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DIPLOMADO EN CONTRATACIÓN ESTATAL

Yaisir María Vidal Sánchez


C.C. 1032470720

CONTRATACIÓN ESTATAL: ¿EJERCICIO DE LA FUNCIÓN ADMINISTATIVA DEL


ESTADO?

En el presente texto se analizará de forma breve si la actividad contractual de las entidades


públicas corresponde al ejercicio de la función administrativa, para lo cual, se procederá a
indicar en primer lugar, qué se entiende por función administrativa; en segundo lugar, qué
comprende la actividad contractual de estado (sus fines), para finalmente, analizar la
relación entre ambos puntos.

Por función administrativa se entiende el conjunto de actividades que desarrolla el Estado


a través de su rama ejecutiva para garantizar el cumplimiento de los fines del mismo. El
artículo 4° de la Ley 489 de 1998 establece que con la función administrativa se busca “la
satisfacción de las necesidades generales de todos los habitantes, de conformidad con los
principios, finalidades y cometidos consagrados en la Constitución Política.” La mencionada
ley, establece en el artículo 38° la composición de la Rama ejecutiva, que es la que en
primer lugar ostenta el ejercicio de la Administración Pública. La Constitución política en su
artículo 209° señala que la función administrativa “está al servicio de los intereses generales
y se desarrolla con fundamento en los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía,
celeridad, imparcialidad y publicidad, mediante la descentralización, la delegación y la
desconcentración de funciones”; estos principios (recogidos también en el artículo 3° de la
Ley 489 de 1998) son de obligatoria observancia por parte de las entidades y funcionarios,
aplicándose a las entidades estatales sin distinguir si se encuentran sometidas al régimen
general de contratación1 o no (artículo 14 L.1150).

Ahora bien, una de las herramientas más idóneas para el ejercicio de la administración
publica son los procesos de contratación, ya que a través de estos se adquieren los bienes
o servicios necesarios para ejecutar las políticas, planes, metas y servicios que el gobierno
tiene para alcanzar los fines del Estado. La Corte Constitucional ha reiterado que “es
innegable el carácter instrumental que ostenta el contrato estatal, puesto que no es un fin
en sí mismo sino un medio para la consecución de los altos objetivos del Estado” (Sentencia
C-713 de 2009)2. Por su parte, el artículo 2° de la Constitución Política establece que “son
fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y
garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la
Constitución”, de tal forma que son estos fines los que se materializan a través del ejercicio
contractual del Estado.

En consecuencia, si la contratación estatal está orientada a la satisfacción del interés


general -garantizando la prestación de servicios y bienestar general de los ciudadanos- a
través de la consecución de los fines del Estado, y la función administrativa es la plataforma
a través de la cuál el Estado despliega su actividad administrativa y tutelar, puede con
certeza afirmarse que la contratación estatal es una forma de ejercicio de la función
administrativa (por supuesto, no la única).

1 Ley 80 de 1993, Ley 1150 de 2007, Ley 1434 de 2011, ley 1474 de 2011, decreto 19 de 2012 y demás
concordantes.
2 Entre otras, ver sentencia C-932 de 2007.
Es por lo anterior que resulta problemático el proyecto de reforma a las normas de
contratación propuesto por la Agencia de Contratación Pública -Colombia Compra Eficiente,
pues con este se pretende que se aplique de forma generalizada el derecho privado a la
selección, celebración, ejecución y liquidación de los contratos estatales -ejerciendo por
excepción función administrativa-, lo que sin duda desnaturaliza la premisa según la cual el
régimen contractual está directamente ligado a los fines esenciales del Estado
constitucionalmente establecidos.

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