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Una última palabra: ¿cómo, en definitiva, bautizar esta música?

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Michel Chian
L'Art des Sons Fixes ou La Musique Concretement
Editions 'Metamkine
Fontaine (Francia). 1991 . ,,

Traducción : Carmen Pardo

Este libro ha sido editado por el Centro de Creación Experimental de la Universidad de Castilfa-
La Mancha en colaboración con el Departamento de Cultura de la Diputación de Cuenca

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•••
UfllVWIDAD DE
CASTillA-lA mAnCHA
D1rnrAc10N DE CUENCA
DEPARTAMENTO DE Cunuiv.
Este libro no es un manual histórico o técnico: es un ensayo y un
manifiesto, que no tiene por objeto poner de acuerdo, sino esencialmen-
te volver a dividir. Su propósito es pensar la música sobre soporte en
tanto que arte de los sonidos fijados, sin concesión al "tiempo real" o a
otros simulacros del concierto clásico. Esta reflexión ontológica no es
Centro de Creación Experimental posible sin llevar a cabo también una crítica del género tal como se ha
Facultad de Belfas Artes desarrollado hasta hoy, de sus falsas definiciones y de sus clichés.
Camino del Pozuelo, s/n Publicado gracias al espíritu de descubrimiento de un editor greno-
16002 Cuenca blés, esta obra quiere contribuir a hacer salir la música de los sonidos
Fax: 969 179102 fijados de sus atolladeros y de sus nostalgias, y restituirle la audacia de
e-mail: cdce@art-cu.uclm.es aceptarse.
http: //www.ucfm.es/cdce/
Diseño de colección: Cristina Vergara Echarri M.C.
Maquetación : Javier Ariza
ISBN: 84-922224-3-3
Depósito legal: M-29505
Imprime: Cromo Imagen (Madrid)
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Una música del sonido

El lector debe primeramente imaginarse que escucha, conforcablemenre instalado


en su sillón, la versión en disco compacto (Blue Nore Cj28-5 166) de "le never ence-
red my mind", de Rodgers y Hart, con Miles Da vis a la trompera: Úna delicia de
música suave y un sonido como el filo de una navaja ...

l.
¿A qué género pertenece esta pieza grabada en 1954 por Miles
Davis ? La respuesta llega sola: al jazz, que es descrito como una música
basada en la improvisación. Se puede incluso precisar que es "jazz cool".
Haciéndolo se habrá ocultado, como es habitual, un dato importante
que consiste en que esta pieza ha sido grabada, y que el músico tocaba
sabiéndose grabado. ¿Qué ha grabado? Notas, ciertamente, valores rít-
micos, pero también la mínima de sus inflexiones pasajeras, la mínima
coloración que daba al timbre, el mínimo efecto de emisión: Miles Davis
sabía entonces que en efecto él trazaba el sonido sobre un soporte, como
un dibujante puede hacer de un trazo sobrE; un papel. Sabía que su
acción más sutil sería conservada y fijada, que no se desvanecería poco a
poco, como basta entonces, antes del fonógrafo, era el caso de la mínima
nota musical emitida, e inmediatamente barrida por el viento.

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Ignoramos si los historiadores y los críticos, y los jazzman mismos man, el compositor concreto arriesga todo en el sonido fijado y no tiene
conceden importancia al hecho de que el nacimiento del jazz es contem- alternativa "live" de su trabajo, lo que le permite precisamente ir más
poráneo de la llegada del sonido fijado. Pero estamos convencidos de lejos en esta dirección. Así, no es solamente responsable del sonido emi-
que si maestros como Miles Davis han podido crear un sonido tal, es ,.. ~
tido, como el músico de jazz, sino también de la manera en el que este
porque hubo el advenimiento de lo que se puede denominar, con pre- sonido es grabado. Sus grabaciones no son la huella de una " live perfor- ·
ferencia a grabación, la sono-fijación. La cual comporta para el músico manee", sino que son la obra, la cosa misma. De modo que la mínima
una doble consecuencia: primeramente le permite, no ya volver a escu- vibración, el mínimo rozamiento sonoro, el mínimo intervalo de altura,
charse, sino simplemente escucharse, oírse desde el exterior, de una el mínimo soplo o renqueo en el curso de un sonido forman parte inte-
manera disociada de su propio gesto emisor de sonido, lo que hasta el grante de esta obra, y constituyen una dimensión, a veces la más impor-
momento le estaba prohibido. Y por otra parte fija su creación en un tante, del mensaje que libra. Por ello es de lamentar que en la formación
soporte. Dos datos que revolucionan el trabajo y la técnica del intérpre- de Los compositores electroacústicos, la adquisición de un sonido perso-
te, tal como el cinematógrafo ha cambiado la naturaleza del trabajo del nal, la puesta al día de una vibración particular, sea una etapa tan negli-
actor. gida.
Naturalmente, un músico de jazz toca a menudo sin ser grabado, En cierta sentido, entonces, el compositor de música concreta es
por tanto sin poder oírse. Pero es suficiente con que lo sea de tiempo en alguien que retoma en su provecho y que pone a cuenta de su creación,
tiempo, y con que tenga la conciencia de la (ijabilidad de su trabajo, para hacerlo parte integrante de su obra, todo lo que, en la dtra manera
para que este último se le presente desde otra perspectiva. Sin contar de componer, es decir, la manera instrumental clásica, como privilegio
que la sano-fijación le permite oír a sus colegas de todos los países. es dej ado al intérprete. Cuando asistimos a una pieza contemporánea
Globalmente, la grabación de sonidos ha tenido entonces consecuencias rocada por instrumentos, o por sintetizadores u otros dispositivos
positivas, y no solamente los efectos industrializances que es corriente manejados en directo, y esta música se pretende basada en el sonido y
ver denunciar acerca de ella. no solamente en los valores de alturas y de duración, nos asombra que
el compositor deja a cualquier otro el cuidado de emitir el flujo sonoro,
2. de mantenerlo, llevarlo, hacerlo vibrar, circular, arrullar, chirriar o tem-
En este sentido, los compositores sobre cinta, que trabajan para y blar. Y por otra parte que recurra, para hacer vivir la duración del
sobre el soporte, guardan un cierto nexo con los jazzman: como ellos sonido, a un medio tan frágil y aleatorio como la ejecución en directo.
son autores de sonidos; como ellol> no dejan a nadie el cuidado de crear Es como si se quisiera hacer de Max Ophuls o de Tarkovski -para citar
la substancia del sonido. A menos que, tal como el director de cine diri- cineastas en los que cuenta la mínima vibración del encuadre, la mínima
giendo y recuperando el trabajo de sus actores, no prefieran a veces sus- fisura en la interpretación de los actores, la mínima variación de luz -
citar y apropiarse, por diferentes medios -condiciones técnicas de recurriendo a la retransmisión en vídeo y no a La fijación sobre cinca
grabación, dirección de intérpretes, montaje, tratamientos y mezclas- el magnética o película. Una apuesta que para nuestro asombro continúan
trabajo de otros creadores de sonidos y de otros "foniurgos", del que haciendo muchos músicos, por fidelidad al modelo clásico que instituye
una vez capturado sobre soporte aislarán los trazos significantes para La separación en dos tiempos del acto de componer y del de interpretar,
ellos. Pero la gran diferencia también es que contrariamente a los jazz- aunque los asuma una misma persona.

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Volviendo a los músicos de jazz, ya que hemos partido de su ejem- agotado por sus alucinaciones, se acuesta y se duerme. En el inicio de su
plo, no diremos sin embargo que hagan completamente lo que se puede sueño, se escucha un arrugarniento/alisamiento del sonido, un proceso
llamar una música del sonido: entre la mayoría de ellos subsiste una de toma de masa, un chirriar susurrante muy particular que una parti-
neta separación entre de una parte la altura, la nota y de otra parte el ..• tura sería incapaz de anotar y una interpetación, por no se sabe qué
timbre, en tanto que color que la viste y la concretiza. otros medios, incapaz de restituir de otro modo si no por eclipses. Se
El músico del sonido es ese al contrario para quien el discurso de trata de un momento de metamorfosis en el que la crepitación discreta
altura y de duración, por un lado, y por otro el discu~so constituído del fuego simbolizando el campamento rudimentario de Antonio se
por... el resto, son mucho más difícilmente aislables. Ahora bien, si una convierte en una especie de onda rítmica medio-líquida, medio-sólida.
música de la altura, si una música de las relaciones de duración y de Nosotros mismos seríamos incapaces de rehacer hoy esta metamorfosis,
timbre es posible de manera relativamente exacta en el cuadro instru- pero qué importa porque ya está hecha y está en la obra, de la que
mental tradicional, a coodición no obstante de recurrir a modos norma- representa para nosotros un pasaje-clave.
lizados de interpretación -una música del sonido, no puede concebirse Así, no solamente, la imposibilidad de rehacer no es una prueba de
fuera del postulado del sonido fijado. la debilidad de esta música, sino al contrario constituye su definición
misma: cuanto más difícil sea de reconstituir una obra de sonidos fija-
3. dos, más posibilidades tendrá de haber alcanzado su propósito.
La música del sonido en efecto, es cuando no importa el qué, abso- Mientras que incluso los fragmentos de rock más cercanos~· la electroa-
lutamente el qué en su substancia, es susceptible de convertirse en un cústica son comercializados en partituras, e interpretados en un escena-
significante fundamental de la obra: una rotura, un pliegue, un estalli- rio con otros arreglos, esta música al contrario permanece la única
do, una sacudida en el trazado del sonido, una curvatura en su superfi- no-transcriptible y no-transponible.
cie ... Para tener una posibilidad de crear o de capturar este no importa Para todos los demás músicos, el concepto de sonido es una exten-
el qué y darle un sentido, no hay y no habrá sino otro medio que la sión de la noción de timbre, esto representa todo lo que viene como
sano-fijación, que hace de los sonidos no la encamación aleatoria de plus de la nota; una nota que permanece definida primeramente por su
una intención, sino objetos verdaderos cuyo inventario sensorial es ina- altura, y este "plus" que constituye el sonido propiamente dicho no
gotable e infinito, como es el caso de todo objeto concreto. puede en consecuencia ser percibido y experimentado más que si es
Se puede decir también que la música sobre soporte viene a realizar puesto, apoyado en ella. Desde los autores de variedades a los practi-
lo que han soñado los innumerables compositores que en el pasado han cantes de la música barroca, todos siguen teniendo una gran dificultad
echado pestes contra el ritual de la interpretación con sus imprecisiones. para aprehender y calificar un sonido que no fuera en el punto de parti-
Paga el precio por supuesto, bajo la forma de una apariencia de austeri- da una nota o un grupo de notas.
dad: pero ¿quién no debe pagar el precio? No es de extrañar. Como tampoco es de extrañar el hecho de que
Para intentar precisar lo que representa esta "otra cosa" que sólo la llegados a este mismo modelo, muchos músicos contemporáneos que
fijación de sonidos permite alcanzar, nos permitiremos evocar un pasaje obran por medios instrumentales tengan muchos problemas, cuando
de nuestro melodrama electroacústico La Tentation de Sain-Antoine: se pretenden investigar una música del sonido, para pensarla de un modo
trata de un corto momento del cuadro titulado Le Nil, donde Antonio, distinto a una hipertrofijación de la nota tradicional. Obras como

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Atmospheres de Ligeti o Répons de Boulez ¿no están hechas a base de
mega-notas, de notas gigantes que duran a menudo un minuto o minu-
tos enteros? Es el único medio que el compositor de mentalidad· tradi-
cional parece haber encontrado para mantener un control -p or escrito
sobre su música del sonido. En estas músicas de mega-notas, el timbre
.-
llega corno un efecto de onda, a veces seductor, que anim~ su superficie.
En cuanto a otras trayectorias, como la de Xenakis, se puede decir que
no ponen la cuestión del sonido sino que la neutralizan, empleándolo
como una materia neutra que usan para hacer tramas, entramados o
espirales. 11
Así, no somos tantos trabajando el sonido. Esto no nos dá por otra Más allá de las fuentes
parte un sello de calidad, ni una autoridad especial. Simplemente, no
damos muestras de hablar mucho y hacer poco. Estamos verdadera-
mente, con el sonido fijado, ante alguna cosa que es verdaderamente el l.
sonido, sin por ello saber lo que es: ya que seguramente, no más que los La primera definición impresa del género de la "música concreta",
demás, no sabemos lo que es. Al menos estamos en disposición de ir a se encuentra en la revista Polyphonie, de la pluma de su inventor Pierre
su encuentro. Schaeffer, y data de diciembre de 1948. Es esta:
"Aplicamos( ... ) el calificati~o de abstracta a la música habitual por
el hecho de que es primeramente concebida por el espíritu, después ano-
tada teóricamente, finalmente realizada en una ejecución instrumental.
Hemos llamado al contrario nuestra música "concreta" porque está
constituída a partir de elementos preexistentes debidos a no importa
qué material sonoro, que sea ruido o música habitual, después com-
puesta experimentalmente por una construcción directa".
Y si creemos el ]ournal de la musique concrete de Schaeffer, es unos
meses antes, en abril de 1948, en el momento de sus primeras experien-
cias, cuando el término "concreto" se habría presentado a su espíritu:
"Esta elección de componer con material sonoro, en mi espíritu
lleva el nombre de música concreta, para marcar bien la dependencia en
la que nos encontramos, ya no con respecto a las abstracciones sonoras,
sino realmente con los sonidos concretos tomados como objetos en toda
su extensión".
Como se ve no se trata, en estas dos definiciones inaugurales, de un

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tipo de fuente sonora más que de otra, y particularmente de un privile- de la grabación de sonidos o de ruidos concretos (sonidos tomados de
gio que sería dado a los sonidos llamados "concretos" -en el sentido, instrumentos de música tradicionales, pero también ruidos de la vida
arbitrariamente dado a esta palabra en el futuro, sonidos que se captan tales como motores, hélices de avión, tapón de cava, martillo-pilón,
por el micro. -~ etc ... )".
No se trataba tampoco para Schaeffer, al principio, de excluir a La desgracia, es que estos ejémplos de ruidos que Claude Rostand,
priori las fuentes sintéticas. Y con razón: la música electrónica propia- ya que se trataba de él, pretendía fueran de uso corriente entre los músi-
mente dicha, aunque anunciada desde hacía largo tiempo por una gran cos concretos, no eran más que el fruto de su imaginación. Bien inten-
cantidad de experiencias, no había nacido todavía (será necesario espe- cionados o no, ejemplos semejantes, sobre todo citados sin otros
rar a 1950). Schaeffer quería acentuar un paso -paso consistente en par- comentarios, no podían más que prolongar una idea falseada de esta
tir de un sÓnido encarnado y no anotado, para conducirlo al abstracto música, reduciéndola a una renovación por lo trivial de las fuentes
musical- y no sobre unos medios. La música concreta de los inicios sonoras.
emplea entonces todo tipo de fuentes, comprendidos los instrumentos En 1975, con ocasión de una entrevista radiofónica donde le inte-
tradicionales (privilegiados en muchas obras del primer periodo, como rrogamos acerca de esta cuestión, Pierre Schaeffer por una vez se mos-
la famosa Symphonie pour un homme seul), e incluso en alguna ocasión cra ba franco, y ponia los puntos sobres las íes:
hace escuchar sonidos de origen electrónico, como en la Musique sans "La palabra "concreto" no designaba una fuente. Quería decir que
titre de Pierre Henry, en 1950. No es hasta más tarde que los composi- se tomaba el sonido en la totalidad de sus caracteres. Así un sonido
tores !Jamados "concretos" van a reivindicar como su marca distintiva concreto, es por ejemplo un sonido de violín, pero considerado en todas
el empleo privilegiado de sonidos "acústicos", y crear así el malentendi- sus cualidades sensibles, y no solamente en sus cualidades abstractas,
do; un malentendido que persiste todavía hoy y que este libro, conside- que están anotadas en la partitura. Reconozco que el término "concre-
rando que frena la evolución del género, desearía disipar de una vez por to" ha sido rápidamente asociado a la idea de "sonidos de cacerola",
todas. pero en mi espíritu, este término quería decir en primer lugar que se
El malentendido en cuestión, es el que definió esta música por unas consideraban todos los sonidos, no refiriéndose a las notas de la parti-
fuentes sonoras, y no por su naturaleza misma: la de un arte de Jos soni- tura, sino en relación con todas las cualidades que contenían." (La
dos fijados. Musique du futur a-t-elle un avenir?)
Sólo que esta cacerola embarazosa, ¿no fue Schaeffer quien, con su
2. conocido espíritu maligno, la había encadenado a la cola de la música
Reléase por ejemplo cómo un Dictionnaire de la musique contempo- concreta? Aunque sólo fuera por subtitular Etude aux casseroles uno de
raine describía en 1970, de la pluma de un autor sin embargo favora- sus mejores fragmentos, l'Etude pathétique de 1948, a pesar de que este
blemente dispuesto, la música concreta, para medir la profundidad de la no comportaba ningún sonido extraído de este simpático utensilio. O
incomprensión creada por una definición causal del género: también al bautizar Etude aux_ chemins de fer una pieza cuyo propósito
"La música concreta debe su apelación al origen generalmente con- era sin embargo, según su propio deseo, partiendo de sonidos ferrovia-
creto de los sonidos utilizados (... ) y comprende como primera etapa el rios, hacerlos escuchar como ritmos abstractos.
establecimiento de un vocabulario de sonidos nuevos obtenido a partir Como lo demostraría seguidamente su investigación sobre el objeto

14 15
sonoro y sobre la escucha reducida, se trataba quizás, para Schaeffer, de sonido no-narrativo, balizando así con sus ensayos la totalidad del
preguntarse acerca de los valores musicales abstractos latentes en las terreno en el que se da esta música, en lugar de, como podría suponerse,
cualidades sensibles del objeto: pero esto no le impedía conservar un repartírselo en distritos donde cada uno permanece en casa.
oído abierto a la dimensión narrativa y causal del sonido, y de exhibirlo ·- Así, exactamente como el escenario relatado en un filme debe dis-
de manera paradójica. tinguirse de las peripecias de su rodaje, la cuestión de la música concre-
Una de las riquezas de la música de los sonidos f,ijados reside en ta narrativa o anecdótica no debe confundirse con la de las fuentes
efecto en su ambivalencia en relación a la cuestión de la anécdota, dese- reales empleadas para hacerla. Una confusión en la que, desgraciada-
chada sin descanso, luego introducida de nuevo. Si esta música presume mente, los compositores son los primeros en caer, más cogidos en la
de recurrir a causas materiales definidas a priori como no "musicales", trampa todavía que otros por el hecho de que han participado en la
dicho de otro modo a fenómenos vibratorios creados en toda clase de génesis del sonido, y que tienen dificultades para romper sus nexos cau-
objetos sólidos o líquidos, ¿debe disimular este nuevo origen de los sales, o al menos para situarlos en otro plano.
sonidos o al contrario reivindicarlo, hasta exhibirlo, como con
Hétérozygote de Luc Ferrari en 1963, con el nombre de "música anec- 3.
dótica"? Ahora bien, si nunca se ha visto que los filmes sean asimilados a
Esta ambigüedad es a menudo enmascarada por el hecho de que la "montajes de elementos preexistentes" (son los términos schaefferianos
música anecdótica (un género al que todo compositor concreto ha obe- para calificar la música concreta), lo que sin embargo son, ;es porque
decido al menos una vez en su producción) está muy lejos de narrar, en su realización el papel determinante del rodaje no es ignorado por
contrariamente a lo que se imagina, la historia misma de su génesis. nadie. Inversamente, en el caso del cine, la función tan esencial de las
Falta mucho para que, puestos aparte algunos casos limite, los sonidos etapas ulteriores-montaje, sonoriz<fción, mezcla, etc ... - permanece
llamados realistas, una vez aprehendidos por la grabación, relaten algu- desconocida para el gran público, no viendo siempre éste en el filme
na cosa de su origen real. Nada es más facil que crear, por ejemplo, una más que una continuidad de elementos rodados.
historia sonora ferroviaria -arranque, aceleración, descarrilamiento ... - La música concreta, no es conocida desde este ángulo, aunque
sirviéndose de objetos de pequeña dimensión manipulados ante un implique también etapas de rodaje, pero solitarias -como máximo con
micro. Pero también, a la inversa, es posible utilizar para un propósito la asistencia de un técnico o la ayuda de un intérprete, cuando no es el
abstracto y límpido de toda referencia causal a los sonidos realmente compositor quien acumula los diferentes papeles de actor sonoro,
extraídos de un tren, y que sin ninguna transformación, por el hecho director y captor de sonido. Pero esto, todo el mundo lo ignora.
mismo de la invisibilidad de la fuente, se convertirán en desconocidos. De modo que el público de los conciertos no sabe demasiado como
Ningún compositor un poco consecuente, desde que se compromete clasificar, en la escucha de una obra sobre cinta, lo que corresponde a
con la música sobre soporte, puede sustraerse a esta delicada cuestión la producción sonora original debida al compositor de lo que no es
de lo figurativo sonoro. Se ve entonces, en efecto, a los adeptos del más que la reproducción de una realidad sonora preexistente que el
género, de Bernard Parmegiani a Alain Savouret y de Fran~ois Bayle a autor simplemente habría captado. Ante la duda, se apresura a con-
Denis Dufour, recorrer cada uno a su manera el ciclo de sus posibilida- cluir la segunda solución, asimilando los compositores concretos a
des, y especialmente enfrentarse tanto al sonido anecdótico como al cazadores de sonidos.

