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INTRODUCCIÓN
Alumna : ARTEAGA JULISSA
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SÍNDROME FEBRIL
1. EPIDEMIOLOGIA:
Las Crisis Febriles (CF) son el problema más común en la práctica
neurológica pediátrica, con una prevalencia generalmente aceptada de alrededor
del 45% de todos los niños, con una incidencia anual de 460 / 100.000 niños en el
grupo de 0 a 4 años, y una ligera mayor incidencia en varones que en mujeres.
Es pues, el trastorno convulsivo más frecuente en la infancia. Varios estudios
muestran que entre 7 % – 10 % de los niños menores de 2 años con temperatura
mayor de 39°C, presentan un episodio convulsivo
Se estima que del 2 al 5% de los niños menores de 5 años sufren al menos una
CF. La prevalencia media es de aproximadamente el 3% en los países europeos y
Estados Unidos, y más alta en países como Japón (7%) e Isla Guan (14%).
La incidencia anual se establece en 460 por 100.000 niños entre 0 y 4 años.
La CF es más frecuente en niños que en niñas en una relación que varía de 1,1:1
a 2:1; La mayoría de las CF se inician entre los 6 meses y 3 años, con un pico a
los 18 meses. Entre el 20-25% de los niños con CF presentan la primera en el
primer año y sólo en el 6-15% tiene lugar después de los 4 años.
Los estudios investigados con gemelos y familias con afectos de CF señalan un
Importante componente genético en la etiología de éstas. El niño con un hermano
o padre con CF tiene un riesgo de 4 ó 5 veces más alto que la población general,
así como la tasa de concordancia en gemelos monocigotos y dicigotos es del 70 y
20%, respectivamente. Se ha sugerido una herencia autosómica dominante con
penetrancia incompleta en familias con CF r y una herencia poligénica en
pacientes aislados.
La mitad, aproximadamente, de los niños que han tenido una CF presentan al
Menos una nueva CF: un 30%, una segunda, un 15-20%.
En el 2004 de un brote de fiebre de Lassa que afectó a pacientes del servicio de
pediatría y se cobró la vida de varios trabajadores del hospital. La mayoría de los
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casos eran niños pequeños, muchos de los cuales procedían directamente del
servicio de pediatría, un hecho que no tenía precedentes. , La OMS envió a
Kenema un equipo de investigación de campo para que ayudara a los funcionarios
del Ministerio de Salud y Saneamiento a evaluar la situación y a contener la
propagación de la enfermedad.
Entre el 1 de enero y el 24 de abril de 2008 fueron hospitalizados 95 casos
pediátricos, La media de edad de los casos era de 18 años, y la mitad tenía menos
de 15 años; el 50% eran del sexo femenino. La tasa de letalidad fue del 30-50%
en los menores de 5 años y del 71% en los menores de 1 año.
Los episodios agudos de fiebre suponen entre un 10 y un 20% de las visitas a una
consulta de pediatría. No hay diferencias significativas en relación al sexo o a la
condición socioeconómica. Son más frecuentes en niños entre 3 y 36 meses. En
este período, la media de episodios agudos de fiebre oscila entre 4 y 6 al año.
Asimismo, el número de episodios febriles es mayor en niños que asisten a
guardería. Existe un aumento de la incidencia en los meses de invierno,
coincidiendo con epidemias de virus respiratorios y gastrointestinales
2. DEFINICIÓN:
Síndrome febril es la elevación térmica del cuerpo como una respuesta
específica, mediada por el control central, ante una agresión determinada.
Es caracterizado por la elevación de la temperatura corporal, que incluye
además síntomas y signos:
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Metabólicos y endocrinos: aumento del metabolismo basal en un 10 a 15% por
cada grado de temperatura; catabolismo proteico y graso y aumento de la
secreción de esteroides, hormona tiroidea, hormona antidiurética.
