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El Muro de Berlín fue una frontera que dividió a Alemania en dos tras la Segunda
Guerra Mundial, una línea divisoria entre Este y Oeste, Comunismo y Democracia.
Tenía una sola función, que era impedir que los ciudadanos de la dictadura
comunista huyan a Alemania Occidental.
Enclavada en el Centro de la Alemania Oriental, Berlín fue dividida en cuatro
sectores al término de la Segunda Guerra Mundial.
Los tres sectores occidentales ocupados por EE.UU, Francia y Gran Bretaña,
formaron la República Federal de Alemania, mientras que el otro sector ocupado en
zona soviética fue la República Democrática Alemana.
La caída de este muro tuvo su origen en la apertura de las fronteras entre Austria y
Hungria en mayo de 1989. El primero de esos países pertenecía al bloque
occidental mientras que Hungría era parte del bloque conocido como la cortina de
hierro, países cuyos regímenes estaban bajo la influencia soviética.
Ante esta apertura, cada vez más alemanes orientales viajaban a Hungría para, a
través de esa ruta, pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal
Alemana. Esto molestó al gobierno de la Alemania oriental y empezó a poner
restricciones. Fue entonces que miles de alemanes del este empezaron a
manifestarse en varias ciudades de la RDA exigiendo la libre circulación en la
frontera. Las protestas obligaron al gobierno a anunciar que el paso hacia el oeste
estaba permitido. Era el 9 de noviembre de 1989, después de 28 años.
ANTECEDENTES A LA CAIDA DEL MURO DE BERLIN
1. FIN DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Tras el verano de 1944, la coalición de fuerzas Aliadas había tomado ventaja sobre
las potencias del Eje en todos los frentes. Por tierra, la URSS avanzaba hacia Berlín
desde el este y tras el Desembarco de Normandía y la victoria en la batalla de las
Ardenas, EEUU y Reino Unido atacaban Alemania en el frente Occidental. La batalla
naval tanto en Mediterráneo como en el Pacífico estaba dominada por Reino Unido
y Estados Unidos respectivamente.
Esta situación supuso un cambio en la estrategia de las potencias del Eje que
comenzaron a plantear batallas de desgaste, defensivas y de resistencia. De este
modo dificultaban enormemente el avance de las tropas aliadas tanto en Europa
como en el Pacífico. Sin embargo, el destino de la guerra estaba claro, la victoria
aliada era inevitable el final de la Segunda Guerra Mundial estaba próximo.
Alemania se rindió el 8 de Mayo de 1945.
Tras el desembarco de Normandía y las derrotas alemanas en las batallas de
Stalingrado, Alamein y las Ardenas, las tropas aliadas dominaban el combate en
Europa. Este hecho junto con la conquista de Italia y la pérdida del dominio en el
Mediterráneo propició que las tropas alemanas tuvieran frentes de combate abiertos
prácticamente a lo largo de toda su frontera.
Atacados por EEUU y Reino Unido desde el Este y por la Unión Soviética desde el
Oeste. A pesar de que los generales alemanes le recomendaron retirar las tropas
del frente y reorganizarse, la orden de Hitler consistió en realizar una retirada
progresiva y combativa hacia el interior de Alemania. Esta decisión fue beneficiosa
para los aliados que poco a poco iban avanzando hacia Berlín.
Los ejércitos alemanes se iban rindiendo separadamente uno a uno ante la
imposibilidad de vencer a las numéricamente superiores y mejor aprovisionadas
tropas aliadas. En el frente Oriental, el Ejército Rojo se unía a las facciones
resistivas antinazis de los países bálticos e iba liberando una a una las ciudades,
desde Yugoslavia hasta Austria.
La Operación Vístula-Óder llevada a caba por los comandantes rusos, fue una de
las operaciones estratégicas más exitosas del Ejército Rojo contra la Wehrmacht.
Tuvo lugar en Enero de 1945, los soldados rusos avanzaron por Polonia hasta
situarse a 70 km de la capital de Alemania. Por su parte, EEUU y Reino Unido
llevaron a cabo la Operación Plunder en el frente Occidental. Liderada por Bernard
Montgomery, supuso el cruce de las tropas aliadas del río Rin y la derrota de un
total de 500.000 soldados alemanes.
El 25 de Abril se produjo el primer contacto entre tropas rusas y estadounidenses y
dos días más tarde Mussolini fue capturado, la República Social Italiana había
caído. Italia se rindió incondicionalmente el 29 de Abril en la denominada Rendición
de Caserta, no quedaban apoyos para Alemania en Europa.
