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Segato-La antropóloga incómoda

Como una estrella de rock, Rita Segato habló ante un campus colmado de

académicxs, estudiantes, vecinxs del barrio. Llegó a la UNSAM para presentar la

cátedra de Pensamiento incómodo en la Escuela de Humanidades y Lectura Mundi.

Durante una hora y entrevistada por Mariana Carbajal habló de feminismos,

escraches, biologicismo, punitivismo. Julieta Greco la acompañó durante el recorrido

por la universidad y lo cuenta en esta memoria. Leé la entrevista completa.

Texto: Julieta Greco


Fotos: Leandro Martínez y Pablo Carrera Oser

“Ay no, no me saques fotos ahora”. Rita Segato se baja de un auto


acompañada de su hija Joselina que como ella es antropóloga. Un fotógrafo se
acerca para retratarla. Rita muestra una cautela especial. La de quien advierte:
no me endiosen tanto porque me puedo equivocar. Más tarde, cuando Mariana
Carbajal le pregunte por el feminismo y el biologicismo, ante 1500 personas,
ella dirá: “¿Existe un movimiento sin errores?”.

Rita acaba de bajar los 2.465 metros que separan al pueblo de Tilcara en
Jujuy de la llanura en la que está el campus de la UNSAM. La sorprende la
bienvenida, se detiene a mirar un papel brillante que está pegado en el suelo
con cinta scotch. El piso de la universidad se llenó de hashtags:
#RitaSegatoEnUNSAM. A Rita la alucina el mástil, una estructura de hierros
curvos y enroscados que sostienen la bandera argentina, el Mástil Firulete que
instaló en UNSAM el escultor Pablo Reinoso en 2013.

No es la primera vez que Rita visita el campus cuando era niña, en los
terrenos ferroviarios en los que hoy está la UNSAM, Rita remontaba barriletes
con sus primos que vivían en la calle Bacon de San Martín. Esta vez llega
como docente de la Escuela de Humanidades de una universidad pública del
conurbano bonaerense, después de años de vivir en Brasil, para inaugurar la
cátedra “Pensamiento Incómodo”.
Rita piensa todo el tiempo, se la puede ver pensando, se nota en sus gestos,
en la forma en la que se lleva las manos a la cara, en cómo achina los ojos.
Y también escucha. Rita escucha atenta a cada persona que se le acerca y le
pide hablar. Contempla, da espacio y tiempo al otrx. El pensamiento de Rita
incómoda pero su escucha abraza. Desde hace un tiempo habla de la
importancia de la conversacióncomo forma de pensamiento. Rita piensa con
otrxs, es dialéctica, como a la antropología, la enciende la alteridad.

- Tu mirada es muy especial, Rita, es desde afuera – le dice Mariana Carbajal


antes de comenzar la entrevista pública.

Rita dice lo que no pensamos antes, provoca discusiones nuevas, cuestiona


hasta las palabras en las que más confiamos: “Empoderarse es otra palabra
que no utilizo, porque cuando uno habla de poder implica despoder y a mí me
interesa aspirar a un mundo horizontal”. También desconfía cuando hablamos
de “crímenes de odio”: “es una idea muy norteamericana que sentimentaliza
los crímenes políticos”. Advierte sobre los escraches: “El feminismo cae en el
linchamiento moral sin parámetros claros del justo proceso y eso a mí me
asusta. Debemos darle a los jóvenes las herramientas para que puedan
negociar qué quieren y qué no quieren”. Se pregunta sobre el punitivismo:
“¿Con el castigo voy a modificar la sociedad y la forma en que las personas se
comportan? La ley no causa comportamientos. Si la ley causara
comportamientos no habría abortos”. Y cuestiona el pedido de algunas
agrupaciones de que no haya varones cis en las marchas: “Mi manera de
decidir quién va a la calle y quien no es: todos aquellos que el patriarcado ve
como desobedientes, en desacato a la norma patriarcal”.

El Tornavías es una estrella de rieles con un puente giratorio en el medio que


hace más de un siglo servía para levantar y apuntalar vagones de tren. Hoy
será el escenario de Rita. El patio fue llenándose desde muy temprano. Hay
alumnxs, docentes, no docentes, vecinxs del barrio, visitantes, académicxs,
fans de Rita Segato que la esperan con 32 grados de sensación térmica. La
aparición por el borde del escenario de Rita enciende todas las historias de
instagram del público que a la vez celebra: #RitaSegatoEnUNSAM. Cuesta
creer que la que se está subiendo a esas tarimas y despierta esa ovación
popular es una doctora en antropología.
Leé la entrevista completa de Mariana Carbajal a Rita Segato:

Mariana Carbajal: Muchas gracias a todas, a todos y a todes. Muchas


gracias a la UNSAM por darme este pequeño gran lujo de tener esta
conversación con Rita Segato. A Rita la amamos. Tenerla tan cerca
siempre es un gustazo. Yo simplemente voy a ser una intermediaria para
que ella pueda expresar su pensamiento, que siempre nos provoca, nos
incomoda y nos hace pensar.

