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Reflexiones
EL
PERDÓN...
en
la
infancia.
Apuntes.
"¡Pídele
perdón!",
"Perdón",
musitará
quizás
el
peque
en
cuestión,
para
poder
pasar
página
pronto
y
continuar
jugando.
Situación
resuelta,
pasemos
a
otra
cosa
...
"Perdón"
...
Se
han
movido
los
labios,
pero
poco
más.
Una
oportunidad
perdida
de
autoconocimiento,
de
desarrollo
de
la
autonomía
personal,
de
la
capacidad
de
interés
hacia
el
otro...
Estos
apuntes
son
el
resultado
de
una
jornada
de
trabajo
de
un
grupo
de
maestros
en
torno
al
perdón
como
actitud.
La
propuesta
surgió
a
partir
de
una
pregunta
sobre
cómo
abordaban
el
perdón
las
distintas
tradiciones
religiosas
y,
poco
a
poco,
fue
dejando
paso
a
la
reflexión
sobre
el
significado
mismo
del
perdón
y
sobre
lo
que
implica
esta
actitud
y
su
desarrollo.
Una
jornada
que
sirvió
para
tomar
mayor
conciencia
de
la
complejidad
y
el
alcance
del
"perdonar";
para
verlo
como
fruto
de
maduración,
de
aceptación,
de
confianza
en
el
valor
de
cada
persona,
de
la
autoestima.
Así
pues,
lo
que
ofrecemos
es
eso:
notas,
apuntes
de
ese
itinerario
de
trabajo,
que
ordenaremos
en
cuatro
apartados.
El
primero
recoge
algunas
ideas,
interrogantes
y
experiencias.
El
segundo,
materiales
al
servicio
de
la
reflexión
sobre
el
alcance
del
perdón
y
su
significación.
El
tercero
repasa
ejemplos,
símbolos
y
gestos
de
las
distintas
tradiciones
de
la
humanidad.
El
cuarto,
recoge
algún
texto
que
puede
resultar
útil
si
se
desea
llevar
la
reflexión
al
aula.
1.
Algunas
reflexiones
a)
El
punto
de
partida
Ya
tenemos
una
pelea.
Alguien
ha
resultado
ofendido,
herido…:
situación
de
conflicto
que
habrá
que
abordar.
Necesitaremos
tiempo,
no
podemos
ir
con
prisas.
Si
no
es
el
momento
de
poder
hacerlo
(por
falta
de
tiempo,
o
de
calma,
o
de
...),
lo
pospondremos,
explícitamente.
Necesitamos
tiempo
para
escuchar
e
invitar
a
los
niños
y
niñas
a
escucharse.
Muy
posiblemente
aparecerán
versiones
bien
distintas:
"me
ha
dicho",
"ha
hecho",
"no
es
verdad"...
Versiones
que
reflejan
las
vivencias
de
cada
uno.
Ayudarles
a
darse
cuenta
de
esto,
ya
es
un
paso
importante.
"¿Tú
lo
has
vivido
así?"
"No,
lo
que
dice
es
mentira".
"No
es
eso
lo
que
he
preguntado.
¿Tú
cómo
lo
has
vivido?
Mírame".
"Ahora
1
estáis
demasiado
enfadados"...
Si
hace
falta,
dejamos
un
tiempo,
proponemos
que
echen
una
carrera,
lo
que
sea,
algo
que
ayude
a
crear
un
pequeño
margen,
la
distancia
para
poder
abordar
el
conflicto
de
fondo.
Sin
prisa
por
llegar
a
la
"conclusión".
Lo
que
importa
es
el
proceso
de
comprensión.
Con
los
más
pequeños
las
situaciones
"conflictivas"
piden
resoluciones
más
inmediatas.
Con
los
mayores
se
puede
posponer
el
diálogo,
esperar
el
momento
oportuno
para
hacerlo.
En
cualquier
caso,
siempre
es
deseable
no
dejar
pasar
los
conflictos
sin
abordarlos.
En
una
situación
de
conflicto:
- Es
importante
recuperar
la
historia
de
los
"hechos"
desde
todas
las
partes
implicadas.
- Ayudarles
a
poner
palabras,
pero...
cuidado
con
la
interpretación
que
hacemos
"nosotros"
de
lo
que
viven
o
piensan
los
niños
y
niñas.
Debemos
darles
tiempo
a
que
formulen
su
versión,
que
expresen
su
narración
de
los
hechos,
sus
sentimientos...
en
relación
a
lo
que
han
vivido.
- Importante
entender
el
perdón,
la
posibilidad
de
perdonar,
como
un
aprendizaje
progresivo.
Perdonar
es
aprender
a
mirar
los
ojos
de
los
demás.
