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Clase expositiva
Servicio de Calidad e Innovación
La clase expositiva o lección es aquella en la que el protagonismo principal es del profesor que es el que expone
el contenido.
A la clase en la que la exposición es especialmente formal y con estilo de conferencia se le suele llamar clase magistral.
En este tipo de clases, la actividad principal de los estudiantes suele ser tomar notas (apuntes) y realizar alguna pregunta
para aclarar puntos de la explicación.
En la lección el profesor comunica y explica una materia, pero siempre ha de tener en cuenta que es sobre todo
una acción de relación humana, en la que la persona del profesor es siempre modelo -maestro, en el sentido
clásico de la palabra-. Nunca existe aislada la acción de explicar o enseñar un contenido, sino que siempre está
implicado el profesor como persona, ejerciendo una influencia más o menos positiva (o negativa) sobre las per-
sonas de sus estudiantes.
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Clase expositiva 1. A qué llamamos clase expositiva
Preparación de la lección
Puntos a atender al preparar la lección son:
1. Objetivos de la lección
Como en cualquier acción docente, lo primero que tenemos que hacer es determinar los objetivos principales
que los alumnos deben lograr en esa lección.
¿Qué conviene que los alumnos escuchen, entiendan, imaginen, piensen, en esa clase?
No conviene escribir una lista larga de objetivos sino los dos o tres principales que vamos a tener como referencia
en la lección.
¿Cuáles son las características del aula (tamaño, disposición, acústica, medios técnicos, etc.)? ¿Cuál es el horario
en el que daremos la clase?
El contenido, el ritmo y el diseño de la clase deben estar adaptados a las características de los alumnos y cualqui-
er detalle de tipo material que no funcione bien (no se oiga bien, no se vea la presentación, etc.) puede dañar el
desarrollo de una lección por muy bien preparado que esté su contenido.
4. Diseño de la lección
Estructurar bien la lección es un requisito imprescindible para facilitar su seguimiento por la mayoría de los
alumnos.
La falta de estructura es uno de los defectos más habituales y de lo que los alumnos más se quejan. (Ver apartado
correspondiente)
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Clase expositiva 2. Estructura de la clase
2. Estructura de la clase
Introducción
Introducir bien una lección, una actividad, una asignatura o cualquier proceso docente, es fundamental.
La introducción de una lección debe ser breve. Tres minutos pueden ser suficientes.
Pero la Introducción de una asignatura, especialmente si es del tipo de asignaturas cuyo interés no es obvio para el
estudiante, debe ser mucho más detenida y merece un proceso de preparación especial para asegurarnos de que un
grupo importante de alumnos entiende y se identifica con la asignatura. Puede ser necesario que ocupe una o más
clases, incluso, y es práctico procurar que sean los mismos alumnos los que colaboren a ver el interés y la repercusión
de lo que se va a trabajar en esa asignatura. Pocas cosas son más negativas para una asignatura que el que los alumnos
no entiendan su valor e interés.
En la Introducción, además de captar la atención del estudiante, tenemos que darle a conocer cuál va ser el contenido
de esa clase o asignatura. De forma breve pero clara, debemos remarcar los objetivos de aprendizaje previstos para la
lección y enfatizar los temas que se van a tratar.
Acciones de Exploración
Al comienzo de una asignatura o de sus principales temas, conviene explorar cuál es la situación de los alumnos respec-
to a esa materia.
En la Exploración se trata de obtener información de los estudiantes y para eso el profesor debe preguntar, promover
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Clase expositiva 2. Estructura de la clase
respuestas y canalizarlas para hacerse cargo de que es lo que opinan los alumnos.
Desarrollo
La mayor parte de la lección la dedicamos a desarrollar lo contenidos previstos.
En general, es muy conveniente fraccionar el desarrollo de la clase en bloque de unos 20 minutos y prever
algún tipo de interrupción o cambio de ritmo entre estos bloques. Esto ayuda mucho a que los estudiantes
mantengan la concentración y el interés.
Después de haber explicado uno o dos bloques de contenido, antes de pasar a otro bloque se pueden introducir ac-
ciones como:
• alguna pregunta bien preparada de antemano
• un tiempo de un par de minutos para que los alumnos consulten entre sí las dudas que pueden tener o remarquen
los puntos que han considerado fundamentales para contrastar entre ellos;
• una anécdota pertinente que no dure indebidamente;
• un ejemplo de aplicación práctica de lo que se está explicando;
• etc.
