Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Gutiérrez en Ecuador.
Resumen:
Es por ello, que el presente trabajo investigativo, empieza por evidenciar la agenda clásica
de las teorías de la acción colectiva, pasando por una dinámica de la acción, hasta las
gramáticas de la acción, presentando un enfoque novedoso desde el cual se analiza la
manifestación multitudinaria que derrocó a un presidente.
Abstract:
This article analyzes, from the grammars of collective action, the events that involve the
Rebellion of the Outlaws (Rebelión de los Forajidos) that emerged in Ecuador, in the
presidency of Lucio Gutiérrez, in 2005, and how that rebellion could change, the political
structure of the State.
This paper, begins by studying the classic agenda of theories of collective action, for later
evidence the dynamics of action, and finally, the grammars of action, presenting, by this
way, a novel approach from which is analyzed this multitudinous manifestation that
deposed a president.
1
Hugo Ortiz Puebla. Licenciado en Ciencia Política y en Relaciones Internacionales por la Universidad
Internacional, Ecuador. Actualmente, Maestrando en segundo año en la Universidad de Buenos Aires,
Argentina.
Hugo.ortiz.puebla@gmail.com
Introducción
Si bien es cierto, los forajidos no se constituyeron como una organización social formal,
no obstante, lograron genera un impacto visible, sobre todo por las dinámicas de
movilización en contra del régimen que hasta ese entonces los gobernaba. Es así que,
resulta importante estudiar el origen, de esta acción colectiva, al igual que sus dinámicas
y su posterior desenlace.
Antes de iniciar con el análisis de la rebelión de los forajidos, es importante aclarar ciertos
aspectos conceptuales de la acción colectiva, la misma que, encuentra el auge de su
estudio sistemático a partir de los años ochenta, con la realización de varias conferencias
organizadas en la Universidad Libre de Ámsterdam y en la Universidad de Cornell, en
1985 y 1986.
Cabe recalcar, que antes del desarrollo de esta iniciativa, ya existían estudios
independientes sobre movimientos sociales2, sin embargo, es gracias a las conferencias
realizadas por estas universidades, que varios especialistas en estos temas, comparten
información y llegan a ciertos acuerdos, en virtud de lo cual, autores como: McAdam,
McCarthy, & Zald (1999) fundamentaron, tres corrientes clásicas de la acción colectiva.
2
Varios autores habían analizado los movimientos sociales desde diversas perspectivas, es así que, por
ejemplo, autores como: Le Bon (1895), estudio la sugestión y el contagio al interior de los movimientos
sociales, tomando como eje central la psicología de masas; Smelser (1963), quien mediante la teoría del
comportamiento colectivo introduce a los movimientos sociales en el estudio sociológico y; Mancur Olson
(1965), quien realiza aportes direccionados hacia la lógica de la acción colectiva, en donde se involucra a
la participación en un plano de racionalidad individual, desplazando por completo la perspectiva de
psicología social.
1
La primera de ellas, definida como de oportunidades políticas, tiene que ver con la
interacción entre los movimientos sociales y la estructura institucional del Estado, en
cuyo caso, los movimientos sociales reaccionan de acuerdo a la influencia de las
oportunidades y constricciones de la política interna de cada país. Se pueden mencionar
al menos cuatro dimensiones de las estructuras de oportunidades políticas, por las cuales
puede o no existir movilización: 1) Apertura del sistema político institucionalizado; 2)
estabilidad de las alianzas de las élites políticas que defienden determinados lineamientos
políticos; 3) posibilidad de contar con el respaldo de las élites y; 4) la capacidad de
represión del Estado en contra de los movimientos sociales.
Una vez descritas las teorías clásicas de las organizaciones de movimientos sociales, es
importante entender cómo se sistematizó su funcionamiento. El mismo que se articuló en
una dinámica de movilización. Es así que, autores como McAdam, Tarrow y Tilly (2005),
se encargaron de definir las diferentes aristas y articulaciones de la movilización, en lo
que denominaron dinámica de la contienda política. En este sentido, las organizaciones
de movimientos sociales salen del estudio del paradigma estratégico de las teorías clásicas
y se inmiscuyen en un contexto de contienda, en el que priman las conexiones de los
episodios, los actores, los mecanismos, los ámbitos, y los procesos.
