producir
conjuntamente nuevos conocimientos y hacer más efectivas nuestras intervenciones y la del
juez, a nivel de las familias. Asimismo, el objetivo último es siempre el mismo: lograr un cambio
de posicionamiento y organización.
4- Las conclusiones psicológico-forenses, deben aportar la lectura que hacemos sobre el
sentido del hecho motivo de la litis o del juicio.
5- Conocer la propia función y la de los demás. Asumir una posición clara sobre los alcances y
límites de nuestra intervención psicológica, resguarda a su vez, de invadir las incumbencias de
otros.
6- Ubicarse en una posición de neutralidad. Ciertas demandas o pedidos explícitos, suelen ser
algunos de los dilemas ético-profesionales con que nos podemos enfrentar. Evaluamos lo
pertinente a cada caso, desde el punto de vista psicológico. La metodología de investigación ha
de ser decidida en cada intervención, de acuerdo a las características de los sujetos o del
grupo familiar a investigar.
7- El perito siempre deberá dar alguna respuesta a lo que se le solicita. Pero no siempre lo que
pueda responder, abarcará la totalidad de lo demandado.
8- El secreto profesional. La responsabilidad del profesional, es decir lo que se tiene que
decir de acuerdo al conflicto que se pretende resolver o a hecho puntual que está en
cuestión y no decir aquello que no es necesario ni pertinente, aunque surja en una
entrevista.

√ CAMARGO, L. – RESPONSABILIDAD E ININPUTABILIDAD.


- Anudando Psa y Derecho. La responsabilidad es aquello que define intrínsecamente al
sujeto, el de derecho de un lado, el del ICC del otro. Para el derecho, frente a la criminalidad
del acto, primero se debe discernir el estado de responsabilidad de su autor, su capacidad de
comprensión de su acto y la dirección de sus acciones. Ello lo hace imputable y responsable
frente a la Ley. No será punible el que no haya podido al momento del hecho, por
insuficiencia de sus facultades, alteraciones morbosas de las mismas o por su estado de
inconsciencia, no imputable, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones.
Para el psa, la responsabilidad supone que el sujeto asuma no solo el deseo
inconsciente que lo habita sino también de los actos que son su causa.
La declaración jurídica de inimputabilidad, con su correlato de internación manicomial, solo
puede promover la desubjetivación del criminal, condenándolo a que sus culpas queden en
estado mudo, significando al inimputable como “desaparecido”, en una operación que podría
calificarse de “segregativa”.
- Sujeto y Ley. Fariña propone el “circuito de la responsabilidad”, compuesto por tres
tiempos: la acción, el acto en sí del sujeto, la interpretación del Otro y por último, la pregunta
por la responsabilidad del sujeto, produciendo un sujeto resinificándolo.
Para el Derecho, el sujeto es autor pero no es agente, dueño, amo de su acto criminal, o lo es
pero no tiene responsabilidad o no puede responder por su acto y entonces es inimputable.
Hay una disyunción, al contrario del psa que hay una conjunción: el Sujeto es resultado y
efecto del Otro, efectos antecedentes que lo condicionan pero que no lo eximen de responder,
tanto de su decir como de su actuar. Osea, para el psa el sujeto es siempre responsable. En
esa disyunción que plantea el derecho con la noción de inimputabilidad, la resultante es la
exclusión del sujeto y la Ley. Sin embargo, para el psa, sujeto y ley no son excluyentes y de
hecho, el sujeto es instituido por la Ley.
- Culpa/Imputabilidad/Responsabilidad. La culpa es el ombligo de la subjetividad. La
culpa es la marca, el trazo de la Ley en la constitución subjetiva. Tratar de extraer la
culpa del sujeto es imposible. Para el derecho, la culpa esta referida al momento de la
comisión del delito y a la intencionalidad del autor: para que a alguien pueda imputársele
un delito –ser jurídicamente imputable-, primero tiene que demostrarse su capacidad de
culpabilidad. O sea, la culpabilidad aquí es una contingencia y en tanto tal puede faltar.
He aquí entonces una nueva exclusión que promueve el código penal, con la categoría de
inimputabilidad, la de la culpa. Lo que luego tendremos que rastrear son las posibles
consecuencias subjetivas de esa exclusión.
La responsabilidad para el psa, equivale al re-anudamiento (o conjunción) entre autor y
acto, la implicación subjetiva del sujeto en sus actuares o la apelación a sus
posibilidades de responder por los mismos. El sujeto, para el psa, es un sujeto a su
decir, pero lo es en relación a la acción moral de sus actos, con el agregado, el plus que
implica la reintroducción de la dimensión ética en cada acto, que conlleva la evaluación
de si la acción del sujeto ha sido en función del deseo o no. El asentimiento subjetivo, en
tanto supone la asunción del lugar del sujeto en los actos que le son propios, anuda la
trilogía responsabilidad-culpabilidad-castigo: solo ahí hay sujeto responsable frente al
acto delictivo, solo ahí se responde ante los dos foros: el externo y el interno. Si la trilogía
se desanuda, tendremos culpables o criminales, pero no sujetos responsables.
- Dictámenes de consecuencia. Dado el acto criminal y su autor, la declaración de
inimputable del segundo veda por completo la posición de que el sujeto responda por su acto,
anudando acto y autor con el lazo del asentimiento subjetivo y la responsabilidad. “Condena” a
la significación del “desaparecido”. Pero también, y más radical, produce otra condena: a que la
culpa quede en estado mudo, donde prima la compulsión al goce superyoico.
Un sujeto es el efecto de su acto, que puede responder por él. Eso es el asentimiento
subjetivo para el psa, la responsabilidad, posibilidad de responder por su posición de
sujeto más allá de su condena o absolución. Hay en la inimputabilidad en su respecto a
la ocasión de responsabilidad subjetiva, una imposibilidad de índole estructural.
Marta Gerez Ambertin clarifica que hay varias vertientes de la culpa: la propia de la conciencia,
la que fortalece al sujeto con la ley, e invita a responsabilizarse por los propios actos, pero
instituye el don, como pago que el deudor ofrece a la cultura por el sacrificio que impone; y la
culpa de sangre o muda, donde la deuda se paga con la inmolación sacrificial, sádica o
masoquista, donde solo hay procura compulsiva y silenciosa de la satisfacción de padecer. Al
inimputado lo habita primordialmente esta tercer vertiente, gozosa, de la culpa. Allí la sanción
del Otro solo toma su faz de castigo, que se paga con el cuerpo, o con la vida, pues la culpa ha
perdido su dimensión de reconocimiento, que es el ombligo estructural de la subjetividad.
El rito procesal, el montaje simbólico -ficcional- para el enjuiciamiento y condena del criminal, al
encaminarse al veredicto, procurará un decir de la verdad no solo del crimen sino del sujeto en
el punto en que pueda apropiarse o no de la razón de la pena que se le impone, pero que en
caso que libre la subjetivación de la pena aplicada, abre la vía para que esta no se trastoque en
mera venganza del Otro, que lo lleve a repetir una y otra vez, compulsivamente, la causa de la
que fue efecto su acto. Posibilita al imputado subjetivar su falta y socializar la culpa, hacerlo
responder a una acusación jurídicamente fundada, dando cuenta que quien actuó no es un
autómata ni que su acto fue automático. El proceso de juicio y condena penal, entraña en
realidad dos juicios: uno moral y el otro ético. Al primero lo encarna la ficción jurídica en
su procedimiento ritual. Al segundo el sujeto. Solo en esa encrucijada se anuda la
subjetividad con la juridicialidad, única vía para que la penalidad pueda tener algún
efecto subjetivo verdadero sobre quien cometió un delito. La ética consiste en un juicio
sobre nuestra acción, haciendo la salvedad que solo tiene alcance en la medida que la acción
implicada en ella también entraña un juicio. Dado el crimen de un lado y la sanción penal del
otro, la única posibilidad que se produzca una implicación subjetiva plena, es que a la
culpa se la articule la responsabilidad.
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICO-PERICIAL CON FAMILIAS EN LA INSTITUCIÓN JUDICIAL
En el fuero penal, se instrumentan el conjunto de normas que regulan el ejercicio del poder
punitivo del Estado determinando qué acciones u omisiones constituyen delitos o faltas y se
establecen las correspondientes penalidades. En el fuero civil, se opera la regulación de las
relaciones privadas de los ciudadanos entre sí. En el fuero laboral se efectivizan el conjunto de
normas o principios que regulan las relaciones de empresarios y trabajadores y de ambos con
el Estado, a los efectos de la protección y tutela de trabajo. En cuanto al ámbito de Menores se
apunta a la protección y tutela de niños en grave riesgo
Por otro lado, desde el ámbito privado se recortan dos intervenciones posibles e los psicólogos
en función de peritos: peritos de oficio que son aquellos profesionales que son designados por
un juez para la realización de una pericia psicológica, a partir de su sorteo en un listado oficial
en el que se inscriban previamente y peritos consultores o de partes, aquellos profesionales
designados por un juez a propuesta de una o ambas partes para la realización de una pericia
psicológica.
Forense enmarca entonces toda acción o producción que ha de ser incluida en un proceso
judicial, dirigida por un juego o un tribunal.
Como peritos somos habilitados o designados por un Juez que interviene dentro de un
determinado juicio dentro del fuero penal, laboral o civil a fin de brindar un asesoramiento
especializado. La demanda puede partir del mismo juez o de otros funcionarios que intervienen
en el juicio. Nuestra intervención la inaugura la demanda del juez formulada como “puntos de
pericia” y la continua el estudio pericial de una persona o un grupo familiar.
Consideramos al estudio pericial como una mini-investigación del caso singular. Nos
planteamos a través de entrevistas hipótesis provisorias con las características del método
clínico. Incorporamos además otros métodos de evaluación.
Para que un informe pueda ser considerado como una prueba pericial deberá contar con: una
explicitación de la metodología utilizada, fundamentos científicos de lo afirmado y conclusiones
psicológico-forenses.

LA ÉTICA DEL PSICÓLOGO EN AL ACTIVIDAD PERICIAL


Incierto el psicólogo en el campo del derecho se puede correr el riesgo de quedar a merced de
las corrientes del poder que recorren la trama social organizando los campos del saber. Riesgo
que se resguarda con un pensar crítico desde un posicionamiento ético. La actividad pericial
implica actuar dentro de un espacio que está marcado y delimitado por el discurso jurídico.
Ante una pericia ¿cuales son las expectativas depositadas en las demandas que se nos
formula? Al respecto nosotros desdoblamos la pregunta, por un lado: ¿que se nos pide cuando
nos piden que intervengamos? y por otro: ¿cómo responder a tales demandas? ¡Es posible
alguna articulación entre la verdad jurídica y la verdad psíquica? Dentro del proceso judicial, la
pericia como medio de prueba es un aporte al esclarecimiento de un hecho controvertido. Esto
apunta a demostrar la “verdad juridic” y en nuestra práctica implica la “verdad del sujeto”.
Los puntos de pericia que se demandan en un función de un saber específico que el juez no
posee, pasan a ser constitutivos de un medio de prueba para demostrar las diferentes
verdades, con el fin de ganar procesalmente un juicio u obtener el resarcimiento económico.
No podemos por ello dejar de realizar un análisis institucional del expediente para saber que
nos piden cuando solicitan nuestra intervención. Y ante esto contestamos desde el
posicionamiento ético que implica hacer hablar a aquel que en todo el proceso judicial no tiene
palabra, es responder desde la palabra del sujeto y no para el discurso jurídico como el
discurso amo. El objetivo último es restituir al sujeto el lugar protagónico en el proceso, hacer
humanizada la actividad judicial, pasando del iusnaturalismo al jus humanista.
El informe pericial podría ser pensado como la modalidad “obligada” de una intervención. Una
intervención estatal si introduce una cualidad nueva en un sistema aparentemente clausurado.
Pensar en términos de intervención significa salir de dos lógicas que son la lógica de la
complementariedad y la lógica de la heterogeneidad incomunicable
Responder desde la LÓGICA DE LA INTERVENCIÓN implica que algo tiene que ver un
discurso con otro, donde no hay una complementariedad entre ambos discursos sino que el
discurso convocado opera en el desacople entre el lugar de llamado y sus propios recursos. La
relación entre los dos términos produce una diferencia y una productividad. Así, provoca un
plus de conocimiento. No tienen que temblar los cimientos del poder judicial, alcanza con que
el expediente tuerce un poquito el rumbo, o el próximo expediente.
Nos enfrentamos en este sentido con el punto dilemático del SECRETO PROFESIONAl. (ver a
partir de pag )

