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INFORME TÉCNICO
INDICE
I.-MEMORIA ....................................................................................... 1
I.1.- INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 1
I.-MEMORIA
I.1.- INTRODUCCIÓN
A petición de los Servicios Técnicos del Ayuntamiento de Valencia, los abajo firmantes, D. Alejandro
Marqués Hernández, Ingeniero de Caminos, C. y P., Colegiado nº 10.002, y D. Jesús Martínez Serrano,
Ingeniero de Obras Públicas, Colegiado nº 12.205, en colaboración con el laboratorio acreditado
Servicios de Ingeniería, Geotecnia y Mantenimiento S.L., (en adelante SIGMA), han realizado un
estudio de calidad de materiales, estado de conservación, durabilidad, y una evaluación de las
condiciones de estabilidad, seguridad y vida útil de la estructura del Aparcamiento Subterráneo “Plaza de
la Reina”, de la ciudad de Valencia.
Para realizar el presente estudio se han efectuado una serie de inspecciones y visitas a obra para toma
de datos, se ha realizado una campaña de catas de inspección y ensayos de información, (identificación,
químicos y de resistencia), por parte del laboratorio SIGMA. Luego se ha procedido al análisis estadístico
de los resultados, y con la información del Proyecto del aparcamiento, (facilitada por los Servicios
Técnicos), se ha realizado una evaluación de la seguridad estructural. Finalmente se ha procedido a
valorar los trabajos necesarios de reparación y/o refuerzo para que queden restituidas las condiciones de
seguridad, funcionalidad y durabilidad adecuadas al uso del aparcamiento.
I.2.- ANTECEDENTES
De acuerdo con la información suministrada por el peticionario y la obtenida en las visitas preliminares
realizadas, el aparcamiento sufre una serie de deterioros y patologías en la estructura que han requerido
de actuaciones de reparación, que parecen no haber sido llevadas a cabo en suficiente profundidad por
parte de la anterior empresa concesionaria del servicio de aparcamiento.
En general los daños y lesiones detectados parecen estar relacionados con problemas de corrosión de
armaduras y pérdida del recubrimiento de hormigón, en algunos casos, bastante generalizados. Se trata
de daños relacionados con el envejecimiento del hormigón, frecuentes en estructuras de la época,
especialmente en aquellos casos con escaso o nulo mantenimiento y, a menudo, condiciones de
ejecución deficientes, (especialmente en lo relativo a recubrimientos de armaduras). Las lesiones
aparecen principalmente en losas de rampas de acceso, en juntas de construcción entre losas de
cubierta, y en soportes y ménsulas cortas de apoyo de vigas principales, bajo las juntas.
Los procesos de corrosión están muy relacionados con la presencia de humedades. Los daños son más
importantes en las zonas por las que discurre el agua, especialmente a través de las juntas constructivas
del forjado de cubierta, debido en gran medida a una más que probable falta de impermeabilización o
deterioro/envejecimiento de la misma. Durante la inspección se ha podido apreciar medidas para frenar el
aporte de agua, o, en el peor de los casos, para disimular/canalizar las vías de entrada de agua, mediante
una serie de chapas metálicas bajo las juntas de construcción entre paños en la losa de cubierta.
Se aprecia que se ha realizado una intervención somera de reparación, pero se desconoce cuál ha sido el
alcance de la misma, en cuanto a retirada del recubrimiento y zonas de hormigón carbonatado en los
ámbitos más afectados, así como los sistemas de reparación adoptados. Se desconoce si se han
empleado morteros adecuados o si, p.e. se ha procedido a una adecuada pasivación de las armaduras.
Pese a las reparaciones descritas existen secciones, (algunas aparentemente reparadas), en los que se
están reproduciendo los procesos de corrosión de armaduras y pérdida de recubrimiento.
Los daños y lesiones descritos junto con el hecho de que al aparcamiento cumple aproximadamente 45
años desde su construcción, y la previsión de acometer unos trabajos de reforma integral de la Plaza de
la Reina, para favorecer un uso público de la misma, ha llevado a los Servicios Técnicos del Ayuntamiento
a solicitar el presente informe. Se pretende conocer el alcance y repercusión de los daños, las causas de
los mismos, el estado de conservación global de la estructura, las condiciones de seguridad frente a las
posibles cargas para el uso público planteado y un coste aproximado de los trabajos de reparación y/o
refuerzo a realizar. Por todo ello se ha solicitado al laboratorio SIGMA la redacción del presente informe.
El proyecto está firmado por el Ingeniero de Caminos, C. y P., D. Antonio Llesa, en noviembre del
año 1.968, y visado en el colegio de Ingenieros de Caminos, en junio de 1.971.
De acuerdo con la información de dicho proyecto, el promotor fue el anterior concesionario,
(Estacionamientos Madrid, S.A.).
La finalidad de este estudio es establecer las causas de los daños y lesiones detectados en la estructura
principal, (soportes, ménsulas, vigas de canto, losas de forjados y muros), y valorar la necesidad de
realizar reparaciones y/o refuerzos que aseguren las condiciones de estabilidad estructural, seguridad y
funcionalidad para el normal uso público del aparcamiento y la Plaza de la Reina. Así mismo se pretende
estimar la durabilidad y vida útil de la estructura, en caso de acometer esos trabajos.
Para ello se ha realizado una campaña de investigación en profundidad, con estudio de la calidad de
materiales, (ensayos no destructivos y extracción de testigos en hormigón y ensayos a tracción y análisis
químico del acero), estudio de los parámetros que pueden afectar a la durabilidad, (cloruros, porosidad,
potenciales de corrosión), y caracterización de las cuantías de armado y recubrimientos en las secciones
más representativas, para verificar la información del proyecto de ejecución de la estructura facilitada por
los Servicios Técnicos, previa apertura de campaña de catas de inspección. Con toda la información
recopilada se ha realizado un modelo de cálculo de una parte representativa de la estructura, para evaluar
las condiciones de seguridad y estabilidad de los elementos representativos de la misma y valorar los
trabajos de reparación y/o refuerzo necesarios.
El presente estudio tiene por objeto proporcionar los datos necesarios, que permitan valorar el estado de
conservación de la estructura tal y como se encuentra en la actualidad en relación con su vida útil. Así
mismo, el estudio permitirá recomendar y valorar las actuaciones necesarias de reparación y/o refuerzo
para que queden restauradas las condiciones de seguridad, durabilidad y servicio adecuadas al uso del
aparcamiento y del forjado de cubierta, para la reforma y uso público de la Plaza.
El aparcamiento objeto del estudio tiene una planta sensiblemente rectangular, y consta de dos plantas de
sótano dedicadas al aparcamiento de vehículos ligeros. En cada planta, el aparcamiento se compone de
cinco naves de 47,50 m de longitud, paralelas entre sí, y con ejes perpendiculares a la longitud mayor de
la plaza de la Reina, es decir en la dirección este-oeste. Las naves están conectadas, para acceso y
salida de vehículos, por dos pasillos perpendiculares a ellas que se desarrollan junto a los muros. El
acceso de vehículos se ha resuelto mediante rampas resueltas mediante acuerdos circulares con radio de
giro constante y desarrollos en espiral. El acceso de personas a pié se resuelve mediante tres escaleras
con desembarcos a tres zonas diferenciadas de la plaza.
Las imágenes anteriores corresponden a las plantas de estructura del estacionamiento subterráneo de la
Plaza de la Reina, conforme a información facilitada por el Ayuntamiento, contrastada con la información
de Proyecto, y verificada durante las distintas visitas de inspección realizadas.
En el forjado de planta primera, correspondiente a la cubierta del aparcamiento, (techo planta 1ª), las
vigas tienen canto total 1,10 m con espesor de losa 20 cm. En el forjado segundo, (techo planta 2ª), las
vigas tienen canto total 0,75 m con espesor de losa 15 cm. A continuación se reflejan las secciones tipo
de las losas de forjado de ambas plantas, en los tramos más representativos, entre vigas, de 2,50 m de
luz, F-1 y F-8, y entre vigas extremas y muros, de 3,75 m de luz, F-2 y F-9.
A continuación se reflejan las secciones tipo de las dos vigas más representativas de las dos plantas, las
tipo V-1 y V-2 en primera planta y las tipo V-25 y V-26 en segunda.
Las dos primeras pertenecen a las alineaciones interiores, a las que corresponde un ancho tributario de
2,50 m, igual a la separación tipo entre pilares. Las dos segundas, con cuantías de armado algo más
elevadas, conciernen a las alineaciones exteriores, (este y oeste), paralelas a los muros tipo M-2, con
mayor ancho tributario debido al mayor ancho de los pasillos de distribución/acceso a las plazas.
En ambos casos las vigas, además de la elevada cuantía de cercos dispuesta, a menor separación,
(0,20/0,25 m), en extremos, se resuelven con parte de la armadura de positivos levantada a 45º hacia los
apoyos, (pares de barras a 0,80 m), tal como era frecuente en la época de construcción del aparcamiento.
El cálculo, en cualquier caso, considera las vigas como isostáticas. Esa disposición mejora las
condiciones de seguridad frente a esfuerzos cortantes en apoyos, pero no afecta a la seguridad a flexión
al no existir nudos rígidos, a excepción de los tramos de viga continua que luego se describen.
