Вы находитесь на странице: 1из 2

Tesis de Carlos A.

Cullen: Racionalidad
y Educación
15 octubre, 2016 por diario de una docente

La racionalidad de la educación, como objeto teórico, es la racionalidad


propia de una práctica social-histórica, lo cual significa que es una
racionalidad ético-crítica. (…)
El campo problemático de la educación se define por el complejo de
relaciones mutuas, mediadoras y críticas, entre el discurso pedagógico
y el sujeto pedagógico, que mantienen sus “diferencias” en la misma
relación en que se constituyen y critican.1

La tesis de Carlos A. Cullen nos propone abordar la educación desde un enfoque en


el que se pueda argumentar con razones, contrastar con otros conocimientos y
relacionar con otras cuestiones teóricas y científicas. Desde este punto de vista, la
educación es una práctica social-histórica porque los saberes se transmiten para
construir una subjetividad social, y a su vez es una construcción que está mediada
por acciones sociales. Estas se producen en diversos grupos sociales, determinadas
por las causas y motivos ideológicos-discursivos que atraviesan las prácticas
históricas. Por otro lado, se constituye también en una racionalidad crítica porque
apela al buen uso de la razón, gran principio crítico, siendo una educación que forma
sujetos políticos, aptos para la vida en democracia, y sujetos económicos, aptos para
el trabajo de mercado, en una sociedad con principios liberales. Por último, es una
racionalidad ética porque la educación es una práctica social que forma sujetos aptos
para vivir las relaciones cotidianas en democracia, y construir desde sí mismos su
propio progreso económico y cultural.
Con respecto al campo problemático de la educación, éste está atravesado por
continuas relaciones mediadoras, entre el desarrollo y la socialización, entre la
naturaleza y la historia, entre el deseo y la ley, entre el poder crítico y el poder
autoritario. En este sentido, se trata de relaciones complejas, mutuas y críticas entre
el conocimiento como construcción de un discurso pedagógico y el sujeto pedagógico.
Menciona que estos últimos se “diferencian” pero que, en esta relación que sostienen,
el sujeto se construye a partir de las relaciones globales entre el individuo y la
sociedad, relaciones globales entre él y la realidad que están mediadas por el discurso
pedagógico.
El pensamiento crítico es la herramienta teórica que nos permite dar cuenta de la
complejidad del campo problemático de la educación porque a través de él podemos
proponer una crítica a las razones de educar. Y es que en estas razones hay conflicto
de interpretaciones, lucha por la hegemonía, imposiciones ideológicas, construcción
de subjetividad y de realidad social2, y es necesario pensar la educación, su
historicidad y su discursividad social. Tener un pensamiento crítico nos permite
pensar la racionalidad educativa “desfondada”, los sujetos “desfondados”, con
nombres “desnudos”, para poder construir y reconstruir su discurso más allá de toda
esencia metafísica que se le fundamente. Y más adelante agrega, “la cosa de educar
no es una esencia o una idea arquetípica. Es una historia de complejas prácticas
sociales…”3 Con el pensamiento crítico podemos “vestir” de racionalidad segura al
sujeto y conocer así las razones de educar, que no son únicas y no se pueden
determinar a priori. Este pensamiento permite dejar de pensar a la educación como
mero desarrollo y socialización, como expresa Cullen6, obligándola a privilegiar los
procesos mediadores de las relaciones entre desarrollo y socialización, que
desencadenan las intenciones de enseñar, es decir de transmitir determinados
conocimientos. Que entre el desarrollo “natural” y la socialización “cultura” medien
saberes enseñados es el gran tema de la educación y el que funda una crítica de las
razones para educar.

1 Cullen A. Carlos.. “Racionalidad y educación. Problemas teóricos y


epistemológicos de la educación” en Filosofía, cultura y racionalidad crítica. Nuevos
caminos para pensar la educación. La Crujía. Buenos Aires. 2004. Pág. 24/25
2 Cullen A. Carlos. Crítica de las razones de educar. A manera de introducción: el
campo problemático de la filosofía de la educación. Bs. As. Paidós. 1996. Pág. 20 –
21

Вам также может понравиться