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TEMA 6: DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD

1. DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS
La observación de un niño hiperactivo nos permitiría describirle enumerando una
lista de errores que cualquier niño puede cometer a lo largo de si desarrollo: tiene
dificultades para concentrarse, se distrae con facilidad, es impulsivo, no resuelve
de forma eficaz ni organizada sus problemas, es poco hábil en situaciones sociales,
etc… Estos errores o dificultades no son diferentes de los otros niños pero sí el
grado de generalización y persistencia que muestra a lo largo del tiempo.
Lo que se observa en el aula en niño con hiperactividad es un niño/a con
dificultades para mantenerse en su asiento y con dificultades para mantener la
atención.
No es capaz de atender a las instrucciones, presenta malos resultados en las
actividades y tareas, malas técnicas de estudios, cuadernos desorganizados.
Su comportamiento entorpece el proceso de aprendizaje de sus compañeros; habla
sin permiso, se enfada con facilidad.
Su actividad excesiva; abandona el asiento, da golpecitos, arrastra la silla…
Este trastorno es uno de los más frecuentes en la edad escolar y se caracteriza por
un nivel de actividad motriz excesivo, déficit atencional y falta de autocontrol.
Aunque en los años 60 se consideró como característica central del trastorno, la
excesiva actividad motriz, actualmente se enfatizan sus aspectos cognitivos.
El problema que tiene el niño aparece como una discrepancia entre potencial y
ejecución: aunque el niño posee una capacidad intelectual normal, no alcanza el
nivel de logro esperable si pudiera controlar su impulsividad y mantener la
atención.
Por un lado, el DSM-IV propaga la categoría de déficit de atención con
hiperactividad, mientras que el CIE-10 habla de trastorno hipercinético.
2. DIAGNÓSTICO DEL TRASTORNO
En el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), podemos ver que
hay conductas primarias y secundarias, estas son:
- Problemas primarios de conducta: actividad motriz excesiva, déficit de
atención, e impulsividad.
- Problemas secundarios de conducta: rendimiento escolar, y problemas sociales
y de conducta (agresividad, problemas de comunicación, dificultades
emocionales…)
Tanto el DSM-IV, como el CIE-10, coinciden en cuatro aspectos de TDAH, que son:
- Déficit de atención, interpretado como un estilo de conducta de cambio
frecuente en las actividades.
- Hiperactividad, entendida como exceso de actividad o movimiento en
situaciones que requieren calma.
- Impulsividad, que hace referencia a un estilo de conducta demasiado rápido y
precipitado.
- Mantenimiento de las conductas a través del tiempo y en distintas situaciones,
con desajustes clínicos en por los menos dos contextos distintos, tales como la
escuela, el hogar, el trabajo o el grupo de compañeros.
Por otro lado, hay cosas que ambos no compartes, como son:
- Según la CIE 10 si aparece al mismo tiempo otro trastorno éste es un criterio
para no dar este diagnóstico.
- El DSM IV admite la posibilidad de un doble trastorno. Considera que es posible
la coexistencia del TDAH con otros trastornos.
- Solamente no se dará el diagnóstico de TDAH cuando éste aparezca en el curso
de un TGD o trastorno psicótico o cuando es mejor explicado el cuadro por la
presencia de otro trastorno (trastorno del estado de ánimo, ansiedad,
disociativo o de la personalidad).
- La CIE 10 no admite diferentes tipos en tanto que el DSM IV sí.
Dentro del diagnóstico de trastorno de déficit de atención con hiperactividad
(TDAH), podemos observar distintos tipos que son:
- Tipo Combinado: cuando se cumplen los criterios relativos a la atención y a la
hiperactividad/impulsividad
- Tipo predominantemente Inatento: cuando se cumple el criterio relativo a la
atención pero no a la hiperactividad/impulsividad
- Tipo predominantemente Hiperactivo/Impulsivo: cuando se cumple el de
hiperactividad /impulsividad pero no el de la atención
Por otra parte, el diagnóstico según el DSM-IV, ha variado en algunos aspectos, y
los criterios son:
- Seis o más síntomas de inatención persisten desde al menos 6 meses en un
grado inadaptativo e inconsistente con el nivel de desarrollo. Debe aparecer en
niños de 17 años o menos.
Actualmente, se puede diagnosticar también en adolescentes y adultos,
además se requiere solo de 5 síntomas para ser diagnosticado.
- Seis o más de los síntomas de hiperactividad/impulsividad persisten desde al
menos 6 meses en un grado inadaptativo e inconsistente con el nivel de
desarrollo.
- Algunos de los síntomas estuvieron presentes antes de los 7 años.
Uno de los cambios que se han realizado es que ahora se requiere que se hayan
dado los síntomas antes de los 12 años.
- Algunos de los deterioros están presentes en 2 o más ambientes.
SÍNTOMAS DEL TRASTORNO
- Síntomas desatención
o A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en
errores por descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras
actividades
o A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en
actividades lúdicas
o A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente
o A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares,
encargos, u obligaciones en el centro de trabajo (no se debe a
comportamiento negativista o a incapacidad para comprender
instrucciones)
o A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades
o A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a
tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos
escolares o domésticos)
o A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p. ej.
juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas)
o A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes
o A menudo es descuidado en las actividades diarias
- Síntomas hiperactividad
o A menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento
o A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que
se espera que permanezca sentado
o A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es
inapropiado hacerlo (en adolescentes o adultos puede limitarse a
sentimientos subjetivos de inquietud)
o A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a
actividades de ocio
o A menudo "está en marcha" o suele actuar como si tuviera un motor
o A menudo habla en exceso
- Síntomas impulsividad
o A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las
preguntas
o A menudo tiene dificultades para guardar tumo
o A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p. ej.
se entromete en conversaciones o juegos)
Por otra parte podemos clasificar también la sintomatología por áreas, sería:
- Área cognitiva:
o Se distrae con facilidad,
o Tiene limitada capacidad de atención
o No presta atención a los otros
o No acaba casi nunca las tareas
o Parece como si estuviera en las nubes.
- Área afectiva emocional:
o Culpabiliza a otros negando sus errores.
o Cambios frecuentes y bruscos de estado de ánimo.
o Exige del profesor demasiadas atenciones.
o No tiene confianza en sí mismo.
o Aspecto de enfado y muy susceptible
o Intento de llamar la atención de los demás.
o Necesita que se le ayude de forma continua.
o Es impulsivo e irritable.
- Habilidades sociales:
o Su conducta molesta a los demás.
o Dificultades para actividades y tareas cooperativas.
o No sigue normas de grupo.
o Acepta mal indicaciones del profesor.
o Rechaza las órdenes, no las reconoce.
o El grupo no suele aceptarlo bien.
o Intenta dominar a los demás.
o No cuida sus cosas.
- Área motora:
o Inquietud motora, intranquilidad e inestabilidad motriz.
o Exige respuestas inmediatas a sus demandas impulsivas.
o Está tenso, difícil lograr la relajación.
- Aprendizaje:
o Dificultades en el aprendizaje
o Lento en el trabajo, especialmente en tareas que exigen atención y
cooperación.