Es
escuchar
de
verdad,
sin
presuponer
que
dirá
al
otro.
- Perdonar
es
una
expresión
del
querer.
De
pequeños
lo
hacemos
como
pequeños,
pero
a
medida
que
crecemos
podemos
aprender,
si
queremos
hacerlo
y
lo
intentamos
de
verdad.
- Implica
confianza
y...
renovación
de
la
confianza.
Volver
a
intentar,
ofrecer
nuevas
oportunidades.
Renovar
el
interés
por
el
otro,
por
nosotros
mismos,
por
la
posibilidad
de
estima
y
confianza.
- Celebrar
esos
momentos
de
nueva
oportunidad.
Encontrar
gestos
que
nos
ayuden.
b)
Renovar
el
vocabulario
Necesitamos
disponer
de
palabras
menos
gastadas,
con
las
que
podamos
acercarnos
a
la
actitud
del
perdón
sin
caer
en
expresiones
rutinarias.
En
lugar
de
"te
perdono",
¿qué
podríamos
decir?
- Intentaré...
- Tenemos
ganas
de...
- Me
gustaría...
- Juntos
aprenderemos
a...
- Volvamos
a
ello
- Hagamos
las
paces
- ...
c)
¿Qué
actitudes
podemos
cultivar
que
nos
permiten
avanzar
hacia
poder
perdonar
(y,
a
poder
ser)
conseguirlo?
2
- Descubrir
y
valorar
las
distintas
cualidades,
capacidades
y
aportaciones
de
unos
y
otros.
- Aprender
a
reconocer
y
a
aceptar
los
propios
errores
y
los
de
los
demás.
- Evitar,
huir,
combatir,
"las
etiquetas"
(tanto
las
positivas
como
las
negativas).
2.
Reflexiones
y
orientaciones
sobre
la
naturaleza
del
perdón
Algunas
consideraciones
(y
selección
de
textos)
a
partir
del
libro
de
Jean
Monbourquette:
Cómo
perdonar:
Perdonar
para
sanar.
Sanar
para
perdonar.
(Sal
Terrae,
1998.
184
p.):
La
dinámica
psicológica
y
espiritual
del
perdón,
del
perdonar,
es
de
una
gran
complejidad.
Antes
de
pensar
en
perdonar
necesitamos
quitarnos
de
encima
muchas
falsas
ideas
sobre
el
perdón:
1.
Perdonar
no
es
olvidar.
Perdonar
ayuda
a
la
memoria
a
sanar.
2.
Perdonar
no
significa
negar
la
ofensa.
3.
Perdonar
pide
algo
más
que
un
acto
de
voluntad.
¡Atención
a
las
fórmulas
mágicas!
Los
labios
lo
dicen,
¡pero
el
corazón
NO!
El
error
es
considerar
el
perdón
como
un
acto
simple
de
la
voluntad
cuando
perdonar
es
el
resultado
de
un
proceso
de
aprendizaje.
La
voluntad
tiene
un
papel
importante,
pero
sola
no
consigue
nada.
Hay
que
movilizar
también:
la
sensibilidad,
el
corazón,
la
inteligencia,
el
juicio,
la
imaginación,
la
fe...
4.
Perdonar
no
puede
ser
una
obligación:
o
es
libre,
o
no
existe.
5.
Perdonar
no
significa
sentirse
como
antes
de
la
ofensa.
6.
Perdonar
no
exige
renunciar
a
nuestros
derechos.
7.
Perdonar
no
significa
disculpar.
8.
Perdonar
no
debe
ser
una
demostración
de
superioridad
moral.
9.
Perdonar
no
consiste
en
traspasar
la
responsabilidad
a
Dios.
El
perdón,
una
aventura
humana
y
espiritual.
El
verdadero
perdón,
lejos
de
ser
una
manifestación
de
poder
es,
ante
todo,
un
gesto
de
fuerza
interior.
El
término
“perdón”,
tal
como
se
utiliza
normalmente
en
el
lenguaje
cotidiano,
es
equívoco:
no
expresa
la
compleja
realidad
que
debería
designar,
pues
la
mayoría
de
las
veces
remite
a
un
acto
de
la
voluntad
instantáneo
y
aislado
de
su
contexto.
Pero
el
perdón
verdadero
es
mucho
más.
Por
un
lado,
es
más
que
un
esfuerzo
de
voluntad:
el
proceso
del
perdón
apela
a
todas
las
demás
facultades
de
la
persona;
por
otro
lado,
lejos
de
ser
un
acto
instantáneo,
el
perdón
se
sitúa
en
el
tiempo
y
se
escalona
en
un
período
más
o
menos
largo;
implica
un
antes,
un
durante
y
un
después.
