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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN DE AREQUIPA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA, RELACIONES INDUSTRIALES Y CIENCIAS


DE LA COMUNICACIÓN

ESCUELA PROFESIONAL DE RELACIONES INDUSTRIALES

CURSO: GESTIÓN FINANCIERA

TEMA: MODELO PREDICTIVO ZETA SCORING

DOCENTE: DR. ANGEL ANCORI VILLEGAS

PRESENTADA POR LOS ESTUDIANTES DEL 3“B”


INTEGRANTES:

- Calderón Valdivia Katherine


- Calsin Carcausto Benedik Miguel
- Huayhua Ccahua Elizabeth

AREQUIPA – PERÚ
2019
ÍNDICE

INTRODUCCION…………………………………………………………….…….….1

DEFINICION DE INSOLVENCIA……………………………………….…......……2

SITUACIÓN DE INSOLVENCIA EN LA ACTUALIDAD………….…..………….3

INDICADORES DE INSOLVENCIA………...………………………..………..…...3

Indicadores relativos a la dirección……………………………….…..…..3

Indicadores relativos a la actividad comercial…………………………...4

Indicadores contables…………………………….……………….................5

ETAPAS DE LA DECADENCIA DE LA EMPRESA……………………………….6

MODELO PREDICTIVO………………………………………………………………7
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL MODELO…………………………………...11
AREAS ESPECIALES………………………………………………………………....11

POLÍTICA FINANCIERA A SEGUIR ANTE UNA SITUACION DE POSIBLE


INSOLVENCI…………………………………………………………………………..13

CONCLUSIONES…………………………………………………………………….18

APORTES……………………………………………………………………………..19

MAPACONCEPTUAL……………………………………………………………….23

BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………...24

GLOSARIO…………………………………………………………………………..24

CASO
PRACTICO……………………………………………………………………………25
INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo se dará a conocer el Método Predictivo Zeta Scoring, el cual nos
sirve para tener un conocimiento previo de la posibilidad de quiebra de la empresa. Una
de las principales preocupaciones de un inversor es la de evitar invertir en empresas que
puedan acabar en quiebra, lo que puede hacer que perdamos gran parte o la totalidad del
dinero invertido.

Para evaluar la vulnerabilidad financiera del plan, existe un modelo adoptado en las
prácticas predictivas definido como Zeta Scoring. Aplicado este modelo se tendrá la
posibilidad de obtener puntaje sobre la bondad financiera del plan. Independientemente
del hecho de que el indicador zeta sea empleado o no por el banco o entidad financiera a
la cual se le presenta el plan, se tiene la ocasión de probar los resultados de nuestros
cálculos.

Una forma sencilla para conocer el riesgo y evitar tener pérdidas excesivas de dinero es
analizar la fortaleza financiera de una empresa; la utilización de una fórmula
econométrica, la Altman Z-score. En este trabajo veremos la fórmula de la Altman Z-
score, cómo utilizarla y su precisión a la hora de predecir quiebras de empresas.

Al considerar este método nos ayudará a tomar decisiones tácticas o estratégicas, de la


mejor manera posible, en beneficio de la propia institución, directivos, accionistas,
trabajadores y colectividad en general.

El método predictivo de Zeta Scoring calcula el valor promedio de cada índice de la


muestra que tiene la empresa. Al obtener el valor promedio se sustituye en la función
discriminante para obtener el valor de Z.

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MODELO PREDICTIVO ZETA SCORING

DEFINICIÓN DE INSOLVENCIA

Significa incapacidad de pago de la deuda y carencia de medios para pagarla. Una


definición apropiada es: “decir que un negocio cae en la insolvencia es decir que no
cuenta con una cantidad suficiente de efectivo para satisfacer los pagos programados de
intereses y de capital, es decir, la empresa no puede servir su deuda” (Besley &
Brigham, 2001). Como consecuencia, la empresa debe decidir entre liquidarse o
reestructurarse si desea continuar. La insolvencia se puede considerar de dos maneras:
por capital y por flujos de efectivo. La insolvencia basada en capital ocurre cuando la
empresa tiene un valor neto negativo.

Según comenta Alfredo Ferrero Diez Canseco

«Existe una situación concursa! cuando un deudor se revela imposibilitado de pagar


a la pluralidad de sus acreedores, lo que exige establecer normas especiales para la
protección de todos los intereses en presencia».

Originalmente en nuestro país, cuando una persona afrontaba una situación de crisis
patrimonial se le sometía a un proceso judicial de quiebra (primer mecanismo de
carácter concursal vigente en la legislación peruana), el cual se orientaba
necesariamente a la liquidación de su patrimonio.

Pedro Flores Polo, refiere que, dentro de ese contexto, la quiebra «insurge como una
institución que persigue dos finalidades jurídicas perfectamente definidas: 1) el pago a
todos los acreedores del quebrado (…)» y «2) (...) la sanción o represión penal de la
culpa o dolo (fraude) del deudor en sus relaciones con los acreedores».

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Según Apaza

SITUACIÓN DE INSOLVENCIA EN LA ACTUALIDAD

Cada vez que una empresa se declara en suspensión de pagos o en quiebra, se


produce invariabilidad una reacción de perplejidad entre las distintas partes
involucradas.

El nombramiento de un liquidador o de un síndico suele hacer suponer a las personas


poco informadas que la empresa ha sufrido un colapso irreversible, consecuencia de un
desastre único e imposible de prever tanto por parte del gerente como por parte de los
proveedores más importantes. Desgraciadamente muy pocas veces suceden así las
cosas.