UNIDAD 8
FICHA DE CÁTEDRA DE VULNERABILIDAD
Vulnerabilidad deriva de herida. Refiere a la persona susceptible de ser dañada desde
distintas formas. la vulnerabilidad muestra al semejante en situación de ser herido o dañado por
la exclusión,, la marginación, la sanción circunstancial forma o informal.
Lo más fácil de lograr es comenzar por no cristalizar esa vulnerabilidad en algunos aspectos,
como en el momento de diagnóstico o en el posterior tratamiento o atención. Los
DIAGNÓSTICOS DE PELIGROSIDAD son la antípoda de la vulnerabilidad. El diagnóstico de
peligro siempre ha sido peligro para la organización social tal como está constituida. En el
Derecho, para la escuela clásica, para el positivismo o iusnaturalismo, la peligrosidad es
inherente al sujeto. La connotación de peligro siempre ha sido para el orden social, por lo tanto
la víctima no importa.
es el jus humanismo el que nos habla de una CORRESPONSABILIDAD SOCIAL. Esta
implica un compromiso ético de los grupos sociales que han transformado a un invidio en
peligroso; el peligroso no nace, se hace y si se hace quiere decir que cuando fue vulnerable
dejó avanzar el proceso de vulnerabilidad. Por lo tanto, cuando nos encontramos con el peligro
tenemos un doble trabajo: Resarcimiento de la víctima porque fue parte de un Olvido del
Estado (que alguien se torna peligroso para ella) y reconocimiento del victimario como un
vulnerable, por lo tanto una persona susceptible a quién se le deben cosas. Se trata de olvidar
un principio básico: nadie es peligroso si antes no fue vulnerable.
La doctrina peligrosista establece, casi siempre, un criterios electivo muy específico. La
concepción que se maneja es que la persona que está como vecino es un enemigo. En una
teoría peligrosista lo lógico es contener pero contener significa institucionalizar, armar
instituciones para depositar a aquellos que se han constituido en algún tipo de peligro y aun
para aquellos que están en riesgo y no tienen continencia privada.
A continuaciones se relata una experiencia en donde se toma nota de que había un grupo
pequeño que tenía una vulnerabilidad dada por elementos de alta patológica individual. Si esas
personas tenían estallidos se tornan más peligrosas para los demás pero a la vez son los más
vulnerables a la represión, a las situaciones de aislamiento,soledad y maltrato. Medicación
exacerbada, encierro exacerbado y discurso de justificación por el peligro. En el diagnóstico de
vulnerabilidad con esas personas no se trato de ver el peligro de su acción infractora, sino cual
es el elemento que lo torno peligrosos por haber sido vulnerable . En este caso lo que hay que
atacar primero es la situación de vulnerabilidad de la persona y proporcionar elementos que
puedan atenuar la. Había también grupos con un alto índice de vulnerabilidad por un
condicionamiento de tipo neurótico, otro grupo constituido por personas altamente vulnerables
por el largo tiempo de institucionalización y también otro grupo: los VULNERABLES
SITUACIONALES u ocasionales. La vulnerabilidad situaciones es patrimonio de cualquiera de
nosotros, que es susceptible de sufrir el control social punitivo represivo. Son aquellos que
cometen algún delito por su situación de vulnerabilidad psicosocial.
El criterio de peligrosidad sólo tiende a la consolidación del poder, ya que no aprecia a la
víctima sino que solamente verifica si se protege el orden social o no, no a las personas.
El grado máximo de vulnerabilidad es aquel en que se pone en riesgo la vida de una
persona y la reiteración de situaciones en las cuales se pone en riesgo la vida de esa persona.
A veces esa vulnerabilidad es más psíquica que social. Si uno asume la doctrina de la
SEGURIDAD NACIONAL lo que va a buscar es que la persona en conflicto no atente contra la
seguridad nacional. En cambio la DOCTRINA DE LOS DDHH es intervencionista: donde se
está atentando con el derecho a vivir, se interviene No hablamos nunca de sanar la
vulnerabilidad, está solo se reduce o se incrementa.
La institución surge en lo formal para contener la vulnerabilidad, pero rápidamente puede
perder el sentido en esa característica. En realidad, las instituciones se hicieron para atender a
quienes son vulnerables a los efectos de que esas personas, una vez contenidas y atenuada
su vulnerabilidad, egresen. Es decir, vuelvan a la comunidad originaria. Pero la realidad nos
muestra que las instituciones se transforman en si en un afuente de trabajo para los que están
en ellas como empleados, sean profesionales o no. Esto genera en lo que hace a las
relaciones vinculares, los pactos de silencio. La vulnerabilidad de muchas de esas personas es
su necesidad de trabajo y por eso se callan. En el aspecto vincular,, toda institución participa
de por lo menos 4 estamentos: el personal que custodia, el personal administrativo, el personal
técnico y los internos. La primera condición de transformación es pensar que el personal
técnico no es personal de escritorio, sino personal de contacto.
La crisis de la institución total en latinoamérica y su cada vez más profundo alejamiento de la
posibilidad de ejercicio de los DDHH, no es solo consecuencia de la crisis del sistema tutelar,
sino que lo es de la CRISIS DE LA POLÍTICA SOCIAL. Reaccionando en respuesta al acto
transgresor en el encierro en la institución total olvidamos que esa institución total es un
subproducto del modelo de desarrollo industrial y una delegación forzada por el mismo desde
la solidaridad social a la protección del Estado, delegación que lleva a coener en esas
instituciones a los seres humanos no integrables al sistema de producción o a quienes
obstruyen con sus transgresiones al proyectado desarrollo.
Si bien académicamente podemos hablar del agotamiento de la “privación de la libertad”,
empíricamente sabemos que trae como consecuencia la aplicación de las formas sustitutivas
de manera masiva. La sustitución de la pérdida de un tiempo de libertad, por otra pena privativa
que lesiona un derecho de un valor igual o más preciado que aquella: la vida.
Queremos decir que, en nuestro continente, la flexibilización legal y mayor permisividad “a la
europea”, nos trae un problema serio: ante la dificultad del Control Social legal se recurre con
demasiada frecuencia a ejecuciones extra legales.
Nuestra propuesta parte de tratar de cubrir, en la medida de las posibilidades, en las
instituciones cerradas, la carencia de algunos de los beneficios sociales que la formación
socioeconómico-cultural prevé supuestamente para todos sus habitantes a los efectos de
reducir la vulnerabilidad de los internos a los sistemas de control social.
A partir de la Revolución Industrial, la concepción del hombre norma u hombre sano es la del
hombre productor, el hombre que trabaja. Esa cuestión de poner el hombre normal como el
hombre que produce asignaba un rol al sexo femenino: la mujer era la infraestructura del
hombre que produce, y tenía dos tareas muy específicas: proporcionarle una matriz
(matrimonio) que permitiera, en algunos grupos sociales, transferir el patrimonio. A la vez los
niños eran considerados propiedades de los padres, y los padres tienen el derecho a tratarlos
como querían.
La condición humana de los latinoamericanos está formada por esclavos a quienes no se les
reconocía en su condición de seres humanos, por indios, también por europeos. Somos
productos de marginaciones y desarraigos y es la síntesis de eso lo que nos da nuestra
identidad.
Las instituciones totales son productos de la colonización cultural. Todo lo que de algún
modo no está integrado al proceso de producción, debe ser mantenido en determinada suerte
de cunas institucionales que son los que, de algún modo, van a impedir que se pierda y ver si
se pueden reincorporar. Pero si no se pueden incorporar van a seguir en la marginación. Pero
este mito pierde valor si tomamos en cuenta lo antedicho, que el problema de la marginación es
estructural a nuestro continente.
El modelo positivista marca una gran falacia: que nosotros somos una entidad BIO-PSICO-
SOCIAL y acá el orden de los factores tiene mucho que ver. La condición “bio” no determina la
condición humana, porque la condición “bio” sin un grupo de crianza específicamente humano,
como es el caso de los niños lobo o'de muchos seres humanos criados en condiciones de
grupos que no son específicamente humanos y no adquieren ni la bipedestación ni el lenguaje.
En esta concepción lo psíquico es un epifenómeno de lo biológico y lo social un epifenómeno
de un epifenómeno.
NOSOTROS PLANTEAMOS QUE EL MODELO QUE REALMENTE DEFINE A LA
CONDICIÓN HUMANA ES CONSIDERAR A LA MISMA COMO SER socio-bio-psíquico, LAS
CONDICIONES DEL GRUPO DE CRIANZA SON DETERMINANTES PARA QUE SE
DESARROLLEN LAS CONDICIONES BIOLÓGICAS DEL SUJETO.
POR LO TANTO EL EJE SON LAS CONDICIONES EN QUE SE DESARROLLA ESE
GRUPO DE CRIANZA.
¿EL CHICO ES PELIGROSO? ¿pARA QUIÉN? PARA UNA SOCIEDAD QUE LE FUE
MUCHO MÁS PELIGROSA ANTES. dECIMOS QUE DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SU
EJERCICIO DE VIOLENCIA, SU VIOLENCIA ES REACTIVA, CASI SIEMPRE.
PARA HABLAR DE CLÍNICA DE LA PELIGROSIDAD DEBEMOS REMONTARNOS HASTA
EL nacimiento de la criminología Y DE TODAS LAS DISCIPLINAS SOCIALES, QUE NACEN
ALREDEDOR DE LOS AÑOS 1850-1880
De la idea de mestizaje tenemos que pensar que nuestras crías son vulnerables a un
sistema que aún no comparten y que lo que nosotros debemos hacer no son diagnósticos de
peligrosidad, sino diagnósticos de VULNERABILIDAD. Tenemos que ver cuales son los
beneficios sociales que el sujeto ha adquirido, a los que ha accedido Nosotros, tenemos que
modificar el aparato productor de ciertas conductas y no las conductas mismas.
Dentro de esto, hay un problema muy grande en A. Latina que está dado por la llamada
“DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONAL”Esta tiene una concepción de hombre muy clara
y respetable, solo que no compartible. Su base filosófica es el positivismo Su objetivo
específico es intimidar y el chico que está en su instituto es un enemigo. Sus programas son
uniformar, despersonalizar. Despersonalizar para dominar. El chico de la mirada evasiva, palo,
bronca es el enemigo. Pero él también está identificado al enemigo Por lo general no nos
fijamos en que beneficios sociales recibió ese chico para poder tener otro desarrollo. Tal vez si
nos fijamos más en la imputabilidad mental.
En el proyecto positivista, el trabajo en las instituciones cerradas se da en grandes grupos:
llega a buscar a los chicos y todos van a un determinado taller, salvo algunos que se separan
porque “son demasiado peligrosos”El trabajo positivista es el serie, es un engranaje en la pieza
para poder alcanzar el proyecto del hombre que trabaja. El personal es capacitado dentro de la
obediencia debida.
En cambio, la doctrina de los derechos humanos busca en lugar de intimidad, garantizar y
afirmar que el que está interno no es un enemigo, es un SEMEJANTE VULNERABLE, es un
compañero de existencia. No se busca despersonalizar sino personalizar. Y n se busca la
vulnerabilidad en lo que hace a la imputabilidad mental, se la busca en la CO
RESPONSABILIDAD SOCIAL. se trabaja para el aprendizaje de la autonomía por parte del
chicos y para enseñar la autonomía tenemos que enseñar también la co-gestión. No podemos
educar a los menores sin darles el derechoa disentir, tenemos que enseñarles a disentir. por lo
tanto, no podemos tener una verticalidad en el trato, sino que debemos facilitar una
HORIZONTALIDAD ORGANIZADA.

DIAGNÓSTICO DE VULNERABILIDAD PSICOSOCIAL


El diagnóstico de vulnerabilidad para sujetos privados de libertad es un estudio centrado en
la persona y con referencia a un contexto que, en la gran mayoría de los casos, es una suerte
de telón de fondo y en base al cuals e tratan de atenuar los efectos de traslación de la pena y
de deterioro de los vínculos afectivos del interno y de atenuar su vulnerabilidad al sistema
penal.
El diagnóstico del niño o joven en conflicto con la ley, en cambio, es una gravísima decisión
acerca de si se lo debe descontextuar o no.
En los llamados sistemas de atención a menores, los diagnósticos para el adolescente
infractor han consistido habitualmente en un presunto estudio de campo efectuado por
asistentes de Trabajo social, que frecuentemente no llega a ser un auténtico trabajo de campo
dio una entrevista a los presuntos tutores del menor Ocasionalmente se agrega un superficial
estudio médico. Todo esto se traduce en una aproximación diagnóstica tan relativa que, en
muchos casos se hace aconsejable recomendar (después de cierto periodo de tiempo), la
reintegración al hogar sin tener en cuenta la capacidad de continencia del grupo familiar, ni la
posibilidad de incrementar la vulnerabilidad del chico. El problema del niño en conflicto con la
ley es siempre su vulnerabilidad al sistema represivo-punitivo de control social.
El menor infractor es una persona que ha infligido la ley en un determinado momento y con
una edad que estimamos, entre los 8 y 17 años. Se buscará en lo posible rescatar a ese mejor
y encauzar socialmente, desarrollando su posibilidad de adaptación activa. Es decir, generando
una conciencia crítica que le permitirá desempeñarse adecuadamente en una sociedad que
está dada, pero que necesariamente se encuentra en permanente proceso de cambio y que en
su accionar puede criminalizar, segregar o, estigmatizar y cristalizarse en su destino de víctima-
victimario en el sistema de control social institucional represivo-punitivo.
En el diagnóstico es clave el análisis del grupo familiar. La llegada del menor infractor al un
centro de diagnóstico tiene que ser analizada como emergente de una especial dinámica de un
núcleo familiar Una primera instancia del diagnóstico es necesariamente la legal, o sea el
determinar por qué ese chico fue traído. Esa primera instancia nos remite a un hecho (o varios)
que, en la medida que la persona inculpada es un menor, mayor es su significación como un
hecho sintomático. Entonces, desprendidos del delito como hecho sintomático, hacemos un
abordaje desde tres aspectos: el psicológico el pedagógico y el socioambiental.
No nos importa que los datos recogidos reflejan la verdad objetiva, lo que buscamos en esas
primeras entrevistas son algunos datos de la realidad, pero esencialmente toda una serie de
fantasías, deseos y necesidades que tiene el entrevistado. Este material se presenta a un
Consejo De Diagnóstico y esta primera síntesis de un informe psicológico, uno pedagógico y
uno de trabajo social nos permite hacer una primer hipótesis sobre el menor y su contexto. La
llamamos hipótesis 1 y es un modelo de trabajo que, supuestamente, refleja la realidad del
entrevistado, lo que será corroborado en una segunda etapa. Esta hipótesis es la preparación
para la segunda etapa, en la que necesariamente se impone una visita de campo al grupo de
pertenencia. Una segunda hipótesis es entonces la imagen del menor infractor partiendo de los
datos del grupo familiar. El psicólogo, en esta instancia observa la dinámica del grupo familiar
desde una perspectiva de observador no participante y con eso constituye parte de la hipótesis
2, o sea otra serie de realidad y fantasías provenientes del grupo familiar que se cotejaron con
la hipótesis 1. Esta síntesis va a dar los elementos para un tercera y definitiva experiencia, que
fijará el diagnóstico y por consiguiente el posible tratamiento.
debe quedar entonces muy en claro porque sacamos o no al menos, por que realmente la
familia reúne o no las características de contención necesaria para las ansiedades y
necesidades de ese niño.
Segun una nosología reciente, describiremos 4 tipos de familia que no se encontrarán nunca
en estado puro. Tampoco la caracterización en uno de los tipos es permanente. la
clasificaciones se hace en base a 4 ejes. los roles y las normas a identidad del grupo familiar, la
estabilidad y el tipo de mensaje.
- FAMILIA AGLUTINADA: Un grupo familiar aglutinado no sirve para reintegrar al menos.
Se caracteriza porque no existe posibilidad de diferenciación entre sus miembros,
generalmente tienen una orientación matriarcal en donde la figura materna asume un rol
preponderante. el padre está ausente o su influencia es insignificante. El miembro de
este grupo tiende a hacer actuaciones de tipo agresivo que son, lógicas, ya que son
grupos demasiado aglutinados, en las cuales la única posibilidad diferenciarse es a
través de una separación muy violenta, una verdadera explosión. Tenemos una
identidad de grupo y cuando uno quiere diferenciarse porque el grupo lo asfixia, la salida
es casi siempre delictiva. La posibilidad de proporcionar modelos precisos de
identificación está prácticamente perdida. su identidad es la ru´p y el individuo no va a
estar identificado por sí mismo si no “es el grupo”. No hay estabilidad, sino más bien se
trata de una familia estática. La agresión del menor no es devuelta mediante una
simbolización, o se que no proporciona un aprendizaje. Además, en los mensajes de
este tipo de familia, se mantiene simplemente la idea de dependencia del uno con el
otro y la desvalorización de lo externo.
- FAMILIA AISLADA: eL PROBLEMA QUE HAY ACÁ ES QUE NO HAY ROLES
PARENTALES. pAPÁ Y MAMÁ SON DOS FIGURAS INDISCRIMINADAS Y
MEZCLADAS. eN ESTE TIPO DE FAMILIA HAY NECESIDAD DE ADQUIRIR ROLES
FUERA, EL NIÑO BUSCA DESESPERADAMENTE ALGUIEN CON QUIÉN
IDENTIFICARSE. eNTONCE SPOR LÓGICA SI LO MANDAMOS DE VUELTA A ESA
FAMILIA, CON CARACTERÍSTICAS AISLADAS, VUELE EL CHICO A LAS “MALAS
JUNTAS”
- FAMILIA UNIFORMADA: esta familia tiene una preponderancia muy grande de la figura
paterna, que establece normas muy claras. El padre es una persona, en apariencia,
fuerte. Todos tienen la identidad que le marcó papá. En las entrevistas se ve como el
niño dice algo que es más del padre internalizado que de él. Este es un problema que
vemos frecuentemente en la familia del superyó delictivo.En estas familias el delito es
adoptado como estilo de vida. En cuanto a los mensajes, la comunicación en estas
familias es más controlada.
- FAMILIA INTEGRADA: Es un modelo ideal en donde estaríamos en una estructura muy
compensada y muy equilibrada de distribución de roles. No obstante, puede suceder que
un hecho cualquiera termine con la familia como estructura integrada. En este tipo de
familia hay equilibrio entre lo que son roles, normas y el mensaje tiene contenido
simbólico. Se puede trabajar muy bien con esta familia.

El tercer elemento a considerar en el diagnóstico integral es el ANÁLISIS COMUNAL


Tenemos que hacer un análisis del barrio o comunidad en la cual el niño va a ser reintegrado,
analizar el tipo de organización comunal (el control social comunal), las características propias
de esa comunidad, los liderazgos, los grupos organizados, etc. Este trabajo implica un nivel de
convivencia bastante permanente, participación importante y requiere de una política general
del país.

APUNTES: Es vulnerable una persona que es susceptible de ser dañada de diferentes


formas. En este sentido la peligrosidad está en las antípodas de la vulnerabilidad. La
peligrosidad es el peligro para la organización social tal como está, por eso en este paradigma
la víctima no importa. En el PARADIGMA JUS HUMANISTA el peligroso no nace,s e hace y si
se hace es porque se dejó avanzar el proceso de vulnerabilidad. Nadie es peligroso si antes no
fue vulnerable. Somos vulnerables desde los comienzos porque somos una especie que
depende del otro

Aniyar de Castro- Criminología como legitimación y Criminología de la liberación

CAPÍTULO I
La criminología ha ejercido una función LEGITIMADORA. Por legitimación se entiende toda
forma de convalidar, autorizandolo, un sistema de dominación determinado. La criminología es
una mano importante del CONTROL SOCIAL., aquella orientada a asegurar los valores
esenciales de un sistema.
Es función legitimadora comienza con la ESCUELA CLÁSICA DE DERECHO PENAL.
la escuela clásica, se desentiende de la consideración particularizada del hombre
delincuente y se limita a tarifar, o poner precio, a la conducta definida como delictiva. Este
precio se traduce en una cantidad de libertad que debe perderse a medida que aumenta o
disminuye la gravedad convencionalmente establecida para el hecho cometido. Es decir, la
libertad es considerada en su valor de cambio y entendida también como mercancía. La
criminología de la escuela clásica racionalizo el control a través de las técnicas legislativas y de
la conceptualización de la llamada dogmática penal, usando las vías de la dominación legal.
La escuela positiva, por su parte, respondió a un llamo epistemológico de la época: Era
necesario recrear los mecanismos de la dominación. Si el derecho es pura ideología y por ende
la criminología de la represión, propia de la escuela clásica y pura ideología, ahora eso se
enriquece con aportes de la medicina, la antropología biológica, la psiquiatria, la psicologia.
Entre las nuevas técnicas empleadas por la criminología positivista para reproducir el orden
dado se encuentra la utilización del DELINCUENTE ESTEREOTIPADO DE CLASE BAJA el
cual permite fracturar la solidaridad intraclase, al orientar hacia la clase baja, la agresividad
contenida en la lucha de clases. El estereotipo del delincuente será transmitido por los
portadores de los sistemas normativos como la iglesia, la familia, la literatura, los partidos, los
sindicatos, la opinión pública, a través de las llamada “teoría del sentido común” y aun por la
misma ciencia que se pregona objetiva y neutral.
La criminología positivista especializa tanto el aspecto de la resocialización que, solo por ello
debería haber sido señalada como la “ciencia” del control social.
Algunos afirman que este tratamiento de la criminalidad ha fracaso. Pero no hay fracaso
cuando, tanto la cárcel (represión pura) como el tratamiento (represión ideologizada) han
logrado cumplir sus fines implícitos: reproducir el sistema de clases dejando las manos libres a
la clase hegemónica para que realice sus objetivos a través de la racionalidad del mercado y
ratificar las teorías del sentido común, las cuales, al ser para las clases delincuentes de las
clases no delincuentes, consolidan la estratificación.
La criminología, no solos e ha ocupado de la violación del orden sino de que este
permanezca. Todo va dirigido a que el orden no se cuestione. El orden social para mantenerse
requiere de la ideología. La ideología comienza a concretarse con los procesos de socialización
primaria. Esta es la forma más generalizada de control social y se aplica a todas las clases
sociales. La socialización secundaria es la que emerge cuando la primera fracasa. Es sobre
esta socialización donde generalmente se ha considerado centrada la criminología a través de
las teorías sobre la represión y el tratamiento.
La Criminología sirve para racionalizar el esquema prioritario del Estado: sustituir la política
social por el control del crimen. Es decir, que el estado capitalista prefiere, en vez de actuar con
inversiones sociales (crear fuentes de trabajo, por ejemplo, operar con costos sociales (reprimir
o tratar a los delincuentes contra la propiedad).
Si criminología es entonces control social. Criminología es poder.