Rita Segato: Me llega la solicitud para participar de la Cátedra de


Pensamiento Incómodo. Es un pensamiento que se expresa fuera de los
márgenes, fuera de los lugares comunes. Me asustan las repeticiones de todo
el movimiento social, no solo las mujeres, pero a veces se encuentran clichés,
una consigna interesante fuerte y luego se empiezan a repetir y de alguna
manera eso detiene la historia. Hay que salir de los círculos viciosos, de la
repetición de algunas consignas. Por ejemplo, un término que se repite mucho
es el de crímenes de odio. Yo no hablo de crímenes de odio, es una idea muy
norteamericana que sentimentaliza los crímenes políticos. Empoderarse es
otra palabra que no utilizo, porque cuando uno habla de poder, el poder
también implica despoder y a mí me interesa aspirar a un mundo horizontal.
Una búsqueda de no hablar con las palabras que no representan las formas
en que yo pienso, tiene que ver con esta idea del pensamiento incómodo.

MC: ¿Cuáles son los debates que hoy son incómodos dentro del
feminismo actual? Uno de ellos irrumpió en este último tiempo
sorpresivamente y es esto del biologicismo. ¿Quiénes están en
condiciones de encarnar el feminismo y poder marchar este viernes?
¿Rita vos qué pensás?

RS: Un movimiento sin errores es imposible. Toda normativa tiene sus fisuras,
sus errores posibles, pero me sorprendió mucho por una razón: si hay un paso
importantísimo en el camino de la teoría feminista, que es un pensamiento
sumamente sofisticado y en las grandes bibliotecas del mundo los estantes de
pensamiento feminista superan en cantidad a los estantes de las bibliotecas
disciplinares. En esa acumulación de reflexión un momento claro es el
momento del desmonte de la biologización. El desacoplamiento de lo que es lo
femenino de los cuerpos, o sea la desbiologización. Estamos echando a la
basura la noción de género que retira de los cuerpos el patriarcado. Retira de
los cuerpos lo femenino y lo masculino y lo transforma en una estructura, en
una matriz que trasciende el cuerpo que llevamos. Cuando los
fundamentalistas están queriendo borrar la palabra género de las escuelas.
Prohibir la palabra misma por amenazadora. El género es justo lo que sale del
determinismo biológico, el gran invento de la noción de género es la
desbiologización de la matriz heterosexual. Margaret Thatcher llevaba un
cuerpo de mujer y no existió mayor enemiga de las mujeres que ella. Y era
una mujer. No basta con tener un cuerpo. Hay mujeres patriarcales, duele
decirlo. No son la mayoría, son algunas, pero hacen suficiente daño y hay
hombres que pueden ser maternos, por ejemplo y estar aplicados al cuidado.
Eso existe también. Y mujeres como yo que son pésimas cuidadoras. No se
puede biologizar la tarea. Condoleezza Rice mató a muchísimos hombres,
porque era la secretaria de guerra de Bush. Y era negra. Cuidado con el
biologicismo, es una amenaza. Un momento crucial del feminismo fue superar
la amenaza del biologisismo. Mi manera de decidir quién va a la calle y quien
no, es todos aquellos que el patriarcado ve como desobedientes, en desacato
a la norma patriarcal. Hombres débiles, hombres femeninos. El patriarcado los
castiga por desobedientes al mandato de masculinidad. Es un problema falso,
inventado que realmente no me representa.

MC: A mí me sorprendió mucho el momento en el que aparece, en el cual


hay un movimiento feminista tan efervescente, pareciera que vienen con
este tipo de discusión a separarnos.

RS: Sí, y sin olvidar algo. Irina Bacci, una gran activista de mujeres lesbiana
de Brasil a quien yo oriente su tesis hace una crítica a la misoginia dentro del
movimiento gay. La misoginia es hegemónica, se mete en todas partes. El ojo
patriarcal y misógino es hegemónico. Pero eso no nos debe llevar a un
fanatismo de los cuerpos. Nos debe llevar a entender lo que pasa. Las
traiciones son constantes en la historia dentro de todos los movimientos
políticos, pero no por eso vamos a tirar a la basura al bebé con la pelela. El
Bebé es la desbiologización de la matriz patriarcal.
MC: qué pasa a partir de los movimientos como el Ni una menos, el Me
too en Estados Unidos y el Mirá como nos ponemos y las denuncias con
mayor visibilidad en distintos ámbitos. ¿Qué se hace frente a esas
denuncias públicas que muchas veces derivan en los escraches y como
se para el movimiento feminista frente a esa tensión entre exigir justicia y
el punitivismo? De que no somos punitivistas desde el feminismo.
¿Cómo encontrar ese equilibrio?

