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Planteamiento del problema.

La seguridad alimentaria está definida como “un estado en el cual todas las personas
gozan, en forma oportuna y permanente, de acceso físico, económico y social a los
alimentos que necesitan, en cantidad y calidad, para su adecuado consumo y utilización
biológica, garantizándoles un estado de bienestar general que coadyuve al logro de su
desarrollo”1.

En América Latina y el Caribe se presenta una desigual que rebosa en situaciones de


hambruna y diferentes formas de malnutrición dentro de sus poblaciones, siendo las
zonas rurales y más específicamente los hogares con bajos ingresos económicos y
comunidades indígenas los más afectados con dicha problemática, debido a que
enfrentan un mayor nivel de exclusión al derecho de la alimentación2.

En cuanto a la alimentación en Colombia, aunque se precisa como un país


autosustentable, datos obtenidos por el DANE demuestran lo contrario, el 42,7% de los
hogares están inmersos en la inseguridad alimentaria. Es necesario destacar que las
familias rurales son las que presentan mayor incidencia en esta problemática, un
estimado del 58,5% de esta población padece de limitantes en cuestión de alimentación.
Todo esto se debe a factores como el bajo nivel escolar de los jefes de hogar, alto
hacinamiento en el núcleo familiar, entre otros más3.

Si se tiene en cuenta lo anterior y que el porcentaje de población rural en el


departamento de Nariño es superior al 50% del total4, se puede afirmar que la falta de
seguridad alimentaria es un gran problema que se debe mitigar, más aun con las
políticas actuales que desmejoran las condiciones del pequeño productor. Además los
altos costos de insumos agropecuarios y el desconocimiento de técnicas y tecnologías
que pueden ser de mayor acceso, han generado un bajo relevo generacional en el
campo, los jóvenes se dedican a otro tipo de actividades económicas que
aparentemente le generan mayores ingresos; razón por la cual se están perdiendo los
conocimientos e importancia de productos agrícolas propios de cada región,
amenazando con generar mayor inseguridad alimentaria ya que dependen de terceros
para obtener sus alimentos que posiblemente no sean complementarios para una
nutrición sana e ideal.

Claro está que si se analiza dicho fenómeno desde la soberanía alimentaria la


problemática resulta aún mayor, ya que si se entiende este término como el derecho
que tienen los pueblos y/o comunidades de decidir qué y cómo producir con su propio
sistema alimentario bajo principios de sostenibilidad y agroecológicos, para asegurarse
una alimentación ideal, al depender de fuentes externas no se podría aseverar lo
anterior porque la procedencia de dichos recursos alimenticios no son del conocimiento
del consumidor final, lo que redunda en mayor dependencia, pobreza, desnutrición como
también obesidad dentro de las familias rurales.

Es por esto que surge la siguiente incógnita, ¿se puede contribuir a la disminución de la
pobreza y mejorar la seguridad alimentaria de las familias rurales incentivando el
apropiamiento de los conocimientos ancestrales y científicos sobre la agricultura propia

1
ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA ALIMENTACIÓN Y LA AGRICULTURA FAO. Seguridad
Alimentaria y Nutricional Conceptos Básicos.
2
FAO, OPS, WFP y UNICEF. 2018. Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el
Caribe 2018
3
Info Salud (2015. Seguridad alimentaria y nutricional, Colombia avanza pero aún falta. Recuperado de
https://www.asivamosensalud.org/actualidad/seguridad-alimentaria-y-nutricional-colombia-avanza-
pero-aun-falta
4
De La Hoz Joaquín (2007). Economía de Nariño: ruralidad y aislamiento geográfico. Reportes del emisor.
de la zona y también estructurar nuevos saberes en cuanto a la transformación de los
productos agrícolas producidos por la comunidad misma, mediante un acompañamiento
constante para el desarrollo y aplicación de técnicas y tecnologías más asequibles que
tengan una armonía con el ecosistema, a niños y jóvenes rurales y que además permita
despertar el interés por el trabajo de producción agropecuario?.
Justificación.

Según el último censo agropecuario realizado en Colombia, de las 111.5 millones de


hectáreas que conforman el país el 38,6% están dedicadas a actividades de producción
agropecuaria. Para el 2016 este sector representó 77.378 miles de millones de pesos
con una estimación creciente para los siguientes años. Es así que el producto interno
bruto agropecuario para ese año aporto el 9% del total de la nación, cifra que se puede
considerar como importante dentro de la economía del país5. Todo esto destaca la
importancia de incentivar las actividades agropecuarias en el sector rural.

