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2011
Dedico este escrito a todas las maestras y maestros de Colombia que lo lean y le
den vida con sus acuerdos y desacuerdos.
A mis hermanos: Miguel, Iván, Gloria, Ramiro, Carmen Lucía y María Claudia.
A mis nietos: Zara Daniela, Mario, Simón Leonardo, Leo, Sole y Noelia.
A mis sobrinos: Luis Miguel, Lina María, Carmen Lucía, Miguel Eduardo y Ana
Victoria.
2
AGRADECIMIENTOS
3
CONTENIDO
Pág.
Prólogo 7
Filosofía 10
Introducción 11
Pedagogía 20
Capítulo 1
Educar para la Modernidad 21
Educación 45
Capítulo 2
Formación para la Globalización 46
¿Firmamos Un Tratado? 70
Capítulo 3
Formación de un Nuevo Ciudadano Intercultural 71
Arquetipos 95
Capítulo 4
Educar en Democracia 96
Capítulo 5
Formar en Derechos Humanos 122
4
Diariamente 148
Capítulo 6
Potenciación para la Participación Comunitaria 149
Voces 174
Capítulo 7
Educar para la Vida 175
Apetencias 200
Capítulo 8
Potenciación para la Investigación 201
Saber 226
Capítulo 9
Potenciación para la Palabra Digna y Dignificante 227
Estereotipos 252
Conclusión 253
Patriotismo 258
Glosario 259
Bibliografía 262
5
EPÍGRAFE
PRÓLOGO
En Colombia no existe una tradición intelectual donde los docentes, como actores
protagónicos de la educación, asuman la difícil tarea de pensar de manera crítica
sobre el sentido de su trabajo y, concomitante con ello, la decisión política de
escribir y publicar el fruto de esas reflexiones, tendientes a incidir en el curso de
las teorías y de las prácticas, en tiempos y en espacios determinados. Por parte
1
De la traducción al español: (1995) España: Ediciones Paidós Ibérica. p. 36. Trad. Francisco Monge.
6
de instituciones educativas, de organizaciones no gubernamentales y de
estamentos gremiales, desde distintas hermenéuticas pedagógicas, teóricas e
ideológicas se han emprendido esfuerzos para romper con la situación descrita y
los resultados han sido modestos y discretos, en comparación con los mismos
procesos desatados en México, Brasil, Argentina y Chile.
Con esta obra, el profesor Nelson Díaz Cardona lanza un grito de combate en las
direcciones de la rosa de los vientos. Apoyado en materia teórica y metodológica
en destacados académicos procedentes de distintas tradiciones y culturas, el autor
de esta obra, hace acopio de su experiencia de vida, de su saber y de sus
investigaciones ejecutadas y sistematizadas por varias décadas y ofrece un
conjunto de sólidas reflexiones, dispuestas en nueve capítulos, en los cuales el
lector puede encontrar novedosos, pertinentes y congruentes planteamientos
referidos a los más complejos asuntos del hecho educativo, en tanto construcción
histórica.
7
Por efectos de las mismas inercias de la dominación integral, las corrientes del
pensamiento provenientes de los países hegemónicos, son aceptadas, en la
mayoría de los casos, de manera pasiva y voluntaria en los países periféricos, a
tal punto que invocarlas y citar a sus respectivos autores, dota a quien lo hace de
una especie de distinción intelectual. En esos términos, es pertinente preguntar,
¿cuáles son las teorías y los autores, de los mundos periféricos, de uso obligado
en los mundos hegemónicos?, ¿hasta qué punto los estamentos intelectuales
(entre ellos los docentes) de los mundos, periféricos son imitadores?
8
Se trata de una obra original que recoge parte de las preocupaciones intelectuales
del autor. A diferencia de libros de docentes anclados en el prurito de la cátedra
magistral impartida a legos, nos encontramos frente a un texto que, desde
adecuadas estrategias discursivas y retóricas, atrapa al lector y le provoca
incertidumbres, pero a su vez, le señala probables alternativas para la
construcción de nuevas prácticas para intervenir el orden dado, en el cual actúa el
docente. También es parte de los méritos de la presente investigación, el de hacer
inteligible, lo que en apariencia se presenta como ininteligible, pues esta es una
de las funciones básicas de todo intelectual.
Filosofía
Sé un extranjero en tu patria,
Sé un extraño.
Corta, como Buda y Jesús,
Las ligaduras de lo familiar.
9
Apártate de tu mundo
Para que lo encuentres.
Rompe con él
Para que lo entiendas.
Colócate fuera
Para que puedas estar en él.
Teme lo indiscutible y
Desconfía de la cotidianidad;
No te asegures en ello:
¡No ceses de admirar!
¡Fuera de ti lo aparente!:
(Negación de la doxa,
Oposición de ideas,
Ascenso de la razón.)
¡Fuera de ti lo mandado!:
(Afirmación de la doxa,
Oposición a la doctrina y al dogma,
Ciencia de la comprobación.)
Ni Marx, ni Platón.
Y… Platón y Marx.
¡Eclecticismo antidogmático …
Eterna búsqueda de la verdad…
Indeclinable amor a la libertad!
INTRODUCCIÓN
10
construcción de un discurso cuyo eco habrá de ampliarse dentro de un proceso
heurístico bien intencionado. Voces de rebeldía, no de beligerancia. Si bien estos
dos vocablos derivan de la raíz latina bellum sus significaciones deben
diferenciarse, entre otras cosas, porque la palabra rebeldía, con el paso de los
años, ha recibido una carga semántica peyorativa que no le corresponde
etimológicamente. La rebeldía es disidente, pero pacífica; la beligerancia,
disidente u oficialista, es sinónimo de guerra y, por eso, despreciable.
Una relación aduladora se podría dar en los procesos beligerantes, más no en los
de rebeldía. La criticidad no puede ser hipócrita porque una actitud oscura sólo
tiene lugar cuando hay guerra, deseo de eliminar al otro. La rebeldía implica crítica
constructiva, intención de mejorar las personas y las situaciones; por eso, siempre
aporta soluciones. Así las cosas, en el proceso de auto-evaluación institucional,
con miras a los planes de mejoramiento, son más útiles quienes, con suficiente
carácter, señalan las fallas de los directivos docentes que los ‘amigotes’
aduladores e hipócritas. Shakespeare, en El Rey Lear, muestra la distancia entre
agasajo y verdadero sentimiento.
11
Ernesto Samper Pizano considera que “De los 28.173 homicidios cometidos en el
país en 1993, únicamente el 6% es atribuible a la guerrilla, al narcotráfico o a los
grupos paramilitares, mientras el 94% es el resultado de la acción de agentes
difusos (diversos tipos de violencia enraizados en la vida cotidiana)” (Id, 1994: 15
Cap. 2) En cambio, Álvaro Uribe Vélez opina que “La violencia ejercida por
organizaciones criminales de diversa índole es el principal desafío que afronta
Colombia. La sucesión de homicidios y secuestros, la repetición de actos
terroristas y la profusión de negocios ilícitos se han convertido no sólo en un
obstáculo para el crecimiento económico, sino también en una amenaza para la
viabilidad de la nación. Sin seguridad no hay prosperidad, no hay sosiego y puede
no haber futuro”. (Uribe, 2002: 19).
3
Entre otras temáticas valdría la pena abordar la Teoría del Caos (Prigogine y Stengers), el Paradigma estético
(Félix Guattari), y la relación que hace Foucault entre Trabajo, Lenguaje y Vida. En cuanto a la postura
disidente por la que se aboga, no debe pensarse sólo en una “contra-hegemonía”, en el sentido en que de
este modo podría quedarse meramente en una lucha de hegemonías; sino de ponerse del lado de la
multiplicidad, en cuanto que hay otros caminos alternativos y simultáneos.
13
pensar como individuo, no como rebaño. Esto no excluye la necesidad de obtener
consenso y obtener consenso no significa pensar igual. La democracia tampoco
es lo que piense la mayoría, sino pensar en función del bien común. En todo caso,
al implementar las características humanas esenciales, accederemos a la
construcción de democracia auténtica, basada en una clara fundamentación
filosófica de los Derechos Humanos5.
14
porque la educación actual no corresponde a lo que los liberales llamaban la
formación de un ciudadano, es decir, un hombre interventor consciente en el
destino de la sociedad. Así pues, las y los maestros de Colombia tenemos el reto
de dejar de ser idiotas útiles de una clase a la que no pertenecemos, dejar de
trabajar por unos intereses contrarios a los de nuestra clase y, en lugar de ello,
empezar a habilitar estudiantes capaces de construir modos de producción y
sistemas políticos inexistentes, apropiados para un futuro distinto por vivir.
Educar para la vida implica transformar el deber de dictar clase por el disfrute de
enseñar y el placer de aprender mientras ayudamos -no conducimos- al estudiante
a enfocar su vida hacia el desenvolvimiento de su esencia humana para que
pueda construir personalmente sus propios ideales y expectativas de vida. Por
ello, definitivamente, el aprendizaje debe ser significativo; la enseñanza también.
Estas dos actividades tan humanas, distintivas del ser humano, deben “decirnos
algo”. El estudiante debe estudiar “para algo”, tener una finalidad. Las maestras y
maestros debemos enseñar para “algo”, tener un discurso 6.
Al enfrentar este desafío los y las maestras colombianos nos encontraremos con
diversidad de temas subyacentes a toda reflexión y planteamiento pedagógico
sometidos a intensos debates a lo largo de la historia. Debemos, pues, abordarlos
seria y apropiadamente con una actitud científica 7. Porque, si un buen maestro
sabe su disciplina científica y se preocupa por la mejor forma de hacerla inteligible
a sus estudiantes, un mejor maestro se pregunta cómo crear una relación y un
clima que el estudiante pueda utilizar para su auténtico desarrollo, permitiéndole
desplegar la capacidad de investigación para liberarse de doctrinas y dogmas
porque un buen estudiante desea aprender, pero un mejor estudiante tiene
proyectos, lucha por ellos y compite consigo mismo para entender su quehacer y
la manera como lo hace.
15
beneficios económicos, a la sociedad en general, por incapacidad del sistema,
Pastrana maximiza la violencia callejera, rural y familiar, y Uribe enfatiza las
organizaciones criminales como factor de inviabilidad para la Nación.
De acuerdo con Foucault, hay sistemas de sumisión en los rituales del habla, las
sociedades de discursos, los grupos doctrinales y las adecuaciones sociales. Esto
hace necesario que las maestras y maestros profundicemos en el imaginario
pedagógico bajo el cual nos cobijamos para poder precisar y decidir, cada uno:
¿Cuál es “mi” idea sobre lo que debe ser la escuela, el aprendizaje y la
enseñanza? También, ¿cómo enunciar “mi” discurso? ¿Cómo pasar mi discurso
de la potencia al acto? ¿Cómo contribuir a la implementación de verdad, libertad y
equidad?
8
si merecieren esta tipificación los poemas intercalados con el ánimo de dirigirme a la inteligencia
emocional.
9
Ver http://www.lunasazules.com/2009/09/citas-fernando-vallejo.html
16
Sorprenderá, también, la falta de adhesión a una sola postura filosófica y/o
pedagógica. El recurrir a planteamientos tradicionalmente opuestos, pero cada
uno iluminador desde su perspectiva, en una anti-dogmática simbiosis de
corrientes de pensamiento, podrá ser calificado como despreciable por
inconsecuente. Quizás se califique este escrito como eclecticismo reprobable.
Pero eso es preferible a enmarcarse dentro de los instintos, los prejuicios
religiosos, racionalistas o cientificistas, porque las afiliaciones sectarias, los
radicalismos ideológicos se han caracterizado por anteponer el reinado de lo
absurdo e inhumano al uso de la lógica liberadora.
Dicho de otra forma ¿Por qué ser solamente marxista, kantiano o anarquista? ¿En
las interpretaciones de la realidad cuya aplicación fracasó, parcial o totalmente, no
podemos encontrar visos de la verdad? ¿No será equivocado querer tasar todas
las cosas con la misma medida; descartar la posibilidad de la existencia de leyes
propias de la energía y otras acordes con la materia, según dimensiones varias;
sin excluir la posibilidad de que, a veces y por no sé qué motivo, se mutan las
determinaciones de manera desconcertante? ¿No repugna achacarle a la
divinidad la responsabilidad sobre los asuntos económicos, socioculturales y
políticos? ¿Habrá manera de no ser esclavo de una doctrina sin ser tachado de
ecléctico insignificante, incoherente, contradictorio? Quizás podamos pensar el
medio, la forma teóricamente consistente, prácticamente viable, de superar las
contradicciones a fin de ponerlas al servicio de la solución de problemas.
Por eso, invito a la libertad, a la ruptura con lo rotulado, con los estereotipos, con
lo establecido en clichés; emito una voz esperanzadora y deseosa de
independencia en todos los ámbitos; en lo más recóndito y en lo más reconocible.
Una invitación a respetar y promover la libertad, la independencia, la autonomía, la
autenticidad, la individualidad, la diferencia 10. Todo lo más caro a la esencia
humana, más allá del ser histórico, económico, social, político, cultural, psíquico…
Aquella dimensión sagrada, espacio vital propio de libre albedrío, lo último
supremo de la persona, que nos hace únicos y no admite violación 11.
Pedagogía
10
El término “individuo”, como dice Jean Luc-Nancy, actualmente está cargada de muchas ambigüedades
morales y políticas. Según Foucault, la individuación o individualidad es un proceso de las sociedades
modernas capitalistas para “hacer” individuos a los hombres. Esto quiere decir que, como la palabra
individuo proviene de la biología y hace referencia a un “cuerpo” independiente o alejado de lo que lo rodea,
se trata de enviar el mensaje de que separado de todo sólo se pueden seguir los propios impulsos o deseos,
de modo que se aísla a los cuerpos y se les convence de sus particularidades individuales. En este trabajo se
usa el término en sentido de la “diferencia” que debe ser respetada; por lo tanto, asúmase no en el sentido
de la mismidad excluyente sino de una singularidad que enriquece la interrelación en el todo.
11
Sin duda alguna, el albedrío está condicionado a la circunstancia, pero de todas maneras sigue siendo una
opción de la singularidad dentro del conjunto de sus posibilidades.
18
¡Dejad ser a la mujer!
¡Dejad ser al varón!
¡Dejad ser al hombre!
19
Todo fenómeno ha de estudiarse en función de su contexto, por eso, al abordar el
análisis de la educación, a fin de construir discurso pedagógico consciente,
debemos situarla dentro de la llamada Modernidad. Sin embargo, debemos
cuestionarnos si la modernidad es una etapa culminada en el desarrollo de la
cultura occidental y, por tanto, deberíamos situar la educación dentro de la
Postmodernidad como superación de aquélla. En este capítulo intentaré responder
si es real la oposición entre modernidad y posmodernidad o ésta es simplemente
otra versión de aquélla, algo así como una etapa avanzada de la Modernidad,
señalando las características de cada una de dichas etapas y su presencia en
nuestro entorno sociocultural. Empezaré por definirlas para, luego, redefinir la
modernidad a la luz de nuestra circunstancia con miras a trazar un derrotero y una
meta a la educación colombiana.
Jorge Orlando Melo (1991), en su escrito Algunas consideraciones globales sobre
‘modernidad’ y ‘modernización’ en el caso colombiano, ubica la génesis de la idea
de un mundo “moderno” en la polémica francesa entre los “anciens” y los
“modernes”, y caracteriza la modernidad con tres tipos de revolución. La
revolución económica capitalista alusiva a la vinculación estrecha entre desarrollo
tecnológico y proceso económico, creación de la industria fabril, utilización
tecnológica de los conocimientos científicos, economía basada en el mercado de
trabajo asalariado, y propiedad privada de la tierra y de los recursos productivos.
La revolución política encarnada en los estados nacionales soberanos, la
ciudadanía abstracta, la democracia, y la voluntad del pueblo. La revolución
cultural representada en el sistema escolar formal, la industria cultural (edición de
libros y diarios), las formas de comunicación social y la alfabetización.
12
La paginación del texto de los profesores Herrera y Díaz se hace con base en las memorias del Décimo
Primer Congreso de Historia de Colombia (documento en físico).
20
Precisan que
…después de los movimientos independentistas del siglo XIX, América
Latina debió atravesar aceleradamente por procesos que habían durado
varios siglos en Europa, los cuales debían conducirla a la búsqueda de la
modernidad, como el modelo hegemónico impuesto por Europa occidental
y, simultáneamente, a la conformación de Estados nacionales (2000: 7).
La Hegemonía Conservadora que rigió a los colombianos gran parte del siglo XX
aún tiene sus efectos sobre las personas llevándolas a posturas contradictorias,
pues, considerándose liberales actúan y propugnan principios conservadores al
privilegiar lo eclesial. De ahí la necesidad de que tanto las maestras y los
maestros, como las y los estudiantes, trabajemos en pro de poner en claro
nuestro ideario para actuar bajo principios consecuentes con nuestra filosofía, la
cual, según lo planteo en este escrito, ha de ser de carácter modernizante,
secular, proletaria y, sobre todo, de carácter eminentemente desalienante.
Una conceptualización a develar es la visión de las élites acerca del pueblo, cual
es, considerar a las clases populares como afectadas por ‘patologías físicas
mentales’ que habrían de tratarse para evitar la degeneración de la raza, así
como, la consecuente desconfianza en el papel que pueden cumplir en el proceso
de modernización. “La formulación de estrategias dirigidas a la población pobre se
caracterizó por la observación, la medición, selección y clasificación de los
individuos en aptos o no, buscando normalizar la infancia pobre mediante un
régimen institucional de aislamiento, clasificación y disciplina adecuada” (Herrera
y Díaz; 2000: 12).
Por otro lado, los forcejeos en torno a las concepciones partidistas sobre
educación, las luchas en torno a los puestos burocráticos y la obsesión
hegemónica se sumaron a las revueltas por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán,
el 9 de abril de 1948, para dar al traste con este intento de modernización. Los
conservadores aprovecharon estas últimas para acusar al proyecto liberal de
“instaurar conductas inapropiadas y contrarias a la tradición católica y a la
estructura social y familiar del país”, y para señalar a la Universidad Nacional y a
las escuelas normales de “vehiculizar a través de sus profesores y de los textos
que en ellas circulaban, ideas contrarias a la tradición nacional y cercanas al
comunismo internacional” (Herrera y Díaz; 2000: 13). De esta manera se continuó
con el proyecto de Regeneración apoyado en la religión católica, la tradición
hispanista y la intolerancia política e ideológica.
Ninguno de los dos partidos reconoce haber abusado del pueblo, con sus
disputas por el poder político. Lo llevaron a la guerra fratricida y luego se lavaron
las manos. Después de culparse uno a otro, se pusieron de acuerdo para realizar
la misma alternancia en el poder pero cooperadamente, de forma reglada por el
pacto del Frente Nacional, excluyendo los movimientos y partidos de izquierda.
Aunque parezca increíble, no parece exagerado decir que la realidad colombiana
es tan mágica como Macondo. Se obra de tal manera, tan irresponsablemente,
que después de asesinar líderes y desangrar al pueblo las cosas se resuelven
como en un juego de niños. Se expone todo y luego seguimos como si no hubiera
pasado nada y nos dejamos envolver por el mismo remolino de la irracionalidad.
Se desmorona la identidad ideológica, y la identidad nacional, como en Cien años
de Soledad.
Ante los partes de normalidad “de aquella infinita guerra” el coronel Aureliano
Buendía se sumió en una tan gran desidia “…que cuando le anunciaron la llegada
de una comisión de su partido autorizada para negociar una salida de la guerra, él
se dio vuelta en la hamaca sin despertar por completo. - Llévenlos donde las
putas – dijo”. Los abogados se hospedaron en casa de Úrsula donde pasaban el
día esperando la noche para irse de parranda al anochecer en la tienda de
Catarino. “No los molesten’, ordenaba el coronel Aureliano Buendía. ‘Al fin y al
cabo, yo sé lo que quieren’. (García Márquez, 1982: 165-166).
Luego del Frente Nacional, afectaron a Colombia las subculturas del narcotráfico
y del paramilitarismo, los fenómenos culturales de la revolución cubana y del
feminismo, el surgimiento de movimientos de izquierda, entre otros, los cuales,
produjeron mayor confusión en los imaginarios sociales y mayor dificultad para la
consolidación de proyectos propios de bienestar social. En la actualidad, las
identidades nacionales y locales se ven enfrentadas a otros modelos culturales
dado el adelanto tecnológico, especialmente de la informática.
Redefinición de la Modernidad
Esto último muestra que el peso del sostenimiento del nivel de vida alcanzado por
las naciones más “desarrolladas” está recayendo en los países “no desarrollados”
de América Latina y África. Esto hace pensar la necesidad real de hacer
adaptaciones a las circunstancias particulares de este continente con miras a
definir nuestro nuevo ser y consolidar nuestro propio pensamiento para emitir
soluciones propias a nuestros problemas. 14
13
Tomado de http://www.rodelu.net/canova/canova01.html. Según el Informe Mundial sobre Desastres, en
algunos países africanos entre el 2006 y el 2009 se ha duplicado el número de personas aquejadas de
seguridad alimentaria, y en el mundo entero se cuentan más de 900 millones padeciendo hambre a principio
de 2009. Además pueden verse:
http://www.surysur.net/?q=node/11461, http://www.cruzroja.org/notsemana/2009/jun/compre0306.htm.
14
En estos días, de globalización y mundialización, es cada vez más difícil dar con el “ser” y el “pensamiento”
propios de Latinoamérica que dar con sus reales condiciones económicas y políticas, relacionadas con los
contextos nacional y planetario. Es necesario, entonces, no sólo seguir leyendo a académicos sino a
novelistas, poetas, dramaturgos y cuentistas, como insumos para poder dar cuenta de la particularidad
latinoamericana y colombiana dentro de esa “amalgama cultural” indígena, ibérica y afroamericana que se
pretende levantar como propuesta de identidad ante la planetaridad propia del siglo XXI.
27
Para Martín Barbero al igual que Néstor García Canclini y José Joaquín
Brunner, la modernidad en América Latina reúne características
particulares producto del cruce de temporalidades debido a la
superposición de las lógicas de las culturas prehispánica, ibérica y africana
durante el periodo colonial, a lo cual habría que agregar para el siglo XX,
las lógicas provenientes de la difusión de los medios masivos de
comunicación y el acentuamiento de los nexos de dependencia económica
internacional y de mayor intercambio cultural (Herrera y Díaz; 2000: 9).
Con base en Rafael Ávila Penagos (1994), para el caso de Latinoamérica, las
particularidades culturales e históricas obligan a imaginar proyectos de
modernidad a la manera latinoamericana, dentro de los cánones del progreso, el
carácter perfectible del sistema social, los intereses laicos, la ética política
intermundana, el desarrollo de la ciencia, la visión histórico-económica, la
consolidación de los Estados nacionales. Todo ello en oposición al principio de
autoridad como criterio de verdad, a la visión religiosa, al orden aristocrático y
privilegiado y al modo de producción agraria y artesanal.
Para orientar la escuela del siglo XXI en Colombia, se requiere una preparación
profesional docente con un perfil cultural latinoamericano. Con conciencia de
clase y de la obligatoriedad de la investigación y el ejercicio democrático en la
escuela para coadyuvar a la restauración de la identidad cultural propia. Identidad
que, además de reconocer la inserción en la cultura occidental europea, vuelva
los ojos a los elementos aborígenes y afroamericanos. Por ejemplo, podemos
preguntarnos si en lugar de bilingüismo no sería mejor hablar de multilingüismo,
debido a que en la experiencia de algunas comunidades, como las del Amazonas
y de la costa Caribe, los indígenas saben incluso hasta cinco idiomas.
31
correctivos de los viejos y devaluados reglamentos, de viejas normas autoritarias
correspondientes a modelos extranjeros, homogeneizantes, se obstaculiza la
construcción de identidad.
La posmodernidad
Entonces, según lo planteado por Carlos Tartaj Sánchez (doc. virtual, sin año), el
antimodernismo expresado por autores como Lyotard, Vattimo, Lipovetski y Rorty
es un contra-discurso nacido del desencanto. La Postmodernidad renuncia a las
32
grandes verdades objetivas y se queda con el sentimiento que acepta pequeñas
verdades porque nada ni nadie es imprescindible. Se queda con pequeñas
historias de seres pequeños vagabundos para que no haya alienación y engaño
porque lo único interesante es el hoy. Reemplaza la ética prohibitiva del ser
auténtico por la estética porque lo único interesante es la realización personal, el
sentirse a gusto. Renuncia a Prometeo y con él a la ciencia; a Sísifo y con él a las
sucesivas reconstrucciones; al Dios exigente y a lo apolíneo porque se acoge a
Narciso y a lo dionisiaco, símbolos de la vida gozosa para la cual Dios tiene que
ser algo cálido, emotivo, confortable.
En este orden de ideas, podremos recurrir a los mitos como un valioso insumo
para los análisis racionales de las ciencias sociales sin perder la fe en que la
ciencia está llamada a acabar con la ignorancia y la servidumbre de los pueblos.
Tal actitud nos lleva a saber desenvolvernos en el filo de la navaja. La prevención
de Jean Francois Lyotard hacia las metanarrativas ayuda a no desentendernos de
la necesidad de establecer unos fundamentos como verdades objetivas que
orientadoras del pensar y el quehacer humano, pero sin la ingenuidad de creer
que todo está dicho o descubierta la verdad absoluta; ayuda a no cerrar la mente,
a retomar la actitud socrática del “sólo sé que nada sé”
Educación moderna
Educar en el secularismo
Históricamente, el hombre rompe las cadenas que lo tenían atado a las teorías
dogmáticas de la Edad Media, basadas fundamentalmente en un marcado
teocentrismo y en un ejercicio de poder representado en el despotismo, mediante
la secularización. Con ella se logra trasladar a la filosofía política la función
integradora que cumplía la religión anteriormente y la sustitución del fundamento
divino por el principio de la soberanía popular. El proceso de secularización se
expresa en la constitución progresiva de un discurso irreligioso sobre el mundo y
sobre el orden social, representado en primera instancia por el desarrollo de la
ciencia y la tecnología. Esta conciencia histórica la alcanza el hombre a través de
una educación problematizadora y reflexiva. Por eso, el desenvolvimiento del ser
del hombre exige permanente replanteo de los problemas educativos en los
nuevos contextos de cada época.
En oposición a ello, le corresponde a la sociedad civil del común tomar las riendas
de la educación. Cada hombre colombiano debe decidir si adopta un credo
religioso y localizarlo en su fuero interno sin pretender imponerlo a los demás ni
tomarlo como patrón de medida de los asuntos materiales. Cada colombiano
joven, varón y mujer, debe ser competente para decidir el modo de producción y
el sistema político de las nuevas generaciones. Con la práctica de los criterios que
he venido exponiendo, las maestras y maestros formaremos ciudadanos que
asuman, con juicio de hombres libres, la responsabilidad de hacer una Colombia
mejor. Esta tarea sólo puede ser realizada por una escuela laica, científica y
autónoma.
