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DERECHO

“INFORMES N° 06 Y 08”
DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

Karen Agüero Valencia

Bryan Ñaupa Barreda

XII Semestre

2019

“Los alumnos declaran haber realizado el presente trabajo de acuerdo a las


normas de la Universidad Católica San Pablo”
INFORME LEGAL N° 06-2019

DE : Karen Agüero Valencia y Bryan Ñaupa Barreda.


(Expertos Independientes)
A : Álvaro Daniel Cerdeña Chávez.
ASUNTO : Absolución de consultas sobre Cuestión Previa – Caso N° 06
FECHA : 20 de junio del 2019.

I. ANTECEDENTES:

1.1. María Álvarez, hija de Juan Álvarez, demanda la nulidad del segundo matrimonio
celebrado por su padre en México con Raquel Rodríguez cuando aquel era de estado viudo.
Agrega que el matrimonio fue celebrado por poder sin que ninguno de los contrayentes se
trasladara a dicho país y teniendo ambos su domicilio en el Perú. Expresa que en el juicio
sucesorio de su padre que se tramita en Lima.

1.2. la demandada pretende hacer valer su carácter de cónyuge en segundas nupcias del causante
en mérito de la partida del matrimonio celebrado en México cuya validez impugna. La
demandada rechaza la acción deducida, alegando que la nulidad o inexistencia del
matrimonio sólo podrá ser intentada en vida de los esposos, que la validez del matrimonio
se rige por la ley del lugar de su celebración, que al tiempo de contraerlo ninguno de los
esposos tenía impedimento legal y que ambos podrían contraerlo libremente en cualquier
parte del mundo, no habiendo violado disposición legal alguna.

1.3. En consecuencia, se nos realizan las siguientes consultas: a) ¿Es legalmente admisible la
demanda de nulidad interpuesta por la hija?; b) ¿Estando el domicilio de los
contrayentes en el Perú, podían válidamente contraer matrimonio por poder en
México? y; c) ¿No existiendo impedimento de parte de los contrayentes para casarse
en el Perú y admitiéndose el divorcio tanto en nuestro país como en México, podría
afirmarse que existe Fraude a la Ley?

II. ANÁLISIS:

Respecto del factor de conexión y ley aplicable al presente caso.


2.1. El presente caso es, evidentemente, uno de Derecho Internacional Privado, ello por los
factores de conexión como el domicilio de los cónyuges (que vendría a ser el Perú), el lugar
de celebración del acto (que vendría a ser México). En consecuencia, debemos determinar
primero determinar la ley y jurisdicción serán aplicable para luego dar una solución de
fondo del asunto.

Respecto de la primera cuestión planteada (¿Es legalmente admisible la demanda de


nulidad interpuesta por la hija?).

2.2. Conforme al artículo 2057° de nuestro Código Civil, se determina la competencia


jurisdiccional sobre personas domiciliadas en el Perú, por lo que dicho artículo determina
textualmente lo siguiente: “Los tribunales peruanos son competentes para conocer de las
acciones contra personas domiciliadas en el territorio nacional”.1 Por tanto, la nulidad del
acto jurídico será admisible conforme al artículo antes mencionado; sin embargo, existe un
problema sobre la legitimidad para obrar de la hija (María Álvarez) pues el cónyuge (Juan
Álvarez) está muerto. Además, es pertinente pronunciarse respecto de la representación en
el matrimonio y la sucesión legal.

2.3. Por fines prácticos, desarrollaremos primero la legitimidad de obrar de María Álvarez. Al
respecto, tenemos que delimitar conceptualmente la legitimidad para obrar, en palabras de
Monroy Gálvez2 la legitimidad para obrar será:

“[L]a posición habilitante para formular la pretensión o para que, contra alguien, se
formule a radicar necesariamente en la afirmación de la titularidad del derecho
subjetivo material y en la imputación de la obligación. La legitimación, pues, no puede
consistir en la existencia del derecho y de la obligación, que es del tema de fondo que
se debatirá en el proceso y se resolverá en la sentencia”

Es decir, que María Álvarez debe demostrar ser titular de un derecho lesionado y que su
pretensión sea contra quien considere le han lesionado, pues debe haber una
correspondencia lógica entre las personas que conforman relación jurídico material
(relación de conflicto) y la relación entablada en el proceso (relación jurídica procesal) que
se conoce como legitimidad para obrar.