RS: Son problemas difíciles que naturalmente surgen con el gran tránsito, con
la profundidad histórica que nuestro movimiento tiene. Las complejidades son
directamente proporcionales a todo lo que hemos caminado y al lugar donde
hemos llegado. Hay que pensar más allá del lugar común. ¿Con el castigo voy
a modificar la sociedad y la forma en que las personas se comportan? Eso es
falso. La ley no causa comportamientos. Si la ley causara comportamientos no
habría abortos. El hecho de que haya tantos abortos por nacimiento muestra
que la ley no es determinante en la práctica de las personas. Lo más
importante es la eficacia retórica, discursiva, simbólica, performativa. Que es la
eficacia de persuadir, convencer. Si no persuade ni disuade no existe la ley,
solo existe ese teatro legislativo, pero la ley no tiene eficacia materia. Las
leyes punitivas son un discurso eminente, importantísimo. La tarea es llevar
ese discurso a la sociedad, que atraviese y persuada las conciencias. Sin ese
trabajo la ley no existe.

MC: Como pensar estas situaciones donde en las redes sociales


permanentemente se abren relatos de violencia sufridas al interior de
organizaciones políticas, sindicales. Se abren grifos y salen las voces de
mujeres que han sufrido violencias de las más diversas en distintos
ámbitos. La forma de tramitar el poder al interior de estos distintos
ámbitos está teñida del machismo que nos atraviesa. Frente a esas
denuncias públicas donde uno pone un nombre, pero no va a la justicia
¿Cómo encontrar que tal vez lo que se busca es cierta reparación a partir
de ese relato? ¿Cómo encontrar ese punto donde haya cierta sanación y
no la tengamos que ir a buscar a la justicia, que sabemos que es
machista y misógina y que no nos responde bien?

RS: El problema es amplio. El año pasado hablé con dos rectores de colegios
secundarios. Uno con el del Nacional Buenos Aires y el otro con el de la
Pichón Rivière. En los dos relatos está la idea de que entender la cuestión de
género es entender la secundaria, en sus diversos niveles sociales. En la
secundaria uno ve lo que yo llamo la catástrofe del género. Quiero hacer una
diferencia entre el Mee Too, lo que yo llamo el feminismo pilgrim de los
Estados Unidos, porque el país está fundado por los peregrinos puritanos vs.
el feminismo de las mal fundadas repúblicas criollas. El feminismo pilgrim,
excepto grandes excepciones como Judith Butler, que acata la idea de que
durmiendo con un abogado resolvemos los problemas entre los chicos y
chicas. Nosotros no podemos entrar por ese camino porque nuestra formación
colonial es diferente. Nuestra tarea es dar herramientas a los chicos y las
chicas para que puedan negociar su relación, y eso el feminismo lo está
descuidando. Las personas tienen que poder negociar sin la mediación de
estados que siempre nos van a traicionar, porque nos han traicionado siempre.
Si no aprendemos de la historia, demos clases de relojería.
La historia nos ha enseñado que nuestros mal fundados estados criollos nos
han traicionado constantemente. Entonces, ¿le vamos a entregar que se
encarguen de la vigilancia y la custodia de la negociación de cómo va a ser la
sexualidad nuestra y de nuestros hijos? No, debemos darle a la juventud esas
herramientas para que puedan negociar qué quieren y qué no quieren.
Nuestro mundo es un mundo de conversación. La Argentina es un país donde
aún las personas conversan, pero está sucediendo en las escuelas que los
chicos y las chicas no están pudiendo conversar sobre sus expectativas sobre
su sexualidad y sus deseos. Hay una desconfianza extrema entre muchachos
y muchachas. Yo veo eso negativamente y tiene que ver con el punitivismo. Lo
vemos en las escuelas con el bullying, el castigo y algo que a mí no me gusta
llamar escrache.
El escrache es una forma noble de hacer justicia debatida a lo largo de varios
meses cuando no se podía acceder a la justicia por el Estado. En ese período,
e inclusive hoy es muy relativa la justicia por parte del Estado. Me pasé este
año entrevistando a jueces, fiscales y camaristas de alto nivel y la verdad es
que sentí terror.
El auténtico escrache es la forma de hacer justicia por la propia gente pero no
es espontaneo. No es un linchamiento. Yo establezco una diferencia muy
precisa entre escrache, dentro de la tradición argentina de los escraches a los
genocidas, donde el período de preparación para cada escrache fue
larguísimo. Ahí hay un justo proceso porque hay un patrón, un protocolo y una
forma de juzgar, decidir y finalmente de dar una punición pública a ese
personaje. Pero en el linchamiento no lo hay. El feminismo cae en el
linchamiento moral sin parámetros claros del justo proceso y eso a mí me
asusta porque coloca a nuestro movimiento en un riesgo muy grande. Errores
que suceden por la velocidad de los linchamientos y el carácter espontaneísta
pueden llevarnos a incurrir en errores que luego van a poner en jaque muchas
conquistas, muchos avances y muchos escraches bien procesados. La
cuestión del punitivismo no lleva a una disminución de los problemas que
tenemos y eso es constatable. Los feminicidios no disminuyen. Entonces, lo
mejor es que lo pensemos más seriamente porque las leyes no están tocando
los números. En el debate en el senado nacional con la ministra Patricia
Bullrich quiso usar el sufrimiento de las mujeres para recrudecer las leyes.
Usaron el sufrimiento de las mujeres para punir a toda la población carcelaria
que es pobre y no blanca.
En ese caso mi argumento fue que para que exista un feminicidio, una
violación, es necesario un caldo de cultivo gigantesco que está presente en
toda la tela social. Agresiones diarias cotidianas que todas las mujeres
sufrimos. Modificando ese caldo de cultivo, esa base del Iceberg, solo así
vamos a poder introducir en lo que puede ser tipificado como crimen. De todas
esas agresiones a las mujeres, un número muy pequeño puede ser tipificado
como crimen o delito. Las miradas al cuerpo de las mujeres no las podemos
criminalizarlas.