El
acto
de
perdonar
requiere,
pues,
multitud
de
condiciones,
todas
igualmente
necesarias:
tiempo,
paciencia
consigo
mismo,
moderación
del
deseo
de
eficacia
y
perseverancia
en
la
decisión
de
llegar
hasta
el
final.
Por
eso
cuando
intento
encontrar
las
expresiones
más
adecuadas
para
describirlo,
me
vienen
a
la
mente
las
siguientes:
“conversión
interior”,
peregrinación
del
corazón”,
“iniciación
al
amor
hacia
los
enemigos”
y
“búsqueda
de
libertad
interior”.
Todas
estas
expresiones
reflejan
la
necesidad
de
una
progresión.
(p.41-‐42)
3
Principales
componentes
del
perdón.
-‐ El
perdón
empieza
con
la
decisión
de
NO
venganza.
Decisión
y
fruto
de
la
voluntad
de
SANAR
y
CRECER.
-‐ El
perdón
requiere
introspección.
“Dirigirse
a
sí
mismo
una
mirada
más
lúcida
y
auténtica
es
un
alto
obligatorio
en
el
camino
sinuoso
del
perdón”.
(...)
el
perdón
al
otro
ha
de
pasar
necesariamente
por
el
perdón
a
uno
mismo.
(
44)
-‐ Perdonar
es
salir
a
la
búsqueda
de
una
nuevar
visión
de
las
relaciones
humanas
(...)
el
perdón
es
una
invitación
a
la
imaginación.
(...)
El
perdón
no
es
el
olvido
del
pasado,
sino
la
posibilidad
de
un
futuro
distinto
del
impuesto
por
el
pasado
o
por
la
memoria.
(...)
para
emprender
la
vía
del
perdón
es
importante
soñar
con
un
mundo
mejor
donde
reinen
la
justicia
y
la
compasión.
(44)
-‐ El
perdón
es
apostar
por
valorar
a
quien
ofende.
Para
lograr
perdonar
es
indispensable
seguir
creyendo
en
la
dignidad
de
quien
nos
ha
herido,
oprimido
o
traicionado.
“Detrás
del
monstruo
descubriremos
un
ser
frágil
y
débil
como
nosotros
mismos,
un
ser
capaz
de
cambiar
y
evolucionar.”
(45)
-‐ El
perdón
es
un
reflejo
de
la
misericordia
divina.
“Perdonar”
como
indica
su
etimología,
significa
dar
en
plenitud
(...)
el
perdón
implica
esta
idea
de
plenitud,
porque
expresa
una
forma
de
amor
llevada
hasta
el
extremo:
amar
a
pesar
de
la
ofensa
sufrida.
Lo
que,
para
realizarse,
requiere
fuerzas
espirituales
que
superan
las
fuerzas
humanas.
(46)
“¡Qué
gratificante
sería
poder
afirmar
con
aire
triunfante:
“Te
perdono”!...
Pero
el
perdón,
en
su
fase
última,
no
conoce
esta
suficiencia,
sino
que
se
hace
discreto,
humilde,
incluso
silencioso.
No
depende
ni
de
la
sensibilidad
ni
de
la
emotividad,
sino
que
emerge
desde
el
fondo
del
ser
y
del
corazón
animado
por
el
Espíritu.”
(48)
“El
perdón
sigue
las
leyes
del
desarrollo
humano
y
se
adapta
a
las
fases
de
maduración
de
la
persona”...
(69)
El
perdón
como
camino
de
silencio
interior:
Perdonar
de
corazón
es
muy
difícil.
[…]
El
perdón
incondicional
surge
de
un
corazón
que
no
reclama
nada
para
sí,
de
un
corazón
que
está
completamente
vacío
de
egoísmo.
Es
una
llamada
a
pasar
por
encima
de
todos
mis
argumentos
que
me
dicen
que
el
perdón
es
poco
prudente,
poco
saludable
y
nada
práctico.
Me
reta
a
pasar
por
encima
de
todas
mis
necesidades
de
gratitud
y
atención.
Por
último,
me
exige
pasar
por
encima
de
esa
parte
de
mi
yo
que
se
siente
herida
y
agraviada
y
que
desea
mantener
el
control
y
poner
algunas
condiciones
entre
el
que
me
ha
pedido
perdón
y
yo.
Este
“pasar
por
encima”
es
la
auténtica
disciplina
del
perdón.
A
menudo
tengo
que
saltar
el
muro
de
argumentos
y
sentimientos
negativos
que
he
levantado
entre
aquél
al
que
quiero
y
no
me
devuelve
ese
amor,
y
yo.
