Вы находитесь на странице: 1из 3

Entonces, ¿ninguno de los niños y las niñas que participan en

DALE! tiene dificultades de aprendizaje?

Para responder a esta pregunta debemos presentar, primero, los Modelos de


Respuesta a la Intervención. Estos modelos se vienen desarrollando desde hace una
década. ¿Cómo surgieron?

Tradicionalmente, cuando un niño o una niña no adquirían conocimientos “esperables


para su edad” se pensaba que debían tener algún tipo de dificultad de aprendizaje. Se
les tomaban tests y se trataba de confirmar si daban como resultado la presencia de
algún déficit.

Pero numerosas investigaciones mostraron, como planteó Clay 1 hace muchos años,
que la inadecuación de las oportunidades de aprendizaje puede dar como resultado
un bajo nivel de conocimientos que se puede confundir con una dificultad de
aprendizaje, pero que en realidad es una dificultad de enseñanza.

En base a esta idea, se desarrollaron los modelos de Respuesta a la Intervención, que


plantean que antes de decidir si un niño o una niña tienen dificultades de aprendizaje
es necesario garantizarles buenas oportunidades educativas. Por lo general, se
plantea que estas oportunidades educativas deben ser programas que hayan sido
desarrollados en base a los conocimientos científicos más probados que proporcionan
la psicolingüística y la didáctica y que se implementen en pequeños grupos o de
manera individual.

Si los niños y las niñas responden bien a estas propuestas educativas, es decir, si
aprenden, es evidente que las dificultades que venía experimentando se habían
originado en la inadecuación de la enseñanza.

Solamente aquellos niños cuyas dificultades persisten a pesar de participar de una


buena propuesta pedagógica (es decir, de una propuesta en la que la mayor parte de
los otros niños y niñas sí aprenden) pueden ser considerados niños y niñas con
dificultades de aprendizaje.

1
Clay, M. M. (1985). The early detection of reading difficulties (3rd ed.) Auckland, New Zealand:
Heinemann.

1
Modelo tradicional

Presunción de
Niño o niña que no dificultad de Derivación para
aprende aprendizaje diagnóstico

Modelo de Respuesta a la intervención

Suspensión de la
Buena Respuesta a la intervención.
Intervención Nivelación con su
Participación en grupo
Niño o niña que no
propuesta educativa
aprende
sistemática Derivación para
Baja respuesta a la diagnóstico y
intervención permanencia en
propuesta sistmá

Ahora bien, ¿qué queremos decir con “inadecuación de la enseñanza”?

No todos los niños y las niñas necesitan el mismo nivel de sistematicidad de la


enseñanza para aprender. No queremos decir con esto, como a veces se piensa, que
cada niño aprende a su manera y entonces los docentes tienen que ofrecer múltiples
propuestas, derivadas de distintas líneas teóricas.

Más bien pensamos en términos de sistematicidad, de intensidad de la intervención


pedagógica. Muchos niños y niñas aprenden a leer y a escribir con lo que parece una
intervención mínima de sus docentes. Con darles algunas oportunidades para leer y
escribir en contexto, parece suficiente. ¿Por qué decimos que parece suficiente y no
que es suficiente?

Porque, en realidad, no se trata de que esos niños y niñas no necesiten un apoyo


intensivo. Se trata de que lo vienen teniendo desde que nacieron. Quienes han crecido
en hogares llenos de libros, llenos de escritura con múltiples funciones, vienen
recorriendo el camino de la alfabetización desde la cuna. Evidentemente, para cuando
llegan a primer grado, no necesitan más que un empujoncito para dominar el sistema
de escritura (e incluso, a veces, ya lo dominan al entrar).

En cambio, otros niños y niñas han tenido menos experiencias, o experiencias


diferentes con la lectura y la escritura en sus casas y comunidades. En consecuencia,

2
necesitan que la escuela les ofrezca situaciones de enseñanza ajustadas a sus
experiencias previas. Si esto no sucede, el aprendizaje se obstaculiza. Si la situación
persiste, pueden pasar años sin que los niños y niñas aprendan. Pero, en cuanto se les
proporciona una oportunidad adecuada, aprenden.

Ahora bien, si a pesar de ofrecerles situaciones apropiadas, algunos niños y niñas


continúan sin aprender, podemos pensar que realmente tienen dificultades. Esto,
obviamente, ¡no implica dejar de enseñarles! Todo lo contrario. Especialmente porque
muchos de estos niños y niñas solamente cuentan con la escuela para aprender. Pero
sí implica saber que el proceso será más trabajoso y que los tiempos serán más largos.

La Propuesta DALE! en el marco de los Modelos de Respuesta a


la Intervención

Creamos la Propuesta DALE! con la idea de ofrecer a las escuelas y a las instituciones
educativas comunitarias una serie de materiales y estrategias para trabajar con los
niños y las niñas que necesitan un apoyo sistemático, intensivo y bien organizado.

Y hemos encontrado que el 80% de los niños y niñas que participan presentan un buen
nivel de Respuesta a la Intervención. Es decir, aproximadamente el 80% de los/las
alumnos/as que no aprenden a leer y escribir al ritmo de sus pares no son niños y
niñas con dificultades de aprendizaje. Son niños y niñas vulnerables que no hemos
sabido proteger.

Вам также может понравиться