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MODULO LUDICA Y PEDAGOGIA

MAESTRIA EN EDUCACIÓN ENFASIS INFANTIL


YOLANDA ARRIETA PEDROZA
RINCONES DE JUGUETES

PROPUESTA: la actividad se realizó con dos niños y dos niñas en edades entre
los 3 y 7 años durante una tarde de visita para jugar en casa de uno de los niños,
la niña de 7 años de edad. El espacio de juego fue en la terraza.

La niña de 7 años, a quien llamaremos Sofía, recibió a sus amigos vecinos en su


casa para jugar en la terraza, para esto ella tomo varios de sus juguetes y los saco,
entre los que se encontraban peluches de gran tamaño, varios teléfonos con
colores y formas variadas y grandes balones de colores para saltar y rebotar.

Con su ayuda se dispusieron los juguetes en varios lugares de la terraza


separándolos por sus características comunes: balones, peluches y teléfonos, al
llegar los amigos en los que se encontraban dos hermanos (niño 4años y niña
5años) y un tercer niño de 3 años, entraron directamente a la sala de star, luego
Sofía los llamo para que estuvieran en la terraza, todos se sentaron en una banca y
observaron todo el lugar, pasado varios minutos se acercaron todos a la mesa en la
que estaban dispuestos los teléfonos cada niño-niña tomo un aparato e inicio una
conversación solo, el niño de tres años a quien llamaremos Andrés solo decía –
¡Alo! ¿Cómo estás? Una y otra vez, levantaba el auricular y lo colgaba, el niño de
4 Pedro en este caso, marcaba una y otra vez los números y los repetía
desordenadamente, la niña de 5 Diana hablaba muy bajo y casi no podía escuchar
sus palabras, Sofía conversaba de forma animada e intentaba entablar
comunicación con los demás niños tratando de seguir sus palabras para
responderle, lo cual solo pudo hacer con Diana, ellas empezaron a hablar sobre
una cita médica a la que tenían que llevar al bebe.
El tiempo en este rincón fue verdaderamente breve no más de 5 minutos, los niños
fueron los primeros en abandonar los teléfono para dirigirse hacia donde estaban
todos los balones, los cuales tomaron y empezaron a subirse en él y a brincar por
toda la terraza, o se bajaban y los rebotaban, el balón más grande fue el que causo
conflictos puesto que ambos querían echarse sobre él y rodar para caerse y
nuevamente subirse, las niñas se sumaron y todos tomaban los balones para
rebotarlos lo más alto posible, brincar o permanecer subidos en el deslumbrados
ante la sensación de desequilibrio que les proporcionaba la inestabilidad circular
del balón, en ocasiones Carlos se separaba del grupo para explorar el resto el lugar
en el que habían plantas y otros elementos que llamaron su atención, así que la
mayor parte del tiempo estuvo entre las plantas tocándolas y en varias
oportunidades arranco las hojas de las plantas su actividad la suspendía para
tomar un balón y rebotar en él, Diana por su parte distribuía su tiempo entre los
balones y los peluches con los que empezó a jugar, se sentó en la banca con ellos
y tomo una muñeca a la que sostenía entre sus brazos, acerco la mesa en la que
se encontraba los teléfonos y los organizo uno al lado del otro, al parecer incluyo
otros juguetes que le pedía a Sofía para jugar entre esos un cepillo de cabello, un
tetero y una flor. Ella hablaba y cuando me acercaba suspendía lo que estuviera
haciendo, la niña Sofía se acercaba a ella y conversaba, la llamaba por teléfono y
le preguntaba cuando iba a ir al médico, pero su mayor atención la tenía
concentrada en los balones en rebotarlos de formas más rápida y coordinada de tal
forma que pudiera hacerlo durante bastante tiempo, Diego también prefería los
grandes balones y solo se echaba sobre el más grande de los balones para tratar
de mantener el equilibrio, ocasionalmente se bajaba tomaba un teléfono decía -
¡ALO! Muy duro y colgaba, para luego retomar el balón.
Después de un largo rato, algo inesperado llamo la atención de todos de tal manera
que cada uno suspendió lo que estaba haciendo, Sofía se percató que u no de los
balones tenía menos aire, en voz alta dijo ¡el balón se espicho! Todos se
acercaron y palparon el balón para constatar que en efecto el balón se había
espichado, Diego exclamo ¡como paso! Rápidamente empezaron a observar el
lugar y a decir – eso fue porque lo rebotaron muy duro- ¡Noooo! Así no fue, -