Potenciar la racionalidad
Más aún, ¿Qué actitud adopto como docente o como directivo docente cuando,
por ejemplo, un determinado grupo de estudiantes escribe una carta para
protestar contra la forma de enseñar, de evaluar y de tratarlos porque consideran
mi desempeño profesional adverso a los intereses del grupo escolar? Es
probable que, de manera directa o indirecta, eluda una respuesta o asuma la
actitud del silencio o de abierta confrontación. ¿No estaría faltando al derecho a la
libertad de expresión e información? ¿No estaría obstaculizando el libre desarrollo
de la personalidad? En todo caso, estaría perdiendo la oportunidad de formar en
democracia y en participación comunitaria.
16
Vale la pena ponernos en situación, mediante un experimento mental. Supongamos que un profesor
cualquiera observa y denuncia ante la Coordinación y la Rectoría el privilegio otorgado a otro, consistente en
un horario preferencial para ausentarse de la institución todos los viernes antes de cumplir su jornada
mínima de permanencia en ella. ¿Cuál será la reacción del afectado, de sus compañeros más próximos y de
los directivos contra el acusador? Podría darse el caso de ser retado a pelear, sometido a una cacería de
brujas, a una campaña de desprestigio frente a alumnos y padres, al disgusto y enemistad; incluso sus
alumnos cercanos podrían salir afectados con ciertas represalias como excluirlos de proyectos transversales,
etc. Podría ocurrir, en cambio, que se aprovechara el conflicto para implementar el diálogo constructivo, el
debate argumentativo, en pro de la democracia y los derechos humanos.
41
En esas circunstancias, tanto la Constitución de 1991 como la Ley General de
Educación de 1994, quedan como letra muerta en lo relativo a cultura política
democrática, gestación de procesos de argumentación razonada frente al
oponente, laicización, toma de decisiones colectivas, interacción constante y
crítica de directivos, profesores, alumnos y padres de familia; eliminación del
autoritarismo y la arbitrariedad. Por tanto, tenemos que exigir un discurso
pedagógico vestido de
modernidad y
acompañado de la
vivencia para que sea
válido. Cobra
importancia el currículo
oculto, la educación por
el ejemplo. Pero no a la
manera ilustrada por
Quino en una de sus
caricaturas17:
Porque algunas
personas al contestar
preguntas de
convivencia ciudadana
como por ejemplo, ¿Qué
debe hacerse cuando el
tendero, o el ayudante del bus, se equivoca al darle las devueltas?, dan
respuestas altruistas acordes con la honestidad; pero ante el hecho real se dicen
a sí mismos: ¡Quién lo manda a ser tan…! Y se embolsan lo que les dieron de
más.
42
formación de ciudadanos autónomos y transformadores capaces de construir sus
propios destinos. También, debemos impulsar el posicionamiento de la izquierda
colombiana como una alternativa popular para superar la tradición antinómica y
burguesa del bipartidismo, y sus distintos camuflajes, porque ningún trabajador
debe confundirse de rivera: el río de la historia recorrido por la derecha, roja, azul
o verde camaleónico, favorece los intereses de la burguesía opresora.
Entre estas estrategias contamos con el método sin pierde para formar un espíritu
asertivo; la evaluación por portafolios para cumplir el propósito de normalizar en la
escuela el hábito de autocrítica; el trabajo en equipos cooperativos con énfasis en
la lectoescritura para conducir al desarrollo de las operaciones mentales, el
autocontrol, la solidaridad, la tolerancia y la honestidad; la implementación de
recursos de comprensión y de exposición como los mapas conceptuales, la Uve
heurística y los mentefactos a fin de darle significación al aprendizaje; el diario de
campo, junto con el registro anecdotario, como impulso al desarrollo del espíritu
investigativo. Sin lugar a dudas estas didácticas rompen los esquemas
tradicionales que privilegian la dominación, la sumisión y la dependencia, y
contribuyen a la formación de estudiantes más seguros, más espontáneos, más
autónomos, más participativos en la solución de conflictos personales y sociales.
43
Educación
¿Queréis resultados rápidos?
¡Castigad, premiad; debilitad, oprimid!
Imponeos, “por el bien del adulto incompleto”;
Conducidlo por la “senda del bien”: ¡Educare!
Hay un hecho sin precedentes que conmovió a todo el mundo. Por primera vez
Estados Unidos de América tiene un presidente negro. Se especuló mucho sobre
las repercusiones de dicha elección y se levantaron sin número de esperanzas.
Para el propósito de este escrito conviene enfocar nuestras reflexiones en los
comentarios sobre las causas de este acontecimiento: El modelo neoliberal, la
imposición de un pensamiento único, el irrespeto a los derechos humanos, la
generalización de un estado de guerra permanente, el impacto ecológico y
44
consecuente cambio climático; todas ellas características de la época presente.
Las consecuencias del suceso ya se verán, puesto que no dependen del color de
piel o de cualquier otro factor formal, sino de la ideología del protagonista.
Entre otras causas del voto a favor de Obama también hay que incluir la
introducción en su discurso de medidas a favor del cambio climático; el
cansancio de la gente con un modelo económico neoliberal que terminó por
enriquecer más a los ricos, empobrecer a la clase media y pauperizar a los
pobres; un fastidio con el unilaterismo –pensamiento único- en el manejo de
los asuntos internacionales, que sirvió para desprestigiar a EU en el resto
del Mundo; el creciente recorte de los derechos civiles de los
estadounidenses; y el irrespeto a principios de los derechos humanos, que
se creían aceptados y consolidados a nivel global, bajo la excusa de la
defensa de la seguridad nacional (Sánchez; 2008: 3)
Ahora bien, no solamente interesa saber de qué se habla sino tener en cuenta sus
efectos sobre la vida nacional, planetaria e individual. Si bien es cierto que se
mundializan las relaciones entre los pueblos, progresa la técnica y la ciencia y
mejoran las comunicaciones,
…siguen e incluso aumentan las profundas desigualdades que existen entre
los seres humanos y prosiguen los graves ataques al medio ambiente, fruto
de un desarrollo rápido e imparable. (…) A finales del siglo XX nacieron los
movimientos antiglobalización, que suelen manifestarse aprovechando las
reuniones de las organizaciones económicas internacionales. Estos
colectivos piden que los países pobres puedan conseguir un desarrollo
económico distinto al que promueven las grandes organizaciones
internacionales (Enciclopedia Encarta, 2007).
45
La editorial Larousse publicó un libro con el título “La globalización ¿Un futuro para
todos?” en el año 2003. En esta colección dirigida por Núria Lucena Cayuela se
afirma: “La globalización designa el conjunto de fenómenos resultantes de la
creciente apertura de las economías a las mercancías y capitales extranjeros”
(Guillochon; 2003: 7). También, que dicho término “hace referencia al conjunto de
fenómenos mediante los cuales la vida de los habitantes del planeta está
vinculada, al menos en parte, a decisiones tomadas fuera de su propio país y
sobre las que no ejerce ninguna influencia” (Guillochon; 2003: 10).
Los grandes grupos empresariales como Ford, Coca-Cola, IBM, Microsoft, Sam
Miller…, se localizan en los países con mano de obra barata y amplios mercados
potenciales, organizan a escala planetaria sus procesos productivos y obtienen un
desarrollo sin precedentes de intercambios comerciales.
“Sus estrategias de implantación se basan esencialmente en la
exportación de capitales a países extranjeros, hecho que se conoce
como inversión extranjera directa (I.E.D.). Entre la década de 1989 y
1999, la I.E.D. experimentó un crecimiento acelerado y sus flujos se
multiplicaron casi por diez. En 1989, el valor de capital I.E.D. en
manos de empresas extranjeras constituyó el 5% del producto
interior bruto mundial (P.I.B.), y en 1999 alcanzó el 15%. (Guillochon;
2003: 11).
Todos estos problemas del modo de producción capitalista fueron anunciados por
los pensadores del materialismo histórico. Así se lee en “Del socialismo utópico al
socialismo científico” de Federico Engels:
Hoy, la bancarrota política e intelectual de la burguesía ya apenas es un
secreto ni para ella misma, y su bancarrota económica es un fenómeno que
se repite periódicamente de diez en diez años. En cada una de estas crisis,
la sociedad se asfixia, ahogada por la masa de sus propias fuerzas
productivas y de sus productos, a los que no puede aprovechar, y se
enfrenta, impotente, con la absurda contradicción de que sus productores
no tengan que consumir, por falta precisamente de consumidores. La fuerza
expansiva de los medios de producción rompe las ligaduras con que los
sujeta el modo capitalista de producción (sin año: 72).
En 1991, Argentina equiparó el peso al dólar para trancar la alta inflación que
experimentaba, pero en 1999, 2000 y 2001 estaba en medio de una recesión
económica con el producto nacional bruto disminuyéndose alarmantemente lo cual
le provocó un déficit público con la amenaza del FMI de negarle cualquier ayuda
adicional. “A continuación se desató el pánico bancario, se produjo la fuga de
capital extranjero, se hundió la moneda, se disparó la inflación y se sucedieron los
enfrentamientos callejeros. En definitiva, se produjo la situación habitual de las
crisis en los países emergentes.” (Guillochon; 2003: 21)
Algunos, como Adrian Salbucchi (1999), piensan que el poder de los Estados es
sólo aparente y la tendencia es a la desaparición de los Estados nacionales
porque quienes mueven los hilos de la comercialización mundial son las
transnacionales mediante organizaciones de bajo perfil. Organismos como el
Consejo de Relaciones Extranjeras, el Royal Institute of International Affairs, el
Carnegie Endowment for International Peace, el Brookings Institution, “American
Enterprise Institute (AEI), Institute for East-West Studies y la Trilateral Comision,
moverían los hilos de la política y de la economía sin importar donde esté el centro
de poder aparente.
Según este mismo autor, el Council on Foreign Relations (CFR) –el Consejo de
Relaciones Extranjeras-, fue fundado en 1921 por políticos, abogados, banqueros
y académicos de EU, “como resultado de conversaciones mantenidas en 1919 en
el Hotel Majestic de París, entre miembros claves de las delegaciones
estadounidense y británica que representaban a sus gobiernos en la Conferencia
de Paz de París que se encontraba preparando las condiciones de paz que los
Aliados victoriosos impondrían a las Potencias Centrales vencidas en la Primera
Guerra Mundial” (Salbuchi, 1999: 29). Junto con él se creó el Royal Institute of
International Affairs, el cual, operaría en Londres. Manejado como un foro de
coordinación del poder real, utiliza a la nación más poderosa del planeta como
instrumento transitorio para ejecutar sus políticas conducentes al nuevo orden
mundial para todo el planeta.
49
Todas las naciones del mundo necesitan unas de otras y es bueno establecer
relaciones de hermandad para afrontar problemas de interés común en economía,
medio ambiente, salud, ciencia, tecnología, problemas internacionales. Pero esta
colaboración y acción mancomunada, a la que Salbuchi llama ‘mundialismo’, es
muy distinta a la ‘globalización’ como ideología según la cual toda decisión del
ámbito público y nacional ha de quedar subordinada a las consideraciones
económicas o financieras de índole privado. Para esta visión geográfica, el
determinante del devenir social es lo económico-financiero, el poder privado al que
se subordina toda estructura y accionar político, lo cual, exige un control sobre
todos los Estados del mundo, un debilitamiento y desaparición del Estado-nación,
mediante la privatización del poder, y una tendencia a lograr efectos disolutivos en
la sociedad, especialmente entre los jóvenes (Salbuchi, 1999: 59).
De manera unilateral, Estados Unidos presiona a otros países para que adopten
sus valores y prácticas sobre los derechos humanos y la democracia; impone
extraterritorialmente sus leyes; juzga a los países según sus grados de adherencia
a los estándares estadounidenses en materia de derechos humanos, drogas,
terrorismo, proliferación nuclear, proliferación misilística y libertades religiosas;
aplica sanciones contra aquellos países distanciados de dichos estándares
estadounidenses; promueve los intereses de las empresas norteamericanas bajo
el slogan del libre comercio y de los mercados abiertos; adecúa las políticas del
Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional a los intereses de esas
mismas empresas; empujar a otras naciones hacia políticas económicas y sociales
que beneficiarán los intereses económicos de los estadounidenses.
18
Por ejemplo, en materia de gastos militares ver Salbuchi, 1999: 83 - 84.
51
función del dinero (valor intrínseco en sí, se lo puede comerciar como una
mercancía)19.
Se notó más la apertura económica con César Gaviria porque éste aceleró la
aplicación del Consenso de Washington. Pero lo importante es comprender que
En la práctica, fue una dura ofensiva contra el salario, las prestaciones y los
derechos de los trabajadores, iniciada en el mismo año 90 con la
contrarreforma laboral, luego en el 93 por medio de la reforma de la
seguridad social, y de allí en adelante, con los continuos recortes
pensionales, las repetidas reformas tributarias, hasta la reforma laboral del
2002, que abarató el despido, y recortó el pago de las horas extras,
llegando hasta a corregir a la propia naturaleza, al extender la jornada
diurna hasta las 10 de la noche. Todo ello dizque para promover el empleo
(Vásquez; 2006: 7).
19
Ver Salbuchi; 1999: 121.
52
Contra la globalización y su consecuente alienación…
Frente a este fenómeno que avanza a pasos agigantados, las comunidades deben
defender sus características distintivas y compartirlas sin pretender que las imiten
bajo el falso supuesto de ser superiores. La mismidad ha causado irreparables
daños culturales a lo largo de la historia y ya es hora de que la humanidad se
enorgullezca de contar con idiosincrasias y personalidades tan variadas. Esa
riqueza invaluable no debe quedar a disposición de los dirigentes sino poder ser
cultivada por auténticos y naturales líderes que se cuiden de malinterpretar los
deseos de las comunidades, confundiéndolos con los propios. Líderes que luchen
por desarrollar la esencia del ser humano; aquello fundamental característico de
nuestra especie, definitorio de la genericidad.
Uno de los mayores peligros de enajenación de las personas y los pueblos está
encarnado en los procesos de globalización. Por eso, es tan importante que los
maestros y maestras dediquemos todos nuestros esfuerzos a des-alienarnos y
des-alienar a nuestros alumnos, a liberar las almas potenciándolas para construir y
afirmar su identidad; potenciar las singularidades para transformarse a sí mismas
según su libre albedrío y transformar las comunidades a las que pertenecen en pro
del bienestar y el querer colectivo, libremente consensuado, sin intervenciones
extranjeras.
Por eso es repudiable toda intromisión de cualquier Estado en los asuntos internos
de otro. Pero Estados Unidos se ha abrogado la autoridad para aprobar o
desaprobar las decisiones soberanas de otras Naciones. Por ejemplo,
La intervención activa de la CIA en el derrocamiento del premier iraní
Mohammed Mossadegh en 1953; su instigación del golpe de estado que
expulsó al presidente guatemalteco Jacobo Arbenz en 1955; su actuación
notoria en la fallida invasión a Cuba en la Bahía de los Cochinos en 1961;
sus reiterados planes para asesinar a Fidel Castro, de los cuales se
conocen ocho por lo menos; y su participación directa en el derrocamiento
del presidente chileno Salvador Allende en 1973, son tan sólo algunos de
los casos más notorios en los que la participación de la CIA en operaciones
clandestinas y encubiertas resultó determinante (Salbuchi, 1999: 204).
54
Estados Unidos. Y nos muestra los niveles de sumisión a los que las clases
dominantes han llevado a esta que gustan llamar patria, poniendo en evidencia -
¡como si faltara!-, que la extradición no es un mecanismo de “cooperación
internacional contra el crimen”, sino uno de dominación de la metrópoli. Y que el
tratado no es ni recíproco ni neutro políticamente, ni respeta sus formalidades.”
(DOMINGUEZ Prada, Luis Carlos. La polémica por la no extradición. En: Editorial
del Periódico VOZ de Abril 1 de 2009. P. 7)
Soberanía de los Estados-nación y acción docente
55
Una empresa de importancia estratégica, con grandes rendimientos y con
grandes posibilidades hacia el futuro, será privatizada a pérdida, de manera
indefectible, por una determinación que no puede justificarse por la
supuesta racionalidad de decir que la empresa está quebrada (Robledo;
2005: 51).
56
Mientras el pueblo siga maniatado por la ignorancia, sus esperanzas quiméricas
de ayudas externas para suplir las necesidades más apremiantes lo harán
equivocarse una y otra vez. Los mismos anhelos depositados en las pirámides, o
en la lotería, los coloca en los dirigentes ajenos a sus reales intereses, ahondando
la alienación. Por eso, la educación tiene que tornarse cada vez más reflexiva,
más sólida conceptualmente, para sacar al pueblo de la superficialidad en la que
se le ha situado. Es preocupante ver como la dirección dada a la educación por las
medidas gubernamentales en Colombia es la del facilismo y la inocuidad del
esfuerzo académico, lo cual, no puede traducirse más que en modelos de vida
superficiales totalmente incapaces de cualquier resistencia civil.
Las negociaciones neoliberales contemplan los acuerdos mediante los cuales dos
o más países establecen normas y procedimientos comerciales, con el fin de
incrementar los flujos de comercio e inversión y, por ende, sus niveles de
desarrollo económico y social. Para garantizar que las negociaciones se realicen
en beneficio del país, y no de unos pocos, se constituye un proceso democrático-
participativo de adopción del tratado. Dicho proceso comprende varias instancias
de discusión, revisión, aprobación y ratificación reguladas por la Constitución
Pública.
La primera instancia consiste en consultar las diversas entidades del gobierno, los
empresarios, los gremios de la producción, las organizaciones sociales, las
universidades y el Congreso de la República. En segunda instancia, los
negociadores toman decisiones después de un proceso de concertación entre las
diversas entidades estatales. Para las decisiones más importantes el Presidente
reúne a sus ministros en Consejo Superior de Comercio Exterior. La tercera
instancia comprende un amplio espacio de discusión nacional sobre los temas
debatidos al interior del Congreso, así como las intervenciones de las entidades de
control, como la Procuraduría y la Contraloría, a donde llega durante todo el
proceso de negociación informe sobre el avance de la misma.
Es cierto que los tratados de libre comercio constituyen un medio eficaz para
proveer un entorno estable y sin barreras para el comercio y la inversión, también,
para garantizar el acceso de los productos y servicios del país a los mercados
externos. De esta manera, los empresarios lo aprovecharán para hacer crecer la
economía del país, generar más empleo, modernizar el aparato productivo y
promover nuevas empresas por parte de inversionistas nacionales y extranjeros, al
aumentar la comercialización de los productos nacionales. Sin embargo, para que
haya aumento de la tasa de crecimiento económico, expansión significativa de las
exportaciones y aumento de la competitividad de las empresas colombianas debe
negociarse en igualdad de condiciones.
Colombia ha firmado tratados de libre comercio con México y con todos los países
de América del Sur, exceptuando a las Guyanas. Con Bolivia, Ecuador, Perú y
Venezuela suscribió el CAN o Comunidad Andina. Con México y Venezuela
constituyó el G-3. Estableció un acuerdo comercial con Chile y otro con
MERCOSUR que incluye a Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, a través del
CAN. En estas negociaciones no se vislumbra mayores inconvenientes porque las
condiciones de estos países son muy similares. Otro asunto es el pretendido
Tratado de libre comercio contemplado en el Plan Nacional de Desarrollo, vigente
desde el 2003.
Como bien lo expresa Jorge Enrique Robledo no se puede competir con Estados
Unidos porque producen más barato en muchos sectores de la economía, hacen
transferencias oficiales a sus productores 62 veces mayores que las colombianas
y no están dispuestos a negociar estas ayudas internas a su agro; seguirán vivos
los bloqueos a las exportaciones de los productos del agro colombiano con
excusas sanitarias y demás; en cuanto a capacidades industriales “…baste decir
58
que en 1990 los estadounidenses invirtieron 510 mil millones de dólares en
plantas y equipos, un poco antes del año en que el presidente Gaviria no pudo
encontrar los escasos 1000 millones de dólares que ofreció para apalancar la
reconversión industrial con la que supuestamente se enfrentaría la apertura”
(Robledo, 2005: 111).
Al negociar con los Estados Unidos de América se trata a las empresas públicas
como si fueran privadas –así se conciben en el borrador del ALCA-, lo cual las
desnaturaliza porque ellas surgieron para garantizar derechos y hacer posible el
desarrollo y la soberanía sobre ciertos recursos nacionales estratégicos. No se
puede admitir que el agua y los demás servicios públicos se conviertan en
mercancía, igual que cualquier otra cosa, yendo a parar en manos del mejor
postor a quien sólo le interesará la rentabilidad. La infraestructura de estos
servicios se ha construido a través de los años con los excedentes del pago de los
servicios públicos y, por tanto, es propiedad del pueblo. ¡La educación, la salud y
los servicios públicos deben satisfacer las necesidades populares, no incrementar
las ganancias de los grandes capitales nacionales y transnacionales!
A través del ALCA y el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos los centros
esclavistas de producción con destino exclusivo a la exportación o a la provisión
de productos para las grandes empresas nacionales y transnacionales se están
constituyendo en eje material de los acuerdos. Tal es el caso de México,
convertido en proveedor de materias primas baratas y suministrador de fuerza de
trabajo a bajísimo costo, como si fuera poco que lo hayan convertido en basurero
tóxico. Mientras que la tasa media de crecimiento del PIB por habitante entre 1994
y 2002 “… ha sido de sólo 0,96 por ciento, la más baja alcanzada en comparación
con todas las estrategias de crecimiento seguidas por ese país en el siglo XX”
Colombia, como nación tropical con tradición agrícola, tiene en el agro una
potencialidad incalculable para proyectarse en el panorama comercial
internacional. ¡Los productos de nuestra tierra deben ser subsidiados por el
60
Estado, no reemplazados por productos extranjeros! Que no nos ocurra como
Costa Rica, reducida a la penosa condición de república bananera. La mismidad
europea dejó marcado en el continente americano un ideal universal en pos del
cual se ha descuidado la construcción de lo propio, el descubrimiento de la
identidad latinoamericana y colombiana, el afianzamiento de la idiosincrasia de
estos pueblos que no pueden seguir considerándose culturas imperfectas o
inacabadas. Esta es la misma crítica que desde la escuela nueva se le formula a
la educación tradicional para la cual el niño es un adulto incompleto.
Arturo Escobar afirma que un análisis del desarrollo desde el punto de vista de lo
idóneo o inadecuado de ciertas teorías o programas en relación con los problemas
del país, apunta a la correspondencia o no con las necesidades sentidas, los
requerimientos de capital, la lucha de clases, la racionalidad de los programas, los
patrones de industrialización o desarrollo agrario, etc. Otro tipo de análisis
intentaría explicar la formación de ese espacio común dentro del cual nos hemos
visto abocados a debatir y a avanzar la lucha; espacio convertido en una entidad
asfixiante, una atmósfera enrarecida que pareciera hacer imposible pensar a
Colombia con nuevas formas.
Se trata de investigar las formas específicas en que los colombianos hemos sido
creados por el desarrollo como individuos y como nación durante las últimas
cuatro décadas. Después de la segunda guerra mundial, aparece la estrategia del
desarrollo con la promesa de industrialización autosostenida, la modernización, el
aumento de los niveles de vida hasta equipararlos con los países avanzados. La
Misión Currie patrocinada por el Banco Internacional de Reconstrucción y
Fomento, visitó a Colombia entre el 11 de julio y el 5 de noviembre de 1949, con el
propósito de formular un programa comprehensivo de desarrollo para el país.
Según este estudio la planificación y la organización económica, política y social
deberían atacar en las esferas de educación, salud, alimentación, vivienda y
productividad el círculo vicioso de la pobreza, la ignorancia, la mala salud y la baja
producción.
La economía y la sociedad colombianas se sondearon detalladamente con un
enfoque radicalmente nuevo. Según dicha Misión, había que estipular
científicamente los requerimientos sociales y reemplazar las prácticas naturales
por tecnologías modernas de explotación de los recursos naturales para hacerlos
extremadamente productivos. Para ello, era necesario adquirir equipos y técnicas
modernas en el exterior. Lograr la salvación siguiendo la única vía correcta: el
desarrollo. El desarrollo traería la luz mesiánica que permitiría alcanzar la meta por
un camino nivelado por los países del Occidente, quienes pueden poner a nuestra
disposición las herramientas necesarias, neutrales, indudablemente apetecibles y
universalmente aplicables, puestas a prueba exitosamente: la ciencia y la técnica,
61
la planificación… Se sacaría al país del estado natural, del letargo de siglos y si se
fracasaba sólo Colombia sería culpable.
63
superficiales y no se percatan de que los responsables del deterioro ambiental
siguen negándose a atacar el mal de raíz.
Quehacer pedagógico
Contra este menoscabo del ambiente invoquemos una escuela que trabaje por
construir alteridad y ecoternura, la cual, en términos de Luis Carlos Restrepo,
consiste en dejarnos afectar por el contexto, por los otros, por la variedad de
especies; reconocer los límites y fomentar el crecimiento de la diferencia, sin
intentar aplastar aquello que nos contrasta; abandonar la lógica de la guerra;
proteger los nichos afectivos y vitales para que no sean contaminados por las
exigencias de funcionalidad y productividad a ultranza abundantes en el mundo
contemporáneo; entender que no somos el centro asegurador de la nutrición y
crecimiento de otros;
Con ese fin, la escuela debe desarrollar competencias y dominar técnicas para
realizar funciones productivas y burocráticas que le permitan al ciudadano o
ciudadana operar como trabajadores o gestores de empresa capitalista; muy poco
o nada se tiene en cuenta los ideales y esperanzas del hombre como tal. Importa
más la información que la formación, más la erudición que la ilustración. Enseñar a
pensar crítica y constructivamente no es la finalidad de una escuela interesada en
mantener los sistemas económicos, sociales y políticos existentes. Por eso,
también se prefiere el método de la disciplina forzada y legalizada.
La educación está siendo pensada cada vez más con los métodos y los
modelos de la industria. Ofrece una cantidad cada vez mayor de
información en el mínimo de tiempo y con el mínimo de esfuerzo. Eso no es
otra cosa que hacer en la educación lo que hace la industria en el campo de
la producción: ¡mínimo de costos, mínimo de tiempo, máximo de tontería! El
64
que educa con estos sistemas no sabe lo que está haciendo, pero lo hace
en el mínimo de tiempo, de la manera más rápida y menos costosa. A esto
es a lo que se quiere llegar con la tecnología educativa y los métodos de
enseñanza audiovisuales, confundiendo educación con información (Zuleta;
1995: 22-23).
