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-Ah!, ha pasado un tiempo ya, desde la última vez… eh?!...

ya veo, el hombre, no, la humanidad, de


nuevo la humanidad… jajajaja, veo por qué siempre ocupó su atención, una creación interesante,
de hecho, aunque lo diga yo; por desgracia, ni yo mismo logré jamás entender su papel o
importancia en su esquema de la creación… ¿Qué utilidad, o propósito tiene la humanidad? ¿Cuál
será su papel en esta obra? Conociéndole, es impensable que hayan sido un mero capricho suyo,
aunque de tenerlos, nunca me habría percatado que así fuere, ¡AH! ¡ESTE ASUNTO SIEMPRE LOGRA
QUE PIERDA LA COMPOSTURA! Quizás es hora de que siga con mi trabajo, dudo bastante que logré
entenderlo solo meditando sobre ello; aunque me moleste admitirlo, ni yo mismo podría
comprenderle, ni siquiera alguno de ellos, o él mismo puedan hacerlo y mucho menos esos tontos
niños inocentes… -

Siempre resulta extraño pensar que existe un mundo más allá de lo que pueden ver los ojos, de lo
audible, de lo perceptible por el olfato o el más básico de los sentidos humanos, y aun así, lo hay,
existe frente a nuestros ojos y aun así le ignoramos todo el tiempo, limitados a conocer lo poco que
nuestras enormes limitaciones nos permiten, incluso los animales poseen sentidos mucho mejor
provistos y pueden ver más de este mundo de lo que podemos los seres humanos, su vista es varias
veces mejor, su olfato es cientos y hasta miles de veces más sensible, su oído puede captar el sonido
más sutil, en frecuencias y volúmenes imposibles para nosotros, pero aún así, es la humanidad y no
las bestias quienes reinan sobre la faz de esta mísera y grandiosa masa de roca cubierta de agua y
vegetación, es absurdo, por no decir irónico, pero ello se debe a la misma causa por la cual puedo
hacer esta estúpida reflexión, y a mi humilde parecer, sería objeto de la más de las serias reflexiones
filosóficas, si no fuera, claro, por el hecho que esta reflexión viene a mí en el preciso momento en
la última gota de vida en mi cuerpo, termina de teñir de rojo el agua de la bañera….

-¿Y?, ¿cuál era esa cosa? Hey, dime, cuál era esa cosa por la que decías que los humanos reinan
sobre la tierra. Vamos dime, oooyeee!!!- Parecía la voz de un infante.

Pum, un ruido sordo, es como el sonido que hace un trozo de carne al ser golpeado por otro pedazo
de carne. Pum, pum, dos más, es un sonido familiar. UN INFANTE PROVISTO DE UNA MACANA EN
VEZ MANO.

-Ahhhhh!!!, OYE ESO DOLIÓ, A CASO PRENTEDES MATARM…… -

-ehh?! Así que estabas despierto?

-ah?! Un momento, estoy vivo? Pero qué, qué está pasando aquí? Quién eres tú? ESPERA! A caso
morí y esto es el más allá?!-

-jahhh?!!! A caso este te parece el más allá? Eres idiota o sólo te haces para no terminarme de contar
la historia? Vamos dime, dime, qué es eso por lo cual la humanidad reina sobre la tierra y no lo
hacen las bestias, aun cuando están mejor provistas físicamente.-

-JAJAJAJAJAJAJA, TREMENDO MONÓLOGO TE HAS SAMPADO CHICO. JAJAJAJAJA.- Era una voz
grave, de adulto, un hombre.

Pummm, y justo cuando me recuperaba de las suaves caricias que el infante me había propinado en
el rostro, cual saco de box, justo sobre la espalda, como si me hubise golpeado un gran camión, una
palmada precedió un alarido, como el quejido que emite un animal herido de muerte, y no es para
menos, por un instante sentí que mi alma dejaba mi cuerpo por la boca.