MC: No todas las conductas inapropiadas constituyen un delito.

RS: Desmontando el mandato de masculinidad, que obliga por ejemplo que


cuando tres hombres están juntos se ven obligados a hacer algún comentario
sobre un pedazo de cuerpo de mujer que pasa por adelante, desarticulamos
ese gran caldo. Es una obligación para poder mostrarse hombres.

El chiste, la mirada ultrajante, la mirada rapiñadora sobre el cuerpo de la


mujer, el cuerpo que se usa para construir un vínculo entre hombres. para que
un hombre un poco más delicado en su masculinidad pueda probar su
masculinidad ante otro hombre. El derrumbe de eso que es capilar en el tejido
social es lo único que será capaz de tocar allá arriba en lo que sí puede ser
tipificado como un crimen de género.
MC: Vos decías que la doctrina del garantismo jurídico no ha
comprendido que las garantías en el caso de las violencias de género
operan en sentido contrario

RS: Eso fue parte del argumento cuando juzgamos al juez Rossi, en Paraná.
El juez Rossi fue un juez que soltó a Wagner que fue el feminicida. Wagner
estaba preso por violación. Igual iba a salir próximamente, no? Pero era muy
simbólico, muy ejemplar el juicio al juez Rossi, porque él a pesar de tener 29
recomendaciones del equipo psicosocial de la cárcel, él lo suelta. Yo creo que
él ni los leyó. Bueno no sé si los leyó o no, pero los desconsideró totalmente. Y
después descubrimos que había desconsiderado decenas de
recomendaciones del equipo psicosocial, con relación a muchos otros casos.
O sea que es un juez que como muchos jueces, Dios en el cielo, juez en la
Tierra. (chiste)
Entonces en el juicio del juez Rossi, uno de los argumentos centrales es la
mala interpretación del garantismo, que es una doctrina noble cuando se habla
de raza y clase. ¿Porque para qué sería garantismo? El garantismo en
realidad si lo miramos con aproximación es una doctrina jurídica que tiene por
detrás la noción de acción afirmativa. Un precepto de acción afirmativa, o sea:
si las garantías fueran igual para todos, o sea para los pobres y los negros, en
nuestra sociedad, porque no se habla de raza, pero la raza existe. Basta ver la
composición de una cárcel para ver si la raza realmente existe. Entonces el
garantismo existe como doctrina porque hay vulnerables y si uno mira la
población carcelaria esos vulnerables son, como dije, pobres y no blancos.
Pero entonces, una cantidad de jueves, Rossi es paradigmático y el otro
López, se llamaba también, aplican el garantismo a agresores, delincuentes, a
criminales que han perpetrado crímenes de género. Sólo que el garantismo
ahí tiene que ser aplicado al contrario. Porque el vulnerable no es el agresor,
como en los crímenes contra la propiedad, donde generalmente quien es el
agresor, el ladrón, a veces inclusive los asesinos, que son juzgados y
encarcelados son vulnerables dentro de la sociedad por esta razón de clase y
raza, como acabo de decir. Pero en el crimen de género el poderoso es el
agresor. Y la vulnerable es la víctima, por lo tanto, en el crimen de género
tiene que haber una inversión del garantismo, y la garantía tiene que ir para la
víctima y no para el agresor. Es una mala interpretación. Es una interpretación
ciega y estrecha por parte de la justicia, de los operadores del derecho, los
operadores de la justicia, que la aplican siempre con la relación a la protección
del procesado, cuando en el caso de los crímenes de género es la víctima, el
lado acusador, el que está del lado de la vulnerabilidad.