En este sentido nuestra educación si bien es, por una parte, desastrosa en
cuanto a la formación de individuos que piensen, que tengan autonomía y
creatividad, no es, por otra parte, nada desastrosa en cuanto a tareas o
empresas que no les interesan (…) Cuando termina los estudios, el
individuo no sale a expresar sus inquietudes, sus tendencias o sus
aspiraciones, sino a engancharse en un aparato o sistema burocrático que
ya tiene su propio movimiento, y que le exige la realización de determinadas
tareas o actividades sin preguntarle si está de acuerdo o no con los fines
que se persiguen. En nuestro sistema educativo la gente adquiere la
disciplina desgraciada de hacer lo que no le interesa; de competir por una
nota, de estudiar por miedo a perder el año. Más adelante trabaja por miedo
a perder el puesto. (Zuleta; 1995: 32-33).
Esta última es primordial dado que sin ella los y las estudiantes no harán
conciencia de su proceso de aprendizaje. Lo ideal sería que éstos construyeren
horizontes de conocimiento desde sí mismos y, para ello, crear condiciones para
modificar la estructura escolar de manera que puedan romperse los esquemas de
calificaciones, encerramiento en salones, la masificación de los estudiantes, etc.
Los salones estandarizados deberían reemplazarse por escenarios adecuados a
las características de las áreas del conocimiento. En lugar de horarios
estrictamente cerrados se podría dedicar todo el tiempo al tipo de reflexión
preferido por cada estudiante; los maestros y maestras, en lugar de imponer
conocimientos y sancionar comportamientos, se dedicarían a orientar la
construcción del conocimiento y desarrollar actitudes amistosas.
En fin, contar con espacios diferenciados en los que se reúnan los estudiantes por
interés, no por obligación; promover la potenciación de las posibilidades de cada
estudiante, del pensamiento autónomo, de la actitud científica, junto con el
desarrollo del arte como recreación libre del entorno social, y la cultura física como
forma de expresión humana, método de acceso al conocimiento propio, defensa
contra la enfermedad y la degeneración orgánica. En suma, hemos de impulsar la
rebeldía como actitud de inconformidad con todo lo que limite la potencialidad
humana y nos acerque al amaestramiento.
Hemos de tener en cuenta que, aunque al sistema imperante no le guste y
pretenda desfigurar con expresiones peyorativas a quienes cuestionan,
Todo hombre racional es un hombre desadaptado, porque es un hombre
que pregunta. Por el contrario, el hombre adaptado es un hombre que
obedece. El sistema necesita formar gentes que hayan interiorizado una
relación de humildad con el saber. La educación lo logra y ese es nuestro
sistema educativo. Formar gentes por medio de la educación que sean
capaces de desatar lo que llevan en sí de aspiración y de búsqueda, sería
formar hombres inadaptados al sistema. (Zuleta; 1995: 34).
67
Por eso, los maestros y maestras deberíamos sentir franca preocupación y
urgente ocupación por la carrera acelerada en pro de convertir las instituciones en
empresas y los alumnos en clientes. Esta conceptualización absurda, en términos
de mercancía y rentabilidad, está empobreciendo la calidad de la educación
porque la aleja cada vez más de su razón de ser. Ser educador no compagina con
la idea de aprender para “ser alguien en la vida” porque esto significa “tener plata,
casa y carro”. Convertirse en un pequeño burgués y un burócrata totalmente
alejado de la misión y carácter de ciudadano actuante, crítico y creativo.
Por último, las maestras y maestros del sector oficial colombiano estamos
llamados a erradicar de nuestras mentes, y de las conciencias de nuestros
alumnos, el discurso neoliberal destructor. Ese discurso que nos cosifica, masifica
y obliga a la insolidaridad al imponer la competencia salvaje del capitalismo.
Nuestra sociedad, que se precia de liberal y democrática, con movilidad
social e igualdad de oportunidades, tiene que pagar un costo altísimo por
este discurso y cada vez le costará más. Sin embargo, para los maestros la
educación pública significa la existencia de un espacio político. Tenemos
que emplearlo para crear las condiciones de combatir el sistema en su
conjunto. No es el único, pero es muy importante porque allí el magisterio
tiene grandes posibilidades.” (Zuleta, 1995, p. 43)
¿Firmamos un tratado?
68
Un tulipán para la holandesa,
Una rosa para la alemana.
Contaminación de su sabana,
¡Que se hunde y seca más
Cada semana!
69
cuatro etnias asentadas en la Sierra, ha venido sufriendo un exterminio físico y
cultural bajo la estrategia paramilitar y otras formas de terrorismo de Estado que
ha provocado el desplazamiento de al menos 400 familias kankuamas y más de
700 niñas y niños huérfanos. Un repudiable proceso genocida que ni las medidas
de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han podido detener.
21
Ver también http://justiciaypazcolombia.com/ATENTADO-CONTRA-EL-PUEBLO-KANKUAMO.
22
http://elturbion.modep.org/drupal/?q=comment/reply/829. Por: Luz Edith Cometa L.
70
coca, los grupos ilegales sostienen allí una lucha por el control de la región, la
cual, ha llevado a esta etnia al borde de su exterminio.
Los Awá han sido sometidos a actos violentos sin tregua desde hace cinco años.
El 4 de febrero de 2004 la Fuerza Aérea bombardeó veredas de Ricaurte. El 15 de
junio de 2005 el indígena Germán Guangua fue asesinado por un grupo
desconocido. En junio y julio de 2005 un indígena murió y 1.400 más fueron
desplazados durante la 'Operación Gladiador' del Ejército contra las Farc. El 10 de
junio de 2006 el colegio del resguardo de Magüí fue bombardeado por la Fuerza
Aérea. El 1 de julio de 2008 tres menores awá, del resguardo Planadas-Telemí,
murieron por minas antipersona. El 4 de julio de 2008 las Farc asesinaron a cuatro
profesores en la vereda El Sande, entre Santacruz y Samaniego. 23
En febrero de 2009, trece (13) indígenas Awá fueron asesinados por la guerrilla de
las FARC, el 10 de febrero tras pisar un campo minado murió el indígena Floro
Paí, dos más fueron asesinados el 15 de febrero, presuntamente por paramilitares
y el ELN, otro muerto el 5 de abril tras pisar otro campo minado, y uno más el 19
de abril.24 En el mismo año un fiscal de Derechos Humanos y Derecho
Internacional Humanitario ordenó la detención del Teniente Alberto Williams por su
presunta responsabilidad en el asesinato de cinco indígenas Awá ejecutado el 9
de agosto de 2006, en una zona rural del municipio de Ricaurte, departamento de
Nariño, quienes fueron reportados como muertos en combate. De igual manera se
vinculó en el proceso al Sargento del Ejército Alexander Guerrero Castellanos. 25
23
http://www.cambio.com.co/paiscambio/815/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_CAMBIO-4809693.html
24
http://www.servindi.org/pdf/23_04_09_Comunicado_ONIC_sobre_la_matanza_de_los_awa.pdf
25
http://www.terra.com.co/noticias/articulo/html/acu26209-fiscalia-ordena-detener-a-militar-por-matanza-
de-indigenas-awa.htm
71
¿Cómo puede la educación potenciar ciudadanos y ciudadanas capaces de
afianzar su propia identidad, de reconocer la importancia de mantener las culturas
diferentes dentro de una sociedad plural, en lugar de integrarlas y asimilarlas a la
vida mestiza, occidental? Empecemos por la reconstrucción conceptual de
términos como multiculturalidad, multiculturalismo e interculturalidad y su relación
con la administración pública. El entrecruzamiento de las relaciones culturales con
las dimensiones social, económica y política hace trabajar por reconstruir la
conciencia de discriminación, incrustada en los imaginarios colectivos, para
impulsar propuestas y acuerdos de convivencia sociopolítica equilibrada. “El
ejercicio de la interculturalidad es netamente político, puesto que busca llegar a la
creación de condiciones para el establecimiento de relaciones horizontales de
diálogo entre diferentes” (Ramos; 2008: 252).
Bajo esta consideración surge la necesidad de hablar desde, en, con y para
la existencia de los pueblos, que en términos metafóricos sería
“desempolvar lo empolvado por el silencio del olvido”, como quitar las capas
que obstruyen la visión de los que se busca representar desde la
emergencia del espacio vital. En este caso lo oculto no es lo indeseable,
sino lo deseable para la construcción de un ser que vive lo oculto como un
lugar desde el cual se producen las emergencias vitales en tanto pueblo,
cultura, etnia, identidad de género y otras (Villa y Grueso; 2008: 25).
Por eso, la ciudadanía intercultural añade los derechos culturales a los de libertad
e igualdad. La conceptualización de los derechos culturales es vaga y ambigua
porque éstos están envueltos en tensiones políticas e ideológicas. Reciben mucha
menos atención que los derechos económicos y sociales.
La interculturalidad como categoría problémica cuestiona los órdenes
asignados sociohistóricamente por las clases dominantes, es una
alternativa organizativa para el establecimiento de una nación que se
conforme desde la pluralidad de voces que piden participación y
consideración real como autónomas, capaces y determinantes en el avance
como nación, pueblo, comunidad, etnia y cultura (Villa y Grueso; 2008: 39)
26
Ver Walsh Catherine. Interculturalidad crítica. Pedagogía de-colonial. En Villa y Grueso (2008).
75
los funcionarios públicos; abrir espacios de “integración”, formación académica de
indios y negros para colocar sus “epistemologías propias” en la academia.
27
Tomado de http://www.ugr.es/~pwlac/G10_10Joaquina_Cabello_Hidalgo.html
76
Los maestros y maestras de Colombia hemos de abordar la cuestión de la “fusión
cultural”, es decir, la trasposición de una cultura sobre otra a través de la
enseñanza de rasgos culturales distintos a los autóctonos; lo cual, genera en los
educandos no sólo un cambio cultural sino una actitud de subvaloración de lo
propio y sobrevaloración de lo ajeno; es decir, pérdida de la “identidad cultural”
tradicional. La cultura de los grupos marginales tiene potencialmente el mismo
grado de relevancia para el curriculum que la cultura acumulada. El curriculum
podrá optar por una organización y estructuración diferenciada que comenzará
por los códigos autónomos de la cultura del grupo de referencia y, desde allí, se
desplazará paulatinamente a nivel de los códigos de la cultura de la integración.
La escuela no debe ser reproductora de los currículos dictados por otras esferas
sino partícipe en los proyectos que defina la comunidad. Los profesores y
profesoras debemos asumir una actitud investigativa de nuestro propio quehacer
y de las necesidades de la comunidad con el fin de generar contenidos
programáticos pertinentes y dinamizantes. En este propósito nos ayudará
significativamente la propuesta de Fals Borda según la cual el investigador se
confunde con la comunidad en estrecha relación investigativa. Sin el
distanciamiento propio de la investigación positiva o empirista.
Con relación a esta problemática, el Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC,
habla de dos tipos de educación posible: la de asimilación y la de mantenimiento.
La primera tiene el propósito de “incluir” haciendo que las particularidades
culturales se desvanezcan (propuesta desde el Gobierno), mientras que la
segunda propende por la continuación de tales particularidades en pro del diálogo
intercultural. El concepto de inclusión de la educación asimiladora es sumamente
incierto; puesto que, la definición de “interculturalidad” exige, necesariamente, la
existencia de distintas culturas reconocidas y valoradas en su diferencia.
77
Hay una gran diferencia entre el “uso de la categoría” y la “práctica real” a la que
refiere, la cual puede “probarse” en términos de las relaciones históricas entre los
pueblos indígenas, afrocolombianos y campesinos en Colombia. Respecto al uso,
la equiparación dada con el término “multiculturalismo”, es de corte
angloamericano y está sostenido por la filosofía liberal. Una de sus características
es el distanciamiento propio de la mismidad que analiza la otridad desde la
mismidad. Por ello, es necesario reconocer dos categorías distintas:
multiculturalidad e interculturalidad.
78
cercano hasta tener 8 o 9 años y, definitivamente, no deben alejarse, al ser
jóvenes o adultos, por más de dos años de sus comunidades…
La pertenencia como categoría psicosocial debe ser asumida por el individuo pero
también reconocida por el grupo al que pertenece. Si el individuo siente que no se
le reconoce como perteneciente al colectivo tiene la posibilidad y la obligación
moral de luchar por ella. Debe pues, ejercer la participación comunitaria como
reclamación de su derecho a ser reconocido y a ejercer la ciudadanía. Sin
embargo, para no caer en el vicio criticado debe participar con mayoría de edad, lo
cual implica hacer uso público de su razón no sólo en calidad de sabio sino con
actitud de alteridad y asertividad.
Pero el nuevo ciudadano debe ser líder en lugar de dirigente, es decir, aspirar al
desarrollo individual y colectivo del hombre. Para ello, se esforzará en superar la
colonización cultural y lingüística inmersa en los discursos de la ideología
29
Tomado de http://andesris.blogspot.com/2009/02/democracia-y-participacion-en-colombia.html
80
dominadora porque imponer una lengua o una historia son actos de violencia;
interpretar los intereses de la colectividad, sin consultarla mediante procesos
democráticos, y pretenderse vocero de ella sin una investigación seria de sus
necesidades, también son actos de violencia. Por esto, es plausible que los
líderes impulsen procesos de descentralización institucional y se involucren en
investigación-acción a fin de responder en plural qué futuro y qué identidad se
desea.
Los primeros y más importantes actores responsables del proceso de los Siete
Aprendizajes en quienes se pusieron las esperanzas de la Fundación Social,
fuimos los educadores porque a través de nosotros se afecta la familia y la
totalidad de la población civil. La creación de una nueva cultura de convivencia
social necesariamente incluye al ciudadano; es tarea de un pueblo liberado de la
ignorancia y la enfermedad, condiciones en las que se le subyuga más fácilmente.
Esta es una razón poderosa para rechazar firmemente la privatización de la salud
y la educación, su sometimiento a las leyes de la rentabilidad.
81
la educación acorde con sus particularidades culturales y el fomento de la
participación de acuerdo con sus formas de organización. Así mismo, se
adoptarán medidas particulares para cada grupo étnico (2002: 251).
Pura letra muerta. El Proceso 8.000, los infértiles monólogos del Caguán, los
hechos de cruenta y sangrienta violencia, la continua violación de los derechos
humanos, la desatención a las sugerencias de los grupos étnicos y a las
reclamaciones de la sociedad civil oprimida, las componendas politiqueras para
mantener el poder, la retaliación genocida contra los sindicalistas, políticos de
oposición y los indígenas, los altos índices de pobreza y desempleo, los
desplazamientos, los falsos positivos, no son ni la mejor ni la más clara
ambientación para la aplicación de los objetivos propuestos en los planes de
gobierno. ¿En medio de este caos, qué tipo de tejido social y qué tipo de capital
humano se puede obtener?
Disentir y desaprobar.
La opinión propia deriva del estudio y la investigación, y discutir con los demás,
ayudándoles a argumentar, en un discurrir dialéctico, desemboca en acuerdo
colectivo sobre lo más conveniente para todos o para la mayoría. Se entiende por
mayoría de edad la capacidad de hacer uso del propio entendimiento sin
82
necesidad de tutor, lo cual, implica ilustrarse, por cuanto el uso público de la razón
exige escribir con conocimiento de causa sobre aquello que es susceptible de
mejorar en las instituciones. Ahora bien, la realidad social muestra palpablemente
que los valores morales de la clase dirigente son los antivalores para la sociedad
civil oprimida. De ahí que el currículo oculto y el currículo expreso de la escuela
deban propender por valores contrarios al clientelismo, los privilegios, el culto a la
personalidad, las componendas tras bambalinas, la guerra sucia, el cinismo, la
manipulación, el acoso laboral...
31
Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Asertividad
32
Tomado de http://edicionescastillo.com.previewmysite.com/estrategia_asertividad.html
83
comportamientos que permitan a nuestros estudiantes recobrar la confianza y
defender sus derechos sin violar los ajenos. Hacer que puedan expresar sus
gustos e intereses de forma espontánea; hablar de sí mismos sin sentirse
cohibidos, escuchar cumplidos sin sentirse incómodos porque ni se sobreestiman
ni se subestiman; discrepar con sus congéneres abiertamente; discutir las
valoraciones sobre sus desempeños, pedir aclaraciones sobre hechos que no
hayan comprendido; decir sí, o no, categórica y razonadamente.
En fin, los maestros, maestras y directivos docentes debemos lograr que nuestros
dependientes obtengan una mayor relajación en sus relaciones interpersonales,
aprendan a protegerse ante situaciones que les parezcan injustas o desmedidas;
conocer lo que les molesta o necesitan. De esta forma, tendremos directivos,
profesores y estudiantes no manipulables, que obtengamos lo deseable sin
ocasionar trastornos socio-afectivos a los demás. Al ser asertivos, las personas
actuaremos razonablemente a favor de nuestros propios intereses sin sentirnos
culpables o equivocados por ello . Dejan entonces de ser necesarios la docilidad,
la sumisión, el temor, el miedo, la retracción frente al reproche y al desmedido
ataque verbal por parte de los superiores. En suma, el tema de la asertividad es
asunto demasiado importante en la educación del futuro ciudadano colombiano
por cuanto aporta elementos sicológicos y sociológicos para un mejor vivir.
El segundo imperativo de la racionalidad, cual es, pensar en el lugar del otro nos
exige educar en la alteridad. Para ello, hemos de enseñar a partir de la
cotidianidad como condición necesaria para reflexionar seriamente. Al estar
inmersos en una totalidad, debemos comprender dicha totalidad como presente y
como futuro, es decir, como un “que” y un “para que”. Un “que” definitorio de
identidad y un “para que” proyectivo; es decir, un “ser” y un “poder ser”. Nuestro
ser latinoamericano y colombiano han estado definidos y proyectados por otros.
He aquí la necesidad de una filosofía liberadora y de una pedagogía alterativa. El
yo europeo primero, ahora el yo norteamericano, no han preguntado por el tú
latinoamericano. El yo de la clase dirigente colombiana no ha preguntado por el tú
de la clase marginal.
Cabe proponer, desde la filosofía, una ruptura con esa mismidad alienante y
concretar, mediante la pedagogía de la alteridad, un ser social y un ser humano
nuevos, alterativos. El objetivo es suprimir la negación del otro. Esa negación
tiene lugar cuando le imponemos una identidad; dominación lograda a través de
prejuicios opresores difundidos con un lenguaje de des-valoración y no
reconocimiento. Los pueblos indígenas y los afroamericanos lo han
experimentado hasta el punto de creer, algunos, en su inferioridad y otros en
querer librarse de sus características raciales a través de los cruces étnicos.
Cuando la voz de los “blancos” o de la clase dominante se convierte en la voz de
los indígenas, los negros o los desposeídos, los discursos se cargan de
absolutización de la cultura hablante sin interesarse por conocer las otras
culturas, sentir lo que los “otros-excluidos” sienten, su referente cultural.
Veamos el caso concreto de América Latina. El indio tenía una cultura, una
pedagogía y tradiciones propias. Cuando llega el español las considera
nada y se siente responsable de civilizar al indio dándole lo propio,
hispanizándolo. Se le enseña castellano, se lo integra a la ciudad en la que
traza calles y cuadras, pretende convertirlo al cristianismo y, de este modo,
destruye todo lo que el indio es. Le enseña “lo mismo” que el español es y
no lo respeta en su alteridad. Pese a que muchos misioneros los
respetaron el gran embate de la conquista fue un dominar imponiendo “lo
mismo”. (Dussel; 1979: 156-157)
También ocurre esto entre las generaciones, entre los padres y los hijos, entre los
educadores y los educandos porque padres y maestros no hacemos conciencia
86
de que en lugar de tener una cultura propia, tenemos una ideología sub-opresora.
Muchas veces los profesores creen que un muchacho de veinte años no es
nada. Pero no es así; es una persona con veinte años de historia, con toda
una cantidad de actitudes ante el arte, la historia o la política... Si no
comprendo el por qué de sus actitudes, debo ofrecerle la cátedra para que
me lo explique y convertirme en su discípulo... Al educando no se le puede
dar lo que él ya es como otro, sino enseñarle a descubrir lo que él ya es
críticamente... Nuestros cursos deben tener por materia lo que el discípulo
ya es y por forma la criticidad que le permita ser otro que el sistema que lo
ha incluido. Sólo así se liberará (Dussel; 1979: 158)
No obstante, cuando se formulan y desarrollan cambios, así como hay cosas por
transformar o eliminar habrá otras que deban conservarse. En el campo
educativo, las personas y las instituciones evolucionamos significativamente en la
medida en que atendemos nuevas necesidades, expectativas y requerimientos de
los estudiantes y de la sociedad. Lo importante es ensayar estrategias, en el aula
y en la escuela, con miras a generar autonomía y relación democrática hasta que
las actitudes de los educandos demuestren entusiasmo y un sentido de
colectividad, de compromiso con la humanidad y el planeta. Después, ellos
mismos idearán propuestas que redunden en el avance y progreso material y
espiritual.
Para que un currículo pueda sintonizar los fines y los medios de la educación
debe tener en cuenta que la dicotomía escuela-comunidad y la ausencia de
participación del maestro en la formulación del mismo impiden su implementación
consciente y su orientación hacia la autorrealización y la autonomía de las
personas y de las regiones operacionalizadas desde un currículo explícito y un
currículo oculto correspondiente, como dice Carlos E. Vasco, a las formas de
comportamiento, de uso y distribución del tiempo, de los actos de comunidad,
cumpleaños de la institución, etc. Por tanto, debemos transformar la concepción
restrictiva de currículo y concebirlo como un proceso global potenciador. El PEI
debe ser producto de un debate interno orientado a construir un ideario propio con
fundamentos filosóficos y pedagógicos, tendientes a producir un perfil específico
del estudiante y una identidad diferenciadora de la Institución educativa.
La pedagogía es una manera de concebir la educación. Tiene que ver con teorías
filosóficas y sociales, y genera la didáctica como su correlato práctico.
Problematiza los conocimientos y los hechos educativos, abre espacios para el
pensamiento creador. Junto con la didáctica hace referencia al oficio del maestro;
por eso, debemos estudiarlas en profundidad hasta traducirlas en técnicas de la
comunicación. En este sentido, más importante que “dictar clase” es crear un
ambiente tranquilo, producto de la interacción y de la situación socio-afectiva de
todos y cada uno de los integrantes del aula. Las dificultades mayores para el
acceso al conocimiento muchas veces se relacionan con estados depresivos y
niveles bajos de autoestima, producto de la ausencia de comunicación afectiva en
el ámbito familiar y escolar. Por otro lado, esta situación se refleja en la dificultad
para establecer buenos niveles de comunicación dentro del grupo de clase.
89
Frente a la crisis de la escuela, se impone la transformación profunda en las
políticas de la misma. Orientarla más al desarrollo histórico de la sociedad que a
la reproducción social y cultural, y a las relaciones de dominación de clases. Esta
conceptualización coloca el énfasis sobre los procesos de cambio estructural y,
por lo tanto, acentúa conceptos como conflicto, contradicción, poder. Se vuelve a
plantear aquí el sempiterno péndulo histórico entre conservar y liberar, división
que en términos de Simón Bolívar, en la Carta de Jamaica, “no es extraña, porque
tal es el distintivo de las guerras civiles formadas generalmente entre dos
partidos: conservadores y reformadores. Los primeros son, por lo común, más
numerosos, porque el imperio de la costumbre produce el efecto de la obediencia
a las potestades establecidas; los últimos son siempre menos numerosos aunque
más vehementes e ilustrados” (Trasantepenúltimo párrafo) 33
33
Ver http://www.analitica.com/bitblio/bolivar/jamaica.asp
34
Ver http://www.fecode.edu.co/index.php?option=com_content&task=view&id=33&Itemid=15
90
Una didáctica alterativa parte del hecho de que no existen dos hombres iguales, ni
se puede aprender por otro. Los profesores y profesoras, pues, no deberemos ser
autoritarios, ni de pensamiento rígido, sino proporcionar un ambiente propicio para
que los alumnos estudien a fin de alcanzar los logros planeados de común
acuerdo sin importar el tiempo que tarden en conseguirlo; así como, orientarlos
para que lleguen a ser sus propios profesores. El estudiante tendrá libertad para
desarrollarse en terrenos de interés personal y explorar temas difíciles. El
estudiante se someterá a un proceso de autoevaluación y coevaluación para
hacer ajustes convenientes al desarrollo de toda su personalidad; siempre
teniendo en cuenta que las recompensas deben ser intrínsecas, como por
ejemplo, comprender la vida a través de los escritores, la emoción de descubrir
una idea nueva, etc.
Solucionar los problemas dentro de la escuela es acción política. Por eso, los
llamados a padres de familia para quejarse o para advertir han de ser
reemplazados por llamados para dialogar de igual a igual, conocer mejor al
estudiante o buscar soluciones en conjunto. Ojalá organizáramos actividades para
conocer los hogares de los estudiantes y participar, en conjunto, como ciudadanos
sindicalistas con compromiso político con el pueblo. Si la sociedad dominante
impide sutilmente el pleno desarrollo del pueblo, la escuela debe compensar esta
falla coadyuvando a la concienciación, orientada al trabajo para cambiar las
condiciones de injusticia y de violencia.
Arquetipos
93
Una lengua, una cultural orientación:
Todo lo teníais y se os arrebató. Ahí está la tarea presente:
Afirmar y desarrollar lo propio,
La violación de ayer, Hurgando tanto en la Anaconda
El desconocimiento de hoy; Como en el Ave Fénix refulgente.
Instauran afán de reconstrucción.
4. EDUCAR EN DEMOCRACIA
En una cuarta etapa histórica, vigente aún, las fuerzas productivas alcanzan un
alto desarrollo y se agudiza la lucha de clases. La clase dominante, la burguesía,
posee los medios de producción y la fuerza productiva fundamental es el obrero.
También existen pequeños propietarios de medios de producción. La educación
obedece a la ideología de la clase social dominante; sin embargo, el desarrollo de
las fuerzas productivas exige que los trabajadores sean cultos y sepan manejar
máquinas e instrumentos complicados; de ahí surge el dilema de una instrucción
de cierto nivel cultural, pero no emancipadora de la conciencia. Aparece la división
entre escuelas públicas y privadas, y otras de carácter técnico.
Toni Negri sostiene que en el socialismo del Este de Europa no se registró ningún
progreso del capitalismo hacia el comunismo; por tanto, no existen fases o
estadios de desarrollo sino un solo paso, cual es, “el de la recuperación en las
propias manos de la libertad y de la construcción de condiciones colectivas de
control de la cooperación productiva (…) el que lleva a reorganizar esta
cooperación al margen y contra el robo cotidiano de poder y de riqueza perpetrado
por unos pocos contra la sociedad entera” (1996: 16). Se necesita, pues, como él
mismo lo expresa, las acciones concretas de una “sociedad civil viva, en absoluto
homologada, una voluntad colectiva de política (…) y una voluntad de poder
articulada más sobre la base social que sobre las formas del Estado” (1996: 17).