-AYYYYYYY!!!-

-Anda chaval, sólo ha sido un saludo-

Pero no sabía sí sentirme aterrado o sorprendido, no tanto por la fuerza del impacto que ahora se
hacía más racional al ver el tamaño de aquel monigote, sino por ver aquel gigantesco cuerpo caber
dentro de tal pequeño cuarto de baño y más aún, por haber logrado pasar y llegar hasta allí sin hacer
ni el más mínimo ruido.

Justo a su lado, se encontraba una preciosa e hiperactiva pequeña, aquel hermoso angelito, que me
había encajado un par de buenos golpes en el rostro, como si de un boxeador profesional se tratase.

-veo que ya te despertaste- dijo aquel enorme tipo, luego continúo – Sí ya terminaste, vístete,
tenemos que irnos, deprisa-

Pero aún estaba en shock, cómo era posible, desde cuándo estaban allí, habrían escuchado todo lo
que dije; sorprendentemente me invadía más un fuerte sentimiento de vergüenza que de temor.

-mmm, tremendo monólogo te has echado, pero es hora de que vayamos guapo, el grandulón no
se anda con bromas, cuando te ha dicho que te vistas y te des prisa; necesitamos llevarte a un lugar
seguro, o tanto tú como todos los que están aquí no saldrán bien de esta-

-ahhh?!, a qué te refieres, vete, déjame solo-

-vamos, rápido, muévete, no tenemos tiempo- insistió la pequeña niña, mientras tiraba de mi con
todas sus fuerzas

-aparta de aquí enana, no lo ves? Quiero morirme, pero me la has echado a perder?-

- qué has dicho chaval? Cómo me has llamado, de qué forma te atreves a dirigirte a mí? A caso no
sabes a quién te dirijes?- mientras su rostro se tornaba rojo como un tomate, y hacia una graciosa
expresión de rabieta.

-puffffff, jajajajajajajajaja-

-qué es tan gracioso-

- Jajajajajja, el que una pequeña enana como tú quiera darme órdenes, me resulta bastante
gracioso-

-YA VERÁS, TÚ PEQUEÑO INSOLENTE.- de pronto la bañera estalló y me vi desnudo, con mi culo
sobre el frío y duro suelo del pequeño baño.

-Jojojojojo, eso te pasa por no cuidar tu boca y tratar de esa forma a una dama de mi clase, jojojojojo-
mientras reía sarcástica y antinaturalmente, como queriendo dar una aire de la nobleza.

-SÍ SERÁS PEQUEÑA ENANA, VEN AQUÍ!- Te daré una lección sobre respetar a tus mayores.-

¡BOOOOOOM!
En ese preciso instante, una fuerte explosión sacudió los cimientos mismos de la pequeña casa, y
terminé resbalando sobre la pequeña niña, toda mi humanidad, desnuda y sin nada que la cubriera,
cayó sobre ella.

-QUÍTATE, TÚ, INSOLENTE, PERVERTIDO, QUÉ LE HACES A UNA DAMA-

Un golpe fue suficiente para enviarme sobre la pared contraría a ella, era una fuerza encomiable,
no parecía venir de una niña, sino más bien, como si un camión me hubiera atropellado y lanzado.

-cough, cough, lo siento, lo siento, pequeña no fue mi culpa-

-jump- se quejó –mira que caer así sobre una dama de mi clase, pero que insolente y peor aun
perder la paciencia por algo así, aghhhh que vergüenza- murmuro suavemente, mientras mordía un
trozo de tela de su blanco vestido, con una rabia digna del más feroz chihuahua.

-Qué fue ese ruido?- pregunté rápidamente, mientras me incorporaba en mí mismo y trataba de
buscar una toalla con la cual cubrir mi cuerpo…..

-ESTO NO ES BUENO, HAN LLEGADO DEMASIADO PRONTO- dijo con un tono serio de gravedad
aquella niña

……

BOOOOM! Los cimientos de la casa se estremecieron con aquella explosión.

Entre la nube de polvo una pesada y grande figura se movía rápida y silenciosamente.