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MECANISMOS DE PÉRDIDA DEL CALOR LLAMADO TERMOLISIS
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3. ETIOLOGÍA:
AGENTES ETOLÓGICOS SEGÚN GRUPO ETÁREO
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4. CLASIFICACIÓN
a. Según la evolución:
Continua: Oscilaciones diarias inferiores a 1ºC, con poca fluctuación. Es
la que aparece en la fiebre tifoidea , en la neumonía neumocóccica, en los
tifus exantemáticos, pero no en las infecciones intravasculares.
Intermitente o "en agujas": grandes oscilaciones diarias. La
temperatura va fluctuando de la fiebre a la normalidad a lo largo de cada
día. Suele deberse a procesos sépticos por gérmenes piógenos, pero
también puede originarla la tuberculosis miliar, los linfomas y las drogas.13
Este tipo de fiebre es característico del paludismo (malaria), trasmitido por el
mosquito Anopheles hembra; el agente es el esporozoo plasmodium, que
cumple un ciclo vital que se repite cada 48 a 72 hs. lisando eritrocitos, lo
que desencadena este tipo de fiebre.
Remitente: La temperatura vuelve a la normalidad cada día, pero sin
llegar a alcanzarla. Se da en muchas enfermedades febriles, supuraciones
y sinusitis.
Reincidente, recurrente, periódica u ondulante: Alternancia de
períodos de fiebre continua con otros de normalidad térmica (apirexia). La
temperatura se vuelve normal uno o más días entre el episodio fiebre
continua. Aparece en la malaria, fiebre reincidente del piojo o garrapata y
fiebre de Pel Ebstein de la enfermedad de Hodgkin, también en la
brucelosis.
b. Según la Intensidad:
Subfebril o febrícula: Menos de 37,5ºc
Fiebre ligera: Menos de 38ºc
Fiebre moderada: 38 – 39ºc
Fiebre alta: 40ºc
Hiperpirexia: 41ºc
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c. Según la Duración:
De corta duración: De horas o pocos días, inferior a las dos semanas.
Ejemplos: Infección de vías respiratorias superiores, faringo-amigadlitis
estreptocócicas otitis media aguda, infecciones urinarias, neumonía atípica,
hipersensibilidad a drogas, etc.
Persistente: de semanas o meses. Ejemplos 3 causas infecciosas
comunes son: tuberculosis diseminada, abscesos intrabdominales
pirógenos ocultos, y con menor frecuencia, Endocarditis infecciosa. Los
niveles duraderos y notables de fiebre a menudo provienen de las llamadas
enfermedades vasculares del colágeno y algunas neoplasias, en particular
linfomas.
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ojos, las asimetrías motoras en el contexto de una crisis bilateral y los
episodios de fijación de mirada con rigidez focal.
5. FISIOPATOLOGÍA:
La fiebre se produce como consecuencia de una alteración del
mecanismo que regula la termorregulación en respuesta a diversos estímulos y
que pueden ser infecciosos o no infecciosos que desencadenan la respuesta
inflamatoria.
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peptidoglicans), complejos antígenoanticuerpo, componentes del
complemento, fracción Fc de la IgG, otras citokinas incluyendo la propia IL-1,
metabolitos esteroides androgénicos y ácidos biliares inflamatorios, etc.
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6. METODOS DE DIAGNOSTICO:
La evaluación del niño debe empezar por una anamnesis y una exploración
física detalladas. A menudo, es necesaria la realización de exploraciones
complementarias que permitan descartar la posibilidad de complicaciones. Por
definición, el SF no se acompaña de manifestaciones clínicas significativas; la
mayoría de estos niños tienen un buen estado general y una exploración física sin
alteraciones.
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Exploración Física: Se debe valorar el estado general del paciente que
nos permitirá tomar decisiones en cuanto a las exploraciones
complementarias a realizar: un niño con SF y afectación del estado general
precisará siempre la realización de exploraciones complementarias y el
inicio de un tratamiento antibiótico empírico de amplio espectro de forma
precoz. Otros signos de alarma son: Signos de hipoperfusión tisular: piel
moteada, palidez, frialdad, cianosis, pulso débil, etc. Exantema petequial
generalizado. Afectación del nivel de consciencia. Signos de insuficiencia
respiratoria.
