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Fuerzas Especiales 1:

S.W.A.T.
JESUSCHRIST

Desde el preciso momento en el que decidimos aceptar a Jesucristo en nuestras vidas, colocamos nuestra
firma indeleble en la hoja de alistamiento especial del ECP (Ejercito Cristiano Popular) y pasamos a formar
parte de las hojas de reclutamiento y las tan temidas listas de entrenamiento, de las manos del único Capitán
General, Jesucristo.
En Colombia, la fuerza militar hace algo que se llama BATIDAS. En estas Batidas, la fuerza militar recorre
las calles de las ciudades en busca de personas que no tengan Libreta Militar, para enviarlas, de una forma
obligada, al Servicio Militar; Pero también hay quienes voluntariamente se presentan al Servicio.

Dios también hace esto con nosotros. Cuando estabas sin Cristo, él hizo una Batida y llego hasta tu vida, la
única diferencia es que él no toma tu vida de una forma obligada, sino que espera a que se la entregues
voluntariamente, ahí es cuando decides aceptarlo, y pasas de ser una persona normal, a ser un soldado
en entrenamiento.
El entrenamiento del ECP, no es para nada fácil. Dios toma nuestras vidas y permite que muchas cosas pasen
en ella. Dolor, sufrimiento, lágrimas, desilusión, y todo aquello que permita que podamos confiar mucho más
en él cada día. ¿Cuántas cosas han pasado en tu vida últimamente? Pues déjame decirte que estas cosas,
aunque no parezcan llegar a ningún lado, ni veas la salida en este momento; son para entrenarte, para darte
confianza, para afianzarte, para que veas y sientas quien es Dios, y que él está indudablemente a tu lado. Ha
sido difícil ¿verdad? Pues déjame decirte otra cosa, se pondrá aún más difícil. ¿Estás cansado? ¿Sientes que
no puedes más? Qué lástima, pero no puedes rendirte. Jesús no lo hizo y para él fue más difícil de lo que
jamás te vaya a tocar a ti. Así que no tienes excusa, si estás tratando de agradar a Dios y quieres ser utilizado,
entonces tienes que esforzarte mucho más de lo que hasta ahora crees que te has esforzado. Y si no quieres,
entonces ve preparando tu mejor excusa para decirle a Jesucristo, cuando estés frente a él. Pero
independientemente de lo que digas sé que él te va a decir: “Yo pude, ¿Porque no pudiste tu?” y es que mucha
gente se excusa diciendo:”No, lo que pasa es que Jesús es Jesús, el era Dios” pues que pena, pero cuando
Jesús vino a la tierra él se despojo de todo lo que era. ¿Sabes cuál es la diferencia entre él y tú? Que Jesús
tenía fe y creía en su Padre, ¿Por qué? Por lo conocía, como también tu y yo podemos llegar a conocerle.
Nada es imposible para Dios y lo único que lo limita a él es nuestra propia manera de pensar y nuestra mente
finita.
Pero como en la vida real, también hay quienes desertan la vida cristiana y prefieren no seguir adelante.
Lástima por ellos, porque prefirieron la muerte antes que tener la vida.