-qué fue ese fuerte ruido?- preguntó aquel gigante que acompañaba a la niña, mientras resguardaba
su colosal cuerpo detrás de la pared del pasillo que daba a las escaleras

Entre tanto, al otro lado de la nube de polvo, dos figuras amorfas parecían moverse sigilosamente,
como buscando algo.

-Nur agh daa alin-

- Nur agh daa elihn een auf-

Era una lengua ininteligible, aquellas figuras parecían estarse comunicando.

Pero aquel hombre conocía perfectamente aquel lenguaje, era la lengua que empleaban los
demonios de más bajo rango, criaturas viles, horrendas, que tomaban a la fuerza huéspedes
humanos, la mayoría de casos de posesión registrados en la historia, era debido a estos seres,
soldados, peones de demonios de mayor jerarquía, empleados para recolectar información y
atormentar a los humanos, la pregunta era, qué hacían allí.

Una vez se disipó la nube de polvo, aquel corpulento hombre logró hallar la respuesta, no eran sólo
demonios de bajo rango cualquiera, eran Jäger, demonios rastreadores, bastante hábiles y listos,
con sentidos extremadamente sensibles, capaces de rastrear a su presa aun después de que su
rastro hubiese desaparecido para el más hábil sabueso, la perfecta combinación de la astucia de un
cazador y las habilidades de un perro de caza, pero su mayor habilidad era sin duda la más peligrosa,
estos podían oler y rastrear la sangre de un ser sobrenatural, sin importar que tan fuerte fuera el
hechizo o el olor que le ocultase, sin duda unas criaturas terribles.
Aquel hombre conocía la clase de situación en la que se hallaba, era precisamente esa la razón de
su calma, sabía que aquellos demonios no eran mayor problema para él, no obstante, no ocurría
así para aquello humanos que yacían sobre la pared del otro lado de la sala de estar; el impacto del
vehículo que los demonios habían usado para irrumpir dentro de la casa, había hecho que los
cuerpos de los ocupantes del vehículo, a quiénes los que los demonios habían usado como
recipientes, hubieran sido despedidos contra aquella pared, ciertamente muriendo en el acto. No
obstante, aquella pareja que plácidamente reposaba en aquel lugar, aun se hallaban con vida.

Aquel hombre de tez corpulenta, no podía salir así sin más, corría el riesgo que los jäger, lastimaran
a aquella pareja si se precipitaba sin más, no obstante, aquellas aberrantes criaturas ya sea habían
percatado de su presencia en el lugar, pero justo en ese instante un grito proveniente del segundo
piso de la casa, justo donde se encontraba el cuarto de baño, llamó la atención de uno de los jäger,
el cual se dirigió rápidamente en aquella dirección.

…..

-¿Y bien?, ¿te quedarás ahí sin más? Si quieres sobrevivir mueve tu culo ahora-

Una patada me empujó de su pequeño cuerpo bastó para lanzarme de nuevo al otro lado de aquella
estrecha habitación, justo cuando recién había logrado ponerme los pantalones, en aquel preciso
instante un sonido de fractura fue acompañado de un rápido estruendo, justo debajo de nosotros,
del suelo del cuarto de baño, una horrible figura semi-humana, con la cuenca de sus ojos vacías que
comprendía una inmensa oscuridad, se volvió a mí en el aire y me tendió lo que parecía ser una
mano, en el momento en que aquella pequeña chica le propinó una patada tal, que el mismo Bruce
Lee se hubiera sentido orgulloso.

PUUUMMM.

Fue el sonido que hizo aquella criatura al ser incrustada en la paraded por la patada de aquella
pequeña niña.

Rápidamente, ésta me tomó de la mano y en cuanto pude enterarme que habíamos dejado el baño,
y me volví hacia atrás, aquella extraña criatura nos perseguía por el pasillo, arrastrándose por las
paredes y por el techo, moviendo sus extremidades descomunalmente largas y huesudas.

PUUUMMM.

Nos tropesamos con aquel gigantesco hombre, apenas parecía caber de lado por entre las paredes
del pasillo.

