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EDIFICACIONES
RESUMEN
ABSTRACT
1. INTRODUCCIÓN
Debido a las grandes ventajas que presenta esta metodología frente a la convencional y
a la necesidad inminente de difundir el conocimiento en el medio colombiano, se
considera de gran importancia realizar una revisión de los conceptos básicos de
funcionamiento de estas técnicas, de los dispositivos disponibles comercialmente en el
mundo y de los métodos de diseño.
2. MODELO MATEMÁTICO
Donde:
m representa la fuerza inercial de la masa de la edificación.
c es el amortiguamiento inherente del sistema.
kx es la fuerza elástica del sistema.
Housner [10] propone utilizar el concepto de energía como herramienta para determinar
el comportamiento y la respuesta de una estructura ante cargas dinámicas. Debido a
que la ecuación de equilibrio dinámico está planteada en términos de fuerzas, éstas se
multiplican por el desplazamiento dx, expresado como dt, que es una función de la
velocidad, para encontrar el trabajo realizado. Al integrar la ecuación resultante
respecto al tiempo de aplicación de la carga (sismo, viento u otras) se obtiene la
ecuación de balance de energía desarrollado en el sistema estructural:
Donde:
Donde Esp es la energía disipada por efectos histeréticos de deformación plástica y daño
de los elementos estructurales, y el término Ess es la energía de deformación elástica no
disipada (figura 2).
Las técnicas de control de respuesta sísmica, tanto las convencionales como las
novedosas, tienen como objetivo aumentar la participación de los términos ESp, energía
disipada por histéresis propia de la estructura, y Ep, energía disipada por dispositivos
adicionales, al lado izquierdo de la ecuación (12). Debido al balance de energía, en la
medida en que se aumente el término Ep, la disipación de energía por histéresis de la
estructura disminuye y la participación de los componentes estructurales es menor, el
nivel de daño en la estructura se reduce y se concentra en los dispositivos adicionales,
que son elementos totalmente identificados y fáciles de reemplazar.
Las técnicas de control de respuesta sísmica se pueden clasificar según la forma como
el sistema maneja la energía impuesta por el sismo, su absorción y disipación [8, 14].
Se conocen como sistemas de disipación de energía aquellos que aportan al
término Ep en el balance de energía y se conocen como sistemas aisladores los que se
enfocan a disminuir la energía de entrada al sistema estructural, término EI.
Ante estas diferencias, en la ISO 3010 International Standard "Basis for design of
structures - Seismic action on structures" se plantea una clasificación que pretende ser
internacional, que consiste en tres sistemas de control de respuesta sísmica: control
pasivo, control activo e híbrido y control semiactivo [9] (tabla 1).
Tabla 1
4.1 Sistemas de aislamiento sísmico
El trabajo de esta combinación de los aisladores como elementos flexibles que trabajan
en el rango elástico y los amortiguadores como elementos rígidos con comportamiento
elasto-plástico hace que la energía sísmica se atenúe, de forma parcial, antes de ser
transmitida a la superestructura, término EI a la derecha de la ecuación (12), haciendo
que la energía total para balancear por amortiguamiento propio del sistema, energía
elástica y energía cinética sea menor [8].
En el caso de los aisladores flexibles, la reducción de energía ocurre por el aumento del
período de vibración de la estructura, alejándolo del período de vibración natural del
suelo. Por otro lado, los aisladores de fricción reducen la energía por medio del
deslizamiento entre el edificio y la cimentación [12]. Para edificios con períodos largos
de vibración el uso de aisladores no es muy recomendado, ya que su presencia no
implicaría un cambio drástico en las fuerzas de entrada a la superestructura.
Los aisladores flexibles y los apoyos por fricción funcionan también como sistema de
transmisión de cargas verticales a la fundación, por lo tanto, se debe controlar su
rigidez y resistencia vertical para evitar el colapso del edificio.
Los aisladores de elastómeros y los de caucho natural (figura 4) están compuestos por
una serie de láminas de elastómeros o de caucho adheridas entre sí, intercaladas o no
con láminas metálicas, con el fin de proveer capacidad para soportar cargas verticales y
confinar el núcleo que, por lo general, es de plomo. Las principales características que
debe cumplir este tipo de aisladores son la alta rigidez vertical, la flexibilidad horizontal,
la rigidez torsional, la durabilidad, la resistencia a cambios de temperatura y la
resistencia a fuerzas cortantes, propiedades que deben ser comprobadas en laboratorio
antes de ser utilizados en un edificio. En [9] se encuentran ecuaciones con las cuales se
pueden determinar estas características en función del tipo de material, forma del
aislador y otros.
En cuanto a los aisladores de fricción se cuenta con los apoyos deslizantes y los apoyos
basculantes tipo péndulo de fricción (figura 5). En los apoyos deslizantes las columnas
descansan sobre elementos de deslizamiento de teflón o acero inoxidable y se genera
amortiguamiento por fricción. Los apoyos basculantes consisten en una base cóncava
sobre la que se colocan un patín esférico articulado y una platina de cubierta. La base
cóncava tiene la función de restaurar la posición original del sistema, mientras que las
superficies deslizantes, esferas, disipan energía por fricción. El movimiento que se
produce en el dispositivo durante la acción de un sismo es similar al movimiento de un
péndulo.