Dentro de la AED (Academia de Entrenamiento Especial de Dios) hay 1 equipo en entrenamiento, pero con
especializaciones diferentes. Especializaciones de fuerzas especiales para casos diferentes y que Dios utiliza
de diferentes maneras. El equipo principal es el ECP (Ejercito Cristiano Popular), y las dos especializaciones
de fuerzas especiales son: S.W.A.T. – Jesuschrist: Supernatural Weapons Armour Tactics of Jesuschrist
(Tácticas, Armadura y Armas Sobrenaturales de Jesucristo) y la segunda especialización, es la más temida
por el reino de las tinieblas. Es el equipo mejor preparado, mejor entrenado, que están listos para actuar, que
creen en su Capitán General y tienen claro que Nada es imposible para él, que han entregado su vida
totalmente para Su servicio y que no tienen miedo de perderla, si es necesario, por seguir las ordenes de Su
Dios, que no le tienen miedo a nada, ni a nadie. Pero de este equipo les hablaré en la segunda entrega de este
devocional, Fuerzas Especiales 2.
Ninguno de estos dos equipos es más especial que el otro para Dios. Tienen diferentes entrenamientos, y
como ya dije antes, Dios los utiliza de diferentes maneras. Pero es bueno recalcar que Dios le agrada mucho
más una persona que trabaja para él día y noche y que quiera servirle de corazón, alma, cuerpo y espíritu. Por
eso hay personas que pertenecen a diferentes equipos, porque hay personas que trabajan más que otras. Eso ya
es de cada cual el decidir cómo y cuanto quiere que Dios los utilice. Si quieren que Dios los utilice poco,
entonces trabajen poco y comerán poco; si quieren que Dios los utilice mucho, entonces trabajen mucho y
comerán mucho; pero si no quieres trabajar para Dios, entonces Dios no te utilizará, y tenlo por seguro, no
comerás. Así son las cosas con el Dios Todopoderoso. Este devocional es un poco fuerte, pero Dios también
llama la atención, corrige y exhorta. Pero si no nos gusta, entonces es porque no queremos ser mejores.
El equipo principal, el ECP (Ejercito Cristiano Popular) todos lo conocemos. Son aquellas personas que están
en las iglesias como líderes, pastores, ministros. Aquellos que ayunan, oran, y escudriñan la palabra de Dios.
Todos estamos en este equipo principal, en un constante entrenamiento a cargo del General Jesucristo. Pero
hay personas que quieren dar o están dando mucho más que esto, y es allí donde Dios decide agregarlos a esta
hermosa especialización, S.W.A.T. – JESUSCHRIST.
S.W.A.T. – Jesuschrist: Supernatural Weapons Armour Tactics of Jesuschrist (Tácticas, Armadura y
Armas Sobrenaturales de Jesucristo) Este es un equipo especial que Dios usa cuando las cosas no las
pueden manejar personas cristianas normales. Son personas que están atentos y alerta de todo lo que pasa a su
alrededor, que reconocen cuando una persona está infectada por un demonio o está siendo oprimida por ellos;
que confían, creen y hablan con Su General esperando ordenes; que tienen presente que el mundo espiritual es
más real que la misma realidad física; que nunca se olvidan de orar antes de salir y que jamás por ningún
motivo se les olvida colocarse la armadura de Dios, la única que los puede proteger de los dardos
del enemigo. “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el díamalo, y
habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos
con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el
escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la
salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y
súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” Efesios
6:13-18
Este es un equipo conformado por los mejores y los que están preparados para todo. Está conformado por
aquellos que le dicen a Dios “Gracias Señor” cuando todo está mal y lloran inconsolablemente. Son aquellos
que nunca renegaron contra Dios cuando las dificultades más difíciles vinieron a su vida. Son personas que
aman trabajar para Dios y que solo por ese hecho, Dios los ama demasiado. Son personas escogidas por Dios,
para hacer aquello en lo que los demás ya renunciaron. Son personas que siguen adelante cuando los demás
dicen “¡No más!”. Son personas que están listas para lo que venga. Son personas muy amadas y utilizada por
Dios. La pregunta es: ¿Quieres ser uno de ellos? Entonces ¡arriba soldado! Porque nunca llegarás a ser una
S.W.A.T. – JESUSCHRIST si no te esfuerzas y eres valiente. Dios quiere darte más, mucho más; pero antes
de que eso suceda, tienes que demostrarle que puede hacerlo y que estás listo para pertenecer a uno de los
mejores equipos de fuerzas especiales de Dios.
Y cuando conozcas el otro equipo, en la segunda parte, seguro querrás pertenecer a él. Pero eso tiene sus
consecuencias.

¿A qué equipo pertenecerás?…


La Decisión será tuya.
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”
Efesios 6:12
Continuara…
Autor: Juan Carlos Vidal
Fuerzas Especiales 2:
Fuerza de Misión Imposible
Jesucristo

