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Investigación educativa

Doctorado en Educación

Jorge Hugo Gómez Cuartas


Adco17415/71742153

La investigación educativa desde una


perspectiva mixta
Unidad 1 /Paradigmas actuales en investigación
educativa y métodos mixtos

DRA. PATRICIA LANGFORD DE LA ROSA


Marzo de 2019
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Introducción

Con el libro “La estructura de las Revoluciones Científicas” escrito por Tomas Khun,
publicado en 1962, los aspectos sobre paradigma se han posicionado de gran manera,
al punto de ser tan significativo que han repercutido en el mundo de las investigaciones
sociales. Esta noción de paradigma abordada por Khun como lo que refleja una
perspectiva real, básica y objetiva básica del objeto de una ciencia, determina lo que
hay que investigar, las preguntas básicas a plantear, es decir, el problema que se debe
escudriñar y las posibles reglas a seguir en un intento de interpretar y analizar las
réplicas que se obtienen; Khun consideró los paradigmas como elaboraciones
científicas generales registradas que, por algún tiempo, proveen lineamientos para
solucionar problemas de investigación dentro de los procesos de una comunidad
científica (Kuhn, 1986).

Cuando entra en vigor el concepto de paradigma, es el momento preciso donde se


comienza a diferenciar las comunidades científicas. Esto gracias a que, según las
líneas ontológicas, axiológicas, metodológicas y epistemológicas, una comunidad de
académicos rigurosos escoge el paradigma más pertinente para el caso u objeto de
investigación. Es de recordar que, un círculo de investigación científica colabora según
consensos teóricos y metodológicos considerados fidedignos, así como los juicios para
encausar el vigor de los procedimientos sugeridos (González, 2013).

Entonces un paradigma es lo compartido por los integrantes de una comunidad


académica de científicos; y esta radica en unos científicos que cooperan en torno a un
paradigma» (Khun, 1986). Un paradigma viene a ser una múltivisión del mundo
debatida y estudiada objetivamente por una comunidad rigurosa; no es más que un
molde para identificar las realidades, interpretarlas y así poder darle solución a las
problemáticas que el entorno va creando.

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Trataremos, con este trabajo, de describir la importancia de los paradigmas y el por qué
el sujeto que quiere conocer debe escoger de forma pertinente el paradigma, siempre
fundado en los pilares ontológicos, axiológicos, metodológicos y epistémicos.

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¿Por qué es importante que el investigador defina claramente el o los paradigmas
de su estudio?

Al encuadrar todo lo referente a una fundamentación de un enfoque de investigación,


nos toparemos de forma segura con el término más usado y descrito por los
investigadores y en general comunidad de científicos, el cual es paradigma. Sin
embargo, se esgrimen otras alternativas terminológicas, tales como modelo, enfoque o
programa de investigación. Todos estos sinónimos ayudan a el enriquecimiento del
enfoque que se le quiera dar o encuadre determinado a un estudio investigativo.
(Lorenzo, 2006).

La palabra paradigma fue utilizada por Gage (como se citó en SHULMAN, 1989) para
referirse a los modelos como maneras de pensar o pautas para la investigación que
pueden conducir al desarrollo de la teoría. Sin embargo, la acuñación del termino
paradigma se le atribuye a Kuhn (1970), quien en el libro «estructura de las
revoluciones científicas» enuncia que un paradigma es una responsabilidad implícita,
no enunciada ni divulgada, de una agrupación de investigadores con ciertos criterios
científicos. Así mismo, Kuhn afirma que en una ciencia con cierto grado de experiencia
sólo puede prevalecer un paradigma a la vez, comunicándolo esa camada de
científicos, y se utiliza para establecer las maneras correctas de enunciar las preguntas
básicas que se precisan como las labores de indagación en la ciencia que se hace con
rigurosidad académica.

La perspicacia y el reconocimiento de los paradigmas en investigación ayuda al


investigador a ubicarse y saber de buena tinta los modelos metodológicos en los cuales
se puede reprogramar y encuadrar un estudio práctico. Desde una investigación es
inevitable percibir los fenómenos que se van desplegando para desligar alternativas que
lleven de forma permanente a un mejoramiento pertinente encausado en un marco de
profesionales académicos, tanto investigadores como estudiantes que dilucidan juicios
cercanos sobre los esbozos por los que se opte en una investigación. Es un hecho que
la realidad envuelve un sumario metodológico que es menester conocer. La
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investigación de una realidad social debe ser una diligencia sistemática y proyectada,
cuyo designio tiene que consistir en surtir indagación para la toma de fallos con el ideal
de mejorar o transfigurar la realidad, proporcionando los caudales para llevarla a cabo.
En este termino de ideas sobre la importancia de identificar los paradigmas, Pérez
(1994) nos da a conocer sobre la locución paradigma, que no debe existir
contradicciones a la hora de mediar entre los más adecuados para llevar a cabo un
proceso académico de investigación. para que coexista el asentimiento, se debe tener
claro que un paradigma es entendido como un ligado de afirmaciones y cualidades, que
admiten tener una posición del mundo y que puede ser simultánea y aceptada por una
comunidad de científicos que concuerdan en metodologías definitivas. Un paradigma,
por eso, debe señalar, reorientar o redireccionar un proceso investigativo.

