Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
3.- ¿Por qué esta leyenda selknam narra el ciclo natural de las hojas?
A. Para dar a conocer su rito de iniciación.
B. Por la necesidad del pueblo de explicar un fenómeno natural.
C. Por la necesidad del pueblo de narrar una situación fantástica.
D. Para dar a conocer la razón de la conversión de Kamshout a loro.
14.- ¿Qué rasgos contextuales de la fecha de edición del texto se identifican en los
diálogos?
A. Abuso de poder.
B. La igualdad de género.
C. Matrimonio por acuerdo.
D. La igualdad entre clases sociales.
Colegio Tte. Hernán Merino Correa Profesora: Laura J. Carreño U.
Departamento de Lenguaje- Proyecto Integración Escolar
Valdivia
15.- En el enunciado: —Así es que estoy resuelta a no acordarme más de Silverio…
La palabra destacada la podemos reemplazar por:
A. Determinada.
B. Apática.
C. Opacada.
D. Desilusionada.
El Principito
XXI
— ¿Quién eres? —dijo el principito—. Eres muy bonito…
—Soy un zorro —dijo el zorro.
—Ven a jugar conmigo —le propuso el principito—, estoy tan triste…
—No puedo jugar contigo —dijo el zorro—. No estoy domesticado.
— ¡Ah, perdón! —dijo el principito.
Pero tras reflexionar, añadió:
— ¿Qué significa “domesticar”?
—No eres de por aquí —dijo el zorro—. ¿Qué buscas?
—Busco a los hombres —dijo el principito—. ¿Qué quiere decir “domesticar”?
—Los hombres —dijo el zorro— tienen escopetas y cazan. ¡Es tan
molesto! También crían gallinas. Es lo único que los hace interesantes. ¿Buscas
gallinas?
—No —dijo el principito—. Busco amigos. ¿Qué quiere decir “domesticar”?
—Es algo casi olvidado —dijo el zorro—. Significa “crear lazos”.
— ¿Crear lazos?
—Claro —dijo el zorro—. Para mí todavía no eres más que un niño parecido a
otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas a mí. No soy
Colegio Tte. Hernán Merino Correa Profesora: Laura J. Carreño U.
Departamento de Lenguaje- Proyecto Integración Escolar
Valdivia
para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero si me domesticas,
nos necesitaremos el uno al otro. Serás para mí único en el mundo. Yo seré para
ti único en el mundo... […]
—Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan a mí. Todas las
gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Así que me aburro un poco.
Pero si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que
será diferente de los demás. Los otros pasos me hacen esconderme bajo la tierra.
Los tuyos me sacarán de la madriguera como una música. Y además, mira: ¿ves
esos campos de trigo? Yo no como pan. El trigo no me sirve de nada. Los campos
de trigo no me dicen nada. ¡Y eso es triste! Pero tú tienes el pelo de color de oro.
¡Así que será maravilloso cuando me hayas domesticado! El trigo, que es dorado,
me recordará a ti. Y me gustará el sonido del viento entre el trigo...
El zorro calló y contempló un largo rato al principito:
—Por favor... ¡domestícame! —dijo.
—Me gustaría —respondió el principito—, pero no tengo mucho tiempo.
Tengo amigos que descubrir y muchas cosas que aprender.
—Solo se conoce lo que se domestica —dijo el zorro—. Los hombres ya no
tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Pero
como no existen vendedores de amigos, los hombres ya no tienen amigos. Si
quieres un amigo, ¡domestícame!
— ¿Qué hay que hacer? —dijo el principito.
—Hay que ser muy paciente —contestó el zorro—. Primero te sentarás algo
alejado de mí, así, en la hierba. Yo te miraré por el rabillo del ojo y tú no dirás
nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un
poco más cerca...
Fuente: De Saint-Exupéry, A. (2000). El principito. México: Suromex. (Fragmento).