16 17
Más aún, ¿quién ha pronunciado la palabra desgraciado, hablando Schaeffer, hacia 1957, a abandonar una palabra que él mismo había compro-
de "collage de elementos preexistentes"? Pero lo que Schaeffer quería metido en el impás después de haberla sin embargo tan bien definido en el ini-
decir con ello, si se le quiere justificar, era que los sonidos preexistían, y cio, la palabra concreto. Un abandono del que pagamos hoy las
con razón, al trabajo de montaje -no a la acción del compositor, que en .#
consecuencias, ya que ha hecho desaparecer ante los ojos de muchos la exis-
la mayoría de Jos casos era quien los creaba con sus manos, o dirigía su tencia misma del género. Su definición primitiva ya había sufrido un despla-
realización. Y eso, incluso en el famoso Etudes aux chemins de fer de zamiento, a causa de la oposición temporal que nació, a partir de 1953-54,
1948, para el que, lejos de ser tomados en una sonoteca, los ruidos de entre la música concreta francesa y la música electrónica alemana. Estas dos
rodamientos de boje y de pitos de tren habían sido producidos, según la tendencias que oponían ante todo sus métodos de composición, entre el a-
intención del artista, por complacientes ferroviarios. priorismo reputado de "científico" de estos y el tan desacreditado "empiris-
Si circulan tales ideas acerca de la música concreta, es también a mo" (mucho más científico, de hecho) de aquellos, fueron un tanto
causa de su ·p rincipio mismo: la invisibilidad de la fuente. Esta invisibili- precipitadamente distinguidas por sus fuentes sonoras. A los unos, los concre-
dad acusÍnática, favorece las más magníficas visiones mentales al mismo tos, se les reservaría los sonidos microfónicos, más ricos pero al parecer
tiempo que las peores sospechas. Allá donde no ve nada, y de todos menos controlables (algo que nos permitimos discutir) y a los otros los soni-
modos no habría nada que ver, como es el caso de un sonido sintético o dos de síntesis, presuntamence simétricos tanto por sus defectos como por sus
surgido de una manipulación, el oyente prefiere suponer que había algo ventajas.
que se le oculta. Además al reivindicar su diferencia en la cuestión del origen exacto de los
En la escucha acusmática todo empieza en efecto por remitirnos, por sonidos, los compositores concretos de los años 50, y Schaeffer a su cabeza, se
el hecho mismo, a la cuestión de una fuente, real o imaginaria. Un soni- desviaron realmente de su idea inicial, contribuyendo a acreditar la leyenda
do de violín que nadie, en la situación clásica de concierto, encontraría según la cual, en esta música, habría una relación cuantitativa directa entre
anecdótico, se convierte en figurativo a través del altavoz ... de un violín . los medios empleados y la calidad del resultado. Se podía concluir entonces
Uno puede encarnizarse en esconder la fuente mediante manipulaciones, que bastaría con perfeccionar los medios de síntesis para que la música elec-
estas no harán más que crear otros sonidos, evocadores de nuevas fuen- trónica apareciera como capaz de igualar, por la riqueza sonora, a una música
tes, tan fascinantes como imaginarios. Mejor inspirados están los com- concreta a la que era ya, se pensaba, superior en el plano del dominio del
positores que, como bien lo ha dicho el crítico David Rissin, han material.
comprendido que en lugar de dejarse obsesionar por la fuente sonora a A partir del momento en el que la oposición de las trayectorias se encuen-
disimular, se podría "atravesar el espejo que nos devuelve la imagen tra circunscrita a una diferencia de medios, muy lógicamente las primeras
causal de un sonido" -dicho de otro modo: aunque se deje eventualmen- obras en las que se codean sonidos microfónicos y electrónicos, como el
te recognoscible una causa, real o no, poner en evidencia la forma, la Chant des Adolescents de Stockhausen, en 1955, pasaron por ser una revolu-
dinámica, la materialidad del fenómeno sonoro-. ción, que estaban lejos de representar. Se calificó de música electroacústica el
género que presumían introducir, y que se definía como la síntesis de dos
4. corrientes concreta y electrónica, cuando no era la síntesis de nada en absolu-
Tal vez son todos estos malentendidos, que hacen de la música con- to, ni siquiera un género. Las elecciones estéticas en efecto no resultaban afec-
creta un arte de objetos encontrados, los que empujaron a Pierre tadas; no se trataba casi más que de mezclar unas fuentes.

18 19
Pero la "música electroacústica" había nacido, término que desde constatar que es todavía muy conocida en el mundo, aunque no se
entonces iba a englobar retrospectivamente la historia de lo concreto y sepa bien lo que esconde, y en consecuencia no hay que darla a cono-
de lo electrónico y, en su indulgente neutralidad, maquillar toda especie cer partiendo de cero. Muchos de nuestros colegas objetan que en
de música que empleara la electricidad, la grabación y la síntesis, dicho .~
Francia, música concreta se ha convertido en sinónimo de antigualla
de otro modo no importa qué. Nuestros dos libros sobre el cerna, apare- pasada de moda, o demasiado asociada a una idea de "fuentes acústi-
cidos en 1976 (con Guy Reibel) y en 1982, han caído desgraciadamente cas" . Sí, pero ¿a los ojos de quién? De un medio musical que de codas
en este eclecticismo, fuente de una confusión todavía bie~ enraizada. maneras, y sea cual sea el nombre que esta forma de creación lleve, la
Por esto ha sido bienvenida la expresión, incluso todavía poco rechazará en bloque. No pretendemos aquí imponer una palabra de
popularizada, de música acusmática enunciada por Frarn;ois Bayle. Ha manera voluncarista -visto que la expresión " música acusmática" ha
permitido comenzar a reunir de nuevo, más allá de los parentescos y de hecho después su camino, y se encuentra rei vindicada por un cierto
las diferencias superficiales fundadas sobre el único criterio de medios número de compositores y de grupos (no tan completamente como
técnicos, a todos aquellos que una concepción "concreta" de la compo- parece, ya que no conocemos de hecho ningún Groupe de Musique
sición musical pone de acuerdo, en una misma afección a la música de Acusmacique, si no Groupes de Musique Electroacoustique, de
sonidos fijados. Recherche Musicale, de Musique Vivante, etc ... ). En este ámbito, es
El ecumenismo aparente del término electroacústica había arrojado necesario ser pragmático: ninguna expresión sería ideal en sí. La mejor
el velo, en efecto, sobre la contradicción de las actitudes. Su oposición será la que a la vez se impondrá más universalmente, pero' sobre todo
no había desaparecido con la llegada de la palabra, pero se había hecho la que sus adeptos defenderán e ilustrarán más claramente.
más hipócrita. Continuaba y continúa habiendo dos polos, dos actitu- En la espera, si hemos, después de muchas dudas, titulado este ensa-
des poco compatibles, entre los que se interesaban por el sonido en sus yo: El Arte de los Sonidos Fijados, como subtitulo: La Música concreta-
cualidades audibles, y aquellos para los que este sonido, incluso graba- mente, es que queremos plantear la cuestión, dejándola todavía, por
do y a su plena disposición, queda como una transcripción facultativa algún tiempo, abierta.
de su intención preconcebida, que no verifican demasiado.
Reafirmar esta oposición, como lo hacemos hoy, no tiene por objeto
reavivar querellas estériles, sino liberar de sus resistencias históricas y
de sus bloqueos conceptuales una forma de creación moderna y funda-
mentalmente nueva a la que se fu.erza hoy (ver en el penúltimo capítulo)
a renunciar a lo que constituye sin embargo su esencia y su originali-
dad.
Una última palabra: ¿cómo, en definitiva, bautizar esta música?
Personalmente estaríamos mucho más a favor de la adopción, desem-
polvada y redefinida a partir de sus fuentes, de la expresión "música
concreta". Primeramente porque nos une a un punto de partida histó-
rica y conceptualmente fuerte. Y segundo, porque hemos podido

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3. El compositor de sonidos fijados es, o se convierte, en el autor de
los sonidos sobre los que trabaja.
El compositor de sonidos fijados es el que asume la responsabilidad
...... de autor de sus sonidos en todos sus caracteres sensibles; sea que los
haya producido por sus manos o sea que, habiéndolos captado o hecho .
tomar de la realidad {más o menos solicitada por él o puesta en escena),
se los ha apropiado por el montaje, por el contexto en el que los ha
incorporado, o simplemente por su elección encre miríadas de posibles.

m 4. La fijación (la grabación) del sonido es un postulado de su tra-


Diez mandamientos para un arte de los bajo.
sonidos fijados Los caracteres sensibles del sonido {que están lejos de ser hoy todos
Jos repertoriados) pueden ser y son en general de una naturaleza tal, tan
frágil, particular y encarnada como la pincelada de un pintor o el tem-
A partir de ahora nos hallamos en disposición de proponer lo que se blor de su trazo, que no son aprehendibles más que fijados. En conse-
podría llamar los diez mandamientos de la música de los son.idos fijados, cuencia está fuera de lugar hacer que otro los "concretice" en tiempo
o los diez arrículos de una carta que funda el género. real por medio de una partitura. Para un compositor de sonidos fijados,
En esta cana, los dos primeros artículos son los únicos que retenemos si hay una música aproximativa es verdaderamente la instrumental.
explícitamence y directamente de Pierre Schaeffer, pero son fundamentales: Nada de extaño hay en efecto, según esto, en estas partituras moder-
nas trufadas de instrucciones del estilo "tomad la escobilla y frotadla
l. El compositor de sonidos fijados trabaja con sonidos y no con sig- circularmente sobre la caja", ya que está bien situado para saber que
nos escritos, en un vaivén constante en"tre el "hacer" y el "escuchar". este tipo de gesto, que practica él mismo delante del micro y el magne-
tófono, podrá dar en directo, de una ejecución a la otra, sonidos total-
2. Distingue completamente los sonidos de su fUente sonora. mente diferentes y sin relación alguna, eso en función no solamente de
En efecto, el compositor concreto no remite el sonido adonde ha veni- la persona del instrumentista, sino también del ejemplar instrumental
do, ya que ha renunciado a la presencia de la causa y sobre todo, sabe que utilizado, y de más sutiles inflexiones en el gesto motor. Es imposible
cortar el objeto sonoro de su fuente real -para hacer oír, si la ocasión se "obtener" tales fenómenos, sin la fijación y la posibilidad que ofrece de
presenta, fuentes imaginarias, incluso ninguna fuente- es el acto fundador rehacer el sonido a voluntad.
mismo de Ja música de los sonidos fijados. Sabiendo que por "fuente" es Pero es evidente que, incluso ejercida en las mejores condiciones y
preciso entender aquí, no solamente objetos tangibles y aparatos, sino con el máximo rigor, la música de los sonidos fijados tiene también sus
también toda la historia de las tomas de sonido, de las manipulaciones y propias aproximaciones, que su destino a seguir es trabajar lentamente
de las correcciones de las que ha surgido el ser sonoro que se escuchará en en reducir, como la música escrita ha empleado siglos para suprimir las
la obra terminada. suyas. AlJí donde las tendencias pueden diverger en el interior de esta

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música, para mayor beneficio de todos, es acerca de la naturaleza de las de la mezcla, y hasta la última corrección aportada sobre la última copia.
técnicas de "des-aproximación" utilizadas. En cuanto a lo que se llama " tratamientos" o " manipulaciones'' (palabras
La música llamada concreta postula por eso imperativamente tanto insidiosas porque permiten creer que se trabaja en algo que pre-existe),
el sonido fijado como el arte cinematográfico el movimiento grabado, 0
como la pintura la fijación del trazo y de los colores. - son de hecho, ni más ni menos que el rodaje inicial, actos de generación
sonora al completo.

5. Para el compositor de sonidos fijados, cada sonido nacido de 7. Para la música de los sonidos fijados, no hay sonidos que a priori
otro, en el curso de las operaciones de estudio, es un sonido nuevo. se puedan llamar "naturales".
El compositor no debe dejarse llevar por la historia de la fabricación No deberíamos permitir incluso, que se hable de "sonidos naturales"
de su obra, una historia de la que a menudo es el artesano solitario, para designar los sonidos captados por micro (llamados también, abusiva-
como si esta no fuera más que el desarrollo de un germen sonoro ini- mente, concretos), ya que esta fórmula sobrentiende una especie de estado
cial. Aquí, digámoslo, nuestras posiciones contradicen las de muchos de naturaleza de los sonidos rnicrofónicos, estado más o menos idealizado
músicos que trabajan en el género. o al contrario devaluado según las posiciones de cada uno. Porque un
La trampa, en esta música, parece ser en efecto detener su pensa- sonido creado por el gesto de un compositor que ha escogido su cuerpo
miento sobre el sonido de partida, para fetichizar este y encontrar allí sonoro -ya se trate de una cuerda de piano o de una tapa de l;lna olla- así
un garante de la unidad de la obra futura. Para el compositor de soni- como la manera de atacarlo, la técnica para grabarlo, etc ... , e5e sonido no
dos fijados, cada sonido nacido de otro debe ser un nuevo sonido que es ciertamente más "natural", más "ya ahí" que un sonido creado con la
hace olvidar el estado precedente, y así en adelante hasta el sonido final, ayuda de un sintetizador. Es sobre este punto que una ontología de la
el único que cuenta. música d~nominada concreta se distingue de la ontología del cine, tal
Conducir los seres sonoros escuchados en la obra final a no ser más como la ha definido alguien como André Bazin (Qu'est-ce que le cinéma?).
que los resultados de un material inicial "pasivo" y de manipulaciones
"activas", sería como buscar en el rostro de un recién nacido nada más 8. La noción de "trucaje sonoro" no es pertinente tampoco para la
que los ojos de su madre y la nariz de su padre, sin reconocerle su alien- música de los sonidos fijados.
to vital propio. Dado que no hay sonidos naturales en música de sonidos fijados, no
hay tampoco trucaje acerca de lo que sería la verdad de un sonido, su
6. La creación del sonido, en la obra de sonidos fijados, se realiza a autenticidad original: todo es creación.
lo largo de su composición. Esta música, que rechaza valorar los sonidos a priori por sus causas,
Habida cuenta de que con la infinita plasticidad propia al sonido impone en esto una revisión radical, no solamente de las concepciones
fijado, es decir con la riqueza de los medios de los que disponemos para antiguas, sino también de las ideas actualmente en boga, en las que no se
remodelarlo a través de su soporte, no se puede decir que la creación habla más que de máquinas, en consecuencia de fuentes sonoras, y jamás
sonora de las obras concretas esté circunscrita a una fase localizada del de sonidos. Para ella, que el sonido provenga de un resorte metálico o de
trabajo de composición; se hace continuamente, desde la primera graba- una máquina 4 X no tiene, desde el punto de vista de la obra terminada,
ción, la primera conexión a un sintetizador hasta la última dosificación importancia alguna.

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9. A las fuentes reales sustituye las "·fuentes imaginarias". su espmtu una cierta confusión. Pero están también aquellos que, a
Arrancando el sonido de su origen, debemos considerar entonces a veces los más dotados, abordan esta música como autodidactas, fuera
priori codas las fuentes sonoras como equivalentes en dignidad; no para de los Conservatorios, y pueden encontrar, en la formulación delibera-
evacuar de nuestro espíritu o del del oyente la inevitable cuestión de las
fuentes, lo que sería imposible, sino al contrario para confiar a la obra y
al oyente la clave de un nuevo reino: el de las causas imaginarias.
- damente normativa y rotunda que hemos adoptado aquí, elementos
para reflexionar y para situarse.

10. De entre sus máquinas, la música de los sonidos fijados distin-


gue entre aparatos de base y medios "ad libitum".
Si hay medios fundadores de la música de los sonidos fijados, y que
le siguen siendo esenciales, estos son entonces solamente Los aparatos de
grabación y de mezcla, así como los diversos soportes de fijación, disco,
cinta u otro; el resto no son más que fuentes sonoras, es decir todo lo
que se quiera que pueda permitir crear lo sonoro y remodelarlo.
Resulta que la música de los sonidos fijados ha dispuesto muy pron-
to, con la llegada en el inicio de los años 50 del magnetófono y de la
cinta, que permitían montar los sonidos, de la integralidad de sus
medios. Y contrariamente a las ideas recibidas, se encuentran en el
repertorio concreto "primitivo" unas obras superiores en el plano de la
cualidad técnica a las realizaciones más recientes. Los progresos a reali-
zar se sitúan en consecuencia solamente en el plano del lenguaje y de la
expresión, pero ahí, es un trabajo considerable el que espera a numero-
sas generaciones de creadores.

Estos "diez mandamientos", que respetan la infinita variedad de


actitudes personales posibles a par~ir de esta base común, nos han pare-
cido importantes de formular -aceptando el riesgo de una discusión- en
un momento en el que muchos compositores se encuentran confronta-
dos por sus estudios, sino por su vocación profunda, con los. magnetó-
fonos y los altavoces, y donde, siendo raramente enseñados por
personas convencidas en este dominio, no saben literalmente qué hacer.
Todavía más por la razón que el discurso actual, demasiado centrado en
las máquinas y no suficientemente en el espíritu del género, mantiene en

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tante en el que esta no se contentó ya más con los elementos clásicos:
notas, remas, melodías, arpegios, acordes. Todos estos términos, estrecha-
mente ligados al sistema musical tradicional y a su arsenal de instrumen-
... tos bien precisos, definían unidades referenciales, situando el sonido
musical como transparente a la composición. Desde el momento en que la
música quiso ampliar, como se dice, sus componentes, sea combinando de
modo diferente los sonidos de los instrumentos clásicos (por ejemplo con
la invención del "cluster"), sea modificando sus técnicas de interpretación
de estos, o aún recurriendo a fuentes sonoras nuevas -y por supuesto con
IV la trayectoria concreta y sus potencialidades inagotables de fabricar y de
El "material" en cuestión reunir sonidos sobre un soporte- estos términos clásicos no han sido sufi-
cientes. Se empezó a hablar de "bloques sonoros", de "complejos sono-
ros", de "masas sonoras" y más frecuentemente de "material".
l. Lo que estas nuevas expresiones tenían en común, es caracterizar el
Qué tenemos que ver con concepciones y charlataneas, se dice algu- elemento sonoro como algo material, opaco, imposible de reducir a coor-
nas veces. Lo importante, ¿no es primero crear? Pero el ser humano, denadas abstractas de altura y de duración. Introducen una eXt:erioridad
aunque fuera el más instintivo del mundo, está hecho de tal modo que del sonido en la composición. Este no es ya el elemento familiar que se
sus palabras y sus ideas le son tan necesarias para realizar música, como cree poder nombrar completamente, y que de entrada estaría "hecho
sus manos o sus orejas. Es preciso entonces trabajar no solamente sobre para" la composición, sino una arcilla informe a formar, un poder a
los sonidos, sino también sobre los conceptos a través de los cuales los domar o un substrato inerte. En resumidas cuentas, el término material
aprehendemos y los manipulamos. Y el concepto de "material" está en implica la idea de algo que preexistiría en el pensamiento creador y orga-
primera fila de estos compañeros de trabajo más o menos fiables. nizador, y que el compositor debe dominar manteniendo sus distancias
En la música denominada de vanguardia, en efecto, hay dos nocio- con él.
nes a las que recurren prioritariamente tanto los compositores como los
críticos, los intérpretes como los investigadores: son las palabras mate- 2.
rial y organización, a menudo articuladas conjuntamente como los dos La cuestión del sonido como material se plantea de manera más cru-
tiempos de una oposición. Este capítulo tiene por objeto recordar que cial con la música de los sonidos fijados, ya que en esta la realización
estas nociones y el dualismo que las une aún oponiéndolas están data- acústica de la obra reposa por completo en manos del compositor, al estar
dos, son históricos, y mostrar cómo su empleo mecánico, sin el comple- implicados en acciones comunes los dos niveles del material y de la orga-
mento de una puesta en cuestión, limita nuestro acercamiento a los nización. Pero es también con ella que el compositor corre el peligro de
fenómenos sonoros. cometer los mayores errores acerca de la naturaleza de su material graba-
El término material, para designar esto a partir de lo que trabaja el do y acerca de los pasos a seguir para componer con, o, como dicen algu-
compositor componiendo, apareció en la música occidental desde el ins- nos, para componer "lo".