1.1. LA RENDICION Y TOMA DE BERLIN
El cerco sobre la capital del Tercer Reich era cada vez más pequeño, Hitler estaba
rodeado. El 20 de Abril de 1945 da comienzo la última gran batalla de la Segunda
Guerra Mundial en Europa. Tras la Operación Vístula-Óder iniciada en Enero, el
Ejército Rojo se había situado a 60 kilómetros de Berlín tras el río Óder.
Fig: Alzando la bandera de la Unión Soviética sobre el Reichstag alemán, completamente en ruinas,
en la Batalla de Berlín durante el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Los últimos defensores de la ciudad se rindieron el 2 de Mayo de 1945 una vez
conocido el suicidio de Hitler junto a Goebbels en el Führerbunker de Berlín.
Finalmente el 7 de este mes, el general Alfred Jodl por aquel entonces Jefe del
Estado Mayor de las fuerzas armadas alemanas firmó en la ciudad francesa de
Reims la rendición incondicional de todas las fuerzas alemanas ante a los aliados,
en lo que se conoce como Capitulación de Reims. Las tropas depusieron las armas
en todos los frentes de batalla el 8 de Mayo de 1945 a las 23:01.
1.2. LA DIVISIÓN DE ALEMANIA
La primera zona de confrontación entre las dos superpotencias vencedoras
(Estados Unidos y la URSS) fue precisamente el país germano. Tras su
capitulación en abril de 1945, Alemania fue ocupada militarmente por los aliados.
La división del mundo en bloques
Se conoce como Guerra Fría Die Berliner Mauer
Puesto de control Checkpoint Charlie: única vía de paso de una a otra parte de
Berlín durante la Guerra Fría
al tenso período que atraviesan las relaciones internacionales una vez terminada
la Segunda Guerra Mundial y que se extiende hasta el el inicio de la distensión, a
finales de la década de 1980.
Junio de 1948: los aliados occidentales llevaron a cabo una reforma monetaria
unilateral emitiendo un nuevo marco revaluado, distinto del utilizado en la zona
soviética.
23 de junio de 1948: las autoridades soviéticas disponen el cierre de todos los
accesos de comunicación (ferrocarril, autopistas y canales), así como los
suministros de gas y de electricidad de Berlín. La ciudad quedó aislada de la
Alemania Occidental.
26 de junio de 1948: las potencias occidentales respondieron al bloqueo con un
puente aéreo para abastecer a los dos millones de personas que habitaban Berlín
occidental. Se realizaron vuelos día y noche para transportar mercancías (víveres,
carbón y petróleo). Este tráfico aéreo consiguió eludir los efectos del bloqueo, que
se levantó finalmente el 12 de mayo de 1949.
La “biestatalidad” de Alemania
8 de mayo de 1949: se aprobó en Alemania Occidental el texto constitucional que
ratificaba la creación de la República Federal Alemana (RFA), con capital en Bonn.
Los partidos mayoritarios fueron el Demócrata-Cristiano y el Socialdemócrata.
Se redactó una nueva constitución para Alemania, la Ley Fundamental, que
reflejaba las lecciones “antitotalitarias” del reciente pasado.
La segunda democracia alemana se diseñó como democracia parlamentaria
funcional, con un Canciller Federal (jefe de gobierno) y un Presidente Federal con
competencias reducidas.
Los fundamentos del Estado se fijaron de tal modo que quedaban a salvo incluso
de una mayoría favorable a alterar el orden constitucional, resultando por tanto
imposible abolir la democracia por vía “legal”, con el fin de evitar lo ocurrido en
1933 cuando los nazis accedieron al poder.
Ese mismo año: en el este, la zona de ocupación soviética, se creó la República
Democrática Alemana (RDA), donde se gobernó por medio de una dictadura de
partido único y signo marxista-leninista.
Su capital fue Pankow; más tarde se transladaría a Berlín.
Fig. División de Alemania
Georgia demanda entrar rápido a la OTAN y que ésta envíe allí tropas. Afirma que
no quiere quedar aislada y ocupada como pasó en 1921. Por su parte Occidente
no se atreve a tal medida para no provocar una mayor confrontación. Putin, por su
parte, no se atreve a ocupar Georgia y lo que quiere son garantías para que no se
vuelva a ocupar las republiquetas aliadas de Sud-Osetia o se intente hacerlo con
Abjasia, así como crear obstáculos para que Georgia o Ucrania se sumen a la
OTAN o a la UE.