En el Capítulo anterior…
Dentro de la AED (Academia de Entrenamiento Especial de Dios) hay 1 equipo en entrenamiento,
pero con especializaciones diferentes. Especializaciones de fuerzas especiales para casos
diferentes y que Dios utiliza de diferentes maneras. El equipo principal es el ECP (Ejercito Cristiano
Popular), y las dos especializaciones de fuerzas especiales son: S.W.A.T. –
Jesuschrist: Supernatural Weapons Armour Tactics of Jesuschrist (Tácticas, Armadura y Armas
Sobrenaturales de Jesucristo) y la segunda especialización, es la más temida por el reino de las
tinieblas. Es el equipo mejor preparado, mejor entrenado, que están listos para actuar, que creen
en su Capitán General y tienen claro que Nada es imposible para él, que han entregado su vida
totalmente para Su servicio y que no tienen miedo de perderla, si es necesario, por seguir las
ordenes de Su Dios, que no le tienen miedo a nada, ni a nadie.
…Pero es bueno recalcar que Dios le agrada mucho más una persona que trabaja para él día y
noche y que quiera servirle de corazón, alma, cuerpo y espíritu. Por eso hay personas que
pertenecen a diferentes equipos, porque hay personas que trabajan más que otras. Eso ya es de
cada cual el decidir cómo y cuanto quiere que Dios los utilice. Si quieren que Dios los utilice poco,
entonces trabajen poco y comerán poco; si quieren que Dios los utilice mucho, entonces trabajen
mucho y comerán mucho; pero si no quieres trabajar para Dios, entonces Dios no te utilizará, y
tenlo por seguro, no comerás. Quiero aprovechar esta parte para aclarar el punto sobre el trabajo
para Dios. Dice la Escritura: “Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si
alguno no quiere trabajar, tampoco coma” 2. Tesalonicenses 3:10, claramente la palabra de Dios dice
que el que no trabaja entonces no comerá, y la palabra de Dios se cumple siempre. ¿Pero que es
no comer? Si no trabajas, no recibirás fruto; si no recibes fruto, entonces no tienes nada que
comer. ¿Qué es la comida? La comida en este caso, solamente en la parte espiritual, es el amor de
Dios, las bendiciones, la provisión, la forma para utilizarnos, utilizarnos, crecer, el que Dios nos dé
cada vez más, tesoros, regalos, enamorarnos, entender su palabra, y su forma de llenarnos con Su
Presencia. “El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero” 2. Timoteo 2:6. Es cierto
que no es por obras que somos salvos, sino por gracia; pero Dios no nos excluye en absoluto de
trabajar, y trabajar no es una obra, además tienen significados totalmente diferentes. Obrar: Llevar
a cabo una acción, hacerla de determinada manera. Trabajar: Poner fuerza y afán para vencer
alguna cosa, ejercitar alguna cosa o insistir sobre ella para perfeccionarla o desarrollarla, ablandar
a alguien o saberle tratar para conseguir algo de él. Como pueden ver el significado de la
palabra TRABAJAR está mucho más cerca de lo que nosotros, como cristianos, tenemos que
hacer para Dios. “Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien” Salmo
128:2. El ser negligente en el trabajo para Dios trae consigo algunas consecuencias: no comerás,
no recibirás fruto, serás hermano del hombre disipador: “También el que es negligente en su trabajo, es
hermano del hombre disipador” Proverbios 18:9 y algo muy tremendo, tú fuerza será reducida: “Si
fueres flojo en el día de trabajo, tu fuerza será reducida” Proverbios 24:10. Así que indiscutiblemente
hay que trabajar para Dios, para recoger sus frutos y poder tener la comida eterna; para ser
bienaventurado y para que nos vaya bien, para que seamos amigos de Dios y para que nuestra
fuerza, antes de ser reducida, sea agrandada al doble. La decisión está en ti; Si no quieres
trabajar, Dios no te va a obligar, pero no pidas comida.
“…cuando conozcas al otro equipo, en la segunda parte, seguro querrás pertenecer a él. Pero eso tiene sus
consecuencias”
Les presento al mejor equipo en las manos del General Jesucristo:

FMI:J Fuerza de Misión Imposible: Jesucristo.