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Muchos de ellos en efecto que se refieren a la dualidad soporte de fijación, sea al nivel de su átomo temporal (la más pequeña
material/organización reivindican al mismo tiempo la necesidad de duración audible, tal como la grabación sobre cinta y todavía más la
reducirla, y de ofrecer la indócil materia transparente a la composición, grabación digital permiten aislarlo), sea al nivel del átomo frecuencial
postulando que así se podrá alcanzar una unidad más perfecta. ..... (síntesis de sonidos complejos a partir de sonidos sinusoidales). Así es
Mientras que, dicen, la música tradicional no habría hecho más que como Stockhausen, en 1951, en su paso por el Groupe de Musique·
combinar sonidos pre-moldeados sobre el mismo modelC! de la nota ins- Concrete, se habría entretenido en cortar en micro-fragmentos graba-
trumental, la música contemporánea sería susceptible de hacer penetrar ciones de notas de piano preparado realizadas a gran velocidad para
la composición en el "interior" mismo del sonido. Prestemos atención volverlas a montar de otro modo, esperando así re-sintetizar el sonido a
seguidamente a esta metáfora, de la que volveremos a hablar. partir de sus átomos temporales; o también, en la misma época, fueron
Por ejemplo, según Gottfried-Michael Koenig ("Studium in Studio'', los electrónicos de Colonia quienes intentaron reconstituir timbres com-
1959), la música electrónica habría permitido "abandonar el concepto plejos combinando sinusoides. En los dos casos el fracaso fue patente, y
de instrumento y (... ) repensar la relación del acontecimiento aislado reconocido por los autores mismos de tales experiencias: los sonidos
(... ) con su contextura interna particular". No se compondría ya a par- obtenidos no tenían ni color ni personalidad. Si había interior del soni-
cir de sonidos con cimbres preparados sino, dice, se "compone el tim- do, no era por una síntesis de este tipo que se podía esperar controlarlo.
bre": formulación que continúan reivindicando los adeptos modernos La ilusión era de la misma naturaleza que la consistente par.a un pintor
de la síntesis sonora por ordenador. en creer que controlará mejor su pintura y podrá reconstitl.iir mejor un
En efecto de creer al compositor Tod Machover, quien dirigió la material nuevo si se ayuda con una regla y procede por pequeños cua-
investigación musical en el IRCAM (Quoi, Quand, Comment la drados o puntos microscópicos.
Recherche Musicale, p. 20), habría incluso permanecido como el pro- Ahora bien, las técnicas más recientes no han cambiado fundamen-
grama de los compositores actuales, a quienes preocuparía primeramen- talmente esta manera de pensar, sino que al contrario la han sistemati-
te la "exploración del mundo interior de los objetos sonoros y la zado. Siempre es el puntillismo aplicado a una escala colectiva,
elaboración de la música basada sobre sus partículas atómicas". Y sistemática y gregaria en la creación sonora. Resultado: en lugar de que
Pierre Boulez, en su artículo de 1955 sobre las posibilidades de la músi- los sonidos así creados se diferencien, se asemejan de una obra a otra, y
ca electrónica, "A la limite du pays fertile'', formulaba ya que el timbre de un compositor a otro.
"'combina, en el interior del fenómeno sonoro, las 3 dimensiones (... ) ¿No era el concepto mismo de "interior del sonido", de "interior del
altura, duración, intensidad" (R~levés d'apprenti, p. 217). Se trataría material" el que de entrada había tendido una trampa a esta investiga-
para Boulez, en música electroacústica, de escoger o de crear el material ción, en cuanto suponía ya resuelta, por el compositor, la cuestión de
"por las cualidades de estructura intrínseca que comporta" (p. 206). El los Límites donde se detendría este interior y comenzaría el exterior que
término metafórico de estructura "interna" del material sitúa entonces lo engloba (el contexto, el discurso), cuando este compositor no puede
a este como si fuera una masa, una materia que se trataría de descom- saber nada por adelantado? En el caso de la música para soporte por
poner en sus elementos constituyentes para controlarla mejor. ejemplo, producimos los sonidos no como masas inertes, sino verdade-
Aplicando la fórmula al pie de la letra, se ha supuesto en consecuen- ramente como fragmentos de discursos en los que determinamos segui-
cia que este interior del sonido era controlable materialmente sobre el damente el lugar en el puzzle de nuestra obra. Partimos entonces, desde

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la fabricación de los elementos sonoros, del nivel superior de la organi- sinte en general, es siempre ese sonido, único, emitido de una cierta
zación, por nosotros percibida clara o intuitivamente. mane(a con su timbre y su vibrato, fijado bajo esa forma segundo a
Un sonido es en efecto un fenómeno de conjunto, y queriéndolo segundo. Esto es un sonido concreto -no en el sentido dado a esta pala-
controlar por el micro-detalle, en su interior confundido GOn sus dimen- . ~ bra en los años 50, que querría decir sonido de fuente acústica, sino .-
siones materiales de duración y de frecuencia, pretendiendo determinar- concreto porque es una realidad sensible, estable y que presenta a la
lo punto por punto y no en un gesto global, se llega pronto, aún percepción una riqueza inagotable de aspectos, tanto como una fotogra-
armado con todas las máquinas posibles, a perder su verdadera apre- fía o una escultura.
hensión. Y el sentimiento de "dominio" con el que se engaña sólo es Pierre Boulez tuvo por otra parte esta intuición, cuando escribía que
mágico. con la música electrónica, "el músico deviene un pintor, en cierto
modo" (op. cit., p. 206). Pero sin extraer las consecuencias de su propia
3. formulación, ya que su análisis del género, como el de otros, oscurece la
Pero la palabra "interior" no es la única en condicionarnos. La de grabación y olvida que el pintor parte de la fijación. Lo que conduce al
"grabación" no es inocente tampoco, ya que parece decir que antes de autor a deplorar en el mismo texto la pretendida "imprecisión" de un
la grabación habría habido una realidad sonora viva de la que sólo que- medio de componer que se podría decir de hecho el más preciso de
daría la traza. Y deja creer que no se tiene más que la sombra de un todos, porque ofrece al compositor el acceso a una determinación com-
fenómeno, omitiendo decir que la realidad sonora que ha podido tener pleta de lo sonoro. El sonido no es efectivamente anotable integralmen-
lugar una vez no tiene ninguna importancia: de ahora en adelante, es su te sobre partitura (porque por otra parte ¿por qué debería serlo?), pero
fijación y la forma bajo la que es fijada lo que cuenta. en cambio, siendo fijado, podrá ser escuchado de nuevo tantas veces
Ahora bien, si se han recorrido las obras y los aráculos publicados como haga falta, reevaluado y reelaborado hasta la obtención del resul-
en diferentes lenguas sobre las músicas electrónicas y concretas -inclui- tado deseado ... La precisión que el compositor cree haber perdido, por
dos los escritos de Schaeffer himse/f -, no se encontrarán tal vez más de el hecho de no poder anotar abstractamente los fenómenos sonoros, es
diez líneas sobre la revolución principal que ha comportado la graba- entonces a nivel de sus técnicas por una parte y de su oreja por otra que
ción. Enumeran las posibilidades que ofrecen estas músicas para crear necesita reconquistarla.
sonidos nuevos, transformar lo grabado, agrandar por el micro fenóme- Será preciso interrogarse un día sobre esta sordera profesional de los
nos acústicos sostenidos, etc ... -todas cosas practicables desde algún músicos de formación escrita que, con muy pocas excepciones, han per-
tiempo también en tiempo real- pero silencian el punto específico y fun- manecido indiferentes a la grabación en tanto que fuente creadora, e
damental: esta capacidad que ofrece el aparato de fijar, para convertir- insensibles al interés de disponer (por primera vez en la historia huma-
los en elementos de una composición, las más fugaces y más íntimas na) de sonidos totalmente controlables por ellos -únicamente porque al
vibraciones del sonido incluso el más clásico o el más banal. mismo tiempo en que disponían de ellos, no podían dar cuenta de ellos
En las obras de sonidos fijados, que encuentran en la grabación el paralelamente bajo una forma diferente a La sonora.
principio mismo de su existencia, nunca se tiene relación con los soni- Esta última formulación puede parecer burlesca, pero en ella reside
dos en abstracto, sino siempre con un fenómeno particular y encarnado: verdaderamente la condición puesta por los espíritus tradicionales a un
un sonido de violín o de sintetizador no es un sonido de violín o de dominio de los sonidos ya sean codificados previamente, bajo forma

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verbal, gráfica o matemática, etc ... como si la certidumbre de encontrar poder negar, en pincura, la noción de color en tanto que percepción
cal cual el sonido fijado sobre su soporte no les bastara. De este modo autónoma reduciéndola a los valores primarios de los que cada matiz
ha sido ocultada por ellos la problemática de una puesta en cuestión de no sería más que la combinación: ver por ejemplo como Henr i
su propia escucha. . . ~
Pousseur, en sus Fragments Theoriques l sur la musique expérimentale,
Lo que nos lleva, de hecho, a considerar la percecpión sonora como p. 208, hacía derivar la percepción de "grano" de las oscilaciones de la
una percepción singular porque no sería controlable perceptivamente - estructura armónica. Y Pierre Schaeffer mismo, en algunas páginas del
poniendo aparte, ciertamente, los valores tradicionales (altura, dura- Traité des Objets Musicaux no ha quedado al abrigo de un " reduccio-
ción, intensidad), sobre los que el juicio del oído continúa siendo tenido nismo" de este orden, con su teoría de los eres campos perceptivos.
por fiable. Por el contrario, todo lo que competería, a la materialidad Del mismo modo es sorprendente ver como, en los textos consagra-
concreta del sonido -grano, masa, fenómenos energéticos- por oposición dos a la música concreta por sus detractores pero también por sus pro-
a los valores abstractos y anotables de los que es eventualmente el sélitos, puede ser negligida, completamente olvidada la fase del rodaje
soporte, dicho de otro modo codo esto que en el sonido es propiamente sono ro, donde los sonidos son producidos delante de un micro para la
sensorial tendría en el oído -¡colmo de la paradoja!- el menos fiable de fijación sobre cinta -mientras que las obras para cinta son a menudo el
los juicios. Para aprehenderlo, sería preciso apoyarse en programas, resultado, total o parcial, de tal operación. Se deja entender al contrario
concepcos, notaciones y esquemas de conexión. Ahora bien, la música que no habría más sonido controlado que el instrumental, electrónico o
de los sonidos fijados nos propone otra cosa: no una dimisión de la sintético, y que a partir del momento en el que se pasa por un micro y
escucha, sujeta a referencias gráficas, anotadas o cifradas, sino una rea- fuentes acústicas, no se trataría más que de recolectar pasivamente los
propiación controlada y creadora, por el compositor, de su propia per- sonidos del entorno. Del mismo modo cuando se califica (en Schaeffer
cepción. igual que en Boulez) de "sonidos naturales" los sonidos acústicos coma-
dos por micro, o bien, en el mismo sentido, de "sonidos concretos".
4. La palabra "natural" no está ahí fortuitamente; es verdaderamente
Repárese que, como corolario de esta débil confianza que sitúan en una ideología naturalista la que se anuncia en estas expresiones diversas
la escucha y en su perfectibilidad posible, una certidumbre se anuncia que se emplean desde hace un siglo para designar los sonidos que un
implícitamente en los textos de muchos de estos compositores de escri- compositor es susceptible de crear con los nuevos medios: las expresio-
tura, que no hay en la nueva música ningún criterio sonoro inédito que nes de "universo sonoro", "océano de los sonidos", "selva virgen" o
esperar descubrir -y que los nuevos materiales no pueden y no deben "jungla" ... Todas escas fórmulas (entre las que no desmerece, aunque
aprehenderse más que a partir de valores conocidos-. En sus textos, no tomado prestado del título de un cuadro de Klee, el "país fértil" boule-
se traca más que de duraciones, de timbres, de dinámicas y de alturas, es ziano) se exigen para situar el sonido como si se desarrollara solo bajo
decir de "parámetros" clásicos pegados a una realidad sonora que les la acción de fuerzas espontáneas. El sonido no-instrumental, ya sea elec-
sobrepasa por doquier. trónico o acústico, ve atribuirse una pre-existencia fatal, proliferante e
y cuando se encuentran aquí o allá los caracteres audibles tomados irreprimible, propia para descorazonar por adelantado la creatividad de
en cuenta, es la mayor parte del tiempo para reducirlos a los fenómenos los compositores e incitándolos más bien a ser, no dinámicos fono-crea-
acústicos ya circunscritos por la música tradicional -como si se pensara dores, sino severos y temerosos censores de esta vitalidad desbordada.

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Sin duda, ciertos sistemas de generación sonora modernos, concebi- diferentes versiones que la manipulación le ha dado de la señal grabada
dos para funcionar con piloto automático o semi-automático, ofrecen a en el inicio.
estos clichés una apariencia de justificación, pero después de todo ¡un Y sin embargo, este sonido obtenido por una cadena de manipula-
automatismo no está hecho para controlarse o pararse! En comparación ~~
ciones puede haber encontrado, al término de estos tratamientos, una
con eso, muchos sonidos de la música concreta exigen un mantenimien- forma estable, autónoma, y no presentar nada en esa forma y esa mate-
to activo y permanente, son los sonidos que el compositor debe conocer ria que denuncie la "deformación" o el "trucaje". Por eso se puede pro-
bien para que duren, y que en consecuencia no cesen de permanecer poner en este caso hablar, mejor que de manipulación, de "modelación"
bajo su control de un extremo al otro. o de "moldeado", por analogía con las técnicas consistentes en tomar
Se trata entonces para el compositor de apropiarse el mundo acústi- una materia informe para darle, manualmente o con la ayuda de una
co, en el que se puede mostrar can creador como en el mundo visual, si máquina, una forma que subsistirá al endurecerse. Esta materia infor-
consiente en utilizar los medios a su disposición. Se tratar de osar ser me, es por excelencia el sonido fijado, en tanto que el proceso de crea-
foniurgo. ción de la obra no es considerado por el autor como acabado.
Al contrario de lo que hacen los compositores actuales, cuando se Para demostrar que la manipulación es en ciertos casos un acto de
refugian en lo "visual", ya se trate de la pantalla de su sistema Midi o creación sonora al completo, basta con tomar un fragmento de cinta
de su papel reglado. Temen perderse con el sonido. Son, podría decirse, magnética sobre el que esté fijado un sonido sinusoidal: rqoviéndolo
fonofóbicos. manualmente contra la cabeza de lectura de un magnetófono analógico,
se generan líneas quebradas sonoras cuyo trazo es dirigido por la mano,
5. y que una grabación sobre otro magnetófono permite ir grabando. Se
Pero nuestro foniurgo afronta, con el soporte, una tentación más ha utilizado entonces, en cierta medida, la señal grabada como la puma
sutil: la de fetichizar el sonido inicial grabado sobre cinta (o sobre otro de un lápiz dirigida por la mano. Hablar en este caso de sonido sinusoi-
medio de fijación), del que parte para multiplicarlo y reunirlo, supo- dal manipulado, sería como decir un "dibujo de lápiz", sin atender a lo
niendo que sobre este fragmento inicial de cinta o de disquete habitaría esencial, es decir el contorno trazado.
su impalpable "material". Otro caso, tan elocuente, es el de la variación de velocidad.
Ahora bien la señal grabada, de cualquier fuente que provenga, no Tomando un Do de piano grabado a una cierta velocidad, la lectura a
merece este nombre: es demasiado plástico para ella, no tiene las pro- otra velocidad producirá instantáneamente un Re o un La bemol, lo que
piedades que supone y que soo la resistencia y la persistencia de una no autoriza a pretender que este La bemol se ha extraído del Do.
cierta identidad a través de las deformaciones inflingidas. Cierto, se dirá, pero el timbre, permanece a través de esta manipula-
Según las señales en efecto a las que se apHcan las operaciones que ción. Sin embargo, no permanece siempre, ya que la transposición de
se denominan "manipulaciones", la alteración que los elementos graba- ciertos sonidos altera su fisionomía general de un modo que no lo hace
dos sufren puede llegar hasta borrar todo parentesco con el sonido de su altura.
partida. Ya una cinta magnética invertida nos hace oír un sonido dife- Esta tendencia engañosa a identificar la señal grabada en la cinta
rente. Solamente, porque ha partido de un mismo fragmento, el compo- magnética con un material que poseería una relativa estabilidad ha teni-
sitor tendría tendencia a creer que subsiste una semejanza entre las do consecuencias funestas, particularmente la de hacer a los composito-

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res desatentos respecto a la coloración con la que impregnan sus sonidos Retomando una frase del pionero alemán de la música electrónica,
cuando los transforman con la ayuda de ciertos aparatos o tratamientos Herbert Eimert, que afirmaba, a propósito de las primeras obras sinteti-
digitales. Obstinados en acechar detrás del resultado tratado la huella del zadas, que "los cálculos musicales deben co(i)ncidir con la materia
"material" original, el compositor ya no presta atención a lo que este soni- ... musical", Adorno replicaba, en el artículo al que hacemos alusión, que
do presenta de nuevo. Se podía ya observar este fenómeno con el modula- "la cuestión es saber si tal concordancia es posible. Exigirla ¿no implica ·
dor en anillo, del que se consideraba que no podía operar más que una suponer la identidad de la materia y de la "manipulación"? y el filósofo
translación del espectro, pero en realidad daba a todo lo que tocaba un tim- recuerda que "la materia no es simplemente subjetiva, esconde un ele-
bre crepitante característico, como en una película en la que todo hubiera mento extraño y heterogéneo al sujeto (... )pero no es idéntica al "cálcu-
sido captado a través de un filtro de color. Los compositores no parecen lo musical", o al acto del compositor( ... ) Sería mejor reconocer esta no
haber tomado en cuenta este fenóme.no, y detrás del velo uniforme y grisá- identidad y asumirla". No se puede más que subscribir esta puntualiza-
ceo que el Ringmodulator o tal tratamiento digital depositan sobre los soni- ción, aplicable hoy más que nunca.
dos, continúan alucinando lo abigarrado de sus "materiales" iniciales. Ciertamente no se trata de disociar la composición de la determina-
De hecho, el efecto de una manipulación sobre un sonido es imprevisi- ción del sonido. Una y otra están estrechamente ligadas; pero no en un
ble a priori sobre el papel, no entra en una regla general. Tal señal grabada sentido unívoco, redundante, en el que el material indicaría la disposi-
puede, siguiendo lo que se le hace, engendrar un sonido derivado que se le ción que sería suficiente seguir a partir de ese momento, o bien inversa-
parece como un hermano, y en otro caso, no ser más que una materia plás- mente donde la composición sometería el material totalmente y sin
.1--
tica sin contornos en la que diferentes acciones de "modelación" y de "tra- - ,,.;·
residuo. Si se compone, es a la vez con y contra el sonido, contrariando
zado" ofrecerán una nueva identidad. eventualmente, por montaje o por la entrada en conflicto de otros soni-
Para esta música, lo hemos dicho, la fabricación del material sonoro no dos, su movimiento "natural". Esto a la inversa del cliché habitual en Ja
se termina más que en el momento en el que se ha dado la última mano a la música sobre cinta, en la que las obras tienden a presentarse como flu-
realización de la obra. El material no está dado en el inicio; como para el jos, continuidades, procesos de masa que no hacen más que extender a
pintor su materia visual, no es un punto de partida, sino el punto de llega- las dimensiones de una secuencia entera la curva preexistente de un
da, el término. Mientras que simétricamente, la composición se inaugura sonido. En lugar de ir pasivamente en el sentido que indica, o al contra-
con el primer sonido fijado. rio desconocerlo totalmente, puede ser más interesante cuestionar el
material, interrumpirlo -aunque para ello sea preciso estar atento a lo
6. que es, a lo que dice.
Pero la creación del material y su organización, aún conducidos en Se debe aceptar entonces que el sonido conserva hasta el final una
paralelo, no son sin embargo una sola y única operación, según el unitaris- cierta exterioridad al pensamiento composicional. Pero se trata tam-
mo vulgar que ya denunciaba Adorno ("Vers une musique informelle"). bién, al mismo tiempo, de no reificar ni el material, ni la organización
Hay en efecto una manera idealista de negar en lo absrracto toda cesura en un estadio o en un aspecto particular de la realización de la obra. Y
entre el material y el pensamiento, en nombre de un monismo decretado de aceptar dejar abierta y flotante la definición de sus límites respecti-
por adelantado; es la trayectoria de Xenakis y de gran parte de los músicos vos. Esto, para no correr el peligro, por una parte de relajar la atención
actuales. al devenir de la materia sonora a medida que avanza la composición; y

38 39
por Otra de cerrarse a las proposiciones formales contenidas en esta
materia, que de todos modos no son impuestas por ella, sino que resur-
gen a través de una proyección, de lo que el músico invierte en ella.
Se requiere un nuevo tipo de atención, en la que el compositor se
mantenga de un extremo al otro del trabajo en estado constante de dis-
ponibilidad perceptiva y de actividad composicional. No debe pensar en
su material sonoro como ya existente, ni relajar su vigilancia auditiva,
porque siempre está haciéndolo, viviéndolo y redescubriéndolo, hasta el
último momento.