MC: En los últimos días nos conmovimos mucho con la historia de Lucía,
esta niña de once años que había sido violado por la pareja de su abuelo,
y cursaba un embarazo forzado en Tucumán y pedía una interrupción
legal de embarazo, que el sistema provincial de salud en Tucumán se
encargó de dilatar y postergar y finalmente le hicieron una cesárea una
semana atrás. ¿Cómo analizas estos casos que hoy los vemos con
mayor claridad, no? Porque no son nuevos. Cada año en la Argentina
alrededor de 2.700 niñas de catorce años o menos dan a luz y uno
presume que la mayoría de esos embarazos han sido producto de
abusos sexual, coacción sexual, y las niñas no los han buscado. Que se
de esa carnicería en esos cuerpos infantiles con una trama institucional
anti derecho como quedó expuesta en Tucumán, donde hay una fiscal
que interviene arbitrariamente para frenar el aborto amedrentando a los
médicos. Un sistema de salud desde la ministra al secretario de salud, la
directora del hospital, el personal del hospital que se declara objetor de
conciencia y en el momento de la cirugía, de la intervención dicen
“nosotros no hacemos nada”, no? Es como de una crueldad extrema
pero visible. Pero hoy la vemos.

RS: Es una exhibición de crueldad. Un espectáculo de crueldad.


MC: ¿Cómo pensás esto que veníamos hablando de lo que pasa en
Brasil, estos fundamentalismos que se meten en nuestra vida cotidiana,
en este caso en el de una niña?

RS: Pero primero quería referirme a estas provincias del noroeste, donde han
sucedido estos casos que fue sobre todo en Tucumán y Jujuy. Y ahí voy a
citar a una querida amiga que es profesora de comunicación en Salta, que es
Alejandra Cebrelli, que publicó en estos días. Ella se especializa mucho en el
tema del chineo. ¿Saben qué es el chineo? La cito a ella porque en el campo
de la comunicación es una especialista en ese tema del chineo. Que es una
práctica muy común en esas provincias, que tan vehementemente sus élites
se pronuncian contra el aborto y sin embargo llevan a sus hijos a tener su
iniciación sexual con las indígenas, las wichis, no? Con las quom. Es muy
común en las provincias del noroeste que sus padres criollos, ese criollaje
asqueroso, que son los de pro vida, las mismas personas del grupo de pro
vida, son esa élite criolla de esas provincias que son las que conozco más del
país, del noroeste, que agarran a sus niños, a sus jovencitos, hijos que nunca
han tenido relaciones sexuales y en sus pick up los llevan allá a violar niñas
wichis. Al chacho salteño, por ejemplo. Entonces sobre el chineo, ni una
palabra en la ley. Ni aparece. Cuando se habla de la violación por ocho
muchachos de una niña wichí que era epiléptica, que fue un tema reciente, la
palabra chineo no aparece, no es una costumbre.

MC: Lo que era antes el derecho de pernada, en algún momento.

RS: También. Existe allá en el norte ese derecho de pernada. El dueño de las
tierras tiene derecho a la primera noche de la joven pobre indígena de su
región, de su propiedad. Todas esas costumbres están vigentes, pero a la ley
no le interesa eso. No parece ser un crimen. Entonces se ensaña con el
aborto. Hay una hipocresía tan extrema, un doble discurso tan flagrante, no?
Hay una inversión interesantísima y constatable. Cuando se pueda capturar a
un indígena, como fue el caso de la niña wichí. Porque ese indígena es
acusado por una directora de escuela de que está violando a su entrenada, a
la hija de la mujer con la que ha convivido mucho tiempo. La directora lo
denuncia y este es un gran debate inclusive entre feministas. Sucede que ese
joven del caso wichí, quienes le llevaron la comida a la cárcel durante seis
años son justamente la niña supuestamente violada y su madre. Cuándo hay
casos de violación entre indígenas, o lo que el Estado o la Escuela, que es un
brazo del Estado, entiende que hubo una agresión o un acceso sexual
indebido, ahí el Estado inmediatamente actúa. Cuando el blanco va al chineo.
Hace uso de un cuerpo sexual de mujer indígena, la indígena es prostituta. Es
un doble estándar, un doble discurso, absolutamente insoportable y
nauseabundo. Y luego a él se le une la prohibición del aborto. Cuando una
niña es violada adentro de un espacio social donde el chineo es una práctica
absolutamente común de la cual todo el mundo sabe, ahí el cuerpo de la niña
es lacerado por un bisturí. Entonces yo digo: Cuanto más débil es un Estado
nacional o provincial, más se ensaña con una panza de mujer. La medida de la
debilidad de un grupo político, de un Estado. ¿No tienen cosas más
interesantes de qué ocuparse? Además, la cuestión del aborto, claramente, la
objeción de conciencia y el activismo anti aborto es una cuestión de prestigio.
O sea: sociedades inseguras que quieren parecerse a las damas rosadas de
la parroquia de no se qué. No hay una cuestión moral por detrás. Y la prueba
son las clínicas de fertilidad asistida. Hay varios óvulos inseminados. ¿Esos no
son personitas? Son las personitas cuando están afectando la vida de una
mujer. Algunas células son personitas cuando están en una panza femenina,
pero cuando están en una probeta de una clínica de inseminación asistida, eso
no tiene alitas, no es angelito. En esas clínicas el lujo es enorme. Ahí
realmente se manejan capitales. Un lucro considerable en sus cuentas, así
como los laboratorios son grandes usinas de capital. Entonces ahí no hay
abortos. Por ahí se hacen abortos también, pero nadie se da cuenta.
Hipocresía pura.