Es
un
muro
de
miedo
a
ser
utilizado
o
herido
otra
vez.
Es
un
muro
de
orgullo
y
de
deseo
de
controlar.
Henri
J.M.
Nouwen.
El
regreso
del
hijo
pródigo.
Meditaciones
ante
un
cuadro
de
Rembrandt.
(PPC,
1998.
p.
141)
Otra
obra
con
aportaciones
interesantes:
Stephanie
Judson
(ed.)
Aprendiendo
a
resolver
conflictos.
Manual
de
educación
para
la
paz
y
la
no-‐violencia.
Los
libros
de
la
Catarata,
2000.
224
p.
4
3.
El
perdón
y
las
tradiciones
religiosas
Un
breve
repaso
a
cómo
se
ha
afrontado
el
perdón
en
los
distintos
mundos
culturales.
Un
mosaico
que
nos
puede
ayudar
a
ver
el
alcance
de
esta
actitud,
y
a
encontrar
textos,
gestos
o
símbolos
inspiradores.
La
vivencia
personal
y
colectiva
del
error,
así
como
ofrecer
caminos
y
posibilidades
para
subsanar
las
disfunciones,
forma
parte
esencial
de
la
vida
humana.
Cada
cultura
le
ha
dado
cauce
de
alguna
forma,
según
sean
los
ejes
que
se
sustentan
a
cada
entorno
cultural.
Adoptando
unas
formas
u
otras,
en
cada
tradición
podemos
descubrir
un
arco
que
abarca:
- desde
la
actitud
personal,
interior,
de
conciencia-‐reconocimiento
del
daño
causado,
conciencia
del
error,
el
deseo
de
reparación,
de
reconciliación...
- a
la
restitución,
o
reincorporación
del
individuo
en
el
colectivo.
Y
también
renovación
colectiva
del
bien
y
la
armonía.
- pasando
por:
...gestos
comunitarios
de
purificación
(ayunos,
peregrinaciones,
confesiones
individuales
o
colectivas)
y
celebración
de
la
renovación.
La
experiencia
de
"reconocimiento
del
error
/
perdón
/
reconciliación"
adopta
múltiples
formas
de
expresión
y
de
canalización
en
cada
una
de
las
tradiciones
religiosas.
Toda
una
trama
de
gestos,
rituales,
oraciones,
símbolos,
actitudes
personales
y
colectivas
orientadas
a
vivir
la
posibilidad
de
"volver
a
empezar",
de
sanar
heridas
íntimas
y
volverse
a
poner
en
camino.
No
tendría
sentido
establecer
paralelismos
entre
ellas
comparando
elementos
aislados.
Habría
que
acercarse
a
cada
tradición
como
un
todo
coherente
y
armónico.
En
este
breve
repaso
sólo
destacaremos
algún
rasgo
o
algún
elemento,
simplemente
como
muestra
de
esa
presencia
rica
y
diversa.
Símbolos
íntimamente
relacionados
con
el
perdón:
El
agua:
fuente
de
vida,
purificadora
y
regeneradora.
De
origen
celeste,
don
del
cielo,
símbolo
de
la
suprema
virtud,
de
pureza.
Sumergirse
en
las
aguas,
aniquilando,
disolviendo
la
ignorancia,
el
mal,
lo
viejo
que
se
quiere
dejar
atrás,
para
volver
a
nacer:
símbolo
de
nueva
vida.
El
equivalente
a
nivel
cósmico:
los
diluvios,
"bautizos
cósmicos"
por
los
que
se
disuelve
todo
lo
que
hay
que
borrar
para
poder
empezar
una
nueva
era.
Numerosos
diluvios
además
del
diluvio
bíblico
(arca
de
Noé);
el
diluvio
mesopotámico
narrado
en
el
poema
de
Gilgamés;
en
Grecia,
Poseidón
provoca
un
diluvio
por
orden
de
Zeus
para
castigar
a
los
humanos.
El
diluvio
también
forma
parte
de
las
culturas
precolombinas...
El
fuego:
purificador
y
regenerador.
Descontrolado
(en
manos
del
mal,
de
la
ignorancia)
puede
destruirlo
todo.
Bien
conducido,
el
fuego
es
luz,
calor,
elemento
básico
para
la
supervivencia
de
los
grupos
humanos...
Símbolo
de
la
presencia
divina,
del
bien,
de
la
sabiduría.
5
Sabiduría
tradicional
africana
Dos
elementos
clave
de
la
filosofía
de
vida
tradicional
africana
son
la
conciencia
de
la
fuerza
vital
(“espíritu”)
que
existe
en
todo,
en
todos,
en
todo
ser,
en
todo
lo
que
existe
(no
nos
definimos
tanto
como
individuos
como
como
portadores
de
esta
fuerza,
habitáculos
del
espíritu).