V
Técnica y tecnología en música de los sonidos fijados

l.
¿Con qué se identifica hoy la música sobre soporte? Pr~eramente
con una cuestión de aparatos y de máquinas. Demos entbnces una
oportunidad a esta idea recibida.
Se ha convertido en una banalidad en efecto decir de una forma de
arte que está condicionada por las técnicas que emplea. Ante la llegada
incesante de nuevas máquinas, el compositor de hoy estaría incluso
inclinado a considerar la invención artística de ahora en adelante a
remolque de lo tecnológico. Sin embargo la historia muestra que este no
es el caso, y que la relación entre uno y otra siempre fue mucho más
contradictoria. Ocurre a menudo que las máquinas esperan años, una
vez concebidas, para encontrar su empleo, y que inversamente una
demanda artística o económica importante estimula la eclosión de nue-
vas técnicas que hasta entonces nadie habría considerado.
Por ejemplo, los medios técnicos del cine hablado existían veinte
años antes del nacimiento del género, y para que el cine mudo cesara de
existir, no habría tenido que perfeccionar en suma más que algunas pro-
piedades. Pero un conjunto de determinaciones comerciales, artísticas y
socio-económicas ha mantenido largo tiempo al cine hablado en el esta-
dio de curiosidad, de atracción para la primera parte de la sesión, y no

40
41
ha sido más que con el éxito en 1927 del Cantante de jazz cuando ha do óptico sobre película de montar los fragmentos sonoros. Un perio-
suscitado un entusiasmo de masas y ha podido imponerse. En el inter- dista da cuenta en La Revue du Cinéma:
valo, el cine había sabido aprovechar la tregua que se había acordado
antes de devenir sonoro para preparar, en la intimidad de lo mudo, un
arce visual de una sofisticación muy grande, arte del que lo hablado, en
consecuencia, ha recogido los frutos. Una bella lección de resistencia
- "La obra se llama Week-End: relata por medio de ruidos familiares,
rumor cotidiano, sonidos de la naruraleza captados por el aparato, la
transición del día de trabajo a la noche de fiesta, el domingo al aire
libre y la laxitud después de la vuelta al trabajo el lunes por la mañana
para reflexionar. (... ). La realidad banal, pero transpuesta y magnificada por la lógica del
Sobre este modelo, es corriente ver alinear la música de los sonidos desglose."
fijados, llamada acusmática o concreta, al número de las artes que Muy bien, pero lo que este reportaje no precisa, curiosamente, es si
deben su existencia a la aparición de nuevas tecnologías. Si eso fuera los sonidos han sido dirigidos o no, es decir emitidos intencionalmente
tan simple, se estaría sorprendido del intervalo de tiempo que separa la con vistas a la toma de sonido, o bien -lo que el autor parece hacer
aparición hacia 1877 de la grabación sonora (Fonógrafo de Edison o creer- solamente tomados en vivo. Cuando se escucha la obra hoy, pare-
Paleófono de Charles Cros) de las primeras tentativas que se hicieron ce evidente sin embargo que no han podido ser más que "realizados
para explotar arústicamente esta invención, o sea un intervalo de seten- para". Evidente al menos para quien ha hecho grabación sonora, y ha
ta años. vivido la dificultad que representa obtener aunque sólo sea un sonido
Así, mientras que la invención de la fotografía animada (que tam- aislado de los otros. Cuando se escucha por ejemplo en Week-End lo
bién era una grabación de lo efímero, es decir del movimiento visual) ha que parece ser una sierra acometiendo la madera, todo eso en medio de
despertado muy pronto el interés de los artistas, inspirándoles el deseo un gran silencio, se sospecha que ahí no hay nada de espontáneo. Ha
de no reproducir solamente lo existente sino de producir también un sido necesario arreglárselas para evitar todo ruido simultáneo o vecino,
mundo visual original -la invención muy anterior de la grabación sono- escoger la hora y el lugar en el que ningún estrépito perturbara la gra-
ra ha esperado setenta años para verse explotada por un compositor- el bación. A partir de ahí, no se entiende por qué el realizador se hubiera
cual (hablamos por supuesto de Schaeffer) por otra parte ¡le negaba a prohibido dirigir la sierra, exigirla más rápida o menos rápida, y por
veces la calidad! otra parte ¿qué le impediría "interpretarla" por sí mismo?
Se podría ver la causa en la calidad mediocre atribuída a las prime- ¿Por qué entonces, implícitamente, haber hecho creer en una capta-
ras grabaciones. Sin embargo, hoy cuando las máquinas han progresado ción neutra? Y ¿por qué, todavía hoy, la mayoría de los oyentes a quien
considerablemente y están a disposición de todos, no se continúa menos se les descubre esta obra hablan de "sonidos anecdóticos" o de "soni-
poniendo mala cara a las capacidades creadoras del aparato grabador. dos recuperados", en los mismo términos en los que hablan de músicas
Para comprender algo, tal vez sea necesario remontarse hasta 1930. concretas? Si eso se debe a algo, es primeramente a una cuestión de
palabras.
2. Los compositores concretos, en 1991, siguen sin encontrar las pala-
Este año es en efecto cuando el cineasta alemán Walter Ruttmann bras adecuadas a su práctica; lo que repercute en la dificultad que conti-
rueda una filmación singular, un filme sin imágenes reducido a una núan teniendo para hacerla comprender, y en los a priori que los
"cinta-sonido", a partir de la posibilidad de nuevo ofrecida por el soni- oyentes parecen conservar "espontáneamente" para consigo. Por ejem-

42 43
plo, con una constancia infalible, sobre todas las latitudes y para todos fenómeno ya existente (este encuadre, en el sonido, se efectúa mucho
los públicos, resurge la idea de que todos, en tamo que somos, los com- más sobre el tiempo que sobre el espacio: esto es un "crono-encua-
positores del sonido fijado, somos recuperadores y coleccionistas de dre" ). El cine, subrayémoslo, no se incomoda por combinar acciones
sonidos, incluso cuando sabemos que los hemos fabricado con nuestras ~ .. queridas, puestas en escena, preparadas, iluminadas, etc ... , con elemen-
manos. tos naturales. de luz y de decorado. Nada le impide hacer lo mismo a la
Para todo el mundo, la imagen es algo que puede crearse o recrear- música de los sonidos fijados, y sin embargo son pocos los que se lo
se: no se duda en dar un valor artístico a una simple fotografía; el soni- permiten.
do, no podría más que atraparse al vuelo y recuperarse. ¿De dónde El problema del rodaje sonoro es solamente de orden, podría decir-
viene tal a priori? De nada diferente, de hecho, más que de nuestro pro- se, psico-social: no reside más que en la apariencia exteriormente cómi-
pio discurso. ca, incluso vergonzosa, que esta etapa del trabajo puede revestir a los
Aunque sólo sea al hablar de "toma de sonido", para designar la ojos de los compositores tradicionales y de las instituciones. Del mismo
etapa de fabricación de la materia sonora inicial. Lo que es una expre- modo como la creación de un Rembrandt o un Picasso, espiado por un
sión técnica, designando sólo una captación en exteriores o en estudio. neófito, evocaría un happening sin método, el rodaje sonoro de una
Como si para un filme no se dijera nada más que "toma de vista", evo- música concreta es una operación que, para un observador ignorante,
cando solamente la captación técnica de la realidad pro-fílmica, y omi- puede parecer una payasada, empírica y desordenada: ¡consiste en tri-
tiendo precisar, con la ayuda de un término especial, que esta última es turar, desmenuzar objetos de plástico, madera, metal, practicar con
organizada, escogida y encuadrada por una voluntad en el espacio y en corrimientos de agua, acariciar cuerdas, romper platos! Nuestros com-
el tiempo. positores se han sentido en consecuencia más valorados siendo foto-
De hecho, el cine dispone de otra palabra que refleja la dimensión grafiados ante una panta!Ia de ordenador que ocupados en frotar un
creada de la toma de vista, la de rodaje. ¿Por qué no decir rodaje sono- cuerpo sonoro o en interpretar con puertas de armario, incluso cuando
ro, cuando un compositor suscita o crea de una pieza unos sonidos que la informática -caso muy frecuente- los conduce a sonidos desprovistos
son mucho más su creación de lo que puede serlo una fotografía? de interés, y que los medios acústicos, que excluyen emplear, les ofrece-
Se podría objetar que rodaje sonoro, no es más que una expresión rían mejores proposiciones sonoras.
transpuesta del vocabulario cinematográfico. Pero el cine no se ha pri- En este sentido, mucho más que valorar los sonidos banales por
vado de tomar en otras disciplinas para designar sus aspectos técnicos y fuentes prestigiosas, como se hace muy a menudo (con revelaciones del
creativos; y es a partir del teatro· y de la ópera, por ejemplo, que ha tipo: "He grabado estos ruidos pedregosos en el VaUe de la Muerte",
hablado de director, de decorado y de actores. "He trabajado con una 4X"), ¿no sería más interesante, como expe-
¿Qué es un rodaje sonoro? Nada más, de hecho, que el acto de fijar riencia, que el compositor conserve el secreto -un secreto generador de
alguna cosa sonora en la que se instituye el autor parcial o total -sea respeto, y sobre todo factor de concentración sobre el sonido- respecto
que se haya creado los sonidos por sí mismo, frotando, golpeando, agi- a las técnicas y fuentes movilizadas en sus rodajes sonoros?
tando, removiendo, soplando, etc ... , sobre y en los materiales y objetos Algunos pueden preguntarse, sin embargo, si los cambios técnicos
diversos, o aún accionando los mandos de una fuente sintética -sea que del soporte no van a cuestionar la fabricación misma de esta música, y
se haya apropiado , por elección o encuadre, la grabación de un por tanto su espíritu. Es esta una cuestión que no podemos eludir.

44 45
... .
.) una trampa . En particular las que presumiblemente ayudan a trabajar el
Cuando Schaeffer inventó su música concreta, no disponía aún más sonido "visualizándolo", como los analizadores de espectro de los que
que del simple disco, que difícilmente permitía el montaje. El magnetó- están equipadas hasta las cadenas alta fidelidad del comercio. Estos apa-
fono no se impuso en Francia más que un poco después, daf\do al com-
positor, con la cinta del casete magnético, la posibilidad de cortar y de
recombinar los sonidos a voluntad, como el sonido óptico lo había per-
- ratos, en efecto, no hacen más que traducir cantidades acústicas físicas,
que tienen poco que ver con lo que se escucha. Ahora bien es evidente que .
la audición es influenciable por la visea. En el cine, por ejemplo, se cree oír
mitido a Ruttmann. La música de los sonidos fijados tenía desde enton- el sonido llegando de la fuente visible en la pantalla y desplazarse con ella:
ces el conjunto de sus medios técnicos esenciales. lo que ilustra el fenómenos que bautizamos como audiovisión. Del mismo
Algunos emiten la hipótesis, sin embargo, que la substitución de la modo, si se trabaja sobre un sonido refiriéndose a una imagen fabricada
cinca magnética por el ordenador, para conservar y tratar los sonidos, por un aparato que no es capaz de expresar más que medidas en nivel y
pronto va a trastornar el género. en frecuencia, se corre el peligro -lo que ocurre frecuentemente- de creer
De hecho, hoy, los soportes de sonido son más numerosos y diversos oír lo que se ve, y sobre todo de no oír lo que no se ve. Es lo que llamare-
de lo que lo han sido jamás: cinta magnética lisa o perforada, audio- mos, simétricamente, una ilusión visu-auditiva, en la que, por ejemplo, se
casetes estandarizados, Digital-Audio-Tape, pista óptica de película, tiene la impresión de oír la franja aguda que os señala la imagen de un
microsurco, disco compacto, disquete de ordenador, disco duro, disco analizador de espectro, mientras que no se percibe un color característico
óptico e incluso ¡casete video estéreo alta fidelidad! de la "masa" del sonido que el aparato no está equipado para s"eñalar.
Ahora bien, nada obliga al músico de sonidos fijados a conservar el Tales visualizaciones equivalen, de hecho, a notaciones prematuras
mismo soporte, escogido entre todos estos, de un punto al otro de la que engañan la escucha. Ya un ser humano, apenas cree en sus ojos; tra-
cadena de fabricación y de difusión de su obra. Puede pasar muy bien tándose del sonido está todavía menos inclinado a creer en sus orejas .
de uno al otro por reemplazamiento, según lo que cada uno permita en Ahora bien, esta es la novedad propuesta por la música de los sonidos
cada etapa: los que están mejor adaptados a la toma de sonido en exte- fijados, para su oyente como para su compositor: aprender a creer en sus
rior serán empleados en este estadio; otros, propicios al montaje, no orejas, prescindir de la interpretación visual para escuchar el sonido o la
intervendrán más que para esta fase de realización. Otros aún, que letra.
garantizan una conservación estable, servirán para fijar la versión-
marco de la obra. Finalmente, según las condiciones particulares de su 5.
difusión, podrán ser extraídas unas copias sobre soportes variados. Diciendo esto, siempre perseguimos obstinadamente la misma idea: se
A partir de ahí, corresponde a cada músico encontrar su fórmula sin trata de reafirmar que la técnica de la música concreta no es su tecnolo-
dejarse impresionar por el aire del tiempo, ni por los que querrían gía; dicho de otro modo que un conjunto de aparatos, aún abierto y cons-
imponerle máquinas preparadas. Y en consecuencia, no será la apari- tantemente enriquecido, no es suficiente para definir una técnica, igual
ción de un soporte nuevo lo que podrá ser determinante. como la técnica de un pintor no se reduce al catálogo de los pinceles, de
los pigmentos y de los sopones que emplea, sino que corresponde a una
4. cierta manera de emplearlos y eventualmente de fabricárselos que le son
Pero una máquina no es solamente un auxiliar, puede ser también propios.

46 47
Para eso, el compositor puede acudir a una gran variedad de opera- A partir de ahí, se ve que la elección de los aparatos a emplear en
ciones y de instrumentos, a máquinas ciertamente pero también al gesto, música de sonidos fijados no está ligada a criterios académicos, y que
la tijera de montaje, y, para las fuentes del sonido, a todo lo que puebla no existen aparatos ideales en sí. La única vez en ia que el compositor
el universo. Sus técnicas pueden implicar acciones manuale~, directamen- puede exigir de su material una fidelidad óptima, es decir una restitución
te por el gesto o indirectamente manejando mandos de aparatos -y estas exacta y neutra de la señal, es cuando debe fijar la versión-marco de la
acciones son iguales en importancia y en dignidad-. obra y extraer las copias. El resto del tiempo puede emplear -lo hemos
Tomemos el ejemplo de un sonido inicialmente extraído del sintetiza- hecho a menudo- micros y grabadores de calidades diversas que no tie-
dor: se puede, una vez transcrita esta señal sobre soporte, leerla en un nen las sensibilidad máxima, pero en cambio dan el color buscado. Un
magnetófono influenciando manualmente el paso de la cinta y a partir aparato de sonido no es nunca neutro, y eso beneficia al compositor de
de él crear, por las variaciones de altura y de color así provocadas, otro sonidos fijados, cuya paleta de posibilidades se encuentra así ampliada.
sonido, que fija la grabación. En este caso, la creación del sonido habrá Otro obstáculo a una práctica libre de esta música de sonidos fijados,
seguido una cadena electrónica y después mecánica. Otro caso, más es la espera (forzosamente frustrada) de " la" máquina milagrosa que
extendido, y donde el trayecto es inverso, es· el del sonido instrumental o reuniría y reemplazaría a todas las otras, dispensando al compositor el
vocal tomado por un micro, después modulado a través de un tratamien- inventar sus técnicas personales. Desde Schaeffer mismo, en quien este
to electrónico. Lo esencial, en cada vez, sigue siendo el sonido final, y fantasma debe existir un poco, se ha tenido tendencia, en el campo de la
escoger en el proceso de su creación las etapas mecánicas y las etapas música electroacústica, a soñar con la máquina de sonidos universal, el
electrónicas no tiene casi más que un interés anecdótico, y sobre todo, "órgano de sonidos", especie de navaja suiza permitiendo hacer todo, de
ninguna pertinencia en cuanto a la apreciación musical y técnica del la grabación al montaje electrónico (sin intervención manual con tijeras)
resultado. pasando por los tratamientos. Esta máquina no existe, y no se ve por
Formulemos nuestra idea de otro modo: igual como en el cine, que es qué sería necesario desear su llegada. Ya que en general, estas maravillas
un arte permitido por las máquinas y no un arte mecánico, la música de del tratamiento informático de los sonidos del que se espera mucho
los sonidos fijados no es una música de máquinas, sino una música per- hacen bien alguna cosa particular y mal, ciertamente no del todo, las
mitida por las máquinas. otras. Más vale entonces, por el mismo precio, disponer de diez aparatos
diferentes que de uno solo muy grande, muy caro, y forzosamente limita-
6. do.
Por otra parte, si esta música quiere llegar a ser lo que es en potencia, Este señuelo de un aparato único, mágicamente adaptado a la univer-
una pintura en el tiempo hecha con sonidos (figurativa o abstracta, no salidad de las necesidades, pretende evidentemente paliar en los compo-
importa), debe liberarse de toda limitación de "alta fidelidad", y en sitores la ausencia de una concepción clara de su proyecto: cuentan con
general de las normas establecidas acerca de lo que un sonido debe ser. la unicidad de la fuente para garantizar la coherencia del resultado. Pero
Al contrario puede acordarse, respecto a la definición de este sonido, la cuando la idea concreta, es decir el principio de la fijación de los sonidos
misma libertad de la que disfruta la fotografía en referencia al grano, lo sobre la tela acústica, que por él solo realiza la unidad de este campo,
movido, lo impreciso y a otros "defectos" susceptibles de devenir dimen- esté bien confirmada, no se debería tener dificultad en concebir que pue-
siones expresivas. dan ser movilizados, sobre una misma obra, los medios más dispares.

48 49
da o derivada, en el sentido en que se podría nombrar de este modo el
registro de los sonidos (del grave al agudo), la duración de la obra o
cualquier otro carácter -sino en el sentido concreto de las tres dimensio-

- nes en las que los cuerpos se desplazan: está definido por la posición
aparente de los sonidos o de sus fuentes imaginarias en estas tres dimen-
siones, y por la sensación del lugar en el que estos sonidos parecen reso-
nar.
Ahora bien, quien tiene una cierta experiencia de la música de los
sonidos fijados sabe que las dimensiones espaciales le son dadas desde
VI el trabajo mismo de construcción de la obra. Este espacio contenido en
Los dos espacios el soporte de grabación, y que es tan constitutivo de los sonidos como
su altura, su timbre o su grano, es en consecuencia lo que puede llamar-
se el espacio interno de la pieza de sonidos fijados. No se oye nunca
1. mejor que cuando es difundida en las condiciones mínimas y suficientes
La obra de sonidos fijados es un producto de estudio. Ofrecerla en para ofrecer el exacto semblante, y sin intervención en el transcurso de
concierto, es como exponerla al aire libre. ¿Cómo hacer para que se la lectura: por ejemplo en un pequeño estudio con acústica neutra y
muestre? Partiremos de nuevo de la cuestión del espacio. seca -reglando la intensidad a un nivel dado que no varía. Pero enton-
Para una pieza de música de sonidos fijados, existen dos niveles de ces, ¿para qué el concierto?
espacio -el espacio interno a la obra misma, fijado sobre el soporte de Lo que parecería más lógico, en efecto, cuando la obra es ofrecida
grabación (y caracterizado por rasgos tales como los planos de presen- en público, sería no añadir nada y contentarse con regular los niveles
cia de los diferentes sonidos, la repartición fija o variable de los elemen- sonoros con anterioridad, después difundir la pieza en escucha llamada
tos en las diferentes pistas, los grados y calidades diversas de la directa, con tantos altavoces y vías como pistas hay en la cinta, ni más
reverberación en torno a estos, hasta su ausencia total incluso, etc ... ), y ni menos. Aquí es cuando los compositores concretos, es sabido, dejan
por otra parte, el espacio externo, ligado a las condiciones de escucha de ser gentes lógicas, ya que se empeñan en intervenir la mayor parte
siempre particulares de la obra: perfil acústico del lugar de escucha; del tiempo en directo para, por los medios de lo que llaman difusión,
número, naturaleza, y disposici.ó n de los altavoces; utilización o no de espacialización, proyección sonora o cualquier otro término, complicar,
filtros y correctores durante el concierto; intervención en el control del distribuir, redoblar, amplificar, contrariar, desmultiplicar y recubrir los
sonido de un intérprete humano o de un sistema automático de difu- efectos espaciales internos a la obra por una puesta en espacio externa.
sión, etc ... La experiencia prueba sin embargo que en el mejor de los casos,
Como se ha visto, lo propio de la música de los sonidos fijados es estos efectos suplementarios son útiles para manifestar y magnificar el
precisamente ofrecer al compositor, por la grabación, la disposición y el espacio interno de la obra -que contiene a menudo implícitamente todos
dominio de un espacio interno a la obra. los matices, todas las dimensiones reveladas en su verdadera dimensión
La palabra espacio se toma aquí, no en una acepción vaga, imagina- por la orquesta de altavoces, de la misma manera que una obra instru-

50 51
mental clásica contiene bajo una forma latente sus diferentes ejecucio-
nes. Por supuesto que corren el riego de echar a perder este espacio y de dos en lugares determin ados de una sala particular, en condiciones de
confundirlo, pero ¿no es el riesgo mismo de toda interpretación? puesta a punto muy problemáticas y todo para un beneficio musical redu-
Entre el espacio interno de la obra concreta (contenido !!n la graba- cido. Al rrúsmo tiempo, es de gran interés que esta idea sea probada y apli-
ción-marco de la obra, en el "original'', como la obra escrita lo está en ·- l cada hasta el final, como parece que Patrick Ascione lo ha hecho en una
su partitura) y su espacio externo, encontramos entonces de nuevo la pieza reciente que hemos podido oír: trabajo que presenta un valo r de
dualidad partitura/ejecución de la música instrumental clásica. experimentación apasionante, que falta en muchas obras que giran en
torno a esta cuestión sin decidirse a aplicarla abiertamente (en efecto la
2. mayoría de piezas realizadas en principio con la intención de un dispositi-
Ahora, consideremos una situación extrema, a veces planteada en vo de difusión dado, como el "Gmebaphone" de Bourges, continúan, de
abstracto pero raramente concretizada hasta el fin: cuando la cinta o hecho, siendo concebidas para existir independientemente de él).
cualquier otro soporte no comporta ningún espacio interno, estando los En definitiva, y sobre todo hoy cuando las obras no son con bastante
sonidos allí inscritos "al nivel de la membrana del altavoz", como se frecuencia oídas de nuevo, la variabilidad de la interpretación de una obra
dice, es decir, completamente mates, sin el menor sentimiento de presen- concreta debería tener por objeto ser reveladora de su unidad y de su fija-
cia o de alejamiento. Sería entonces la ejecución, en un lugar y condicio- ción. La diferencia, es que, mientras que la estabilidad de la obra clásica
nes técnicas dadas, la que se encargaría por completo de hacer vivir el está garantizada por su partitura, la de la obra concreta lo está por su gra-
espacio de los sonidos, desplazándolos como cuerpos espacialmente bación en un soporte, que la hace existir en un espacio-tiempo endurecido,
neutros a través de la sala, para crear un espacio totalmente externo de la misma manera que una expansión de César o una pintura de Pollock
que no existe más que en el aquí y ahora de la ejecución (la pieza existen en el espacio en tanto que movimiento detenido. El papel de la
Gymkhana de Pierre Henry o el trabajo reciente de Patrick Ascione interpretacion de la obra concreta es entonces, dialécticamente, el de
giran en torno a esta cuestión). actualizar una cosa fijada en soporte, como el de la interpretación de la
En el plano especulativo, está claro lo que tal idea tiene de seducto- obra instrumental clásica el de actualizar algo que está ya solidificado por
ra: tiende a hacer del altavoz el lugar de existencia de los sonidos, y a lo escrito.
eliminar el sentimiento de una cesura entre de un lado el carácter graba-
do ("solidificado" dicen algunos) de los seres sonoros que parecen 3.
haber existido espacialmente en otros lugares y en otros tiempos, y de En una sesión de cine, el espectador que tiene la desgracia de encon-
otro su manifestación en un espacio real, el de la sala en la que el oyen- trarse en primera fila bajo la pantalla no va a ver durante dos horas perso-
te está sumergido. Pero es necesario ver también sus limites: las percep- najes alargados; al cabo de un cierto tiempo de adaptación, y por
ciones de espacio externo son cosas fugitivas, frágiles y contingentes en referencia a las proporciones conocidas por él del cuerpo y de los objetos
tanto que percepciones estéticas que participan de la esencia de la obra, representados, podrá, con los límites de su visión y de la molestia sentida,
si no están apoyadas en el espacio interno contenido en esta última. rectificar mentalmente lo que ve.
Aplicar esta idea sistemáticamente sería condenar la obra, en el mejor En el caso análogo de una proyección sonora, es decir de un concierto
de los casos, a no existir más que una sola vez, para espectadores situa- de música sobre soporte en el que el oyente se encuentra situado, como
pasa a menudo, muy cerca de un altavoz o demasiado de lado, este oyente

