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Maestría en Consejería Bíblica

Alumno: Sergio Manzanilla Ramiro


ID. 245282
Martínez de la Torre, Ver. A 20 de Mayo de 2019

Curso: CNS631 – HABILIDADES EFECTIVAS DE CONSEJERÍA


Profesor: Dr. José Gregorio Liendo Rodríguez.

Resumen de libro: “El consejo terapéutico”. Pablo Polischuk

Introducción: El consejo terapéutico es introducido como parte funcional del cuidado pastoral, ya que
representa un aspecto vital del servicio de ayuda al ser humano en conflicto. El presente libros es el resultado de
varios años de labor docente y de entrenamiento practico en el campo de la psicología pastoral entre
profesionales y líderes en el campo ministerial. Ya que una gran parte de las funciones del cuidado pastoral tratan
de intervenciones interpersonales, los conflictos y problemas humanos, este libro trata de proporcionar una serie
de aspectos funcionales que tienen que ver con la comunicación y la dinámica del proceso con el propósito de
incrementar la eficacia pastoral en tales labores.

En cuanto a la audiencia, el libro se dirige a las personas interesadas (como yo) en el campo del consejo
terapéutico en general, y su utilización queda a criterio del lector. La intención de escribir esta obra ha nacido de
la necesidad actual de preparación en los trabajos ministeriales, pero no quita el privilegio de prestar ayuda a
toda persona interesada en el arte de aconsejar.

Con respecto a la integración psicológica-teológica, el autor del libro habiendo participado en numerosas
ocasiones y en diferentes organizaciones y denominaciones, el autor ha experimentado la aceptación de labores,
esfuerzos e interacciones que han tratado con asuntos integrativos de las disciplinas teológicas y psicológicas a
nivel práctico, predicativo y educativo a pesar de las dudas y recelos o las preguntas sinceras que han aparecido.
A su parecer, no se puede ni debe forzar un conglomerado inaceptable, sino escudriñarlo todo y tener lo bueno.
Yo estoy completamente de acuerdo en la anterior. Hace falta perspicacia y discernimiento para utilizar los
recursos disponibles con sabiduría. Dependiendo del grado de convicción que existe en la persona que lee este
libro, de la sofisticación de lo presentado y de las intenciones presentes al darse a esta tara, la integración puede
ser considerada factible, deseable o funcional.

“Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad”
Proverbios 11:14 .

I. Primera parte. Consideraciones teóricas.

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Lo que se estudia en esta primera parte es la Integración psicológica, con la teológica, las grandes
tensiones entre las disciplinas, el diálogo entre ellas, la definición de términos, los atentados integrativos, y sus
paradigmas. Entre los puntos que cabe destacar son los esfuerzos que se han hecho por integrar las disciplinas y
ayudas espirituales, con las disciplinas y ayudas seculares, esto ha causado diferencias porque existen personas
en el ámbito secular que tratan de desmerecer los acercamientos eclesiásticos en la materia, desconociendo los
factores históricos que ya se han dado. Cuando lo anterior sucede se causa una gran tensión entre las disciplinas,
porque la misma historia ha mostrado que la psicología ha tratado a la religión como un tabú. Si bien la psicología
ha tratado a la religión con desdén, por otra parte, la religión organizada ha tratado a la psicología como un ente
negativo desde su introducción. Varias barreras existen en la mente de los cristianos que consideran la
posibilidad de integración, tales como el rechazamiento de las explicaciones naturistas de la psicología, las
diferencias en las consideraciones acerca del ser humano y énfasis determinista de psicología.

Se estudian también algunos modelos de integración; algunos argumentan acerca de la imposibilidad de


integrar la psicología y otras ciencias sociales con la teología. En este escrito, la posibilidad de la integración se
postula, con ciertas precauciones acerca de los modelos a ser utilizados a tal fin. La tarea no es fácil, ya que la
psicología enfatiza el estudio de la conducta humana desde el punto de vista científico, empírico,
fenomenológico y cultural. La teología por otra parte, enfatiza el punto de vista revelacional, dado
axiomáticamente por un Creador que reclama derechos de diseño, propósito, función y destino acerca del ser
humano. Los modelos integrativos que se han propuesto entre otros son: (1) Modelo disminuyente de las
diferencias. (2) Modelo paralelo. (3) Modelo estratificado. (4) Modelo incorporativo. (5) Modelo prestador
Funcional. (6) Modelo reconstructor. (7) Modelo construccionista-existencial.