CAPÍTULO II
El control social es “el conjunto de SISTEMAS NORMATIVOS (religión, ética, costumbres,
usos terapéutica y derecho) cuyos portadores a través de PROCESOS SELECTIVOS
(estereotipia y criminalización) y mediante ESTRATEGIAS DE SOCIALIZACIÓN (primaria y
secundaria) establecen una red de contenciones que garantizan la fidelidad (o el sometimiento)
de las masas a los valores del sistema de dominación, lo que por razones inherentes a los tipos
de conducta discordante, se hace sobre destinatarios sociales diferencialmente controlados
según su pertenencia de clase”.
La criminología tradicional es la organización sistemática de conocimientos y técnicas,
originales o provenientes de ciencias diferentes, orientada al reforzamiento del controls social y
al mantenimiento, por esa vía, del sistema al cual sirve.
La autora propone para Latinoamérica una Criminología orientada al estudio del control
social, pero dentro de una práctica teórico diferente: no una práctica teórica reproductora sino
una transformadora. Por eso propone para ella el nombre de TEORÍA CRÍTICA DEL
CONTROL SOCIAL.
La experienci latinoamericana muestra que la criminología entra a ocuparse del control
social, únicamente cuando ee control está orientado a la consolidación del sistema de clases.

CAPÍTULO III
Es marx quien crea la Crítica, una ciencia nueva. Marx no se contentó con describir al
sistema capitalista de producción: perforando la superficie económica del sistema, encuentra
que, detrás de ésta, se encuentra una ciencia antihumana y anti social. Marx hace así una
interpretación materialista del desarrollo histórico de la humanidad, entendiéndolo como el
resultado de enfrentamiento de intereses contrarios que se van superando a sí mismos. Esta
nueva dimensión de lo metódico establece que para alcanzar un conocimiento científico
coherente de los hechos sociales estudiados, es necesario estudiar, primero, la historia
constituyente (como devenir y desarrollo de la superación de la lucha entre contrarios) y lo
histórico constituido (como corte transversal de la historia, el momento coyuntural). El método
dialéctico explicará esas contradicciones como elementos de requerimiento recíproco: así, la
burguesía no exporta porque sea “mala” sino porque es justamente el antagonismo entre
clases lo que define las relaciones de producción existentes y él mismo modo de producción.
Así pues, historia, contradicción totalidad y dialéctica de lo real, son los principales elementos
metódicos para descubrir la verdad.
Pero Marx escribe en el siglo XIX. Su teoría nace de las contradicciones de la sociedad
capitalista de su época. La teoría crítica de Frankfurt, por su parte que se confiesa heredera de
marx, surge por la irracionalidad y la barbarie de la sociedad contemporánea. Ela acento se
pone en la ideología ya que el hombre ni siquiera es consciente de la irracionalidad en la que
está inmerso, está alienado de su propia alienación. Mientras marx hacia la crítica económica,
la Teoría Crítica la hace cultural. Es necesario combinarlos. La función de la teoría crítica será
desenmascarar todo tipo de legitimación ideológica, así como la de exigir una discusión
racional de toda la relación fáctica del poder.
Los elementos más útiles de la teoría crítica para guiar la investigación orientada a una
teoría crítica del control social son:
- La teoría crítica del control social debe ser anti formalizante y voluntariamente
sistemática. No tratar de consolidar, sino proponer una teoría que se sienta parte de un
proceso
- debe ser autorreflexiva e histórica
- tendra caracter dialectico
- Asumirá como un rechazo de las sociedades donde impere una racionalidad
tecnocrática y/o autoritaria a la vez que será un compromiso moral, arte de un proyecto
emancipatorio que se funda, por un lado, en la voluntad de diagnostica certeramente la
sociedad, más la voluntad de superarla, de negar.
Por otro lado, como elementos del método histórico, toda investigación de la teoría crítica del
control social deberá utilizar:
1- la comprensión cualitativa INTUITIVA LA CUAL SERÁ CUALITATIVA Y NO
NECESARIAMENTE CUANTITATIVA. dEBERÁ SER COMPRENSION DE PROPOSITO Y
SIGNIFICADO, MÁS QUE BÚSQUEDA CAUSAL EXPLICATIVA Y DEBERA UTILIZAR LA
IMAGINACIÓN COMPRENSIVA
2. El holismo, es decir entenderá los fenómenos dentro de una totalidad que es algo más
que la suma de las partes.

En resumen los elementos del método propuesto son: La historia constituyente y lo histórico
constituido, la búsqueda de esencia detrás de la apariencia, la dialéctica, las contradicciones, el
holismo, el análisis de lo real en vez de la metafísica, la autorreflexividad, la comprensión
intuitiva,un compromiso permanente con la emancipación y la realización plena de todos los
hombres, la voluntad de no formalizarse y la necesidad de ser una práctica teórica
transformadora.

Con una criminología entendida de esta manera, podrá hacerse el análisis y la denuncia de
la estructura del control social actual en América Latina. De esta manera, el análisis de las
conductas “discordantes” sólo deberá abordarse para observar cómo opera diferencialmente
sobre ellas el control social. Pero no debe quedar en pura denuncia. Esta teoría debería
sugerir, cuando sea oportuno, una estructura alternativa del control social, siempre en revisión.
A diferencia de la vieja criminología, la Teoría crítica del control social aspira a quebrantar el
orden ideológico que ha constituido una falsa ciencia del crimen y del criminal y a combatir las
formas ocultas de dominación. Deberá ella finalmente permitirnos hacer, frente a la vieja
criminología de la represión, una criminología de la liberación.

APUNTES: El control social es la forma de mantener el orden en una sociedad. Es el


conjunto de sistemas normativos, como la religión, la cultura, las costumbres. Hay portadores
de ese sistema como la iglesia, la escuela, los hospitales, la familia, etc. Estos portadores
hacen procesos selectivos como la estereotipia y la criminalización y estrategias de
socialización (primaria y secundaria). Se forja un estereotipo al que se vuelcan los mayores
dispositivos de control social. En la criminalización lo que se hace es hacer responsables a
ciertos individuos de cometer un delito. Se lo señala como el agente responsable . Alguien
entonces, simplemente por pertenecer a una clase social es criminalizado, y en ese criminalizar
algunos individuos chocan con el sistema penal. Esto es hacer responsable de la criminalidad
de la sociedad a un determinados ector social. Lo que no se ve es que el sistema penal es
selectivo, selecciona al delincuente y selecciona que tipo de delitos se vana llevar a la cárcel.
Este tipo de control social es un control social jerárquico, vertical, punitivo (por que se
fundamenta en una pena) y represivo. Aniyar de castro nos va a proponer una teoría crítica del
control social. Se trata de una teoría transformadora y por ello es fundamental tener en cuenta
el contexto histórico de ese control social. Toda la criminología no esa histórica, tiene una
historia y eso hay que empezar a desanidar. Habla también de que hay que tener en cuenta la
realidad latinoamericana (MMO). Esta criminología debe ser también autorreflexiva, es decir
debe ponerse a sí misma como objeto de estudio y también al sistema penal. El tipo de control
que propone es el de las sociedades primigenias.

POLÍTICA Y BUROCRACIA- CAP III


En la administración de justicia, las distintas actitudes frente a los problemas, no son sino el
reflejo de diferentes ideologías y sus respectivas concepciones del hombre y del mundo y
condicionan el grado de salud moral del país.
A continuaciones se examinan las posibilidades que ofrecen los ppios de la “buena condición
penitenciaria”, según la ideología que los oriente.
- Principio de corrección: Surge como alternativa ante la función puramente represiva de
la pena, en el momento en que los recurso s sociales disponibles hacen suponer que
existen posibilidades de readaptar a la persona que ha delinquido. El proceso por el
cuals e produciría esa adaptación se ha denominado “tratamiento”. El tratamiento es un
trato regular y programado de un sujeto, con la finalidad operativa de su transformaci´n
mediante el uso de recursos técnicos La actitud conservadora aplicada en el ámbito del
tratamiento penitenciario produce una adaptación pasiva que no modifica los aspectos
fundamentales de la motivación delictiva. El orden la disciplina y el acatamiento son
formas de justificar la existencia de la institución y sus “métodos”. Si bien el tratamiento
es aceptado y promulgado desde la perspectiva conservadora, queda reducido a sus
aspectos formales y vacío de contenido ya que solo posibilita la existencia de un aparato
burocrático que produce trabajo y poder. Su proyección en la realidad sólo refleja la
protección de la sociedad ante los delincuentes que perturban su orden y no la
aspiración de cambio positivo de estos para su incorporación al sistema productivo. Los
presos entonces, simulando un cambio pueden acceder a beneficios que la institución
ofrece como premios. Como senescencia de esta situación la institución favorece la
masificación y el deterioro de la individualidad pues no permite al interno el
reconocimiento ccc de las necesidades propias lo que, debe ser uno de los principales
objetivos del tratamiento penitenciario. Desde la cátedra se propone el criterio de
adaptación activa que propone la participación en los diferentes niveles de relación:
comunitarios, grupales, individuales, donde la persona vaya adquiriendo su autorespeto
y el respeto a los otros como obligación y como derecho. El trabajo y la educación
formal han sido tradicionalmente la forma de encarar la readaptación social en las
distintas formaciones económico sociales recientes. Se convierten en un proceso
mecánico de adquisición de algunos hábitos que modifican sustancialmente al interno,
por el contrario, promueven la consolidación de una estructura burocrática que reafirma,
la “irrecuperabilidad del delincuente”, confundiendo lo inapropiado de su técnica con la
capacidad de aprendizaje de las personas. . El proceso de aniquilamiento mental y
social al que se hayan sometidos quienes solo responden a la arbitrariedad de quien no
entiende, determina una adaptación pasiva que anula su voluntad de hacer y de producir
como hombre libre en una sociedad libre.
- El principio de clasificación: Se basa en determinar agrupaciones, clases, que permitan
diseñar una ubicación diferenciada para el mismo. También el esquema de clasificación
refleja las actitudes conservadoras o progresistas de quienes lo han diseñado. Así pues,
un modelo de clasificación sirve para generar y consolidar la burocracia cuando el
diagnóstico tiene como único fin establecer un “rótulo” para ubicar a la persona en un
lugar específico. Por otro lado, el diagnóstico puede tener como objetivo el tratamiento y
por lo tanto permitir al estado social conocer de qué modo sus deficiencias han marcado
a cada uno de los individuos que llegan a sus instituciones y así determinar, sin perjuicio
de establecer la responsabilidad individual la responsabilidad social que cabe al acto del
infractor. La actitud conservadora en la clasificación convierte al delincuente en objeto de
la criminología. Al circunscribirse el acto delictivo como eje de la existencia de se
hombre, le niega su carácter histórico-social y con ello su individualidad. La mayoría de
los delincuentes son proletarios o semiproletarios y eso no es por casualidad. La actitud
conservadora, sin embargo, obliga a que ese dato se verifique. El delincuente pobre es
delincuente por naturaleza, su historia es la historia de sus delitos de sus antecedentes
penales. El delincuente burgués es “delincuente por ACCIDENTE”: SU DELITO HA
SIDO PRODUCTO DE CONTINGENCIAS SOCIALES DE LAS CUALES NO PUDO
SUSTRAERSE. Mientras el burgués necesita una oportunidad el pobre necesita que se
le segregue para contener su naturaleza. El modelo de la cátedra es diferente. En el
momento en que comenzamos nuestro trabajo ya hay personas que han delinquido una
o varias veces. Este hecho nos coloca frente a una primera aproximación: hay represión
del accionar infractor o no. Cuando el episodio es único podemos decir generalmente
que el acto delictivo es ocasional o situacional (requiere de determinadas condiciones
para repetirse) o culposo (no hay intencionalidad en ela cto. Ej: automovilístico). En una
segunda aproximaci´n buscamos determinar los factores dominantes y subsidiarios en la
motivación del citiva. El primer factor considerado es la patología individual. Sin
embargo, sin dejar de lado los factores s genéticos se hace hincapié en señalar la
determinación social de los actos delictivos. Estos constituyen un índice válido para
establecer la CORRESPONSABILIDAD SOCIAL. El condicionamiento neurótico e sotro
facto, también la contaminación antisocial y el cuarto factor es la propia
institucionalización.
- PRINCIPIO DE MODULACIÓN DE LA PENA: Al ver la recuperación social del individuo
como objetivo último de la pena su modulación en el principio según el cual la pena debe
poder modificarse de acuerdo con la transformación de la persona dentro de la
institución que le proporciona tratamiento. Este principio es el eje fundamental del
sistema progresivo de tratamiento penitenciario. El sistema progresivo es la única
alternativa viable en un estado que pretenda mantener en privación total de libertad a la
menor cantidad posible de personas. Sin poner en peligro la seguridad pública, el estado
social debe tratar de no menoscabar ni deteriora la fuerza productiva de la población la
que debe, ser empleada en atender las necesidades de los habitantes del país. Por otro
lado, el sistema progresivo es el único que permite una participación activa del interno
en su tratamiento. La actitud conservadora, en su afán no participativo, hace de este
modelo un modelo mecanicista que evaluar al interno desde la observación distante.
Nuestro esquema hace hincapié en los fenómenos de convivencia evaluados mediante
dinámicas grupales. La dinámica grupal permite el esclarecimiento constante de
conflictos y examina, permanentemente la modificación que se va operando en la
persona durante su permanencia en la institución.
- EL PRINCIPIO DE TRABAJO: Nadie podría negar que el fin último del tratamiento
penitenciario es la reincorporación social del individuo de manera que pueda, frente a
sus necesidades y las de su familia, proveer por sí mismo a las satisfacción de las
mismas, sin quebrantar las normas de convivencia social. Bao la actitud conservadora,
el trabajo, que entraña el poder del hombre para lograr este objetivo,desaparece como
tal. Al definir al trabajo como labora-trabajo y no como fuerza productiva, dicha actitud
considera únicamente los efectos que puedan ejercerse sobre la mecánica humana. El
trabajo era concebido entonces como si fuera de por sí un instrumento que hace del
interno, agitad e irreflexivo una pieza que desempeñar su papel con una regularidad
perfecta. Cuando la burocracia está al frente de los programas laborales de los centros
penitenciarios hace algo todavía peor. Por un lado ocupe a los internos con el solo fin de
“llenarles” el tiempo, los hace “jugar a ser trabajadores como los de afuera”. Por otro
lado, se “emplea” internos para cumplir funciones remuneradas, aunque sea con sumas
ridículas. Así, la utilidad del trabajo como elemento rehabilitador desaparece bajo la
forma burocratizada de los planificadores de los programas laborales en la institución de
la apariencia.
- EL PRINCIPIO DE LA EDUCACIÓN: La actitud conservadora hace valer sobre este ppio
un criterio reduccionista, COnsidera el aprendizaje según el modelo tradicional de los
ministerios de educación que imparten conocimientos con poca significación para la
integración activa de los educandos en el proceso productivo del país. La educaciona se
transforma así en otra manera de llenar el tiempo. De este modo, su incidencia
transformadora desaparece y se separa radicalmente del interno al no guardar ninguna
relación con su vida. N Se vive la educación como una necesidad real, sino como una
exigencia circunstancial. Las personas encargadas de transmitir esta educaciones se
convierten en transmisores de datos frente a receptores pasivos. Si un tanto por ciento
de la población penal asiste a los cursos,s e dan por satisfechos. Por el contrario, la
actitud progresista frente a a la educación pretende enseñar al sujeto a aprender
correctamente su realidad individual y social por medio de una participación activa en el
conocimiento la cual le haga aspirar a su desarrollo integral: individual, social y
cultural.Desde esta perspectiva, la educación n se reduce a un ámbito exclusivo sino
que abarca la capacitación para el trabajo, para la recreación y para la convivencia con
sus semejantes. El objetivo es crear las condiciones que permitan al educando detectar
sus necesidade sy adquirir los elementos conceptuales e instrumentales para poder
atenderlas.
- EL PRINCIPIO DE CONTROL TÉCNICO.< El control técnico es el único medio por el
cuals e aseguren el cumplimiento del tratamiento penitenciario. La sola presencia de los
técnicos en la institución no garantiza el principio del control del técnico ni mucho menos
el progreso moral que el tránsito histórico de lo administrativo a lo técnico debe definir en
la administración de justicia. La actitud conservadora de la burocracia establecida busca
la manera de mantener el control institucional. La actitud progresista en la administración
entrega el control institucional a los técnicos y centra su tarea en la planificación y
ejecución de su labor en función de los objetivos que aquellos señalada.
- EL PPIO DE LAS INSTITUCIONES ANEXAS: El estado de democracia social crea
institucionales cuyo objetivo es promover, grupos humanos que han carecido en su
desarrollo, de los beneficios a que tienen derecho como integrantes de la sociedad. El
trabajo interinstitucional favorece en distintas área el proceso de reinserción social. La
posición conservadora pretendía disminuir los programas de ayuda social y hacer que el
marginado resuelva sus problemas de un modo totalmente individual. Al mismo tiempo,
hace de las instituciones anexas compartimentos estancos donde cada cual queda
sumergida en su propia dinámica.

DOMÍNGUEZ LOSTALÓ- EVALUACIÓN Y AGRUPAMIENTO DE LAS PERSONAS PRESAS.