52
53
puede igualmente operar una rectificación comparable, incluso si esa es
más impre~isa y se apoya sobre criterios menos evidentes. Sin embargo
conviene para eso que el espacio interno de la música sea, tanto en la ver-
sión-marco de la obra como en la ejecución particular que es propuesta,
sólidamente y claramente dibujada en momentos-claves, creando entonces
el sentimiento de una pantalla sonora sobre la que se desarrollan los fenó-
menos escuchados (esta pantalla invisible, desplazada y modificada en el
curso de la difusión, puede compararse al campo luminoso variable que
crea en un espectáculo un proyector de escena, cuyo círculo se desplaza, se
reduce o se amplía según los momentos). Y si le ocurre a esta pantalla VII
acústica el ser quebrada y subvertida, por ejemplo cuando el intérprete Escuchadla como deseéis
desde su consola posiciona los sonidos de manera anárquica o inesperada
en las tres dimensiones, eso mismo, lejos de romper el espacio dado en el
inicio, puede al contrario confortarlo, de la misma manera que una escena Pero la cuestión del concierto no reside solamente en la naturaleza de
de teatro es tanto más confirmada cuando es transgredida en ciertos ins- la obra concreta y en la manera técnica de difundirla. Se localiza también
tantes particulares, escogidos con este espíritu. Para ello es necesario sola- en el oyente. Todavía hoy, este último no cesa de volver a plantear la cues-
mente que la idea preconcebida global sea clara. tión de la escucha de estas músicas: ¿qué hacer, en concierto, frente a unos
Hoy, en efecto, la música en cinta no está a salvo del capricho propio altavoces y nada más?
de los creadores contemporáneos de querer cambiar para cada obra la A esta cuestión, que ciertamente es válida, la única respuesta honesta
regla técnica de la composición, modificando cada vez tanto los principios cabe en una palabra -y sería una lástima que no se vea en ella más que una
de disposición de los altavoces como el número de pistas, la manera de broma. ¿Verdaderamente quereis saber lo que hay que hacer con la músi-
mezclar los sonidos grabados con sonidos "live", etc ... Hasta tal punto ca de sonidos fijados, cuando no hay nada que ver, ningún instrumentista
que el oyente no tiene ningún medio de construirse referencias: tal afecta- que toque en tiempo real? Esto es simple, es suficiente ... escucharla.
ción, más allá del desorden social y financiero que conlleva, llega a bloque- Solamente que, esta respuesta no parece conveniente. Se exigen intruc-
ar el progreso estético y a dispersar el trabajo en innovaciones efímeras. ciones más precisas: ¿debemos escucharla solos o en compañía? ¿En una
Los compositores ¿no podrían examinar, al contrario, la cuestión de una sala grande o pequeña, circular o cúbica? ¿Sumergidos en la oscuridad o
estandarización técnica de los formatos de sus obras y de los sistemas de rodeados de un ambiente luminoso especialmente concebido? ¿Sentados,
difusión, en la medida en que esta estandarización es la que permite una acostados o de pie? ¿Escucharemos mejor la obra en concierto, experi-
evolución de las formas, en consecuencia Ja libertad de invención perso- mentándola, o en casa, en el lector compacto, poniéndola en marcha o
nal? interrumpiéndola a voluntad? A todas estas preguntas, hay todavía una
Porque si el cine no se hubiera fijado rápidamente, por su parte, en única respuesta -que corre el riesgo de decepcionar y sin embargo es la
ciertos formatos y estándares técnicos, su lenguaje estaría todavía en bal- única respuesta-. La respuesta es: a condición de que escucheis, hacedlo
buceos. como deseéis.

54 55
"No es eso", prosigue el interrogador, animado en su insistencia por indiferentes. Adultos y libres, a ellos les toca espabilarse para encontrar
la actitud ambigua de muchos compositores sobre el asunto -"tengo su propia disciplina de atención. Se llaman apasionados de la música:
realmente problemas para escuchar lo que no hace más que salir de los ahora bien, ¿no es esta la más radicalmente música, por su esencia
altavoces, y sobre todo para hacerlo en una sala, en grupo. ¿Es que eso ,.;~
absolutamente sonora? Yo no me permitiría sustituirme por ellos para
no resta vida a la obra musical? Por otra parte, no me siento bien cuan- influenciar su escucha. La única cosa de la que me siento responsable ·
do estoy sentado ante unos sonidos invisibles, y me gustaría más por frente a ellos, es de presentarles la obra en su verdad, es decir sin otra
ejemplo estar tumbado, con un decorado especialmente concebido". coartada o artificio. Tal como ha sido pensada, es decir únicamente
Como una declaración semejante, se ha podido escuchar miles de constituída por sonidos surgidos de fuentes destinadas a abolirse en
veces (lo que deja planear una duda sobre su espontaneidad), estamos ellos -es así como debo presentársela, en las condiciones de legibilidad y
tentados de interpelar al obstinado contradictor: de despliegue sonoro que sólo permite el concierto. El compositor no
"Usted, el oyente, sí, usted, el de ahí... el que reclama el modo de debe mezclarse en el resto."
empleo, voy a responderle de un vez por todas, en mi propio nombre y "Y por otra parte, le he observado, a usted, el susodicho "oído en
sin demagogia: para decirle, con toda sinceridad, que la comodidad pena"; usted es el mismo que no pone mala cara para ir a ver desde un
mental individual del oyente es una cuestión que para mí, en tanto que lugar en el balcón piezas de teatro montadas en lengua extranjera ... per-
compositor, no tiene estrictamente ningún interés; no más que su inco- formances minimalistas, donde un hombre permanece inmóvil durante
modidad por otra parte. Lo que quiero decir con ello, es que la cuestión dos horas ... proyecciones de vídeo en las que no tiene derecho más que
no se sitúa en este nivel; y que en realidad, escuchar unos sonidos sin a dos receptores de talla modesta a veinte metros de usted ... exposicio-
ver no plantea física y mentalmente ningún problema, y que las solas nes extenuantes ... y además, usted se muestra orgulloso de ello. Usted
resistencias a ello son socio-culturales. Si usted tiene problemas para incluso se jactaría, en los otros dominios, de desdeñar la comodidad
interesarse, ¿qué se puede hacer?" que aquí reivindica en primer lugar. ¿Por qué esperar de la música de
"¿Usted encuentra que cuando se dice eso, se le menosprecia? Al los sonidos fijados que sea su refugio después de estos trabajos forzados
contrario, se le respeta lo suficiente como para no confundirlo con sus cultura les?"
reacciones pasajeras, con sus estados fugitivos y contingentes de males- "¿Qué quiere usted, exactamente, cuando escucha la música por el
tar, con su eventual dificultad de concentración. Se intenta más bien altavoz? ¿Que se vigile su tensión y que se le trate como cuerpo medica-
apelar en usted al sujeto responsable, capaz de asumir solo su deseo o lizado, cosificado? ¿Usted confunde escucha con posición regresiva?"
su falta de deseo de escuchar. No se le considera a priori mal equipado Pero el contradictor, y está en su derecho, no abandona. Estimemos
para escuchar. ¿El pintor va a crear para un espectador supuestamente pues cada una de sus preguntas. "¿Por qué no hay instrumentista en
dormido, legañoso y dotado de una mala visión? ¿el escritor imaginarse directo?" -porque ... tal es el capricho del compositor, se acepta seguirlo
un lector sacudido en el metro, leyendo entre dos estaciones, indispues- o no. Cualquier otra respuesta sería una hipócrita racionalización.
to y al que haría falta masticar la tarea con unos parágrafos cortos, "¿Por qué esta música no está hecha para e;ecutarse?" - ¿Y por qué el
unas palabras simples y unas ilustraciones?" Balzac de Rodin no está hecho en arcilla para modelar? "Sin embargo,
"Así, las dificultades que algunos sienten para escuchar una música usted hace en concierto como si la ejecutara, con sus sistemas de pro-
que no existe más que como sonoridad me son, cuando compongo, yección sonora. ¡Esto no es lógico!" -En efecto, la música de los sonidos

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fijados no es lógica, es, simplemente. "¿Con qué han sido creados los jas", pero también, no menos justamente, "levantar la oreja '', formula-
sonidos?" -¡Aquí, eso no tiene ninguna importancia!. "Schaeffer mismo ción activa y escrutadora. Lo que la música de sonidos fijados nos ense-
¿no ha dicho de la música concreta que no era viable?" Esto es como ña -y Franc;ois Bayle o Claude Bailblé, particularmente, lo han teorizado
mucho su opinión. ¿Usted qué piensa? "He escuchado una pieza de .~

con acuidad -es que no es obligatorio, para levantar la oreja, tener algo
música para cinta, no me ha gustado; creo que no estoy hecho para esta que ver hacia lo que levantarla. El campo auditivo se basta muy bien. Y
música." -No se precipite a juzgar todo el género. Qu,izás usted fue a si hay una continuidad en esta trayectoria, es esta infatigable curiosidad
caer sobre una obra mediocre. Si usted quiere obras maestras garantiza- por lo que es escuchar.
das, es preciso que se dirija al repertorio. "Prefiero la música en la que
se ejecuta alguna cosa en directo, incluso con sintetizadores ... " -Como
quiera. " ... y pues la música sobre soporte no me interesa." -Está en su
más estricto derecho. "Finalmente, me han hablado muy bien de este
joven compositor de sonidos fijados. Quiero ir a escucharlo." Sea bien-
venido.
He aquí lo que sería un diálogo sincero, sin lisonja, y que desbloque-
aría las discusiones absurdas sobre la pertinencia de un género cuya
única justificación es, como para todos los demás, existir, y con qué
cabezonería, desde hace cuarenta años, más allá de la resistencia que le
vale todavía su novedad. Necesita un oyente entregado, presto para
considerar que el género es lo que es, y que, interiormente, no se sentirá
molesto por amar esto y rechazar aquello, pero no se andará indefinida-
mente con cábalas sobre: "se puede hacer una música que... y que... ".
Por otra parte gustaría un compositor más convencido de lo que realiza,
y que no se siente obligado a trocarlo en lo que no es. Sin contar el
papel enrevesado jugado en el asunto por los electroacústicos arrepenti-
dos, especie numerosa, formada por los que han practicado un cierto
tiempo, a veces no sin talento, la música para cinta, pero que, habién-
dola dejado bastante rápido, se han transformado en denigradores mili-
tantes de este modo de expresión -sin duda porque el género se les ha
resistido, y se han sentido, frente a él y la enormidad de sus exigencias,
faltos de fuerza.
Tal vez se podría también, ya que se trata de una música que apela a
la audición única, hacer justicia al cliché que asimila la escucha librada
a sí misma a una inmersión pasiva. Se dice, ciertamente, "abrir las ore-

58 59
se considere lo que !Jabría pasado con el cine si este hubiera estado ten-
tado de renegar de su genio -que es ser un arte basado en la fijación

- para insertarse en las formas existentes de los espectáculos en directo,


como un simple adyumivo, o si hubiera permanecido en una simple fór-
mula de creación de ambientes, de "cuadros" animados.
Pero primero como es sabido, el cine empezó bajo una forma que
constituía la simétrica exacta del género al que está consagrado todo
este libro: cuando fue cine mudo.

VIII 2.
¿Un cine para el oído? Un arte de las imágenes grabadas al que le hubiera faltado el sonido
El paralelo y sus lecciones sincrónico, un arte de sonidos grabados al que parece faltar el resultado
visible: la simetría entre el cine mudo y la música de sonidos fijados es
tan sorprendente, que algunos estarían tentados de extraer conclusiones
l. rápidas. Igual que lo mudo no pudo durar, sería necesario, alegan algu-
Comparar el cine y la música de los sonidos fijados, no tiene nada nos, para esta música reintegrar el dominio de ejecución en directo.
de original: la película y la cinta magnética ¿no son dos soportes de fija- Solo que, su complemento sonoro, no es renegando de su naturaleza
ción "cronográfica"? Pero es un paralelo que se Jleva raramente hasta el como el cine lo ha adquirido, y ha sabido permanecer como un arte de
final, mientras que es interesante observarlo de cerca, particularmente simulacros fijados. En cambio es una negación que se exige de la llama-
en lo que concierne a los primeros pasos de estas dos formas de arte da música concreta, cuando se la quiere conducir por el recto camino
sobre soporte. del tiempo real.
Pues el cine, en su nacimiento, ha visto cómo le eran propuestos En esta diferente evolución, hay seguramente razones históricas,
diversos futuros posibles. Si no empleó más que una veintena de años entre otras el hecho de que la imagen reproducida en directo -la televi-
en hacer su elección, y adoptar una dirección de la que se ha desviado sión- fue inventada mucho después de la retransmisión directa del soni-
poco desde entonces, la de un cine narrativo y lineal, lo que ha sido exi- do, dicho de otro modo después del teléfono y la T.S.F. Un intervalo
gido por presiones económicas que .pesari. sobre él mucho más de lo que que, si se analiza el fenómeno a posteriori, se ha mostrado cargado de
jamás han pesado sobre la música de sonidos fijados -que, un poco consecuencias.
demasiado protegida tal vez, se forja ilusiones con sus propias vacilacio- Este paralelo cine/música de los sonidos fijados, sugerente, no está
nes. exento de peligros ni límites. Para la mayor parte del público, y es así, el
En efecto, es poco decir, que esta música vive una historia oscilante e cine sigue siendo un arte más narrativo que formal. Hablar en conse-
indolente. La preocupación de la mayoría de los compositores que la cuencia de cine para el oído, para designar la música sobre soporte, pre-
abordan es en muchos casos intentar reconducirla a los modelos que senta entonces un riesgo, incitar al público a una escucha puramente
conocen, en lugar de dejarse llevar por ella hacia lo desconocido. Que narrativa. Seguidamente, definir privativamente un arte al que en reali-

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dad no le falta nada (cine para el oído pudiendo ser comprendido como mula más centrada, discursiva, linealizada en el tiempo, en honor de un
cine sin imagen). La comparación sin embargo tiene, más allá de estos público atento, esta segunda fórmula yendo de par con una difusión en
inconvenientes, el interés de aclarar ciertos problemas de idenridad y de concierto encuadrada y estabilizada, según el principio de la panralla
afirmación del género, sobre todo si está hecha, no en relac;ión con el ... acústica .
cine sonoro que reina a partir de los años 20 estandarizado y relativa-
menre unificado en su lenguaje, sino con el cine llamado " primitivo", el 3.
de antes de 1915. Un cine que trabajos recientes como los de Noel Pero el paralelo entre música sobre soporte y cine mudo debe ser lle-
Burch en particular nos han permitido conocer mejor. vado más lejos todavía, a la cuestión de su acompañamiento: igual que
Poca genre sabe hoy, en efecto, que este cine ha comenzado por vaci- el cine mudo recurrió inmediatamente, y al parecer de modo espontá-
lar entre numeroras tendencias y numerosos modos de difusión: entre el neo a un comentario musical que tenía por objeto neutralizar el silen-
recurso a la ficción y la vocación al documental, y entre una difusión cio, el problema, simétrico, para la difusión en concierto de la música
individual por kinetoscopio (un juke-box de imágenes concebido por sobre soporte sería su "silencio visual" -dicho de otro modo su ausencia
Edison, donde era preciso mirar a través de unos visores) y la proyec- de dar a ver, que sería compensada por un acompañamiento luminoso.
ción colectiva en salas; finalmente entre la inserción, en tanto que ingre- Con este objetivo, se ha ensayado todo: lasers, diapositivas, variaciones
diente de music-hall, en formas más clásicas de espectáculos en tiempo rudimentarias de iluminación o escenografías también pobres. Pero en
real, y la creación de programas y de salas especializadas. total ¿para qué beneficio?
De la misma manera, mucha gente critica hoy el principio de una Ciertamente, el principio de un coadyutor visual que sería a la difu-
difusión en concierto de la música sobre cinta, y preconizan las fórmu- sión pública de una obra concreta lo que el acompañamiento musical
las abigarradas en las que el sonido pre-grabado alterna o cohabita con fue a la película muda, a saber no solamente un catalizador de la emo-
la actuación en directo. ción y un sostén rítmico, sino también un neutralizador de la carencia,
El cine primitivo ha intentado por otra parte, desde 1900, diferentes se impone en teoría. Pero en la práctica, contrariamente al caso del cine
fórmulas de cineramas y de proyecciones circulares, que tenían en en el que puede decirse que la música cumple su papel, se ha mostrado
común llevarlo a lo opuesto de la fórmula centrada y linealizada defi- hasta aquí poco concluyente. Eso por múltiples razones:
niendo el cine narrativo clásico. En estos panoramas en plan general, en - Primeramente a causa de los problemas de las relaciones de dimen-
estas vistas de naturaleza y de muchedumbre que era preciso explorar sión y de espacio, mal controlados, entre la música surgida de los alta-
espacialmente y eventualmente volver a ver numerosas veces para ago- voces y su coadyutor visual que, en relación con ella, es ya demasiado
tarlas, hasta tal punto bullían de signos, el cine clásico lentamente va a focalizado ya demasiado disperso, ocupando un espacio demasiado
sustituir sus imágenes concentradas en un contenido delimitado, y su reducido o demasiado grande.
sucesión encadenada por montaje reemplazará los "cuadros" autóno- - Seguidamente en la calidad de su puesta en marcha, sufriendo la
mos del primer período. mayor parte del tiempo repeticiones demasiado precoces: interviniendo
De manera idéntica la música de los sonidos fijados continúa toda- en el transcurso de la audición de la música, la perturba por ruidos de
vía hoy oscilando entre una fórmula de difusión, de concepción y de funcionamiento, rompe la continuidad de la escucha, y enturbia la aten-
escritura en círculo -obras-ambientes y músicas-tapicerías- y otra fór- ción.