El ser humano: Contribuciones teológicas a la antropología Bíblica. La “teología” es un término utilizado


en estas líneas como una subcategoría de la “Religión”. Este último término trata con varios aspectos de la
conducta humana tales como (1) Sistemas de creencias acerca de Dios y sus maneras de actuar hacia los humanos
(Teología); (2) Códigos de ética que guían a las personas en sus relaciones interpersonales; (3) Filosofías que dan
forma a las percepciones propias de las personas y de su lugar en la creación; (4) Maneras de adorar, servir,
conducirse en los cultos, o participar en la vida eclesiástica; y (5) aspectos sociales de conglomeración hacia
comunidades de personas que comparten creencias similares, códigos éticos, filosofías de vida y manera de
servicio. Históricamente hablando, las doctrinas cristianas siempre aparecieron como una respuesta a los
desafíos herejes y al pensamiento secular.

Partiendo desde el punto de vista escritural, se postula que el ser humano: (1) Es creado; (2) Ha
experimentado la caída desde un estado o condición original con consecuencias negativas; (3) ha sido redimido,
dándosele la oportunidad de recuperar el intento original y actualizar las potencialidades para las cuales ha sido
creado. Como ser creado, necesita reconocer su dependencia y arraigamiento en su creador. Como caído,
necesita reconocer su necesidad de rescate y emplear su fe para establecer su relación vital con su redentor.
Como ser redimido, necesita ver los alcances de tal redención, en cuanto a los aspectos negativos (La cancelación
de sus deudas, yerros, pecados) y los positivos (La participación en los efectos saludables, la actualización de los
dones, posibilidades, y el servicio libre en amor).

Otro punto importante en este resumen es “El ser y el devenir”, en este punto tomando nociones de
ontología (Estudio del ser) y hermenéutica cristianas. El pretender ser terapeuta sin realizar la verdad que uno
tiene cierta filosofía acerca del ser humano, es negar la realidad axiomática que afirma que cuando nos
postulamos actuamos sobre sus bases implícitas. Se trata de presentar aspectos antológicos acerca del ser
humano, ya que una aclaración al respecto es necesaria para definir acercamientos, postular bases y premisas
de actuación, y asesorar los procesos de cambio y crecimiento a través de intervención terapéutica.
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El ser humano y ser viviente es la propiedad de todo, cuando las células, las neuronas, los músculos, etc.
Interaccionan en forma dinámica con el espíritu que los anima. El alma viviente es definida como el ser biológico,
social y psicológico-espiritual. Una persona no puede ser espiritualmente humana si no es biológicamente
humana, pero el ser biológico no necesariamente demuestra su capacidad espiritual. El ser dialogante construye
su realidad en sus percepciones, asesoramiento y relación existencial al mundo que lo rodea. El ser tiene la
capacidad de dialogar con el creador del universo para luego hacer comparaciones intersubjetivas con otra
persona y consigo mismo. Sus construcciones cambian al proporcionar datos y variables que permiten un
asesoramiento más cabal y funcional que proporciona bienestar, fe, paz, comunión y significado.

Si el ser no se desarrolla debidamente, por causas biológicas, sociales o ecológicas, puede fallar en
realizar sus potenciales a causa de tales trastornos. Sus estructuras, procesos y eventos cognoscitivos pueden
experimentar alteraciones, retardo, mal funcionamiento, o impedimentos en el pensar, en la percepción, el
juicio, la capacidad de aprendizaje o la memoria.

En síntesis, la intervención terapéutica busca:

1. Asesorar el nivel de entrada en la persona en cuanto a su entendimiento o perspicacia en cuanto a


su ser, tanto en su definición sustancial, ético-moral, como así también relacional y funcional.
2. Asesorar hasta qué punto las distorsiones existen, sean de carácter neurótico, psicótico,
caracterológico, siendo estas aberraciones del diseño original, de la capacidad de realización de
potenciales o de actualización del ser.
3. Proporcionar oportunidades para que la perspicacia, la intuición, el entendimiento propio y
contextual ayude a la persona a situarse dentro de un marco favorable para el desafió al statu quo
(estado del momento actual).
4. Proporcionar ocasiones en las cuales la renovación mental, la transformación del ser ocurra
paulatinamente, en un proceso de alineamiento del ser en éxtasis hacia Dios y hacia los semejantes.