Podemos hablar de una vulnerabilidad psicosocial que es propia de la especie humana u se
incrementa en los momentos históricos en los cuales las situaciones de injusticia social
fragilizan a las personas. También nos podemos referir a una vulnerabilidad sociopenal para el
caso de aquellas personas que tienen mayor riesgo de ser captadas por el sistema penal, en
razón de los beneficios sociales que no pudieron alcanzar por las condiciones económicas de
su existencia. El criterio de peligrosidad para el agrupamiento de las personas presas denota
una injusticia esencial cuando no toma en cuenta la historia de la vulnerabilidad de las
personas. En tal sentido, uno de los criterios básicos a seguir es la evaluación de tal
vulnerabilidad en la clasificación en los sistemas penitenciarios, a efecto de no incrementar la
misma por el relacionamiento forzado, propio de las instituciones de privación de libertad.
Con frecuencia, la referencia a la necesidad de clasificación en las cárceles es criticada como
una práctica discriminatoria, olvidándose que en las cárceles existen tráfico de personas
intracarcelarios, tratos inhumanos y otras prácticas lesivas para las personas. Dicha crítica no
tiene en cuenta que la clasificación para la protección de las personas la hacen los funcionarios
penitenciarios siguiendo los criterios establecidos en la capacitación que han recibido para ello.
La RESPONSABILIDAD SOCIAL está enmarcada fundamentalmente en el proyecto de país
que resuelve explícita o implícitamente el destino de sus habitantes marginales o excluidos. En
la consideración de estos temas, en los grupos de mayor vulnerabilidad, está la posibilidad de
incorporar elementos de restitución de derechos y, por consiguiente, avanzar hacia una justicia
social penitenciaria. Queda establecida así la íntima relación entre política social y política
criminal. Podemos considera que en la enorme mayoría de los privados de libertad tenemos un
indicador de fracaso de las políticas sociales. Por lo tanto, se hace necesaria la intervención de
los gobiernos de los estados para generar una redistribución de la riqueza o más bien de los
recursos de los habitantes de un país en forma de impuestos, para generar las políticas
sociales que permitan la protección de los derechos fundamentales.
Consideramos que la form más adecuada para la clasificación o agrupamiento, es con base en
la capacidad de vinculación de las personas (relacionamiento con tolerancia y no agresión).
Según la dificultad que presente para tal condición el interno o interna, requiere distinta
atención y cuidado. Esto obliga a planificaciones diferenciadas y, por lo tanto, a formar distintos
grupos de técnicos y agentes de custodia por cada unidad.
El agrupamiento requiere que el plan, para cada privado de libertad, debe personalizarse,
considerando en su historia personal los beneficios sociales a los cuales no ha tenido acceso.
Si en ese beneficio social potencial no se pudocurbir una necesidad, se aumentó su
vulnerabilidad al no cubrirse un derecho fundamental. Por lo tanto, en su situación de privación
de libertad debe ser restituido en la medida de lo posible por el estado.
La transición hacia el nuevo modelo de clasificación consiste en que pasamos de la clínica de
la peligrosidad a la clínica de la vulnerabilidad lo cual nos lleva a la pregunta ¿cuáles fueron las
instancias histórico sociales y personas que en su entrecruzamiento condujeron a la persona a
delinquir y al encarcelamiento? Esta pregunta nos permite a la vez hacer hasta un mapeo socio
criminológico ya que cuando se analiza la procedencia del recluso y sus características,
permite hacer un diseño de indicadores acerca de dónde están los lugares de emergencia
específica y también las áreas en las que hay problemas sociales con potencial predelictual. La
desatención social genera en estos sectores mayoritarios la captacions electiva del sistema
penal. La clasificación enfocada en los niveles de vulnerabilidad permite organizar el sistema
de restitución de derechos.
Las nuevas bases para una estrategia de reducción de la vulnerabilidad psicosocial y socio
penal incluyen: un modelo de hombre que está definido en las convenciones y declaraciones
de los derechos humanos: el hombre es una ser social, sujeto de derechos y su lugar natural
de pertenencia a la comunidad. Por otro lado, los dispositivos institucionales de privación de
libertad están sujetos al principio de intervención mínima.
En la clasificación de los privados en libertad se debe tomar como regla general los siguientes
criterios: Egreso posible, reconciliación con su comunidad, restitución a la víctima o a la
comunidad en general.
El objetivo es reducir la vulnerabilidad psicosocial y socio penal del privado de libertad
mediante la restitución de derechos y goce de posibilidades para proyectar un futuro,
independientemente del tiempo de pena por descontar.

DOMÍNGUEZ LOSTALÓ- DIAGNÓSTICO Y CLASIFICACIÓN DESDE UNA PERSPECTIVA


DE SEGURIDAD HUMANA DE LOS HABITANTES
Según la Dra. Hilda Marchiori: El diagnóstico clínico criminológico se refiere al conocimiento del
hombre con una conflictiva antisocial, a los procesos físicos, psicológicos y sociales que han
conducido al delito. Es un proceso en sí complejo y a la vez dinámico en la que entran todos
los elementos para la comprensión del individuo, de su familia y de su medio social.
El Dr. Raúl Zaffaroni se pregunta si se puede hablar de una criminología clínica o de una clínica
de la Vulnerabilidad… Para él la criminología clínica, positivista y casi de corte lombrosiana se
asienta entre otras corrientes: 1) Una que afirma que la criminología sería la ciencia natural del
delito, que se ocupa de los datos fácticos de las conductas que la ley define como “delito”. 2)
Una ciencia que se ocupa de conductas desviadas. Pero lo realmente significativo para él es
EL RESCATE DE UN SABER CRIMINOLÓGICO DESDE NUESTRO MARGEN. Desde nuestra
mirada como continente, respetando las idiosincrasias, costumbre y cultura de cada país.
Vínculo: El vínculo se va construyendo dialécticamente a partir del nacimiento, y sus
posteriores vicisitudes pueden desembocar en un vínculo sano, que permite la adaptación
activa a la realidad y una realimentación dialéctica entre sujeto y medio, o en un vínculo
enfermo caracterizado como un circuito cerrado, viciado por la estereotipia.
Seguridad Humana de los Habitantes Es la seguridad brindada por el Estado a todo habitante.
Es decir: a todo humano que ocupe un suelo.

DOMINGUEZ LOSTALO Y DI NEELA ¿ES NECESARIO ENCERRAR?


Tanto la criminalización como la psiquiatrización del sujeto en conflicto social conducen a un
proceso del mismo tipo, ya que ambos pasan por los mismo puntos de segregación vía
estigmatización y posterior etiquetamiento y mayor daño psíquico. En nuestra sociedad, las
prácticas del encierro y sus corpus teóricos de legitimación surgen en tiempos en que el auge
de las cs sociales se ve reforzado por la necesidad de explicar y de aplicarse los genocidios de
los pueblos colonizados (desde fines del siglo XIX).
El encierro simple, como práctica de control social aparece como una forma más humana de
resolver el problema de la sanción de la apropiación de la propiedad privada frente a las
prácticas menos humanas de la simple aniquilación de tales desajustados El confinamiento es
el resultado del triunfo del paradigma positivista de disciplinamiento or sobre el religioso
moralista de exterminio lo diabólico. El proceso de disciplinamiento de la sociedad se produjo
en base a la preeminencia del paradigma médico biológico que construyó un modelo paralelista
de sociedad-organismo en el cual el desajustado y el inadaptado, el loco y criminal, serán sus
virus. No habrá más antídoto que el disciplinamiento, en terapia intensiva del encierro.
La idea es generar propuestas alternativas al control social punitivo-represivo, desarrollar una
propuesta de tratamiento de la vulnerabilidad social capaz de abrir posibilidades para un
proyecto de vida diferente. Para ello, el encierro es tomado como última medida entre todas las
herramientas posibles de intervención. Cuando el tratamiento es más violento o necesita más
coerción más vulnerable es y se vuelve su usuario. Así, cada vez que el nivel de intervencións
afloja, se reduce el riesgo social del sujeto de entrar en conflicto, disminuyendo en
consecuencia el riesgo subjetivo de daño psíquico. Este es el principio de la INTERVENCIÓN
MÍNIMA.
La comunidad tiende a aceptar, bajo diversas formas, a todos sus integrantes, tiende a
absorber los conflictos y constituye el mejor ámbito para su resolución. Nuestra tarea no es
más que acompañar ese proceso.
En este espacio de la vida social de los sujetos en conflicto con la ley la actividad profesional se
localiza en dos grandes áreas: la atención primaria (en el centro de diagnóstico de la
vulnerabilidad) y el tratamiento institucionalizado. El tratamiento aparece como aquella armazón
de técnicas tendiente a la reducción de la vulnerabilidad del sujeto, que disminuye el riesgo de
entrar nuevamente en conflicto con la ley. El tratamiento puede ser institucionalizado, en
libertad o en centros abiertos.

UNIDAD 9

BELOFF. Responsabilidad Penal Juvenil y Derechos Humanos.


Analizaré algunos aspectos de la responsabilidad penal juvenil (RPJ) y lo DDHH en el marco de
la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN).
En la relación entre el derecho y el cambio social, puede pasar dos cosas: o los movimientos
sociales toman la delantera y el derecho llega tarde al cambio social, diseñando dispositivos
torpes poder reproducir o estar a la altura de ese cambio social; o el derecho es el promotor y
lidera el cambio social.
No hay que sobrestimar o subestimar la función de la ley. La ley permite crear mecanismos de
exigibilidad para la vigencia de los derechos, también sirve para marcar el sendero, pero por sí
sola nunca basta.
Uno de los temas centrales en el debate de la seguridad ciudadana y las reformas legales, es
el de la responsabilidad, cuestión solventada por la CDN (antes regía la irresponsabilidad,
nadie se hacía cargo de nada, lo cual era incapacitante para todos los involucrados: la familia
pobre, el Estado, los adolescentes).
Es una falacia considerar que al reconocer derechos se debilitan los deberes y ciertas
responsabilidades, ha quedado demostrado que negando derechos específicos lo único que se
logra es niños y jóvenes no sean sujetos de derecho.
La CDN con respecto a la RPJ, resuelve que existe una responsabilidad del adulto y otra de los
niños y adolescentes. En AL el debate de la RPJ es motorizado por la necesidad estatal de dar
respuesta a los delitos cometidos por adolescentes.
El punto de partida involucra la noción de sujeto, el ingreso a este status implica una
aproximación a la noción de ciudadanía y a la idea de responsabilidad, específica en relación a
los delitos que se cometen.
Este tema suele debatirse desde aspectos falaces como “entran por una puerta y salen por
otra” o la suba o baja de la edad de imputabilidad.
Los sistemas de RPJ están en el marco de la protección integral de los derechos y desde este
marco hay tres fundamentos de estos sistemas:
Fundamento Filosófico: en el contexto de la protección integral de derechos este fundamento
es de derecho penal mínimo, se trata de disminuir la violencia de los sistemas penales. En este
sentido hay que asumir que éstos son sistemas penales y como tales implican un mal que el
Estado dirige con la intención de provocar sufrimiento a los infractores de la ley penal. Si esto
se pierde de vista se descontextualiza a estos sistemas.
Se justifica dicha violencia sólo cuando la violencia que se evita con su ejercicio es mayor que
la que se infringe. Es importante que esta reacción coercitiva de estado esté latente en forma
clara durante el proceso y al momento de dictar la sentencia, para que el adolescente visualice
que infringió cierta violencia que activó el dispositivo coactivo, esto para que el adolescente no
crea que es protegido con la medida, y que la sociedad no crea que es un sistema es blando,
ocultando su carácter lesivo de los DDHH.
Fundamento Legal: Aparece en las Directrices Riad, adoptando el modelo de derecho penal
mínimo.
Fundamento Criminológico: las Directrices de Riad y las Reglas de Beijing implican abandonar
la idea de una ontología del comportamiento desviado. Se trata de dejar atrás la noción de
desviación y el modelo tutelar.
Diferencias entre el sistema penal de adultos y el sistema penal juvenil: en EE.UU en el marco
de la lucha por los derechos del niño, el precio que pagó la infancia por ser reconocida como
sujetos de derecho fue el ser tratados igual que los adultos, motivo real por el que los EE.UU
no ratifican la CDN y ejecuta a menores.
La CDN no sigue esta política, considera que a los niños y adolescente se les reconozcan los
mismos derechos que los adultos y además derechos específicos extras por ser personas en
crecimiento (no media persona, incompleto, incapaz).
Lo único que habilita en el estado de derecho el ingreso de los adolescentes al dispositivo
penal es una formal imputación de un delito. En el caso de contravenciones y faltas, como
implican mínimas afectaciones al orden jurídico y regulan cuestiones de convivencia social,
prima la minimización de la violencia, deben ser arreglados a nivel comunitario y no penal
(fuera de la lógica del castigo).
Un debate se da en torno a una justicia especializada juvenil. Las Reglas de Beijing están a
mitad de camino entre el modelo de “situación irregular” y de “protección integral”, en la Regla 3
se establece que la justicia juvenil no es sólo para las infracciones sino para todos los
procedimientos relativos al bienestar.
Con respecto al techo de edad de aplicación, 18 años y al piso de edad entre los 12 y 14 años,
se encuentran establecidos por los diferentes instrumentos internacionales, pero las nuevas
leyes están funcionando por fuera de este piso, por debajo del cual están obligados a renunciar
a toda intervención coactiva y mientras más alto se coloca este piso más preocupante resulta,
ya que lo que se advierte en el funcionamiento en diferentes países es que se da la derivación
automática al sistema de protección.
Si el Estado asumió renunciar a la intervención coactiva, excepto en los casos en que se ha
cometido un delito, este capítulo debe darse por cerrado, lo único que habilita a intervenir (no
coactivamente) es que se trate de un supuesto de amenaza o violación de derechos del niño,
adolescente o joven. El problema es cuando se presume que detrás de la imputación de un
delito dirigido a un niño, hay siempre una violación de los derechos, lo cual responde a una
concepción tutelar que debe preocuparnos. Lo que habría que hacer es invertir la regla y
verificar la supuesta situación de amenaza, antes de realizar una derivación automática.
Otro problema son los delitos cometidos por niños por debajo del piso establecido por el RPJ,
lo cual genera una gran demanda social (“algo hay que hacer”) y aquí empieza el debate sobre
baja o suba de la edad penal, para lo cual primero hay que definir qué significa ser inimputable.
Sobre este concepto, junto con el de imputabilidad, hay gran confusión, y en las leyes nuevas,
tienen dos lecturas diferentes: una es la que da Brasil y Honduras, en la cual la inimputabilidad
es una garantía constitucional, que consiste en que las personas menores de 18 años son
inimputables, funciona como una barrera político-criminal, que prohíbe el ingreso de menores
de 18 años al sistema penal adulto. La otra lectura de la inimputabilidad es la de incapacidad
para ser susceptible de reproche jurídico penal (aquí el sistema de RPJ no tendría sentido).
Esta prohibición del ingreso de menores de 18 años al sistema penal de adultos o su
incapacidad de reproche jurídico en términos del sistema penal de adultos, son mandatos de la
CDN y no puede bajarse de esta edad. Pero no ser susceptible de reproche jurídico, no tiene
que ver con la histórica incapacidad (la de las mujeres y los locos), ya que desde el sistema de
RPJ es plausible que un adolescente es capaz de ser sujeto de reproche jurídico penal, aunque
no respondiendo al sistema penal de adultos. Y sólo será considerado inimputable cuando
padezca de una “alteración morbosa de sus facultades”.
Se torna necesario diferenciar los conceptos de responsabilidad y culpabilidad. La idea de
responsabilidad está vinculada con la de sujeto responsable y sujeto de derecho, y la
culpabilidad se relaciona con la capacidad para ser sujeto de reproche jurídico penal, no es lo
mismo.
Este discernimiento define las consecuencias de la conducta del transgresor, si las
consecuencias jurídicas son medidas socioeducativas o punitivas. Los instrumentos
internacionales no hablan de penas, sino de sanciones penales juveniles, hay una diferencia
entre la palabra sanción y la palabra medida, ya que esta última lleva al equívoco de
visualizarla como beneficiosa para el joven y se pierde su dimensión de reproche. El
fundamento de la sanción es la prevención especial positiva (resocialización y reeducación),
teniendo en cuenta esto es necesario ser cuidadosos en la diferencia entre las sanciones y las
medidas de protección, porque estas también están operando para remover los obstáculos que
hacen que los niños y adolescentes “tengan problemas”. Este conflicto se ve en la sanción de
leyes en las cuales se superponen ambas, por ejemplo se aplican medidas educativas por la
infracción, pero a su vez, al visualizar que el adolescente tiene sus derechos vulnerados,
también se proveen medidas de protección en el marco del proceso penal. Con esta
superposición se genera un problema ya que nada tienen que ver entre sí en cuanto a los
ámbitos que regulan una y otra, dando lugar a confusión, por ejemplo cuando la ley prevé como
medida socioeducativa que el adolescente vaya al colegio, nos encontramos aquí ante una
verdadera medida de protección porque la educación es un derecho del niño, entonces la
sanción al niño se fundamenta en que sus derechos fueron lesionados y continuamos en el
modelo tutelar.
Hay que evitar la confusión conceptual y a la hora del debate acerca de la seguridad ciudadana
es beneficioso, desde el punto de vista de las garantías, incorporar la idea de reproche. Si de la
reacción estatal coactiva surgiera en forma concomitante, algún beneficio para los derechos del
adolescente, sería un valor agregado de la sanción, pero no su corazón. Si esta confusión
sigue se creerá que la sanción es que el pibe vaya al colegio, herramienta típica de las
medidas de protección.
Si el fundamento de la sanción está en el acto habrá que ver que las circunstancias personales
del niño sólo operan como clave de vulnerabilidad, disminución del reproche por el acto.
Es importante considerar que las sanciones en el sistema de RPJ son diversificadas, por lo que
es incorrecto hablar de alternativas a la pena privativa de libertad, esto sería considerar a la
privación de libertad como eje del sistema (como el sistema penal de adultos), aquí las
sanciones son otras y lo alternativo, excepcional y por tiempo breve y determinado, es la
privación de la libertad en un centro especializado.
Es necesaria la distinción que se realiza en lo procesal de las alternativas al proceso penal y
alternativas en el proceso penal. La primera es una solución abolicionista, el conflicto es
administrado en otros ámbitos. Estos pueden ser modos anticipados de terminación del
proceso, como lo son la aplicación del principio de oportunidad, la suspensión del juicio a
prueba, el juicio abreviado o la conciliación durante el proceso.
La autora critica el juicio abreviado, ya que este riñe con la preservación cabal de las garantías,
sobre todo porque está siendo agregado a todos los códigos penales de AL, como forma de
descomprimir el sistema de justicia penal. Así las garantías desaparecen. Se desestima la
dimensión pedagógica y la instancia simbólica del rito penal, donde el infractor pueda visualizar
a quiénes le causó dolor y cuánto, y además pueda desprenderse de esto.
Por otro lado critica la adopción de medidas como consecuencia de negociaciones ya que en
estos procesos de conciliación, no se sabe cómo se ejerce el control de la legalidad, sobre todo
cuando no intervienen técnicos ni abogados defensores.
De esto se desprende otra crítica que tiene que ver con la importancia que se le da al Ministerio
Público Fiscal en detrimento de la disponibilidad de la defensa pública, para sujetos que
usualmente no tienen recursos para contratar su defensa. Por lo cual es crucial fortalecer la
defensa pública.
Conclusiones:
- La implementación de un sistema de RPJ debe ser comprendido en un contexto de
ampliación de la democracia. La tarea no solo es desmantelar el modelo tutelar, sino que se
suma el desmantelar el sistema inquisitivo que permeó nuestra forma de percibir la cuestión
criminal y hasta la propia concepción de la “verdad”. Esta compleja tarea no tiene que ver con
cambiar modelos de justicia, sino modelos, prácticas, actitudes y patrones cognoscitivos por los
que conocemos y aprehendemos la realidad. Con la implantación de nuevas leyes no se
resuelve el problema, si no se cambia el modelo cultura que opera por detrás.
- El desarrollo de programas de ejecución de sanciones penales juveniles. Si no la presión cae
en los jueces que recurren a la práctica tradicional de la privación de la libertad.
- Realizar estudios de medición de impacto son necesarios para construir un discurso
convincente de seguridad ciudadana garantista.
- Cuando un país inicia un proceso de adecuación legislativo y crea un sistema de
responsabilidad penal juvenil, lo que hace es adecuarse a los artículos 37 y 40 de la CDN, pero
cumplir esto no es suficiente, si el país no diseña las instituciones y reconvierte sus políticas en
términos de garantías de derechos.
- Si no se construye el sistema de RPJ en el marco de otras políticas colapsará en pocos años.
- Derecho y Cambio Social van de la mano, sino las leyes que hacemos están predestinado al
fracaso.