¿Por qué es fundamental reconocer la especificidad de los niveles del análisis -


ontológico, epistemológico, metodológico o axiológico- y entender los criterios
de cada uno?

Hablar de conciencia es abstracto para algunos, mientras que para otros podría ser
concreto y objetivo. Igual pasa en la ciencia y los paradigmas, de ahí que un intento
de hacer una ontología de la conciencia sea una misión ardua, o una ontología en la
investigación. Fullat (1992) considera la conciencia como algo inconvertible,
irrefutable, indispensable. Idea esta que se torna interesante en cuanto da
protagonismo al hombre, el hombre es la conciencia misma, sólo hay una existencia
cuando hay conciencia, cuando se entra en reflexión sobre lo natural para
transformarlo. El ser observa lo natural, entra en conciencia y percibe los paisajes
transformados a lo cultural. La cultura es naturalismo hecho en conciencia. Sin
embargo, no faltará quien, como Nietzsche, han desvalorizado la conciencia
describiéndola como la más tardía y frágil evolución de la vida. Pero a pesar de este
fatalismo la conciencia está ahí, naturaleza – encéfalo, cultura – habla (Fullat, 1992).
De esta manera los paradigmas, desde los términos de una ontología, son conciencia
que no se puede desprender de todo proceso investigativo ligado a un paradigma.

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En el trato con los paradigmas para la investigación, entra como fundamental el
componente axiológico como determinante en la conciencia libre del investigador.
Escoger un paradigma, desde un axiologismo, es una tarea propia del investigador.
Sólo el investigador desde su reflexión puede dar cuenta y escoger el modelo
paradigmático acorde con los valores, la moral y la ética personal (Quintana, 2009).
No se puede hacer un ejercicio académico riguroso sin partir de unos pilares éticos
fuertes y profundos. Todo ser se ha construido y deconstruido dentro de un marco
social que lo a determinado con una axiología o axiologismos sociales que han
hecho la estructura fundamental de dicho ser. En este sentido, Quintana (2009),
expuso

Nuestro «axiologismo», por lo que decíamos, tiene una base


antropológica: ve la capacidad cognoscente del hombre como
correspondiente a su ser natural y existencial: si conoce para vivir,
es viviendo como conoce. Sus opciones existenciales básicas,
cuando son razonables, constituyen para él la verdad (p. 107).

Los paradigmas, teniendo presentes las anteriores acotaciones, son puros axiologismos
fruto de la natural conciencia del ser que se desarrolla viviendo y sintiendo.

Desde otro punto de vista, Guba (1990) plante una pregunta para el plano
metodológico en investigación: ¿cómo debe el investigador alcanzar el conocimiento?
Podríamos tal vez trasplantar y modificar un poco esta pregunta para el marco de los
paradigmas en investigación; ¿cómo debe el investigador escoger el paradigma más
adecuado desde los aspectos ontológicos, axiológicos y epistemológicos? Desde una
escogencia de paradigma positivista el investigador propondría preguntas, hipótesis
anticipados, procesos empíricos manipulados y controlados. Desde el pospositivista
una postura de criticidad y discrepancias, así como una fuerte reflexión desde las
comunidades de científicos. Desde el paradigma de la teoría crítica cabría una
conciencia dialógica transformista y participativa. Y por último desde el paradigma

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constructivista una hermenéutica y dialéctica de construcciones individuales relativa
(Flores, 2004).

Cuando se habla de una epistemología en la investigación y específicamente en la


escogencia de paradigma, debe haber una relación fuerte y fundamentada en el como
lo conocible es posible para el sujeto investigador. Según Bautista (2011)

Cuando se adelantan investigaciones sociales, el primer paso del


investigador es definir la perspectiva epistemológica desde la cual
realizará su indagación. En investigación social se suelen
distinguir algunas posturas epistemológicas básicas, tales como el
Objetivismo, el Subjetivismo y el Constructivismo, entre otras, que
direccionan la investigación y guían el tipo de instrumentos y
técnicas a utilizar (p. 28).