En los extremos norte y sur del aparcamiento, las ménsulas cortas que sirven de apoyo a las vigas en V
que resuelven los forjados quedan embebidas en los muros de contención, de hormigón en masa, con
soluciones como las reflejadas a continuación, correspondientes a las tipo Me-1 y Me-3, de apoyo de las
vigas tipo V-1, (planta primera), y V-25, (planta segunda).
En ambos casos la ménsula queda parcialmente embebida en el muro, de tal forma que las vigas
principales en V apoyan en parte sobre el alzado del muro, en el que se disponen armaduras de refuerzo.
En los apoyos interiores la solución tipo, designada como pilar tipo P-1 en proyecto, es la recogida a
continuación, en la siguiente página. Se trata de soportes de sección cuadrada en el primer sótano, 50x50
cm, con 8Ф16, y sección rectangular 50x55 cm en segundo sótano, con el mismo armado.
El apoyo de las vigas se resuelve en ambas plantas mediante ménsulas cortas. En el caso de cubierta las
ménsulas cortas quedan parcialmente embebidas en el soporte del que nacen. A excepción de los pilares
de referencias R1 y R83, (ver planos de levantamiento en los ANEJOS de la memoria), todos los pilares
del aparcamiento son tipo P-1.
Un caso particular de la estructura es la solución de los giros, al final de los carriles de distribución,
paralelos a los muros M-2, (lado oeste, extremo norte y lado este, extremo sur). El paso de vehículos
exige eliminar uno de los soportes de la estructura. Para resolver el apoyo de las vigas en V, que
mantienen la misma modulación, se dispone un pórtico rígido con una viga de sección rectangular, las
designadas como V-19 y V-46 en sótano primero, y V-40 y V-48 en planta segunda. Estas vigas van
unidas rígidamente a los soportes de referencia de nuestro levantamiento R1 y R83, tipo P-2 de proyecto.
A continuación se recogen las secciones tipo de las vigas de los pórticos rígidos, en los dos niveles. En
ambos casos las vigas en V principales apoyan en continuidad mediante un brochal, aprovechando las
barras de positivos levantadas hacia los apoyos para soportar el momento negativo en el encuentro.
El soporte tipo P-2, de proyecto, (referencias R1 y R83 de nuestro levantamiento), presenta la misma
geometría que el tipo P-1, pero con una cuantía de armado muy superior para soportar los momentos
transmitidos por las viga de canto. En particular 22Ф32 en el primer sótano y 26Ф32 en el segundo.
Al respecto cabe reseñar que en lo que se refiere a geometría, la parte visible de la estructura ejecutada
coincide con lo proyectado, habiéndose detectado como únicas diferencias significativas la existencia de
dos salas de ventiladores en vez de una en la zona del muro próximo a la catedral.
Con base a la información disponible del proyecto, y las normativas vigentes para la época, cabe hacer la
siguiente recopilación de datos tenida en cuenta para la realización del estudio:
Para la realización del presente informe se ha contado con una copia completa del proyecto original,
denominado “PROYECTO REFORMADO DE APARCAMIENTO SUBTERRÁNEO EN LA PLAZA DE
LA REINA, VALENCIA”.
El proyecto está firmado por el Ingeniero de Caminos D. Antonio Llesa en noviembre del año 1.968,
visado en el colegio de Ingenieros de Caminos, C. y P. en junio de 1.971.
De acuerdo con la información de dicho proyecto, el promotor es fue el último concesionario,
Estacionamientos Madrid S.A., ESMASA.
La empresa contratista adjudicataria fue COMYLSA.
Aunque no está citada explícitamente, parece razonable pensar que el análisis, cálculo y
dimensionamiento de la estructura se ha realizado de acuerdo a la Instrucción H.A. 61. Esta norma es
el origen de la serie de normas EH-68, EH-73, EH-82, EH-91, etc., hasta la vigente Instrucción de
Hormigón Estructural, EHE-08, siendo el primer documento que introdujo conceptos tan importantes
como los estados límites últimos, el concepto semiprobabilista de la seguridad, o la inclusión del
vigente sistema de los coeficientes parciales, que ponderan –mayoran- por una parte las acciones, y
por otra parte ponderan –minoran- las resistencias de los materiales.
En cualquier caso, dado que la fecha de visado es del año 1.971, la “Instrucción para el Proyecto y la
Construcción de Obras de Hormigón en Masa o Armado”, EH-68, ya se encontraba en vigor durante
la construcción del aparcamiento subterráneo.
Además de las anteriores, se cita a efectos de las sobrecargas de explotación la consideración de la
propuesta de código para estructuras de turismos del AMERICAN IRON AND STEEL INSTITUTE.
a) Cargas Permanentes:
a.1 Peso propio del hormigón considerando una densidad de................... 2,5 T/m3
a.2 Sobrecarga
a.2.1 En 1ª planta, 7 cm de pavimento asfáltico ...................................... 0,1 T/m2
a.2.2 En 2ª planta, 7 cm de pavimento asfáltico ..................................... 0,05 T/m2
b) Sobrecargas:
Se trata de valores de resistencias del hormigón y del acero habituales, para la época, en construcciones
de obra civil, más que en edificación, donde eran habituales resistencias del hormigón de 150-180 kg/cm2
y aun se empleaba habitualmente acero liso de 2.300 kg/cm2 de límite elástico. En cualquier caso la
Instrucción EH-68 consideraba aceptables resistencias de hormigón mínimas de ’bk = 125 kg/cm2 para
elementos de hormigón armado. Para la época eran habituales dosificaciones de cemento portland, tipo
P-250, comprendidas entre un mínimo de 300 kg/m3 y un máximo de 350 kg/m3.
Fue con la Instrucción EH-73, cuando se tipificó la designación de los hormigones, según la conocida
serie, H-150, H-175, H-200, etc.., que estuvo vigente hasta la llegada de la “Instrucción de Hormigón
Estructural”, EHE-98. Así mismo, fue con la EH-73 cuando la resistencia característica a compresión de
los hormigones pasó a designarse fck, en lugar de ’bk , notación que se ha mantenido hasta la vigente
EHE-08. En ambos casos, se hace referencia a la resistencia a compresión del hormigón a los 28 días,
medida en probeta cilíndrica Ф150x300 mm, con curado en condiciones normalizadas. En la época de
construcción del aparcamiento era habitual el empleo de probetas cúbicas para el control de calidad de
los hormigones.
En lo que se refiere al acero, fue en los años 60 cuando comenzaron a emplearse de forma habitual
barras de alta adherencia, (corrugado), como las descubiertas. La resistencia mínima que fijaba la EH-68
para este tipo de acero es de ak = 3.600 kg/cm2, (≈ 360 MPa), siendo habituales aceros con límite
elástico ak = 5.000 kg/cm2, (≈ 500 MPa).
Al igual que en el caso anterior, fue con la Instrucción EH-73, cuando se tipificó la designación de los
aceros de alta adherencia, como AE-42, AE-46, AE-50, etc.., N ó F según se tratara de aceros de dureza
natural o estirados en frío. El límite elástico del acero pasó así mismo a designarse fyk en lugar de ak. El
límite elástico indicado en proyecto correspondería a una calidad de acero AE-46.
El proceso que origina los daños y lesiones en la estructura principal del aparcamiento es el
envejecimiento del hormigón, (carbonatación), y la subsiguiente entrada de agentes agresivos debido a la
elevada porosidad y falta de compacidad del hormigón. Todo ello da lugar a procesos de corrosión de las
armaduras, favorecidos por el escaso recubrimiento de las mismas.
El hormigón al carbonatarse, (reacción química al entrar en contacto con el CO2 atmosférico), pierde el
poder de protección (pasivante) que proporciona a las armaduras. Con aporte de humedad exterior las
armaduras terminan por verse afectadas por procesos de corrosión galvánica, al reaccionar con el O2.
Estos procesos de corrosión de las armaduras generan presiones en el hormigón que causan tensiones y
fisuración, llegando a la pérdida del recubrimiento.
Estos daños tienen lugar en zonas con un aporte de humedad elevado. La parte de estructura donde se
producen filtraciones desde la cubierta, especialmente en las juntas de construcción.
Los daños se ven favorecidos por unas condiciones de ejecución inadecuadas, principalmente por unos
recubrimientos insuficientes. También se ven favorecidos por la baja calidad, resistencia y
compacidad del hormigón, (ver más adelante), que da lugar a que este sea más poroso y permeable,
permitiendo la difusión de los agentes agresivos.
Con el paso del tiempo, las exigencias en cuanto a recubrimientos de las armaduras, en hormigón
armado, han experimentado variaciones importantes en la normativa. En la EH-68 se fijaban
recubrimientos mínimos de 20 mm en estructuras no expuestas a ambientes agresivos, si los
paramentos de la pieza van a estar expuestos a la intemperie o a condensaciones, o sumergidos en agua.
Las inspecciones realizadas han permitido comprobar que en la estructura del aparcamiento no se
respetaron, en muchos puntos, los recubrimientos mínimos citados. Principalmente en los paramentos
inferiores de losas, y en menor medida en pilares, ménsulas y jácenas principales.