Se reían al ver que el balón cada vez estaba menos redondo, Diego miro una
planta y dijo- El balón se cayó aquí, en las pullas – refiriéndose a una planta con
rosas que estaba en la jardinera. Sofía corroboro ¡Si tuvo que caerse ahí, así!
Mostrando con balón en mano como había ocurrido, todos intentaban rebotar a
hora el balón y se reían al ver que no lo hacía como antes, - eso es porque ya no
tiene aire y por eso no puede hacer así mira! Decía Diego, y rebotaba el balón, -
estos si pueden hacerlo- Decía Sofía, tomando otro de los balones, Carlos y Diana
imitaban a Sofía y a Diego tomando los balones y rebotándolos, luego empezaron a
lanzar lo balones lo más alto para ver si así podía rebotar el balón desinflado,
Diego, corroboraba ante el experimento y repetía- viste no rebota- estuvieron un
rato lanzando y rebotando los balones, tomaron los peluches y los lanzaron
también, Carlos se acostó sobre los peluches y rodaba entre ellos.

Pasado un rato Diana regreso a su banca en la que organizo nuevamente los


teléfonos al encontrarlos en desorden.
Carlos entonces pasaba a su lado, tropezando la mesa en la que estaban los
teléfonos para tumbarlos al piso y ver como Diana los recogía nuevamente, jugaron
un rato más cada uno en lo suyo, hasta que la señora de la casa les tajo mandarina
y suspendieron para ir a comer mandarinas tomaron todos los juguetes los juntaron
los juguetes y se sentaron, luego volvieron a jugar, rebotar más duro los balones,
montarse en ellos y lanzarlos al aire, finalmente cada uno tuvo que regresar a casa
se despidieron de Sofía y salieron corriendo al lado de su mamá para ir a casa.

CUADRANTE DE ROGER CAILLOIS

La experiencia de juego estuvo cargada de mucha expectativa puesto que las


edades de los niños eran diferentes y esto podía incurrir en que se presentaran
momentos de poca interacción entre ellos, sin embargo en los periodos de interés
del juego pudieron acercarse mucho más, el espacio abierto les permitió una mayor
exploración del lugar para que así de forma espontánea iniciaran a darle forma a el
juego, que para este caso se ubicó en PAIDIA, puesto que el juego les ofreció una
mayor libertad para actuar y adaptarse desde su autonomía, primando la
improvisación y el disfrute, las acciones realizadas no buscaban un objetivo claro ni
estaban condicionadas a estereotipos o sesgados por rasgos culturales o sociales.

Los niños se interesaron por aquellos objetos o juguetes que les proporcionaba la
oportunidad de medirse con ellos mismos y no entre ellos, se colocaron frente a la
situación que les mostraba una dificultad en la realización de manejar con habilidad
una acción, como lo fue los balones de gran tamaño, no intentaron hacer un juego
con los balones, los balones significaron un desafío para manejarlos, rebotarlos,
lanzarlos, subirse en ellos, conocer su forma, brincar con ellos, suponía vencer o
atreverse a hacer para obtener una satisfacción de gozo y plenitud, sin embargo
niños como Diana llego a plantear situaciones cargadas de referentes reales,
asumiendo la postura de mamá al jugar con los peluches y se movía entre los
balones y ellos asumiendo de manera tranquila las posibilidades que le ofrecía
cada uno de ellos, acercándose un poco al mimicrix, pero que de igual forma
estaba inserta en el paidia.

CONTEXTO Y CONEXIÓN DE: TERRITORIO, ESPACIO Y AMBIENTE

Enmarcar el juego dentro de PAIDIA no basta para dar valor a la experiencia de


jugar, es necesario encuadrarla dentro de un contexto para que abra puertas al
conocimiento de la experiencia de juego, como quienes juegan, su realidad,
formación cultural, para que juegan, además del tiempo, el lugar y el entorno,
puesto que estos nutren todo el juego como una actividad creadora de acciones y
relaciones entre quienes la viven. En esta experiencia de juego los niños-niñas
pertenecen a un entorno social medio, en edades entre los tres y siete años,
escolarizados con un núcleo familiar estable y no presentan alteraciones
emocionales, físicas o cognitivas, el juego se lleva a cabo una tarde de un fin de
semana.