99
De igual forma, las y los educadores preferimos anteponer nuestras apetencias en
lugar de indagar sobre las necesidades e intereses de nuestros alumnos. Sin
perder de vista que el pensar social no es neutro; por el contrario, la conciencia
social y la individual están influenciadas por diversos factores como la lucha de
clases, dada la diversidad antagónica de intereses. Lo anterior nos lleva a juzgar a
los dirigentes en relación con su opción ideológica, a decidir si trabajan para los
explotadores o para los explotados. También, a plantear, como posible alternativa
de solución, la elaboración de planes de estudio y actividades didácticas en torno
a la implementación de democracia participativa, de tal manera que los
estudiantes desarrollen conciencia de pertenencia y de lectura permanente del
contexto, como condición para los indispensables ajustes a la institucionalidad en
pro de mayor desarrollo y justicia social.
Nuestro país, tan rico en recursos naturales y humanos, es pobre porque muchos
de sus dirigentes políticos han seguido esa misma línea de despropósitos y los
trabajadores explotados y oprimidos hemos sido pobres de espíritu y nos hemos
100
caracterizado por el conformismo, la resignación y la indiferencia. A esto se
agrega la ineptitud administrativa porque se nombran personas más por la
cantidad de votos aportados en las campañas electorales que por su preparación
específica. Así, se va generalizando la confusión de objetivos, la deshonestidad y
la indignidad que termina afectando todas las esferas sociales como las
instituciones educativas en donde se desconoce la ley del licenciado en la
asignación académica y los aportes serios, innovadores, de personas que no se
guían por el servilismo.
En síntesis, a nuestro país le han faltado (¿o los han asesinado?) más timoneles
lúcidos, visionarios y optimistas, resueltos a convocar a la sociedad civil para
enderezar lo torcido. Por doquier se ve, en términos de Eduardo Galeano, la
construcción de la historia al revés. De otro lado, los medios de comunicación
siguen en manos del poder político y comprometidos con los grandes grupos
económicos, lo cual, genera interferencias en su misión, negación a los debates
políticos objetivos y desfiguraciones en el manejo de la información. Estos
medios son reflejo de una realidad contradictoria en la que se entremezcla lo
bueno con lo malo, el progreso con el atraso, la violencia indiscriminada e
imparable con el deseo ferviente de paz, la opulencia con la miseria, la justicia
con la impunidad, la honestidad con las formas más reprobables de corrupción y
la imposición del chantaje y la mentira como norma de vida.
101
Es innegable la actitud camaleónica asumida por los dueños de la comunicación
quienes le siguen haciendo el juego al poder político, estableciendo vedas y
restricciones a la información. También es innegable que ello obedece a los
intereses de sus dueños. El “cuarto poder” se manifiesta en los medios de
comunicación masiva. Mediante ellos se modela el pensamiento de los oprimidos
con tal fuerza que logran injertar en las gentes desprevenidas una conciencia
opresora tan enajenada que se rebela contra las voces disidentes. Un ejemplo
de la manera como los gobiernos antidemocráticos intentan cambiar conciencias
es el diseño de guerra sicológica ejercida desde los medios durante el régimen
militar chileno liderado por Pinochet, descrita por el doctor Edgar de Jesús
Velásquez en su libro “La Razón de Estado”.
Al poner los servicios básicos para la población en manos del sector privado, hay
un alejamiento progresivo de la autogestión. Los gremios de sectores populares
son desoídos, tal es el caso de los educadores, los trabajadores de la salud y
104
sectores como los de telecomunicaciones, el petróleo y la energía eléctrica cuyas
necesidades son subordinadas a la llamada modernización del Estado, la cual,
termina en reducción del gasto público o, en otras palabras, la privatización.
Sectores como los pequeños agricultores, la mediana y pequeña industria,
también son desconocidos en sus justas reclamaciones.
Los medios de comunicación en Colombia son utilizados de manera eficaz por las
élites de poder económico, social y político, pues ellos son sus propietarios. La
opinión pública es orientada, o mejor originada a través de dichos medios
masivos. Desde allí se desinforma, se crean héroes y villanos, se silencian,
condenan o ensalzan situaciones, se contraponen mensajes, etc. De ahí que el
ciudadano común debería contrastar la información recibida por los medios
masivos de comunicación, cuyos propietarios son miembros de la élite, con lo
dicho por otros medios menos masivos. A manera de ejemplo, léanse comentarios
en periódicos que no hacen parte de la ‘gran prensa’, sobre episodios muy
maquillados.
La democracia debe ser una práctica de lucha contra los privilegios. Es decir, los
habitantes de Colombia no privilegiados son “la sociedad civil” y ésta ha de
organizarse y fortalecer su capacidad de denunciar y limitar los excesos (abusos)
del poder estatal. A la Constitución Política colombiana expedida en 1991 por la
Asamblea Constituyente se le reconoció “un carácter vinculante y de aplicación
directa e inmediata, e inclusive prevalecente y preferente respecto de la ley”, se
registraron “los derechos reconocidos a la persona humana en los tratados
internacionales” y se establecieron “mecanismos procesales que permiten de
manera preferente y sumaria hacer valer los derechos fundamentales individuales
y los derechos colectivos, así como obligar a las autoridades renuentes al
106
cumplimiento de las leyes y los actos administrativos vigentes que no estén
siendo ejecutados”. (Navas y Restrepo; 2004: 36 y 37).
No obstante, la acción gubernativa de nuestro país se aleja cada vez más de este
ideal: promueve la privatización de la salud y la educación encareciéndolas y
haciéndolas girar en torno a la rentabilidad, eleva los costos de la vivienda de
manera exagerada, da rienda suelta a los precios en el mercado mientras los
salarios pierden poder adquisitivo por la contención legal en los aumentos, la
apertura económica lleva a la quiebra a pequeñas y medianas industrias, se
acentúa la represión empresarial y estatal, se descuida el agro, etc. La
35
Ver en http://www.un.org/es/documents/udhr/
107
contradicción entre lo promulgado y lo actuado es un atentado contra la
democracia.
En tal sentido, la escuela puede apostar por una formación en espíritu cooperativo
con la esperanza de ir erosionando el egoísmo imperante y sensibilizando a los
ciudadanos para canalizar las posibilidades humanas por los rumbos de la
solidaridad. Porque es necesario establecer una diferencia de uso y de sentido del
capital. Con el capital socialista se busca remediar las necesidades; con el capital
privado se explotan las necesidades. La comunidad, dentro del sistema capitalista,
solamente ha sido tenida en cuenta para figurar dentro de las estadísticas. La
comunidad, dentro del sistema socialista, se habilitará para cuestionar en lugar de
obstaculizar. Por lo tanto, debemos impulsar la reflexión sobre la posibilidad de
idear efectivos planes de inversión que capaciten y posibiliten a la comunidad para
suplir sus necesidades; aplicar diferentes formas de progreso económico; generar
ahorro-inversión, en lugar de ahorro-gastos.
110
desarrollo de la República. Entre esos obstáculos podemos mencionar:
intervención de algunos directivos atentatoria contra la libertad de cátedra, mala
calidad educativa, recursos financieros insuficientes, conceptos religiosos
dogmáticos que todavía permean los espacios educativos…. Mientras no haya
reconocimiento igualitario hacia las acciones de profesores y alumnos, aplicación
idéntica de las obligaciones y ajuste permanente de las normas y prácticas
pedagógicas con participación activa de los estudiantes, no podrá hablarse de
implementación de la democracia como currículo oculto. Mucho menos
avanzaremos hacia la posibilidad de que democráticamente los colombianos, en
ejercicio pleno de su libertad, decidan cuál es el proyecto pedagógico que
necesitan.
Las normas del Manual de Convivencia pueden tener una mejor observancia y
práctica cuando realmente, con espíritu humanista y posibilitador de la esencia
humana, estén inspiradas sobre la base de necesidades sentidas, de
autorregulación entre los miembros de la comunidad. Porque la educación de los
ciudadanos no puede marchar por el sendero de la coacción, sino por el de la
exhortación, persuasión y convencimiento, de la construcción colectiva de las
leyes para beneficiar a todos, lo cual, causará agrado cumplirlas. La disciplina
represiva, autocrática, genera abulia e hipocresía.
112
estaremos preparando mal para la vida futura a niñas, niños y jóvenes porque, al
no tener ocasión de fracasar, tampoco tendrán la oportunidad de vencer
dificultades y sentir satisfacción por el triunfo. No vincularán las teorías con las
circunstancias y necesidades históricas específicas, las acciones humanas con el
fracaso y la corrección. Por ejemplo... “La teoría de los Derechos Humanos,
impensable en el mundo antiguo o feudal, corresponde al momento de la
modernidad, a la forma de producción capitalista, y probablemente resultará ya
obsoleta en el marco de la sociedad socialista, en el momento en que tanto el
Estado como la noción de derecho se volverán innecesarios” (Papacchini, 1995:
348).
Por eso, las maestras y maestros colombianos debemos replantear los planes de
estudio, introducir temas, foros, debates que orienten a nuestros alumnos hacia el
análisis y comprensión de la realidad y del papel de los medios de comunicación
en el proceso político y democrático. Desde el aula podemos fomentar en el
educando la idea de que él será el ciudadano futuro llamado a transformar el
sentido de la sociedad política. Educarlo en el humanismo, la solvencia ética y
científica que garantice la vida digna de las personas, el progreso y beneficio
general de Colombia, sin discriminación ideológica, racial, estética, sexual o
religiosa.
113
Las y los profesores, por tener el encargo de educar a las generaciones futuras,
debemos asumir con responsabilidad patriótica un proceso de erradicación de la
pobreza democrática característica de la nación colombiana, implementando el
análisis crítico de nuestra situación nacional y de las fuentes informativas. Esta
educación referida a asuntos públicos, en términos de información y de
competencia cognoscitiva, con flujos ascendentes y descendentes - y, sobre todo,
con efectiva resolución de problemas- construye opinión autónoma y ética
democrática para conseguir consenso, bienestar colectivo, pluralismo ideológico,
tolerancia, cogestión, equidad.
Desde el aula hemos de ayudar a crear una nueva nación, un nuevo hombre
colombiano con identidad inconfundible, guiado por la racionalidad, la honestidad,
la condolencia, con ideología coherente y espíritu de humanidad, de colectividad,
de cooperación; un colombiano sin cobardía, ni complicidad, capaz de ponderar el
valor de la sociedad civil como esa gran mayoría de ciudadanos que no han
tenido privilegios y luchar con tenacidad por la igualdad de condiciones,
reconocimiento de los derechos humanos y vigencia de la modernidad y la
democracia participativa.
La construcción de una nueva cultura exige una ruptura histórica que proyecte al
individuo y a las regiones hacia nuevas formas de relaciones sociales,
económicas y políticas opuestas a la coexistencia de opulencia y miseria, de
mercado elitista y mercado de masas subsistentes. El compromiso de la sociedad
civil se asume desde la función que dentro de ella desempeña cada ciudadano.
Por eso, un docente impulsor de la participación comunitaria debe participar
activamente en el debate sobre cómo debe ser el educador para la Colombia
democrática por construir; perfil supeditado al debate sobre los modos de
producción y los sistemas políticos.
Orientar los afectos exige toda una erótica que los despliegue, y para ello,
desarrolle la autoestima y la autoimagen. En verdad nadie puede dar lo que no
115
tiene y por eso, es preciso afirmar y equilibrar el amor propio para poder poner en
práctica el amor alterativo. Si la escuela se vive como el espacio de encuentro
con los amigos, podrá contribuir al crecimiento humano total. Además, una
persona equilibrada emocionalmente experimentará un mejor aprovechamiento de
su intelecto. Entonces, de acuerdo con el humanismo de Carl Rogers, habrá que
poner en práctica una actitud pedagógica sobre la base de unas relaciones
humanas de confianza en la persona y sus capacidades; respeto y ternura.
117
Ahora bien, si asumimos la cultura como todo lo que aprende una persona en
sociedad, es decir, la manera cómo piensa, siente y actúa, su modo de vida,
…no hay, entonces, hombres cultos o incultos, ni hombres con “mucha” o
“poca” cultura, como se dice habitualmente. Simplemente, hay hombres
con distintas culturas. Todos los hombres participan de una cultura. Eso es
precisamente lo que los diferencia de los seres inferiores. Un indígena de la
selva amazónica y la reina de Inglaterra, ambos son cultos. Son miembros
participantes de dos culturas distintas. Cada uno se mueve como pez en el
agua en la suya y con dificultades en la cultura extraña. La reina de
Inglaterra sería “inculta” si de pronto tuviera que manejarse en la selva,
como un miembro más de la tribu. Tan “inculta” como un indígena en su
palacio de Londres (Nidelcoff; 1979: 30).
118
EL ASCENSO DE LA SINRAZÓN
I V
¡Niño, no corras! La dictadura aumenta velocidad.
¿Por qué mamá? IV
¡Porque yo lo digo, y ya! ¡Éste es su reajuste salarial!
La irracionalidad empieza a germinar. ¿Por qué, Señor Presidente?
II ¡Porque Planeación Nacional lo
¡Sálgase del salón! calculó!
¿Por qué profesor? La autocracia, alto ascendió.
¡Porque yo lo mando, y se acabó!
La intolerancia vuelo alzó. ¡Apliquen esta doctrina de desarrollo
III y paz!
¡Ésta es su asignación académica! ¿Por qué, Señor Imperio?
¿Por qué Señora Directora? ¡Porque yo soy su modelo y
¡Porque yo soy su superior! protector!
119
Abuso y autoritarismo VII
A las nubes llegó. El respeto y la libertad,
VI La autonomía y la democracia, con
Vuelan por lo alto alas esqueléticas,
El descaro y la tiranía, la Se arrastran asfixiándose
dependencia y la opresión. Por debajo de la troposfera
Desde la exosfera campean Y, desde los infiernos,
Gracias a los genios Esperan los Mesías de la
Del camuflaje y la imposición. Emancipación.
Federico Nietzsche plantea la existencia de una moral para los ricos y otra para
los pobres. Este tipo de enfrentamientos ideológicos se dan, también, al interior de
las instituciones: Para Juan Pablo II el principal objetivo fue acabar con el
comunismo y, en esa línea de gobierno, prácticamente acabó con las
comunidades eclesiales de base impulsadas por la teología de la liberación. De
modo que a las mayorías explotadas y oprimidas nos corresponde mirar que, en el
subfondo de todo este drama, lo que está en juego es la dignidad humana y el
derecho a ser hombres.
120
actos de violencia contra la vida y los atentados contra la dignidad no
parecen disminuir. Además, al igual que toda noción hegemónica, el discurso
de los derechos queda expuesto a las manipulaciones ideológicas de
quienes lo utilizan para defender intereses egoístas, para oscurecer y
transformar su sentido originario, “una declaración de guerra contra los
privilegios”, en un tópico retórico inofensivo, en una exigencia moral
destinada a la ineficacia o en un instrumento de manipulación ideológica y
política (Papacchini, 1995: 11).
121
Los artículos 13 de la Constitución Política Nacional y 46 de la Ley 115 de 1994,
invocan un trato igualitario y equitativo para la gran mayoría, dentro de la cual se
encuentran los ciudadanos capacitados y discapacitados. La práctica de la
democracia en Colombia es muy débil porque sigue otorgándose privilegios a
unos pocos. En páginas anteriores hice referencia a esta situación en las
instituciones educativas. El artículo 15 de la Carta Magna, sobre el derecho a la
intimidad personal, familiar y al buen nombre, recibe su contraparte con la
constante difamación de las personas. Para efectos constructivos y humanitarios,
el chisme no se debe dejar prosperar, poniéndolo al descubierto para
desestimularlo, evitar el resentimiento, la agresión, el irrespeto y la subvaloración
de la dignidad humana.
122
Contar con la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por la
ONU el 10 de Diciembre de 1.948 y con la Constitución Nacional de 1.991, que
establece los derechos de los colombianos en el Título II, es realmente una
conquista de la civilización y una gran ventaja para la construcción de
modernidad, pero no basta. Para que estos valores universales adquieran plena
vigencia debemos ejercer la democracia participativa a fin de controlar violaciones
tales como la explotación y reificación del ser humano, la miseria y la
discriminación, la inasistencia social del Estado en aspectos básicos como
empleo, recreación, vivienda, salud y educación. Sin ciudadanos participativos
que implementen dicha democracia y luchen contra los privilegios, serán letra
muerta.
Definición
Para el propósito del presente trabajo, entiendo los derechos humanos como
aquellas aspiraciones a la dignidad, a la igualdad y a la libertad negadas a los
desposeídos en el sistema capitalista y, por tal motivo, para la sociedad civil el
norte de sus reivindicaciones frente a la sociedad política; para los educadores,
en particular, guía en la formación de sus alumnos. Los Derechos Humanos
comprenden espacios políticos, económicos, sociales y culturales. Son
incompatibles con los privilegios, con la miseria, el analfabetismo, la
desinformación, la discriminación y la violencia. Buscan la solidaridad, la
convivencia y la promoción de las posibilidades culturales y productivas de todo
ser humano, a fin de desarrollar plenamente su esencia genérica.
Enfoque iusnaturalista.
El tema de los Derechos Humanos está al orden del día entre los colombianos.
La violación constante de los valores acordados en la Declaración Universal de la
ONU hace parte de las prácticas cotidianas tanto de la sociedad civil como de la
sociedad política.
El 21 de febrero de 2005, tropas adscritas a la brigada 17 del ejército y
paramilitares asesinaron con sevicia a tres niños y cinco adultos
pertenecientes a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó en el
Urabá antioqueño. Después de la barbarie criminal, tanto los mandos
castrenses, como las autoridades civiles, en complicidad con los principales
medios de comunicación, quisieron ocultar la verdad inventando versiones,
como que habían sido las FARC, y otras por el estilo. (Raigozo en VOZ;
2009: 10).
Locke considera que la fuente del poder político es el estado de naturaleza del
hombre, o sea, de completa libertad para encaminar sus actos a un fin y para
hacer lo que quiera con su persona y propiedades sin depender de otra persona,
sólo limitado por la ley natural. Ley natural que sirve para sustentar los
denominados derechos naturales: Derecho a la vida, a la salud, a la libertad y a la
propiedad, inherentes a la naturaleza humana. En los iusnaturalistas modernos se
consolida cada vez más la recta razón como el único criterio de verdad confiable
para justificar los derechos y obligaciones. El poder inmanente de la ley natural
deriva de su racionalidad interna respaldada por la divinidad.
Visión utilitarista
John Stuart Mill justifica los Derechos Humanos desde la intención de lograr
mayor felicidad para el mayor número de personas. Entonces, las acciones son
tanto más justas y moralmente correctas cuanto más contribuye al fomento de la
felicidad y del bienestar general. Concibe la felicidad en términos de placer para
cuyo cálculo se tienen en cuenta deseos y aspiraciones de los demás. El cálculo
de felicidad no tiene que ver únicamente con la cantidad (intensidad, proximidad,
fecundidad y pureza) también, y más, con la calidad (desarrollo cultural: Intelecto,
imaginación, sentimientos morales).
El autor de dicho artículo opina que en América Latina, con excepción de Cuba,
reinan lo que en Europa se llama ‘democracias formales’.
Colombia, por ejemplo, se ufana mucho de su sentido civilista, del
garantismo que también expresa su océano legal, pero puede permitírselo
por la extraordinaria disciplina de su clase dirigente, que consiste en que
los que mandan, sean del partido que sean, estén siempre de acuerdo en
lo fundamental. La homogeneidad de la élite colombiana, es admirable.
Nunca deja a los suyos en la calle (Bastenier en El Espectador; 2009: 18).
127
parcialmente por las fuerzas armadas norteamericanas. Las bases se
encuentran en el Caribe, con la de Malambo (Barranquilla) y con la ARC
Bolívar (Cartagena); en el océano Pacífico con la ARC Málaga; en el centro
del país, con la de Palanquero y en los Llanos Orientales, con la de Apiay
(Orozco en El Espectador; 2009: 6).
Y en el Sur de Bolívar
Varios panfletos de amenazas contra las comunidades de parte de
paramilitares que operan en el sur de Bolivar autodenominadas
“Autodefensas Gaitanistas de Colombia”, fueron distribuidos a los
pobladores. Los ‘paras’ manifiestan públicamente su presencia armada y
amenazan con una “limpieza social” contra sectores específicos de las
poblaciones que terminarán con orgías criminales y baños de sangre contra
los opositores del régimen que padece el país (Paramilitares atacan. Sin
autor. VOZ. Edición 2488. Abril 22 de 2009: 12)
John Stuart Mill propone dos criterios para definir los placeres cualitativamente
superiores: Uno, confiar en el juicio de quienes han saboreado diversas clases de
apetitos. Dos, atenerse al sentimiento que detenta cada individuo de su valor y
dignidad. El primero sujetaría el individuo a un tutor, lo cual, violenta el derecho a
la autodeterminación. El segundo, parece apoyar el concepto de mayoría de
edad, pero no explicita la función de la educación, la cual, puede orientar hacia la
mayoría o hacia la minoría de edad. Tampoco explicita la función de crear
conciencia o valoración como ser cultural en los individuos. Todos sabemos que
muchos individuos se esclavizan a los placeres instintivos o tienden a valorar en
mayor grado los bienes materiales.
Jeremías Bentham también postula “la mayor felicidad para el mayor número
como la medida de lo justo y de lo injusto”. Para ello, parte del hecho de que la
naturaleza del hombre es la tendencia a buscar la felicidad y a alejarse de todo lo
que provoca dolor. El interés es la causa eficiente de la acción humana. Para
Bentham la tendencia al placer es inevitable tal como la caída de los cuerpos.
Esta concepción del placer identifica el principio de utilidad con la ley natural, lo
cual emparenta al utilitarismo con el iusnaturalismo y deja la inquietud de darle un
giro a la concepción naturalista en dirección a no identificar el mítico contrato
originario sino la verdadera esencia o naturaleza humana como base para el
iuspositivismo pensando en que los derechos existen debido al contrato social.
129
…Colombia es un país rico pero muy pobre para la mayoría de la
población. La tierra es un gran problema, no porque haya poca, sino debido
a que pertenece a un pequeño número de personas. La legislación de la
Reforma Agraria ha estado en los libros desde 1.961, pero no ha sido
implementada. La razón es que el país está manejado por latifundistas y
por el ejército que trabaja para ellos… El sistema actual fue muy bien
establecido por la administración Kennedy, la cual en 1962 tomó una
decisión de gran significado para el hemisferio que controlaba. Cambió la
misión de los ejércitos Latinoamericanos de defensa del hemisferio -un
residuo de la Segunda Guerra Mundial- a “seguridad interna” -una palabra
en código que significa: Guerra contra el pueblo. (…) Este cambio causó
una plaga de represión a través del hemisferio… (Chomsky, 1995: 19).
A pesar de que esta guerra es ajena y contraproducente para los más pobres, el
costo recae sobre todos; no obstante, a los verdaderos interesados y gestores les
duele, como siempre, desprenderse de un poco de sus ganancias.
…el magnate de los negocios, Luis Carlos Sarmiento, cabeza del grupo
AVAL, el mayor complejo financiero nacional, en un foro sobre el costo de
la guerra, resultó quejándose del impuesto al patrimonio, que se cobra en
forma transitoria a los capitales mayores de 3000 mil millones de pesos
desde el año 2006 y que debe terminar en el 2010.”, argumentando que “…
si este impuesto se cobra para financiar la obsesión militarista de la guerra
contrainsurgente, obsesión que comparte este banquero, debe ser pagado
por todos los colombianos y no sólo por el grupo de los más ricos”
(Vásquez en VOZ. Mayo 13 de 2009: 7).
Ahora bien, es preocupante la mentalidad que sobre este tipo de asuntos tienen
los estudiantes colombianos. Por ejemplo, un estudiante hondano, de Grado
Once, al contestar mediante un ensayo la pregunta ¿Cómo puedo yo contribuir al
mejoramiento de la sociedad colombiana?, sostuvo que la violencia en nuestro
país es un asunto de genética dado que fuimos descubiertos y conquistados por
delincuentes españoles, y propuso como solución instaurar una dictadura cívico-
militar al estilo Fujimori, imitar la educación japonesa orientada a la
industrialización, pedir ayuda e imitar a Estados Unidos del que tenemos mucho
que aprender, apoyar la mano dura del ejército colombiano. 39
131
padres de familia. Reflejan la falta de reflexión aterrizada sobre la concreta
situación social, económica y política. Explican, también, la razón por la que el
pueblo colombiano apoyó el proyecto guerrerista del presidente Uribe. Si el
pueblo retira por un momento su corazón de la corona de Castilla y el águila
bicéfala de Austria ostentada en el escudo de Honda para, en lugar de lo ajeno,
privilegiar el puente que aparece allí sobre el río de su geografía, mejorará la
situación con respecto a la práctica de los derechos humanos.
Visión Kantiana
Esta idea excluye atentar contra la vida y los bienes del otro, así como las
distintas formas de cosificación: esclavitud, servidumbre, instrumentalización en
las relaciones laborales, sexuales, etc. Además, es una anticipación de Kant al
argumento marxista contra la reificación capitalista y un cuestionamiento a la
actitud de los gobernantes que utilizan a sus gobernados como piezas para la
guerra y para sus fines expansionistas. Para situarnos en la realidad
latinoamericana conviene beber en las fuentes no divulgadas como el documento
de Chomsky sobre la tragedia colombiana.
Así ocurrió en Brasil en donde con la falacia del ‘milagro económico se cubrió la
avalancha de torturas, asesinatos y actos de terror estatal para beneficio de los
inversionistas extranjeros y un reducido sector de la población brasilera, mientras
el grueso de la población se debatía en la miseria. Observemos, primero, como
una instancia externa se constituye en juez de lo que puede representar “lo
bueno”, “lo deseable” para una nación; en segundo lugar, como priman los
intereses de una nación ajena y, en tercer lugar, las soluciones se apoyan en los
mecanismos de guerra.
Con base en análisis del ex - canciller y fundador del Comité Permanente para la
defensa de los Derechos Humanos, Alfredo Vásquez Carrizosa, Chomsky
comenta que en Colombia se recibieron los efectos de esas políticas. Allí,
… la administración Kennedy ‘se esmeraba fuertemente por transformar
nuestros ejércitos en brigadas de contrainsurgencia, aceptando la nueva
estrategia de los escuadrones de la muerte’. Y así, ‘introducir lo que es
conocido en Latinoamérica como la doctrina de Seguridad Nacional,... que
no es defensa contra un enemigo externo pero sí un modo de hacer del
establecimiento militar el amo del pueblo... con el derecho a combatir el
enemigo interno, (…) a pelear y exterminar trabajadores sociales,
sindicalistas hombres y mujeres que no apoyan el establecimiento y de
quienes se asume son extremistas comunistas’... (Chomsky, 1.995: 20).