Por otra parte, muy pocas veces es el resultado de un desastre único: normalmente,
suele ser consecuencia de una serie de defectos que aquejan a la empresa y que
contribuyen un fracaso.

No hay duda de que es posible evaluar las probabilidades de insolvencia que tiene
una empresa, comparando el número de insolvencias registradas con el número total de
empresas existentes, pero este dato tiene un significado muy escaso, y muy calculado a
nivel de todo un sector económico, ni sirve de mucho a la hora de estimar la posibilidad
de una liquidación futura.

INDICADORES DE INSOLVENCIA

a) Indicadores relativos a la dirección


A veces se oye que todas las insolvencias son consecuencia de una mala
dirección. Aunque se presenten fenómenos imprevistos, se supone que la
dirección tenía que haber estado alerta, para evitar los riesgos del proyecto que ha
llevado a la empresa al estado actual.
Partiendo del supuesto de que la alta dirección es o debe ser responsable de
todo lo que ocurre a la empresa conviene analizar, el primer lugar, cual es la
composición del consejo de administración y de qué manera están estructuradas
sus funciones.

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Ante todo hay que cuestionar el “equilibrio”. A primera vista, la falta de
equilibrio en la alta dirección como aspecto negativo para la empresa, parece
difícil detectar. Cuando se realiza un examen retrospectivo, una vez llegada a la
suspensión de pagos o quiebra, se observa que uno de los factores que estuvo
presente en los casos de insolvencia ha sido la falta de equilibrio en el equipo
directivo. En segundo lugar, analizar las funciones del consejo de administración:
al presidente del consejo y además presidente ejecutivo, se suele considerar como
un auténtico líder y conductor del equipo de hombres que está a su servicio.
Además, el concejo que no tenga bajo su control la maquinaria de la dirección
intermedia, no será capaz de conseguir el cumplimiento y la implantación
adecuados de todas sus decisiones.

b) Indicadores relativos a la actividad comercial


Siempre aparecen algunos signos de peligro en el ámbito comercial que
anuncian la posibilidad de una insolvencia futura; son señales, sin embargo, que
tienen una importancia capital y que deben ser mencionadas, ya que aparecen en
la mayoría de las veces en las situaciones de insolvencia.

La causa más frecuente de la insolvencia se debe al hecho de forzar


excesivamente las ventas; en realidad, es la única forma “legítima” de acabar con
los recursos de tesorería. Por esa razón, dicho fenómeno se suele convertir en
fracaso, cuando lo cierto es que obedecen a otras causas y que el hecho de que la
dirección haya tratado la expansión de las ventas como si fuera un objetivo
absoluto, sin detenerse a analizar los costos de la misma, tan solo ha supuesto la
aceleración del proceso. Muchas veces los directores se olvidan de la utilidad
cuando van detrás del volumen de ventas y se olvidan de la tesorería cuando van
detrás de la utilidad.

Por lo general se ve la expansión del resultado de una política de precios


competitivos. Si una empresa quiere aumentar su volumen de ventas y su
actividad, debe ofertar sus productos a un precios igual al costo marginal más una
utilidad pequeña (mucho más pequeña que en las ventas restantes). Los clientes se
enteran de ello y la empresa comienza a perderá parte de sus ventas iniciales

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hechas a los márgenes antiguos; este descenso solamente lo pueden compensar
unas ventas realizadas al nuevo nivel “competitivo”.

Otra señal de peligro, junto con el grado de endeudamiento es el plan de


amortización del préstamo. Es necesario estudiar los plazos de recuperación de la
inversión (pay-back). Es importante tener en cuenta las actitudes de la empresa,
así como las acciones emprendidas por ella. Una empresa “tradicional” que se
resista al cambio y progreso tecnológico tardara más que otra que utilice los
métodos modernos; la primera desaparecerá.
Antes del final de la empresa, hace una aparición de síntomas, como: el
servicio de la empresa se deteriora, el producto no tiene la calidad de antes, no se
cumple los plazos de entrega o servicio posventa funciona mal. En esta fase
aparece la señal de peligro, obligando actuar en ese momento. Se pretende señalar
que los casos de insolvencia se producen como última señal de peligro.

c) Indicadores contables
Pueden aparecer también en empresas muy solventas y alejadas del fracaso.
Uno de los síntomas de la insolvencia de un a empresa es la insuficiencia de su
contabilidad. La sospecha de que la contabilidad no es la adecuada o no marcha
bien, es señal de alarma y nos alerte la posibilidad de una insolvencia futura.
Uno de los defectos más graves en la contabilidad es la ausencia del
presupuesto y cuentas de tesorería, estos presupuestos miden los resultados reales
comparados con la situación prevista, fundamentales para le tamaño de la
empresa. Lo ideal es que estas abarquen por lo menos a un periodo anual.
En las situaciones de insolvencia se observa falta sistemática en pagos a
acreedores y cobro a deudores. Es frecuente que los directores incurran a “una
contabilidad creativa”, procedimientos que crean falsas ilusiones, para convencer
a los prestamistas ampliar o incrementar sus créditos. A veces no es fácil detectar
estas maniobras, pero si se quiere estar al tanto de las posibilidades reales de
insolvencia, se ha de proceder a una labor minuciosa, considerando ajustes
contables para obtener las verdaderas utilidades, verdadero valor de activos y
autentica situación de liquidez.