3. INDICADORES DE HIPERACTIVIDAD EN CADA MOMENTO EVOLUTIVO


Debemos tener en cuenta que conforme el niño va creciendo, los síntomas que se
observan son distintos, así:
- De 0 a 2 años: suele haber problemas en el ritmo del sueño durante la comida,
períodos cortos de sueño y despertar sobresaltado, resistencia a los cuidados
habituales, reactividad elevada a los estímulos auditivos e irritabilidad.
- De 2 a 3 años: se observa una inmadurez en el lenguaje expresivo, actividad
motora excesiva, escasa conciencia de peligro y propensión a sufrir numerosos
accidentes.
- De 4 a 5 años: suele haber problemas de adaptación social, desobediencia y
dificultades en el seguimiento de normas.
- A partir de 6 años: Impulsividad, déficit de atención, fracaso escolar,
comportamientos antisociales y problemas de adaptación social.
Por otro lado, podemos ver que hay una relación evolutiva entre la hiperactividad y
la adaptación social, así:
- Cuando el niño presenta una actividad motriz excesiva, se observa en el
ambiente un aislamiento social de la familia, siendo las consecuencias en el
sujeto de una autoestima baja.
- El comportamiento impulsivo del sujeto provoca en el ambiente un rechazo
social por parte de los iguales, lo que afecta al niño en forma de dificultades en
el desarrollo social.
- A agresividad hará que el ambiente exija al niño un rendimiento en la escuela,
pero el niño sufrirá las consecuencias del fracaso.
- La falta de autocontrol en el sujeto, provocará en el ambiente unas respuestas
inadecuadas ante las necesidades del sujeto, que tendrán consecuencias
desmotivadoras en el niño.
- Por último, el déficit atencional, tendrá consecuencias en el niño de posibles
conductas antisociales.

4. PREVALENCIA
Este trastorno se da en un 3-15% en la población general, siendo más abundante
en varones con una proporción de 4 a 9 niños por cada niña.
Por lo tanto observamos que hay bastante diferencia con respecto al sexo.
De los tipos que hemos visto que hay de TDAH, el que más predomina en la
población general es el de tipo combinado.

5. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Los criterios que debemos tener en cuenta a la hora de hacer un diagnóstico
diferencial son que los sujetos que sufren de TDAH se caracterizan porque tienen
inteligencia normal, inquietud motriz y reducidos tiempos de atención.
Además aparece el trastorno en los primeros años de vida, hay ausencia de
lesiones cerebrales o déficit sensoriales y ausencia de condiciones socio-
ambientales muy deficitarias.
6. ETIOLOGÍA
La etiología de este trastorno puede ser variada, y podemos verlo en:
- Factores hereditarios:
o Características hiperactivas en familiares de primer grado.
o Mayor prevalencia de trastornos de ansiedad, dificultades de
aprendizaje y conducta antisocial en familiares.
- Factores neurológicos:
o Daño estructural en el cerebro. “Lesión cerebral mínima”.
o Baja actividad en regiones corticales y subcorticales.
o Deficiencia en neurotransmisores (Dopamina y Norepinefrina). Uso de
fármacos.
- Factores ambientales (factores de mantenimiento):
o Estilos interactivos familiares
o Condiciones de vida precaria
o Falta de planificación instruccional
Por último, debemos tener en cuenta que no todos los niños presentan las mismas
conductas alteradas. Los niños hiperactivos constituyen un grupo muy heterogéneo.
No coinciden en su frecuencia e importancia ni en las situaciones o ambientes en los
que se muestran hiperactivos.

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