-Marlyne, es hora de irnos, nos han encontrado, han llegado hasta acá y han dado con el chico, es
sólo cuestión de tiempo antes que nos encuentre!-

-Ya lo sé Christopher, encárgate de ese por favor.-

-Bien, pero no es el único problema que tenemos- dijo aquel enorme hombre llamado Christopher;
a la vez que le propinaba un devastador golpe a aquella criatura, aplastando su cráneo como si fuere
un huevo.
Justo cuando Marlyne y yo bajábamos las escaleras, nuestra carrera se detuvo estrepitosamente y
mi impulso fue tal que salí rodando las escaleras. Lo que allí ví, cambió mi vida para siempre, mi
rostro se desfiguró completamente, por el horror, quería gritar, pero no podía, el sonido no salía,
mi cuerpo se paralizó y de pronto el mundo a mi alrededor dejó de ser importante.

Eran mis padres, o lo que quedaba de ellos, lo demás era una masa sin forma de intestinos y entrañas
enarboladas en la aquella habitación de la casa que alguna vez fuera la sala de estar, en tanto que
las paredes, el techo y el suelo estaban pintadas de un profundo y vivo carmesí, el olor a hierro,
proveniente de su sangre era demasiado fuerte.

Entre aquella escena había un ser parado sobre lo que quedaba de ellos, alimentando a unos de los
dos jäger, que habían invadido lo que una vez fue mi hogar.

-Nur agh, jeschpran alin- se dirigió aquella oscura figura al monstruo.

En lo que aquella aberración se acercaba a mí, impotente, incapaz de hacer nada escuche una voz
familiar:

-MUEVE TU CULO DE AHÍ-

No podía, estaba aterrado, y sólo pude cerrar mis ojos, cuando los abrí, me encontraba bañado en
sangre, pero no era mi sangre, era la sangre de Marlyne, quien había precipitado su pequeño cuerpo
entre el monstruo y yo…

Cuando Christopher llegó, se abalanzó sobre la criatura y a la vez que aplastaba su cráneo con su
imponente mano derecha, tomo a Marlyne; justo en ese preciso instante, aquella sombra había
estado allí inmóvil, de pie en el extremo de la sala, se volvió hacia Christopher y con un movimiento
de su mano, le arrancó ambos brazos, la sangre salió despedida, terminando de cubrir las paredes,
luego con un movimiento similar le despidió hacia el otro extremo, hacia la cocina, y dirijiéndose
hacia Marlyne, le agarró de su cabello y la alzó hasta la altura de su rostro.

-De nuevo has fallado, le encontramos- dijo con un tono arrogante y pausado, un destello de
desprecio se vislumbraba en sus ojos.

-Has fallado Marlyne, siempre fallas, ya no eres aquella mujer fuerte y poderosa ante cuyo nombre
huían despavoridos los demonios y olas otras muchas criaturas de la noche, no, ya no- decía esto
mientras introducía su mano en la herida causada por la bestia, parecía disfrutar su dolor.

De pronto volvió su mirada hacia mí y me dijo:

-Patético humano, que criaturas más frágiles, no son más que basura, inútil, un desperdicio, un
capricho de su Dios-

Yo no lo podía creer, quería gritar, quería huir, pero más que nada, quería salvarla, algo dentro de
mí quería salvarla, aun cuando no me importaba morir.
-JAJAJAJAJAJAJAJAJA, reía a carcajadas, qué es eso que percibo en tu ojos, coraje, ira, odio? Valor
acaso? Ya deberías conocer tu lugar inmunda y nauseabunda criatura-

Fui lanzado con facilidad contra la pared –crackle- el impacto rompió casi todas mis costillas, luego
volvió su mirada hacia Marlyne.

Algo dentro de mí me obligó a levantarme, aun cuando e dolor estaba a punto de hacerme perder
la consciencia, sin saber cómo logre ponerme de pie –buagh- un río de sangre brotaba a caudales
de mis entrañas.

