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C A P I T U L O
XXII
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GOBIERNO
DE
AMADOR
GUERRERO
(1904/08)
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EL LIBERALISMO Y CARLOS A . MENDOZA EN LA HISTORIA PANAMEÑA
La Constituyente de 1904
Toro, Coclé, Chiriquí, Colón, Los Santos y Veraguas, y ocho por la provincia de
Panamá . Los diputados principales y los suplentes, según lo dispuesto en el de-
creto, fueron elegidos "por votación directa y secreta en una sola lista para cada
provincia ." 1
La Convención realizó su tarea en un período de seis meses, dedicado el
primero a elaborar el texto constitucional, y los cinco restantes a dictar las leyes
de mayor urgencia . Actuó como presidente el doctor Pablo Arosemena, de
filiación liberal, y como vicepresidente, don Luis de Roux, del partido conser-
vador .
Sobre la Constitución se ha dado ya una información somera en el ca-
pítulo precedente . Respecto a la labor legislativa hay que decir que fue indis-
pensable ordenar, con los dineros que estaban a disposición del Gobierno, la
construcción de obras públicas para el funcionamiento de las dependencias del
Estado, como el Palacio Nacional en la ciudad de Panamá, y los de gobierno en
las capitales provinciales . Hubo que construir puentes que facilitaran el cruce de
ríos caudalosos : el de Santa María en Coclé, el de Chiriquí y otros . Se procedió
a edificar cárceles, hospitales, a dotar de alumbrado público a distintas pobla-
ciones, a construir caminos y a promover obras de saneamiento .
Se organizaron las secretarías de Estado, el Tribunal de Cuentas y el
Poder Judicial, mediante un concienzudo estudio del doctor Carlos A . Mendoza,
del que ya se ha hecho mérito . Se legisló sobre la unidad monetaria, llamada
balboa, las corporaciones electorales, las votaciones populares, el presupuesto
nacional, sueldos, asignaciones y rentas públicas . Fueron adoptados el escudo
nacional, el himno y la bandera de la República . Como era urgente, además, pre-
parar técnicamente a los hombres que habrían de servir para el mejor funciona-
miento de la administración pública, un grupo de jóvenes talentosos fueron
enviados al exterior a emprender estudios especializados .
Gobierno y oposición
El regreso de Porras
personales, sino a restablecer mi quebrantada salud, con los aires del patrio
suelo. .."
Si se la mira bien, esta carta constituye un testimonio del mayor valor en
la cual el doctor Porras hace una honrada confesión del fundamento de sus dudas,
del pensamiento que las inspiraba desde el punto de vista político y de los móviles
que, desde el aspecto afectivo, le repartían por igual entre Colombia y Panamá .
El imperativo del amor al terruño venció al fin . Dice en otro párrafo :
"Sacrifico convicciones, domino dolores y me inclino ante la obra de
gloria o de infortunio que han realizado los istmeños, mis hermanos ."
No estuvo en su ánimo, eso sí, medir y sopesar las razones que esos
hermanos suyos tuvieron para desgajarse del tronco común, pues aunque vieron
también los peligros a los que se enfrentaban, tampoco olvidaron los años de
infortunio y desconsideración sufridos bajo el dominio colombiano, que nunca
constituyeron un invitación ni un estímulo para mantener perdurablemente un
vínculo desventajoso. No fue una decisión ingrata, sino una despedida obligada
y dolorosa.
Recibimiento triunfal
Que su prestigio era muy grande y extendido en todo el país, que había
recorrido a lo largo de una campaña bélica en pro del partido liberal, que deseaba
ver entronizado en el poder, campaña que fue también de proselitismo político,
pues ganó numerosos adherentes en todas partes, lo demuestra el hecho de que
el pueblo acudió a recibirlo con entusiasmo .