62 63
1
- Por otra parte, el coadyutor visual pronto ha realizado la inversión 4.
de la relación prevista; por poco grandiosa que sea y se incline al "light- Si continuamos desarrollando nuestra comparación entre el cine
show", se convierte en el espectáculo en el que la música no es ya el sos- mudo "primitivo" y la música de los sonidos fijados, eso nos lleva a la
tén. ....... cuestión de la relación del espectador-oyente con la proyección visual o
- Finalmente este visual de acompañamiento tiene como defecto i sonora. ¿Cuál es su actitud ante la escena que es presentada a sus oídos
principal no responder a un código preciso, culturalmente asimilado, al 1 o a sus ojos?: ¿la percibe en su materialidad, es decir proyectada sobre
contrario de la música de acompañamiento de la película, cuyos códigos una pantalla plana en un caso, en el otro difundida por altavoces inertes
habían sido experimentados de antemano en el teatro, en el ballet y en y exteriores a él, o bien al contrario interioriza los simulacros sonoros y
la ópera. De modo que intriga, crea expectativas diversas, y hace la visuales? ¿Puede olvidar la superficie de la pantalla o la membrana de
penumbra más sensible en lugar de hacerla olvidar. los altavoces, dicho de otro modo el espacio real, en provecho de un
Estas observaciones de experiencia parecerían confirmar que un espacio y de cuerpos imaginarios?
espectáculo público centrado en el sonido es más frágil que un espectá- Según Noel Burch, la posición del espectador en los inicios del cine
culo visual, más facilmente perturbable. Sin duda, pero la solución ¿no se fundaba en lo que él llama una exterioridad primitiva:
sería simplemente proponer el solo sonido como espectáculo? "En esta época, y contrariamente a lo que pasa hoy, esto que no
Solamente, que este no es el problema fundamental. Sobre todo es hacía falta decir, tanto para el cineasta como para el público, era la
que el cine tal como lo conocemos ha creado, incluso bajo su forma conciencia de estar sentado en una sala mirando imágenes que pasan
muda, valores narrativos eficaces: conducido por una acción, por un sobre una pantalla ante sí" (Les Lucarnes de l'infini).
simulacro de real y por una identificación con los personajes y con sus Esta posición de exterioridad iba aparejada con, en estas primeras
emociones, el espectador de cine, a no ser que tenga el ojo técnico, es películas (por ejemplo las de Mélies), el principio de mostrar los actores
mucho más tolerante a los pequeños contratiempos que pueden produ- en pie y las acciones en plano general, en una disposición frontal, a la
cirse en el flujo visual, salvo si no devienen tan importantes que impi- misma distancia subjetiva y bajo el mismo ángulo en relación con el
dan seguir la acción. Si el séptimo arte fuera en sus tres cuartas partes espectador como si éste hubiera observado la escena real pasando ante
abstracto, como lo es en la mayoría de los casos la música de los soni- SUS OJOS.
dos fijados, sus valores visuales serían muy frágiles -lo que confirma el Hoy, se siente un poco este sentimiento de exterioridad descrito por
caso del cine llamado experimental. Franc;:ois Dhomont lo formula a su Burch ante las primeras imágenes filmadas cuando se asiste a un espec-
manera, diciendo que "las obras acusmáticas (como las del cine de táculo audio-visual tal como la "Geoda" del Museo de la Villette en
ensayo) comportan más significante que significado, y parecen en con- París, donde la proyección está concebida para desbordar ampliamente
secuencia exigir un esfuerzo de atención y de abstracción más grande". el campo visual del espectador.
Pero para retener la atención del público de concierto, no es obliga- Pero el cine, como es sabido, ha evolucionado después, por una serie
torio seducirlo con un argumento dramático. El público es primero sen- de tanteos, hacia lo que Buch bautiza como Mouvement Représentatif
sible a la convicción de un artista; si ve que éste cree en lo que hace, es lnstitutionnel, y que desde entonces dirige su lenguaje. Lo que llama
decir en una forma de existencia acusmática de la música que se basta a "M.R.I. ", es este código narrativo asimilado por todos que va a permi-
sí misma, estará mejor dispuesto a creer él mismo. tir interiorizar la imagen, olvidar durante el tiempo de la proyección la

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materialidad de la pantalla y la naturaleza plana de la imagen, y aceptar imagen es plana, y de la continuidad tempo-espacial, a pesar de las jun-
los cambios de punto de vista y los contrastes de tamaño de plano, por turas visibles, y si no garantizara al espectador, en el curso de una
la identificación con la mirada de la cámara, llamada "identificación misma película, la estabilidad del formato de proyección! Esto es exac-
primaria". ...# tamente lo que un concierto de música acusmática ofrece hoy. La gran
Una sesión de cine en 1991, es entonces, por oposición a una sesión diferencia, evidentemente, es que el cine invita a una ilusión de realidad.
de cine un siglo antes, el ejemplo de una interiorización compartida Pero si el cine clásico ha podido desarrollarse y unificarse de una
colectivamente. Si cada espectador interioriza la imagen ' individualmen- vez, es porque se puso a desglosar el montaje, a iluminar el decorado y
te, es al mismo tiempo toda la sala, vía el principio de identificación pri- los actores, a linealizar la narración de manera que cada imagen no
maria, la que adopta la misma conducta, en una misma complicidad detenga la mirada en una exploración topológica de su superficie (fór-
compartida. A la inversa, un concierto de sonidos fijados en nuestros mula conservada únicamente para atracciones aisladas, como los
días os hace, según su familiaridad con esta fórmula, según el dispositi- "Cineramas" y otros "Omnimax", pero que, centrado cada vez sobre
vo de difusión escogido (más variable que en el cine) y también según la un tema, un rostro, una situación, un gesto, un actor, etc ... y concatena-
obra dada, oscilar de una posición de exterioridad total a un comporta- do a otras imágenes, sea percibido en el tiempo como elemento de una
miento de interiorización solitario de la escena acústica, sin que la regla cadena que es la película. (Sobre la relativa delinealización reciente de
de juego sea fijada por un consenso social o incluso por la fidelidad de las películas, que en este estadio de la hisroria del cine -un estadio del
los compositores a una toma de partido constante. De una obra a otra, que está todavía lejos la música de los sonidos fijados- es •para él un
en el curso del mismo concierta incluso en el interior de uiia misma enriquecimiento, ver el capítulo "Révolution douce" en mi ensayo La
pieza, esta regla puede cambiar súbitamente: los sonidos se mantienen Toile Trouée).
primero en un espacio escénico y frontal, cinemascope sonoro corres- En seguida se ve, por comparación, que la música de los sonidos
pondiente al espacio de la mirada -después se desplazan ahí alrededor fijados, tomada globalmente, no ha querido decidirse todavía ni en un
de usted y surcan el aire: usted no está ante una escena encuadrada en sentido ni en el otro, tanto a nivel de las obras mismas, de su fórmula y
la que pueda proyectar, y se hace exterior a la imagen sonora, cuando de su escritura, como en el de su difusión en concierto. Y eso por razo-
no está pillado en medio de un desencadenamiento de sonidos. Y si se nes que no son para nada ténicas, contrariamente a lo que podría hacer
gira hacia su vecino, usted se pregunta cual es su tipo de atención, y creer una concepción puramente mecanicista de su evolución.
constata a veces que está en otra longitud de onda.
Mientras que el cine, incluso si el espectador no se adhiere a la pelí- 5.
cula y permanece "exterior" como se dice, es decir que no ríe ni vibra Así la distribución y la difusión de los sonidos a través del espacio
donde, tendría que reír y vibrar, eso no va a conducirlo hasta la mate- i en más de dos pistas fue técnicamente posible, y practicada, desde el ini-
rialidad de la pantalla y a la bi-dimensionalidad de la imagen. Sigue cio de los años 50. Las obras en cuatro pistas han sido incluso legión en
manteniendo la interiorización del filme. la producción de los años 60, y si muchos compositores volvieron en los
¡Imaginemos lo que pasaría si el cine no hubiera forjado sus códigos años 70 al bi-pistas y a un estilo menos disperso y más centrado, era
de desglose, de iluminación, de encuadre y de puesta en escena que fun- una limitación asumida, para permitir un centramiento, un estrecha-
dan una cierta simulación de la profundidad espacial, mientras que su miento y una linealidad del discurso. Algunos incluso han sistematizado

66 67
en consecuencia el principio de un frente de difusión (por oposición a la este momenro como ante una "escena sonora", un lugar centrado,
fórmula circular extendida hasta entonces), proponiendo una imagen sobre codo cuando la tijera viene a cortar verticalmente en numerosas
cinemascope más centrada, mejor identificable, y tal vez más propicia a capas sonoras superpuestas. Se tiene entonces la sensación de una ins-
una interiorización de la escena acústica. -~ tancia lo bastante poderosa como para regular el flujo sonoro y romper
Algunos años más tarde, ya los mismos compositores están de nuevo su apariencia de continuidad natural -esta apariencia cuya búsqueda
tentados por la apertura de pistas, y por una materia sonora dispersada, preocupa a muchos compositores hoy, según la ideología "naturalista"
superpuesta; de la melodía acompañada, vuelven a una 'polifonía no evocada en otra parte y que nos parece una regresión-.
centrada a la Machaut ... La indecisión de la que hablamos, patente en la producción de
Esca oscilación, esta pulsación entre linealidad-cencramiento de la numerosos compositores actuales, se traduce pues por el papel tan
música y delinealidad-descentramiento es sorprendente en la evolución pronto creciente tan pronto al contrario declinante confiado a este
de gran número de compositores importantes del género. montaje visible. Si las obras a-céntricas que se multiplican hoy utilizan
Con más precisión, parece que para la música de los sonidos fijados el montaje, es bajo la forma de costuras finas, previstas para ser poco
tanto como para el cine, la importancia del papel conferido al montaje aparentes, y que están dispersadas en diferentes capas simultáneas; el
audible, como instancia de interrupción de los sonidos, para reunirlos montaje no es ya proclamado como instancia activa de organización del
entre ellos y formar así rupturas y racors audibles y pertinentes en el discurso.
discurso musical, sea la piedra de coque de una más o menos gran Se podría estimar que este recomo a una música no encu'a drada es
voluntad de Linealizar el discurso. susceptible de integrar dialécticamente las adquisiciones del periodo
Recordemos, en efecto, que la música de los sonidos fijados tiene, precedente. En algunos tal vez, pero está lejos de ser el caso para un
contrariamente al cine, coda la libertad para usar un montaje inaudible gran número de advenedizos al género, que a menudo no tienen ningu-
para crear continuidades y cadenas sonoras sin ruptura aparente. Tal es na idea del papel estruccurador que juega el montaje y lo reducen al
en efecto lo propio de lo auditivo en relación con lo visual, acordar medio de colocar en continuidad unos fragmentos a fin de recrear una
inaudiblemente dos fragmentos independientes no presenta mucho pro- continuidad pseudo- "natural".
blema. De esta propiedad, la radio se sirve cotidianamente para hacer- Todavía ahí, es necesario preguntarse si no existe, francamente, el
nos oír como flujos en "tiempo real'', sin costuras detectables por un riesgo de que la historia del género se repita. La única respuesta es
oído incluso instruído por poco que estén bien hechas, entrevistas en hacer conocer y oír las obras anteriores, pero también explicarlas, pen-
realidad trufadas de cortes y de rac<;>rs. sarlas, discutirlas. Y particularmente tomar conciencia de los "aguje-
El montaje del que hablamos aquí en canto instancia de centramien- ros" de esta historia y de sus olvidos. Por ejemplo, hoy, la cuestión de la
to es en consecuencia forzosamente el montaje audible, designándose música sobre soporte es a menudo reducida a sus dos extremidades his-
particularmente a partir del momento en que interrumpe un movimien- tóricas, entre los pretendidos "primitivos" de 1948 -no tan primitivos
to sonoro en la lógica previsible (una resonancia por ejempio), en un como eso-, promovidos como objetos fetichizados de un culto necrofíli-
gesto que afirma para el oyente tanto la materialidad del soporte de co para el que no hay más buena música concreta que una música con-
fijación como la presencia de una voluntad de organización a la vez creta muerta, y las últimas producciones informatizadas, con una
exterior al sonido y tomándolo en cuenta. Al mismo tiempo, estamos en especie de amnesia para todo lo que se encuentra en medio. Es impor-

68 69
tante que el público pueda revisitar, libre de criticarlos igualmente, los
"clásicos" electroacústicos de los años 60 a 70, poco conocidos y difun-
didos en nuestros días, y así volver a encontrar una perspectiva históri-
ca. Toda historia, incluso la del cine, debe en efecto periódicamente ser .#
reescrita, a fortiori la de una música que no ha sido todavía explicada
con rigor una primera vez.

IX
No todos la hacían ...

l.
De Boulez a Berio, y de Xenakis a Jean-Michel Jarre, todos hacen o
han hecho (o casi), pero ninguno de ellos quiere "ser". Todos si recono-
nocen, pero ninguno de ellos desea encontrarse reducido aquí. ¿Cuál es
esta referencia obligada y ambigua de la música actual, que habría que
anunciar para ser de vanguardia? Es la electroacústica, en sentido
amplio: máquinas, magnetófonos, transformaciones de sonidos y relés
eléctricos.
Es, particularmente, porque se ha colocado entre los pretendientes
de la investigación electroacústica, para la que sin embargo su director
parecía tan poco dotado, que el IRCAM ha obtenido los medios que se
conocen. Y es reconociendo su paso por el GRM, incluso como simple
alumno, que un Jean-Michel Jarre reivindica su pertenencia a la moder-
nidad musical. Al mismo tiempo, esta referencia, los que la enarbolan se
protegen de ser sus prisioneros: recuerdan instantáneamente que son,
no artesanos habilidosos sino compositores en el sentido clásico y
noble, es decir gentes que escriben partituras, después las interpretan o
las dirigen. El doble corto-circuito que, vía la grabación, permitía la
electroacústica, -el del estadio de la partitura y el del estadio de la ejecu-
ción, que el soporte convierte en inútiles-, lo desdeñan e incluso ven en

70 71
el un riesgo para su casta: él de que "no importa quién", como dicen co, y parecen austeras. O bien han "acompañado" sus cintas con efec-
ellos, se meta a componer. Para protegerse de este pavoroso riesgo, ¿qué tos de Luz o de coreografía que, incluso cuando están bien realizados,
hacen ellos? Se las apañan para ocupar el territorio. sólo hacen lamentar la ausencia de un verdadero espectáculo y de ver-
Un movimiento tal de recuperación del territorio electroacústico por daderos intérpretes. Se empieza incluso a hablar -con aprensión- de
músicos de todo tipo, venidos de una concepción tradicional, es de apa- obras electroacústicas "para cinta sola'', cerno si se dijera un "filme
rición reciente. Hasta ahora, en efecto, el electroacústico ~ra un domi- para película sola" -una formulación glacial por lo menos.
nio en sí, hacia el que uno se desplazaba para hacer una incursión. Esta marginación, de la que debemos saber extraer una nueva fuerza
Incursión a menudo pasajera, a veces muy brillante pero lo más a provocadora, se ha obrado igualmente a través del reconocimiento ofi-
menudo sin futuro. Ahora al contrario, son los compositores de escritu- cial que el sistema musical ha simulado acordar a este género. Porque el
ra quienes buscan mucho más sacar provecho de este dominio y apro- balance de su "integración", en este dominio, es globalmente negativo:
piárselo a su modo, integrándolo en dispositivos mezclados: la música electroacústica, casi por todas partes, no ha entrado en los
instrumento y cinta; dispositivo electroacústico en directo; instrumentos Conservatorios más que negándose y aceptando convertirse en un
sustituídos y transformados electrónicamente, etc ... Fórmulas casi siem- anexo tecnológico de la música sobre partitura, numerosas clases entre
pre estériles, pero que seducen en lo inmediato, ofreciendo al oyente la las más importantes son ocupadas por compositores a los que el género
garantía de un espectáculo instrumental. No es menos verdad que todo interesa o apasiona poco, y que a veces incluso son notqriamente
eso ha alcanzado, de manera inesperada, a la "ghettoización" de los incompetentes. Y muchos creadores del género se dejan roer pbr las ani-
que fueron los primeros en hacer electroacústica y continúan trabajan- maciones escolares, los cursillos Midi, las concepciones de máquinas,
do principalmente sobre soporte. Decretados "puros y duros", esos, etc ... , que se Les pide hacer en tanto que coartadas de su investigación, y
entre los que estamos, que se resisten a la corriente dominante son sos- en las que se guardan mucho de afirmar su especificidad.
pechosos de integrismo, mient·ras que son solamente consecuentes con
el género que han escogido. 2.
Pero no se puede explicar esto únicamente como una historia edifi- Pero después de todo, se oye hoy cada vez más frecuentemente, si la
cante de Indios buenos y de colonialistas malos. A menudo, son los electroacústica es sinónimo de "sonidos diferentes" {sobrentendido: en
electroacústicos quienes, para la mayoría, se han marginado solos, relación al intrumento tradicional) o de "fuentes diferentes" {sintetiza-
incluso a través de los mismos medios que han tomado en préstamo dores y objetos diversos), ¿por qué no producir estos en directo, con
para por así decir desmarginarse. No les concernía más que a ellos en aparatos e intérpretes que aportarán además la materia de un espectá-
efecto, -no Les concierne todavía más que a ellos- reivindicar La ausencia culo? Precisamente, como se ha visto, es esta definición de la electroa-
de intérprete y de partitura como su singularidad propia, e imponer así cústica por las fuentes sonoras la que Le ha hecho perder su envite.
un género que puede encontrar naturalmente su espacio. En lugar de En el nacimiento de la música concreta en 1948, en efecto, dos fenó-
esto se incapacitaron en sus propios conciertos, confrontando en el seno menos se combinaron, y uno, que es superficial, ha ocultado al segun-
de Los mismos programas obras para cinta y fórmulas mitigadas que do, bastante más radical. El primero, ampliamente conocido, fue la
integran la ejecución en directo -eso en tales condiciones que las prime- aparición de sonidos diferentes, fabricados al margen de las convencio-
ras han tenido más dificultades para obtener la concentración del públi- nes instrumentales, el otro, más discretamente reivindicado, fue el

72 73
recurso a la grabación para fijar y ensamblar estos sonidos, lo que ins- un cuadro en el que los menores detalles de textura son un elemento del
tauraba un modo de existencia de la obra que la acercaba más a un discurso del mismo nivel que la composición de conjunto -y en el que
filme o a un cuadro que a una partitura. Pero sobre todo, con la fija-
ción, el concepto de sonido mismo cambiaba de sentido, convirtiéndose
en un objeto estable que dejaba de ser o efímero o en todo caso inter-
pretable de nuevo. Gracias a la música concreta, para retomar la distin-
- estas músicas postulan otras versiones, otras grabaciones, otras ejecucio-
nes, se puede decir entonces que continúan remitiendo al antiguo modelo
instrumental-escrito.
Admitimos que en las proposiciones teóricas de Pierre Schaeffer, todo
ción que hemos propuesto en La Toile trouée, un "arte de texto" se esto no era tan claro. Ha teorizado magníficamente tanto el objeto sono-
convertía en un "arte concreto". ro, como ha omitido el recordar que este objeto no tiene existencia más
Únicamente, pasa que, más tarde, con el desarrollo de la fabricación que por la fijación en un soporte, que lo estabiliza finalmente.
instrumental electroacústica, muchos efectos sonoros que no se podían Schaeffer ha sido para la música electroacústica un padre muy ambi-
producir en los inicios más que en un estudio son interpretables en guo. Es sabido que se puso a criticar de manera más o menos sistemáti-
directo. Y estos efectos han inspirado una nueva corriente, demasiado ca, como por despecho, lo que había puesto en marcha, con una
dispar y prisionera del corto-término para merecer el nombre de género: amargura que en parte puede comprenderse (su Traité des Objets
el de música electrónica en directo. En lugar de observar esta evolución Musicaux, entusiasta y generoso, ¿no ha sido ignorado con arrogancia
por lo que era -en ciertos aspectos un retomo al seno de la música ins- por la casta musical, cuyas ideas él cuestionaba de nuevo?), pero tam-
trumental interpretada-, muchos electroacústicos no han querido pare- bién un cierto encegamiento en relación a la dinámica propia del fenó-
cer sobrepasados , y ellos mismos se han puesto en el "live". Para meno, que, por haber contribuído a hacerlo nacer, el autor de los Études
justificar su cambio súbito han desconsiderado entonces el trabajo de bruits no puede pretender regentar. Repitiendo cada vez más mecáni-
sobre soporte. De modo que la noción de trayectoria electroacústica ha camente que desde Bach la música occidental no había hecho más que
visto enturbiarse su sentido. declinar, y que la aventura concreta no había engendrado más que mons-
A los ojos de muchos compositores contemporáneos, la grabación, truos, Schaeffer quedó atrapado en un discurso reaccionario que tuvo un
en efecto, no es considerada más que como un momento pasajero de la tiempo su valor de sana provocación (en relación con la caricatura de
historia musical, una comodidad temporal para obtener unos sonidos progresismo cientifista que hacía estragos en aquel momento en la van-
que hasta entonces las máquinas no permitían producir en tiempo real. guardia oficial), pero que, a la fuerza, ha terminado por convertirse en
En la concepción que reformulamos aquí, al contrario, la utilización de una necedad perversa. Muchos de sus descendientes no han podido evi-
la grabación para componer fue y sigue siendo el verdadero aconteci- tar quedar dolorosamente marcados, en su dificultad para encontrar su
miento, que instaura un nuevo tipo de material de composición, el soni- propia vía de creación.
do-fijado, y un nuevo modo de existencia de la obra, que ve en la
partitura una etapa no solamente inútil sino también engañosa, ya que 3.
limita y en consecuencia falsea la escucha. Nada más natural entonces, en esta coyuntura, que algunos hayan
Todas las demás músicas, claro, son difundibles y difundidas bajo intentado evitar al inventor de la música concreta, dándose como ances-
forma de grabaciones, pero en la medida en la que no reconocen esta tro una figura menos nihilista. De ahí la rehabilitación póstuma del
forma fijada como la versión ne varietur de la obra misma, análoga a esforzado Luigi Russolo -el hombre que en 1913 teorizó l' Art des bruits.