Y
la
coexistencia,
la
presencia
permanente,
en
la
realidad
de
vivos
y
muertos
(dos
modos
distintos
de
existir).
Desde
esta
perspectiva,
tanto
una
celebración
de
un
acontecimiento
feliz,
como
los
procesos
de
perdón-‐reconciliación,
son
procesos
y
actos
colectivos,
presididos
por
personas
de
valía
reconocida,
que
realimentan
la
armonía
y
los
lazos
entre
los
distintos
ámbitos
de
la
realidad,
los
visibles
y
los
invisibles.
Procesos
de
restauración
de
ubuntu.
Ubuntu
es
una
regla
ética
sudafricana
enfocada
en
la
lealtad
de
las
personas
y
las
relaciones
entre
éstas.
La
palabra
proviene
de
las
lenguas
zulú
y
xhosa.
Hay
varias
traducciones
posibles
del
término
al
español,
las
comunes
son:
"Humanidad
hacia
otros",
"Soy
porque
nosotros
somos",
"Una
persona
se
hace
humana
a
través
de
las
otras
personas",
"Todo
lo
que
es
mío,
es
para
todos",
"Yo
soy
lo
que
soy
en
función
de
lo
que
todos
somos".
Esta
última,
de
Desmond
Tutu,
es
una
definición
más
extensa
y
adecuada:
Una
persona
con
ubuntu
es
abierta
y
está
disponible
para
los
demás,
respalda
a
los
demás,
no
se
siente
amenazado
cuando
otros
son
capaces
y
son
buenos
en
algo,
porque
está
seguro
de
sí
mismo
ya
que
sabe
que
pertenece
a
una
gran
totalidad,
que
se
decrece
cuando
otras
personas
son
humilladas
o
menospreciadas,
cuando
otros
son
torturados
u
oprimidos.
(fuente:
Wikipedia)
Subrayamos:
conciencia
de
pertenencia
a
una
totalidad,
aceptación
plena
de
los
demás;
y
una
autonomía
personal
de
signo
contrario
de
la
que
buscaría
un
"crecimiento
personal"
centrada
en
la
individualidad.
Una
certeza
personal
que
nace
de
la
conciencia
de
ser
gota,
brizna
de
vida,
parte
activa
y
corresponsable
de
la
totalidad.
Si
a
ojos
del
mundo
hay
alguna
figura
que
haya
encarnado
este
tipo
de
fortaleza
personal
fruto
de
la
aceptación
plena
de
sí
mismo
y
de
los
demás
-‐ubuntu-‐,
fue
Nelson
Mandela.
Los
siguientes
versos
del
poema
Invictus
de
William
Ernest
Henley,
fueron
los
versos
de
cabecera
de
Nelson
Mandela
durante
su
encarcelamiento:
Out
of
the
night
that
covers
me,
Desde
la
noche
que
sobre
mí
se
cierne,
Black
as
the
pit
from
pole
to
pole,
negra
como
su
insondable
abismo,
I
thank
whatever
gods
may
be,
agradezco
a
los
dioses,
sean
quien
sean,
For
my
unconquerable
soul.
por
mi
alma
invicta.
In
the
fell
clutch
of
circumstance,
Caído
en
las
garras
de
la
circunstancia,
I
have
winced
but
not
cried
aloud.
nadie
me
vio
llorar
ni
pestañear.
Under
the
bludgeonings
of
chance,
Bajo
los
golpes
del
destino,
My
head
is
bloodied
but
unbowed.
mi
cabeza
ensangrentada
sigue
erguida.
Beyond
this
place
of
wrath
and
tears,
Más
allá
de
este
lugar
de
lágrimas
e
ira
Looms
but
the
horror
of
the
shade.
yacen
los
horrores
de
la
sombra,
And
yet
the
menace
of
the
years,
pero
la
amenaza
de
los
años,
Finds,
and
shall
find
me,
unafraid
me
encuentra,
y
me
encontrará,
sin
miedo.
6
It
matters
not
how
strait
the
gate,
No
importa
cuán
estrecha
sea
la
puerta,
How
charged
with
punishments
the
scroll,
cuán
cargada
de
castigo
la
sentencia.
I
am
the
master
of
my
fate,
Soy
el
dueño
de
mi
destino;
I
am
the
captain
of
my
soul.
soy
el
capitán
de
mi
alma.
Ubuntu
está
en
la
base
del
proceso
de
reconciliación
vivido
en
Sudáfrica
gestionado
por
la
Comisión
de
la
Verdad
y
la
Reconciliación
que
presidió
Desmond
Tutu.
