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Ley orgánica de libertad religiosa y la naturaleza orgánica de sus preceptos

Miguel Ángel Cañivano Salvador

Barcelona 2012

Ed. Iustel, Revista General de Derecho Canónico y Derecho Eclesiástico del


Estado 28

RI §411344

Formato digital, 30 págs.

El autor del artículo exhibido es Profesor Titular de Derecho Eclesiástico del


Estado de la Universidad de Barcelona, cuya autoridad intelectual reside en su
Licenciatura en Derecho en la Universidad de Barcelona (1991) y su Doctorado también
en Derecho en la Universidad Autónoma de Barcelona (1996). Por añadidura, el autor
ejerció como Notario-Secretario del Tribunal Eclesiástico de la Archidiócesis de
Barcelona durante el año 1994, que sumado a sus publicaciones aportadas en la
jurisprudencia eclesiástica1 otorgan garantías no solo de la calidad académica del
escrito, sino también de la implicación profesional del autor en este campo jurídico.

Haciendo alusión a la editorial de la cual se ha extraído el estudio decir, que es


una revista jurídica en la que se ha subscrito la Universidad de Barcelona y en la que
encontramos estudios respecto al derecho canónico y eclesiástico del estado. Dichos
estudios son accesibles a los estudiantes para un uso personal o de investigación, de
ahí que se haya podido realizar la siguiente recensión.

Como se habrá podido intuir, la obra es de temática eclesiástica y hace hincapié


en una materia lejos de evitar la controversia, la naturaleza orgánica de los preceptos
de la ley orgánica de libertad religiosa (LOLR). En los primeros capítulos, la polémica
se origina en la naturaleza de dicha ley orgánica al no contar ni con un preámbulo o
exposición de motivos ni de disposiciones finales que efectúen alguna declaración sobre
la naturaleza orgánica u ordinaria de sus preceptos2.

1
Como ejemplo podríamos citar la obra Gutiérrez del Moral, M. J.; Cañivano Salvador, M. A. El Estado
frente a la libertad de religión: jurisprudencia constitucional española y del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos. Atelier. 2003
2
Cabe destacar, para evitar confusiones, que la LOLR si dispone de disposiciones finales. No obstante, no
responden a la cuestión planteada anteriormente.

1
Esta cuestión es fundamental, dado que, las leyes orgánicas tienen un ámbito
material reservado y regulado por la Constitución como es el caso de la LOLR. Sin
embargo, aquí se cuestiona si todos los preceptos de esta ley tienen este carácter
orgánico y, en caso de que no todos lo sean, que trato se ha de otorgar a dichos
preceptos.3 Una ley orgánica no puede invadir materias de una ley ordinaria y viceversa
porque sería inconstitucional, y en caso de que tenga preceptos tanto orgánicos como
ordinarios será el propio tribunal constitucional quien determinará el carácter de cada
uno.

El objetivo del estudio, como se ha podido entrever, es la discusión sobre la


naturaleza de los preceptos de una ley, y sobre quién determina el carácter de dichos
preceptos que conceden a una ley la categoría de orgánica, para posteriormente
enlazarlo con el caso de la LOLR y establecer una conclusión sobre la diversidad
interpretativa de todos sus componentes. Como bien cita el autor del escrito, una ley no
puede ser considerada como orgánica por el mero hecho de contener preceptos
orgánicos tal y como vemos en el artículo 81.1 de la Constitución4. Solo el TC tiene la
capacidad de poder interpretar la Constitución con valor normativo y otorgar a los
preceptos de una ley la distinción de orgánica u ordinaria, esto es, las determinaciones
de los legisladores no son ni definitivas ni absolutas. Otro dato a tener en cuenta es que
son las propias leyes en sus disposiciones finales quienes declaran qué preceptos
tienen un carácter orgánico u ordinario, en función de las competencias legislativas con
las que se ha dictado cada precepto, con su distribución territorial del poder pertinente5.

A modo de cierre, en el último capítulo el artículo retoma la cuestión planteada


al inicio del estudio, para concluir que los preceptos de la Ley Orgánica de Libertad
Religiosa podrían ajustarse al concepto material de ley orgánica y, por ende, dichos
preceptos no pueden ser ni derogados ni modificados sino es por otra ley orgánica de
las Cortes Generales6. En dicho caso, debería ser el TC con la aplicación de la

3
Esta cuestión hace referencia al segundo párrafo de I. INTRODUCCIÓN pág.3 “[…] como puede atribuirse
a una ley carácter orgánico, para acto seguido cuestionarse si es orgánica” en la que se plantea la
posibilidad del oxímoron “preceptos no orgánicos de una ley orgánica […]”.
4
Sección III pág. 12 citación 31 “[…] es preciso, en primer término, que el núcleo de la ley afecte a materias
reservadas a la ley orgánica, de acuerdo con lo establecido en el artículo 81.1 de la Constitución[ …]”
5
Resulta interesante el tema de las competencias religiosas de las comunidades autónomas dentro del
marco jurídico. Aunque dentro de este ensayo no se trata este tema con profundidad, el propio autor
tiene otro artículo donde expone lo comentado de forma más desarrollada: Competencias de las
Comunidades Autónomas en las materias objeto de los Acuerdos. En XXX AÑOS DE LOS ACUERDOS ENTRE
ESPAÑA Y LA SANTA SEDE. ACTAS DEL IV SIMPOSIO INTERNACIONAL DE DERECHO
CONCORDATARIO. Comares. 2010
6
CONCLUSIONES último párrafo, pág.30

2
Constitución y de las disposiciones finales de dicha ley quiénes decidirán la naturaleza
de la LOLR.

Carlos Campos Cortés

Estudiante de Derecho y Administración de empresas de la Universidad de


Barcelona

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