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Pero los homenajes reciencemente otorgados a Russolo por otros años 10, es por no haber tenido los medios técnicos necesarios. La
compositores parecen sospechosos en sus intenciones respecto a este explicación es capciosa: la grabación existía ya, y hubiera bastado con
precursor italiano. En primer lugar, el de Pierre Henry en 1975 con adaptarla a esta investigación. Por otra parte, la tesis de "el género no
Futuriste, una obra por otra parte llena de momentos magníficos. En ... es viable, ya que los medios no están a punto", nos ha parecido siempre
efecto, por una parte, estaba bien la primera vez que se veía al autor del ser e:! tipo mismo de la razón falsa . Los cineastas no han esperado a
Voyage hacer alusión a un ancestro que se descubría súbitai:nente, y por tener el color y el sonido sincrónico para trabajar. Todo material no
otra parte no se le ha visto nunca aportar después alguna contribución está nunca preparado más que para estos que lo están, y si, en el
desinteresada a una manifiestación pro-russoliana. IRCAM, en 1989, la técnica no está todavía a punto para dar
El otro caso reciente de neo-russolismo es igualmente ambiguo, pero Explosante-Fixe, es que su autor, el responsable del lRCAM en persona,
además es políticamente inquietante. Es el del compositor ruidista Jean- no lo está tampoco.
Marc Vivenza, que reivindica su adhesión al futurismo italiano (del que En realidad, si Luigi Russolo no ha utilizado el soporte del disco o
el ruidismo fue una de las manifestaciones) para expresar simpatías per- del cilindro, es porque continuaba pensando según los esquemas clási-
sonales con las ideas mussolinianas de sus modelos. En efecto es sabido cos de partitura/interpretación. Tanto como otro precursor, Edgar
que numerosas figuras de esta corriente se convirtieron en fascistas acti- Varese, que se mostró poco inspirado con los magnetófonos (ver su
vos, y que Russolo, si se comprometió menos que los demás en esta vía, sobreestimado Poeme Electronzque y la mediocre cinta de Déserts),
sentía por la guerra una fascinación real (léase su descripción, en un cuando los tuvo entre las manos, mientras que su utopía dd "sonido
tono de arrobamiento débil, de los ruidos maravillosos de la "guerra organizado" era mucho más poética de oír explicar en lo abstracco.
moderna"). Es pues a la inversa, es porque Russolo no recurrió a las máquinas
Porque independientemente de las recuperaciones a las que pueda grabadoras que su tentativa se ha malogrado, del mismo modo como
prestarse, Russolo mismo no es un ancestro que parece intelectualmente permanecen sin futuro numerosas tentativas actuales focalizadas sobre
tan excitante. Sus escritos sobre el sonido testimonian acerca del tema el tiempo real, y a las que sólo la renovación permanente del parque de
del ruido un nivel de reflexión extremadamente primario. La lógica y el máquinas da una apariencia de vitalidad. No tienen dinámica propia,
estilo que manifiestan los aparentan más con los prospectos que con los las obras suceden a las obras y los dispositivos a los dispositivos, en una
ensayos: como si se tratara para Russolo de acumular los máximos especie de salón tecnológico permanente, desprovisto de ambición esté-
argumentos posibles, aunque fueran contradictorios, con el objeto de tica.
"vender" la idea de una música de ruidos. Que haya también en la historia de la música de sonidos fijados,
Pero la referencia a Russolo parece tener otro objetivo: ocultar o al unos estancamientos e incluso unas vueltas atrás, eso es innegable, pero
menos enturbiar el papel verdadero de la fijación en soporte. Porque el no sabríamos interpretar, como otros se precipitan a hacerlo, esta fase
autor de L'Arte dei rumori realizó sus ideas por medio de aparatos en la que se gira en círculo como la prueba de un desfallecimiento del
mecánico-eléctricos empleados de manera instrumental, que él llamaba género. Si este tartamudeo de la hiscoria quiere decir algo, es al contra-
ruidores (intonarumori), y que estaban accionados en directo por intér- rio las altas exigencias de la música de los sonidos fijados -un género
pretes conforme a una partitura. · que todavía no está más que a medias venido al mundo. Por otra parte,
Se considera a veces que si Russolo no recurrió a la grabación en los el número de jóvenes compositores que se arriesgan, en unas condicio-

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nes más difíciles y con muchos menos apoyos oficiales que hace veinte
años, es muy estimulante.
No hay necesidad, para apadrinar esta corriente, de un dudoso
Russolo. No es indispensable tampoco evitar u ocultar el cargante .....
Pierre Schaeffer. Una vez dado a este César lo que le pertenece y que es
considerable,
.
sigamos sin él. Ha llegado el tiempo de ser .postschaeffe-
nano.
Y sobre todo, sepamos, en esta marginalidad provisional del género,
reconocer una suerte única: la de poder encontrar, lejos de las modas y
del buen tono, lejos también de la pusilanimidad de la casta musical, el X
sentido de una independencia frondosa que se llama libertad. Una liber- Unos sonidos grabados en sí
tad que le hace falta también ejercer sobre sí mismo.
Porque este género no debe dormirse en lo adquirido; deberá igual-
mente aceptar arrojar sobre su pequeño y cercano pasado una mirada Este capítulo, voluntariamente más informal que el resto de la obra (por eso tiene
sin complacencia: muchos errores, facilidades y pereza componen, la forma de una entrevista) pretende evocar mi acceso personal, como compositor, de
desde hace cuarenta años, una buena parte de la herencia que deja trás la música de los sonidos fijados por una síntesis de diferentes intercambios con unos
de sí. Es esta avenida empedrada de buenas intenciones que hemos que- oyentes, críticos o colegas, que han tenido lugar con ocasión de diversas circunstan-
rido contribuir a desempedrar para volver a encontrar, debajo, la playa. cias. Me he permitido retomar las cuestiones enunciadas más frecuentemente, para
darles una respuesta más reflexionada y más condensada que lo que permite el direc-
ro, y así explicarme acerca de mi trabajo.

-¿Ha compuesto usted obras musicales que no sean para cinta sola?

-En primer lugar, querría volver a la expresión "para cinta sola",


que se emplea hoy para designar las obras sobre soporte y que no es
inocente, ya que remite a una concepción instrumentalista de la música:
es como si se dijera "música para piano solo". Ahora bien, si la cinta
está "sola", sobre la cinta puede haber todo, todos los sonidos y todos
los espacios, todos los colores y todas las dimensiones, todas las textu-
ras y todos los valores: tal es el postulado de esta música, en la que yo
en efecto he compuesto casi exclusivamente.
Al principio pensaba convertirme en compositor de partituras, y he

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hecho mis "clases de escritura" (incompletas) en el Conservatorio de era a menudo en la nueva música un fetiche, un simulacro. No diré el
Versailles. Pero las circunstancias y los encuentros, entre los cuales el nombre de este compositor célebre que había escrito una pieza vocal en
concierto no-stop extraordinario de Pierre Henry en 1968 en el Théatre tercios-de-tono -entonces impracticable por cantantes occidentales, al
de la Musique, así como los ánimos de una amiga música con la que .~ menos sin un reaprendizaje-, y que en la grabación en estudio era inca-
había ido, Mireille Mayerau, me inocularon el virus de la música sobre paz de oír que la cantábamos desafinada, a pesar de nuestros esfuerzos.
soporte. Me inscribí entonces en el curso del Groupe de Recherches Entonces, que no se hable de "rigor" cuando un señor hace palotes
Musicales (estrechamente asociado por entonces al Con~ervatorio de sobre un pedazo de papel y eso se llama una partitura. Para mí, la cinta
París), que seguí durante dos años. Seguidamente, fui escogido por el magnética es un medio mucho más preciso, honesta, y riguroso.
Groupe donde trabajé cinco años, primero ocupándome del seminario
de Schaeffer en el Conservarorio, después como responsable de la radio -¿Para realizar música de sonidos fijados hace falta un estudio pro-
y de las publicaciones; lo dejé en 1975 para trabajar como "free-lance", fesional, luego, no forzosamente accesible a todo el mundo?
al tiempo que seguía manteniendo estrechas relaciones con el GRM.
Prácticamente pues, sea para realizar obras sea para escribir sobre esta He trabajado casi siempre, es verdad, en estudios profesionales,
música y sus aspectos históricos, técnicos o teóricos, nunca he roto el sobre todo el del GRM, pero como no empleo más que un número limi-
contacto con ella. Incluso si llevo actividades paralelas de escritura, de tado de medios de base (los magnetófonos, la consola, sus correctores y
periodismo, de investigación, de enseñanza, de realización audio-visual su cámara de eco, los filtros ... ), pienso que podría adaptarme a cual-
y otras, hay en mi vínculo con la música de los sonidos fijados desde quier estudio analógico. Si quiero fuentes sonoras específicas, sintéticas
ahora alguna cosa que escapa completamente al tiempo. Puedo no por ejemplo, me basta ir a casa de alguien que quiera poner a mi dispo-
haber trabajado durante seis meses en un estudio, y encontrarme inme- sición el aparato en cuestión, y en una o dos sesiones de rodaje sonoro,
diatamente a gusto desde el momento que vuelvo. puedo probar un montón de cosas que grabo sobre la marcha. Una vez
Eso tal vez tiene que ver con la manera en la que he abordado el estos elementos están en cinta, puedo volver a trabajarlos con magnetó-
género: durante mis estudios, hacía ensayos a domicilio con un magne- fono, simplemente volviéndolos a "encuadrar" temporalmente. Hago
tófono de principiante Uher "Royal de Luxe" estéreo 19cm/seg. y un también mucho rodaje sonoro en unas condiciones de toma de sonido
piano vertical, en el que he creado una grao cantidad de sonidos de los volante con un instrumental ligero, en exteriores e interiores, en el curso
que continúo sirviéndome. Todo eso me ha dado bases y referencias que de viajes. En estas sesiones, dejo a menudo inmiscuirse el entorno más o
conservo mentalmente. Algunos :;onidos de esta época, a fuerza de menos discretamente en los sonidos que estoy haciendo, como un fondo
haber sido escuchados con vistas a su empleo en unas obras, permane- o un horizonte, es decir, como una intrusión bienvenida. Si no lo es,
cen completamente grabados en mí. basta con volver a hacer la toma. En este feedback que busco con el
Otra experiencia que ha contado para mí fue la de intérprete, como "medio" en el que creo los sonidos, no hay nada de aleatorio: puedo
cantante o instrumentista, en conjuntos de música antigua y contempo- verificar sin cesar el resultado y repetir, hacer dialogar lo espontáneo y
ránea, así he podido abordar algunos problemas de sonido por su lo reflexionado, el hallazgo y lo predeterminado, etc ...
aspecto concreto, y particularmente, con ocasión de la creación de He empleado entonces todas las fuentes sonoras, de las más acústi-
obras de "vanguardia", me he percatado hasta qué punto la partitura cas a las más electrónicas, de las más cotidianas a las más tradicionales:

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guitarra, piano preparado, etc... Pero la naturaleza inicial de estas fuen- público, tratar de explicarle cuando es necesario. Sin embargo no de
tes no tiene más que una importancia relativa, ya que una vez fijados en cualquier modo, ya que a menudo eso aporta todavía más oscuridades y
la cinta, los sonidos devienen formas-materias sonoras remodelables malentendidos, particularmente cuando el compositor no se aclara con-
hasta el infinito. El trabajo de generación sonora continúa con los mag- ..... sigo mismo, o hace demagogia y simplificación. He escrito mucho (por
netófonos, las desaceleraciones, las mezclas, el eco, el montaje. otra parte me habría gustado no ser casi el único en hacerlo) y comuni-
cado mucho para explicar y narrar esta música, y todo eso me ha enri-
-¿Trabaja solo o con colaboradores técnicos? quecido pero también me ha mostrado los límites de la "comunicación"
bajo tal forma. Es la obra quien debe hablar en última instancia.
-Hasta ahora solo de principio a fin, salvo en el estadio inicial del En cuanto al discurso teórico, como se encuentra en el presente
"rodaje sonoro", en el que he tenido que trabajar un día o dos con un libro, El Arte de los sonidos fijados, es otra cosa. No es comunicación
captor de sonido, y ciertamente con el intérprete que presta eventual- en el sentido habitual o información, sino un acto fundador y ontológi-
mente su voz. Debo decir que agradezco al GRM la total libertad de co, que forma parte integrante del trabajo de composición.
trabajo que he encontrado siempre allí, sin ninguna presión para hacer-
me adoptar tal máquina o tal método. Es tan frágil, al principio, un -¿Se reconoce como discípulo de Pierre Schaeffer?
anhelo de compositor, que es fácil de pervertir. Es menos grave para éste
afrontar en sus inicios un recibimiento escéptico en sus colegas (esto me -En algunos aspectos, sí, pero en otros estoy en desacuerdo con sus
ha pasado como a todo el mundo) que ser objeto de presiones más insi- ideas. Sus diatribas contra la música concreta han tenido un efecto
diosas y amistosas, movidas por excelentes sentimientos, pero que ten- desastroso que no siempre midió: han minado el trabajo de sus suceso-
derían a desviarlo de unos medios que su instinto siente oscuramente res y alimentado los conformismos de todo pelaje. Al mismo tiempo, he
como siendo los que necesita. partido de sus conceptos como tantos otros trabajando en este dominio,
por lo que le he rendido homenaje escribiendo la Cuide des Obiets
-Una trayectoria tal ¿no es solitaria? Sonores, una exégesis de su Traité des Ob;ets Musicaux que ha sido un
trabajo de benedictino. El músico concreto no hubiera existido sin
-Ciertamente, pero con los placeres de la soledad y el sentimiento de Schaeffer, y el Traité sigue siendo un punto de partida fundamental para
libertad embriagadora que confiere. Es como escribir un libro. Pero el toda investigación acerca del sonido, a condición de hacer una relectura
momento del concierto os aporta .u n gran momento de participación crítica, que he iniciado en otro lugar (en mi crónica del Monde de la
colectiva: incluso en una pequeña sala y con un público restringido, la Musique, particularmente, y en algunos artículos que se recopilarán un
comunión casi sagrada de un grupo alrededor de la escucha de un soni- día de estos).
do que no tiene más que a sí mismo para defenderse, sin la visión de Musicalmente, he estado influenciado sobre todo, por lo que alcan-
instrumentistas ofreciendo una anécdota visual, me conmueve siempre. zo a saber, por las primeras obras concretas así como por las composi-
Sin embargo, es verdad que intercambios más numerosos entre cole- ciones sobre soporte de Pierre Henry y Fran~ois Bayle -pero también
gas, para discutir obras que estamos componiendo en sus diferentes por compositores más antiguos. El Petrouchka de Stravinsky me ha
estadios, no nos haría daño. Y naturalmente es deseable debatir con el marcado particularmente mucho: esta mezcla de elementos dispares en

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los que se mezclan lo familiar y lo trágico; esta atmósfera teatral y cam- Pero este puritanismo es un fenómeno actual. Los compositores
biante, esta ligereza del discurso y de la materia sonora, donde se pasa barrocos o románticos lo ignoraban: en sus cantaras o sus óperas, entre
de una única línea quebrada para piano a una masa que aumenta -con la el nivel lingüístico y semántico del texto y las notas sobre las que este
orquesta. Pero hay también filmes, imágenes, libros, la vida ... . ~
texto es cantado, aceptaban que subsiste una heterogeneidad radical.
Hoy en día se quiere unificar la música, lo que sería una grave limita-·
-¿Cómo aborda el problema de la forma? ción. Un ral "unitarismo" procede, en mi opinión, de un resto de
romanticismo del que no se quiere saber nada y del que se protege
-Es una cuestión delicada, pero que no es específica de este dominio. ferozmente . Esto es lo que he intentado mostrar en un artículo, "Le
Me parece que componer no es tan difícil; hay modelos de composición Miroir obscur'', consagrado al papel de contraejemplo que la referencia
por rodas partes, en la música pero también en la pintura, los filmes, la al Romanticismo continúa teniendo en la doctrina moderna.
poesía, los monumentos, la realidad. Lo esencial es transponerlos en el
dominio en el que se trabaja de una manera que les de sentido, y tam- -¿Por qué no "manipula" las voces?
bién inventar formas propias de este género.
Una de mis "preocupaciones formales'', como se dice, es luchar con- -En mis obras dramáticas o más generalmente con texto, el trabajo
tra la banalización de la duración, quiero decir este efecto de regulari- sobre la voz se localiza durante lo que llamo el rodaje sonpro: es una
dad del flujo temporal, este clapotear igual del tiempo que se encuentra voz interpretada, dirigida y grabada de una cierta manera -por otra
en muchas obras en cinta. Con este objetivo empleo frecuentemente parte a menudo la mía propia. Después no la deformo más, pero en
pequeñas formas densas y concisas cortadas por silencios pronunciados, cambio recompongo la dicción y su fraseo por el montaje y la mezcla
y dispuestos en el interior de formas más amplias. El ciclo de La Roue, con otros elementos. Me gusta la presencia humana de la persona que
en su estructura de conjunto, obedece a este modelo. Son tal vez dos habla, entonces ¿por qué caricaturizarla o desmenuzarla? En cuanto
rasgos propios de mi trabajo: el papel dado al silencio "activo" y una que no veo gran interés en dividir los fragmentos de sonoridad vocal,
búsqueda de disimetría formal y de elasticidad temporal, combinando haciendo como si así se manipulara el lenguaje, mientras que éste, no
unos momentos muy concentrados y otros muy repartidos, algunos con siendo más que un sistema de diferencias, es totalmente independiente
texto y otros sin, etc ... de la sonoridad de los fonemas. En este punto me pronuncio a contra-
corriente de la estética del "texto deshilachado" inaugurado por el
-En algunas obras ha practicado la electroacústica como un género Omaggio a Joyce, de Berio, una obra muy hábil, pero de la que ha sido
dramático. ¿Impuro en consecuencia? necesario soportar muchas imitaciones.
Otro aspecto del trabajo que permanece invisible para el oyente,
-Reivindico esta impureza, pues es la vida misma. Eso no _siempre ha pero que es importante para mí, es la consideración dramática y musi-
sido bien acogido por algunos de mis colegas, en nombre de su temor a cal de la "presencia" del personaje. Quiero hablar del fenómeno propio
lo anecdótico y de su búsqueda de una propiedad clínica del sonido; en a la música sobre soporte que es que, desde el momento que usted tiene
resumen de estas fobias que paralizan e incapacitan la investigación en en la cinta dos frases dichas por una misma voz y separadas por varios
el dominio de la electroacústica. segundos por ejemplo un minuto, el personaje continúa estando presen-

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te en el intervalo para el oyente, invisiblemente e inaudiblemente. En La do con la cinta magnética y por operaciones manuales analógicas de
Tentation de Sain-Antoine, la voz de Schaeffer no ocuparía más que un estudio?
minuto muy restringido si se cortaran los silencios entre lo que dice, y
sin embargo el personaje está casi constantemente ahí. Eso parece natu- ..... -Querer quedarse en el pasado ¿a qué escala? Lo que sea se verá
ral al público, pero crear este natural es una parre del trabajo de com- dentro de cinco, diez o veinte años. De rodas maneras, la única cuestión
posición. para un creador, desde este punto de vista, es intentar ser el contempo-
ráneo de sí mismo y hacer todo lo posible para vivir su propia historia,
-¿Por qué hasta ahora no ha empleado el ordenador? evitando caricaturizarse por una autoimitación, pero también renegar
de sus métodos y sus manías cuando es necesario y representan el acce-
-En el futuro no sé, pero hasta ahora no lo he utilizado una sola vez so personal a la creación. El defecto de la situación actual, con esta
en efecto. Lo que por el momento me contiene de hacerlo, es la técnica locura por la innovación en los medios de generación sonora, es que no
de trabajo que impone la ergonomía de estos sistemas: teclear sobre un se le deja ya tiempo a la gente para familiarizarse con los medios, pero
redado ante una pantalla, hacer girar un ratón o dibujar en una plan- también que no se lo permiten, y siguen dócilmente la corriente.
cha como con el UPIC, no me excita mucho. Prefiero rocar y montar a En consecuencia es preciso luchar contra la idea de una fatalidad
mano la cima magnética, porque estoy ligado a un acercamiento físico y histórica: por ejemplo esa, alegada por varias personas hoy, de una
manual del género, asociado para mí a la materialidad de la cinta y al desaparición de ciertos aparatos como el magnetófono analógico, una
estudio analógico. Por otra parre, los tratamientos digitales colorean desaparición que de golpe volvería caducos los trabajos que los utilizan.
demasiado los sonidos para mí, y finalmente implican un relevo visual ¿Con qué derecho y quién decide?
que me molesta considerablemente, porque durante el trabajo en estu-
dio, me valgo lo menos posible de partituras o de gráficos nemotécni- -Y ¿qué hace del público?
cos.
- Para esta música, muy particular, la cuestión del público debe plan-
-Así pues, ¿sus métodos son todavía empíricos? tearse a largo plazo. Afortunadamente las obras sobre soporte que
hacemos, por naturaleza, pueden esperar algunos años su público.
-Pero el empirismo no es una cuestión de medios. Alguien que ha Mientras que las tres cuartas partes de piezas electrónicas en "tiempo
escrito una partitura o que utiliza un programa de tratamiento digital real" actualmente creadas serán en menos de diez años técnicamente
no es menos empírico. Lo es incluso más, a veces, porque contrariamen- intocables y estéticamente muertas, porque no han sido compuestas con
te a las técnicas como las que empleo y que están únicamente basadas un espíritu entusiasta y de libertad, nuestras obras sobre soporte perma-
en el altavoz y la escucha, no se fía de su oreja y se aliena en unos pro- necerán tal cual, y las mejores serán tan novedosas o más que en la
cedimientos que le desposeen del sonido, tales como la visualización en fecha de su composición. Dicho esto, desearía a mis músicas encontrar
una pantalla o incluso los símbolos de notación, que son falsos amigos. lo más rápido posible un público más vasto, y empiezo a ocuparme per-
sonalmente de su difusión. Pero cuando en un concierto actual vienen
-¿No es querer quedarse en el pasado, en 1991, continuar trabajan- todavía solamente cien, o cincuenta, incluso diez personas, esas son tan