1
Congreso de la República del Perú, Decreto Legislativo N° 295, Código Civil, Perú, entrado en vigencia el 14
de noviembre de 1984.
2
J. MONROY GÁLVEZ, Temas de Proceso Civil, Editorial Studium, Lima, 1987, 3ra ed., p.181.
Respecto de la segunda cuestión planteada (¿Estando el domicilio de los contrayentes en el
Perú, podían válidamente contraer matrimonio por poder en México?).

2.4. Al respecto, es pertinente mencionar el artículo 2049° de nuestro Código Civil que expresa
que las disposiciones de la ley extranjera pertinente según las normas peruanas de Derecho
Internacional Privado, serán excluidas solo cuando su aplicación sea incompatible con el
orden público internacional o con las buenas costumbres. Rigen, en este caso, las normas
del Derecho interno peruano. Es pertinente también mencionar el artículo 2050° de la
misma norma que expresa que todo derecho regularmente adquirido al amparo de un
ordenamiento extranjero, competente según las normas peruanas de Derecho Internacional
Privado, tiene la misma eficacia en Perú, en la medida en que sea compatible con el orden
público internacional y con las buenas costumbres; es decir, que todo acto jurídico
celebrado en el extranjero es válido y eficaz en territorio peruano.

2.5. Sin embargo, la misma ley establece excepciones que estos actos jurídicos deben ser
compatibles con el orden público y las buenas costumbres; al respecto, el orden público
internacional está constituido por el conjunto de principios fundamentales y obligatorios,
con vigencia en el orden internacional. Esta excepción Orden Público en general tiene
carácter absolutamente obligatorio, se refleja generalmente en las leyes de policía y
seguridad. Ahora bien, nuestro Código Civil en el artículo 264° señala que el matrimonio
puede contraerse por apoderado especialmente autorizado por escritura pública, con
identificación de la persona con quien ha de celebrarse, bajo sanción de nulidad. Es
indispensable la presencia de esta última en el acto de celebración, ya que conforme a la
interpretación del artículo antes mencionado, la celebración puede ser realizada por
representación, solo por uno de los cónyuges, es decir, que el acto de celebración de
matrimonio no pueden estar representados ambos contrayentes. Caso contrario al expuesto,
dicho acto es nulo. Por tanto, respecto a la representación en el matrimonio, esta es
contrario al orden público del ordenamiento jurídico peruano precisamente al contravenir el
artículo 264° de nuestro Código Civil.

Respecto de la tercera cuestión planteada (¿No existiendo impedimento de parte de los


contrayentes para casarse en el Perú y admitiéndose el divorcio tanto en nuestro país como
en México, podría afirmarse que existe Fraude a la Ley?).

2.6. Vemos pertinente citar a Basadre Ayulo quien define al fraude a la ley como el engaño o
acto contrario a la verdad o la rectitud que importe daño a terceros, por lo que una persona
de forma fraudulenta consigue colocarse en condición o situación tal que pueda invocar las
ventajas de una ley extranjera a la que en situaciones normales o corrientes no podría
recurrir. 3 En otras palabras, el fraude a la ley es el acto realizado con intención maliciosa
por el cual se evita la aplicación de la ley competente para obtener un fin ilícito, alterando
los puntos de conexión y conseguir así la aplicación de otra ley que le asegure la
obtención de un resultado más favorable de su pretensión. Los elementos al fraude a la ley
serán los siguientes: a) Material: Alteración o modificación del punto de conexión de
manera artificiosa, pero aparentemente conforme a ley que hace aplicable el derecho
extranjero; b) Subjetivo: Intención de eludir la norma naturalmente aplicable que utiliza
maniobras como la contracción temporal (cuando las partes obran aceleradamente) y
expansión espacial (cuando las partes aparecen en un país extranjero donde no pueden
justificar su actuación); c) Coactividad: No puede sancionarse lo que está permitido, así
como aquellas en las que interviene la autonomía de la voluntad y; d) Uso cuando no exista
otro medio.

