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LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO frágiles y poco duraderas son; incapaces de hacernos

felices; nocivas y peligrosas para la salvación. Todo predicador debe hacerse extremadamente sumiso al
Don de Ciencia. espíritu de Dios. La principal Preparación para el pulpito es
Cuarto, la manera de tratar y conversar con el prójimo, en la oración y la pureza de corazón. Dios algunas veces se
La ciencia se define como un conocimiento cierto adquirido relación al fin sobrenatural de nuestra creación. Un hace esperar un poco para probarnos; pero no hay que
por el razonamiento; pero en Dios está sin razonamiento y predicador conoce por este don, lo que debe decir u su apurarse por eso. Basta poner de vuestra parte lo Que es
por una simple visión de los objetos. auditorio y lo que puede exigirles; un director de almas se vuestro deber y lo demás dejárselo a Dios -, El vendrá al fin
El don de ciencia - que es una participación de la ciencia de da cuenta del estado de las que tiene bajo su dirección: sus y no dejará de derramar en vosotros su luz. Sentiréis sus
Dios-, es una luz del Espíritu Santo que ilumina el alma necesidades espirituales, los remedios para sus defecto, los efectos y veréis algunas veces que con un solo pensamiento
para hacerla conocer las cosas humanas y dar sobre ellas un obstáculos que ponen a su perfección, el camino más corto os hará decir cosas grandiosas para el bien de vuestros
juicio exacto, en relación a Dios y en cuanto son ellas y seguro para conducirlas bien; cuánto se las debe consolar oyentes.
o mortificar; lo que Dios obra en ellas y lo que debe poner Un religioso puede padecer escrúpulos o tentaciones contra
El don de ciencia ayuda al de inteligencia a descubrir las de su parte para cooperar con Dios y llenar sus designios. su vocación. La causa de su tormento será algún pecado
verdades oscuras, y al de sabiduría a poseerlas. Un superior conoce cómo debe gobernar a sus inferiores. secreto que no trata de corregir; y aunque Dios lo apremia y
La sabiduría y la ciencia tienen algo de común. Ambas a dos Los que más participan del don de ciencia, son los más le ofrece su gracia, él permanece en su mala costumbre, y su
hacen conocer a Dios y a las criaturas. Pero cuando se iluminados en todos estos conocimientos. Ven maravillas en tentación y tormento sigue durando. Esto se llega a conocer
conoce a Dios por las criaturas, elevándose del la práctica de la virtud. Descubren grados de perfección que con el don de ciencia.
conocimiento de las causas segundas a la causa primera y los demás desconocen. Ven rápidamente las acciones que
universal, es un acto del don de ciencia. Y cuando se son inspiradas por Dios y conformes con sus deseos; Por la luz de este don se conoce lo que las criaturas tienen
conocen las causas humanas por el gusto que se tiene de enseguida se dan cuenta si se separan un poco de los de ellas mismas y lo que tienen de Dios. A esta luz, no
Dios, juzgando a los seres creados por el conocimiento del caminos de Dios. Señalan imperfecciones donde los otros estimaba San Pablo las cosas de la tierra más que como
primer Ser, es un acto del don de sabiduría. no alcanzan a ver; no están expuestos a equivocarse en sus estiércol. Generalmente los hombres no juzgan así, porque
El discernimiento de espíritus pertenece al uno y al otro: sentimientos ni a dejarse sorprender por las ilusiones que no aprecian más que, lo que halaga a los sentidos. Casi todo
pero la sabiduría lo tiene por la vía del gusto y de la llenan el mundo. Si un alma escrupulosa se dirige a ellos, el mundo se deja encantar por sus apariencias engañosas,
experiencia - que es una manera de conocer más elevada, y sabrán decirle lo necesario para curar sus escrúpulos. Si apresurándose para gozar de esta satisfaccion que prometen.
la ciencia por puro conocimiento. tienen que hacer una exhortación a religiosos o a religiosas, Cada cual quiere gozar de ella y pocas personas reconocen
El don de ciencia nos hace ver pronta y ciertamente todo lo tendrán para ellos ideas conformes a las necesidades su error antes de la muerte. incluso, la mayor parte de los
que mira a nuestra conducta y a la de las criaturas. espirituales de estos religiosos y al espíritu de su orden. Si santos estuvieron engañados.
