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Circulación de la Energía:
Este ejercicio utiliza los meridianos del Vaso de la Concepción y el Vaso del Gran Gobernador
que recorren nuestro cuerpo, el primero por delante, desde la raíz de los incisivos inferiores
hasta el perineo, y el
segundo desde allí, siguiendo el trayecto de la columna vertebral y bajando por la frente
hasta terminar en la raíz de los incisivos superiores. Ambos unidos forman un circuito por
donde fluye el flujo vibratorio que armoniza las cargas electromagnéticas de los meridianos.
Respirar lento y profundamente hacia el Hara, hasta que vaya disminuyendo el flujo de los
pensamientos. Después, espirar imaginando que la energía del Hara baja por el Vaso de la
Concepción hasta el perineo donde se une con la energía de la tierra que penetra por la base
de la columna vertebral. Este flujo sube a lo largo de las vértebras mientras se inspira, luego
va por la superficie del cráneo hasta la frente y sobre la nariz hasta llegar a la boca. Aquí
empieza la espiración, donde hay que imaginar que ella baja por el Vaso de la Concepción:
cuello, pecho, abdomen, Hara, hasta llegar al perineo.
A esta técnica se refieren los taoístas cuando hablan de “la Circulación de la Luz".
Se inicia en la base de la columna, sube por el canal posterior del cuerpo atravesando cada
uno de los aspectos posteriores de los chakras, llega hasta la parte posterior de la cabeza, y
de ahí va al cerebro, sube hasta la coronilla y desciende posteriormente por la frente hasta
llegar al paladar. De ahí, a través de la lengua, baja hasta la garganta, pecho, plexo solar,
centro hara, y de nuevo a la base de la columna.
Este circuito se corta, por ejemplo, cuando hablamos. Por eso el silencio es una de las
terapias que más favorecen la ascensión y toma de consciencia.
El flujo de energía en el humano es, por la parte posterior del cuerpo, ascendente, y por la
parte anterior, descendente, y define las cualidades de los aspectos de los chakras.
Así, mientras en la parte posterior vamos elevando hacia el cielo lo que cogemos de la tierra,
en la anterior bajamos a la tierra lo que recibimos del cielo.
Por lo tanto:
Pero antes de todo ejercicio de sanación a través de las manos, el Sanador debe seguir un
método de preparación para garantizar que la energía emisora no sea la suya propia
(procedente del ego), para no contaminar con ella al paciente. Y del mismo modo deberá
protegerse también para no integrar en sí mismo la energía del paciente, que podría resultar
dañina para él.
Cada persona, al igual que existen diestros y zurdos, tiene una tendencia específica con
respecto a la energía entrante y saliente, existiendo diestros energéticos y zurdos
energéticos.
En sanación, la mano positiva actúa como un electrodo positivo, emisor de energía, mientras
que la negativa lo hace como un electrodo negativo, que recoge esta emisión energética.
Así, para sanar energéticamente, se debe colocar el elemento a tratar entre las dos manos,
tomando conciencia de que estamos “emitiendo” por una mano (la positiva), y “recogiendo”
con la otra (la negativa).
Uno de los recursos principales para poder convivir en este mundo lleno de contaminación
electromagnética, luces de halógeno e interacción con otras personas es mantener las
energías del meridiano Concepción (Central) balanceadas y fluyendo. Un síntoma de que este
meridiano no está balanceado es el hecho de ponerse de mal humor después de estar en
algún lugar por 10 o 15 minutos. O el sentirse mal cuando se están con personas que se
encuentran enojadas o con dolores. A mí me pasaba mucho el ponerme de malas y querer
“salir corriendo” de los centros comerciales. Pensábamos es que “no me gusta ir de
compras”, hasta que encontramos el porqué de esa sensación que es difícil de describir y de
entender si no se ha sentido personalmente.
Ejercicio:
1. Coloca las manos en el hueso púbico.
2. Inhala profunda y lentamente (sin generar tensión) mientras vas moviendo las manos
lentamente hacia arriba por el centro del cuerpo hasta llegar al labio inferior.
4. Después de la última vez puedes varios signos infinitos (8 acostados) que abarquen la
boca. Esto es para “cerrar” cierre y visualizar que no se va a bajar fácilmente. Si lo prefieres
puedes colocar un “candado imaginario” entre la boca y el cierre con el fin de que el cierre
energético (meridiano Concepción) se mantenga fluyendo hacia arriba.
Este ejercicio se puede hacer todas las veces que se quiera durante el día. Si eres vulnerable
a las energías de otros se puede hacer antes de entrar a una junta, antes de una
presentación, antes de ir al centro comercial, etcétera. Lo importante aquí es mantener la
perspectiva de que estamos balanceando nuestras energías para poder interactuar mejor con
otras personas y no que estamos creando “escudos” o “protegiéndonos de energías
negativas”. La primera opción de percepción es mas positiva y evita la dualidad de “bueno” y
“malo”.