Durante la campaña de catas de inspección se han realizado medidas puntuales de la pérdida de sección
de armaduras principales, (longitudinales), en aquellos puntos en los que se han detectado problemas
más graves de corrosión. El alcance de estos daños parece bastante puntual y limitado. Se han estimado
pérdidas máximas de sección de armaduras comprendidas entre el 8% y el 15%, principalmente en
zonas de juntas, zunchos de borde y losas, arranque de soportes y en las armaduras de algunas
ménsulas. Mención aparte merece la afección de los procesos de corrosión a los cercos o estribos,
(armaduras transversales en vigas). En algún caso puntual, (al menos en un soporte), el escaso o nulo
recubrimiento en los paramentos laterales y el pequeño diámetro de estas armaduras, da lugar a que
estos procesos de corrosión terminen por provocar roturas localizadas de las mismas.
Rampas.
Los daños más significativos existentes en las rampas de acceso y salida se localizan en los alzados de
los muros curvos que contienen las tierras de las zonas ajardinadas y en las losas de forjado de las
propias rampas. En estas zonas, se pueden observar la presencia continua de agua en forma de
filtraciones y manchas de humedad, lo que ha provocado la existencia de daños en forma de manchas,
eflorescencias, depósitos de sales cálcicas y daños por corrosión de las armaduras. Estos daños son
especialmente significativos en algunas zonas de las rampas, donde se ha llegado a producir perdidas del
recubrimiento de hormigón dejando a la vista el armado.
Muros perimetrales.
En el caso de los alzados de los muros, en ambas plantas los daños son muy similares a los existentes en
los alzados de los muros de las rampas, observándose algunos paños y zonas con una presencia
continua de agua en forma de filtraciones y manchas de humedad, que han provocado también
desprendimiento de la pintura, eflorescencias y depósitos de sales. En este caso, al tratarse de un
elemento estructural de hormigón en masa, no existen daños por corrosión de las armaduras. Según se
ha podido observar, en los casos más graves se ha realizado un trasdosado del intradós mediante
paneles de chapa lacada.
Estos mismos daños pero en menor cuantía y extensión se pueden observar en las ménsulas cortas que
sirven de apoyo a las vigas; los daños más graves se localizan claramente en las ménsulas de aquellos
soportes en los que los daños por humedad son más significativos de planta primera, con una incidencia
menor en planta segunda.
Cabe poner de manifiesto la existencia de daños por descascarillado del borde superior en algunas
ménsulas de planta primera ( cubierta), producidas como consecuencia del giro de las vigas al flectar.
Están muy localizados en las zonas de las cabezas o apoyos de las vigas (coincidiendo con las zonas
alineaciones de pilares con daños más evidentes). No es así únicamente en el caso de las vigas
transversales de atado entre pilares de la planta segunda y algunas vigas en las zonas de las rampas,
donde los daños son bastante significativos. Con las losas de forjado, pasa algo parecido al caso de las
vigas. En este caso, sí que existe una mayor afección en el forjado de planta primera, con daños por
humedad en general de menor entidad y localizados en las zonas junto a los apoyos (juntas), y en puntos
aislados como consecuencia probable de fallos localizados de la impermeabilización.
Soleras
Por último, en el caso de la solera de planta segunda y pavimento de planta primera, se observan
deterioros superficiales del hormigón como consecuencia normal del paso de los vehículos. En cualquier
caso, cabe mencionar que se ha observado la existencia de actuaciones de reparación en todos los
elementos estructurales reseñados, motivados muy posiblemente por daños como los descritos.
Como parte del apartado II.2.- REGISTRO Y LEVANTAMIENTO DE DAÑOS de los ANEJOS, se
adjuntan planos con el registro de daños efectuado y fotografías representativas de los daños existentes
en la estructura del aparcamiento.
Los valores de propagación de ultrasonidos obtenidos en los elementos de la estructura investigada han
dado valores razonablemente uniformes. Estos valores corresponden a hormigones de calidad entre
aceptable y excelente, según la bibliografía.
El análisis estadístico de los datos, realizado mediante hojas de cálculo, proporciona la información
recogida a continuación.
De acuerdo al análisis estadístico realizado no puede rechazarse la hipótesis de que los resultados
obtenidos corresponden a una distribución normal, con cierta tendencia asimétrica. A continuación se
recoge un gráfico con el histograma de frecuencias para los ensayos de ultrasonidos realizados.
Se han extraído un total de veintisiete (27) probetas testigo, de las que dos se rompieron durante la
extracción por la presencia de trozos de armadura no detectada mediante la sonda magnética.
Adicionalmente, uno de los testigos extraído en el muro, con referencia T-7, presentó durante el ensayo
una rotura defectuosa, con una resistencia a compresión de 8,0 MPa, por lo que no se ha considerardo a
efectos del análisis de resultados.
El reparto de testigos ensayados, entre las dos plantas de estructura y elementos constructivos, es el
siguiente:
Analizando los valores de la rotura a compresión de las probetas testigo extraídas en los elementos
investigados se observa que se han obtenido valores en general bastante uniformes, aunque bajos en
comparación con las prescripciones del proyecto. En este se fija una calidad del hormigón de 210 kg/cm2
en pilares, vigas y forjados, y de 140 kg/cm2 en cimientos y muros de hormigón en masa.
Para el análisis de estos resultados se ha adoptado el criterio de dividir las resistencias a compresión de
las probetas-testigo, ya corregidas por el coeficiente de esbeltez, por un factor de 0,9. De esta forma se
pueden comparar con los resultados teóricos de resistencia a compresión de probetas enmoldadas, que
son la referencia para cualquier análisis, según la norma.
Esto es una práctica habitual y viene explícitamente recogida en los comentarios de la vigente "Instrucción
de Hormigón Estructural", EHE-08. La división por 0,9 de las resistencia a compresión de una probetas-
testigo, (lo que equivale a incrementar el valor obtenido aproximadamente en un 10%), se adopta en
consonancia con el menor margen de incertidumbre de un testigo respecto de la resistencia real del
hormigón endurecido, por aspectos tales como vertido, vibrado, compactación o curado.
El análisis estadístico de estos datos, (resistencias a compresión divididas por 0,9), realizado mediante
hojas de cálculo, proporciona la información que se recoge a continuación.
3 23,56 20,44 - -
De acuerdo al análisis, no puede rechazarse la hipótesis de que los resultados obtenidos corresponden a
una distribución normal, con cierta tendencia asimétrica. El coeficiente de variación calculado, de entre el
15,2% y el 16,3% corresponde a lo que se considera un hormigón de uniformidad entre buena y
aceptable, (15%<CV<20%).
Los resultados obtenidos suponen una calidad razonable para el estándar de la época, aunque,
insistimos, por debajo de especificaciones de Proyecto. A continuación se recoge un histograma en el que
se reflejan las resistencias de los testigos obtenidas en la campaña de ensayos de información.
25 60 5 37,4
Conforme a la normativa de referencia EH-68, en su artículo 13.3 Distancia a los paramentos, que
podemos suponer vigente durante la ejecución de las obras, en las estructuras no expuestas a ambientes
agresivos, en aquellos elementos cuyos paramentos van a estar expuestos a la intemperie, o a
condensaciones, (caso de los entramados del estadio), la separación de las armaduras a la superficie del
hormigón debía ser, por lo menos, de 20 mm.
Las prescripciones en relación con el recubrimiento han ido evolucionando con el tiempo, debido al
elevado número de patologías existentes por los problemas descritos. Las normativas más recientes
establecen un valor mínimo del recubrimiento en función de la resistencia característica del hormigón, del
medio donde se emplaza el elemento estructural y de la agresividad del mismo.
En las rozas realizadas se han medido recubrimientos bastante variables, con valores comprendidos entre
los 6, 8 ó 9 mm, con los 40, 45 ó 48 mm máximos. El recubrimiento medio es de 24,5 mm, valor que
supera los 20 mm que fija la EH-68 para este tipo de estructuras.
Los valores de profundidad de carbonatación son razonables teniendo en consideración la edad del
edificio y la baja calidad de los hormigones. Pero son puntualmente elevados en relación con los
recubrimientos medidos, lo que justifica en gran medida, los daños y lesiones por corrosión detectados,
en zonas con aporte de humedad y escaso recubrimiento.
Se han realizado un total de dos perfiles de cloruros. En estos perfiles se ha realizado un estudio del
contenido de cloruros en el hormigón a tres profundidades distintas, superficial, a 5 cm y a 10 cm. De los
ensayos se deduce que el contenido es prácticamente constante en uno de los testigos,
independientemente de la profundidad.
En el otro testigo el contenido superficial es algo más elevado que el medido en el interior de la sección.
Esto se explica, lógicamente, por la contaminación ambiental, al estar Valencia en una zona próxima a la
línea de costa, con mayor presencia de iones cloro en el aire.