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Etapas de la decadencia de la empresa
Decadencia de la empresa - Etapa inicial
 Problemas aislados en la producción y distribución
 Retrasos en envíos de mercancías
 Decremento en la calidad
 Estancamiento en las ventas
 Disminución de márgenes
 Negativa de aceptar que hay problemas por parte de la administración.

Decadencia de la empresa – etapa intermedia


 Aceleración den los problemas de producción.
 Los niveles de inventario bajan, al cuidar el efectivo.
 Mayor frecuencia de problemas de calidad.
 Incrementar del plazo de las cuentas por cobrar.
 Disminuir de los saldos de efectivo
 Incumplimiento de algunos pagos.
 Cae la moral de los empleados.
 La alta dirección niega que hay problemas.

Decadencia de la empresa – Etapa avanzada


 Ya es común que no se cumplan con los programas de producción.
 Se presentan problemas con los clientes.
 Son rutinarios los problemas de calidad.
 Se tiene capital de trabajo negativo.
 Los saldos de la cuenta de efectivo son prácticamente cero o negativo.
 Los bancos ejercen cobros por vía legal.
 Los empleados renuncian en grandes cantidades.
 Se intenta una reestructura de emergencia.

Decadencia de la empresa - Etapa Final “Bancarrota”


 Falla la reestructura.
 La empresa se declara en quiebra.

El ejecutivo financiero debe identificar si la empresa se encuentra en algunas de estas


etapas. De ser así, será necesario tomar las medidas necesarias para corregir la situación
de una forma rápida y contundente, con el fin de no permitir que se siga avanzando en el
camino de la quiebra.
Algunas formas de manejar estas dificultades son:
 Ventas de activos importantes.
 Fusión con otra empresa.
 Reducción de la inversión en investigación y desarrollo.

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 Contratación de deuda nueva.
 Negociación con los acreedores.
 Capitalización de deuda.
 Declaración de bancarrota.

Según Jim Collins en su libro “empresas que caen y por qué otras sobreviven” no dio a
conocer muchos puntos de vista la cual puedo rescatar y enfatizar en una de sus fases
que nos da a conocer sobre la arrogancia y la presunción de muchas empresas que por el
solo hecho de establecerse en el mercado se confían y esto nos da paso a las etapas ya
mencionadas anteriormente que nos guía al quiebre de una empresa es por ello que ello
que damos a conocer un modelo predictivo sobre le quiebre de una empresa puede
variar la precisión de los resultados, puede predecirse con 5 años de anticipación con
una seguridad de un 70% y 90% de precisión para un año antes de la quiebra.
Modelo predictivo.
Los analistas financieros tratan afanosamente de encontrar un método fiable que permita
predecir los casos de insolvencia futura. A partir de los ratios calculados con los datos
de la contabilidad financiera, e incluso con los datos propios de una contabilidad
analítica llevada a costos históricos.
Hasta la fecha, no hemos sido capaces de afirmar (tomando, por ejemplo, el ratio más
universal usado: la rentabilidad sobre los capitales empleados) que una empresa tiene
problemas graves sino alcanzan por lo menos una cierta rentabilidad. En los Estados
Unidos.
Algo curioso que debemos tener en cuenta es la noticia de un profesor llamado Edward
Altman (profesor de Finanzas de la Universidad de Nueva York) llego a una conclusión
de que aplicando ciertos ratios a una serie de constantes, se puede formar una ecuación
que indique si una empresa va a quebrar dentro de una plazo de tres años.
El profesor ha examinado una serie de ratios y, a su juicio, solo algunos de ellos son
importantes de cara a aprender la insolvencia posible. Los cinco ratios seleccionados
como decisivos dentro del estudio de la insolvencia son:
X1= Capital de trabajo/ Total de activos.
X2= Utilidades retenidas/ Total de activos.
X3= Utilidades antes de intereses e impuestos/ Total de activos.
X4= Valor del patrimonio/ Pasivo total.
X5= Ventas/ Total de activos.

En los ratios anteriores se toma como activos totales la suma de todos los activos
empleados en la empresa;
El concepto no coincide, pues, con la idea de activos netos que tenemos en Europa. En
cuanto al valor de cotización de la empresa, se entiende por tal el producto de
multiplicar el número de acciones por el precio de cotización de las mismas en una

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fecha determinada; están excluidos de esta valoración todos los títulos de deuda y las
acciones preferentes.
He aquí los elementos básicos del modelo:
- Capital corriente neto/activo total: este indicador debe multiplicarse por 1.2%
- Resulta acumulados/activos total. Indica las utilidades acumuladas en el tiempo
y no distribuidas. Debe multiplicarse por 1.4%
- Utilidad antes de impuesto/activo total: el indicador se multiplica por 3.3%
- Patrimonio/pasivo total: para la sociedad que tiene su capital dividido en
participaciones, en el patrimonio debe incluirse la garantía de las acciones
privilegiadas y de ahorro circulantes. Tal indicador debe multiplicarse por 0.6%.
- Ventas/activo total: o sea el retorno de las ventas por cada sol invertido.
La multiplicación es por 1%, o sea neutra.
En base a sus investigaciones, el profesor altman ha aplicado unos valores constantes a
los ratios anteriores, obteniendo un valor único, llamado factor Z, definido por la
siguiente ecuación general:

Z = 0.012X, + 0.014X + 0.033X + 0.006X + 0.010X

En este punto, todos los resultados de las multiplicaciones se suman entre ellas, y la
evaluación del puntaje así determinado es la siguiente:
Si es mayor a 3 Sobre la base del indicador zeta, la empresa goza de un
buen desempeño financiero.
si se encuentra entre 1.8 Existen problemas
y3
Si es menor a 1.8 La empresa está en riesgo