DOMINGUEZ. Adecuaciones de la tarea profesional para el tratamiento de la


vulnerabilidad en el marco de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
Las prácticas que promueve la CDN son acciones de convalidación cotidiana, implica un
compromiso personal y político. El reiterado pedido por su cumplimiento tiene que ver con que
usualmente en la práctica nunca recurrimos a la ley para resolver conflictos, lo solucionamos
por vías paralelas a lo legal.
La convención es una Doctrina, primer paso en un proceso de transformación que lleva mucho
tiempo.
Si solo se quedara en lo doctrinario no sería efectivo para lograr un cambio efectivo de aquellos
sometidos a la Doctrina de la Situación Irregular. No basta la conciencia de superar la Doctrina
de la Seguridad Nacional, hace falta operadores que la ejecuten en cada caso. La CDN es un
marco de explicación, primera operación político-técnica. Como dispositivo discursivo la
Doctrina de Proteccion Integral (DPI) ganó, es Ley, ahora es imprescindible que esta Ley se
institucionalizada en acto.
Estas segundas operaciones son necesarias porque en todas las institucione se critica al
positivismo pero este se sigue cristalizando en los actos. La Doctrina de la Situación Irregular
similar a la Doctrina de Seguridad Nacional, rige en acto.
Todo operador que crea que la DPI es válida se convierte en un operador que no puede
esperar que lo cambios los realizan otros, hay que implementar esta Doctrina en acto. Hacer el
máximo esfuerzo por evitar que lleguen a las celdas y si ya están en ellas, ver con que medio
legales y técnicos intervenimos para sacarlos de ellas. La DPI es “intervencionista”, interviene
para proteger y garantizar Derechos. No nos quedamos en la declamación, discurso
esquizofrénico que alucina una realidad disociada de la de todos los días, realidad que está
oculta tras el silencio.
Poner en vigencia la CDN significa ir a los lugares donde se debe respetar la misma. Hay dos
tipos de equipos o grupos de trabajo: los que están en contacto con los chicos y los que no,
muchos son reacios a la aplicación de la misma. Del lado de los que están en contacto con los
chicos, es un error decirles “respeten los DDHH”, como si hubiera entera aceptación o
conocimiento de ellos. El personal de contención y custodia carece de acceso y de tecnología
metodológica para dar vida a la DPI. Y además implica para ellos cambiar de hábitos y
costumbres de trabajo llevadas a cabo durante muchos años.
Se agrega la interposición de intereses socio-económicos porque para algunos aplicar la CDN
significa dejar de robar u obtener privilegios.
Hay ardientes defensores de la CDN que tienen en sus manos poder modificar las condiciones
de esa realidad, pero no quiere meterse en líos con sus colegas y guardan un pacto de silencio
cuando se trabaja mal, se generan lesiones o hay flagrantes violaciones de la Convención.
La Declaración sola no es más que una queja.
Las ONG’s son un riesgo ya que una vez que se establecieron en el sistema de atención
observamos un proceso de transformación del interés por los pibes en un interés por lo
económico. El riesgo es que estas dependen de subsidios, y en tanto la ONG no genere sus
propias fuentes de recursos, se producirá una dependencia que las hará, achicarse,
desaparecer o transformarse en una Pyme.
El problema es que no sabemos cómo está la situación contable de becas, subsidios,
beneficios, cuánto se destina a los chicos y cuál es el número de operadores.
Es necesaria una política global de atención con una intervención mínima del Estado y un
criterio de complementariedad, la intervención del Estado es estar ahí, preguntándose estas
cosas.
Hay que ver cómo se desarrollan los mecanismos de contención comunitaria, cuál es la política
que se sigue, si estas políticas no está destinadas al egreso del chico a la comunidad, en el
menor tiempo y en las mejores condiciones posibles, estamos en la Doctrina de la Situación
Irregular. El chico no le pertenece a ningún establecimiento, ni a nadie, se pertenece a sí
mismo y a la Comunidad. Este problema surge de otro propio de nuestra Sociedad donde se
paga para que se “re-tenga” al usuario, no para reintegrar.
Si el proceso de reintegración a la comunidad se hace sin adecuación y planificación nos
encontramos con otro problema, el de la de tecnificación. Es una táctica para hacer ineficiente
al Estado y favorecer la privatización de la atención.
La Universidad capacita poco para la operación en servicio, ello produce, por miedo,
inexperiencia, ignorancia o desinterés, un efecto de huida del lugar de trabajo o se instala lo
más lejos posible de los usuarios.
La no capacitación de profesionales es una forma de contribuir al achicamiento de las
posibilidades de atención por parte del Estado. El problema es de orden económico.
Existe la disputa por lo lugares de distribución de chicos de desde los sitios de captación y
recepción, a las entidades privadas y las no gubernamentales. Allí se produce se privilegian
unos lugares más que otros, en el mejor de los casos por atravesamientos vinculares y en otros
por razones económico-financieras.
La desinstitucionalización de lo que se trata es devolver a la contención comunitaria, la DPI
busca restaurar los vínculos existentes, como lugar y modelo de contención donde se respeten
la identidad étnico-cultural en los distintos grupos humanos.
Como metodología de trabajo, el trabajo barrial o el comunitario adolecen de falencias, la
estrategia de contención comunitaria, planificada desde acciones de prevención del conflicto
social, es la forma más idónea y más humana de evitar la entrada al sistema y poner en
vigencia la DPI, los recursos que se necesitan no son siempre económicos, se trata de
recursos de capacitación, recursos humanos, recursos de compromiso.
No hemos aportado con recursos teóricos o técnicos para dar argumentos contundentes para
un proceso de desprejuiciamiento a nivel del imaginario social. Decimos desinstitucionalizar y
hablamos de libertad asistida o vigilada, pero a los casos los vemos una vez cada dos meses,
en una charla informal, eso no es romper con el esquema institucionalizante, es abandono. Si
no existe un trabajo de planificación y estrategias de la contención comunitaria y el
restablecimiento de los lazos vinculares entonces la DPI no ha sido aplicada. Y una vez que
esta sea aplicada será necesaria una etapa de prueba, para poder generalizarla y después
institucionalizarla en sentido jurídico, como instrumento jurídico real vigente que rige, que es
Ley.
Estos son los problemas que tenemos a menos de 10 años de la Convención, a 20 de la
Declaración y a 50 de la Declaración de los DDHH.
El primer paso es la atención al chico (y de su grupo de crianza) en comisarías, trabajo difícil y
que requiere tiempo, disponibilidad. El objetivo es que no se concrete la internación.
El problema de la Convención son las condiciones socio-económicas y culturales de nuestro
país, nosotros mismos, superar esto implica romper pactos de silencio, de lo contrario el chico
va a seguir siendo una mercancía y a ser postergado, si no les puedo decir a mis compañeros
que no están trabajando bien, por no meterme en quilombo, en ese momento estoy rompiendo
la Convención. La lealtad es con los pibes y el marco para esta lealtad es la Convención.

GARCÍA MÉNDEZ - SER NIÑO EN AMÉRICA LATINA


PREHISTORIA E HISTORIA DEL CONTROL SOCIO-PENAL DE LA INFANCIA: POLÍTICA
JURÍDICA Y DERECHOS HUMANOS EN AMÉRICA LATINA.
1-Prehistoria y orígenes de la infancia.
La infancia constituye el resultado de un complejo proceso de definiciones, acciones
institucionales y cambios sociales en los sentimientos. Los mecanismos e ideas creadores de la
infancia corresponden a los mecanismos e ideas creadores del control de la misma. La historia
de la infancia es la historia de su control.
Hasta por lo menos mediados del siglo XIX, la historia de la infancia es la historia de la escuela.
Con el comienzo del proceso de codificación europeo a partir del siglo XIX, empiezan a
aparecer algunas disposiciones específicas para los “menores”. Ellas se refieren básicamente a
la introducción de la categoría jurídica del discernimiento, parámetro “objetivo” a ser
determinado por el juez para decidir acerca de la conciencia o no del carácter perjudicial del
acto. Las penas eran cumplidas en las mismas instituciones y con las mismas características:
a) Condiciones deplorables de existencia
b) Duración indeterminada de la condena, en el caso de que esta última hubiera sido
pronunciada.
El triunfo de la Revolución Francesa acarrea cambios notables en las ideas y prácticas de
control social. El control social se “humaniza” y juridifica. Es el nacimiento del Estado de
Derecho. Desaparecen progresivamente los castigos bárbaros, y por sobre todo, la pena
privativa de libertad se convierte en la pena más importante.
La pena privativa de libertad por tiempo determinado es una conquista democrática que
corresponde también a la nueva forma de organización productiva de la sociedad.
Los “menores”, incorporados marginal y clandestinamente al proceso productivo, quedan fuera
del discurso oficial sobre el proceso productivo y por ende, privados de esta conquista
democrática.
La legitimidad de la pena se asentará sobre la base del concepto jurídico de imputabilidad. Con
los códigos penales del siglo XIX y sus disposiciones relativas al discernimiento, llegamos
prácticamente al fin de la prehistoria del control socio-penal de la infancia.
2-De la infancia al “menor”.
Las tareas de protección de la infancia no se llevan a cabo en un contexto políticamente neutro.
La agudización de los conflictos sociales acelera la necesidad de encontrar un marco jurídico y
de contención real de aquellos expulsados o que no tuvieron acceso a la institución escolar. En
1899 se crea en Illinois el primer Tribunal de Menores.
Aquella porción de la infancia-adolescencia que por razones de conducta o de condición social
entre en contacto con la compleja res de mecanismos de la caridad-represión, se convertirá
automáticamente en “menor”. Este es el nacimiento de una cultura de judicialización de las
políticas sociales supletorias. Es decir, de tratar de resolver por medio de normas jurídicas, las
deficiencias de las políticas sociales básicas.
3-Reformadores en América Latina.
Creación de la figura del “menor en situación irregular”: el acento está puesto definitivamente
en el tratamiento institucional de una conducta o condición que implica un desvío de las normas
sociales que se suponen mayoritariamente aceptadas.
Se trata de buscar causas ajenas a la voluntad del sujeto para explicar la conducta desviada.
Es el proceso de medicalización de los problemas sociales.
Institucionalización segregadora como mecanismo incuestionado de las tareas de defensa de
la sociedad y protección del menor abandonado-delincuente.
4-Políticas distribucionistas y Estado asistencial.
En la década del ’50 la condición general de la infancia-adolescencia mejora significativamente.
Los “menores” resultan en este contexto cuantitativamente residuales. Esta situación refuerza
la imagen y función real del juez como de hecho formulador y ejecutor de políticas supletorias
de contención.
En la década del ’70 la reducción del gasto público en el área social afecta significativamente
las políticas sociales básicas, aumentando el área potencial de intervención de las políticas
supletorias.
En el contexto latinoamericano puede afirmarse que esta situación adquiere la forma de una
judicialización del problema del “menor”.
El carácter discrecional de la función judicial y el instrumento amplio de la “situación irregular”,
constituyen los soportes de esta política de subsidiariedad del Estado.
Es indudable que los acontecimientos actuales obligan a una radical redefinición de las
funciones de los tres sujetos institucionales que conforman el universo de las políticas de la
infancia-adolescencia: Estado (políticas públicas), movimiento social y mundo jurídico.
5-Por un continente de y para la infancia-adolescencia.
La Convención Internacional de los Derechos del Niño, coloca al movimiento social frente al
desafío concreto de ocuparse de lo jurídico-institucional.
La Convención Internacional cancela definitivamente la imagen del “menor” como objeto de la
compasión-represión, convirtiéndolo en el niño-adolescente sujeto pleno de derechos.
6-Instrumentos internacionales, panorama legal nacional y actores institucionales.
Los instrumentos internacionales a que hacemos referencia son:
a) La convención Internacional de los Derechos del Niño
b) Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de Menores.
c) Los proyectos de Resolución. Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la
Delincuencia Juvenil y Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Protección de los
Menores Privados de Libertad.
Es menor delincuente todo joven que se halle imputado o condenado por el cometido de una
infracción.
La privación de libertad es definida como una medida de última instancia, de carácter
excepcional y de mínima duración posible.
7-Bases para una política latinoamericana de la infancia-adolescencia.
Es preciso politizar y al mismo tiempo despartidizar profundamente la cuestión de la infancia.
Es necesario encontrar los mecanismos institucionales adecuados que consagren la cuestión
de la infancia como cuestión de toda la sociedad.
El Estado tiene el derecho y el deber intangible de trazar las política sociales básicas.
Es necesario una separación de competencias entre aspectos penales y asistenciales.
8-A modo de conclusión.
La lucha por consolidar el Estado de Derecho es la lucha por condiciones dignas y justas,
priorizando a los más vulnerables entre los vulnerables.