II. Segunda Parte: Conceptos básicos de consejo terapéutico.

En esta segunda parte se da una definición de término para establecer criterios a seguir en el ministerio
de consejo terapéutico. ¿A qué se refiere cuando hablamos de terapia? ¿Existe una clase definida a la cual
podemos denominar “Terapia cristiana”? ¿A qué se refiere cundo se habla de consejo Bíblico? ¿Se puede alegar
que lo que actualmente se enfatiza en cuanto a consejo terapéutico es una continuidad del ministerio de cuidado
pastoral a través de los siglos? ¿Cuál es la diferencia entre el consejo pastoral y la psicoterapia?

El consejo terapéutico puede ser visto como un ente complejo que abarca una variedad de
acercamientos con la intención de ayudar a otras personas dentro del contexto de una relación caracterizada
por un consentimiento positivo. Muchas personas se han dado a la tarea de ayudar. Aparte de los pastores,
ministros, rabino, sacerdotes, existen psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, consejeros familiares y
matrimoniales, capellanes de hospitales y cárceles para profesionales que se dan a la tarea de ayudar a sus
semejantes. En manera amplia, el arte de aconsejar incluye no sólo los objetivos inmediatos y presentes,
prescriptivos y guiadores sino también otros aspectos que incluyen consideraciones futuras. Agruparemos los
conceptos terapéuticos de la siguiente manera:

1. Apoyo: La terapia con sostén temporal. Estos acercamientos de apoyo son más concisos, breves y el
enfoque es el “aquí” y el “ahora”. Las personas en crisis materiales, espirituales o emocionales acuden a
pedir ayuda a fin de tener un punto de apoyo social-humano.
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2. Cambio constructivo: La terapia como orientación al cambio de la conducta y la personalidad. En este
proceso terapéutico se trata de enseñar nuevas maneras de conducirse a las personas que han perdido
su rumbo. Como el apóstol Pedro recalco, se trata de cambiar “la vana manera de vivir, la cual
aprendisteis de vuestros padres”.

3. Catarsis: La terapia como método de liberación de afectos. Muchas personas llevan emociones
“embotelladas”, reprimidas o bloqueadas a través de muchos años. Tales personas experimentan
dificultades en reconocer y expresar afectos. Se trata de una consejería que les permita el aprender a
liberar sus emociones y sin consecuencias negativas puede ser un proceso provechoso.

4. Profundidad: La Terapia como adquisición de perspicacia. Como se hace referencia en los proverbios, se
debe buscar conocimiento, entendimiento y sabiduría a fin de vivir como Dios manda. La perspicacia
puede ser definida como la habilidad de adquirir conocimiento real o cabal de las cosas, a la cual se añade
el entendimiento de tal realidad y la adquisición de la sabiduría necesaria para llevar a cabo una vida
adecuada y de agrado a Dios.

5. Crecimiento y actualización: La terapia como el cultivo de crecimiento natural y espiritual. A través de la


intervención terapéutica, las personas pueden permitir un mejor cultivo de sus potencialidades
humanas.

6. La Terapia como procesos de facilitación de relaciones personales. Muchas personas necesitan ayuda
terapéutica porque no son capaces de vivir en armonía con sus semejantes No han dado pautas de
resolución de conflictos en cuanto a su capacidad de establecer buenos contratos con sus semejantes,
se aplica a problemas interpersonales entre amigos o familiares, así como también entre patrones y
empleados, maestros y alumnos, etc.

La iglesia como comunidad terapéutica. La comunidad cristiana tiene la posibilidad de emplear recursos
terapéuticos en el tratamiento de seres que padecen trastornos mentales, problemas personales de diversa
índole y dificultades en sus relaciones interpersonales. La iglesia como comunidad tiene el potencial de ofrecer
apoyo, perspicacia, aliento y sostén. Tiene las bases para que las personas se sientan acogidas y hospedadas.
Posee la potencialidad para ofrecer un sentido de pertenencia o adopción. La comunión social espiritual permite
la sanidad emocional de heridas causadas por las derrotas, las disoluciones y los quebrantos humanos.

