Вы находитесь на странице: 1из 13

Ciencias del deporte

¿Qué es ciencias del deporte?

Tiene como propósito la formación de profesionales cpaces de visializar el deporte como un

elemento fundamental en el mejoramiento de la salud y de la calidad de vida de las personas y las

cominidades pretende promover una formación que integra los conocimientos básicos educasion

física entrenamiento deportivo y rendimiento físico de las personas con un visión social del

deporte esta carreras diseña programas individuales o colectivos relacionados con la actividad

entrenamiento deportivo recreación y uso formativo del tiempo libre

¿Qué aprenderás hacer?

Gestionar procesos de entrenamiento deportivo y de actividad física.

Administrar organizaciones deportivas y de actividad física con eficiencia.

Ejecutar carreras de recreación y tiempo libre con compromiso social.

Desarrollar procesos didácticos con responsabilidad.

Diseñar procesos de investigación interdisciplinarios enfocados en entrenamiento deportivo.

Promover y dirigir actividades físicas en compañías.

Entrenamientos a deportistas de alto rendimiento

CONTEXTO HISTORICO
El Programa Ciencias del Deporte y la Recreación, fue presentado al Concejo Superior de la UTP el

6 de abril de 1989, según acta 003; autorizado como programa de formación por éste ente

universitario, en el nivel de pregrado, por medio del acuerdo 00018 de junio 19 del mismo año, y

aprobado por el ICFES según oficio 004643 de agosto 28 de 1991.

El Programa se adscribe a la Facultad de Medicina en 1990, partiendo de la necesidad de

establecer un espacio para la formación de profesionales afines al deporte y la recreación con un

enfoque hacia la salud.

Inicia labores académicas en febrero de 1991 con 45 estudiantes, siendo encargado como Director

el Dr. Alberto Restrepo, Médico con especialización en Medicina Deportiva, bajo la rectoría del Dr.

Gabriel Jaime Cardona, quien lideró junto con el Dr. Restrepo y un grupo de profesionales de la

educación física y el deporte de la ciudad, la propuesta y su implementación.

La planta docente para ese entonces se conformó con docentes catedrático y un contrato

transitorio del Director encargado. A finales de 1991 renuncia el Dr. Restrepo, asumiendo el

encargo el Dr. José Carlos Giraldo T., a partir del I semestre del año 1992; año en el cual se autoriza

la primera plaza, ocupada por el Dr. Giraldo en febrero de 1993; posteriormente en agosto del

mismo año se ocupan tres cargos más con los docentes Licenciados en Educación Física con

formación posgraduada Alejandro Guzmán D., Clareth Jaramillo R,. y el Tecnólogo Deportivo Carlos

Danilo Zapata V.
En el año 1994, ingresan a conformar una planta docente básica el Médico Jhon Jairo Trejos P., el

Licenciado en Educación Física Mauricio Gallo C., la Tecnóloga en Recreación Margarita María

Cano E., y el Psicólogo José Reiner Rivera R.

En 1995, por el mes de septiembre, el Dr. Giraldo se va de comisión de estudios, asumiendo el

encargo el Profesor Carlos Danilo Zapata V., quién es nombrado como Director en propiedad en

octubre 31 de ese mismo año, cargo que asumió hasta el 2007, en el 2008 asume como Director el

Licenciado Gustavo Adolfo Moreno Bañol, hasta la fecha.

Han asumido el cargo de secretarias, Clara Jenny Vanegas 1991 – 1994, Martha Doris Morales

Medina en 1995 – 2001, Sandra Patricia Correa Ceballos 2003, hasta la fecha.

El Programa cuanta con 483 egresados, 752 estudiantes, 55 docentes entre ellos 14 son de planta,

1 transitorio de medio tiempo, 34 hora cátedra, 1 administrativo y dos directivos.

En su proceso evolutivo acoge la autoevaluación para la acreditación como una estrategia de

desarrollo, sometiéndose a la mirada de pares externos, siendo acreditados, así: Medicina en el

año 2000 y renovada la acreditación por 7 años en el 2005 según resolución del Ministerio de

Educación Nacional 0033 y Ciencias del Deporte y la Recreación el 7de noviembre del año 2001,

por un período de 5 años, según Resolución 2748.