Para ello, fue importante conceptualizar a la contienda política como la acción política
colectiva, superadora de la acción política convencional (definida como buena) y no
convencional (definida como mala); motivo por el cual se propuso un modelo diferente,
dividiendo la contienda en: contenida y transgresiva. La primera define un panorama
político en donde los actores, ya constituidos, emplean medios convencionales para la
reivindicación, mientras la segunda categoría, representa a aquellos actores 3 que
interactúan episódicamente e irrumpen en el escenario político, innovando el mismo.
Si bien es cierto, se deja en claro que no toda la política es contenciosa, debido a que
existen mecanismos burocráticos-formales y ceremoniales. Es importante mencionar que
la contienda contenida y transgresiva se inmiscuye en escenarios dinámicos y
querellantes, que cuentan, a su vez, con mecanismos, los mismos que pueden ser
ambientales, tales como la injerencia de ciertas medidas sobre la vida de la sociedad,
cognitivos, como la modificación de la percepción de los individuos y, relacionales, como
la alteración del relacionamiento entre los individuos y grupos.
3
Los actores que participan en la contienda transgresiva, son, en su mayoría, actores auto-identificados
como nuevos
3
Además de los mecanismos, la contienda política contó con: procesos, que se definen a
sí mismos como cadenas de causalidad conformadas por los mecanismos, anteriormente
mencionados; actores, que asumen identidades y formas de interacción; y episodios, que
en su gran mayoría son contencioso y aglutinan diferentes procesos. Es así que los
mecanismos y los procesos fueron utilizados para la explicación y los episodios como la
base de la descripción de la movilización.
La movilización no fue pensada como fases de los movimientos sociales, sino como una
multiplicidad de conexiones que dan lugar a la acción colectiva. Para ello se debe
considerar que las movilizaciones no siempre defienden una lucha para ganar mayor
libertad de derechos, sino que, a veces, es todo lo contrario, un claro ejemplo, son los
movimientos vinculados con procesos de nacionalismo (pro-nazis).
Por lo tanto, resulta imperativo, para la dinámica de la contienda política, pensar en cuáles
son las oportunidades, amenazas y repercusiones de la movilización, al igual que su
estructura, y los procesos de enmarcamiento a los cuales se adhieren estas revueltas.
Además, se debe tomar en cuenta que algunas organizaciones, se movilizan sin recursos,
e inclusive utilizan la performance como medio para la protesta.
Daniel Cefaï (2011), siguiendo la línea de Melucci, asegurará que el cálculo racional es
imposible en esta perspectiva, en vista de que las organizaciones sociales buscan
satisfacer la necesidad del vivir juntos, mediante una búsqueda de lo afectivo, de lo
identitario, y de lo simbólico. En cuyo caso, el punto inicial para el análisis de las
organizaciones de movimientos sociales se encuentra en: 1) la experiencia de los actores,
que son quienes otorgan sentido al contexto en el que se encuentran; 2) la mayor
relevancia de los métodos cualitativos en el análisis del contexto, de los actores, de sus
preferencias políticas, y de la situación contenciosa que conlleva a dichos actores a
4
comprometerse en la acción colectiva y; 3) de que los macro-procesos, tales como las
clases sociales, las organizaciones revolucionarias, el Estado y la Sociedad Civil, dejen
de ser el centro del análisis, para pasar al estudio de los procesos de interacción y
coordinación, en relación con la experiencia de quienes se moviliza, que son, a su vez,
quienes, al crear organizaciones y hacer política, se transforman en actores políticos.
Es en base a todo esto, que existe cierta tensión entre la gramática de la acción y el
paradigma estratégico, en especial, en lo referente a la teoría de movilización de recursos,
ya que ésta última atribuye una carga organizacional-empresarial a los movimientos
sociales, en donde el objetivo primigenio es la apropiación de recursos para la reducción
de los costos de la protesta, mientras que la primera, atribuye al actor político
conocimientos básicos sobre como funciona la política y, aduce que el espacio público
no funciona como un mercado, por lo cual es imporrtante la identificación de los
argumentos de las organizaciones antes que los intereses.
5
Estado4 en tres aristas propuestas por Giugni (1998) y citadas por Cefaï (2011): 1)
Incorporación: las moviliaciones pueden dar origen a la fundación de organizaciones que
son parte de la institucionalidad de un país; 2) Transformación: el sistema político es
conciente de que existe un cambio de las reglas de juego e induce a un reordenamiento
de los poderes institucionales y; 3) Democratización: los derechos y los deberes del
Estado y de los ciudadanos son redefinidos.