(¡Que suene la música!)
Preparados para todo. Estos hombres y mujeres de Dios han sufrido un entrenamiento tan duro
como puedan imaginar, y aparte de tener todas las tácticas, armadura y armas sobrenaturales de
Jesucristo, tienen especialización en rescate de rehenes. Conocen a fondo las artimañas del
enemigo, saben cómo se mueve, para donde va, que va a hacer, como lo va a hacer, que dardos
va a utilizar, que subalternos va a enviar, sus mentiras, sus trucos ocultos y sus engaños.
Cada día son entrenados de la forma más dura en sus dos mejores especializaciones, Brujería y
Satanismo. Para ellos difícil es fácil. Para ellos no hay nada imposible. Son hombres y mujeres de
Dios que no se rinden, que ven en lo imposible la oportunidad indiscutible de lo fácil, que son
silenciosos y hacen un trabajo excepcional; nadie sabe quiénes son, ni donde están, pero ellos
tienen muy claro para que están hechos y porque están al servicio total de Su General. Son aquello
que viven alerta y pendientes de todo cuanto pueda contaminarlos, se purifican y le piden a Su
General que los absuelva todos los días. Son personas que obedecen sin preguntar el porqué, ni el
cómo; y planean muy bien cada movimiento. Son personas que nunca dejan de creer y siempre
tienen fe. Son personas que utilizan sus conocimientos de la mejor manera, que conocen muy bien
sus armas, y que utilizan sus dones como una flecha en las manos de un arquero. “Porque las
armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo
todo pensamiento a la obediencia a Cristo” 2. Corintios 10:4-5
Pero estas personas no llegaron a este equipo porque si, ¡no!; estas personas tuvieron que sufrir
las consecuencias para poder alcanzar este rango.

Las consecuencias pueden ser muchas y variables para cada persona en particular, pero algunas
pueden ser:

Opresión, ansiedad, desesperanza, a causa de un ataque enemigo, Ataques de brujería, Ataques


constantes del enemigo, entre otros. Pero saben que su esfuerzo, valentía y entrega será
recompensado algún día, igualmente ellos no está preocupados por eso, se preocupan por
rescatar, intervenir, luchar, batallar, guerrear, permanecer en le brecha, tener listas sus armas, y
seguir ordenes, todo a cargo del control absoluto del General Jesucristo.

Algunos de nuestros mejores agentes:

 Abraham, Misión: fe y confianza.


 Moisés, Misión: Sacar al pueblo de Egipto y abrir el mar rojo.
 José, hijo de Jacob, Misión: Resistir a la tentación de la esposa de Potifar.
 Y el mejor de todos, Jesucristo, Misión: Salvar a toda la humanidad de la condenación eterna.
Consecuencias: inimaginables, Armas: todas, Poder: omnipotente. Por tal motivo Dios lo
colocó como General Absoluto de todo cuanto existe.
Así que ahora te reto a que tomes una decisión sobre ¿Qué tan algo quieres llegar? ¿Cuánto
quieres ser utilizado? ¿A cuál equipo quieres pertenecer? ¿Quieres comer? ¿Cuánta autoridad
quieren tener?

¿A qué equipo pertenecerás?…

La Decisión es tuya.
“No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba,
y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que
esto es de la mano de Dios.”
Eclesiastés 2:24
“Buenos días agente FMI:J, su misión, si decide aceptarla, consiste en la recuperación del artículo robado
llamado: ALMA. Podrá escoger a los miembros del equipo que considere necesarios, pero es esencial que
los primeros tres miembros sean: Padre, Hijo y Espíritu Santo, una trinidad perfecta de extraordinaria
destreza. Tiene 48 horas para encontrarlos y reunirse con ellos para recibir instrucciones. Como siempre,
si usted o cualquier miembro de su equipo es capturado o eliminado, por ningún motivo podrá negar a
quien lo ha enviado” Este mensaje se autodestruirá en 5 segundos…
Escuadrón de Únicos
por Dante Gebel