Podemos estimar, dadas las elevadas resistencias en las roturas de los testigos, una dosificación del
hormigón de 350 kg/m3. A partir de esta dosificación se deducen los datos de cloruros en relación al peso
del cemento, pudiendo resumirse como sigue:
En lo que se refiere al límite en el contenido en cloruros por debajo del cual se puede asegurar que no va
a producirse el ataque a las armaduras, existen varias opiniones recogidas en bibliografía. Las normativas
actuales fijan un contenido máximo en función del peso de cemento, para lo que es necesario conocer la
dosificación del hormigón. La vigente Instrucción EHE-08 fija, (al igual que versiones anteriores de la
norma), un contenido máximo de cloruros no superior al 0,4% en relación al peso del cemento.
Para hormigones de cierta antigüedad, este es ciertamente complicado puesto que se trata de
hormigones fabricados en obra con una variabilidad muy alta en su dosificación. De otro lado,
Investigaciones del Instituto Eduardo Torroja consideran que porcentajes entre el 0,05 % y el 0,1 % en
relación con el peso de hormigón son cantidades suficientes para despasivar el acero.
En resumen, a la vista de los resultados, podemos considerar que no existe un riesgo potencial
apreciable de que se produzca ataque a las armaduras por cloruros en la masa del hormigón.
I.7.5.- POROSIDAD
Se han realizado un total de cuatro determinaciones de la porosidad del hormigón endurecido sobre
muestras de los testigos extraídos.
POROSIDAD (%)
Valores de porosidad menores del 10% indican un hormigón de buena calidad y compacto.
Valores entre el 10% y el 15% indican un hormigón aceptablemente compacto, pero permeable y
no adecuado para ambientes agresivos.
Valores superiores al 15%, indican un hormigón de baja calidad, muy permeable e inadecuado
para proteger a las armaduras.
A la vista de los resultados y de acuerdo con los criterios de valoración establecidos, podemos considerar
que en relación a la porosidad, se trata de hormigón de aceptablemente compacto pero permeable e
inadecuado para proteger a las armaduras, si el recubrimiento, como es el caso es muchos puntos de la
estructura, no es el suficiente.
El potencial electroquímico de corrosión, medido directamente sobre la estructura, es una magnitud que
indica aproximadamente la situación de corrosión o pasividad de las armaduras embebidas en el
hormigón. Se trata de un ensayo cualitativo que complementa otros ensayos de durabilidad.
Se trata de un ensayo “in situ” que se realiza mediante un equipo que consiste en un milivoltímetro de
elevada impedancia interna, con precisión de +- 1mV, capaz de medir la diferencia de potencial entre el
acero de las armaduras y un electrodo de referencia (en este caso de Cu/CuSO4) que se coloca en
contacto con la superficie del hormigón. Las medidas de potencial de corrosión dependen de numerosas
variables, como el contenido de humedad y oxígeno, espesores de recubrimiento, grado de
carbonatación, etc,, por lo que la información obtenida deber emplearse para estimar la probabilidad de
que este proceso pueda estar produciéndose.
En general la bibliografía especializada coincide en establecer los siguientes intervalos de valores para la
interpretación del riesgo de producirse procesos de corrosión de armaduras:
Del análisis de los resultados se deduce que un 50% de los puntos investigados presentan un riesgo de
corrosión bajo, un 33% de los puntos presentan un riesgo de corrosión elevado, y el restante 12% un
riesgo de corrosión moderado. Se aprecia claramente durante la inspección que los puntos con riesgo de
corrosión elevado corresponden a puntos próximos a filtraciones y presencia de humedades.
Sobre muestras de acero tomadas de la estructura se han realizado ensayos mecánicos para identificar la
calidad resistente del acero y ensayos químicos para establecer la composición de aleantes del acero y
ver el grado de soldabilidad del mismo. Los resultados obtenidos han sido bastante uniformes, y
corroboran la información disponible del proyecto de ejecución.
Se han ensayado una barra de diámetro Ф8 mm y dos barras Ф2 mm, todas ellas correspondientes a
armado longitudinal de zunchos y losas. Los resultados obtenidos arrojan un límite elástico comprendido
entre 488 y 598 MPa, y una carga de rotura entre 669 y 758 MPa. A efectos de la peritación se estima
razonable considerar que se trata de una calidad de acero AE-46N, (designación adoptada
posteriormente a la EH-68), con límite elástico fyk= 4.600 kg/cm2, (≈ 450 MPa).
La Instrucción EH-68 fijaba, para aceros de alta adherencia, un valor mínimo para el limite elástico de
valor fyk= 3.600 kg/cm2, (≈ 350 MPa).
Dada la imposibilidad física de tomar muestras y ensayar las barras con diámetros mayores dispuestos en
las vigas, redondos corrugados Ф25 y Ф32 mm, y dada la presumible mayor variabilidad de los aceros
laminados con estos diámetros tan grandes, para la época, hemos estimado prudente mantener el
coeficiente de minoración de resistencia del acero propuesto en proyecto, γs = 1,20 a efectos de la
evaluación y análisis de la seguridad de secciones frente a estados límites últimos.
Finalmente, en lo que se refiere a los resultados de los análisis químicos efectuados sobre dos muestras
de acero, (una de la serie fina y otra de la serie gruesa), los resultados obtenidos indican:
A partir de las roturas a compresión en laboratorio de las probetas-testigo, y de los resultados de los
ensayos de tipo “no destructivo", velocidad de ultrasonidos, se ha realizado un análisis estadístico, por
aplicación de mínimos cuadrados, para determinar las curvas de regresión que presentan un mejor ajuste
entre las variables analizadas.
Las curvas, ecuaciones, aptas para estimar la resistencia en aquellos elementos en los que únicamente
se han efectuado ensayos de tipo “no destructivo” son aquellas que presentan un coeficiente de
correlación, R, más elevado. El cuadrado del coeficiente de correlación, R2, coeficiente de determinación,
se interpreta como la parte de una variable asociada a otra. Cuando más se acerca a la unidad este
coeficiente, mejor es el ajuste.
En este caso, se ha optado por realizar un análisis con los resultados de la rotura a compresión simple de
las probetas testigo corregida, (dividida por 0,9 para comparar con resultados de probetas enmoladas),
Resistencia Compresión, (N/mm2), y los valores de velocidad de propagación de impulsos ultrasónicos,
Velocidad Ultrasonidos, (km/s). Se ha realizado un único tanteo, con regresiones de tipo lineal, Y= a+b*X,
por separado para vigas y soportes, dado que parecen tratarse de dos poblaciones diferentes.
A continuación se recoge una gráfica en la que se aprecian los pares de puntos adoptados para todo los
elementos estructurales de hormigón en los que disponemos de pares de puntos.
A continuación se reflejan los estudios de correlación estadística realizados para las poblaciones de
testigos en pilares y vigas, analizados por separado.
Al igual que para el conjunto, los coeficientes de determinación, R2, son bajos, algo mejores en soportes.
En cualquier caso no es prudente asignar, a partir de la lectura de la velocidad de ultrasonidos, una
resistencia para aquellos elementos de los que no disponemos de rotura de probetas-testigo.
Conforme a las citadas instrucciones se define resistencia característica real del hormigón, fc,real, aquella
que presenta un grado de confianza del 95%, es decir, aquella en la que existe una probabilidad de 0,95
de que se presenten valores individuales de resistencia, medida sobre probetas, más altos que el citado
valor, (cuantil del 5% de la función de distribución).
Su obtención se reduce, por tanto, a determinar el valor de la resistencia que es superada en el 95% de
los casos o que, a lo sumo, es igualada en el 5% de ellos. Esta definición se puede ampliar al caso de
resistencia estimada del hormigón, fc,est, con la única salvedad de que los valores de resistencia
considerados son los obtenidos a partir de los distintos ensayos de información realizados.
El cálculo estadístico realizado directamente a partir de los resultados disponibles de las roturas de
probetas-testigo, (divididos por 0,9), permite obtener los siguientes resultados.
Resistencia estimada del hormigón en pilares, fck,est = 15,2 N/mm2, ( 155 kg/cm2).
Resistencia estimada del hormigón en vigas, fck,est = 17,7 N/mm2, ( 180 kg/cm2).
Resistencia estimada del hormigón conjunto, fck,est = 15,7 N/mm2, ( 160 kg/cm2).
En cualquier caso conviene remarcar que los resultados obtenidos son sensiblemente inferiores a los que
exige la vigente Instrucción de Hormigón Estructural, EHE-08, que adopta una resistencia mínima para
hormigón armado de 25 MPa, (≈250 kg/cm2). Estos valores de resistencia se han ido fijando,
precisamente por la importante repercusión económica que tiene la reparación y refuerzo de las
estructuras de hormigón afectadas por problemas de durabilidad y corrosión de las armaduras.
Parece razonable, de acuerdo con los criterios de distinta normativa, que dada la amplia campaña de
ensayos de información realizada sobre la estructura del estadio, y el menor margen de incertidumbre en
cuanto a las condiciones de ejecución de la misma, considerar una reducción del citado coeficiente de
minoración de la resistencia. En nuestro caso, hemos optado por adoptar el valor que fija la vigente
Instrucción EHE-08, γc = 1,50, a efectos del análisis y peritación estructural.
Así mismo, se recogen las fichas de inspección correspondientes a la campaña de catas de verificación
estructural, con un reportaje fotográfico, identificación del elemento, diámetro y tipo de armaduras,
espesores de recubrimiento, porcentaje de pérdidas de sección en aquellas afectadas por procesos de
corrosión, y medida de los potenciales de corrosión.