MC: Una cosa que me llamó mucho la atención sobre la repercusión que
tuvo este caso, el de Lucía. En mi caso vengo escribiendo sobre estas
situaciones desde hace muchos años, buscando en archivo creo que
encontré la primera nota que escribí de un caso de un pedido de una niña
violada del 22 de noviembre de 1998, en Página12. El título era: “Una
chica violada pide abortar y todo el mundo se pasa la pelota”. Podía ser
un título del caso de Lucía. Y era del hospital Santojanni de acá, de la
Ciudad de Buenos Aires. Era una niña con discapacidad mental. Otra
nota del 99, título: “Cuando todos miran para otro lado”. Una niña de 13
años SG, sus iniciales, un leve retraso mental también embarazada de
una violación, le había dicho a la psicóloga. “Soy muy chica para tener
un bebé. No quiero tenerlo”. Un caso en Trelew, le dijo a la psicóloga del
servicio de asistencia a la víctima del delito en Trelew. La familia había
pedido el aborto. Un juez dijo que era legal, pero no creyó necesario
autorizarlo, los médicos se negaron a practicarlo, la Iglesia presionó y ya
a esa altura eran cinco meses de embarazo y esta niña también fue
forzada a tener ese embarazo a término. Y me preguntaba qué cambió
para que esos casos del 98, del 99 no hayan tenido, más allá de las redes
sociales, claro y de la repercusión que hoy se tiene mediáticamente, qué
cambió en la sociedad para que la sociedad se horrorizara, se
conmoviera hoy con el caso de Lucía al punto que dimos vergüenza
mundial porque la noticia se reprodujo en The Washington Post, The New
York Times, The Guardian, en diarios alemanes, etc, no? Hoy me
mandaron que salió una página entera en The Guardian, con el caso.
Había salido el viernes y volvió a salir porque es la nota más leída y
replicada. Qué pasó en la sociedad argentina, qué pasa que hoy nos
conmovemos y horrorizamos frente a este caso que sabemos que es
histórico. Las estadísticas no bajan. Sabemos que son alrededor de 3 mil
casos de niñas de 14 años o menos que en la Argentina dan a luz cada
año.

RS: Pasó que el discurso nuestro está llegando finalmente a destino, no? Sólo
es explica la reacción fundamentalista. O sea, son 70 años de feminismo y de
trabajo. Esa es la diferencia inclusive con relación a los grupos
fundamentalistas que hoy salen a la calle y que es un movimiento que tiene
entre cinco y siete años. Es muy reciente y muy rápidamente construido. Las
mujeres salen a favor del aborto y luego salen pro vida, con el pañuelo celeste
por la prohibición del aborto. No son equivalente, porque muchas razones
porque el movimiento de los pañuelos verdes es la consecuencia de 70 años
de mancunamiento de mujeres que pensamos, que dialogamos, reflexionamos
y debatimos nuestros temas. Y el otro rápidamente se coloca. Eso muestra
que es una agenda, una construcción muy rápida de un movimiento en las
calles y es una agenda. Hay ahí una estrategia montada de reacción a bases
que ya están, que son las que han causado que hoy se pueda hablar y la
reacción popular frente a la victimización de las niñas, que traspasa fronteras,
que va a los diarios del norte. Significa que nuestro movimiento realmente ha
transformado la visión de las cosas. Hay un cruce, una ajenidad y una mutua
fertilización, hay una funcionalidad del control del cuerpo de las mujeres con el
proyecto histórico del capital y con el proyecto histórico de los dueños. Si el
patriarcado cae, toda la sociedad se transforma. Todas las formas de
adueñamiento, de rapiña, de apropiación y de desigualdad caen por tierra. El
patriarcado es la base, el cimiento de la pirámide. De todas las formas de
opresión y dominación. Por eso hay un re armamiento de los poderes, que son
los poderes económicos expresados por los grandes medios, los medios
masivos de información que se están rearmando para evitar eso. Eso nos
muestra que hemos amenazado uno de los cimientos, un núcleo del edificio de
todos los poderes. Entonces esa reacción virulenta que estamos sufriendo es
la medida de lo que hemos alcanzado con el movimiento. Nos da la magnitud
del peligro que significamos. Entonces vamos adelante porque estamos
llegando a destino. Nuestros adversarios nos han mostrado eso. Nos están
mostrando algo que llamé en uno de mis textos más recientes que es
“Patriarcado del borde al centro” o sea que nuestro tema, no es un tema y eso
lo sabe muy bien Mariana y lo puede explicar muy bien. En la estructura de la
página de los medios escritos. En la estructura de la página siempre la noticia
sobre los temas de las mujeres fue una columna marginal y lo que está
pasando hoy, lo que nos muestran nuestros adversarios es que la protección
del patriarcado es el ¿mantra? del poder. Para el poder económico y político.
Y no es el borde de las cuestiones, no es un tema de minoría. El esfuerzo
nuestro tiene que ser para retirar de la posición de minoría y de columna
marginal. Eso está gráficamente expresado en el cambio de los periódicos,
no? En los cambios del trabajo que Mariana les va a explicar en un minuto.
Entonces ese pasaje de los temas de las mujeres. Ese pasaje del patriarcado
como tema del borde al centro de las cuestiones es lo que está pasando en el
presente.

