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Fuerzas sociales, estados y órdenes mundiales: Más allá de las Teoría

de Relaciones Internacionales

Las RRII son un área de estudio interesada en las relaciones entre los estados en
una época en la que los estados-nación son los principales agregados del poder
político. Esta teoría está interesada en los resultados de la paz y la guerra, y por lo
tanto, tiene una importancia práctica obvia. Los cambios en la práctica, sin embargo,
han generado confusión en cuanto a la naturaleza de los actores involucrados, han
introducido una mayor diversidad de metas perseguidas, y han producido una mayor
complejidad en los modos de interacción[on y en las instituciones dentro de las
cuales tiene lugar la acción.
Distinción entre estado y sociedad civil: emergente sociedad de individuos basada
en relaciones de contrato y mercado en reemplazo de la antigua sociedad feudal.
Estado con funciones limitadas a mantener la paz interna, defensa externa y
garantizar el desarrollo del mercado. La teoría tradicional de las RRII mantiene la
distinción de estas dos esferas, y la política exterior.
Hoy en día, sin embargo, el estado y la sociedad civil están interpenetrados. Una
tendencia reciente en la teoría internacional ha reducido la relativa importancia del
estado al introducir una gama de actividades trasnacionales privadas y de redes
relacionales trasgubernamentales.

Sobre perspectivas y propósitos


Todas las teorías tienen su perspectiva. Las perspectivas derivan de una posición
en un tiempo y espacio político y social. Cuanto más sofisticada sea una teoría más
reflexionará sobre su propia perspectiva pero la perspectiva inicial está siempre
contenida dentro de una teoría y es relevante para su explicación.
La teoría social y política está limitada históricamente desde su origen dado que
siempre remite a una preocupación, históricamente condicionada, sobre ciertos
problemas y situaciones y , al mismo tiempo, intenta trascender la particularidad de
su origen histórico con el propósito de ubicarse dentro del marco de algunas leyes
generales.

La teoría puede servir para dos propósitos distintos:


 Ser una respuesta simple y directa. Una guía para ayudar a solucionar los
problemas planteados dentro de los términos de una perspectiva particular.
Este lleva a una teoría de la solución de problemas (problem-solving theory).
Esta asume el mundo como lo encuentra y se acepta como marco dado de
acción (relaciones sociales y de poder/instituciones se busca que actuen con
fluidez y afronten las causas de los problemas)
 Reflexionar sobre el proceso de teorizar en sí mismo. Tomar consciencia
sobre la perspectiva que engloba a la teoría. Este da lugar a la teoría crítica.
Esta se distancia del orden imperante del mundo y cuestiona como surgió
este orden. A diferencia de la teoría de la solución de problemas, no toma las
relaciones sociales e instituciones como dadas, si no que, las pone en
cuestión y las examina para ver si están dentro de un proceso de cambio o
no. Aprehensión del propio marco para pasar a la acción. El enfoque critico
lleva hacia la construcción de una imagen más amplia del conjunto. Esta está
interesada en el proceso continuo del cambio histórico.

Realismo, Marxismo y una aproximación a una Teoría Crítica del Orden


Mundial

Dos corrientes que han tenido cosas importantes para decir acerca de las relaciones
interestatales y del orden mundial han sido el Realismo y el Marxismo.
La teoría realista tuvo su origen en un modo de pensamiento histórico, en la teoría
política de Maquiavelo y la diplomacia de las ciudades-estados italianas del
Renacimiento. Carr y Dehio continuaron este modo de pensamiento. A partir de la
Segunda Guerra Mundial Morgenthau y Waltz han transformado al realismo en una
forma de teoría de resolución de problemas.
La forma generalizada del marco para la acción postulada por este nuevo realismo
Americano, que llamaremos neorrealismo, se caracteriza por concebir tres niveles:

1- la naturaleza del hombre, entendida en los términos de Augusto o Hobbes,


2- la naturaleza de los estados,
3- la naturaleza del sistema del estado.

