Análisis del nivel de servicio peatonal en la ciudad de Lima
Definiciones y Presentación del Problema
El Espacio Público y su Relación con el Transporte El espacio público es el área de todos, es decir, es el espacio de inclusión que los ciudadanos comparten con múltiples finalidades y donde el poder público debe considerar estos usos y darles un espacio (Crousse, 2010). Esta definición nos ayuda a entender que el espacio público no corresponde a un solo tipo de usuario, ni a un solo uso, sino que debe integrar las necesidades de múltiples actores. Entre estos actores se encuentran aquellos que por distintos motivos transitan a través de las ciudades, tanto a pie como haciendo uso de un vehículo. Al tipo de proyectos que plantean integrar estos usos se les denomina proyectos sostenibles, 360 grados, sensibles al contexto y de muchas otras formas. Pero lo que es común a todos ellos es la necesidad de desarrollar un enfoque que sea multi-funcional y que integre las necesidades de las personas en el contexto en el que se desarrollan. En zonas urbanas debido a la multitud de usos y usuarios, estos conceptos adquieren mayor relevancia. La ingeniería de transportes enfrenta estos desafíos en el diseño de los sistemas de transporte urbano. Sin embargo, el enfoque tradicional ha sido garantizar la seguridad y capacidad de los medios de transporte motorizados, con especial énfasis en el automóvil particular. Mientras tanto los otros modos, es decir, el peatonal, el ciclista y el transporte público, han quedado relegados a un segundo plano. Bajo este enfoque, los autobuses de transporte público son elementos que disminuyen la capacidad de las vías, al igual que los cruces peatonales. Por el contrario, un enfoque integral del transporte en el espacio público llama a un desarrollo multi-funcional del espacio donde los cuatro modos antes mencionados puedan desarrollarse, haciendo uso eficiente de ese espacio que es propiedad de todos los ciudadanos, beneficiando a las personas y no a los automóviles. Experiencias recientes, tales como TransMilenio en Bogotá, demuestran como una mejor integración del uso del espacio público da resultados positivos.
En la Fig. 2.1 se puede observar como se integra el sistema de transporte público
al funcionamiento de la vía, a través de carriles segregados y pasos peatonales diseñados para regular efectivamente los movimientos de los usuarios del transporte público que se convierten en peatones al salir del paradero. Asimismo se puede observar como se optimiza el espacio público para el transporte de personas y no solo para el transporte de vehículos.
De esta definición general del problema se evidencian preguntas más específicas.
¿Cómo evaluar un proyecto de transporte urbano en el espacio público? ¿Este espacio cuenta con los requisitos que permiten el desarrollo de la actividad? ¿A qué nivel está operando dicha actividad? Estas son preguntas que la ingeniería de transporte se propone responder. Pero no es, sino recientemente, que se plantean estas preguntas para el caso del transporte público, peatonal o ciclista. Y aún mas reciente es el concepto de un análisis multimodal que permita integrar el uso de distintos modos (NCHRP, 2008). ¿Por que las personas caminan? Por mucho tiempo el tránsito peatonal ha sido uno de los principales modos de transporte, es más, en países como el Perú representa todavía un significativo porcentaje de los viajes. Se ha calculado que en la ciudad de Lima el 25.5% de todos los viajes se realizan a pie (Yachiyo, 2005). A pesar de esto, los criterios de
diseño tradicional se han orientado a proveer seguridad y capacidad de acuerdo a
las necesidades de los automóviles (D'Andrea, 2003), subordinando o en algunos casos ignorando las necesidades del individuo a pie. A fin de corregir dicha situación es necesario desarrollar herramientas que permitan a los diseñadores de transporte entender mejor el funcionamiento y los requerimientos de los espacios destinados al uso peatonal de forma que el espacio público represente una verdadera integración entre los modos de transporte y las actividades humanas. Es necesario, entonces, preguntarnos qué uso le dan las personas al espacio peatonal. El Departamento de Transporte del Estado de Washington, Estados Unidos (WDOT), define los siguiente propósitos de los viajes peatonales (NCHRP,