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He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre.
Salmos 127:5
Hace mucho tiempo vivió en la Tierra un hombre llamado Abraham, quien tomo como
esposa a Sarai a quien amaba mucho, pero había en su corazón una gran pena “No podían tener
hijos”.
Dios ordena a Abraham que salga de la Tierra donde habitaba a la tierra que El le
mostraría, entregándole también una gran promesa Génesis 12: 2 y 3: “y hare de ti una gran
nación, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás de bendición. Bendeciré a los que te
bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la
tierra”.
Abraham decide creer en Dios y su promesa, Toma a su esposa y su sobrino Lot y se dirige
a la tierra que Dios le prometió.
Que difícil creer aun en la promesa que se les había entregado, cuando ya eran de
avanzada edad y era difícil poder para Sara ser madre, pero como Dios no es un Dios que miente,
hace que Abraham mire los cielos y le dice en Génesis 15: 5 “Y lo llevó afuera y le dijo: Mira ahora
los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: así será tu descendencia”:
Abraham decide creer y Jehová cumple su promesa, siendo ya Sara de avanzada edad,
dio a luz a un hijo cuyo nombre es Isaac.
Fue entonces Isaac hijo de la promesa que Dios le había dado a su padre, aunque la
Biblia no menciona mucho de la vida de Isaac como niño, podemos ver en él una señal clara de
que sus padres lo instruyeron en la palabra de Señor. Hoy también esa misma palabra de Dios les
instas a los padres a pastorear el corazón de sus hijos, como nos dice su palabra en Deuteronomio
6:6 y 7: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus
hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando
te levantes”.
Una muestra clara de la instrucción de Isaac en la palabra del Señor la vemos en el
capítulo 22 del libro de Génesis que nos relata la siguiente historia:
Voz: Toma ahora a tu hijo, tu único Isaac, a quien amas, y vete a tierra de
Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
Narrador: E iban juntos, y cuando llegaron al lugar que Dios les había dicho,
edifico allí Abraham un altar y compuso la leña, y ato a Isaac su hijo y lo puso
en el altar. No hubo en Isaac queja alguna sobre lo que estaba haciendo su
padre, sin duda en su corazón sabia que debía confiar en él, ¿Cómo logro
Abraham en su hijo esta confianza tan grande al punto que su hijo no
cuestionaba el hecho que sería sacrificado? ¿Había Dios mentido en su
promesa hacia Abraham? No, bajo ninguna circunstancia. Lo que vemos en
este relato es como un padre pudo instruir a su hijo en la autoridad y
soberanía de Dios, vemos que Isaac no cuestiono la autoridad de su padre,
porque su padre no cuestiono la autoridad de Dios. Papas esto nos lleva a
pensar en cómo estamos criando a nuestros hijos, los criamos solo para que
sean buenas personas o estamos realmente pastoreando su corazón para que
conozcan al Dios verdadero, al Dios que hizo que Isaac obedeciera a su padre,
Dios te llama a que ejerzas la autoridad que El te ha dado sobre tu hijo.
Proverbios 13:24: “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece;
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”.
Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
Narrador: Y alzo Abraham sus ojos y miro, y he aquí a sus espaldas un carnero
trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomo el carnero, y lo
ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y por segunda vez llamo el ángel a
Abraham
Voz: Por mi mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y
no me has rehusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendeciré y multiplicare
tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla
del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu
simiente serán benditas todas las familias de la tierra, por cuanto obedeciste a
mi voz.
Padres hoy que celebramos tu día, Dios también te quiere decir que ejerzas la autoridad
que El te ha dado, hablamos de una autoridad con amor y sometiéndose también ustedes a la
autoridad de Dios. Nuestros hijos están bombardeados día a día en cosas que pueden dañar su
corazón e inclinarlos al mal, pero Dios te ha dado herramientas que debes utilizar, así como
Abraham cumplió con lo que Dios le ordeno, y vemos el resultado en Isaac, quien le obedeció aun
en la dediciones más importantes de su vida como elegir esposa. Tus hijos deben conocer a Dios a
través de ti, de tus enseñanzas, ¿cuánto esta compartiendo con ellos, de la palabra del Señor?, o
te conformas con que vengan solo el día domingo a la Escuela Dominical.
Dios te insta en esta noche a que tomes el rol de ser cabeza de tu hogar, Proverbios 1:
7: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza”. Dios quiere que busques su sabiduría y así poder guiar a tus hijos a que un día
también ellos puedan entender la salvación para sus vidas. Dios les bendiga.