Un
"tribunal"
por
el
que
pasaron
miles
de
víctimas
y
de
responsables
de
la
violación
de
los
derechos
humanos,reconociendo
públicamente
los
hechos,
un
"tribunal"
que
no
imponía
castigos:
castigar
no
sirve
de
nada,
no
restaura
ubuntu,
no
sana
la
espíritu
herido.
Sólo
el
reconocimiento
arrepentido
permite
situarnos
en
un
nuevo
escenario
de
reconciliación
donde
la
vida
pueda
retomar
su
curso.
Judaísmo
En
la
tradición
judía,
el
momento
más
destacado
de
perdón
y
renovación
es
el
ciclo
ritual
que
marca
el
inicio
del
año.
El
año
comienza
en
el
judaísmo
presidido
por
la
renovación
colectiva.
Rosh
Hashaná,
es
la
fiesta
de
año
nuevo,
hacia
finales
de
septiembre.
Antes
se
han
vivido
unos
días
de
preparación
en
los
que
se
subraya
la
actitud
de
revisión
y
evaluación
del
camino
vivido.
En
Rosh
Hashaná
sonará
en
la
sinagoga
el
Shofar,
un
cuerno,
anunciando
el
año
nuevo.
El
Shofar
es
una
reminiscencia
de
un
antiguo
ritual
con
dos
machos
cabríos;
uno
de
ellos
era
sacrificado
como
ofrenda
a
Dios,
el
otro
cargaba
con
las
culpas
del
pueblo
y
era
entregado
a
Azazel,
el
demonio
(era
abandonado
en
medio
del
desierto
entre
insultos
y
pedradas).
Rosh
Hashaná
da
paso
a
diez
días
de
recogimiento
y
penitencia
que
concluyen
con
el
día
de
ayuno
y
perdón:
Yom
Kipur
(el
Día
del
Perdón,
Día
de
la
expiación)
en
la
que
se
pide
perdón
por
los
errores
del
año
que
acaba.
Algunos
han
pasado
24
horas
en
el
interior
de
la
sinagoga
en
oración
y
ayuno.
En
la
liturgia
se
repite
tres
veces
el
canto
de
la
oración
Kol
Nidrei,
en
arameo,
una
petición
de
perdón,
expresión
de
confianza
en
Dios
y
bendición.
Es
la
fiesta
más
importante
del
año,
fiesta
de
perdón
y
de
renovación
colectiva.
Recordemos
también,
los
baños
de
purificación
(mikvé),
en
diversos
momentos
de
la
vida
de
las
personas.
7
Cristianismo
Recordemos
algunos
elementos
propios
de
la
tradición
cristiana:
-‐
Reparación-‐renovación,
en
el
momento
de
nacer
y
de
morir
(bautizo
y
unción
de
los
enfermos).
El
bautizo,
como
celebración
de
acogida
de
la
persona
(recién
nacida
o
adulta)
en
el
seno
de
la
comunidad
cristiana,
es
un
ritual
pleno
de
símbolos
que
subrayan
el
paso
de
la
oscuridad
(el
pecado,
mal,
etc.)
a
la
luz
(la
fe,
la
comunidad
eclesial,
la
vida).
Símbolo
clave:
el
agua.
Pero
también
el
fuego:
la
luz
del
cirio
que
se
enciende.
-‐
Periódicamente,
a
nivel
comunitario:
el
ciclo
Pascual,
compartiendo
el
proceso
de
muerte
y
resurrección
(ayunos,
abstinencias,
esfuerzo
de
purificación...).
Una
oportunidad
de
vivencia
colectiva
de
reparación
y
renovación,
de
inicio
de
una
nueva
vida
sin
arrastrar
males
del
pasado.
A
nivel
de
proceso
personal:
la
confesión,
el
reconocimiento
de
los
errores,
ante
la
comunidad
o
ante
una
persona.
En
la
Iglesia
católica,
juega
un
papel
importante
la
función
de
mediación
entre
Dios
y
el
creyente
de
la
que
se
reviste
el
sacerdote
quien
actúa
en
nombre
de
lo
Sagrado,
y
así
estos
ritos
de
renovación
son
considerados
"sacramentos"
(o
momentos
de
presencia
sagrada).
Otras
Iglesias
o
formas
de
vivir
el
cristianismo
ponen
el
acento
en
el
papel
de
la
comunidad
de
creyentes.
Islam
De
la
tradición
musulmana
destacaríamos
el
ayuno
y
la
peregrinación:
-‐
La
peregrinación
a
La
Meca,
es
toda
ella
un
ritual
de
purificación
y
unidad.