La autodeterminación de las naciones seguirá siendo una bandera que Moscú y
Washington usen, abusen o nieguen a su antojo. Cuando a Bush le convenga la
desplegará en Kosovo, aunque la negará para los osetios y los abjases. Lo
opuesto pasa con Putin.
Aumento de la Xenofobia
Tras la reunificación, se han registrado en las áreas de la ex RDA y especialmente
entre los jóvenes brotes xenófobos, que no solo han acarreado discriminación hacia
los inmigrantes sino también más agresiones en su contra que en el resto del país.
A principios de la década de 1990, un amplio sector de la población de los estados
federados orientales opinaba que el Estado alemán debía solventar efectivamente
las dificultades que afectaban a los alemanes orientales (tales como el elevado
porcentaje de desocupados y el incremento del costo de vida con respecto al oeste
de Alemania) antes de permitir el establecimiento de inmigrantes en el este de
Alemania. Se les acusaba de «vivir a expensas del Estado», «generar una escasez
de viviendas» y «arrebatar los empleos a los alemanes».
De este modo, el arraigo de las conductas xenófobas en la RDA provenía en parte
de su sensible situación económica. En particular, la progresiva disminución de los
subsidios estatales y el lento crecimiento determinó una alta tasa de desempleo.
A su vez, el adoctrinamiento del individuo por medio de la educación y la
propaganda y la preservación de una sociedad homogénea fueron claves para la
consolidación del socialismo en la RDA. La formación de cada individuo era
competencia del Estado. Esta implicaba la adaptación a una sociedad socialista,
que se conseguía impidiendo el desarrollo de una personalidad individual y
fomentando la disciplina, sumisión y el sentido de pertenencia de un individuo a una
colectividad uniforme y homogénea (basada en el ideal marxista de la sociedad sin
clases) desde la infancia.
Así, la presencia de extranjeros alteraba el orden y la homogeneidad sociales. En
consecuencia, el establecimiento de inmigrantes, en su mayoría provenientes de
otros países socialistas, estaba restringido por el Estado. La convivencia en una
sociedad homogénea hizo que los alemanes orientales fueran poco receptivos a la
presencia de extranjeros, lo cual explica la aparición de actitudes xenófobas hacia
ellos.
En la década de los noventa del siglo XX entró en crisis el sistema de Estados que
emerge en Westfalia en el XVII, y se inicia un proceso de transición que se
caracteriza por la puesta en cuestión del principio de soberanía y el ascenso de la
convicción de la necesidad de intervención de la comunidad internacional en el
ámbito interno de los Estados. Pero esta intervención, por razones de genocidio,
crisis humanitarias o agresión internacional, implica simultáneamente la necesidad
de más liderazgo global, instituciones mundiales efectivas y mayor cooperación
internacional.
La década de 1990 estuvo lejos de ser la de paz que pareció anunciar el fin de la
Guerra Fría. Vieron por el contrario tan rápida expansión y transformación de los
conflictos que hizo que se hablara de “nuevas guerras” (Kaldor, 1997). La cuestión
clave para el análisis contemporáneo es la de hasta qué punto estas guerras fueron
efectos a corto plazo de la transición de 1989-1991, y en qué medida reflejan
características estructurales más profundas de las relaciones estatales en la era
global. Está claro que la desintegración de los Estados multinacionales soviético y
yugoslavo en 1991 ha sido ocasión de una serie de movimientos bélicos en el
Cáucaso, Asia Central y los Balcanes, que continúan después de terminada la
década. Aunque estas guerras han sido representadas como civiles y, más
precisamente, como interétnicas, involucran en su mayor parte conflictos respecto
a qué elites controlarán qué Estados sucesores y qué territorios. Involucran formas
exageradas de problemas generales de la transición de una industria controlada por
el Estado a las relaciones de mercado, por todas estas regiones ex-comunistas.
Generan y movilizan al mismo tiempo formas extremas de la criminalización general
de la economía en estas regiones.
Europa
En Europa, el fin de la guerra fría provocó básicamente dos reacciones
contrapuestas:
• En el occidente se acentuaron los procesos de integración. Tras la firma del Acta
Única en 1986, los doce países asociados en la Comunidad Económica Europea
(CEE) firmaron el Tratado de Maastricht de 1992 que daba nacimiento a la Unión
Europea. Tres años después la Unión se ampliaba a Suecia, Finlandia y Austria.