Era el 9 de junio de 1904, y desde que comenzó a circular la noticia de
su llegada, la estación del ferrocarril y las calles por donde había de pasar se
colmaron de gentes deseosas de aclamarlo. Se le acompañó, en grandiosa mani-
festación, a la casa del doctor Carlos A . Mendoza . Hubo discursos en la Plaza de
Santa Ana, ya considerada como el santuario de la democracia panameña .
Las fiestas y celebraciones se prolongaron hasta el día siguiente . En la
Plaza de Herrera se congregó una gran cantidad de ciudadanos cuyo entusiasmo
se desbordaba . Con música y fuegos artificiales, marcharon hacia el Parque de
Santa Ana, donde hubo nuevos discursos de salutación al caudillo .
Su arribo al país sirvió para promover la unificación del partido liberal,
que la guerra de los tres años, o de los Mil Días, había dejado desarticulado . Era
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EL LIBERALISMO Y CARLOS A . MENDOZA EN LA HISTORIA PANAMEÑA
Persecución contra
Porras y el liberalismo
pues, tras los trámites legales resolvió por medio de sentencia proferida en 15 de
noviembre de 1905, que el doctor Porras dejaba de ser ciudadano panameño, y
por consiguiente perdía los derechos civiles y políticos ." e
El acuerdo número 54 de la Corte Suprema de Justicia de la República
de Panamá (sobre nacionalidad del doctor Porras), analiza en todos sus pormeno-
res la demanda presentada por José Bustamante . Actuó como magistrado sustan-
ciador don Fernando Guardia, y su proyecto fue aprobado por cuatro votos, con
excepción del conjuez señor Benítez, quien le negó el suyo .
Anonadado por tan dura sentencia, Porras se retiró a su pueblo natal, Las
Tablas, con la idea de alcanzar la tranquilidad en medio de los suyos ; se dedicó
a la agricultura y a tratar de mitigar, consagrado al cultivo de la tierra, las ingra-
titudes de la política .
Sus amigos, sin embargo, no se quedaron inactivos . Sabían que la so-
lución del problema estaba encomendada a la Asamblea Nacional, que reunida
en 1906, se pronunció en favor del eminente panameño, mediante solicitud
expresa de Pablo Arosemena, que los diputados presentes aprobaron por una-
nimidad . El doctor Belisario Porras fue rehabilitado por ella, devolviéndole el uso
pleno de sus derechos de ciudadano .
Su viaje al exterior duró más de seis meses, durante los cuales, según se
ha dicho, recibió los honores debidos a su alta investidura, en los distintos países
que visitó . Su prolongada permanencia fuera del territorio panameño se debió,
por lo visto, a su quebrantada salud, aunque no logró recuperarse para emprender,
con renovada energía, las tareas que le esperaban .
El 25 de diciembre de 1907 llegó a Panamá, y fue recibido con regocijo
por sus amigos y partidarios ; con tibieza y pesar por muchos otros . Los meses de
gobierno que le quedaban hubo de pasarlos en medio de continuas visicitudes . Ya
estaba encendida la campaña para el nuevo período presidencial .
Sus amigos y simpatizantes se propusieron hacerlo candidato para la
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embarcado en las huestes del gobierno, al cual había servido sin titubear . José
Domingo de Obaldía resultó ser el candidato de la oposición, no obstante haber
sustituido al jefe del Estado mientras realizaba su viaje a Europa . En las pos-
trimerías del mandato de Amador, las fuerzas coaligadas para respaldarlo le
colocaron en posición contraria a los intereses gubernamentales, pues Arias
representaba la continuidad del conservatismo en el poder, en tanto que milita-
ban, del lado de Obaldía, los numerosos desafectos de aquel régimen, que se
sintieron vejados y perseguidos . El partido liberal, encabezado por sus princi-
pales figuras, le rodeó ampliamente . El caudal de esta agrupación política era muy
superior al de los conservadores . La carta de triunfo estaba, pues, de su lado, y
habría sido indiscutible, desde antes de la consulta electoral, pues gozaba de una
popularidad que no acompañaba a su contendor . Los pueblos se desbordaban de
entusiasmo al conjuro de su nombre .