MC: A mí no me van a escuchar hoy. Hoy la vienen a escuchar a Rita. Un


poco venimos reflexionando con Rita esta idea de cómo los temas de
género, del feminismo, pasaron a la tapa de los diarios y por eso hoy
tenemos la sensación de que están aumentando los femicidios y la gran
pregunta es si aumentan o que los vemos. Porque si son cada 28 horas o
cada 30, o 26 y bueno, cada día vamos a tener uno casi. Y esto es lo que
vienen marcando las cifras. Quizás aumentaron un poquito, pero lo que
hoy pasa es que los policiales, en los noticieros, los principales
cronistas de policiales, menciono a Mauro Z. por citar a alguno están
cubriendo estos temas. Hoy se convirtió un femicidio en un tema de
interés para el establishment del periodismo, cuando veníamos muchas
colegas, por allá veía a Silvina Molina, también colega que trabaja en
Telam, que venimos remándola hace muchos años para instalar esta
agenda. Hay otras colegas que veo por acá también. Esto es un logro del
feminismo. El punto es cómo tratan los medios de comunicación las
noticias y después tenemos para hablar largo y tendido sobre la
espectacularización, el morbo. Y no redundar en un enfoque de derechos
y de género. Pero eso quedará para otra charla. Quería antes de cerrar
esta charla hermosa con Rita y esta posibilidad que me han dado en la
UNSAM de tener este diálogo, que Rita nos cuente qué vamos a
encontrar a lo largo de este año en esta propuesta pedagógica tan
innovadora que es traer a Rita a la universidad.

RS: Traje algunas definiciones de esta Cátedra de Pensamiento incómodo o


excéntrico, fuera del habitual. Entonces hice una lista, pensé en leerlas.
Entonces se llama así. La cátedra de Pensamiento incómodo propone mirar el
mundo desde nuestro margen y a contrapelo de los hábitos y consensos del
sentido común de una academia, ya fatalmente marcada por el eurocentrismo
de su fundación y por el patriarcalismo de sus prácticas. Para esto se orienta
por una serie de ejes y consignas que han formado parte del discurso de
subtitular en textos y conferencias. Algunos de ellos son:

Permanecer en el arraigo de un paisaje nuestro americano, ya que es desde él


que pensamos y hablamos. Inscribir ese paisaje en los textos que resulten del
quehacer de la cátedra. O sea saber dónde tenemos los dos pies plantados.
Porque muchas veces la universidad nos intenta decir que vivimos en una
Europa hiperreal. O sea, pisamos la universidad y ya estamos en Europa del
Norte. Es un error atroz. Así no se puede pensar. Sólo se puede pensar
mirando alrededor, exactamente cómo es el lugar que habitamos. O sea,
mirarnos nosotros entre nosotros, que es un hábito que en la universidad que
estamos perdiendo con toda la presión evaluadora, etc, que nos lleva a un
individualismo extremo y a no poder conversar con el de al lado. Creo en una
construcción de pensamiento en conversación. Entonces construir retóricas de
valor para las prácticas y las tecnologías de sociabilidad que nos ayudan a
reexistir en este paisaje. Cultivar el arte de pensar en conversación. No
descartar el ensayo para sustituirlo por la exigencia de tecnologías textuales
formateadas por la academia eurocéntrica. Construir parámetros de calidad
propios y pautas para la evaluación que no traicionen estas idiosincrasias.
Nosotros somos constantemente traicionados en nuestra idiosincrasia por
pautas de evaluación que están construidas en otra parte.

Tener por meta histórica un mundo cuyo valor indeclinable es el pluralismo.


Pensar el género, por ejemplo, algo que quería decir antes y me olvidé.
Cuando en un momento determinado en la conferencia de CLACSO en
diciembre del año pasado, la ex presidenta Cristina coloca los pañuelos
celeste y verde juntos es un error lógico de inmenso tamaño. Es un error antes
que político es un error lógico. Porque el pañuelo celeste es monopólico.
Existe una única verdad: nadie puede practicar abortos. Y el pañuelo verde es
pluralista: quien quiere puede, quien no quiere, no. Lo que está ahí colocado
como antagónico ahí es el monopolio de la verdad contra el pluralismo de las
posiciones. Esa es la estructura lógica que está por detrás de esa
comparación. La meta de una sociedad plural, radicalmente plural, sin
hegemonía es mi meta. Con más fuerza que el propio feminismo.