les plantean dificultades de conciencia, las resuelven
Primero, lo que debemos creer o no creer, hacer o no hacer; admirablemente. Si les preguntáis la razón de sus Estamos tan llenos de ilusiones y tan poco en guardia contra
el término medio que es imprescindible guardar entre los respuestas, no os contestarán ni una palabra porque las los encantos de las criaturas, que sin cesar nos
dos extremos en los que se puede caer en el ejercicio de las conocen sin ninguna razón y sólo por una luz superior a equivocamos. El demonio también nos engaña con
virtudes; el orden que hay que guardar en el estudio que se toda razón. frecuencia. Su habilidad para engañar aun a los más
debe hacer; cuánto tiempo hay que dar a cada cosa en Por este don, San Vicente Ferrer predicaba con los éxitos adelantados, estriba en que al escoger los medios de
particular. Mas todo esto en general, ya que en lo que prodigiosos que leemos en su vida. Se abandonaba perfección, les hace tomar los unos por los otros. A los
concierne a casos particulares: ocasiones en que uno se completamente al Espíritu Santo, tanto para preparar sus menos perfectos y a los tibios, los engaña presentándoles
encuentra, o cuando quiere uno determinarse a obrar, sermones como para pronunciarlos, y todo el mundo salía grandes dificultades y mostrándoles los atractivos, del
pertenece al don de consejo prescribir lo que debe hacerse. conmovido. Era fácil echar de ver que el Espíritu Santo le, placer y el falso brillo de los vanos honores. La ciencia del
animaba y hablaba por su boca. Un día, que tenia que Espíritu Santo enseña a guardarse de estas seducciones.
Segundo, el estado de nuestra alma, nuestros actos interiores predicar delante de un príncipe, creyó que debía prepararse
y los movimientos secretos de nuestro corazón, sus con más estudio y diligencia humana; pero a pesar de
cualidades, su bondad, su malicia, sus principios, sus aplicarse extraordinariamente -, ni el príncipe ni el resto de
motivos, su fines y sus intenciones, sus efectos y sus sus oyentes quedaron tan satisfechos de este sermón Dichosos los que Dios ha favorecido con, este
consecuencias, sus méritos y deméritos. estudiado como del que predico al día siguiente y que lo extraordinario don, como a Jacob, de, quien dice el sabio
hizo como de ordinario según el espíritu de Dios. Le que: «Dios le dio la ciencia de los santos» (l).
Tercero, el concepto que debemos tener de las criaturas y su señalaron la diferencia de estos dos sermones y el le dijo:
uso debido de la vida interior y sobrenatural; cuán vanas, «Es que ayer predicó el Hermano Vicente y hoy lo, ha A fin de que el trato con los hombres, en lo que se refiere a
hecho el Espíritu Santo». nuestra solicitud de ganarlos para Dios, no pueda sernos
perjudicial, es preciso advertir que nuestra vida debe estar repentinas luces que, según el estado de su alma y las corazón; de tal suerte que, a ser posible, quisiéramos tener
de tal manera mezclada de acción y de contemplación, que disposiciones presentes, Dios le comunica. Eso indica que en las manos nuestro, interior para mostrárselo. Por el
ésta sea la que anime, dirija y ordene a la otra; que en medio no está lejos de la contemplación y tiene como cierta mérito de esta humildad, obtendremos de Dios el don de
de los trabajos de la vida activa, gocemos del reposo interior seguridad de los dones que Dios le va a conceder si discernimiento de espíritus, para poder guiarnos a nosotros
de la contemplación; que nuestros cargos, no nos impidan, corresponde fielmente a sus designios; pues Dios, antes de mismos y conducir a los demás. El vicio opuesto al don de
la unión con Dios, sino, que nos; sirvan para unirnos más construir el edificio, pone los cimientos; y estos cimientos ciencia es la ignorancia o falta de conocimientos que
estrecha y amorosamente con El, y nos le hagan alcanzar en son el conocimiento de nosotros mismos y de nuestras podemos y debemos tener para conocer nuestro
Si mismo, por la contemplación, y en el prójimo, por la miserias para evitar que nos enorgullezcamos con sus comportamiento y el de los demás. Comúnmente pasamos
acción. Tendremos esta ventaja si poseemos los dones; del dones; no basta saber que por nosotros mismos ni somos la vida en las tres clases de ignorancia a las que San
Espíritu Santo, de tal manera que estemos, por decirlo así, nada ni podemos nada. Hasta los más viciosos saben y creen Lorenzo Justiniano dice que están sujetas las personas que
casi enteramente llenos de ellos. Pero lo mejor para nosotros esto. Dios, para que tengamos de nosotros mismos un hacen profesión de vida espiritual. Han sido explicadas
hasta que podamos llegar a esto y después de haber conocimiento sensible y experimental, quiere hacernos anteriormente.