La exploración física deberá realizarse de forma sistemática por aparatos,
teniendo en cuenta que la presencia de hiperemia faríngea o rinorrea leve
no excluye el criterio de fiebre sin foco. Como ya se ha comentado, la
valoración clínica del paciente con SF es, a menudo, difícil. Por ello, se han
desarrollado diversas escalas clínicas, como son los criterios de bajo riesgo
de Rochester y la Young Infant Observation Scale (YIOS) para menores de
3 meses o escala de YALE para la evaluación de los niños entre 3 y 36
meses; en general, estas escalas son muy sensibles, pero poco específicas
siendo, por tanto, útiles para descartar al paciente con bajo riesgo de
complicación.
Exploraciones complementarias
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estudios realizados parecen coincidir en que el punto de corte estaría en
15.000 leucocitos/mm3. En lactantes menores de tres meses, leucopenias
inferiores a 5.000/mm3 se asocian con altos índices de bacteriemia (>40%).
Por último, un recuento de la cifra total de polimorfonucleares superiores a
10.000/mm3, neutrófilos inmaduros superiores a 1.500/mm3 y un índice de
desviación a la izquierda >0,2 son otras variables asociadas con frecuencia
a riesgo de bacteriemia en niños menores de 2 años.
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leucocitario igual o superior a 15.000 leucocitos/mm3, fiebre en el paciente
oncológico y/o inmunodeprimido.
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Hemocultivos (para aerobios y anaerobios). Sepsis, Bacteriemia.
7. CUADRO CLÍNICO:
Inicio (Estado frío o de escalofríos)
Incremento de la frecuencia cardiaca.
Incremento de la frecuencia y la profundidad respiratoria.
Temblores que se deben al incremento de contriciones y tensión músculo-
esquelética.
Piel pálida y fría debido a la vasoconstricción.
Quejas de sensación de frío.
Lechos ungueales cianóticos debido a la vasoconstricción.
Aspecto de “piel de gallina” debido a la contracción de los músculos
erectores del pelo.
Detención de la sudoración.
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Aumento de la temperatura corporal.
Pérdida de concentración.
Curso:
Ausencia de escalofríos.
Piel que se nota caliente.
Sensación de no tener ni frío ni calor.
Incremento del pulso y la frecuencia respiratoria.
Incremento de la sed.
Deshidratación de leve a severa.
Ligera somnolencia, incapacidad para descansar, o delirio y convulsiones
debido a irritación de las células nerviosas.
Lesiones de herpéticas en los labios.
Pérdida de apetito (si la fiebre es prolongada).
Apatía, debilidad y dolores musculares debido al catabolismo proteico.
Defervescencia (declinación de la fiebre).
La piel aparece enrojecida y se nota caliente.
Sudoración.
Disminución de los escalofríos.
Posible deshidratación.
8. TRATAMIENTO:
POR MEDIOS FÍSICOS:
Existen algunos procedimientos basados en la fisiología de la temperatura
corporal y comprobados por la experiencia clínica como útiles para descender la
temperatura corporal y que tienen la ventaja de ser fáciles de aplicar por cualquier
persona, tanto en los servicios especializados como en casa
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Primeramente, se debe colocar en un ambiente fresco y ventilado, con lo
que se logra favorecer la pérdida de calor por conducción 15%, si se
desnuda al paciente se pierde por irradiación 50%, y por evaporación 30%
(25% por la piel y 5% por la vía aérea) al retirar la ropa se favorece la
pérdida por convección (5%).
USO DE ANTIPIRÉTICOS:
El consumo de antipiréticos en la población pediátrica es muy amplio y con
frecuencia no son recetados por el médico sino por automedicación, por lo que es
importante hacer de esta práctica un uso racional. Dentro de los antipiréticos
tradicionalmente conocidos, la actividad varía de uno a otro, sobre todo en el
grado de disminución de la fiebre, el tiempo en que se consigue el efecto, vida
media, las indicaciones para determinada población (edad, patología de base) y la
presencia de efectos secundarios que deben tenerse en cuenta antes de decidir la
prescripción.