-Dé..dej..DÉJALA IR MALDITO MONSTRUO.- grité mientras corría con todas mis fuerzas contra aquel
ser; abalanzado mi cuerpo logre desestabilizarlo y pude hacer que soltara a Marlyn-

El cuerpo de Marlyne calló en el suelo, haciendo un sonido mudo que inundó el espacio vacío.

-CÓMO TE ATREVEZ TÚ INMUNDA CRIATURA, ESCORIA, BASURA HUMANA-

Aquella figura de repente se hizo más clara y pude ver su rostro iluminado por la luz de la luna que
se había hecho paso en la habitación por entre aquel enorme agujero en la pared, era una mujer
hermosa, y por un momento me hubiera parecido normal si no fuera por aquellos colmillos que
asomaban entre sus labios y sus ojos brillaban como brasas ardiente, su cabello negro como la noche
sin estrellas y sin luna, su cuerpo delgado, alta y esbelta de un pálido semblante.

Mientras hundía una y otra vez la punta de su tacón en mis costillas, no pude evitar pensar, que esta
era una mejor forma de morir, que desangrado en la tina del cuarto de baño de mi casa, nada me
pareció irracional en ese momento, pero más adelante me sorprendería del hecho de que todo eso
pasó cuando ya debería haber muerto en aquella bañera, y nade me hubiera convencido que no
estaba muerto, si no fuera por el intenso dolor que sentía en aquel momento.

En aquel instante, Christopher quién creyéramos muerto por la gravedad de sus heridas, al ser
despojado violentamente de su dos extremidades, se abalanzó sobre la mujer y la derribó mientras
una maltrecha Marlyne, se hacía sobre ella con un trozo de madera que yacía tirado en el suelo y
sonriendo, lanzó sobre mí una mirada que en principio pudo parecer de compasión, pero más allá
supe que había alivio en su ojos al verme con vida y justo cuando se disponía atravesar a aquel
demonio con aquella estaca de madera….. el monstruo atravesó con su mano el pecho de Marlyne,
arrancando su corazón… luego sacó su mano lanzó la lanzó con todas su fuerzas… el sonido de sus
huesos al romperse hizo eco en la habitación.

Aquella mujer lentamente se levantó y con una expresión de odio sin igual que desfiguró su rostro
mostró su más horrible faceta, fue entonces que tomó el corazón de Marlyne y arrojó al suelo para
luego aplastarlo con pies, tal cual si fuera la más insignificante cosa, y lo pateó una y otra y otra vez,
hasta que sólo quedaba allí una nauseabunda pasta carmín.

-AJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJA, MARLYNE, AL FIN ACABÉ CONTIGO, AL FIN ME DESHICE DE TI,


JAJAJAJAJAJAJJAJAJ- reía frenéticamente aquella mujer.

Luego se volvió a mí con una expresión completamente nueva, llena de arrogancia, y mirándome
hacia abajo, mientras apoyaba su tacón sobre mi pecho y lo hundía lentamente dijo:
-Bien chico, ya que mi hayo de tan buen humor por el magnífico regalo que me has dado, te
prometo, que tu muerte será más dolorosa que la de la misma Marlyne.-

Luego me sujeto del cuello y me alzó con la misma facilidad con la que hubieras alzado un ave a la
que vas a sacrificar, para alimentarte, pero en su caso no sería alimento de su carne, sino de su
retorcido y colosal ego.

Una y otra vez me apuñaló con su mano mientras con la otra me sostenía del cuello, luego abrió mie
vientre y vació mis entrañas sobre el suelo, pero con el cuidado suficiente de para dejarme con vida
el tiempo NECESARIO, finalmente y del mismo modo que a Marlyne, atravesó mi pecho y con la
misma facilidad arrancó del mismo mi corazón aun latiendo, sólo para aplastarlo frente a mí.

…ROJO… ROJO…. ROJO…..ROJO….ROJO…..ROJO….ROJO……..ROJO, ROJO, ROJO, ROJO ¡ROJO!


¡ROJOS! ¡ROJO!....

