Alumno: Cáceres Sánchez Alexandher Jhossep

Resumen

La ciencia y la tecnología, que se encuentran intricadamente ligadas, son el principal

sustento académico de la humanidad. Sin embargo, el rigor científico el cual está cargado de
múltiples conceptos por lo general son aprendidos de manera errónea, estos conceptos suelen
estar relacionados con los conceptos fundamentales que rigen la naturaleza, y provocan, por eso,
una notables inseguridad en la utilización de los saberes que derivan de ellos. En presente informe
trata de uno de los conceptos, que se refiere a la velocidad de los electrones en medios
conductores.

Desarrollo

Existe hoy en día la creencia de que la velocidad de los electrones en medios

conductores es la velocidad de la luz está muy extendida. Esta confusión encuentra una
explicación en la relación que quizá se establece entre la velocidad de las ondas
electromagnéticas, que si es la velocidad de la luz (Puesto que la luz son ondas electromagnéticas)
y la velocidad de arrastre de los electrones que dan lugar a la corriente eléctrica. En consecuencia
podemos decir que para generar una idea clara del tema debemos analizar el medio por el que se
transmite la corriente, el medio conductor, llamamos un buen conductor de la electricidad al
elemento, medio o espacio físico que permite el movimiento de las partículas cargadas
eléctricamente, desde un punto de trasmisión a otro. Por consiguiente, un mal conductor eléctrico
es llamado al material que ofrece resistencia al paso del flujo eléctrico a traces del mismo.

Su a través de una superficie pasan cargas eléctricas, se dice que hay corriente eléctrica
a través de esa superficie. La carga que pasa por cada segundo se le denomina intensidad a través
de esta superficie. Si la superficie es perpendicular al movimiento de las cargas, la intensidad que
atraviesa cada unidad de superficie es la densidad de corriente (j). La velocidad (v) con que se
mueven las cargas que originan la corriente se llama velocidad de arrastre de las cargas libres. Es
esta la velocidad con la que erróneamente se cree que es igual a la luz.

En la siguiente figura encontramos un cilindro imaginario dentro de un conductor.

Suponemos que los electrones libres del conductor se mueven de izquierda a derecha.
El área transversal S es perpendicular a la dirección en la que se desplazan los electrones libres.
La altura del cilindro la elegimos de longitud v, que es la velocidad de los electrones libres, o sea,
la distancia que recorren en un segundo. Es por ello que solo los electrones libres que estén dentro
del cilindro atravesarán la superficie S de la derecha en el próximo segundo. En efecto, el electrón
que se dibuja dentro del cilindro recorre durante el próximo segundo una distancia v, que es
mayor que la que lo separa de S, por eso cruza S. El que se dibuja fuera no pasa, pues en un
segundo solo recorre la distancia v. Es decir, los electrones libres que atraviesan la superficie S
cada segundo son los que están dentro del cilindro de la figura. Si el número de los que hay en
cada unidad de volumen es n, para hallar los que hay dentro del cilindro basta multiplicar el
volumen del cilindro por n. Ese número es S*v*n, que es, como hemos dicho, el número de
electrones que cada segundo atraviesan S. La carga que atraviesa S cada segundo, es decir, la
intensidad por S, se obtiene multiplicando por la carga q del electrón: S*v*n*q. Dividiendo por S
se obtiene el módulo de la densidad de corriente:

J=q*n*v

Y es en base a esta fórmula que se puede afirmar que la velocidad de los electrones en
medios conductores no es la velocidad de la luz. En efecto, el valor absoluto de la carga del
𝑒−
electrón es 1.6*10−19 𝐶; la densidad de los electrones libres en el cobre es 8.45*1022 . Si la
𝑐𝑚3
8
velocidad de arrastre de los electrones fuera la velocidad de la luz (3*10 m/s) o próxima a ella
𝐴
resultaría que la densidad de corriente en los conductores de cobre serian 4*1012 𝑚𝑚2 . Por tanto,
este resultado indica que por cada hilo de cobre de un milímetro cuadrado de sección, circularían
cuatro billones de amperios, es evidente que las cosas no son así, puesto que la densidad de
corriente en los conductores de cobre de las instalaciones que empleamos no es la misma, sino
que puede variar.

Analizando un caso real, una corriente muy normal de los conductores de las
instalaciones ordinarias es de 10 A por milímetro cuadrado o meno. Esa densidad de corriente
equivale a 1000 amperios por centímetro cuadrado. Para ese valor, si el conductor es de cobre, la
velocidad de arrastre de los electrones es de 0.07 cm / s. Menos de un milímetro por segundo. Un
electrón a esa velocidad tardaría dieciséis días y medio en recorrer un quilómetro. Pero, aunque
la densidad de corriente fuera de 100 A/𝑚𝑚2 , que equivale a 10000 A/𝑐𝑚2 , la velocidad de los
electrones sería de 0.74 cm/s, ni siquiera un centímetro por segundo. Este es, realmente, el orden
de magnitud de la velocidad de arrastre de los electrones libres en los conductores, que depende
de la densidad de corriente, pero que es inferior muchas veces al milímetro por segundo. La razón
es que, para que pase un amperio a través de la sección de cualquier hilo, los electrones no
necesitan moverse de prisa, les basta hacerlo tan lentamente como se ha deducido, porque hay
muchos en cada unidad de volumen. Por ejemplo, en la figura 5 se representa un conductor de
cobre de 1 mm2 de sección. El número de electrones libres que hay en cada milímetro de cable
es 8.45*1019 que son traducidos en carga 13.54 C. es decir que por caca milímetro de longitud de
un hilo de cobre de 1𝑚𝑚2 de sección hay 13.54 C de carga libre. Por tanto, si los electrones libres
se moviera a 1 mm/s, en un segundo atravesarían la sección del hilo 13.54 C, en resumen, la
densidad de corriente seria 13.54 A/𝑚𝑚2

Conclusiones

La velocidad de arrastre dista mucho de la velocidad de la luz, como se ha visto en el informe, si

fuera esa la velocidad, la densidad de corriente en los conductores seria enorme y constante.
Además, la fuerza por los choques en caso de que el cable forme un Angulo de 90° seria enorme
y la energía que los electrones proporcionan al conductor generaría demasiado calor que
volatilizaría el material, por consiguiente con esta velocidad harían imposible la existencia de
instalaciones eléctricas.

Por el contrario, para las densidades de corriente ordinarias, la velocidad de los electrones pocas
veces supera el milímetro por segundo, como se demostró anteriormente la velocidad real (0.07
cm/s a 10 A), aun si la densidad de corriente fuera 100 A/𝑚𝑚2 , que equivale a 10000 𝐴/𝑐𝑚2 , la
velocidad de los electrones apenas alcanzaría a 0.74 cm/s, ni siquiera un centímetro por segundo.
Este es realmente, el orden de magnitud de la velocidad de arrastre de los electrones libres en los
conductores, que depende de la densidad de corriente, pero que es inferior en muchas veces al
milímetro por segundo.