III. Tercera Parte: Aplicaciones Prácticas.

El contacto inicial. El terapeuta que busca establecer un clima adecuado para proporcionar ayuda
emocional-espiritual, debe prestar atención a las necesidades vertidas en manera de queja, consentimientos,
problemas o demandas. Un sinnúmero de preguntas viene a la mente, en cuanto a los diferentes niveles e
entrada de la persona en necesidad. Todo ser humano tiene necesidades. Son necesidades físicas, sociales,
emocionales y espirituales. Cada persona necesita albergue, pertenencia, calidez emocional, aceptación, estima,
respeto, amor, etc. Si tales necesidades son satisfechas las quejas aparecen. Las quejas de una persona
representan necesidades sin atención, falta de satisfacción o de estabilidad personal o interpersonal.

Las quejas presentadas pueden ser categorizadas en excesos y deficiencias. Los excesos representan
aquellos aspectos de conducta, actitudes o experiencias que suceden demasiadas veces, innecesaria o
repetidamente por encima de lo esperado, adecuado o considerado normativo. Cuando las quejas de las

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personas reflejan la falta de atención, esmero, cuidado o satisfacción de algunas necesidades básicas se
consideran como deficiencias en la conducta, actitudes o experiencias. Típicamente, una persona se queja
porque no le han dado tiempo, cariño, atención, dinero, oído a sus males. Si las quejas son personales, se alega
que no hay alegría, paz, prosperidad, amistad, aliento, etc.

Los terapeutas expertos pueden llegar a diagnosticar los problemas de las personas que acuden a pedir
consejos durante la primera sesión, o en pocas sesiones subsiguientes. Los principiantes suelen tener más
dificultades, pues necesitan tomar más datos, hacer más proposiciones, formular más hipótesis para llegar a
laguna conclusión, Sin embargo tener una formulación global ayuda a trazar planes o metas para encuentros
subsiguientes.

1. ¿Es el problema personal o interpersonal?


2. ¿Es el problema crítico o crónico?
3. ¿Es el problema algo que necesita atención personal o matrimonial? ¿Debe venir toda la familia?
4. ¿Es un problema que demanda sostén o perspicacia?
5. ¿Es un problema que demanda pocas o muchas sesiones?
6. ¿Es un problema neurótico, psicótico o caracterológico?

Sea que establezca un arreglo tácito, sobreentendido, verbal, o se apele a un convenio más concreto y
definido, es preciso llegar a algún acuerdo en el procedimiento a seguir. Se puede estipular un contrato en el
cual se busca alcanzar ciertas expectativas: (1) Número de sesiones. (2) Horario y duración de las sesiones. (3)
Lugar conveniente. (4) Personas a estar presentes. (5) Maneras de abordar el problema. (6) Recursos utilizados.
(7) Expectativas, esperanzas, definiciones, alcances y limitaciones. Este contrato no es rígido ni conclusivo, más
bien direccional y tentativo.

Diagnostico la situación. Para llegar a una diagnosis se necesita tener una percepción del asunto en forma
cabal. ¿Por dónde empezar? ¿De dónde viene el entendimiento? ¿Cómo hay que compaginar los datos a fin de
tener una conclusión lógica, con discernimiento? ¿Qué estrategias, recursos, dotes o dones se necesitan para
lograr tener una vislumbre clara y acertada de los problemas?

Entre fuentes de conocimientos están: (1) La Relevación. (2) La intuición y perspicacia espiritual. (3) La
tradición acerca del comportamiento humano (4) La observación clínica y los datos empíricos basados en la
investigación. (5) El sentido común. Y (6) El Conocimiento experiencial o existencial de la persona.

En este resumen concreto nos faltaría mucho más espacio pero mencionamos: La dinámica del proceso
terapéutico (La relación terapéutica, la perspicacia y la experiencia de libertad emocional, la vulnerabilidad en
los procesos terapéuticos, el cuidado propio y la continuidad en el proceso). La utilización de los recursos
espirituales (Recursos utilizados en acercamientos terapéuticos, Recursos Espirituales, Las Escrituras, la oración,
la meditación, la comunidad.

En las siguientes páginas de este resumen tratare de analizar dos temas que me apoyaran en la práctica
de la consejería:

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Tema 1: Intervención de tipo crítico.