Ahora bien como se mencionó antes la población rural es una de las más vulnerables
por tal razón la producción de alimentos agropecuarios se ve afecta. Son muchas las
limitantes que contribuyen al detrimento de la agricultura, siendo la pobreza un
determinante esencial; el 46% de la población rural la padece y en niveles extremos un
21.8%, lo que infiere una distribución inequitativa que no da lugar a mejorar las
condiciones de vida en el campo. Así mismo la infraestructura, transporte y falta de
financiación de proyectos productivos amenazan con su estabilidad. El gobierno ha
subsanado dicha problemática mediante pago de pequeños subsidios e implementación
de reformas agrarias que al mediano y largo plazo no dan solución a esta crisis6.

El territorio nariñense como parte de Colombia es una clara evidencia de lo mencionado


anteriormente. El departamento tiene un promedio de tierras por propietario de 4,3
hectáreas siendo uno de los más bajos del país, estudios realizados demuestran que
esto se debe al mayor número de propietarios y al fraccionamiento de los minifundios.
Si se tiene en cuenta esto la concentración de tierra es la explicación a la pobreza
extrema que se presenta en Nariño, el 86.5% de los predios tienen menos de 10
hectáreas y solo concentran el 31% del área; esta cifra es menor a la unidad agrícola
familiar del departamento que es de 14 hectáreas7.

Es claro que en Nariño predominan los pequeños productores agropecuarios que


incluso realizan actividades agrícolas de subsistencia ya que por su condición no
podrían entrar a participar dentro de un mercado estable, lo que hace pensar en
alternativas ajustadas a su realidad, donde puedan generar el suficiente alimento para
abastecer al núcleo familiar y así asegurar una nutrición sana e ideal.

Los pequeños productores se enfrentan a diversos problemas tanto externos como


internos. Entre los primeros se encuentra, la ausencia de políticas agrícolas claras, la
discriminación al pequeño productor y más aun a mujeres productoras, lo que se
visualiza en normativas que no van con la realidad de ellos; no hay participación de la
población en el establecimiento de dichas políticas, por lo cual se desconoce si se
pueden practicar en su cotidianidad; tierra insuficiente y de mala calidad; recursos de
capital e infraestructura son escasos para los pequeños productores; servicios agrícolas
insuficientes y de baja cobertura; crédito rural burocratizado; tecnologías agropecuarias
inadecuadas; restricciones, subsidios y proteccionismos impuestos por el país. En los
factores internos se pueden citar, mala utilización de sus recursos lo cual no permite un

5
Villa Nueva, Diego (2018). Estudio sobre bioeconomía. Como fuente de nuevas industrias basadas en el
capital natural de Colombia. Análisis sector agrícola y pecuario.
6
Castaño, Nelson y Cardona, María (2014). Factores determinantes en la inestabilidad del sector agrícola
colombiano. En Contexto Revista de Investigación en Administración, Contabilidad, Economía y Sociedad
Recuperado de file:///C:/Users/windows/Downloads/137-Texto%20del%20art%C3%ADculo-254-1-10-
20141126.pdf
7
Consejo Nacional de Política Económica y Social República de Colombia Departamento Nacional de
Planeación - CONPES. 2014. Política Y Estrategias Para El Desarrollo Agropecuario Del Departamento De
Nariño.
autodesarrollo de sus producciones; falta de capacitación para identificar causas que
afecten el sistema finca; baja capacidad de asociarse; mal aprovechamiento de la mano
de obra familiar; desconocimiento de buenas prácticas agrícolas en todo el proceso de
producción que generan daños a los recursos naturales8.

Es preocupante que por las dificultades que hay en la comunidad rural se esté
generando una alta deserción en el campo por parte de los jóvenes. Unicef expone que
el bajo relevo generacional es a causa de la pérdida de rentabilidad de todas las
actividades productivas como la agricultura y ganadería. Para los jóvenes es más
rentable y fácil realizar otro tipo de actividades como venta de minutos en la plaza de
los pueblos, laborar en el sector de la construcción o migrar al casco urbano para lavar
autos. Debido a este fenómeno es claro que se pierde capital humano como los
trabajadores especializados y mano de obra agrícola, todo esto desencadena en baja
producción de cultivos y oferta de alimentos9.

En Colombia la falta de relevo generacional es evidente, en las grandes sociedades


empresariales el efecto no es tan grave, más sin embargo en medianas y pequeñas
producciones si, por lo cual es necesario incentivarlo de tal forma que se pueda
aprovechar la experiencia de productores de mayor edad y combinarlo con ideas
innovadoras y fuerza de la juventud10.

La Asociación para el desarrollo Campesino ADC en lo referente a soberanía alimentaria


y conservación de la biodiversidad, ha enfocado su trabajo al desarrollo de un buenvivir
local dentro de comunidades rurales de los municipios de Pasto, Ipiales, Buesaco, entre
otros; con la finalidad de apoyar en el desarrollo de procesos incluyentes. En estos
lugares se han conformado grupos de niños y jóvenes (herederos del planeta), que
mediante metodologías participativas y de aprender haciendo se les incentiva el gusto
y la curiosidad por el campo y todos los recursos que tienen a su disposición para poder
producir sus propios alimentos. También se genera espacios donde confluye el saber
ancestral compartido por adultos y conocimientos científicos que surgen de las
investigaciones de los grupos de infantes y adolescentes. Todo este proceso culmina
en un evento denominado saberes y sabores donde se reúnen todos los grupos con la
finalidad de exponer todo el aprendizaje que se ha logrado con el trabajo en equipo de
toda la comunidad.