El feminismo tiene que concebirse como una pluralidad de mujeres, una


pluralidad de sexualidades. La mínima división entre una sexualidad
homosexual y una heterosexual es un error brutal porque hay infinidad de
heterosexualidades y homosexualidades. Entonces porque somos entrenados
a pensar binariamente, lo cual es un error que nos atrapa. El mundo en plural
sale de esa cápsula. Entonces pensar el género y la raza como categorías
centrales en un mundo opresivo. Pensar la violencia de raíz conquistual y
colonial y sus secuelas e impactos en el presente. O sea: muchos de los
dolores, de las opresiones, de las violencias que nuestro mundo
latinoamericano, nuestroamericano, sufrimos por la constante presentificación
de la pauta que ya no le llamo ni de colonialidad. Le llamo de conquistualidad.
La conquista es un proceso que nunca se encerró, que nunca acabó. En
algunos territorios del país y de América Latina en general podemos ver la
conquista en curso todavía. O sea que la rapiña territorial, la toma de tierras, la
expulsión de la gente del lugar que habita, eso es conquista. Es una conquista
en curso. Es mentira que terminó. Entonces no ¿deificar? las temáticas del
movimiento social, que es un problema que veo mucho en el movimiento de
mujeres, que ¿getifican? los temas. No. Sino que entender los temas
entrañados en un nicho de relaciones políticas, económicas, raciales y de
género. Que no es solamente la interseccionalidad. Es más. Es ver por
ejemplo en el problema de la violencia contra las mujeres, el tema de la
dueñidad que es un tema plenamente económico se manifiesta.

Identificar las estrategias con las que los dueños de la vida y de la muerta
intentan ajenizar nuestro futuro.

Contribuir para entender y desarmar el nudo que prolonga la prehistoria


patriarcal de la humanidad. En mi libro las estructuras elementales de la
violencia yo digo que todavía estamos atravesando una única página de la
historia, que es la prehistoria patriarcal de la humanidad, que nunca se ha
cerrado. Quizás posiblemente, la furia del fundamentalismo nos está
mostrando que estamos por dar la vuelta a esa página de la historia que es la
prehistoria patriarcal de la humanidad.

Desentrañar los males del mandato de masculinidad inclusive para los


hombres y en beneficio de los hombres. Eso me lo critican mucho en el
feminismo, pero realmente yo lo veo así y no voy a mentir. Las primeras
víctimas del mandato de masculinidad, que después recae sobre nosotras, son
los hombres. El hombre que tiene que rendir examen todos los días a su
hermano mayor, a su primo que tiene más músculos, tiene que mostrarle que
es hombre también, ese es el que va en su inseguridad de su virilidad va a
violar y va venir a usar a la mujer para mostrar un trofeo, para ver si aquel que
él considera un macho beta, porque alfa no exista, pero por lo menos un
macho beta lo acepta en el club. Eso es el mandato de masculinidad. Corto y
grueso, se dice en portugués.

Pensar la justicia como uno de los déficits centrales de la colonial modernidad.


Yo creo que el déficit central de nuestro mundo es la justicia.
Identificar la variedad de ideas y formatos del hacer justicia. Eso del escrache,
por ejemplo. Y apostar al campo del pluralismo jurídico como estrategia
fundamental para un mundo en plural y un mundo justo.

Desarrollar y complejizar la oposición entre el proyecto histórico de las cosas y


el proyecto histórico de los vínculos, que es algo que he venido hablando
mucho últimamente.
Para cultivar estos ejes y estas posturas vamos a tratar de armar seminarios,
conversaciones públicas como esta. Una de las cosas que está muy bien es
cuando hay preguntas del público. El próximo lo vamos a armar con
preguntas, un conversatorio abierto. Y espacios de capacitación. Talleres,
conversatorios temáticos, focalizados en temas precisos. Esta es la idea
central de la cátedra. Y estoy muy agradecida a la UNSAM porque en esta
cátedra de alguna manera yo retorno al país, es el momento en que me inserto
en la academia nacional. Muy agradecida y les cuento una cosita. Estaba con
mi hijo que nació en Irlanda del Norte, fue al colegio en Estados Unidos, vive
en Brasil y es muy brasilero. Entonces estaba en la calle conmigo y ve que
muchas personas me saludan y me dice: “Mamá, un país en que una persona
se hace célebre por pensar es un gran país”.

MC: Les voy a contar una infidencia de Rita. Rita por estos pastos
podríamos decir, cuando era niña, venía a remontar barriletes con sus
primos, porque era del barrio. Le agracemos por esta tarde tan agradable
y que seguramente ustedes hayan disfrutado y reflexionado. Vi mucho
ahí escribiendo, tuiteando, esa es la idea. El pensamiento incómodo, la
reflexión, la posibilidad de llevarnos algo y sabiendo que según nos dice
Rita vamos por el buen camino. Entonces a seguir y el viernes por
supuesto nos encontramos de nuevo en las calles. Nosotras paramos.

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