Como lo explica el Dr. Velásquez Rivera “Esta historia orientada es una versión
sumamente actualizada de lo que antiguamente fueron las Doctrinas del Destino
Manifiesto, el Monroísmo, y la Doctrina de la Seguridad Nacional. Es la
justificación del colonialismo, es la visión holística de los problemas desde una
perspectiva pragmática que raya en lo bestial puesto que aún se consideran
pueblos fuera de la historia, es decir, pueblos que no cuentan pero que es
necesario contar con ellos, así ellos mismos no tengan conciencia de lo que les
ocurra. El fin de la historia es cercenarle la capacidad de proyección, de ilusiones
y de utopías que puede tener un pueblo nación para construir su futuro de manera
libre y democrática…” Es la pretensión imperialista expresada por el Presidente
Clinton en la Cumbre de las Américas de borrar “de una vez por todas las
fronteras ideológicas,…” (Velásquez, 1995: 101-102).
Pretender eliminar las ideologías distintas, las diferencias religiosas, las fronteras
entre las naciones, y todo tipo de diferencia entre las personas suena como un
bello ideal para cualquier desprevenido, pero, mirado con lupa lleva un trasfondo,
primero, de desconocimiento de la esencia humana y, segundo, de que el respeto
por la humanidad incluye la valoración de la propia persona (autoestima) y la
valoración de la propia comunidad (sentido de pertenencia). Reducir la propia
vida y la del pueblo propio a un solo tipo de cosmovisión, a una sola cultura es
perder lo mejor de la humanidad: su diversidad. Es violar la dignidad del hombre
porque se le convierte en un simple medio para la realización y felicidad de otro
ser, de otra nación o de otra cultura.
Para descontaminar a los alumnos, ciudadanos del futuro, debemos empezar por
darles ejemplo. A través del currículo oculto se pueden erradicar los juicios y
contribuciones superfluas que no enriquecen una discusión, las adulaciones y el
servilismo que no constituyen amistad; la propaganda y los discursos que falsean
la realidad. Suprimir el ignorar las necesidades y opiniones de la gente común, la
presentación de una realidad sin problemas y la brecha entre la palabra y la
acción. Eliminar el flirteo político y la distribución maquiavélica de premios, los
cuales, generan debilidad de los sentimientos de solidaridad con los demás y
decadencia de la moral pública. En suma, extirpar todo lo que produce pasividad
pública y descreimiento, mediocridad y formalismo para poder construir un país
decente del cual estar orgulloso, en donde se erradiquen casos que avergüencen
como los descritos en los periódicos.
40
Tomado de http://www.google.com.co/search?hl=es&source=hp&q=Jos
%C3%A9+Bernardo+Toro&btnG=Buscar+con+Google&meta=&aq=o&oq=
137
paramilitarismo y al narcotráfico. (Lozano en VOZ. Febrero 27 de 2008: 7).
Una Colombia así no puede ser tierra de paz ni de progreso y democracia. Esta
clase de país, donde los problemas no se abordan con espíritu de comprensión y
cooperación, no es deseable. No todos estamos de acuerdo sobre diversos
temas, pero eso hace que el diálogo sea tan importante para integrar libertad de
pensamiento y justicia social. “Cuando se pasa de la simple especulación al
intento de expresar o poner en práctica las ideas, surge de inmediato una serie de
conflictos de intereses... Frente a estos conflictos de intereses y de derechos, la
voluntad de comprender resultaría el instrumento más apropiado para encontrar
una solución racional o razonable...” (Papacchini, 1995: 293).
Rawls, otro neokantiano mencionado por Papacchini, autor del Dispositivo Mental
de Posición Originaria,
…imagina una situación ideal de racionalidad e igualdad, en la que gracias
a un velo de ignorancia que oculta a los diferentes sujetos el lugar que
cada uno ocupa en el interior del universo social, el juicio que ellos
emitieran acerca de los principios básicos de la justicia y acerca de las
bases de la conciencia social, no se vería afectado por intereses
estrechamente egoístas (Papacchini, 1995: 273).
Enfoque historicista
Lo cierto es, de acuerdo con el mismo editorial citado, la situación de crisis social,
pirámides, falsos positivos, la desmovilización paramilitar fuertemente criticada,
guerra sin salida cierta, un poder narco-paramilitar que se ha tomado las
instituciones, macroeconomía regular, pobreza en avance, inseguridad en las
ciudades, afianzamiento de una cultura mafiosa, etc., etc. Esta cruda realidad
logra ser ocultada porque el pueblo raso no ejerce la tarea esencial y la
destinación específica del ser humano. Los educadores tenemos la
responsabilidad de potenciarlo para comprender las intenciones y los fines de los
dirigentes -más allá de las contaminaciones, interpolaciones, alteraciones o
falsificaciones- y determinar con sus actividades la historia de la que lo han
venido marginando.
Noam Chomsky describe esta actitud irracional de borracho peleador, el cual, tira
su ruana al piso para ver quien se la profana y así poder armar camorra:
Todo esto está implícito y francamente expresado en publicaciones
militares y propagandas comerciales. Se puede leer en el Seminario ‘Jane’s
Defense’, la mayor publicación militar internacional, que los dólares de
impuestos van ahora a pagar a Lookheed-Martín para el mejoramiento de
los F-16 para ventas a países del Tercer Mundo con préstamos del Banco
Import-Export; un regalo más de los contribuyentes de los Estados Unidos.
Y, de esta manera, los contribuyentes tienen que pagar ahora a la misma
corporación para que produzca aviones avanzados F-22 para defendernos
de los mejores aviones F-16 que enviamos a posibles enemigos... (1995:
24).
Marx y Engels concibieron los derechos no como valores éticos sino como valores
políticos para, desde la democracia formal o electoral, acceder al propósito de
construir la sociedad socialista. Es decir, desde la perspectiva marxista la
vigencia de los Derechos Humanos es limitada: no se le reconoce un valor
intrínseco y absoluto sino una justificación desde el fin hacia el que se inclina la
historia. La denuncia de la alienación y la miseria, así como de la explotación y la
cosificación propias de la sociedad capitalista, reclama una visión amplia de
ciertos derechos fundamentales: El derecho a la vida incluye el derecho a los
medios para vivir, a una vivienda salubre, al desarrollo de las capacidades
intelectuales y morales, de las energías físicas y espirituales a través del trabajo
no alienante; a una educación que permita a todos los individuos adueñarse de
los múltiples alcances culturales.
Es un hecho histórico positivo que los diferentes gobiernos del planeta estén de
acuerdo en torno a la definición de valores universales. Sin embargo, estos
deberán irse despojando de ropajes ideológicos, los cuales de manera soterrada
-efecto de la correlación de fuerzas- restan importancia a ciertos derechos, como
el relacionado con el pluralismo ideológico y la libre determinación de los pueblos
para escoger sus propios modos de producción y regímenes políticos, y
privilegian derechos que deben relativizarse como el derecho a la propiedad
privada, al cual debe señalársele límite de manera similar al de la libertad que
llega hasta donde empieza a afectar la libertad del otro. En efecto, es aberrante la
acumulación de miles de hectáreas de tierra en poder de una sola persona,
mientras la gran mayoría de campesinos carece de hacienda o subsisten en
minifundios.
Conclusión
Sin embargo, ante el riesgo laboral de la aplicación de este imperativo ético, dada
la interpretación sesgada que de las leyes colombianas hacen algunos directivos
docentes, sumado al “sentido común” colombiano de “no dar papaya”; lo mejor es
evitar involucrarnos en este tipo de situaciones. De todas maneras, para no andar
a tientas, dando bandazos ocasionados por nuestras emociones y las presiones
sociopolíticas; lo mejor será aplicar el método de observación-reflexión-acción y
construir nuestro sistema de ideas, nuestro discurso pedagógico en pro de una
pedagogía liberadora que fortalezca la sociedad civil desarraigada y explotada.
41
Esta anécdota también tuvo lugar en la Institución Educativa Técnica Alfonso Palacio Rudas, de Honda –
Tolima.
145
Diariamente
En el mundo,
Un niño
¿A quién ha de importarle?
Un niño!
146
Esta imagen ronda las redes informáticas
¿A quién ha de importarle?
Ocurre diariamente…
Se informa diariamente…
Se olvida
Diariamente…
¿Diariamente?
¡Diariamente!
147
Ejemplos de esta apatía se evidencian en la abstención electoral, en la renuencia
de los padres de familia a participar en las reuniones concernientes a la vida
escolar de sus hijos, en la falta de compromiso sindical de los profesores, en la
pobre respuesta de los habitantes de los barrios a los llamados de las Juntas de
Acción Comunal y en la carencia de entusiasmo por parte de los alumnos para
asumir cargos de responsabilidad relacionados con todos los asuntos de la
institución escolar a la que pertenecen. Las y los docentes nos quejamos de los
salarios impropios al carácter de profesionales de la educación, nos quejamos de
la legislación lesiva contra nuestros intereses, de la actitud represiva de nuestros
superiores, de la imposición de currículos, etc., pero somos negligentes ante las
convocatorias sindicales.
Por su parte, los padres de familia aún se encuentran muy alejados de los
asuntos escolares, puesto que no encuentran tiempo para participar en el
gobierno escolar, para sacar avante programas como el de escuela de padres, y
se limitan a asistir mecánicamente a la entrega de boletines. Entonces, como no
existe una tradición democrática de participación de padres y profesores, los
alumnos no están recibiendo ni el ejemplo ni la formación adecuada para
convertirse en ciudadanos partícipes y, en muchos colegios, no es posible
siquiera constituir la Asociación de Egresados.
Estos estilos de gobierno no tienen un sentido lógico puesto que el Estado debe
estar supeditado a la sociedad civil; debemos pensarlo como un producto de
aquélla. A pesar de que la sociedad civil inventó el Estado como una instancia de
administración pública, es decir, de solución de los problemas sociales, esta
invención terminó constituyéndose en el inventor -algo así como un Dios- porque
de creado pasó a ser considerado como “creador y ordenador” de la sociedad
civil; entendiendo esta, claro está, como la mayoritaria, desposeída y electora. La
actitud gubernamental desligada de los intereses de la comunidad electora es
palpable en declaraciones como la de Eberto Díaz Montes, presidente de
FENSUAGRO, con ocasión de la V Junta Nacional de la Federación Agraria
reunida los días 7, 8 y 9 de febrero de este año en el municipio de Viotá,
Cundinamarca.
…el ex ministro Andrés Felipe Arias fue un gran ministro para los grandes
propietarios y empresas transnacionales, para ellos han sido millonarios
subsidios que no llegan a las parcelas de los pobres, ese señor es enemigo
del campesinado colombiano, no está por el desarrollo de los proyectos
económicos de la gente de abajo, sus políticas complementan las
motosierras de los paramilitares que hacen que millones de labriegos
deserten de las actividades rurales. La política del gobierno presidido por el
señor Álvaro Uribe Vélez es totalmente anticampesina, se pueden ver sus
resultados con más de 4 millones de desplazados forzados, 12 millones de
hectáreas despojadas, miles de dirigentes encarcelados, desterrados,
exiliados y muchas viudas, huérfanos y altos niveles de miseria…(VOZ, 18
de febrero de 2009: 13).
Así, las relaciones de producción, podrán orientarse hacia una distribución más
equitativa de los bienes materiales y culturales; además, habrá mayor posibilidad
de contrarrestar la actitud burocrática en el administrador público consistente en
dedicarse a la defensa de unos privilegios después de haber accedido a
posiciones de dirección, en lugar de trabajar en pro del bienestar colectivo. No se
trata, a la manera anarquista, de disolver inmediatamente el Estado; tampoco de
confrontar violentamente la gran diversidad de intereses encontrados. Más bien,
es la opción firme por la relación pacífica de tolerancia, de pluralismo y de
solución de los conflictos a través del ejercicio de la razón. Sin abandonar la
herencia de la filosofía de la Ilustración que considera la educación como factor
principal de la transformación social y el medio más importante para llegar a una
sociedad equitativa.
Ahora bien, el formulismo de las elecciones no basta. Para que haya verdadera
democracia es indispensable trabajar en la solución de problemas significativos
como el hambre, el analfabetismo, la morbilidad, el desempleo, la inequidad, etc.,
los cuales, están afectando el desarrollo pleno de la mayoría de los seres
humanos en Colombia. Por eso, es indispensable moderar el capitalismo,
poniéndole límites a la explotación salvaje, para ir construyendo un socialismo
fuerte que permita la construcción de la utopía: un comunismo donde el dominio
generalizado de la tecnociencia, regulada por la bioética, le permita al hombre
relacionarse sin Estado.
Esta aspiración ha inspirado a varios hombres como Thoreau quién empezó su
famoso ensayo sobre la desobediencia civil con los siguientes términos:
Acepto gustosamente el lema que reza, “el mejor gobierno es aquel que
gobierna menos” y me gustaría verlo puesto en práctica más rápida y
sistemáticamente. Llevado a cabo, finalmente se reduce a esto, que
también creo: “el mejor gobierno es aquel que no gobierna en absoluto”; y
cuando los hombres estén preparados para ello, será ese gobierno el que
tendrán. El gobierno es cuando más una conveniencia; pero la mayoría de
los gobiernos suelen ser inútiles, y alguna vez, todos, sin excepción,
inconvenientes. (Thoreau; 1998: 23)
El gobierno que es “…la manera que las gentes han elegido para llevar a cabo su
voluntad, es igualmente susceptible de abuso y perversión antes de que aquéllas
puedan siquiera actuar por su mediación”; necesita de un ejército regular, “…
brazo armado del gobierno establecido”, y se convierte en la “obra de un número
comparativamente escaso de individuos que utilizan al gobierno establecido como
si fuera su herramienta…” para adelantar acciones que “…el pueblo no habría
aprobado…” (Thoreau; 1998: 23-24). Como lo expresan los anarquistas, la
sociedad es una realidad natural; no es algo contingente, y el Estado, resultado
de un contrato, representa una degradación de esa realidad natural porque es el
órgano de la clase dominante capitalista de la libre empresa o capitalista de
Estado contraria a todo tipo de autogestión auténtica.
150
…los hombres (individuos y grupos) ceden a determinados individuos el
derecho de defenderse y de usar su energía física, a cambio de ser
eximidos del deber de hacerlo. Nace así el poder militar. Ceden también el
derecho de pensar, de usar su capacidad intelectual, de forjar su
concepción de la realidad y su escala de valores, a cambio de ser
relevados de la pesada obligación y del duro deber de hacerlo. Nace
entonces el poder intelectual y sacerdotal. Guerreros y sacerdotes exigen
al mismo tiempo una partición de los bienes económicos y, ante todo, de la
tierra. Y para hacer respetar los derechos que se les ha cedido y las
propiedades que ipso facto han adquirido, instituyen el Estado y la Ley, y
eligen de su propio seno al gobernante o los gobernantes… (Cappeletti;
2004: 19).
151
de maestros y maestras delegados para dirigir los asuntos de la mayoría. La
Junta Directiva así debe asumirlo para evitar burocratizarse y, en cambio, actuar
con criterio de gremio; los afiliados y afiliadas hemos de ser participativos y
ejercer un verdadero control para evitar actuaciones megalómanas por parte de
los delegados y delegadas.
No somos militares ni políticos de oficio, pero sí somos seres políticos. Todo lo que
hacemos y dejamos de hacer tiene incidencia pública. Entonces, tenemos que
contribuir, de manera consciente, con la habilitación de los futuros ciudadanos
para modificar los modos de producción y los sistemas políticos a fin de adecuar
las sociedades y los Estados a la armonía con el planeta y con la humanidad para
evitar que, a la postre, se autodestruya. No podemos seguir impasibles o con
campañas superficiales sin comprometer a las transnacionales, verdaderas
causantes del desequilibrio ambiental; ni al capitalismo e imperialismo, verdaderos
promotores del desequilibrio social que desemboca en la muerte de un niño cada
diez segundos, ocasionada por el hambre; menos si se tiene en cuenta, según
informa la ONU por televisión, que existe producción alimenticia para casi el doble
de la población mundial.
La opción hay que fabricarla desde el aula. Es allí donde se puede profundizar el
concepto de democracia y adelantar una lucha por la vigencia de la misma. Esto
no constituye un exabrupto. Es un trecho bastante largo de recorrer pero no
imposible. Cambiar un comportamiento civil centenario, desde el descubrimiento
español, con unas actitudes plenas de pasividad, inferioridad y dependencia, es
cuestión viable desde la actividad escolar. La participación comunitaria hay que
hacerla desde los espacios pedagógicos: desde las aulas se puede fomentar la
democracia participativa. Sólo a partir de la formación para la convivencia
democrática participativa, como de su práctica y vivencia por parte de los
educadores en todos los niveles, será posible que la sociedad civil alcance sus
objetivos de crecimiento y desarrollo individual y colectivo, a la vez que supere la
crisis que carcome el amplio tejido social.
Los maestros y maestras ante la relación dialéctica entre las sociedades civil y
política debemos mirar hasta qué punto la sociedad civil determina al Estado y el
152
Estado a la sociedad civil. Veremos que entre los modos de influir y transformar
el Estado, los partidos políticos son el principal canal de acceso de la sociedad
civil al Estado, pero estos partidos siempre han sido exclusivos de un sector de la
sociedad. Los maestros y maestras podemos contribuir a que en Colombia se
establezca una relación sana entre Estado y sociedad civil en términos de todos
los sectores, incluidos los desposeídos de bienes y cultura. Para ello, todos los
ciudadanos hemos de hacernos conscientes de los Derechos Humanos y poner
en acción la participación comunitaria a través de movimientos sindicales y
partidos políticos auténticamente populares; superar la cobardía y la pereza de
intervenir en la toma de decisiones políticas.
Develar que como están planteadas las cosas en la sociedad capitalista “los
derechos del hombre son derechos del burgués, del hombre privado”, presentado
como arquetipo y paradigma. Es decir, proyectan los privilegios de una clase social
porque se da importancia suprema a la propiedad privada, a “la conservación y el
goce de los derechos-privilegios de los propietarios… el entusiasmo patriótico y la
retórica de la voluntad general encubren en realidad una concepción estrecha de
la libertad, acorde con la visión igualmente limitada del hombre como ser egoísta y
originariamente asocial. La teoría de los derechos humanos se sustenta en un
fundamento de verdad débil y pobre, sobre una idea de libertad que se agota en la
153
posibilidad para cada individuo de ejercer su albedrío absoluto dentro del estrecho
margen de lo privado…” (Papacchini, 1995: 344-345).
“… hubo una actitud manifiesta por parte del gobierno nacional de perseguir
y castigar a quienes habían, años anteriores, rechazado la amnistía, pues
dicho rechazo se asumió por parte del Estado como un inadmisible
desconocimiento y desacato a las políticas oficiales, situación que fue
suficiente para catalogarlos de subversivos y desde tal condición arreciar la
represión. De otro lado parece ser una constante en la historia política de
Colombia que quien está en el poder o estando en él y lo pierde, castigue el
comportamiento eleccionario de los habitantes de regiones que
mayoritariamente o se abstienen de sufragar o votan por otros candidatos.
Dicha deslealtad al bipartidismo, reitero, se castiga”. (Velásquez; 2000:
215).
155
cifra continúa creciendo considerablemente. (S.O.S. en VOZ; 2009, Edición
2474 de14 al 20 de enero: 10).
Esta actitud pasiva contrasta con su situación: la mayor parte de la sociedad civil
colombiana carece de algunas de las condiciones mínimas para vivir dignamente.
Soporta hogares con vivienda inadecuada, hacinamiento crítico, sin servicios
básicos, con alta dependencia económica, con niños en edad escolar que no
asisten a la escuela. Problemas frente a los cuales la sociedad civil debe reclamar
de la sociedad política el cumplimiento de la seguridad social, la justicia, la salud,
la educación y la cultura; el derecho al trabajo, en lugar de la humillación del
“amarre del voto” a través de las limosnas de “familias en acción” o “madres
cabeza de familia” del Plan Colombia.
A través del presente libro sostengo que la sociedad civil colombiana puede
cambiar, puede tomar las riendas del progreso nacional, y que los y las
educadoras juegan un rol muy importante para lograrlo. Si en las clases se
exponen y se forjan las características de la sociedad requerida en Colombia, tales
como, ser una sociedad activa, participativa, racional, creativa, con estilo propio,
con sentido de pertenencia, con prevalecencia del interés común, con ciudadanos
alterativos, con solución pacífica de los conflictos; se logrará llegar a una sociedad
vital y vitalista. Hay que dejar vivir la sociedad para lo cual debe primar el interés
general sobre el interés particular.
A pesar de que el uso común del término “Sociedad Civil” comprenda, también, los
grandes conglomerados económicos, nuestra opción debe ser el fortalecimiento
156
de aquella parte de la sociedad que no posee privilegios, la parte débil. Entonces,
la sociedad civil colombiana no debe luchar simplemente por la solución de los
problemas de tipo económico, sino porque todos los ciudadanos tengamos la
oportunidad de confrontar en el campo de las ideas, los valores y la cultura.
Debemos construir y delimitar una sociedad civil a través de la interacción de
actores capaces de asumir variadas formas de participación, conciliatorias o
conflictivas, siempre dentro de un clima de diálogo (o mejor, polí-logo) concertado;
a través de instancias de mediación entre el ciudadano y el Estado: asociaciones
voluntarias, corporaciones, agremiaciones y organizaciones de clase, movimientos
sociales.
En El rey, Gibrán ilustra muy bien la importancia de que los ciudadanos del común
asuman el control de las acciones gubernamentales para que la nación marche
conforme a sus necesidades. El soberano sanciona a un barón, una condesa, un
obispo y todo opresor que fuera denunciado por sus súbditos hasta que decide
devolverles la corona. El pueblo se niega a recibirla diciéndole que “La corona es
vuestra en majestad y el cetro es vuestro en gloria” ante lo cual…
- ¡Yo no! -respondió el rey-. ¡Yo no! Vosotros mismos sois el rey.
Cuando me juzgaron incapaz y mal gobernante, vosotros mismos erais
incapaces e ingobernables. Y ahora la tierra crece bien porque está en
vuestra voluntad el hacerlo. Yo no existo sino en vuestras acciones. No
existe una persona gobernante. Existen sólo los que se gobiernan a sí
mismos…44
159
democracia en cuanto a lo instrumental y la democracia no se puede reducir a
unas votaciones; comprende aspectos vitales de fondo tales como el
analfabetismo, el hambre, el desempleo, la morbilidad, la discriminación, la falta
de vivienda digna, falta de planes integrales de recreación, etc. En consecuencia,
como los maestros y las maestras no somos el Estado, propongo que desde
nuestro quehacer fomentemos democracia y participación comunitaria, en el
entendido de que la educación es un subsistema dentro del sistema social con
identidad propia, función específica y relativa autonomía.
Por eso, es necesario partir de una opción por la democracia tal y como la planteé
anteriormente, así como tomar posición ante los paradigmas socioeducativos, de
modo que desde un discurso pedagógico decidamos y concretemos los diferentes
instrumentos y mecanismos didácticos para la construcción de democracia
participativa. La formación para la democracia participativa es todo un proyecto de
vida que no se improvisa sino que se construye todos los días y se debe
enarbolar en la teoría y la práctica sin ninguna pretensión partidista. Si como
educador pretendo fomentar participación democrática, debo orientar la educación
hacia objetivos de humanización y socialización; develar imperialismos,
individualismos, dogmatismos de derecha o izquierda, explotaciones,
dependencias, dominaciones e injusticias.
También, para no pasar entero hay que ser honesto, responsable, investigar
cuidadosamente la verdad, defenderla con rebeldía, pero sin beligerancia,
oponerse al dogmatismo, polemizar, desaprobar a los caprichosos y dominadores,
ejercer fiscalía moral, apasionarse por el debate y el uso público de la razón con
base en un continuo afán de descubrimiento de la verdad y de comunión
apasionada con los libros. En suma, llevar una vida distinguida por la rebeldía, es
decir, criticar sin malas intenciones, sin violencia, sin actitud intrigante y sin
pretender destruir personas o instituciones; sino con el ánimo de ayudar a mejorar,
para lo cual se estudiará cada situación y se propondrán soluciones.
45
Máxime cuando los Rectores no saben o no quieren ser democráticos; por ejemplo, citan reuniones de
Consejo Directivo o Académico sin dar a conocer con suficiente anticipación la agenda a tratar; llegan a la
reunión con todo decidido y no admiten la confrontación.
160
En este orden de ideas es importante que los maestros y maestras no olvidemos
los hechos reales porque la acción educativa no puede separarse de
condicionamientos sociales, económicos, políticos y culturales, y cada sistema
político procura mantener su vigencia. Entenderemos así que la pretensión de
neutralidad termina haciéndonos actuar como simples legitimadores de la
ideología dominante. Quizás por esta razón Paulo Freire enfatiza en la
concienciación y la participación social: La concienciación consiste en poner a los
grupos en posibilidades y situación de realizar una lectura crítica de la realidad
que los circunda. La simple percepción espontánea de la realidad no basta; hay
que acceder a la malicia de la crítica para poder leer el Mundo sin quedarse en el
estar sufriéndolo pasivamente. Por eso, los educadores debemos oponernos al
asistencialismo.
La sociedad civil será activa en la medida en que aborde los problemas uno a uno
y vaya dando solución a los mismos, en lugar de acumularlos, tal y como ha sido
la tradición de la sociedad colombiana. Para que la sociedad civil se apropie su
verdadero papel será necesario que los ciudadanos adquieran sentido de
pertenencia a una comunidad. Esta pertenencia se expresa a través del amor a la
propia cultura y la actitud de compromiso del individuo con los problemas
comunitarios como si fueran propios. De esta actitud cívica se desprenderá la
participación activa, el análisis en colectivo de los problemas y el aporte de
sugerencias y acciones concretas.
161
La formación actual no corresponde propiamente a lo que los liberales
llamaban la formación de un ciudadano, es decir, de un hombre que pueda
intervenir de alguna manera, e incidir conscientemente en el destino de la
sociedad en que vive. En realidad el tipo de persona que se forma es una
tuerca, que debe ajustar muy bien en alguna parte del engranaje productivo.
Eso es lo que llamaríamos “Trabajador Eficiente”. Esta deformación puede
llegar al extremo de cuarenta premios Nobel que colaboraron en la guerra
del Vietnam carentes por completo de un juicio sobre el sentido de ese
proyecto. (Zuleta; 1995: 101).