A efectos de cálculo convendrá poner todos estos ratios en forma porcentaje. He aquí
las cifras correspondientes a la contabilidad de una empresa pública y al ejercicio
concluido al 31 de marza, para ver la forma de realizar los cálculos:
Capital de trabajo (activo corriente menos pasivo corriente) 355.40
Activos totales 1,122.30
Reservas (utilidades no repartidos acumulados) 177.80
Utilidades antes de impuestos (número de acciones multiplicados por valor 823.5
bursátil)
Pasivo total (pasivo corriente más préstamo más impuestos diferidos) 630.90
Ventas 1,849.30

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Z = (31.7 x 0.012) + (15.8 x 0.014) + (18.4 x 0.033) + (130.5 x 0.006) + (164.8 x 0.010) =
= 0.383 + 0.221 + 0.607 + 0.783 + 1.648 =
= 3.639.

Las razones de fondo que explican la inclusión de cada uno de los factores son:
X1.Una empresa que padece perdidas de forma continuada vera probablemente
como sus activos corrientes netos disminuyen en comparación con al activo
total. Este ratio mide la liquides, en proporción al tamaño de la inversión.
X2.Mide la rentabilidad acumulada a lo largo del tiempo. Por consiguiente, penaliza
no solo aquellas empresas que tiene una rentabilidad baja de forma permanente
sino también a las empresas relativamente nuevas.
X3.Mide la capacidad actual de la empresa para producir utilidades, independientes
de su endeudamiento o de las cuestiones fiscales. La razón es que la estabilidad
financiera a lo largo plazo de una empresa despende de la capacidad que tenga
sus activos para generar utilidades.
X4.Mide la cuenta en que puede disminuir el valor de los activos de una empresa
antes de que la empresa caiga en la insolvencia. Según diversos estudios

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empíricos, se trata de un indicador de predicción de la insolvencia eficaz que el
ratio fondos propios – fondos totales.
X5.Intenta medir la capacidad de la dirección de una empresa para hacer frente al
entorno competitivo que le rodea.

Según el profesor Altman, si es el valor de Z es inferior a 1.8 la quiebra se produce


inevitablemente. De todos modos, es posible que los ratios de los Estados unidos, y
especialmente la valoración de las empresas a precios de cotización, no sean
directamente comparables con cifras homónimas europeas, resultan unos valores
sensiblemente más bajos que las cifras americanas: por ejemplo, el valor Z de las
empresas europeas grandes, cuya marcha se sabe que es buena, suele estar entre 2.1 y
2.6; valores que están por debajo del nivel del peligro marcado por el profesor Altman.
Y puede darse también el fenómeno contrario; si una empresa, debido a su
idiosincrasia, realiza un volumen de ventas grande con unos activos pequeños,
seguramente registrará un valor Z artificialmente elevado.
Por consiguiente, no existe un criterio o una formula absoluta que se puedan aplicar en
todos los casos para detectar posibles casos de insolvencia de todos modos, convendrá
que los directores de empresa echen de vez en cuando un vistazo al valor Z de la propia
empresa y de sus clientes más importantes, teniendo en cuenta no solo los valores
absolutos registrados sino también, y fundamentalmente, la evolución de la tendencia.
La conclusión a la que tal vez se pueda llegar es que el estudio de los ratios contables
debe hacerse no en términos absolutos sino relativos, es decir, como herramienta básica
para obtener las tendencias que puedan concluir hacia la insolvencia. Un ratio de
utilidad bruta respecto a ventas del 30% pude ser estupendo en un sector económico y
desastroso en otro. Doce más el hecho de que uno de los sectores haya bajado en un
50% la tasa de rentabilidad sobre los capitales empleados y que al periodo siguiente se
haya registrado una baja parecida. Es claro que lo que merece la pena estudiar son las
tendencias que ponen de relieve los ratios más significativos de la empresa, ya que lo
que hay de comparar son los ratios de la propia empresa con los de la competencia o
con los obtenidos por ella misma en épocas pasadas; incluso, un buen financiero
analizara los ratios de los clientes de la empresa. Indudablemente, ratios más
importantes para estudia las posibilidades de insolvencia no son los mismos que los
manejados para hacer un análisis de inversiones, una empresa puede tener rentabilidad
baja pero acompañada de un índice de solvencia elevado; pues bien, aunque esto
presente unos síntomas malos desde un punto de vista de inversión, no ofrece apenas
peligro desde el punto de vista de la posibilidad de insolvencia.
En conclusión, se acepta que los ratios más importantes para medir las posibilidades de
insolvencia de una empresa (no se trata de ningún orden de prioridad, ya que esto
depende del sector en concreto y de la tendencia que se esté registrando) son:

Utilidad neta
Rentabilidad sobre los capitales empleados =
Capital + reservas + prestamos

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Activos corrientes realizables
Índice de solvencia =
Deuda a corto plazo

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL MODELO


Ventajas del modelo
Este modelo permite determinar de forma sencilla la situación general que presenta una
empresa en un momento de su historia, revisando solo información clave.
Adicionalmente, puede analizase la tendencia de su situación en el tiempo, para tomar
medias correcticas en forma oportuna.
Desventajas del modelo
Es importante señalar que la calificación obtenida está basada en el desempeño
operativo y financiero de la empresa. Para el caso de las empresas mexicanas, existen
mayor incertidumbre, por lo que su ambiente operativo está sujeto a cambios más
bruscos en diversos aspectos, tales como:
a) Riesgo cambiario
b) Diferencias en el registro contable
c) Intervención gubernamental

Sin embargo, hay que ser honestos y darse cuenta de que el análisis predictivo puede
resultar inútil en algunas circunstancias, por ejemplo:
Si se orienta a un número muy reducido de clientes, cuyo volumen no requiere de una
estrategia de este tipo.
Cuando no es posible recopilar datos suficientes para llevar a cabo los análisis.