Los tipos de amortiguadores más utilizados como complemento a los sistemas de
aislamiento son los amortiguadores metálicos (figura 6).
4.2 Sistemas de efecto de masa
La técnica de efecto de masa consiste en adicionar una masa al edificio para que vibre
con la misma frecuencia natural de vibración de la estructura. "Si la frecuencia del
absorbedor adherido a la estructura coincide con la frecuencia de excitación, entonces la
masa del sistema principal permanece quieta, y el absorbedor genera en todo instante
sobre la estructura fuerzas iguales y contrarias a la excitación" (Frahm, 1909).
Los disipadores viscoelásticos no sólo se han utilizado contra los sismos, sino también
para el control de vibraciones inducidas por viento. Los materiales viscoelásticos son
generalmente polímeros que, al ser deformados por cortante, ofrecen capacidad de
disipación de energía. La figura 12 muestra el esquema típico de estos dispositivos en
los que la disipación tiene lugar cuando existe desplazamiento relativo entre las placas
de acero externas y el material viscoelástico interno. En el diseño se deben tomar las
previsiones necesarias contra los cambios fuertes de temperatura, deformaciones
excesivas y frecuencia de vibración, ya que pueden modificar el comportamiento del
dispositivo.
Los disipadores de fluidos viscosos se basan en la respuesta elástica de un líquido
viscoso. Uno de los amortiguadores viscosos de mayor uso es el dispositivo compuesto
por un pistón inmerso en un fluido viscoelástico. Al generarse un desplazamiento
interno del pistón, el fluido es forzado a pasar por un grupo de pequeños orificios, lo
que da como resultado disipación de energía. Este dispositivo es muy eficiente, puesto
que cubre un amplio rango de frecuencias, así que sirve para un mayor rango de
sismos. La figura 13 muestra el esquema general de un disipador tipo viscoso.
Figura 13
Los disipadores de fricción trabajan por la fricción generada entre dos miembros
mientras uno desliza contra el otro, disipando la energía sísmica por calor. El diseñador
debe conocer el nivel de fuerza exacto en que se rompe la estática y comienza el
deslizamiento entre las dos placas, tanto para sismos pequeños como para grandes.
En los sistemas de control activo (figura 14), se utilizan dispositivos que responden
según las solicitaciones impuestas por el sismo, activándose por medio de una fuente
externa de energía. Entre los dispositivos utilizados en esta técnica se cuenta con
sistemas de efecto de masa y sistemas de control pasivo de disipación de energía.
5. INFLUENCIA DE LOS DISPOSITIVOS DE CONTROL PASIVO
EN UNA ESTRUCTURA
Oviedo y Kitamura (2005) muestran la influencia del uso de las riostras metálicas como
disipadores en un modelo analítico inelástico correspondiente a una edificación de
pórticos de hormigón armado, diseñada y construida en Colombia (figura 15).
Para este estudio se consideraron las riostras como parte integral de la estructura, por
lo tanto su participación en la ecuación (3) de energía está dada dentro del término ES,
el cual a su vez contiene los términos ESs, energía elástica del sistema, y ESp, energía
disipada por efectos histeréticos de deformación plástica y daño de los elementos
estructurales y, en este caso, de las riostras como parte de la estructura.
En las figuras 16 y 17 se grafica la energía total del sistema como una suma de
energías en función del tiempo de respuesta del edificio.
Figura 16
Figura 17
En este modelo son evidentes las ventajas del uso de los dispositivos disipadores de
energía en edificaciones. Algunas de ellas son: reducción de la demanda sísmica en la
estructura principal, concentración del daño en puntos y elementos identificados y
fáciles de sustituir después de un evento sísmico significativo y, en algunos casos,
aumento de la rigidez de la edificación, lo que trae consigo la protección a los elementos
no estructurales como muros y acabados.
6. MODELOS ANALÍTICOS
El concepto moderno de diseño dice que "para que una estructura esté bien diseñada,
debe tener un número limitado de miembros que requieren ductilidad y el mecanismo
de falla debe estar claramente definido" (Wilson, 2000).
De acuerdo con esto, para el diseño de edificaciones que utilicen sistemas de control de
respuesta sísmica no convencionales debe contarse con un modelo de análisis que tenga
en cuenta la respuesta dinámica inelástica, con el tiempo, del sistema estructural,
compuesto por disipadores y estructura; de esta manera el mecanismo de falla queda
claramente definido.
Se debe tener control sobre el momento en que empiezan a actuar los dispositivos, ya
sea que estos trabajen en forma proporcional a la velocidad o al desplazamiento de la
estructura, y la forma en que va respondiendo la edificación a lo largo del sismo.
Otro método que se puede utilizar es el método del incremento de carga (push over),
en el cual se lleva a cabo un análisis estático de la estructura para cada incremento de
carga o desplazamiento. En cada iteración se detectan los puntos que entran en fluencia
y se modifican sus propiedades para la siguiente iteración.
Algunas de las ventajas estructurales del uso de estos dispositivos son: reducción de
fuerzas cortantes, aceleraciones y derivas en cada nivel, y reducción de daños en
elementos estructurales y no estructurales. Además de estas ventajas mecánicas se
cuenta con los beneficios arquitectónicos: espacios más grandes y limpios,
implementación y uso de nuevos materiales para elementos no estructurales, confort y
seguridad a los usuarios.
8. CONCLUSIONES