Son tres las exigencias racionales según Kant. La primera, pensar por sí
mismo, es decir, la exigencia de renunciar a una mentalidad pasiva que
recibe sus verdades o simplemente las acepta de una autoridad, de alguna
tradición, de algún prejuicio, sin someterlas a su propia elaboración. La
segunda, ser capaz de ponerse en el punto de vista del otro, es decir
mantener por una parte el propio punto de vista, pero ser capaz por otra
parte de entrar en diálogo con los otros puntos de vista en la perspectiva de
llevar a cada uno hasta sus últimas consecuencias, para ver en qué medida
son coherentes consigo mismos; y la tercera, es llevar las verdades ya
conquistadas hasta sus últimas consecuencias, es decir, que si los
resultados de nuestra investigación nos conducen a la conclusión de que
estamos equivocados, lo aceptemos (Zuleta, 1995; 26).
Los parámetros sobre los que podemos decidir si nuestras conclusiones han de
ser rechazadas son el absurdo y las consecuencias nocivas para la genericidad.
Sin embargo, para poder realizar este ejercicio racional es necesario superar el
letargo prevaleciente en la gran mayoría de madres y padres de familia, de
alumnos y alumnas, de docentes y demás miembros de la comunidad educativa.
Si no se toma en serio la problemática social, económica, cultural y política para
desarrollar planes, proyectos y programas que aceleren el proceso del cambio a
favor de la sociedad civil marginada, desposeída de bienes materiales y
culturales, de nada o muy poco servirán estos instrumentos filosóficos. Ni siquiera
los jurídicos.
Dice además que en principio se pueden utilizar las categorías que emplea
Marshall Wolfe para identificar los agentes de la región. Ellas son: 1) Dirigentes
políticos; 2) Planificadores y demás tecnócratas; 3) Otros burócratas; 4)
Capitalistas y empresarios; 5) Gerentes y otros tecnócratas; 6) Oficiales militares;
7) Jueces y abogados; 8) Dirigentes sindicales; 9) Dirigentes de asociaciones de
profesionales; 10) Propietarios de medios de comunicación; 11) Académicos e
intelectuales; 12) Dirigentes de organizaciones religiosas; 13) Dirigentes de
organizaciones estudiantiles; 14) Dirigentes e ideólogos que rechazan la
economía de mercado; 15) Dirigentes de movimientos de los pobres rurales y
urbanos.
Se privilegiarán los agentes que inciden sobre el uso de los recursos y los
académicos e intelectuales de quienes puede provenir la formación del Consejo
46
Ver Lenin (1975) ¿Qué hacer? Pekín: Ediciones en Lenguas Extranjeras.
164
Regional de Desarrollo. Este organismo articulará la región a un marco común
que le dé cumplimiento al principio de identidad cultural compartido, cuya base es
la economía regional, y a la elaboración de un proyecto político regional intérprete
de un conjunto de valores y creencias con respecto al proceso de cambio social y
a la estructura y funcionamiento de la sociedad futura deseada.
Se ve, pues, que en la construcción social de una región se necesita articular los
agentes regionales y para ello es necesario un conocimiento científico de la
región, como un proceso oscilante entre las tareas y objetivos a nivel de
microescala, o sea, lo relacionado con la acción, producción, movilización, etc., y
las tareas y objetivos a nivel de macroescalas, es decir, confrontación ideológica,
concertación e internalización del cambio tecnológico. En estos fenómenos y
dinámicas tienen un papel protagónico las organizaciones no gubernamentales y
la universidad regional como focos de inducción de la construcción social de la
región.
Así como se viene dando la descentralización podemos ver que no todos los
estratos sociales participan de la democracia porque ella se ha utilizado para
legitimar a unas instituciones en bancarrota, subsanar la crisis política,
descentralizar los conflictos sociales y los servicios públicos, sin escuchar los
reclamos y sugerencias de sectores populares. Muestra de ello es la represión
ejercida sobre el sector del magisterio oficial por haberse declarado en paro
contra la aprobación y suscripción de la mencionada ley de transferencias. Por
ello, es pertinente preguntarse qué es primero: ¿La democracia o el desarrollo? A
lo cual respondo: en la medida en que la democracia sea una vivencia cotidiana
es factible que el desarrollo se dispare más fácil y veloz. Y la escuela es uno de
los escenarios más propicios para crear hábitos democráticos.
166
En este escenario ¿Qué papel juega la educación? Para el cumplimiento de los
propósitos descritos es fundamental que todos los sectores de la educación
primaria, secundaria, media y superior adelanten la tarea de concienciación y
ejecución de programas curriculares aceleradores de los procesos de cambio de
la sociedad civil y de construcción de región. Si los ciudadanos se potencian en
un sistema educativo cuyos modelos pedagógicos propugnen una democracia
respetuosa de los Derechos Humanos, contraria a los privilegios, con práctica
permanente de participación en proyectos comunitarios y solución oportuna de los
conflictos, este proceso dará como resultado una sociedad civil desarrollada.
Como decía Gustavo Petro en la campaña pasada, el cultivo de la inteligencia es
uno de los pilares de dicho desarrollo.
En la vida cotidiana de cada hombre son poquísimas las actividades que tiene en
común con los otros hombres, y además éstas sólo son idénticas en un plano muy
abstracto. La conservación del particular es en lo concreto un hecho social. El
hombre sólo puede reproducirse en la medida en que desarrolla una función en la
sociedad. La auto-reproducción es, por consiguiente, un momento de la
reproducción de la sociedad. La vida cotidiana es el conjunto de actividades
características de la reproducción de los hombres particulares. En toda sociedad
167
hay una vida cotidiana y todo hombre tiene una vida cotidiana. La vida cotidiana
también tiene una historia; es espejo de la historia y es un fermento secreto de la
historia. La vida cotidiana es la reproducción del hombre particular.
Por último, una de las actividades en las que la comunidad puede y debe
170
participar es la de unirse a las reclamaciones de diverso orden hechas por los
docentes, tales como asignación de salarios profesionales, actualización
académica de los docentes a cargo del Estado, incremento en las transferencias a
los departamentos y municipios para educación, salud y saneamiento básico;
organización de cada municipio con el propósito de motivar e incentivar al
estudiante hacia la investigación, el arte y el deporte para lo cual debe contar con
polideportivos, bibliotecas, salas de cine-arte, centros culturales y de investigación
bien adecuados y administrados donde el estudiante ocupe su tiempo libre.
171
VOCES
Pueblo de Colombia:
Duele el desperdicio
De vuestras riquezas naturales,
Duele el deterioro
De tus riquezas humanas;
¡Duele vuestra postración!
172
7. EDUCAR PARA LA VIDA
47
Este planteamiento tiene un carácter aristotélico, pero hay que tener en cuenta la actual existencia de un
discurso sobre el “llegar a ser feliz” que ha implicado el “vivir el momento… la chispa de la vida… el momento
es ahora” y otras consignas similares, las cuales han llevado a ciertos autores a decir que la felicidad no es un
fin a alcanzar sino un slogan de control (e. g. Pascal Bruckner); mientras otros dicen que es imposible, con
tanta pobreza, miseria, crueles asesinatos, robos…, llegar a ser felices (e. g. Felipe Prieto). Por supuesto se
trata de significar la felicidad pero, a la vez, de notar cómo el poder político-económico se apropia de
conceptos tan “vitales” para manipular y dominar.
48
No se trata aquí de una “calidad de vida” como la que surge dentro de la tecnocracia europea, por los años
60 y 70, cuando las llamadas “condiciones de vida” fueron relacionadas por los intelectuales marxistas con
“la lucha de clases”. Aquellos tecnócratas, para neutralizar el problema de las clases, relacionan la “calidad
de vida” con ciertas características de la vida burguesa, determinando un estándar al que supuestamente se
puede llegar sin ser rico o poderoso. En consecuencia, el discurso de la “calidad de la educación” fue
reducida a la eficacia y la eficiencia del mundo empresarial. Todo esto se puede comprender mejor desde el
concepto “bio-política” que Foucault ubica con relación a la toma de la vida por parte del poder político a
partir de finales del siglo XVIII: la vida se vuelve objeto del poder y su consigna es “dejar morir y hacer vivir”.
Con ello se relacionan no sólo los discursos de la “calidad de vida” sino todos sus mecanismos: ejercicio físico
para la salud, recreación para el tiempo libre, sortear los cambios indeseados, alimentación balanceada, etc.
173
una actitud más dinámica, gracias a la cualidad de ser social.
El ser educable hace que el hombre reciba una conciencia social y el ser
interactivo lo hace influyente en el sostenimiento, moldeamiento o transformación
de la misma. Pero el valor de la educación del hombre, en los dos sentidos de las
raíces latinas “educare” y “ex-ducere”, depende en gran medida de la calidad de
la enseñanza impartida al interior de la sociedad. De una buena calidad de
educación proviene el desarrollo de personas conscientes y equilibradas cuya
autoimagen, autoestima y capacidad de decisión les permita construir su propia
buena calidad de vida. De una buena calidad educativa deviene también la
formación de una sociedad democrática, justa y tolerante orientada al bienestar
colectivo.
49
Este “mejorar” no supone una modelación hacia algo que se espera o hacia un “ideal”. Tal “estado mejor”
no hace referencia al “mito del paraíso” sino a las “utopías”, pensadas a partir de los conceptos de
“modernidad socialista”, “heterogeneidad”, “interculturalidad”, “democracia participativa”, “autogestión”,
“asertividad”, “vitalismo”, “alteridad” y “racionalidad dignificante”, planteados a lo largo de este libro.
174
En las escuelas reina el ambiente de sometimiento y represión. Y se sigue
admirando a los guerreros, máximos ídolos de occidente, en torno a los cuales
giran los acontecimientos decisivos de la historia humana: David, Sargón II, Ciro
II, Darío I, Asdrúbal, Aníbal, Jerjes, Leónidas, Filipo II, Julio César, Octavio
Augusto, Nerón, Pipino el Breve, Carlomagno, Canuto el Grande, El Cid,
Barbarroja, Francis Drake, Napoleón, Washington, Bolívar, Franco, Mussolini,
Hitler, Fidel Castro, Ernesto “Che” Guevara, Augusto Pinochet… El que se
considera más grande de todos: Alejandro. Una lista extensa y ¡gloriosa! Sin
embargo, me preocupa sobremanera que estas personalidades guerreras sean
tan desequilibradas que rayan en la locura.
Este psicópata era febril y se sobresaltaba cuando oía un ruido, pedía las cosas a
gritos atemorizantes, miraba tan fijo como un borracho. Se autodefinía como un
campesino, un hombre de justicia, a quien la injusticia lo volvía loco; no quería
causarle daño al país, pero no tenía alternativa, y prohibía decir que era traficante
aunque estaba protegiendo a los campesinos cultivadores de coca porque no les
iba a prohibir a los paisanos que se ganaran la vida con lo único que se podía
cultivar en una tierra estéril. Decía, además, que siempre hay una razón para
matar; por ejemplo a los sindicalistas quienes impiden trabajar a la gente o porque
alguien se obstinaba en contra de su voluntad.
Por otro lado, la guerrilla revolucionaria FARC ha caído en acciones que desdicen
de lo que puede considerarse una revolución social. Al comienzo fue un camino
equivocado, pero espontáneo y heterogéneo de resistencia a las injusticias y las
pantomimas democrateras de la clase burguesa; luchaban por la igualdad, la
democracia, el respeto a los derechos humanos. Hoy
Los campesinos son expulsados de sus tierras para darle lugar a la cultura
de la coca y de la amapola y las extorsiones golpean a los humildes,
mientras las élites tienen al menos el consuelo de pagar guardaespaldas y
encerrarse entre vehículos blindados. Son también los pobres los que
sufren más directamente la destrucción de la economía colombiana: las
infraestructuras bombardeadas, las inversiones que se alejan y los empleos
que decrecen… (Contreras y Garavito; 2002: 246).
Pero, los más pobres no entienden que esta triste historia se repite. En 1949 de
Laureano Gómez se decía que “víctima de la injusticia, no dejará que se cometa
ninguna sin que sea implacablemente sancionada. Ajeno al odio será el
magistrado recto e imparcial… y sin más pasión que la grandeza de la patria”
(Contreras y Garavito; 2002: 250) Con Álvaro Uribe también tuvimos un Presidente
que se dice víctima de las FARC y para quien primero fue la “Seguridad
Democrática”, destinada a acabar dicha organización sin importar los medios; y
segundo, los derechos individuales y la equidad social. Estas personalidades
resentidas, intemperantes, dictadoras no aceptan la crítica ni la discrepancia
porque se sienten “el centro de un destino preciso”, y su actitud es la de “un
iluminado” que pone “a la moral por encima de la ley y a los principios religiosos
como punto de partida de una ética civil” (2002; 253).
Se dice que si las FARC hicieron elegir a Andrés Pastrana, en 2002 otro consorcio
ilegal, el de los paramilitares, hizo elegir la personalidad opuesta de Álvaro Uribe
Vélez, quien en 2006 logró hacer aprobar su reelección mediante el delito de
cohecho. Prueba de ello son el escándalo de la parapolítica y el juicio contra los
entonces parlamentarios Yidis Medina y Teodolindo Avendaño. Este “régimen de
fuerza que se apuntala cada cuatro años sobre unas elecciones aparentes”, por
tanto antidemocrático, ha venido destruyendo la economía y el equilibrio
ecológico, acabando con la soberanía del país y millones de vidas. Se vive un
ciclo vicioso en el cual un gobierno crea un problema, el siguiente para arreglarlo
crea otro y así sucesivamente, como quien hace un hueco para tapar otro.
Como afirma Luis Carlos Restrepo, pensamos que si nos mostramos afectivos y
tiernos perdemos ‘dominio de grupo’, de pareja, o familiar. Porque
Sólo después de alcanzada la victoria se le permite al combatiente, por un
momento, la vivencia del cariño, en lo que la literatura ha llamado el solaz
del guerrero. Todavía hoy, cantidad de estos guerreros y guerreras, sin
casco y sin armadura, sienten culpa cuando acceden a la vivencia de la
ternura sin antes haber conquistado un mundo o avasallado un imperio. El
cariño para ellos sólo puede entenderse como la presea obtenida después
177
de un fiero combate. De esta manera, se delimita el campo de influencia de
la ternura, confinándola a momentos de relajamiento donde no pone en
peligro el endurecimiento de la piel propio de los combatientes (1995: 35).
Continua diciendo Zuleta que “La definición de Freud hay que repetirla una y mil
veces: el niño es un investigador; si lo reprimen y lo ponen a repetir y a aprender
cosas que no le interesan y que él no puede investigar, a eso no se puede llamar
educar” (1995: 20). El maestro debe sentir, pensar y actuar como tal. Para ello,
es preciso que amemos nuestra profesión y que en ella, por ella y desde ella, nos
amemos y amemos a los usuarios de la pedagogía. Porque enseñar es incitar,
estimular, proyectar hacia el conocimiento. Y como nadie puede dar lo que no
tiene, si los y las maestras no vivimos un “eros pedagógico-científico” no
podremos impulsar a desear la ciencia.
Entre esos documentos tenemos, por ejemplo, los “manuales” de la CIA., los
cuales, diferencian entre contraterrorismo y terror defensivo, la Alianza para el
Progreso del presidente Kennedy para frenar la expansión comunista de
Khruschev mediante asesinatos de líderes para disuadir a otros revolucionarios, el
Plan Laso y sus brigadas de contraguerrilla y guerra sicológica al estilo Vietnam.
En el epílogo de su libro, Fernando Garavito cita las palabras de Paul Wolf ante
los alumnos de la Universidad de la Sabana, en Bogotá, el 20 de marzo de 2002,
para quien la guerra fría en América Latina nació en Bogotá, en 1948 y en la
Resolución 32 de la Conferencia Panamericana.
En efecto, se corrió la voz de que Fidel Castro, quien en ese entonces era un
joven estudiante, alumno de los jesuitas, maquinó la muerte de Jorge Eliécer
Gaitán y dirigió la explosión de ira colectiva subsecuente. “Hasta ahora, cuando el
gobierno norteamericano permite consultar los archivos de la CIA de esa época,
en los cuales se comprueba que fue esa organización la que asesinó a Gaitán y
provocó la revuelta. Daniel Samper, un prestigioso periodista colombiano exiliado
desde hace años en España, lo denunció en una columna de prensa que no tuvo
mayor eco”
Después de dicha ley que afectó el sistema de servicios públicos, los Fondos de
Pensiones y creó el empleo temporal, Uribe impulsó la Ley 100 de 1993 o
Sistema de Seguridad Social, la cual, “… le quitó toda capacidad al Estado para
atender la salud de los estratos más necesitados de la población, que quedaron
por completo desprotegidos. Esa norma, además, llevó a la quiebra al Seguro
Social y puso en peligro el derecho a la jubilación de varios millones de afiliados
(Contreras y Garavito; 2002: 29). Hoy tenemos que a los médicos del magisterio
de la ciudad de Honda les demoran los pagos 3, 4 o más meses. Para presionar
el pago, los médicos atienden un menor número de pacientes por día, reducen los
días de atención, renuncian o no aceptan la vinculación. Y las droguerías dan
orden de no entregar medicamentos por el mismo motivo de no pago por parte de
la E.P.S.
Por boca de los médicos y la fisioterapeuta sabemos que lo adeudado a ellos por
el año 2008 no se les canceló porque la EPS, siendo de los mismos dueños,
cambió de razón social. Son numerosas las quejas de los usuarios y beneficiarios
porque se demoran demasiado las citas con especialistas, algunos medicamentos
deben ser comprados por los usuarios, ahora hay que esperar que los traigan de
Mariquita; La optometría sale más barato pagarla por cuenta propia que viajar a la
capital (Ibagué) para recibir ese servicio, etc., etc. Si se alza la mirada hacia la
situación nacional, se encuentra nada menos que los copagos y el paseo de la
muerte y los escandalosos fraudes por los que hoy varias están intervenidas y
procesadas judicialmente. ¡Pero el gobierno sigue sacando pecho con la
cobertura en salud!
De la misma manera que “vana es la palabra del filósofo que no remedia ningún
sufrimiento del hombre. Porque así como no es útil la medicina si no suprime las
enfermedades del cuerpo, así tampoco la filosofía si no suprime las enfermedades
del alma” (Epicuro; en 1995: 31); vana es la educación orientada sólo a las
exigencias de la demanda laboral del mercado o a la enseñanza de la ciencia per
se, sin advertir que su uso así como humaniza deshumaniza, así como construye
destruye. En este sentido, los planteamientos de Estanislao Zuleta acerca de lo
que es educar con filosofía orientan nuestra actitud. Dice él que la educación
puede ser “un proceso de formación y de acceso al pensamiento y al saber” o “un
simple procedimiento de transmisión de un saber adquirido” o “un sistema de
producción de fuerza de trabajo calificado para una demanda existente en el
mercado”. (1995: 93).
Hoy se vive una época con formas de vida sin permanencia, de cambios a alta
velocidad, de influencias variadas. Esto obliga a aceptar el pluralismo ideológico,
diversos tipos de escuela y el reemplazo de la pedagogía tradicional autoritaria,
manipuladora y domesticadora que impulsa la llamada “cultura general” basada
en la memorización y orientada a la presentación de exámenes y el lucimiento en
concursos y disputas intelectuales. Nuestra época obliga a orientar la instrucción y
el aprendizaje hacia la investigación y la cooperación en la búsqueda de mejores
formas de relación social. Por eso, ha tomado relevancia el aprendizaje
significativo consistente en el manejo sustancial, conceptual, de la información
para conectarla con la vida cotidiana y aplicarla creativamente a distintas y
nuevas situaciones.
La cuestión es: ¿Cómo dirigir la práctica docente hacia este noble propósito?
¿Cómo dejar de amaestrar? Para encontrar la manera de impulsar al estudiante
hacia la construcción de su propio conocimiento, dándole una finalidad personal y
social, un compromiso vital; debemos estudiar concienzudamente la pedagogía.
Como ciencia en desarrollo, ha evolucionado hacia nuevas formas de relación, de
didáctica y de evaluación. Hoy se piensa que debemos incorporar el saber a
nuestro ser para no olvidarlo, lo cual, hace necesario sacar a la educación de el
sistema de transmisión del pensamiento como un deber, del conocimiento como
algo dado, petrificado, para llevarla a una instrucción para pensar, interpretar,
discutir con los textos, criticar, tomar posición activa ante la vida, comprender y,
por ende, disfrutar el saber.
Para alcanzar la finalidad de la educación, cual es, que los estudiantes asimilen
los conocimientos culturales y científicos y los utilicen de una manera eficaz, los
maestros y maestras deberemos afrontar mayúsculos, difíciles y delicados retos.
Para hacerlo con éxito hemos de analizar y adaptar las diversas concepciones
pedagógicas y estrategias didácticas que giran en torno a la instrucción y que no
siempre coinciden, ni son autosuficientes; por cuanto, ninguna recoge todos los
aspectos implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que enfatizan
elementos a tener en cuenta a la hora de procurar un desarrollo de la
personalidad en lo cognitivo, afectivo, psicomotriz y social.
184
Fernando Hernández y Juana María Sancho en su obra Para enseñar no basta
con saber la asignatura 50 nos ofrecen las siguientes visiones sobre el aprendizaje
y la enseñanza con las cuales podemos empezar a superar la internalización de
los modelos magistral, pavloviano y skinneriano. 51 El aprendizaje mediante
penetración comprensiva se basa en los aportes de la Gestalt. Plantea que “el
individuo logra superar una dificultad, encontrar la solución a un problema de
estudio, aprender,... mediante una ‘ocurrencia’, ‘comprensión repentina’ o
‘intuición’”. Tiene “conexión con los enfoques del procesamiento de información, la
resolución de problemas, el paradigma cognitivo en psicología y la teoría del
aprendizaje significativo verbal de Ausubel” y “se vincula con la idea de
asociación…” (Hernández y Sancho; 1995: 67)
50
(Ver Módulo Educativo – Pedagógico, Unidad Nuevas Pedagogías, de la Especialización en Educación, de la
Universidad del Tolima, 1995. Páginas 59 á 75)
51
Las clases magistrales permiten la presentación global de los conocimientos, es decir, de manera conexa y
ortodoxa, pero desconocen los preconceptos y por ello, pueden no afectar la estructura cognitiva de los y las
estudiantes. El aprendizaje como resultado de una acción condicionada conduce a la repetición de ejercicios
y a la aplicación de premios y castigos, pero la repetición no garantiza la asimilación de la nueva conducta
sino sólo su ejecución (“sabe multiplicar, pero no cuándo lo ha de hacer”) (Hernández y Sancho; 1995: 59).
El conductismo de Skinner abrió la posibilidad de moldear a libre voluntad el comportamiento conforme a
un plan; deriva de ello el diseño de máquinas de aprendizaje, la enseñanza programada, la autocorrección
del estudiante, la motivación y las expectativas, el ensayo y el error, la repetición, pero implica desconocer el
procesamiento de la información y las conductas y aprendizajes divergentes o relacionales, fomentando
comportamientos y respuestas homogeneizadoras. (Hernández y Sancho; 1995: 62)
185
existencia del individuo; el tratamiento escolar puede agravar o alivianar el estado
emocional que afecta el rendimiento intelectual; el mismo tema se debe trabajar
desde perspectivas y con materiales distintos, utilizando información variada (oral,
escrita, visual, icónica…);
Otros autores citados por Hernández y Sancho son Pérez Gómez y Carretero.
Según el primero, las actividades sensoriomotrices de discriminación y
manipulación de objetos son las que posibilitan en gran medida el desarrollo de
las estrategias del pensamiento formal; el papel del lenguaje es insustituible en
las operaciones más complejas; la cooperación, los intercambios de opiniones y la
comunicación de diferentes puntos de vista, es significativa para el desarrollo de
las estructuras cognitivas; entonces, hay que integrar las adquisiciones,
perfeccionar y transformar progresivamente las estructuras y esquemas cognitivos
186
porque no todo aprendizaje favorece el desarrollo.
El papel del profesor es básico para planear una interacción sistemática en torno
a tareas de aprendizaje y para producir un acto educativo sobre los objetos de
conocimiento. Lo anterior implica identificar pautas y secuencias interactivas que
favorezcan la construcción del conocimiento y mostrar los transcursos de
interacción estudiante-maestro mediante los cuales se incide en la actividad
autoestructurante del primero. Sin perder de vista que el conocimiento resulta de
reorganizar el conocimiento previo con el cual toda información novedosa se pone
en relación. De ahí que el docente deba identificar el saber del alumno para partir
del nivel de desarrollo del educando en la planificación de las actividades
didácticas; posibilitar la construcción de aprendizajes significativos: procurar una
intensa actividad por parte del alumno para que cambien sus esquemas de
conocimiento.
Los partidarios de la segunda opinan que la enseñanza debe ir más allá de las
actividades espontáneas, diseñando actividades específicas de aprendizaje. Es
decir, el aprendizaje depende de los procesos sicológicos evolutivos naturales y
de los culturales que hacen progresar los primeros. Se concluye, pues, que el
aprendizaje está condicionado tanto por el nivel de desarrollo genético como por
las experiencias espontáneas y las experiencias escolares.
En este sentido, cobra importancia el constructo teórico vigotskyano de Zona de
Desarrollo Próximo, consistente en la distancia entre el nivel de desarrollo real o
capacidad para resolver autónomamente un problema y el nivel de desarrollo
potencial o competencia para solucionar un problema bajo la guía de un adulto o
en colaboración con otro compañero más preparado.
El desarrollo mental, en términos de lo que el niño está próximo a lograr con una
instrucción adecuada, define las funciones en proceso de gestación.
La experiencia educativa, de carácter dialógico, proporcionado por la
mediación, supone la ayuda de otro sujeto (profesor, niño mayor, niño más
capaz, etc.), es decir, el desarrollo humano ya no es dado sólo en la
relación sujeto - objeto, sino que la relación está constituida por una tríada:
sujeto - mediador - objeto. Se trata entonces de una relación mediada, es
decir, que hay un tercero mediador, que ayuda al proceso que está
haciendo el sujeto. En esta relación dialógica, el otro permanece como otro
externo y autónomo con relación al yo, y viceversa. No destruye al otro en
cuanto otro. (OSORIO Rojas, Ricardo Arturo. Aprendizaje y Desarrollo.
Internet.)
Para llevar a cabo una pedagogía vitalista tenemos que imitar el aprendizaje
cotidiano. En la cotidianidad se contempla la realidad y, fundamentalmente, los
conceptos y representaciones se incorporan mediante re-construcción de
conocimientos y hábitos sociales. Por eso, interesa más que el estudiante logre su
propia respuesta antes que esperar que dé la “correcta”. Interesan más los
procesos necesarios para que el estudiante construya conocimiento y hábitos
porque para aprender se debe tener compromiso interior, interviniendo desde
dentro la realización de algo: investigando reflexionando, y comprendiendo cómo
buscamos.