Es acá como entre el objetivismo a definir esta relación epistemológica entre lo


conocible y el sujeto que conoce el objeto. Escoger paradigma de forma objetiva
amerita un repensar epistemológico por parte del investigador. Con cual paradigma
cuadra o enfoca mejor lo que se quiere observar, analizar, interpretar, describir entre
otras.

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Mapa conceptual sobre los paradigmas actuales en investigación educativa

Figura 1. Paradigmas en investigación educativa

Fuente: autoría propia.

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Conclusiones

Según Ramos (2015), existe una tendencia que intenta cohesionar los dos enfoques en
investigación, el cualitativo y cuantitativo.

Sin embargo, existe una importante tendencia investigativa que


busca la integración de los dos enfoques de investigación, en
donde se anhela una conciliación a estas posturas dicotómicas
mediante la utilización de los multi métodos o el enfoque de
investigación mixto (p. 17).

Hoy muchos investigadores se están acogiendo al enfoque mixto, hilando en un solo


proceso los enfoques cualitativo y cuantitativo. Se puede entonces comprender esto
como el intento de hacer un proceso investigativo más valido, más riguroso, más
complementado. Es posible la conjunción de estos dos enfoques en uno solo, siempre y
cuando se tengan presente las líneas ontológicas, axiológicas, metodológicas y
epistemológicas que los unan en un enfoque mixto.

En apariencia coexisten puntos de vista entre lo cualitativo y lo cuantitativo que para


varios autores llegan a ser incompatibles. Pero a pesar de todo, se exhibe con impulso
una tendencia que considera a los métodos cuantitativos y cualitativos compatibles y
complementarios, existiendo la posibilidad de llegar a una síntesis mancomunada entre
ambos enfoques (Bisquerra, 1989).

Al fin y al cabo, las disconformidades que existen son más bien de representación
teórica que práctica u operativo. En la actualidad en el compromiso de campo, los
científicos tienden a la conjunción y adicionamiento de métodos, instrumentos y
técnicas en su calado investigativo, sin ser un prejuicio la afiliación cualitativa o
cuantitativa como paradigmas a seguir (Armas, Martínez y Luis, 2009).

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Referencias

Armas, R., Martínez, V. y Luis, F. (2009). Dos formas de orientar la investigación en la


educación de postgrado: Lo cuantitativo y lo cualitativo. revista pedagogía
universitaria, 15(5),13-28. Recuperado de https://ebookcentral.proquest.com
Bautista, C. (2011). Proceso de la investigación cualitativa: Epistemología, metodología
y aplicaciones. Bogotá, Colombia: El manual moderno.
Bisquerra, R. (1989). Métodos de Investigación Educativa. Barcelona, España: Guía
Ediciones CEAC.
Flores, M. (2004). Implicaciones de los paradigmas de investigación en la práctica
educativa. Revista Digital Universitaria, 5(1), 2-9.
Fullat, O. (1992). Filosofías de la educación: paideia. Barcelona, España: Grupo
Planeta (GBS).
González, M. (2009). Los paradigmas de investigación en las ciencias sociales. islas,
45(138), 125-135; octubre-diciembre, 2003. Recuperado de
https://ebookcentral.proquest.com
González, M. (Octubre de 2013). Los paradigmas de investigación en las Ciencias
Sociales. Revista de la universidad central “Martha Abréu de Las Villas”, 45
(138), 125-135.
Guba, E. (1990). The alternative paradigm dialog. En E.G. Guba (Ed) The paradigm
dialog. Newbury Park. Sage.
Kuhn, T. (1986). La estructura de las revoluciones científicas. México D.C, México:
Fondo de cultura económica.
Lorenzo, C. (2006). Contribución sobre los paradigmas de investigación. Educação,
31(1), 11-22.
Pérez, S. (1999). Investigación cualitativa: retos e interrogantes. I. Métodos. Madrid,
españa: Muralla.

Quintana, C. (2009). La axiología como fundamentación de la filosofía. Recuperado de


https://ebookcentral.proquest.com

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Ramos, C. (2015). Los paradigmas de la investigación científica. Avances en psicología,
23(1), 9-17. Recuperado en
http://revistas.unife.edu.pe/index.php/avancesenpsicologia/article/view/167/159

SHULMAN, L (1989). Paradigmas y programas de investigación en el estudio de


enseñanza: una perspectiva contemporánea. In: Wittrock, M.C. (Coord.) La
investigación de la enseñanza, p. 9-91.

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