De acuerdo al Anejo D, “Evaluación Estructural de Edificios Existentes”, del vigente Código Técnico de la
Edificación, Documento Básico de Seguridad Estructural, CTE-DB-SE, no es adecuada la utilización
directa de las normas y reglas establecidas en el Código Técnico en la evaluación estructural de edificios
existentes, construidos en base a reglas anteriores a las actuales para los edificios de nueva
construcción, por los siguientes motivos:
Toda evaluación debe realizarse teniendo en cuenta las características y las condiciones reales del
edificio (lo que normalmente no está contemplado en las normas de dimensionado que incorporan la
incertidumbre asociada al proceso.
Las normas actuales suelen estar basadas en exigencias diferentes y generalmente más estrictas que
las vigentes en el momento en que se proyectó el edificio, por lo cual, muchos edificios existentes se
clasificarían como no fiables si se evaluaran según las normas actuales.
Por otra parte, se plantea una intervención de reforma de la Plaza de la Reina a largo plazo, y se
pretende que el aparcamiento subterráneo prolongue su vida útil, en condiciones de seguridad
adecuadas al nuevo uso de la Plaza, en la misma medida. Parece razonable, por tanto, plantear un
análisis más restrictivo de las condiciones de seguridad de la estructura del aparcamiento, verificando el
cumplimiento de acuerdo a la formulación y criterios recogidos en la vigente Instrucción de Hormigón
Estructural, EHE-08. Y todo ello frente a las cargas y sobrecargas de uso que fija la normativa vigente.
En cualquier caso hay aspectos en los que la formulación no ha experimentado una variación significativa,
(p.e. cálculo seccional a flexocompresión en pilares o a flexión simple en jácenas). En otros casos, (p.e.
cálculo a cortante en vigas), la vigente formulación tiende a ser más restrictiva que la adoptada para el
proyecto del aparcamiento. Aspectos tales como limitar la separación entre las armaduras de cortante,
cercos o barras levantadas, conduce a limitar la capacidad resistente de algunas de las disposiciones de
armaduras adoptadas, dado que la normativa de la época no lo exigía.
Por otro lado, hay elementos constructivos, como las ménsulas cortas, para las que la normativa de la
época no recogía unos criterios adecuados de diseño. El dimensionamiento de estos elementos se realiza
en proyecto a partir de criterios que consideró razonables el proyectista. Por ejemplo, desde la EH-82, en
las ménsulas cortas se dispone, además del armado principal un armado secundario horizontal. En el
proyecto del aparcamiento este armado secundario está dispuesto mediante cercos verticales.
Acciones Consideradas
En lo que se refiere a las acciones consideradas, cabe diferenciar el forjado de cubierta, (techo de planta
primera), del forjado de suelo del primer sótano, (techo de planta segunda).
Para el análisis de las condiciones de seguridad estructural del edificio en su conjunto se ha realizado un
modelo estructural mediante elementos finitos tipo barra, (emparrillados). Para ello se ha empleado el
programa Cypecad Espacial, de Cype Ingenieros. A continuación se recoge una imagen, (render 3D),
del modelo calculado, correspondiente a toda la planta del aparcamiento subterráneo.
Dada la similitud entre los distintos elementos constructivos, y en orden a simplificar el análisis, se realiza
la evaluación sobre los tres últimos vanos de viga, correspondientes a la parte norte del aparcamiento.
En proyecto estos elementos de losa maciza se diseñan como unidireccionales, distribuyendo las cargas
hacia las vigas, en la dirección de menor luz entre apoyos. Es decir, se dimensionan como vigas
continuas de ancho unitario sobre apoyos articulados en vigas principales en V y en muros perimetrales.
Lo anterior viene corroborado por las bajas cuantías de armado transversal dispuestas según proyecto,
inferiores a las mínimas exigidas por la vigente EHE, tanto por flexión como por temperatura/retracción.
Aunque el criterio de proyecto fue considerar como luz de cálculo para las losas la distancia entre ejes de
vigas y/o muros, parece razonable, adoptar, a efectos de la evaluación, como luz de cálculo la distancia
(luz libre) entre caras de vigas más el canto de la losa, como admite la EHE para aquellos casos en los
que la dimensión del apoyo es grande.
En el análisis se considera la geometría real de pilares y vigas, así como la dimensión finita de los apoyos
de vigas sobre ménsulas cortas. La luz de cálculo tomada es, por tanto, más realista, (y favorable), que la
distancia a ejes de pilares adoptada en el análisis de proyecto.
El análisis de la seguridad frente al E.L.U de cortante se realiza considerando un ancho eficaz de alma
igual al ancho menor de esta, (base de la viga en V).
Coeficientes de Seguridad
Según la vigente EHE-08 los coeficientes de mayoración, (unificados en el CTE), son, de forma
simplificada, γf =1,35 para las cargas permanentes y γf =1,50 para las sobrecargas de uso.
Según la EH-68 el coeficiente de mayoración de acciones, tanto para cargas permanentes como para
sobrecargas, era γf = 1,50. En el proyecto del aparcamiento subterráneo el proyectista, del lado de la
seguridad, adoptó un coeficiente de mayoración de acciones, CM = 1,65.
En sucesivas versiones de la Instrucción, desde la EH-73, este coeficiente pasó a ser 1,60. Finalmente
con la entrada en vigor de la EHE se fueron adaptando paulatinamente a los valores actuales, en
correspondencia con el vigente Código Técnico de la Edificación.
A efectos de la peritación de secciones, se consideran dos calidades distintas para jácenas y pilares,
deducidas de la campaña de ensayos de información realizada.
Resistencia estimada del hormigón en pilares, fc,est = 15,2 N/mm2, ( 155 kg/cm2).
Resistencia estimada del hormigón en vigas, fc,est = 17,7 N/mm2, ( 180 kg/cm2).
Si se ha optado por mantener el coeficientes de minoración de resistencia del acero; γs = 1,20, dado el
mayor margen de incertidumbre sobre la uniformidad en los productos de laminación con diámetros
grandes, como los empleados en las vigas principales, redondos corrugados Ф25 y Ф32 mm. En cualquier
caso los resultados de los ensayos realizados han sido superiores a la resistencia especificada en
proyecto, correspondiente a un límite elástico de 4.600 kg/cm2. El análisis se realiza, por tanto,
considerando:
Límite elástico del acero en armaduras, fy,est = 450 N/mm2, ( 4.600 kg/cm2).
La resistencia del acero en compresión y en cortante se limita en cualquier caso a 375 MPa, por debajo
del límite de 400 MPa que fija la Instrucción, por compatibilidad con la deformación del hormigón en
compresión, del 0,2%.
La metodología de cálculo de secciones (diagrama de pivotes) y formulación para los estados límites
últimos de flexión simple en vigas, cortante en vigas, y flexocompresión en pilares es la recogida en la
EHE. Es por ello que la comprobación se ha realizado mediante el programa Prontuario Informático del
Hormigón, EHE, del IECA.
Para un determinado estado límite último, E.L.U., se entiendo como Coeficiente de Aprovechamiento,
C.A., la relación, (cociente) entre el esfuerzo ponderado, (mayorado), que solicita una sección, y la
resistencia de la misma. Es, por tanto, la inversa del tradicional coeficiente de seguridad. La normativa
exige, a efectos del diseño de un elemento estructural, que los coeficientes de aprovechamiento, frente a
los distintos E.L.U., sean inferiores al 100% para considerarlo aceptable.
En cualquier caso hay que tener presente que en el análisis de una estructura existen muchos factores,
(modelos, simplificaciones, programas, formulación de diseño, etc..), que influyen en el resultado final.
Se han analizado los tramos más representativos de losa en las dos plantas de piso, sótano 1º y sótano
2º. Son los tramos entre vigas, de 2,50 m de luz a ejes, y los tramos de viga a apoyo en muros
perimetrales, de 3,75 m. Se considera luz de cálculo la distancia libre entre apoyos más canto de la losa.
Comprobaciones en Vigas
Se han analizado las vigas en V más representativas en los dos sótanos. Tramos interiores isostáticos,
con ancho tributario de 2,5 m, y vigas exteriores (junto a muros de contención en lados este y oeste), con
ancho tributario 3,125 m. Además se ha analizado uno de los pórticos rígidos y la viga en V embrochalada
con continuidad.
A efectos del análisis se ha tenido en cuenta la dimensión finita de los apoyos en las ménsulas, lo que
permite considerar una luz de cálculo más ajustada.
Comprobaciones en Soportes
Se han medido pérdidas de sección máximas en armaduras longitudinales, (debido a los procesos de
corrosión), comprendidas entre el 8% y el 14%, estando los valores frecuentes en el entorno del 10-12%.
A efectos de evaluar la influencia que esta pérdida de sección tiene sobre la seguridad se adopta una
pérdida de sección tipo, sobre todas las armaduras de una misma sección, del 15%. Este criterio queda
sensiblemente del lado de la seguridad, dado que los procesos de corrosión afectan principalmente a
armaduras de esquina, y menos a las intermedias de las caras.