2.7. En el caso en concreto aparentemente hay una alteración del lugar de celebración del
matrimonio de dos personas domiciliadas en el Perú, sin impedimento alguno; asimismo, es
de resaltar que la legislación mexicana no regula la representación del acto matrimonial y
que no hay impedimento para que los consortes celebren su matrimonio en otro país, o
impedimentos de orden legal.

III.2CONCLUSIONES:

3.1. Los tribunales peruanos son competentes para conocer de las acciones contra personas
domiciliadas en el territorio nacional por tanto la nulidad de acto jurídico será admisible
conforme al artículo antes mencionado.

3.2. Sobre la legitimidad para obrar de la hija María Álvarez, esta debe demostrar ser titular de
un derecho lesionado y que su pretensión sea contra quien considere le han lesionado,
pues bien debe haber una correspondencia lógica entre las personas que conforman
relación jurídico material (relación de conflicto) y la relación entablada en el proceso
(relación jurídica procesal) que se conoce como legitimidad para obrar.

3
J. BASADRE AYULO, Derecho Internacional Privado, Ediciones Legales, Lima, 2010, 1ra ed., p. 356.
3.3. Todo derecho regularmente adquirido al amparo de un ordenamiento extranjero,
competente según las normas peruanas de Derecho Internacional Privado, tiene la misma
eficacia en Perú en la medida en que sea compatible con el orden público internacional y
con las buenas costumbres.

3.4. El matrimonio puede contraerse por apoderado especialmente autorizado por escritura
pública, con identificación de la con quien ha de celebrarse, bajo sanción de nulidad. Es
indispensable la presencia de esta última en el acto de celebración; asimismo, la
interpretación del artículo antes mencionado es que la celebración de matrimonio puede
ser celebrada por representación, solo por uno de los cónyuges, es decir, que el acto de
celebración de matrimonio no pueden estar representados ambos contrayentes.

3.5. Se determinará como fraude a la ley al engaño o acto contrario a la verdad o la rectitud
que importe daño a terceros, es decir, es el acto realizado con intención maliciosa por el
cual se evita la aplicación de la ley competente para obtener un fin ilícito, alterando los
puntos de conexión y conseguir así la aplicación de otra ley que le asegure la obtención
de un resultado más favorable de su pretensión. En el caso en concreto, los hechos del
caso no precisan del porque celebraron por representación el matrimonio en México ya
que puede interpretarse que alguna de las partes tal vez no dio su voluntad para contraer
matrimonio.

Es todo cuanto tenemos que informarle a Ud.

Bryan G. Ñaupa Barreda Karen S. Agüero Valencia


Experto Independiente Experto Independiente
INFORME LEGAL N° 08-2019

DE : Bryan Ñaupa Barreda y Karen Agüero Valencia.


(Expertos Independientes)
A : Álvaro Daniel Cerdeña Chávez.
ASUNTO : Absolución de consultas sobre Cuestión Previa – Caso N° 08.
FECHA : 20 de junio del 2019.

4. ANTECEDENTES:

1.4. El señor Salvador Iglesias Villalobos (demandante) inició una demanda en contra de Isabel
Cantú Reina (demandada) con la finalidad que ésta le otorgue la escritura pública
correspondiente al demandante por la venta de un lote de terreno.

1.5. La demandada se opone alegando que, con anterioridad a la firma de la minuta, contrajo
matrimonio en México con el demandante e invoca el art. 312° del Código Civil que
prohíbe contratar entre cónyuges, si no es para el otorgamiento de poderes. El marido
manifiesta y prueba, dentro de esta demanda iniciada, que ese matrimonio es nulo e
inexistente, por cuanto al tiempo de contraerlo subsistía el primer matrimonio celebrado
con anterioridad por la demandada con un tercero. Expresa además que ambos cónyuges
(demandante y demandada) estaban domiciliados en el Perú cuando contrajeron matrimonio
en México.

