Вы находитесь на странице: 1из 3

3) Tiempo según Bello

Un comerciante de muebles que acababa de comprar un sillón de segunda mano


descubrió una vez que en el hueco del respaldo una de sus antiguas propietarias había
ocultado su diario íntimo.

Bello en su nomenclatura describe a los pretéritos como formas simples que, en su


significado fundamental, mantienen una relación simple con significado de «anterioridad
del atributo [predicado, para la tradición] al acto de la palabra». En el caso de los
pretéritos, cabe preguntarse si se trata de un verbo desinente o permanente, es decir, si
por el hecho de haber llegado a su perfección (terminación) expira o puede subsistir
durando.
Entonces, la forma verba del indicativol descubrió es, para Bello, una forma simple, que
en este caso se encuentra en su significado fundamental, y que mantiene una relación
simple de anterioridad del atributo descubrió con el acto de la palabra del narrador.
Finalmente, podemos afirmar que se trata de un verbo desinente, es decir, que por el
hecho de haber llegado a su perfección expira: lo descubrió una vez y ya no lo siguió
descubriendo más.

Las personas que habían vivido junto a ella y aparecían nombradas en el diario.

Bello, en su nomenclatura, define a las formas simples de indicativo, en su significado


fundamental, cuyo predicado coexiste con una cosa pasada como copertéritos. Estos
suponen una relación doble respecto del AP, ya que no está descrita en relación directa
con él, sino respecto de otro atributo que está, este sí, en relación directa —de preteridad
— con el acto de habla.
En las narraciones, el copretérito presenta el trasfondo en el que se desarrolla la acción,
en función narrativo-descriptiva («decoración del drama» o elemento de orientación).
También es utilizado para presentar acciones repetidas —habitualidad— en el pasado:
Todos los días desayunaba a la misma hora. En otras ocasiones, el copretérito sirve para
expresar verdades de duración indefinida o eterna (Copérnico probó que la Tierra giraba
[que es gira, ya que sigue girando] alrededor del sol).
En el contexto dado, la forma simple del indicativo aparecían está utilizada en su
significado fundamental y es un predicado que coexiste con una cosa pasada, en este
caso, el pretérito comprendió. Supone, pues, una relación doble con respecto al AP del
narrador.

Algo tan propio y profundamente hundido, que aunque ella misma lo quisiese, ni la tortura
podría hacerselo confesar.

La forma simple del indicativo, que está en su significado fundamental, podría es descrita
por Bello como un pospretérito. Es, pues, una relación doble respecto del AP del narrador,
ya que no está descrita en relación directa con él, sino respecto de otro atributo que está,
este sí, en relación directa —de preteridad— con el acto de habla. Es decir, se trata de un
predicado que es posterior a una cosa pasada, en este caso es posterior al copretérito
venía a la cabeza, y al pretérito se puso a observar.

Le hacía dar vueltas en la cabeza como un vino que sube.

La forma simple del indicativo sube se encuentra en su significado fundamental y supone,


para Bello, una relación simple de coexistencia con el atributo (el vino que sube) con el
AP, que en este caso es del narrador. Es decir, es un presente. El autor no habla de
coexistencia absoluta, basta con que coincida un momento cualquiera de la duración del
atributo. Por tratarse de un presente, este puede haber comenzado largo tiempo antes y
continuar largo tiempo después. Por eso el presente es la forma que se emplea para
expresar verdades eternas o de duración indefinida, como en este ejemplo. El vino que
sube es atemporal, ya que cada vez que se tome vino se va a subir a la cabeza.

Вам также может понравиться