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¿Como Valoras a Jesús?

Lectura Bíblica: Lucas 7:36-50.

1.- ¿Como Valoras a Jesús?

El escenario es la casa de un fariseo interesado en conocer a Jesús, el texto


sugiere que insistió en que Jesús fuera para saber mas de él. Es en medio de esta
historia que irrumpe una mujer considerada como de mala vida, o mala
reputación en el lugar donde vivía.

Los fariseos eran personas orgullosas, estudiosos de las escrituras, amantes del
cumplimiento de las leyes agregadas a la Torá, y con un alto concepto de si
mismos (recordemos Lucas 18:9-14) cuando Jesús describe muy bien lo que
ocurría en el corazón de estos religiosos de su época, entonces …

¿Cuál era la intención de este hombre al convidar a Jesús a su casa?


(Comentemos)

Hay tres posibles razones.

(a) Es posible que fuera simpatizante y admirador de Jesús, porque no todos los
fariseos eran sus enemigos (cp. Luc 13:31) pero la atmósfera de falta de cortesía lo
hace improbable.

(b) Es posible que Simón invitara a Jesús con la intención de pillarle alguna
palabra o acción para delatarle ante las autoridades. Tampoco esto parece
probable, porque Simón le da a Jesús el título de rabí en el versículo 40.

(c) Lo más probable es que Simón fuera un coleccionista de celebridades, y que


hubiera invitado a comer al discutido joven galileo con un despectivo
paternalismo. Esto explicaría la mezcla de cierto respeto con la omisión de los
detalles de cortesía. (Barclay, comentario a Lucas 7)

2.- ¿Que movió a esta mujer a tener esta actitud de reconocimiento y humildad
antes Jesús?

La mujer pecadora toma la decisión de irrumpir en la casa de Simón, y sin proferir


palabras, muy sensible a lo que estaba ocurriendo rompe en llanto a los pies de
Jesús, dejando su propia dignidad, ya que tener el pelo suelto en Israel era una
deshonra para la mujer (ya que siempre lo usaban tomado en público desde que
se casaban), y usa sus propios cabellos para secar los pies del Señor y besaba sus
pies y los ungía con perfume, lo mas probable es que ella le haya escuchado
predicar el evangelio del Reino y eso le llenó de fuerzas para hacer este acto tan
hermoso e impactante.

Sin duda esta mujer vio en Jesús, compasión, perdón, una oportunidad de ser
recibida no para ser utilizada, sino para ser perdonada.
Jesús nos llama en la condición que te encuentres y vengas a él en humildad,
buscándole de todo corazón, por que el te va a recibir para ofrecer su perdón,
restauración, recordarte que eres hijo, eres amado, y en ese amor nosotros
responder en adoración y servicio hacia Él.

Hechos 10:34 (RVR1960) 34 entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad


comprendo que Dios no hace acepción de personas.

Hebreos 4:16 (RVR1960)16 acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la


gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

Por el contrario, Simón se sentía muy tranquilo, según su propia conciencia y en


su mente estaba lejos de la actitud de esta mujer, incluso llega a cuestionarle por
este acto tan “inoportuno “para la ocasión, una cena en honor de un Rabí.

¿Te parece conocido?

Quizá muchos de nosotros también nos hemos sentido e identificado con Simón
mas que con aquella mujer.

Proverbios 21:2 (NVI)

2 A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los corazones.

3.- Es porque somos perdonados que amamos a Dios y le adoramos.

Esta mujer había comprendido juiciosamente quien era ella, y quien era Jesús,
sabía de su pecado y su estado actual, pero tenía la certeza de que el Señor
podía perdonarla, por eso ella viene por detrás de Jesús en humildad, con dolor,
a pedir perdón sabiendo que en Él podía encontrar una respuesta favorable para
su vida, y hace todo lo que Simón había olvidado, demostrando un amor
profundo hacia el invitado de honor.

El perfume que antes había sido símbolo de su antigua vida, hoy lo trae como una
ofrenda de gratitud, de honor y adoración a su Salvador; además, usa su cabello
como toalla para secar los pies de Jesús.

Simón había sido bastante descortés según la costumbre de la época ya que


cuando entraba un invitado en una casa, era común que se hicieran tres cosas.

(a) El anfitrión le ponía la mano en el hombro al huésped y le daba un beso de


paz. Esa era una señal de respeto que jamás se omitía en el caso de un rabino
distinguido.

(b) Los caminos eran de tierra, polvorientos, y el calzado no era más que suelas
sujetas al pie con correas, y por eso se le echaba agua en los pies al huésped
para limpiárselos y refrescárselos.

(c) O bien se quemaba un poquito de incienso, o se le echaba un poco de


esencia de rosas al invitado en la cabeza. Eran cosas que exigían los buenos
modales, pero que no se cumplieron en este caso.
(Barclay, comentario a Lucas 7)

Nota sobre la parábola de Jesús, Interpretar esta parábola de los dos deudores
como que quien “peca menos ama menos “, sería un problema serio, ya que
entonces bajo esa lógica para amar mucho a Dios deberías pecar
deliberadamente y que el nos perdone y amarle mucho… No ¡¡¡ ambos eran
deudores que no podían pagar su deuda; Simón creía que el estaba en mejor
posición frente a Jesús que esta mujer, bajo su propio juicio, pero la realidad es
que estaba tan necesitado de Cristo como aquella que lloraba a los pies del
Señor, ya que su estado espiritual era peor, y estaba ciego ante el único que
podía perdonar sus pecados y darle vida eterna

1 Juan 4:10 (RVR1960)10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos


amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación
por nuestros pecados.

1 Juan 4:19 (RVR1960)19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

Aun así, Jesús está disponible para amar, perdonar y salvar a estas dos personas, y
recibir la respuesta de ellos, ya que el vino a salvar lo que se había perdido.

Lucas 19:10 (RVR1960) Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se
había perdido.

La gratitud y adoración va de la mano de la revelación de quienes somos ante


Dios (pecadores salvados por gracia) y el perdón eterno que Jesús nos concede.

Es la conciencia del perdón de Jesús en esa mujer que la lleva a esta


demostración desbordante de amor por su Salvador y su Reino.

La Adoración no es una iniciativa propia del ser humano, nace en el


reconocimiento de la Bondad, Hermosura, Fidelidad, Misericordia, Amor del Señor,
es decir respondemos en adoración a todo lo que Él es hacia nosotros.

Hoy las iglesias están llenas de cristianos consumistas, pero de pocos adoradores
en espíritu y en verdad, por que cuando entendemos la obra de Jesús en
nosotros, no podemos hacer más que rendirnos a Jesús y estar disponibles a
adorarle en toda área, en todo lugar, en casa, en el trabajo, y por consecuencia
en nuestras comunidades de fe.

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