Ahora bien, para Danny Trom (2008), la acción colectiva bajo esta perspectiva
gramatical, debe pensarse en terminos de coordinación, es decir de la orientación hacia el
bien común; de intención, en donde los individuos o tienen intereses individuales por lo
tanto incluyen a más personas, o el colectivo como tal, comparte una misma
intencionalidad, y semántica, preguntandose siempre sobre quien es el sujeto de la acción
y porqué actúa.
Lucio Gutiérrez Borbúa, fue el último presidente del Ecuador que no logró terminar su
mandato presidencial. Su carrera política, tomo relevancia en medio de los
acontecimientos que derrocaron a Jamil Mahuad5. Gutiérrez, quien, para ese entonces,
ostentaba el grado de Coronel del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas del
4
Para la gramática de la acción, es imprescindible dejar de pensar al Estado como algo inaccesible, sino en
cuales son los distintos modos de acceso al mismo.
5
Ex presidente ecuatoriano electo en 1998 y derrocado en enero del año 2000.
6
Ecuador, junto a Antonio Vargas, Presidente de la Confederación de Nacionalidades
Indígenas del Ecuador (CONAIE) y el ex presidente del Corte Nacional de Justicia (CNJ),
Carlos Solórzano, posesionaron una Junta de Salvación Nacional, después de que las
Fuerzas Armadas ecuatorianas retiraran todo su apoyo al defenestrado ex presidente
ecuatoriano Jamil Mahuad.
Una vez que Gustavo Noboa, vicepresidente de Mahuad, fue posicionado como
Presidente de la República del Ecuador, el Coronel Gutiérrez fue acusado de traición y
sometido a juicio por la entidad castrense y las autoridades judiciales; en consecuencia,
fue dado de baja de las fuerzas armadas y arrestado; la condena se redujo a cuatro meses
gracias a una amnistía otorgada por el Congreso a espaldas del ejecutivo. La decisión del
legislativo se justificó en el apaciguamiento de la situación caótica en la que se había
sumido el país desde el gobierno de Mahuad.
6
No es la primera vez, en la tradición histórica del Ecuador, que se nombra a un movimiento político como
Sociedad Patriótica. Puesto que la denominación en cuestión, puede rastrearse hasta el siglo XVIII, cunado
7
militares que estuvieron presentes en la revuelta contra Mahuad y algunos sectores de
izquierda; muchos de ellos eran considerados como héroes y defensores de la soberanía
popular. Para el 21 de enero de 2002, Gutiérrez presentó su candidatura a la presidencia,
ganando la misma, en segunda vuelta electoral (balotaje) el 24 de noviembre de 2002.
Las alianzas mantenidas con los sectores indigenistas y de izquierda se tensaron cuando,
transcurridos unos cuantos meses de gobierno, Gutiérrez visitó Estados Unidos,
declarándose a sí mismo como amigo de la nación norteamericana. Posteriormente, con
una minoría declarada en el legislativo, el ex Coronel, da un giro a la derecha, y pacta con
el partido Social Cristiano; a la par, firma unas cartas de intención con el Fondo Monetario
Internacional y adopta medidas neoliberales, permitiendo la participación de los sectores
privados en empresas petroleras, eléctricas y de seguridad social.
Un tiempo después decretó un alza del precio en los combustibles, con lo cual el pueblo
ecuatoriano protestó en rechazo a las políticas económicas tomadas por Gutiérrez, quien,
arremetió en represión policial y militar, en un intento de desmovilizar a los
algunos ilustrados de la época fundaron la Escuela de la Concordia, también conocida como Sociedad
Patriótica de Amigos del País.
7
Movimiento político ecuatoriano de tendencia indigenista.
8
Expresidente ecuatoriano electo en 1996 y derrocado en 1997, por incapacidad mental.
8
manifestantes, para después nombrar a miembros de la banca privada y empresariales al
interior de su gabinete ministerial.
Para el año 2003, emergen varios escándalos de corrupción, uno de los más importantes
fue el que implicó a Gutiérrez en la desaparición de armamento militar ecuatoriano, el
mismo que se sospechaba había caído en manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC). De igual manera, se le acusó de nepotismo, y de cómplice en lo
que respecta a varios de sus ministros de Estado, quienes también se habían implicado en
casos de corrupción.