La palabra crisis no es usada como emergencia, sino como la combinación de eventos impredecibles que
demandan una acción inmediata. Una crisis es un momento decisivo, un punto crucial en el cual las pueden pasar
en manera especial. Para los griegos, tal palabra significaba el punto en el cual, médicamente hablando, la
persona comenzaba a sanarse o a empeorar y morir. Por un lado, la oportunidad de crecer, mientras que por
otro, el peligro de menguar. Durante los periodos de crisis, las personas experimentan cambios en el desarrollo
de sus funciones, en la estructura de sus personalidades, en el manejo del estrés o en la utilización de sus
mecanismos de defensa y solución.

Es posible cuando las personas experimentas crisis su capacidad de ajuste y su estabilidad puedan llegar
a ser desafiadas, con cambios inesperados. Las decisiones tomadas en tales ocasiones, las elecciones de solución
y avenidas de escape o desafío, dan a entender la calidad de la fortaleza personal, habilidades o alternativas que
las personas poseen en sí mismas, y de su efectividad en la utilización de recursos a su disposición. Es posible
estimular el crecimiento personal al ser expuestos a situaciones de desafío, ayudando a las personas a descubrir
maneras constructivas de enfrentar sus vicisitudes.

Hay tres clases de crisis: (1) Situacional o accidental. (2) Crisis de desarrollo. Y (3) Crisis existencial. En
forma personal, el miedo a perder algo, o ansiedad de separación, puede representar las crisis experimentas de
la siguiente forma:

1. Separación de seres queridos: a) Muerte; b) divorcio; c) Alejamiento hacia otra región geográfica.
2. Separación de seguridad: a) Perdidas de hogar, alojamiento; b) perdidas de trabajo, ocupación; C)
Celos infidelidades.
3. Separación de seguridad personal: a) Problemas catastróficos de salud; b) accidentes.
4. Separación de equilibrio emocional del hogar: a) Descubrimiento de algún problema considerado
catastrófico; b) Miembros de la familia envueltos en drogas, delincuencia; c ) Declaración por un
miembro acerca de sus preferencias sexuales inapropiadas al contexto hogareño; d) Abusos
cometidos por violencia doméstica bajo estrés; e) Nacimiento de un bebé con problemas congénitos.

Una crisis se produce cuando la persona en la situación no tiene mecanismos de necesarios para
enfrentarla. Es de esperar que la crisis necesita la atención dentro de un tiempo breve, y su duración no excede
de un lapso de tiempo de unas seis semanas. Las situaciones de desarrollo humano natural, en cuanto a las
expectativas comunes de la vida, proporcionan oportunidades para el empleo de estrategias de resolución de las
crisis vistas en términos de cambios. Al comenzar la escuela, al casarse, al tener hijos, al enfrentar el retiro de un
trabajo, el moverse geográficamente de un país a otro, o de un estado a otro, o adaptarse a la muerte de un
familiar o un amigo, necesariamente demandan facultades de adaptación.

La reacción de la personas en crisis se expresa en síntomas psicológicos, físicos. Psicopáticos. Tales


síntomas aparecen inmediatamente después de las reacciones a lo sucedido, aunque a veces suelen demorarse
o retrasarse. Es normal notar agotamiento o agitación, suspiros y una necesidad de hablar del asunto. Es común
la falta de fortaleza, de energía, con sentido de neurastenia o de flaqueza. Los sistemas musculares están
afectados con tensión y dolores. Lo sensorial está afectado, con la percepción y el razonamiento idiosincráticos
a veces distorsionados. El sentido de culpabilidad aparece como síntoma común, con hostilidad, irritación o
enojos contra la vida, contra Dios y contra los semejantes.

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Tema 2: El trabajo con parejas o familias.

Al trabajar con parejas y familias, se tiene en cuenta la dinámica de los sistemas que van más allá del
trabajo individual. La persona se relaciona con otras con una variedad de procesos dinámicos que necesitan ser
vistos de forma interpersonal y global. Hay varios factores que la persona que brinda consejos terapéuticos debe
tener en mente al intervenir en sistemas conyugales o familiares. El tratar con dos o más personas presenta
ciertos desafíos diferentes a los hallados en el trabajo personal individual.