La idea de una racionalidad común refuerza el modo de pensamiento no-histórico y


surge de su polémica con el internacionalismo liberal. Cada uno de estos
argumentos está basado en visiones diferentes acerca de la esencia del hombre, del
estado y del sistema interestatal. En el Siglo XVIII Giambattista Vico propuso una
alternativa que ofrecía la posibilidad de superar la oposición de conceptos
mutuamente excluyentes. Para Vico, la naturaleza del hombre y de las instituciones
humanas no debería ser pensada en términos de sustancias fijas sino como una
continua creación de nuevas formas. Este es un enfoque de teoría crítica.
Por otro lado, es importante distinguir dos corrientes marxistas divergentes:
el Materialismo Histórico (Hobsbawn – Gramsci), un marxismo que razona de
manera histórica y trata de explicar y promover cambios en las relaciones sociales y
otro marxismo que se hace llamar Marxismo Estructural (Althusser – Poulantzas)
que vuelve la espalda al conocimiento histórico a favor de una conceptualización
más estática y abstracta del modo de producción. Este marxismo comparte alguna
de las características del enfoque neorrealista de resolución de problemas tales
como su epistemología a-histórica y esencialista.

Nos ocuparemos del Marxismo Histórico que es una fuente importante de teoría
crítica y corrige al neorrealismo en cuatro aspectos importantes.
1- El primero tiene que ver con la dialéctica, un término que es utilizado en dos
niveles: el de la lógica y el de la historia real. En el nivel de la lógica, el término
dialéctica hace referencia a un diálogo que busca la verdad a través de las
exploraciones de las contradicciones. Y en el nivel de la historia real, la dialéctica es
definida como el potencial para formas alternativas de desarrollo que surgen de la
confrontación entre fuerzas sociales en cualquier situación social concreta.
Tanto el realismo como el materialismo histórico dirigen su atención hacia el
conflicto: el neorrealismo lo ve como inherente a la condición humana y el
materialismo histórico, como el proceso de cambio continuo de la naturaleza
humana y la creación de nuevos patrones de relaciones humanas que modifican las
reglas del juego.
2-A la dimensión horizontal de rivalidad entre los estados más poderosos, el
materialismo histórico agrega una dimensión de poder vertical.
3- El materialismo histórico amplía la perspectiva realista al preocuparse por la
relación entre el estado y la sociedad civil. Los Marxistas, como los no-marxistas, se
dividen entre aquellos que ven al estado como la mera expresión de los intereses
particulares en la sociedad civil y aquellos que ven al estado como una fuerza
autónoma que expresa algún tipo de interés general.
4- El materialismo histórico centra su atención en el proceso de producción
como un elemento crítico en la explicación de la forma histórica particular adoptada
por el complejo sociedad / estado.

Marcos para la acción: estructuras históricas

El concepto de un marco para la acción o estructura histórica es el cuadro de una


configuración particular de fuerzas. Esta configuración impone presiones y
limitaciones. Los individuos o grupos pueden moverse con las presiones o resistirse
u oponerse a ellas pero no pueden ignorarlas. Existen tres categorías de fuerzas
que interactúan en una estructura: las capacidades materiales, las ideas y
las instituciones.

Las capacidades materiales son potenciales productivos y destructivos.

Las ideas son de dos tipos: un tipo comprende significados ínter-subjetivos o


aquellas nociones comunes acerca de la naturaleza de las relaciones sociales que
tienden a perpetuar hábitos y expectativas de comportamiento. Sin embargo, estas
nociones están condicionadas históricamente. El otro tipo de ideas son las
imágenes colectivas del orden social que tienen diferentes grupos de personas.
Estas son nociones relativas a la naturaleza y a la legitimidad de las relaciones de
poder existentes, los significados de justicia y bien común, etc. Estas imágenes
colectivas pueden ser variadas y opuestas.