1.6. La demandada expresa por su parte que la finalidad de la presente demanda es la de


otorgamiento de escritura pública y que en todo caso, la nulidad del matrimonio que el
marido invoca, debe ser materia de una demanda diferente y que mientras esa nulidad no se
declare judicialmente, debe declararse infundada la acción en razón de la existencia de un
vínculo matrimonial.

1.7. En consecuencia, se nos realizan las siguientes consultas: a) ¿Podría declararse de oficio la
nulidad de ese matrimonio, dentro de la presente acción, por estar viciado de nulidad
absoluta?; b) Sin declararse previamente la nulidad del matrimonio contraído en México,
¿podría negársele efectos legales en el país (Perú), en razón de no encontrarse inscrito?; c)
¿Habría incurrido la demandada en “bigamia” al contraer nuevo matrimonio en México sin
haberse disuelto el anterior celebrado en el Perú?; d) ¿Variaría la situación si la minuta de
compra venta hubiera sido firmada por los contratantes con anterioridad a la celebración del
matrimonio en México? y; e) ¿si el primer matrimonio de la demandada hubiese sido
inválido o fuese disuelto, resultaría convalidado el matrimonio celebrado en México entre
los litigantes?

5. ANÁLISIS:

Respecto de la cuestión previa, puntos de conexión y ley aplicable al caso concreto.

5.1. Antes de realizar el análisis sobre las cuestiones planteadas, es pertinente delimitar
conceptualmente la cuestión previa y diferenciarla de la cuestión principal. La cuestión
previa será aquel hecho, situación o circunstancia que debe ser resuelta por el juez de
forma previa a la causa de fondo. Esta resolución es una condición para la aceptación o
rechazo de la norma aplicable al caso principal. En el presente caso podemos encontrar
que la cuestión previa versará sobre la nulidad del matrimonio contraído entre Salvador
Iglesias Villalobos e Isabel Cantú Reina, mientras que la cuestión de fondo o principal
versará sobre el otorgamiento de la escritura pública del terreno vendido por la parte
demandada a la parte demandante.

5.2. En ese sentido, encontramos los siguientes factores de conexión en el presente caso:
lugar de celebración del acto y domicilio de los cónyuges. El primero corresponde a
México ya que es en ese país donde se celebró el matrimonio mientras que el segundo
punto conexión (domicilio de los cónyuges) sería el Perú ya que los cónyuges tenían
como domicilio cada uno en forma particular en el país peruano.

5.3. Es pertinente también hacer mención al artículo 2075° de nuestro código civil que nos
menciona que la capacidad para contraer matrimonio al igual que los requisitos se rigen
por las leyes de los respectivos domicilios de los cónyuges. En ese sentido, puede
plantearse que las condiciones de fondo que la ley peruana impondrá a los potenciales
cónyuges son de ORDEN PÚBLICO. Delgado Menéndez4 señala lo siguiente:

“Respecto a la monogamia, en efecto, el orden público se opone a la celebración en el


Perú de una unión poligámica; sin embargo, nosotros no rechazaremos todas las

4
M. DELGADO MENÉNDEZ, “Capacidad y requisitos esenciales del matrimonio”, en GACETA JURÍDICA EDITORES
(coord.), Código Civil Comentado. Tomo X. Responsabilidad Extracontractual, Prescripción y Caducidad,
Registros Públicos, Derecho Internacional Privado y Título Final, Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 729.
consecuencias en nuestro país de un matrimonio poligámico válidamente contraído en
el extranjero, en materia de régimen de bienes del matrimonio o de sucesiones, por el
llamado efecto atenuado del orden público cuando se trata de derechos adquiridos.
Ciertamente, en el Derecho Internacional Privado no tiene la misma extensión la
adquisición de un derecho por la aplicación de una ley extranjera que el respeto en el
país de un derecho adquirido en el extranjero.”