DOMÍNGUEZ LOSTALÓ- ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL


La convención internacional de los derechos del niño hace un cambio de paradigma: se pasa
de los menores como objeto de la compasión-represión a la infancia-adolescencia como sujeto
pleno de derechos. Sin excepción, los países de A. Latina han ratificado y promulgado la
convención internacional.
En pocas áreas de la política para la infancia, se han concentrado tantos mitos como en el
campo de los adolescentes en conflicto con la ley penal. En palabras simples, esto significa
sostener que la delincuencia juvenil constituye un problema, independientemente de la
reacción social formal o informal.
Historicamente han predominado y predominan aún dos tipos de posiciones igualmente
equívocas sobre el área de problemas denominados como delincuencia juvenil.
En primer lugar, un RETRIBUCIONISMO HIPÓCRITA para el cual el derecho penal lo es todo.
Desde esta perspectiva, sólo un aumento permanente de sanciones penales, es el único
instrumento capaz de resolver los problemas sociales comprendidos en este área. Esta
posición se traduce en propuestas de baja de la edad de imputabilidad penal. Esta posición,
parte de un presupuesto objetiva y parcialmente legitimado por el funcionamiento real de los
sistemas de justicias juveniles, en el contexto de las leyes basadas en la DSI. eNTREGANDO
LAS LEYES DE MENORES, BASADAS EN ESTA ÚLTIMA DOCTRINA UN PODER
DISCRECIONAL AL JUEZ, LA PRÁCTICA DEMUESTRA QUE EL FUNCIONAMIENTO REAL
DEL SISTEMA OSCILA ENTRE FORMAS EXTREMAS DE IMPUNIDAD Y ARBITRARIEDAD
REPRESIVA.lA EXPERIENCIA PERMITE AFIRMAR QUE LA BAJA DE LA EDAD DE LA
IMPUTABILIDAD NO PRODUCE NINGUNA CONSECUENCIA REAL, EN EL SENTIDO DEL
AUMENTO DE LA SEGURIDAD DE LOS HABITANTES Y EN MUCHOS CASOS TIENE
EFECTOS CONTRAPRODUCENTES, PROVOCANDO UNA ENTRADA MÁS PRECOZ DE
LOS JÓVENES EN LOS CIRCUITOS DE LA CRIMINALIDAD ADULTA.
Como reacción tal vez no deseada al retribucionismo hipócrita, se ha creado una segunda
posición posible de ser denominada PATERNALISMO INGENUO. Para esta última posición, el
derecho penal no es nada. Se parte aquí, de la posición falsa que afirma que los menores de
18 años son incapaces de cometer violaciones graves a las leyes penales. En el supuesto caso
de que estas fueran cometidas, no reían ser objeto de ningún tipo de reproche jurídico, en la
medida en que automáticamente estarían denotando tendencias patológicas o trivialidades
propias de la edad. Resulta interesante observar, el carácter sólo aparentemente antagónico de
las posiciones aquí mencionadas, de hecho, subyace como elemento común a ambas
posiciones, un profundo desprecio por la infancia como verdadero sujeto de derechos.
En la DSI se habla de “acto antisocial”, que no es más que aquello que el juez define como un
acto antisocial. Mientras el concepto de delito, como acto típico, antijurídico y culpable resulta
indispensable, el concepto de acto antisocial remite en la mejor de las hipótesis, a las teorías
peligrosistas, del positivismo antropológico del siglo XIX.
El concepto de acto antisocial y la competencia ilimitada del juez de menores, que le otorgan
las legislaciones basadas en la DSI, son dos aspectos que se complementan y refuerzan
mutuamente, contribuyendo decisivamente a la consideración del menor como un objeto, a
veces de compasión a veces de represión. Tal como se señalaba, es posible que en estricto
cumplimento de la ley, un adolescentes (generalmente perteneciente a los sectore s medios o
altos) que haya cometido un delito gravísimo no reciba ningún tipo de respuesta por el acto
cometido y contrariamente, es posible que un menor generalmente perteneciente a los sectores
más bajos y desprotegidos de la sociedad, que haya cometido un hecho baal, sea
institucionalizado (un mero eufemismo para designar la privación de la libertad) por años, ya
que desde los parámetros normativos de las leyes basadas en la DSI, dicho menor se
encontraba en PELIGRO MORAL O MATERIAL.
Los instrumentos jurídicos que conforman la llamada DPI alteran radicalmente la consideración
jurídica de niños y adolescentes. En el espíritu y el texto de la Convención Internacional, el
menor se transforma en niño o adolescentes y la vaga categoría social de delincuente se
transforma en la precisa categoría jurídica de infractor. Es infractor sólo quien ha violado
dispositivos jurídicos previamente definidos como crímenes, falta o contravención según las
leyes del país, se la ha atribuido o imputado dicha violación, se le ha realizado un debido
proceso y con el respeto estricto de las garantías procesales y de fondo, se lo haya finalmente
declarado responsable.
Dentro del tema de la “delincuencia juvenil” ocupa en todos los países de la región un lugar
central el tema de la imputabilidad. La condición de imputable de un individuo se legitima
muchas veces con sus características personas, no siendo estas últimas sin embargo, el factor
decisivo que explica una condición que es esencialmente jurídica. La condición de imputable o
inimputable es consecuencia de una decisión de política criminal asumida por el legislador
general, puede afirmar que un individuo es imputable cuandos e le pueden atribuir plenamente
las consecuencias de actos.
En el contexto de las leyes de menores basadas en la DSI en la mayor parte de los países de
la región, los menores de 18 años son inimputables.
Los instrumentos que conforman la DPI poseen todos aquellos elementos necesarios para
constituir un SISTEMA DE RESPONSABILIDAD PENAL JUVENIL. Un sistema de
responsabilidad penal juvenil, es el requisito imprescindible para superar la real o supuesta
sensación de impunidad que transmiten muchas veces los medios masivos de comunicación y
que provoca una serie de contra-reacciones, que encuentran en la propuesta de la disminución
de la edad de imputabilidad, su mínimo común denominador.
Algunas características esenciales (o requisitos mínimos) para la construcción de un sistema
de responsabilidad penal juvenil son:
- los menores de 18 años (y mayores de 12) son inimputables penalmente, siendo, sin
embargo, penalmente responsables.
- L a responsabilidad penal significa que a los adolescentes (de 12 a 18 años
incompletos) se les atribuye (en forma diferencial respecto de los adultos) las
consecuencias de sus acciones que, siendo típicos, antijurídicos y culpables, significan
la realización de algo denominado crimen, falta o contravención. De este modo, las leyes
penales se constituyen en el punto de referencia común para adultos y menores de 18
años. TY el concepto de responsabilidad difiere sustancialmente respecto del de
imputabilidad en tres puntos fundamentales: los mecanismos procesales, el monto de las
penas (adultos) difiere del monto de las medidas socioeducativas (adolescentes y el
lugar fisico del cumplimientod e la medida.
- Los menores de 12 años , no sólo son inimputables, sino que además son penalmente
irresponsables
- el adolescente infractor es una precisa categoría jurídica Solo es infractor quien ha
realizado una conducta previamente definida como crimen, falta o contravención, se le
ha imputado la responsabilidad por dicha conducta, se le ha sustanciado un debido
proceso y se le ha decretado judicialmente una medida socioeducativa
- Un SRPJ supone la existencia de una gama de medidas socioeducativas que permitan
dar respuestas diferenciadas según el tipo de infracción cometida.
- Un sistema de responsabilidad penal juvenil presupone la existencia de diversos tipos de
privación de la libertad: arresto in flagrante o por orden judicial, detención judicial como
medida cautelar y detención judicial como medida definitiva de privación de la libertad.
- La privación de la libertad es una medida estrictamente judicial. Solo puede ocurrir en
flagrante delito o por orden estricta de una autoridad judicial competente
- La privación de la libertad es una medida excepcional y de último recurso, que deberá
ser solamente el resultado posible de infracciones gravísimas.
- Se deberá abogar por el aumento de las competencias del ministerio público, incluso la
remisión. La remisión consiste en la terminación anticipada o extinción del proceso,
cuando el conjunto de circunstancias que rodean al hecho permiten hacer presumir que
la instauración del proceso resultará contraproducente para todas las partes envueltas
en el conflicto.
- Se reducirá el número de privados de libertad y se requerirán métodos pedagógicos y
medidas de seguridad que probalmebtmete no tienen precendete en al region.

ROITSTEIN- DEL CONTROL DE LA MINORIDAD A LA PROTECCIÓN DE LA INFANCIA


La infancia es una construcción social y como tal depende de las condiciones sociales, políticas
e históricas de un determinado momento.
La institución de la minoridad se ubica dentro de las instituciones de control y disciplinarias.
¿cómo surge esta institución?
Donzelot nos explica cómo a partir del siglo XVIII comienza a circular literatura sobre la
conservación de los hijos, criticando la modalidad educativa hasta ese momento: hospicios, la
crianza con nodrizas. En los hospicios la tasa de mortalidad era elevada, Eso de debe a la
dificultad de encontrar nodrizas y a la incontinencia de estas. Las familias pobre recurrieron a
estos hospicios, las familias ricas recurren a nodrizas para no criar a sus hijos y los envician a
otros lugares donde las mismas habitan.
Entre los siglos XVII Y XVIII se van dando las condiciones históricas para que sucedan las dos
grandes revoluciones de la época: la revolución francesa y la revolución industrial.
Revoluciones que dan inicio al surgimiento del capitalismo y a una nueva concepción de
Estado: el Estado liberal, contra el autoritarismo del feudal. Un estado en el cual se plantean
las igualdades para los habitantes (aunque aun nos e incorporan a los esclavos y alas
mujeres). Desde el estado se promueve la conservación de los hijos como forma de controlar a
las familias a partir de la revalorización de la tareas educativas y promoviendo un cambio en la
imagen de la infancia. Para las clases altas se difunde la llamada medicina doméstica: que
sean los mismos padres quienes los eduque y vigilen. Esto se logra promoviendo un vínculo
especial entre la madre y el médico. El médico prescribe, la madre ejecuta.. Para las clases
bajas se organizan formas de dirección de sus vidas con el fin de disminuir el costo social de su
reproducción y obtener el número de trabajadores con un mínimo de gasto público a esto se lo
llamó filantropía. L FILANTROPÍA APUNTA A CONTROLAR LAS LIBERTADES TOMADAS
(ABANDONO DE NIÑOS EN HOSPICIOS), CONTROLAR LAS ASOCIACIONES SALVAJES
EN EL concubinato y conjurar las líneas de fuga en el vagabundeo de niños. Así,s e busca una
vigilancia directa. Las asociaciones filantrópicas tendrán su base en la caridad de las clases
altas y en la iglesia. Así es que se comienza con una serie de medidas tendientes a control y a
la vigilancia de las familias pobres.
Hacia 1837, confirmado el fracaso de esta política, se instaura un sistema de ayuda a domicilio
de las madres. Hacia principios del siglo XX se extiende a las madres viudas, y a las madres de
familias numerosas. Así , se va constituyendo la madre de familia popular que es remunerado y
es vigilada desde el estado con el discurso médico.
Hacia fines del siglo XIX emergen sectores filantrópicos que trabajan sobre la infancia lo que
pueda peligrar. o lo que pueda volver amenazadora (infancia peligrosa). Así se instauran las
asociaciones filantrópicas privadas, apoyadas en las leyes del patronato de la infancia y
adolescencia, en las cuales se hacían cargo de los delincuentes menores, niños moralmente
abandonados y los rebeldes a la autoridad paterna en establecimientos destinados a realizarlos
e inculcarles sanos hábitos de trabajo. Estos grupos filantrópicos se encontraban con la
resistencia que se les imponía desde el poder paterno. Así, para satisfacer a estos grupos se
instituyen leyes en 1889, 1898 y 1912 que organizan progresivamente la transferencia de
soberanía de las familias “moralmente insuficientes” al cuerpo de notables filantrópicos, de
magistrados y médicos especializados en la infancia. La abolición del poder patriarcal permitirá
el establecimiento de un procedimiento de titularización que armonice los objetivos sanitarios y
educativos con los métodos de vigilancia económica y moral.
En nuestro país se cristalizan una serie de medidas administrativas que fundan un modelo que
se denominó doctrina de la situación irregular. Esta se caracteriza por responder al discurso de
protección y control social encarnado desde el estado que pasa a ocupar el lugar de la iglesia y
el voluntarismo asistencialista de la filantropía. La protección de la infancia adquiere una faceta
de control que intentará impedir la extensión del malestar social y apuntará a los “desórdenes
morales”., los hijos ilegítimos, el auge de las conductas delictivas, la mendicidad y el trabajo
infantil en las calles. Los niños abandonados-delincuentes impondrán una imagen de
peligrosidad social moral y material. La mendicidad infantil genera males mayores a la sociedad
. Son “flagelos morales”,
Pero será un hecho político el que apurara las discusiones sobre la necesidad de legislar una
ley de control de los niños. La llamada “semana trágica” que sucedió al inicio del año 1919,
cuando los obreros de la empresa Vasena iniciaron una huelga solicitando beneficios
sindicales, pero enfrentados con las fuerzas del orden murieron varios obreros, por lo cuals e
generalizó la huelga a todos los sindicatos. Una vez resuelto el conflictos e planteó la
necesidad de aprobar una ley de minoridad ya que se evaluaba que los principales autores de
esos desórdenes, eran los chiquillos. Se funda así la LEY DE AGOTE EN 1919. Entre los
puntos más importantes de la misma se encuentra la separación por primera vez a los menores
de edad (menor de 18 años) de los adultos en lo que es materia pena e alternativa, plantea una
función pública estatal de superintendencia de todos los menores del territorio nacional. Se
modifica la patri potestad del código civil de modo que la intervención del estado puede
hacerse efectiva. Incluye las obligaciones de patria potestad, explícita como causales de
supresión del ejercicio: ebriedad, inconducta notoria, negligencia grave que componen tiese la
salud, seguridad o moralidad de los hijos. Estos conceptos encuentran su base en el concepto
de peligro moral o material. Así, el estado podrá disponer el menor que se encuentre en esa
donación derivados a instituciones reeducativas o de rehabilitación. En la prov de bs as se
crean los primeros tribunales de menores en 1936. La justicia de menores se actúa en función
de un hecho delictivo, sino por y sobre las personas, juzga a una persona. Este juzgamiento se
realiza de la mano de las ciencias auxiliares, las que en él un principio fueron la asistencia
social y más tarde la psiquiatria, la psicologia y los educadores. Así, el menor dependerá de los
informes que produzcan los que poseen el saber y pueden decidir sobre el cuerpo y la mente
de los niños. La defensa del menor la realizará el asesor de menores.
En 1983 se sancionó el decreto de ley 10.067. La función patronatos según este decreto será
ejercido coordinadamente por: el juez, que tendrá la competencia para decidir la situación del
menor en estado de acabado o peligro moral o material, el asesor de incapacidades en su
carácter de representante del menor y la sociedad, que se halla investido de las atribuciones
necesairas para controlar el efectivo cumm’limiento de las normas destinadas a protegerlo y la
subsecretaría del menor que será la encargada de planificar y ejecutar la política general de la
minoridad, tanto en sus aspectos preventivos como en los relativos a la formación y
reeducación de los menores internados en establecimientos de su dependencia o contralor.
Dentro de los tribunales e amplía el equipo técnico al incorporar al psicólogo y se establece que
los informes médicos, sociales y psicológicos tienen carácter esencial en el procedimiento,
declarándose la nulidad de las actuaciones que no los contengan.
La convención de los derechos del niño, adoptada por al asamblea de las naciones unidas en
el año 1989 tiene como instrumentos asesores las reglas de beijing de 1986,, la declaración
universal de los derechos del niños y la declaración de ginebra de 1924.
La convención constituye un instrumento internacional de carácter vinculante por el cual los
estados nacionales que lo acepten quedan comprometidos a dar cumpplimiento sus
disposociones, siendo esta característica la que marca una diferencia fundamental con las
declaraciones que lo precedieron. Opera como ordenador entre las relaciones entre las familia,
el niño y el estado. Enfatiza el papel de las políticas sociales básicas y de protección, limitando
la intervención tutelar del sado,dejándola está como última instancia , cuandos e supone que
han fallado los esfuerzos de la familia y los programas sociales generales.
Afirma que los niños y niñas son personas humanas y tienen igualdad de derechos como todas
las personas a la vez que derechos específicos por la particularidad de la vida y el estado de
desarrollo de la infancia. Esta convención fue ratificada en nuestro país a través de la ley
nacional 23.849. Como Diferencia a la convención, esta ley por ejemplo define a la niñez desde
el momento de la concepción hasta los 18 años.
Comienza con esto a surgir un nuevo paradigma en relación a la niñez: “la doctrina de la
protección integral”. Esta rompe con el paradigma hegemónico que toma a los menores como
objetos de compasión-tutela-represión y considera a los niños, niñas o'adolescentes como
sujetos plenos de derecho y personas en condición particular de desarrollo que deben ser
considerados prioridad absoluta en todos los órdenes de la sociedad generando así políticas
integrales del estado que apunten a su pleno desarrolo y comliiento.
Entre las modificaciones más sustanciales podemos situar: Se debe apuntar a un pleno y
armonioso desarrollo de la personalidad del niño, quién debe crecer en el seno de su familia.
Se preservan las diferencias culturales: derechoa la identidad, a la vida, a preservar la
nacionalidad, el nombre, a expresar su opinión,d erecho a la asistencia jurídica, a ser protegido
contra las injerencias arbitrarias e ilegales en su vida privada. Por otro lado, el uez ds solo debe
intervenir cuando se trata de problemas jurídicos o conflictos con la ley penal. El estado o es
patrón sino promotor del bienestar de los niños, interviene a través de políticas sociales, de
educación o de protección especial. La situación económica-social nunca puede dar lugar a la
separación del niño de su familia, sino que constituye un alerta para apoyo familiar en salud,
vivienda y educación. El niño en dificultades no es competencia de la justicia. EL juez tiene la
obligación de escuchar al niño y tiene derecho a un defensor y aun debido proceso con todas
las garantías y no puede privarse de libertad a quienes no fueran culpables del delito.
Entre los ejes de al convenciones se encuentran: el interés superior del niño, la no
discriminación, la efectividad y la autonomía progresiva y participación.

LEY 13298: Las disposiciones de este instrumento prevé la protección de los niños por parte
del estado a partir del establecimiento de nuevas instituciones, programas, acciones y prácticas
que permitan su inclusión en las políticas públicas universales y en su ámbito familiar y
comunitario, revirtiendo la tendencia seguida por el modelo tutelar de segregación de los niños
en sistemas espaciales y represivos. Con Esto se produce un giro en las relaciones del estado
con los niños reduciendo la intervención la cual será canalizada en términos de programas y
prácticas centralizadas. La modificación supone intervenciones capaces e integrar acciones
sociales que apunten a la inclusión de los niños y adolescentes en su familia, escuela, servicios
de salud y comunidad. Será el ministerio de desarrollo humana a través de la subsecretaría de
niñez, la autoridad de aplicación del sistema de promocion y proteccion de los derechos del
niño, que tendrá a su cargo el diseño, instrumentación, ejecución y control de políticas dirigidas
a la niñez, pero su implementaciones era a través de la provincia y los municipios (tendiendo a
la desconcentración de las acciones territoriales). A nivel territorial, la ley provee la creación de
los “servicios locales de protección de derechos” en cada municipio. Será estas unidades
técnico operativos con una o más sedes que desempeñen funciones de facilitar que el niño que
tenga amenazados o violados sus derechos, pueda acceder a los programas y planes
disponibles en su comunidad.