AREAS ESPECIALES

Según MARIO APAZA

Cada sector económico tiene sus propias áreas especiales de peligro potencial, por lo
que a la liquidez se refiere. Se podría hacer un listado con aquellas áreas más típicas de
cada sector, pero entonces nos encontraríamos aún en la superficie del problema. Es
relativamente sencillo indicar las áreas que pueden significar una causa de drenaje de
los recursos líquidos de la empresa y otro especifico, en el sentido de que no suelen ser

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aparecer en la literatura especializada sobre el tema. El primer problema, que no se
limita a un sector económico en particular, es el crean las reclamaciones de los clientes,
como consecuencia de las ventas de productos terminados hechas a ellos. Estas
reclamaciones pueden dar lugar a rectificaciones o a la sustitución de productos
defectuosos, o puede consistir también en una demanda por los daños y perjuicios
provocados por el incumplimiento de lo pactado o por un accidente derivado del
producto. Lo normal es que este último caso este cubierto por alguna póliza de seguros,
pero las restantes clases de reclamación pueden originar los siguientes problemas
relacionados directamente con la liquidez:

- Los clientes se niegan a pagar hasta que no se reproduzca la oportuna


rectificación.
- Se registran gastos al hacer la rectificación y antes de que el cliente pague
- Se reduce la rentabilidad
- La posibilidad de estas reclamaciones no aparece en los documentos de
contabilidad financiera
- Es posible que el cobro a los clientes no este asegurado o lo esté
insuficientemente

Por consiguiente, cuando se hace una revisión de la situación de liquidez de una


empresa, es necesario realizar una investigación minuciosa si hay la más ligera sospecha
de que se producen reclamaciones por parte de los clientes.

Como se ha dicho ya, la industria de la construcción es la que presenta un área más


elevada de riesgos de posible insolvencia. Uno de los problemas concretos y graves que
aparece frecuentemente en la práctica contractual de este sector es la introducción en
los contratos de cláusulas de reclamación. Es también corriente que los presupuestos se
hagan con márgenes muy reducidos a fin de ganar la licitación generalmente se suele
esperar obtener unas buenas utilidades, como consecuencia del juego de las
reclamaciones por mejoras “extras” o por desviaciones respecto a lo contratado. El valor
en pesetas de estas reclamaciones puede llegar a ser un porcentaje muy elevado sobre el
volumen contratado y es objeto inevitable de revisiones escrupulosas y de
negociaciones duras realizadas con los inspectores respectivos. Sin embargo los
inspectores apenas se dan cuenta de las consecuencias tan graves que tiene este aspecto
de la contratación sobre el cash flow, y muchas veces ignoran la situación de liquidez de

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su propia empresa. Los contratistas por su parte, suelen calcular los costos que
representan estas reclamaciones, que en ocasiones ascienden hasta el 20% del importe
del contrato; estos costos adicionales no suelen pasar por las certificaciones de los
arquitectos, sino que se dejan hasta el final y son objeto de una negociación que a veces
tarda años en cristalizar en un acuerdo final. Pero en tanto no se produce este acuerdo y
en tanto no se cobran todo estos “adicionales”, la empresa constructora tiene que estar
financiando un volumen de obra grande que, en algunos casos, acaba poniendo a la
empresa al borde de la quiebra 0, por lo menos, la obliga a soportar graves problemas de
liquidez. Las empresas de la construcción no deben olvidar jamás esta faceta de su
negocio y deben asegurarse de que tanto como sus inspectores son capaces de medir los
costos que representa esta práctica industrial.

POLÍTICA FINANCIERA A SEGUIR ANTE UNA SITUACION DE POSIBLE


INSOLVENCIA

Conviene analizar desde dos perspectivas diferentes los remedios a utilizar cuando se
detectan las señales de peligro y la liquidez necesita ser mejorada:

La primera, desde la posición del deudor de una empresa que se muestra incapaz de
satisfacer su deuda.

a) Operaciones de salvación

Los principios básicos de este tipo de operaciones, tanto si las realizan asesores o
especialistas externos como si las llevan a cabo los propios directivos de la empresa, se
deben cumplir como si se trata de exigencias integra y absolutamente fundamentales.

-Las acciones emprendidas deben ser decisivas y tener un apoyo total

-Se precisan soluciones a corto plazo

La preocupación que late detrás de estos principios es que las decisiones que hay que
tomar deben ir forzosamente en contra de las políticas emprendidas anteriormente, y
que sin un apoyo obligado no es posible llevarlas a la práctica.

En segundo lugar, una vez surgida la crisis no basta con tomar medidas suficiente para
superarla; es preciso esbozar un nuevo plan global y que hay que establecer un tiempo
límite para llevarlo a cabo. Se recomienda que la dirección de una empresa no intente

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poner en marcha un plan de salvación si no se pueden obtener resultados positivos antes
de seis meses. En plazos superiores a éste, se pierde el ímpetu y vuelven a hacer su
aparición los viejos errores.