En resumen, los problemas de corrosión detectados no suponen una merma grave de la seguridad, lo
que no es óbice para que deba procederse, de forma urgente, a su reparación.
Comprobaciones en Ménsulas
La normativa presumiblemente adoptada para el proyecto del aparcamiento, HA-61, o la vigente durante
la ejecución de las obras, EH-68, no recogen en su articulado la solución tipo y/o formulación para el
cálculo y dimensionamiento de ménsulas cortas. No es hasta la EH-82 que aparece en el articulado.
Sin embargo, de acuerdo a los criterios vigentes para estos elementos estructurales, (reflejados en el
croquis), la solución adecuada pasa por disponer, además de la armadura principal, As, una armadura
secundaria, Ase, resuelta mediante cercos horizontales. Esta última tiene por misión cubrir las tracciones
secundarias debidas a las bielas de compresión del modelo de celosía equivalente, (líneas de puntos).
Para las ménsulas en muros y pilares, de acuerdo a la información de proyecto se disponen unas
armaduras principales formadas por 4 redondos Ф16 en todas las ménsulas de segunda planta, tanto en
las de soportes como en las de muros. En las de primera planta, (cubierta), las armaduras principales
están formadas en las ménsulas de muros por 6 redondos Ф16 y en las de pilares por 5 Ф16.
Como armadura secundaria se disponen planos verticales de 3 estribos Ф10 a 10 cm en segunda planta y
de 4 Ф10 a 10 cm en planta primera, a excepción del detalle del pilar P-1, donde en planta primera
aparentemente se disponen planos de 3 estribos, igual que planta segunda. Esto se debe probablemente
a un error de delineación puesto que en el pilar P-2 sí que se disponen planos con cuatro estribos, para
cargas muy similares. Es imposible comprobar cuál ha sido el armado real de este elemento.
De acuerdo al artículo 64 Ménsulas cortas y apoyos a media madera de la vigente EHE-08, el ángulo Q
de inclinación de las compresiones oblicuas, (bielas), el inverso al α reflejado en la imagen anterior, es tal
que se tomará cotgQ=1,4 si se hormigona la ménsula monolíticamente con el pilar. El articulado indica
que podrán adoptarse valores distintos de cotgQ, pero nunca superiores a 2,0 previa justificación
mediante estudios teóricos o experimentales adecuados.
Para el análisis se ha dado por supuesto que los estribos verticales son también capaces de coser las
tracciones secundarias debidas a las bielas de compresión del modelo de celosía, pero de forma menos
eficiente, siendo la relación de área necesaria precisamente cotgQ, es decir, para un adecuado cosido
consideramos necesaria un 40% más de sección de estribos que si se tratara de cercos horizontales.
En las ménsulas cortas de planta primera, tanto las de pilares como las de muros, la cuantía de
armadura principal dispuesta se estima insuficiente para las cargas adoptadas en el análisis,
tanto para la sobrecarga de uso en cubierta de 15,0 kN/m2 como para la de 20,0 kN/m2. El caso
más favorable son las ménsulas de muro, para la sobrecarga menor, con un coeficiente de
aprovechamiento del 117,2%. El más desfavorable las de pilares correspondientes a las vigas de
alineaciones laterales, V-2, con coeficientes de aprovechamiento superiores al 200%, para unas
envolventes de reacciones en los apoyos de hasta FVd = 1.100 kN para los 20,0 kN/m2. En el caso
de las vigas tipo V-1 las reacciones máximas son algo más bajas, hasta FVd = 980 kN, pero la
seguridad se mantiene insuficiente.
Para las restantes comprobaciones, cuantías de armado secundario, Ase, y compresión en el
apoyo, la seguridad de las ménsulas en primera planta si se considera aceptable.
En las ménsulas cortas de segunda planta los coeficientes de aprovechamiento calculados para
la armadura principal se estiman en todos los casos aceptables, para la sobrecarga de uso de
evaluación de 3,0 kN/m2. Presentan un máximo para las cargas de la viga V-26, (pésima), del
83,7%, para una reacción pésima FVd = 350 kN. Las restantes comprobaciones, de cuantía de
armadura secundaria y compresión localizada cumplen igualmente.
Por otra parte es evidente, vista la diferencia entre las cargas máximas sobre ménsulas entre planta
primera y segunda, cercana a 3, que la relación entre las áreas de armaduras dispuestas, tanto armadura
principal como secundaria, queda muy lejos de esos valores, lo que justifica la diferencia de seguridad.
Por otra parte, lo cierto es que, hasta la fecha, la experiencia en servicio de la estructura del
aparcamiento, incluidas las ménsulas cortas, ha sido perfectamente satisfactoria. Y ello para cargas de
tráfico, incluyendo vehículos pesados, sobre la parte de viales en la superficie de la Plaza. Durante las
inspecciones realizadas, no se aprecian daños de gravedad, (fisuración por compresión, como la reflejada
en el detalle anterior), en ninguna de las ménsulas.
La única excepción de daños en ménsulas es, en algunos casos, la pérdida de recubrimiento de hormigón
de las armaduras en el borde frontal superior, al comienzo del apoyo de la viga. Se trata de algo inevitable
dada la solución para los apoyos, (sin un aparato de apoyo que permita el giro, como podría ser un
neopreno). Son daños consecuencia de la concentración de tensiones hacia el borde de la ménsula,
como consecuencia del giro de las vigas, de tipo isostático.
Ahora bien, las ménsulas cortas son elementos estructurales con riesgo de rotura frágil, sin aviso antes
del fallo. El hecho de que no existan daños no implica necesariamente un nivel de seguridad aceptable
frente a las cargas de uso adoptadas para la evaluación, especialmente para las cargas de tráfico.
A la vista de los distintos trabajos realizados podemos concluir que la estructura del Aparcamiento
Subterráneo de la “Plaza de la Reina” en la ciudad de Valencia, objeto de este estudio fue
razonablemente proyectada y construida de acuerdo a especificaciones y criterios de las
Instrucciones vigentes en la época, HA-61 y EH-68.
De acuerdo a la información del Proyecto se ha verificado que la estructura se proyectó para unas cargas
de uso de 250 kg/m2 en el forjado de planta segunda y de 1.200 kg/m2 en cubierta, considerando en este
último caso un coeficiente de amplificación para considerar efectos dinámicos de 1,40, (lo que supone en
la práctica unas cargas estáticas de diseño de 1.680 kg/m2). Adicionalmente se consideraron,
respectivamente, unas cargas muertas de 50 y 100 kg/m2 correspondientes a pavimentos.
Ya se ha comentado que durante las inspecciones de la estructura del estadio, se han detectado una
serie de daños y lesiones relacionados con un apreciable problema de corrosión de armaduras y
pérdida del recubrimiento, en algunos casos, generalizado. Estos daños se concentran en las zonas más
expuestas, en zonas con filtraciones de agua desde la cubierta del aparcamiento, principalmente a través
de las juntas de construcción entre paños.
Fuera de estos daños por corrosión, el comportamiento en servicio del Aparcamiento hasta la fecha,
desde el punto de visto de la estabilidad estructural frente a las acciones gravitatorias, (sobrecargas de
explotación y cargas de tráfico y peatonales en cubierta), se considera satisfactorio, no apreciándose
daños o lesiones graves, (tales como deformaciones excesivas, fisuración por esfuerzos en soportes,
vigas, ménsulas o muros), de trascendencia estructural relacionados con las mismas.
Los análisis realizados sobre los materiales, de acuerdo a la campaña de ensayos de información,
(ultrasonidos y probetas-testigo), indican que la calidad del hormigón de la estructura del estadio, es
razonablemente uniforme pero baja en comparación con las prescripciones del Proyecto. Se ha estimado
una resistencia del hormigón de pilares, fck,est= 15,2 N/mm2, (155 kg/cm2) y en vigas fck,est = 17,7 N/mm2,
(180 kg/cm2). La resistencia que fija el proyecto, para todos los elementos constructivos de hormigón
armado, (excepto cimentación y muros de contención de hormigón en masa), es de fck,est = 210 kg/cm2,
(20,6 N/mm2). La resistencia mínima que fijaba la EH-68 era de 120 kg/cm2, y las resistencias habituales
en edificación y obra pública oscilaban generalmente entre 150 y 250 kg/cm2.
A la vista de la baja resistencia y compacidad del hormigón, (según se deduce de los ensayos de
porosidad), la calidad de este parece haber sido uno de los factores apreciable en el desarrollo de los
daños y lesiones por corrosión de las armaduras. Un hormigón poroso favorece la penetración de los
agentes agresivos, primero el CO2 que carbonata las secciones, lo que conlleva la despasivación de las
armaduras. Luego el O2 y el agua que originan la pila galvánica que causa el proceso y los daños.
Por lo que se refiere a la calidad del acero, de acuerdo, se trata de barras corrugadas de alta adherencia,
del dureza natural. Los ensayos realizados confirman, aparentemente, los valores de resistencia
recogidos en la memoria de cálculo del proyecto. Se trataría de una acero A46, (según designación
posterior), con límite elástico fyk = 4.600 kg/cm2, (450 MPa), en todas las armaduras.