UNIDAD 10
KRAUT. Salud mental: Tutela Jurídica.
Capítulo 5. La protección de las personas con/sufrimiento mental: de las normas a su
aplicación. El paciente como ciudadano
Con el desarrollo del ámbito jurídico los ciudadanos adquieren conciencia de que son personas
con derechos intangibles. Sus crecientes demandas van enriqueciendo y transformando el
discurso jurídico. La necesidad de garantizar estos derechos, conduce a fortalecer los
mecanismos que los protegen, pues en ellos está el resguardo de la dignidad esencial de las
personas.
Es importante asegurar la protección de los débiles jurídicos, entre los cuales, los pacientes
psiquiátricos son el paradigma de la hiposuficiencia (más en casos de internaciones
prolongadas), donde hay mayor dependencia del paciente respecto al profesional.
El tratamiento preferencial busca compensar la inferioridad que afecta a estas personas y fija
estándares para balancear esas desventajas. Sin embargo, las poblaciones vulnerables y
grupos diferenciados (enfermos, ancianos, disminuidos, menores, presos) especialmente los
internados en instituciones mentales, siguen discriminados y relegados por el sistema legal.
Los operadores jurídicos no se hacen cargo de estos colectivos y sus vicisitudes. El “loco”
sigue expuesto, excluido, olvidado y desprotegido de sus derechos. Las sólidas bases
constitucionales no se concretan, ni se difunden las experiencias de transformación.
Las normativas internacionales básicas de los DDHH tienen jerarquía constitucional:
a) Personalidad jurídica: según la ley todo hombre como portador de derechos merece la
protección del ordenamiento jurídico. Esto se relativiza en el caso de quienes sufren
padecimientos mentales, cuando la capacidad de obrar se halla restringida y debe ser
sustituida, el ejercicio efectivo de los derechos se diluye , y la representación jurídica no opera
en beneficio de sus intereses por falencias legales y operativas.
b) Derecho a la vida: es el primer derecho de la persona humana reconocido y garantizado por
la Constitución. Es un goce potencial para los restantes bienes, siempre que se lo proteja como
el “derecho a vivir digna y plenamente”. Su contenido se expresa en determinada calidad de
vida, digna y con un mínimo ético de justicia. Contiene el derecho a la preservación de la salud,
obligación para la autoridad pública que debe garantizar con acciones positivas. El hombre es
el eje y centro del sistema jurídico, y su persona constituye un valor fundamental con respecto
al cual los restantes tienen carácter instrumental.
La vida humana y el progreso médico plantean interrogantes y distintas situaciones que
conducen a encrucijadas cuando la técnica colisiona con la ética. La bioética y el derecho
(U10) son el rechazo de tratamientos, el aborto, la eutanasia y la muerte digna. La cuestión es
más honda cuando el paciente no posee lucidez para expresar su voluntad o está cuestionada
su voluntad jurídica. El sistema normativo acentúa esta desventaja y legitima, con escasas
trabas y controles, la posibilidad de intervenir coercitivamente.
c) Derecho a la libertad y seguridad personal: en el orden internacional hay un reconocimiento
amplísimo de estos derechos. El “principio de legalidad” de estos derechos se hallan en el
Art.19 de la Constitución donde se expresa que “nadie puede ser obligado a hacer lo que la ley
no mande, ni privado de lo que ella no prohíbe”. Su propósito es afianzar la seguridad
individual. La ley predetermina conductas debidas o prohibidas. La autonomía es la capacidad
de autogobierno inherente que permite elegir y actuar de forma razonada a partir de una
apreciación personal de las futuras posibilidades, evaluadas según el propio sistema de
valores. Esta autonomía no es absoluta en el área de salud mental, muchos están privados de
la capacidad de decidir. El tratamiento busca preservar e incrementar su independencia
personal.
En el Art 18 se establecen garantías mínimas relativas a la libertad ambulatoria o física que
significan limitaciones al poder del Estado en materia penal. El respeto de estos derechos es de
vital importancia en las personas con padecimiento mental que tienen restringida su libertad
ambulatoria. Aquí no se adecua la ley a la Declaración de Caracas y los Principios de Salud
Mental, en tanto no garantiza la protección tendiente a evitar internaciones innecesarias, ni
permite el control eficaz de los derechos de los internados. Estos pacientes tienen derecho a
ser atendidos institucionalmente, siempre que el encierro no sea un fin en sí mismo, y si el
tratamiento restrictivo es necesario debe durar el menor tiempo posible, la internación es un
proceso destinado al egreso.
d) Derecho a la integridad personal y al trato humano: abarca la esfera orgánica como la
psíquica. Es el derecho de protección de la persona como unidad, frente al atentado o
amenazas de agresiones corporales realizadas por terceros. Las personas pueden disponer de
su cuerpo dentro de los límites que ordenan el orden público, la moral, la ley, las buenas
costumbres y el respeto a la vida, al cuerpo y a la salud humana. El Art 5 explicita que nadie
debe ser sometido a penas, torturas, tratos indebidos, crueles, inhumanos o degradantes. Se
supone resarcimiento para reponer las cosas a su estado anterior y en caso de ser imposible,
indemnización con dinero.
Este derecho en el caso de pacientes institucionalizados implica su protección contra daños,
sufrimientos o humillaciones causadas directa o indirectamente por padecer una enfermedad
mental, incluye preservarlo de la administración injustificada de medicamentos y los malos
tratos.
e) Derecho a la dignidad: Aglutina todos los derechos restantes: a la libertad, a no ser sometido
a tratos crueles, a no ser discriminado, a la intimidad, al honor, etc.
f) Derecho a la salud: es una extensión del derecho a la vida y a la integridad psicofísica. No es
un derecho “de” sino un derecho “a” es prestacional, da lugar a exigir una prestación del
Estado, y conlleva un gasto social que depende de la voluntad política. Está vinculado a la
calidad de vida. El acceso al cuidado de la salud plantea polémicas de orden ético y político,
económico y jurídico, sobre las condiciones mínimas exigibles. El Estado tiene la obligación de
tutelar la salud individual y de la comunidad. Se requiere aún de leyes que reglamenten los
derechos constitucionales y les den contenido y eficacia, especialmente, a normas mínimas de
atención y a los derechos de los pacientes. El derecho a la salud y a la calidad de vida son
inaccesibles para un amplio sector de la población que carecen de cobertura asistencial
privada, los excluidos del sistema. Para poder instrumentar el derecho a la salud y alcanzar una
efectiva protección es indispensable establecer entre los sectores involucrados una
comunicación multidisciplinaria.
g) Derecho a la intimidad, honra y reputación: “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en
su vida privada, su familia, domicilio, correspondencia, ni ataques a su deshonra o reputación”,
reglamentado en el Art 19 de nuestra Constitución. Este derecho contribuye al reconocimiento
de la persona y sus ideales de vida. El derecho civil regula la intromisión arbitraria en la vida
ajena, con un contenido preventivo, sancionatorio y reparador del daño injusto.
La atención de las personas que padecen algún tipo de afección mental está ligada a este
tema, porque suelen ser disgregadas de la sociedad, aislados en asilos u hospitales por el solo
infortunio de su enfermedad. Su honra y reputación se ven afectadas de modo tal que no le es
posible desarrollar una vida plena. Cargan con estigmas, los perseguirá el prejuicio social. Es
regla constante la violación del derecho a la intimidad de las personas institucionalizadas.
h) Derecho a la igualdad y no discriminación: para asegurar a todos los mismos derechos, es
necesario que el Estado remueva los obstáculos de tipo social, cultural, político y económico
que limitan la igualdad. Esto supone instaurar un orden social y económico justo, a fin de
igualar las posibilidades de desarrollo integral y garantizar el acceso efectivo al goce de
derechos proclamados. “Todos son iguales ante la ley, y tienen derecho a igual protección
contra toda discriminación.” (Art 7, Declaracion DDHH). La discriminación implica el trato
diferencial hacia una persona o grupo por determinadas características; constituye un ataque al
principio de igualdad y se vincula con el derecho a la vida y a la libertad. Limita las
posibilidades de acceso a una subsistencia digna. La Constitución Argentina (art 16) consagra
la igualdad “ante la ley”. La “igualdad” importa un grado de suficiente razonabilidad y de justicia
en el trato que se depara a los hombres, No significa igualitarismo. Hay diferencias que deben
tomarse en cuenta y se expresan en el derecho a la identidad y a ser diferente.
Quienes padecen algún tipo de afección mental deben sortear numerosos obstáculos que
favorecen la desigualdad, estimulan discriminaciones injustas y generan inferioridad. El acceso
a un trabajo digno y su integración en la comunidad quedan limitados. Son abandonados en
instituciones que no poseen las instalaciones adecuadas, donde conviven con otros pacientes
con otras patologías. Lo importante es que la actitud sea justa, que se trate a los iguales de
modo igual y a los desiguales de modo desigual. Ningún principio es absoluto, y corresponde al
legislador establecer categorías que supongan un tratamiento diferenciado. Los pacientes con
padecimiento mental requieren de un tratamiento desigual que les asegure justicia y aliente su
equiparación. Se trata de avanzar hacia su condición de sujetos de derecho y de ciudadano.
Un avance son los instrumentos internacionales de rango constitucional porque limitan la
posibilidad de relativizar o ignorar la normatividad. La protección de personas con minusvalía
física o psíquica en situación de debilidad jurídica también es fundamental.
La Convención es depositaria de los principios que rigen el sistema de derechos
fundamentales, constitucionales. Su reconocimiento en nuestro país marcó un hito histórico.
Pero requiere el acompañamiento de garantías y la promoción que aseguren su libre ejercicio y
de jueces responsables que le den substancia. La Constitución, los derechos fundamentales y
los procesos son tres pilares que unidos por el ordenamiento jurídico, sostienen un mismo
edificio: el Estado de Derecho.
La especial situación de debilidad jurídica de pacientes mentales determina una tutela
diferenciada que ha de ser objeto de análisis. Los derechos subjetivos de los pacientes son una
extensión de los derechos a la vida, salud, libertad y dignidad son: el derecho a la
personalidad, a la vida y a la integridad personal, a no ser sometidos a tratos inhumanos o
degradantes, a la libertad y seguridad personal, a las garantías de debido proceso, etc.
La responsabilidad y los problemas mentales. Un sujeto (S) es imputable (condición normal) si
tiene capacidad psíquica de culpabilidad para hacerse cargo para responder por sus injustos.
Esto involucra un conjunto de facultades psíquicas mínimas. La enfermedad mental supone
posibilidad de excluir o atenuar la responsabilidad criminal del sujeto, ya que la ilicitud penal es
una acción antijurídica (contraria al derecho), culpable (dolo o culpa) típica (descripta), y si el
sujeto no se haya en condición de comprender la norma, o la naturaleza antijurídica de su acto
queda exento de la responsabilidad criminal, ya que madurez (edad), conciencia (comprensión)
y autonomía (libertad) son presupuestos de la imputabilidad concebida como capacidad de
culpabilidad. Por eso, la enfermedad mental (locura) configura un típico supuesto de
inimputablilidad (exención de responsabilidades). Pero, mientras la culpabilidad (juicio de
reproche por la comisión de un acto contrario al derecho) y la responsabilidad (obligación de
resarcir el daño injusto causado) son términos jurídicos, la imputabilidad/inimputabilidad son
términos jurídico-biológicos, porque el médico psiquiatra es el que asesora a los tribunales de
justicia. En casos de psicosis donde el paciente “ha perdido la razón” el enfoque legal es claro.
Aumenta la complejidad si se trata de pacientes fronterizos, psicópatas u oligofrénicos, o
cuando la drogadependencia exime o atenúa la responsabilidad penal. Inteligencia y voluntad
son las facultades aludidas.
El Código Penal prevé la internación en instituciones como medida de seguridad privativa de la
libertad en un establecimiento adecuado. Si el condenado de cualquier delito dependiere física
o psíquicamente de estupefacientes, el juez ordenará una medida de seguridad curativa que
consistirá en un tratamiento de desintoxicación y rehabilitación por el tiempo necesario, y
cesará por resolución judicial. Establecida la inimputabilidad hay que atender el desarrollo
posterior de la enfermedad, otorgándole tratamiento en una institución para personas con
discapacidad mental, con las medidas de seguridad de un paciente criminalizado. Esta
potestad de disponer un internamiento forzado y posterior supervisión de la evolución del
paciente debiera tener una finalidad terapéutica. Pero en la realidad, para la ley vigente el
inimputable debiera permanecer manicomializado el resto de su vida. Pocas veces se lleva a
cabo el control sobre la situación legal del psiquiatrizado y el respeto por su condición de
ciudadano. En los manicomios judiciales conviven personas afectadas de serias patologías con
jóvenes adictos. Todos padecen violación a sus derechos.
Así, el psiquiatrizado es excluido y su situación es de mayor indefensión que la del propio
penado, deja de ser un ciudadano para convertirse en un tutelado, por lo que el loco es menos
escuchado que el preso, y nunca es escuchado ni visto por el sistema judicial.
La legislación civil para las personas con discapacidad mental es arcaica y discriminatoria, no
cumple sus objetivos sino que los contradice.
Capacidad es la posibilidad de que las personas estén o no habilitadas para gozar de derechos
y contraer obligaciones. Solo una ley puede restringir el derecho de plena capacidad. Estas
personas se consideran incapaces absolutos. Para suplir su incapacidad la ley autoriza a tener
un representante, que es quien expresa las prerrogativas jurídicas del incapaz en los actos
jurídicos que corresponda. Es importante destacar que no debe asociarse enfermedad mental a
incapacidad o falta de aptitud para obrar de manera sistemática. Los pacientes SON capaces
de tomar sus propias decisiones, a menos que se pruebe lo contrario.
Para los enfermos mentales se establece la plena capacidad mental o su incapacidad total
(todo o nada), formulación insostenible. Este modelo tajante no se vincula con la necesidad real
de las personas afectadas, por cuanto la capacidad de estas para realizar actos jurídicos varía
a lo largo de la vida. Además restringir totalmente su capacidad y nombrar a otra para
sustituirla conspira contra la recuperación del afectado
Declaración de demencia. La apertura del proceso puede ser por denuncia del cónyuge,
parientes, el ministerio de menores, cualquier residente del lugar en caso de tratarse de un
paciente que incomoda a sus vecinos. Quienes interponen la insanía deben acreditar su
legitimación con los documentos pertinentes (certificados médicos), si ello no fuera posible el
juez requerirá la opinión de dos médicos forenses. El juez nombrará un curador a fin de
representar y defender al denunciado hasta la sentencia, fijará un plazo probatorio que no
exceda los 30 días.
Medidas precautorias: si la demencia es notoria e indudable, el juez podrá decretar medidas
cautelares respecto de los bienes de la persona afectada, designandfo un curador provisional.
Si el denunciado es menor de edad, serán el padre, la madre o el tutor. A su vez se inhiben los
bienes, medida conveniente para proteger los intereses patrimoniales del incapaz. Si la
persona fuese peligrosa para el resto o para sí puede ordenar el juez su internación en un
establecimiento público o privado, aún contra la voluntad del afectado.
El juez antes de dar su fallo entrevistará a la persona acusada.
La incapacidad se declara si los datos acumulados demuestran indudablemente la ineptitud del
paciente para administrar sus bienes y dirigir su persona. Si existiesen dudas se prioriza la
capacidad. Si no se verifica la demencia pero hay prueba de disminución de las facultades
mentales dañosa para su persona o patrimonio, el juez tiene la potestad de declararlo
inhabilitado. En la sentencia de interdicción se designa al curador definitivo. Recae
prioritariamente en el cónyuge, luego en los hijos mayores, y si no en la madre o el padre. No
existiendo parientes se nombra un curador dativo (pariente cercano).
Inhabilitación. Estados intermedios y fronterizos donde sin llegar al extremos de la incapacidad,
requieren ser tutelados por hallarse en juego su persona o sus bienes (ebrios, toxicomaníacos,
pródigos, y disminuidos mentales). Aquí la pericia médica es esencial, el proceso puede
convertirse en un proceso de insania, si se mediare esa petición.
En el derecho civil la estructura que prima es que las personas son sanas o insanas, cuerdas o
“dementes”, y por lo tanto, gozan de capacidad o sufren de incapacidad total. Ante un enfermo
pasible de ser interdicto, los criterios normativos son endebles, ambiguos y faltos de rigor,
contrarios a la actual visión de la psiquiatría, que busca la rehabilitación y resocialización
intentando generar “capacidades”.
En materia de insania, la calificación legal, choca con las posibilidades de rehabilitación y
resocialización del enfermo o disminuido mental. Entre la capacidad total y la incapacidad total
existen infinitos grados, matices y circunstancias. El juez debe buscar el punto justo donde la
persona y la sociedad queden amparadas
“Demencia” es una noción criticada por amplia e inexacta. Emplearla hoy en lo jurídico implica
estigmatizar y marginar a quien padece una afección física y sancionar la diferencia. Hablamos
de “insano” para la persona a la que no le han declarado su incapacidad por sentencia de
interdicción, y “demente” para quienes han sido declarados judicialmente interdictos. La
diferencia está en la aplicación de medidas para su protección. Por ej: el demente sólo puede
actuar a través de su curador.
Interdicción es la veda o prohibición genérica de obrar que emana de la incapacidad declarada,
se incluyen todas las enfermedades mentales y se admite el criterio biológico jurídico para
ponderar y decidir una incapacidad legal. Se requiere la concurrencia del factor psiquiátrico,
psicológico o social, manifiestos en la falta de aptitud para dirigir su persona y administrar sus
bienes.
Capítulo 14. Los derechos específicos de los pacientes mentales.
Las personas privadas de libertad poseen un conjunto de derechos fundamentales: a la vida, a
la salud, a la defensa, el respeto, la dignidad, libertad, debido proceso, igualdad, honor,
intimidad personal y familiar, patrimonio, reunión, comunicación, información sobre su situación,
trabajo, manifestar, expresarse libremente, peticionar, participación en asuntos públicos,
seguridad, educación, protección fliar, régimen penintenciario y condiciones de detención, etc.
Se trata de sujetos de derechos pero con limitaciones derivadas de la situación de reclusión. La
regla habrá de ser el pleno reconocimiento, ejercicio y tutela de esos derechos no afectados
por la sentencia. Los instrumentos internacionales establecen que al tiempo de ejecutarse la
sanción tienen validez los principios de humanidad y legalidad, sientan reglas para la ejecución
de la pena privativa de la libertad: defensa de la dignidad e inviolabilidad del interno, derecho a
condiciones de encierro adecuadas, prohibición de torturas, tratos y penas crueles, no
discriminación, readaptación social, y el acceso al debido proceso, la justicia y la tutela
suficiente.
Las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos que no han sido incorporadas en la
Constitución y carecen de jerarquía constitucional, son el estándar internacional. También son
importantes sobre la Declaración sobre protección de todas las Personas Contra torturas y
Otros Tratos o Penas Crueles, su Convención y las observaciones del Comité de DDHH
respecto de las Torturas, Penas, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes. A nivel
constitucional hay una serie de garantías procesales que ponen límite a la actividad represiva
del Estado y los instrumentos para hacerla efectiva. El Art18 de la Constitución dice que “las
cárceles serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en
ellas”.
El cumplimiento de la pena privativa de la libertad es una aplicación de la ley penal, está
regulada por las garantías específicas del derecho material y procedimental penal. El
magistrado debe registrar la pena, establecer la determinación temporal de la sentencia, su
tenor, lugar de encierro, condiciones de detención y otras cuestiones que hagan a la ejecución
de la pena, como la libertad condicional.
Un artículo del CC que habilita a las autoridades policiales a disponer de las internaciones para
personas con padecimientos mentales, alcohólicas crónicas o toxicómanas, establece la
obligatoriedad de informar a la justicia. Se refiere a la peligrosidad como fundamento de la
internación coactiva y se emplea ese concepto en sentido vago y general. Por ello la
internación involuntaria, en casos donde el juez lo haya dictaminado, deberá sustentarse en el
padecimiento de una afección mental pasible de internación, en tanto contexto terapéutico.
Reglas mínimas:
- La persona privada de libertad es un sujeto de derechos
- Por resolución judicial tiene restringida su libertad ambulatoria
- Conserva todos los demás derechos vigentes en la Constitución y los tratados internacionales
- Es titular de garantías propias de un proceso en el cual puede disponerse forzadamente una
privación de la libertad.
-Toda decisión que afecte y determine el internamiento de una persona debe ser tomada por
un juez, respetando debido proceso, defensa en juicio, y juez imparcial.
- El respeto por los DDHHH, condiciones de detención digna y segura.
El Comité e DDHH de la ONU expresó que las condiciones de detención en Argentina no
cumplen con los requisitos establecidos en el Pacto Internacional de los DD Civiles y Políticos.
La superpoblación y la pobre calidad de los servicios respecto a las necesidades básicas de los
detenidos (alimentación, ropa, asistencia médica) eran incompatibles con un trato digno y
humano. En la mayoría, las celdas albergaban al doble de personas de lo que su capacidad
física permitía; bajo personal policial para permitir la salida de los detenidos de sus celdas. Se
comprobaron malas condiciones sanitarias, sin acceso a servicios mínimos de higiene y
desagüe; hacinamiento y malas condiciones materiales; no aplicación del principio de
separación entre condenados y procesados; detenidos enfermos que no recibían medicación.
Muchas personas tenían prisión preventiva, y el encarcelamiento debió hacerse en
dependencias carcelarias propiamente dichas. Asimismo se exhortó adecuar la legislación
procesal penal en materia de prisión preventiva y excarcelación a los estándares
internacionales (caso Walter Bulacio).
Con respecto a los derechos específicos de las personas con padecimiento mental. No hay en
nuestro país un estatuto especial referido a los derechos de las personas con dolencias
mentales y a los deberes específicos que atiendan las propuestas internacionales. La vida de
un paciente psiquiátrico, especialmente si está internado, se regula por normas institucionales
no escritas: sumisión y sanción frente a transgresiones. No existe diálogo entre internos y
autoridades, ni con el órgano judicial, garante de derechos. Así la debilidad jurídica que padece
una población de por sí vulnerable a los abusos crea verdaderos “grupos de riesgo” en cuanto
al goce de derechos fundamentales. Tal situación genera la necesidad de contar con una tutela
normativa eficaz, tendiente a la rehabilitación y reinserción del paciente en vías de
recuperación.
Derechos mínimos. Se pueden clarificar según diversos criterios:
Principios vinculados a la asistencia en SM: Diagnóstico, pronóstico, tratamiento y
rehabilitación adecuados
1. Derecho a ser informado
2. Derecho al consentimiento informado
3. Derecho a negarse a recibir un determinado tratamiento
4. Tratamiento y autonomía del paciente (que preserve e incremente la independencia
personal)
5. Derecho a un diagnóstico adecuado (con arreglo a normas médicas internacionales)
6. Derecho a la mejor atención y al tratamiento apropiado y menos restrictivo disponible. Todo
paciente mental tiene derecho a ser tratado según sus necesidades en el sistema sanitario
social con las mismas normas profesionales y éticas que cualquier otro paciente
7. Derecho a recibir los medios adecuados tendientes a la cura o mejoría
8. Derecho a la continuidad del tratamiento
9. Derecho a la terapia farmacológica adecuada (la medicación no se suministrará nunca como
castigo)
10. Derecho a participar de su programa de curación
11. Derecho a un registro preciso del proceso terapéutico (historia clínica) y a acceder a ello
12. Derecho al tratamiento menos represivo y limitativo posible
13. Derecho a la reserva y confidencialidad del tratamiento (que lo protege y asegura su
confianza en él)
14. Derecho a no ser objeto de pruebas clínicas ni tratamientos experimentales sin previo
consentimiento
15. Se prohíbe la esterilización y quedan limitados los tratamientos psicoquirúrgicos
16. Derecho a la asistencia en su propia comunidad (si el tratamiento lo requiriese)
17. Ante violación a los derechos, se denuncian ante la justicia competente, defensoría del
pueblo o subsecretaria de DDHH.
Principios vinculados con las restricciones a la libertad: internación psiquiátrica involuntaria
1. Derecho a la internación (breve con propósitos de observación y tratamiento)
2. Estándares para la internación involuntaria
3. Derecho a rechazar la internación
4. Derecho a ser tratado en la institución con la solicitud y respeto propio de su condición de
persona
5. Derecho a la internación en condiciones ambientales gratas
6. Derecho a oponerse a una transferencia institucional injustificada
7. Derecho al egreso
8. Derecho al alta médica y a la externación judicial
9. Derecho a la información y la comunicación
10. Derecho a mantener, en la medida de lo posible, la capacidad legal
11. Derecho a la seguridad y a la indemnidad
12. Derecho a la protección de patrimonio y del lugar físico q el paciente ocupaba antes de
internarse.
13. Reparación por internación o retención institucional innecesarias o arbitrarias
Reglas de garantía del debido proceso p/la aplicación de instrumentos de DDHH: Se promueve
y protege la salud mental no sólo con psicotrópicos, sino con psicoterapia o rehabilitación
psicosocial, y la aplicación de instrumentos de DDHH. Para ello es necesario contar con:
1. Garantías procesales (p/protección contra reclusiones arbitrarias)
2. Garantías judiciales
3. Derecho al debido proceso de internación psiquiátrica (tener un representante,
audiencia/juicio p/la determinación de insania)
4. Control jurisdiccional sobre las condiciones de la internación (que reciba el tratamiento
adecuado)
5. Acciones disponibles (habeas corpus y amparo, denuncia penal o juicios por daños y
perjuicios por fallas imputables a los profesionales del campo de salud mental)
Principios relativos a otros derechos fundamentales del paciente con discapacidad mental.
1. Derecho a no ser calificado como enfermo mental ni objeto de diagnósticos o tratamientos,
por razones políticas, sociales, raciales, religiosas u otros motivos ajenos al estado de salud.
2. Derecho a no ser discriminado a causa de una afección/discapacidad mental
3. Derecho a la intimidad
4. Derecho a la confidencialidad
5. Derecho a la personalidad civil y a la capacidad
6. Derecho a la igualdad de derechos
7. Derecho a trabajar y a recibir la correspondiente remuneración
8. Derecho a la rehabilitación y resocialización
9. Derecho a libertad de religión y conciencia
10. Derecho a la protección del Estado