Los
vestidos
se
sustituyen
por
una
túnica
blanca,
ningún
adorno,
nada
que
pueda
marcar
diferencias
o
distinciones,
todos
iguales
bajo
esa
túnica
blanca,
una
comunidad
unida.
El
rito
de
peregrinación
incluye
varios
momentos
de
purificación.
Por
ejemplo,
en
el
valle
de
Arafat,
a
unos
kms.
de
La
Meca,
los
peregrinos
lanzan
piedras
contra
tres
monolitos
que
representan
Satanás,
simbolizando
el
rechazo
hacia
todo
lo
que
representa
el
demonio.
-‐
El
mes
de
Ramadán,
el
noveno
mes
del
calendario
musulmán,
se
dedica
al
ayuno,
a
la
oración,
período
de
purificación
de
toda
la
comunidad.
Unas
semanas
para
8
profundizar,
para
atender,
para
dejarse
interpelar.
El
profeta
Mahoma
subrayó
el
elemento
de
responsabilidad
personal
de
cada
uno:
cada
persona
es
responsable
ante
Dios
y
ante
sí
misma
del
bien
de
la
comunidad.
Por
eso
es
tan
importante
el
discernimiento,
la
escucha
interior
(A
ti
pedimos
ayuda,
guíanos
por
el
camino
recto
-‐
leemos
en
la
primera
sura
del
Corán,
convertida
en
oración,
la
Fatiha-‐).
Días
también
de
alegría
y
comunión:
cada
día,
al
final
de
la
jornada,
se
comparte
una
cena
festiva
para
celebrar
el
esfuerzo
llevado
a
cabo
durante
el
día.
En
las
culturas
orientales
La
fuerza
purificadora
y
renovadora
del
agua
es
quizás
uno
de
los
rasgos
centrales
de
muchas
de
las
celebraciones
y
rituales
de
las
diversas
tradiciones
orientales.
Recordemos
los
baños
purificadores
en
el
Ganges,
y
en
muchos
otros
ríos.
Una
celebración
de
Tailandia,
Laos
y
parte
de
Birmania:
Loy
Krathong
El
texto
siguiente
es
el
mail
de
una
familia
catalana
que
vive
en
Tailandia,
y
explica
cómo
viven
la
fiesta
de
Loy
Krathong:
"Domingo
es
Loy
Krathong,
una
fiesta
tailandesa
muy
bella.
Loy
Krathong
se
celebra
con
la
luna
llena
del
duodécimo
mes
lunar
del
calendario
budista.
Ese
día
se
dejan
flotar
sobre
las
aguas
del
río,
o
en
lagos,
canales
o
cualquier
caudal
de
agua,
pequeñas
cestas
como
si
fueran
barquitos.
Las
hay
hechas
con
hojas,
flores,
madera
o
también
hechas
de
pan
(que
así
son
más
ecológicas),
y
en
su
interior
se
ponen
flores
de
loto,
incienso,
lámparas
y
papeles
de
colores,
a
veces
también
alguna
moneda.
Las
barquillas
las
preparan
con
mucho
esmero
y
creatividad;
las
escuelas
dedican
un
día
a
ello
(¡nuestros
'enanos'
también!).
En
algunas
zonas,
sobre
todo
en
el
norte,
echan
a
volar
velas
luminosas
por
el
cielo.
Ya
os
podéis
imaginar
que,
aunque
es
una
celebración
preciosa,
el
sentido
no
es
estético.
Un
krathong
es
una
ofrenda
mediante
la
cual
se
purifica
el
espíritu,
se
dejan
atrás
los
resentimientos
y
malos
'rollos'
para
empezar
de
nuevo
la
vida,
dando
gracias
a
todo
lo
positivo
que
ella
nos
ofrece.
También
hay
algunos,
más
supersticiosos,
que
ponen
en
sus
krathongs
un
trozo
de
pelo
o
de
uña
con
la
esperanza
de
librarse
de
los
pensamientos
negativos
y
tener
buena
suerte.
Cuando
se
ofrece
el
Krathong
a
la
deidad
acuática
se
acostumbra
a
pedir
algún
deseo,
o
perdón
por
lo
que
no
se
ha
hecho
bien,
y
también
se
le
agradece
a
la
deidad
su
abundancia
y
bondad;
es
como
ritual
de
unión
entre
con
lo
divino
y
la
naturaleza.
Se
trata
de
dejar
atrás
las
cargas
para
comenzar
una
nueva
etapa
más
ligeros."
9
4.