cumplido con la obediencia y la caridad, será recogernos y sentir vivamente nuestras miserias.
dedicamos a la oración, a la lectura y demás ejercicios de la Pertenece a este don la tercera bienaventuranza:
vida contemplativa. Alguna vez veréis personas que hacen --dicen ellas oración «Bienaventurados los que lloran» (1). Porque la ciencia que
de contemplación o que toman las perfecciones divinas nos da el Espíritu Santo nos enseña a conocer nuestros
Propongámonos como modelo a Jesucristo, que dedicó como tema de sus meditaciones, y que sin embargo, están defectos y la vanidad de las cosas de la tierra,
treinta años de su vida a la contemplación y tres o cuatro llenas de errores y de imperfecciones groseras porque han descubriéndonos que de las criaturas no debemos esperar
solamente a la que llamamos mixta; y a Dios mismo, cuya subido demasiado alto sin haber purificado antes su más que miserias y llantos.
vida, antes del tiempo, fue puramente contemplativa, no corazón; se enfadan si les dices lo que pensáis sobre su
ocupándose más que en conocerse y amarse. En el tiempo caso. porque se creen muy espirituales y a vosotros os El fruto del Espíritu Santo que le corresponde a la fe;
obra, en verdad, al exterior; pero de tal modo que su juzgan poco iluminados en las vías místicas. A pesar de porque los conocimientos que tenemos de las acciones
actividad no es nada al lado de la contemplativa; y después todo, es indispensable hacerlas volver a los principios de la humanas y de las criaturas por la luz de la fe, los
del tiempo, en la eternidad, aún se dedicará menos a la vida espiritual, a la guarda del corazón, como el primer día, perfecciona este don.
acción, imaginando que ya no creará nuevas criaturas. si queréis que hagan algun progreso. Inútilmente se leen
tantos libros para adquirir la ciencia de la vida interior
Para adelantar mucho en la perfección son necesarias dos cuando es de lo alto de donde viene la unción y la luz que
cosas: una de parte del maestro y la otra de parte del enseña. Un alma pura se instruirá más en un mes por la
discípulo. El maestro, que esté muy iluminado por el don de infusión de la gracia que otras en muchos años por medio
ciencia, como lo estaba San Ignacio; el discípulo, que tenga del estudio.
una vocación plenamente sometida a la gracia y un ánimo
valiente, como lo tenia San Francisco Javier. Para un alma En el ejercicio de las virtudes, se aprende
sobre la que Dios tiene grandes designios, es una gran incomparablemente más que en todos los libros espirituales
desgracia caer en las manos de un director que se rija y que en todas las especulaciones del mundo. Para
únicamente por la prudencia humana y que tenga más convenecrnos de esta verdad, nuestro Señor da a los hombre
política que fervor. Un medio excelente para adquirir el don ejemplos de virtud antes que hacer lecciones y dar
de ciencia, es dedicarse mucho a la pureza de corazón, velar preceptos: «Coepit lesus facere ete docere». David dijo a
cuidadosamente sobre su interior, darse cuenta de todos sus Dios: «Yo he sido, mas iluminado que los ancianos porque
desórdenes y señalar las faltas más salientes. Este cuidado me, he aplicadlo a guardar vuestros mandamientos» (1). En
atraerá las bendiciones de Dios, que no dejará de derramar este libro estudió San Antonio para adquirir la ciencia de los
sus luces en el alma, dándole poco a poco el conocimiento santos y sobrepasar la orgullosa doctrina de los filósofos. Y
de ella, que es el que más falta nos hace después del de su en este libro muchas almas sencillas y sin estudio obtienen
divina Majestad. conocimientos que están escondidos a la sabiduría
mundana.
Este es el primer estudio de la escuela de la perfección.
Cuando un alma se ha aplicado contantemente y durante Durante toda la vida debemos descubrir nuestra conciencia
algún tiempo a este trabajo, empieza a ver claro en su al Superior y al Padre Espiritual con gran candor y
interior, haciéndolo sin dificultad por medio de las sencillez, no ocultándoles ningún movimiento de nuestro

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