La institucionalización puede ser un medio para estabilizar y perpetuar un orden


concreto.
Hay una gran relación entre la institucionalización y lo que Gramsci
llama hegemonía. Las instituciones proveen maneras de resolver conflictos para
minimizar el uso de la fuerza. Las instituciones pueden convertirse en el sostén de la
estrategia hegemónica ya que se prestan tanto a las representaciones de diferentes
intereses como a la universalidad de la política de acción.
Es necesario distinguir las estructuras hegemónicas de las no-hegemónicas y tener
en cuenta que la hegemonía no se reduce a una dimensión institucional.
El método de las estructuras históricas consiste en un método que representa lo que
puede denominarse totalidades limitadas. Las estructuras históricas son modelos en
contraste: como tipos ideales o modelos proveen, de una forma lógicamente
coherente, una representación simplificada de una realidad compleja y una
expresión de tendencias, limitadas en tiempo y espacio.
El método de las estructuras históricas se aplica a los tres niveles: 1) a la
organización de la producción, especialmente lo relacionado con las fuerzas
sociales engendradas en el proceso de producción, 2) a las formas de estado, y 3) a
los órdenes del mundo. Estos tres niveles pueden ser estudiados como una
sucesión de estructuras rivales dominantes y emergentes y se relacionan entre sí.
El neorrealismo pone el acento sobre los estados reducidos a su dimensión de
fuerza material y reduce la estructura del orden mundial al equilibrio del poder como
configuración de fuerzas materiales. El neorrealismo no está interesado en
diferenciar formas de estado y tiende a darle poco valor a los aspectos del orden
mundial normativos e institucionales. La teoría de la estabilidad
hegemónica constituye un intento de ampliar la perspectiva realista para incluir
variaciones en la autoridad de normas e instituciones internacionales. Keohane
sostiene que las estructuras hegemónicas de poder, dominadas por un solo país,
son más conducentes al desarrollo de regímenes internacionales fuertes cuyas
reglas son relativamente precisas y bien acatadas. Los ejemplos típicos de esta
teoría son la pax britannica de mediados de siglo XIX y la pax americana de los
años posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Un enfoque alternativo podría comenzar con la redefinición de la estabilidad relativa
de los ordenes del mundo sucesivos y esto puede ser posible equiparando a la
estabilidad con el concepto de hegemonía, que se basa en una conjunción
coherente entre una configuración de poder material, la imagen colectiva frecuente
del orden mundial, y un conjunto de instituciones que administran el orden con cierta
apariencia de universalidad. En esta formulación, el poder del estado deja de ser el
único factor explicativo y pasa a ser objeto de explicación. Esta reformulación del
tema señala una gran dificultad de la versión neorrealista de Keohane y otros que
consiste en cómo explicar la incapacidad de los Estados Unidos para establecer un
orden mundial estable en el período de entreguerras a pesar de su predominio de
poder.
La dominación ejercida por un estado poderoso puede ser una condición necesaria
pero no suficiente de hegemonía. Los períodos de la pax americana y de la pax
britannica también cuadran dentro de la definición reformulada de hegemonía.
(desarrolla los ejemplos)
La noción de hegemonía como una división entre poder, ideas e instituciones
favorece el tratamiento de alguno de los problemas de la teoría de la dominación del
estado como la condición necesaria para un orden mundial estable.
La ideología es una esfera de acción determinante que debe ser comprendida en
sus conexiones con las relaciones de poder material.

Fuerzas Sociales, Hegemonía e Imperialismo

Las fuerzas sociales no deben ser pensadas como existentes de manera exclusiva
dentro de los estados. El mundo puede ser representado como un patrón de fuerzas
sociales que interactúan en donde los estados juegan un papel intermedio pero
autónomo entre la estructura global de las fuerzas sociales y configuraciones locales
de fuerzas sociales dentro de determinados países. Esta puede ser denominada
una perspectiva del mundo de economía política donde se ve al poder surgir de los
procesos sociales y no bajo la forma de capacidades materiales acumuladas, o sea
como consecuencia de estos procesos. Al tratar esta perspectiva, intentamos
identificar las características estructurales del orden del mundo como
configuraciones de las capacidades materiales, ideas e instituciones y asimismo
intentamos explicar sus orígenes, crecimiento y desaparición con relación a las
interrelaciones de los tres niveles de estructuras. La pax britannica estaba basada
tanto en la supremacía del capitalismo industrial en la economía internacional de
intercambio como en el poder ideológico y social de la clase que derivaba su riqueza
de la industria.
La desaparición de este orden hegemónico también puede ser explicado por el
desarrollo de las fuerzas sociales.

El Imperialismo es un concepto bastante amplio que, en la práctica, debe ser


redefinido según cada período histórico.
El sistema imperial es una estructura de orden mundial que busca sustento en una
configuración determinada de fuerzas sociales, nacionales y transnacionales tanto
de estados centrales como periféricos. Introducir el término imperial con referencia a
la pax americana implica el riesgo de oscurecer la importante diferencia entre
ordenes mundiales hegemónicos y no-hegemónicos y confundir diferentes tipos de
imperialismos, ej. el liberal, el nuevo o colonial y el sistema imperial que acabamos
de detallar. La pax americana era hegemónica.
Debemos prestar atención a las siguientes cuestiones para determinar si la pax
americana se ha disuelto y, en tal caso, que puede reemplazarla: 1) cuáles son los
mecanismos para mantener la hegemonía en esta estructura histórica particular, y
2) qué fuerzas sociales y/o formas de estado han sido generadas dentro de ella que
podrían oponerse y a la larga provocar una transformación de la estructura.
La Internacionalización del estado