Las inspecciones realizadas han permitido comprobar que en la estructura del estadio NO se respetaron,
en general, los recubrimientos mínimos, 20 mm, que fijaba la norma EH-68. Ello principalmente en los
paramentos inferior de las losas y puntualmente en ménsulas y pilares, siendo buenos en vigas.
Es precisamente esa falta de recubrimiento y las filtraciones de agua desde la cubierta, una de las causas
principales, junto a la baja resistencia del hormigón, de los daños y lesiones existentes.
Los ensayos químicos realizados no permiten concluir que exista un contenido de cloruros en la masa de
hormigón, (ya sea procedente de los áridos o de la contaminación ambiental, dada la relativa proximidad
de la obra al mar), que suponga un riesgo potencial de corrosión localizada para las armaduras.
Por otra parte, los ensayos de profundidad de carbonatación reflejan que esta alcanza en muchos
puntos de la estructura la zona de armaduras, debido al variable y escaso, (en algunos puntos nulo),
recubrimiento de las mismas. En estas circunstancias, una vez despasivadas las armaduras, y debido a
los sucesivos ciclos húmedo-seco derivados de las filtraciones de agua desde cubierta, se originan los
procesos de corrosión galvánica.
Se plantea una intervención de reforma de la Plaza para un uso principalmente público peatonal. Para
evaluar las condiciones de seguridad estructural del Aparcamiento, en aras a prolongar la vida útil del
mismo, se han considerado las siguientes cargas de diseño.
En el forjado de cubierta, (techo de planta primera), se ha considerado una carga muerta de
pavimento, de 1,0 kN/m2, y dos hipótesis de sobrecarga de uso independientes, 15,0 kN/m2,
(valor próximo al adoptado en proyecto), y 20,0 kN/m2, valor mínimo exigible de acuerdo al
documento CTE-DB-SI, para el paso de vehículos de emergencia de bomberos.
En el forjado de planta segunda se considera una carga muerta de pavimento, de 0,5 kN/m2, y
una sobrecarga de uso de 4,0 kN/m2 para el análisis de los forjados de losa, (calculados como
elementos unidireccionales), y de 3,0 kN/m2 para la evaluación de elementos estructurales
principales, tales como vigas, ménsulas o soportes.
Se ha verificado que, para que la estructura del Aparcamiento cumpliera con las exigencias de la
Instrucción de acciones en puentes de carretera, IAP-11, sería necesario un refuerzo
generalizado de la misma, incluido recrecido de losa de cubierta, refuerzo de vigas, soportes, etc..
En lo que se refiere a los resultados del análisis y evaluación estructural, las condiciones de seguridad de
los distintos elementos estructurales pueden resumirse como sigue:
Las condiciones de seguridad de los forjados de losa de primera planta, (cubierta), de 20 cm de
espesor, y de segunda planta, de 15 cm de espesor, presentan una seguridad aceptable para
soportar las máximas cargas reflejadas, (20,0 kN/m2 y 4,0 kN/m2 respectivamente).
También son aceptables las condiciones de seguridad de las vigas principales en primera
planta, sección en V y/o rectangular, de 110 cm de canto, y en segunda planta, sección en V y/o
rectangular, de 75 cm de canto. Ello tanto en el caso general, isostático, (giro permitido en los
apoyos), en los pórticos rígidos, (apoyados en pilares P-2), o en vigas embrochaladas continuas.
Respecto de los pilares. Para la sobrecarga de uso de 15,0 kN/m2, (≈ proyecto original), y pese a
la baja resistencia del hormigón, las condiciones de seguridad a flexocompresión se estiman
aceptables. Para la sobrecarga de 20,0 kN/m2, (exigencia del DB-SI), las condiciones de
seguridad son inaceptables en los soportes de las alineaciones exteriores, paralelas a los muros
longitudinales, (lados este y oeste del estacionamiento).
Para justificar la carga de uso en cubierta de 20,0 kN/m2, es necesario plantear un refuerzo de
los pilares con referencia del levantamiento R16, R17, R33, R34, R50, R51, R67 y R68, (ver
planos en apartado II.1 del informe). Este refuerzo es imprescindible en el segundo sótano,
(donde los coeficiente de seguridad calculados son bajos), debiendo extenderse a la planta
superior, para asegurar su correcto funcionamiento, según la bibliografía técnica consultada.
Aunque los coef. de aprovechamiento a compresión centrada no superan el 110%, el riesgo de
rotura frágil, (elementos muy comprimidos, con cuantías bajas), lleva a recomendar el refuerzo.
En el resto de pilares de la estructura del aparcamiento subterráneo no se precisa intervención.
Por último, el mayor problema de seguridad se encuentra en las ménsulas cortas. La normativa
no ha recogido la solución para el armado de ménsulas cortas hasta la versión de la Instrucción
EH-82. La normativa empleada para el proyecto del aparcamiento o durante construcción, HA-61
ó EH-68, no recogen prescripciones para ese tipo de elementos.
Se ha verificado que las condiciones de seguridad de las ménsulas de plana primera, (cubierta),
de acuerdo a la formulación de la vigente Instrucción EHE-08, son inaceptables debido a la baja
cuantía de la armadura principal respecto de la necesaria por cálculo. Ello tanto para la
sobrecarga de uso de 20,0 kN/m2 como para la de 15,0 kN/m2.
Ciertamente, hasta la fecha, la experiencia en servicio de la estructura del aparcamiento, ha sido
satisfactoria. Y ello para cargas de tráfico, incluyendo vehículos pesados. Sin embargo. Al igual
que con los soportes, las ménsulas cortas son elementos con riesgo de rotura frágil. El hecho
de que no existan daños no implica necesariamente un nivel de seguridad aceptable.
Consideramos razonable, dado que se pretende acometer obras de reforma de la Plaza, una
intervención de refuerzo estructural de las ménsulas cortas en planta primera, (cubierta). Este
refuerzo supondrá una mejora de la seguridad y vida útil de la estructura, en condiciones
adecuadas al uso de la Plaza. Este refuerzo se plantea como imprescindible para aquellos
ámbitos en los que deba justificarse la sobrecarga de 20,0 kN/m2. No se considera necesario en
caso de adecuación de la Plaza para uso estrictamente peatonal, sobrecargas de 5,0 kN/m2, con
cargas muertas de pavimento de hasta 3,0-4,0 kN/m2 adicionales.
Por último las condiciones de seguridad en las ménsulas de segundo sótano si se consideran
aceptables, al ser la cuantía de armado sensiblemente superior en relación a las cargas.
Pero, en caso de que se necesite justificar unas cargas de uso en cubierta de la Plaza para paso de
vehículos de emergencias, (bomberos, según DB-SI), de 20,0 kN/m2, deberá asumirse necesariamente
una intervención que mejore dos aspectos críticos. Estos son la baja seguridad de los pilares de
alineaciones exteriores en segundo sótano, (los citados antes), y de las ménsulas cortas que soportan
las cargas de las vigas de cubierta. Con esa intervención deben alcanzarse niveles de fiabilidad
equivalentes, al menos, a los de la vigente Instrucción de Hormigón Estructural, EHE-08.
Una solución intermedia pasaría por disponer en superficie dos bandas laterales, (lados este y oeste de
Plaza y aparcamiento), de 5 a 6 m de ancho, en previsión del paso de vehículos de emergencia. Para
justificar las adecuadas condiciones de la estructura a la sobrecarga de 20,0 kN/m2 en esas bandas, sería
suficiente el refuerzo de los 8 pilares de alineaciones exteriores, así como de sus correspondientes
ménsulas cortas, incluida la de muro en el extremo noreste. Es una solución que debería ser planteada
en el proyecto de reforma integral de la Plaza, y justificada adecuadamente ante Bomberos.
I.10.- RECOMENDACIONES
En las condiciones actuales de la estructura resulta complejo establecer el periodo de vida útil de la
misma. La vida útil de la estructura estará relacionada con las intervenciones que se realicen para su
preservación. En el supuesto de no hacer intervención alguna no se puede asegurar ni la seguridad ni la
durabilidad a corto plazo, ya que al estar las armaduras expuestas en algunos casos, la velocidad de
corrosión aumenta y con ella la degradación de la estructura. Es necesaria la detención del proceso
corrosivo para evitar problemas de seguridad en la estructura, futuros costes de intervención
desmesurados o degradación tal que haga inviable la reparación.
Una prolongación razonable y coherente de la vida útil dependerá de la calidad de la ejecución de las
obras de reparación y el seguimiento de un programa de inspección y mantenimiento en el tiempo.
Por tanto se analizan y establecen las posibles intervenciones en relación con los daños de la estructura y
con el objetivo indicado, especificando los aspectos y consideraciones a seguir.
Por un lado hay problemas localizados de corrosión que afectan a zonas pequeñas de la estructura, sin
llegar a la rotura de ningún estribo, o a lo sumo, alguno, pero sin gran extensión en el alcance de las
lesiones. En estas zonas deben acometerse trabajos de reparación.
Adicionalmente, en los elementos a reforzar, tales como pilares y ménsulas, el coste de la intervención
será mayor, y debe permitir alcanzar un nivel de fiabilidad y seguridad estructural ya definitivo,
(equivalente al que fija la vigente EHE-08), que no haga necesaria la intervención futura. Para estos
elementos el alcance sería realizar trabajos de reparación con refuerzo estructural.