Luego de la decanatura del Dr. Alberto Campo Posada la Facultad ha sido dirigida por los doctores:

Juvenal Gómez, Alberto Orduz Suárez, Héctor Arteaga Pacheco (dos períodos), Eduardo Baena,

Edgar Beltrán, Rafael Alarcón Velandia, Luís Alfredo Castrillón, Jesús Herney Moreno, Álvaro

Estrada Ospina y Samuel Eduardo Trujillo H. A través de la historia la Universidad Tecnológica de

Pereira ha logrado un notorio desarrollo, su zona de influencia es cada vez mayor respecto al

ingreso de estudiantes de todas las regiones del país y de países vecinos y la Facultad siempre ha

acompañado este trasegar histórico hacia la excelencia académica.

CONTEXTO GEOGRAFICO

Ciencias del deporte una carrera que inicio inicialmente en europa pero se esta forataleciendo en

latino america debido a su alta demanda de los estudiantes de esta además de esto es muy eficaz

en país como brazil colombi argentina Portugal y España donde el deporte es algo fundamental asi

que estudiar esto trae ventajas muy eficazes para ganar experiencia y viajar al extrajero.

En Latinoamérica, la discusión sobre el deporte como objeto de estudio se caracteriza por la

insuficiencia del debate teórico científico y su relación con los contextos ideológicos y políticos en

los que han surgido determinados enfoques y desarrollos que inciden sobre la concepción e

ideales de humano y corporalidad, así como sobre los motivos, formas de organización, niveles de

rendimiento en relación con el juego, el aprendizaje de movimientos lúdicos y técnicos deportivos,

el ejercicio, el entrenamiento, la competencia, la diversión y la actividad física. En el transcurso de

las dos primeras décadas del siglo XXI llama la atención cómo dentro del espíritu libertario de la

“Globalización” en este campo del conocimiento hace carrera el valor de uso/ pragmatismo / de

los términos, sin recurrir a una mayor fundamentación teórico científica, como tampoco a

mayores elaboraciones conceptuales.

CONTEXTO SOCIOPOLITICO
la práctica deportiva pueda ser considerada, en términos generales, como una actividad de masas,

tales dudas se disipan totalmente en lo que se refiere al interés por el deporte como espectáculo

(Mandel,1986;Alcoba,1987;García Ferrando,1990). En efecto, el interés de grandes sectores de

todas las capas sociales de la población por esta vertiente del deporte, tanto como espectadores

directos como consumidores de información deportiva, es tal, que no sólo ha dado lugar a la

construcción y ampliación de enormes estadios, a la aparición de una importante cantidad de

prensa especializada y de programas informativos de televisión sobre deporte, a la creación de

canales de televisión dedicados exclusivamente al deporte..., sino que también ha llevado,

recientemente, a que las cadenas de televisión incorporen en sus noticiarios diarios generales a un

presentador especializado en temas deportivos. Por tanto, cabe interrogarse por las causas que

han hecho de esta faceta del deporte un fenómeno socio - cultural de primer orden con una

capacidad de convocatoria de millones de ciudadanos de distintos pueblos y culturas, muy por

encima de la que pueden tener otros hechos socio - políticos y económicos mucho más

importantes para la vida de un país. En primer lugar, cabe considerar la actitud del espectador en

el mismo sentido que lo hace (Cazorla,1979), la cual si bien puede considerarse como físicamente

pasiva, inferiormente es contenedora de situaciones emocionales, en ocasiones de gran

intensidad, que surgen como consecuencia de los avatares del juego y de lo que representa. En

este mismo sentido también se pronuncia (Magnane, en Cazorla,1979) cuando trata de explicar la

magnitud que alcanza el espectáculo deportivo a partir de "... el conjunto de sentimientos, el

proceso de identificación con los protagonistas, ídolos del estadio, y en resumidas cuentas, la

capacidad de gozar o de sufrir, esto es, de ser persona; que el acontecimiento que toma por base

el deporte depara". Si, además, se tienen en cuenta las propias características escenográficas del

espectáculo deportivo y la esencia de lo que tiene lugar en el mismo, se amplían las posibilidades

de comprender la atracción que dicho espectáculo ejerce sobre los espectadores. Desde este
punto de vista, para (Elias,1992) la escenografía del deporte está diseñada para producir

emociones y tensiones controladas sin los riesgos que 2 pueden conllevar otras situaciones

excitantes de la vida cotidiana. Así, según este autor, la contemplación de una pugna deportiva

permite a los espectadores experimentar plenamente la emoción de un combate, sentir

vivamente la ansiedad, el miedo o la desesperación que puede surgir a lo largo del mismo, pero sin

asumir sus peligros, lo que aumenta enormemente el placer de la expectación de la lucha

produciendo efectos catárticos y liberadores. Tales efectos se derivan del hecho de que las

competiciones deportivas permiten una confrontación directa entre seres humanos, con la

determinación de victorias y derrotas, sin que nadie salga dañado físicamente, lo que, por

identificación, permite reforzar la propia valía y autoestima de forma vigorizante y purificadora sin

sentir mala conciencia o remordimientos.

