Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Sumilla
Introducción
1. La libertad de asociación, elemento de la democracia
2. Contenido
3. La organización interna de las asociaciones y los efectos horizontales del derecho de
asociación
4. Regulación constitucional en América Latina
5. Jurisprudencia consultiva y contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos
A) Opinión Consultiva 5/85
B) Huilca Tecse vs. Perú
C) Cantoral Huamaní y García Santa Cruz vs. Perú
D) Caso Escher y otros vs. Brasil
6. Conclusión
Bibliografía
Introducción
debates que van más allá de los partidos y que suponen cauces de expresión muy
significativos para millones de personas.
En las páginas que siguen se hace un análisis de los siguientes puntos: a) el sig-
nificado general del derecho de asociación; b) el contenido de dicho derecho
fundamental; c) la proyección que tiene en las relaciones no solamente entre
autoridades y particulares, sino entre meros particulares; d) la manera en que está
regulado en el constitucionalismo de América Latina; y e) la jurisprudencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el tema.
A partir de tales elementos, entiendo que se suministra un panorama que puede
ser útil para los interesados en la materia electoral, toda vez que —con base en una
perspectiva de derecho comparado— se aportan elementos que permiten compren-
der mejor los alcances del derecho fundamental de asociación y, de esa forma, estar
en capacidad de resolver los problemas que sobre él tenemos en México.
Cabe recordar que la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos resulta de obligatoria observancia para los tribunales mexicanos, de-
bido a que nuestro país forma parte de los Estados parte que han reconocido la
jurisdicción de dicho tribunal internacional, de modo que han incorporado al
derecho interno la plena aplicabilidad no solamente de la Convención Americana
de Derechos Humanos, sino también de los pronunciamientos de la Corte. De
ahí la importancia de conocer su jurisprudencia y aplicarla cuando sea necesario
(como por cierto lo hacen con frecuencia en México la Sala Superior y las Salas
Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación).
1
La caracterización sociológica del asociacionismo y su relación con el capital social puede verse
en el importante libro de Robert Putnam, Solo en la bolera. Colapso y resurgimiento de la comunidad
norteamericana (Barcelona, 2002).
2
Comillas del autor.
14 Pensamiento Constitucional Año XV N° 15 / ISSN 1027-6769
2. Contenido
Particularmente intensa puede ser esa tensión cuando la asociación de que se trata
es un partido político. Al respecto el Tribunal Constitucional español ha señalado
lo siguiente:
El precepto constitucional que consagra de modo genérico el principio de de-
mocracia interna admite muy diversas concreciones, ya que los modelos de
organización partidista democrática que caben dentro del mencionado principio
constitucional son muy diversos, tanto como dispares puede ser, en contenido y
en intensidad, los derechos, y en general, el estatuto jurídico que puede atribuirse
a los afiliados en orden a garantizar su participación democrática [...]. el legisla-
dor deberá respetar, además naturalmente del contenido esencial del derecho de
participación democrática, el contenido de otros derechos como los que éste guar-
da íntima relación como son el derecho de libre creación y, muy especialmente,
16 Pensamiento Constitucional Año XV N° 15 / ISSN 1027-6769
En esa misma sentencia, el Tribunal entiende que la democracia interna exige «que
los partidos rijan su organización y funcionamiento internos mediante reglas que
permitan la participación de los afiliados en la gestión y control de los órganos
de gobierno y, en suma... mediante el reconocimiento de unos derechos y atribu-
ciones a los afiliados en orden a conseguir esa participación en la formación de la
voluntad del partido».
3
Un análisis detallado de esta sentencia puede verse en Salvador Coderch, Münch y Ferrer (1997:
74 y ss.).
4
Al respecto, ver artículo 36 in fine de la Constitución española. Sobre la posibilidad de que el
requisito del funcionamiento democrático interno se pueda extender o no a todas las asociaciones,
véase Elvira (2002: 607 y ss.).
Miguel Carbonell. Democracia y derecho de asociación 17
Este segundo caso se presenta, por mencionar dos ejemplos, cuando se trata del
único club deportivo que tiene una pileta de natación en la comunidad, o si se
trata de la única academia en la que se puede obtener la licencia para ser piloto
aviador. En estos casos no se podría prohibir por medio de disposiciones estatutarias
internas el ingreso a las mujeres, por citar un caso que ha tenido que ser decidido
por algunos tribunales constitucionales. El mismo razonamiento se ha aplicado
a los llamados «clubs privados» en los Estados Unidos, que solamente admitían
como socios a hombres.5
En algunos casos particulares, se ha admitido que también están sujetas a los
mismos límites las asociaciones que, sin ser monopólicas, tengan una posición
dominante dentro de un ámbito social o económico determinado (Salvador Co-
derch 1997: 105).
5
A partir de importantes sentencias de la Suprema Corte, como por ejemplo en la sentencia del
caso New York State Club Association vs. City of New York, resuelto por unanimidad de votos en junio
de 1988, siguiendo el criterio ya establecido en la sentencia Roberts vs. U.S. Jaycees fallado en 1984.
El criterio de la Corte se aplica a las asociaciones que no sean «estrictamente privadas» (es decir, las
que no ofrezcan servicios al público); no se aplica, sin embargo, a las corporaciones religiosas.
Miguel Carbonell. Democracia y derecho de asociación 19
los fines) y por razones incluso más etéreas y difíciles de definir. Por ejemplo, en
Chile se prohíben las asociaciones contrarias a «la moral» (artículo 19). En Hon-
duras la libertad de asociación debe ser compatible con «las buenas costumbres»
(artículo 78). La licitud aparece en varios textos constitucionales (en el mexicano,
por ejemplo: artículo 9). Lo que signifiquen ese tipo de conceptos tan vagos e
indeterminados es algo que habrá que ir descifrando, pero cabe apuntar que no
resulta un modelo de buena técnica legislativa y más bien abren la puerta para
interpretaciones subjetivas.
En algún país hay menciones específicas respecto de la restricción para las fuerzas
armadas y la policía. Es el caso al menos de Colombia (artículo 39).
La Convención Americana, en su artículo 16, no se libra de una enunciación cier-
tamente amplia de los límites, pues agrega en su párrafo segundo la posibilidad de
considerar cuestiones vinculadas con la seguridad nacional, la seguridad pública,
el orden público, la moral pública o los derechos de los demás, para efecto de
configurar el perímetro jurídicamente protegido de la libertad asociativa.
La ventaja que se tiene en el sistema interamericano es que la Corte Interamericana
de Derechos Humanos ha hecho siempre una interpretación del todo pertinente y
acotada de los límites a los derechos, a través de la clave hermenéutica que propor-
ciona el concepto de «sociedad democrática».6 No podemos decir lo mismo de las
jurisdicciones constitucionales internas, que a veces utilizan conceptos vagos para
restringir indebidamente derechos, incluyendo el derecho de asociación.
6
Las restricciones a los derechos deben ser congruentes y compatibles con las necesidades de una
sociedad democrática, tal como se enuncia en varias sentencias de la Corte e incluso en la propia
Convención Americana.
20 Pensamiento Constitucional Año XV N° 15 / ISSN 1027-6769
6. Conclusión
Bibliografía
Häberle, Peter
1998 Libertad, igualdad, fraternidad. 1789 como historia, actualidad y futuro del Estado
constitucional. Madrid: Trotta.
Putnam, Robert
2002 Solo en la bolera. Colapso y resurgimiento de la comunidad norteamericana. Barcelona:
Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores.
Tocqueville, Alexis de
2007 La democracia en América. México: FCE.