-muere…muere…..muere….muere….muere…MUERE… MUERE….MUERE….MUERE MUERE MUERE


MUERE ¡MUERE!

El mundo todo se tornó oscuro, un frío indescriptible envolvió mi ser, era el frío de la muerte, pero
nadie vino por mí, estaba sólo, y estas voces a mi alrededor ROJO ROJO ROJO MUERE MUERE
MUERE, perdí la cordura y cuando el odio se apoderó de mí, la impotencia, el dolor, LA IRA. Y justo
cuando maldije mi destino, mi impotencia, Apareció justo frente a mí, una mujer, y junto a ella
otras dos la seguían, una tenía una vara con la que parecía medir algo, la otra, la única que estaba
sentada sostenía y trabaja una rueca, y quien ante mí se presentó, sostenía en sus manos unas
tijeras, y dirigiéndose a mí a la vez que se volvía hacia las otras mujeres, me preguntó:

-Qué podemos hacer por ti, hijo de dios y hombre…nacido del pecado de tus padres, destinado a
expiar la culpa de los que cayeron antes que tú, nuestro es tu destino, en la misma forma y medida
que lo es el destino del mundo que gobierna el hombre, y aun así no nacimos sino por tus deseos
mi señor-

-Dónde estoy, qué lugar es este? Dejenme ir, debo salvarla..-

-Salvarla? Respondió la mujer con la vara, no puedes salvarla, su destino ya ha sido decidido y
medido, ahora sólo resta costar el hilo que.-

-ALTO!, QUÉ QUIEREN? QUÉ DESEAN? Por favor, debo salvarla-

-No queremos nada, más que lo que quieras tú-

- a qué se refieren? No entiendo, de qué hablan, explíquense brujas?-

-brujas?- respondió la mujer que usaba la rueca.

-Queremos lo que tu quieres más que nada, y devolverte lo que te has niegado con tanto apremio,-

-Qué quieren! QUÉ QUIEREN DE MI DEMONIOS! LES DARÍA MI VIDA SI ESTUVIERA VIVO, ESO ES, LES
DARÉ LO QUE QUIERAN, LO QUE SEA.

-Oh! Lo qué sea? Estás seguro? Una vez hayas hecho el trago nunca podrás deshacerlo-

- SÍ LO QUE SEA. LES DARÉ LO QUE SEA QUE ME PIDAN! SÓLO DENME EL PODER PARA SALVARLA-
-En ese caso- hablaron las tres mujeres, en una sola voz- En ese caso, déjanos devolverte tu nombre-

-Mi nombre? A caso se están burlando de mí-

Mientras desaparecían en las tinieblas de las que habían provenido les escuché llamarme por un
nombre.

-AZRAEL-

Aquella mujer hermoso y cruel semblante, que tan fríamente había arrebatado la vida de aquello
dos pobres trabajadores, de mis padres, de Christopher y de Marlyne, se encontraba justo en el
mismo lugar regodeándose en medio de aquella perturbadora e irracional escena, riendo a
carcajadas, pisoteando el cuerpo de Marlyne.

LUEGO….

La luna se tiño de rojo, del mismo tono que los ríos que corrían a los pies de ese demonio de
apariencia femenina, las sombras se apartaron, y el frío de la muerte recorrió su espina, para aquella
mujer la escena ante sus ojos era la cosa más aterradora que jamás había visto, justo frente a ella,
el chico al que hacía unos instantes le había arrancado el corazón del pecho, estaba de pie, su
semblante era sombrío, siniestro, incluso más que el de aquel demonio, no podía creerlo, había
vuelto de la muerte.

….