Esta intervención de los gobiernos en las cuestiones deportivas ni constituye un hecho reciente,

como se expuso anteriormente, ni se ha limitado a una mera instrumentalización social del

espectáculo deportivo. En efecto, como señala (Sánchez Ferlosio,1997), "... el Estado, y

especialmente en su moderna concepción nacionalista condenado a la deletérea servidumbre de

la necesidad de "prestigio", ha erigido las victorias deportivas internacionales en títulos de

prestigio nacional tan Valiosos como otros cuales quiera". Así, 105 posibles beneficios políticos

derivados de los éxitos deportivos locales, regionales o nacionales, han llevado en la actualidad a

los poderes públicos a un decidido y cada vez mayor apoyo normativo y presupuestario al deporte

de alto nivel. Por ello mismo, parafraseando al autor antes citado, dado el interés privado que

tiene el deporte, por multitudinario que sea el "interés del público" que llegue a despertar, nunca

podrá convertirse en "interés público", pero si, en cambio, en "interés del Estado". Algo similar

sucede con la cuestión de la comercialización y mercantilización del espectáculo deportivo y de la

figura del deportista, aspecto del que tampoco puede decirse que constituya un fenómeno
reciente como se explicó igualmente en el apartado anterior. Ahora bien, el aumento de la

penetración del mundo empresarial y económico en el mundo deportivo que ha tenido lugar en

las dos últimas décadas es de tal envergadura, que sin ella no sólo no se habría llegado a los

niveles actuales que posee el deporte de alta competición, y la profesionalización de los

deportistas, sino que tampoco el espectáculo deportivo constituiría el fenómeno social ni tendría

la magnitud que posee hoy en día (García Ferrando, 1990). No sólo se trata de las enormes

cantidades invertidas en la construcción de instalaciones, en la investigación sobre tecnología

deportiva o de los fabulosos contratos de los deportistas de élite. También, y sobre todo, se trata

del inmenso escaparate que se ha hecho del espectáculo deportivo y que se presenta y se

representa con especial relevancia todos los días a través de todos los medios de comunicación.

De hecho, el deporte y la información deportiva se halla tan extendida en todos los ámbitos de la

vida cotidiana que es muy difícil mantenerse al margen, incluso, como acertadamente señala

(Devís,1995), para aquellos que lo sufren calladamente. De manera paralela, este respaldo

institucional y empresarial al deporte de élite y su omnipresencia en los medios de comunicación

ha contribuido a su crecimiento y a su expansión hegemónica como "forma deportiva" por

excelencia, reforzando y legitimando con ello más profundamente determinados valores

ideológicos propios de la práctica deportiva de alto rendimiento y coherentes con los que

predominan en las sociedades industriales avanzadas con economía de mercado, lo que a su vez

supone una forma de asegurar la propia estabilidad del sistema político - económico. Por otra

parte, en relación a la figura de los deportistas profesionales obviando el tema de los espejismos

que se crean en torno a los ídolos deportivos, de los avatares de la vida deportiva de los que

triunfan, de su incierto futuro al término de su carrera profesional y de las consecuencias que

sufren en su vida personal la inmensa cantidad 4 de los que no consiguen alcanzar posiciones

importantes, cabe considerar los interrogantes que suscita por sí misma la existencia de dicha
figura y la de un deporte enormemente mercantilizado, en el que los clubes deportivos se parecen

cada vez más a empresas comerciales, y en el que las relaciones entre éstos y los deportistas casi

pueden considerarse de tipo laboral. Apunta (García Ferrando,1990), la profesionalización del

deporte ha hecho que éste adquiera las mismas características que rigen en el mundo del trabajo

lo que, entre otras cosas, significa la incorporación en su dinámica de las reglas del mercado y de

las leyes de la oferta y la demanda, ¿puede seguir considerándose al deporte y al deportista de

alto nivel como tales?, ¿no conlleva la mercantilización del deporte y la profesionalización del

deportista la pérdida de algunos componentes que fueron esenciales en la génesis del deporte

moderno?, ¿puede soportar el deporte la desaparición de algunos de los valores que le han dado

su propia identidad como actividad humana sin experimentar una transformación sustancial como

concepto y como práctica?,.. Quizás tenga razón (Cazorla,1979) cuando expone que la práctica

deportiva requiere una cierta cuota de generosidad y de entrega a valores que no sean