Como acabamos de indicar, las políticas financiadas que intenten afrontar un caso de
posible insolvencia, han de ser completamente distintas de las llevadas hasta este
momento y han de estar encaminadas claramente a conservar y generar tesorería. Por
otra parte, es esencial terner en cuenta todos los posibles caminos que conducen a una
mejora de la liquidez.

Brevemente, los puntos a considerar son los siguientes:

1) Restringir todas las inversiones


2) Reducir los stocks y los trabajos en curso
3) Reducir las cifras de clientes y estudiar la posibilidad del factoring
4) Realizar los activos que sobran en la empresa
5) Estudiar la posibilidad de ventas con pacto de arrendamiento
6) Reducir el nivel de las ventas ( al revés que en las políticas de forzar ventas)
7) Analizar la posibilidad de aumentar precios
8) Reducir los costos variables
9) Revisar y restringir los gastos generales
10) Buscar posibles fuentes de nuevos recursos

Cuando se hace un estudio completo de todas las posibilidades de acción que acabamos
de mencionar, la gente se suele sorprender al comprobar el margen de acción tan grande
que hay y las mejoras tan sustanciales que se pueden obtener.

Toda operación de salvamento, tanto si se lleva a cabo desde fuera como desde dentro,
tienes riesgos y posibilidades indudables. Unas veces se trata de limitaciones
comerciales y otras de restricciones legales que impiden la puesta en práctica de las
medidas concebidas para curar los males de la empresa. Los principales peligros que
acechan a la implantación de políticas contrarias a las mantenidas hasta entonces son:

- Puede ocurrir que no haya posibilidad de disponer de los recursos financieros


suficientes para capear las dificultades hasta que los remedios empiecen a surtir
efecto.

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- La contratación deliberada de las ventas puede afectar gravemente a la
rentabilidad de la actividad, dañando, el futuro de la empresa a largo plazo.
- Las políticas de restricción y de reducción de gastos generales pueden ir en
contra de los intereses inmediatos de los empleados, encontrando en estos la
lógica resistencia.
- Las posibilidades de reducción de plantilla, a través del oportuno expediente de
regulación de empleo, encuentra diversas restricciones legales y una presión
sindical segura.
- Si se quiere realizar los activos que no se utilizan en la empresa, hay que tomar
las debidas precauciones para no favorecer a ningún acreedor en concreto o a los
consejeros que hayan prestado garantía personal a los bancos. Si se venden los
activos con pérdida o aprecio distinto al del mercado, la operación puede ser
revisada por el liquidador correspondiente, en caso de que la insolvencia sea
inevitable.
- En general, habrá que tener cuidado de que ninguna de las medidas adoptadas
va a ser interpretada más tarde, en caso de llegar a la suspensión a la quiebra,
como realizada en fraude de creedores. En este sentido, convendrá atenerse a la
legislación sobre el tema.

No siempre es posible superar con las medidas de salvación de las dificultades


existentes; a veces ocurre que una empresa actúa con toda prudencia y toma las
medidas mencionadas para lavar la situación y, sin embargo, se da cuenta de que no son
suficientes para proporcionar los recursos líquidos que necesita, entonces, tendrá que
tomar alternativas y posiblemente graves.

Una de las posibilidades de salvar la empresa puede consistir en la paralización y cierre


gradual de ciertas actividades de la misma, con lo que quizás se obtengan los recursos
suficiente para pagar a los acreedores y contar con remanente de dinero líquido. Sin
embargo, dicha medida esta cargada de dificultades y solo puede ser adoptada por
aquellas personas que poseían una experiencia directa en estos temas. Hay una serie de
circunstancias (restricciones legales, actitud de los sindicatos, noticias llegadas a
clientes y proveedores, etc.) que prácticamente hacen muy difícil el cierre progresivo de
un negocio, y producen graves pérdidas no solo por la reducción de la actividad
comercial sino también por la pérdida de valores de las acciones y del patrimonio de la
empresa. Una vez tomada la decisión de cerrar, no es fácil ocultarla, lo cual significa la

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inmediata aparición de todos los problemas vistos antes, sin que todavía se haya
producido ninguna ventaja.

Una medida mucho más interesante puede ser la venta total o parcial del negocio. Pero
es claro que en las actuales condiciones económicas no es fácil persuadir a ningún
posible comprador que se haga cargo de un nuevo paquete de problemas y que tome en
consideración el valor patrimonial de los activos que hay detrás de la actividad de la
empresa, es muy probable que el precio ofrecido no dependa apenas de las utilidades
pasados o de los proyectos existentes.

Indudablemente, el nombramiento de un interventor judicial es una especie de estigma


que marca a la empresa. Y, sin embargo, es una forma de dar salida a la situación de
insolvencia que tiene su interés y que suele ser menos preciada. El interventor puede
aportar una flexibilidad que no está al alcance de la dirección interna de la empresa y
puede ser el catalizador que fuerce la adopción de políticas adecuadas. Si el
nombramiento del inventor se hace a su debido tiempo (normalmente se hace demasiado
tarde), puede ser la única forma satisfactoria de encarar la situación de insolvencia. Por
consiguiente, la dirección de las empresas no debe olvidarse nunca de esta posibilidad.