En el desarrollo de la lección debemos buscar las tres condiciones que una clase debe procurar: claridad, expre-
sividad y receptividad.
Lo habitual será usar recursos complementarios: imágenes, objetos, presentaciones, vídeos o audios, ejercicios,
etc. que ayuden a desarrollar los contenidos.
Conclusión
Al finalizar la clase debemos dedicar unos dos o tres minutos a concluirla adecuadamente.
Convendrá tener diseñado un final en el que se podrán incluir alguna de estas acciones:
• resumen breve de lo explicado recalcando las ideas principales,
• remarcar la relación entre lo visto y los objetivos previstos,
• sugerir lecturas complementarias, posibles ejercicios o problemas a resolver, vídeos a ver o webs a visi-
tar, etc.
• proponer alguna actividad que ayude al alumno a sintetizar lo fundamental: pidiéndole que escriba las
dos o tres ideas fundamentales de la clase y que las contraste con sus compañeros más cercanos, etc.
• contestar a un pequeño test,
• etc.
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Clase expositiva 2. Estructura de la clase / 3. Características de la buena lección
Aprendemos muchas cosas por repetición y por esto, todo lo que sea repetir las mismas ideas de formas variadas, a
poder ser, facilita el aprendizaje. “Decir que se va a decir, decirlo y decir que se ha dicho”.
Claridad
Que se entienda bien y con facilidad, sin dudas ni incertidumbres, es uno de los requisitos más importantes de la bue-
na lección y es una característica muy apreciada por los alumnos.
Expresividad
De tener que elegir una característica como principal cuando presentamos los contenidos de una clase tendríamos
que poner el acento en la expresividad. Es decir, en el entusiasmo y la vibración con los que los presentamos. Con
naturalidad y sin una exageración artificial, pero con el suficiente grado de pasión y teatralización como para contagiar
al oyente.
Dependiendo de nuestras características personales nos puede resultar más o menos fácil ser expresivos. Por eso,
para muchos de nosotros, será necesario ensayar esta expresividad, ejercitándonos en objetivos pequeños pero
concretos, a veces durante varias semanas o meses. La ayuda de otros profesores que asistan a nuestras clases o
el ver grabaciones de las clases o atender a los comentarios de los alumnos, nos puede ayudar a mejorar nuestra
expresividad.
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Clase expositiva 3. Características de la buena lección / 4. Orden y ambiente de clase
Receptividad
La finalidad de la clase es que el mayor número de alumnos posible mantenga una actividad mental en ese tiempo
de clase, conectada con lo que el profesor quiere transmitir. Que el alumno sienta los desafíos y retos que los temas
presentan, que analice, critique y vibre con lo que el profesor presenta para estar de acuerdo o en desacuerdo; pero que
no esté pasivo.
A lograr esta conexión mental van dirigidos los esfuerzos de preparar didácticamente los contenidos y la planificación
de la clase y el profesor debe palpar hasta qué punto están los alumnos engarzados en este proceso.
Es necesario ejercitarse en la capacidad de sentir las reacciones de los estudiantes y salir al paso de los momentos de
aburrimiento, desconexión o pérdida del interés.
Tener reglas
En cualquier trabajo en grupo es necesario que haya reglas de funcionamiento. En nuestras clases, estas reglas deben
estar claras. Si pensamos que, por cualquier motivo puede haber alumnos que no las conocen o no las comparten, de-
beremos explicitarlas de forma clara.
En algunos casos será necesario dedicar tiempo a explicar el sentido que tienen o a llegar a establecerlas con el con-
curso de los mismos alumnos, si se ve oportuno.
La clave de las actuaciones del profesor en estas situaciones difíciles siempre está en:
• mantener la serenidad y posponer las decisiones hasta momentos en los que se haya recuperado la
calma y perspectiva adecuadas, si fuera el caso. No tomar decisiones sobre la marcha.
• actuar con fortaleza cuando es necesario hacerlo así, aunque siempre con serenidad e, incluso con
cortesía.