El contexto del espacio para proponer o en el que nace cada juego es de suma
importancia puesto que este entra a determinar la manera en la que se desarrolla o
construye el “juego” los niño-niñas, en este caso una casa se convierte en lugar
para jugar además de habitarla, destinar espacios en la casa para dar cabida al
juego representa la oportunidad a los niños-niñas de sentirse libres de las reglas
que generalmente se encuentran en los espacios de la casa, baño, comedor, sala,
patio etc. En la propuesta el juego se realizó en la terraza amplia de la casa en la
que hay plantas con flores, arbustos, plantas pequeñas y grandes, dos niveles de
piso, una banca y delimitada por rejas, la terraza da vista a la carretera por la que
pasan muchos carros y hay una panadería al otro lado de la calle. Por su parte el
ambiente fue conformado por una mesa llena de teléfonos objetos concretos, no
objetos creados para jugar, dispuesto en un lugar, peluches grandes que invitaban
a abrazarlos y balones de gran tamaño para saltar y rebotar, fue un ambiente
creado para la acción y el movimiento con rasgo para la representación o el juego
de roles.

La terraza se muestra como un espacio de juego que les permite mayor


exploración alejados de los miedos de dañar, ensuciar o hacer demasiado ruido, es
el espacio de la casa para disfrutar solos, puesto que generalmente los adultos se
retiran ya que la terraza está delimitada por rejas (cercas) que le añaden seguridad
y confianza a los niños-niñas para jugar y de igual forma a sus adultos
responsables de ellos. El reconocimiento de un espacio para el juego en los niños
significa tener libertad de hacer, apropiándose de tal manera que lo convierten en
su territorio, lo conocen y los invita a permanecer en él, para dar cabida a la
imaginación, la creatividad, la curiosidad, las relaciones entre pares y asumir el
juego como una acción vital, la terraza por estar al aire libre le permite realizar
juegos de mayor movimiento, de observar sus alrededores, de oler y tocar, las
plantas, el elemento natural les invita a explorar las texturas de sus hojas y a crear
juegos que nacen de las mismas posibilidades que les ofrecen el territorio.
Ambientar el territorio es incluir otros elementos que puedan motivar y potencializar
la actividad de juego de los niños, al introducir balones, teléfonos y peluches,
objetos que comúnmente hacen parte de la habitación del niño-niña o el interior de
la casa, incentivan su utilización y reinventan un nuevo espacio-territorio de juego
con otras posibilidades y los hace navegar entre lo natural del territorio y lo incluido
en el.
INDICADORES DE HIPOTESIS Y LUDICA

Para que un juego entre a ser lúdico requiere que quien juega asuma los espacios,
el tiempo y los objetos con otro enfoque, es decir, adquieran un carácter de
aprendizaje, sea cual sea su forma, situación o construcción, el que juega decide
hacerlo apropiándose de la situación, transformando la realidad y los objetos que
en ella se encuentren.

De esta manera las actitudes que le genere el juego le permiten al niño-niña


apropiarse de sus acciones y transformar la realidad para dar valor a las acciones
que realiza durante el juego, así asume roles, situaciones y crea mundos paralelos
a la realidad. En esta experiencia no se vislumbran acciones en las que los niños-
niñas generen hipótesis sobre cambios concretos en la realidad, puesto que la
mayor parte del tiempo exploraron y confrontaron sus habilidades físicas con un
objeto en este caso los balones. Algunos cortos momentos en los que utilizaron los
teléfonos no fue suficiente para generar acciones de transformación de su realidad
con otra alterna suscitada desde la actividad creadora del juego, de igual forma con
las escena en las que Sofía y Diana interactuaron al suponerse mamá y médico,
puesto que no hubo decisión de continuar con la acción.

El carácter lúdico de la experiencia fue dada por los balones, centros de atención
durante el juego, el que les brindo la posibilidad de interactuar con ellos de muchas
formas rebotándolos, lanzándolos al aire, montados sobre ellos, brincando con
ellos etc, lo lúdico se dio desde el propio cuerpo de los niños-niñas al contacto con
el balón sin pretender cambiar la realidad, además los llevo a procesos de
pensamiento indagatorios, propositivos, solución de problemas en el momento que
uno de los balones se espicho y llamo la atención de todos los niños-niñas
generando preguntas y respuestas dadas por ellos mismos.

METAFORIZACION DE LA EXPERIENCIA
Por las características de la experiencia, en la que la actividad física es mucho
mayor a la actividad de transformación de la realidad en juegos de roles o
situaciones creadas por los niños-niñas del juego, el proceso de metaforización
ocurre desde el propio niño-niña al apropiarse de su cuerpo y moverlo alrededor
de su entorno espacial, girarlo, sube, baja, cambia de posición y toma una
perspectiva diferente a la habitual, el cuerpo adquiere su valor real por lo que
puede hacer o no con el mientras juega con el balón de todas las formas posibles,
la metáfora trasgrede el juego, las actitudes pero no crea una realidad alterna como
en el caso de los juegos cargados de simbolismo.

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