Algunos
textos
de
apoyo
Textos
que
pueden
resultar
útiles
para
reflexionar
con
pequeños
y
jóvenes
sobre
conflictos
y
enfrentamientos,
sobre
el
alcance
de
la
comprensión,
de
la
aceptación,
la
capacidad
de
perdonar,
de
empezar
de
nuevo…
Isabel
Abedi
i
Silvio
Neuendorf.
¡No
quiero
verte
más!
(Ed.
Juventud)
Hoy,
en
la
escuela
se
han
enfadado
la
Patita
y
el
Cabrito.
Un
álbum
ilustrado,
con
dos
portadas,
donde
cada
uno
de
los
protagonistas
explica
su
versión
de
los
hechos,
como
si
fueran
dos
cuentos,
según
si
se
mira
por
un
lado
o
por
el
otro.
Una
historia
de
enfado
y
reconciliación.
A
partir
de
5
años.
Cuenta
una
leyenda
árabe
que
dos
amigos
viajaban
por
el
desierto
y
discutieron.
Uno
acabó
dándole
al
otro
una
bofetada.
10
El
agua
que
purifica.
(Sermón
de
Buda)
Así
lo
he
oído.
Un
día
el
Bienaventurado
hablaba
acerca
del
comportamiento
que
purifica.
Explicó
que
una
tela
manchada
no
se
limpia
tiñéndola,
sino
purificándola
con
agua
cristalina.
“Lo
que
purifica
es
el
baño
interior”,
afirmaba.
Bharadvaja,
el
brahmán,
sentado
a
su
vera,
le
preguntó:
-‐
¿Acaso
Gautama
no
se
purifica
bañándose
en
el
río
Bajuka?
-‐
¿Por
qué
debería
ir
al
río
Bajuka?
–le
respondió
el
Bienaventurado-‐
¿Qué
tiene
de
especial
ese
río?
-‐
Maestro,
mucha
gente
venera
el
Bajuka
porque
libera,
porque
limpia
las
malas
acciones
y
otorga
méritos
para
el
futuro
–respondió
el
joven
brahman.
-‐
Ni
el
agua
del
Bajuka,
ni
la
de
el
Adhikakka,
ni
la
del
Gaya,
la
del
Sundarika,
el
Sarassati,
el
Payaga,
el
Bahumati
o
la
del
río
que
quieras
podrá
limpiar
nada
en
el
interior
de
una
persona
que
vive
en
la
ignorancia,
en
la
oscuridad,
sin
comprender
el
verdadero
sentido
de
la
vida
y
de
la
muerte.
En
cambio,
para
aquél
que
ha
vivido
en
la
buena
perspectiva,
con
mente
despierta,
cualquier
día
es
una
gran
fiesta
de
purificación.
»Vivir
con
la
mente
atenta,
preocupado
por
la
felicidad
de
los
seres,
ese
sí
es
un
baño
que
purifica.
»Si
hablas
con
sinceridad,
si
no
dañas
a
los
seres
vivos,
si
no
tomas
aquello
que
no
te
dan,
si
confías
y
te
liberas
del
egoísmo,
¿para
qué
ir
hasta
el
Gaya?
»Hay
un
comportamiento
corporal
que,
cultivado,
ayuda
a
disminuir
lo
perjudicial
y
a
aumentar
lo
beneficioso.
¿Cuál
es
este
comportamiento?
Quien
renuncia
a
matar,
humilde
y
bondadoso,
que
vive
en
la
benevolencia
y
la
compasión
por
todos
los
seres
vivos,
que
no
toma
lo
que
no
le
dan
y
no
desea
lo
que
no
es
suyo,
éste
es
el
comportamiento
que
disminuye
lo
perjudicial
y
aumenta
lo
beneficioso.
»¿Y
cuál
es
el
comportamiento
mental
que
ayuda
a
disminuir
lo
perjudicial
y
a
aumentar
lo
beneficioso?
El
pensamiento
de
aquel
de
mente
benévola
y
bien
intencionada
que
anhela:
“Ojalá
que
todos
los
seres
puedan
vivir
en
paz,
libres
de
sufrimiento,
sin
nada
que
temer,
felices
y
seguros”.
Éste
es
el
comportamiento
mental
que,
cultivado,
ayuda
a
disminuir
lo
perjudicial
y
a
aumentar
lo
beneficioso.
ȃsta
sí
es,
Bharadvaja,
un
agua
que
purifica.
Síntesis
del
sermón
7
,
“Sermón
del
símil
de
la
tela”.
"¿Queréis
ser
felices
un
instante?
Vengaros.
¿Deseáis
ser
felices
siempre?
¡Perdonad!
"(Henri
Lacordaire,
1.802-‐1.861)
"Perdonamos
en
la
medida
en
la
que
amamos."
(Honoré
de
Balzac,
1799-‐1850)
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