• Mientras en la Europa central y oriental, el derrumbamiento de los sistemas
comunistas y de la URSS abrió un período de disgregación política.
Otras zonas del mundo
Hay que destacar la grave situación de África, marcada por la miseria, los
enfrentamientos étnicos y las guerras. Si bien algunos conflictos ligados a la guerra
fría pudieron solucionarse en los años noventa (Angola, Mozambique, hasta cierto
punto Sudáfrica), se desataron otros étnicos y faccionales (Ruanda y región de los
Grandes Lagos, Congo, Somalia, Liberia, Sierra Leona, Sudán); continúa
estancado, aunque apagado por una larga tregua, el problema del Sáhara
Occidental. En la mayor parte del África subsahariana la guerra, la enfermedad (con
la extensión pandémica del sida) y el hambre forman un círculo vicioso difícil de
romper, que condena a la miseria y la muerte a millones de africanos.
Por otro lado, conflictos localizados como la brutal guerra entre las comunidades
Hutus y Tutsis en Ruanda y Burundi (1990-1994) hacen patente las dificultades de
la comunidad internacional y la ONU para instaurar un "nuevo orden mundial" que
permitiera avanzar hacia un futuro basado en el respeto de los derechos humanos,
la solidaridad internacional y los valores democráticos.
Conflictos durante el Siglo XXI
Etapa Unilateral
La corta historia de este siglo XXI, está marcada en todo el mundo por los ataques
terroristas de 2001 en Estados Unidos. Europa no se ha librado de las
consecuencias de este hecho con el ataque en Madrid 11 de marzo de 2004 y en
Londres el 7 de julio de 2005.
El 11 de septiembre de 2001, las torres gemelas y el Pentágono, epicentros
financieros y militares de Estados Unidos respectivamente, fueron derribados por
aviones secuestrados por terroristas de Al Qaeda, bajo el liderazgo de Osama Bin
Laden. El mayor impacto de estos ataques fue a nivel simbólico pues no solo
pusieron en entredicho la inquebrantable seguridad y supremacía norteamericana,
sino que también alertaron a Europa sobre los actos terroristas que sobrevendrían
a los países de la UE, por su cercanía política y militar con los EUA. Así, las
inevitables consecuencias de las dinámicas de globalización y un evidente nuevo
contexto de seguridad, caracterizado por la percepción de amenazas globales como
el terrorismo, el desbordamiento nacional de conflictos civiles, las redes globales de
crimen organizado, etc., fomentó un amplio consenso al interior de la UE para
reformular su Política Exterior y concretar de una vez por todas una estrategia
común, que definiera el alcance de la acción exterior europea en el mundo.
El fin del sistema bipolar ocurrido tras el desmembramiento del bloque soviético a
principio de los noventa, le proporcionó a Estados Unidos un poder absoluto en el
escenario mundial. No obstante, ser la potencia mundial en un sistema ciertamente
unipolar no significó la adopción automática de una política unilateral. El gobierno
de Bush padre, así como la administración Clinton durante su primer periodo,
asumieron cierto tipo de multilateralismo con sus aliados de Europa, Asia y América
en el orden económico y de seguridad que le sirvió para resguardar sus intereses
hegemónicos. La culminación de las negociaciones para la conformación de la
Organización Mundial de Comercio y la ratificación de los acuerdos alcanzados en
la Ronda de Uruguay así como la coalición de fuerzas internacionales que
expulsaron a Saddam Hussein de Kuwait y la firma del tratado de prohibición de
pruebas de armas nucleares, se desarrollaron en el marco de una política
multilateral que jamás puso riesgo el predominio mundial de Estados Unidos. Como
sostiene, (Van Oudenaren, 2004), las políticas de Bush padre y Clinton en su primer
período "reflejaron la tendencia hacia el multilateralismo al servicio de la
unipolaridad."
La guerra de Irak
La decisión estadounidense de atacar Irak y derrocar al régimen de Saddam
Hussein tiene una larga data. La violación de las resoluciones del Consejo de
Seguridad posteriores a la primera Guerra del Golfo, la certeza norteamericana de
que Irak fabricaba armas nucleares y posteriormente, las sospechas de lazos entre
la red terrorista Al Qaeda y Saddam sentaron algunas de las bases sobre las que la
administración Bush declarara su intención de ejercer un ataque preventivo.