Acto seguido, esta Corte Nacional de Justicia, denominada como Pichi-Corte por algunos
medios de comunicación, descartó los juicios en contra de Abdalá Bucaram10,
ocasionando protestas que llegaron a escala nacional. Para el año 2005, las
manifestaciones se volvieron multitudinarias, inclusive, el Alcalde de Quito, lo catalogó
como dictador; Lucio, por su parte, y en defensa a tales acusaciones, se autodenominó:
Dictócrata, aseverando que el malestar popular era obra de las oligarquías que
conspiraban en su contra.
9
Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE), Fundado por Abdalá Bucaram.
10
Bucaram tenía varios juicios por peculado.
9
la situación en un llamado a todas las organizaciones políticas y a la población en general,
al dialogo, pero, dichas medidas no calmaron las protestas ni el malestar popular.
Palacio, por su parte, ordenó el cierre de fronteras para que ni Gutiérrez ni Bucaram
abandonaran el país, no obstante Lucio Gutiérrez ya se había dado a la fuga en un
helicóptero del ejército con destino hacia el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de
Quito, en donde una avioneta lo recogería, más, las pistas aéreas del aeropuerto estaban
ocupadas con manifestantes, por lo cual se vio forzado a refugiarse en la Embajada de
Brasil, para después huir a Brasilia, ciudad capitalina de Brasil.
La rebelión de los forajidos encuentra su auge a principios del año 2005, en medio de
manifestaciones masivas en contra de las políticas neoliberales, y de las modificaciones
al sistema judicial del Ecuador, levadas a cabo por Lucio Gutiérrez. Hasta ese momento,
variados colectivos se habían conformado para protestar en contra del régimen de turno
y de su actuar político.
Pero, es a partir del 13 de abril de 2005 que las manifestaciones alcanzan niveles
alarmantes; la ciudad de Quito despertó con casi 100 heridos y cubierta de gases
lacrimógenos. Ese miércoles, el oficialismo estatal se declaraba triunfador, no obstante,
10
empezó a rodar en medios radiales una invitación a la protesta con cacerolazos por parte
de Radio la Luna. Esa noche más de 5000 personas salieron a las calles de Quito con
cacerola en mano y entre griteríos se escuchaban las voces retumbantes de los
manifestantes: “que se vayan todos”.
Al día siguiente, el Coronel amenazó con demandar a los manifestantes, a quienes los
calificó como un grupo pequeño de “forajidos que fueron a atacarme a mi domicilio”.
La población en general, que había participado en estas protestas, expandió rápidamente
el calificativo con el cual Gutiérrez los había denominado. Desde ese momento todos eran
forajidos y desde ese instante, se estableció el inicio del fin del mandato del Coronel.
Radio la Luna, medio de comunicación que encabezó los levantamientos, abrió las puertas
de sus oficinas para que cualquier indignado o forajido pudiera convocar a la
movilización, en este sentido, y retomando las palabras de Alberto Acosta (2005), este
medio de comunicación, al igual que su periodista estrella, Paco Velasco, se convirtieron
en símbolos de la protesta en contra del gobierno de Gutiérrez. Ya no se trataba solamente
de un grupo minúsculo de manifestantes, para ese entonces, eran miles quienes se
autoproclamaban forajidos y se oponía a el Coronel y a la forma convencional de hacer
política.
Desde las oficinas de Radio la Luna, se podían observar largas filas de personas que se
definían como forajidos, quienes se convocaban a las afueras de la emisora para
manifestarse en contra de la gestión del presidente Gutiérrez y proponer las más
11
novedosas formas de protesta; después de dar su nombre y número de cédula, se les
otorgaba treinta segundos para hablar sobre el tema y llamar a marchas multitudinarias.
A esta convocatoria asistieron jóvenes, adultos mayores, niños, amas de casas, indígenas,
dirigentes barriales, y todos aquellos que se sentían indignados con el actuar del gobierno
de turno.
Varias emisoras y medios de comunicación se unieron a Radio la Luna, al igual que varios
cantantes populares del país y bandas de rock, animando los aires de la rebelión de los
forajidos. Las comunas barriales, presidencias parroquiales, y gobiernos descentralizados
se organizaban para unirse a las manifestaciones. Sin embargo, colectivos como la
CONAIE, que ayudaron a Lucio Gutiérrez a alcanzar el poder, y varios grupos
conservadores del país, se mantuvieron neutrales.