5.4. Hasta ahora podría afirmarse que la ley aplicable en el presente caso sería la ley
peruana ello debido al análisis realizado por el artículo 2075° del código civil peruano;
sin embargo, el Tratado de Derecho Civil de Montevideo de 1889 (que ha sido
ratificado por Perú) en su artículo 11° señala que la capacidad de las personas para
contraer matrimonio, la forma del acto y la existencia y validez del mismo, se rigen por
la ley del lugar en que se celebra. Asimismo, el artículo anteriormente señalado indica
que los Estados signatarios no quedan obligados a reconocer el matrimonio que se
hubiere celebrado en uno de ellos cuando se halle afectado por la existencia de un
matrimonio anterior que no ha sido disuelto anteriormente. Por otra parte, el artículo
13° del Tratado mencionado indica que la ley del domicilio conyugal rige tanto para la
separación conyugal como para la disolubilidad del matrimonio, siempre que la causa
alegada sea admitida por la ley del lugar en el cual se celebró.

5.5. En ese sentido, conforme al artículo 2079° de nuestro Código Civil se tiene que la
nulidad del matrimonio se rige por la misma ley a que está sometida la condición
intrínseca cuya infracción motive dicha nulidad. En otras palabras, la ley que debe regir
las condiciones esenciales del matrimonio es también competente para sancionar la
inobservancia de estas condiciones. 5 Por lo que la ley del lugar de celebración del
matrimonio será, en el presente caso, la que determinará quienes son los titulares de la
acción de nulidad, el plazo para interponer dicha acción, la prescripción y demás
aspectos relacionados.

5.6. Para concluir el presente apartado y después de lo expuesto, la ley aplicable al presente
caso será la ley mexicana ya que es el lugar donde se llegó a celebrar el acto y por ende,

5
Cfr. L. MONGE TALAVERA , “Nulidad del matrimonio”, en GACETA JURÍDICA EDITORES (coord.), Código Civil
Comentado. Tomo X. Responsabilidad Extracontractual, Prescripción y Caducidad, Registros Públicos,
Derecho Internacional Privado y Título Final, Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 751.
tanto las condiciones sustanciales para contraer el matrimonio como para interponer la
acción de nulidad serán conforme a la legislación de dicho país.

Respecto de la primera cuestión planteada (¿Podría declararse de oficio la nulidad de ese


matrimonio, dentro de la presente acción, por estar viciado de nulidad absoluta?).

5.7. Conforme al Código Civil Federal mexicano, se tiene en su artículo 156° al matrimonio
subsistente con persona distinta a aquella con quien se pretenda contraer como un
impedimento para contraer matrimonio. En la misma norma podemos encontrar
también al artículo 158° que menciona expresamente que la mujer no podrá contraer
nuevo matrimonio sino hasta pasados 300 días después de la disolución del anterior, a
menos que dentro de ese plazo diere a luz un hijo.

5.8. A forma de complementar lo mencionado en el párrafo anterior, el artículo 235° de la


norma sustantiva anteriormente citada específica que se considera como una causal de
nulidad del matrimonio el que dicho matrimonio se haya celebrado concurriendo
algunos de los impedimentos mencionados en el artículo 156°, supuesto que aplica en
el presente caso. Asimismo, el artículo 248° indica que el vínculo de un matrimonio
anterior que sea existente al tiempo de contraerse el segundo, anula éste aunque se
contraiga de buena fe (creyéndose fundadamente que el consorte anterior había
muerto), por lo que dicha acción de nulidad puede realizarse por el cónyuge del primer
matrimonio, por sus hijos o herederos y por el cónyuge que contrajo el segundo.

5.9. Por ende, si correspondería declarar de oficio la nulidad del matrimonio entre Salvador
Iglesias Villalobos e Isabel Cantú Reina debido que es una cuestión previa que
requiere de pronunciamiento antes de pronunciarse sobre la cuestión de fondo que
vendría a ser el otorgamiento de escritura pública. Por otra parte, dicha nulidad se
fundamenta en que se ha incumplido con el requisito expuesto en el artículo 156°
anteriormente señalado y en la subsistencia de un matrimonio anterior sin ser absuelto
este.