La cuestión estaba centrada en la honradez con que se contarían los votos
el día de las elecciones, que habrían de verificarse el 12 de julio de 1908 . La
dolorosa experiencia de la coacción y el fraude perpetrados en las de 1906, hizo
pensar en la conveniencia de pedir la supervigilancia de los Estados Unidos, al
tenor de lo establecido en artículo 136 de la Constitución, que fue conseguida.
Las elecciones para renovar los municipios se efectuaron el 28 de junio,
en las que no se ventilaba la sucesión presidencial . Hubo intentos de maniobras
por parte de las gentes del gobierno, y no obstante la presencia de los represen-
tantes estadounidenses en las de presidente, celebradas el 12 de julio . Se trató de
hacer votar a extranjeros, se acudió a la fuerza pública para apresar a ciudadanos
que debían emitir su voto, hacia mediados del día, cuando se hizo evidente que
la votación en favor del Obaldía se tornaba avasalladora . Considerado como
candidato del pueblo, éste le demostró su decisivo respaldo .
La consulta electoral de 1908 marca, según habrá de verse, un hito
histórico . Entregado el poder a un conservador con ideas liberales y dotado de un
amplio espíritu de convivencia, obtuvo sin dificultad el apoyo de las figuras más
prominentes del liberalismo, lo mismo para triunfar en la contienda que le llevó
a la Presidencia de la República, que para realizar su tarea de gobierno . En el
ejercicio de su mandato se verifica una transición pacífica del poder, de manos
conservadoras a manos liberales, que en adelante, con algunas excepciones, lo
mantendrán de modo permanente .
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GOBIERNO DE AMADOR GUERRERO (1904108)
Notas
C A P I T U L O
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7N 71 7
OBALDIA :
PRIMER
PRESIDENTE
POR ELECCION
POPULAR
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EL LIBERALISMO Y CARLOS A . MENDOZA EN LA HISTORIA PANAMEÑA
Un gobierno pluripartidista
Esbozo biográfico
En el Senado de Colombia
Muy quejosos los panameños de los abusos cometidos por el hermano del
general Alfredo Vásquez Cobo, quien ejercía el cargo de jefe militar en Panamá,
llevaron sus justos reclamos a Bogotá, donde en el debate que se promovió en la
Cámara de Representantes, se escamoteó la gravedad del asunto, para salvar al
acusado, José Vásquez Cobo, de las sanciones a que se había hecho acreedor .
En la sesión del 8 de agosto de 1903, el representante panameño Luis de
Roux se levantó airado para denunciarla política nefasta del gobierno central, que
creaba tan justificados resentimientos en tierra panameña :
"Cuando no se sabe qué hacer con cualquier personaje de por aquí, se le
manda a Panamá para que allí se sacie o ultraje impunemente a los hijos del lugar,
y muchos de ellos, confiados en que tienen en Bogotá personas influyentes, se
creen con derecho a hacer lo que se les antoja ."
La prensa de Bogotá destacó en forma prominente las noticias sobre el
debate producido en el Congreso, y de aquí que en sustitución del gobernador
colombiano Mutis Durán, que ejercía tales funciones en Panamá durante los
sucesos ultrajantes de Vásquez Cobo, el vicepresidente Marroquín decidiese
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nombrar a un panameño, que vino a ser José Domingo de Obaldía, cuya de-
signación se hizo el 1° de septiembre de 1903 .