El peligro que los rogue states1 y el terrorismo internacional significan para la
seguridad norteamericana aceleró las prioridades del gobierno norteamericano
respecto a Irak. Incluso antes de que terminara la guerra en Afganistán, Irak se
había convertido en el nuevo objetivo de la política exterior de Estados Unidos.
Confirmadas estas suposiciones en el documento que ya hemos analizado, la
cuestión parecía ser sobre la forma en que el ataque a Bagdad se realizaría: bajo el
mandato multilateral de Naciones Unidas o bajo la nueva doctrina de seguridad
norteamericana.
En Septiembre de 2002, en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones
Unidas, Bush expuso su preocupación sobre Irak. Remarcó que su país se
enfrentaba al desafío de grupos criminales y regímenes ilegales que, junto al
terrorismo, amenazaban la seguridad común. Agregó que los peligros provenían de
un régimen y solicitó la colaboración del Consejo de Seguridad para trabajar en las
resoluciones necesarias para desarmar a Irak. Pero aclaró que Estados Unidos
actuaría sólo si el Consejo no lo hacía2. Una semana después, antes de enviar una
resolución al Congreso, advirtió que si el Consejo de Seguridad no trataba el
problema de Irak, Estados Unidos lo haría3.
El 10 de Octubre, Bush recibió la autorización del Congreso norteamericano para
usar le he dicho al pueblo americano que ocurrirá...Si las Naciones Unidas no
actúan y si Saddam no se desarma, Estados Unidos liderará una coalición para
desarmarlo”4.
El giro definitivo en la cuestión Irak se produjo el 28 de Febrero, cuando el Secretario
de Prensa de la Casa Blanca, anunció que el objetivo de Estados Unidos de
Norteamérica no era simplemente el desarme de Irak sino que ahora incluía el
cambio de régimen. El 5 de marzo, Francia y Rusia anunciaron que bloquearían
cualquier resolución que autorizara el uso de la fuerza contra Hussein. El día
siguiente, China declaró que adoptaría la misma posición. El Reino Unido reflotó
una propuesta de compromiso, pero los cinco miembros permanentes del Consejo
no se pusieron de acuerdo. De cara a una seria amenaza a la paz y la estabilidad
internacional, el Consejo de Seguridad se paralizó.
El 20 de Marzo las fuerzas de la coalición, encabezadas por Estados Unidos, Gran
Bretaña y España, iniciaron acciones militares contra el régimen de Saddam
Hussein, violando las normas del derecho internacional que proscriben el uso de la
fuerza (Art. 2, 4 de la Carta de Naciones Unidas). De esta manera, Bush cumplía lo
que en enero había prometido ante el pueblo norteamericano: “Estados Unidos no
depende de las decisiones de otros”. Esta frase coincide con lo sostenido por (Paul
Kennedy, 2003): “la impresión general que últimamente da Estados Unidos es que
no nos importa lo que piensa el resto del mundo. Cuando necesitamos ayuda - para
perseguir a terroristas, congelar activos financieros y habilitar bases aéreas a las
tropas estadounidenses, jugamos con el resto del equipo; cuando no nos gustan los
planes internacionales, nos damos media vuelta”.
Crisis económica
Por razones más históricas que lógicas el siglo pasado fue dominado por la
oposición entre dos tipos de economía mutuamente excluyentes: el “socialismo",
identificado con las economías planificadas centralmente del tipo soviético, y el
“capitalismo", que cubrió todo el resto.
Esta aparentemente oposición fundamental entre un sistema que buscó eliminar la
búsqueda de lucro de la empresa privada y otro que procuró eliminar toda restricción
del sector público sobre el mercado nunca fue realista. Todas las economías
modernas deben combinar lo público y lo privado de variadas maneras y de hecho
lo hacen. Las dos tentativas de cumplir a rajatabla con la lógica de esas definiciones
de “capitalismo” y de “socialismo” han fracasado. Las economías de planificación
comandada por el Estado de tipo soviético no sobrevivieron a los años 80 y el
“fundamentalismo del mercado” anglo estadounidense, sobredimensionado desde
1990 con un discurso falaz e inequitativo, estallo en 2008.
El año 2008 dio la bienvenida a altos precios de los alimentos, una disparada
cotización del barril de crudo, la crisis en las hipotecas desembocando en la
dificultad financiera, que obligó a planes de salvataje financieros y bancarios,
generando una recesión con epicentro en Estados Unidos, pero con implicaciones
en el resto de países desarrollados y no desarrollados.