Una vez que el ejército retiró todo su apoyo al Coronel, negándose a arremeter en contra
del pueblo que protestaba, las manifestaciones se incrementaron exponencialmente, para
12
la noche del sábado 16 y la madrugada del domingo 17 de abril de 2005, los manifestantes
habían rodeado el palacio de gobierno, a pesar de ser repelidos por la policía, las protestas
se extendieron hasta el martes 19 de abril, día en el que se convocó a una nueva
manifestación masiva, de al menos 150.000 personas, para después marchar, una vez más,
al palacio de gobierno.
Durante lo que duró la represión policial, se notó el apoyo de los moradores cercanos a la
zona de conflicto, quienes ayudaban a los manifestantes con papel periódico para las
fogatas que contrarrestaban al gas lacrimógeno. De igual manera, la presencia de grupos
religiosos del país, que se sumaban a la protesta conjunta, y de algunos grupos indígenas,
distanciados de la CONAIE, fue evidente.
Ese mismo día, más tarde, se anunciaba que el Comandante de la Policía renunciaba a su
cargo y, posteriormente, que el Congreso Nacional destituía a Gutiérrez por abandono del
Cargo; Gutiérrez, ya defenestrado, intentó escapar del país, no obstante, los forajidos
consiguieron que el avión en el que se encontraba no despegara. A pesar de los esfuerzos
de los manifestantes, Gutiérrez logró escapar. Una vez nombrado un nuevo Presidente, el
conglomerado de los forajidos se disolvió, aun así, algunos funcionarios leales al ex
mandatario, quienes, habían subestimado a la rebelión reconocieron, al salir de sus
cargos, la importancia de la rebelión de los forajidos. También el Alcalde de Quito, Paco
Moncayo, reconoció la importancia de la manifestación que despidió del poder a
Gutiérrez, y propuso la creación de un monumento y el nombramiento de una calle en
honor de los forajidos11.
11
La calle y el monumento, jamás se llegaron a hacer.
13
Anotaciones finales de la Rebelión de los Forajidos
Sin embargo, fue él mismo Lucio Gutiérrez, quien brindó, hasta cierto punto identidad y
unidad a la manifestación, al denominarla como un conglomerado minúsculo de
Forajidos. La población en general, adopta tal denominación de manera contestataria, y
logra consolidar un grupo multitudinario auto-convocado, con adherentes en todos los
rincones del país.
A su vez, se crea cierta unidad alrededor del vocablo forajidos, haciendo del mismo un
lugar compartido, un común denominador entre aquellos que se apropiaron de la
manifestación. En virtud de lo cual todos eran forajidos, porque se reconocían así mismos
14
y porque los demás los reconocían como tal, independientemente de lo que la palabra
podía en realidad significar.
Las manifestaciones tomaron modos variados de protesta, los cuales se apegan a las
experiencias de los sujetos y a las maneras en las que estos conciben al mundo, lo cual
explica los: cacerolazos, reventones, tablazos, rollazos, protestas en los estadios, el
basurazo, el escobazo, el mochilazo, entre otros. Todas ellas impulsadas por la amplia
difusión de Radio la Luna.
Al igual que la adopción de símbolos, tales como: banderas del Ecuador en las que se leía
“que se vayan todos”, los monigotes de Lucio Gutiérrez, camisetas pintadas, caricaturas
del mandatario, la concurrencia a las inmediaciones de Radio la Luna, e inclusive la
denominación de forajidos, que se convierte en ícono de lucha en contra de las
oligarquías, en todo el curso de la lucha en oposición a la administración del Coronel.
15
Bibliografía:
Acosta, A. (2005). Ecuador: ecos de la rebelión de los forajidos. Nueva Sociedad 198, 42-54.
McAdam, D., McCarthy, J., & Zald, M. (1999). Movimientos Sociales: Perspectivas Comparadas.
En D. McAdam, J. McCarthy, & M. Zald, Oportunidades, estructuras de movilización y
procesos enmarcadores: hacia una perspectiva sintética y comparada de los
movimientos sociales. (págs. 13-46). Madrid : Ediciones Istmo, S.A.
McAdam, D., Tarrow , S., & Tilly , C. (2005). DInámica de la contienda política. Barcelona: Ricou,
Aguilar i Zeller, editors.
16