Вы находитесь на странице: 1из 1

Las obras de arte y todo lo que conllevan tratan de expresar ideas o sentimientos del artista

a través de su labor artística y del fruto de su talento.

En la escultura, la luz, al iluminar una obra, puede ser natural o artificial. Una escultura
puede parecer más o menos estática, de mayor o menor resalto, conforme varíe la luz que
recibe. La tridimensionalidad propia de la escultura hace que la iluminación (natural o
artificial) sea particularmente importante en su contemplación y es vital para la escultura.
Para masa se ve el volumen de la escultura que puede ser volumen lleno o volumen vacío.
El volumen lleno es una técnica en la que el volumen no presenta espacios y es compacto;
y el volumen vacío es una técnica escultórica que introduce espacios en la escultura. La
tipología en masa es la sensación de peso de una obra escultórica. En tiempos apegados
al siglo XVII, las esculturas barrocas jugaban mucho con la sensación de peso y volumen.

Muchos escultores se interesaron por representar el movimiento y trataron de generar en


sus obras la ilusión de movimiento mediante distintos recursos, como por ejemplo en la
elección del tema, en el uso de elementos propios del lenguaje visual y de la composición,
en la selección y tratamiento de materiales, etc.

El movimiento y el reposo son polos opuestos de la vida y de la imaginación que se


reflejan en el arte. Pienso que son verbalmente opuestos, pero cuando lo aplicamos a la
práctica no lo son. Una escultura está en reposo, pero puede mostrar algún movimiento a
través de su disposición.

Existen dos tipos de movimientos, el virtual y el real. El primero consiste en crear la


sensación e ilusión de que existe movimiento donde no lo hay, es el caso de las esculturas,
y el segundo implica un desplazamiento de las formas, por lo tanto, lo vemos claramente
como se mueve.

El movimiento en las esculturas siempre ha sido muy comentado durante todos estos
siglos y los artistas siempre han deseado representar el movimiento en sus esculturas. En
el siglo XX se ha llegado a alcanzar el movimiento real de los objetos escultóricos, aunque
la propia naturaleza estática de la escultura está en contradicción con la vida misma, ya
que el movimiento necesita no sólo de espacio, sino de tiempo para que la forma pueda
desplazarse y discurrir por el espacio. Por ello decimos que la escultura en movimiento
no puede traducir el movimiento real sino de una manera ilusoria y óptica.
La conclusión que saco es que una de las características más específicas del arte es
la ILUSIÓN. Y sin ella no sería lo mismo.

GILMAR BERZOSA

Вам также может понравиться