Se encontraba entonces en Bogotá el señor de Obaldía, que asistía a las
sesiones del Senado como representante por el Istmo de Panamá, y fue nombrado
miembro de la comisión que propugnaba por la aprobación del Tratado Herrán-
Hay ; pero pronto se convenció de que aquella corporación, durante un estéril
debate que duró más de un mes, estaba decidida a rechazarlo y así lo hizo el 12
de agosto de 1903 . El señor de Obaldía, muy disgustado, se retiró del recinto antes
de que la votación se produjese ; y declaró después por la prensa :
"Corregidos los errores, repito que jamás me arrepentiré de haber tri-
butado absoluto respeto a la opinión clara de la mayoría del Istmo, representada
no sólo en el número abrumador, sino en la calidad sin reproche . Los propieta-
rios probos, los sujetos que han formado hogares honestos, levantado familias
morales, los que han contribuido con hechos al adelanto del Istmo en sus múl-
tiples fases, los amigos de la paz que agachan el hombro al trabajo, esos son, con
raras excepciones, partidarios ardientes del canal y siempre estaré con ellos ." z
Ya investido con el cargo de gobernador, salió para Panamá José Do-
mingo de Obaldía, no sin que antes dos coterráneos suyos, Juan B . Pérez y Soto
y Oscar Terán, que también figuraban en el Senado, se empeñasen en hacer
aprobar resoluciones de censura contra el vicepresidente Marroquín por la de-
signación de Obaldía . Al sustentar su acusación contra Marroquín en el Senado,
manifestó Oscar Terán :
"Obaldía no ha hecho misterio de su persuasión separatista . En el Senado
de la República, la única vez que habló, se constituyó en vocero del pretendido
derecho que asiste a Panamá para independizarse ."'
Según hizo constar en la misma sesión el representante Pedro León
Montilla "el señor Obaldía manifestó en el Senado que él no consideraba un
pecado, ni mucho menos un crimen, los esfuerzos separatistas de algunos
panameños ; que Panamá, como cualquier pueblo de la tierra, tiene perfecto y
legítimo derecho de aspirar a la independencia y a disponer por sí mismo de sus
propios destinos ."
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OBALDIA PRIMER PRESIDENTE POR ELECCIÓN POPULAR
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EL LIBERALISMO Y CARLOS A . MENDOZA EN LA HISTORIA PANAMEÑA
En la Gobernación de Panamá
inconcluso, pues sólo habían transcurrido dos años cinco meses del período pre-
sidencial de cuatro para el cual fue elegido . La noticia, esparcida por todo el país,
causó una verdadera consternación, pues era un ciudadano muy querido por to-
dos a quien el poder, en lugar de restarle apoyo popular, más bien lo acrecentó ;
sin duda porque supo ejercerlo con tacto y sentido patriótico .
Carlos A . Mendoza, quien le reemplazó en el mando, hizo en el cemen-
terio un conmovido elogio, que dice en su primer párrafo :
"No hay en nuestro idioma palabras propias para expresar el sentimien-
to de sorpresa y dolor que se ha apoderado del país entero al conocer la triste
noticia del hecho que aquí nos congrega . Ha sido un desenlace no esperado por
nadie, un golpe que nos hiere a todos por igual, con la celeridad y la violencia del
rayo, que nos abate y nos humilla en presencia de lo irremediable, de lo incom-
prensible, que a veces nos parece una tremenda injusticia . Hace pocos días no
más, el noble amigo cuyos restos venimos a depositar aquí, compartía con
nosotros, con entusiasmo y con fe en el porvenir, las labores del gobierno y las
aspiraciones de mejoramiento y de prosperidad nacionales, en cuya realización
cifraba su gloria, y hoy venimos, sobrecogidos y embargados de dolor, a
acompañarlo a la última morada, por haberle sorprendido en medio de sus faenas
la segadora que ni perdona ni espera ."
No as
1 . Verla biografía inédita de don José Domingo de Obaldía, escrita por Ernesto
J. Castillero, página 3 .
2. Ibídem, página 6 .
3 . Ibídem, página 7 .
4. Ibídem, página 8 .
5 . Ibídem, páginas 34 y 35 .
6. El trabajo de Simón Eliet donde aparece la cita lleva por título El Instituto
Nacional, veinte años de labor educativa, Imprenta Nacional, 1930, páginas 20 y 21 .
7 . Eusebio A . Morales, Ensayos, documentos y discursos . Colección Kiwanis,
Panamá, 1977, página 358 .