únicamente los materiales, y que cuando tales aspectos desaparecen en favor del dinero y las

ganancias el deporte como tal comienza a retroceder. Es posible también que nos encontremos

ante una forma de reconstrucción social del deporte, o de una de sus vertientes, que tiende a

convertir al deporte-espectáculo en un producto de marca, y a los espectadores en consumidores

de una acción estimulante en la que pueden encontrarse efectos catárticos, liberadores,

emocionantes, de evasión, de identificación..., según las necesidades personales. En otras

palabras, puede decirse que los espectáculos deportivos constituyen, tanto para los espectadores

como para los deportistas implicados, espacios de producción y reproducción de la cultura y de la

estructura social que reflejan y trasmiten los mensajes ideológicos, valores y actitudes coherentes

con el entorno sociocultural en el que se han desarrollado históricamente y evolucionado. En el

mismo sentido que apunta (Cazorla,1979), también puede decirse que el deporte ha sido utilizado

y se ha convertido en un importante medio de protesta y de reivindicación socio-política. Es


difícilmente discutible el hecho de que la popularidad y el prestigio de que goza el deporte de élite

también ha influido positivamente en la evolución de algunos problemas sociales, como, por

ejemplo, en el aminoramiento del racismo, en la aceptación y valoración de otras culturas, e,

incluso, en la aproximación de las clases sociales. Este carácter contradictorio que tienen algunos

de los significados y funciones sociales del deporte se refleja asimismo en la larga lucha por la

igualdad de géneros que ha llevado a cabo la mujer en el terreno deportivo.

En resumidas cuentas, desde la perspectiva del análisis del significado y complejas funciones que

cumple el espectáculo deportivo puede afirmarse, de acuerdo con (Magnane ,en Meynaud,1972) y

con( Devis,1996), que éste muestra una tendencia ambivalente, incluso contradictoria. Por un lado

es cierto que el espectáculo deportivo está orientado hacia la producción y reproducción

ideológica de los valores y estructuras sociopolíticas y económicas predominantes en las

sociedades modernas, lo que contribuye a la sutil acomodación y control "consentido" de los

grupos subordinados de la sociedad. Pero, por otro, no es menos cierto que el espectáculo

deportivo también contiene un importante potencial que ha sido y será aprovechado como medio

de estimular la resistencia y de lucha en tales grupos, para alcanzar mayores cotas de igualdad,

justicia y bienestar social. Relación juego deporte Según (García Ferrando,1990), puede decirse

que en la actualidad se ha consolidado una tendencia de práctica deportiva popularizada fuera del

ámbito de los clubes y federaciones, que rechaza su formalismo organizativo y la concepción del

deporte que subyace en el que tiene lugar a través de tales organizaciones. Se trata de una forma

de practicar el deporte alejada de la preocupación por la puntuación y el récord y que se orienta

sobre todo hacia la recreación, la salud, las relaciones sociales y la diversión. Se puede citar un

grupo de deportes de los cuales algunos de ellos son de reciente aparición y otros constituyen una

adaptación de los tradicionales como, por ejemplo, las palas, el «frisbee» y las distintas

posibilidades de juego que ofrece, el «voleyplaya», la indiaca, el badminton..., que se engloban


bajo lo que se ha llamado "deportes alternativos". Asimismo, también cabe considerar en esta

tendencia la práctica 6 de los deportes tradicionales, como el voleibol, el baloncesto, el fútbol...,

pero de una manera informal, espontánea, distendida, y con una finalidad totalmente lúdica (lo

que lleva frecuentemente a la práctica conjunta de estos deportes entre amigos y amigas). Esta

nueva vía del deporte, que se aleja en su sentido, forma y finalidad de lo que se considera como

deporte oficial o formal, supone, de alguna manera, un "resurgir" del elemento lúdico en el

deporte, bastante debilitado en su concepción moderna, y que, por ello mismo, lo ha hecho objeto

de numerosas criticas. Como ya se ha comentado anteriormente, la creciente profesionalización

de los deportes tradicionales, su excesiva orientación hacia la victoria y hacia el rendimiento, la

presión que conlleva el juego como fruto de los intereses socio - políticos y económicos que suelen

ir asociados a los resultados del mismo..., hacen muy difícil que puede tener lugar una

reconstrucción del mismo en el que, como añoraba (Huizinga,1996), se restaure el elemento

lúdico, el fairplay y el fin en sí mismo que lo ha caracterizado inicialmente. Es posible que la

