Вы находитесь на странице: 1из 3

Este orden tiene aproximadamente unas 150.

000 especies actualmente descritas, aunque


todavía quedan muchas por descubrir. Sus integrantes reciben nombres comunes como
abejas, abejorros, avispas u hormigas. Su nombre proviene de hymen(membrana, aunque
también puede significar matrimonio) y de pteron (ala).

La mayoría de las especies de este orden han alcanzado un elevado grado de evolución,
especialmente en lo que se refiere a sus pautas de comportamiento a la hora de buscar el
alimento o de cuidar a su descendencia. En algunas especies, sus individuos han adquirido el
hábito de vivir juntos en grandes comunidades, siguiendo pautas y comportamientos sociales.

Son insectos de talla pequeña a media, variando desde menos de un mm a varios cm. Sus
principales características morfológicas pueden verse en la Fig. 14.1 A.

Su cabeza es muy móvil, en la que se sitúan unos grandes ojos formados por muchas facetas.
La mayoría de las especies presentan ocelos. La antenas son variables, aunque son comunes
el tipo filiforme y el tipo geniculada, presentando dimorfismo sexual, a menudo más largas en
machos que en hembras.

Figura 14.1.A, Aspecto general de un adulto de himenóptero; B, dos tipos de aparatos


bucales que se encuentran en los adultos.

El aparato bucal de los adultos varía entre dos modelos (Fig. 14.1 B): uno cuyas mandíbulas
están bien desarrolladas y las utiliza para cortar y trocear sus presas o alimentos, y se puede
considerar masticador, y otro en el que se han desarrollado las gáleas y las maxilas se han
modificado, formando un órgano lamedor en forma de probóscide con el que absorben
líquidos, aunque mantiene cierta funcionalidad de las mandíbulas, pudiéndose considerar
como masticador-suctor. Entre ambos modelos se dan diferentes grados de evolución.
Finalmente, la disposición de las piezas bucales es de tipo hipognato.
En el tórax está muy desarrollado el mesotórax, donde están insertados los potentes
músculos alares de las alas anteriores. El protórax está reducido a un estrecho collar. Las alas
son membranosas, siendo el 2º par de alas más pequeño que el 1º. Están unidas entre sí
mediante unos ganchos (los hamuli) que posee el borde anterior del segundo par, que
enganchan con el borde posterior del primer par de alas. La venación de las alas ha
experimentado muchas modificaciones respecto al modelo primitivo, siendo en ocasiones muy
reducida. En las alas suele aparecer una mancha más oscura, el pterostigma, en el borde del
ala anterior. También se dan formas braquíptera y ápteras, especialmente en algunas familias,
como ocurre en las hormigas.

Sus patas son de tipo marchador, aunque en algunos grupos y especies pueden presentarse
ciertas modificaciones: por ejemplo las especies recolectoras de polen suelen tener el tercer
par de patas provistos de largos y duros pelos donde acumulan el polen, el primer par de
patas puede tener unas formaciones especiales para limpiarse las antenas, y en otras
especies el tercer par de patas presentan características saltadoras, con el fémur más
engrosado. En otros grupos, el primer par de patas está adaptado a excavar.

Su abdomen consta de 6 a 8-9 segmentos. Es característico de los himenópteros el


poseer propodeum: el primer segmento abdominal se encuentra íntimamente unido al último
segmento torácico, formando una unidad. En un amplio grupo de especies se produce un
estrechamiento del segundo segmento abdominal, formando el pecíolo. El abdomen funcional,
sin considerar el primer segmento unido al tórax, se denomina gáster.

El ovipositor es un órgano bien desarrollado, con bastante uniformidad de estructura, aunque


modificado en ciertos grupos para serrar, taladrar, picar o pinchar, transformado en este último
caso en aguijón. En general sigue manteniendo su función de depositar los huevos, pero
cuando el ovipositor se transforma en un aguijón los huevos salen por una abertura en la base
del mismo.

Las larvas de los himenópteros pueden ser polipoides o eruciformes (presentan patas
torácicas y más de 5 pseudópodos o falsas patas abdominales), ápodas, y de tipo protopoide
(Fig. 14.2). En los dos primeros tipos está compuesta por una cabeza bien desarrollada,
aunque puede no estar esclerotizada, y una serie de segmentos torácicos y abdominales. En
las de tipo protopoide se pierde la cabeza y aparecen prolongaciones corporales diversas. Las
larvas de los himenópteros pueden tener hábitos fitófagos (se alimentan directamente de
tejidos vegetales, de polen), pero también son frecuentes las que son parasitoides externos o
internos de otros muchos insectos y arañas.
Figura 14.2. Dos tipos de larvas de himenópteros: eruciforme (parte superior), y ápoda (parte
inferior), con dos ejemplos, siendo la de la derecha de Apis mellifera. (García Marí et al.,
1989b).

La pupa es casi siempre de tipo exarada (Fig. 14.3), y con frecuencia está encerrada en un
capullo sedoso que forma el último estadio larvario.

Figura 14.3. Pupa exarada típica de los himenópteros.

Los adultos se alimentan de jugos de plantas y frutos, del néctar de las flores, de polen, los
hay también depredadores de otros artrópodos, e incluso hay especies que se alimentan de
substancias en descomposición.

En cuanto a los tipos de reproducción, se da el bisexual anfigónico, aunque la


partenogénesis está muy extendida en este orden, con diferentes modelos. Las hembras son
ovíparas. Otro modo especial de desarrollo es la poliembrionía, que se da en ciertas especies
parásitas. El desarrollo es típicamente holometábolo.

En general se puede considerar que los himenópteros tienen más aspectos beneficiosos que
dañinos en su relación con la agricultura y el hombre.

El orden Hymenoptera se divide en dos subórdenes, con las caracterísitcas siguientes:

Вам также может понравиться