Juvenal Nieves considera que “El dilema no puede consistir en decidir si hacer o
no hacer evaluaciones. Se trata precisamente de cuestionar constantemente,
mediante la vía del taller, el foro, la polémica y el estudio cuidadoso de resultados
académicos, el quehacer frente a este momento o momentos educativos” (1994:
89). El mismo autor toma de A. S. Neill las siguientes palabras: “Los exámenes
con un fin que no sea el de proporcionarles a los niños un gran placer, son
indeseables y propensos a desviar los intereses verdaderos.” (1994: 84). Y de
Michael Foucault, el concepto de que “El examen combina las técnicas de la
jerarquía que vigila y las de la sanción que normaliza” (1994: 32).
En este método, un conflicto se define como un problema que hay que aclarar y
luego, buscarle soluciones. Aquí los conflictos se consideran sucesos naturales,
no destructivos, y muy saludables en la vida de docentes y alumnos. Se pide a
los maestros ver los conflictos como un refuerzo de la relación y no como
perjudicial a ella; por lo tanto, el docente se vuelve menos renuente a encarar los
problemas y más reacio a echarlos al cesto de la basura. Así pues, los conflictos
son resueltos de manera que los implicados no terminen experimentando fuertes
sentimientos negativos.
Tal vez el beneficio más importante de este método sea que no es necesaria ni la
autoridad ni el poder, ni los mecanismos de defensa que son autodestructivos o
195
destructivos para la relación. Se habrán superado la agresión, la venganza, el
vandalismo, el rompimiento de reglas, los chivos expiatorios, la mentira, los
castigos, etc. Se propician relaciones caracterizadas por el respeto, el interés y la
confianza mutuos; se une a las personas y se engendra sentimientos de cariño y
amistad. El alumno se vuelve más responsable y más maduro. Se forma como
ciudadano partícipe, comprometido con la comunidad. Aprende que puede ser
capaz de un comportamiento maduro, de comprender los sentimientos de los
demás, de autoevaluar cuándo está interfiriendo, y cómo volverse un ciudadano
capaz de tomar decisiones y de ayudar en la construcción de democracia
participativa.
197
Apetencias
¡Todos la pretenden!
Sigue oculta la felicidad.
Van de aquí para allá, preguntando No está jugando, como los niños, a
atropelladamente: las escondidas.
¿Dónde se encuentra? No. Le asusta acabar perdiendo
identidad.
Un encantador de serpientes,
mercachifle de ilusiones, En la botica de Epicuro,
Asomado a la ventana digital, Tropecé con frasquitos que decían:
contesta muy orondo: “Ausencia de sufrimiento”,
La felicidad está a la vuelta de la “Mansedumbre de pasiones”,
esquina, “Disposición del alma a delimitar
¡Allí donde se encuentran los bienes Lo que es por naturaleza”.
que apeteces!
Y un letrero escrito en letra gótica
El sentido común cuestiona: que sentencia:
¿Allí donde imperan los sentidos? “En relación con lo que por
¿En el bazar de las riquezas y naturaleza es suficiente
La dignidad de ocupaciones, cargos Toda adquisición es riqueza.
y poderes? En relación con los deseos ilimitados
La mayor riqueza es pobreza”
Yo, entre tanto, cerrada por
inventario ¡Cómo te extraño, Ariadna,
Encontré esa tienda de abarrotes. Perdido en mis etéreos laberintos!
198
1. POTENCIACIÓN PARA LA INVESTIGACIÓN
199
expectativas y aspiraciones colectivas, y contribuir a la transformación del medio
en que está inserta. Para ello, debe hacer un análisis de la cultura comunitaria, de
su realidad, de sus aspiraciones y problemas. En esta tarea investigativa, la
comunidad se convierte en una fuente de aprendizaje para los alumnos, quienes,
ayudados por sus maestros y por los miembros de la comunidad, en un proceso
de aprendizaje colectivo, comiencen a sistematizar los problemas de la escuela y
de la comunidad, y a integrarlos a proyectos mancomunados, en los que la
escuela haga su aporte y la comunidad el suyo.
Estos nuevos rumbos nos obligan a definir la orilla desde la cual interpretamos y
colaboramos con la construcción del curso de la historia, desde nuestro ejercicio
docente. Nos cuestionaremos sobre los actos humanos, a la manera del
personaje gorkiano:
- Es humillante, pero no hay que creer al hombre, hay que temerle ¡e
incluso odiarle! El hombre se parte en dos. Uno querría solamente amar,
pero ¿Cómo es posible esto? ¿Cómo perdonar al hombre si se te echa
encima como una fiera salvaje, no reconoce en ti un alma viva y te patea el
rostro de criatura humana? ¡Imposible perdonar! Y no se puede, no por uno,
yo soportaría todas las injurias, pero no quiero ser indulgente con los
opresores, no quiero que en mis espaldas aprendan a golpear a los
demás… (1990; 111-112).
Esta última expresión nos lleva a deliberar sobre lo que significa la solidaridad;
también ilustrada por Máximo Gorky de la siguiente forma:
Habíase encendido en sus ojos un frío fulgor, tenía inclinada la cabeza con
obstinación y hablaba con mayor dureza.
- No debo perdonar nada que sea nocivo, aunque a mí no me perjudique.
¡Yo no estoy solo en la tierra! Hoy dejo que me ultrajen, y me limito a
reírme, porque no me duele; pero mañana, el ofensor, que ha probado en
mí su fuerza, intentará despellejar a otro. Y por eso hay que considerar a la
gente de diferente manera, hay que apretarse el corazón con severidad,
saber distinguir a los hombres: éste es de los míos, aquél es un extraño.
Eso es justo, pero ¡no consuela! (1990; 111-112).
Es, pues, forzosa una actitud de alerta permanente frente a la manera como se
201
alienan los individuos y la sociedad. En un mensaje por Internet encontré una
buena ilustración: Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en
cuyo centro pusieron una escalera y, sobre ella, un racimo de bananos. Tan pronto
un mono subía la escalera para agarrar un banano, le lanzaban un chorro de agua
fría a los que quedaban en el suelo. Después de un tiempo cuando un mono iba a
subir la escalera, los otros lo agarraban a manotazos. Tiempo después, ningún
mono subía la escalera. Entonces, los científicos substituyeron uno de los monos.
Lo primero que hizo fue subir la escalera. Los demás le propinaron una azotaina.
En todo caso, para que el individuo tenga un pensamiento más libre, deberá
hacerse menos dependiente de la necesidad inmediata, menos limitado por la
ignorancia o el miedo y más capaz de resolver los problemas planteados por las
relaciones con sus semejantes. Y para que la sociedad civil sea democrática,
deberá consolidar la capacidad de resolver, de manera autónoma, los problemas
planteados por el entorno. No permitir que la voluntad de un solo hombre, varón o
mujer, se imponga; tampoco, que la ley humana sea interpretada como las leyes
inexorables de la naturaleza. Cada persona, “en calidad de sabio”, no bajo el
capricho, deberá poder hablar como Antígona.
– Es que no fue Zeus, ni por asomo, quien dio esta orden ni tampoco la
Justicia aquélla que es convecina de los dioses del mundo subterráneo. No,
no fijaron ellos entre los hombres estas leyes. Tampoco suponía que esas
tus proclamas tuvieran tal fuerza que tú, un simple mortal, pudieras rebasar
con ellas las leyes de los dioses anteriores a todo escrito e inmutables.
Pues esas leyes divinas no están vigentes, ni por lo más remoto, sólo desde
hoy ni desde ayer, sino permanentemente y en toda ocasión, y no hay quien
sepa en qué fecha aparecieron. ¡No iba yo, por miedo a la decisión de
hombre alguno, a pagar a los dioses el justo castigo por haberlas
transgredido! (Sófocles; 1990: 148).
Esas leyes del corazón y de la razón evitarían que en Colombia se siga haciendo
oídos sordos a advertencias como las siguientes:
Entre falsos positivos y espionajes absurdos, entre recompensas para
acciones infames y excesivos recursos para Fuerza pública (que al parecer
ya no saben en qué gastar ni a quien espiar), nos estamos convirtiendo en
un régimen policial sucio, de miedos y sospechas, donde se hace difícil
incluso respirar. ¿Es esto lo que se llama seguridad democrática? Nos
estamos pareciendo más a esos regímenes del terror que la primera dama
ilustraba a las fuerzas de seguridad con una película alemana. Se ve que
no aprendieron la lección (Abad; 2008, noviembre 30: 40).
Por eso, es necesario tener en cuenta, una vez más, la advertencia de Zuleta en
el sentido de saber a ciencia cierta de qué objeto estamos hablando para definir
nociones y prácticas.
202
En una polémica entre un marxista y un liberal, por ejemplo, ambos son
partidarios de la libertad, sin embargo, continuamente formulan
proposiciones contradictorias porque no están hablando del mismo objeto y
le dan el mismo nombre a concepciones distintas. El marxista llama
libertad a un desarrollo de las posibilidades humanas basado en una
determinada organización económica que permitiría a todos cierta igualdad
y ciertas condiciones de vida. El liberal llama libertad a la libertad de
expresión, a la libertad de prensa (1995: 135).
Con esta advertencia, hay que poner en duda esa libertad plena de individualidad
y, por tanto de insolidaridad con los demás; aquella del burgués que primero
explota a sus congéneres para atesorar él y luego, tranquiliza su conciencia con la
limosna y la caridad aparente. En cambio, el proletario encuentra una actitud más
digna en las siguientes palabras del “Che”:
Si sientes el dolor de los demás como tu dolor, si la injusticia en el cuerpo
del oprimido fuere la injusticia que hiere tu propia piel, si la lágrima que cae
del rostro desesperado fuere la lágrima que también tú derramas, si el
sueño de los desheredados de esta sociedad cruel y sin piedad fuere tu
sueño de una tierra prometida, entonces serás un revolucionario, habrás
vivido la solidaridad esencial (en Briceño; 2007: 7).
El derecho de la colectividad está por encima del derecho individual, pero como lo
que sirve a unos molesta a otros, no se puede ser neutral. Los maestros y
maestras debemos definir los intereses por los cuales hemos de luchar. Como
afirma Máximo Gorki, en boca de su personaje Ribin:
¿Recuerdas Pável? Tú me explicaste que, según vive el hombre, así
piensa, y si el obrero dice “sí”, el patrón dirá “no”, y si el obrero dice “no”, el
patrón, por su naturaleza de patrón, gritará, indefectiblemente, “sí”. Igual
pasa con los mujiks y los señores; son de distinta naturaleza. Cuando el
mujik está harto, el señor no pega ojo en su cuarto. Claro está que en todas
las categorías se encuentran hijos de perra, yo no estoy de acuerdo en
defender a todos los mujiks sin excepción… (Gorki; 1990: 159).
Tres veces había solicitado ya permiso para ver a Pável, y las tres había
recibido una negativa amable del general de gendarmes, viejo de pelo
blanco, mejillas cárdenas y nariz grande.
- Dentro de una semana, buena mujer, ¡no antes! Dentro de una semanita,
veremos a ver; pero ahora es imposible (…)
- ¡Es muy cortés! – decía la madre, pensativa, al “jojol”-. Siempre está
sonriendo…
- Sí, sí –decía el “jojol”-. Son afables, sonríen. Les dicen: “Ahí tienen un
hombre inteligente y honrado que no es peligroso, ¡ahórquenlo! Sonríen y le
cuelgan, y después vuelven a sonreír (…)
- …han sido ya adaptados por completo…, y pueden hacer todo cuanto se
les manda sin… preguntar por qué (Gorki; 1990: 113-114).
204
Una filosofía de la educación, en términos kantianos, sería aquella orientada a
dilucidar la manera de potenciar la ilustración y, por lo tanto, en construcción de
identidad. Para ello, tendríamos que guiarnos por criterios como los siguientes:
Educación del espíritu y de las facultades para cuidar y cultivar el entendimiento,
el juicio y la razón. Educación de los sentimientos, básicamente el amor, la
ternura, la paciencia y la autodisciplina. Educación moral, fundamentada en
máximas más que en disciplina por la fuerza, dado el carácter negativo de ésta. El
niño ha de ser disciplinado desde pequeño mediante la reflexión y el autocontrol
para que los progresos del conglomerado, en cuanto a desarrollo de la esencia
humana, sean palpables en una vida material consecuente con la dimensión
espiritual.
Cuando los ciudadanos oprimidos hacen reclamaciones se los rotula como los
“malos del paseo” y se les reprime. En algunos casos se aplican las leyes con
laxitud y, como en el de los paramilitares, se pasan por alto las atrocidades o se
hace oídos sordos a las acusaciones. ¿Qué ocurrió, si no, con los señalamientos
de Mancuso al Vicepresidente y al Ministro de Defensa – ambos Santos- por sus
nexos con la guerra paramilitar? ¿Qué ocurrió con la deslegitimación que sobre
las elecciones del Presidente Uribe se colige del hecho de que tanto político
uribista esté implicado en la narcopolítica y del delito de cohecho para permitir la
reelección? ¿Con el juzgamiento de los paramilitares a quienes se les extraditó
para responder sólo por narcotráfico?
La ley debe ser igual para todos y la infracción de la misma amerita sanciones de
tipo moral, no castigos producto de la cólera y de la injusticia porque son
contraproducentes. El método autoritario, del cual somos hijos la generación de
maestros actuales, no ha querido ser reflexionado por una gran masa de
profesores y, peor aún, continúa avalado en el seno de la familia colombiana, la
iglesia, el Estado y la sociedad civil desposeída. En una escuela de Armenia,
Quindío, las maestras María Amilvia Blandón, María Isabel Patiño y Luz Nadima
Yusti, investigaron la cultura del castigo, la educación por la ley y la fuerza, 1989.
Partieron de la siguiente situación: “Un niño que golpea a un compañero es
castigado dejándolo sin recreo por dos días. El niño se siente inconforme y con
mucha rabia le dice a su maestra que no quiere volver a la escuela porque allí
sólo saben castigar por cualquier cosa” (Cajiao; 1998: 81)
Las maestras Blandón, Patiño y Yusti también comprobaron que las reacciones de
los niños se relacionan con sus antecedentes familiares y a mayores castigos
corresponde una menor influencia positiva, así como la creación de un clima
adverso porque se empieza a socializar entre compañeros el rechazo colectivo.
De ahí que el problema de la tolerancia plantee dilemas entre ley y moral, entre
educación por la fuerza y educación por la persuasión, entre amaestramiento y
potenciación, que van más allá de los casos obvios; dilemas que ameritan
debates públicos y procesos democráticos, porque la ley y la fuerza deforman al
llevar a obedecer por temor y acostumbrarse a apartarse de la justicia y de la ley
cuando se cree no ser descubierto.
Es decir, a pesar de que convivir es tolerar, hay cosas que no son tolerables,
como la violencia y el desconocimiento del otro. Y esto incluye a todos los actores
sociales, a los dirigentes y a los dirigidos. Este es el lugar de los acuerdos y su
cumplimiento, de la autorregulación y la regulación mutua, la confianza otorgada y
recibida. La comunidad escolar es el espacio físico, social y psicológico para
implementar el respeto y formar ciudadanos conscientes de su dignidad. La
obediencia necesita ser razonada frente a las reglas del deber. Hacer algo por el
deber es obedecer la razón. Una educación práctica debería abarcar la prudencia
y la moralidad. Cualidades humanas nada fáciles de poner en práctica en las
relaciones escolares.
207
aceptó en la jornada diurna contraria a aquella en la que yo estaba”. En fin, son
innumerables los casos citables en donde la intimidación y abuso del poder
remplazan el respeto y la autoridad moral.
208
Cuando maestros y maestras persigamos el desarrollo intelectual de cada
estudiante de acuerdo con sus propias necesidades y condiciones (biológicas,
psicológicas), nos convertiremos en “facilitadores de experiencias”. Más que
enseñar a leer, escribir, o repetir los contenidos de las asignaturas; contribuiremos
a afianzar y desarrollar las estructuras mentales del estudiante. Preparar para la
vida será lo que realmente nos importe. Por eso, debemos priorizar la educación
en libertad, el autogobierno, el trabajo en equipo y el aprendizaje por investigación.
La idea directriz del aprendizaje por investigación es: los conocimientos no se
transmiten sino que se construyen; los estudiantes aprenden mediante un proceso
de transformación de lo que están aprendiendo.
Como toda la acción educativa gira en torno al propósito del desarrollo armónico,
integral, de la persona, el compromiso es obtener una intersección de los
componentes psicomotriz, cognoscitivo o intelectual, y afectivo o valorativo. En
cuanto al desarrollo autónomo de la moral, la nueva visión requiere un viraje del
sarcasmo y la provocación de sentimientos de culpa, propios de la educación
tradicional, hacia unos comportamientos pedagógicos que motiven la
transformación actitudinal, afianzando la autonomía moral. En lo cognitivo es
necesario articular el conocimiento disciplinar con el conocimiento cultural para
llegar a la metacognición, es decir, captar el contenido y la manera como se
aprende dicho contenido, sin descartar el error, porque muchas veces se aprende
más de la reflexión sobre la equivocación.
209
pensamiento, a investigar sus propias concepciones, las de su medio social y
familiar; a analizar los conceptos científicos; a evitar la degradación de su propia
cultura y la pérdida de conocimientos que son correctos en ella. Por eso, a la hora
de evaluar, es importante que las maestras y maestros tengamos en cuenta la
explicación que de cada respuesta puedan dar los alumnos y alumnas.
Ricardo Lucio A. presenta como las principales hipótesis del constructivismo las
siguientes: El conocimiento se construye a partir de la acción. Construcción quiere
decir también que cada nuevo conocimiento construido, cada nuevo ladrillo, se
integra al bagaje previo de lo ya conocido en un doble sentido: El nuevo
conocimiento es condicionado (con-formado o con-figurado), por el saber ya
existente y a la vez reestructura ese saber previo. Pongamos el ejemplo de los
conceptos; éstos son las ideas que tenemos de las cosas (de las acciones, de los
procesos, de las situaciones, de los objetos, etc.) y constituyen, en el símil
empleado, los nudos de la red, (red conceptual o mapa cognitivo). Los conceptos
se construyen por tanto a partir de la acción, a partir del establecimiento de las
relaciones entre y con los objetos del mundo (Lucio, 1994: 6)
211
una práctica educativa rigurosa, fundamentada en los aportes de otros campos
científicos.
El instrumento propuesto por dichos autores como guía para realizar el trabajo
pedagógico-investigativo es el Diario del profesor, con el fin de explicitar y
cambiar concepciones, detectar problemas y transformar la práctica. Así, se logra
que el plan de estudios, la teoría y la práctica pedagógica se vinculen
significativamente. En efecto, los maestros y maestras nos formularemos la
siguiente pregunta: ¿Cómo se construye la disciplina que enseño y cómo se
construye la pedagogía? No nos quedaremos únicamente con el cuestionamiento
acerca de cuáles son los contenidos que debemos enseñar.
Estos registros son muy ventajosos porque recogen puntos de vista personales,
son sencillos y baratos, permiten añadir nuevas evidencias y el análisis de
tendencias y patrones, pero debemos evitar que se conviertan en relatos
subjetivos e insuficientes que no apoyen la autorreflexión de los estudiantes ni, al
docente, como fuente de información para evaluaciones. Debemos ir
incorporando poco a poco la diferenciación consciente entre lo que se describe y
el análisis sistemático para que afloren los núcleos problemáticos del proceso
didáctico: fuentes de conflictos que podrían delimitarse mediante preguntas y
tratarse a través de su seguimiento y análisis.
Seguimiento y análisis que además de potenciar también debe operar sobre las
maneras de evaluar. En relación con esta temática habremos de reflexionar la
contradicción en torno a la promoción automática y la calificación del rendimiento.
En efecto, se ha pensado que la repetición de grado afecta la autoestima y refleja
un régimen punitivo en contra del estudiante, pero habremos de considerar la
importancia de enseñar a fracasar por efecto de la falta de esfuerzo como a
disfrutar de los éxitos porque si una persona se sabe ignorante toma la iniciativa
de enfrentar nuevos retos. En todo caso, el tipo de evaluación más orientado a
examinar que a controlar los procesos para mejorarlos es estéril e inconveniente
para acceder a la construcción de una nueva realidad, de una nueva región, de
unas posibilidades socioeconómicas y políticas orientadas a resolver nuestras
crisis.
213
El paradigma tradicional de evaluación ha venido proyectando un ciudadano
acrítico, sumiso, heterónomo, apático, insensible socialmente; incapaz de juzgar y
tomar posición ante la preocupante realidad que a veces se trasluce en los
noticieros. Como la noticia del día 19 de julio de 2009, cuando uno de los medios
de comunicación aludió al hecho de que en el mundo hay 1.020’000.000 de
hambrientos, es decir, uno de cada seis habitantes, y en Colombia el 13% de la
población, correspondiente a 5.5 millones de hambrientos, lo cual, coloca a
Colombia en el puesto 13 entre los países con mayor número de famélicos en el
mundo.
Si se tiene en cuenta que hay una producción mundial alimentaria suficiente para
el doble de la población existente, y la inmensa riqueza natural de Colombia,
podemos concluir con certeza la ineficacia del sistema capitalista y advertir el
peligro de que el mundo, gracias al neoliberalismo, quede en manos de las
trasnacionales. De ahí la importancia de incentivar la participación de los
estudiantes en las clases mediante una evaluación más integral y autocrítica,
orientada hacia el análisis del poder y las circunstancias socio-políticas y
económicas como base para los planteamientos conceptuales.
John Holt, citado por Juvenal Nieves Herrera, no cree que los exámenes “sean
necesarios, ni útiles, ni siquiera disculpables”, sino que “dificultan, distorsionan y
pervierten el aprendizaje” y, por lo tanto, propone buscar la manera de eliminarlos
porque no se hacen con el fin de demostrar que una persona puede “realizar
actividades que han escogido ellos mismos, sin poner en peligro a otras personas
o sin arruinar una empresa colectiva” (1994: 94). Por el contrario, en las escuelas
se hacen exámenes para obligar a los estudiantes a hacer lo que la institución y
los maestros queremos y para tener un fundamento sobre el cual recompensar o
castigar. Es decir, se aplican sobre la base de que la escuela debe decidir los
contenidos a aprender por la niñez y que la mejor manera de hacerles entender
que deben hacerlo es premiar sus éxitos y castigar sus fracasos.
El maestro liberador retiene al máximo a sus alumnos para que aprendan lo que
puedan hasta donde puedan. Es necesario, entonces, valorar las personas, “sus
actitudes, su esmero, su responsabilidad, no sólo el número de ítems que
resuelven en una prueba” (Nidelcoff: 1979: 75) El estudiante debe tener la
oportunidad de calcular sus puntajes y corregir sus producciones intelectuales,
discutir con el grupo los criterios para evaluar y habituarse a discutir las notas.
Ojalá pudiéramos cambiar la estructura escolar haciéndola más abierta y
singularizante de modo que respondiera a la posibilidad e interés de cada uno.
Pero la escuela no ha de tener promoción automática obligatoria porque una
persona que no aprende a fracasar tampoco aprende a disfrutar sus éxitos y
menos a aprender del error, amén de que la blandura en la educación es
generadora de complacencias que originan los vicios.
Los portafolios dan cuenta clara del trabajo de los estudiantes, demandan
anotaciones en las márgenes de sus trabajos y entrevistas personales para
mostrar sus propios progresos. Algunos estudiantes se resisten a entregarlos, a
leerlos, o a veces afirman que pierden los trabajos, pero poco a poco aceptan
realizar discusiones con ellos y construyen significados que denoten cambio y
crecimiento. En todo caso, debe mostrárseles interés en leer sus portafolios. Lo
que surge de la evaluación por portafolios es una respuesta inmediata relacionada
con la integridad y la validez de la información que se gana acerca de cómo y qué
aprenden los estudiantes. Además se crea un alto grado de responsabilidad en
ellos. En los portafolios deben emplearse palabras como “piensa”, “escoge” y
“toma el riesgo”. Estos vocablos propician un clima de reflexión.
Pues bien, las maestras y maestros hemos de observar e indagar causas por las
cuales no se opera en los estudiantes una motivación y mucho menos un
aprendizaje en el aula, en la escuela, y partir de hipótesis para ser refutadas o
confirmadas. Por ejemplo, no puede haber acceso al conocimiento si los
estudiantes no le encuentran una significación, un sentido útil para sus vidas, a la
temática llevada al aula por los maestros y maestras, tampoco mientras no le
demostremos al estudiante con nuestras acciones diarias (curriculum oculto y
curriculum expreso) que nos ponemos en el lugar de él o de ella (alteridad) en
todas las situaciones y aspectos que rodean su vida particular; o mientras los
directivos en la escuela, el maestro en el aula, no ostentemos una postura serena,
equilibrada y ecuánime para solucionar las dificultades en el proceso enseñanza-
aprendizaje.
Son innumerables los ejemplos y las precisiones posibles sobre la vida intraaula,
todo lo cual se puede encontrar registrado en el DIARIO DE CAMPO. Su
contenido descriptivo intentará captar la imagen de la situación, personas,
conversaciones y reacciones observadas lo más fielmente posible, y el contenido
reflexivo incorporará el pensamiento, ideas, reflexiones e interpretaciones del
observador. Tanto el contenido descriptivo como el reflexivo pueden utilizarse en
la investigación en el aula para: a) estudiar un aspecto particular de enseñanza o
de conducta durante un periodo de tiempo. b) reflejar la impresión general o clima
del aula y c) proporcionar una descripción continua de un alumno con objeto de
recoger información para un estudio de casos.
Evaluar la evidencia significa que las pruebas no estén contaminadas por factores
ajenos, por eso, el investigador tradicional procura establecer la confiabilidad y la
validez de los datos con métodos físicos o estadísticos. “Pero una vez
demostrada su evidencia, la interpretación de los datos corre por cuenta exclusiva
218
del investigador” (Murcia Florian; 1994: 26). En contraste, en la investigación
acción-participativa la comunidad es quien analiza los datos. El intercambio de
percepciones sobre problemas reales permite comprender profundamente los
hechos para “redefinir el problema original y ayudar a encontrarle soluciones.”
(Murcia Florian; 1994: 26).
Pedagogía científica
Para poder actuar como pedagogos, es decir, para poder aplicar el conocimiento
disciplinar pertinente a la satisfacción de los requerimientos de los alumnos, los
maestros y maestras debemos construir un saber a través de una actitud
investigativa permanente y una confrontación franca con los obstáculos propios
de nuestra cotidianidad. Debemos constituir un espacio conceptual en el que
respondamos a quién enseñamos, qué, cómo y para qué enseñamos. Constituir
una zona de apropiación de las teorías para hacerlas inteligibles, atractivas y
adecuadas, pero sin abandonar el rigor académico. Como los sujetos del
aprendizaje con quienes interrelacionamos se encuentran inmersos en mundos
sicológicos y socio-culturales, el saber pedagógico a construir, conjuntamente con
la comunidad educativa, se apoyará en los aportes de la sicología, la sociología y
las ciencias de la educación.