Respecto de la segunda cuestión planteada (Sin declararse previamente la nulidad del


matrimonio contraído en México, ¿podría negársele efectos legales en el país (Perú), en
razón de no encontrarse inscrito?).

2.10. Como se mencionó en el punto 2.4., conforme al Tratado de Derecho Civil de Montevideo
de 1889 del cual Perú es Estado signatario, se hace mención expresa en el artículo 11° que
los Estados signatarios no quedan obligados a reconocer el matrimonio que se hubiere
celebrado en uno de ellos cuando se halle afectado por la existencia de un matrimonio
anterior que no ha sido disuelto anteriormente. Asimismo, cabe resaltar que la demandada
podría alegar los derechos adquiridos producto del vínculo matrimonial con el
demandante y querer inscribir el matrimonio en nuestro país; sin embargo, dicho
matrimonio iría en contra de nuestro Orden Público ya que, como es de conocimiento
general, las normas respecto al estado civil de las personas naturales y se debe considerar
también que en nuestro país no se admite la figura de la bigamia, por lo que dicho
matrimonio entre demandante y demandada no tendría lugar en nuestro país.

Respecto de la tercera cuestión planteada (¿Habría incurrido la demandada en “bigamia”


al contraer nuevo matrimonio en México sin haberse disuelto el anterior celebrado en el
Perú?).

2.11. El artículo 139° del Código Penal peruano regula el delito de bigamia, por lo que este
delito se configura, en palabras de Salinas Siccha 6 , cuando una persona unida ya en
matrimonio civil contrae nuevamente otro matrimonio con otra persona, es decir, el
casado contrae nuevo matrimonio con una persona distinta a su cónyuge. Asimismo, en
nuestro Código Civil encontramos en el artículo 274° al cónyuge casado como una causal
de nulidad del matrimonio, por lo que esta causal de nulidad supone la existencia de un
matrimonio civil anterior. Por otra parte, en la legislación mexicana, podemos encontrar al
delito de bigamia regulado en el artículo 279° del Código Penal federal que indicia que se
impondrá hasta cinco años de prisión o de 180 a 360 días multa al que, estando unido con
una persona en matrimonio no disuelto ni declarado nulo, contraiga otro matrimonio con
las formalidades legales. Asimismo, en el Código Civil Federal mexicano encontramos
que en el artículo 248° se indica que el vínculo de un matrimonio anterior, existente al
tiempo de contraerse el segundo, anula éste aunque se contraiga de buena fe (creyéndose
fundadamente que el cónyuge anterior había muerto).

2.12. En ese sentido, podemos afirmar que el delito de bigamia en sancionado penalmente tanto
en Perú como en México y que dicho supuesto es una causal de nulidad del segundo
matrimonio. Por lo que la demandada si habría incurrido en bigamia al contraer un
matrimonio con el demandante en México al no haberse disuelto el anterior matrimonio
celebrado en nuestro país.

6
R. SALINAS SICCHA, Código Penal, Parte Especial, Editorial Grijley, Lima, 2015, 6ta ed., p. 658.
Respecto de la cuarta cuestión planteada (¿Variaría la situación si la minuta de compra
venta hubiera sido firmada por los contratantes con anterioridad a la celebración del
matrimonio en México?).

2.13. Para responder este supuesto se debe considerar que si la minuta de compraventa hubiera
sido firmada antes de la existencia de un vínculo matrimonial la situación hubiera variado
significativamente. Ello debido a que se estaría dejando de lado un factor de conexión
como lo vendría a ser el lugar de celebración del acto que en el supuesto original vendría a
ser México ya que es en ese país en el que se celebró el matrimonio; asimismo, ya no
existiría cuestión previa del cual el juez tenga que pronunciarse. Por otra parte, es posible
que el juez resuelva el caso disponiendo que la demandada otorgue la escritura pública ya
que la defensa de la demandada se basa en el artículo 312° de nuestro Código Civil que
determina que no se pueden otorgar contratos entre cónyuges con excepción del
otorgamiento de poderes.