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importantes, tan respetables y bienvenidas, en el espacio de este concier- -¿No se puede simular eso con unos tratamientos digitales?
to, como mil o cinco mil.
-De ninguna manera, y la diferencia se oye enseguida. O en tal caso,
-Se podría creer, escuchando algunas de sus piezas, que tiene el para encontrar una "realización" tal, sería necesario tomarse tantos
culto por los defectos técnicos, del soplido, de la distorsión, del grano, problemas con el ordenador que se convertiría forzosamente en un
etc... homenaje a la flexibilidad y a la libertad de las técnicas mecánicas como
las que empleo.
- Nadie se sorprende ya desde hace largo tiempo de ver la fotografía
o el cine utilizar la sobreexposición, el grano o lo borroso como posibili- -¿Qué pasa cuando un.a obra de este tipo se transfiere a un soporte
dades expresivas, incluso formales. No es distinto lo que hago con el digital?
sonido, buscando una especie de "chiaroscuro'', es decir que los sonidos
de una misma composición no sean de una definición uniforme e inmu- -Es lo mismo que con un filme sobre película que se traslade a vídeo.
table. Según las condiciones particulares del traslado y la naturaleza particular
Pero estas técnicas no son para mi únicamente un procedimiento de del sonido, el sentimiento del soporte inicial permanece más o menos
lenguaje y los medios de un discurso, de una especie de modulación de presente pero está conservado, porque está inscrito en el sonido mismo.
las sensaciones: pueden tener también un sentido simbólico. El grano, el Por otra parte no se trata del soporte real, sino del soporte representa-
cambio de frecuencia, la saturación son como unas materializaciones en do: por ejemplo en algunos pasajes de La Tentation de Saint-Antaine,
la música del soporte mismo. La imagen sonora grabada está prendida he trabajado con ruidos de superficie de disco, mientras que la obra ha
en una materia, un límite del soporte. Esta dialéctica del sonido y del sido realizada en cinta ... y grabada en disco compacto.
soporte de inscripción está muy presente en mis trabajos recientes, que
son piezas-manifiestos que explotan los recursos específicos del soporte -¿Qué sentido da al "collage", en una música como "On n'arrete
magnético analógico: los Dix études de musique concrete, el tríptico pas le regret"?
PréludesNariations/Sonate, y los Crayonnés Ferroviaires ...
Hay realizaciones, en efecto, que no puedo obtener más que con la -Esta pieza no es un collage, si eso quiere decir que yo habría ensam-
cinta analógica de 6,25mm de amplio, una cierta manera de obtener un blado unos elementos preexistentes, cuando el 80% de lo que se escu-
sonido con obstáculos en el trazado, l!-Ilª textura viva. Para estas obras cha allí sale directamente o indirectamente de mis manos. Pero la idea
partí de una referencia pictórica: no de la pintura desde el ángulo figura- de collage es un malentendido que he constatado a menudo respecto a
tivo o visual, sino más bien con un espíritu de investigación concentrado mis músicas. Pienso que se trata de una confusión entre lo que las obras
en la pincelada, la materia, el trazado. Material.mente, eso se realiza por en cuestión expresan y los medios técnicos empleados en su realización.
ejemplo obrando manualmente sobre el contacto entre la cinta y las tres Dicho de otro modo, lo que busco, en estas piezas, es traducir algo
cabezas magnéticas (lectura, grabación, borrado) o sobre el paso de esta de la vida y del tiempo, de un modo que tenga un aspecto inmediato y
cinta. En algunos casos incluso ésta puede ser arrugada, usada, raspada natural. Con este objetivo, movilizo medios que tienen poco que ver
concretamente, con objeto de dar vida e inseguridad al sonido. con la recuperación de elementos ya existentes. Los pasajes que más

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dan la impresión de alguna cosa real son los que han sido más reconsti- -¿A qué llama "melodrama electroacústico"?
ruídos. Cuando se escucha por ejemplo en La Ronde un paseante que
silba, se trata de un silbido "interpretado" en estudio. Imaginar de -Es una pieza de música en cinta de carácter dramático y con un solo
entrada lo contrario, es como creer que lo que en un filme de ficción ... personaje, en codo caso un solo personaje a la vez. La acción de este
procura un fuerte sentimiento de ya vivido no puede más que haber drama es de carácter mucho más psicológico que circunstancial: paso por
sido tomado de un acontecimiento real, que la cámara se habr~a conten- estado de ánimo, visita de recuerdos, surgimiento de apariciones que son
tado con recoger sobre el hecho. La idea de collage me parece pues pro- proyecciones del personaje mismo. La Tentation de Saint-Antoine es el
venir de una aprehensión ingenua de la naturaleza de este género. más desarrollado que he hecho en el género, inaugurado con Le Prisonnier
Por otra parte, si reacciono contra la asimilación a un collage, es du Son.
porque está asociado en nuestros días a una idea de segundo grado cul- La diferencia fundamental con las piezas electroacústicas de otros com-
tural, mientras que compongo en el primer grado; incluso cuando inte- positores que han empleado un texto (hay un cierto número que admiro,
gro en una pieza melodías tonales que algunos coman por "citas". Pero como el Purgatoire de Bayle, el Apoca/ypse de Pierre Henry o Sous le
si son así, tonales y melódicas, es porque las he imaginado, interpretado regard d'un soleil noir de Francis Dhomont), es que ponen en juego un
y grabado en este estilo. El Do mayor continúa funcionando para mí, y narrador relatando en el pasado o un comentarista objetivo. Mientras que
no está en contradicción con el universo de los sonidos fijados, porque en los melodramas que yo he hecho, se traca de un personaje del que segui-
la definición de este género se sitúa en otro nivel completamente dife- mos los tormentos y los sentimientos en el presente, en la primera;persona
rente, más allá de una distinción tonal/atonal, que ha dejado de tener y en estilo directo. El texto funciona entonces como un libreto en el senti-
una pertinencia histórica. do clásico; no se trata de formar un joyero con su eventual valor literario,
Al mismo tiempo, es verdad que se trata, en algunas de las músicas incluso cuando es una adaptación de Flaubert (quien ha escrito su
que he hecho, de la memoria: pero no de la memoria cultural común Tentation, es preciso recordarlo, en forma de una "pieza de teatro imagi-
como de un objeto del que me sentiría intelectualmente distante. nario", sobre el modelo del Second Faust.)
A partir de ahí, los oyentes pueden embellecer sus asociaciones per- Por otra parte, en estos melodramas o en otras de mis piezas que con-
sonales: una estudiante de música, por ejemplo, "escucha" un órgano llevan más o menos texto, este no está nunca en suspenso. Hay siempre un
de Barbaría, en On n'arrete pas le regret, ahí donde yo sé bien que no estatuto franco: el de un texto hablado y vivido, o de un texto leído. En
había nada de tal y que incluso nunca había pensado en evocar este ins- cuyo caso este carácter de lectura, en lugar de ser disimulado, es subraya-
trumento. No hay ningún problema si el público imagina tales cosas, do y dramatizado: por ejemplo, en el Requiem, la epístola recitada por un
pero no es necesario que coniunda sus asociaciones personales con la niño que se tropieza con el aspecto visual de las palabras impresas (le
realidad histórica de la fabricación de la obra. Ante ciertas reacciones, había hecho descifrar un misal en caracteres antiguos).
pues, en que lo que fabrico pasa por ser una huella de la vida tomada Insisto en el hecho de que para mí todas estas voces grabadas y fre-
tal cual, me siento como un director de cine de ficción que fuera toma- cuentemente interpretadas por el micro no son "voces" o unos "materia-
do por un documentalista. Lo que a la vez es gratificante y frustante, ya les'', sino seres de carne y de sangre, si lo puedo decir. De ahí el principio
que es muestra de que el público "funciona'', pero sin reconocer al de no pasarlos por el molinillo de las manipulaciones electroacústicas.
autor ser quien ha recreado y recondensado la vida. El interés para mí del melodrama de sonidos fijados así considera-

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i
do, en relación coa el género que en otro tiempo llevaba este nombre Franc;oise Dolto, está presente en cada uno, que ha estado en ciertos
(drama hablado acompañado de música), es mantener grabado lo vivo momentos de su infancia. Es entonces a este testimonio que, quizás, la
-lo vivo recreado-, en sus mínimas entonaciones, para componerlo e
integrar más íntimamente la voz en el espacio musical.

-¿Sus músicas son autobiográficas?


- música que realizo se dirigiría. Y el arte de los sonidos fijados me pare-
ce que es el medio más libre y más íntimo que haya nunca sido ofrecido
a unos músicos para ir hasta el final de un propósito tal.
No lo es, por supuesto, más que mediante una condición en la que
algunos ven una restricción redhibitoria, pero en la que encuentro, per-
Si me atreviera diría, como Fellini, que se trata de una autobiografía sonalmente, más bien un triunfo formidable: el hecho justamente de que
reinventada. El tono chirriante del Requiem, por ejemplo, no es un arre- los sonidos estén fijados y guarden la huella de la intención, la traza de
glo de cuentas con mi educación religiosa, que ha sido tolerante y sin la mano. Eso lleva naturalmente a hacer unas obras cerradas y termina-
drama. Es una ficción para decir de otro modo la verdad. das como lo son los filmes, las poesías o las novelas -en consecuencia
unas obras, antes que unas trayectorias o unos conceptos. La obra por
-Sin embargo la infancia tiene en su música un lugar indiscutible sí misma permite un simple intercambio simbólico. No deja al creador-
creame y el público en un cara a cara en espejo, sino que pone en medio
-De la misma manera, es la infancia y no mi infancia particular; la algo en tercer término, un objeto que seguramente será el soporte de
infancia tratada como una imaginería en la que se complace el adulto. todas las proyecciones y de todos los malentendidos, pero, también,
Pero las piezas más recientes que he hecho pretenden estar liberadas de dirá siempre más que su autor.
toda nostalgia, están vivas y en el presente.

-Pero con su música ¿intenta "decir" algo? M.C., 71311991

-Ciertamente, incluso si no se siempre el qué. Una amiga escritora,


Christiane Sacco, me ha ayudado con un texto que ha escrito sobre ella
a comprender de lo que se podía tratar. "Temoiger de l'hurnain", es así
como me parece poder de ahora en adelante si no resumir, al menos
describir en parte mi propósito de compositor. Este propósito, si fuera
seguido idealmente, implicaría a la vez una cierta objetividad incluso un
cierto desapego frente al sujeto humano, pero también el respeto a las
diferentes dimensiones carnales y espirituales que constituyen La perso-
na, y el respeto a sus vacíos y a sus contradicciones, así como a mis pro-
pias lagunas. Se trata también de dar cuenta de ellas sin querer juzgar.
Por otra parte se puede pensar que este testimonio objetivo de lo huma-
no, este "testimonio en lo absoluto de lo que vive", como decía

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(
acusmática=audición sin el auxilio del ojo). Retomado por Fran~ois
Bayle hacia el final de los años 70, en las expresiones música acusmáti-
ca y concierto acusmático, para designar la música de altavoces, tam-
... bién llamada música concreta, o lo que llamamos aquí música de los
sonidos fijados. En este sentido, ha sido reivindicada después por nume-
rosos compositores y grupos franceses o canadienses.

Audio-visión (Chion, 1991): designa el tipo de percepción propia al


cine y a la televisión en la que la imagen es el centro consciente de la
Léxico atención, pero donde el sonido le aporta en todo momento una serie de
efectos, de sensaciones y de significaciones que, por un fenómeno
corriente de ilusionismo y de proyección, son asignados a la imagen y
Aculogía (Schaeffer, 1967}: palabra propuesta en el Traité des parecen desprenderse naturalmente de ella. Igualmente se puede hablar
Objets Musicaux de Pierre Schaeffer designando una disciplina hipotéti- de audio-visión en la realidad cotidiana, es decir de influencia de la
ca que sería a la acústica lo que, en la lingüística, la fonología es a la visión por la escucha, con la salvedad de que un número considerable
fonética. La aculogía se consagraría al estudio de los sonidos percibidos de otros fenómenos sensoriales (térmicos, tactiles, etc ... ), así éomo la
y de las estructuras de percepción sonora, y se esforzaría en distinguir gran diferencia en la naturaleza misma de la audio-visión " in situ" (en
en el objeto sonoro unos criterios y en situar estos en relación a los el lugar) en relación con la audio-visión en la pantalla vienen a compli-
campos perceptivos del oído, como valores musicales potenciales. car el fenómeno.
Este término, que en el Traité no es objeto más que de algunas alu-
siones fugaces, es retomado después por Michel Chion quien intenta Cronográfico (Arte) (Chio n, 1991): pueden llamarse "cronográfi-
otorgarle una definición más amplia: según esta nueva acepción la acu- cas" o "artes de cronografía" las artes que, como el cine sonoro o la
logía deviene la disciplina que se consagra al estudio de la percepción música de sonidos fijados, trabajan sobre el tiempo fijado a una veloci-
sonora en general, tomando en cuenta todos los tipos de sonido, pero dad exacta. Recordemos que el cine mudo era tanto rodado como pro-
también -lo que no implicaba la definición schaefferiana- todos los yectado a una velocidad que no era fija y normalizada, y que en este
aspectos de la cuestión y todos los niveles de escucha: no solamente el sentido, si era cinematográfico (escribía el movimiento ), estaba lejos de
de la escucha reducida, sino también los niveles semánticos, figurativos, ser cronográfico.
estéticos, psicológicos, etc ...
Concreta (Música) {Schaeffer, 1948): expresión inventada por Pierre
Acusmática (Schaeffer y Peignot, 1952; Bayle, años 1970): adjetivo Schaeffer (1948), y redefinida aquí, conforme a su acepción inicial,
designando el sonido oído sjp ver su causa, y en panicular el sonido como designando una música hecha concretamente, con unos sonidos
oído a través de un altavoz sbi ser acompañado por una visualización. fijados (y no a partir de una notación). Esta música se manifiesta a tra-
Designa igualmente el tipo de escucha propia a esta situación (escucha vés de obras musicales existiendo concretamente, bajo la forma de una

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substancia audible fijada sobre un soporte de grabación cualquiera. quiera percibida por ella misma en una escucha reducida, indepen-
Según las épocas, los países y las escuelas, esta música se ha Llamado dientemente de su causa, de su sentido, y de sus efectos, y calificada
también música experimental, música electrónica, música electroacústi- por unos crirenos sonoros.
ca, música acusmática, música electromagnética, Tape Music (inglés),
Tonbandmusik (alemán), etc ... Pero estos últimos términos han termina- Foniurgo (Chion, 1990): se es un "foniurgo" cuando se es un crea-
do por designar también tanto músicas que no responden ~ la definición dor de sonidos en pleno sentido, es decir cuando se inviste su poder
inicial del género concreto como música de sonidos fijados. creativo en operaciones de generación sonora cualesquiera, a partir de
no importa qué fuente, sin contentarse con tomar el sonido como un
C uerpo sonoro: objeto material tangible del que pueden proceder desencadenamiento natural a contener o un real preexistente a captar.
sonidos intencionales (de origen humano o animal) o no intencionales
(debidos a fenómenos naturales o mecánicos). Reducida (escucha) (Schaeffer, años 60): noción insp irada en la
noción de reducción fe nomenológica de Husserl y que designa la toma
Fijados {sonidos) {Chion, 1988): término propuesto con preferencia de decisión de la escucha aplicándose a observar y a describir los
al de "sonidos grabados" (que pone demasiado el ace nto en una fenómenos sonoros cualesquiera por ellos mismos, en sus cualidaJes
supuesta " realidad sonora" preexistente a su fijación), para designar los sensibles de masa, grano, duración, materia, volumen, ere ... , indepen-
sonidos estabilizados e inscritos en sus detalles concretos en un soporte dientemente de su causa, de su sentido, y de sus efectos físicos, psico-
de grabación cualquiera, sea cual sea su origen y la manera en que han lógicos o afectivos.
sido obtenidos. El sonido fijado conduce a un género musical específico,
el que constituye el objeto de este libro, pero es igualmente empleado Señal grabada: designa aquí una inscripción en un soporte de gra-
por definición en la radio, el cine, y en la mayoría de las formas de crea- bación sonora, pudiendo esta inscripción, según la velocidad y el sen-
ción audio-visuales. tido de lectura, hacer oír unos sonidos diferentes .

Imagen-de-sonido (1-sonido) (Bayle, 1987): noc ión debida a Rodaje sonoro (Chion, 1988): designa una operación consistente
Fram;ois Bayle y que designa el sonido oído como traza grabada, a tra- en crear o en dirigir sonidos o secuencias sonoras, por no importa que
vés de la membrana de un altavoz, y poseyendo en consecuencia una medio, ante uno o más micrófonos con el objeto de fijarlos mediante
naturaleza particular y diferente del sonido oído en directo y en tiempo grabación. Esta operación es a menudo denominada impropiamente
real. "toma de sonido", una expresión técnica que no pone suficientemente
en evidencia su carácter intencional y creador.
Modelado (Chion, 1988): designa ciertas "manipulaciones" de soni-
dos fijados que les imprimen una forma tan característica que se con- Trazado (Chion, 1988): podría decirse de ciertas manipulaciones
vierte en la fisionomía esencial y constituyente del sonido obtenido. de estudio que se sirven de una señal grabada como de una punta de
lápiz, con la que se fabrica líneas, trazos, puntos, en resumen figuras
Objeto sonoro {Schaeffer, años 50): designa una unidad sonora cual- en las que predomina la dimensión gráfica, y que deben todos sus

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contornos a la manipulación misma {ej: ciertas técnicas de desplaza-
miento manual de una cinta grabada contra los cabezales de lectura).

Visu-audición {Chion, 1991): designa el tipo de percepción que pre-


sumible mente está concentrado conscientemente en lo auditivo, pero
donde la audición está acompañada y reforzada, así co~o parasitada
por un cierto contexto visual que la influencia y proyecta sobre ella
ciertas percepciones. El concierto instrumental clásico, con la visión de
las ca usas instrumentales, pero también el trabajo de un compositor o
de un montador con el sonido cuando se ayudan con notaciones gráfi- Referencias de los textos citados o evocados
cas, son dos situaciones de visu-audiciones corrientes.

- Theodor W. Adorno: "Vers une musique informelle", en La Musique


et ses problernes contemporains, Cahiers Renaud-Barraulc1 Julliard, 1963
- Claude Bailblé: "Programmation de l'écoute" en Cahiers du Cinéma,
nº292,293,297,299 ·
- Fran~ois Bayle: "La musique acousmatique ou l'art des sons proje-
cés", en Encyclopaedia Universalis, 1984
- André Bazin: Qu'est-ce que le cinéma?, Editions du Cerf, col. 7º arce,
1967
- Pierre Boulez: "A la limite du pays fertile", en Relevés d'apprenti, ed.
del Seuil, 1966
- Noel Burch: Les Lucarnes de l'infini, Nathan, 1991
- Michel Chion {investigación realizada por): La Musique du Futura-
t-elle un avenir?, Cahiers Recherche/Musique nº 4, INA-GRM, 1977
- id.: Guide des Objtes Sonores, INA/Buchet-Chastel, Bibliotheque de
Recherche Musicale, 1983
- id.: La Toi/e trouée, Cahiers du Cinéma/Essais, 1988.
- Id.: L'Audio-vision, Nathan, colección Cinéma et Image, 1991, {La
audiovisión, Paidós, Barcelona, 1993)
- Michel Chion et Fran~ois Delalande (dossier reunido por ):
Recherche Musica/e au GRM, Revue Musicale nº 394-397, 1987 (textos
de Bayle, Mailliard, Chion, Delalande, etc ... )

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- Francis Dhomont (dossier reunido por): L'Espace du son, Líen, revis-
ta editada por Musiques et Recherches (Annette Vande Gorne, 3, plaza de
Ransbeck, 1328 Ohain, Bélgica), 1988 (artículos de Vande Gorne,
Dhomont, Risset, Bayle, Chion, etc ... ) ~~

- Herbert Eimert: "La Musique électronique", en Vers une musique


expérimentale, Revue Musicale nº 236, Richard Masse, 1957 (escrito en
1953). '
- Gottfried-Michael Koenig: "Studium in Studio", en Musiques élec-
troacoustiques, Musique en jeu, nº 8, éd. Du Seuil, 1972.
- Tod Machover (dossier reunido por): Quoi, quand, comment, la índice
recherche musicale, dossier reunido por Tod Machover, Christian
Bourgois/IRCAM, 1985.
- Jéréíme Peignot: "De la musique concrete a l'acousmatique", en
Musique Nouvelle, Esprit, 1960.
- Henri Pousseur: Fragments théoriques 1 sur la musique expérimenta- Una música del sonido ........................................................... ......... 7
le, Instirut de Sociologie de l'Université Libre de Bruxelles, 1970. Más allá de las fuentes ............. .................................... ............:....... 13
- C laude Rostand: Dictionnaire de la Musique Contemporaine, Diez mandamientos para un arte de los sonidos fijados .................. 22
Larousse, 1970. El "material" en cuestión................................................................ 28
- Luigi Russolo: L'Art des bruits, edición reunida por Giovanni Lista, Técnica y tecnología en música de los sonidos fijados ... . . . . . . . . . . . ....... 41
L'age d'homme, 1975 (El Arte de los Ruidos, Centro de Creación Los dos espacios........ ................... ...... ............................................. 50
Experimental, Taller de Ediciones, Cuenca, 1998) Escuchadla como deseéis.................................................................. 55
- Pierre Schaeffer: "Introduction a la musique concrete", en ¿Un cine para el oído? El paralelo y sus lecciones.................. ......... . 60
Polyphonie, La Musique Mécanisée, Richard-Masse, éd. 1950. No todos la hacían ... ........... ..................... ....... .......................... .... 71
- Pierre Schaeffer: A la recherche d'une musique concrete, éd. du Seuil, Unos sonidos grabados en sí. ........................................................... 79
1952, parcialmente reeditado en el estuche Pierre Schaeffer, l'Oeuvre Léxico.......... ............................. ...................................................... 94
musicale, INNGRM/Editions Séguier, INA C 1006-09 Referencias de los textos citados ...................................................... 99
- Id., Traité des Objtes Musicaux: éd. du Seuil, 1966, reedición aumen-
tada, 1977 (Tratado de los Objetos Musicales, versión abreviada, Alianza
ed., Madrid, 1988)

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