En la crisis actual, es preciso tener este panorama para poder explicar la situación
de los Estados Unidos de Norteamérica y su rol en el mundo, así de otros liderazgos
que están surgiendo, como el caso de China. Es posible que tu navegador no
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esta imagen. Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Los
siete países más industrializados -a los cuales por su específica relevancia en la
arquitectura posguerra fría se suma Rusia- y que integran el Grupo de los 8 (G-8)
han decidido asumir las nuevas realidades de una economía globalizada y
resolvieron desde Setiembre de 2009 en Pittsburgh (Estados Unidos de
Norteamerica) transformar al Grupo de los 8 (G-20) en el principal foro económico
mundial. Este conglomerado lo constituyen el G-8 y un conjunto de países
emergentes. Entre estos últimos se encuentran China, India, Indonesia y Corea del
Sur, además de tres naciones latinoamericanas: México, Brasil y Argentina. Este
renovado modelo de convergencia aspira a convertirse en el espacio donde se
consensúen las estrategias de desarrollo para la reactivación. El G-20 concentra
más de 90% del PIB mundial, 80% del comercio y dos tercios de la población. Estas
cifras dan cuenta del carácter de motor de la recuperación que puede jugar el
referente. Con todo, el G-8 se mantendrá en funciones, aunque su propósito
específico se concentrará en materias de seguridad y política multilateral. Hoy las
nuevas economías son claves en la reorganización de los mercados reales,
financieros y de servicios, para superar la recesión y asignarle una nueva
orientación a lo global.
4.4.1. ANTECEDENTES
Hasta mediados del siglo XX, la fuente principal de contaminación del aire era el
consumo de combustibles minerales en las cocinas y estufas domésticas, así como
en las fábricas y centrales eléctricas, entre otros. Los contaminantes de mayor
importancia en ese entonces eran los óxidos de azufre, las cenizas y el hollín.
EL ACCIDENTE DE CHERNOBYL
Los dirigentes políticos de los Estados pos soviéticos deberán hafiar "una
solución de compromiso para distribuir sus escasos recursos entre el
desarrollo de sus economías y la lucha contra la contaminación masiva,
que ha sido una de las causas de defuncíón de la URSS". Así opina el
demógrafo norteamericano Murray Feshhach, uno de los mayores
especialistas en salud y medio ambiente en la antigua URSS, que acaba
de publicar con el periodista Alfred Friendly un impresionante libro sobre
la despiadada explotación de la naturaleza en que se basó la
superpotencia de Moscú.
La unificación Alemana fue querida por todos y en principio por los Alemanes
Orientales que ya en los últimos años de la Dictadura Comunista de la
República Democrática Alemana, los últimos meses salían masivamente a
las calles reclamando la unificación del Sistema. Fue significativo y
demostrado en las primeras elecciones libres en 1990 que el 95% de la cama
popular de la República Democrática Alemana está puesto por
parlamentarios que proclaman la unidad de las 2 Alemanias.
Energía Atómica (OIEA) eran incorrectos porque fueron realizados dos o tres
años después del suceso en lugar de esperar cinco o seis años". Por otra
parte, la muestra estudiada por el OIEA se limitó a unas 100.000 personas
de un total de 670.000 que participaron en la campaña de descontaminación.
REFERENCIAS
N.F. Izmerov. “La lucha contra la contaminación del aire en la URSS”. OMS,
Ginebra, 1974.
JUDT, Tony: Postguerra. Una historia de Europa desde 1945. Madrid,
Taurus, 2013.
WESTERMAN, Frank: Ingenieros del alma. Madrid, Siruela, 2005.
http://rpp.pe/mundo/actualidad/que-motivo-la-construccion-y-la-caida-del-
muro-de-berlin-noticia-740590
https://www.infobae.com/economia/rse/2017/10/30/la-historia-del-accidente-
nuclear-en-la-union-sovietica-que-hasta-la-cia-mantuvo-en-secreto/
https://elpais.com/diario/1992/06/27/sociedad/709596008_850215.html
http://www.mancia.org/foro/articulos/96874-contaminacion-aire-urss.html
http://es.gizmodo.com/como-la-union-sovietica-encubrio-los-efectos-de-una-
con-1793668270
http://reasilvia.com/2015/09/huella-ecologica-urss/
https://prezi.com/6m45vjsh8piz/cambios-politicos-economicos-sociales-y-
ambientales-despue/