Respecto de la quinta cuestión planteada (¿Si el primer matrimonio de la demandada


hubiese sido inválido o fuese disuelto, resultaría convalidado el matrimonio celebrado en
México entre los litigantes?).

2.14. Considerando que el matrimonio contraído en México es nulo por haber incumplido un
requisito de fondo (no encontrarse casado al momento de contraer matrimonio) que
también es un requisito de fondo reconocido por el ordenamiento jurídico peruano, si se
nos expone el supuesto en el que el primer matrimonio en Perú se hubiese disuelto con
anterioridad al segundo matrimonio contraído por la demandada, nos corresponde afirmar
que el matrimonio celebrado en México hubiese sido totalmente válido.

III.2CONCLUSIONES:

3.1. La ley aplicable al presente caso será la ley mexicana, ello debido al Tratado de Derecho
de Civil Internacional de Montevideo de 1889 que determina en su artículo 11° que
determina que tanto las cuestiones de fondo como las de forma y la validez del
matrimonio serán determinadas por la ley del lugar de celebración.

3.2. Corresponde declarar de oficio la nulidad del matrimonio entre Salvador Iglesias
Villalobos (demandante) e Isabel Cantú Reina (demandada) siempre y cuando dicha
nulidad sea manifiesta. Ello debido que es una cuestión previa que requiere de
pronunciamiento antes de pronunciarse sobre la cuestión de fondo que vendría a ser el
otorgamiento de escritura pública, siempre y cuando dicha acción.
3.3. En ese sentido, podría negarse los efectos del segundo matrimonio contraído por la
demandada en nuestro país ya que conforme al Tratado de Derecho Civil de Montevideo
de 1889 del cual Perú es Estado signatario, se hace mención expresa en el artículo 11° que
los Estados signatarios no quedan obligados a reconocer el matrimonio que se hubiere
celebrado en uno de ellos cuando se halle afectado por la existencia de un matrimonio
anterior que no ha sido disuelto anteriormente. Asimismo, cabe resaltar que la demandada
podría alegar los derechos adquiridos producto del vínculo matrimonial con el
demandante y querer inscribir el matrimonio en nuestro país; sin embargo, dicho
matrimonio iría en contra de nuestro Orden Público ya que, como es de conocimiento
general, las normas respecto al estado civil de las personas naturales y se debe considerar
también que en nuestro país no se admite la figura de la bigamia, por lo que dicho
matrimonio entre demandante y demandada no tendría lugar en nuestro país.

3.4. Corresponde afirmar que el delito de bigamia en sancionado penalmente tanto en Perú
como en México y que dicho supuesto es una causal de nulidad del segundo matrimonio.
Por lo que la demandada si habría incurrido en bigamia al contraer un matrimonio con el
demandante en México y no haberse disuelto el anterior matrimonio celebrado en nuestro
país.

3.5. Corresponde afirmar que si variaría la situación si la minuta de compraventa hubiese sido
firmada por los contratantes con anterioridad al matrimonio celebrado en México, ello
debido a que se estaría dejando de lado un factor de conexión como lo vendría a ser el
lugar de celebración del acto; asimismo, ya no existiría cuestión previa del cual el juez
tenga que pronunciarse. Por otra parte, es posible que el juez resuelva el caso disponiendo
que la demandada otorgue la escritura pública ya que la defensa de la demandada se basa
en el artículo 312° de nuestro Código Civil que determina que no se pueden otorgar
contratos entre cónyuges con excepción del otorgamiento de poderes.

3.6. Corresponde afirmar que la demandada no hubiese cometido el delito de bigamia si el


primer matrimonio hubiese sido inválido o disuelto con anterioridad al segundo
matrimonio, ello considerando que el matrimonio contraído en México es nulo por haber
incumplido un requisito de fondo (no encontrarse casado al momento de contraer
matrimonio) que también es un requisito de fondo reconocido por el ordenamiento
jurídico peruano, por lo que al no existir este impedimento, el segundo matrimonio
hubiese sido válido.

Es todo en cuanto tenemos que decir a Ud.

Bryan G. Ñaupa Barreda Karen S. Agüero Valencia


Experto Independiente Experto Independiente

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