El enfoque es sistémico, puede tener aspectos dinámicos, cognoscitivos, afectivos, conductivos y


existenciales, pero el acercamiento es a una entidad que va más allá del individuo. La diagnosis es interpersonal,
aunque cada individuo tenga sus propios problemas que contribuyen al todo. Más allá de la reflexión y de la
postura no directiva, la mayoría de los casos demanda más participación por parte del terapeuta, y se aplican
ciertas medidas para lograr que las personas “hagan sus deberes” entre sesión y sesión.

Para analizar una situación problemática entre parejas, la persona que ayuda debe tener un alto grado
de imparcialidad, de equidad y de perspicacia en el discernimiento en cuanto a las estructuras y a los procesos
en interacción, y saber cómo trabajan los sistemas. El proceso de comunicación es una parte vital de todo sistema
conyugal y familiar, como así también la estructuración de papeles o roles a ser desarrollados por los
componentes. De la literatura existente en el campo y de las experiencias clínicas al respecto. Lo siguiente puede
enfatizarse como básico a cualquier intención a proporcionar un consejo terapéutico.

El proceso de individuación dentro del Sistema. Este factor es muy importante, puesto que encierra dos
aspectos; la diferenciación de cada persona y su capacidad de mutualidad. El proceso de cambios. Todo sistema
conyugal o familiar experimenta cambios. Tales cambios se deben a las etapas de desarrollo humano que
involucran los nacimientos, la educación escolar los casamientos, las muertes, etc. De los componentes. Aparte,
muchas cosas inesperadas o vicisitudes catastróficas pueden agregarse, con la imposición de cargas y tensiones
sobre el sistema. Las separaciones, los divorcios, los accidentes, las movidas debido a las inmigraciones, el
desplazamiento cultural al alojarse dentro de territorios extraños o que provocan cambios en las estructuras y
en los procesos familiares.

La comunicación dentro de un sistema es tal vez el proceso vital que mantiene las estructuras, soporta
los procesos de cambio y diferenciación, y permite a las personas entenderse, reforzarse, encomiarse, apoyarse,
desafiarse mutuamente y crecer en armonía. La comunicación puede ser asesorada en cuanto a varios factores
componentes: (1) Las fuentes de los mensajes; (2) Los recipientes de los mensajes; (3) El contenido de los
mensajes; (4) El estilo de la comunicación y (5) Los resultados de la comunicación.

Es necesario el establecimiento de los roles y los límites. Dentro de un sistema, los papeles a ser jugados
se desarrollan en una forma dinámica y si no existe una provisión de flexibilidad, mutualidad, reciprocidad o
respeto hacia los demás, a veces se solidifican en roles rígidos e incambiables.

El consejo terapéutico busca el apoyar, encomiar y proporcionar poder al sistema conyugal y familiar.
Busca corroborar las intenciones de Dios, quien da poder para vivir como se ha diseñado y se espera. Su poder
es ilimitado y Dios da con arreglo a su gracia y a la capacidad receptiva de las personas. En materia emocional,
las personas tratan de tener poder y emplean violencia, la manipulación, la amenaza, los lavados de cerebro y
otras artimañas para controlar. Sin embargo, el poder emocional está íntimamente relacionado al poder
espiritual. Como Dios da poder para que seamos sus hijos, y el Espíritu de Dios da poder para que seamos testigos
y trabajemos para Dios, el mismo principio se aplica en cuestiones interpersonales.
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Tema 3: Concepto transformador que amplía su visión acerca de la consejería, “La Motivación Terapéutica”.

Este concepto transforma algunos paradigmas que tenía como pastor y maestro. La motivación,
preparación, atributos de carácter y desarrollo de funciones, así como nuestras vulnerabilidades, ética y
relaciones, y la necesidad de renovación, para evitar agotamientos.

Motivación. La necesidad de asesoramiento es innegable cuando se trata de averiguar por qué una
persona quiere ser terapeuta o consejero. Para algunos que los están haciendo, esto no estaba originalmente en
sus planes. Algunos consejeros cristianos, especialmente pastores, se encuentran rodeados de necesidades
humanas a las cuales deben de atender porque las personas han acudido espontáneamente en crisis o problemas
agudos en sus vidas. Hacen sus trabajos y tratan de encontrar métodos y teorías que les ayuden.