Para establecer las recomendaciones de reparación se adopta la metodología de la Norma europea EN-
1504 "Productos y sistemas para la protección y reparación de las estructuras de hormigón"
EN-1504-1-2005: "Definiciones".
EN-1504-2-2004: "Sistemas de protección superficial".
EN-1504-3-2005: " Reparación estructural y no estructural".
EN-1504-4-2004: "Adherencia estructural".
EN-1504-5-2013: "Inyección del hormigón".
EN-1504-6-2006: "Anclaje de barras de acero".
EN-1504-7-2006: "Proteccion de las armaduras contra la corrosión".
EN-1504-8-2004: "Control de Calidad y Evaluación de la Conformidad".
EN-1504-9-2008: "Principios generales para el empleo de sistemas y productos".
EN-1504-10-2003: "Aplicación de los productos y Control de Calidad de la ejecución".
De acuerdo a la norma EN-1504-9 citada se resumen los principios generales que se han considerado
para la elección del sistema de reparación y refuerzo y los distintos métodos de reparación convenientes
para el presente caso, que serán objeto de análisis comparativo para su aplicación en el caso presente.
Se muestran en las tablas 1 y 2 siguientes:
(1): a evaluar
(2): a evaluar
9.-Control catódico
10.-Protección catódica
Con los métodos indicados se establece y el sistema de reparación más adecuado y viable, y se
recomiendan los requisitos para la correcta elección de los materiales. Como clave de la garantía de
durabilidad, estará el diseño de la reparación con materiales de altas prestaciones y recubrimientos
adecuados de las armaduras.
El sistema de reparación se aplicará tanto a los daños localizados de corrosión que afectan a
zonas pequeñas de la estructura, sin llegar a la rotura de ningún estribo, o a lo sumo, alguno,
pero sin gran extensión en el alcance de las lesiones.
Para realizar la preparación del soporte y la limpieza de armaduras no puede ser manual, es
imprescindible el empleo de proyección abrasiva con chorro de arena, que a su vez permitirá
eliminar previamente morteros de reparación y pintura aplicada en las intervenciones realizadas.
Se recomienda aplicar una capa fina de terminación, que sirva para adecuar el acabado y aspecto
de la estructura y a su vez como elemento de protección a la penetración superficial.
Consideramos que la mejor solución para el refuerzo estructural de los soportes con bajos
coeficientes de seguridad a flexocompresión, (y compresión centrada), es realizar un recrecido de la
sección, también de hormigón armado.
A continuación se recoge un detalle de una sección tipo para esa solución de recrecido.
En cualquier caso también pueden plantearse otro tipo de soluciones de refuerzo, tales como
empresillados metálicos. Son soluciones que, en teoría, permiten ocupar menos espacio. Sin
embargo, la necesidad de una adecuada protección frente al fuego, termina por anular esa
supuesta ventaja. Además la colaboración entre acero y hormigón en este tipo de soluciones es
menos evidente.
Por último también cabe adoptar otro tipo de soluciones de refuerzo, como el zunchado mediante
laminados (tejidos wet-lay) mediante fibra de carbono, (los denominados CFRP, Carbon Fiber
Reinforced Polymer). Son bandas de muy alta resistencia que se disponen, en el caso de los
refuerzos de elementos a compresión, envolviendo la pieza, en una o varias capas, dependiendo
de la resistencia a alcanzar, adheridos mediante resinas y morteros de altas prestaciones.
Son soluciones de diseño específicas para refuerzos y presentan la ventaja que los refuerzos de
CFRP no están sujetos a problemas de corrosión. A cambio, su funcionamiento, en el caso de
refuerzo de soportes, está muy limitado por el efecto de concentración de tensiones en las
esquinas, (caso de pilares de sección cuadrada o rectangular), que restringe mucho la capacidad
de zunchado de la sección.
A nuestro juicio solo debe plantearse esta solución en caso de un problema crítico con el espacio
libre disponible para la intervención. En cualquier caso son alternativas que deberán ser
analizadas y evaluadas por empresas especializadas, y debidamente justificadas.
En soportes se propone dispone dos chapas metálicas, con la geometría de la doble ménsula,
(desde el arranque en cabeza del pilar) adosadas al hormigón. Para asegurar la colaboración de
las chapas y la sección de hormigón se dispondrán una serie de varillas roscadas pasantes
pretensadas, en dirección transversal a estas.
Las varillas deben dimensionarse de forma que el esfuerzo de pretensado proporcione una
compresión suficiente del hormigón para la transmisión de los esfuerzos de corte que solicitan la
ménsula. La transmisión de esfuerzos está, en cualquier caso condicionada al ángulo de
rozamiento interfaz acero-hormigón, y depende de la rugosidad y tratamiento de las superficies.
Más compleja es la solución de refuerzo para las ménsulas embebidas en los muros de
contención perimetrales. Si es necesario únicamente reforzar una de las ménsulas la solución
más sencilla sería disponer un nuevo soporte en ese punto. Si es necesario extender el refuerzo a
otras ménsulas esta intervención no parece admisible dada su afección a la distribución.
Se ha valorado una solución consistente en disponer barras corrugadas ancladas en cabeza de
las ménsulas, mediante taladros rellenos con resinas epoxi. Estas barras se dispondrían en
sentido longitudinal, en paralelo a la armadura principal. El espesor de muro de hormigón en
masa permite el anclaje de las mismas en el trasdós de la ménsula. El anclaje en la parte volada
de esta se consigue disponiendo una chapa de reparto en el frontal. En cualquier caso se trata de
una solución compleja que debe ser valorada con detenimiento.
Conviene hacer hincapié en otro aspecto de las futuras intervenciones sobre la estructura del
Aparcamiento. De acuerdo a la información facilitada por los Servicios Técnicos del Ayuntamiento, se
está planteando modificar los accesos al aparcamiento subterráneo.
La nueva propuesta incluye apertura de huecos para las nuevas rampas en el extremo sureste del
parking, (entre carrer Paz y carrer del Mar). Se trataría de grandes huecos longitudinales en el
espacio correspondiente al pasillo exterior, entre la última alineación de soportes y el muro,
(separación de cara de muro a eje de pilar de 3,75 m).
Es importante recordar que los muros son elementos de hormigón en masa, no armados. Su
capacidad de trabajar como elementos en ménsula es, por tanto, muy limitada. Previamente a la
apertura de esos huecos en el forjado de cubierta, deberá realizarse una intervención de contención o
mejora del terreno que asegure la estabilidad de los muros.
En relación con el diseño de las intervenciones y la verificación del refuerzo indicar que las secciones
reforzadas, no pueden dimensionarse directamente como una sección de hormigón monolítica. El CEB y
la distinta bibliografía técnica disponible al respecto adoptan coeficientes de minoración de la resistencia
de los materiales de refuerzo, (acero y hormigón del recrecido), más elevados que los que adopta la
Instrucción de Hormigón, para tener en cuenta la menor eficiencia al tratarse de un refuerzo.
Por último, para evitar daños en otras partes del aparcamiento, así como garantizar la efectividad de las
actuaciones de reparación que puedan realizarse, deben eliminarse los posibles focos de entrada de
agua, tales como juntas de construcción en el forjado de cubierta, encuentros entre muros y forjado, etc..
Deberán aprovecharse las obras de remodelación de la Plaza para acometer una mejora en la solución
de impermeabilización del forjado de cubierta, tanto sobre el forjado como en los encuentros con los
muros de contención perimetrales, con especial atención a las rampas nuevas y/o existentes.
Esta inspección se refiere a los elementos estructurales y no estructurales que tengan relación con el
comportamiento de la estructura y será independiente de las del mantenimiento ordinario del edificio
desde el punto de vista funcional ó usual del Estadio.
Las actuaciones que se proponen en cada caso se describen, cuantifican y valoran en el apartado II.4.-
VALORACIÓN DE TRABAJOS DE REPARACIÓN Y REFUERZO en los anejos del presente informe.
Debe tenerse en cuenta que se trata de descripciones para una valoración y no las definitorias de un
proyecto, por lo que la extensión y alcance de las reparaciones y por ende las mediciones son
aproximadas y pueden llevar aparejado cierto margen de error. Así mismo, y tal y como se justifica en el
correspondiente anejo, la valoración se basa en precios de bases de datos de construcción, y se refiere
exclusivamente a las actuaciones de reparación, refuerzo y rehabilitación de la estructura del
aparcamiento, y que no incluye otras intervenciones que serían necesarias acometer como son la
demolición y levantado de la plaza y su reurbanización, la reposición y acondicionamiento de
instalaciones, ni todas las intervenciones necesarias para habilitar las nuevas rampas.
El presente informe consta de cuarenta y cino (45) páginas debidamente numeradas, excluidos índices y
anejos.
II.- ANEJOS
Ref: T-202 – Evaluación Estructural Aparcamiento Subt. “Plaza de la Reina” en Valencia III
Estudio Técnico, Análisis de Materiales y Evaluación Estructural y de Durabilidad
del Aparcamiento Subterráneo “Plaza de la Reina”, en la ciudad de Valencia..