Era una hermosa y joven mujer, 20 años y estaba en la flor de su juventud; había conocido el amor
de su vida, un hombre apuesto unos cuantos años mayor que ella y por si fuera poco,
extremadamente rico y poderoso, quien le había propuesto matrimonio, pronto ella sería su esposa
y sería acogida en el seno de una familia aristócrata, nada había deseado más en su corta vida, nada
más había soñado con esto al provenir de una humilde familia de granjeros, de un poblado a las
afueras de la antigua París, justo antes de la revolución. Pero su sueño se tornó pesadilla cuando
poco después de casarse, perdió el favor y el gran amor de su amado, al no poder tener hijos, este
busco consuelo en los brazos de otra mujer, una cortesana unos 2 años más joven, al enterarse de
esto, celosa y llena de odio hacia su marido, la mujer decidió no volver a comer jamás, pensando
que de ese modo su marido sentiría culpa y rogaría su perdón, pero nada distaba más de la realidad,
su marido, indignado ante tal acto de banalidad decidió encerrar a la mujer en una torre en el
bosque, dentro de la propiedad de su familia, para que estuviera lejos del ahora feliz padre y su
nueva esposa.

Dolida y desecha, la mujer odió con todo su corazón a su esposo y con una profunda ira y envidia,
impregno sus palabras de malicia, invocando a un demonio, quien le concedió el don de la eterna
juventud y belleza y una vida inmortal, poderes más allá de su comprensión que le permitirían
obtener lo que deseara con sólo pedirlo, poder manipular la voluntad de hombres y mujeres,
aristócratas y plebeyos por igual, a cambio de su alma; sin dudarlo la mujer aceptó, y habiendo
hecho su pacto con el demonio, usó sus nuevos dote para escapar de aquella prisión y tomar
venganza de su esposo por la infame traición. Cuando llegó a la que una vez fuera su casa, tomo
desprevenido al amo de la MISMA y a su esposa, y en aquel lugar tomó sus vidas, arrancándoles el
corazón del pecho, el llanto del bebé alarmó a los criados, quienes corrieron a ver a sus amos, sólo
para encontrar que ya era tarde para ellos.

Aquella mujer huyó con aquel niño en brazos, dirigiéndose hacia el único lugar que conocía, la torre
en medio del bosque, al llegar allí y al escuchar el llanto del indefenso e inocente bebé, la mujer
repentinamente sucumbió ante el incontrolable deseo de beber, se hizo de agua, pero no calmo su
sed, se hizo de vino, pero este tampoco tuvo efecto, desesperada invocó nuevamente al demonio,
quien al acto apareció frente a la mujer, quien le dijo:

-Qué me has hecho, devuélveme mi vida o calma esta horrible sed, no hay nada en la tierra que
pueda acaso saciarme-

A lo que el demonio respondió:

-Me has dado tu alma y tu sangre, a cambio de vida y juventud eterna y otras virtudes que vienen
con tu condición, es por ello, que para saciar tu sed, deberás beber de otros lo que me has dado a
mí, y así será hasta el final de los tiempos-

Luego despareció.

La mujer que a pesar de sentir un descontrolado odio por quien fue su esposo y por quién le
reemplazó, jamás había sentido odio por la inocente criatura, pues en el fondo ella anhelaba ser
madre, pero por mucho que luchase y se resistiese, al final su sed se apoderó de ella y tomo de
aquella noble criatura, su esencia y su vida.

Los pobladores al darse cuenta en lo que se había convertido la mujer y de lo que había hecho,
decidieron darle caza y acabar con la criatura; no obstante, para cuando ello ocurrió, la mujer
despareció sin dejar rastro atrás, viviendo de pueblo en pueblo, cada tanto, cambiaba de lugar, pero
a donde iba la muerte le seguía y levantaba sospechas, finalmente, decidió zarpar al nuevo mundo
y allí jamás se supo nuevamente de ella.

….

Aquella figura era aterradora, en los ojos de aquel chico, antes cafés se habían tornado rojos como
la sangre, su cabello adquirió la misma coloración y su semblante se había tornado tan sombrío y
tan aterrador que era incapaz de verle directamente, para cuando la mujer se dio cuenta, era
demasiado tarde, sus dos brazos habían sido arrancados de su cuerpo, tal como hizo con
Christopher, pero ello no fue suficiente, aquel chico abrió su vientre y saco su e

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