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La gerencia del talento humano en el presente siglo, aparece como una necesidad
ineludible de las empresas, porque se considera al individuo y con mucha razón, el
artífice del éxito organizacional. Para la gerencia colombiana este puede ser uno de
sus mayores desafíos.
A pesar de la importancia que se da a la personas dentro de las empresas, no
siempre se ha considerado al talento humano como el principio y fin de toda
organización. Claramente, a través de la historia, se puede observar dos épocas
que marcan el proceso evolutivo de este requerimiento en los modelos gerenciales,
que entre otras cosas, siempre han sido motivo de controversias:
En una segunda época, surgen las nuevas tendencias en la gestión del talento
humano y el compromiso gerencial indispensable para el posicionamiento
estratégico con el soporte de las demás áreas de la organización.
Buena parte de las organizaciones de países industriales avanzados están
incorporando, o esperan incorporar, un modelo de gestión para el área de talento
humano, basado en la participación directa en las decisiones que comprometan el
futuro de la organización. En este modelo se destaca la importancia del medio
ambiente externo e interno que la organización brinda a su personal.
Vistas las cosas de esta manera, es fácil percibir que para el presente y futuro de
las organizaciones, el desarrollo del talento humano es el mayor de sus desafíos.
Es clara la convicción de que en lo sucesivo, el éxito empresarial va a depender
del compromiso gerencial hacia el talento humano.
Por fortuna está cobrando sentido la necesidad de romper los paradigmas que han
forjado la imagen tradicional de una sola área funcional, responsable de la
capacidad organizacional. La gerencia del talento humano implica una
responsabilidad conjunta. En este sentido, los conocimientos, habilidades y
motivación que se requieren para el pleno desarrollo personal y profesional propio
y de los demás, es el reto gerencial más inmediato para que la organización
trascienda exitosamente al siglo XXI.
me parece oportuno invitar a todos los que tienen responsabilidades gerenciales para que
revisen de modo juicioso el contenido de cada una de estas competencias que, sin duda, serán
en tiempos muy próximos y en algunos casos ya lo son, parte de las nuevas dinámicas
gerenciales que movilizarán a las organizaciones hacia nuevas realidades que regirán el destino
corporativo.
de establecer en las organizaciones competencias orientadas al
desarrollo de las mejores