COHEN. La desmanicomialización en Río Negro.


Cohen fue jefe del departamento de Salud Mental de la provincia de Río Negro, que fue la
primera en sacar una ley de salud mental (nº2440). En este artículo (1994) Cohen cuenta que
la sanción de la ley y el cierre del Neuropsiquiátrico Allen, implicó la puesta en marcha de un
proceso creativo, abierto e imprevisto, que ha permitido el crecimiento, multiplicación y
desarrollo de nuevas iniciativas en Salud Mental: la habilitación de casa de medio camino, la
formación de empresas sociales, la incorporación de nuevos compañeros de trabajo, la
creación de nuevos equipos de salud mental en hospitales rurales, el inicio de la Residencia de
Salud Mental Comunitaria para médicos, enfermeros y psicólogos, la publicación de libros
colectivos, proyectos de investigación, pasantías, cursos de capacitación sistemáticos, etc.
Puso en acción energías que desataron la solidaridad y el afecto por ese alguien que sufre y
nos necesita. Sin embargo no es fácil llevar a cabo este proyecto, la desmanicomialización
empieza de nuevo cada día, como empieza cada día la vida de las personas.
Entre las dificultades principales se encuentra: la escasez de recursos materiales, la dificultad
de reconocer y modificar hábitos, prejuicios y valores autoritarios que discriminan y marginan al
diferente (enfermos mentales, mujer golpeada, adicto, adolescente embarazada, persona con
SIDA, alcohólico, homosexual, desocupado, desnutrido, mapuche, etc.).
Nos cabe una gran responsabilidad, ya que si somos capaces de demostrar resolviendo
problemas concretos de personas concretas en situaciones concretas, que el diferente puede
vivir en sociedad con el pleno ejercicio de los derechos de ciudadanía, habremos construido
nuevas herramientas terapéuticas que permitan transformar la percepción de la realidad, y para
transformarla. Hay que involucrar al conjunto de la sociedad en este proceso de transformación
que permita desarmar los manicomios que cada uno tiene dentro de su cabeza, para poder
construir salud mental para todos.

Unidad 12 “Rol del Psicólogo en Delitos Complejos”


CRIMEN ORGANIZADO
La Convención de Naciones Unidas contra el Crimen Organizado Transnacional define en su
Artículo 2°, inciso “A”, a un grupo delictivo organizado como: “un grupo estructurado de tres o
más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el propósito
de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con miras a obtener, directa o
indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material” . Los grandes
beneficios que puede reportar esta actividad, así como el riesgo mínimo de detección y castigo,
hacen de ésta una empresa tentadora en muchos países del mundo. Muchas veces son grupos
pequeños y aislados, redes de delincuencia o de estructuras familiares organizadas; pueden
ser amigos, conocidos o parientes cercanos a la víctima, cada uno especializado en una parte
de la cadena (la captación, el transporte o la gestión de la explotación). Sin embargo, no puede
soslayarse, y mucho menos minimizarse, el involucramiento de grandes mafias internacionales,
como la china, la rusa o la yakuza japonesa (ésta última muy activa en Colombia y Brasil) en
estas actividades, lo que sin duda aumenta la peligrosidad y el riesgo con miras a su combate.
TRATA DE PERSONAS
Por trata de personas se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la
recepción de personas recurriendo al uso de la fuerza u otras formas de coacción, el rapto, el
fraude, el engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o
recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga
autoridad sobre otra para propósitos de explotación. Esa explotación incluirá como mínimo, la
explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o
servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la
extracción de órganos.
Por lo tanto, de acuerdo con el Protocolo la Trata es: a) Una ACTIVIDAD: “... la captación,
transporte, traslado, acogida o recepción de personas...” b) que utilizando determinados
MEDIOS: “.... la amenaza o uso de la fuerza, coacción, rapto, fraude, engaño, abuso de poder,
vulnerabilidad, la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento
de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación.....” c) tiene como
PROPÓSITO o FIN la explotación: “Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la
prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la
esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”.
En el caso de los niños y niñas no se considera el consentimiento. Es decir, el Protocolo
establece que en este tipo de circunstancias no se necesita que existan los medios para que la
actividad se determine como trata: “La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la
recepción de un niño con fines de explotación se considerará ‘trata de personas’ incluso
cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados...” (Art. 3 inc. c). Por niño se
entiende toda persona menor de 18 años (Art. 3 inc. d). Esto significa que todas las formas de
explotación sexual comercial infantil, también llamada explotación sexual comercial de niños,
niñas y adolescentes, son una modalidad de la trata de personas. Por trata de personas se
entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas
recurriendo al uso de la fuerza u otras formas de coacción, el rapto, el fraude, el engaño, al
abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra para
propósitos de explotación. Esa explotación incluirá como mínimo, la explotación de la
prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la
esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
• ¿Cuál es la diferencia entre trata y tráfico? Una vez analizada la definición de trata de
personas resulta más fácil comprender que ésta y el tráfico de migrantes son fenómenos que
pueden estar relacionados pero son fundamentalmente distintos. Es importante tener bien
claras las definiciones y por ende las diferencias entre ambos conceptos pues no todo tráfico
de migrantes implica necesariamente trata de personas ni todos los casos de trata de personas
significan tráfico de migrantes. Aunque hay muchos casos que se inician con tráfico y terminan
en trata de personas. Por tráfico de migrantes se entiende la facilitación de un cruce de
fronteras sin cumplir los requisitos legales o administrativos con el fin de obtener directa o
indirectamente un beneficio financiero u otro de orden material. Existen similitudes y diferencias
entre el tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas que es necesario tener presentes. En
ambos casos, hay un aprovechamiento de la necesidad de mejorar condiciones de vida a
través de la migración (exceptuando obviamente, aquellos casos de trata en los que hubo
secuestro, rapto o sometimiento); hay un abuso a los derechos fundamentales y lógicamente
una operación comercial con seres humanos.
DELITOS DE CUELLO BLANCO
Este tipo de delitos son aquellos que proporcionan un beneficio económico al criminal, donde el
crimen no es violento, e involucra muchas prácticas ilegales, y en ocasiones únicamente poco
éticas amparadas por el marco legal. Las proporciones del daño han hecho que este tipo de
delitos sea uno de los principales problemas económicos de nuestro siglo. Las personas
pierden sus casas, sus empleos, su seguridad y sus sueños. De hecho, un único crimen
corporativo podría hacer más daño que cientos de delitos de la calle. Pero en algunos países,
el riesgo-beneficio del delincuente de cuello blanco compensa y anima a ejercerlo. Son muchos
los tipos de delitos de cuello blanco, así que veamos algunos de los más importantes.

1. Soborno.
Uno de los más comunes de nuestros días. Consiste en ofrecer dinero o regalos para influir en
las acciones de un individuo. Dichas acciones normalmente conllevan un beneficio para el
sobornador y sobornado, y que a su vez podrían causar problemas a otras muchas personas o
empresas.
Ejemplo: Una empresa podría sobornar a un político dándole dinero para asegurarse que el
político contrate los servicios de esta empresa en lugar de otra. A veces es difícil detectar este
delito debido a que el soborno se realiza de forma legal, como por ejemplo donar una cantidad
de dinero a un partido político. Aunque por regla general se hace a través de sobres o
maletines de dinero.

2. Abuso de información privilegiada


Es uno de los delitos más comunes en los mercados financieros, pero el más difícil de
demostrar. Todo lo que sea disponer de una información sobre una empresa cotizada que no
esté disponible para el resto de los inversores, aprovechando esa información para el beneficio
propio, es delito. Pero no siempre es ilegal este tipo de información. Es decir, trabajadores y
directores de una empresa, obviamente tienen una información sobre la empresa mucho antes
que el resto de inversores, y de hecho, pueden hacer uso de esa información en su propio
beneficio. Pueden vender y comprar legalmente en función de esa información privilegiada,
pero deben reportar sus operaciones a la CNMV en caso de España, y a la SEC en caso de
Estados Unidos. Ejemplo sobre cuándo es ilegal la información privilegiada: 1. Un empleado de
una empresa se entera de una posible fusión de una empresa, fusión que provocará una gran
subida para la compañía. Decide invertir en función de la información y no lo comunica a la
CNMV. 2. Este empleado se entera de la fusión y se lo dice a varios amigos, los cuales deciden
comprar acciones para beneficiarse. Todos ellos están cometiendo un delito; uno por vender la
información, y los otros por invertir en base a información privilegiada (pero será muy difícil de
demostrar). Es por eso que los inversores suelen estar muy atentos a las operaciones de los
"Insiders", que son los movimientos bursátiles de los ejecutivos de una cotizada.
3. Fraude de valores Este tipo de fraude es el que preocupa realmente a los inversores, pues
suele consistir en proporcionar información falsa a los inversores con el fin de que compren
acciones en base a unos resultados que no son reales. Ejemplos: Sin ir más lejos, está dentro
del fraude de valores lo que hizo Jordan Belfort (El lobo de Wall Street), el cual poseía
acciones de "empresas penique" y se las endosaba a sus clientes para subir la cotización de la
empresa. Luego vendía con los beneficios y hacía caer las acciones dejando a sus clientes con
papel mojado. Gowex estaría dentro del fraude de valores al mostrar una información falsa a
los inversores, con el fin de conseguir más inversores, los cuales ahora perderán mucho dinero
(o la totalidad) si la empresa no vale nada. Y lo más grave dentro de este tipo de fraudes es
crear una empresa ficticia y conseguir que los inversores inviertan en ella. Caso más reciente:
Cynk tecnology, una empresa fantasma que llegó a tener un valor bursátil de 5.000 millones,
protagonista de subidas de hasta el 25.000%. Nada mal para una empresa que no tenía
trabajadores, ingresos ni negocio.

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