Una última alternativa para la dirección consiste en poner voluntariamente en manos de


los acreedores. Se trata de un paso irrevocable y, que, por ello mismo, debe ser
meditado, pero a veces debe ser lo mejor que pude hacerse en beneficio de todas las
partes involucradas.

b) créditos en situación de peligro

El segundo punto de vista que puede adoptar una empresa a propósito de la formulación
de políticas financieras, e refiere a otras empresas que le deben dinero. Y a hemos
indicado que existen diversas señales de peligro que pueden ser detectadas desde el
exterior y que los directores de empresa tienen que analizar los ratios contables de sus
clientes o de otras empresas a las que hayan prestado dinero, calculando, si es posible, el
valor Z de los mismos. Conviene resumir las acciones de protección que se puede
tomar, una vez que es notorio que el deudor se encuentra con dificultades de liquidez o
con otro tipo de problemas.

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1. Hay que replantearse los procedimientos de control de créditos para estar de que
se hacen todas las presiones necesarias sobre el deudor y que no se superan los
límites de crédito fijados.
2. Si se trata de un préstamo, habrá que intentar el establecimiento de alguna carga
sobre los activos del deudor. E n el caso de que no se cobre nada, habrá que
evaluar la solvencia actual del deudor y ejecutar la garantía, una vez cumplidos
los plazos legales al respecto. Si el deudor se halla comprometido al mismo
tiempo con algún préstamo bancario, lo más probable es que se halle garantizado
por una primera hipoteca que haga ilusorias o poco satisfactorias las
posibilidades de cobro de otros creedores normales.
3. En la actualidad se está poniendo de moda en Europa una práctica muy
extendida sobre todo en los países de la comunidad económica Europea: se trata
de vender las mercancías con pacto de reserva de dominio, para garantizar de
algún modo el cobro de venta. Habrá que estar el tanto de que el cliente conoce
el pacto y lo acepta; por otra parte, habrá que estudiar qué es lo que interesa
más, en caso de insolvencia del cliente, si proceder al retorno de las mercancías
vendidas o incluir en la lista de acreedores de un proceso de liquidación.
4. Los responsables de crédito comercial suele tratar de vender al contado a
aquellos clientes que llegan de una determinada situación. Es necesario que la
dirección vigile estrictamente esta clase de práctica, porque muchas veces no
hacen sino precipitar la insolvencia del cliente y favorecer la perdida de una
parte de saldos existentes en ese momento.
5. Una de las principales ventajas que posee el seguro de crédito es que las
compañías aseguradoras son especialistas en valorar la capacidad de crédito de
los clientes y además tiene acceso a una información que no está al alcance del
resto delas empresas. El aseguramiento del crédito no solo libera a la empresa
de la carga de una pérdida posible, sino que también para estimar correctamente
el límite de crédito que hay que otorgar al cliente.
6. La última medida consiste en solicitar la declaración de quiebra o de suspensión
de pagos, según los casos. Evidentemente, se trata de una medida extrema que
solo se debe intentar como último recurso y atendiendo a los requisitos y
procedimientos que establece la legislación.

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CONCLUSIONES

PRIMERA.- La situación de insolvencia en la actualidad es más frecuente en las


empresas, cuando se declara en suspensión de pagos o en quiebra. Es posible evaluar las
probabilidades de insolvencia que tiene una empresa aplicado el modelo predictivo Zeta
Scoring.

SEGUNDA.- Encontramos tres tipos de indicadores de insolvencia, los cuales son


relativos a la dirección, actividad comercial y contables.

TERCERA.- Este modelo establece una herramienta eficiente; la cual, si se realiza


constantemente, arrojaría unos resultados confiables y con altas probabilidades de
precisión. Los indicadores financieros que se examinan y se calculan dan un resultado
de análisis discriminante.

CUARTA.- tenemos que tener en cuenta que se podría ver algunas manipulaciones del
resultado del ejercicio para cada año gravable (por ejemplo para el pago de impuestos), de
esta manera, el modelo no sería un buen predictor porque los resultados que se obtengan no
van a ser totalmente confiables y no se estaría reflejando la situación financiera real

QUINTA:Toda operación de salvamento, tanto si se lleva a cabo desde fuera como


desde dentro, tienes riesgos y posibilidades indudables.

SEXTA: una vez surgida la crisis no basta con tomar medidas suficiente para superarla;
es preciso esbozar un nuevo plan global y que hay que establecer un tiempo límite para
llevarlo a cabo.