Una respuesta parcial a la primera pregunta hace referencia a la


internacionalización del estado. Los principios básicos de la pax americana eran
similares a los de la pax britannica: el relativamente libre movimiento de bienes,
capital y tecnología y un grado razonable de predicción en las tasas de cambio.
La internacionalización del estado da preferencia a ciertas agencias estatales:
ministros de finanzas y cargos de primeros ministros, que son las claves en el ajuste
de la política económica interna a la internacional. Los ministerios de la industria, del
trabajo, los cargos de planificación, que habían sido construidos en un contexto de
corporativismo nacional, tendían a estar subordinados a los órganos centrales de la
política pública internacionalizada.
La internacionalización del estado no está limitada a los países centrales de
capitalismo avanzado.

La Internacionalización de la Producción

La internacionalización del estado está asociada con la expansión de la producción


internacional. Esto significa que la integración de los procesos de producción a
escala transnacional, con diferentes fases del mismo proceso, se está llevando a
cabo en distintos países.
La producción internacional se expande a través de la inversión directa. Con la
inversión directa, el control es inherente al proceso de producción en sí mismo y
permanece en manos del generador de la inversión. La característica esencial de la
inversión directa es la posesión, no de dinero, sino de conocimiento, en la forma de
tecnología y especialmente en la capacidad para continuar desarrollado nueva
tecnología, ej. filiales de entera propiedad, joint ventures con capital local, etc. La
posesión formal es menos importante que la manera en la que varios elementos son
integrados en el sistema de producción.
La inversión directa sugiere el predominio del capital industrial sobre el financiero.

La Producción Internacional y La Estructura de Clases

La producción internacional está movilizando fuerzas sociales y a través de estas


fuerzas se pueden anticipar sus consecuencias políticas más importantes
relacionadas a la naturaleza de los estados y al futuro del orden del mundo. Como
consecuencia de la producción internacional, es pertinente pensar en términos de
una estructura de clase global en paralelo con las estructuras de clase nacionales o
entrelazada a ellas. En el ápice de una estructura de clase global emergente está la
clase gerencial transnacional, que es una clase en sí misma y para sí misma con su
propia ideología, estrategia e instituciones de acción colectiva. Los miembros de
esta clase no se limitan a aquellos que ejercen funciones a nivel global tales como
ejecutivos de corporaciones multinacionales o funcionarios senior de agencias
internacionales, sino que también incluye a aquellos que manejan los sectores con
orientación internacional dentro de los países, los funcionarios de los ministerios de
finanzas, los gerentes locales de empresas relacionadas con los sistemas de
producción internacional, etc.
Los capitalistas nacionales deben ser distinguidos de la clase transnacional.
Los trabajadores industriales han sido doblemente fragmentados: podemos trazar
una línea divisoria entre el trabajo reconocido y no reconocido. Los trabajadores
reconocidos son aquellos que han alcanzado un nivel de relativa seguridad y
estabilidad en sus trabajos y tienen algún tipo de perspectiva futura para el
desarrollo de sus carreras. Son, en general, relativamente calificados, trabajan para
grandes empresas y tienen sindicatos eficaces. Por el contrario, los no reconocidos
tienen empleos inseguros, no tienen perspectivas para su desarrollo laboral, están
menos calificados y tienen grandes obstáculos para desarrollar sindicatos eficaces.
En general pertenecen a minorías étnicas de menor estatus, son inmigrantes o
mujeres.
La segunda línea divisoria dentro de los trabajadores de la industria está entre
el capital nacional e internacional. Los trabajadores reconocidos en el sector de la
producción internacional son aliados potenciales del capital internacional.
Los trabajadores reconocidos en el sector del capital nacional son más susceptibles
a ser atraídos por el proteccionismo y el corporativismo nacional.
El trabajo no reconocido ha cobrado particular importancia en la expansión de la
producción internacional. Los sistemas de producción están siendo diseñados para
hacer mayor uso de trabajadores semi-calificados.
Como una fuerza de trabajo en los países del Tercer Mundo está movilizada por la
producción internacional, los gobiernos de estos países han buscado con frecuencia
evitar la posibilidad de esta nueva fuerza social mediante el desarrollo de sus
propias organizaciones con conciencia social imponiéndole estructuras de
corporativismo de estado bajo la forma de sindicatos establecidos y controlados pos
los gobiernos o el partido político dominante.