El asesorar motivos es tarea difícil. El encontrar las causas de la conducta humana a veces es una tarea
alusiva. Cuando tratamos de examinar las motivaciones en la tarea terapéutica, podemos tener ciertas nociones
positivas: (1) Un deseo sincero de ayudar a otros a resolver sus dificultades. El servir con amor es la base de
actuaciones; Una disposición a ser mediadores o facilitadores en los procesos de cambio deseados para que las
personas crezcan y se parezcan al modelo diseñado; (3) El ser un canal por medio del cual se vierta la gracia y el
amor de Dios a fin de restructurar conceptos en las relaciones humanas; (4) Ser un intermediario para la
interacción de la fe y la disposición de las personas y la gracia y Espíritu de Dios, a fin de proporcionar el ambiente
terapéutico donde la sanidad emocional ocurre; (5) Ser un mayordomo fiel de sus dones y atributos dados por
Dios, a fin de comparecer delante de su presencia y dar cuenta fiel de su administración.

Por otra parte, no todas las motivaciones humanas responden a tales aspectos positivos. A veces, no se
reconoce la presencia de motivaciones equivocadas, y la falta de perspicacia personal por parte del consejero
llega a ser un factor negativo y hasta nocivo en el proceso, Entre los factores negativos podemos anotar los
siguientes: (1) Carencia de un sentido de seguridad, de pertenecía y satisfacción en relaciones interpersonales.
Si el consejero no ha resuelto a cierto punto su necesidad de seguridad personal, se verá compenetrado en la
actividad continua de comprobar su confianza o desconfianza en las actuaciones de sus aconsejados. (2)
Necesidades neuróticas si resolver. El consejero carente de perspicacia intrapsíquica proyecta sus fantasías de
ser un rescatador de otros, de ser su salvador personal, de ser un restituidor o redentor, basadas en necesidades
propias que no han sido satisfechas. (3) Necesidad de control y manipulación. Las necesidades humanas que
vienen al encuentro del consejo proporcionan ansiedad, con la consiguiente percepción de falta de control y
predicción y en lugar de hacer crecer a los aconsejados, el consejero inadvertidamente refuerza la dependencia
continua de sus aconsejados, aun cuando se queje de su falta de madurez y crecimiento; (4) Necesidad de
sanidad interior. Toda persona humana trae consigo un sinnúmero de cuestiones sin resolver. Heridas del
pasado, frustraciones familiares, acuerdos incompletos y legados del pasado necesitan atención personal,
perdón y aceptación propia. En la práctica del psicoanálisis, el terapeuta debe ser analizado antes de poder
analizar a otros; (5) La necesidad de validación personal a través de la percepción de ser un ayudador de lo
precario. Si el consejero deriva su valor, su sentido de bienestar o salud mental en contraste a sus aconsejados,
y esos son su espejo reflejante y su patrón comparativo, sus bases no son colocadas a la medida de la plenitud
de Cristo, sino que más bien derivan de aspectos comparativos con la miseria humana, lo precario y lo
problemático.

El asesorarse de sus propias motivaciones es esencial para desarrollar un proceso terapéutico sano, libre,
ayudador y efectivo. Así como el líder no nace, sino que se hace la mayoría de las veces, también el consejero no
lo es por dotes naturales solamente. Debe preparase para sus tareas de forma sistemática a fin de conocerse a
sí mismo, en sus capacidades e incapacidades. Aun cuando se tenga todo el enfoque terapéutico encerrado en
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formulaciones teóricas y se entienda todo lo que concierne a las formulaciones de los investigadores en cuanto
a personalidad humana, etapas de desarrollo y crecimiento humanos, conflictos interpersonales, dinámicas de
grupos, psicopatología, psicología social, diferencia y aspectos diversos de sistemas terapéuticos analíticos,
existenciales, conductivos y multimodales, se necesita de la práctica continua a fin de lograr amalgamar la teoría
y la realidad en el arte de aconsejar. Es de esperar que la persona que aconseja tenga cierta familiaridad con las
siguientes materias: (1) Desarrollo humano, aspectos cognoscitivos, afectivos etapas de desarrollo, factores
genéticos, ambientales y sociales. Niñez, adolescencia, madurez y ancianidad; (2) Relaciones sociales, dinámicas
de grupos, sistemas, la familia, su estructura, funciones, procesos de comunicación: (3) Patología, psicología
clínica, aspectos de desarrollo de la anormalidad, neurosis, psicosis, desórdenes de carácter, ajustes o problemas
emocionales. (4) Personalidad, desarrollo, estructura y funciones, defensas utilizadas y estilos de interacción en
diferentes casos; (5) Asuntos culturales, contexto ambiental en el cual las personas se desarrolla, viven y
experimentan estrés.