aparición y desarrollo de estas nuevas formas de entender y practicar la actividad deportiva, este

nuevo "otro deporte", tenga una buena parte de sus raíces en ese impulso lúdico o vital del ser

humano a que se referían respectivamente (Huizinga,1996) y (Ortega y Gasset,1966), como fuente

creadora de cultura y civilización. Pero también es posible que nos encontremos ante una nueva

forma de respuesta adaptativa de los sistemas socio - políticos y económicos y e sus intereses ante

las necesidades y demandas de la sociedad actual. Una culta y más informada, más desarrollada

tecnológicamente, con más tiempo de ocio, más próspera y, por tanto, con mayor capacidad de

consumo, pero que, al mismo tiempo, se ha hecho más estresante, más individualista, más

sedentaria y más interdependiente. Parece pues conveniente realizar algunas consideraciones

acerca del significado que tienen, formas que adoptan y funciones que ejercen las nuevas formas

de entender y practicar la actividad físicodeportiva. Por una parte es difícilmente discutible que se
ha producido un aumento en la conciencia de la población en relación a la importancia de cuidar la

propia salud y al papel que en este sentido puede jugar el deporte (García Ferrando,1990). Ahora

bien, si tenemos en cuenta el hecho de que, según datos obtenidos por García Ferrando, más de la

mitad de las personas que practican deporte en nuestro país lo hacen sólo de vez en cuando o en

vacaciones, y el resto una vez por semana o más, tal hecho es preocupante desde el punto de vista

de la salud por los potenciales peligros existentes en una práctica irregular, intensa y espaciada

CONTEXTO ECONOMICO

Practicando un deporte o asistiendo a un espectáculo deportivo el hombre satisface una

necesidad. Surge, por tanto, una demanda, a la que el sector asociativo y las empresas han tratado

de responder. Las federaciones, las entidades deportivas y las instituciones públicas se han

encargado de ofrecer la práctica deportiva. Los clubes profesionales, las cadenas de televisión y los

demás medios de comunicación, se han ocupado, más bien, de la existencia y difusión de los

espectáculos deportivos. La práctica de un deporte o la celebración de un evento deportivo

requiere, además, toda una serie de servicios y equipamientos que es preciso cubrir. Todo ello

genera un conjunto de flujos económicos que es preciso medir. En este artículo los autores tratan

de determinar su importancia, la complejidad que reviste, los instrumentos y métodos que

tradicionalmente se utilizan para su evaluación, así como los principales problemas que comporta

cualquier investigación de este tipo.

La economía del deporte constituye un área relativamente nueva de investigación. Con el

transcurso del tiempo, el deporte ha pasado de ser una simple manifestación social, destinada a la

contemplación y práctica de actividades recreativas en busca de un cierto entretenimiento o

satisfacción personal, a ser considerado como “un bien, cuya producción, consumo, financiación y

gestión responde a criterios de racionalidad económica” (Castellanos García, 2001, p.181), y como
un instrumento más de empleo de recursos humanos.1 Su vinculación con la economía y la de ésta

con aquél se han intensificado.

Por un lado, el deporte ha abierto a la economía nuevos y rentables mercados, distintas

oportunidades de empleo, etc. hasta hace poco tiempo desconocidos. Por otro, la economía ha

dotado al deporte de una estructura de pensamiento diferente para adoptar sus decisiones,

valorar sus relaciones institucionales y evaluar sus consecuencias materiales. Se ha pasado, así, de

una situación caracterizada por una tradicional ausencia de lo económico en el ámbito deportivo,

a otra en la que las relaciones ideológicas y de acuerdo con el valor, las de cooperación, de

transferencia o de regulación entre el deporte y la economía se han ido haciendo cada vez más

estrechas (Heinemann, 1998, pp. 272-273). Sobre ellas, no obstante, hay un gran desconocimiento

y son numerosos los problemas que es preciso superar cuando se intenta proceder a la estimación

de sus repercusiones económicas y, consecuentemente, sociales. La imprecisión conceptual

reinante, la ausencia generalizada de estadísticas fiables y sistemáticas, primarias o secundarias,

junto a la amplitud de su campo de análisis son, sin duda, algunos de los factores que contribuyen

a ello.

PROYECCION ECONOMICA

Una carrera que sin duda alguna que tiene futuro obviamente tendrás que estudiar y

especializarte.

A Futuro esta carrera tiene mucho además es un gran sustento debido a la gran cantidad de

deportes en los que puedes capacitarte alrededor del mundo dejando múltiples ganancias

Вам также может понравиться