Sin embargo, aun si la industria se moviera rápidamente en el Tercer Mundo y los


gobiernos locales fueran capaces de controlar su fuerza de trabajo industrial, la
mayoría de las poblaciones no verían mejora alguna.

Un problema importante para el capital internacional en su búsqueda de hegemonía


consiste en cómo neutralizar los efectos de esta marginalización de un tercio de la
población mundial para evitar así que la pobreza genere revueltas sociales.

Las Fuerzas Sociales, las Estructuras Estatales y Perspectivas Futuras para el


Orden del Mundo

Las fuerzas sociales generadas por los procesos de producción cambiantes son el
punto de partida para pensar en los posibles futuros. Aunque otros resultados son
posibles, podemos considerar tres resultados diferentes para el futuro del sistema
del estado.
1- La perspectiva para una nueva hegemonía basada en la estructura global del
poder social generada por la internacionalización de la producción. Esto requeriría
una consolidación de dos tendencias poderosas y relacionadas: El continuo
predominio del capital internacional por sobre el nacional dentro de los países más
importantes y la continua internacionalización del estado como así también el
mantenimiento del monetarismo como ortodoxia de la política económica poniendo
énfasis en la estabilización de la economía mundial en detrimento del cumplimiento
de las demandas sociopolíticas a nivel nacional.

La configuración interestatal de poder que podría mantener tal orden del mundo
consiste en una coalición centralizada en los Estados Unidos, la República Federal
de Alemania y Japón con el apoyo de otros estados OCDE y la posibilidad de que
participen algunos de los países del Tercer Mundo más industrializados, como
Brasil, y los principales países OCDE más conservadores y la posibilidad de una
distensión estimulada que genere un mayor vínculo entre la esfera Soviética en la
economía mundial de la producción internacional. La nueva división internacional del
trabajo cumpliría con los reclamos de industrialización para dichos países. El
conflicto social en los países centrales sería combatido a través del corporativismo
empresarial. En los países periféricos, el conflicto social sería resuelto mediante una
combinación de corporativismo estatal y represión.

2-Otro resultado posible es una estructura hegemónica mundial de centros de poder


encontrados/opuestos. Esto se desarrollaría a través de la supremacía de
coaliciones neo-mercantilistas en varios países centrales que vincularan capital
nacional y trabajo reconocido.
La posible forma estructural del mercantilismo dentro de los países centrales sería
corporativismo a nivel industrial y a nivel nacional permitiendo una relación entre el
capital nacional y el trabajo organizado con el gobierno con el fin de la creación e
implementación de la política estatal. Los estados periféricos tendrían el mismo
resultado que el mencionado en el punto 1 pero estarían más íntimamente
relacionados con las economías de los países centrales.

3- Un resultado más remotamente posible sería el desarrollo de un contra-


hegemonía basada en una coalición del Tercer Mundo contra la dominación de los
países centrales que apuntara al desarrollo autónomo de los países periféricos y a
la culminación de la relación centro-periferia. Sin embargo la perspectiva de una
contra-hegemonía radica en el desarrollo futuro de las estructuras estatales en el
Tercer Mundo.

La fuerza social dominante en estos países es lo que típicamente ha dado en


llamarse “clase estatal”, una combinación de personal de partido, burocrático y
militar junto con líderes sindicales que controla el aparato estatal y a través de él
intenta ganar más control sobre el aparato productivo en el país. La orientación de la
clase estatal es indeterminada. Pude ser conservadora o radical; puede luchar por
un mejor trato dentro de la economía mundial de la producción internacional o
puede buscar superar el desarrollo interno desigual generado por el capital
internacional.
Las clases estatales de la primera orientación son susceptibles de incorporación a
una nueva economía mundial hegemónica y al mantenimiento de las estructuras
corporativistas estatales. La segunda orientación podría proveer el apoyo para la
contra-hegemonía. Sin embargo, una clase estatal sólo puede mantener la segunda
orientación si tiene el apoyo desde abajo bajo la forma de un verdadero populismo.
La alternativa radical podría ser la forma de respuesta al capital internacional en los
países del Tercer Mundo tanto como el neo-mercantilismo podría ser la respuesta
en los países más ricos.

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