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APORTES

Modelo ZETA. Según Altman

En 1977, construyó un modelo de segunda generación con varios avances en


comparación al Z-Score original. La intención que tuvo con este estudio fue la de
construir, analizar y probar un nuevo modelo de clasificación de quiebra que
considerara desarrollos más recientes sobre la salud financiera de las empresas. Este
nuevo estudio, ocupa herramientas estadísticas computacionales más poderosas para el
campo de MDA (Análisis Discriminante Múltiple). El nuevo modelo, denominado
ZETA®, fue efectivo para distinguir compañías quebradas hasta 5 años antes del evento
y se generalizó para compañías manufactureras y del sector retail. Ya que ZETA es un
modelo privado, no se disponen de los parámetros específicos de la ecuación, pese a ello
es posible revisar –en términos generales- las características del estudio.
Las principales conclusiones del estudio de ZETA radican en que éste es capaz de
proporcionar una clasificación precisa cinco años antes de la quiebra, con un nivel de
predicción del 70% para la muestra de validación y de un 90% de precisión para un año
antes de la quiebra. Además se vio que incluir empresas del sector retail en la muestra
no afectó negativamente los resultados, esto se debe a la reestimación de los parámetros
del modelo, a la nueva selección de ratios relevantes (se incluyeron 7 variables en vez
de las 5 del modelo anterior) y a la adecuación del modelo a nuevas reglas contables.
Los autores también encontraron que ZETA tiene mejores resultados que estrategias
alternativas de clasificación de quiebras, en términos de los costos asociados a los
errores de predicción.
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La muestra usada para la estimación consistió en 53 empresas quebradas pareadas con
58 no quebradas que pertenecían a la misma industria y cuyos datos coincidían en año.
En la muestra se incluyeron tanto empresas manufactureras, como del área retail en
proporciones equivalentes. El tamaño promedio de los activos de las empresas
quebradas de la muestra fue de casi
US $100 millones, lo que indica una tendencia creciente en términos del tamaño de las
empresas que quiebran; es decir, empresas que en el pasado se creían inmunes a la
quiebra por el tamaño de sus operaciones, fueron demostrando que también tienen
riesgo de desaparecer.
Después de un proceso iterativo, mediante el cual se reduce el número de ratios usados
en el modelo, se llega a una selección de 7 variables que demostraron ser las más
confiables y estables; es decir, no se podían mejorar significativamente los resultado
mediante la inclusión de variables adicionales.
Las variables que se utilizaron son:
- X1, retorno sobre los activos, medido por los ingresos antes de impuestos
e intereses dividido por el total de los activos.
- X2, estabilidad de los ingresos, dado por una medida normalizada de la desviación
estándar de X1 a lo largo de un período de 5 a 10 años. El riesgo del negocio es
usualmente expresado en términos de la fluctuación de los ingresos y, la medida X2,
demostró ser bastante efectiva para recoger dicha fluctuación.
- X3, servicio de deuda, medido por el ya explicado ratio de cobertura de intereses
(Costo promedio de endeudamiento).
- X4, rentabilidad acumulada, medido por los ingresos retenidos del
Balance dividido por el total de activos (Utilidades Retenidas / Activos
Totales del capítulo II.3).
- X5, liquidez, medida por la Razón Corriente.
- X6, capitalización, medido por la división de las acciones comunes / total de capital.
Tanto en el numerador como en el denominador, las acciones son medidas como el
promedio del valor de mercado durante 5 años y no por el usual valor libro; el
denominador también incluye a las acciones preferentes a su valor de liquidación, las
deudas de largo plazo y los arriendos de capital (o leasing).
- X7, tamaño, medido por el total de activos de la empresa.
Como se puede apreciar por las variables seleccionadas ZETA es radicalmente distinto a
los estudios de predicción de quiebra que utilizan información de los estados

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financieros, ya que trata de incorporar aspectos de mercado y precio de acciones al
análisis, así como un concepto de varianza del valor de los activos. Más adelante, en
este seminario se revisará una serie de modelos que ocupan -casi exclusivamente- los
precios de mercado de las acciones y su varianza para la estimación de la probabilidad
de quiebra.

Según Natividad, Masero y Alejandro, Simón

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MAPA CONCEPTUAL

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BIBLIOGRAFÍA

 Altman, E., R. Haldeman, y P. Narayanan, “ZETA Analysis: A New Model to


Identify Bankruptcy Risk
 Altman E. “Financial Ratios, Discriminant Análisis and the Prediction of
Corporate Bankruptcy,” Journal of Finance, September 1968.
 Ovalle, O. y Heredia, I. “Predicción de Insolvencia Empresarial en Colombia.
Colegio de Estudios Superiores de Administración –CESA, Bogotá 2014
 Ringeling, E. “Análisis comparativo de modelos de predicción de quiebra y la
probabilidad de bancarrota”. Santiago, Chile, 2004
 Jim Collins. (4 feb. 2011). Empresas que caen: Y por qué otras sobreviven. New
york: Grupo Planeta (GBS).

GLOSARIO

INSOLVENCIA: Imposibilidad de una persona natural o jurídica de cumplir con


determinadas obligaciones contraídas, en su mayoría crediticias (con bancos,
instituciones financieras, personas naturales, etc.). En otras palabras, es una situación
jurídica en la que se encuentra una persona cuando no puede estar al día con el pago de
sus deudas.

EQUILIBRIO.- Donde el precio y la cantidad del bien deseado por la oferta y demanda son
iguales.

LEGÍTIMO.- Que ha sido hecho o establecido de acuerdo con la ley o el derecho. Que
está de acuerdo con la razón o con lo que se considera justo o razonable.

INTERVENCIÓN GUBERNAMENTAL: La intervención gubernamental es


cualquier acción llevada a cabo por el gobierno u otra entidad pública que afecta a la
economía de mercado con el objetivo directo de tener un impacto sobre la economía,
más allá de la mera regulación de contratos y provisiones de los bienes públicos.

INSOLVENCIA: Una quiebra o bancarrota es una situación jurídica en la que una


persona (persona física), empresa o institución (personas jurídicas) no puede hacer
frente a los pagos que debe realizar (pasivo exigible), porque estos son superiores a sus
recursos económicos disponibles (activos).

STOCK:Conjunto de mercancías o productos que se tienen almacenados en espera de


su venta o comercialización.

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LIQUIDEZ:Capacidad que tiene una persona, una empresa o una entidad bancaria para
hacer frente a sus obligaciones financieras

LICITACION: el que se adjudica la realización de una obra o un servicio,


generalmente de carácter público, a la persona o la empresa que ofrece las mejores
condiciones.

CREDITO:Un crédito es la cantidad de dinero, con un límite fijado, que una entidad
pone a disposición de un cliente.

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CASO PRÁCTICO

(EXCEL)

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