Nadie puede lograr que el francotirador


apostado en la cima del imponente rascacielos desista de su objetivo. La policía observa
impotente, como el mal viviente exige sus condiciones mientras los apunta desde lo alto de una de
las torres más elevadas de la gran ciudad. Jueces, periodistas, fotógrafos, policías y cientos de
curiosos se confunden en derredor del macabro espectáculo. Finalmente, el
viejo comisionado limpia el sudor de sus lentes y dice una frase. Acaso, sea la que todos estaban
esperando: “No hay nada más que podamos hacer… llamen a SWAT”.
Un suspiro de alivio se percibe en torno al respetado jefe de policía.
Indudablemente este es un trabajo para hombres entrenados para misiones riesgosas. En cuestión
de minutos, el escuadrón SWAT toma el control. Los hombres de azul descienden de sus móviles
con la precisión de águilas. Casi no hablan entre sí. No hay gritos nerviosos, solo órdenes
precisas, como si cada uno de ellos ya supiera lo que le corresponde hacer. Se comunican en
clave, manejan un código secreto. Rodean el edificio, dos suben por las escaleras hacia la tan
temida terraza, otros aguardan en silencio desde la torre contigua. No sudan, sus movimientos
parecen calculados. Estos hombres conocen el peligro, se tutean con él a diario y, por sobre todas
las cosas, saben que deben comenzar justamente cuando los demás abandonan.
Si ellos no lo logran, no existe una segunda opción. Son la única y última alternativa. Es SWAT. El
escuadrón de emergencia para situaciones límite. El grupo de resistencia armada contra las
fuerzas invasoras. La última arma secreta de los escuadrones policíacos. Son los hombres de azul.
Vencer o morir, esas son sus consignas. Son letales y precisos. Se trata del escuadrón entrenado
para misiones únicas.
Otra historia
El hombre se desliza por la muralla como una gacela. Los soviéticos están controlándolo todo
desde sus sofisticados monitores. Pero él burla la guardia rusa. El peligro acecha a cada paso, sin
embargo nuestro intruso sonríe. Su trabajo es mortalmente serio, pero sonríe como un duende que
se oculta tras la espesura del bosque. Está consciente de que puede pilotear aviones, saltar desde
quinientos metros, camuflarse entre el enemigo y, por supuesto, llevarse toda la información
ultrasecreta de los soviéticos, en un diminuto microchip.
Es el único que puede lograr esta misión. Fue entrenado cuidadosamente para la presión del
peligro. Tiene licencia para matar, de ser necesario. Sus enemigos le temen, sus colegas lo
respetan y su jefe confía ciegamente en él. Es Bond, James Bond. Otro hombre entrenado para
misiones únicas. Alguien que comienza en el mismo sitio donde otros ni siquiera se animarían
a entrar.
Las dos historias se parecen y tienen un denominador común: la misión. Es vencer o morir en el
intento. De eso se trata la nueva generación que Dios está levantando. Una última generación de
temerarios entrenados para la última y única misión: Llevar al mundo entero a los pies de
Jesucristo. Jamás retroceden, siempre están a la vanguardia. Ellos no van detrás de un puesto o
un lugar de reconocimiento humano. Saben que lo primordial es las almas perdidas. Mientras otros
se excusan o tratan de argumentar, ellos actúan. Cuando los demás le piden permiso al enemigo y
tratan de llegar a una negociación, ellos simplemente lo invaden.
Este ejército no está formado por pasivos, son invasores por naturaleza. Invaden los colegios,
predican en las facultades, y conmueven la universidad. Trastornan la nación, revolucionan su
ciudad, hasta llenarlo todo de Jesucristo. El infierno ha puesto precio a sus cabezas, pero ellos
simplemente sonríen porque saben para Quien trabajan. No son predecibles ni rutinarios, solo
sorprenden.
Son el último escuadrón al cual recurrir en situaciones riesgosas. O mejor dicho, son los obreros de
la undécima hora.
Gente con misiones únicas. Si tienes mentalidad de montón, ni siquiera deberías continuar leyendo
este libro. Pero te imagino con deseos de algo más que competir. Con sed de victoria. Con esa
cualidad que cuentan los que comienzan luego que los demás abandonan. Prefieres morir en el
intento, antes de quedarte solo con la visión de lo que pudo haber sido. Estás decidido a cambiar
tu estrella, a jugar el campeonato, a ganar el primer lugar.
Conozco a cientos de personas que abandonaron su sueño por creer que todos los recursos ya
estaban agotados. En lugar de sentirse parte del escuadrón SWAT, creyeron pertenecer al montón
de policías a cargo del comisionado gordo.
“Perdí el empleo”.
“Al fin y al cabo, ese ministerio no era para mí”.
“Bueno, de todos modos no quería ese puesto”.
“Casi me dan un aumento de salario”.
“Asistí a la boda de la mujer de mis sueños, finalmente se casó con otro”.
“Me dijeron que dejara mis datos y que me llamarían”.
“Hice todo lo posible, no creo que haya algo más por hacer”.
“Me conformo con que me hagan un lugarcito”.

Son las declaraciones de los que se sienten condenados al montón, de los que se conforman con
un octavo puesto. Carencia de determinación. Mentalidad de multitud.

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