Pedagogía liberadora
Las maestras y maestros hemos de tener claro que, en términos deweyanos, todo
proceso educativo ha de poseer carácter científico capaz de capacitar al niño para
la resolución de todas las dificultades que surjan en su entorno social. Nuestra
misión es preparar para la vida del hombre en sociedad, facilitando el aprendizaje
desde el ambiente a través de la exploración y experimentación y del desarrollo de
la creatividad. Como en la época actual el estudio y la investigación no se
adelantan de manera individual, aislada, debemos preparar en el empleo de
equipos de trabajo y discusión, en el diálogo, en la participación colectiva y el
debate. El maestro y el alumno deben participar, experimentar e influirse
mutuamente en un clima de libertad y democracia.
Un maestro liberador adecua el ambiente del aula para que no sea tan ajeno a la
clase popular. Para ello, es bueno indagar sobre el lenguaje, los valores, los
hábitos, los problemas cotidianos de nuestros estudiantes; asignar lecturas
referentes a su mundo, enlazadas con proyectos de escritura expresivos de lo que
viven, sienten, descubren y proyectan. Para que sean desalienantes, los escritos
deben ser reales, fiel reflejo de sus vivencias y experiencias, de sus luchas
diarias, condiciones reales, reflejo de sus inquietudes, y dirigidos a alguien. No ha
de limitarse nuestra enseñanza al memorismo. El memorismo no da lugar a
posibles interpretaciones y, además, no se adecua a una sociedad cambiante por
los avances de la tecnología y el desarrollo industrial, y en la que los valores y
conceptos de moralidad por ejemplo, no son estáticos sino que proceden y
evolucionan con la sociedad.
Saber
¿Me ocupo de mí,
Me ocupo del mundo
O me ocupo de ti?
¡Ocúpate de la pregunta!
Porque si vas de su mano
Te aproximas al mundo
Te aproximas a mí
Y tal vez te halles.
Quizás te halles en los procesos, las praxis y las cadenas
Cuando intentes predecir y controlar, ubicar y orientar, develar y romper.
Como Alejandro, La Ilíada; o como Lenin, El Capital, lleva siempre contigo
Las obras que te inspiren porque con cada una de esas gotas de licor divino
Se ha llenado el ánfora de la sabiduría contenida en el caer de la manzana,
En el impulso de una palanca, las proyecciones astrales del telescopio,
Y el fluir de los sueños atormentados por indeseados golpes de la vida.
224
2. POTENCIACIÓN PARA LA PALABRA DIGNA Y DIGNIFICANTE
225
puede imponer dando lugar a colocar lo derivado como primitivo, lo determinado
como determinante. También, se asiste en períodos supuestamente más
avanzados de humanización al lamentable hecho de la tergiversación del
primigenio propósito de la palabra: en lugar de dibujar la realidad se la desdibuja
porque, si no, afectaría las relaciones de poder. En lo concerniente a la
materialidad de la vida social, la fuerza material de la idea y su afirmación, de
tanto promulgarla va adquiriendo un protagonismo tal que es sagazmente
utilizada para crear realidades sociales acordes con el interés de las personas,
grupos y clases sociales autoritarias.
Se dice que en la guerra todo es válido. Por eso, los contrincantes buscan
adaptar las situaciones a su causa así haya que injuriar y calumniar, a los
opositores para poder judicializarlos y condenarlos.
El hecho sucedió en la estación ferroviaria de Berlín, cuando personal del
servicio postal debidamente preparado, dejó caer la caja de madera que
contenía la valija diplomática y al romperse ésta, rápidamente esparcieron
documentos que comprometían al gobierno ruso con actividades
subversivas como llamamiento a la lucha armada y asesinatos de
personalidades. Esta era la prueba que el gobierno alemán necesitaba para
lanzar su ofensiva a través de los periódicos, para romper relaciones con la
naciente nación socialista y expulsar personal diplomático señalándolos de
personas no gratas.” (Pérez; 2010: 9)
Los prejuicios hacen mirar en dirección equivocada, o mejor, en una sola dirección
determinada de antemano. Las palabras son medios para determinados fines que
se encuentran más allá de ellas. Sus contenidos implícitos y explícitos constituyen
“la trama de significado y sentido en medio de la cual las cosas adquieren su
identidad para nosotros” (Serna; 2000: doc. virtual). Tal como ocurrió con las
operaciones del cerebro que con el transcurso del tiempo se fue robando el
protagonismo correspondiente a la realidad material.
Este es el origen del trabajo cultural desnaturalizado del cual proviene la llamada
desinformación y el apego a teorías científicas ya superadas pero cuyo avance
no conviene a los intereses de la clase dominante.
El rápido progreso de la civilización, fue atribuido exclusivamente a la
cabeza, al desarrollo y a la actividad del cerebro. Los hombres se
acostumbraron a explicar sus actos por su pensamiento, en lugar de
buscar esta explicación en sus necesidades (reflejadas, naturalmente, en
la cabeza del hombre, que así cobra conciencia de ellas). Así fue como,
con el transcurso del tiempo, surgió esa concepción idealista del mundo
que ha dominado el cerebro de los hombres, sobre todo desde la
desaparición del mundo antiguo, y que todavía lo sigue dominando
(Engels; 1977: 15-16).
Como lo expresa Adrian Salbuchi en su libro El cerebro del mundo. La otra cara de
la globalización, el establecimiento estadounidense, hace gala de la mayor
hipocresía en su lenguaje diplomático. Todas sus acciones militares, sus presiones
económicas, interferencia en los asuntos internos de las naciones del mundo y las
acciones encubiertas de sus organizaciones de inteligencia se enmascaran con el
discurso de la defensa de la libertad y de la democracia. Pero no hay otro país que
haya protagonizado tanta violencia armada en tantos lugares del planeta como lo
ha hecho Estados Unidos. Es el único que ha utilizado la bomba atómica contra la
población civil indefensa y uno de los que más poder bélico ha desarrollado. Sin
embargo, la opinión general en todo el mundo sigue considerando a esta nación,
interventora en los asuntos internos de las demás naciones, como el paradigma de
la paz y de la libertad.
228
El ‘establisment’ intelectual contemporáneo parece habernos convencido de que,
como por arte de magia –pues de magia parecería tratarse realmente-, con
solamente expresar los vocablos ‘democracia’, ‘paz’ y ‘derechos humanos’,
automáticamente todo se encarrila por sí solo, resolviéndose por simpatía y
empatía. Al igual que en los rituales mágicos primitivos, también el hombre
moderno pareciera ser cautivo de la antiquísima necesidad psicológica de creer
que la palabra tiene, por sí sola y cuando se la expresa colectivamente, una fuerza
mágica que le permite convocar y tornar en realidad aquello que evoca. Como una
imitación bastarda de antiguos ritos, sólo basta con repetir una versión aggiornada
de la plegaria mítica colectiva moderna para que ésta se haga realidad.
(SALBUCHI; 1999, P. 36-37)
De acuerdo con Plinio Apuleyo Mendoza, (…), las Convivir “entran con
mucha naturalidad en el esquema de Estado comunitario que se desarrolla
55
Tomado de
http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/Salbuchi_ElCerebroDelMundo/SalbuchiCerebro.htm
229
en Antioquia. Si la comunidad se organiza y juega un papel nunca antes
jugado en programas como la educación, la salud o la capacitación, la
seguridad también es un asunto en el cual le corresponde intervenir”
(Semana, 21/07/97). Y luego, dentro del juego malévolo de las palabras
que acostumbra Apuleyo, añade una frase cuidadosa, con la que “vende”
melosamente su idea política: “Urabá y muchos pueblos del norte y del
sureste antioqueño están en la mira de la guerrilla. Secuestros, asaltos,
asesinatos, milicias, camiones incendiados oscurecen un panorama que,
de otro modo, resultaría cargado de luminosas promesas” (Contreras y
Garavito; 2002: 90-91)56
Esta y otras noticias, sobre la mentira, que se manejan en todos los ámbitos de la
vida nacional deben preocuparnos a todos los ciudadanos. Como lo expresó
Antonio Caballero en Revista Semana, es una costumbre inveterada disimular y
encubrir.
56
Ver http://www.archivochile.com/Chile_actual/19_noti_al/chact_noti_al0048.pdf
230
Y eso que los periódicos colombianos, para que la gente no se aburra de
leerlos (…), se esfuerzan por retorcer la realidad hasta extremos
asombrosos. Viene Clinton a echarle gasolina al fuego de la guerra, y
titulan: “¡Clinton bailó la pollera colorá!” Se reúnen los políticos para
repartirse puestos, y titulan: “La presencia de los ex presidentes Turbay y
Lemos garantiza la renovación del Gran Partido Liberal”. La guerrilla
secuestra a 60 personas, y titulan: “La guerrilla libera a cuatro de los
secuestrados” (2000, edición 961).
De acuerdo con Caballero, no hay que temer a las malas noticias ni hacer lo que
el rey moro de Granada; no hay necesidad, ni justificación, de matar al portador de
las malas nuevas; hay que encarar la realidad tal cual es para mejorarla entre
todos. Pero, infortunadamente, también en las instituciones escolares se manejan
las cosas de manera entreverada: se oculta, se distorsiona, se enmascaran los
conceptos y los hechos para mantener el dominio. Como de esta manera no es
posible enseñar a los futuros ciudadanos a ser veraces, a “tener palabra”, no hay
que cohonestar con ese estado de cosas. Los maestros y maestras debemos
oponernos a este tipo de manejo de las situaciones y enseñar que a pesar de que
las versiones para el público tienen visos de realidad siempre hay algo más tras
bambalinas.
En este artículo editorial, el periodista comenta que “hay una serie de analistas
que han recordado durante la última semana cómo el régimen de la ‘seguridad
democrática’ tiene sus bases de apoyo precisamente en la perfidia, la mentira y la
perversidad.” Cita al columnista Antonio Caballero quien menciona mentiras como
los autoatentados que le organizaba a Uribe el jefe del DAS, Jorge Noguera; las
calumnias contra los altos jueces y los jefes de la oposición, los falsos positivos,
los falsos atentados denunciados por los que se pagaron recompensas, las cifras
falseadas sobre la droga; mentiras sobre los derechos humanos, las
fumigaciones, los bombardeos, las capturas en Caracas y Quito, las entregas
guerrilleras y las liberaciones de secuestrados, las negociaciones con los
paramilitares, las extradiciones, los sobornos a políticos para la reelección, la
acidez de las tierras de Carimagua…
Igual como con los términos seguridad, justicia, democracia, verdad y paz; historia
y desarrollo hacen parte de esa red de creencias que enajenan porque estos
términos, en lugar de expresar la realidad, terminan creando realidades. Por eso,
57
En http://es.geocities.com/celeste_celeste124/literatura-y-poesia/Obra-Khalil-Gibran/el-loco.html.
233
es importante develar sus significados, hurgar en las existencias a las que alude y
seguir su rastro a través del tiempo.
Cómo acontece la historia es cuestión complicada, pero no abrumadora; la
paciente investigación historiográfica puede proporcionar al respecto muy
satisfactorios resultados. Por qué tiene lugar la historia es cuestión difícil,
más no insoluble; la potencia del análisis filosófico puede ayudar a no
perderse del todo en ese laberinto. Para qué transcurre la historia es
cuestión imposible; para afrontarla no hay más remedio que acudir a la
imaginación (Ferráter; 1984: 18).
234
naturaleza… Vico llama a estas tres edades la divina, la heroica y la humana.”
(Ferrater, 1984: 54)
Para Voltaire la realidad humana comienza con la maldad de los hombres. “Pero
mientras para Rousseau toda esta locura y estupidez no tienen otro motivo que el
distanciamiento del hombre de su auténtico ser, que es la naturaleza, para Voltaire
todo es debido a que sigue esa misma naturaleza, que es instinto, confusión y
desmesura… Ambos buscan con vehemencia la bondad. Poco importa que el
hombre sea, como dice Rousseau, naturalmente bueno, o que haya, como Voltaire
afirma, una bondad natural del hombre regido por la razón.” (Ferrater, 1984: P. 71)
Conforme a lo planteado por Arturo Escobar V., como resultado de la guerra del
45 se dieron cambios en las estructuras de producción obligatoriamente
encaminados a satisfacer las exigencias de un sistema mundial de acumulación
de capital. Se pensó, entonces, en los países subdesarrollados para establecer
alianzas con la creencia firme de “que los países ricos disponían de la capacidad
científica, tecnológica y financiera para llevar el progreso al mundo entero. Se
pensó que así como el Plan Marshall había sido exitoso en la reconstrucción de
Europa, las organizaciones internacionales que se habían establecido podrían
ayudar a los países pobres para salir del deterioro de sus condiciones materiales
y sociales” (Escobar; 1986: 17). Con la misma actitud de la conquista y la colonia,
desconociendo y subvalorando las demás culturas, decidieron garantizar la
felicidad del Tercer Mundo.
Esta estrategia tuvo un costo muy alto para el Tercer Mundo ya que
significó la profundización y ampliación de la intervención. Detrás de la
fachada humanitaria con que venía cubierto el desarrollo yacían nuevas
formas de control y de poder, más sutiles y refinadas que nunca. Los
países del Tercer Mundo se vieron sujetos súbitamente a una infinidad de
prácticas y programas que parecían ineludibles. Tal fue la estrategia que se
puso en marcha después de la guerra con ayuda de las entidades
internacionales, las universidades, fundaciones y centros de investigación
236
en los países industrializados, los estamentos de planificación, enseñanza
e investigación de nuestros países, etc. Una estrategia que en pocos años
extendería sus tentáculos a todos los sectores de la vida social (Escobar;
1986: 18).
Arturo Escobar afirma que la estrategia del desarrollo, tan negativa para
Colombia, no tuvo que ocurrir necesariamente, ni tiene por qué continuar.
Prueba de ello es el hecho que ya desde mediados del decenio de 1940
había formado en nuestro medio un cuerpo de pensamiento independiente,
aunque relativamente pequeño y no totalmente articulado, que encarnaba
una alternativa de desarrollo significativamente diferente. Me refiero, en
forma muy clara, a la obra de Antonio García, pero también a obras de
intelectuales como Luis López de Mesa, la cual, si bien imbuida de un
humanismo europeo, y no ajena a cierto racismo, constituyó en su época
no sólo una propuesta diferente de acción social, sino una forma de
pensamiento e investigación más coherente y organizada… (Escobar;
1986: 26).
Para las ciencias empíricas cuentan sólo los “datos objetivos”, no los contenidos
culturales en discusión, sujetos a interpretaciones.
Es precisamente este contexto vivencial el que debe dejarse de lado si se
quiere hacer ciencia “objetiva”, siguiendo supuestamente las pautas de las
ciencias naturales. Para las ciencias sociales aliadas con el desarrollo, por
ejemplo, ciertos significados se dan por dados y no son sujetos a la
investigación misma. Es decir ciertas ideas sobre el progreso, sobre la
economía, sobre las formas de producción, sobre la educación, etc., se
aceptan como la base común a partir de la cual se generará el
conocimiento, pero estos mismos aspectos no son sujetos al ojo crítico del
conocimiento (Escobar; 1986: 32).
Con esta misma postura, en las universidades se estudia una economía que no le
da suficiente importancia a los aportes de pensadores como Carlos Marx por el
simple hecho de no convenir al sistema capitalista, en lugar de constatar si
solucionan los problemas de la sociedad en su conjunto. Por eso, se toman
decisiones con base en supuestos y no se ofrece solución radical a los problemas
pertinentes a su finalidad como el desempleo, los salarios indignos, pletóricos de
plusvalía, la inflación creciente que deteriora la canasta familiar y acrecienta la
desnutrición de grandes masas poblacionales, etc.
Junto a los discursos oficiales subsisten otros discursos por controlar. En 1970
Michel Foucault pronunció una lección inaugural sobre el orden del discurso. En
ella planteó su inquietud acerca del peligro que encierran los discursos de las
gentes su difusión continua. Cuestionó la institucionalidad por el hecho de atentar
contra la materialidad del discurso al rodearlo de solemnidad, atención y silencio
mediante las formas ritualizadas. Lo mismo que por desarmarlo, otorgándole
honor y poder dentro del orden de las leyes. Para Foucault, “en toda sociedad la
producción del discurso está a la vez controlada, seleccionada y redistribuida por
un cierto número de procedimientos que tienen por función conjurar los poderes y
peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible
materialidad” (Foucault; 1980: 11).
El tercer principio de limitación del discurso formado por las “disciplinas” se opone
a los dos anteriores: el del comentario y el del autor. Constituye una especie de
sistema anónimo a disposición de quien quiera sin que su sentido o su validez
estén ligados al inventor; a diferencia del comentario, no se supone un sentido por
redescubrir, sino lo que se necesita para construir nuevos enunciados. Que haya
disciplina significa la posibilidad de formular proposiciones continuamente,
proposiciones que deben inscribirse en un horizonte teórico y utilizar instrumentos
conceptuales y técnicos bien definidos.
241
Cada disciplina reconoce proposiciones verdaderas y falsas, en su interior, pero
hacia el exterior de sí rechaza toda anomalía del saber. Para que sea considerada
falsa o verdadera una proposición debe estar ya dentro de lo que se considera
como conjunto de la verdad.
Se puede decir la verdad siempre que se diga en el espacio de una
exterioridad salvaje; pero no se está en la verdad más que obedeciendo a
las reglas de una “policía” discursiva que se debe reactivar en cada uno de
sus discursos. La disciplina es un principio de control de la producción del
discurso. Ella le fija sus límites por el juego de una identidad que tiene la
forma de una reactualización permanente de las reglas (Foucault; 1980:
31).
242
Desde que fueron excluidos los juegos y el comercio de los sofistas, desde
que se ha amordazado, con más o menos seguridad, sus paradojas, parece
que el pensamiento occidental haya velado para que en el discurso haya el
menor espacio posible entre el pensamiento y el habla; parece que haya
velado para que discurrir aparezca únicamente como una cierta aportación
entre pensar y hablar; de eso resultaría un pensamiento revestido de sus
signos y hecho visible por las palabras, o inversamente, de eso resultarían
las mismas estructuras de la lengua utilizadas y produciendo un efecto de
sentido. Esta antigua elisión de la realidad del discurso en el pensamiento
filosófico ha tomado bastantes formas en el curso de la historia.
Recientemente ha vuelto a aparecer bajo el aspecto de varios temas que
nos resultan familiares (Foucault; 1980: 39).
“La escuela es uno de los aparatos más importantes para permitir que la pequeña
burguesía, y los sectores intermedios, adquieran y/o mantengan un lugar al lado
de los explotadores (…) Resulta por ello fundamental para la dominación
burguesa el que se difunda y sostenga… la imagen pequeñoburguesa de la
Escuela…”, la cual, “… supone la viabilidad del ‘reformismo’”…, es decir…
“siempre será posible postular e implementar reformas que ‘perfeccionen’ el
funcionamiento de la Escuela y tiendan progresivamente a remover los
‘obstáculos’ que impiden que esa función (la de la democratización progresiva) se
concretice. Si la Escuela, por sí es neutra en relación a las clases sociales, los
‘obstáculos’ no afectan su esencia” (Vasconi; 1983: 18-19).
245
De acuerdo con Vasconi, los procesos educativos “… lejos de constituir hechos
universales, son una creación histórica de la burguesía en el poder, y cumplen… la
función general de reproducción de la sociedad burguesa y de sus modalidades de
explotación. …la capacitación de la mano de obra y el desarrollo de “capacidades”
y la imposición y difusión de las formas ideológicas y culturales dominantes”
(Vasconi, 1983: 25). Por eso, considero deber de todo profesor consciente y
transformador develar las expresiones y los andamiajes burgueses que rondan la
escuela.
Para concluir, las maestras y maestros colombianos debemos tener claro que una
palabra engañosa, ocultadora de los intereses de determinada persona, clase
social o nación no dignifica, y no es digno el ente social que repita acríticamente
la palabra ajena. Esta es una enajenación ante la cual las personas debemos
tomar posición reflexiva para reconstruir nuestro discurso. Por eso, resulta
interesante el análisis de Julián Serna Arango, sobre la expresión popular “Y todo
se quedó en palabras” con la cual se quita trascendencia a la palabra. Esta queja
contra las palabras que las reduce al ámbito semántico sin remitirnos a la
ideología subyacente consciente o no.
Las palabras sí están subordinadas a las cosas, pero no son infértiles. Las
palabras aclaran o confunden, dignifican o humillan, liberan u oprimen, posibilitan
o impiden, bendicen o maldicen. Las palabras adquieren fuerza de realidad; por
eso, los maestros y maestras hemos de decir palabras dignas y dignificantes
como condición para construir una sociedad sobre la base de la honestidad y el
respeto, en lugar de seguir afianzando la sociedad de la mentira y el engaño.
Nuestro decir no puede seguir esclavo del vaivén de las palabras de turno para
que nuestro ser no siga siendo el no ser, nuestro querer la voluntad ajena y
nuestro hacer la muerte en vida, el cultivo de los antivalores y la aceptación de
una historia y una escuela al revés.
249
Estereotipos
Como casi siempre, me solazo en la Entonces, va mi mente en pos de un
indolencia. mejor mañana.
Estoy cómodo, muy cómodo, frente a Deseo dar un solo, postrer y
la televisión. reivindicativo salto,
Así sea librando la última y definitiva
Cuenta para mí el último partido de guerra,
fútbol, Para compartir lo mejor de la
La telenovela, el concurso, comunidad.
Hollywood, farándula, moda...
¡Vivo en estado de superficialidad! Pero… por los intersticios del
estamento privilegiado
Me gusta la vida muelle, la Se cuelan otras voces que previenen
comodidad de un sillón, y piden actividad:
La discusión intrascendente… no “Ésas son ideas simplificadas, frases
comprometerme… hechas para la publicidad;
¡Qué bien se siente siendo apolítico Maquillaje de la realidad que
y neutral! pretende hacerse fijo e inmutable”.
CONCLUSION
250
Quedan varias puertas abiertas a la reflexión de los maestros y maestras de
Colombia: Los planteamientos de Lyotard sobre los metarrelatos, los de Foucault
sobre el discurso; el eclecticismo posmoderno, la real o ficticia oposición entre
modernidad y postmodernidad, el humanismo frente a la tecnología, la
interculturalidad frente a la globalización neoliberal; el socialismo frente al
capitalismo explotador, la autogestión frente a la democracia formal, la lucha por
las utopías y el respeto a los derechos humanos; la filosofía de vida frente a la
actitud guerrerista, las pedagogías persuasivas frente a las represivas, la lucha
contra las hegemonías y el dogmatismo; la resistencia a la superficialidad y al
simplismo expresado en clichés, slogans y estereotipos, la lucha contra el Estado
opresor...
251
Los educadores estamos llamados a la reflexión sobre los derechos
fundamentales en el presente colombiano y a incorporar en la experiencia
pedagógica valores como el derecho a la vida, a la expresión, a la diferencia, a la
autodeterminación, a una vida digna con mejores condiciones materiales de
existencia y el reconocimiento de los individuos como personas. Derechos como
la propiedad que, según Hegel, es la primera y más inmediata libertad humana
expresada en el derecho de apropiación absoluta del hombre sobre todas las
cosas, no parecen ser relevantes porque si el individuo limita su lucha por la
libertad a defender sus derechos de propiedad, descuida aspectos esenciales de
su destino como ser humano.
Las metas del maestro liberador deben tener referencias temporales, espaciales y
de clase social. Hemos de precisar qué significa ser ciudadano participativo,
demócrata, transformador. Procurar que la asignatura sea asumida reflexivamente
no aceptada por miedo a la sanción; acompañar de altruismo, solidaridad,
honestidad, cooperativismo, preocupación por los problemas del medio social y de
252
las personas el rendimiento académico. El individualismo, la pedantería, el
espíritu competitivo, la insensibilidad sociopolítica, la docilidad, el conformismo, la
complacencia con la imposición y la injusticia son muestras de deformación
integral. Erradicar estos vicios es formar y formarse como buenas personas, lo
cual, es más importante que acumular información acríticamente.
253
tenemos en cuenta que la disciplina impuesta y el espíritu de competencia con el
otro no hacen competente al individuo para superar la destructiva actitud
guerrerista asumida hasta ahora como único medio para hacer historia.
58
No debe pensarse en una sociedad civil homogénea; por el contrario, la sociedad civil es y debe ser
heterogénea. No se trata de una voluntad general frente a una voluntad de pocos (ricos y/o gobernantes),
esta dialéctica no es un cambio sino el continuismo de la lucha, además invoca o ha invocado a una
legitimación estatal esquiva y asesina que, por demás, funciona a su conveniencia; por lo cual, cabe pensar
que sin importar quién ocupe la dirección del Estado, los muchos no estarán plenamente representados sino,
siempre, gobernados. La legitimidad del poder no es la hegemónica de un lado o del otro, es la de los
254
impulsar una nueva cultura efectivamente tolerante, pacífica, justa y
transformadora. Con Paulo Freire, enfatizaremos la concienciación y la
participación social, para que el oprimido adquiera la malicia de lo crítico, la
desconfianza de la percepción espontánea y sea capaz de percibir las verdaderas
causas de los hechos, así como, sus propias posibilidades dentro de su ser y su
grupo.
Patriotismo
múltiples lados, cuando se reconoce que el poder no está “situado” en los Estados, en los cargos y jerarquías
sino en las acciones corrientes: el poder no se posee sino se ejerce (Foucault, 2005). Si se ponen en primera
línea los acuerdos locales, pequeños, anárquicos, podría hablarse de una voluntad única del pueblo como
poder legítimo; como muy probablemente vivieron los indígenas por miles de años sin siquiera decretarlo,
ese es el sentido del hecho de estar vivos.
255
María del Carmen,
En alguna choza de desplazados,
Vive con su abuela sin posibilidades de futuro.
GLOSARIO
Con el fin de que el lector sepa en qué sentido se usan algunos términos en este
escrito, es pertinente, intentar definir algunas categorías de análisis, como las
256
siguientes:
257
la evolución histórica.
PENSAR EN EL LUGAR DEL OTRO: permitir que los demás piensen también
por sí mismos. Tener una ética horizontal de reciprocidad en la que lo que
importa es la mutua demostración racional para ver hasta qué punto se puede
aprender de los otros. Respetar el punto de vista ajeno con la convicción de
que a lo mejor desde él podemos entender cosas que no logramos concebir
desde el nuestro porque nosotros no somos el centro de la razón ni poseemos
la totalidad de la razón.
258
UNIVERSALIDAD: capacidad de captar, en el proceso de conocimiento, la
integridad del objeto, la presencia, en él, de conexiones a partir de la actividad
sensorial en sus formas peculiares de contemplación y representación; a fin de
llegar a su esencia.
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