También, en el capítulo referente a las bases bíblicas y a los aspectos teológicos, se espera un
entendimiento esencial del espíritu de las Escrituras y de la aplicación adecuada de las mismas en procesos
terapéutico. Las comunidades cristianas tiene a su disposición personas que son dotadas de dones (Romanos
12:8, paraklesis) El paracleto por excelencia es el Espíritu Santo, como alguien llamado al lado de uno para ayudar
en todo tiempo. El aconsejar es simplemente una parte vital del cuerpo de Cristo, la Iglesia, un complemento de
las actividades y funciones de componentes del grupo que buscan la expresión de la salud de Dios.

Habrá momentos en la vida de la persona que aconseja en que cansancio, el agotamiento, el estrés de
su vida privada y relacional, el agotamiento, el estrés de su vida privada y relacional, o su interacción diaria harán
que sus deseos, ganas de trabajar y sus motivaciones no son necesariamente tan ideales como quisiera. Tales
momentos necesitan ser encuadrados dentro de un marco de referencia mayor, básico y asentado con
estabilidad, sin necesariamente desmerecer o desvirtuar sus actuaciones, “a pesar de cómo se siente”. Habrá
momentos en los cuales la actuación en el proceso terapéutico se deberá a la gracia y misericordias divinas que
emplean elementos humanos precarios para hacer la voluntad de Dios, a pesar de la flaqueza o de la fragilidad
humana en el arte de aconsejar.

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Tema 4: Aplicación práctica como consejero. “Mediando Conflictos”

Las tareas de cuidado pastoral y suministración de consejos muy a menudo requieren la intervención
mediadora entre personas que experimentan conflictos, tal es el caso del Matrimonio formado por la Sra. Lorena
Torres Ordoñez y el Sr. José Ma. Marín Zamudio, por problemas conyugales generados por el alcoholismo crítico
del Sr. José Ma.

La naturaleza y causa del conflicto: en una precesión que se tuvo con la Sra. Lorena se pudo detectar los
siguientes antecedentes:

1. Ambos fueron drogadictos y alcohólicos, conocieron del Señor Jesucristo, le entregaron su vida,
dejaron las adiciones, asistían a una congregación y fueron bautizados.

2. Ambos provienen de matrimonios disfuncionales que terminaron en divorcio, y llegan a nuevo


matrimonio con hijos del primer estado.

3. El vuelve a caer en las adicciones y aunque acude a un centro de AA, y ha sido internado en el anexo,
su dependencia se agravado.

4. Ella manifiesta que él, ya tiene más de un año de no asistir a la congregación, y a raíz de esto los
problemas interpersonales han crecido, hasta el punto de vivir por separado, afectando también sus
relación con los hijos de ambos

Lo primero que hemos realizado para dar consejo fue hacer un cita con Señor José, para ponernos a sus
órdenes, cabe resaltar que él no la solicito, sino fue a petición de ella, pero si la aceptó, de tal forma que se
procedió a crear vínculos fraternales, comprensivos, y entendimiento de la crisis, es necesario mencionar que él
estuvo muy participativo, comunicador y se aprovechó la oportunidad para tratar primero con el tema de su
relación con Dios, su alejamiento.

Definimos su identidad en Cristo, como Dios lo ve a él, las consecuencias de sus actos, la creación, la
caída, la redención y el propósito de Dios para su vida.

El asegura que intentará regresar a Cristo, a la congregación, y en futuras sesiones empezaremos


terapéuticamente a proporcionarle el aconsejamiento que le permita reconocer su problema, sus consecuencias,
su restauración y su crecimiento espiritual y madurez emocional.

Dentro de las sesiones también se tratara de ver el problema interpersonal que tiene con su familia, y se
dará guía y soporte espiritual, para que sus relaciones entre en una etapa de reconciliación, restauración, y
madurez relacional.

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