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lo que algunos tienen ventajas sobre otros que los hacen de primera elección para
cada caso en particular. De los antiinflamatorios más utilizados como antipiréticos
destacan: ácido acetilsalicílico, derivados de las pirazolonas (metamizol),
naproxeno, ibuprofeno, meloxicam, AInEs tradicionales, inhibidores CoX1,
paracetamol que no corresponde en estructura y actividad a un AInE, diclofenaco
y nimesulide, inhibidores selectivos de CoX2 (de acción intermedia y prolongada).
PARACETAMOL
Inhibe la síntesis de Oral 10-15 mg/K/día Evitar en las primeras
(ACETAMINOFÉN)
prostaglandina a nivel
Dosis máx. cada 4-6 h (un
semanas de vida
cerebral, no siendo eficaz a
máx. de 5 dosis en 24h) Efecto en 30-60 min.
nivel periférico (plaquetas,
mucosa gástrica, pulmón) No mantener las dosis
Dosis habitual 15 mg/K/día continuadas de paracetamol
A su acción antipirética se
Dosis más de 4 días. No más de 5
une la analgésica. Sin
embargo, su acción Max. 60-75 mgrs/K/día
dosis en 24h
Carece de efecto
gastroerosivo
Efecto antiagregante
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Parece seguro en
asmáticos.
Puede producir
hemorragia
gastrointestinal
Buen efecto
antinflamatorio y
analgésico
Efecto antiagregante
intenso: No emplear si
problemas de
coagulación
Evitar en asmáticos
METAMIZOL Efectos analgésicos, Lactantes > 4 meses-4 Reacciones anafilácticas
antipiréticos y años: 50-150 mg, hasta leves: síntomas cutáneos
espasmolíticos. 4 veces/día. y mucosas, disnea,
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9. COMPLICACIONES:
Las complicaciones del Síndrome Febril y de la Hipertermia son las
convulsiones febriles y la hiperpirexia.
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pequeños. La hiperpirexia o hipertermia maligna es un tipo de enfermedad
hereditaria que se presenta cuando el paciente recibe anestesia general. Esta
se caracteriza por una rápida elevación de la temperatura, taquicardia,
aumento de la frecuencia respiratoria, sudoración, rigidez y cianosis.
CONVULSIONES FEBRILES
MANIFESTACIONES CLINICAS
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Punción lumbar, TAC, Electroencefalograma y Resonancia magnética
Tratamiento:
El tratamiento inmediato de un niño que ha presentado una convulsión febril
debe cumplir un triple objetivo:
1. Controlar las crisis
2. Tratar el agente causal del proceso febril
3. Informar a los padres
4.- Colocar Diazepam intravenoso, dosis de 0,25- 0,5 mg/kg
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10. MEDIDAS PREVENTIVAS
Muchas de las enfermedades que causan fiebre pueden prevenirse
mediante la vacunación. Entre ellas figuran la gripe, el sarampión,
las paperas, la rubéola, la varicela, la difteria y la fiebre tifoidea.
Un cierto número de enfermedades que ocasionan fiebres muy difundidas
en las naciones subdesarrolladas suelen prevenirse en los países más
desarrollados con buenos sistemas de evacuación de aguas negras y con
el acceso a aguas potables incontaminadas. Otras enfermedades más,
como los resfriados y la faringitis estreptocócica, se pueden prevenir a
menudo lavándose bien las manos antes de sentarse a comer y, de ser
posible, evitando el contacto con los que ya padecen estas infecciones.
Aunque la fiebre sea un síntoma directamente relacionado con la aparición
de alguna enfermedad infecciosa en nuestro organismo, por regla general si
llevamos una vida sana, tiende a ser menos probable que suframos de
fiebre y otros trastornos.
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