Como resultado de los esfuerzos conjuntos de La ADC y los participantes se tiene la


formación de jóvenes con sentido de pertenencia y gusto por las actividades
agropecuarias, rescate de semillas, personas que desde edades tempranas producen
sus propios alimentos mediante el manejo agroecológico de las tierras, para ello
destinan una parte de su unidad productiva familiar para la implementación de una
huerta casera.

El presente proyecto tiene como objeto dar continuidad al proceso dentro de estas
poblaciones estas poblaciones, brindando un acompañamiento técnico continuo, que
asegure la sostenibilidad del mismo y avanzar en la mejora de las condiciones de vida
dentro de los hogares, aumentando la disponibilidad de alimentos y así contribuir a su
seguridad alimentaria.

8
FAO, 1995. Desarrollo agropecuario: de la dependencia al protagonismo del agricultor.
9
Unicef, 2018. Aumentan los temores por el poco relevo generacional en el campo. Recuperado de
https://www.portafolio.co/economia/aumentan-los-temores-por-el-poco-relevo-generacional-en-el-
campo-508240
10
FINAGRO (2019).Relevo generacional: la clave del sector agrícola. Recuperado de
https://www.finagro.com.co/noticias/relevo-generacional-la-clave-del-sector-agr%C3%ADcola
Objetivo general.

Aportar en la mejora de la soberanía y seguridad alimentaria autosustentable de


productores rurales de los municipios de Pasto, Ipiales y Buesaco.

Objetivos específicos.

 Rescate de semillas propias de cada zona a intervenir.


 Disminución de la brecha generacional en la producción agrícola de las zonas
rurales de Pasto, Ipiales y Buesaco.
 Incentivar a niños, jóvenes y comunidad en general a la implementación de huertas
caseras como unidad de producción de alimentos sanos para el consumo familiar.
 Capacitar a niños y jóvenes rurales en elaboración de agregados orgánicos para
el manejo agroecológico del suelo.
Metodología.

El proyecto se desarrollará mediante un acompañamiento técnico constante a los grupos


de niños y jóvenes rurales de los municipios de Pasto, Ipiales y Buesaco, durante los 6
meses en los que se llevara a cabo; se utilizara metodologías participativas las cuales
involucren el conocimiento local de los participantes, el saber técnico y científico para
ser aplicado mediante el aprender haciendo; por lo tanto talleres y demás actividades
se desarrollaran principalmente en campo, en los predios de los productores.

Como parte de la evaluación del proyecto se finalizara con un evento abierto para todo
el público interesado denominado saberes y sabores donde todos los grupos expondrán
los conocimientos adquiridos y aplicados durante el proyecto.

Implementación de la Huerta.

Para esta actividad se solicitara al núcleo familiar destinar un espacio de la unidad


productiva, para realizar las labores de labranza en todo el ciclo productivo de los
cultivos, de tal manera que los participantes cuenten con una huerta agroecológica. Para
ello se realizaran mingas de trabajo con los niños y jóvenes. Cabe destacar que la
implementación de este elemento de sostenibilidad va ser obligatorio para participar.

Selección de productos agrícolas a utilizar.

Para la selección de productos que se van a sembrar en la huerta se tendrá en cuenta


la disponibilidad de estos en la zona, que sean de preferencia típicos de cada región y
que sean parte de la dieta las familias, todo esto mediante la aplicación de una matriz
de recursos que permita evaluar y seleccionar el material vegetal a utilizar, será
necesaria la participación activa de todos los integrantes de cada grupo a intervenir.

Posteriormente se utilizara uno de los productos agrícolas para realizar procesos de


transformación, mediante recetas innovadoras donde refleje los conocimientos
trabajados tanto científicos, ancestrales y técnicos.

Capacitación para la elaboración de agregados orgánicos.

Como parte fundamental del proceso es el aprendizaje por parte de los productores
técnicas y tecnologías de mayor acceso, fáciles de realizar, que reduzcan costos de
producción y propendan por la recuperación y conservación del recurso suelo, se
impartirán capacitaciones para elaborar productos como biopreparados (abono
orgánico, compostaje, biofertilizante) y caldos minerales, que contribuyan a tal fin.

Se utilizara un lenguaje y prácticas que sean fácilmente asimilable para los participantes
y de esta forma aporte a la sostenibilidad del proceso.

Seguimiento al proceso.

Para esta actividad se utilizar herramientas como diarios de campo, registro fotográfico
y de video donde se visualice los avances que se obtendrán.

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