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Es en el año 2011 la directora egresada del CCC, Isabel Muñoz, recibe el premio Ópera
Prima de Ficción otorgado por la misma institución para llevar a cabo la producción de lo que
sería su primer largometraje, el cual fue estrenado finalmente en el año 2013 en el marco del
28° Festival Internacional de Cine de Guadalajara donde fue contendiente para obtener el
premio Mezcal y fue catapultada posteriormente a alrededor de catorce festivales más, tanto
película ganadora del Premio a Mejor Opera Prima) así como alrededor del mundo (Montreal,
entre otros).
El título “Inercia” refiere a la propiedad de los cuerpos físicos mediante la cual manifiestan en
una u otra medida su resistencia al cambio del movimiento que exhiben al interactuar con
otros elementos. Dicho de esta manera, un cuerpo con mucha inercia es mas difícil de
inercia fácilmente puede ser desviado, detenido o arrastrado a la deriva. Esta cualidad física
será la condicionante por la cual padezcan los personajes de esta película y la metáfora
alrededor de treinta y tantos años de apariencia modesta que trabaja en una oficina, que se
nos presenta en la sala de urgencias de un hospital tras recoger a su amigo Bruno (Mauricio
Isaac) quien ha sufrido un percance que le ha dejado una pierna inmovilizada. Lucía es una
mujer algo insegura, reservada pero atenta con la gente a la que quiere prácticamente al
grado de la sumisión, pero esto ultimo estará explorado a mayor profundidad a lo largo de la
historia. Mientras su amigo sale, Lucía escucha en los altavoces del hospital un nombre
sorpresa la ha dejado intranquila, este sera el primer golpe que haga a Lucía tambalear en la
Así como al día siguiente Lucía se precipita al hospital a visitar a Felipe, también la audiencia
corriente con la biografía de ella y su pasado se presenta como un misterio. Aunque por un
momento Lucía duda de si en verdad sea buena idea ver de nuevo a Felipe tras una
advertencia de Bruno, esta es interceptada por el ex-novio y no ve mas remedio que pasar
un tiempo con él, sólo unos minutos pues tiene una vida y responsabilidades fuera. Cuando
conocemos a Felipe (Flavio Medina) nos encontramos con un hombre de carácter relajado,
amistoso y encantador que padece una enfermedad extraña de los riñones y por cuyo
tratamiento tuvo que regresar a México tras doce años que ha pasado estudiando un
posgrado en el extranjero. Han pasado doce años desde que Lucía y Felipe se han separado.
Sean cuales sean los términos en los que terminó la relación amorosa de Lucía y Felipe
parece que después de tantos años y dadas las circunstancias vale la pena pasar un rato
para recordar mejores tiempos. Tanto así que es en ese momento en el que Lucía
impulsivamente decide olvidar su trabajo e incluso la mascota que tiene en casa con tal de
ceder a la petición de Felipe de quedarse con el, unas horas mas, unos días mas. Pareciera
que dentro de las paredes de la habitación del hospital el tiempo ha retrocedido para ambos
que a medida que este deja ver su verdadera naturaleza infantil y abusiva el ambiente del
hospital se volverá mas caótico tras sus negativas a recibir tratamiento pese al mejor intento
del desesperado personal medico y la frustración de sus padres. La paradoja que vive Lucía
es que su seguridad para vivir con el miedo a la soledad y por el cual aparenta solidez
depende del recuerdo de que alguna vez fue bien amada por Felipe, asunto sobre el cual ella
esa fantasía. Al final la decisión de continuar auto engañándose o no seguir paralizada por su
El guión co-escrito por Isabel Muñoz y Claudia Sainte-Luce impone en gran medida un efecto
de contención en los diálogos de los personajes pues estos son en mayor medida modestos,
mínimo de energía y sin embargo esto crea contrastes interesantes cuando la intensidad
dramática que eventualmente se desencadena los hace explotar. Esta simplicidad de los
diálogos entrega la carga de la actuación en la sutileza de las miradas y los gestos también
mínimos en los actores, pero bastante bien dirigidos como para hacer creíble la trama que se
dirección de arte de Oscar Tello es bastante sobrio pero no por eso deja de ser
ingenio visual que dan fuerza al momento que se atraviesa en diversos quiebres dramáticos.
Casi toda la película ocurre en interiores que podemos dividir en dos categorías: la primera
que corresponde a las escenas dentro del hospital y en la segunda se pueden agrupar las
dan una sensación de asepsia y gelidez que nos refieren a un lugar paralizado en el que de
intensamente melancólico, como una fotografía, una zona donde el futuro no existe. La
profundidad y que de tal manera advierten de una situación que no ofrece salida, pero lo mas
ver los contrastes en la personalidad de los personajes, no permiten que Lucía se pueda dar
cuenta del lado oscuro de Felipe ni permite percibir la profundidad desde la cual surge el
daño que está recibiendo. A diferencia de las demás locaciones interiores en las cuales no
solo nos es posible observar tanto a nosotros como Lucía una variedad y contraste de tonos,
pues es en estos ambientes en donde Lucía puede ver el lado oscuro de lo que está pasando,
ya sea que su amigo Bruno le de reproche que esta cometiendo un error, que sus
casa vea las consecuencias del abandono a su mascota. Aun así estos ambientes también
refuerzan la idea o sensación de que Lucía se encuentra paralizada y atrapada pues en cada
una de estas locaciones el diseño de arte es tan apretado y barroco en la cantidad de cosas
y su acomodo.
materializado en cada toma. Si bien el segundo acto puede llegar a padecer un ritmo algo
más torpe lo compensa con el ritmo vertiginoso del acto final con el cual la película en su
totalidad obtiene una decente eficiencia narrativa haciendo que la hora y diez minutos de
instrumentos de aire, se compone durante la mayor parte de la cinta de una misma pieza que
se repite a diferentes intensidades y tonos como una ambientación circular que expresa la
pronto también puede llegar a ser monótono y predecible, poco ambicioso. Sin embargo
dramáticas e hirientes a medida que cada acto encuentra su clímax. Por otro lado la labor de
los sonidistas puede llegar a desear algo más pues la mezcla de sonido en muchos
Esta película siendo modesta en sus recursos consigue equilibrar las deficiencias de unos
departamentos con las fortalezas de otros, consiguiendo una correcta exposición del drama y
del discurso temático en una forma que si bien no es la mejor posible al menos es efectiva y
no pretende ser lo que no es, demostrando un buen trabajo de opera prima para la directora
así como una buena relación creativa entre todos los departamentos involucrados en la
producción.